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Oblación

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Para otros usos de este término, véase Korbán.
No se debe confundir con ablación o ablución.

Marco Aurelio y su familia ofreciendo un sacrificio (bajo relieve, Museo Capitolino de Roma).

El término oblacion (del latín oblatio, "ofrenda") alude a una ofrenda o sacrificio que se realiza
a una divinidad.1 Este sacrificio, en un sentido más primitivo, corresponde a la ofrenda de un
don perceptible por los sentidos, como manifestación externa de la veneración hacia el dios,
aunque puede tener connotaciones más espirituales y abstractas.
La ofrenda no se convierte en sacrificio sino hasta que el don visible sufre una transformación
como, por ejemplo, al ser muerto, al derramar su sangre, al quemarlo, etcétera.
Algunas culturas, como los tirios, los cartagineses y algunas tribus galas hacían sacrificios
humanos en honor a Baal, Moloch, Teutates, etcétera.[cita requerida]
En las civilizaciones de la región de Mesoamérica, desde mayas, toltecas y aztecas y la mayor
parte de las culturas de la América prehispánica, el sacrificio humano fue un aspecto
fundamental, y se instauraba como una necesidad "divina" (en realidad, no eran dioses como
los occidentales, sino más bien energías) el hecho de efectuar diversas mutilaciones y torturas
a las víctimas ofrendadas con el fin de calmar la sed de sus deidades sedientas de sangre
humana, la cual, dentro de sus creencias, era el alimento de los dioses.[cita requerida]
En Grecia y Roma, se ofrecían sacrificios a todas las divinidades y consistían en animales de
los dedicados a cada una. Por ejemplo, el caballo a Neptuno, el chivo a Baco y fuera de estos
casos en bueyes, toros, carneros y tratándose de pobres, en corderos y aves (gallos, palomas,
etcétera). La inmolación consistía en un principio en derramar sobre la cabeza de la víctima
harina de trigo puro mezclada con sal, pero más adelante se llamó inmolación al sacrificio
completo. El sacrificio de cien bueyes recibía el nombre de hecatombe.2

Índice

 1El sacrificio judeocristiano


o 1.1La oblación crística
 2Véase también
 3Referencias

El sacrificio judeocristiano[editar]
Artículo principal: Cultura judeocristiana

Ya desde la historia de la Creación en el Génesis, se encuentra, en la tradición judeocristiana,


el concepto de sacrificio en el relato de Caín y Abel.
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Dios. Y Abel trajo
también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Dios con agrado á Abel y á su
ofrenda.
Génesis, 4:3, 4

Los antiguos hebreos tenían muy arraigado el concepto de sacrificio u ofrenda a Dios. En
el Pentateuco son numerosos los ejemplos en los que se recomienda a la población y en
donde se explicitan las maneras de como podía ejecutarse.
Cuando alguna persona ofreciere oblación a Dios, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará
aceite, y pondrá sobre ella incienso, y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes
Levítico 2:1, 13.

Numerosos son los pasajes también que explicitan como estos sacrificios eran "agradables a
Dios" según las creencias de los antiguos judíos.
Los judíos practicaban, según la ley de Moisés, diferentes tipos de sacrificios. Las víctimas
solían ser bueyes, terneras, carneros, corderos, chivos, cabritos y moruecos. Las ofrendas
podían no ser de sangre también, en esta línea encontramos los sacrificios de grano y frutos,
los cuales representaban el esfuerzo humano.

 El sacrificio recibía el nombre de holocausto cuando la víctima quedaba enteramente


consumida en el altar y ofreciendo algo.
 Era de prosperidad o reconocimiento cuando sólo se quemaba la crasitud de los animales
inmolados repartiéndose el resto entre el sacerdote y el que había ofrecido la víctima.
 Expiatorio cuando sólo se depositaba sobre el altar parte de las víctimas quedando lo
demás para el sacerdote.
 Perpetuo era el que los judíos ofrecían a Dios diariamente y consistía en cuatro corderos.
El sacrificio humano se rechazaba siempre.
Desde la destrucción del Templo en Jerusalén en el año 70 los judíos ya no hacen sacrificios
de cualquier tipo para comunicarse con Dios. Para los judíos hoy en día la vida religiosa
consiste en portarse bien, cumplir con los 613 mandamientos que se llaman mitzvot (singular:
mitzvá) relevantes aun sin Templo, ayudar a los demás, y rezar.
La oblación crística[editar]
Las religiones cristianas conocen la pasión y sacrificio de Jesús como la oblación expiatoria
del Siervo de Dios. Este sentido entiende el sacrificio de Cristo como una ofrenda a través de
la cual Jesús cargó sobre sí con los pecados del mundo y por medio de ellos expió a la
humanidad ante los ojos de Dios.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.
Le daré una multitud como parte,
y tendrá como despojo una muchedumbre.
Isaías 52, 13-53, 12
Es en este sentido que Jesús es nombrado también el Cordero de Dios, como una
remembranza a las antiguas maneras de oblación con animales.3
Maltradado, voluntariamente se humillaba
y no abría la boca:
como cordero llevado al matadero,
como oveja ante el esquilador,
enmudecía y no abría la boca.
Isaías 52, 13-53, 12

Este tipo de oblación, más espiritual, como recuerda San Ireneo en La oblación pura de la
Iglesia4 da un nuevo sentido al antiguo concepto de sacrificio en el contexto de las religiones
cristianas, mucho más espiritual que material. Así, para Ireneo, la oblación se refiere a la
actitud del cristiano.
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Hebreos 13:16

Así, la oblación se entiende como la voluntad constante de seguir los preceptos del
cristianismo, y en ese sentido su mayor ofrenda a Dios es la fe. En este sentido, el sentido del
sacrificio no es el "agradar a Dios" simplemente, sino la comunión con el mismo.

Véase también[editar]
 Hostia
 Propiciatorio
 Sacrificio humano
 Sacrificium

OFRENDA
Ofrenda tiene su origen en el vocablo latino offerenda, que hace
referencia a aquello que se ofrecerá. Se trata de un don dedicado
a la divinidad o a la santidad para pedir algo que se anhela o para
respetar lo fijado por un voto. Los votos monásticos, votos religiosos o votos
canónicos son los votos o promesas que distinguen a un religioso de un seglar dentro de

la Iglesia católica.

Con el tiempo, el concepto de ofrenda, sacrificio u oblación dejó de


interpretarse como una necesidad de contentar a Dios, sino que pasó a
considerarse como un método para que las personas se acerquen a la
divinidad a través su propia armonía.
Sin embargo, dichas prácticas carecen de espontaneidad y, en muchos casos,
de validez, dado que todas las personas no somos iguales ni tenemos los
mismos gustos o necesidades, por lo que una misma acción no puede
representar un sacrificio para todos. Un ejemplo claro es la
abstinencia de carne en semana santa, ya que deja fuera a los vegetarianos y
veganos. Además, una vez pasado el corto período de prohibición, viene el
festín para compensarlo.

Fuera de las imposiciones absurdas y mal interpretadas, en el mundo real,


los auténticos sacrificios son necesarios más de una vez en la vida y, sin
embargo, no siempre culminan en grandes recompensas. Además, es más
común que luego de una larga abstinencia vengan los vicios descontrolados,
ya que el equilibrio no se logra yendo de un extremo al otro, sino evaluando
cada una de las decisiones, paso a paso; esto representa
una práctica mucho más compleja y comprometida, que no está descrita en
ningún libro y que resulta necesario llevar a cabo a diario.
La ofrenda, por otro lado, es una colecta que se lleva a cabo durante la misa
del catolicismo y cuya recaudación se dedica a la tarea pastoral y a la
ayuda social. En este caso, es inevitable hacer referencia a la corrupción y la
manipulación, dos cualidades más comúnmente asociadas a la Iglesia
católica que la bondad y la compasión.

Los votos monásticos, votos religiosos o votos canónicos son los votos o promesas que
distinguen a un religioso de un seglar dentro de la Iglesia católica.1 Mediante ellos se pretende
acceder a una vía espiritual a la salvación a través de la renuncia de placeres terrenales. Los
votos son tres: pobreza, obediencia y castidad. Imitan, en el religioso, la vida de Jesucristo,
según los consejos evangélicos.

Ayuno
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Se llama ayuno al acto de abstenerse total o parcialmente de comer o beber,1 a veces por
un período de tiempo.
Puede realizarse por diversos motivos, pero los principales son , como manifestación (en este
caso se lo suele llamar huelga de hambre), o como técnica curativa en la naturopatía asociado
o no a infusiones de plantas medicinales, medicinas naturistas.23
Recientemente, varias investigaciones (muchas en ratas) han encontrado multitud de
beneficios de los estados de ayuno o por lo general, de cetosis. Estos se han realizado
mayormente en condiciones de ayuno intermitente o restricción calórica, y van desde
neurológicos 45 y prevención del alzheimer6 a metabólicos, cardiovasculares7 y
cerebrovasculares.8

Índice

 1Ayuno religioso
o 1.1Ayuno judío
 1.1.1Día de expiación
 1.1.2Ayuno personal
o 1.2Ayuno islámico
o 1.3Ayuno cristiano
 2Notas
 3Bibliografía

Ayuno religioso[editar]
El ayuno por razones espirituales y religiosas ha sido parte de las tradiciones humanas desde
la prehistoria. Se menciona en el Upanishad, en el Mahabhárata, en la Biblia (tanto en
el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento), en el Talmud, en el Corán y en el Libro
de Mormón.
Dependiendo de la tradición, la práctica del ayuno puede prohibir actos sexuales (o
cualquier deseo sexual), masturbación. Otra práctica relacionada es la abstinencia, en que se
evita ingerir ciertos grupos alimenticios, como la carne.
Cuando se toma un pequeño desayuno en uno de los días, se le llama a este parvo o
parvedad.
Ayuno judío[editar]
Para los judíos el Yom Kippur es el día judío del arrepentimiento, considerado el día más
santo y más solemne del año. Su tema central es la expiación y la reconciliación. La comida,
la bebida, el baño, y las relaciones conyugales están prohibidas. El ayuno comienza en el
ocaso, y termina el anochecer del día siguiente.
Día de expiación[editar]
Era día anual de ayuno para los israelitas:
Éste será un estatuto perpetuo para ustedes y para los extranjeros que vivan entre ustedes: El día diez
del mes séptimo deberán ayunar, y no podrán realizar ningún trabajo. Ese día se hará expiación por
ustedes, y así delante del Señor quedarán limpios de todos sus pecados. Ese día será para ustedes un
día de reposo y de ayuno. Es un estatuto perpetuo.
Levítico, 16, 29-31, Reina Valera Contemporánea9

Después de la destrucción del Templo y del exilio en Babilonia se instituyeron al menos cuatro
días de ayuno: el ayuno en el cuarto mes (el día noveno de Tammuz, cuando las murallas de
Jerusalén fueron tomadas por los babilonios); el ayuno del quinto mes (cuando el Templo fue
incendiado del séptimo al décimo día del mes); el ayuno del séptimo mes (en memoria del
asesinato de Guedalías en el año nuevo) Jer 41, 1-2; y el ayuno del décimo mes (el noveno
día cuando Jerusalén fue sitiado por los Babilonios (Zac 8,19).
Ayuno personal[editar]
Los salmos invitan frecuentemente al ayuno personal en ocasiones de dificultad: Salmos 35,
69, 109. Véase también Daniel 9:3; 10:3; Esdras 10:6; Nehemías 1:4.
La práctica del ayuno era frecuente en el judaísmo del primer siglo y aparece en el Nuevo
Testamento, especialmente con los discípulos de Juan Bautista (Mc 2,18). Jesús ayunaba (Cf
Mt 4) y su advertencia a no manipular esta práctica para atraer atención (Cf Mt 6,17-18; Lc
18,12) no debe interpretarse como un rechazo. Como los profetas, Jesús enfatizó la contrición
y el arrepentimiento como la esencia del ayuno.
Ayuno islámico[editar]
En el islam, el ayuno o sawm (‫ص ْوم‬
َ [ṣawm]) del mes de ramadán, es el cuarto pilar del islam y
una de las características del islam más conocidas entre los no musulmanes. La
palabra ramadán designa, fuera de la lengua árabe, más el propio ayuno que el mes.
El ayuno se recomienda durante otros momentos del año, pero durante el ramadán es
estrictamente obligatorio para todo el que pueda realizarlo. Se efectúa durante todos los días
del mes desde la aurora hasta la puesta de sol. Modifica sensiblemente la vida de los
musulmanes mientras dura: se vive más de noche y la gente se junta para compartir la ruptura
del ayuno. Muchos emigrantes musulmanes vuelven a sus países de origen para ayunar con
los suyos, en parte porque consideran que el ayuno es más duro si se está en un medio no
musulmán. También cambia la alimentación y se preparan alimentos específicos de gran
aporte energético.
Tiene seis condiciones:[cita requerida]

