Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cercano Oriente PDF
Cercano Oriente PDF
109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
ASIGNATURA: HISTORIA UNIVERSAL GENERAL ANTIGUA
RECOPILACION DOCUMENTAL
VOLUMEN I: CERCANO ORIENTE
CATEDRA: PROF. TITULAR RITA FALCONE
PROF. ADJUNTO MARCELA PITENCEL
J.T.P. MAG. JUAN FERGUSON
A.T.P. PORF. HUGO PELAEZ
A.T.P. MAG. DIEGO REINANTE
AYTE. 2DA: SR. JUAN GERARDI
ADS. SRA. SILVINA MATTE
ADS. SRA. VALERIA FARRELL
AÑO 2010
1
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
1. MESOPOTAMIA: SUMER – AKAD‐ BABILONIA‐ HATTI
1.1. MITOS
Los mitos (de la palabra griega: mistoi, que significa: “el que se une”) son
los relatos religiosos que cuentan, en lenguaje poético, las historias de los
dioses y héroes. Estos relatos explican y legitiman la forma de vida de
una comunidad. Originalmente son tradiciones que se transmiten
oralmente (soc. de bandas y tribus). Luego se escriben (org. Estatal)
canonizándose el pasado allí simbolizado.
Los mitos pueden clasificarse, en general, como: Mitos de Origen, de
Orden y de Héroes.
LAHAR Y ASHNAN
Un mito sumerio, todavía incompleto al no haberse hallado su final, narrado a modo de disputa o
controversia, cuenta la utilidad del ganado j del cereal —personificados en senda divinidades—
para los dioses y los hombres. Del relato se deriva claramente la dependencia que la humanidad
tuvo en sus primeros momentos del panteón divino.
Cuando en la Montaña del Cielo y de la Tierra
An hubo generado a los Anunnaki,
como el nombre de Ashnan no había nacido aún, no había
[sido formado,
como Uttu no había sido formada,
(y) porque para Uttu no había sido levantado ningún lugar
[sagrado,
todavía no existían las ovejas, no había nacido aún ningún
[cordero;
todavía no existían las cabras, no había nacido aún ningún
[cabrito;
la oveja no daba a luz a sus dos corderos,
la cabra no daba a luz aún a sus tres cabritos.
Porque el nombre de la sabia Ashnan y de Lahar
los Anunnaki, los grandes dioses, no lo conocían,
el grano shegushu de treinta días no existía aún,
el grano shegushu de cuarenta días no existía aún,
2
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
el grano shegushu de cincuenta días no existía aún,
los pequeños granos, el grano de la montaña, el grano de las
[puras criaturas vivientes no existía aún.
No había vestidos con los que vestirse,
porque Uttu no había nacido aún, porque la corona no se
[había erguido aún.
Como En‐Nimgirsi y En‐Kalkal no habían nacido aún,
como Sumugan, el dios de la llanura, no había llegado aún,
como la Humanidad, en el momento de su creación,
ellos no sabían comer pan, no sabían vestirse con vestidos,
las personas andaban sobre manos y pies,
(y) comían hierba con su boca, lo mismo que las ovejas
y bebían agua de las fosas.
Entonces, en la «Sala de creación» de los dioses,
en su mansión Duku, fueron formados Lahar y Ashnan.
Los productos de Lahar y de Ashnan ;
los Anunnaki del Duku los comían, pero quedaban
[insatisfechos,
La buena bebida de su aprisco puro
beben los Anunnaki del Duku, pero quedaban insatisfechos.
En el puro recinto ellos (y) para su prosperidad
hicieron existir en las personas el hálito de vida.
Otro poema en conexión con el anterior y del que forma parte,
cuenta los beneficios que Lahar y Ashnan, al descender del cielo,
trajeron a la humanidad.
Entonces Enki dijo a Enlil:
«Padre Enlil: A Lahar y Ashnan,
que han sido creados en el Duku, hagámosles descender del Duku».
Obedeciendo la sagrada orden de Enki y de Enlil,
Lahar y Ashnan descendieron del Duku.
Para Lahar ellos construyeron un aprisco;
plantas y hierbas en abundancia le presentaron.
Para Ashnan instalaron una casa;
arado y yugo le presentaron.
Lahar en su aprisco
es un pastor que incrementa los productos del aprisco.
Ashnan en medio de las cosechas
es una virgen amable y generosa.
La abundancia que viene del cielo
Lahar y Ashnan la hacen aparecer sobre la tierra.
A la sociedad llevan la abundacia,
al país llevan el aliento de vida,
hacen ejecutar las leyes de los dioses,
3
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
multiplican el contenido de los almacenes,
llenan hasta reventar los graneros.
En la casa del pobre, donde se amontona el polvo,
entrando en ella, le llevan la abundancia.
Ambos, allí donde estén,
llevan consigo a la casa enormes provechos.
El lugar donde permanecen lo sacian; el lugar donde se
[sientan lo aprovisionan. Y alegran el corazón de An y de
Enlil.
Tras estos versos aparece la controversia, pero en su transcurso beben demasiado vino. De este
modo habar j Ashnan se querellan alborotadamente. Cada divinidad exalta sus propios logros j
disminuye los de su oponente. Finalmente, Unlily Enki intervienen, declarando vencedora a
Ashnan.
4
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
«¡Ea pues! Vayamos a la montaña (...),
al monte donde el grano crece en abundancia,
al río rápido, cuya agua brota de la tierra
E» este punto existe una laguna de un verso.
el grano innu‐ha en Súmer.
En Súmer, que no conoce el grano, (ni) la cebada, (ni los
[cereales)».
El dios Ninmada, respetuoso de An, (repuso):
«¡Nuestro Padre no nos ordenó nada (de eso)!
¡(Tampoco) Enlil ordenó nada (de eso)!
¿Y cómo iremos nosotros al monte?
¿Y cómo podremos bajar el grano desde el monte?
¿Cómo introduciremos el grano innu‐ha en Súmer?
Súmer, que no conoce el grano, ¿cómo se lo enseñaremos?
¡Vamos! Dirijámonos a Utu, que las puertas (...)
(para) la gente asentada y que yace, asentada y que yace (...),
el héroe, hijo de Ningal (para) la gente asentada y que yace
[con asombro,
Utu, para ella, apartará las sesenta puertas del atrio (...)».
Aquí finaliza el texto de la tablilla.
Lahar y Anshan “Mitos sumerios y acadios”. Editora Nacional, Madrid, 1984.
Edición preparada por Federico Lara Peinado (Págs. 52 a 55)
POEMA DE GUILGAMESH
TABLILLA I
COLUMNA I
5
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Texto asirio
Aquel que todo lo ha visto hasta los confines del
[mundo,
aquel que todo lo ha vivido para enseñarlo a otros
propagará parte de su experiencia para el bien de
[cada uno.
Ha poseído la sabiduría y la ciencia del Universo,
ha descubierto el secreto de lo que estaba velado.
Aquel que tenía noticia de lo anterior al Diluvio
llevó a cabo un largo viaje fatigado y exhausto.
Todo su esfuerzo lo grabó en una estela de piedra.
De Uruk, protegida de bastiones, edificó los mu
[ros,
del Sagrado Eanna el santuario puro.
¡Contempla su muralla exterior, cuya cornisa es
[como el cobre! .
¡Mira sus paredes internas, que no tienen rival!
¡Admira su dintel, que data de tiempo inmemorial!
¡Acércate al Eanna, morada de Ishtar!,
que ningún rey venidero, ningún hombre, igualarán
[jamás.
¡Levántate y paséate por la muralla de Uruk!
Inspecciona su base, su fábrica de ladrillo.
¿No es de ladrillo cocido su estructura?
¿No colocaron sus cimientos los Siete Sabios?
El resto de la columna está mutilado, fragmento de una versión hitita parece co tener algo del
texto final de la primera columna y corresponderse con la parte inicial de la segunda.
Texto hitita
¡Voy a entonar un himno a Gilgamesh ʺ, el hé
[roe
A Gilgamesh, que tras haber sido creado,
lo hizo perfecto en su figura el poderoso dios (...).
A Gilgamesh lo crearon en su figura los grande
[dioses
El dios Sol del Cielo le dio la virilidad,
el dios de la Tempestad le dio el heroísmo.
De este modo crearon los grandes dioses a Gilga‐
[mesh.
Su figura llegó a once codos de altura,
de su pecho la anchura era de nueve palmos.
Su miembro tenía la longitud de tres (...).
Anduvo recorriendo todas las tierras,
llegó a la ciudad de Uruk
y (…)
El texto mutilado impide conocer el contenido de la línea anterior.
A diario dominaba a los hombres de Uruk.
Gilgamesh (...) en los vientos.
6
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Pero la diosa Madre lo vio (....)
y se encolerizó en sus entrañas.
Todos los dioses estaban reunidos
y la diosa Madre fue al lugar de la asamblea.
COLUMNA II
Texto asirio
Dos tercios de él son dios, un tercio de él es
[humano.
La forma de su cuerpo es perfecta.
Sigue una laguna de cuatro versos.
(...) como un buey salvaje de gran alzada (...)
El choque de sus armas no tiene par.
A golpe de tambor son reunidos sus compañeros.
Los nobles de Uruk se afligen en sus estancias:
—«Gilgamesh no deja un hijo a su padre,
día y noche su arrogancia es desenfrenada.
¿Es éste Gilgamesh, el pastor de Uruk, la amura
[llada?
¿Es éste el pastor de todos, osado, imponente, sa
[bio?
No deja a la doncella al lado de su madre,
ni a la hija del guerrero, ni a la esposa del noble».
Las gentes de Uruk se quejaron a los dioses
y ést a Anu el dueño de la amurallada Uruk:
—«¿No fue Aruru quien parió a ese buey monta‐
[raz?
En verdad, el empuje de sus armas no tiene par.
A golpe de tambor son reunidos sus compañeros.
Gilgamesh no deja un hijo a su padre,
día y noche su arrogancia es desenfrenada.
¿Es éste Gilgamesh, el pastor de Uruk, la amura‐
[llada?
¿El pastor de todos, osado, imponente, sabio?
¡Gilgamesh no deja a la doncella al lado de su madre.
ni a la hija del guerrero, ni a la esposa del noble!».
Cuando Anu hubo oído estas quejas,
llamaron a la gran diosa Aruru y le dijeron:
[—«Tú, Aruru, creaste a Gilgamesh,
7
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
crea ahora su doble y que compita con su furioso.
[corazón.
¡Deja que luchen para que haya paz en Uruk!»
La diosa Aruru, tras haber oído este ruego, concibió
en su propio espíritu una imagen de Anu.
La diosa Aruru se mojó las manos, cogió arcilla y
la arrojó a la estepa.
En la estepa modeló al valiente Enkidu vástago
de (…), esencia del dios Ninurta.
Su cuerpo está todo cubierto de pelo, sus cabellos
son como los de una mujer, sus guedejas brotan como Nisaba ;
no conoce a la gente ni conoce el país y va vestido
como el dios Sumuqan.
Como las gacelas se alimenta de hierba,
con las bestias salvajes abreva en las aguadas,
con los rebaños su corazón se deleita bebiendo.
Un día un cazador, un trampero al acecho,
se topó con él delante del abrevadero.
Un día, dos días, tres días se topó con él en el
abrevadero.
Cuando el cazador le vio, su rostro se contrajo,
luego regresó con sus animales a su casa,
donde quedó mudo de miedo, quieto, sin un so
[nido,
turbado el corazón y sombrío el rostro.
El miedo atenazó sus entrañas,
su rostro era como el de un viajero llegado de muy lejos.
[lejos.
Tablilla I, Columna I y II. Extraído de “Poema de Guilgamesh”. Editora Nacional,
Madrid, 1980. Edición preparada por Federico Lara. (Págs. 113 a 116)
LA CREACION DEL HOMBRE
Ea sexta tablilla o canto del «Poema babilónico de la Creación (Enuma elish)
se inicia con el mito de la creación del hombre,
acto pensado por Marduk, pero ejecutado materialmente por Ea.
Este mito, recogido en el segundo milenio a. de C.,
obedece a planteamientos anteriores,
propios del sustrato religioso súmero‐acadio.
Cuando Marduk escuchó la palabra de los dioses,
su corazón le empujó a concebir obras artísticas,
y abriendo su boca, se dirigió a Ea
para comunicar(le) el plan que había concebido en su corazón:
«Voy a amasar sangre4 y formar huesos.
8
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Voy a establecer un salvaje, cuyo nombre será ʺhombreʺ.
¡Voy a crear el ser humano, el hombre,
que se encargue del culto de los dioses para que puedan estar
[a gusto!
Yo transformaré diestramente los caminos de los dioses,
(y) aunque reverenciados por igual se dividirán en dos
[(grupos)».
Ea le respondió diciéndole estas palabras,
contándole un plan para el apaciguamiento de los dioses:
«Que uno de sus hermanos sea entregado;
él solo perecerá para que la humanidad pueda ser creada.
Que los grandes dioses se reúnan en la asamblea;
que el culpable sea entregado para que los otros puedan
[subsistir».
Marduk convocó a los grandes dioses a la asamblea;
presidiendo benévolamente, les dio instrucciones;
a lo que decía los dioses prestaron atención.
El rey abrió su boca y habló a los Anunnaki:
«¡Si vuestra anterior declaración fue verdadera,
debéis (ahora) declarar la verdad bajo juramento!».
¿Quién fue el que tramó la insurrección
e hizo a Tiamat rebelde y dio la batalla?
¡Que me sea entregado el que tramó la insurrección!
¡Voy a hacerle responsable de su delito para que vosotros
[podáis vivir en paz!
Los Igigi, los grandes dioses, le replicaron
a Lugaldimmerankia, consejero de los dioses, su señor:
«Fue Qingu el que planeó la insurrección,
e hizo a Tiamat rebelde, y dio la batalla».
Tras haberle atado lo llevaron delante de Ea.
Le impusieron el castigo y separaron su sangre.
Con su sangre modeló la humanidad.
Le impuso el servicio de los dioses para dejar (a éstos) libres
Después que Ea hubo creado a la humanidad
impuso sobre ella el servicio de los dioses.
9
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
—Esta obra es imposible de concebir,
fue por la ingeniosidad de Marduk que Nudimmud la llevó
[a cabo—
El resto de la tablilla se dedica a la división de los dioses en d¡ grandes grupos, a la edificación de
un santuario para Marduk J; establecimiento de las relaciones entre los dioses j los hombres.
Lahar y Anshan “Mitos sumerios y acadios”. Editora Nacional, Madrid, 1984.
Edición preparada por Federico Lara Peinado (Págs. 46 a 51)
EL NACIMIENTO DE SARGÓN DE AGADE.
Yo soy Sargón, el poderoso rey, el rey de Agade.
Mi madre fue una hermosa sacerdotisa, a mi padre no conocí.
Los hermanos de mi padre amaban las colinas.
Mi ciudad (natal) es Azupiranu, situada en las orillas del Éufrates.
Mi madre, alta sacerdotisa, me concibió (y) en secreto me dio a luz.
Me puso en una canasta de juncos, sellando con pez la abertura.
Me lanzó al río, que no se levantó (sobre) mí.
El río me llevó a Akki, el escanciador de agua.
Akki, el escanciador de agua, me sacó cuando hundía su pozal (en el río).
Akki, el escanciador de agua, me tomó por hijo suyo (y) me crió.
Akki, el escanciador de agua, me nombró su jardinero.
Mientras era jardinero, Ishtar me concedió (su) amor.
Y ejercí la realeza durante (cincuenta) y seis años.
Goberné y regí al (pueblo) de los cabezas negras.
Con cazuelas de bronce conquisté poderosos (montes).
Escalé las sierras superiores
atravesé las sierras inferiores
por tres veces recorrí los países (de más allá) del mar.
(Mi mano) conquistó Dilum;
Subí hacia Der, la grande, (y) yo (la conquisté);
Destruí Kazallu y (...)
(Vencí a todo el que) me fue hostil.
Cualquier monarca que me suceda,
(Si quiere considerarse mi igual
por donde yo dirigí mis pasos,
que él dirija también los suyos).
Que gobierne (y rija) al pueblo de los cabezas negras;
10
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
(que conquiste) poderosos montes con cazuelas (de bronce);
que escale las sierras superiores;
(que atraviese las sierras inferiores);
que recorra los países (de más allá) del mar por tres veces;
(que conquiste Dilmun con su mano);
que suba (hacia) Der, la grande y (que la someta).
(...) de mi ciudad, Agade (...).
Mitos sumerios y acadios, op. Cit. Pág. 510‐511.
DUMUZI Y ENKIDU
La que es una doncella, el establo (...)
la doncella Inanna, el redil (...)
arrodillada en los surcos (...)
Inanna (...)
un vestido
(siguen fragmentos irreconstruibles dadas las condiciones de los mismos)
(...) mujer del pastor (...)
Su hermano, el héroe, el guerrero Utu
Dice a la pura Inanna,
ʺ!Oh, hermana mía, deja que el pastor se case contigo!
¿Por qué, oh, doncella Inanna, no quieres?
Su mantequilla es buena, su leche es buena.
Todo lo que el pastor toca con sus manos resplandece.
¡Oh, Inanna, deja que el, pastor Dumuzi se case contigo!
¡Oh, tú, adornada de alhajan! ¿Por qué no quieres?
ʺConmigo el pastor no se casará,
con su manta nueva no me envolverá,
su hermosa lana no me cubrirá.
El que se casará conmigo, doncella que soy, será el labrador
el labrador que hace crecer las plantas abundantemente,
el labrador que hace crecer el grano abundantemente.ʺ
(siguen líneas destruidas)
A mí (...)
esta cuestión (...)
al pastor (...)
el rey del dique, del canal y del arado (...)
el pastor Dumuzi (...)
11
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
(...) hablar (...)
ʺ! El labrador (más) que yo, el labrador (más) que yo!
¿Qué tiene el labrador más que yo?
¡enkidu, el hombre del dique, del canal y del arado
(más) que yo! ¿Qué tiene el labrador más que yo?
Si él me diera su vestido negro,
Yo le daría a él, el labrador, mi oveja blanca a cambio.
