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Santiago, veintinueve de mayo de dos mil veinte.

VISTOS:
A fojas 43, el Sr. Fernando Rodríguez Larraín, Alcalde de la
Ilustre Municipalidad de Santo Domingo y actuando en su
representación, interpuso demanda de reparación por daño
ambiental en contra de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali
Limitada (en adelante, “Altos del Yali” o “la demandada”),
representada legalmente por la Sra. Pamela Herrera González,
con domicilio en Los Lirios Nº 13, de la comuna de Santo
Domingo, Región de Valparaíso.

A fojas 66, el Tribunal admitió a tramitación la demanda


confiriendo traslado a la demandada.

A fojas 67, consta la notificación de la demanda.

A fojas 79, el 24 de octubre de 2017, Inmobiliaria Altos del


Yali presentó un escrito oponiendo las excepciones dilatorias
de incompetencia absoluta del Tribunal, litispendencia e
ineptitud del libelo, en lo principal, y contestando la
demanda, en forma subsidiaria, en el primer otrosí.

A fojas 132, el Tribunal, en virtud de lo dispuesto en los


artículos 23 y 34 de la Ley Nº 20.600, que Crea los Tribunales
Ambientales (en adelante, “Ley Nº 20.600”) dejó para definitiva
el pronunciamiento sobre las excepciones dilatorias y tuvo por
contestada la demanda.

I. La Demanda
La parte demandante deduce acción de reparación por daño
ambiental, conforme a lo dispuesto en los artículos 51 y
siguientes de la Ley Nº 19.300 sobre Bases Generales del Medio
Ambiente, (en adelante, “Ley Nº 19.300”) y 33 de la Ley
Nº 20.600, fundamentando su demanda en los siguientes
antecedentes de hecho y argumentos de derecho:

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A. Los Hechos

Refiere que el 4 de febrero de 2017, los señores Eduardo Cáceres


y Philipp Assmus, mientras se dirigían a sus casas presenciaron
como una retroexcavadora destruía la Quebrada La Loma (en
adelante, “la Quebrada”), quienes procedieron a denunciar los
hechos a las autoridades. Agrega que el 7 de febrero de dicho
año, siendo aproximadamente las 07:00 horas, personal de
Carabineros de Santo Domingo, visitó el lugar, sorprendiendo
al señor Pablo Fuentes Arces, cortando y descepando árboles
nativos, verificando que no contaba con ningún tipo de
autorización para trabajar en la Quebrada, por lo que quedó
citado al Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, en causa
Rol Nº 350/2017.

Adiciona que la Quebrada afectada por los trabajos fue


inspeccionada también por la Corporación Nacional Forestal (en
adelante, “CONAF”) en dos oportunidades, el 14 de febrero y el
25 de abril del mismo año, informes que fueron acompañados en
la causa tramitada ante el Juzgado de Policía Local de Santo
Domingo. Sostiene que, a partir de las inspecciones realizadas
por la CONAF, se determinó que 2,7 hectáreas de bosque nativo
habían sido cortadas y descepadas, de las cuales, 1,73
hectáreas correspondían a especies ubicadas en la Quebrada
misma, con un total de 493 árboles cortados. Agrega que la
finalidad de esta intervención en la Quebrada habría sido la
construcción de un camino para un proyecto de loteo de la
Sociedad Inmobiliaria Altos Del Yali Limitada.

Afirma que la intervención de la Quebrada no sólo se trató de


una corta y despeje de especies arbóreas, sino que, además,
fue posible identificar: i) El corte de la pendiente natural
de la quebrada; ii) La extracción de la capa vegetal del suelo;
iii) El acopio de la tierra extraída; y, iv) La nivelación del
terreno y aterramiento de la quebrada. Agrega que la vegetación
cortada y podada fue acumulada en los costados del camino
construido. Indica que, como consecuencia de los trabajos antes
descritos, se causó daño ambiental.

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B. Elementos de la responsabilidad por daño ambiental

1. Hechos, actos u omisiones constitutivos de daño ambiental

Se señala en el libelo que las acciones realizadas con el


objetivo de construir un camino para el proyecto inmobiliario
de la Sociedad Inmobiliaria Altos Del Yali Limitada causaron
un daño ambiental, por cuanto provocaron perjuicios a diversos
componentes ambientales, en particular, a la vegetación, suelo
y cauce de la Quebrada, de manera significativa.

