Está en la página 1de 11

Explicación y causa: cómo pensar un progreso de la ciencia

Ulises Cervantes Pacheco

El presente ensayo busca indagar sobre las implicaciones que la explicación científica
pueda tener en la interpretación de Peter Sloterdijk1 de un proyecto enfocado a
conservar la ilustración. Postura que asume un desarrollo “progresivo” en la ciencia,
dada su propensión y capacidad de explicitar lo implícito. Toda vez que una explicación
es en parte ese desdoblamiento de unas causas, teóricas o reales, previamente ocultas
o al menos más veladas.

Resulta de interés la citada relación debido a que toda teoría, en tanto que
modelo de explicación, hace referencia a una forma de entender el mundo. Ulises
Moulines dice que si un investigador ha de fiarse por entero de su teoría, poco importa
si se la reconoce como un modelo meramente teórico o si piensa que en realidad versa
sobre los seres que habitan el mundo.
¿Es decir que la teoría llega a ser la figura misma de la realidad? En tanto que
como teoría esta posibilita toda una suerte de prácticas, abre entonces posibilidads
para las vidas de quienes son informados por ella. Esta es capaz de enunciar objetos
pertenecientes a la realidad y provoca así compromisos. Así vemos que resulta
importante pensar si una teoría logra dar cuenta de la realidad, en tanto que comunica,
expresa y justifica una relación entre efectos y causas.
Buscando ser más concretos, nuestra pregunta va dirigida hacia la relación de
un presunto progreso de la ciencia y la capacidad de esta para explicar las relaciones
entre causas y efectos. Y si esta supone una relación determinada ente individuos y la
realidad.

Con estos fines es que proponemos el siguiente esquema de trabajo. Seguimiento


del análisis de Weasley Salmon sobre la concepción recibida de la explicación científica,
que nos llevará a primero, exposición de la perspectiva nómica de Hempel de la

1
Sloterdijk, P. (2011). Has de cambiar tu vida. Valencia: Pre-textos. Pp. 20-21
explicación, el revelamiento de sus flaquezas y a las anotaciones acerca del ámbito
pragmático. Con lo que veremos la irrupción del tercer dogma del empirismo y sus
implicaciones para con la disciplina empirista. Lo cual, esperamos, nos mostrará que un
presunto progreso de la ciencia, es decir de la capacidad explicativa de la ciencia radica
en el reconocimiento de la causalidad y la proximidad que esta tiene al entendimiento
humano. En ese punto abordaremos la perspectiva y proyecto de Peter Sloterdijk para
averiguar hacia donde nos remite su apuesta por el despliegue de lo oculto.

Primera parada, la explicación nómico-deductiva.

En el ensayo de Salmon La explicación científica: cómo llegamos de allá a aquí (19882)


reconocemos una explicación sumamente clara de la explicación nómica de Hemple y
por ello en esta primera parte nos remitiremos a él.

La pregunta de Hemple por la explicación científica hizo frotar muchas sienes


desde 1948. Para él “explicar es responder a la pregunta ¿por qué?” 3 Dicha respuesta
habría de formularse como argumento y en ella se espera la muestra clara de la
subsunción del hecho particular a leyes generales, o bien universales. Bajo esta
característica puede ser identificada como una explicación Nomológico Deductiva (N-
D) -apuntemos que nomos es ley-. La cual consta de dos partes. La primera es el
explanans, aquellas premisas que dan la explicación. Segundo, la conclusión, o
explanandum; lo que es explicado, el hecho particular.

Esta forma argumental de explicación se caracteriza por deducir el hecho


particular de una o más leyes generales. Así el vínculo entre ley y hecho, la explicación,

2
Salmon, W. (1998). Causality and explanation. New York: Oxford University Press. Cap. 12. He de señalar que
me baso en la traducción al español realizada por el Dr. J. L. Rolleri, que nos facilitara con fines pedagógicos.
3
Paredes, G. (2009). El modelo nomológico de la explicación de Carl G. Hempel. Entramado, (5), pp. 36-47.
*P. 37
es de una claridad y certeza preeminente. Sin embargo, esta explicación es incapaz de
explicar cuando se trata de leyes probabilísticas.

