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La decisión más importante que tomarás
en tu vida tiene que ver con tu
disposición de seguir el plan de Dios para
tu vida, tal y como está revelado en la
Biblia. Esta decisión impacta
directamente tu vida diaria y tu destino
eterno (basado en Salmos 19:165;
Proverbios 1:33; Mateo 6:25-34; Marcos
8:34-38; Juan 3:16-21, 36; Hechos 2:38-
39; 2da Timoteo 3:16-17; 2da Pedro 1:2-
10; Apocalipsis 20:15).

Dios te capacita para dar el primer paso


necesario hacia el cambio bíblico
duradero. Este paso es tu respuesta al
amor demostrado de Dios por ti en
Cristo Jesús (basado en Juan 1:12, 3:16-
21; Romanos 5:8; 2da Corintios 5:17;
Efesios 2:8-9; 1era Juan 4:10).

El plan de Dios para que cambies de una


manera bíblica, se centra en Su Hijo,
Jesucristo.

Dios te capacita para dar el primer paso


necesario hacia el cambio bíblico
duradero. Este paso es tu respuesta al
amor demostrado de Dios por ti en
Cristo Jesús (basado en Juan 1:12, 3:16-
21; Romanos 5:8; 2da Corintios 5:17;
Efesios 2:8-9; 1era Juan 4:10).

(Principio 1)
Ya que la norma de Dios es de perfección
(Levítico 19:2; Mateo
5:48), no la puedes lograr por tus
propios esfuerzos (Salmos 143:2;
Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23). No
puedes salvarte a ti mismo
(Proverbios 20:9) ni depender de ningún
otro ser humano para
redimirte (Salmo 49:7). Tienes la
necesidad de reconocer tu
incapacidad para cumplir con la norma
de Dios (Isaías 64:6;
Romanos 3:9-12) y necesitas
arrepentirte de tu pecado (Lucas 15:7;
Hechos 2:38, 3:19, 17:30-31, 26:19-20;
Romanos 2:4; 2da Pedro
3:9). Por la gracia y misericordia de Dios,
reconoces tu condición
perdida y crees con todo tu corazón y
sinceramente en el Señor
Jesucristo para recibir el regalo de la vida
eterna (Juan 3:16, 36;
5:24; 11:25-26; Romanos 6:23; Efesios
2:8-9; Tito 3:5-7; 1era Juan
5:11-13) y el perdón de tus pecados
(Marcos 16:16; Juan 3:16-18,
8:24; Hechos 2:38, 4:12; Romanos 10:9-
13; Efesios 1:7).
Aunque la vida eterna es un regalo,
muchos la rechazan (Mateo 7:13-14;
Juan 1:9-12, 3:16-21; Romanos 6:23).

I.
 
Si aún no tienes una sincera (franca,
pura, genuina), relación personal con el
Señor Jesucristo, tienes un problema
espiritual que sólo Dios puede resolver.
Sin esta relación con Jesús, tú:

 A.
Estás separado sin esperanza de Dios
(Romanos 6:23a; Efesios 2:1-3, 11-12;
Colosenses 1:21),

B.
Estás espiritualmente muerto en tu
propio pecado (Romanos 3:23, 5:12;
Efesios 2:1,5; Colosenses 2:13),

C.
Eres hostil a Dios (Romanos 5:10a, 8:7;
Colosenses 1:21),

D.
Estás cegado por satanás (2da Corintios
4:3-4) y cautivo por él para hacer su
voluntad (2da Timoteo 2:24-26,
especialmente el versículo 26),

E.
No tienes el poder para librarte del
control del pecado sobre tu vida
(Eclesiastés 7:20; Juan 8:34; Romanos
1:28-32, 5:6, 6:16; Gálatas 5:19-21; 11
Pedro 2:19),

F.
Eres incapaz de entender las cosas de
Dios (Proverbios 14:12, 16:25; Isaías
55:8-9; 1era Corintios 2:14),
G.
Eres incapaz de agradar a Dios o andar
en su camino (Salmos 143:2b; Isaías
64:6; Romanos 3:9-12, 23; 8:7-8; Gálatas
2:16; Efesios 2:8-9; 2da Timoteo 1:9; Tito
3:5-7; Hebreos 11:6), y

H.
Eres incapaz de vivir una vida
espiritualmente fructífera y significativa
(Juan 15:4-6).
II.
 La respuesta de Dios a tu problema
espiritual se basa en Su carácter.