Argumenta la actora que, de lo visto por los denunciantes, por


Carabineros de Chile y por los fiscalizadores de la CONAF, se
identifican las siguientes acciones que provocaron el daño
ambiental: i) Corta y descepado de especies arbóreas nativas;
ii) Despeje y destrucción de especies del primer estrato del
bosque; iii) Corte de la pendiente natural de la Quebrada; iv)
Extracción de la capa vegetal del suelo; v) Acopio de la tierra
extraída; vi) Nivelación del terreno a fin de lograr una
superficie plana; vii) Aterramiento de la Quebrada; viii)
Trazado del camino sobre la misma Quebrada; y, ix) Acumulación
de parte de la vegetación cortada y podada al costado del
camino. Afirma que todas estas acciones se efectuaron en
contravención a lo prescrito en la Ley Nº 20.283, sobre
Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal (en adelante,
“Ley Nº 20.283”) y en el Decreto Nº 82, de 20 de julio de 2010,
del Ministerio de Agricultura, que aprobó el Reglamento de
Suelos, Aguas y Humedales de la Ley Nº 20.283 (en adelante,
“D.S. Nº 82/2010”).

2. Culpa

Se afirma en el libelo que la demandada actuó con manifiesta


negligencia, pues infringió lo dispuesto en los artículos 5º,
17 y 19 de la Ley Nº 20.283, los artículos 3º y 14 del D.S.
Nº 82/2010 y los artículos 41 y 171 del Código de Aguas. En
cuanto a la Ley Nº 20.283, explica la actora que, de acuerdo
con el artículo 5º de este cuerpo legal, “toda acción de corta
de bosque nativo, cualquiera sea el tipo de terreno en que éste

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se encuentre, deberá hacerse PREVIO PLAN DE MANEJO aprobado
[…]” (destacado del original) por la CONAF, norma que fue
infringida por la demandada que cortó y descepó 2,7 hectáreas
de bosque nativo sin contar con un plan de manejo aprobado.
Agrega que el actuar de la demandada fue negligente,
limitándose a declarar ante el Juzgado de Policía Local de
Santo Domingo que “desconocía la exigencia de CONAF respecto a
la corta de especies de árboles”. Afirma que el actuar de Altos
del Yali también contravino lo dispuesto en el artículo 17 de
la ley en comento, pues este prohíbe la corta o eliminación de
vegetales en sitios frágiles, como los cursos naturales de
agua. Agrega que la regulación de las zonas frágiles se
encuentra en el D.S. Nº 82/2010, bajo la denominación de zonas
de exclusión de intervención de acuerdo con el artículo 3º de
esta normativa.

Además, sostiene que la demandada infringió lo prescrito en el


artículo 19 de la Ley Nº 20.283, norma que prohíbe la corta,
eliminación, destrucción o descepado de ejemplares de especies
vegetales que se encuentren en categoría de conservación según
el artículo 37 de la Ley 19.300 y que formen parte de un bosque
nativo, ya que en el presente caso la demandada eliminó
individuos de especies en alguna categoría de conservación que
se encontraban en el bosque esclerófilo afectado por su acción.

Respecto del Código de Aguas, la demandante afirma que la


demandada infringió lo señalado en sus artículos 41 y 171, pues
intervino la Quebrada con cruce de caminos y mediante el
depósito de material sobre ella sin contar con un
pronunciamiento previo de la autoridad competente. Finalmente,
argumenta la actora que las infracciones expuestas permiten
configurar la presunción de culpabilidad del artículo 52 de la
Ley Nº 19.300, tratándose de una hipótesis de culpa
infraccional donde la ilegalidad de una conducta envuelve la
infracción a un estándar de diligencia.

