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Fecha: 28-ene-2020
Producto: MJ
Doctrina:
1.- Corresponde acoger el recurso de casación en el fondo interpuesto por la parte demandada
en contra de la sentencia que, revocando la de primer grado, acogió la demanda de precario
interpuesta. Esto, dado que, en la especie consta que los demandantes son poseedores
inscritos del inmueble en cuestión, que adquirieron por tradición, en virtud de un contrato de
compraventa y que tienen una relación de parentesco con el antecesor en el dominio del
inmueble. Además, no se discutió que la demandada ocupa el inmueble reclamado desde que
se vinculó con el antecesor en el dominio, con quien tuvo dos hijos, ocupándolo desde el año
2010, y que luego del cese de la convivencia celebraron una conciliación y una mediación, en
el contexto de una causa de alimentos, en la que se incluyó, como parte de la pensión
alimenticia, los pagos de los respectivos dividendos de la deuda hipotecaria del mismo, de
modo que lo ocupa como consecuencia del vínculo existente con el antecesor en el dominio y
de la celebración de equivalentes jurisdiccionales posteriores al cese de la convivencia. De este
modo, los sentenciadores de segundo grado infringieron el inciso segundo del artículo 2195
del Código Civil, toda vez que no encontrándose acreditados todos los presupuestos de hecho
que establece, acogieron la demanda intentada, pues la tenencia u ocupación de la propiedad
por la demandada no deriva de "una actitud permisiva, de transigencia, aquiescencia o
condescendencia" de los actores, sino que de una relación previa, habida entre ella con el
anterior dueño, título que por tratarse el precario una cuestión de hecho, es suficiente para
justificar la ocupación que lleva a cabo, pues en lo meramente fáctico, lo ocupa no por
ignorancia ni por mera tolerancia de los actuales dueños, sino por una causa jurídicamente
relevante, de manera que no se configuran los presupuestos del referido artículo 2195 del
Código Civil, de tal manera, que la acción de precario no es la idónea para reclamar la
restitución del inmueble.
Vistos:
En autos Rol C-1315-2018, caratulados "Allende con Gutiérrez", seguidos ante el Primer
Juzgado de Letras de Los Andes, por sentencia de treinta y uno de octubre de dos mil
dieciocho, se rechazó la demanda de precario interpuesta por don Jaime Ibaldo Guerra
Rodriguez y doña Ana Magdalena Allende Vásquez en contra de doña Valeria Gutiérrez
Oyarce.
Se alzaron los actores y una de las salas de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por
sentencia de veintidós de febrero de dos mil diecinueve, la revocó y en su lugar acogió la
demanda, condenándola a restituir el inmueble objeto de juicio, libre de todo otro ocupante,
dentro del plazo de treinta días contados desde que quede ejecutoriada.
En contra de esta última decisión la parte demandada deduce recurso de casación en la forma,
que fue declarado inadmisible por esta Corte con fecha 26 de septiembre último, y recurso de
casación en el fondo, que pasa a analizarse.
Considerando:
Primero: Que la recurrente sostiene que la sentencia impugnada infringió el artículo 2195
inciso 2º del Código Civil en relación con el artículo 1701 del mismo cuerpo legal, pues se
acogió la demanda en circunstancias que cuenta con un título que justifica la ocupación del
inmueble, pues fue pareja de don David Allende Páez, antecesor en el dominio del inmueble y
sobrino de los demandantes, habitando la propiedad junto a los dos hijos comunes, de 9 y 4
años de edad actualmente, desde el año 2010, fecha en la que Allende Páez celebró contrato
de compraventa del inmueble con la Constructora Pascal.Posteriormente, al separarse de
hecho, en el año 2014, continuó habitando la propiedad junto a sus hijos en virtud de una
conciliación celebrada en causa Rit C-33-2015 del Juzgado de Familia de los Andes, por la
cual el padre de sus hijos se obligó a pagar en su favor, a título de alimentos, la suma de
$114.00 mensuales, a contar del mes de febrero de 2015, haciendo presente que dicho dinero
sería destinado al pago de los dividendos del inmueble objeto de juicio. Posteriormente,
celebraron una mediación, aprobada por el mismo tribunal con fecha 5 de septiembre de 2017,
por la cual se rebajó la referida pensión, acordando que el alimentante asumiría el pago
mensual de los dividendos, que forma parte de los alimentos, lo que descarta
el elemento de ignorancia o mera tolerancia exigido por el referido artículo 2195 del Código
Civil.