 A.
Dios es justo, por tanto en tu estado
pecaminoso enfrentas Su ira y Su juicio
(Romanos 1:18, 6:23a; Efesios 2:3;
Hebreos 9:27; 2da Pedro 3:7).

B.
Por otro lado, Dios es amoroso y no
quiere que perezcas en tu pecado (Juan
3:16, Romanos 5:8; 1era Timoteo 2:3-4;
11 Pedro 3:9), así que Él te atrae hacia su
Hijo, Jesús (Juan 6:44-45, 65).
III.
 
La respuesta a tu problema
espiritual se encuentra en el
Hijo de Dios, Jesucristo.
 A.
 
Por Su gracia y misericordioso
amor, Dios dio a Su Hijo
unigénito, Jesús, como la única
respuesta a tu condición
espiritual sin esperanza (Isaías
53:2-12; Juan 3:16, 14:6;
Hechos 4:12; Romanos 5:6;
Efesios 1:3-12; 1 Timoteo 2:5-6;
1era Juan 4:10). B.
 
Ya que no puedes salvarte a ti
mismo o hacer algo para
merecer el favor y la
misericordia de Dios (Gálatas
2:16; Efesios 2:8-9; 2da
Timoteo 1:9; Tito 3:5-7), Jesús
pagó todo el precio de tu
redención al morir en la cruz
por el castigo de tu pecado
(Romanos 5:8; 1era Corintios
15:3-4; 2da Corintios 5:21;
Efesios 1:7; 1era Tesalonicenses
1:10; 1era Timoteo 2:5-6;
Hebreos 10:10-14; 1era Pedro
1:18-19, 3:18). C.
 
Dios aceptó y aprobó el
sacrificio de la muerte de Su
Hijo por tu pecado al resucitar a
Jesús de los muertos (Romanos
1:4, 4:25). Jesucristo vive
eternamente (Hechos 2:32;
Romanos 6:9; Apocalipsis 1:17-
18), está con Dios (Romanos
8:34; Hebreos 8:1), y es Señor
de todo (Filipenses 2:9-11;
Apocalipsis 17:14, 19:16). Por
su muerte y resurrección, el
Señor Jesucristo es victorioso
sobre el pecado (Romanos
6:10), la muerte (Romanos 6:9)
y el diablo (Hebreos 2:14). D.
 
A través de Jesús, puedes: 1.
 
Tener el perdón de tus pecados
(Hechos 5:31, 10:43; Efesios
1:7, 4:32; Colosenses 1:13-14,
2:13-14) y ser reconciliado con
Dios (2da Corintios 5:18-19); 2.
 
Experimentar un nuevo
nacimiento espiritual (Juan
3:38; 1era Pedro 1:3, 23; 1era
Juan 5:1); 3.
 
Recibir, por fe, el regalo de la
vida eterna, por Su gracia (Juan
3:16; 5:24; 6:40, 47, 11:25-26;
17:1-3; Romanos 6:23; Efesios
2:8-9; 1era Timoteo 1:16; 1era
Juan 5:11-12).
4.
 
Tener acceso a Dios (Juan 14:6;
Efesios 2:18, 3:11-12; Hebreos
10:19-22); 5.
 
Ser un miembro de la familia de
Dios (Juan 1:12; Romanos 8:15-
17; Gálatas 3:26; Efesios 15,
2:19; 1era Juan 3:1-2); 6.
 
Entender las cosas de Dios
(Juan 14:26, 16:13-15; 1era
Corintios 2:9-13); 7.
 
Llegar a ser una nueva persona
con la capacidad para vivir de
una manera totalmente distinta
(Romanos 6:4-22; 11 Corintios
5:17; Filipenses 4:13); y 8.
 