3. Relación de causalidad

Se argumenta en el libelo que la demandada realizó las acciones


descritas anteriormente en la Quebrada La Loma con el objeto

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de construir un camino para su proyecto inmobiliario. Afirma
que dichas acciones serían culpables y causaron daño ambiental,
pues afectaron componentes ambientales, tales como,
vegetación, suelo y cauce de la Quebrada, todo de manera
significativa. Agrega que ésta no sufriría la afectación que
es posible apreciar en la actualidad, si la demandada no
hubiera ejecutado la construcción de un camino en la Quebrada.
Adicionalmente, sostiene que en el caso de autos correspondería
aplicar la presunción de causalidad del artículo 52 de la Ley
Nº 19.300, pues existiendo infracción a una norma de protección
y daño ambiental, le corresponde al infractor probar que no
existe causalidad entre su actuar y el daño.

4. Daño ambiental

Se afirma en la demanda que las acciones realizadas con el


objetivo de construir un camino para el proyecto inmobiliario
de Altos del Yali causaron un daño ambiental, por cuanto
provocaron perjuicios a diversos componentes ambientales, en
particular: a) vegetación; b) suelo; y, c) cauce de la
Quebrada.

a. Componente vegetación
Al respecto, se afirma que la construcción del camino para el
proyecto inmobiliario de la demandada causó la afectación del
componente ambiental vegetación, debido a la corta y descepado
de 2,7 hectáreas de bosque nativo, de las cuales, 1,73
hectáreas correspondían a la Quebrada La Loma, con un total de
493 árboles de bosque nativo cortados. Añade que el daño sería
significativo considerando los criterios de: i) Calidad o valor
de los recursos dañados; ii) Intensidad del daño; y, iii)
Capacidad y tiempo de regeneración.

Respecto de la calidad o valor del recurso dañado, se argumenta


que las acciones de la demandada destruyeron “formaciones
boscosas nativas mediterráneas del tipo higrófilo, propias de
la zona central de Chile y únicas en la provincia de San
Antonio”. Se sostiene que el descepado o arranque de raíz
afectó especies, tales como, el boldo (Peumus boldus), el
lechón (Colliguaja odorífera) y la coguilera (Lardizabala

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biternata), monotípicos y endémicos de Chile Central, siendo
los únicos representantes de su género a nivel mundial.

Al respecto, la demandante sostiene que el matorral chileno es


la única eco-región mediterránea en toda Sudamérica, y uno de
los cinco ecosistemas de este tipo en el mundo. Señala que este
se caracteriza por los altos niveles de endemismo y riqueza de
especies de plantas y animales. Afirma que la fauna del lugar
es biodiversa y esencialmente endémica, habitando en el lugar
diversos mamíferos en categorías de conservación, tales como,
el kodkod o gato güiña (Leopardus guigna), el quique (Galictis
cuja), la yaca (Thylamys elegans), el degu (Octodon lanatus),
zorro culpeo (Lycalopex culpaeus); aves migratorias como la
viudita (Colorhamphus parvirostris), el picaflor gigante
(Patagona gigas), el fío fío (Elaenia albiceps) que vienen de
Argentina y Perú; y otras aves residentes como picaflores
(Sephanoides galeritus), tencas (Mimus thenca), rayaditos
(Aphastura spinicauda), cachuditos (Anairetes parulus) entre
otras, especies que serían altamente valorables para este
ecosistema.

Se agrega en el libelo que la afectación de la vegetación y


suelo que habría causado la demandada “[…] repercute
directamente en su capacidad de sustentar el bosque nativo del
tipo higrófilo y esclerófilo, afectando su ecosistema compuesto
por todas las especies de la flora y fauna nativa que viven en
él […]”. Además, en el caso del componente cauce de la quebrada,
agrega la actora que “[…] La acción de la demandada afectó
principalmente la Quebrada La Loma, la que cumple importantes
funciones ecológicas como lo son la captación, almacenamiento
y conducción de aguas y sustento de biodiversidad”.

Asimismo, se indica que la acción de la demandada no se limitó


a la corta de árboles, sino que se efectuó también el despeje
y destrucción de todas las especies del primer estrato del
bosque, afectando con ello “especies en categoría de
conservación oficial, como el caso del helecho palito negro
(Adiantum chilense) declarado en categoría vulnerable”,
mediante el Decreto Supremo Nº 52, de 2014, del Ministerio del
Medio Ambiente (en adelante, “D.S. Nº 52/2014). Se destaca que
la vegetación de la Quebrada La Loma forma parte del denominado

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bosque o matorral esclerófilo chileno, el que correspondería
parte de uno de los 34 hotspots mundiales de biodiversidad.
Indica la demandante que el matorral chileno es la única eco-
región mediterránea en toda Sudamérica y uno de los cinco
ecosistemas de este tipo en el mundo, el que se caracteriza
por los altos niveles de endemismo y riqueza de especies de
plantas y animales. Afirma la actora que, en conjunto los
ecosistemas mediterráneos, abrigan el 20% de las especies de
plantas en la Tierra.