1. Estar atento al comienzo del mes siguiendo las fases de la luna. El mes de ramadán
empieza con el noveno cuarto creciente (‫ هالل‬hilāl) del año, y hay que procurar verlo
en su primera noche. El mes que precede a ramadán es shaabán. Si la noche del 29
de shaabán es nublada y no se puede saber si ha aparecido o no la luna de ramadán
(y lo relevante es verla), se considera que shaabán cumple su día número treinta y no
se empieza a ayunar hasta el día siguiente, que será necesariamente primero de
ramadán porque ningún mes lunar puede tener más de treinta días. Quien no haya
visto personalmente la luna, pero le confirma su salida alguien digno de confianza (‫عدل‬
‘adl) que haya sido testigo de la aparición del creciente, está obligado a ayunar al día
siguiente. Si la luna se ve en una región y no en otra que le sea colindante y lo
bastante próxima como para tener conocimiento del hecho, el ayuno es obligatorio en
ambas. Si la otra región es lejana, cada país tiene su propia luna.
2. La intención (‫ نِيَّة‬niyya). El musulmán debe hacer un acto de intención la primera noche
que precede al ayuno (cada noche en la opinión de los más exigentes) para hacer
válido el ayuno. La intención consiste en que tome claramente la decisión de ayunar al
día siguiente (o el resto del mes según los que no exigen una intención diaria)
cumpliendo con la obligación de guardar ramadán. La intención debe ser concreta: no
basta con decidir ayunar, sino cumplir estrictamente con el ritual del ayuno de
ramadán.
3. Abstenerse (‫ إمساك‬imsāk) de hacer llegar algo a propósito al estómago sabiendo que se
está en ayunas. Ingerir algo, sólido o líquido, anula el ayuno. Como beber y fumar se
dicen igual en árabe, se entiende que la abstención incluye el tabaco. Si no se hace a
propósito o si se hace por olvido, no anulan la validez del ayuno. Hay que estar
pendiente del momento exacto en que comienza el ayuno cada día para no ingerir
nada en la barrera que separa el tiempo de comer y el tiempo de ayunar, así como al
final con la puesta del sol para no romper el ayuno antes de su momento exacto, pues
ello anula su validez.
4. Abstenerse de mantener relaciones sexuales (‫ جماع‬ǧimā‘) mientras dura el ayuno.
El ŷimā‘ se refiere a la penetración, aunque no haya placer sexual ni eyaculación. Si la
relación sexual tiene lugar durante la noche y se amanece sin haber hecho antes la
ablución mayor, el estado de Ŷanāba (el que deriva de haber mantenido relaciones
sexuales) no anula la validez del ayuno.
5. Abstenerse de la masturbación (‫ إستمناء‬istimnā). Provocar una eyaculación durante el
día anula la validez del ayuno.
6. Abstenerse de provocarse vómitos (‫ إستقاء‬istiqā). El vómito no premeditado no anula el
ayuno, si bien se debe procurar expulsarlo bien evitando volver a tragarlo. Tragar las
mucosidades que se generen en los pulmones o en la garganta no anula el ayuno,
porque es prácticamente inevitable.
Están exentos de cumplir con el ayuno los niños, los enfermos, los viajeros, las mujeres
durante el periodo de la menstruación y las mujeres embarazadas que deben cumplirlo
cuando puedan
Ayuno cristiano[editar]
Véase también: Ayuno en el cristianismo

Debido a que el cristianismo proviene de forma directa del judaísmo, el ayuno cristiano
comparte muchas características con el ayuno judío.
Las características del ayuno varían entre las denominaciones, el catolicismo distingue entre
"ayuno" (que involucra una comida de tamaño normal, lo cual se puede suplementar si es
necesario con dos pequeñas comidas [colaciones], las cuales, juntas, no pueden sumar el
tamaño de una comida normal) y "abstinencia" (ninguna carne roja). El período de ayuno más
conocido es la cuaresma, el cual tiene unos 40 días de duración. En la actualidad, la Iglesia
católica prescribe cómo días de ayuno obligatorio el Miércoles de ceniza y el Viernes santo,
recomendando el ayuno personal. Cerca de la mitad de los protestantes carecen de la
tradición del ayuno. En iglesias evangélicas y denominaciones para-denominacionales, el
ayuno se practica frecuentemente, muchos de los cuales lo llevan a cabo con abstinencia total
de alimentos durante un lapso, ingiriendo solamente agua.10
El ayuno cristiano ha sido utilizado de diversas maneras a través de la historia.
La enseñanza del ayuno es tomada principalmente del ayuno realizado por Jesucristo durante
sus cuarenta días en el desierto, después de haber sido bautizado11
En la iglesia primitiva el ayuno era un periodo de recogimiento, normalmente constaba de dos
días de ayuno semanales, ya que era costumbre de los judíos devotos ayunar esa cantidad de
días, aunque para realizar una diferenciación observaban días distintos. Los judíos
observaban el ayuno los lunes y jueves, mientras que los cristianos los miércoles y viernes.12
Cabe aclarar que los cristianos primitivos no practicaron el ayuno como requisito religioso,
pero sí ayunaban en ocasiones especiales. Por ejemplo, cuando se apartó a Bernabé y Pablo
para la obra misional en Asia Menor, hubo ayuno y oración. También se ofrecieron oraciones
“con ayunos” cuando se nombraron cargos de responsabilidad. (Hechos de los Apóstoles
13:2,3; 14:23.) Por consiguiente, los cristianos primitivos no estaban bajo el mandato de
ayunar, pero tampoco se les prohíbía hacerlo. (Romanos 14:5, 6.)
Durante los primeros años del siglo III los que se preparaban para ser bautizados realizaban
un ayuno durante el viernes y el sábado, y su bautismo tenía lugar en la madrugada del
domingo, de manera análoga a la resurrección de Jesús.13
Con la declaración del cristianismo como religión oficial del estado por el Concilio de Nicea, el
ayuno comenzó a declinar en fuerza, debido a que en la Europa Occidental no era bien visto el
ayuno y la falta de sueño por el solo hecho de castigar el cuerpo. Esto cambió durante
las cruzadas, cuenta la historia que Pedro Bartolomé indicó a los cruzados que ayunaran por
cinco días, y después atacaran a sus enemigos.14
El ayuno debe realizarse con el fin de buscar la presencia de Dios, alimentar el espíritu y así
poder tener control sobre la naturaleza carnal. (Gálatas 5:16-17) Es de aclarar que la Biblia
enseña que no es correcto ayunar con el fin de ser visto por otros y aparentar ser espirituales.
(Mateo 6:16)
El ayuno para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días (Mormones) es una práctica normal el cual tiene una duración de 24 horas si el que
realiza el ayuno soporta el sacrificio; los miembros de la Iglesia ayunan por sugerencia de sus
líderes una vez al mes, el cual tiene lugar por recomendación el primer fin de semana del mes
y este es comenzado al medio día del sábado y termina el medio día del domingo; durante
este tiempo los miembros se abstienen de todo tipo de comida y bebida. Se recomienda que
tanto niños como mujeres embarazadas ó lactantes no practiquen el ayuno, así como muy
ancianos, enfermos o con algún estado de salud especial.
Los Santos de los Últimos Días (SUD) ayudan con propósitos, bien sea dar gracias por las
bendiciones recibidas o pedir algún tipo de bendición. Consideran el ayuno una forma especial
y poderosa de pedir y dar gracias a Dios. El tiempo de ayuno se inicia y culmina con una
oración en la que se declara el o los propósitos del ayuno. Durante el tiempo de ayuno oran y
leen las escrituras varias veces. Los mormones ayunan por un periodo de dos comidas y los
recursos no usados durante el ayuno, o sea, el dinero es considerado como ofrenda de ayuno,
la cual entregan de forma generosa y voluntaria a los líderes locales de la congregación, y es
usada para ayudar a los hermanos necesitados de la congregación y/o de la comunidad.
También es práctica común entre los mormones ayunar cualquier día del mes y de la semana
y más de una vez por mes.
Existen diversos tipos de ayuno para los cristianos:[cita requerida]

 Ayuno absoluto. Abstención total de alimentos, y líquidos, incluyendo el agua. Esto se


realiza solo por un breve lapso de tiempo.
 Ayuno normal. Abstinencia de alimentos, sin eliminar el agua, por un período limitado.
 Ayuno parcial. Consiste en una dieta limitada, donde se dejan fuera todo tipo de postres
y frutas, carnes, vinos y "manjares", y se cambia por una dieta donde solo hay legumbres
y verduras. Ejemplo de esto es Daniel 10:2-3.
 Ayuno medio. Suelen hacerlos los miembros que por problemas de salud, que no pueden
aguantar un ayuno completo, este ayuno generalmente se hace en las mañanas; es decir
que sólo se come una comida al día.

Propiciatorio
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Propiciatorio es algo que tiene la virtud de hacer propicio o favorable, especialmente ante
la divinidad (véase también apotropaico, exvoto y oblación). Una víctima propiciatoria es
la víctima de un sacrificio efectuado con fines propiciatorios (véase también chivo expiatorio).
Se aplica como adjetivo para calificar a templos (templo propiciatorio -como el de la Sagrada
Familia de Barcelona-), santos (santo propiciatorio), imágenes (imagen propiciatoria)
o reliquias (reliquia propiciatoria). También es una denominación que se emplea para designar
al reclinatorio, el mueble utilizado para arrodillarse durante la oración o en determinados
momentos de la misa.1
En la Biblia (Éxodo 25:17-22) "propiciatorio" (propitiatorium en el latín de la Vulgata) es la
denominación de una lámina cuadrada de oro que servía como tapa del arca de la alianza. En
el hebreo original se denomina kappôreth (‫ כפורת‬-"cubierta", "asiento sagrado" o "asiento de
honor", u "obra de expiación"-); y en el griego de la Septuaginta se
denomina hilasterion (ἱλαστηρίου).2 La raíz del término hebreo kapporeth o kaporet es la
palabra kafar, que significa cubrir, aplacar o cancelar, redimir con el pago de
un rescate (‫ כפר‬kofer);3 de la que también deriva kipur, que significa expiación (como en Yom
Kipur ‫ יֹום כִּ ּפּור‬-día de la expiación-).4La propiciación es un concepto de la teología cristiana,
traducido del término griego hilasterion (ἱλαστήριον),5 que significa literalmente "lo que expía o
propicia", "el don que procura la propiciación" o "lugar o medio de reconciliación". Otra palabra
griega, hilasmos (ἱλασμός), se usa para designar a Cristo, como propiciación del hombre.
El DRAE recoge que "propiciación" es una acción agradable a Dios, con que se le mueve
a piedad y misericordia; o un sacrificio que se ofrecía en la ley antigua para aplacar la justicia
divina y tener a Dios propicio.6

"Propiciatorio" o reclinatorio.


Caín y Abel haciendo sus sacrificios propiciatorios (Dios prefiere el de Abel); y Caín matando a
Abel (escena interpretada como una prefiguración del sacrificio propiciatorio de Cristo, como otros
sacrificios del Antiguo Testamento).

El Sacrificio de Noé, por Miguel Ángel.

Sacrificio de Isaac, por Ghiberti.

Propiciatorio bíblico[editar]
El propiciatorio del arca estaba labrado de una sola pieza de oro, con dos querubines en sus
extremos que extendían sus alas por encima de él y lo cubrían. Se indica en el texto bíblico
que sus rostros estaban uno frente del otro pero miraban hacia el propiciatorio.
Sobre el propiciatorio Dios le hablaba a Moisés. Allí se reconciliaban los pecados del pueblo
por medio de sangre, que se rociaba sobre él (Levítico 16:14).
En el cristianismo se le da al propiciatorio el simbolismo de la persona de Jesús (Hebreos 9),
quien cubre el arca que contiene las tablas de la ley indicando que es el único que la cumplió
a cabalidad, que es Él el que da el pan del cielo, y la vara que -aun cuando estaba muerta-
vuelve a la vida, reverdeciendo y dando fruto (su resurrección) (Números 17:8). La sangre
rociada indica el sacrificio, volviendo el favor de Dios hacia el hombre. Los dos querubines que
lo observan, significan que es probado y aceptado por su divinidad, y finalmente en Él, Dios se
manifiesta al hombre que le busca.

Sacrificium
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El Sacrificium es la oración que el sacerdote celebrante dice en secreto durante la
preparación del pan y el vino, en el ofertorio de la misa, preparando la eucaristía. Recibe este
nombre por estar relacionada con el Sacrificio de Cristo que se conmemora en esta
celebración.12
Sacrificio humano
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Abraham, a punto de sacrificar a su hijo Isaac, es interrumpido por un ángel, Caravaggio (1590-1610),
Los Oficios, Florencia.

Del latín sacrificĭum, un sacrificio humano es la ofrenda de un ser humano a una deidad en
señal de homenaje o expiación. En sentido amplio, es toda muerte ritual de una o muchas
personas a manos de un tercero o de una institución.
Los sacrificios humanos fueron practicados en muchas culturas antiguas. Se mataba a las
víctimas ritualmente de una forma que pretendía apaciguar o halagar a los dioses. Los
sacrificios humanos fueron practicados en las religiones celtas de la Edad de Bronce y en los
rituales relacionados con la adoración de los dioses en Escandinavia. Para los habitantes de la
antigua Cartago, enemiga sempiterna de Roma, el sacrificio de infantes recién nacidos era
también una manera de aplacar a sus dioses. La Biblia contiene también un relato sobre el
sacrificio de su hijo Isaac que Dios le pide a Abraham, siendo luego detenido por Dios mismo,
al superar la prueba de fe. También, obras artísticas, como La consagración de la
primavera del compositor Ígor Stravinski, hacen referencia a los antiguos sacrificios de
doncellas en la actual Rusia.

