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LA MÚSICA Y EL CONTEXTO

ESPIRITUAL CRISTANO
Hace un tiempo escribí un articulo que titulé: “El Vestido, el maquillaje y las prendas de
adorno desde el contexto bíblico”. Este articulo toca algunos aspectos que bien
podrían ayudar a aclarar puntos de vista que algunos manifiestan en sentido de si la
moda y estas cosas sobre las que escuchamos criticas son equivocas o acertadas
respecto al evangelio. Sobre este asunto tenemos variadas posturas y conceptos;
tenemos posturas radicales y liberales de todos los tamaños; por ejemplo, unos no
tienen problema con el maquillaje y otros han llegado a decir que las mujeres tienen
tres manos (como dijo el pastor Rubiel), la izquierda, la derecha y la mano de pintura
en la cara, dando a entender su radicalismo. Ahora bien, lo que debemos saber todos
aquellos que tenemos una posición o un concepto sobre este tema es que el vestido,
el maquillaje y los adornos como alhajas y joyas están enmarcados en el contexto de
la situación espiritual en la que cayó el ser humano en el principio, pues el pecado
demarcó todo el desarrollo humano desde Adan a nuestros tiempos; debemos
entender que específicamente Dios hizo al ser humano sin ropa. (Recomiendo leer el
texto citado).

Todo el desarrollo humano, en cualquier aspecto está enmarcado dentro de este


contexto; en el caso de la música, siendo esta la herramienta más versátil y usada a
nivel mundial como medio de expresión del sentimiento y el alma humana, es de igual
modo una herramienta contaminada por la pecaminosidad del hombre. Es evidente,
que el ser humano en el pecado y en su abandono a Dios, a preferido darle culto a lo
creado; sin embargo, Dios es digno de suprema alabanza y digno de adoración.

La música es una herramienta, y no debe ser vista como un fin o propósito sino como
un medio de expresión, ya que ella comunica y educa; es decir, que trasmite un
mensaje y una idea. La música existe en todas las culturas y en todas las eras de la
humanidad, pero cargada de la pecaminosidad del hombre. Imagine un mundo lleno
de música en el que no hubiera pecado. Si el pecado ha deformado el desarrollo del
hombre y de todas maneras ha habido un gran desarrollo, no podremos saber a qué
niveles podríamos haber llegado en un mundo dentro de este ideal; pero nuestra
realidad es la que tenemos y el desarrollo humano a nivel social es evidente, nos
hemos desarrollado a niveles de ciencia (conocimiento) en todos los ámbitos, en
tecnología, y en este caso especifico, en herramientas para el desarrollo de la música;
se han descubierto progresiones, escalas y círculos armónicos a niveles muy altos.

Quiero presentar la música como una herramienta usada desde un principio en un


contexto de pecado, pero a la vez dentro de un espacio para desarrollarse y ampliarse
a niveles de genios.

La música como herramienta es en un principio rudimentaria, aplicada a ámbito


religioso, al culto a las deidades paganas, a los rituales; el hombre en su condición
espiritual dedicó la música a todo lo creado y no a Dios. En mi articulo “Que dice la
biblia respecto a la música” describo como el hilo histórico de la música se
desenvuelve en etapas en las que el Señor mismo ha intervenido. Lo podemos
describir de esta manera:

En sus inicios el hombre se olvida de Dios y adora lo creado; luego Dios establece un
pueblo para su honra y su gloria …Este pueblo he creado para mi…, mientras el
pueblo de Dios se desarrolla, el mundo sigue su desarrollo en paralelo; ambos núcleos
humanos (el mundo e Israel) continuan su avance, en este caso especifico en el ámbito
musical; el mundo en lo suyo y el pueblo de Dios con sus salmos y demás cánticos
como expresión del alma humana hacia Dios. Luego el pueblo mismo se desvía y
termina adorando “dioses ajenos”, a los baales y a asera.

Dios en su plan desde el principio continúa con su propósito y llegamos así al


nacimiento de la iglesia quien es su cuerpo, su edificio, su templo, su casa, su esposa,
su amada. Ella, la iglesia, le canta, lo adora, lo alaba y le rinde culto. La iglesia en
principio adoptó los cánticos del pueblo de Dios como modelos inspirados por Dios
mismo, en el que se le atribuye a cada salmo y cánticos la autoría de un profeta
inspirado por el Espíritu Santo. Podemos ver que el Señor Jesús cantó un himno en su
ultima cena, Pablo y Silas cantaban himnos al Señor y los presos los escuchaban;
tenemos himnos en las cartas como: “oh profundidad de las riquezas…” en Romanos
once. La iglesia alaba a Dios desde sus inicios, con música, instrumentos y voces.

Una de las cosas que nos preocupa en algún sentido, son los ritmos y el uso de
algunos instrumentos, esto aplica realmente al genero musical.