En cuanto a la dimensión del daño, señala la actora que, de


las 2,7 hectáreas de bosque nativo cortadas, 1,73 de ellas,
corresponden a especies que se ubicaban en la Quebrada La Loma,
dejando de cumplir sus funciones ecológicas y que son objeto
de protección en el Reglamento de Suelos, Aguas y Humedales.

Sobre la capacidad y tiempo de regeneración, la demandante


sostiene que sin acciones inmediatas de replante en las zonas
afectadas no se podría hablar de recuperación o regeneración
del bosque nativo, pues, a diferencia de lo que sucede con un
incendio o con la corta de una especie, el descepado o arranque
de raíz de la especie impide su rebrote, de manera que solamente
será recuperable este bosque en una escala superior a la humana
con la adopción de medidas que no sólo apunten a la plantación
de especies arbóreas, sino que también de las arbustivas o
plantas de los estratos inferiores.

b. Componente suelo
Argumenta la demandante que la acción de Altos del Yali provocó
un daño al componente suelo, representado por su degradación
física (pérdida de su estructura) y biológica (pérdida de su
composición orgánica y capacidad de sustentar la vegetación y
biodiversidad del sector), daño que se extiende a un total de
2,7 hectáreas. Se sostiene en el libelo que el actuar de la
demandada causó la destrucción de la calidad estructural y
orgánica del suelo, lo que a su vez impactaría su capacidad de
sustentar la vida del sector. Agrega que la ruptura del suelo,
y particularmente de su primera capa orgánica, repercute
directamente en su capacidad de sustentar el bosque nativo del
tipo higrófilo y esclerófilo, afectando su ecosistema compuesto

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por todas las especies de la flora y fauna nativa que viven en
él, entre ellas especies en categoría de conservación como el
helecho palito negro.

Sobre la capacidad y tiempo de regeneración, sostiene la


demandante que el proceso de formación de suelos es
particularmente lento, pudiendo tardar desde cientos a miles
de años, el cual comienza con la degradación o
resquebrajamiento de la roca madre, al que le sigue la
interacción de una serie de factores como el clima, el relieve,
la depositación de restos orgánicos, etc. De esta forma, indica
que no es posible prever la reconstitución o regeneración del
suelo afectado en una escala temporal inferior a la humana.
Respecto de la dimensión del daño, refiere que este se extendió
en 1,73 hectáreas de la propia quebrada, cuyo suelo de elevada
pendiente habría quedado expuesto a un proceso continuo de
erosión, como se aprecia en las fotografías contenidas en los
informes de la CONAF. Agrega que, al quedar el suelo
desprovisto de vegetación, los efectos erosivos del viento, el
clima y las lluvias aumentan dramáticamente.

c. Componente cauce
Sobre este componente, la demandante indica que el actuar de
Altos del Yali habría provocado un “daño manifiesto” al cauce
de la quebrada, representado por su aterramiento e interrupción
del ciclo hidrológico, debido el emplazamiento mismo del camino
sobre la Quebrada. Indica que la extensión de la afectación
alcanza en total 1,73 hectáreas, correspondiente al área de
intervención en la Quebrada La Loma.

Respecto de la calidad o valor del recurso dañado, señala que


las acciones de la demandada afectan las funciones ecológicas
que tiene la Quebrada, las que consisten en la captación,
almacenamiento y conducción de las aguas, así como el sustento
de biodiversidad. Por otro lado, alega que las acciones
desplegadas por la demandada han interrumpido el ciclo
hidrológico, pues, debido a la acumulación de material estéril
en su cauce, han generado nuevos cursos de agua produciendo
erosión, pérdidas adicionales de vegetación y suelo y remoción

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de masas, existiendo riesgo de avalanchas o remociones en masa
ante cualquier lluvia intensa.