Para salvar este obstáculo Hempel propone la explicación Estadístico Inductiva


(E-I). Para que esta explicación se sustente es necesario añadir al explanans una
premisa que muestre la regularidad estadística del hecho ocurrido, la cual se
corresponde con el símbolo [r], el cual aclara la fuerza del soporte inductivo. De esta
manera el hecho particular es explicado inductivamente (haciendo un salto más o
menos precario y maravilloso, según la fuerza de [r], de lo particular a lo general), Y si
Jones se ha curado es debido a la alta probabilidad de que así lo hiciera, debido a que la
mayoría de casos equivalentes concluyen de esta forma.4

No obstante, este tipo de explicación no es capaz de mostrar el “porqué” de un


hecho poco probable. Es decir, un caso en el que su fuerza de soporte inductivo [r] sea
medianamente firme.5 Buscando apuntalar esta explicación Hempel propone un
criterio, el Requisito de la Máxima Especificidad (RME). Puesto que piensa que un
argumento bien informado, rico en premisas aclaratorias de su alta probabilidad, puede
elevar la fuerza del soporte inductivo [r]. Con lo que la explicación no sea un fantástico
salto inductivo. Con todo, una sola premisa contradictoria es capaz de languidecer a
todo el argumento. Salmon lo ejemplifica de esta manera: si se quiere explicar la
blancura de un cisne con la blancura, expuesta en n premisas que dan cuenta de las n
evidencias de cisnes blancos, el descubrimiento de un cisne negro en Australia viene a
derretir por entero el argumento.

Esta ambigüedad, a ojos de Hempel, puede ser resuelta si se logra conocer la


totalidad de los casos, es decir, si se encuentran a todos y cada uno de los cisnes habidos
y por haber(!). Como es obvio, las investigaciones científicas no son capaces de cumplir
este requisito, por lo que esta propuesta es no es del todo razonable.

4
Salmon, W. (1988). Pp. 3-4.
5
Cfr. Ibidem.
Una tercera forma de explicación, propuesta por Hempel, consiste en la
Estadístico Deductiva (E-D). Y se basa en que al conocer una limitada cantidad de
posibilidades es de esperarse un resultado. Por ejemplo en el caso de los dados. 6

En suma, estas tres constituyen la “concepción recibida” de la explicación. Que


se caracteriza por su talante nomológico deductivo.

Además de las antedichas, son muchas las críticas que se le hacen a esta
concepción. Entre ellas se puede contar, por ejemplo, el irreconocimiento de lo causal
en la explicación, al menos no de forma explícita. Vemos por ejemplo que si algo puede
ser explicado es un efecto en razón de su causa, y no es esta explicada en razón del
efecto. Por su parte, las explicaciones estadístico inductivas (E-I), por la petición de una
cada vez mayor evidencia, parecen una forma parasitaria de la explicación N-D, en tanto
que se nota una tenencia a la creencia de que con la información suficiente será posible
dar cuenta de un mundo determinista. Así E-I es una explicación N-D incompleta,
desinformada. Por ende una E-I no logra tener una fuerza suficiente para ser una
explicación satisfactoria. La explicación estadística inductiva es entonces un caso
espurio de un universo determinista. Es toda una paradoja. 7 La única extremidad del
semi dios nómico que no fue protegido por las aguas del río Estigia.

Segunda parada, la crítica de Salmon

El parecer de Salmon con respecto a la explicación es que esta tiene que dar cuenta de
la causalidad de un fenómeno y no atender a ella significa, entonces, que no se puede
hablar propiamente de explicación.8 Es por ello que Salmon hace referencia a sus
previas intenciones de ocuparse de la relevancia estadística, en lugar de la alta
probabilidad estadística, pero es importante debido a que la relevancia es “evidencia

6
Cfr. Íbid pp. 11-12.
7
Cfr. Íbid p.21
8
Cfr. Íbid p. 22
(…) de relaciones causales.”9 Así, reconoce que “la casualidad es lo que tiene valor
explicativo.”10 Es por ello que un entero examen de la causalidad debe ser realizado
para responder a ese llano y rico ¿por qué? hempeliano cuyo eco nos ha traído hasta
acá.