Si él me escanciara su cerveza primera,
yo le escanciaría a él, el labrador, mi leche amarilla a cambio,
si él me escanciara su cerveza de buena fecha (...)
yo le escanciaría a él, el labrador, mi leche kasim, a cambio,
si él me escanciara su cerveza de buena fecha (...)
yo le escanciaría, a él, el labrador, mi leche (...) a cambio,
si él me escanciaria su cerveza de fecha pobre,
yo le escanciaría, a él, el labrador, mi leche de planta a cambio,
si él me diera sus buenas porciones,
yo le daría, a él, el labrador, mi leche itirac a cambio,
si él me diera su buena parte del buen pan,
yo le daría, a él, el labrador, mi queso con miel a cambio,
si él me diera sus habichuelas,
yo le daría, a él, el labrador, mis quesos pequeños a cambio.
Cuando yo hubiese comido, cuando yo hubiese bebido,
le dejaría mi mantequilla sobrante,
le dejaría mi leche sobrante.
Más que yo, ¿Qué tiene el labrador más que yo.
El se regocijaba, él se regocijaba, a la orilla del río se regocijaba.
En la orilla del río, en la orilla del río el pastor se regocijaba.
El pastor, además, conducía, las ovejas a la orilla del río.
Extractado de: Mitos Sumerios y Acadios. Obr. cit.
12
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
1.2. INSCRIPCIONES
SARGÓN
Tabletas del Museo Británico, escritas en el período Neo babilónico (s. VII
A.C.)
ʺSargón (Sarru‐Kin), rey de Agade, llegó al poder en la era de Ishtar y no tuvo
rival que se le opusiera.
El impuso el terror sobre todos los países. El cruzó el mar en el Oeste y él
mismo conquistó los países en el Oeste, esto ocurrió en el 11 año de su reinado.
El estableció un gobierno centralizado. El erigió sus estelas en el occidente. El
hizo que sus oficiales de corte vivieran (alrededor de su residencia, cubriendo el
área) de cinco dobles millas y él los colocó sobre la totalidad...ʺ
ʺ... al tiempo cuando él era anciano, todos los países se sublevaron contra Agade
pero Sargón reunió un ejército y lo defendió, venciendo a un gran ejército.
Más tarde, Subartu llegó con sus multitudes pero controló su ataque. Sargón
hizo sedentaria a esta sociedad nómade. Sus posesiones llevó a Agade...ʺ
1.3. CÓDIGOS
CÓDIGO DE ESHNUNNA
13
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Eshnunna (actual Tell Asmar) en la llanura del Diyala, entre el Tigris y los
montes Sagros, fue acreedor de 1800 A.c. un importante centro político y
económico.
Se hallaba ubicada en una zona importante de la ruta de comercio con el norte
iraní.
El reino dejo de ser independiente cuando Hammurabi, rey de Babilonia (1728–
1686 a. C.) lo incorporo a su dominio.
El código de Eshnunna es la recopilación legal mas antigua conocida en lengua
acadia.
LEYES
A I 8‐17
1 kur de cebada por 1 siclo de plata
3 silas de aceite fino por 1 siclo de plata
1 celemín 2 silas de aceite por 1 siclo de plata
1 celemín 5 silas de grasa por 1 siclo de plata
4 celemines de asfalto por 1 siclo de plata
6 minas de lana por 1 siclo de plata
2 kures de sal por 1 siclo de plata
1 kur de potasa por 1 siclo de plata
3 minas de cobre por 1 siclo de plata
2 minas de cobre trabajado por 1 siclo de plata
A I 21‐23
Un carro con su buey y su carretero–, su alquiler es de 1 fanega y 4 celemines de
cebada; si es en plata, su alquiler es de 1/3 de siclo. Lo llevará un día entero.
A I 23‐24
El alquiler de una embarcaciones, por cada kur, de 2 silas, y 1 celemín y 1 sila es
la paga del barquero. La llevará un día entero.
A I 25‐26
Si el barquero es descuidado y hunde el barco, pagará por todo lo que haya
hundido.
A I 28‐29
2 celemines de cebada son la paga de un cegador, si es en plata, la paga es de 12
granos.
A I 30‐33
Un hombre le ha entregado a un peón un siclo de plata para cegar, si luego el
no se pone a su servicio y no le hace la ciega, pagará 10 siclos de plata.
14
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
A III 32‐34; B III 17‐20
Si un hombre le muerde la nariz a otro hombre y se la arranca: pagara una mina
de plata.
Un ojo: una mina; un diente: ½ mina; una oreja: ½ mina.
Una bofetada en la cara: pagará 10 siclos de plata.
A III 35‐36; B III 21‐22
Si un hombre le corta un dedo a otro, pagará 2/3 de mina de plata.
A III 36‐37; B III 23‐24; C 1‐2
Si un hombre derriba a otro en la calle y le rompe una mano, pagará ½ mina de
plata.
A III 38; B III 24; C 3‐4
Si le rompe un pié, pagará ½ mina de plata.
A III 39‐40; C 5‐6
Si un hombre le pega a otro hombre y le rompe la clavicula, pagará 1/3 de mina.
A III 40‐41; C 7‐8
Si un hombre, en una pelea, le produce una lesion a otro hombre, pagará 10
siclos de plata.
C 9‐11
Si un hombre le provoca la muerte a un hijo de hombre durante una discucion
acalorada, pagara 2/3 de mina de plata
A III 42‐44; B IV 1‐3
Además: en el caso de multas en metalico de un 1/3 de mina a una mina, seran
los jueces quienes le instruyan a uno la causa; un asunto de pena de muerte es
solo cosa del rey.
A IV ...‐7; B IV 6‐10
Si un gobernador, o un comisario de canales, o alguien con capacidad de
decisión, apresa un esclavo escapado, un esclava escapada, un buey escapado o
un asno escapado que es del palacio o de un individuo (cualquiera) y no lo lleva
a Eshnunna, sino que lo retiene en su propia casa dejando pasar mas de un mes,
el palacio se entendera con él por robo
A IV 7‐9; B IV 11‐13
El esclavo o la esclava de Eshnunna que valla con grilletes, esposas o copete no
podrá salir de la puerta de Eshnunna sin su dueño.
15
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
A IV 10‐13; B IV 14‐16
El esclavo o la esclava que, vigilado meramente por un mensajero, entre por la
puerta de Eshnunna, será provisto de grilletes, esposas o copete y así quedará
en custodia para su dueño.
A IV 15‐18; B IV 20
Si un buey suele dar cornadas y el barrio se lo advierte al dueño, pero el no
tiene su buey bajo control y luego da una cornada a un hombre y le causa la
muerte, el dueño del buey pagará 2/3 de mina de plata.
A IV 25‐28
Si una pared se comba y el barrio se lo advierte al dueño de la pared, pero el no
consolida su pared y la pared se derrumba y le causa la muerte a un hijo de
hombre– hay pena capital: es edicto del rey.
CÓDIGO DE HAMMURABI
Recopilación de leyes ordenada por el rey de Babilonia Hammurabi (aprox.
1750 A.c.)
El texto oficial (gravado sobre una piedra de diorita negra se encuentra en el
Louvre) consta de tres partes bien diferenciadas –un prologo, que es una
especie de tratado de teología política; un epílogo, que es una especie de
programa de gobierno acompañado de maldiciones; entre ambos bloques, el
corpus de leyes.
PRÓLOGO
Col. I 1‐26
Cuando Anum, el Altísmo, Rey de los Anunnankus, (y) el divino Enlil, señor de
cielos y tierra que prescribe los destinos del País, le otorgaron al divino
Marduk, al hijo primogénito del dios Ea, la categoría de Enlil de todo el pueblo,
(y) lo magnificaron entre los Igigus;
(cuando) le impusieron a Babilonia su sublime nombre (y) la hicieron la
mas poderosa de los Cuatro Cuadrantes;
(cuando) en su seno le aseguraron a Marduk un reino sempiterno cuyos
cimientos son tan sólidos como los del cielo y la tierra–
16
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
I 27
–en aquellos días–
I 28‐49
–Anum y el divino Enlil–
También a mí, a Hammurabi, el príncipe devoto (y) respetuoso de los
dioses,
a fin de que yo mostrase la Equidad al País,
a fin de que yo destruyese al malvado y al inicuo,
a fin de que el prepotente no oprimiese al débil,
a fin de que yo, como el divino Samas, apareciera sobre los
«Cabezas Negras» e iluminara la tierra,
a fin de que promoviese el bienestar de la gente,
me impusieron el nombre:
I 50‐II 1
Yo soy Hammurabi:
El Pastor Elegido del divino Enlil, el acumulador de la abundancia y de
la opulencia, el que ha llegado a buen término todo lo de la ciudad
Nippur‐Duranki (y es) devoto cuidador del Elkur;
el Rey Eficiente que ha restaurado Eridu en su lgar (y) ha purificado el
ritual del E’abazu;
II 2‐12
el Huracán de los Cuatro Cuadrantes;
el Engrandecedor del nombre de Babilonia, el agrado del corazón de
Marduk, su señor, el que se presenta a diario al servicio del Esagil;
II 13‐21
la Semilla Regia producida por el divino Sin, el enriquecedor de la
ciudad de Ur, el humilde, el fervoroso, el que aporto la abundancia al
Ekisnugal;
II 22‐31
el Rey Prudente, obediente al divino Samas, obediente al divino Samas,
el poderoso que ha consolidado los cimientos de Sippar, el que ha
revestido de frondosidad la capilla superior de Aya, el que ha hecho del
Ebabbar un templo excelso, semejante a la morada de los cielos;
II 32‐36
el Guerrero Compasivo con Larsa, el renovador del Ebabbar para el
divino Samas, su aliado;
LEYES
V 26‐32
Si un hombre acusa a otro hombre y le imputa un asesinato pero no puede
probárselo, su acusador será ejecutado.
17
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
V33‐56
Si un hombre le imputa a otro hombre actos de brujería pero no puede
probárselo, el que ha sido acusado de magia tendrá que acudir al divino Río y
echarse al divino Río y, si el divino Río se lo lleva, al acusador le será lícito
quedarse con su patrimonio. Pero si el divino Río lo declara puro y sigue sano y
salvo, quien le acusó de magia será ejecutado. El que se echó al divino Río se
quedará con el patrimonio de su acusador.
V 57‐67
Si un hombre acude ante un tribunal para hacer un falso testimonio y luego no
prueba su declaración, si se trata de un caso con pena de muerte, ese hombre
será ejecutado.
V 68‐VI 5
Si acude a testimoniar en un proceso sobre cebada o dinero, pagará la pena
correspondiente de ese proceso.
VI 6‐30
Si un juez instruye un caso, dicta sentencia y extiende un veredicto sellado, pero
luego modifica su sentencia, a tal juez le probarán que ha cambiado la sentencia
y la suma de que trataba la sentencia, la tendrá que pagar doce veces. Además,
y en pública asamblea, le echarán de su sede judicial de modo irrevocable, y
nunca más podrá volver a sentarse con jueces en un proceso.
VI 31‐40
Si un hombre roba algo propiedad del dios o del Palacio, será ejecutado, y el
que haya aceptado de sus manos lo robado, será ejecutado también.
VIII 25‐29
Si un hombre rapta un hijo menor de edad de otro hombre, será ejecutado.
VIII 30‐36
Si un hombre deja que un esclavo del palacio, o una esclava del palacio, o un
esclavo de un (individuo) cualquiera, o una esclava de un (individuo)
cualquiera, salgan por la puerta principal de la ciudad, será ejecutado.
VIII 37‐48
Si un hombre esconde en su casa un esclavo o una esclava escapados del
Palacio o incluso de un (individuo) cualquiera, y cuando los pregonan no los
saca, ese cabeza de familia será ejecutado.
IX 66‐X 12
Si un soldado de leva —o un militar especializado— que recibe la orden de
incorporarse a una campaña del rey, no acude, o contrata un mercenario para
que vaya en su lugar, ese soldado —o ese militar— será ejecutado; el que lo
denuncie se quedará con su patrimonio.
X 13‐29
Caso que un soldado —o un militar— haya sido hecho cautivo estando de
servicio en un fortín del rey, y su campo o su huerta se las hayan confiado —en
su ausencia— a otro y ése haya ido cumpliendo con sus obligaciones fiscales—
18
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
si consigue volver y regresar a su ciudad, le devolverán su campo y su huerta, y
él cumplirá con sus obligaciones fiscales.
X 30‐40
Caso que un soldado —o un militar— haya sido hecho cautivo estando de
servicio en un fortín del rey— si su hijo es capaz de cumplir con sus
obligaciones fiscales, que su campo y su huerta se los entreguen a él, y él
cumplirá con las obligaciones fiscales de su padre.
XI 13‐38
Si a un soldado —o a un militar— que ha sido hecho cautivo estando de
servicio en un fortín del rey, lo rescata un mercader y consigue que vuelva a su
ciudad, si su patrimonio da de sí para su rescate, que se lo pague él mismo; si su
patrimonio no da de sí para su rescate, que sea rescatado por el templo del dios
de la ciudad; si el templo del dios de la ciudad no da de sí para su rescate, que
lo rescate el Palacio. Ni su campo, ni su huerta, ni su casa podrán ser
entregados para el rescate.
XI 39‐50
Si un oficial —o un suboficial— recluta desertores o admite y alista mercenarios
como substitutos (de reclutas de leva), ese oficial —o suboficial— será
ejecutado.
XI 51‐64
Si un oficial —o un suboficial— se queda con objetos propiedad de un soldado,
estafa a un soldado, cede en alquiler un soldado, entrega al soldado en un
proceso a una persona poderosa, o se apropia de las gratificaciones que le
otorga el rey al soldado, ese oficial —o suboficial— será ejecutado.
XII 5‐9
El campo —o la huerta o la casa— de un soldado —o de un militar o de un
colono— no puede ponerse en venta.
XII 22‐3
Un soldado —o un militar o un colono— no podrá escriturar parte alguna de su
campo, su huerta o su casa en favor de su esposa y de su hija, ni entregarlos
para saldar un pagaré.
XII 31‐38
Sólo el campo —o la huerta o la casa— que uno posea por haberlo comprado
podrá escriturarlo en favor de su esposa y de su hija, o entregarlo para saldar
un pagaré.
X I I I 3 5 ‐ 4 6
Si un hombre cede en arriendo su campo a un arrendatario y recibe la renta de
su campo, si luego el divino Adad devasta el campo o se lo lleva una riada, los
perjuicios serán sólo del arrendatario.
XIV 18‐44
19
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Si un hombre toma dinero prestado de un mercader y le entrega al mercader un
campo listo para el cultivo de cebada o de sésamo, y le dice: «Cultiva el campo,
coséchalo y quédate con la cebada o el sésamo que se críen», si luego un
arrendatario cría en el campo cebada o sésamo, que, al cosechar, sea el dueño
del campo quien se quede con la cebada o sésamo que se críen; pero la cebada
debida por el dinero que haya tomado del mercader, con su interés, más una
indemnización por los gastos de cultivo, se los entregará al mercader.
XV 31‐38
Si un hombre abre su acequia para regar y luego se cruza de brazos y deja que
el agua se lleve el campo de un vecino suyo, pagará una indemnización en
cebada según la cosecha de su vecino.
X V 4 6 ‐ 6 4
Si un pastor, al tratar de las hierbas para pasto de ovejas, no se pone de acuerdo
con el dueño de un campo y —sin consentimiento del dueño del campo—
apacienta las ovejas en el campo, que el dueño del campo coseche su campo; el
pastor que —sin consentimiento del dueño del campo— apacentó las ovejas en
el campo le abonará, además, 20 kures de cebada por cada bur.
XV 65‐XVI 3
Si —una vez que las ovejas hayan subido de las tierras de cultivo y se hayan
instalado ya cerca de puerta principal de la ciudad las cubas del abrevadero
común— el pastor lleva las ovejas a las tierras de cultivo y las apacienta en un
campo, el pastor se hará cargo del campo en el que apacentó y, al llegar la
siega, le pagará una indemnización al dueño del campo de 60 kures de cebada
por cada bur.
S III 3ʹ‐7ʹ
Si un hombre le entrega dinero a otro hombre para una sociedad ganancial, que
se repartan ante el dios por partes iguales las ganancias y las pérdidas que se
originen.
S III 8’‐21’; Col. XXIV (rev. I) 1‐7
Si un mercader le entrega dinero a un agente comercial para que venda y
compre, y lo manda de gira comercial, que el agente, durante la gira, [...]; si, en
el lugar a donde fue, hace un buen negocio, que se apunte el interés de todo el
dinero que haya conseguido, que cuente sus días y que luego le pague a su
mercader.
XXIV 46‐54
Si un agente es descuidado y no se procura un recibo sellado por el dinero que
haya entregado al mercader, el dinero que no conste en recibo sellado no se
contabilizará a efectos de balance.
XXVI 54‐67
Si las deudas se apoderan de un hombre y tiene que vender a su esposa, a su
hijo o a su hija195, o andar entregándolos para que sirvan por la deuda, que
20
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
trabajen tres años para la casa del que los compró o del que los tomó en
servicio; el cuarto año se efectuará su puesta en libertad.
XXVII 31‐43
Si un hombre le entrega a otro hombre en depósito plata, oro o lo que sea, que
todo lo que entrega se lo enseñe a testigos, que redacte un contrato, y que luego
efectúe el depósito.
XXVII 44‐52
Si efectúa la entrega sin testigos ni contrato y luego se lo niegan en el lugar en
que lo entregó, en ese caso no ha lugar una reclamación judicial.
XXVIII 25‐34
Si un hombre señala con el dedo a una (sacerdotisa) ugbabtu o a la esposa de
otro hombre, y luego no lo prueba, a ese hombre que lo azoten ante los jueces;
además, le raparán media cabeza.
XXVIII 35‐41
Si alguien toma una esposa, pero no redacta un contrato relativo a ella, esta
mujer no es una esposa.
XXVIII 42‐53
Si la esposa de un hombre es sorprendida acostada con otro varón, que los aten
y los tiren al agua; si el marido le perdona a su esposa la vida, el rey le
perdonará también la vida a su súbdito.