En lo que respecta a la dimensión del daño, se argumenta que


el 64% del área intervenida corresponde al sector de la
Quebrada, sobre la cual se construyeron caminos, afectando sus
funciones ecológicas.

C. Medidas de reparación solicitadas

La demandante solicita que se declare que se produjo un daño


ambiental por culpa o dolo de la demandada y se le condene a
reparar los componentes afectados en las 1,73 hectáreas de la
Quebrada La Loma y en las 0,97 hectáreas de su zona aledaña.
Solicita que las medidas de reparación deben ser, a lo menos,
las siguientes: i) Implementar un Plan de Recuperación de las
2,7 hectáreas de suelo afectado, que permita recuperar sus
características físicas (estructura) y biológicas (composición
orgánica, capacidad de sustentar vegetación y biodiversidad).
Para esto, señala que la demandada deberá presentar un Plan de
Recuperación de Suelos ante el Servicio Agrícola y Ganadero
dentro de 60 días contabilizados desde que la sentencia de
autos se encuentre ejecutoriada. Agrega que, desde emitido el
pronunciamiento del servicio, la demandada deberá implementar
el programa, según las especificaciones técnicas que determine
la autoridad, dentro de 60 días; ii) Implementar un Plan de
Reforestación de las 2,7 hectáreas de bosque nativo destruido
que incluya todas las especies vegetales y arbóreas afectadas
según el inventario florístico elaborado por CONAF. Señala que
para esto la demandada deberá presentar un Plan de Recuperación
de Reforestación ante CONAF dentro de 60 días contabilizados
desde que la sentencia de autos se encuentre ejecutoriada.
Indica que desde emitido el pronunciamiento del servicio la
demandada deberá implementar el programa, según las
especificaciones técnicas que determine la autoridad, dentro
de 60 días. Agrega que el plan deberá comprender, un plazo de
dos años para la ejecución de reforestación y uno de 5 años
para el monitoreo del prendimiento de las especies; iii)
Ejecutar el despeje y la restitución del estado original de la

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Quebrada La Loma, conforme a las especificaciones técnicas que
determine al respecto la Dirección General de Aguas (en
adelante, “DGA”). Adiciona que estas medidas deberán ejecutarse
dentro de 60 días contabilizados desde que la sentencia de
autos se encuentre ejecutoriada; iv) Implementar toda otra
medida que el Tribunal considere necesaria para obtener la
reparación integral de los componentes ambientales dañados; v)
Pagar las costas del presente juicio.

II. Contestación de la demanda

A fojas 79 el abogado Sr. José Flores Aravena, en


representación convencional de la Sociedad Inmobiliaria Altos
del Yali Ltda., opuso excepciones dilatorias de incompetencia
absoluta, litispendencia e ineptitud del libelo. Asimismo, y
en forma subsidiaria, contestó la demanda, solicitando su
rechazo en todas sus partes, con expresa condenación en costas.
Además, en la audiencia de alegatos finales opuso la excepción
de cosa juzgada.

A. Excepción dilatoria de incompetencia absoluta

La demandada opone excepción dilatoria de “incompetencia del


tribunal ante quien se haya presentado la demandada”,
contemplada en el Nº 1 del artículo 303 del Código de
Procedimiento Civil, atendido que, a su juicio, la materia se
encontraría regulada por la Ley Nº 20.283 y el D.S. Nº 82/2010,
por lo que sería competente el Juez de Policía Local del lugar
en se cometieron los hechos. Señala que, de conformidad al
artículo 51 de la Ley Nº 19.300, las “normas sobre
responsabilidad por daño al medio ambiente contenidas en leyes
especiales prevalecerán sobre las de la presente ley”. Alega
que la Ley Nº 20.283, que contiene normas especiales sobre daño
ambiental, así como la Ley Nº 18.287 sobre procedimiento ante
los Juzgados de Policía Local (en adelante, “Ley Nº 18.287”),
que contempla el procedimiento aplicable, determinan que la
solución al daño ambiental está entregada al juzgado
correspondiente. Agrega que esto se ratifica por el actuar de

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la propia demandante, la que en la causa Rol Nº 350/2017,
seguida ante el Juez de Policía Local de Santo Domingo,
solicitó “reparar el daño ambiental”. Cita al efecto la
sentencia dictada por el Segundo Tribunal Ambiental en causa
Rol R Nº 131-2016.