Por su parte, de acuerdo con Salmon, el planteamiento hempeliano de la


explicación elude la causalidad al querer ser lo más formal posible. Por ello, la legalidad
del argumento podría bastar para acreditar una explicación N-D o E-I, postura muy
relacionada con el positivismo lógico carnapiano. Sin embargo esta explicación debe
cumplir otros requisitos, como la verdad de sus premisas y conclusión y el de la máxima
especificidad que ya hemos mencionado.11

La forma en que entendemos la causalidad tiene mucho que ver con la estructura
causal del universo que habitamos, a saber, entrópica. En la que la influencia energética
se distiende, irreversiblemente, a lo largo del universo.12

Otra crítica importante de Salmon es con respecto a la pertinencia pragmática


de la explicación. Ello debido a que toda presentación de un modelo explicativo está
ceñido a un espacio, a un público, a un tiempo para formular la explicación.13 De
acuerdo con él podemos encontrar una aseveración sustanciosa al respecto en Van
Fraassen. El cual “adopta una concepción directa de las explicaciones (científicas y otras
como respuestas a preguntas porqué” Así resulta cardinal el contexto y las
presuposiciones de la pregunta y el cuestionador. Postura que es condensada de la
siguiente manera:

Cuando es planteada una pregunta porqué, varios aspectos del contexto


—incluidos intereses, conocimiento y entrenamiento del
cuestionador— determinan qué información explicativa es
sobresaliente. La explicación resultante debe reflejar relaciones
objetivas de relevancia, pero debe también honrar la prominencia de la
información que incluye.

9
Ibidem.
10
Ibidem.
11
Cfr. Ibid p. 23
12
Cfr. Ibid p. 24
13
Cfr. Ibidem.
W. Salmon (1998) p. 27

Lo que nos lleva a pensar que no sólo es importante qué explicamos, sino también a
quién lo explicamos y con qué fines.

Sobre el final de su artículo Salmon declara que si bien no hay un nuevo censo
acerca de la explicación, significativamente distinto al de Hempel, sí se han logrado
agregar numerosas acotaciones, precisiones pragmáticas y teóricas. Donde está
incluido el reconocimiento de la causalidad y del proceder causal del universo.
Podemos contar unas más o menos básicas , como que los efectos no pueden explicar
las causas, y que la cadena causal ha de estar bien relacionada con el flujo “asimétrico”
del tiempo. También señala la demostración de que del requisito de alta probabilidad
es insuficiente. Aún dice que no nos será posible descubrir o establecer leyes mínimas
y universales que den cuenta de las regularidades todas que descubrimos en la realidad.
Esta será una empresa abandonada.

Es con ello que reconoce que podemos reconocer un “progreso importante” 14


desde la concepción recibida de la explicación hasta hoy día. Huelga decir, sin embargo,
qué nos arroja dicho progreso.

Refiriéndonos ya a Salmon, en su biografía, leída en un simposio en su memoria


en el 2005 por Merrilee Salmon,15 su esposa, podemos notar un claro énfasis en el
rechazo, por entero, del empirismo derivado de la denuncia del tercer dogma. Que
consiste en el falso dualismo esquema/contenido. Con lo que llega a “aceptar los
factores causales de la explicación científica.”16 De ello se derivaría que “su modelo
causal de la explicación sostiene que explicar un hecho es presentarlo ocupando su
lugar (nómicamente necesario) en una estructura causal inteligible.” 17 Esta concepción
es un análisis fino de la causalidad física y no un “primitivo inanalizable”, con lo que su
posición es considerada, por su tez fisicalista, como óntica, que contrasta con la postura

14
Ibid p.32
15
Salmon, M. (2005). Wesley Salmon, a memoir. Enrahonar, (37), pp. 11-16
16
Ibid p. 14
17
Ibidem.
Nómica de Hempel que se aparcaba en el rellano inocuo de las leyes físicas naturales de
tono deductivista.

