Está en la página 1de 5

INTRODUCCION A LA FILOSOFIA – RESUMEN PARCIAL

La filosofía (del latín philosophía «amor por la sabiduría») es el estudio de una variedad de problemas fundamentales
acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.

La filosofía se hace cargo de la subjetividad (Sujeto – Yo – Conciencia) antes de la edad moderna o llamada
“modernidad”, la iglesia era la organización política más estable y de mayor alcance de Europa. Los representantes o
exponentes filosóficos más importantes hasta entonces eran Sócrates – Platón y Aristóteles. La filosofía estaba ligada
directamente a la fe y al conocimiento empírico.

Contexto histórico:

Siglos XVI y XVII – Algunos de los hechos que llevaron a perturbar creencias que hasta entonces eran verdades
irrefutables de Fe: La tesis copernicana (Sobre el reconocimiento de la tierra como un astro celeste; tres tipos de
movimientos alrededor del sol), produjo una revolución científica y religiosa en la época. Lo interesante es precisar que
en aquel entonces, todas las demostraciones científicas, nuevas teorías y así también los escritos que sustentaran estas
“revoluciones” en el pensamiento debían ser comunicadas, examinadas y comprendidas por el Clero, los representantes
máximos de Fe y de la Iglesia. Paralelamente, en el campo religioso la Reforma propuesta por Lutero en 1521 atacó los
puntos más fuertes sobre los que se sostenían las bases del poder religioso. A todo este contexto podríamos agregar las
conquistas del “Nuevo Mundo” y las nuevas rutas de navegación, que conjuntamente con todo lo anterior hicieron
desestabilizar los saberes y la imagen del mundo que se construía hasta entonces sino también a cuestionar los
métodos de conocimiento o la manera de conocer que hasta el momento se consideraban irrefutables. Estos hechos
mencionados son los que formarán la base del escepticismo, es decir, que hagan que las personas de la época
comiencen a dudar.

En dicho contexto aparece el pensamiento Cartesiano, Rene Descartes primera mitad del Sg. XVII- (1596-1650) Filósofo
– matemático y físico.- Es considerado como el primer filósofo de la modernidad.

El escepticismo no es considerado una “escuela” de pensamiento porque no tiene una Doctrina, sino que constituye un
grupo conformado por aquellos filósofos que investigan sobre un determinado tema al igual que las escuelas filosóficas
de la época. El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda, de quienes se decía que "no afirmaban nada,
solo opinaban". El escepticismo se caracteriza por exigir evidencia objetiva a las afirmaciones, y en caso de haber tal
evidencia aceptarla. El escepticismo no fue tomado como una hipótesis válida para indagar en la verdad, de forma tal
que constituyó el fundamento primero de Descartes y su duda metódica, con la cual el escepticismo vuelve
paulatinamente a cobrar importancia hasta el Siglo de las luces donde impregna todo el pensamiento ilustrado. Si bien
hubieron otros representantes del escepticismo (Pirrónicos - Pirrón de Elis “No es posible conocer” - y los Académicos –
Sucesores de Platón “No hay / no se han encontrado evidencias que permitan la cuestión de “es posible conocer”),
tomaremos ese momento y los argumentos escépticos de Descartes para explicar o desarrollar su posterior trabajo que
encausa hacia dos objetivos en principio: a) Desacreditar la percepción sensible b) Introducir la idea de una facultad no
empírica de conocimiento: El intelecto o entendimiento.