Índice

 1Sacrificios humanos en La Biblia


 2Sacrificios humanos en el Antiguo Medio Oriente y en África
 3Sacrificios humanos en la Europa Antigua
 4Sacrificios humanos en la antigua Mesoamérica
 5Sacrificios humanos en el antiguo Japón
 6Sacrificios humanos en las Islas Canarias
 7Especulaciones sobre el sacrificio
 8Véase también
 9Bibliografía
 10Referencias
 11Enlaces externos
Sacrificios humanos en La Biblia[editar]
La Biblia condena los sacrificios humanos repetidas veces en el Antiguo Testamento
(Deutoronomio; Jeremias) en contraste con los dioses cananeos (Levitico), y no se limita solo
a prohibirlo por ser culto a dioses ajenos, sino que lo prohíbe también cuando el sacrificio es
para él ((Deutoronomio). De hecho, las referencias a los sacrificios humanos a otros dioses
responden más al deseo de subrayar la perversión de quienes los adoran, pues de lo contrario
se habría condenado simplemente la idolatría, como se hace otras veces.[cita requerida]
El mismo Antiguo Testamento contiene un relato acerca de un sacrificio humano no
consumado, cuando Dios ordena a Abraham ofrecerle en sacrificio a su hijo Isaac en un monte
ceremonial (Génesis). Abraham se dirigió con Isaac hasta el monte sin decirle que él sería el
sacrificado y luego de que éste juntara la leña para el holocausto lo ató, lo puso sobre el altar
y se dispuso a degollarlo con un cuchillo. En ese instante fue detenido por Dios quien le dice
que no mate a su hijo porque «ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu
hijo, tu único».
Otro ejemplo de sacrificio humano en el Antiguo Testamento es el de la hija de Jefté. Jefté
promete a Dios sacrificar en su honor, ofreciéndole la vida del primero salga a recibirle a su
regreso si le ayuda a vencer a los amonitas (Jueces 11:31). Al regresar victorioso es su propia
hija la que sale a recibirle y Jefté cumple su promesa de sacrificio a Yahve.(Jueces 11:39). El
protagonista Jefté no es mostrado positivamente en el relato, sino como alguien impetuoso,
que en otra acalorada respuesta en el capítulo siguiente provocó una guerra civil (Jueces
12:3-4).
Algunos estudiosos afirman que el sacrificio solo era simbólico y realmente significaba que ella
sólo sería apartada para servir en un tabernáculo (Éxodo) y no privarla de la vida tal como lo
hacían los cananeos a sus dioses (Levítico); así, ella habría llorado su virginidad y no su
muerte. Sin embargo, en un pasaje del Antiguo Testamento (Números) Dios le pide a Moisés
que ejecute a todos los jefes del pueblo ante él, para que su ira sobre Israel se apacigüe.
En el Islam, de acuerdo con el relato que hace el Corán, es Ismael el heredero de Abraham y
fue a él a quien estuvo a punto de sacrificar. La enseñanza del sacrificio del primogénito es
considerada una imagen que habla acerca de entregar lo más preciado por amor y obediencia
a Dios.
Algunos estudiosos1 consideran como un acto de complacer la voluntad de Dios, y por lo tanto
una forma de sacrificios humanos, la práctica mencionada varias veces en el Antiguo
Testamento de cumplir la orden de Dios de matar a todos los habitantes de una ciudad, o
variantes de la misma, como matar a todos los seres humanos pero no los animales, o solo los
humanos, o solo los adultos. Al Rey Saúl se le quitó su reino por no cumplir esos
procedimientos ordenados por Dios, entre otros actos de desobediencia. No obstante en
algunas ocasiones conservaban a las mujeres vírgenes como botín de guerra o para poder
tomarlas en matrimonio. Con el paso del tiempo los antiguos habitantes del reino norteño
de Samaria se volverían al culto de los dioses fenicios llegando algunos, tal como fue el caso
del rey Manasés, a sacrificar a sus hijos mediante fuego a Baal (2 Crónicas). En otros pasajes
se sugiere que el pueblo judío ha confundido algunas instrucciones de Dios por el contacto
con otros pueblos, llegando a negar que instrucciones atribuidas en Dios, incluso los
complicados rituales que rodeaban a los sacrificios de animales en libros como el Levítico y el
Deuteronomio, sean de origen completamente divino (Ez 20,24-26; Is 1,12; Os 8,13; Os 6,6)2

Sacrificios humanos en el Antiguo Medio Oriente y en


África[editar]
Existe evidencia de que el sacrificio humano fue practicado por diferentes culturas del Antiguo
Medio Oriente y Norte de África. Durante el Predinástico, en las épocas más antiguas
del Antiguo Egipto, se sacrificaron sirvientes y oficiales para que fueran sepultados junto con
el faraón recién fallecido, de modo que pudieran servirle en el más allá.3Por otro lado, la Biblia,
además de diversas fuentes grecorromanas se refieren a los sacrificios de infantes realizados
por ciertos pueblos, como cananeos, fenicios y algunos israelitas. Estos sacrificios habrían
sido realizados mediante fuego, quemando a las víctimas para obtener el favor y la protección
de los dioses. El mismo tipo de sacrificio ha sido adjudicado a los cartagineses, quienes eran
descendientes de los fenicios.4 El Corán también menciona que el sacrificio humano habría
sido practicado por algunos pueblos semitas preislámicos de la Antigüedad.
En los palacios reales de Abomey, en Benín, África Occidental (sitio reconocido por la
UNESCO como patrimonio de la humanidad), se puede visitar un templo con la tumba de 42
esposas del rey Guezo que, en 1858, al morir accedieron a ser sacrificadas para ser
enterradas vivas con el monarca, luego de haber bebido un líquido que facilitara sus muertes.

Sacrificios humanos en la Europa Antigua[editar]


Artículo principal: Sacrificios humanos en la Europa Antigua

Los griegos, romanos, celtas, cretenses, vikingos y otros antiguos pueblos europeos,
realizaron sacrificios humanos. Es célebre el caso de Agamenón, personaje de Esquilo, que,
al partir para la guerra, para obtener vientos propicios de los dioses, decide sacrificar a su
hija, Ifigenia, de belleza excepcional. Ifigenia es salvada en el último momento por la
misma Artemisa y se le asigna el rol de sacerdotisa en uno de sus templos. Roma prohibió los
sacrificios humanos en el año 97 a. C. e intentó imponer la prohibición en toda Europa con
éxito diverso. Sin embargo, las prácticas romanas de sangrientas muertes circenses,
constituyen un derivación de los sacrificios humanos que pasaron de manera diversa.
También en el Imperio romano la extendida práctica de matar a los hijos no deseados (filicidio)
se relacionaba con la patria potestas que autorizaba a los pater familias a «vender, matar,
ofrecer a los dioses, subordinar a cualquier ocupación y devorar a los hijos».5

Sacrificios humanos en la antigua Mesoamérica[editar]

Niños incas sacrificados a 6739 msnm en la cima del volcán Llullaillaco (Argentina/Chile).

Artículo principal: Sacrificio humano en la América prehispánica

El sacrificio humano generalizado en las diversas teocracias del mundo mesoamericano está
documentado tanto por los códices como la iconografía precolombina en general,
especialmente la azteca y las inscripciones mayas. Además, existen los relatos de los
conquistadores españoles, los misioneros y los hallazgos recientes en arqueología. Algunos
autores como Pablo Moctezuma Barragán6 quisieran atribuir la evidencia a la mala fe de los
conquistadores o ver en los códices representaciones simbólicas. Pero esta posición es
considerada sin fundamento alguno por la mayoría de los historiadores y arqueólogos, como
puede comprobarse en el número de septiembre de 2003 de la revista Arqueología mexicana,
publicada como respuesta a la controversia sobre los sacrificios (Arqueología mexicana es la
revista oficial del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México). Los hallazgos
arqueológicos dan cuenta de la historicidad de los sacrificios.789 Ni siquiera los eruditos que
más defienden la causa del indigenismo, como Miguel León-Portilla, niegan la historicidad del
sacrificio humano en Mesoamérica, como se comprueba en el mencionado número
de Arqueología mexicana (:14-15) pero critican el abordaje "amarillista" de muchas
publicaciones. Más aún, al final de ese mismo artículo el erudito mexicano concluye su
reflexión resaltando una analogía entre el sentido del sacrificio azteca y el de Jesucristo,
cuando dice que en Mesoamérica se trataba de un "ofrecimiento que redime a los humanos de
su destrucción cósmica" y que en el caso del cristianismo, "fundamento de la redención del
género humano."10

Sacrificios humanos en el antiguo Japón[editar]


Artículo principal: Hitobashira

En Japón, el tipo de sacrificio humano más común fue la práctica de enterrar viva a la víctima
debajo de diques, puentes, y castillos al ser fundados, como una oración a los dioses.

Sacrificios humanos en las Islas Canarias[editar]


Se trata de un rasgo muy poco conocido de los antiguos Aborígenes canarios, pero se ha
comprobado tanto arqueológicamente como por las crónicas que éstos realizaban
tanto sacrificios de animales11 como sacrificios humanos.11
Béthencourt Alfonso habla de que "hubo tiempo en que inmolaron víctimas humanas en los
altares isleños", mencionando la presencia de un sacrificio de un niño durante el solsticio de
verano.11 De hecho, los guanches de la isla de Tenerife tenían por costumbre arrojar por
la Punta de Rasca a un niño vivo justo a la salida del sol en el solsticio de verano, en
ocasiones estos infantes provenían de cualquier menceyato de la isla, incluso del menceyato
más alejado de la Punta de Rasca, el de Anaga. De esto se deduce que era una costumbre
común de toda la isla.11
También en Tenerife se conocen otros tipos sacrificios humanos asociados a la muerte del
mencey o rey, donde hombres adultos se precipitaban al mar.11 Los embalsamadores que
elaboraban las momias guanches, también tenían la costumbre de arrojarse al mar un año
después de la muerte del mencey.11
En Gran Canaria se han hallado huesos de niños mezclados con corderos y cabritos y en
Tenerife han aparecido ánforas con restos de niños en su interior. Esto sugiere otro tipo de
infanticidio ritual diferente a los que eran arrojados al mar.12

Especulaciones sobre el sacrificio[editar]


Entre las distintas razones que han existido para la práctica del sacrificio humano, parece
haber las siguientes:

 Interés y buena fortuna: En la India, algunos adherentes del tantrismo creen que los
sacrificios humanos a los dioses pueden cambiar su fortuna. Asimismo, el sacrificio que en
los tiempos más antiguos acompañaba la inauguración de un edificio nuevo (un templo, un
puente, una pirámide), podía tener dicho fin. Una leyenda china afirma que miles de
personas fueron enterradas en la Gran Muralla.

 Apaciguamiento, obediencia no desagradar o mantener contenta una divinidad:

 Preservación de relaciones en el otro mundo: En el caso de sacrificios que


acompañaban la muerte de un rey, de un gran sacerdote y de líderes en general, éstos
solían servir a dar compañía al difunto en el otro mundo. Los mongoles y varios monarcas
mesoamericanos podían llevarse consigo a la tumba gran parte de su casa, incluyendo
criados y concubinas.

 Adivinación: Un sacerdote intentaba predecir el futuro a partir de los miembros y órganos


del cuerpo de un preso o de un esclavo sacrificado. Según Estrabón,
los celtas apuñalaban a la víctima con una espada y adivinaban el futuro a partir de sus
espasmos de muerte.

 Desastre natural: Las sequías, los terremotos, las erupciones volcánicas, entre otras
catástrofes naturales fueron ampliamente considerados en la Antigüedad como una
muestra de la cólera o del descontento de dioses. Los sacrificios eran realizados para
apaciguar la ira divina. Los habitantes minoicos de la isla de Creta angustiados por una
serie de terremotos intentaron detener la destrucción de su isla de esta manera, quedando
como excepcional prueba el templo de Anemospilia donde un joven acababa de ser
sacrificado cuando un nuevo seísmo destruyó el templo y mató a los oficiantes.

 Justicia y cultura del espectáculo: En un combate ritual u ordalía, la víctima era


sacrificada en una lucha contra un guerrero, como si una justicia divina decidiera así quien
debía triunfar. O bien, el sacrificio del perdedor en un juego o en una lucha era parte del
interés del espectáculo, en Mesoamérica y el circo de Roma. Si bien que el juego de
pelota en Mesoamérica estaba estrechamente ligado a la práctica de sacrificios humanos,
se desconoce si se sacrificaba al perdedor, al ganador o a terceros. En la actualidad, la
cultura del espectáculo suele producir todavía la muerte de personas en deportes y
pasatiempos de alto riesgo como el boxeo, las corridas de toros, la acrobacia y las
competiciones de récords o marcas. La pena capital impuesta a los delincuentes
en Estados Unidos, Asia y África, puede considerarse una forma de sacrificio humano, en
sentido amplio, por motivos de venganza y de intimidación de futuros criminales.