XXVIII 54‐67
Si un hombre agarra a la esposa de otro hombre, que no había conocido varón y
vivía aún en la casa de su padre, y se acuesta con ella, y lo sorprenden, que ese
hombre sea ejecutado; esa mujer quedará impune.
XXIX 7‐17
Si alguien es hecho preso y en su casa hay aún de comer, que su esposa,
[mientras] su [esposo está preso], cuide su conducta [y no] entre [en casa de
otro].
XXIX 37‐56
Si alguien es hecho preso y en su casa no hay de comer, y su esposa, antes de
que él vuelva, entra en casa de otro y da a luz hijos, y más tarde su marido
consigue volver y regresar a su ciudad, que esa mujer vuelva con su primer
marido; los hijos le seguirán a su padre.
XXX 14‐24
Si un hombre se divorcia de su esposa principal, que no le ha dado aún a luz
hijos, le entregará completo el dinero de su precio de novia; además, le
restituirá íntegramente la dote que trajo de casa de su padre, y que, luego, se
divorcie de ella.
XXX 25‐29
Si no ha habido precio de novia, le abonará 1 mina de plata en concepto de
indemnización por repudio.
XXX 60‐XXXI (rev. VIII) 5
21
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Si una mujer siente rechazo hacia su marido y declara: «Ya no vas a tomarme»,
que su caso sea decidido por (la autoridad d)el barrio y, si ella cuida su
conducta y no hay falta alguna, y su marido suele salir y es muy des‐
considerado con ella, esa mujer no es culpable; que recupere su dote y se
marche a casa de su padre.
XXXI 6‐12
Si no ha cuidado su conducta, ha estado saliendo, ha dilapidado su casa y ha
sido desconsiderada con su marido, a esa mujer la tirarán al agua.
XXXII 10‐25
Si un hombre le regala a su esposa un campo, una huerta o un objeto, y le
extiende un documento sellado, que, después de muerto su marido, no se lo
reclamen sus hijos; la madre entregará su herencia al hijo suyo que más quiera,
no tiene que dársela a otro.
XXXII 26‐51
Si la esposa de un hombre que vive en la casa del hombre, para evitar que se
quede con ella un acreedor de su marido, obliga contractualmente a su marido
y le hace extender una tablilla, si ese hombre, antes de tomar a esa mujer, ya se
había endeudado, sus acreedores no podrán hacerse.
XXXII 52‐60
Si, después de haber entrado en casa del hombre, contraen una deuda, que
ambos se la reembolsen al mercader.
XXXII 61‐66
Si la esposa de un hombre, a causa de otro varón, hace que maten a su marido,
a esa mujer la empalarán.
XXXII 67‐71
Si un hombre tiene relaciones sexuales con una hija suya, a ese hombre lo
echarán de la ciudad.
XXXIII 18‐23
Si un hombre, después de muerto su padre, se acuesta con su madre, que los
quemen a ambos.
XXXIII 33‐46
Si un hombre, que había mandado ya a casa de su suegro el regalo de
esponsales y había entregado el precio de la novia, se deja distraer por otra
mujer y le dice a su suegro: «No tomaré a tu hija por esposa», el padre de la
muchacha se quedará con todo lo que le había sido llevado ya.
XXXIII 78‐XXIV (rev. XI) 6
Si un hombre toma una esposa, ella le da a luz hijos y luego a ella le llega su
última hora, que el padre de ella no reclame su dote; su dote será solamente de
sus hijos.
XXXIV 33‐50
Si un hombre le regala un campo, una huerta o una casa a su heredero
predilecto y redacta un documento sellado, luego, al llegarle al padre su última
hora, cuando los hermanos hagan partes, él se quedará con la donación que le
22
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
había hecho el padre, y, además de todo ello, harán partes iguales de los bienes
de la casa del padre.
XXXIV 51‐73
Si un hombre les elige esposas a los hijos suyos que haya tenido, pero no le ha
elegido aún una esposa a su hijo menor, luego, al llegarle al padre su última
hora, cuando los hermanos hagan partes, que —de los bienes de la casa del
padre— le asignen a su hermano menor, que no ha tomado aún esposa, además
de su parte proporcional, dinero para el precio de novia, y, de este modo, le
dejarán tomar una esposa.
XXXIV 74‐XXXV (rev. XII) 8
Si un hombre toma una esposa y ella le da a luz hijos, y luego, a esa mujer, le
llega su última hora, y, después de muerta ella, él toma otra esposa y ella le da a
luz hijos, que más tarde, al llegarle al padre su última hora, los hijos no hagan
partes según las madres; se quedarán con las dotes de sus respectivas madres y,
luego, harán partes iguales de los bienes de la casa del padre.
XXXV 9‐24
Si un hombre se propone desheredar a su hijo y les dice a los jueces:
«Desheredo a mi hijo», que los jueces decidan sobre su caso, y si el hijo no ha
cargado con una falta lo suficientemente grave como para arrancarlo de su
posición de heredero, el padre no lo arrancará de su condición de heredero.
XXXV 25‐36
Si ha cargado con una falta respecto a su padre lo suficientemente grave como
para arrancarlo de su posición de heredero, que, la primera vez, no se lo echen
en cara; si se carga con una falta grave por segunda vez, su padre lo arrancará
de su condición de heredero.
XXXVII 22‐60
Si una viuda, cuyos hijos son pequeños, se propone entrar (como esposa) en
casa de otro, que no entre sin el consentimiento de los jueces. Cuando entre,
que los jueces valoren el patrimonio dejado por su marido y que el patrimonio
del primer marido se lo confíen en custodia al marido siguiente y a esa mujer, y
que les obliguen a extender una tablilla; tendrán que cuidarse del patrimonio, y
criar a los pequeños, y no venderán objeto alguno: el comprador que compre
algún objeto perteneciente a los hijos de la viuda perderá su dinero; la
propiedad volverá a su dueño.
XXXIX 31‐38
Si un hombre se lleva un pequeño recién nacido para adoptarlo y lo cría, ese
crío no podrá ser reclamado.
XXXIX 39‐49
Si un hombre se lleva un pequeño para adoptarlo, y —una vez que se lo ha
llevado— él no cesa de buscar a su padre y a su madre, que el crío ese vuelva a
casa de su padre.
XL 41‐44
Si un hijo golpea a su padre, que le corten la mano.
23
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
XL 45‐49
Si un hombre deja tuerto a otro, lo dejarán tuerto a él.
XL 50‐53
Si le rompe un hueso a otro, que le rompan un hueso a él.
XL 54‐59
Si deja tuerto a un (individuo) cualquiera o le rompe un hueso a un (individuo)
cualquiera, pagará 1 mina de plata.
XL 60‐65
Si deja tuerto al esclavo de un hombre o le rompe un hueso al esclavo de un
hombre, pagará la mitad de su valor.
XL 66‐70
Si un hombre le arranca un diente a otro hombre de su mismo rango, que le
arranquen un diente a él.
XL 71‐74
Si le arranca el diente a un (individuo) cualquiera, pagará 1/3 tercio de mina de
plata.
XL 75‐81
Si un hombre le golpea en la mejilla a otro hombre que es mayor que él, le
darán en público sesenta azotes de vergajo de buey.
XL 82‐87
Si un hijo de hombre le golpea en la mejilla a otro hijo de hombre que es como
él, pagará 1 mina de plata.
XL 88‐91
Si un (individuo) cualquiera le golpea en la mejilla a un (individuo) cualquiera,
pagará 10 siclos de plata.
XL 92‐XLI (rev. XVIII) 3
Si el esclavo de un hombre le golpea en la mejilla al hijo de un hombre, que le
corten una oreja.
XLI 4‐13
Si un hombre golpea a otro hombre durante una discusión acalorada y le
produce una herida, que ese hombre jure: «Le he golpeado sin darme cuenta», y
pagará el médico.
XLI 14‐19
Si muere debido a sus golpes, que jure lo mismo, y, si es un hijo de hombre,
pagará 1/2 mina de plata.
XLI 20‐22
Si es el hijo de un (individuo) cualquiera, pagará 1/3 de mina de plata.
XLI 23‐30
Si un hombre golpea a una hija de hombre y le provoca, la pérdida de(l fruto
de) sus entrañas, pagará 10 siclos de plata por (el fruto de) sus entrañas.
XLI 31‐34
Si esa mujer muere, que maten a su hija.
XLI 35‐40
24
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Si es a la hija de un (individuo) cualquiera a quien le provoca a golpes la
pérdida de(l fruto de) sus entrañas, pagará 5 siclos de plata.
XLI 41‐44
Si esa mujer muere, pagará ½ mina de plata.
XLI 45‐50
Si golpea a la esclava de un hombre y le provoca la pérdida de(l fruto de) sus
entrañas, pagará 2 siclos de plata.
XLI 51‐54
Si esa esclava muere, pagará 1/3 de mina de plata.
XLVI 8‐19 ʹ
Si un hombre contrata un peón, le abonará, desde comienzos de año hasta el
quinto mes, 6 granos de plata al día; i desde el sexto mes hasta finales de año, le
abonará 5 granos de plata al día.
XLVI 20‐44
Si un hombre contrata a un maestro artesano, le abonará al día: el honorario de
un [...], 5 granos de plata; el honorario de un tejedor, 5 granos de plata; el
honorario de un hilandero, [... granos] de plata; [el honorario] de un tallista de
sellos, [... granos] de plata; [el honorario] de un arquero (?), [... granos] de plata;
[el honorario] de un herrero, [... granos] de plata; [el honorario] de un
carpintero, 4(?) granos de plata; el honorario de un guarnicionero, [...] granos de
plata; el honorario de un esterero, [...] granos de plata; el honorario de un
albañil, [... granos] de plata.
EPÍLOGO
XLVII (rev. XXIV) 1‐8
(Éstas son) las Sentencias de Equidad474 que estableció Ham‐ murapi, rey
potente, y que le hizo aceptar al País475 como conducta segura y dirección
correcta.
XLVII 9‐39
Yo soy Hammurapi, el rey perfecto.
Respecto a los «Cabezas Negras»476 que me regaló En‐ lil y cuyo pastoreo
me confió Marduk, no fui nada negligente, no me crucé de brazos.
Les fui buscando lugares tranquilos, resolví las
dificultades más duras, les hice salir la luz.
Con el arma poderosa que me habían prestado el divino Vahaba y la divina
Istar, con la agudeza que me destinó el divino Ea, con la fuerza que me donó el
divino Marduk, aniquilé a los enemigos arriba y abajo477, extinguí la resistencia,
y volví placentera la vida del País. Asenté a la gente aglomerada en regadíos, y
no dejé pasar a nadie que los pudiera inquietar.
XLVII 40‐58
Los Grandes Dioses me llamaron:
yo soy el único478 Pastor Salvífico, de recto cayado,
mi buena sombra479 se extiende por mi capital,
25
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
llevé en mi regazo a la gente de Súmer y Akkad,
han prosperado por la Virtud mía480,
los he conducido en paz,
los he resguardado con mi perspicacia.
XLVII 59‐78
Para que el fuerte no oprima al débil,
para garantizar los derechos del huérfano y la viuda,
—en Babilonia, Ja capital cuya cabeza exaltaron Anum y el divino Enlil,
en el Esagil, el templo481 cuyos cimientos son tan sólidos como los cielos y la
tierra—
para decretar el derecho del País, para dictar las sentencias del País, para
garantizar los derechos del oprimido, he inscrito mis eximias palabras en la
estela mía482, y las he alzado delante de mi estatua de «Rey de la Equidad»483.
XLVII 79‐XLVIII (rev. XXV) 2
Yo soy el rey que sobresale de entre los reyes. Mis palabras son
exquisitas, mi potencia no tiene igual.
Que, por orden de Samas, el gran juez de cielos y tierra, brille mi Equidad
en el País;
que, por la palabra de Marduk, mi señor, mis signos y designios484 no
tengan que enfrentarse a quien las aniquile;
que, en el Esagil, que tanto amo, sea mi nombre pronunciado con gratitud
por siempre.
XLVIII 3‐58
Que el oprimido a quien llevan a juicio pueda acudir ante mi estatua de «Rey
de la Equidad», que lea y relea485 mi estela inscrita486 y oiga mis exquisitas
palabras, que mi estela le aclare el caso, él mismo comprenda su sentencia,
y su corazón respire diciendo: « Hammur api
—el Señor que se manifiesta como padre carnal de la gente—
ha vibrado ante las palabras del divino Marduk, su señor,
y ha hecho realidad los deseos de victoria de Marduk arriba y abajo487;
ha regocijado el corazón de Marduk, su señor, y convertido el bienestar en
el destino sempiterno de la gente,
e impuesto su derecho en el País».
Que recite todo esto, y que me bendiga de todo corazón ante el divino
Marduk, mi señor, y la divina Zarpani‐ tum, mi dueña;
que el Genio, la Virtud488, los dioses del acceso al Esa‐ gil489 y la fábrica
enladrillada del Esagil490, encomienden mi fama diariamente ante el divino
Marduk, mi señor, y la divina Zarpanitum, mi dueña.
XLVI1I 59‐94
Que, en días venideros —sea cuando fuere—, el rey que surja en el País guarde
las palabras de Equidad que he grabado en mi estela491;
que no falsee la legislación que le he impuesto al País, ni las sentencias que
le he dictado al País492; que no aniquile mis signos y designios493. Si el hombre
26
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
ese494 tiene sentido común, y es capaz de poner orden en su país: que atienda a
las palabras que he grabado en mi estela495, y que, el camino, la conducta, la
legislación que le he impuesto al País, las sentencias que he dictado respecto al
País, se los enseñe esta estela,
y que dirija bien a sus «Cabezas Negras»496, que les imponga una
legislación y que tome decisiones respecto a ellos:
que erradique de su país al malvado y al inicuo y procure el bienestar de
su gente.
XLVIII 95‐XLIX (rev. XXVI) 1
Yo soy Hammurapi,
el Rey de la Equidad, a quien el divino Samas le otorgó la Verdad:
mis palabras son exquisitas,
mis obras no tienen igual;
sólo para un imbécil son algo vacío,
para el agudo, están destinadas a la gloria.
XLIX 2‐17
Si el hombre ese499 atiende a las palabras que he grabado en mi estela500,
no desecha la legislación,
no les da un sentido torcido a mis palabras ni altera mis signos
y designios501,
que al hombre ese, igual que a mí —el «Rey de la Equidad»—, el divino
Sarnas le alargue el cetro502 y que él pastoree a su gente en la Equidad.
XLIX 18‐44
Pero si ese hombre no atiende a las palabras que he grabado en mi estela,
desprecia mis maldiciones
y no se arredra ni ante las maldiciones de los dioses, y aniquila la
legislación que yo he impuesto, les da un sentido torcido a mis palabras,
altera mis signos y designios,
raspa mi nombre inscrito y luego graba el suyo o —debido a estas
maldiciones— instiga a otro a que lo haga él—
a ése hombre, sea un rey, un señor, un gobernador u otro sujeto, llámese
como se llame503—
XLIX 45‐52
Que el gran Anum, el Padre de los Dioses —el que me llamó a mi reinado504—,
le quite la gloria de la realeza; que él le parta el
cetro, y que maldiga su destino—
XLIX 53‐80
Que el divino Enlil, el Señor —el fijador de destinos, cuyas órdenes son
inmutables, el magnificador de mi realeza—, le extienda por doquier505
revoluciones inaplastables, un desespero que le lleve a su ruina en su
misma sede; que él le dé por destino un reinado lamentable, escasos
días506,, años de hambruna, tinieblas sin amanecer, muerte de la mirada507;
que él decrete —con su boca solemne— la ruina de su capital,
27
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
la dispersión de su gente, el cambio de dinastía,
la extinción de su nombre y su memoria en el país— XLIX 81‐97
Que la divina Ninlil, la Gran Madre —cuyas órdenes tanto pesan en el Ekur, la
patrona encargada de mejorar de mi fama—,
empeore su caso en la sala del juicio y de la condena508 que preside el
divino Enlil;
que ella ponga en boca del divino Enlil, el Rey, la destrucción de su país,
la pérdida de su gente, y el derrame de su aliento como agua—:
XLIX 98‐L (rev. XXVII) 13
Que el divino Ea, el Príncipe Magno —cuyos designios van siempre por
delante, el más agudo de los dioses, el que más sabe de todo, el encargado de
prolongar los días de mi vida—,
le prive del juicio y del discernimiento,
y lo suma en la confusión509;
que él le tapone sus ríos ya en la fuente,
y que, en sus tierras, no deje crecer la cebada: la vida de su gente.
L 14‐40
Que el divino Samas, el Juez Supremo de cielos y tierra —que yergue a los
seres vivos510, el señor, la confianza mía—,
derribe su realeza,
no se ocupe de sus derechos511,
extravíe su senda,
haga resbalar los pies de sus tropas512; que él le tenga preparado —en los
presagios que le atañen— el augurio infausto de la erradicación de los
cimientos de su realeza y la ruina de su país;
que la palabra nefasta del divino Samas lo coja por sorpresa,
que —arriba— lo arranque de entre los vivos, que —abajo— atormente a su
alma de sed de agua en el averno513.
L 41‐63
Que el divino Sin, Señor de los Cielos —dios creador mío, cuya plaga es la más
patente de todas las de los dioses514— le quite la corona y el trono de su realeza;
que él le imponga una pena severa —su mayor castigo515— que no desaparezca
de su cuerpo,
de modo que termine los días, los meses, los años de su reinado entre
lamentos y lágrimas;
que él le descubra la existencia de un rival de su reinado516,
y le destine una vida de lo más parecido a la muerte.
L 64‐80
Que el divino Adad, Señor de la Abundancia —jefe de canales de cielos y
tierra517, mi auxiliador—‐ le prive de lluvia de los cielos
y del caudal de la fuente;
28
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
que, a su país, lo aniquile de miseria y hambruna; que, a su capital, la
aturda a truenos518, y convierta a su país en vestigio del Diluvio
Universal519.