René Descartes reconoce que su epistemología (estudiar el conocimiento) es diferente, todo lo demás también lo será.
Frente a otras soluciones al problema del conocimiento y de la constitución de la "ciencia" que surgirán en la época,
como el empirismo, Descartes optará por la solución racionalista. El racionalismo se caracterizará por la afirmación de
que la certeza del conocimiento procede de la razón, lo que va asociado a la afirmación de la existencia de ideas innatas.
Ello supondrá la desvalorización del conocimiento sensible, en el que no se podrá fundamentar el saber, quedando la
razón como única fuente de conocimiento. Quienes, como Descartes, no hallaban satisfactoria la reducción del
conocimiento a mera probabilidad no podían, con todo, responder al embate escéptico con cualquier argumento. Debían
mostrar que era posible acceder a una verdad que no estuviera sujeta a duda alguna y que, dada su certeza y evidencia,
no derivara ni requiriera de una nueva verdad que la justifique. Únicamente una verdad tal podría romper el círculo
vicioso que llevaba al escepticismo a negar toda posibilidad de conocimiento cierto. A la idea de que es necesario un
método para alcanzar el conocimiento Descartes añade la precisión de que ese método tiene que elaborarse de acuerdo
con el que utilizan los matemáticos en sus investigaciones. Y ello, porque lo que hace verdaderos los conocimientos
matemáticos es el método utilizado. No es que las matemáticas sean un tipo de saber distinto del resto de los saberes.
Si la razón es única, el saber es único, y debe haber un único método para alcanzar la sabiduría. Es en esta época
(1618-1619) cuando Descartes concibe la idea de un saber o de una ciencia universal, la "Mathesis universalis" (Regla I).
Descartes se encuentra en su fase físico matemática, manteniendo una intensa relación con el físico holandés
Beeckman. Es también la época de los sueños reveladores que le orientarán de una manera definitiva hacia la filosofía,
sueños en los que un espíritu le indica el camino a seguir para alcanzar la verdad. Descartes nunca abandonó ese ideal
de un saber universal, que se debe considerar al menos de dos maneras: a) como fundamento único de todos los
saberes; b) como la adquisición plena de la sabiduría. Pero para ello necesita un método.
¿Qué es el método? Por método entiendo, dice Descartes, "una serie de reglas ciertas y fáciles, tales que todo aquel que
las observe exactamente no tome nunca a algo falso por verdadero, y, sin gasto alguno de esfuerzo mental, sino por
incrementar su conocimiento paso a paso, llegue a una verdadera comprensión de todas aquellas cosas que no
sobrepasen su capacidad". Descartes nos propone aquí la intuición y la deducción como los dos únicos modos de
conocimiento.

Inducción: Es un tipo de razonamiento en el que la verdad de las premisas brinda apoyo a la verdad de la conclusión
pero no la garantiza. La conclusión aporta mayor información que las premisas dando en algunos casos una conclusión
falsa. La conclusión es probable.

Deducción: es un argumento donde la conclusión se infiere necesariamente de las premisas. Ej. Si A es B y B es C, A es


C.- La conclusión se da a partir de la información de las premisas. Si las premisas son verdaderas la conclusión también
lo será.

René Descartes toma este método. El problema racionalista es que necesita comprobar la verdad de las premisas, pero
es un ciclo sin fin, todas las premisas se derivan en otras.

La deducción "consiste en una operación por la cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia necesaria de
otras conocidas por nosotros con toda certeza".

De esta forma, nos encontramos en el Discurso del método, obra de Descartes, las cuatro reglas o preceptos que
establece para que el conocimiento sea científico: la regla de la evidencia, la del análisis, la de la síntesis, y la revisión.

- Evidencia: Se admite como verdadero un conocimiento solo en el caso que sea evidente, esto es cuando no se pueda
dudar de él. La evidencia tiene dos caracteres: la claridad (cuando está presente y manifiesto en el espíritu) y distinción
(simples). Criterio de verdad: Es el carácter / Nota por la cual se reconoce que una afirmación es verdadera o que nos
permite distinguir un conocimiento verdadero o uno falso.

- Análisis: Dividir cada una de las dificultades que examinara, en tantas partes como fuere posible hasta llegar a algo
evidente.

- Síntesis: Procedimiento que Descartes llama también Deducción. En todo conocimiento debe partirse desde lo más
simple a lo más complejo siempre siguiendo un orden, aún en los que no se preceden naturalmente.

- Revisión / Enumeración: Exige examinar con cuidado la cuestión descuidada y así ver si no hay algún tema o aspecto
que se haya pasado por alto, sea en el momento analítico o sintético.

Lo que Descarte busca es una verdad absoluta, un método y validar esas verdades que eran sólidas.

DESCARTES – MEDITACIONES METAFÍSICAS

1- Primera Meditación: “De las cosas que se pueden poner en duda”

Tiene por objetivo encontrar una verdad (absoluta, evidente, indudable, simple, constante, universal) que fundamente el
conocimiento. Para llevarlo a cabo deberá derribar todas las antiguas opiniones o creencias.