Afirma que la judicatura infringió lo dispuesto en el artículo 1701 del Código Civil, pues
desconoció el valor probatorio de los instrumentos públicos que acreditan el parentesco entre
su ex pareja, antecesor en el dominio, y los demandantes, quienes son sus tíos y que tenían
pleno conocimiento de que en el inmueble que adquirieron se encontraba viviendo junto a sus
hijos, en virtud de los equivalentes jurisdiccionales celebrados y aprobados por el tribunal de
familia, ocupación que le permite al alimentante pagar una suma de dinero inferior a la que le
correspondería.
Finaliza desarrollando la influencia que los errores de derecho denunciados habrían tenido en
lo dispositivo del fallo impugnado, solicitando que se invalide, dictando uno de reemplazo que
rechace la demanda.
Segundo: Que la judicatura del fondo tuvo por acreditados los siguientes hechos:
1.- Don Jaime Ibaldo Guerra Rodriguez y doña Ana Magdalena Allende Vásquez son
poseedores inscritos del inmueble ubicado en avenida Héctor Humeres N° 449, villa Los
Jardines de Los Andes, comuna de Los Andes, Región de Valparaíso.Lo adquirieron por
tradición, en virtud de un contrato de compraventa celebrado con don David Allende Páez el 28
de marzo de 2018, y se encuentra inscrito a fojas 777 Nº 949 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Los Andes del año 2018.
2.- El inmueble se encuentra habitado por la demandada doña Valeria Gutiérrez Oyarce, desde
el año 2010, quien fue pareja del antecesor en el dominio don David Allende Páez, con quien
tuvo dos hijos de 9 y 4 años de edad, separándose de hecho en el año 2014.
3.- En causa Rit C-33-2015, seguida ante el Juzgado de Familia de Los Andes, por alimentos,
don David Allende Páez y doña Valeria Gutiérrez Oyarce arribaron a una conciliación por la
cual el primero se obligó a pagar a título de alimentos en favor de sus hijos la suma de
$114.000 mensuales, a contar del mes de febrero de 2015, señalando que "...dicho dinero
será destinado al pago de los dividendos de la propiedad que actualmente ocupan", que fue
aprobado por resolución judicial de 11 de febrero de 2015.
4.- Por mediación aprobada con fecha 5 de septiembre de 2017, don David Allende Páez y
doña Valeria Gutiérrez Oyarce acordaron reducir los alimentos que
el primero debe pagar en favor de sus hijos, a la suma de $110.000 mensuales, obligándose a
"...asumir el pago mensual de los dividendos de la propiedad ubicada en calle Héctor Humeres
N 449, villa Jardines de Los Andes.".
5.- Los demandantes tienen una relación de parentesco con el antecesor en el dominio del
inmueble.
Asimismo, señalaron que tanto la conciliación como la mediación celebrada por la demandada
y su ex pareja no son específicas en autorizarla a habitar el referido inmueble, situación que se
ve corroborada a partir de la celebración del contrato de compraventa entre el último y los
demandantes, quienes no fueron parte de dichos equivalentes jurisdiccionales, concluyendo
que la ocupación actual lo es por mera tolerancia de los dueños.
Tercero: Que el artículo 2195 inciso 2° del Código Civil, al tratar de la institución de precario,
dispone que: "Constituye también precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y
por ignorancia o mera tolerancia del dueño". De su tenor es claro que la acción que se
consagra es aquella que permite al propietario de la cosa tenida por una tercera persona
recuperarla en cualquier momento, en la medida que acredite la concurrencia de los siguientes
requisitos copulativos: a) que el demandante sea dueño de la cosa cuya restitución solicita;
b) que el demandado ocupe ese bien; y c) que tal ocupación sea sin previo contrato y por
ignorancia o mera tolerancia del dueño.
Cuarto: Que, conforme se afirma por la doctrina, la figura del precario comprende a una
situación meramente fáctica, referida al caso concreto por el cual una persona mantiene en su
poder, sin título que lo ampare, una cosa ajena careciendo de la autorización de su dueño, sea
porque simplemente se resigna, o porque lo ignora.