Ser capacitado para cambiar,
madurar a la semejanza de
Cristo y tener un conocimiento
íntimo de Dios que va en
aumento (Juan 17:3; Romanos
8:2, 28-29; 11 Corintios 5:17;
Filipenses 1:6, 4:13; Colosenses
1:9-11; 1era Tesalonicenses
2:13; 2da Pedro 1:3-4).

IV.
 
Dios te da el poder para elegir
Su solución para tu problema
espiritual.

 A.
Cuando reconoces el amor de
Dios (Juan 3:16; 1era Juan 4:10)
y aceptas Su Verdad tal y como
está revelada en el Señor
Jesucristo (Juan 14:6), serás
capacitado por la fe para:

1.
Creer en Jesús (Juan 5:24;
Romanos 10:8-13) quien una
vez y para siempre se ofreció a
Si mismo como un sacrificio por
tu pecado (Hebreos 10:4-22);
2.
 Arrepentirte de tu pecado
(Marcas 1:15; Lucas 15:7;
Hechos 2:38, 3:19, 26:20; 2da
Pedro 3:9);

3.
Creer de todo corazón que la
sangre del Señor Jesucristo que
fue derramada en la Cruz da el
perdón para tu pecado
(Romanos 3:23-25; Efesios 1:7;
Colosenses 1:19-23; 1era Pedro
1:18-19); asimismo, creer que
Dios levantó de los muertos a
Jesús para que puedas caminar
en novedad de vida (Romanos
4:24-25, 6:4, 8:11, 10:9; 1era
Corintios 15:12-22); y

4.
Recibir sinceramente al Señor
Jesucristo en tu vida (Juan 1:12;
1 Juan 5:12), y como una nueva
creación (2da Corintios 5:17),
vivir en obediencia fiel y
amorosa a la Palabra de Dios (la
Biblia) (1era Juan 2:36). B.
 
Si rechazas la verdad de Dios al
no arrepentirte de tu pecado y
en consecuencia no recibes el
regalo de la vida eterna a través
de Jesucristo, el Hijo de Dios,
permanecerás:

1.
Bajo el juicio de Dios (Juan
3:18, 36; Romanos 1:28-32);

2.
ignorante de las cosas
espirituales (Isaías 55:8-9; 1era
Corintios 1:18a, 2:14);

3.
Sin poder para vencer el
pecado en tu vida (Juan 8:34;
2da Pedro 2:19);
4.
Sin la capacidad de agradar a
Dios (Romanos 8:8; Hebreos
11:6);

5.
Con la garantía de que
aumentarán para ti la angustia,
los problemas y las dificultades
(Proverbios 13:15, 14:12, 17:20,
26:12; Romanos 2:8-9;
Colosenses 3:25);

6.
Sentenciado a morir en tus
pecados (Juan 8:21-24); y

7.
Bajo condenación de castigo
eterno, separado para siempre
de la presencia de Dios (2da
Pedro 3:7; Apocalipsis 20:15).
C.
Si decides alterar el plan de
Dios de la Salvación en Cristo
Jesús para acomodar:
1.
Tu propia sabiduría que es
fatua e inadecuada para
conocer a Dios (1era Corintios
1:21, 3:19-20),
2.
Tus propios pensamientos que
son contrarios a los caminos de
Dios (Isaías 55:8-9; Romanos
8:6-8), 0
3.
Tus propios deseos que son
contrarios al Espíritu de Dios
(Gálatas 5:17); Entonces te
colocas bajo la condenación de
Dios (Marcos 16:16), Su
reprensión (Proverbios 30:6),
castigo (Apocalipsis 22:18-19) y
maldición (Gálatas 1:6-9).
V.
Por la fe, puedes dar el primer
paso del cambio bíblico.
 Si nunca has dado este primer
paso para cambiar
bíblicamente, puedes hacerlo
ahora mismo. Simplemente dile
a Dios que sabes que eres un
pecador y que necesitas Su
perdón para tu pecado.
Reconoce ante Dios que ni tú ni
nadie más puede salvarte sino
sólo Jesucristo debido a que
solamente Él murió para pagar
la pena del pecado y resucitó
de los muertos para que tú
pudieras tener una nueva vida.
Por la fe, recibe al Señor
Jesucristo como Salvador y
agradece a Dios por Su gracia y
amor hacia ti por medio de
Jesús. Con un corazón sincero y
arrepentido, demuestra tu
compromiso con El siendo
obediente a Su Palabra.