El método que utiliza es la Duda metódica y sistemática (va a ser aplicada a todos los conocimientos y creencias). Esta
duda indica que todo lo se presente dudoso será considerado falso y descartado; y lo indudable será considerado
verdadero. Este método presenta ciertas dificultades, como la imposibilidad de examinar todas y cada una de las
opiniones, puesto que sería un trabajo infinito y le llevaría mucho tiempo. Por eso, decide aplicarlo a las
fuentes/bases/principios del conocimiento, ellos son: los Sentidos y la Razón.

Descartes cuestiona a los sentidos como fuente confiable de conocimiento a partir de dos argumentos:

1º) Argumento de la falibilidad de los sentidos:

 Ha tomado como verdadero conocimiento, ideas obtenidas mediante los sentidos.

 Pero los sentidos lo han engañado alguna vez.

 Debe desconfiar de lo que alguna vez lo engañó.


→ Los sentidos son dudosos, falsos.

➔ Rechaza a los sentidos como fuente confiable de conocimiento.

2º) Argumento de la no distinción entre el sueño y la vigilia:

 Ha tenido sueños tan vívidos que parecía reales pero eran ilusiones.

 No puede distinguir con claridad si está dormido o despierto.

 No puede distinguir si lo que percibe es real o ilusorio.

→ El conocimiento que le ofrecen los sentidos es dudoso.

➔ Rechaza a los sentidos como fuente confiable de conocimiento.

De este argumento sobreviven las ideas simples y universales, verdades matemáticas: aunque estemos despiertos o
dormidos, estén o no en la realidad, existes ciertas ideas simples (extensión, magnitud, número) que parecen
indudables. Estas ideas son estudiadas por la aritmética y la geometría (ramas de la matemática). Ejemplo: 2+3=5 ó el
cuadrado tiene 4 lados (ideas muy difíciles de dudar). Descartes, al ser racionalista, no puede dudar de la razón por eso
crea las hipótesis del Dios engañador y el Genio maligno. Estas dos hipótesis, son los argumentos por los cuales
cuestiona a la Razón como fuente confiable de conocimiento:

1º) Hipótesis del Dios engañador:

Existe un Dios que lo engaña sobre la razón. Lo engaña en verdades absolutas.

Pero Dios es bueno, no puede engañarlo. Decir lo contrario implica contradecir la realidad de un Dios, si es imperfecto no
puede ser Dios.

➔ Por eso, rechaza/abandona esta hipótesis.

2º) Hipótesis del Genio maligno:

Existe un genio que lo hace dudar, hace que tome como falso todo lo que creía como verdadero, tanto lo sensorial como
la racional.

Esto convierte a la duda en hiperbólica (exagerada).

Éste es asumido por Descartes sin reservas, porque si éste no existiera le sería imposible dudar de la Razón. Es el
argumento más fuerte, que será eliminado cuando pueda comprobar la existencia de un Dios bueno y poderoso. Con
este argumento se puede afirmar, que Descartes puede dudar de todo.

En esta meditación se ha desarrollado la etapa destructiva del método y por eso, se la considera escéptica.

2- Segunda Meditación: De la naturaleza del espíritu humano y que es más fácil de conocer que el cuerpo

En esta meditación se inicia una etapa constructiva, pero Descartes se encuentra desesperado, ya que, no ha
encontrado un punto de apoyo. Por eso se propone encontrar una primera certeza, una verdad evidente, en donde
“hacer pie”.

De lo único que Descartes no podía dudar era de su existencia (si él no existiera, tampoco existiría un genio que lo
engañe); así llega a la primera verdad: “yo soy, yo existo”. Al dudar de todo, tanto de lo sensorial como de lo racional, se
está pensando (toma a la duda como un acto de pensar), pero al dudar de su propia existencia, ésta se reafirma. Esta
verdad posee ciertas características:

a) Inmediatez: sólo sirve en el presente, no ofrece garantía en el pasado ni en el futuro (existe mientras piense).

b) Auto-evidente: es indudable, si se duda de ella, se está reafirmando.

c) Se llega a ella mediante la Intuición: intuición entendida como una captación inmediata racional.
d) Posee dos aspectos: es subjetiva (sólo se accede en primera persona) pero también es objetiva (es universal,
todos pueden acceder a ella)

Hasta este punto, Descartes se encuentra en un Solipsismo (solis, solo – ipse, yo), pero éste no lo es; dicha verdad es
un simple punto de apoyo. El genio maligno, sigue existiendo pero ya lo puede hacer dudar de su existencia.