L 81‐91
Que el divino Zababa, el Gran Luchador —hijo primogénito del Ekur, que
avanza a mi derecha— le rompa el arma en el campo de batalla; que él le
convierta el día en noche, y haga que su contendiente se plante encima de él.
L 92‐L1 (rev. XXVIII) 23
Que la divina Istar, Señora de la Guerra y la Batalla —la que desnuda mi
espada520, Virtud Protectora mía521, amante de mi reinado—
maldiga de mal genio522, con rabia inmensa, su realeza; que ella convierta
su fortuna en desgracia523; que ella le rompa el arma en la guerra y el campo de
batalla;
que ella le tenga preparados desorden y revolución; que ella prostre a sus
guerreros, y, con su sangre, abreve la tierra;
que ella deje montones de cadáveres de sus tropas en campo abierto524,
que a su ejército no le permita obtener cuartel; por lo que a él toca, que ella
lo entregue sin condiciones en manos de su enemigo525,
y se lo lleve encadenado a un país enemistado con él.
LI 24‐39
Que el divino Nergal, el más Fuerte de los dioses —irresistible en la batalla526,
el que me asegura el triunfo—
con su enorme poders27, queme a su gente como un incendio desatado en el
cañaveral, y, con su arma poderosa, lo haga azotar
Y desmenuce sus miembros como una figurilla de barro.
LI 40‐49
Que la divina Nintu, Princesa Excelsa de los países —madre, creadora mía— le
quite el heredero y no le deje ni el nombre;
que, en el seno de su gente, no cree semen humano. LI 50‐69
Que la divina Ninkarrak, Hija de Anum —que intercede por mi bien en ,el
Ekur—
le haga salir, en sus miembros, una dolencia grave, un mal demoníaco,
un bubón doloroso que no se calme, cuya naturaleza desconozca el médico,
que no pueda aplacar con vendajes y que —como el mordisco de la muerte—
no se lo pueda arrancar,
para que, hasta que se le extinga la vida, no cese de llorar por su virilidad.
LI 70‐90
Que los Grandes Dioses de cielos y tierra,
que los divinos Anunnaku en su totalidad, que el Genio del templo, que la
fábrica enladrillada del Ebabba, lo maldigan con una maldición nefasta a él, a
su semilla532, a su país, a sus tropas: a su gente y a su ejército.
Que, con estas maldiciones, el divino Enlil lo maldiga en virtud de su
dictamen inalterable, y que le alcancen ya.
29
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
1.4. EDICTOS
REFORMA DE URUKAGINA
Urukagina, Rey de la ciudad de Lagash (aprox. 2300 A.C.), de origen
desconocido, posiblemente un usurpador, controló la situación de conflicto
social en la ciudad mediante las medidas socio‐económicas y políticas indicadas
en su edicto que se escribe a continuación:
ʺAntiguamente desde los días de antaño, desde (el día) en que la simiente (del
hombre) apareció, el hombre encargado de los barqueros se incautó de los
botes.
El jefe de los pastores se incautó de los burros, el jefe de los pastores se incautó
de las ovejas.
El hombre encargado de la pesca se incautó de la pesca.
Las raciones de cebada de los sacerdotes guda fueron medidas (para su
desventaja) en el ashte (quizás el depósito del ensi). Los pastores de ovejas que
tenían que pagarle en plata (al ensi) por la esquila de las ovejas blancas...”
ʺLos bueyes de los dioses araban los cultivos de cebolla del ensi (y) los campos
de ajo (y) de pepinos del ensi estaban ubicados en los mejores campos del dios
(referencia a Ninguirsu). Los burros y los bueyes del sanga fueron apartados
como impuesto para el ensi. Los servidores del ensi dividieron la cebada del
sanga (para desventaja del sanga). El ropaje del sanga fue llevado como
impuesto al palacio del ensi...”
ʺEl que conducía el muerto al cementerio recibía siete jarros de cerveza y
cuatrocientas veinte rebanadas de pan... El (oficial no identificado) recibía dos
medidas de cebada, un vestido...una cama. El ludimma recibía una medida (un
litro) de cebada.”
......................................................................................................
30
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
ʺLos artesanos debían mendigar su pan. Los aprendices debían tomar las sobras
del alimento de la gran puerta...ʺ
ʺLas casas del ensi (y) los campos del ensi, las casas del harén (palacio) y los
campos del harén... se amontonaban unos junto a otro, desde los límites de
Ninquirsu hasta el mar había recolectores de impuestos.
........................................................................................................
Estos eran los usos de ataño.
[Pero] cuando Ninguirsu, el primer guerrero de Enlil, dio a Urukagina el reino
de Lagash (y) su mano (la de Ninguirsu) hubo tomado treinta y seis mil
hombresʺ; luego Ninguirsu impuso sobre él los decretos divinos de los
primeros tiempos.
El de (Urukagina) se mantuvo fiel a la palabra de su rey (Ninguirsu) ...Prohibió
al hombre encargado de los banqueros de (incautarse) los barcos. Prohibió al
jefe de los pastores de incautarse de los burros y de las ovejas...
Hizo a Ninguirsu rey de la casa de ensi (y) de los campos del ensi. Hizo a Bau
reina de las casas del harén (palacio) (y) de los campos del palacio... Desde los
límites de Ninguirsu hasta el mar
no hubo más recolector de impuestos.
El que conducía al muerto al cementerio para enterrarlo recibía siete jarros de
cerveza y ochenta rebanadas de pan. El (un oficial no identificado) recibió una
cama... el dudima rascebió tres ban de cebada...
ʺTerminó con la (necesidad) de los aprendices (de tomar) las sobras de
alimentos. Terminó con la necesidad de los artesanos de suplicar por su pan...ʺ
El (Urukagina) (también) promulgó (esta ordenanza): Si un buen burro le nace a
un servidor del rey (y) su supervisor le dice: ʺQuiero comprárteloʺ, y cuando el
supervisor está a punto de comprárselo, si el servidor del rey le dice: ʺPágame
tanto como pienso que está bienʺ entonces si se niega a venderlo el supervisor
no debe coaccionarlo a que lo haga...ʺ
El (Urukagina) indultó a los ciudadanos (los hijos) de Lagash que estaban
encarcelados (a causa de las deudas en que habían incurrido), (o a causa de)
cantidad de granos reclamados por el palacio (como su atributo), (o de) hurtos
(o) asesinatos, y los dejó libres.
[Finalmente] Urukagina hizo un pacto con Ninguirsu por el cual un hombre
poderoso no debe cometer (injusticia) contra un huérfano o una viuda.ʺ
31
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
(Sin datos de lugar de extracción.)
EDICTO DE AMMISADUQA
Ammisaduqa, décimo rey de la I Dinastía Babilónica (1646‐1626 A.C.) es un
edicto real que tiene como objetivo restaurar la justicia en su país, por eso se lo
denomina “Edicto de Equidad”.
El objetivo del texto es propagandístico, cuando un nuevo rey llegaba al trono,
proclamaba su condición de elegido de los dioses y por medio de un edicto
reordena a la comunidad que gobernaba; además, por medio de estos edictos
normalizaban y condonaban las deudas.
Preámbulo
A anv. 1‐4
Tablilla [...] al que escuche [...] cuando el rey le restableció la equidad al País.
Decretos
A anv. 5‐11
Los pagos aún pendientes de los gobernadores, de los pastores, de los
desolladores, de los de las tierras de pastos y de los <colonos> del Palacio:
queda todo condonado para que ellos puedan fortalecerse mediante un trato
equitativo. El apremiador no actuará contra la familia de un colono.
A anv. 12‐21; B Col I 1 ʹ‐7ʹ
El gremio de mercaderes19 de Babilonia, los gremios de mercaderes del País, o
el agente que han sido denunciados al apremiador en la tablilla de Año Nuevo:
los pagos aún pendientes desde el año «El Rey Ammiditana condonó las
deudas que su pueblo había ido contrayendo continuamente» hasta el mes I del
año «El Rey Ammi$aduqa, cuyo excelso señorío magnificó el divino Enlil, le
amaneció a su País igual que el divino Samas, (y) condujo a su numeroso
pueblo por la senda recta», dado que el rey le ha restablecido la equidad al País:
queda [todo condonado]. El apremiador no actuará contra [...].
B I 8ʹ‐l7ʹ; A rev. lʹ‐2ʹ
El que le haya entregado cebada o plata a un acadio o a un amorreo [en
concepto de préstamo, por] interés, para obtener beneficio, [...] y se lo ha hecho
escriturar mediante una tablilla— dado que el rey le ha restablecido la equidad
al País: su tablilla se considera rota. Ni la cebada ni la plata mencionadas en esa
tablilla las podrá hacer objeto de apremio.
32
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
A rev. 3ʹ‐11ʹ; B II 1‐10
Pero si exige el pago y lo apremia a partir del día 2 del mes XIII del año «El Rey
Ammiditana destruyó las murallas de Udinim que había edificado Damiq‐
ilisu», tendrá que devolver lo que ha conseguido mediante apremio por haber
exigido el pago y haberlo apremiado fuera del tiempo hábil para el apremio de
deudas. El que no efectúe la devolución según el edicto real, morirá.
A rev. 12ʹ‐20ʹ; B II 20‐22
El que le haya entregado cebada o plata a un acadio o a un amorreo en
concepto de préstamo, por interés, para obtener beneficio, y, en el documento
sellado que se haya hecho escriturar, haya mandado escribir —torcidamente—:
«en concepto de venta» o «en depósito», aunque después, sin embargo, haya
ido percibiendo intereses— que se aporten testigos que prueben que ha estado
percibiendo intereses. Por haber torcido su documento sellado, su documento
sellado se considera roto.
A rev. 21ʹ‐24ʹ; B II 23‐26
Un prestamista no podrá actuar contra la familia de un acadio o de un amorreo
a los que haya hecho un préstamo. Si actúa, morirá.
B II 27‐44
Si un hombre35 entrega cebada o plata en concepto de préstamo, se hace
escriturar una tablilla, y luego, guardándose la tablilla, declara: «No he
entregado nada en absoluto en concepto de préstamo o para obtener beneficio;
la cebada o la plata que te he entregado, te las he entregado en concepto de
venta, o en concepto de anticipo para una gira comercial, o por cualquier otro
motivo», el hombre que había recibido cebada o plata del mercader aportará
testigos del tenor de la tablilla que niega el prestamista, y ellos efectuarán
públicamente su declaración en presencia de(l) dios, y, por haber torcido su
tablilla y alterado la cosa, devolverá todo por sextuplicado. Si no puede cum‐
plir con su obligación, morirá.
B III 1‐6
Un acadio o un amorreo que toma prestados cebada, plata o bienes muebles en
concepto de venta, o para una gira comercial, o como inversión, o en concepto
de anticipo para una gira comercial, o por cualquier otro motivo, su tablilla no
se considerará rota; devolverá según sus cláusulas.
B III 7‐20
El que le haya prestado cebada, plata o bienes muebles —en concepto de venta,
o para una gira comercial, o como inversión, o en concepto de anticipo para una
gira comercial— a un acadio o a un amorreo,y se haya hecho escriturar un
documento sellado y, en el documento sellado suyo que haya mandado
escriturar, manda escribir: «Si se termina el plazo, se devengarán intereses», o
estipula además otras cláusulas, no tendrán que devolver a tenor de sus
cláusulas. La cebada o la plata que haya tomado en préstamo, las devolverán
[...], pero las demás cláusulas se les consideran condonadas al acadio o al
amorreo.
B III 21‐3
33
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
[Sobre las mercancías de] Palacio. <A1 gremio de mercaderes> de Babilonia, [al
gremio de mercaderes de...,] al gremio de mercaderes de Borsippa, [al gremio
de mercaderes de...,] al gremio de mercaderes de Isin, [al gremio de mercaderes
de...,] al gremio de mercaderes de Larsa, [al gremio de mercaderes de...]..., al
gremio de mercaderes de Malgüm, [al gremio de mercaderes de Mankis]um, al
gremio de mercaderes de Situllum‐. [dado que] a los gremios se les entrega en
Palacio mercancía [en lugar] de la mitad de los fondos para viaje, [y que] ellos
completan la otra mitad, se les entregará mercancía en el Palacio exactamente
según la cotización vigente en la respectiva ciudad.
B III 32‐IV 11
Si un mercader que trafica con mercancías de Palacio le redacta al Palacio un
documento sellado relativo a los pagos aún pendientes de un colono como si
fueran mercancías que ha recibido de Palacio, y todo lo que recibe es el
documento sellado del colono —(o sea que) ni se le ha entregado la mercancía
de Palacio mencionada en el documento sellado ni recibe nada del colono—:
dado que el rey ha declarado condonados los pagos aún pendientes del colono,
ese mercader jurará públicamente su inocencia en presencia de(l) dios: «De lo
que dice el documento este, yo no he recibido nada de parte del colono», y, una
vez que haya jurado su inocencia, presentará el documento sellado del colono.
Luego se juntarán, harán las cuentas y le condonarán al mercader, de la
mercancía mencionada en el documento que el mercader había extendido a
favor de Palacio, todo lo mencionado en el documento que el colono le había
extendido al mercader.
B IV 12‐25
El desollador del País que suela recibir [cuerpos de animales muertos] de
manos del pastor de vacuno, del pastor de ovejas, del pastor de cabras del
Palacio en presencia de(l) dios, y que le venga abonando al Palacio:
por el cuerpo de una vaca: 1 1/2 siclos más la piel; por el cuerpo de una
oveja: 1/6 de siclo y 5 granos más la piel, y 1 2/3 minas y 5 [siclos] de
lana;
por el cuerpo de una cabra: [l/6(?) de siclo] de plata más la piel, y 2/3 de
mina de pelo de cabra—
dado que el rey le ha restablecido la equidad al País: no se apremiarán
[sus pagos] aún pendientes. [...] de los desolladores del País [...] no
tendrán que completarse.
B IV 26‐29
[Los pagos aún pendientes] de un acarreador que haya sido denunciado al
apremiador para ser objeto de apremio— se condona todo: no será objeto de
apremio.
B IV 30‐35
Los pagos de cebada aún pendientes de recaudación y los 14 pagos aún
pendientes de cebada de las terrazas de Suhum— dado que el rey le ha
34
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
restablecido la equidad al País: se condona todo, no será objeto de apremio; no
se actuará contra las familias de Suhum.
B IV36‐V4
El recaudador de la renta que vaya recaudando la cosecha 15 de cereal, el
sésamo o la producción secundaria de un colono, de un notable, de un
magnate, de un (individuo) cualquiera, de un soldado de leva o de un militar
especializado o de quienquiera que esté sujeto a otro tipo de obligación fiscal en
Babilonia y sus tierras de pastos— dado que el rey le ha restablecido la equidad
al País: se condona todo, no se recaudará. La cebada destinada a la venta (y la)
cosechada por cuenta propia se recaudarán según la tarifa vieja.
B V 5‐10
La tabernera de las tierras de pastos que le vaya abonando al Palacio la plata de
la cebada para cerveza— dado que el rey le ha restablecido la equidad al País:
el apremiador no actuará en relación con el retraso de sus pagos.
B V 11‐13
La tabernera que haya fiado cerveza o cebada, no podrá apremiar nada de lo
que haya fiado.
B V 14‐16
La tabernera o el mercader86 que, mediante un documento sellado falso [...,]
morirá87.
B V 17‐24
El soldado de leva —o el militar especializado— que tome en arriendo [...] por
tres años, no prestará servicio [...]. [El tercer] año —dado que el rey le ha
restablecido la equidad al País—, el soldado de leva —o el militar espe‐
cializado— entregará bien un tercio o bien la mitad, según sea la tarifa de su
c[iudad].
B V 25‐35
[Si a un súbd]ito de Numhia, a un súbdito de Emut‐balum, [a un súbdito de
Ida]‐maraz, a un súbdito de Uruk, [a un súbdito de Isi]n, a un súbdito de
Kisurra [o a un súbdito de Malgüm le han agobiado las deudas y [ha tenido que
entregar] su pro[pia persona]; su esposa [o...] a cambio de plata, como prenda, o
para ponerse a servir— dado que el rey le ha restablecido la equidad al País:
queda todo condonado; se considera efectuada su puesta en libertad.
B V 36‐VI 9
[Si] una esclava o un esclavo nacido en casa de un súbdito de Mumbia, de un
súbdito de Emut‐balum, de un súbdito de Ida‐maraz, de un súbdito de Uruk,
de un súbdito de Isin, de un súbdito de Kisura, de un súbdito de Malgüm [...]
35
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
es vendido por plata, o puesto a servir, o entregado en prenda, no se efectuará
su puesta en libertad.
B VI10‐18
El agente del Gobernador del País que coaccione a la familia de un soldado de
leva o de un militar especializado con cebada, plata o lana para que vaya a
segar o a realizar trabajos, morirá; [el soldado de le]va o el militar [espe‐
cializado se llevará todo] lo que le hubiese sido en[tregado ya].
[…]
(El resto de la columna VI de B no se ha conservado.)
Extraído de códigos legales de tradición babilónica. Editorial Trotta. Ediciones
de la Universidad de Barcelona, 1999
EDICTO DE TELEPINU
Tras un periodo de luchas intestinas por el poder en Hatti, el rey Telepinu
(1525‐1500 а.C.) proclama este edicto mediante el cual establece diversas
reformas con el objeto de afianzar la monarquía y conseguir así una estabilidad
interna que permita afrontar mayores empresas en política exterior. Entre las
disposiciones legales destaca la regulación de la sucesión según el principio de
primogenitura y la creación de un Consejo con facultad para juzgar casos de
traición, delitos de sangre dentro de la familia real e incluso delitos de violencia
cometidos por el propio rey.
El preámbulo histórico que antecede a las disposiciones jurídicas sirve,
además como fuente para el conocimiento de épocas anteriores del reino de
Hatti, siempre según la visión oficial de los acontecimientos.
El texto nos ha llegado a través de una versión escrita en acadio (muy
fragmentaria) y varios ejemplares de su traducción al hitita. (Pilar Rivero‐
Julián Pelegríri).
