Está en la página 1de 2

AGUIRRE, LA IRA DE DIOS

DIRECCIÓN: Werner Herzog

PAÍS: Alemania

1974

Reseña por: Eduardo Bustos

La ira de Dios

Pensar en el cine latinoamericano nos obliga a pensar, en realidad, en dos cines, uno hecho con el
exclusivo propósito de lucrarse, y el otro, el llamado cine arte, hecho para la gran mayoría con un
propósito desconocido. Si; esta es una afirmación idiota, repetida, y muy poco original. La
dinámica entre los tipos del cine es una de las variables fundamentales que nos permiten
delimitar los cines regionales y nacionales, tanto en las dinámicas de producción, es decir, la
manera en la que los realizadores se relacionan con el mundo real, como en la exhibición, el
momento donde los cineastas ejercen su obra sobre el público. El hacer del cine está determinado
entonces por su propósito.

Volvamos a américa latina. Hablar de historia latinoamericana es hablar de la historia de la


barbarie. De la violencia. De fronteras impuestas y falsas. Pero sin embargo, buena parte del cine
que se encarga de hablar de esta historia pareciera quedarse en una lógica profundamente
masturbatoria, en retratos eurocéntricos de la supuesta realidad, en estilizaciones formales
(formalizaciones extranjeras) del tercer mundo, para hacer comprensible y conmovedor al
espectador acomodado en Bogotá, Paris, o Tokio. El cine se vuelve entonces una oda a la empatía
y la autocomplacencia de quien lo ve, que cree que con entender y conmoverse basta. Es un cine
en contra a las relaciones de causalidad, antipolítico, hecho en realidad con el propósito de
conseguir el prestigio para su autor, quien reclama (o roba) mundos ajenos al suyo para el propio
beneficio. Arriba hablamos de que el cine está hecho por su propósito, y es tan aterrador pensar
que lo que nos como cultura latina es esta violencia, sevicia, e indiferencia, como pensar que lo
que da forma a buena parte de nuestro cine son estos propósitos deshonestos y crueles. Ambas
cosas no parecen tan desconectadas. Y sin embargo esto nos lleva a Herzog.

Aguirre, la ira de dios es la historia de conquistador llamado Lope de Aguirre, (interpretado por
Klaus Kinski) quien lidera una expedición de soldados españoles e indígenas en la selva
amazónica en busca del mítico El Dorado. Dejare los detalles narrativos a la memoria o
imaginación, pero Aguirre esta llena de momentos de crueldad, y avaricia, como otras tantas
historias sobre la conquista. Y el río por el que baja la expedición se va tiñendo de sangre, y la
selva poco a poco va enloqueciendo a los foráneos. Es una historia de origen, donde se entiende el
forzado mestizaje entre pueblos que significo la conquista. Pero el interés, al menos en este
ensayo, radica en la manera en las maneras formales que utiliza Herzog para hablar de la barbarie,
sobre todo a través del tabrajo de Thomas Mauch, director de fotografía, viejo colaborador de
Herzog y formado en el cine documental, y Herbert Prash encargado del sonido.

El trabajo de ambos personajes es ha primera vista bastante desagradable, lleno de errores, en una
estética profundamente documental. La cámara se mueve suciamente, dejando ver un control en
la iluminación casi inexistente, y los sonidos parecen a veces como brutos sin editar ni mezclar. Es
una forma imprevisible para quien está acostumbrado a las películas de época impecables y bellas,
y hay momentos en los que casi parece que saldrá un asistente atrás, y se revelará que estos
conquistadores son locos modernos perdidos en el amazonas de hoy, lo que permite hacer una
referencia constante a las consecuencias de la colonia en la actualidad. Sin embargo estos códigos
le permiten a Herzog explorar emociones particulares, y sobre todo, cambia el paradigma sobre el
retrato de la historia latinoamericana. Donde otros buscan la empatía, Herzog explota el odio, el
tedio y desprecio, pero sin un sesgo determinado. Estas imágenes fuera de lugar muestran el
extravío en el que se encuentran los propios personajes y la propia selva, quienes se de repente se
ven envueltos en un encuentro imposible y erróneo y que saca lo peor de cada uno. Aguirre es una
película sobre el mestizaje, sobre una mezcla que pareciera conducir a la locura, y que Herzog
retrata como profética, dando cuenta de los pueblos mestizos y subdesarrollados de hoy. Y lo hace
sin una lógica de paternalista, y sin dejar esperanza a la especie humana. Es simplemente una
historia llena de suciedad para el espectador acomodado, que queda horrorizado ante la manera
tan burda, y tan poco dignificante, de la historia de la conquista. Pero Herzog no parece haber
querido hacer una película cómoda.

Sin embargo, incluso Herzog se traiciona. Nunca le perdonare el doblaje alemán que tiene la
película. Pero sin embargo, logra al final una película emocionante, para bien o para mal, pero
hecha con la esperanza de que el quien salga de verla, sienta la fuerza del destino contra el que la
historia lo ha enfrentado. Hay quien dice que son lo pesimistas los propenso a cambiar el mundo.

También podría gustarte