En principio debemos decir que no existe un registro sobre como era la música en la
antigüedad, es decir, que no podemos saber como era la música en tiempos de Jubal,
o en tiempos del pueblo de Israel cuando estaba en el desierto; el hecho de que Maria,
la hermana de Moises entonó un cántico, esto no nos deja saber su ritmo, melodía o
armonía. No sabemos como se cantaban los salmos, aunque tenemos términos
musicales como “Selah” cuyo significado es algo como “momento de meditar”,
“Neginot” en el salmo cuatro, que indica el uso de instrumentos de cuerda, “Seminit”
que indica la afinación del arpa en la octava mas baja, con fin de que la melodía fuese
cantada por voces masculinas (extraído del diccionario enciclopédico de biblia y
teología). Aunque tenemos estas indicaciones, de todas maneras no podemos tener
claridad sobre cómo era la música de ese tiempo; tampoco podemos determinar en
que tonalidad cantaron Pablo y Silas, no sabemos si era una melodía menor o mayor,
no conocemos el ritmo, ni siquiera la letra de lo que cantaron, así que es lo único que
podríamos decir en estos casos.

Lo que sí podemos asegurar es que cada región del mundo ha tenido su propio
desarrollo musical; también podemos decir que en cada época de la historia, el ser
humano ha tenido su propia evolución en este aspecto. La música como herramienta
de expresión humana ah tenido su evolución en cada contexto social y momento
histórico; por ejemplo, la música ranchera de Mexico, que tiene sus orígenes en el
siglo XIX, está fundada en la época de la revolución mexicana, su cuna es el rancho (la
finca), los músicos son los mariachis (según el musicólogo Eleazar Torres) esta palabra
proviene de la lengua maya y significa “misma sangre”, es decir “familia”; y esta
música que se hizo popular en los años treinta del siglo XX por el surgimiento del cine
mexicano, que internacionalizó la música ranchera, la cual llegó a todos los confines
de Latinoamérica y el mundo. Así es como se ha dado a conocer la música en el
mundo, a través del LP, del Cassette, de la radio, la televisión y el cine; posteriormente
con el desarrollo de la internet y las redes sociales se ha logrado que los distintos
géneros musicales se puedan conocer en distintas latitudes. Entendamos todo esto
dentro del contexto mundano ligado a la pecaminosidad del ser humano y al resultado
de sus actos morales.

Desde la plataforma del mundo, la música siempre será para el mundo, los géneros
musicales, cuales sean hoy, conocidos o no, están dentro de este contenido espiritual,
la música del mundo será para el mundo, para alabar y exaltar lo que siempre han
alabado y exaltado que es al mundo y sus deseos, a las cosas de la carne, a la
idolatría, a la mujer, a las cosas creadas antes que al creador. Y que podríamos decir
del pueblo de Dios, quien se ha olvidado de él, gente que lo adora de labios, pero que
su corazón está lejos de él.

Pero tambien podemos asegurar que Dios se ha creado un pueblo de toda tribu,
lengua y nación, gente de todas partes. Isleños, gente del desierto, del páramo, del
valle, de la montaña, del llano, de las nieves, del norte, del sur, del oriente, del
occidente; gente de distintas lenguas, razas y etnias; gente de diferentes culturas,
aborígenes americanos, sajones y anglos, indios, afrodenscendientes, árabes, iranios,
insulares; nativos de toda región del mundo, gente de cada continente ha conocido a
Dios, es decir a Jesús nuestro salvador, gente con una fe igual de preciosa a la
nuestra. Ahora recuerdo o que dice Malaquías en el capitulo uno, versículo once:
“Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las
naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque
grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos”.

Lo que esta iglesia ofrece a Dios en todo el mundo es “ofrenda limpia” a su gran
nombre.

Por eso, es increíble para mi que alguien no comprenda que los géneros musicales son
propios de cada región del mundo y que hoy por hoy se han hecho conocer por la
globalización, la tecnología y la difusión a través de los distintos medios de
comunicación; que el desarrollo musical es inherente al desarrollo del ser humano (aun
estando en pecado), pero que Dios limpia al hombre, y no solo eso, sino que lo
transforma; pero lo transforma desde el contexto en el que el hombre debe ser
transformado, no desde nuestro punto de vista, sino desde el punto de vista de él,
quien es su salvador; el hombre a quien Dios cambia, salva o perdona, terminará
alabando a Dios desde su concepción cultural, desde lo humano; la adoración del ser
humano en el espíritu, es desde el contexto de lo humano. Pablo le escribe a Timoteo
en su primera carta en el capitulo dos, en los versículos ocho al diez: Quiero, pues, que
los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con
peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como
corresponde a mujeres que profesan piedad.

Esto lo escribe así, porque el ser humano debe agradar a Dios espiritualmente desde
su contexto de vida social, cultural y moral. Pero todo esto desde el plano humano, de
la carne y natural. Lo que hace espiritual a un hombre, es que ponga su ser por
completo en la presencia de Dios. En el caso de la música, lo que debemos evaluar
esto: sí a Dios no le agrada la música de la cultura de cada creyente en el mundo,
entonces ¿por que no cambia eso en nosotros?, es decir, ¿por que no nos da una
música nueva en el sentido, de que deberíamos entonces borrar de nuestra mente todo
el contexto sociomusical que nos imbuye? O mejor dicho: él debería borrarlo. El Señor
debería borrar la música y darnos algo nuevo. Cuando la biblia dice “cántico nuevo…”
no se refiere a una música nueva, sino a una expresión nueva del alma.