 Antropofagia: Ha resultado sumamente polémica la afirmación, a partir de las


observaciones de Michael Harner, de que la institucionalización de los sacrificios humanos
en Mesoamérica tenía como fin suplir las deficiencias proteínicas en la dieta de los
habitantes de la región, dada la ausencia de grandes mamíferos domésticos.13 En
realidad, los aztecas habían domesticado tres especies de animales para consumir su
carne: guajolote, pato criollo y perro. Además, aunque no domésticos, la gran cantidad de
venado salvaje y otras fuentes de proteínas animales en la región reduce la credibilidad de
la hipótesis que privilegia el canibalismo por razones alimenticias como explicación de los
ritos sacrificiales. "La propia descripción de la forma de cocinar esta carne -como dice
Sophie D. Coe-, de la cual estaba ausente Chile, sugiere que no se trataba de una comida
ordinaria sino de un rito religioso".14

Véase también[editar]
 Mártir
 Psicohistoria
 Sacrificios humanos en la Europa Antigua
 Sacrificios humanos en la América precolombina
 Isla de Sacrificios
 Hombre de mimbre

Bibliografía[editar]
 Michel Graulich: Le Sacrifice humain chez les Aztèques, editor 'Fayard', París, 2005, ISBN
2213622345 y 9782213622347.

Expiación (religión)
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(religión)|enmarañado|referencias|wikificar}} ~~~~

La expiación es la eliminación de la culpa o pecado a través de un tercero. El sujeto culpable


queda absuelto de cualquier pena por medio de un objeto, animal (ej. [chivo expiatorio]) u otra
persona '"Cristo"en el caso del cristianismo y algunos cultos antiguos que practicaban
el sacrificio animal.
Para los judíos, la palabra viene del hebreo kipper, equivalente al arameo de borrar o la raíz
de cubrir. Para los cristianos el concepto más adecuado viene del griego hilasterion, que
significa aquello que propicia o expía. El concepto básico parece ser eliminar los obstáculos
que impiden que determinadas deidades sean favorables o propicias para con el individuo.
En algunas culturas el pago de la deuda o culpa se hacía con alguna forma de dinero. En
otras se mataba un animal para apaciguar la ira de un dios o dioses. En la cultura hebrea, de
donde nos llega el concepto de chivo expiatorio, la expiación se hacía principalmente por
medio de la sangre de una víctima como símbolo del cambio de una vida ajena por el perdón
divino.1 Allí se indica que es Dios mismo quien brinda un medio o condicionamiento para
restablecer la relación rota.

Índice
 1Antiguo Testamento
 2Nuevo Testamento
 3Criticismo
 4Teorías históricas sobre la expiación
o 4.1Introducción
o 4.2Satisfacción
 4.2.1Definición
 4.2.1.1Textos
 4.2.1.2Autores
 4.2.1.3Positivo
 4.2.1.4Negativo
o 4.3Victoria Rescate
 4.3.1Definición
 4.3.2Textos
 4.3.3Autores
 4.3.4Positivo
 4.3.5Negativo
o 4.4Influencia moral
 4.4.1Definición
 4.4.2Textos
 4.4.3Autores
 4.4.4Positivo
 4.4.5Negativo
o 4.5Sociniana
 4.5.1Definición
 4.5.2Textos
 4.5.3Autores
 4.5.4Positivo
 4.5.5Negativo
o 4.6Gubernamental
 4.6.1Definición
 4.6.2Textos
 4.6.3Autores
 4.6.4Positivo
 4.6.5Negativo
o 4.7Sacrificio
 4.7.1Definición
 5Véase también
 6Referencias

Antiguo Testamento[editar]
Las impurezas ceremoniales o morales hacían necesaria la expiación en el Antiguo
Testamento. Los motivos de expiación ceremonial incluían el flujo de sangre femenino,2 la
contaminación al tocar o manipular un muerto. También ciertos objetos materiales
considerados sagrados, como el altar y el tabernáculo, podían potencialmente contaminarse, y
era necesario hacer expiación por ellos. Sin embargo, básicamente la expiación se hace por
el pecado que contamina tanto al hombre como a las cosas, y del cual la impureza ceremonial
es sólo una ilustración de una real impureza espiritual.

Nuevo Testamento[editar]
Cristo con carácter expiatorio fue previsto ya desde la eternidad, anunciado proféticamente
para nosotros en el culto ritual del Antiguo Testamento y consumado en la cruz del Calvario.
Según la biblia algunas tendencias del cristianismo, el Hijo de Dios, Jesucristo, era consciente
de que su sufrimiento y muerte final eran parte de su llamado. Muchas veces durante el curso
de su ministerio Jesús se refirió en forma velada y figurada a la forma de su muerte futura,
pero poco a poco les fue manifestando a sus discípulos con toda claridad que debía sufrir y
morir.3

Criticismo[editar]
Autores como Christopher Hitchens subrayan que el concepto de expiación es objetivamente
inmoral, puesto que la posibilidad de quitar la culpa personal y ponerla en otro individuo o cosa
es la ruptura misma con el concepto moral de responsabilidad. Sin embargo, este punto de
vista es debatible, debido a que no siempre es inmoral que un segundo individuo asuma la
responsabilidad de los actos cometidos por otro ser, ejemplo con los menores de edad o con
los animales (cuando un perro muerde a una persona, es el dueño del perro quien debe pagar
e incluso ir a la cárcel), por el contrario, es indicativo de una civilización de moral elevada.

Teorías históricas sobre la expiación[editar]


Introducción[editar]
Satisfacción[editar]
Definición[editar]
La teoría de la satisfacción sigue el siguiente razonamiento:

1. Anselmo, creía que el pecado era básicamente una falla en la manera de rendir a Dios
lo que se le debe. Al fallar en dar a Dios lo que es debido, tomamos de Él lo que es
legítimamente suyo y lo deshonramos. Nosotros como pecadores debemos
restaurarle lo que le debemos. Anselmo argumentaba de la siguiente manera: Por el
pecado, el ser humano ofendió a Dios y su honor manchado requiere necesariamente
una satisfacción condigna. Así que tanto la satisfacción como el castigo eran
requeridos por la misma naturaleza de Dios. Desde el horizonte de una visión jurídica,
se utilizaba un instrumental prestado del derecho romano (“satisfactio”) para expresar
la acción redentora de Cristo. En este caso la ofensa era contra la santidad de Dios.
Anselmo enfatizó la necesidad de hacer reparación a Dios por el pecado. Usó
analogías del sistema penitencial medieval, y la idea de la satisfacción para describir
la manera en que la muerte de Cristo protegía a Dios.
2. La satisfacción de la justicia de Dios requiere que se le brinde a Dios lo que se le debe
con exactitud. La humanidad es quien necesita hacer tal ofrecimiento. Sin embargo,
los humanos no son capaces de ofrecer tal satisfacción, pues lo que se debe es
proporcional a la culpa. Solamente Dios puede dar la satisfacción necesaria.
3. La mente medieval sostenía que la recompensa tenía que ser proporcional a la
dignidad de la parte ofendida, en este caso Dios. Consecuentemente las personas
finitas no podían hacer una compensación infinita por la ofensa cometida contra el
Señor del universo. En cualquier caso los pecadores no tenían nada que ofrecer a
Dios porque le deben a El todo. El hombre pecador no puede, para nada, cumplir esta
justificación porque un pecador no puede justificar a un pecador. Así que la
justificación adecuada debe ser realizada por alguno que sea divino, esto es por Dios
mismo. Pero por el otro lado la satisfacción debe ser pagada por alguno que
represente a la humanidad. Por lo tanto la satisfacción debe ser hecha por uno que es
a la vez Dios y ser humano. Si sólo Dios puede hacer esta satisfacción y sólo un
hombre puede hacerla, es necesario que un Dios-hombre la haga.
4. Anselmo descubre una salida absolutamente racional: el hombre le debe a Dios una
satisfacción infinita. Sólo Dios puede proceder a una satisfacción infinita. Luego es
necesario que Dios se haga hombre a fin de poder reparar infinitamente. El “Hombre-
Dios” realiza lo que la humanidad tenía que realizar: la reparación. El “Dios-hombre”
concretiza lo que falta a la reparación humana: su carácter de infinitud. Por
consiguiente, en el Hombre-Dios se da la reparación (hombre) condignamente infinita
(Dios). La encarnación es necesaria con una lógica irrefutable.
5. Cristo, nació de una virgen, vivió una vida sin pecado, sufrió y murió voluntariamente, y
por lo tanto acumuló más méritos que el necesario para pagar la deuda que la
humanidad tenía. Dios aceptó la pasión de Cristo y la acreditó en la cuenta de la raza
pecadora y por lo tanto está dispuesto a restablecer el compañerismo de aquellos que
confían en la provisión salvadora de Cristo.
6. Cristo, siendo Dios y hombre sin pecado, no merecía la muerte, por lo tanto la ofrenda
de su vida a Dios en nombre de la raza humana de la cual Él fue parte, fue más allá
de lo que se requirió de El. Por lo tanto, pudo servir como una genuina satisfacción a
Dios por los pecados del hombre. Pero ¿fue suficiente para cumplir con lo que se
necesitaba? ¿fue el pago suficiente? Si, lo fue.
7. Al sugerir que la muerte de Cristo satisfizo plenamente el poder herido de Dios, los
teólogos medioevales estaban movidos por la figura del gran señor feudal, cuya
dignidad fue herida o lastimada.
Textos[editar]
Juan 10:18.
Autores[editar]