La consecuencia jurídica que la ley prevé se enerva en caso que el tenedor acredite que milita
a su favor alguna justificación para ocupar la cosa objeto del litigio, aparentemente seria o
grave, sea que vincule al actual dueño con el
ocupante o a este último con la cosa, aunque sea de lo aparentemente ajeno.En virtud de
aquello, es posible sostener que el título al que se refiere el inciso 2° del artículo 2195 del
código ya mencionado, corresponde a uno que permita constatar la presencia de una
determinada situación jurídica que descarte que la ocupación de la cosa sea simplemente
sufrida o soportada por su actual dueño, y no que emane de éste ni que se trate de uno que
cumpla con la ritualidad que le sea aplicable, por ende, es suficiente que permita desvirtuar
que el origen de la ocupación de la cosa se sustenta en una situación de hecho
exclusivamente soportada por el dueño que exige recuperarla (así se sostiene en las
sentencias dictadas en los procesos número 8.054-17, 11.720-17, 34.172-17 y 37.898-17).
Quinto: Que, en el caso de autos, la controversia gira en torno a la concurrencia del último
elemento de la figura en análisis, esto es, la determinación del alcance de la vinculación
jurídica entre las partes, en relación a la ausencia de título respecto de la demandada, pues
sostiene que el hecho de habitar el inmueble a raíz de su relación con el antecesor en el
dominio, unido a aquellos acuerdos en sede de familia, su ocupación no carece de título,
máxime si éste es padre de sus hijos y sobrino de los demandantes, por lo que la tenencia
precaria que se le reprocha no está desprovista de título jurídico, enervándose con ello la
acción impetrada en su contra.
Por su parte, la expresión "mera tolerancia" no denota otra cosa que la actitud indulgente del
dueño de una cosa, que permite -sin aprobarlo expresamente- actos del demandado, por los
cuales ejerce la tenencia de una
Séptimo: Que no se discute que la demandada ocupa el inmueble reclamado desde que se
vinculó con el antecesor en el dominio, con quien tuvo dos hijos, ocupándolo desde el año
2010, y que luego del cese de la convivencia celebraron una conciliación y una mediación, en
el contexto de una causa de alimentos, en la que se incluyó, como parte de la pensión
alimenticia, los pagos de los respectivos dividendos de la deuda hipotecaria del mismo, de
modo que lo ocupa como consecuencia del vínculo existente con el antecesor en el dominio y
de la celebración de equivalentes jurisdiccionales posteriores al cese de la convivencia.
Noveno: Que, por lo antes explicado, los sentenciadores de segundo grado infringieron el
inciso segundo del artículo 2195 del Código Civil, toda vez que no encontrándose acreditados
todos los presupuestos de hecho que establece, acogieron la demanda intentada, cometiendo
de esta forma error de derecho que ha tenido influencia sustancial en lo dispositivo del fallo, de
modo que el recurso en análisis debe necesariamente acogerse.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764 , 765 , 767 , 772 ,
785 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en el fondo
deducido por la parte demandada, contra la sentencia de veintidós de febrero de dos mil
diecinueve, la que se invalida y se reemplaza por la que se dicta acto continuo, sin nueva vista,
pero separadamente.
Regístrese.
N° 7.670-2019.-
HERRERA MINISTRA
MINISTRO GARCIA
ABOGADO INTEGRANTE
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros (as) Ricardo
Blanco H., Gloria Chevesich R., Mauricio Alonso Silva C., María Angélica Cecilia Repetto G. y
Abogado Integrante Antonio Barra R. Santiago, veintiocho de enero de dos mil veinte.
El tenor de los fundamentos segundo a octavo del fallo invalidatorio que antecede, los que para
estos efectos se tienen por expresamente reproducidos.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se confirma la sentencia de treinta y uno de octubre de dos mil dieciocho, dictada por el
Primer Juzgado de Letras de Los Andes, en autos Rol C-1315-2018.
Regístrese y devuélvase.
Nº 7.670-2019.-
HERRERA MINISTRA
MINISTRO GARCIA
ABOGADO INTEGRANTE
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros (as) Ricardo
Blanco H., Gloria Chevesich R., Mauricio Alonso Silva C., María Angélica Cecilia Repetto G. y
Abogado Integrante Antonio Barra R. Santiago, veintiocho de enero de dos mil veinte.