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y cuidado.
teología
Premisas para una espiritualidad ecológica
RESUMEN: Tres son las notas que pueden provocar un acorde armonioso: la alaban-
za, la responsabilidad y el cuidado. Estamos hablando del acorde en una vida “espi-
ritual” que atiende lo ecológico, es decir, la vocación humana a ser habitantes de una
casa común. La reciente encíclica del papa Francisco apela a este sentido y bajo estas
tres notas construyen una vocación humana y cristiana cada vez más apremiante para
nuestras vidas.
PALABRAS CLAVE: Creador y Creación, alabanza, responsabilidad, cuidado, Fran-
cisco de Asís, “espiritualidad ecológica”.
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María Clara Bingemer
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teología y, por ende, de su espiri- lia universal, [...] que nos impulsa
tualidad. Precisamente, la encícli- a un respeto sagrado, amoroso
ca insiste en este punto: el ser hu- y humilde» (LS 89). Ahora bien,
mano no es el dueño del universo conviene apostillar que la Crea-
lo cual «no significa igualar todos ción para el cristianismo no es una
los seres vivos y sacar del ser hu- grandeza en sí misma armoniosa.
mano su valor peculiar» ni tampo- Ella deviene una grandeza dividi-
co supone una divinización de la da, conflictiva, que sufre por en-
tierra que nos privaría del llamado contrarse atravesada por el mal y
a colaborar con ella y a proteger su por su sometimiento a la voluntad
fragilidad» (LS 90). En este senti- del hombre. En esta coyuntura,
do, «toda ferocidad contra cual- todas las criaturas gimen juntas
quier criatura es contraria a la dig- esperando su liberación (cf. Rm 8,
nidad humana» (LS 92), pero «no 19-22). Sin embargo, la fe cristia-
puede ser real un sentimiento de na, por su parte, afirma que sólo
íntima unión con los demás seres pasando a través del mesianismo
de la naturaleza si al mismo tiem- de Jesucristo, inaugurado con su
po en el corazón no hay ternura, Encarnación, vida, muerte y resu-
compasión y preocupación por los rrección, se puede decir, después
seres humanos» (LS 91). He aquí de todo, que el mundo es gracia. La
la llamada que el papa Francisco LS reconoce esta dimensión agóni-
lanza a toda la humanidad: la res- ca que vive la Creación y apunta
ponsabilidad por la Creación y por hacia la responsabilidad humana
la alteridad, corazón de una espiri- como el modo de relacionarse con
tualidad ecológica (cf. LS 68-69). la tierra y todos los seres creados.
Esta Creación atravesada por el
El principio de responsabilidad pecado exige a todos una actitud
nace al considerar que todas las de cuidado y dedicación, para que
criaturas merecen respeto y aten- pueda seguir siendo, como Dios lo
ción porque son buscadas, desea- quiere, la morada de la vida.
das y creadas por Dios, testimonio
del amor fecundo y abundante
del Creador. Por lo tanto, es fun- El cuidado de una creación que
damental para una verdadera es- es frágil
piritualidad ecológica la concien-
cia de una comunión universal: La encíclica Laudato Si’ llama la
«creados por el mismo Padre, es- atención sobre el hecho de que
tamos unidos por lazos invisibles la Creación, a pesar de ser bella,
y formamos una especie de fami- loable y traer toda ella el sello de
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ELIZABETH A. JOHNSON
«Pregunta a las bestias»
Darwin y el Dios del amor
352 págs.
P.V.P.: 37,50 €
Durante milenios, las especies vegetales y animales han recibido escasa
atención sostenida como temas de la teología y la ética cristianas por dere-
cho propio. Al concentrarse en el dilema humano del pecado y la gracia
redentora, la teología ha considerado que la doctrina de la creación era
ante todo una obertura al drama principal, el de la relación de la huma-
nidad con Dios. ¿Qué valor tiene el mundo natural en el marco de la fe
religiosa? Elizabeth A. Johnson sostiene que el mundo natural es un ele-
mento intrínseco de la fe en Dios y que el cuidado ecológico, lejos de ser
un añadido extrínseco, ocupa el centro de la vida moral.