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EDWIN ADRIAN CAÑÓN CHÁVEZ,

Nací el 23 de Noviembre del 1998 en el municipio de puerto Caicedo - Putumayo;


Soy el 3er. hijo del hogar de Omaira Chávez natural del departamento del Cauca y Pedro
Antonio Cañón Aguilar natural del departamento de Boyacá; inicialmente vivíamos en la
vereda Bocachico del mismo municipio de Pto. Caicedo, de donde fuimos desplazados por
grupos ilegales armados al margen de la ley, a causa de esto pasamos a vivir a “La Playa”
un barrio de puerto Caicedo. En la parroquia Nuestra Señora Del Carmen, se realizó mi
sacramento del Bautismo por el Pbro. Ernesto, quien era muy cercano a mis padres, También
los sacramentos de la Comunión y Confirmación. A muy temprana edad sentía el llamado al
servicio de Cristo en la Iglesia, desde los 6 años participaba en los grupos corales, en el grupo
de acólitos de la Parroquia, donde fui adquiriendo virtudes que me ayudaron a ir encaminando
a la vida de Jesús, empezando por ir cambiando mis actitudes en casa primeramente como
hijo, al mismo tiempo como hermano.
Habría que decir también que en el 2008 a mis 10 años inicia mi vida musical, en la
escuela de música Sonidos “De Paz” de Puerto Caicedo dirigida por el profesor Iván Paz
Imbachi, escuela en la que pase de ser alumno a ser formador, saque mi primer grupo de
semillero en el área de trompeta, en esta escuela me inculcaron importantes valores: a ser
responsable, organizado y disciplinado. Participamos del encuentro nacional de bandas en
Anapoima, Cundinamarca. Pasamos a ser el mejor proceso de formación en música del
Putumayo.
Realice mis estudios de básica primaria y bachillerato en la Institución Educativa José
Antonio Galán; hay que mencionar que el grado 3ro. lo realice en el departamento del Cauca.
En el año 2015 recibo el título de Bachiller Académico.
En seguida realice un curso de seguridad privada y en vista de que tenía que seguir
realizando mis estudios, veo como opción viajar a Bogotá con pensamientos de trabajar y de
estudiar, me instalo donde un familiar, consigo trabajo en el almacén Plaza España, y con el
dinero que ganaba ayudaba a pagar los servicios y también la alimentación y al mismo tiempo
ir ahorrando y así poder estudiar, pasado un mes mi familiar me dice que ya no me puede
seguir ayudando con el alojo y es por esto que en el 2016 viajé a Pauna-Boyacá donde mi
abuela paterna María Concepción Aguilar de Cañón, pensando que allá si podría seguir mi
proyecto de vida. Cuando llegué a Pauna me doy cuenta que es un pueblo muy pequeño y no
había ninguna universidad, pero decidí quedarme, mi abuela junto con mis tíos me enseñaron
a trabajar en el campo, realice labores como la cosecha de café, naranja, mandarina, maíz y
guayaba, también todo lo referente a la ganadería.
En el 2017 vuelvo a Puerto Caicedo y decido solucionar mi situación militar, inicié
el proceso de incorporación en el Departamento de Policía Putumayo y el 1ero. de Agosto
inicié como auxiliar bachiller; a los 3 meses de inducción por mi comportamiento y
rendimiento académico se me es otorgado el cargo de brigadier de auxiliares bachilleres,
comandado por el intendente Jefe José Francisco Correa con quien comparto 1 mes y quien
me enseñó a dirigir el grupo de auxiliares; en el mes de Enero del 2018, es nombrado como
capellán el padre Juan Carlos Murillo Sepúlveda quien a su vez es Subintendente de La
misma institución.
Cierto día un sacerdote de la Parroquia la Inmaculada pidió a 3 auxiliares para que le
colaborarán en una actividad que se iba a realizar, decido ir junto con 2 de mis compañeros
y estando en la parroquia me le presento al párroco Oscar Claros Artunduaga quien nos
acogió muy bien y con quien inició una muy buena amistad….<<pienso que Dios por medio
de él me vuelve a hacer el llamado>>, desde ese día sentí la necesidad de volver a
encontrarme con Dios, le pedí al Padre Oscar que me confesara para así poder participar en
la Eucaristía y poder recibir a Cristo nuevamente por medio del sacramento de la comunión.
El Párroco cierto día me pregunto sobre mi infancia, mi proyecto de vida y que metas
tenia, yo le comente que desde muy pequeño quería ser sacerdote pero transcurrido el tiempo
y por mi adolescencia, fui alejándome de la Iglesia, deje de ir a misa pero nunca me olvide
de Dios , él me aconsejo, y me dio a conocer la opción de seguir a Cristo.
Seguido de esto, también le comenté al capellán Juan Carlos Murillo, que me instruya
y guiara por la inquietud que tenía o por el llamado que sentí que Dios me hizo nuevamente,
el Capellán me aconsejo: que en todo mi servicio militar me quería ver leyendo, me decía
que es muy importante leer, me regalo ciertos libros religiosos, también me enseñó el manejo
del misal, los días Jueves y Domingos se celebraba sin falta la Eucaristía en el comando
donde ayudaba en la celebración, ya sea animando musicalmente o acolitando. También
visitamos a nuestros policías enfermos y sus familiares, visitamos cada una de los distritos
del Putumayo acompañando a los policías que se encontraban en territorios alejados, viendo
en qué situaciones y realidades que se encontraban, llevando la palabra de Dios; terminado
mi servicio militar el mismo capellán me lleva a la Catedral San Miguel Arcángel de Mocoa
y me presenta con Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve con quien tuve una muy
buena charla, seguido de esto, Monseñor me hace una invitación a un encuentro vocacional
que se realizaría en el municipio de Villagarzón, terminado el encuentro con Monseñor, el
capellán me hace la siguiente propuesta: “participe del encuentro y que si veía que la vida
Diocesana me gustaba, que con plena libertad me quedara en aquel proceso, y si no me
gustaba, el seminario castrense me esperaba con los brazos abiertos”. Participé de aquel
encuentro y me enamore de mi Diócesis Mocoa-Sibundoy.
Actualmente tengo 20 años y hago parte de la familia del seminario Intermisional
Colombiano “San Luis Beltrán”

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