1. Esta teoría también llamada la visión latina, apareció en primer lugar en la Patrística
occidental y encontró una expresión concreta en la Edad Media (500-1500), en un
entorno cultural, en donde el feudalismo era muy fuerte.
2. Atanasio y Ambrosio, ambos se refirieron a Cristo como el que cargó lo que cada uno
merece cargar, pero la teoría fue perfeccionada y desarrollada en forma completa por
Anselmo, particularmente en su famosa obra “Cur Deus Homo”. Muchos teólogos
medievales posteriores trabajaron la teoría de la satisfacción de Anselmo pero
hicieron modificaciones.
3. Hugo de San Víctor, combinó la teoría jurídica de Anselmo con la teoría clásica del
rescate del dominio de Satanás. De acuerdo a esta teoría Cristo cumplió con la
satisfacción debida a Dios por el deshonor que los pecadores le causaban a El, pero
ahora alineado con las personas, Dios está dispuesto a liberar a los pecadores del
dominio de Satanás.
4. Alejandro de Hales y Buenaventura siguieron el esquema anselmiano, pese a que
eran reacios a reconocer la misma necesidad absoluta de la muerte como Anselmo
había hecho.
5. Juan Wycliffe también siguió las líneas mayores de la satisfacción propuesta por
Anselmo.
6. La tradición reformada compartió mucho del lenguaje anselmiano, y algunas ideas de
Anselmo, focalizándose sobre los temas de la substitución penal y de la eficacia
sacrificial de la cruz.
Calvino argumentó que Cristo tomó sobre sí mismo y sufrió el castigo que desde el justo juicio
de Dios afligía a todos los pecadores, y que cargó aquellos males que habían conducido a que
los pecadores fueran odiosos para Dios. Es decir que por su expiación y por su satisfacción,
ofreció el sacrificio a Dios el Padre.
Positivo[editar]
1. Intentó tratar seriamente al pecado humano. Stott cree que Anselmo percibía con claridad la
gravedad del pecado como una rebelión salvaje en contra de Dios, de su santidad incambiable
y en contra de las perfecciones únicas de Cristo.
2. Correlacionó la encarnación y la muerte del Dios-hombre.
3. Colocó su muerte en el primer plano de la reflexión teológica.
4. Anselmo es uno de los primeros teólogos en tratar el hecho de la culpa.
5. Enfatiza la obediencia hasta la muerte.
Negativo[editar]
1. Dios encarna más bien la figura de un señor feudal absoluto, dueño de la vida y de la
muerte de sus vasallos.
2. Se pone demasiado énfasis en la divina majestad ofendida, negando el hecho de que Dios
puede demostrar misericordia y perdón, sin dañar su honor o majestad. Algunas expresiones
tienden a enfatizar la majestad de Dios o el honor por sobre la santidad de Dios o por sobre su
amor, y a plantear un conflicto entre la misericordia y la justicia.
3. No indica cómo la satisfacción por parte del Dios-hombre, ha de ser apropiada por los seres
humanos individuales. Pero además, no pone en correlación adecuadamente la muerte de
Jesús con el resto de la verdad cristiana. No deja lugar para la revelación en la encarnación
misma. No enfatiza el papel de la resurrección.
4. Puso demasiado énfasis en la ira divina. Dios asume los rasgos de un juez cruel y
sanguinario empeñado en cobrar todas las deudas referentes a la justicia. El Dios de Anselmo
tiene muy poco que ver con el Dios Padre de Jesucristo. Se le impone al mismo Dios un
mecanismo atroz, violación-reparación, indicándole lo que necesariamente debe hacer.
5. Énfasis en una interpretación monetaria de la muerte de Cristo. Su teoría está marcada por
su contexto cultural y eclesiástico. Estaba empapada de la ley romana con sus conceptos de
castigo y deuda. Utilizó el término “satisfactio”, que Tertuliano había introducido al vocabulario
cristiano, se valió del sacramento de la penitencia que estaba surgiendo, incluyendo la
conmutación de los actos penitenciales por medio del pago de dinero. Hay un foco
desproporcionado sobre las analogías comerciales de la Edad Media: rescate, pago, deuda,
hasta negar otras analogías morales o familiares.
6. Marca una diferencia entre el Padre (acreedor riguroso) y el Hijo (bienhechor generoso). El
énfasis sobre la satisfacción del Padre por el Hijo en algún momento parece exagerada y
tiende hacia una separación entre un Padre rudo y un Hijo compasivo.
7. Basándose en una distinción nestoriana de las dos naturalezas del Dios-hombre, interpretó
la expiación como ofrecida a Dios por medio de la humanidad del Dios-hombre.
8. Esta teoría se focaliza en el honor lastimado de Dios, y prestó poca atención a la naturaleza
penal y substitucionaria de la muerte de Cristo.
9. La satisfacción es una satisfacción requerida por la “ley” de Dios, o por el “honor” de Dios.
Pero puede objetivarse la ley y el honor de tal manera que parecen existir como apartados de
El.
10. En algunas de sus expresiones la teoría falla en enfatizar adecuadamente la obediencia de
Cristo en su vida entera bajo la ley y se focaliza, primariamente, en la obediencia pasiva de
Cristo, en sus sufrimientos, y en su muerte.
11. Puede correr el riesgo de enfatizar más la substitución de la pena, que la substitución de la
persona que merece el castigo.
Victoria Rescate[editar]
Definición[editar]
La teoría sigue el siguiente razonamiento:
1. En la lucha cósmica entre las fuerzas del bien y del mal, Satanás estableció el control sobre
el hombre. Ireneo, entre otros, sugirió que fue por un acto de agresión injusta que este control
fue establecido. Pero independientemente de cómo fue ganado el control, Satanás ahora es el
poder que gobierna en el mundo. Como un gobernante del mundo, sus derechos no pueden
ser simplemente dejados de lado, porque Dios no se inclinará a usar técnicas empleadas por
el diablo. El mayor problema del ser humano, por lo tanto es su esclavitud a un dueño inepto,
Satanás, al cual pertenecía justamente, según creían los Padres, debido a su pecado.
2. Hasta tal punto estábamos bajo la tutela de lo demoníaco, de lo alienante y de lo
esclavizante que no nos podíamos liberar por nosotros mismos.
3. En cualquiera de las formas que la teoría adquirió en los primeros siglos, el tema dominante
de la teoría fue la victoria sobre Satanás y la liberación de la humanidad de la esclavitud a él.
Vale decir que el tema central de la teoría es la expiación como un conflicto y una victoria.
Cristo pelea en “contra de” y “triunfa sobre” los poderes perversos del mundo. Triunfa también
sobre los tiranos bajo los cuales la humanidad está en prisión y en sufrimiento. En El, Dios
reconcilia al mundo consigo mismo. Aulén, además, cree que el motivo del Cristo victorioso,
muestra el “rescate de” y la “liberación de” la esclavitud del pecado, la muerte y el diablo. En
este sentido, la teoría está en paralelo con la teoría del rescate, pero la teoría de la victoria
enfatiza la victoria de Cristo sobre el pecado y por lo tanto se centra en la idea de la
resurrección. Central en su comprensión son las ideas de la encarnación y el señorío de
Cristo.
4. Esta teoría representa a la salvación operada por Jesucristo con la figura la esclavitud
antigua. Por la emancipación de un esclavo se pagaba un precio determinado: el rescate. De
esa manera quedaba redimido (En latín el término redimir proviene de “emere”, “redimere”,
que significa comprar y liberar mediante un precio).
5. La muerte de Cristo fue el precio que Dios exigió y que fue abonado a fin de rescatar a los
hombres prisioneros de Satanás. Algunos pocos creyeron que el precio fue pagado no a
Satanás sino por ejemplo a la muerte (el caso de Juan de Damasco).
6. Gregorio de Nisa insistió sobre el concepto del rescate y utilizó una metáfora notable en
relación con él mismo. Por medio de la caída, la humanidad pasó a estar “en poder de” y “bajo
el control del” diablo. Dios tenía que tratar justamente con el diablo para poder emancipar a
sus cautivos humanos. Pensando que Jesús era un obrador de milagros concebido
virginalmente, el diablo decidió presumiblemente que sería conveniente aceptar un cambio o
un rescate por sus cautivos. Pero el diablo no discernió que la divinidad estaba unida a la
humanidad de Jesús. Por consiguiente:
“Para poder asegurar que el rescate a favor nuestro pudiera ser aceptado fácilmente por quien
lo requería, la divinidad fue escondida bajo el velo de nuestra naturaleza, de manera que,
como en el caso de un pez hambriento, el anzuelo de la divinidad fuera tragado juntamente
con el cebo de la carne, y así, siendo introducida la vida en la casa de la muerte, y brillando la
luz en la oscuridad, aquello que es diametralmente opuesto a la luz y a la vida pudiera
desaparecer”.
Dios ofreció a su Hijo como un rescate, una oferta que el Diablo aceptó gustosamente. Con
todo, cuando Satanás condujo a Cristo al infierno, descubrió que no podía retenerlo. Al tercer
día se levantó triunfante y dejó a Satanás sin sus prisioneros originales, y sin el rescate que
había aceptado en su lugar.
7. Parece obvio que Dios debió haber anticipado este hecho, pero el hecho de que Dios
engañara al Diablo no parecía preocupar a los Padres. Ellos produjeron ilustraciones tales
como el viaje de pesca. La carne de Jesús era el cebo o carnada, la deidad de Cristo era el
anzuelo. Satanás se tragó el anzuelo con la carnada y fue atrapado.
8. Esta teoría de la expiación recibió varios nombres, tales como el rescate pagado al Diablo,
la teoría clásica, o la teoría del anzuelo.
9. La teoría se focaliza no tanto en el hecho de que Cristo cargara con la penalidad de los
pecadores, ni tampoco con la propiciación frente a la ira de Dios, más bien se focaliza en la
tarea que el Señor hace al liberar a la humanidad de los poderes esclavizantes.
La teoría asumió dos formas:

a. Siguiendo a Marcos 10: 45, ve a la muerte de Cristo como un rescate


pagado al Demonio. El mundo ha caído bajo el dominio de Satanás por culpa
del pecado. En la cruz Dios entregó a Cristo a Satanás en cambio por las
almas de aquellos que tenía cautivos. Satanás no pudo retener a Cristo,
quien se levantó poderosamente de la tumba.
b. Siguiendo a Colosenses 2: 15, cree que Dios batalló con Satanás
triunfando sobre la muerte y sobre el pecado, y rescató de una vez y para
siempre, a aquellos que estaban cautivos de los poderes de las tinieblas.

10. John Lawson ha distinguido entre la doctrina de Ireneo referida a la persuasión del Diablo
por parte de Cristo a los efectos de que soltara a la humanidad, y su enseñanza acerca de
Cristo el Vencedor o Campeón, quien por medio de la obediencia, tanto en la vida como en la
muerte, puso en práctica una “recapitulación” distinta a la vida del desobediente Adán.
11. El rescate fue determinado por, pagado a, y aceptado por Satanás. Esto mitiga hasta
cierto punto el cargo que la teoría del rescate hace a Dios como un comerciante de alguna
manera deshonesto.
12. Centrales a la comprensión de esta teoría eran la encarnación y el señorío de Cristo. En
su sentido de liberación y rescate la teoría de la victoria es paralela a la del rescate, pero pone
más énfasis en la victoria sobre el pecado y está, por lo tanto, centrada en la idea de la
resurrección.
Textos[editar]
Mateo 20:28 y Marcos 10:45.
Autores[editar]
1. La idea de que fue el Diablo quien hizo que la cruz fuera necesaria, fue bastante extendida
en la iglesia primitiva, incluso hasta el siglo XI: Ireneo (130?-202?); Orígenes (185?-254?);
Gregorio de Nisa (335-399; Agustín (354-430); Bernardo de Clairvaux (1091-1153).
Después de Anselmo, y bajo mucha crítica, dejó de ser usada. Fue Gustaf Aulén, con su obra
Christus Victor, quien, luego de tantos siglos, la rescata, sugiriendo que detrás de lo que
parece grotesco hay, sin embargo, una gran verdad.
2. Ireneo interpretó la muerte de Cristo como una victoria sobre el pecado, la muerte, y sobre
el Diablo.
3. Orígenes mantuvo que en razón del pecado de la humanidad estábamos en las garras de
Satanás y como un intercambio para la liberación de las almas que estaban bajo su poder,
Satanás demandó la sangre de Cristo. Satanás liberó a las almas aprisionadas cuando Dios le
dio a Cristo como un rescate (lytron). Orígenes creyó que Satanás fue engañado en la
transacción por dos cosas: a. La humanidad de Cristo escondía su divinidad, así que cuando
Satanás se tragó la carnada de la carne de Cristo, se entrampó en el anzuelo de su divinidad,
b. Satanás descubrió que no podía mantener a Cristo en el infierno, así que en el tercer día, el
Salvador se levantó poderosamente de la tumba. Orígenes lo resumió así: “el Diablo una vez
reinó sobre nosotros hasta que el alma de Jesús fue dada como rescate a aquel que se
engañó a sí mismo pensando que podría enseñorearse sobre Jesús”.
4. Gregorio de Nisa repitió esta idea, y justificó el engaño, entre otras cosas porque el
engañador recibió lo que “merecía” dado que en su momento, él mismo fue engañador. En su
Catecismo también usa la figura del anzuelo. El anzuelo de la divinidad es engullido con la
carnada de la carne de Cristo, y por lo tanto, la vida es introducida en la casa de la muerte,
como lo hace un pez hambriento.
5. Agustín usó la imagen de una trampera de ratones, como Pedro Lombardo, “encarnada con
la sangre de Cristo”. Naturalmente no todo el mundo acepta estas figuras. R. W. Dale opinaba
que estas ideas eran “intolerables, monstruosas y profanas”. (Stott, 1989, p. 113-4).
6. La idea del rescate pagado a Satanás fue repudiada con desprecio e indignación por
Gregorio de Nacianzo, tanto como la idea de que Dios requiriera un rescate. (Berkhof, 1975, p.
167) Berkhof, L. 1975. The History of Christian Doctrines, Baker Book House, Michigan.
7. Juan de Damasco usó la misma imaginería excepto que identificó al enemigo con la muerte
más que con Satanás. Creía que la muerte se aproximaba y tragaba la carnada del cuerpo
quedando entrampado en el anzuelo de la divinidad. Y habiendo probado aquel cuerpo
inocente y dador de vida, ella misma era destruida, vomitando a aquellos que previamente
había devorado.
8. No todos los autores están de acuerdo en cuanto al enfoque de Lutero. No obstante, es
cierto que expresó el tema del Cristo Vencedor. Declaró que Jesucristo “me ha redimido a mí,
una criatura perdida y condenada, me ha rescatado y liberado de todos los pecados, de la
muerte y del poder del diablo; no con plata ni oro, sino con su santa y preciosa sangre y con
sus sufrimientos y su muerte inocentes”.
Al explicar cómo Jesucristo llegó a ser su Señor, Lutero declaró: “Significa que me ha redimido
del pecado, del diablo, de la muerte y de todo mal. Antes de esto no tenía Señor y Rey sino
que era prisionero bajo el poder del diablo”.
Al comentar acerca de Gálatas 3: 13 afirmó: “Cristo el poder de Dios, justicia, bendición, gracia
y vida, vence y destruye a estos monstruos: el pecado, la muerte y la maldición, sin guerra o
armas, en su propio cuerpo y en sí mismo”.
El himno más célebre de Lutero alude al conflicto y a la victoria:

¡Que muestre su vigor


Satán, y su furor
Dañarnos no podrá,
Pues condenado es ya
Por la Palabra Santa!.