Tercera parada, el tercer dogma del empirismo

En su pregunta por la relevancia estadística Salmon menciona, de pasada, las


implicaciones de esta operación con un presunto tercer dogma del empirismo el cual
atribuye a Richard Jeffrey, e incluso menciona haber hecho, Salmon mismo, una
formulación. Debo señalar que en una mi breve investigación no pude localizar este
tercer dogma desde Jeffrey o Salmon, lo único que encontré fue un comentario acerca
de la propuesta de Donald H. Davidson.18 Obra que era resueltamente ignorada por
Salmon.19 Por ello puede que no nos refiramos exactamente a lo mismo que Salmon,
pero hacer mención de este dogma me parece, de por sí, importante. Hacemos así la
apuesta, a pesar de que la probabilidad de acertar no sea alta.

El polémico tercer dogma está basado en los primeros dos, que fueron
propuestos por Willard v. O. Quine en la segunda edición de Desde un punto de vista
lógico. Ellos son, primero, la distinción entre verdades sintéticas y verdades analíticas;
y segundo, el reduccionismo del significado a la experiencia.

El tercero consiste en el dualismo entre esquema conceptual y contenido


empírico. La postura de Davidson es, según Jesús Coll Mármol, plenamente
antirepresentacionista y niega la existencia de intermediarios entre el sujeto y el
mundo. A su parecer, el relativismo, que consiste en una realidad relativa a un conjunto
o trama de conceptos, a un ámbito cultural, suscribiría que los individuos de distintas
culturas habitan mundos distintos. Coll argumenta que dicha división o intervención de

18
Coll, J. (2008). Davidson y la crítica al empirismo. Límite, (17), pp. 5-29
19
León, M. (2013). El séptimo y octavo dogma del empirismo y la concepción semántica de las teorías
científicas. 10.13140/2.1.5082.8806 Tomado de la nota al pie 2, p. 3 (Esta ficha fue elaborada por el sitio
consultado, espero sea válida)
un esquema conceptual con la realidad, o mundo físico, puede ser rastreado en Kant. 20
Puesto que hay distintas formas de dar cuenta de la realidad. Bajo dicha influencia es
que puede ser entendido que Kuhn reconozca que de acuerdo con una revolución
científica los investigadores, iniciados, de hecho llegan a habitar en mundos diversos de
acuerdo con su paradigama. De tal manera que la otra realidad, esa otra forma modélica
de resolver la realidad, el otro paradigma es incomensurable para el no iniciado.

A consecuencia de ello toda traducción, sin pérdida alarmante, resultaría


imposible. Sin embargo este es el terreno en donde se desenvuelve el tercer dogma que
Davidson denuncia. La multiplicación de mundos inconexos parece ser el miasma a que
da lugar. Lo cual lleva a la creencia de que, al final, toda comunicación inercultural es
imposible. Si bien esto suena algo alarmista, la precaución de Davidson resulta
fructífera.

Debido a que la “verdad”, o mejor, el significado, no está en el esquema


conceptual ni en el contenido empírico, que lo hallaremos acaso en la conducta, en las
causas externas relevantes que permiten la comunicación. 21 Para Davidson no hay
evidencia

el único papel que Davidson otorga a la experiencia concebida como algo


distinto de la creencia es causal: la experiencia causa creencias, pero en
modo alguno las puede justificar o servir de contenido de las mismas.
Jesús Coll (2008) p. 25

En el Empirismo, como disciplina, piensa Davidson, se esconde la idea de que si no


poseemos “de una base de enunciados o estados mentales que conecten de un modo
directo, inmediato, con el mundo, el resto de nuestro lenguaje o de nuestras creencias
quedarán absolutamente desenganchadas del mundo externo.”22Davidson señala que
la experiencia, entendida como la instancia primera del conocimiento del mundo sea la

20
Coll, J. (2008). p. 8

21
Ibid p. 21
22
Ibid p. 26
base del conocimiento, porque “sólo una creencia puede justificar una creencia.” 23 Él
alega que el pensamiento (dice Coll que el pensamiento humano, pero quizás todo
pensamiento) “conecta con aquello que siempre fue su objeto: el mundo externo.”24

Rápidamente digo que esto puede entenderse desde una investigación


evolucionista del pensamiento, un terreno en el cual podemos ver que hay una base de
conocimiento común de realidad a todos los seres vivos y por la que podemos
comunicarnos, aun sea sólo conductualmente.