1. Así habla el Tabarna Telipinu, gran rey. Antaño fue gran rey Labarna.
Entonces sus hijos, sus hermanos, sus parientes, sus consanguíneos y su
ejército estaban unidos.
2. El territorio era pequeño, pero adonde él iba a una campaña, sometía con
su brazo el territorio enemigo.
36
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
3. Y fue devastando los territorios, dejaba los territorios sin poder y hacía del
mar sus fronteras. Cuando regresaba de la campaña, cada uno de sus hijos
iba a un territorio.
5. Después llegó a ser rey Hattushili. E igualmente sus hijos, sus hermanos,
sus parientes, sus consanguíneos y su ejército estaban unidos. Adonde él
iba a una campaña, sometía con su brazo el territorio enemigo.
6. Y fue devastando los territorios, dejaba los territorios sin poder y hacía del
mar sus fronteras. Cuando regresaba de la campaña, cada uno de sus hijos
iba a un territorio; las grandes ciudades estaban en sus manos.
7. Pero después, cuando los siervos del príncipe se volvieron falsos,
comenzaron a devorar sus casas, a andar conspirando contra su señor y a
derramar su sangre.
8. Cuando Murshili llegó a ser rey en Hattusha, igualmente sus hijos, sus
hermanos, sus parientes, sus consanguíneos y su ejército estaban unidos,
sometía con su brazo el territorio enemigo, dejaba los territorios sin poder
y hacía del mar sus fronteras.
9. Marchó contra la ciudad de Halpa y aniquiló Halpa y se llevó consigo
cautivos y bienes de Halpa a Hattusha. A continuación marchó a Babilonia
y aniquiló Babilonia. Combatió a los hurritas y se llevó consigo cautivos y
bienes de Babilonia a Hattusha.
10‐11. Hantili era copero y tenía a Harapshili, la hermana de Murshili, por
esposa. Zidanta conspiró con Hantili y cometieron una mala acción:
mataron a Murshili y perpetraron un hecho sangriento.
12. Hantili tuvo miedo: «¿Seguiré estando protegido en adelante? Los dioses
lo han protegido». Adonde iba, la población se volvía rebelde. Las
ciudades de Ashtata, Shukziya, Hurpana y Kargamish dejaron de enviar
regularmente tropas a la tierrra de Hantili.
13. Y cuando Hantili llegó a Tegarama, comenzó a decir: «¿Qué es lo que he
hecho? ¿Por qué he escuchado las palabras de Zidanta, mi yerno?». Tan
pronto como tomó el poder como rey, los dioses reclamaron por la sangre
de Murshili.
18. Cuando Hantili se hizo viejo y estaba a punto de convertirse en dios,
Zidanta mató a Pisheni, hijo de Hantili, junto con sus hijos. También mató
a sus principales siervos.
19. Zidanta llegó a ser rey. Pero los dioses reclamaron por la sangre de
Pisheni. Los dioses convirtieron a Ammuna, su propio hijo, en enemigo
suyo. Y éste mató a Zidanta, su padre.
20. Ammuna llegó a ser rey. Pero los dioses reclamaron por la sangre de su
padre Zidanta. Y en sus manos los granos, los viñedos, los bueyes, las
ovejas, no medraban. Se echaban a perder bajo su mano.
37
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
24. Cuando yo, Telipinu, me senté en el trono de mi padre, fui a la ciudad de
Hashuwa para una campaña y aniquilé la ciudad de Hashuwa. Y mi
ejército estuvo en la ciudad de Zizzilippa y en Zizzilippa tuvo lugar una
batalla.
27. El derramamiento de sangre de la familia real se había prodigado en
demasía. A Ishtapariya, la reina, la mataron. Y luego también mataron a
Ammuna, el hijo del rey. Y los «hombres del dios» andaban diciendo:
«Mira, en Hattusha el derramamiento de sangre se ha prodigado en
demasía». Entonces yo, Telipinu, convoqué una asamblea en Hattusha. Y
desde entonces en Hattusha nadie hace daño a un hijo de la familia real ni
desenvaina un puñal contra él.
28. Debe ser rey un príncipe, hijo del primer rango. Si no hay hijo del primer
rango, debe ser un hijo del segundo rango. Pero si no hay hijo del rey
como heredero, que se procure un yerno para la hija del primer rango, y
este será rey.
29. En el futuro, que los hermanos, los hijos, los parientes, los consanguíneos
y el ejército del que sea rey después de mí, estén unidos. Y tú irás al país
enemigo y lo someterás con tu brazo. Pero no hables así «lo purificaré». De
hecho, no purificas nada. Con mayor razón debes acosar (al ofensor), pero
no mates a ningún miembro de la familia real. No es bueno.
30. Además, que el que llegue a ser rey y busque el daño de su hermano o
hermana, vosotros, que sois su Consejo, decidle de acuerdo con lo
prescrito: Lee en la tablilla lo que dice del delito de sangre. «Antes en
Hattusha el delito de sangre se había prodigado en demasía. Y los dioses
han exigido retribución a la familia real».
31. Quienquiera que sea el que haga mal entre sus hermanos o hermanas y
actúe contra la persona del rey, convoca a la Asamblea. Luego que su
sentencia se haga pública, él debe responder con su cabeza. Mas no debe
matársele en secreto, como mataron en el caso de Zuruwa, Danuwa,
Tahurwaili y Taruhshu, ni debe causárseles daño a su casa, ni a su mujer,
ni a sus hijos. Si un príncipe peca, que pague con su cabeza, pero a su casa
y a sus hijos no debe causárseles daño. Aquello por lo que un príncipe
muera, no afecta a sus casas, sus campos, sus viñedos, sus esclavos, sus
esclavas, sus vacas y sus ovejas.
32. Ahora, cuando un príncipe peca, debe pagar sólo con su cabeza, pero no
debe causárseles daño ni a su esposa ni a su hijo. No es recto enajenar lo
más mínimo de las propiedades de los príncipes. Y los que cometen malas
acciones, los grandes, es decir, los «padres de la casa», los jefes de los
edecanes, los jefes de los guardias de corps, los jefes de los coperas, como
codician apoderarse de las casas del príncipe dicen: «Tal ciudad debe ser
para mí», y hacen daño al señor de la ciudad».
33. Pero ahora, desde este día en Hattusha edecanes, hombres de la guardia
de corps, hombres del dardo de oro, coperas, mozos de comedor,
38
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
cocineros, heraldos, palafreneros y jefes de «los mil del campo de batalla»,
tened presente este asunto. Que Tanuwa, Tahurwaili y Taruhshu sean
para vosotros un ejemplo a no seguir. Así que, si alguno hace daño ‐sea el
padre de la casa», el jefe de los edecanes, el jefe de los coperas, el jefe de la
guardia de corps, el jefe de los «mil del campo de batalla», tanto un
inferior como un personaje de alta categoría‐ aprehendedlos como Consejo
que sois y devoradlos con vuestros dientes.
34. En Hattusha los grandes, los «padres de la casa», el jefe de los edecanes, el
jefe de los coperas, el jefe de la guardia de corps, los conductores de carros
de guerra, los gobernadores, las tropas y cuantos grandes haya en la casa
del rey deben aceptarlo igual que los últimos.
Traducción de Alberto Bernabé y Juan AntonioÁlvarez‐Pedrosa, Historia y leyes
de los hititas. Textos del Imperio Antiguo. El Código, AkaJ, Madrid, 2000, pp. 154‐
161, a partir de la versión editada por Emmanuel Laroche, Catalogue des textes
hittites, París, 1971, n. 19.
1.5 ANALES
CONQUISTAS DE SHUPPILULIUMA
Tras consolidar el dominio de Hatti en Anatolia mediante la guerra ‐contra los
gasga, Arzawa y Wilusa‐ y la diplomacia ‐Azzi y Kizzuwatna‐, el rey
Shuppiluliuma (ca. 1380‐1346) emprendió campañas militares contra Mitanni. En la
segunda de ellas alcanzó su capital Y‐Washuganni‐ y en la tercera Karkemish y los
territorios occidentales mitannios. Después prosiguió su expansión hacia Siria (1360
a,C.), sometió Ugarit y Amurra y alcanzó la frontera con Egipto. (Pilar Rivero‐Julián
Pelegrín).
Yo, el Sol Shuppiluliuma, el gran rey, el rey del país de Hatti, el valiente, el favorito
del Dios de la Tormenta, entré en guerra. A causa de la presunción del rey Tusratta
crucé el Éuirates e invadí el país de Isuwa. Derroté al país de Isuwa por segunda
vez y los hice de nuevo mis súbditos. Los países que en el tiempo de mi padre
habían atravesado el país de Isuwa, gente de Gurtalissa, gente de Arawanna, el país
de Zazzisa, el país de Kalasma, el país de Timmina, el distrito montañoso de
Haliwa, el distrito montañoso de Karna, gente de Turmitta, el país de Alha, el país
de Hurma, el distrito montañoso de Harana, la mitad del país de Tegarama, gente
39
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
de Tepurziya, gente de Hazga, gente de Armatana, a estas gentes y a estos países
vencí y los reconquisté para sus respectivos lugares; pero a toda la gente que liberé,
volvieron a sus pueblos, y el país de Hatti se apoderó de sus lugares.
Yo, el Sol Shuppiluliuma, el gran rey, el rey del país de Hatti, el valiente, el favorito
del Dios de la Tormenta, alcancé el país de Ase y me apoderé de la capital de
Kutmar. La presenté como un regalo a Antar‐atal del país de Alse. Me dirigí a la
capital provincial de Suta y la saqueé. Llegué a Wassukani. A los habitantes de la
capital provincial de Suta, junto con sus ganados, ovejas y caballos, con sus
posesiones y sus deportados, traje al país de Hatti. Tusratta, el rey, había salido, no
vino a encontrarme en el campo de batalla.
Volví y crucé de nuevo el Éufrates. Vencí al país de Halba y al país de Mukis.
Takuya, el rey de Neya, vino ante mí al país de Mukishi suplicando la paz. Pero, en
ausencia de Takuwa, su hermano Akit‐Tessub persuadió al país de Neya y a la
ciudad de Neya para rebelarse. Akit‐Tessub entró en una conspiración con los
mariyannu, Hismiya, Asiri, Zulkiya, Utriya y Niruwa. Con sus conductores de
carros y sus infantes entraron en conspiración con Akiya, el rey de Arahti,
Ocuparon Arahti y se rebelaron; esto es lo que dijeron: «¡Combatamos con el gran
rey, el rey del país de Hatti!». Yo, el gran rey, el rey del país de Hatti, los vencí en
Ajrahti. Tomé prisioneros a Akiya, el rey de Arahti, a Akit‐Tessub, el hermano de
Akiya, y a sus mariyannu, con todo cuanto poseían, y los llevé prisioneros al país
de Hatti. También traje a Qatna con sus posesiones y todo cuanto tenían al país de
Hatti.
Cuando llegué a la tierra de Nuhassi, conquisté todos sus países. Sarrupsi había
encontrado una muerte violenta; tomé prisioneros a su madre, hermanos e hijos y
los llevé al país de Hatti. Puse como rey en Ukulzat a Takib‐sar, su sirviente.
Avancé hacia Apiña, sin saber que tendría que combatir con el país de Kinza. Sin
embargo, Sutatarra, con Aitakama, su hijo, y sus conductores de carros salieron
para combatirme. Los derroté y se retiraron a Abzuya; sitié Abzuya. Tomé
prisioneros a Sutatarra, con su hijo, sus mariyannu, sus hermanos y todo cuanto
poseían y los llevé al país de Hatti. Luego me dirigí al país de Apiña; Ariwanahi, el
rey de Apiña, Wambadura, Akparu y Artaya, sus grandes, salieron para
combatirme. De todos ellos me apoderé, con sus países y todo cuanto teman, y los
llevó al país de Hatti. A causa de la presunción del rey Tusratta, ataqué a todos
estos países en un solo año y los conquisté para la tierra de Hatti, A este lado fijé mi
frontera en el monte Niblani, al otro en el Éufrates.
Traducción de F. Marco, Narciso Santos, Textos para la Historia del Próximo Oriente
Antiguo, Oviedo, 1980, vol. II, pp. 164‐165, a partir de la versión inglesa publicada por
James B. Pritchard (ed.), Ancient Near East Text Relating to the Oíd Testament,
Princeton, 1955 (2.a edición), p. 318.
40
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
1.6. TRATADOS ENTRE ESTADOS
TRATADO ENTRE RAMSÉS II Y HATTUSIL III
Este tratado pone fin una serie de enfrentamientos entre Egipto y Hatti por el
control de la franja siro‐palestina, que habían culminado en la batalla de
Kadesh (1299 a.C.) y el freno a la expansión hitita hacia el sur. En pie de
igualdad, Ramsés II de Egipto y Hattusil III de Hatti suscriben en 1275 el
presente tratado por el que se establece un pacto de no agresión, de alianza
defensiva, de extradición de los refugiados y de respeto mutuo a las reglas
de sucesión dinástica de cada estado. El tratado tenía carácter divino,
considerado expresión de la voluntad de los dioses Amón‐Ra y Teshub, y
como tal era eterno. Fue respetado durante cincuenta años.
La primera propuesta del texto fue redactada en acadio internacional en la
cancillería de Hattusas y enviada a Egipto inscrita en una lámina de plata.
Allí ésta fue depositada en el templo de Ra, se introdujeron algunas
precisiones y se remitió una segunda versión ‐ la definitiva‐ a Hattusas, que
fue depositada en el templo de Teshub. Una traducción egipcia en jeroglífico
fue grabada en los muros del templo de Ra y en los del templo de Amón, en
Karnak. {Pilar Rivero‐Julián Pelegrín).
1. ‐ Tratado que el gran príncipe de Hatti, Hattusil, el fuerte, hijo de
Mursil, gran jefe de Hatti, el fuerte, ha hecho sobre una tableta de plata para
Ousermera‐Setenpera, gran regente de Egipto, el fuerte, hijo de Menmara
(...): buen tratado de paz y de fraternidad dando la paz y la fraternidad entre
nosotros por medio del tratado.
2. ‐ Antaño, y después siempre, en lo que concierne a la política del
gran regente de Egipto y del gran príncipe de Hatti, la divinidad no ha
permitido que hubiera guerra entre ellos, gracias a un tratado. Pero en
tiempos de Muwattalli, mi hermano, el gran príncipe de Hatti, éste
combatía con Ramsés, el gran regente de Egipto.
Sin embargo, a partir de este día, he aquí que Hattusil, el gran jefe de Hatti,
ha hecho un tratado para rendir permanente la situación que Phra ha creado
y que el dios de la tempestad ha creado para el país de Egipto con el país de
Hatti, de manera que no se permita la existencia de hostilidades entre ellos
jamás (...)
4.‐ El gran jefe del país de Hatti no penetrará nunca en el país de Egipto para
tomar cosa alguna; y Ousermara‐Setepenra no penetrará en el país de Hatti
para tomar cosa alguna (...)
41
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
6.‐ Si algún otro enemigo entra en el país de Ousermara‐Setepenra, el gran
regente de Egipto y éste le dice al gran jefe de Hatti «Ven junto a mí, para
ayudarme contra él», el gran jefe de Hatti vendrá con él; el gran jefe de Hatti
matará a su enemigo. Pero si no es deseo del gran jefe de Hatti venir en
persona, enviará a sus soldados y carros y matará a sus enemigos.
7. ‐ O si Ramsés‐mi‐Amón, el gran regente de Egipto, debe irritarse contra
sus propios súbditos, y si le hacen alguna ofensa, y si parte para matar a su
enemigo, el gran jefe de Hatti estará con él para destruir a aquel contra el
que se irrite.
8. ‐ Si algún otro enemigo viene contra el gran jefe de Hatti. Ousermara‐
Setepenra, el gran regente de Egipto, vendrá a él con auxilios para matar a
su enemigo (...)
11.‐ Si un Grande del país de Egipto viene al país del gran jefe de Hatti, o si
una ciudad o un distrito perteneciente a los territorios de Ramsés‐mi‐Amón,
el gran regente de Egipto, vienen al gran jefe de Hatti, el gran jefe de Hatti
no los recibirá. El gran jefe de Hatti los hará conducir a Ousermara‐
Setepenra, el gran regente de Egipto (...) 13.‐ O si un Grande del país de
Hatti viene al país de Ousermara‐Setepenra, el gran regente de Egipto (...)
no lo recibirá. Ramsés‐mi‐Amón, el gran regente de Egipto lo hará conducir
al jefe de Hatti (...)
15. ‐ Por todas estas palabras del tratado hecho por el jefe de Hatti con
Ramsés‐mi‐ Amón, el gran regente de Egipto, escritas en esta tableta de
plata, por estas palabras, mil dioses, masculinos y femeninos del país de
Hatti, con mil dioses, masculinos y femeninos, del país de Egipto, son
conmigo testigos de estas palabras: el Sol, señor del cielo; el Sol de la ciudad
de Arinna; el dios de la tempestad, señor del cielo (...)
16. ‐ Todas estas palabras escritas en esta tableta de plata del país de Hatti
y del país de Egipto, aquel que no las observara, los mil dioses del país de
Hatti y los mil dioses del país de Egipto destruirán su casa, su país y sus
servidores. Pero el que guarde estas palabras que están en esta tableta de
plata, sea hitita o egipcio, que los mil dioses del país de Hatti y los mil
dioses del país de Egipto hagan que goce de buena salud y vida, así como su
casa, su país y sus servidores (...)
Traducción de F. Marco, Narciso Santos Textos para la Historia del Próximo
Oriente Antiguo, Oviedo, 1980, vol. II, pp. 130‐131.
42
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
1.7. CARTAS
A) CARTAS QUE INFORMAN SOBRE CONFLICTOS
Encontradas entre 1935 y 1938 en el Palacio de Zimrilin (1790 a 1700 A.C.) en
Mari (actual Tell Hariri), escritas en su mayoria por amorreos funcionarios
del rey explicando sucesos en la zona de conflicto‐
LAS CARTAS DE MARI (1730‐1700 A.C.)
