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ANA LUCÍA MIRANDA VERDUGO

179219

FUENTES HISTORICAS DE JESÚS DE NAZARET


2 RELIGIOSAS

El evangelio de Lucas8

1. Texto, fuentes y estructura.

Lucas utiliza como fuente además de Mc y Q, un abundante material especial que abarca
casi la mitad del evangelio.

El extenso viaje (9, 51‐19, 27) se basa claramente en el capítulo 10 de Mc.

2. El autor.

Lucas médico y compañero de viaje de Pablo presentado en Flm 24; Col 4, 14; 2 Tim

4, 11, escribió, según la tradición eclesial, el evangelio que lleva su nombre y los

Hechos de los apóstoles. Frente a esta opinión, defendida aún hoy por algunos, muchos
autores alegan numerosos contrastes entre la exposición de Hechos y las cartas
paulinas y por eso concluyen que es indudable que el desconocido autor de la obra
lucana no fue compañero de Pablo.

3. Tiempo y lugar de aparición.

Entre el año 70 d. C. y el 140/150 d. C. su independencia del EvMt sugiere la primera


mitad de este tramo temporal. Lugar una gran ciudad al oeste de Palestina.

4. El evangelio de Lucas y el Jesús histórico.

Lc presenta a Jesús como el salvador ungido por el Espíritu que en nombre de Dios
acoge a los débiles y les anuncia la salvación. Atención a los pobres, a los recaudadores,
pecadores, a las mujeres, a los samaritanos. Lc utilizó las tradiciones selectivamente y las
modeló a su propio esquema.

El evangelio de Mateo7

1. El texto.

El EvMt se conserva a partir del año 200 en papiros y en citas de padres de la


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Iglesia. La integridad del texto redactado en griego no se cuestiona a pesar de la opinión
de Papias e Ireneo de que Mt fue escrito originariamente en arameo (o hebreo).

2. Fuentes y estructura.

Mt presupone Mc, la fuente de la logia y el material heterogéneo. Mt sigue sobre todo a


Mc, pero dentro de Mc 1‐3 hizo algunas reagrupaciones por temas (reunión de la actividad
de Jesús en Mt 8‐9); Mt insertó cinco grandes discursos: sermón de la montaña (5‐7),
discurso de la misión (9, 35‐10, 42), discurso parabólico (13), discurso comunitario (18) y
discurso escatológico (23‐25).

3. Tiempo y lugar de aparición.

El EvMt presupone como un hecho pasado la destrucción del templo. Lo más probable es
la aparición en los años 80 o a más tardar en los 90 como fecha más tardía.

Pudo aparecer en territorio de Damasco o la Decápolis.

4. Contexto vital.

La fuerte polémica de Jesús contra las autoridades judías refleja el contacto real del autor
con el judaísmo.

5. La imagen mateana de Jesús y el Jesús histórico.

Mt destaca la grandeza de Jesús más que Mc. Presenta su vida como plenitud de la ley y
los profetas. La vida y la conducta de Jesús como cumplimiento de los vaticinios
proféticos. Jesús observa la torá en su conducta, sobretodo su interpretación auténtica. Mt
presenta a Jesús como maestro que enseña la voluntad de Dios en algunos discursos
menores y especialmente en los cinco discursos mayores. Mt

2 NO RELIGIOSAS

Las referencias a Jesús por Flavio Josefo (∼95 d.C)

Flavio Josefo menciona a Jesús en dos ocasiones en su obra “Las Antigüedades de los
Judíos”. Sin embargo, existe un serio debate académico sobre la autenticidad e integridad
de la primera de estas menciones. Debido a la complejidad de ese debate, voy a dedicarle
una entrada exclusiva. Basta con decir aquí que en la monumental obra de Flavio Josefo
(obra que consiste en 20 tomos) este probablemente incluyó un único párrafo en el tomo
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18, capítulo 3 que indica que: hubo un hombre llamado Jesús, que tenía reputación de
hacer “hechos impactantes”, que consiguió seguidores, que fue crucificado por órdenes
de Poncio Pilato y; que sus seguidores no abandonaron su fe en él, sino que perdura
“hasta nuestros días”.