B. Excepción dilatoria de litispendencia

La demandada opone, en forma subsidiaria, la excepción de


“litispendencia”, contenida en el Nº 3 del artículo 303 del
Código de Procedimiento Civil, por cuanto, en su parecer,
existe un juicio pendiente entre las mismas partes con idéntico
objeto y causa de pedir.

C. Excepción de cosa juzgada

En relación con lo señalado en el acápite anterior, la


demandada, en la audiencia de alegaciones finales, opuso la
excepción de cosa juzgada, por cuanto el 10 de noviembre de
2017 el Juez de Policía Local de Santo Domingo dictó sentencia
en la causa Rol Nº 350-2017, causa que al momento de oponer la
excepción de litispendencia se encontraba pendiente.

D. Excepción dilatoria de ineptitud del libelo

La demandada opone la excepción dilatoria de “ineptitud del


libelo por razón de falta de algún requisito en el modo de
proponer la demanda”, contemplada en el Nº 4 del artículo 303
del Código de Procedimiento Civil, atendido que, a su juicio,
la demanda incumple con el requisito señalado en el numeral 4
del artículo 254 de dicho texto legal, esto es, la “exposición
clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya”.
Afirma que no existe exposición clara de los hechos de la
demanda, incurriendo en diversas inconsistencias.

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E. Contestación de la demanda

En subsidio de todas las excepciones opuestas, Altos del Yali


contestó la demanda, alegando diversas defensas y excepciones
perentorias que se resumen a continuación.

1. Imprecisiones y errores contenidos en la demanda

La demandada alega respecto de la Quebrada La Loma que esta no


es tributaria del río Rapel, ya que nace y muere en una misma
heredad, además, no tiene un cauce continuo de aguas, o
escurrimiento permanente, no se encuentra en un sitio de
conservación y tampoco forma parte de ninguno de los 34
Hotspots que menciona la actora. Por otro lado, argumenta que
la Corporación Nacional Forestal no es un servicio público,
sino que es una persona jurídica de Derecho Privado.
Finalmente, señala que no es efectivo que el helecho palito
negro se encuentre en situación de vulnerabilidad, ya que la
especie que se indica en el informe de CONAF tiene el nombre
científico de Adiantum chilense, pero el helecho palito negro
en estado de vulnerabilidad es el Adiantum gertrudis.

2. Legitimación Activa

En este punto, la demandada sostiene que la actora ha indicado


que la Quebrada La Loma desemboca en la comuna de El Tabo,
motivo por el cual los hechos estarían fuera de su territorio,
por lo que no sería titular de la acción de daño ambiental
conforme a lo prescrito en el numeral 2 del artículo 18 de la
Ley Nº 20.600.

3. Legitimación Pasiva

La demandada afirma que no ha realizado obra alguna, dentro de


su patrimonio, en la Quebrada La Loma, ya sea en la comuna de
El Tabo o en Santo Domingo. Agrega que no ha desarrollado
ningún proyecto inmobiliario de su propiedad en el sector
Horizontes del Mar, ubicado en la comuna de Santo Domingo.
Adiciona que, de conformidad a las reglas del mandato y de la

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representación, Altos del Yali ha prestado sus servicios para
el desarrollo de una subdivisión agrícola, y la posterior venta
de las parcelas resultantes, conforme al encargo que le
hicieran los propietarios de las parcelas A1, A3 y A4,
resultantes de la subdivisión de las Parcela 8B, ex Hijuela
Libún, la Cabaña u Horizontes del Mar de la comuna de Santo
Domingo. Concluye la demandada que, de esta forma, no han
ingresado al patrimonio de su parte efectos u obligaciones
derivadas de este proyecto.

4. Non bis in idem

La demandada alega que, de conformidad con este principio, no


puede ser sancionada dos veces por los mismos hechos, por
cuanto en el presente caso ya existe una resolución
administrativa de la DGA, en la cual se establecen las medidas
que se deben adoptar, existiendo, además, procedimientos
vigentes.