Para salir del solipsismo, Descartes sostiene que examinará todo lo que creía ser, entonces indaga en la naturaleza del
YO: se pregunta si es animal racional, si es cuerpo, si es alma.

Al intentar responder si es un animal racional (Concepción Aristotélica), se encuentra con que es muy complicado
definirse así, ya que, antes debería saber qué es animal y qué es racional; y Descartes necesita ideas simples, por eso lo
elimina. La idea de Cuerpo también la elimina, puesto que, considera cuerpo como una máquina compuesta de huesos y
de carne tal como se presenta en un cadáver, como algo limitado que ocupa un espacio; contrario a lo que él siente. Por
eso, intenta definir Alma, pero no la puede describir sino es por sus atributos que son: alimentarse, caminar, sentir: pero
no puede hacerlos si no es con un cuerpo, por eso los elimina; otro es el de pensar, y aquí es cuando descubre que es el
único atributo que le pertenece, que no puede existir separado de él.

Así es como llega a la conclusión que existirá mientras que piense. Pero aún no sabe realmente qué es, sólo sabe que
piensa, por eso, deduce que es una “cosa que piensa”. (Utiliza la palabra COSA, que en latín RES significa SUSTANCIA
que se define como lo que permanece, lo que es sin necesidad de otra cosa –Res Cogitans-).

Una cosa que duda, afirma, quiere y no quiere, niega, imagina (en algún sentido) siente (en algún sentido). Lo que antes
para Descartes era el alma, posteriormente a este trabajo lo denomina cosa pensante.

El cuerpo es algo que se posee, no se es un cuerpo. El cuerpo puede existir al margen de la mente, cuando la mente
abandona el cuerpo lo que queda es pura cosa material, inerte; si no fuera por la cosa pensante (res-cogitans) no habría
nada. A la cosa material, la llamará “sustancia extensa” y se refiere a lo que ocupa espacio, las cosas.

Argumento del genio maligno (El argumento escéptico más potente) Vs. Cogito La primera verdad indubitable
¿Cuál sería el balance de este enfrentamiento, en la meditación II?

En conclusión, utiliza el argumento de la cera:

Se propone reconsiderar, con la intención de refutarlas, dos creencias profundamente arraigadas:


1) Conocemos las cosas corpóreas [los objetos materiales], por medio de la percepción sensible.
2) Nuestro conocimiento de las cosas corpóreas es más fácil y más directo que el conocimiento de nuestra propia
naturaleza como cosas pensantes.
“Tomemos, por ejemplo, este pedazo de cera que acaba de ser extraída de la colmena…” (229)
“Pero he aquí que, mientras hablo, la acercan al fuego…” (229)

Las propiedades percibidas han cambiado de una situación a otra. ¿Subsiste la misma cera después del cambio? Hemos
de afirmar que subsiste la misma cera. Pero nuestra afirmación no puede basarse en la información de los sentidos,
pues nada en ellos nos sugiere que debamos responder afirmativamente a la pregunta. Esta respuesta, entonces, debe
provenir de otra fuente distinta de la percepción sensible. Se trata del entendimiento, la razón, o el intelecto puro.
Mediante esta misma facultad es que hemos llegado al conocimiento de lo que nosotros mismos somos en tanto cosas
pensantes. Mediante esta facultad [entendimiento puro, intelecto o razón] concebimos a la cera como algo extenso,
flexible y mudable. Esto es lo que realmente conocemos de ella y Descartes pretende haber demostrado que ese
conocimiento nunca proviene de los sentidos, como inicialmente podríamos haber pensado.
Luego de esta certeza, le atribuye al pensamiento la potencia de imaginar. Da el ejemplo de la cera y explica que es a
partir de la imaginación y del entendimiento que él concibe a la cera, aunque cambie de color, forma y textura, como una
misma cosa y no como objetos distintos.
Tercera Meditación: En ésta se propone seguir avanzando en el descubrimiento de verdades indudables. Señala que
lo que le resulta indudable es todo aquello que la mente le presenta como claro y distinto. Establece como claridad y
distinción de las ideas como criterio de verdad. Vuelve sobre la hipótesis del Dios engañador (con ella se había puesto
en duda las verdades matemáticas que parecen ser claras y distintas), con el objetivo de demostrar con pruebas la
existencia y cualidades de ese Dios, concluyendo que el ser engañador no es un atributo de Dios, por esto, es que refuta
dicha hipótesis.

