Está en la página 1de 6

INSTITUCIONAL V

La conceptualización de la ES es una tarea que ha atraído a diversos autores; para el caso de


Latinoamérica se pueden rastrear varias propuestas estructuradas por autores como Paul
Singer, Luis Razeto, José Luis Coraggio y Pablo Guerra, entre otros, quienes han enriquecido las
definiciones de la ES y, en casos como el de Singer, lo ha traducido en términos de políticas
públicas.

Actualmente uno de los principales teóricos en América Latina de la ES es el chileno Luis


Razeto, quien centra su preocupación en torno a la solidaridad como una cooperación integral
que casi nunca se ha insertado dentro del discurso económico, que tiene una actuación menos
condicionada y prácticas más duraderas. Razeto, observa cómo en las construcciones teóricas
de las escuelas económicas nunca aparece la solidaridad dentro de los marcos conceptuales —
y menos aún en la intención de evidenciarlo en las prácticas— y señala que “las palabras
‘economía’ y ‘solidaridad’, siendo habituales tanto en el lenguaje común como en el
pensamiento culto, forman parte de ‘discursos’ separados” (Razeto, 1997, p. 95).

Razeto dice que la inserción de la solidaridad en la economía no significa que no haya nada de
solidaridad en la actual economía, sino que además afirma que es necesario reconocer su
presencia actual por tres razones: 1) por una necesidad de objetividad científica; 2) porque no
se puede pretender pensar en la ES si no hay algo de solidaridad en las organizaciones y en el
mercado actual, y 3) para evitar un mal entendido: considerar la ES como algo diferente u
opuesto a la economía de empresas y a la economía de mercado.

En la conceptualización que Coraggio hace de la economía social, incorpora los movimientos


emergentes y sus respectivas propuestas, estas “iniciativas pueden ser más o menos
anárquicas y antisistémicas o responder a proyectos explícitos de construcción de otro sistema
social o político” (Coraggio, 2002). Esto permite que, a diferencia de Razeto, se deslinde de la
búsqueda de un concepto único refinado de ES, y la entienda más bien como un concepto en
construcción. A partir de sus estudios sobre Ecuador, Coraggio (2013) analiza la ES desde la
intersección de la economía popular y la economía solidaria, identificando tres sectores de la
economía: público, empresaria capitalista y popular). El autor plantea la eficiencia del sistema
económico de la ES, así:

El enfoque de Economía Social y Solidaria es sistémico y no trata de una


economía dual, con un sector de economía para pobres sino que se distingue
por no pretender separar la lógica económica de la lógica social en el usual
esquema: crecer y luego distribuir (Coraggio, 2002, p. 1).

De acuerdo con algunas legislaciones vigentes, existen tres sectores económicos: el estatal, el
empresarial y el solidario. En la compilación de las definiciones de ES encontramos que en Colombia
la ES se ubica dentro del tercer sector de la economía, como muestra la figura 1, tomada de la página
de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias, adscrita al Ministerio del Trabajo.
La ES se ubica entonces en el tercer sector o el sector solidario. En la figura 1 se presentan los tres
sectores, y específicamente el sector solidario se divide en dos: 1) la economía solidaria, conformada
por las cooperativas, los fondos de empleados y las asociaciones mutuales, y 2) las solidarias de
desarrollo, al que pertenecen las fundaciones, las corporaciones, las asociaciones, los grupos de
voluntariado y los organismos comunales.

En conclusión, podemos definir la ES como el


tercer sector económico de nuestro de país, conformado a su vez por varios tipos de
organizaciones (que veremos más adelante). También podemos ver la evolución que este
sector ha tenido en América Latina y las posiciones de los principales autores en la materia. Las
organizaciones solidarias se caracterizan por buscar el bien común por medio de la justicia, la
cooperación, la reciprocidad y la mutualización de los recursos.

Lo que Razeto pretende con esta denominación es introducir la solidaridad a las diversas fases
del proceso económico, es decir, a la producción, distribución y consumo, para sobrepasar seis
aspectos que él define como “motivos y caminos de la economía de solidaridad”. Estos son:

1. La pobreza creciente en América Latina.

2. La necesidad de mejorar las condiciones laborales.

3. La importancia de desarrollar formas económicas alternativas.

4. El afán de desarrollo para nuestro continente.

5. La crisis ecológica actual.

6. La pérdida de valores y principios humanistas y cristianos.

Principios cooperativos

Los principios son los lineamientos por medio de los cuales las organizaciones de la economía
solidaria ponen en ejercicio sus valores. Estos son (Cooperativas de las Américas, s. f.):

Primer Principio: Membresía abierta y voluntaria

Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para todas aquellas personas
dispuestas a utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades que conlleva la
membresía sin discriminación de género, raza, clase social, posición política o religiosa.

