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ENSEÑAR Y APRENDER CIENCIAS SOCIALES EN EL SIGLO XXI

AUTORES

EDWAR NORLBERTO MURILLO NIÑO

JEAN STEVEN GUATIBONZA GÓMEZ

MILTON ALEXIS RUEDA ARCHILA

DOCENTE

CÉSAR AUGUSTO PEÑARANDA FRANCO

UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL SOCORRO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS

Socorro-Colombia agosto 2018


Las ciencias sociales a través de los años han ido perdiendo relevancia en las asignaturas
predilectas en los colegios por los estudiantes, parte del estudiantado siente poco o cero interés
en la materia o en el profesor. ¿Qué pasa?, antes de dar respuesta a esta pregunta, queremos dar a
entender la importancia que tiene esta asignatura para el desarrollo cognitivo y la formación
integral de cada uno de los estudiantes.

Las ciencias sociales nos dan oportunidades para comprender, confrontar y construir los
diferentes significados de la sociedad, y los diferentes retos que nos ponen ella misma, pero
siguiendo los lineamientos curriculares nos debería dar a conocer nuevas ideas y soluciones a los
problemas tanto locales como globales que la humanidad esté afrontando. No solo es geografía,
historia y formación cívica como se ve reflejado en las diferentes instituciones educativas; en
base en esto, las ciencias sociales son una forma de creación del conocimiento y debe estar en
constante renovación y abierta a los diferentes formas de ver el mundo, así la formación del
estudiante no solo sería la evaluación a nivel cognitivo sino de crear personas competentes tanto
en lo cognitivo como en su forma de pensar de manera crítica y reflexiva ¿es saber que vamos a
hacer?, ¿Cómo lo vamos a hacer?, ¿para qué vamos a hacerlo?, y ¿por qué vamos a hacer?.

En ocasiones los estudiantes de colegio tomamos una actitud apática frente a la materia
debido a la mal enseñanza por parte de los docentes, no queremos lavarnos las manos, sino que
los docentes se han encargado de limitar esta asignatura; para los estudiantes es poco interesante
saber la historia del país -error- es tedioso dedicarle tanto tiempo a realizar cosas que pensamos
que nunca vamos a utilizar. Si bien es cierto que la responsabilidad es bidireccional las ciencias
sociales deben dar un giro de ciento ochenta grados, que de entrada el estudiante mejore su
disposición frente a la enseñanza y futuro aprendizaje de las ciencias sociales.

“En una sociedad democrática los educadores se esfuerzan por crear un equilibrio entre
puntos de vista razonables. Proporcionan a los estudiantes suficiente información para que
puedan decidirse después de una reflexión crítica” (Thorton, 2008, citado por Pagés, 2009, p.6),
basados en esta afirmación pareciera que confirmáramos lo dicho anteriormente, la escuela a
pesar de tener definidos sus lineamientos y currículo no es condescendiente con la enseñanza de
las ciencias sociales, ésta quedará a disposición del docente; la manera o el enfoque en que será
enseñada y la finalidad que él o ella pretendan en el estudiante. Es decir, si el objetivo del
docente es seguir enseñando la geografía y la historia de manera monótona por cumplir con los
lineamientos, la repercusión en el estudiante sería luchar contra el sistema y aprobar la materia.
O por el contrario si el docente toma el rol de formar integralmente a su alumno, tratará de
formarlo no solo cognitivamente sino formarlo para la vida sabiendo que él es un ser de sociedad
y sus decisiones contribuyen en ella.

Por otra parte, la contribución de los estudiantes es clave en este proceso educativo, ellos y
ellas deben aportar desde su rol, además, sentirse participes e incluidos en la sociedad, “los
estudiantes han de ser visibles, es decir, han de ser capaces de verse a sí mismos como
participantes de la historia” (Levstik y Barton, 2001, citado por Pagés, 2009, p.7); en este caso la
invitación es a inmiscuir a los estudiantes en las temáticas dispuestas desde el estado,
contribuyendo en la formación de identidad, en formar seres humanos más críticos, mas
competentes y mas comprometidos con los quehaceres de su sociedad.

los alumnos o mejor a las personas interesadas en las ciencias sociales deberían tener una
mejor perspectiva del mundo, un mejor manejo de la información y poder hacer críticas
argumentadas que hagan un cambio en la toma de decisiones sobre el mundo que habitamos, sin
embargo, es necesario tener en cuenta que ser maestro es un enorme reto por qué tenemos que
seguir la ruta que nos demanda la pedagogía de las instituciones educativas y mantener la
esperanza de poder formar personas que generen un cambio que repercuta de manera
considerable en nuestra sociedad.

Para responder a la primera pregunta planteada en esta reflexión, pensamos que hay una
responsabilidad compartida, no podemos echarle la culpa solo al docente porque no enseña de
manera interesante, ni al estado quien define los lineamientos, ni al estudiante que no tiene
disposición frente a la enseñanza de las ciencias sociales; si se quiere mejorar el sistema
educativo y en particular la enseñanza de esta asignatura es urgente que cada una de las partes
mencionadas en cuestión hagan su aporte y desde éste empezar a generar el cambio tan
prioritario que se requiere en las escuelas, prevaleciendo la formación de futuras generaciones
con el objetivo de mejorar como sociedad y como nación.
BIBLIOGRAFÍA

Pagés, J. (2009): “Enseñar y aprender ciencias sociales en el siglo XXI: reflexiones casi al
final de una década”. Investigación en Educación, Pedagogía y Formación Docente, II Congreso
Internacional. Libro 2, Medellín. Universidad pedagógica nacional, Universidad de Antioquia,
Corporación interuniversitaria de servicios, 140-154.

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