VI.
Debes entender que la manera
que tiene el hombre de
resolver problemas es
insuficiente en comparación a
las soluciones de Dios.
 
A.
Hay dos razones por las cuales
se ha explicado en detalle el
plan de salvación.

1.
Para comenzar, es esencial que
entiendas el principio espiritual
que afirma que toda sabiduría,
filosofía, maquinaciones,
procedimientos,
manipulaciones y sinceridad del
hombre no pueden reemplazar
el plan de salvación de Dios en
Cristo Jesús (ver el numeral
IV
., inciso C. de esta lección).
Cualquier persona que diga que
ha tomado un camino diferente
para la salvación, excepto a
través de Jesucristo, se asemeja
en la Escritura a un ladrón y
salteador (Juan 10:1, 7).

2.
La siguiente razón es
consecuente con la primera y
sigue el mismo principio básico
espiritual. Los problemas
provocados por el hombre,
como resultado de su pecado
de desobediencia en el jardín
del Edén (Génesis 3; Romanos
5:12), no pueden ser
solucionados por los
pensamientos y filosofías del
hombre (1era Corintios 3:19-
20; Colosenses 2:6-8), a pesar
de los intentos inútiles de
mezclar la Palabra de Dios con
las suposiciones y teorías no
regeneradas (Deuteronomio
4:2; Proverbios 30:6;
Apocalipsis 22:19).

a.
Esta incapacidad se nota
especialmente cuando te
percatas de que la Palabra de
Dios afirma ser totalmente
suficiente para resolver todos
los problemas de la vida (2da
Timoteo 3:16-17; 2da Pedro
1:24).

b.
Al sólo tratar los problemas
básicos de rebelión y
desobediencia, de una manera
superficial, la sabiduría del
hombre busca impedir la
voluntad y el plan de Dios de
traerle
a un conocimiento salvador en
Jesucristo y a una dependencia
subsiguiente de la Palabra de
Dios para cada área de la vida.
B.
 
La Escritura es la única fuente
para hallar las soluciones de
Dios a los problemas reales que
atormentan al hombre (Salmos
19:7-11; 2da Timoteo 3:16-17;
Hebreos 4:12; 2da Pedro 1:2-4).
VII.
 
En tu búsqueda de una forma
de vida abundante, gozosa y
pacífica, necesitas entender la
diferencia entre el camino del
hombre y el camino de Dios.
A.
 
La diferencia principal es que el
camino del hombre está
orientado al yo, para:
agradarse, confortarse,
depender de sí mismo,
satisfacerse, perdonarse,
exaltarse y amarse a sí mismo.
Eso se describe en la Escritura
como el viejo hombre
(Romanos 6:6; Efesios 4:22;
Colosenses 3:9).
 
B.
El camino de Dios es para:
 
1.
Regenerarte y cambiarte, al:
 
a.
Despojarte de la vieja
naturaleza (Romanos 6:6;
Efesios 4:22; Colosenses 3:9),
 
b.
Revestirte de la nueva
naturaleza (Romanos 6:7-8;
Efesios 4:24; Colosenses 3:10),
y en el proceso;

c.
Renovar el espíritu de tu mente
como parte del proceso
continuo de madurez en la
semejanza a Cristo (Romanos
12:2; Efesios 4:23; Colosenses
3:10).
 
2.
Darte el poder y la fortaleza
para madurar al:
 
a.
Negarte a ti mismo y al seguir a
Jesús ( Lucas 9:23-24);
 
b.
Poner a un lado (despojarte de)
las prácticas de la vieja
naturaleza (Romanos 6:11-22;
Efesios 4:25-32; Colosenses 3:5-
17; Apocalipsis 2:4-5) y caminar
de una manera digna del Señor
(Efesios 4:1; Colosenses 1:10); y
 
c.
Agradar a Dios en todas las
cosas (11 Corintios 5:9;
Colosenses 1:10).