Segundo Principio: Control democrático de los miembros

Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes
participan activamente en la definición de las políticas y en la toma de decisiones.

Los hombres y las mujeres elegidos para representar a su cooperativa, responden ante los
miembros.
En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho de voto (un miembro, un voto),
mientras en las cooperativas de otros niveles también se organizan con procedimientos
democráticos.

Tercer Principio: Participación económica de los miembros

Los miembros contribuyen de manera equitativa y controlan de manera democrática el capital


de la cooperativa. Por lo menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa.

Usualmente reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre el capital suscrito como
condición de membresía.

Los miembros asignan excedentes para cualquiera de los siguientes propósitos: el desarrollo de
la cooperativa mediante la posible creación de reservas, de la cual al menos una parte debe ser
indivisible; los beneficios para los miembros en proporción con sus transacciones con la
cooperativa; y el apoyo a otras actividades según lo apruebe la membresía.

Cuarto Principio: Autonomía e independencia

Las cooperativas son organizaciones autónomas de ayuda mutua, controladas por sus
miembros.

Si entran en acuerdos con otras organizaciones (incluyendo gobiernos) o tienen capital de


fuentes externas, lo realizan en términos que aseguren el control democrático por parte de sus
miembros y mantengan la autonomía de la cooperativa.

Quinto Principio: Educación, formación e información

Las cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes electos,
gerentes y empleados, de tal forma que contribuyan eficazmente al desarrollo de sus
cooperativas.

Las cooperativas informan al público en general, particularmente a jóvenes y creadores de


opinión, acerca de la naturaleza y los beneficios del cooperativismo.

Sexto Principio: Cooperación entre cooperativas

Las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y fortalecen el movimiento

cooperativo trabajando de manera conjunta por medio de estructuras locales, nacionales,

regionales e internacionales.

Séptimo Principio: Compromiso con la comunidad

La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de políticas


aceptadas por sus miembros.
En Colombia los diferentes tipos de organizaciones de la economía solidaria se encuentran
definidos en la Ley 454 de 1998. Estas organizaciones son las cooperativas; los organismos de
segundo y tercer grado que agrupen varias cooperativas y otras formas asociativas; otras
instituciones de la Economía Solidaria; las empresas comunitarias; las empresas solidarias de
salud y las precooperativas. Otros tipos de organizaciones que aparecen en la Ley 454 son los
fondos de empleados, las asociaciones mutualistas, las empresas de servicios en las formas de
administraciones públicas cooperativas y las empresas asociativas de trabajo.

La Confederación Colombiana de Organizaciones No Gubernamentales (CCONG) declaró en el


2005 los principios de las Organizaciones Solidarias de Desarrollo en Colombia. Estos son:

• Hacer el bien público.


• Acabar con la pobreza, impedir la impunidad, trabajar por la equidad y por una sana
convivencia.
• Promover el derecho internacional humanitario y la defensa de los derechos
fundamentales.
• Revivir los valores éticos.
• Favorecer la mejora de los bienes y valores del capital social.
• Estimular la formación de la sociedad civil para lograr el ejercicio de la democracia
por medio de la participación ciudadana.
• Suscitar el desarrollo social del país y de los colombianos.
• Gestionar mayor inversión y productividad social por parte de los tres sectores de
la economía.

1.2.3.1 Fundaciones
El número de fundadores de estas organizaciones es de mínimo una persona, no hay valor
mínimo para comenzar, sin embargo se debe contar con una base para comenzar. No tiene
una forma organizacional definida formalmente. Se regulan por medio de sus estatutos y no
tienen ánimo de lucro. Las fundaciones son organizaciones creadas por una persona natural o
jurídica con el objetivo de realizar beneficencia pública, utilidad de la comunidad o de interés
social.