Hoy tenemos predicadores y gente que tiene la oportunidad hablar en publico


haciendo criticas sobre los ritmos, sobre si se deben usar tambores para la música de
Dios, o si los ritmos electrónicos son “aceptos” por Dios, o si ciertos géneros
musicales agradan a Dios o no.

Les pongo un ejemplo: se dice que la música “Disco” que tiene sus orígenes en el soul
es de homosexuales; pretendo resaltar que aquellos cristianos que critican este genero
musical, lo hacen desde este punto de vista y desde este argumento; denigran y
apartan tiempo para desvirtuar y poner en descrédito algo que evidentemente hace
parte del desarrollo humano y lo voy a escribir en mayúsculas: “DENTRO DEL
CONTEXTO DE LA PECAMINOSIDAD DEL HOMBRE”. Detengamonos a pensar y a
meditar “Selah” por un momento y preguntémonos entonces ¿qué genero musical no
fue desarrollado dentro de este contexto? Es decir, la ranchera (genero musical que
tantos aman), encontramos su desarrollo y su publicación en las cantinas y bares de
este mundo latino, el folk que es la música popular del campo norteamericano; y qué
decir del blues, el soul y el gospel, que son parte de la expresión de un mundo
creyente afrodescendiente norteamericano; qué podríamos decir de la salsa y los
demás ritmos caribeños que son la amalgama de influencias indígenas, africanas y
europeas; qué podríamos decir entonces de la música andina que tiene sus raíces en
los aborígenes suramericanos; igualmente podríamos sacar tiempo para hablar de
cómo la música ha tenido su desarrollo en Europa, siendo Alemania, Francia y Reino
Unido, cunas del “Dance”, “Trance” y toda la música electrónica que conocemos
desde los años sesenta del siglo XX para acá.

Sepamos que los indios de la india, todos los orientales, todo occidente y cada rincón
del mundo contiene como herramienta dentro de su cultura a la música. Por más
rudimentaria que parezca o por más culta, la música es la herramienta de expresión
del alma más usada por el hombre; la música educa, comunica y muestra lo que
somos; claro está que, un hombre sin Dios aflorará por medio de ella lo que tenga en
su corazón; pero cuando Dios cambia y salva a alguien, ese alguien brotará de su alma
el más puro sentimiento de adoración a Dios, y lo hará con las herramientas que tenga
a la mano. Alguien me decía que no le gustaba la música salsa porque los tambores
tenían su origen en la brujería de Africa; me pregunto, ¿que genero musical no tendrá
sus orígenes en las cosas de este mundo? Es algo casi absurdo el hecho de que yo
califique a alguien por el genero musical con el que se identifica, o que yo califique el
genero musical como algo que no sirve para alabar a Dios. Aquí introduzco este
escrito: “lo que Dios limpió, no lo llames inmundo…”.
La gente salva, canta, adora y alaba a Dios; algo que se hace necesario es que el que
lo hace, debe hacerlo verdaderamente en el espíritu, es decir que se hace necesario
una adoración verdaderamente espiritual y no algo salido del conocimiento humano o
como fruto de la ignorancia; pero siempre tendremos expresiones desde lo humano.

Pienso que somos muy someros y livianos al momento de calificar un genero musical
por el contexto del que venimos cada uno de nosotros; me refiero a que hay a quienes
no les gusta la música Vallenata, porque les hace recordar al mundo; pastores que han
dicho que esa música es del mundo y que no alaba a Dios. Permítanme aclararles, que
no es la música la que alaba a Dios, sino los salvos son los que alaban con la música;
esta expresión se parece un poco a lo que el hermano Eliseo Duarte decía: “Los cantos
no salvan, por el contrario, los salvos cantan…”

Desde esta premisa, animo a mis compañeros de ministerio a que ahondemos en este
aspecto, pero con el fin de encontrar un punto de vista mas serio, sensato y objetivo
para que así podamos comunicar un mensaje de la palabra de Dios más puro.

Piensen un poco en que enviáramos un misionero a algún lugar del mundo y que al
iniciar la obra, lo primero que ponga de presidente sea el cambio en el contexto
musical de la cultura a la que va a trabajar; y no me digan que estas cosas cambian
después cuando la iglesia esté más madura; si no, veamos en argentina, donde la
gente es más rockera, o en china, donde ni siquiera sabemos como se llaman sus aires
musicales; no vallamos tan lejos y pensemos en Cuba, donde el ritmo lo llevan en la
sangre. hace unos días escuché a un predicador criticar la música disco, diciendo que
los músicos de la iglesia debían limpiar sus instrumentos, porque esa música era de
homosexuales; yéndome a algo tan simple para hacer apología: ¿a caso no merecen
ser salvos los homosexuales? Sin embargo mi escrito no aplica directamente a esto, si
no a la música como tal, vuelvo a afirmar que la música es una herramienta que
cualquiera puede usar para cualquier propósito, pero que tambien se puede usar para
Dios.

Michael Secaira.

Pastor.

Enero de 2020.

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