Lutero se refirió al fraude y al engaño del Diablo, usando la analogía del pescador, el anzuelo
y la lombriz, afirmando que al tragarlo a Cristo, el Diablo se asfixió, fue muerto y tomado
prisionero por Cristo.
9. Entre los teólogos contemporáneos que sostienen la teoría está Gustav Aulén, quien cree
que pese a que las figuras de los Padres son crudas, sin embargo, contienen la verdad de que
en Cristo, Dios triunfa sobre el pecado, la muerte y el Diablo, en un drama cósmico
gigantesco, que termina en la muerte de Cristo. Para Aulén, el trabajo expiatorio de Cristo
significa una victoria. El Diablo y los demonios son vencidos. El pecado es derrotado. Cristo,
en su muerte, “batalló contra” y “ganó a” los espíritus malignos y poderosos. Como resultado
de su victoria, las personas que estaban cautivas, fueron liberadas y ganaron la esperanza de
la vida eterna.
Aulén llegó a ser el mayor representante del tema de Cristo Vencedor en el siglo XX. Lo
denominó el punto de vista clásico, dramático, y lo consideraba la vía principal, para explicar la
doctrina de la expiación. “Por mi propia parte, estoy convencido de que ninguna forma de la
enseñanza cristiana tiene futuro alguno salvo que mantenga firmemente en vista la realidad de
la maldad que hay en el mundo y salga a combatir el mal con un himno de batalla triunfante”.
10. Muchos himnos de Pascua, y una buena parte de la devoción cristiana apuntan a este
mismo elemento de victoria.
Positivo[editar]
1. Esta representación del cautiverio y del rescate pretende poner de relieve la gravedad de la
perdición humana. No nos poseíamos; éramos poseídos por algo que no nos dejaba ser
auténticos.
2. Muchos autores ven muy apropiada la idea para personas que viven continuamente
exclavizados por sistemas opresores, tanto sociales como religiosos.
Cristo nos liberó realmente de ese cautiverio; partiendo de una nueva experiencia de Dios y de
una nueva praxis humana, se presentó como hombre libre, liberado y liberador. Con la muerte
violenta sufrió y pagó el precio de esa libertad que había asumido en nombre de Dios.
No solamente es derrotado el pecado personal sino también el corporativo.
3. Los dos temas (victoria y rescate) hacen de la expiación una obra esencialmente divina.
La obra de Cristo es considerada el movimiento de Dios hacia los hombres.
En realidad los dos temas hacen de puente entre las teorías objetivas y subjetivas. Son
objetivas por el hecho de que la expiación no está dirigida a la humanidad, y son subjetivas
porque le permiten a los seres humanos creyentes la oportunidad de participar en la victoria
de Cristo por sobre los poderes.
4. Los dos temas presentan el pecado y la salvación como un conflicto cósmico entre Dios y
los poderes malignos. La expiación de Dios es el drama de la salvación del mundo.
5. Los dos temas relacionan la cruz de Jesús más íntimamente con su resurrección y con su
vida y ministerio en la carne que la mayoría de las teorías.
Negativo[editar]
1. Le atribuye a Satanás más importancia que la que le asigna la Escritura. La cruz es vista
como una transacción divina, en donde el Diablo demanda un precio de rescate para liberar a
sus cautivos.
2. La redención y el precio pagado por ella se realizan exclusivamente entre Dios y el Diablo.
El ser humano no es más que un espectador interesado pero no participante. Lo que ocurre es
un drama salvífico suprahistórico.
3. El tema del rescate, tal como se lo empleó en la edad patrística, presupone lo que muchos
cristianos modernos consideran imágenes grotescas e inaceptables.
4. El tema del rescate tal como fue articulado por ciertos Padres, presenta un problema ético
al enseñar que el Diablo fue engañado o embaucado.
5. La teoría no permite un uso figurativo del término “rescate” en Marcos 10: 45, obligando a
pensar en una persona.
6. El tema del Vencedor, especialmente en Conner, magnifica de tal modo la inevitabilidad de
la cruz que pone en peligro la libertad de la gracia de Dios y del sacrificio voluntario de Jesús.
7. Los dos temas celebran la victoria de Cristo, pero realmente no especifican de qué manera
el creyente se apropia de esa victoria.
8. El tema del Vencedor tal como lo expone Aulén, excluye otras metáforas y otros conceptos
bíblicos de lo que es una interpretación singular y exclusiva de la obra de Cristo.
9. Watson protestó ante la antítesis que Theodosius Harnack ve en la teología de Lutero entre
la victoria sobre los poderes y la sustitución penal. El mismo tipo de protesta puede
oponérsele a Aulén. Los temas de la victoria sobre los poderes y la substitución penal no son
alternativas mutuamente incompatibles como, por ejemplo Aulén, parece implicarlo.
Influencia moral[editar]
Definición[editar]
La teoría de la influencia moral sigue el siguiente razonamiento:
1. El primero en desarrollarla fue Pedro Abelardo en reacción a la idea de Anselmo. Abelardo
enfatizó la primacía del amor de Dios e insistió en que Cristo no hizo ninguna clase de pago
sacrificial al Padre para satisfacer su dignidad ofendida. Al contrario, Jesús le demostró al
hombre la extensión total del amor de Dios por él. Fue el temor del hombre y su ignorancia de
Dios lo que necesitó ser rectificado, lo cual se realizó por medio de la muerte de Cristo. Por
tanto el mayor efecto de la muerte de Cristo cayó sobre el hombre más que sobre Dios.
2. La visión subjetiva se focaliza en el cambio de actitud que la muerte de Cristo produce en
los pecadores. Los proponentes suponen que no había obstáculos en Dios a ser superados
para restablecer a los pecadores en su comunión con el Creador. De parte de Dios no había
ninguna necesidad, ni la de hacer justicia, ni la de aplicar la ira. La única barrera estaba en el
distanciamiento de las personas en sí mismas, en su orgullo pecaminoso, en sus voluntades
endurecidas.
3. Sin negar todos los aspectos objetivos, esta tradición enfatiza la apropiación subjetiva de la
cruz, sosteniendo que la intención central de la muerte de Cristo es servir como un ejemplo
supremo del amor divino, despertando, generando y capacitando, para una respuesta de amor
del ser humano. La responsabilidad moral de la persona es animada por el ejemplo de la
persona de Jesús como humano que es. La muerte de Cristo evidencia la sinceridad de su
enseñanza. La muerte de Cristo fue importante porque movía al arrepentimiento y a la fe.
4. Para esta teoría la muerte de Cristo permite al ser humano hacer realidad las tres
necesidades humanas más básicas:
a. El ser humano necesita una apertura hacia Dios, una inclinación a responderle. Jesús con
su muerte quita el temor por Dios, que es la respuesta natural de un pecador frente a Dios.
Por lo tanto Cristo no nos muestra primero la infinita santidad y pureza de Dios sino su
preocupación por nosotros, la que se manifiesta al entrar El en nuestra situación, y muriendo
la muerte más amarga que se pueda concebir.
b. El ser humano necesita una genuina y profunda convicción de pecado personal y el
arrepentimiento que resulta del mismo. En adición al conocimiento intelectual y objetivo del
error que da la ley, necesitamos una convicción interna que guíe a un genuino sentido de
tristeza por lo que hemos hecho a Dios. Cuando lo vemos a El, a quien hemos atravesado con
nuestro pecado, nuestra actitud se ablanda. A diferencia de Judas, que se suicida, nosotros no
seremos enfriados, endurecidos, o repelidos por el dolor que acompaña el reconocimiento de
nuestro pecado, al contrario, daremos la bienvenida a la angustia. Como Pablo, al oír las
palabras "Yo soy Jesús a quien tu persigues" (Hechos 9:5), veremos que la resistencia por
Dios desaparece. Iremos a Jesús en amor.
c. El ser humano necesita inspiración. Las descripciones abstractas de la santidad ayudan,
pero su exposición práctica y personal la hace real para nosotros. No queremos definiciones
teológicas de Dios, dice Bushnell, "lo que queremos es un amigo al que podemos sentir como
hombre, y a quien precisamos aceptar y amar".
La vida y los sufrimientos de Cristo eran concebidos como una demostración del amor divino
para reconciliar al ser humano con Dios, quebrando su resistencia y trayéndolo a una vida de
compañerismo con Dios. Según esta teoría, no hay una necesidad específica de satisfacer la
naturaleza divina, o los problemas de su gobierno moral.
Horace Bushnell, el padre del liberalismo americano, creyó que la cruz mostraba el sufrimiento
amoroso de Dios por sus criaturas. No es que el sufrimiento apacigüe a Dios, pero exhibe el
invencible amor del corazón de Dios. Subjetivamente la muerte de Cristo desata un poder
moral en el mundo que ablanda a los corazones endurecidos y guía a los pecadores al
arrepentimiento.
La muerte de Cristo ocurrió para impactar con poder en nuestro carácter. Buscando retener
algún lazo con la ortodoxia, Bushnell sugirió que los conceptos tales como los de la ira, el
sacrificio, la sangre y la expiación, mueven los sentimientos, estados y afectos morales de los
adoradores. A pesar de retener el lenguaje tradicional Bushnell vio la expiación como el poder
del amor que evoca el arrepentimiento y transforma el carácter.
5. L. H. DeWolf también subscribe la visión moral de la expiación. En la cruz los pecadores:

a. Negativamente, ven la vileza de sus pecados vívidamente representados.


b. Positivamente, aprenden que Dios sufre amorosamente con ellos en su
alienación.
Por lo tanto como hombres y mujeres contemplan la cruz en donde Dios
actuó en Cristo y son movidos a poner su esperanza en el Padre, a
arrepentirse con fe, y a servirle en amor obediente.

En este caso la muerte de Cristo es vista como una demostración del amor de Dios que busca
despertar o generar respuesta de amor de la humanidad.
La cruz es un modelo del pensamiento y la disposición que debe tener el cristiano.
En ninguna otra parte se ve más claro la naturaleza profunda y la malignidad del pecado que
en la cruz. Pero la cruz también revela un paradigma de justicia, el de la vida sin pecado dada
por otros, la cual el cristiano está capacitado para seguir por gracia. Así que la cruz no
produce sólo un ejemplo moral, sino que también puede ser un verdadero ejemplo de poder.
Es decir que la cruz ayuda a rescatar del yugo de esclavitud, pero además anima a seguir el
camino de la cruz por imitación.
La cruz revela el amor de Dios por los pecadores, y hace un apelativo desafiante a responder
amorosamente, generando o despertando el arrepentimiento por los pecados.
Textos[editar]
El texto clásico es Juan 15: 13: "Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por
sus amigos". 2 Corintios 5: 14-15; Efesios 5: 1-2; Filipenses 2: 5-8.
Autores[editar]
1. En Clemente de Alejandría (185?-254?), ya hay alguna idea de la teoría de la influencia
moral. Pero en realidad el que primero la desarrolla es Pedro Abelardo (1079-1142) en
reacción a la idea de Anselmo.
2. Versiones de la teoría pueden encontrarse en F. D. E. Schleiermacher (1768-1834) y
Horace Bushnell (1802-1876).
Para Schleiermacher la perfecta auto-consciencia de Dios es la base para la reconciliación
divina-humana. Profundamente compasivo con la humanidad, Cristo se identificó con los
débiles y se expuso a sí mismo a los sufrimientos que vienen del pecado, principalmente
sobre la cruz.
La fe se va generando, y despertando en los que miran el sacrificio. Son también arrastrados
al círculo de sus auto-conciencias, compartiendo el sentido de filiación de Hijo, aliviándose de
su sentido de la ira de Dios, y formando consciencia de la buena voluntad de Dios.
Schleiermacher quería evitar la temática de la satisfacción vicaria, y de la ira divina. Para él la
expiación fue principalmente la empatía con el pecador, la que fue suficientemente fuerte
como para estimular una actividad redentora, y para absolver a todos los hombres gracias a
su compañerismo vital. Es decir que buscando liberar a las doctrinas de la expiación del
objetivismo, sobreenfatizó el aspecto subjetivo con la tendencia a hacer de nuestra pobre
experiencia la medida de lo que Dios es.
Horace Bushnell, propuso el sacrificio sustitutivo, como el concepto clave para entender el
sufrimiento y la muerte de Jesús. "Sustituto" no significa que Jesús hubiera cargado con los
pecados en lugar nuestro para cumplir con la justicia de Dios sino más bien que se identifica
con empatía con los seres humanos. Sufrió "sus adversidades y sus dolores" y tomó sobre sí
"la carga de sus maldades".
El amor es un principio fundamentalmente sustitutivo en su propia naturaleza y así la cruz
demuestra que Dios el Padre sufrió, "pues hay una cruz en Dios antes que el madero haya
sido visto sobre el Calvario”.
5. L. H. DeWolf también subscribe la visión moral de la expiación.
6. Formas subjetivas o morales de explicación de la expiación son hoy sostenidas por
comentaristas de la escuela liberal.
7. Hastings Rashdall sostiene esta visión en “la Idea de la Expiación” (1919).
8. El conocido himno “La Cruz Excelsa al Contemplar” (HB 109), de Isaac Watts, 1707, tiene
mucho de esta teoría.
La Cruz excelsa al contemplar Do Cristo allí por mí murió, Nada se puede comparar A las
riquezas de su amor.
Yo no me quiero Dios, gloriar Más que en la muerte del Señor. Lo que más pueda ambicionar
Lo doy gozoso por su amor.
Ved en su rostro, manos, pies Las marcas vivas del dolor; Es imposible comprender Tal
sufrimiento y tanto amor.
El mundo entero no será Dádiva digna de ofrecer. Amor tan grande, sin igual, En cambio exige
todo el ser.
Positivo[editar]
1. Sostiene y enfatiza que la muerte de Jesús ocurrió como consecuencia del amor de Dios
por los seres humanos pecadores y que es una revelación de ese amor divino. La obra
salvífica de Jesucristo revela el amor de Dios y el amor de Cristo es (en efecto) el amor de
Dios.
2. La teoría presenta con razón a Dios como Padre –que es el término y el concepto central de
la enseñanza de Jesús- no como Engañador del Diablo, Señor Feudal o Juez Gobernante.
Negativo[editar]
1. La teoría tiene un optimismo demasiado grande en el ser humano, debilita el concepto de
pecado y el del juicio. Asume de manera muy optimista que nuestra voluntad no está
realmente afectada por el pecado y que no se requiere castigo por el pecado. La teoría está
basada en una concepción de la naturaleza humana bastante diluida y debilitada.
2. La teoría minimiza cualidades tales como la justicia, la santidad y la rectitud divina. La
naturaleza de Dios es esencialmente amor. Tiene la tendencia a poner la fuerza en el amor de
Dios, pero a expensas de la justicia. Obviamente el texto bíblico enseña que la justicia divina
debe ser satisfecha, su santidad debe ser vindicada, y su ley debe ser honrada.
Atribuir mayor importancia a un atributo por sobre otro, crea una falta de balance en el ser de
Dios. Es difícil decir que Dios es más santo que justo, o más justo que amoroso, etc.
3. La teoría niega la existencia de una base objetiva en el proceso de la expiación. La teoría
reconoce, correctamente, que el gran amor demostrado por Cristo en sus sufrimientos y en su
muerte, ejerce una poderosa influencia sobre los seres humanos para que se reconcilien con
Dios. Pero, paralelamente, disminuye la extensión de ese amor, negando que los sufrimientos
de Cristo estén también relacionados con la satisfacción de la justicia de Dios, lo que
demanda que Cristo soporte sobre sí mismo la pena por el pecado.
4. Esta visión localiza el poder efectivo de la expiación en la experiencia personal. Pero carece
de objetividad, más allá de esta experiencia. Esta teoría olvida que no es sólo la humanidad la
que necesita ser reconciliada sino primeramente la santidad de Dios. La única uchale
necesidad de reconciliación que descubre es en la naturaleza moral de la humanidad, pero
falla en indicar por qué la justicia de Dios debe aplicar un castigo por nuestras faltas.
5. La teoría involucra en la expiación sólo algunos aspectos de la persona de Cristo
descuidando algunos muy importantes. En realidad quien realiza la expiación no es sólo un
ser humano ejemplar sino el Hijo de Dios enviado. Es cierto que la enseñanza humana de
Cristo es clave, pero si no se muestra algo de su enseñanza trascendente, es difícil entender
el significado y el valor de la muerte de Cristo. Hace de la vida el enfoque esencial de su
trabajo, sin dar mucho valor a la muerte de Cristo.
6. En la Biblia Cristo sufre con la humanidad pero también sufre por la humanidad. Una
premisa vicaria ignorada en la teoría.
Sociniana[editar]
Definición[editar]
NOTA: no confundir o identificar la teoría de la influencia moral con la teoría moral. Son
distintas y poseen ideas fundamentales diferentes.
La teoría sociniana sigue el siguiente razonamiento.
1. Socino vio a Cristo como un profeta y como un maestro que daba instrucción a sus alumnos
sobre el mal, definido como ignorancia, y los bendecía con los beneficios del conocimiento. La
muerte de Cristo era vista como un acto final de heroísmo moral, como un ejemplo único de
paciente sufrimiento, el cual despertaba el arrepentimiento y la fe.
"Jesucristo es nuestro Salvador porque nos anunció el camino de la salvación eterna, la
confirmó y en su propia persona, tanto por medio del ejemplo de su vida como por su
resurrección, la mostró claramente (la vida eterna), y la brindará a los que tenemos fe en él".
La teoría sociniana tiene una visión adopcionista de Jesús como un profeta humano elegido
por Dios para ser su Hijo. Los socinianos creyeron que en su vida y en su muerte Jesús
modeló la vida moral que Dios espera de la vida humana. Jesús es un ejemplo de resistencia
obediente hasta la muerte, ejemplo que inspira a las personas a perseguir su auto-reforma.
Socino decía: “Cristo quitó los pecados porque El atrae por medio de promesas celestiales y
es fuerte para mover a todos los hombres a la penitencia mientras que los pecados son
destruidos. El arrastra a todos los que no han perdido la esperanza de dejar sus pecados y de
abrazar celosamente la rectitud y la santidad”. A medida que los pecadores se arrepienten y
luchan por vivir moralmente, experimentan el perdón de Dios. Socino creía que la muerte de
Cristo fue un estadio preliminar al evento crucial de su exaltación al Cielo, allí, en el mundo
celestial, tomó el oficio sacerdotal y ofreció un verdadero sacrificio, lo que constituye su
representación de los creyentes delante del Padre.
Jesús es nuestro Mediador "no porque apacigüe a un Dios airado con los hombres, sino
porque Dios lo utiliza como anunciador e intérprete".
2. Para los Socinianos la muerte de Jesús cumple dos necesidades humanas:

a. Primero, cumple la necesidad de ser un ejemplo de aquel amor total


hacia Dios que debemos mostrar si queremos experimentar la salvación.
Jesús amó a Dios de manera tan completa que estaba dispuesto a morir, si
fuera necesario, por los principios del Reino de Dios.
b. Segundo, la muerte de Jesús nos da inspiración. El ideal de amor total
por Dios es tan alto que parece inasequible. La muerte de Jesús es prueba
de que tal amor está dentro de la esfera de la realización humana. ¡Lo
que pudo hacer, nosotros también podemos hacerlo! Probablemente no vamos
a tener que atravesar la clase de muerte que El sufrió, pero podemos
estar seguros de que somos capaces de soportar lo que un compromiso total
por Dios nos demande.

3. Además, "la fe no es la creencia en que por la muerte de Cristo nuestros pecados sean
borrados, sino más bien el obedecer a Cristo y a Dios y el creer lo que Cristo enseñó" La
conducta de Jesús, de noble mártir, virtuosa y amorosa, tanto en la vida como en la muerte,
nos muestra cómo debemos amar a Dios y cómo debemos amarnos unos a otros, y nos
muestra cómo podemos convertirnos y reconciliarnos con Dios. Es decir que el efecto del
trabajo de Cristo es cambiar las relaciones de Dios con el ser humano, lo que asegura un
cambio en la relación del ser humano con Dios. En esto consiste realmente la reconciliación.
Con todo, en Cristo como el substituto del ser humano, la humanidad se aproxima a Dios
representativamente sufriendo por el pecado y arrepintiéndose del mismo. “Él es un individuo,
pero un individuo relacionado vitalmente a cada ser humano. El prefirió ser llamado el Hijo del
Hombre. Pablo ve en Él la Cabeza de la humanidad, el segunda Adán”. 4. Al conocer los
sufrimientos y la muerte de Cristo, el ser humano es conducido al arrepentimiento. “El castigo
y las consecuencias del pecado hacen real, tanto el aborrecimiento del pecado que tiene Dios,
como la rectitud de la ley. Los sufrimientos y la muerte de su único Hijo, también ponen en
evidencia el odio que Dios tiene hacia el pecado, y la rectitud de la autoridad de la ley; por lo
tanto el castigo no necesita ser exigido”.
Textos[editar]
1 Pedro 2: 21.
Autores[editar]
1. Laelius Socinus (1525-1562) y su sobrino Faustus Socinus (1539-1604).
2. Ritschlianos de izquierda: Adolf Harnack
Para los ritschlianos de izquierda Jesús era considerado un creyente en Dios el Padre y un
mártir por su pueblo.
Si Jesús murió como mártir, entonces presumiblemente los seres humanos son salvados al
seguir su ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios aun hasta la muerte.
No solamente los ritschlianos de izquierda, sino también el protestantismo liberal en general,
ha tendido a enfatizar la vida de Jesús y a minimizar el aspecto salvífico de su muerte,
mientras que los protestantes más conservadores han tendido a enfatizar la muerte de Jesús y
a minimizar la importancia de su vida. 3. La Nueva Teología, de la cual Andover es una de las
más prominentes. Ver la serie de artículos sobre la “Progressive Orthodoxy”, publicados en los
cuatro volúmenes de 1885 en la revista Andover Review.
Positivo[editar]
1. Subraya la muerte de Jesús como un ejemplo para los cristianos.
2. Ofrece un modelo extraordinario de confesión y arrepentimiento por el pecado.
Claro que hay que ver qué se quiere decir cuando se habla de ser un ejemplo. El uso que
hace el Nuevo Testamento de la muerte de Jesús como ejemplo no es el significado central de
su cruz, sino más bien la consecuencia de su cruz. “La cruz no puede ser mi ejemplo, a menos
que sea primero mi redención”.
Negativo[editar]
1. Esta teoría tiene escaso fundamento bíblico para su concepción de la naturaleza del
pecado.
2. Descuida la santidad y la justicia de Dios.
3. Desplaza el énfasis sobre la obra salvífica de Cristo desde su muerte hacia su doctrina, sus
milagros y/o su resurrección. La teoría cree que la vida y la muerte de Cristo fueron sólo
ejemplos para nosotros de la manera en que deberíamos vivir y someternos a Dios. Hay poco
énfasis en la obediencia activa y pasiva como el fundamento de la salvación.
Esta aproximación a la expiación tiende a ver la muerte de Cristo como apenas un poco más
que la muerte de un mártir noble. Lo que redime es finalmente un poco más que su ejemplo
humano de fidelidad al deber, incentivando la respuesta moral. Lutero decía que es como
llegar hasta un punto del camino donde el camino se acaba y hay sólo agua; si en ese
momento alguien nos señalara el lugar en donde está la meta no nos serviría de mucho si no
nos ayudaran a cruzar.
Los seres humanos necesitan no sólo la instrucción, sino ser perdonados de sus pecados.
Necesitan no sólo ser iluminados sino ser redimidos del pecado, porque no son sólo
ignorantes sino corruptos, no son sólo finitos sino pecadores, y no son sólo aquellos que se
sienten culpables, sino que son efectivamente culpables.
4. La teoría muestra poca evidencia de la forma en que Dios aborrece al pecado, aunque
obviamente demuestra su deseo de que el ser humano no persista en el mismo. El pecado es
una gran calamidad, no un mal atroz.
5. No provee una explicación adecuada de los impresionantes sufrimientos y de la agonizante
muerte de Jesús. La angustia y el abandono por parte del Padre son insuficientemente
explicados, si uno se basa en la hipótesis de que Cristo murió como un mero testigo de la
verdad. Muchos testigos no tuvieron un Getsemaní. La teoría reconoce que el pecador merece
castigo, pero el castigo no es cargado por Cristo. Todo lo que Cristo hace es sufrir, pero los
sufrimientos y la muerte no son reconocidos como castigo soportado en lugar del pecador. No
hay ninguna transferencia sobre Cristo de la culpa del pecado del ser humano. Cristo no es un
substituto que carga la pena por el pecado, es sólo un substituto que representa a la
humanidad en su aproximación a Dios en la confesión del pecado y en su arrepetimiento por
el pecado. Los sufrimientos y la muerte no quitan el pecado, ni hacen expiación por él. Cristo
es el gran confesor y el penitente en lugar de los seres humanos.
Vale decir que la teoría niega el aspecto sustitutivo de la obra salvífica de Cristo y tiende a no
explicar cómo los seres humanos son liberados de la culpa del pecado.
6. de Socino hacia Cristo era un término medio imposible. Por un lado, Cristo debía ser
adorado, pero por el otro lado Cristo era solamente un hombre.
9. En algunos autores como Adolf Harnack, el Evangelio tal como Jesús lo proclamó,
pareciera tener que ver solamente con el Padre y no con el Hijo.
10. Si la muerte de Jesús fuera solamente el deceso de un mártir humano, entonces la cruz no
personificaría la actividad redentora de Dios. Su muerte puede tener valor excepcional para
nosotros porque Él era una persona excepcional. El valor del sufrimiento y de la muerte de
Jesús dependen no sólo de su humanidad sino de su divinidad.
Gubernamental[editar]
Definición[editar]
La teoría gubernamental argumenta de la siguiente manera:
1. Dios es un ser muy santo y recto, quien estableció ciertas leyes. El pecado es una violación
de estas leyes. Las violaciones de la ley, con todo, no deben pensarse como ataques a la
persona de Dios como un ser individual privado, sino como ataques a su condición de
gobernador y administrador de la ley. Por lo tanto, Dios gobernador tiene el derecho a castigar
el pecado, porque el pecado es inherentemente merecedor de castigo.
Hugo Grocio fue el primero en exponer la teoría gubernamental de la expiación. Grocio vio a
Dios como un gobernador del mundo que preserva su gobierno moral. Su texto bíblico clave
era Isaías 42: 21.
Intentó un terreno medio entre los socinianos y los reformadores calvinistas. Contra los
sociniamos decía que Dios exige el castigo por el pecado, para mantener el orden moral del
universo. Contra los Reformadores insistió en que Cristo no cargó con toda la culpa del
pecado humano, y no propició por la ira de Dios.
Grocio mantuvo que la muerte de Cristo fue una ofrenda real hecha a Dios. Y una ofrenda que
muestra la justicia divina. A pesar de esto el amor divino modificó las demandas de una
justicia estricta y por lo tanto Dios no necesitó exigir la completa penalidad por el pecado. La
ofrenda de Cristo puso a Dios favorable para perdonar los pecados y para restablecer el
compañerismo de los pecadores. Dios pudo haber relajado su ley y no castigar a Cristo, pero
esto no hubiera logrado la máxima disuasión para futuros pecados. Este es el componente
subjetivo de la expiación. Para Grocio el castigo infligido a Cristo es ejemplar y comunica el
odio de Dios hacia el pecado e introduce el miedo en el corazón de las personas para que
deseen dejar el pecado y buscar la reforma. Grocio argumentaba que Dios se propuso usar
los tormentos de Cristo para crear un ejemplo contra las faltas tremendas de todos nosotros.
Dios ha elegido hacerlo de una manera tal que manifieste al mismo tiempo su clemencia y su
severidad. Dios puede perdonar el pecado, pero también puede tomar en consideración el
interés de su gobierno moral.
2. La muerte de Cristo fue por interés en la humanidad. Si se diera el perdón de sus pecados
demasiado libremente, hubiera resultado en una disminución de la efectividad y la autoridad
de la ley. Fue necesario, por lo tanto, tener una expiación que proveyera las bases para el
perdón y simultáneamente retuviera la estructura del gobierno moral. La muerte de Cristo sirve
para cumplimentar ambos fines.
La muerte de Cristo no fue un castigo, por el contrario, hizo que el castigo fuera innecesario.
De hecho ninguna pena puede ser atribuida o transferida a Cristo, porque el castigo no puede
ser transferido de una persona a otra. El castigo es personal para el individuo. Si pudiera ser
transferido, la conexión entre el pecado y la culpa sería cortada.
El sufrimiento de Cristo, por lo tanto, no fue un soporte vicario de nuestro castigo, sino una
demostración del odio de Dios por el pecado, una demostración que intenta inducir en
nosotros horror por el pecado. Cuando nos volvemos del pecado, podemos ser perdonados.
Por lo tanto, aunque no haya castigo, la justicia y la moralidad son mantenidas.
3. Al describir la muerte de Cristo, Grocio usa el término "substitución penal". No significa que
la muerte de Cristo fuera una pena que cae sobre él como un substituto de la pena que debe
aplicarse por los pecados de la humanidad. Lo que Dios hizo a través de la muerte de Cristo
fue demostrar el sufrimiento que la justicia de Dios requerirá de nosotros si continuamos en
pecado. Al subrayar la seriedad de quebrar la ley de Dios, y la atrocidad del pecado, la