1.2.3.2 Corporaciones
El número mínimo de fundadores para las corporaciones es de dos personas naturales o
jurídicas. Pueden variar de objetivo legal por decisión de los asociados. Los aportes que
realizan sus miembros son voluntarios y no retornables. Es una organización del sector
solidario, sin ánimo de lucro y se regula por sus estatutos. Este tipo de organización aparece
por el interés de varias personas, las cuales están vinculadas mediante aportes en dinero,
especie o actividad, o a un gremio o grupo social particular.
1.2.3.3 Asociaciones
Las asociaciones no tienen un número mínimo o máximo de fundadores o de miembros, la
adhesión es libre y se conforman por un grupo de personas que compartan intereses, por
ejemplo ingenieros, médicos, economistas, etcétera. Es un tipo de empresa sin ánimo de
lucro. Se regula por sus estatutos y se consideran solidarias de desarrollo en la medida en que
sus esfuerzos sean realizados para el beneficio externo y no interno.

1.2.3.4 Organismos de acción comunal


De acuerdo con el artículo 6 de la Ley 743 de 2002, los organismos de acción comunal “son
una expresión social organizada, autónoma y solidaria de la sociedad civil, cuyo propósito es
promover un desarrollo integral, sostenible y sustentable construido a partir del ejercicio de
la democracia participativa en la gestión del desarrollo de la comunidad”. Estos organismos
pueden ser de primero, segundo, tercer y cuarto grado (en seguida los definimos), de
acuerdo con el cual tendrán estatutos según las definiciones, los principios y los fundamentos
consagrados en la Ley 743. Estos estatutos regulan plenamente la organización.

Las empresas cooperativas son organizaciones sin ánimo de lucro, creadas por
trabajadores o usuarios quienes son a la vez aportantes y gestores de la empresa. Estas
empresas son creadas para responder a una necesidad de bienes o servicios. Por este
motivo, las cooperativas producen bienes y servicios para satisfacer necesidades de sus
asociados y de la comunidad donde se encuentran. Las cooperativas se pueden diferenciar
de acuerdo con su objeto y según los servicios ofrecidos. Según su objeto, observamos las
cooperativas de distribución o de comercialización de productos, de trabajo asociado —
cuando los trabajadores se asocian para llevar a cabo una tarea—, las cooperativas
agropecuarias, las cuales están organizadas para producir productos agrícolas o pecuarios,
como las cooperativas ganaderas, porcinas, piscícolas, las cooperativas de educación
como las universidades cooperativas, las cooperativas de transporte, las cooperativas de
vivienda, etcétera. Según los servicios, las cooperativas pueden ser especializadas —
cuando solamente producen un tipo de servicio o producto, como por ejemplo cereales o
cooperativas de frutas, de salud, de educación, de transporte—, multiactivas —cuando
producen diversos tipos de productos, por ejemplo cereales, leche, carne y frutas— e
integrales cuando participan en toda la cadena productiva, por ejemplo una cooperativa
lechera pero que también produce yogur, quesos, mantequilla y además distribuye bajo
una marca propia hasta que el producto llegue a manos del consumidor final.

3.3 Identidad cooperativa


De acuerdo con lo que hemos visto en esta unidad, y con lo recordado de las otras unidades,
podemos concluir que las empresas del sector solidario son competitivas y que se parecen a las
empresas de los sectores privado y estatal, la diferencia principal es que se basan en los valores
del sector solidario y en los principios. Estos dos factores conforman la identidad del sector
solidario y como empresa también lo podemos llamar cultura organizacional.

Hemos visto que en Colombia la organización del sector solidario más representativa en cuanto
a empleo son las cooperativas multiactivas, las cuales tienen igualmente una identidad que las
caracteriza. Esa identidad se ha visto fragilizada por la creación de grandes grupos cooperativos
a nivel mundial. A continuación presentamos un estudio realizado por Vargas-Prieto (2013) en
Francia. El paso de las cooperativas a un modelo de gobernanza híbrido se ha traducido en una
serie de efectos negativos sobre la relación entre la cooperativa y sus miembros. Estos efectos
se analizan a través de la descripción de la crisis de identidad de los grupos cooperativos
realizado por Côté (2001). Podemos distinguir entonces tres efectos principales (3.3.1). Vargas-
Prieto (2013) ilustra estos efectos usando ejemplos en grupos cooperativos agrarios franceses
(3.3.2).

También podría gustarte