1.‐ ʺA mi señor dice: Banun, tu siervo. Ayer partí de Mari y pasé la noche
en Zuruban. Todos los benjaminitas encendieron señales de fuego. Desde
Samanum a Ilum‐Muluk, de Ilum‐Muluk a Mihlan, todas las ciudades de los
benjaminitas del distrito de Tenga encendieron señales de fuego en
respuesta, y hasta ahora no he averiguado el significado y escribiré a mi
señor si así es o no. Sea la guardia de la ciudad de Mari reforzada, y no salga
mi señor más allá de la puerta.
2.‐ ʺ... Así me habló Hamurabi: Envió a Sakinum con trescientas tropas a
Sabazum y las tropas que he enviado son ciento cincuenta hanu, cincuenta
suhu y cien tropas de las orillas del Eufrates y hay trescientas tropas de
Babilonia. En la vanguardia de las tropas de mi señor marcha Ilu‐nasin, el
vidente...ʺ
3.‐ ʺ... Establecí paz entre los hanu y los idamara. En Hurra, en todo lo de
los idamara, los hanu son victoriosos, como un vencedor que no tiene
enemigo... El campamento y los Hanu Simal están bien.ʺ
4.‐ ʺA mi señor dice: Así Kasum, tu siervo. Sintiri me escribió pidiéndome
ayuda y le alcancé con tropas en Subat‐Samas. Al día siguiente se tuvo
noticia del enemigo como sigue: ʹYupali‐Adad ha aprestado al
establecimiento de Zallul en este lado de la orilla del río Eufrates y, con dos
mil tropas de los hapiru del país, mora en aquella ciudadʹ...ʺ
Extractado de Pritchard, J.: La sabiduría del antiguo oriente. Ediciones Garriga,
Barcelona 1966.
43
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
B) CARTAS FEMENINAS
Cartas procedentes de Mari (actual Tell Hariri), de la época del rey Zimri‐
Lin (1790 a 1700 A.C). La particularidad de estas cartas es que están escritas
por la Reina Shiptu.
“A mi señor, carta de la servidora Shiptu. Todo marcha bien en palacio. Los
templos de los dioses y los talleres van bien. He mandado que se realicen
presagios por la salud de mi señor. Estos presagios son buenos hasta fin de
mes; pero es preciso que mi señor cuando esté a pleno sol, tenga cuidado”
(ARM, IX, 11)
“Ami señor, carta de tu sierva Shiptu; ojalá mi señor conquiste a sus
enemigos y regrese a Mari con paz y dicha en el corazón! Por ahora, tenga a
bien mi señor ponerse el vestido y el manto que le he confeccionado” (ARM,
X, 17)
“ … mi corazón está muy alarmado (…) que me llegue una tablilla de mi
señor, para que mi corazón se tranquilice (ARM, X, 24)
Extraído de LaFont, Bertrand: “Las mujeres del palacio de Mari”, en Bottero, J.
y; Chuvin, P.; Finet, A. y otros “Introducción al Antiguo Oriente. De Sumer a la
Biblia”. Editorial Grijalbo, Mondadori, Barcelona, 1996. Traducción de Juan
Vivanco
44
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
2. EGIPTO
2.6. MITOS
Origen y orden
LA MITOLOGÍA DE MENFIS
Transcripta hacia el 70 a.C. por el faraón Shabaka de un papiro a una piedra de
basalto. Esta piedra se halla en el Museo Británico de Londres.
La formación del mundo
Al comienzo sólo existía el grande, inmóvil e infinito mar universal, sin vida
pero en absoluto silencio. Aún no había ni alturas ni abismos, ni principio ni fin, ni
Este ni Oeste, ni Norte ni Sur. Sólo había claridad y oscuridad indivisas y luz y
tinieblas ocultas.
Pero al comienzo, llegó Ptah. Ptah trajo la forma de Nun y Nau‐ net, de las
primeras aguas, de Huh y Hauhet, de las grandes inmensidades. Así se manifestó en
ellos. Se manifestó también bajo la forma de Niau y Niaut, las fuerzas negativas.
Otros dicen en cambio, que apareció en Amón y Amaunet (de las soledades). Pero
también apareció como Atum.
Este conjunto de nueve era dientes y labios en su boca, nacidos en Shu y Tefnut,
como lo había ansiado Ptah: los ojos videntes, las orejas oyentes, las narices que
huelen, las cosas que refieren todo al corazón, lo que su corazón reconoce en la
existencia, y la lengua que repite todo cuanto él expresa.
Pero Ptah había ideado primeramente el universo en su corazón, ante todo la
totalidad de los dioses, para así perfeccionar las nueve formas. Todo lo que él
45
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
imaginó, lo que había deseado vivamente, lo pronunció su boca a manera de orden.
Y de inmediato se produjo. Así inventó Ptah también todos los trabajos y las artes
manuales, e incluso las funciones para las manos, los pies y el cuerpo del hombre y
de cada ser viviente. Pero después de haber creado a los hombres y a los dioses,
descansó el dios primero de quien provienen todas las cosas y palabras divinas.
Él había creado el cielo y lo había elevado a la categoría de señor y conductor;
fundó la tierra por propio consejo y la circundó del oleaje del mar; creó el tártaro
para pacificar a los muertos.
Fijó la ruta del dios solar a través del horizonte para siempre, pues él dominaba
la eternidad y la inmensidad. Mas él fijó también a cada hombre el tiempo y el
camino de su vida pues a él estaban subordinados el tiempo y los objetos en las
épocas. Él otorgó igualmente al faraón el trono y el dominio sobre ambos territorios.
Según la inscripción de Shabaka y el Papiro de Harris, col. 44, 2 ff
Extaído de Beltz, Walter. Mitos Egipcios, Losada, Buenos aires, 1986. Sin datos de
traducción. Págs. 27 y 28.
SETH Y OSIRIS
Atum creó a partir de su propio cuerpo a Shu y a Tefnut. Shu y Tefnut
engendraron a Geb y a Nut. Y Geb y Nut procrearon a Osiris y a Seth. Y Osiris recibió
de manos de su padre Geb el reinado sobre el país fértil ya que demostraba ser hábil e
inteligente. En cambio Seth heredó el reinado sobre el otro país. Como símbolo real
Osiris ostentaba el látigo y el cayado puesto que él era amigo de los rebaños y de sus
pastores, mientras que Seth lo era de los cazadores. Entre ambos hermanos estalló
cierto día una disputa por el país fértil. Fue así como ciñeron las espadas para dar
término a su grave desaveniencia. Se enfrentaron a orillas del Nilo. Osiris fue vencido
por Seth quien le dio muerte y se escondió allí mismo en la espesura. / Pero cuando
aquél no volvió a casa, su mujer Isis salió en su busca acompañada por su hermana. E
Isis, la inteligente, invitó a pájaros y peces a ayudarla y a compartir su búsqueda. Pues
era difícil atravesar la fragosidad ribereña del Nilo. Pero cuando lo hubieron en‐
contrado, alzaron lastimera queja.
46
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Otros cuentan que Osiris causó la envidia de Seth porque instruyó a los egipcios en el
cultivo de frutos silvestres, les otorgó leyes, les enseñó la pasticultura y porque había
reglamentado la veneración hacia los dioses. Por ello se habían vuelto hacia él los
corazones de los pobladores de ambos territorios. Él había impartido sus: lecciones en
las costas y había otorgado a los habitantes del país una í existencia pacífica. Seth
meditó en ese momento cómo podría deshacerse de su rival.
Con este fin, él tramó una conjura. Se unió a setenta y dos ancianos de entre los
allegados a los dioses y de la reina Aso de Nubla. Después de qué él hubiera hecho
tomar secretamente las medidas de Osiris y elaborado a escondidas un arca
suntuosamente trabajada, la hizo traer un día a la sala en la que se reunieron los
dioses para un gran banquete y prometió el cofre precioso a quien cupiera en su
interior colmándolo mejor. Cuando fue el turno de Osiris de ubicarse en el cajón, se
acercaron los conjurados, cerraron de un golpe la tapa y echaron a correr con el arca.
Calafatearon las ranuras con plomo y hundieron en el mar ese baúl convertido en
ataúd que aprisionaba a Osiris. Además el mar obedecía a Seth. Cuando los otros
dioses se percataron de que Osiris no regresaba y de que el juego con el arcón no había
sido ninguna broma, Isis y su hermana Neftis se encaminaron rápidamente tras su
rastro. Y Seth se apoderó de las insignias reales y gobernó en su lugar.
Otros afirman saber que Osiris estaba borracho cuando cierto día se aproximó
demasiado a la orilla del Nilo. Y que por eso Seth exigió para sí el reino de su
hermano. Plutarco, De Iside et Osiride, 13; Diodoro, Bibliotheke I, 21. Según Erman,
Literatur der Ágypter, p. 189;T. Pir. 184; 1008, 1256; Sethe, Textos. Dram. 115,8.
Extraído de Beltz, Walter. “Mitos egipcios”, Ob.cit., Págs. 61 y 62
HORUS Y SETH
Horus era el soberano de Nekhen y Pe, Hieracómpolis y Buto. Ejercía ahí el
reinado que su padre, Osiris el divino, había ejercido. Le había sido conferido por su
divino padre Geb. Pero Seth, un hijo de Geb igual que Osiris, intento disputar a Horus
la herencia pues él creía haber sido destinado más bien como el mayor y de grado más
importante, especialmente cuando Horus aún niño se hallaba bajo la tutela de su
madre. Seth era el señor de Ombos cuando se disponía a asumir el ʺtrono de Gebʺ.
47
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
ʺGrande en poderʺ era él y este poder era considerado tan grande e insuperable que la
gente llamaba al poder de los faraones la ʺfuerza de Sethʺ. Y ambos se esforzaron
siempre en sus respectivos territorios por crear lo mejor y en favorecer a sus faraones
tanto como pudiesen. Y Seth era sobre todo afecto a la tierra que le revelaba, tesoros en
metales y suelos feraces. Horus era en cambio afecto a las vastedades del cielo y del
aire. Y en ambos se reflejaba el amor de los divinos padres hacía los hombres.
Empero, cierta vez estalló una disputa entre ambos reyes de dioses en torno a la
jerarquía y al poder en los dos territorios. Cada uno pretendía más de lo que el otro
estaba dispuesto a ceder. Entonces, se atacaron y lucharon entre sí. Y arrojaron sus
armas y pelearon a puño limpio. Fue así que Seth le arrancó un ojo a Horus. Pero
Horus en su inmenso dolor le pulverizó los testículos. De tal modo se debilitaron y
cayeron al suelo desfallecientes. Por causa de esta disputa sus países amenazaban
morir de hambre y destruirse mutuamente. Esto fue visto por Thot, el conductor
divino del universo. Se apresuró por verlos y los reconcilió curando sus vicios y
restableciendo la paz entre ambos. Por acuerdo del consejo de los dioses Horus recibió
el reino indiviso e íntegro convirtiéndose en señor y en el más impórtate dentro de la
asamblea de dioses. Entonces, las aguas fertilizaron nuevamente el país, la hierba
creció en las colinas y el trigo en los valles. Y volvieron la paz, la armonía y la
felicidad. Y Seth se contentó con reinar sobre los extranjeros y el mar.
Otros narran que Horus y Seth zanjaron por las armas su disputa por la
preferencia y la herencia de Osiris ante el tribunal de Geb presidido por Ra. Hasta allá
había llevado Thot, el mensajero de los dioses, el ojo de Horus que Seth le había
vaciado y luego tirado, y el Uraus sagrado, la corona del país. Durante ochenta años
pelearon ambos hasta que Ra reunió enéada ante su trono para dar finalmente término
a tal disputa, por la cual tanto los hombres como los dioses sufrían. Pero Ra tenía
afectó a Seth, pues él necesitaba la fuerza de este Dios porque diariamente expulsaba a
sus enemigos, en particular a la serpiente Apofís, que intentaba detener a Ra en su
camino a través del horizonte. Al lado de Horus estaban su madre Isis y todos los
dioses de la enéada.
Seth notó bien que Ra le era totalmente favorable. Confiando en su invencible fuerza
acudió a Ra a fin de que le permitiese medir su fuerza con Horus. Pero Thot lo
impidió. Entonces Atum aconsejó que se llamara al dios Ba de Mendes como árbitro.
Cuando en ese momento Ba hizo su aparición ante la enéada y vio a ambos con‐
tendientes vaciló un instante y llegó a la conclusión de que era preferible dejar el
asunto en manos de la diosa Neith. Por consiguiente Thot escribió una carta en
nombre de los dioses de la enéada a la que Ra dio su beneplácito. La gran diosa
madre respondió que no debía cometerse ninguna injusticia. Aconsejó a estos seres
desorientados bajo la amenaza de hacer caer el Cielo sobre la Tierra, con toda su
iracundia, duplicándole a Seth sus posesiones, haciéndolo contraer matrimonio con
48
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
las hermanas de Ra, Astarté y Anat, y ubicando a Horus en el lugar de su padre
Osiris.
Thot dio lectura a esta carta solemnemente ante la gran asamblea. Todos los
presentes dijeron: Amén, así debe ser, la gran madre de todos tiene razón. Pero Ra
no estaba dispuesto a obedecer la sentencia. Entonces, debió conformarse con su
desobediencia y una abierta oposición. Los dioses abandonaron la sala después de
que Ra se hubo retirado a un rincón mostrando su enfado.
Mas otro día vino Hathor, la hija de Ra. Ella lo reconcilió con su suerte y lo
apaciguó amistosamente. Luego reunió él de nuevo a la asamblea judicial. La
discusión fue reabierta con reclamos y reconvenciones. Seth se adelantó y ponderó
en alta voz los méritos en cuanto al rumbo ininterrumpido de la barca solar y
solicitó los servicios de Osiris. Cuando hubo terminado su intervención, todos los
dioses estuvieron de acuerdo con él. Pero Thot y Horus protestaron airadamente en
contra de ello, de que no se podía ofrecer la autoridad al hermano de la madre y al
mismo tiempo dejar que el hijo se fuese con las manos vacías. No obstante Ba, quien
de repente se encontró en la función de portavoz del grupo mayor, afirmó que no
era posible que se ofreciera la autoridad a un niño mientras que el hermano mayor
se retiraba con las manos vacías. Esto recogió los aplausos de Ra. Por eso él amparó
a Ba de Mendes. Mas cuando la enéada observó que Ra quería imponerse, expresó el
deseo de que todos obraran de acuerdo a sus planes originales y que no actuaran
como ahora pretendía el gran señor Ra.
Pero Isis se levantó y se dirigió a buscar a Atum y Khepre para traerlos como
árbitros. Y esto repugnaba a la enéada. Por ello buscaron otro camino para hacer
debida justicia. Pero Seth juró no volver a presentarse ante el tribunal mientras ahí
estuviese Isis.
Tras lo cual Ra aplazó el juicio en la ʺIsla del Medioʺ y prohibió al barquero
conducir a la otra orilla a Isis. Pero Isis se disfrazó de una anciana, que quería llevar a
su hijo harina para sus comidas tempranas. Sobornó al barquero, que no quería
cruzarla, dándole un anillo. Y cuando apenas hubo alcanzado la otra vera ya en la isla,
se transformó detrás de un arbusto en una joven muy hermosa como desde hacía
mucho tiempo no se veía en Egipto. Entonces se presentó ante Seth y trató de alejarlo
de entre los dioses con jugueteos amorosos. Y Seth la siguió gustosamente porque le
apetecía una aventura así. Cuando se hubieron escondido detrás de un sicomoro, Isis
le dijo que ella era la viuda de un pastor cuyos rebaños eran cuidados por su hijo. Pero
que ahora ella necesitaba urgentemente la ayuda de un hombre fuerte pues un pastor
extranjero se había establecido junto a ellos y quería echar afuera a su hijo. Seth, que‐
riendo simpatizar de buen grado con ella, le prometió en seguida su ayuda, puesto que
en Egipto nunca debería abandonarse un ganado a un extranjero mientras hubiese un
49
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
solo hombre desocupado. En ese momento se irguió Isis transformándose en un pájaro
gigantesco y diciéndole a Seth, mientras se elevaba al cielo: con esto te has condenado
a ti mismo.
Entonces, Seth se levantó muy enojado y volvió al círculo de los otros dioses. Ra
observó el mal humor de Seth y le inquirió la causa. Entonces, Seth confesó lo que
había dicho embaucado por el ardid de Isis. Y Ra no pudo menos que convenir en que
Seth se había condenado a sí mismo. Y para aplacar a Seth accedió a castigar al
barquero con la pérdida de sus pies.
A la noche, Atum y Ra invitaron a la enéada a coronar a Horus con la corona
blanca del Alto Egipto y por ende investirlo del cargo de su padre Osiris. Esto fue lo
que hicieron los dioses de la enéada. Pero Seth no se dio por satisfecho. Instó a Ra para
que ordenase los arreglos a fin de celebrar una prueba de fuerza. Esta vez tendrían que
transformarse en hipopótamos y dirimir el combate en el agua. Durante la batalla, Isis
surgió sobre la orilla quejándose a viva voz. Para ayudar a su hijo confeccionó un
arpón y lo tiró al agua. En esas circunstancias, su hijo pisó el arpón profiriendo agudos
chillidos. Entonces Isis, horrorizada, hizo desprender el arpón del cuerpo de Horus
por intermedio de un hechicero y lo arrojó una vez más al agua. Ahora fue Seth quien
se lo clavó bramando de dolor y molestando Mí a su hermana que por compasión
procuraba no herirlo. E Isis accedió a sus ruegos. Entonces Horus desistió de la lucha,
salió del agua, le arrancó la cabeza a su madre y subió con ella a una montaña donde
se acostó bajo un árbol y se durmió.
Pero cuando Ra y la enéada vieron lo que Horus había hecho decidieron castigarlo
y a Isis darle una cabeza de vaca. Y Seth se fue, lo encontró primero y le arrancó los
ojos. Luego continuó su camino después de haber dicho a Ra que no había encontrado
a Horus. Y en ese momento llegó Hathor por el camino y con la leche de una gacela
sanó y restableció los ojos a Horus y lo condujo ante la enéada. Ahí también fue
mandado Seth. A ambos les ordenó Ra que a partir de ese momento debían vivir en
concordia y cesar de pelearse por el cargo real.