demostración de la justicia de Dios es tanto más impresionante en vista de quien es Cristo.
Los sufrimientos y especialmente la muerte de Cristo fueron sacrificiales, no fueron el castigo
de la ley sino un significado equivalente al mismo, eran representativos del mismo y un
substituto por ese castigo.
El sufrimiento del Cristo traspasado es suficiente para disuadirnos del pecado. Si nos
volvemos del pecado, podemos ser perdonados y el gobierno moral de Dios preservado.
Debido a la muerte de Cristo, por lo tanto, es posible para Dios olvidar los pecados sin una
caída de la fibra moral del universo.
Dios entregó a su Hijo al sufrimiento y a la muerte para demostrarle a la humanidad que el
pecado no le es indiferente.
2. Dios, desea bendecir a los seres humanos y hacerlos felices, pero no puede hacerlo debido
al merecido castigo eterno a raíz del pecado.
Pero como no es injusto ser castigado por otro, no fue una injusticia que Dios utilizara los
“tormentos” y la muerte de Jesús “para establecer un importante ejemplo en contra de la
inmensa culpa de todos”.
Si Dios aceptara la impunidad, debilitaría el concepto del pecado con sus implicancias y
consecuencias.
Textos[editar]
Isaías 42: 21
Autores[editar]
1. Algunos Padres de la Iglesia trabajaron la idea del gobierno divino del universo, por ejemplo
Gregorio de Nacianzo (330-390). También Atanasio habló de los problemas divinos en cuanto
al gobierno.
2. Pero fue Hugo Grocio (1583-1645), abogado y teólogo, el primero en sistematizar la idea de
la teoría gubernamental de la expiación, en su libro sobre los Socinianos.
3. Defensores del movimiento arminiano sostuvieron la teoría gubernamental: Jacobo Arminio
(1560-1609); Episcopius (1583-1643); Curcellaeus (1586 1659); Limborch (1633-1712). Fuera
de Holanda el arminianismo ejerció influencia en Francia, Suiza, Alemania, Inglaterra, y en
Estados Unidos. Influyó en denominaciones como el Metodismo. Arminio afirmó: “Cristo murió
por todos los hombres y por cada individuo”. Deseando que nadie perezca en sus pecados,
Dios derramó gracia previniente universalmente y esto dio su salvación a todos, a través de la
proclamación del Evangelio en todo el mundo.
4. También sostuvieron esta idea: La Nueva Teología de Inglaterra; Jonathan Edwards (1703-
1758); su hijo (1745-1801); Nathaniel Emmons (1745-1840); Caleb Burge (1782-1838); N.W.
Taylor (1786-1858); C. G. Finney (1792-1875); muchos Congregacionalistas, la Nueva
Escuela Presbiteriana, y otros grupos dentro de la línea de la llamada Teología Americana.
5. En el siglo XIX el teólogo metodista John Miley en su Atonement in Christ y en su
Systematic Theology rechazó la satisfacción penal que habían sugerido los reformadores.
Miley creía que la soteriología wesleyana excluía la teoría de la satisfacción, y requería la
gubernamental como la única teoría consistente consigo misma. Más recientemente el teólogo
nazareno. J. Kenneth Grider en su obra de 1994, A Wesleyan-Holiness Theology, también
sostiene la teoría gubernamental.
Positivo[editar]
1. Concibe a Dios como Soberano benevolente del universo, idea descuidada en los
conceptos de Dios de Anselmo y Calvino. Enfatiza que “Dios quien es santo amor, perdona de
tal manera que en el perdón hace que el pecado se nos torne detestable”.
2. Retuvo las ideas de la sustitución y del sufrimiento voluntario de Cristo.
3. Abandonó, acertadamente, la idea de poder medir con exactitud la responsabilidad por los
pecados y el grado exacto de desmerecimiento del pecador.
4. La teoría enfatiza la seriedad del pecado. Es una teoría que media entre los elementos
objetivos (la expiación es vista como satisfaciendo las demandas de la justicia) y los
elementos subjetivos (la muerte de Cristo es vista como la que disuade de pecar al imprimir
sobre el pecador la gravedad de lo que está involucrado en el pecado). Provee un terreno
medio entre los socinianos y la satisfacción, combinando tanto la influencia moral como las
metáforas transaccionales.
6. Lo fuerte de la teoría es su resistencia al antinomianismo, es decir, está preocupada por
mostrar que la misericordia divina y el perdón no conducen a una irresponsabilidad moral. La
muerte de Cristo manifestó justicia más que expiación, ofreciendo un ejemplo penal que sirve
para detener el pecado.
Negativo[editar]
1. La teoría carece de un fundamento bíblico explícito (pese a que Grocio citó textos bíblicos y
otros incluyeron Isaías 42: 21).
2. La teoría presenta a Dios como injusto porque enseña que El castigó a una persona
con el mero propósito de impresionar a otros. Además, Pecota indica que la “teoría no puede
explicar la razón de elegir a una persona sin pecado para demostrar el deseo que tiene Dios
de mantener la ley”.
3. Erickson supone que la teoría gubernativa aunque tiene un elemento objetivo, es
principalmente una teoría subjetiva, porque el principal impacto cae sobre el hombre, por
medio de la fuerza disuasiva.
El perdón descansa sobre la base del arrepentimiento y no sobre una base objetiva. La teoría
no reconoce el hecho de que Dios de forma real y objetivamente, purgó al pecado en la cruz, y
por eso fracasa en ver a la cruz como trabajo ya finalizado y objetivo, y busca agregar el
arrepentimiento humano como necesario para la salvación.
4. El castigo por el pecado se debe a la intención de buscar el bien del universo, tal como
ocurriría bajo el gobierno de Dios, pero no porque el pecado merezca castigo como pecado en
sí. La necesidad moral es sacrificada por la conveniencia administrativa.
Sacrificio[editar]
Definición[editar]
La teoría del sacrificio sigue el siguiente razonamiento:
1. Basándose en la epístola a los Hebreos, la tradición interpretó la muerte de Cristo como
sacrificio expiatorio de nuestras iniquidades:
“Aunque no hubiese cometido injusticia alguna y en su boca jamás hubiese mentira”. Isaías
53:9 Jesús “fue castigado por nuestros crímenes” (Isaías 53: 5) “Muerto por el pecado de su
pueblo” (Isaías 53: 8) “Ofreciendo su vida en sacrificio expiatorio” (Isaías 53: 10)
2. El modelo se extrae de la experiencia ritual y cúltica de los sacrificios en los templos.
3. En el texto bíblico, las ideas del sacrificio y las de la substitución vicaria estaban
íntimamente conectadas. A través de la muerte de animales sin mancha, los pecadores eran
salvos de la muerte. La muerte de la víctima era vicaria, es decir, era en lugar de la gente. Era
expiatoria porque removía ceremonialmente su pecado como un obstáculo para la relación
humana-divina, y era propiciatoria porque podía traer a Dios más cerca.
En el texto bíblico se muestra también la ofrenda sacrificial de Cristo. Se enseña que sólo la
sangre de Cristo pudo ser suficiente para que los pecadores pudieran ser perdonados.
La esencia del sacrificio está en la muerte de la víctima entregada voluntariamente. Jesús se
entregó voluntariamente a sí mismo por los pecados del mundo, y su sangre fue derramada
por muchos (Marcos 14: 24). La sangre de Cristo significa su vida ofrecida a Dios, en nombre
de los pecadores. Dios es quien recibe el sacrificio y es el que ofrece la reconciliación. Jesús
es tanto el sacerdote que ofrece el sacrificio, como también el sacrificio mismo ofrecido. Es
que es tanto el que ofrece la ofrenda, como la misma ofrenda.
Dice Agustín en Confesiones: “Por nosotros se hizo ante ti vencedor y víctima, y por eso
vencedor, por ser víctima; por nosotros sacerdote y sacrificio ante ti, y por eso sacerdote, por
ser sacrificio, haciéndonos para ti de esclavos hijos, y naciendo de ti para servirnos a
nosotros”.
Por cierto como señala la Epístola a los Hebreos el sacrificio de Cristo fue hecho de una vez y
para siempre, y esto concluye con el sacrificio de los animales.
4. Ningún sacrificio humano conseguía por sí mismo aplacar definitivamente la ira divina. La
encarnación creó la posibilidad de un sacrificio perfecto e inmaculado que fuese capaz de
conseguir la total complacencia de Dios.
5. Jesús aceptó libremente el ser sacrificado representando a todos los hombres ante Dios a
fin de conquistar de ese modo el total perdón divino.
6. En cierto modo, la ira divina se vació con la muerte violenta de Jesús en la cruz y de esa
manera se aplacó. Jesús soportó como expiación el castigo por el pecado del mundo.
7. Frederick Hicks creyó que la concepción dominante del sacrificio era la vida, su
recuperación, elevación y comunicación.
8. Vincent Taylor rechazó la teoría de la influencia moral por no tener ésta un fundamento en
los dichos de la Pasión de Jesús. Consideró que el "sufrimiento penal" era "ético y espiritual"
más que "jurídico". Descartó la teoría de la expiación eterna. Propuso la teoría del sacrificio
porque "une a varias ideas que están implícitas en los dichos de la Pasión”.
El objetivo del sacrificio es la comunión restaurada. Su medio es una ofrenda representativa.
Su condición espiritual es la actitud deadorador. Su razón fundamental es el ofrecimiento de la
vida. Su culminación es compartir la vida ofrecida por medio de 3. Además, el verdadero
sacrificio consiste en abrirse a El y entregarse filialmente. Como dice Boff, cada uno es
sacrificio en la medida en que se autodona y acoge la mortalidad de la vida, se sacrifica, se
desgasta, pone en juego su existencia, su tiempo y sus energías a fin de crear una vida más
liberada hacia el otro y hacia Dios (Romanos 12: 1).
4. Al rechazar la sustitución penal mientras intenta retener el sufrimiento penal, Taylor en
realidad ha eliminado un elemento de la enseñanza del Nuevo Testamento.
5. Pareciera que Hicks se interesara más en vindicar el concepto de la eucaristía entendida
como sacrificio que en explicar el hecho de que gracias al sacrificio de Jesucristo los seres
humanos se reconcilian con Dios.
6. Culpepper duda de que la teoría del sacrificio “por sí sola sea adecuada para expresar la
riqueza del significado de la expiación”. Ana & Daniel :3 , & M&J!

Véase también[editar]
 Divina Misericordia
 Redención
 Salvación

Preces
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acreditada.
Este aviso fue puesto el 26 de junio de 2017.

Las Preces o Preca son cantos propios de la Misa hispánica, que solo se recitaban en
la Cuaresma con un carácter penitencial. Tenían forma litánica, a la que se respondía con una
pequeña aclamación (habitualmente, miserere nobis).
También se refiere a la peticiones que hace el pueblo durante la Santa Misa, a cada "prez"
terminada el lector dice: "Roguemos al Señor". A lo que los fieles contestan: "Te rogamos,
oyenos". También en laudes y vísperas.

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