C.
El plan de Dios, en lugar de las
ideologías que se enfocan en el
yo, establece tu verdadera
posición en Cristo y da la
provisión para que puedas ser:
1.
Perdonado de todos tus
pecados (Colosenses 2:13-14) y
llegar a ser una nueva creación
(2da Corintios 5:17) al
participar de la naturaleza
divina de Dios (2da Pedro 1:4);
2.
Un hijo y heredero de Dios y
coheredero con Jesucristo
(Romanos 8:14-17);

3.
Un ciudadano del cielo
(Filipenses 3:20), bendecido
con toda bendición espiritual
(Efesios 1:3) y completo en
Cristo Jesús (Colosenses 2:9-
10);
4.
Fuerte en el Señor (Efesios
6:10-17) como un miembro
funcional del cuerpo de Cristo
que está madurando (Efesios
4:11-16);

5.
Más que un vencedor por
medio del Señor Jesucristo
(Romanos 8:37; 1 Juan 4:4), ya
que has sido liberado de la
esclavitud del pecado
(Romanos 6:5-7) y del dominio
(autoridad) de las tinieblas y
trasladado al reino de Dios
(Colosenses 1:13);

6.
Un embajador de Cristo (2da
Corintios 5:20), un miembro de
un linaje escogido, un real
sacerdocio, un ciudadano de
una nación santa, una posesión
de Dios (1era Pedro 2:9), y un
templo santo del Dios viviente
(2da Corintios 6:16; Efesios
2:21);

7.
Transformado por la
renovación de tu mente
(Romanos 12:2), y llevar cautivo
todo pensamiento a la
obediencia a Cristo (11
Corintios 10:5);

8.
Lleno de Su paz (Juan 16:33) y
gozo (Juan 15:11, 17:13);

9.
Cambiado por la Palabra de
Dios (1era Tesalonicenses 2:13;
2da Timoteo 3:16-17);

10.
Guiado por el Espíritu de Dios
(Romanos 8:14) para entender
las cosas de Dios (1era
Corintios 2:9-13);

11.
Capaz de lograr (o soportar)
cualquier cosa en la voluntad
de Dios para ti a través de
Cristo Jesús (Filipenses 4:13),
sabiendo que Dios
está en control total de tu vida
(Romanos 8:28-29; 1era
Corintios 10:13; Filipenses 1:6);
y
12.
Capaz de practicar el amor
bíblico, probándote a ti mismo
que eres un discípulo de Cristo
(Juan 13:35).

D.
A través de este curso, se
enseñará la diferencia entre el
plan de satanás y el plan de
Dios para tu vida.
1.
plan de Satanás es mantenerte
orientado hacia satisfacer,
agradar, exaltar y estimar al yo.
2.
El plan de Dios enfatiza que tú
vas a vivir para El, ya que tu
vieja naturaleza egoísta fue
crucificada y sepultada con
Cristo para que pudieras
caminar en vida nueva
(Romanos 6; 2da Corintios
5:15-21; Colosenses 3:2-17).
E.
Del mismo modo que el
hombre ha buscado
continuamente substitutos al
nuevo nacimiento, así también,
busca soluciones egoístas para
sus problemas que son
resultado del pecado original.
Estas soluciones ideadas por el
hombre para los problemas de
la mente, el corazón y el
espíritu son tan inaceptables a
Dios como lo son las fútiles
especulaciones y substitutos a
la salvación y a las verdades
inalterables de la Palabra de
Dios (basado en Salmos
119:160; Proverbios 14:12,
30:5-6; Jeremías 17:9-10;
Mateo 15:1-20; Juan 4:23-24;
Hechos 4:12; Romanos 1:21,
25, 28; 8:5-10; ! Corintios 3:18-
20; 2da Corintios 7:1; Efesios
4:22-24; Filipenses 2:3-5, 3:18-
19; 2da Timoteo 3:1-5).

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