Y entonces ambos se disuadieron. Seth invitó a Horus a celebrar juntos una fiesta
en honor a su reconciliación. Y durante la noche durmieron los dos juntos. Y Horus fue
suficientemente astuto como para recoger en su mano el semen de Seth cuando éste le
deslizó su miembro entre los muslos. Él le llevó el semen a su madre mientras Seth
dormía. Pero Isis le cortó la mano a Horus, la echó a las aguas y ejerciendo sus
encantamientos le produjo una nueva. Y de Horus tomó ella semen y con él
humedeció la temprana fertilidad de Seth. Ahora, cuando a la mañana siguiente Seth
se presentó ante el tribunal para declarar que Horus era indigno de ser entronizado,
porque durante la noche él le habría hecho el amor, Isis demostró ser otra vez la más
inteligente. Pues cuando Thot citó el semen de Seth, éste respondió del fondo de las
50
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
aguas adonde Isis había arrojado la mano de Horus. Y cuando Horus dijo en ese mo‐
mento que él había cohabitado con Seth, y Thot llamó al semen de Horus, respondió
éste desde la cabeza de Seth. Thot ordenó entonces que saliera de ahí. Y surgió a
manera de corona sobre la cabeza de Seth. Pero Thot la tomó y se la colocó a Horus y
por lo tanto lo coronó una nueva vez.
Mas Seth, sabiéndose seguro siempre de apoyo del gran Ra, se empeño en sostener aun
otro combate con Horus. Decidieron a cuál mejor con barcas de piedra. Horus ganó
también esta contienda pues había construido su barca con madera y después la había
cubierto de estuco como si fuera de piedra mientras que Seth había extraído piedras de
la montaña para elaborar su barca. De ese modo la barca de Seth se hundió
rápidamente. Horus se hundió igualmente cuando Seth volcó su bote habiéndose
transformado en hipopótamo, y los dioses le impidieron que matara a Seth con el
arpón.
Pero Horus fue río abajo hasta Sais, a lo de la gran madre Neith, para pedirle
consejo y ayuda. Y Thot propuso solicitar a Osiris su parecer. Pero Osiris tomó partido
por su hijo y exhortó a los dioses que recordaran que él era el dios de la fertilidad y
que decidía también sobre la prosperidad o la perdición de los dioses, cuando él hacía
crecer las aguas del Nilo o bien al retenerlas. Pero Ra no quería transigir e hizo saber a
Osiris que sin él nadie podía vivir tampoco ya que ni la cebada ni el trigo podrían
crecer sin él. Y como él recibió la respuesta de Osiris, quien dominaba a todos los
dioses, hizo observar que él era el señor del infierno y que podría destraillar a todos
los demonios para destruir al mundo y a los dioses no bien así él lo dispusiera.
Esta vez todos confirieron a Horus el derecho a la toma de posesión de los dos
dominios y no se dejaron inducir por Seth en consentir un nuevo combate. Varias
veces pidieron a Isis que condujera a Seth al suplicio. Así apareció Seth, atado por Isis,
ante los dioses. Y cuando él se dio cuenta de que debía morir se sometió sin más
réplica y prometió a Horus absoluta fidelidad. Entonces los dioses brindaron de júbilo
y ponderaron a Horus como ʺel único rey, el rey perfecto de ambos territorios hasta la
eternidadʺ.
Ptah preguntó por lo que le pasaría a Seth. En ese momento Ra se ofreció a
incluirlo en su séquito. Él quería conservarlo en los cielos como a su hijo y entregarle el
trueno para que los hombres no cesaran nunca de temerle.
Otros cuentan que mucho más tarde Horus hubo sido llevado por su madre Isis a
luchar contra Seth para vengar la muerte de su padre y la profanación de su cadáver.
Es que Isis había encontrado el cadáver de su padre y lo había ocultado. Pero Seth, que
seguía todos los pasos de su hermana, lo había encontrado y desmenuzado y
desparramado por todo el país. Pero Isis logró que los grandes dioses asignaran a
Horus el reinado de Osiris sobre la Tierra y a Osiris el reinado de Aminte.
51
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Mas cuando Seth se disponía a disputarle a Horus el imperio, apareció Osiris junto
a Horus a fin de preparar a éste para el combate. A su requerimiento le dio un
caballo. Y así se encaminó Horus empujando delante de sí a Seth, del Este hacia las
puertas del Occidente, del Norte hasta las fronteras del Sur, hasta que pudo echarle
grillos. De esta manera lo trajo ante su madre Isis. Y ésta le hizo abjurar
eternamente venganza y jurar eterna obediencia a Horus quien, como señal de su
victoria, le colocaría el pie sobre la cerviz. Luego de que Seth hubo jurado también
por su séquito, Thot los dejó a éstos libres e incorporó a Horus a su servicio.
T. Pir. 1668, 296; 2011; 14; L.m. cap. 182, 19, 183, 11; Spiegel, Disputa entre Horus
y Seth, Pap. Chester Beatty, Nr. 1: Plutarco, De Iside et Osiride, 18‐19; T. Pir. 581, 587,
626, 635.
Extraído de Beltz, Walter. “Mitos egipcios”, Ob.cit., Págs. 63 a 69.
2.7. INSCRIPCIONES
INSCRIPCIONES
ESTELA DE NAQADA
Inscripciones funerarias realizadas durante la VII Dinastía.
Ofrenda que hacen el rey y Anubis (dios con cabeza de chacal, relacionado
con los cementerios), que está en su montaña y en la casa de los embalsama‐
mientos, señor de la necrópolis. Sea enterrado el portador del sello real, com‐
pañero sin par, escriba‐jefe de las tripulaciones, juez, escriba‐jefe, Ni‐hebsed‐ Pepi,
en su tumba, que está en el buen desierto de occidente. Ésta ha tomado su mano,
52
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
él ha llegado a tierra, ha cruzado el firmamento. Que el desierto de occidente le dé
sus manos en paz, en paz ante el gran dios. Ofrenda que hacen el rey y Anubis, a
fin de que se hagan ofrendas fúnebres al portador del sello real, compañero sin
par, honrado por Osiris, Ni‐hebsed‐Pepi.
[Encima de la cabeza de la mujer] Su esposa, su amada, ornato regio, sacer‐
dotisa de Hathor, Sepi (H. G. Fischer, Inscriptions from the Coptite Nome: dy‐ nasties
VI‐XI [1964], n.° 5; Lichtheim, 1973‐1980 [01], I, pp. 17‐18).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”. Crítica,
Barcelona, 2000. Pág. 169
INSCRIPCIÓN EN LA TUMBA DE SHESHI (DINASTÍA VII) EN SAQQARA
Vine de mi ciudad, bajé de
mi nomo,
hice justicia en beneficio de su señor,
le satisfice con lo que es de su gusto.
Hablé con verdad, obré rectamente,
hablé con justicia, repetí con justicia,
aproveché el momento oportuno
para ponerme a bien con el pueblo.
53
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Juzgué entre dos de forma que dejé contentos a ambos;
libré al débil del que era más fuerte que él
en la medida que pude.
Di pan al hambriento, vestí <al desnudo>,
llevé a tierra al que no tenía barca.
Enterré al que no tenía hijos,
hice una barca para el que carecía de ella.
Respeté a mi padre, complací a mi madre,
crié a sus hijos.
Así habla aquel cuyo apodo es Sheshi.
(Urt I, 198‐200; Lichtheim, 1973‐1980 [01], I, p. 17.)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 179
INSCRPCIÓN DE ANKHTIFY, MONARCA DE HIERACOMPOLIS (DINASTÍA VI)
El Príncipe, Conde, Portador del Sello Real, Compañero Sin Par, Sacerdote
Lector, General, Jefe de Escoltas, Jefe de las Regiones Extranjeras, Gran Jefe de los
nomos de Edfú y Hieracómpolis, Ankhtify, dice:
«Horus me trajo al nomo de Edfu para que viviera, prosperara, sanara y se
restableciera, y así (lo) hice. Pues Horus deseaba que se restableciera porque me
trajo para que lo restableciera.
54
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
«Encontré la Casa de Khuu (Edfú) inundada como un pantano, abandonada
por aquel al que pertenece, en poder de un rebelde, en manos de un malvado.
Hice que un hombre abrazara al causante de la muerte de su padre, al causante
de la muerte de su hermano, para que se restableciera el nomo de Edfú. ¡Qué feliz
fue el día en que vi reinar el bienestar en este nomo! No se admitirá ningún poder
en el que aliente el calor de la discordia, ahora que han sido suprimidas todas las
formas del mal que odia el pueblo!» (Vandier, 1950; Schenkel, 1965, n.ʺ 37;
Lichtheim, 1973‐1980 [01], I, pp. 85‐86).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 186
INSCRIPCIÓN DE AMEHEMES I
Fundación de la dinastía XII
El reinado de Mentuhotep IV (a finales de la dinastía XI) acabó en una serie
de disturbios, durante los cuales Amenenes I se apoderó del trono. Éste
personaje probablemente sea el mismo que el visir de los dos últimos faraones
de la dinastía XI. Su afán por justificar su violenta asunción del poder real se
pone de manifiesto de varias maneras. En primer lugar, adoptó el epíteto de
«Repetidor de los nacimientos», con el cual quería dar a entender que su reinado
supuso el inicio de una nueva era: el renacimiento de un Egipto unificado y
fuerte, a la cabeza del cual estaba él mismo. En segundo lugar fue inventada una
profecía ex eventu, probablemente a instancias suyas. Se la sitúa en la corte de
Snefru (dinastía IV), donde un sabio llamado Neferty vaticina que, tras un
período de doloroso desorden, aparecerá un hombre, identificable claramente
como Amenemes I, que salvará Egipto:
Te muestro el país lleno de tumultos:
El mal armado está fuertemente armado,
uno se prosterna ante el que se prosternaba ante él.
Te muestro arriba lo que estaba abajo,
lo que estaba boca arriba se pone boca abajo.
55
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Los hombres vivirán en el cementerio,
el mendigo adquirirá riqueza,
el grande [tendrá que robar] para vivir.
El pobre comerá pan,
los esclavos serán exaltados.
Ha desaparecido de la tierra el nombre de On (Heliópolis),
cuna de todos los dioses.
Entonces vendrá del sur un rey,
llamado Ameny, el justificado,
hijo de una mujer de Ta‐Sety, natural del Alto Egipto.
Tomará la corona blanca,
portará la corona roja;
se unirá a las Dos Poderosas (es decir, las Dos Señoras = los dos países),
agradará a los Dos Señores (es decir, Horus y Seth = los dos países) con lo
que deseen,
con el círculo de medir los campos en el puño y una espiga en las manos
(objetos utilizados por el faraón en las danzas rituales).
¡Regocijaos, gentes de Su época,
el hijo de hombre hará su nombre eterno!
Los malpensados, los urdidores de traición
dejan de hablar por temor a él;
los asiáticos caerán ante su espada,
los libios caerán ante su llama,
los rebeldes ante su ira, los traidores ante su poder,
pues la serpiente que lleva en su frente domeña a los rebeldes para él.
(Goedicke, 1977; Lichtheim, 1973‐1980 [01],
I, pp. 139‐145.)
Este tipo de «propaganda», cuyo objeto era ganar apoyo para la nueva dinastía,
conforma el contenido de buena parte de la literatura de está época (Po‐ sener, 1956), y
parece que, combinada con un gobierno competente, resultó bastante eficaz. Además el
nuevo faraón trasladó otra vez la sede del gobierno al norte de Egipto: este hecho,
junto con la restauración de la pirámide como forma habitual de enterramiento real,
venía a manifestar de manera visible y palpable el restablecimiento del orden
tradicional: La expansión militar, el comercio, la prosperidad cada vez mayor y una
administración eficiente caracterizaron un período de más de un siglo de relativa
estabilidad política.
Hubo varios elementos que tuvieron una importancia fundamental en el éxito de la
dinastía XII. En primer lugar, Amenemes creó un nuevo centro administrativo cerca de
Menfis (en Lisht, a 65 km al sur de El Cairo), que contribuyó a consolidar el dominio
tebano sobre Egipto. El nombre completo de su nueva capital era Imn‐m‐h3.t ít(w)‐
t3wy («Amenemes domina los dos países»), abreviada habitualmente «Itj‐towy» y
denominada a menudo sólo «la residencia». Casi con toda seguridad estaba fortificada,
56
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
probablemente para hacer frente a cualquier eventual ataque desde Libia o incluso a
las rebeliones locales. Su emplazamiento indica que pretendía controlar el acceso a El
Fayum. Las tumbas reales y por ende también las de muchos funcionarios fueron
trasladadas a esa región del norte (Lisht, Hawara et al.) y de ese modo los funcionarios
relacionados con los cultos fúnebres también se mudaron a vivir allí. Itj‐towyj
probablemente fuera el principal centro del gobierno, como demuestran las órdenes
impartidas de enviar allí el grano para el visir, y desde luego era la sede de un palacio
real (Simpson, 1963). El segundo elemento, singular (en esta forma) durante esta etapa
deja historia de Egipto, fue la instauración de la corregencia. Este método permitía
asociar al ejercicio del poder real al sucesor designado en calidad de corregente. Es
evidente que esta medida era políticamente muy útil, pero, según sostienen algunos,
debió de resultar difícil de instituir en la práctica debido al fundamento religioso de la
monarquía egipcia (Simpson, 1956). Fueran cuales fuesen los problemas que
comportara, lo cierto es que fueron superados. Menos claro resulta hasta qué punto se
puso en vigor esta costumbre. La primera corregencia, la más larga y la mejor atesti‐
guada, es la de Amenemes I y Sesostris I (diez años), pero parece que a partir de
Sesostris Ó cayó en desuso. ¿Se sintió la dinastía lo bastante fuerte para no necesitar
más este puntal? ¿O es que le planteó problemas políticos?
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 191 y 192
INSCRIPCIÓN DE SESOSTRIS III (DINASTÍA XII)
El Horus viviente: Divino de Forma; las Dos Señoras: Divinas de Nacimiento; el
Rey del Alto y Bajo Egipto: Khakaure, vida dada; el Horus‐Áureo
viviente: el Ser; el Hijo del cuerpo de Ra, su bienamado, el Señor de los
Dos Países: Sesostris, vida‐estabilidad‐salud dadas para siempre. Año
16, tercer mes de invierno: el rey puso su frontera meridional en Heh (la
actual Semna):
Puse mi frontera más al sur que mis padres,
he engrandecido lo que me fue legado.
57
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Soy un monarca que habla y actúa,
lo que mi corazón proyecta, lo ejecuta mi brazo,
Soy el que ataca para conquistar, el que es rápido en la victoria,
aquel en cuyo corazón no se duermen los planes.
Considerado con sus clientes, firme en la clemencia,
despiadado con el enemigo que lo ataca.
Soy el que ataca al que lo ataca,
el que se detiene cuando el otro se detiene,
el que responde a una cuestión como conviene.
Detenerse cuando se es atacado equivale a dar alas al corazón del enemigo;
atacar significa valor; retirarse, cobardía;
cobarde es aquel que es desplazado de sus fronteras.
Como el nubio escucha las palabras de la boca,
responderle es obligarle a retirarse.
Atácale y te dará la espalda;
retírate y empezará a atacarte.
No es un pueblo al que se respete,
son malvados, pusilánimes.
Mi majestad lo ha visto, no es ningún bulo.
He capturado a sus mujeres,
me he llevado a sus servidores,
he llegado hasta sus pozos, he matado a su ganado,
segado e incendiado su grano.
¡Así como mi padre vive por mí, digo la verdad!
No son palabras de jactancia las que salen de mi boca.
58
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
En cuanto a aquel hijo mío que mantenga estas fronteras que mi majestad ha
establecido, será hijo mío, nacido de mi majestad.
El verdadero hijo es aquel que defiende a su padre, el que guarda las
fronteras del que lo engendró.
Pero el que las abandona, el que no lucha por ellas, no es hijo mío, no ha
nacido de mí.
Ahora mi majestad ha establecido una imagen de mi majestad, en esta frontera,
que mi majestad ha establecido para que la mantengas, para que luches
por ella
(Ágyptische Inschriften, I, pp. 257‐258; ARE, I, §§ 653‐660; Lich‐ theim, 1973‐1980
[01], I. pp. 118‐120; Parkinson, 1991, n.° 6).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 198
ESTELA DE CAMOSIS (DINASTÍA XVIII)
Divisé a sus mujeres en lo alto de su palacio, mirando desde sus celosías a la
ribera del río, sin que sus cuerpos se agitaran al verme, asomando por las
aspilleras de los muros como las crías de lagartija asoman por las rendijas...
(Smith y Smith, 1976, p. 60).
59
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 208
INSCRIPCIÓN DE AMOSIS (HERMANO DE CAMOSIS DE TEBAS – DINASTÍA XVIII)
Entonces, después de haber puesto casa (es decir, cuando me casé), me metieron en la
nave del «Norte» por ser valiente. Seguí al soberano a pie mientras él marchaba montado
en su carro. Cuando se puso sitio a la ciudad de Ávaris, combatí valerosamente a pie en
presencia de su majestad. Luego fui destinado a la nave «Amanecer en Menfis». Más
tarde se combatió en el agua, en el «Pjedku» de Ávaris. Hice una captura y me llevé una
mano (o sea, en prueba de haber dado muerte a un soldado enemigo). Cuando se
informó del hecho al heraldo real, se me concedió el oro del valor.
Entonces combatieron de nuevo en este lugar; una vez más realicé una captura y me
llevé una mano. De nuevo se me concedió el oro del valor. Hubo entonces luchas en
Egipto, al sur de esta ciudad, y me llevé una mano con un prisionero vivo. Me metí en el
agua —pues había sido capturado a las afueras de la ciudad— y crucé el agua con él.