Así las cosas, arece que tendríamos una proximidad inmediata con las causas y
avanzamos tentando con los sentidos y vamos formulando creencias a cada paso. Esto
duele, esto pica, esto quema. Encontrándonos a cada paso con la causa de una sensación
y la creencia de que se ha de repetir, y andaremos ciegos al principio, a gatas sobre el
suelo de la inmediatez y elevando la vista conforme nuestra, ¿ahora sí? Experiencia,
entendida como memoria. Puesto que el mundo posee una regularidad innegable, y
basta para lograr comprometer el impulso de la pierna sobre el escalón. Ese mundo
inmediato y simple es el que compartimos con las muchas culturas y especies.

Con todo esto nos habla Davidson de una noción mucho más cercana, clara, y en
el caso de la teoría de Salmon, como parte de la estructura temporal del mundo que se
devanea en procesos.

Última parada, una conclusión

Aquello que Peter Sloterdijk alega acerca del proyecto de la ilustración, que consiste en
la capacidad explicativa o como él dice “de explicitar” lo implícito tiene una gran
relación con las pesquisas acerca de la explicación y causalidad que hemos expuesto

23
Ibid p. 27
24
Ibidem.
hoy. Vemos por ejemplo que la causalidad ya no es sólo un concepto que une
arbitrariamente, acaso promovido por la costumbre, un evento a con uno b. Su
oscuridad puede ser disminuida si se piensa en la forma en que los fenómenos del
cosmos ocurren, entrópicamente, unidireccional e irreversiblemente, en un tiempo
asimétrico. Así las causas desembocan en efectos. Y recurrir a ellas en una narración
que considere el contexto dela pregunta por qué ocurre esto, es parte del progreso de
la explicitación de la ciencia. Lo que si bien puede distar del saber cotidiano del hombre
de a pie, es sin embargo cada vez más claro y “realista” en tanto que abandona muchos
supuestos ideales que blanquean y aplanan el mundo.

Así mismo, el abandono de las pretenciones universalistas puede estar incluido


en estos “procesos de explicación”. Podemos ver también que mi creencia inicial sobre
la correspondencia entre modelo teórico y forma de vida no estaba del todo informada,
y que es de un talante representacionista.

Con todo, vemos que algunas posturas, quizás las más en la actualidad,
reconocen que el mundo no es determinista, y que no todo puede ser explicado de forma
deductiva. Quizás efecto del paradigma cuántico actual. Esa es una pregunta que sin
embargo queda abierta, la relación entre el paradigma y el mundo que habitamos.

Por último, me gustaría mencionar que el proyecto propuesto por Peter


Sloterdijk en el texto citado consiste en entender la vida como ejercicio, cuya praxis
cotidiana se condensa en atmósferas simbólicas que albergan vidas más o menos
similares. Él comienza Has de cambiar tu vida con un epígrafe de Nietzche cuya
coincidencia con la crítica pragmática al tercer dogma del empirismo considero muy
bella:

¡Ante todo y primero, las obras!


¡Esto es, ejercicio, ejercicio, ejercicio, ejercicio!
¡La <<fe>> que corresponda ya se incorporará luego ella sola,
estad seguros de ello!

Friedrich Nietzsche, Aurora


BIBLIOGRAFÍA.

Coll, J. (2008). Davidson y la crítica al empirismo. Límite, (17), pp. 5-29


León, M. (2013). El séptimo y octavo dogma del empirismo y la concepción
semántica de las teorías científicas. 10.13140/2.1.5082.8806

Moulines, U. (2007) Explicación teórica y compromisos ontológicos: un modelo


estructuralista. Quaderns de filosofía i ciencia, (37), pp. 7-14

Paredes, G. (2009). El modelo nomológico de la explicación de Carl G.


Hempel. Entramado, (5), pp. 36-47
Rolleri, J. (2012). Introducción a la filosofía actual de la ciencia. México:
Fontamara/UAQ
Salmon, M. (2005). Wesley Salmon, a memoir. Enrahonar, (37), pp. 11-16
Salmon, W. (1988). Causality and explanation. New York: Oxford University Press
Sloterdijk, P. (2011). Has de cambiar tu vida. Valencia: Pre-textos

También podría gustarte