La autenticidad e integridad de la segunda mención de Jesús por parte de Flavio Josefo,


por otro lado, no es cuestionada, pero ofrece muchísima menos información. La cita en
concreto es la siguiente:

El joven Anán que, como dijimos, recibió el pontificado, era hombre de carácter
severo y notable valor. Pertenecía a la secta de los saduceos que comparados con
los demás judíos son inflexibles en sus puntos de vista, como antes indicamos.
Siendo Anán de este carácter, aprovechándose de la oportunidad, pues Festo había
fallecido y Albino todavía estaba en camino, reunió el sanedrín. Llamó a juicio al
hermano de Jesús que se llamó el mesías; su nombre era Santiago, y con él hizo
comparecer a varios otros. Los acusó de ser infractores a la ley y los condenó a ser
apedreados. Pero los habitantes de la ciudad, más moderados y afectos a la ley, se
indignaron. A escondidas enviaron mensajeros al rey, pidiéndole que por carta
exhortara a Anán a que, en adelante, no hiciera tales cosas, pues lo realizado no
estaba bien. (“Antigüedades de los Judíos”, Tomo XX, Capítulo IX)

En efecto, el objeto de este párrafo es el de criticar a Anás, sumo sacerdote de Jerusalén


(que, incidentalmente, también es mencionado en el Nuevo Testamento). La mención de
la muerte de Santiago y su parentesco con Jesús son solo incidentales y no son
mencionados otra vez en la obra de Josefo. Aun así, Josefo nos da algunos datos
históricos de Jesús en este pasaje: era referido por algunos como el mesías, tenía un
hermano llamado Santiago, el cual fue ejecutado por las autoridades religiosas de
Jerusalén.

La referencia a Jesús por Tácito (∼115 d.C)

Aunque parezca difícil de creer, la referencia a Jesús y los cristianos que aparece en los
“Anales” de Tácito nos brinda aún menos información que las referencias de Flavio
Josefo. En efecto, igual que en la segunda referencia del historiador judío, la mención
sobre Jesús y los cristianos se hace de modo incidental. El contexto del pasaje es un
ataque en contra del emperador Nerón, de quien el pueblo (y Tácito) sospechaban era el
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culpable del incendio de Roma del año 64 d.C. Tácito acusa a Nerón de usar a los
cristianos como chivos expiatorios:

“En consecuencia, para deshacerse de los rumores (de que él inició el incendio),
Nerón culpó e infligió las torturas más exquisitas a una clase odiada por sus
abominaciones, quienes eran llamados cristianos por el populacho. Cristo, de quien
el nombre tuvo su origen, sufrió la pena máxima durante el reinado de Tiberio a
manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato, y la superstición muy
maliciosa, de este modo sofocada por el momento, de nuevo estalló no solamente
en Judea, la primera fuente del mal, sino incluso en Roma, donde todas las cosas
espantosas y vergonzosas de todas partes del mundo confluyen y se popularizan.
En consecuencia, el arresto se hizo en primer lugar a quienes se declararon
culpables; a continuación, por su información, una inmensa multitud fue
condenada, no tanto por el delito de incendiar de la ciudad como por su odio contra
la humanidad.” (“Anales”, Libro 15, Capítulo 44)

Como se puede apreciar, si bien Tácito cree que los cristianos fueron acusados
falsamente de iniciar el incendio esto no significa que les tenga mucha simpatía,
llamándolos “clase odiada por sus abominaciones“, “superstición muy maliciosa” y
acusándolos de albergar un “odio por la humanidad“. En todo caso, Tácito nos indica que
el fundador del odiado movimiento: tenía por nombre Cristo, fue ejecutado en tiempos de
Tiberio, en manos del procurador Poncio Pilato.

Irónicamente, de los tres datos aportados por Tácito sabemos que dos de ellos no son
estrictamente correctos. En primer lugar, “Cristo” no era el nombre del fundador del
movimiento, sino un título. Concretamente, la palabra “cristo” simplemente significa
“ungido” en griego (Χριστός), que a su vez es la traducción literal de la palabra de
“mesías” en hebreo ( ַ‫“ מָ שִׁ יח‬māšîaḥ”). En segundo lugar, Poncio Pilato no fue procurador,
sino prefecto de Judea.

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