Cuando se informó del hecho al heraldo real, se me concedió una vez más el oro. Luego
Ávaris fue saqueada y obtuve un gran botín: un hombre y tres mujeres; en total, cuatro
personas. Su majestad me los concedió en calidad de esclavos. Entonces pusimos sitio a
Sharuhen (al sur de Palestina) durante tres años. Su majestad la saqueó y obtuve un gran
botín, dos mujeres y uña mano. Entonces me concedieron el oro del valor, y mis cautivos
me fueron entregados como esclavos (Urk IV, pp. 1‐11; ÁRE, II, §§ 1‐82; Lichtheim, 1973‐
1980 [01], H, pp. 12‐15).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 219
ESTELA DE LA RESTAURACIÓN DE TUTANKAMÓN (DINASTÍA XVIII)
60
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Si uno elevaba sus preces a un dios pidiéndole algo, no acudía. Si uno dirigía
sus súplicas a una diosa, tampoco acudía. Sus corazones se habían debilitado
porque lo que se había hecho había sido destruido (Bennett, 1939, líneas 9‐10).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 233
ESTELA DE LA ESFINGE (AMENOFIS II, DINASTÍA XVIII)
Así pues. Su Majestad apareció entonces como rey, como un hernioso joven
bien desarrollado, sobre cuyos muslos llevaba cumplidos dieciocho años con
fortaleza. Era experto en todas las obras de Mont (dios de la guerra); no tenía
igual en el campo de batalla. Era experto en los caballos; no había otro como él en
este ejército tan numeroso. Ningún soldado podía tender su arco; nadie era capaz
de acercársele en la carrera.
Fuerte de brazos, infatigable cuando cogía el remo, bogaba en la popa de su
nave‐halcón como primer remero al frente de doscientos hombres. Cuando
descansaban después de llevar remando media milla, todos se sentían débiles,
con el cuerpo flojo y sin aliento, mientras que Su Majestad conservaba la fuerza
sobre su remo de veinte codos (c. 10 m) de largo. No detenía ni fondeaba su nave‐
halcón hasta que no había hecho tres millas remando ininterrumpidamente sin
abandonar el puesto. Los rostros se iluminaban al verlo. Tendía trescientos arcos
durísimos, midiendo la destreza de los hombres que los habían fabricado, para
poder diferenciar a los menos hábiles de los hábiles. Llegó asimismo a hacer las
siguientes obras que se someten a tu atención. Al entrar en su jardín del norte
encontró levantadas para él cuatro dianas de cobre asiático, de un palmo de
espesor, con una separación de veinte codos entre cada una. Entonces Su
Majestad apareció montado en el carro como Mont en todo su poder. Tendió su
arco al tiempo que sujetaba cuatro dardos en la mano. Salió al galope hacia el
norte disparándolos, como Mont en su panoplia, y cada flecha asomaba por la
parte trasera de la diana mientras que él se lanzaba impertérrito hacia la
siguiente. Fue una hazaña nunca realizada hasta entonces, de la que nunca se
había tenido noticia: disparar una flecha contra una diana de cobre y atravesarla
hasta dar en el suelo —(algo realizado) únicamente por el Rey rico en gloria, al
que Amón ha hecho fuerte, el Rey del Alto y el Bajo Egipto, Aakheprure,
guerrero semejante a Mont.
61
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 244
INSCRPCIÓN TRIUNFAL DE RAMSES II (DINASTÍA XVIII)
(Fecha, nombres y títulos de Ramsés II)
En este día, mientras Su Majestad estaba en la ciudad de Per‐Ramsés, Meri
Amón, haciendo las delicias de su padre, Amón‐Ra, Harakhti, Atum, señor de
los dos países, el heliopolita, Amón de Ramsés Meri‐Amón, Ptah de Ramsés
Meri‐Amón, y [Seth], el Grande en Fuerza, el hijo de Nut, según van
concediéndole una eternidad de jubileos y una infinidad de años de paz,
mientras todas las tierras y todos los países extranjeros se postran bajo sus
sandalias para siempre; llegó el enviado real, el delegado de la unidad de
carros, Anti‐h[etep], el enviado real [... el enviado real ... el mensajero [del]
país [Kheta ... Tili]teshub, el seg[undo m]ensajero de Kheta, Ra[mosis], (y) [el
mensaj]ero de [Carch]emish, Piyassili(?), con la tablilla de plata, [que] el gran
príncipe de Kheta, Hattusili, había traído al Faraón —¡vida, prosperidad,
salud para él!— con el fin de pedir la [pa]z [a Su Majestad, el rey del Alto y el
Bajo Egipto, User‐maat‐Re], Setep‐en‐Re, hijo de Ra, Ramsé[s] Meri‐ Amón, al
que den vida por siempre jamás, lo mismo que su padre Ra cada día (Kitchen,
1968‐, II, pp. 225 y ss.; ARE, m, §§ 367‐391; ANET, pp. 199‐201; TUAT, 1/2, pp.
143‐153).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 247
62
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
INSCRIPCIÓN EN ESCARABEO CONMEMORATIVO (AMENOFIS III – DINASTÍA
XVIII)
Maravillas traídas a Su Majestad: Gilukhepa, hija de Shuttama, príncipe de Naharin (es
decir, rey de Mitanni), con la parte principal de su séquito, compuesto de trescientas
diecisiete mujeres («Escarabeo del casamiento» correspondiente al Año 10: Urk. IV, pp.
1.737‐1.741).
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 250
INSCRIPCIÓN EN ESTELA DE NEFERABU (DINASTÍA XVIII)
Soy un hombre que juró en falso por Ptah, Señor del Maʹat,
y me hizo ver las tinieblas de día.
Daré testimonio de su poder ante el insensato y el sabio,
ante el pequeño y el grande:
¡Cuidaos de Ptah, Señor del Maʹat!
¡Atención, porque no se le escapan los actos de nadie!
¡Absteneos de pronunciar el nombre de Ptah en falso!
¡Cuidado, pues el que lo pronuncia en falso, vedlo aquí, cae!
Me ha hecho ser como un perro callejero,
pues estoy en sus manos;
hizo que hombres y dioses se fijaran en mí,
por ser un hombre que ha pecado contra su Señor.
63
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
¡Justo ha sido Ptah, Señor del Maʹat, conmigo,
cuando me impartió esta lección!
¡Sé clemente conmigo, mírame con compasión!
(Gunn, JEA, 3 [1916], pp. 88‐89; Bierbrier, 1982, p. 98;
Lichtheim, 1973‐1980 [01], II, pp. 109‐110.)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 256
2.8. HIMNOS
HIMNO REAL
Horas: Divino de Forma; las Dos Señoras: Divinas de Nacimiento; Áureo Horas: el
Ser; el Rey del Alto y del Bajo Egipto; Khakaure; el Hijo de Ra: Sesostris — Él se
ha adueñado de los Dos Países en triunfo. ¡Salve, Khakaure, nuestro Horus,
Divino de Forma! Protector del País que ensancha sus fronteras, que aplasta a los
países extranjeros con su corona. Que estrecha a las Dos Señoras enlazándolas en
sus brazos, [que somete a las tierras] extranjeras con un gesto de sus manos. Que
mata a los Arqueros sin descargar un golpe de su maza, dispara el dardo sin
tegjiar la cuerda. Aquel cuyo temor causa espanto a los Arqueros en su tierra, el
miedo al cual arruina a los Nueve Arcos (todos los enemigos tradicionales
de Egipto que rodean sus fronteras), cuya matanza causó la muerte
a miles de Arqueros, [aquel que llegó] a invadir sus fronteras. El que
dispara el dardo como Sakhmet, cuando derribó a los miles que
ignoraban su poder. La lengua de su majestad sujeta a Nubia, sus
manifestaciones hacen a los asiáticos postrarse de hinojos. Joven sin
par que combate por sus fronteras, sin dejar que sus súbditos se
preocupen. El que deja dormir al pueblo hasta que amanece; que los
64
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
jóvenes duerman, su corazón los protege. ¡Aquel cuyas órdenes
trazaron sus fronteras» cuyas palabras unieron las Dos Riberas!
(Grapow, 1953; Lichtheim, 1973‐1980 [01], I, pp. 198‐199.)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 1 93
HIMNO A ATÓN (AKHENATÓN – DINASTÍA XVIII)
La tierra resplandece cuando amaneces en el país de la luz,
cuando brillas como el Atón de lá mañana;
cuando disipas las tinieblas,
cuando extiendes tus rayos,
los Dos Países están de fiesta.
Despiertos se yetguen sobre sus pies,
tú los has levantado;
una vez lavados y vestidos sus cuerpos,
sus brazos adoran tu aparición.
Todas las tierras se ponen a trabajar,
todos los animales pacen sus hierbas;
los árboles y las plantas retoñan,
los pájaros vuelan de sus nidos,
sus alas saludan a tu ka (fuerza vital).
Los rebaños triscan,
65
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
y toda criatura que vuela o anda sobre la tierra vive cuando
amaneces.
Los barcos navegan rumbo al norte y también rumbo al sur, los
caminos se abren cuando te levantas; los peces en el río brincan ante
tu presencia, tus rayos están en medio del mar.
Aquel que hace germinar la semilla en las mujeres, aquel que crea a
los humanos a partir del esperma; el que alimenta al hijo en el seno
de su madre, el que lo tranquiliza para calmar su llanto. Nodriza en
el seno, dador del aliento
con que alimenta a todas sus criaturas. Cuando salen del seno
materno para alentar, el día de su nacimiento, abres su boca de par
en par, satisfaces sus necesidades.
Cuando el pollo dentro del huevo habla en el cascarón,
le insuflas el aliento con el que sustentarse;
cuando lo tienes acabado
para que salga del huevo,
sale del huevo
para anunciar su perfección
y caminando sobre sus patitas sale de él.
¡Cuántas son tus obras,
aunque estén ocultas a la vista,
oh dios único aparte del cual no existe ninguno!
Tú hiciste la tierra como quisiste, tú solo,
a todos los hombres, rebaños y ganados;
todas las criaturas que sobre la tierra caminan sobre patas,
todas las que en lo alto vuelan con alas,
los países de Khor (Siria) y Kush,
la tierra de Egipto.
Pones a cada hombre en su sitio,
66
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
satisfaces sus necesidades;
todo el mundo tiene qué comer,
su edad está contada.
Sus lenguas difieren cuando hablan,
al igual que sus caracteres;
sus pieles son distintas,
pues has hecho diferente a cada pueblo. ,
(Davies, 1903‐1908 VI, pp. 29‐31; ANET. pp. 369‐371; Simpson, 1972 [01],
pp. 289‐295; Lichtheim, 1973‐1980 [01], II, pp. 96‐98.)
Extraído de Khurt, Amelie: “El Oriente próximo en la antigüedad (3000 a 330 a.C.)”, Ob. cit.
Pág. 235 y 236
2.9. SAPIENCIALES
INTRUCCIONES DEL REYAMENEMES I AL RE SESOSTRIS I (DINASTÍA XII)
Tú, que has sido elevado a la dignidad de dios, escucha lo que te digo; ¡gobierna
la tierra, gobierna las riberas, acrecienta tu bienestar! Guárdate de los súbditos
que no son nadie, aquellos de cuyas intrigas uno no es consciente. No confíes en
el hermano, no sepas lo que es un amigo, no tengas intimidad con nadie, es algo
indigno. Cuando te acuestes, guarda tu corazón para ti mismo, pues nadie tiene
partidarios en el día del dolor. Di limosna al mendigo, crié al huérfano, traje dicha
tanto al pobre como al rico; pero aquel que comía mí comida se levantó contra mí,
aquel en quien deposité mi confianza la utilizó para conspirar. Los que llevaban el
lino fino que yo les diera me miraban como si fueran menesterosos,
aquellos que se perfumaban con mi mirra, derramaban (o: pasaban) agua
67
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
mientras la llevaban (significado incierto). ¡Vosotros, mis iguales en vida, mis
socios entre los hombres, llevad por mí un luto como no se ha tenido noticia de
otro semejante, . pues todavía no se ha visto un combate tan grande! Si uno lucha
en la arena olvidándose del pasado, la victoria eludirá a aquel que ignora lo que
debería saber. Era después de cenar, ya había llegado la noche. Llevaba yo una
hora de reposo, acostado en mi lecho, pues estaba preocupado. Cuando mi
corazón empezaba a seguir los pasos del sueño, las armas que debían protegerme
se volvieron contra mí, mientras que yo era como una serpiente del desierto. Me
desperté en medio de la lucha, alerta, y vi que era un combate de la guardia. Si
hubiera echado mano rápidamente a mis armas, habría obligado a los cobardes a
retirarse de inmediato. Pero nadie es fuerte por la noche; nadie puede combatir
solo; ninguna victoria se consigue sin ayuda. Así pues, el derramamiento de
sangre se produjo mientras yo estaba sin ti; antes de que los cortesanos
escucharan que te cedía el puesto; antes de sentarme contigo para aconsejarte.
Pues no estaba preparado para esto, no lo esperaba, no había previsto la falta de
mis servidores (Griffith, 1896; ARE, l, §§ 474‐483; ANET, 418‐419; Lichtheim, 1973‐
1980 [01], I, pp. 135‐139; Parkinson, 1991, n.° 9).
Extaído de Beltz, Walter. Mitos Egipcios, Losada, Buenos aires, 1986. Sin datos de
traducción. Págs. 194
CANCIÓN DE ARPISTA (DINASTÍA XII)
La canción que está en la capilla funeraria del faraón Intef, justificada ante el
cantor que se acompaña con el arpa: Es feliz este
buen príncipe: la muerte es un destino amable.
Una generación pasa, otra perdura,
desde la época de los antepasados. Los dioses que hubo antes descansan en sus
sepulturas, y también los nobles benditos yacen enterrados en sus tumbas. (Sin
embargo) los que construyeron las tumbas han desaparecido,
¿qué fue de ellos?
He. escuchado las palabras de Imhotep y Hardedef, cuyas
sentencias son recitadas íntegramente. ¿Adonde fueron?
68
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
¡Sus murallas se han desmoronado, han desaparecido, como si no
hubieran existido nunca! ¡Nadie vendrá desde allí i hablamos de sus
necesidades, .. I palmar nuestros corazones, hasta que también
nosotros vayamos allí adonde ellos se fueron!
Así pues, regocíjate en tu corazón.
El olvido te favorece;
sigue a tu corazón mientras vivas.
Echa mirra sobre tu cabeza,
vístete con lino fino,
úngete con aceites propios de un dios.
(Acumula tus alegrías,
que tu corazón no decaiga!
¡Sigue a tu corazón y a tu felicidad,
haz en la tierra lo que tengas que hacer como te dicte tu corazón!
Cuando te llegue el día de las lamentaciones, el del Corazón
Apesadumbrado (es decir, Osiris) no escuchará sus lamentaciones,
¡los gemidos no salvan a nadie de la fosa!
Estribillo
¡Desahógate,
no te preocupes por nada!
¡Mira que a nadie se le permite llevarse consigo sus bienes, mira que
quien se marcha ya no vuelve!
(P. Harris, 500; Erman, 1927/1966 [01], pp. 133‐134; ANET, 467‐468;
Lichtheim, 1973‐1980 [01], I, pp. 194‐197; Parkinson, 1991, n.° 56.)
Extaído de Beltz, Walter. Mitos Egipcios, Losada, Buenos aires, 1986. Sin datos de
traducción. Págs. 200 y 201
69
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
2.10. DECRETOS
DE SETI I (DINASTÍA XIX)
Decreto dirigido en la majestad de la corte real en este día (es decir, año 4, 5º
mes, día 1) a(l) visir, (los) magistrados, (los) cortesanos, (los) consejos de oidores,
(el) virrey de Kush, los comandantes, (los) superintendentes del oro, (los) alcaldes
de (las ciudades y los) revisores de campamentos/tribus del Alto y Bajo Egipto,
(los) aurigas, (los) jefes del establo, (los) portaestandartes, todos los agentes
pertenecientes a la hacienda del rey, (y) todas las personas enviadas en alguna
misión a Kush (Edgerton, 1947, pp. 220‐221, líneas 29‐30).
Extaído de Beltz, Walter. Mitos Egipcios, Losada, Buenos aires, 1986. Sin datos de
traducción. Págs. 251
2.11 CARTAS DE TELL‐EL‐AMARNA
EA, N.o 271
Al rey, mi señor, mi panteón, mi dios Sol, dice: Así Milkilu, tu siervo, (5) el
polvo (bajo) tus pies. A los pies del rey, mi señor, mi panteón, mi dios Sol, siete
veces, siete veces, caigo. Sepa (10) que es fuerte la hostilidad contra mí y contra
Suwardata. Proteja el rey, mi señor, su tierra (15) de la mano de los apiru. Si no,
que el rey, mi señor, envíe carros de guerra (20) a recogernos, para que nuestros
súbditos no nos maten.
Además, el rey, mi señor, pregunte (25) a Yanhamu, su siervo, sobre lo que se
hace en su tierra.
RA, XXXI, págs. 125‐136
70
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)
A Milkilu, príncipe de Gézer. Así el rey. Te envío esta tablilla para decirte: He
aquí, (5) te envío Hanya, el comisario de los arqueros, con mercancías, a fin de
tener concubinas hermosas, (es decir), tejedoras; plata, oro, vestidos (de lino), (10)
turquesas, toda (especie de) piedra preciosa, sillas de ébano, así como toda cosa
buena, totalizando 160 deben. En suma: cuarenta concubinas: el precio de cada
concubina es cuarenta (siclos) de plata. (15) Por consiguiente, envía concubinas
muy hermosas y sin tacha. (19) Y diga el rey, tu señor, a ti: “Esto es bueno. Para ti se
ha decretado vida”. Sabe que (25) el rey está bien, como el dios Sol. Sus tropas, sus
carros de guerra, sus caballos están muy bien. He aquí, el dios Amón ha puesto el país
alto, (30) el país bajo, el sol levante y el sol poniente debajo de los pies del rey.
Extraído de Pritchard, J. “La sabiduría del antiguo oriente”. Ediciones Garriga,
Barcelona, 1966. Págs. 371 y 372. Traducido del inglés por Dr. J.A.G. Laraya.
71
Hi 14.109‐Fuentes Cercano Oriente Mesopotamia‐Haití‐Egipto (parte 1)