De la intuición nacen las ideas que es todo aquello que está en la mente, no tienen el mismo origen por lo tanto no tienen
la misma impronta. Existen tres tipos de ideas: a) Adventicias: De origen exterior, se obtienen mediante los sentidos y
están fuera de la conciencia. B) Facticias: Son ideas artificiales, están originadas en la imaginación Ej. Centauro. Estos
dos tipos no son evidentes y no son totalmente ciertas. Por otro lado están las c) Innatas: Son evidentes y a priori; son
ideas simples, verdaderas e indudables; estas a su vez se separan en dos grupos a saber: Las que representan cosas o
principios de cosas (Dios – Alma – Circulo – Mayor – Menor, - Etc.) y las verdades eternas (principio de contradicción,
principio de causalidad) Todas las ideas innatas son propias de la razón (verdades matemáticas) Tanto la idea de Yo
como la idea de Dios son ideas dadas por Dios. Que es que a la vez es el sustento para la deducción.

Cuarta Meditación: ésta constituye un paréntesis en el proceso general, ya que no prosigue con el descubrimiento de
verdades, sino que se detiene en el análisis de las facultades de la mente. Se concentra en determinar las razones que
hacen que la mente caiga en el error. Ante esto, Descartes distingue dos facultades: el intelecto (facultad de conocer, es
pasivo y limitado, sólo se accede a algunas partes de la realidad) y la voluntad (facultad de elegir, es activa e ilimitada,
elige que ideas del intelecto une para formar juicios). El contraste entre ambas facultades, produce desequilibrio, puesto
que la libertad de la voluntad puede ir “más allá” que el intelecto. La voluntad es capaz de formar juicios claros y
distintos. Así pues, el error en el conocimiento se origina en el mal uso de la libertad de la voluntad; sólo se evitará el
error, si se le pone límites a la voluntad.

Quinta Meditación: aquí se retoma el hilo argumentativo. Se propone valerse del criterio de verdad a fin de examinar se
las dudas acerca de la existencia de las cosas materiales pueden seguir aún manteniéndose en pie. Para ello decide
enumerar sus ideas claras y distintas. Entre ellas encuentra la idea de extensión, propia de las cosas materiales, y las
ideas matemáticas. En esta meditación se detiene en caracterizar la naturaleza de los objetos de las ideas matemáticas.
Estos existen independientemente de la mente, sus esencias son verdaderas e inmutables, pertenecen a un grupo de
nociones que Descartes denomina como “verdades eternas”. Estas ideas se nos presentan como innatas, así como la
noción de Dios. Prueba la existencia de Dios bajo el “argumento ontológico” (la idea de Dios perfecto implica que se
incluya entre sus atributos el de existir). Concibe clara y distintamente que a la esencia de Dios le corresponde
necesariamente la existencia. Ante esta nueva verdad, Descartes afirma que Dios es la garantía del conocimiento, ya
que todo depende de su existencia y no permite que uno se engañe cuando se concibe algo clara y distintamente. Al final
de la meditación desecha sus dudas sobre las verdades matemáticas y la idea de extensión.

Sexta Meditación: en esta meditación Descartes se ocupa de las ideas sobre las cosas materiales. Estas exigen mayor
análisis, puesto que, no siempre son claras y distintas, y ha encontrado razones para dudar de ellas. También aborda
uno de los temas centrales de la obra: la distinción real mente-cuerpo. La argumentación de la distinción y unión de la
mente y el cuerpo es compleja e involucra varios tópicos.

1º) Descartes señala que las meditaciones anteriores muestran la posibilidad de que existan cosas materiales (la
imaginación indica su probabilidad y además sugiere que tiene un cuerpo).

2º) Analiza paso a paso la sensación (concepción de cuerpo –propio y ajenos- a través de las sensaciones)

Ahora bien, por la garantía divina ya no tengo razones para dudar de estas sensaciones claras y distintas; a partir de
ellas se puede deducir que la mente es distinta del cuerpo. Pero a través de las sensaciones, se puede considerar que
cuerpo y mente están unidos de manera confusa para el hombre. Por eso, Descartes advierte que el hombre tiene una
naturaleza dual compuesta de cuerpo y mente.

En esta meditación Descartes concluye que ya ha obtenido el objetivo planteado. La fundamentación metafísica de la
ciencia ya ha sido establecida, y la duda hiperbólica ya es innecesaria.

También podría gustarte