5. Implementación de medidas correctivas

La demandada sostiene que, en su calidad de mandante de los


propietarios, presentó un plan correctivo a la CONAF para la
reforestación in situ, el cual se encontraría en tramitación.
En cuanto a la existencia de restos en la quebrada, señala que,
de los actos realizados en calidad de mandante, no quedaron
restos pétreos o de la capa vegetal del suelo en la quebrada y
los restos vegetales ya fueron retirados conforme lo ordenado
por la DGA.

6. Imposibilidad de cumplimiento e improcedencia del petitorio

Sobre el particular, la demandada arguye que no resulta posible


dar cumplimiento al punto 2 del petitorio 2, consistente en
“implementar un Plan de Reforestación de las 2,7 hectáreas de
bosque nativo destruido que incluya todas las especies
vegetales y arbóreas afectadas según el inventario florístico

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elaborado por CONAF”, debiendo la demandada presentar un “Plan
de Recuperación de Reforestación” ante CONAF, dentro de 60 días
desde que la sentencia se encuentre ejecutoriada, por cuanto
se requiere que un servicio o autoridad se refieran al plan de
reforestación, en circunstancias que la CONAF no tiene tal
calidad, de manera que una sentencia no puede otorgar funciones
públicas, por ser de reserva legal exclusiva. Por otro lado,
afirma que no resulta procedente lo solicitado en el punto 4
del número 2 del petitorio, consistente en que se ordene “toda
otra medida que S.S. Ilustrísima, considere necesaria para
obtener la reparación integral de los componentes ambientales
dañados”, pues de conformidad al artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil no se puede entregar al arbitrio del
Tribunal la aplicación de las medidas que se estimen
pertinentes, más aún si no han sido requeridas expresamente,
por lo que eventualmente podría existir un vicio de ultra
petita.

III. De la interlocutoria de prueba

A fojas 132 se tuvo por contestada la demanda y a fojas 657 se


recibió la causa a prueba, fijándose los siguientes hechos
controvertidos, sustanciales y pertinentes:

“1.- Efectividad de existir un litigio pendiente entre las


mismas partes sobre el mismo objeto y con idéntica causa de
pedir.

2.- Efectividad de haberse producido daño ambiental.


Componentes ambientales afectados, hechos, época, naturaleza,
ubicación, extensión espacial, circunstancias.

3.- Acciones u omisiones atribuidas a la demandada que habrían


provocado el daño ambiental alegado.

4.- Hechos y circunstancias que configurarían la culpa o el


dolo de la demandada.

5.- Efectividad que la demandada infringió normas ambientales


que configurarían la presunción del artículo 52 de la Ley
Nº 19.300. Hechos que la constituyen.
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6.- Relación de causalidad entre el daño ambiental alegado y
la acción u omisión atribuida a la demandada.

7.- Efectividad de haber implementado la demandada medidas


correctivas en la Quebrada La Loma. En su caso, hechos, época,
naturaleza, extensión espacial y circunstancias”.

IV. De la prueba rendida en autos y posterior tramitación del


proceso

A. Prueba documental

En cuanto a la prueba documental, la parte demandante, en sus


escritos de fojas 43, 156, 702 y 806, acompañó los siguientes
documentos:

i. Informe de corta no autorizada de bosque nativo


Nº 1/2008-56/17, de 2 de marzo de 2017, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la Corporación Nacional
Forestal (en adelante, “Informe de Corta Nº 1/2008-
56/17”).
ii. Informe simplificado de daños para solicitar
paralización de faenas y ampliación de denuncia Ley de
Bosque Nativo 20.283/2008 Nº 3/2008-56/17, de 9 de mayo
de 2017, emitido por el fiscalizador Sr. Patrick
Almizry Bôtel, de la Dirección Provincial de San
Antonio, de la Corporación Nacional Forestal (en
adelante, “Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17”).
iii. Copia de la Resolución Exenta Nº 1.019, de 22 de junio
de 2017, emitida por el Director Regional de Aguas, Sr.
Gonzalo Peña Sandoval (en adelante, “Resolución Exenta
Nº 1.019/2017”).
iv. Set de fotografías de fojas 151 a 155.
v. Set de fotografías de fojas 683 a 701.
vi. Impresión de imágenes satelitales de la plataforma
Google Earth, de fojas 802 a 805.

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La demandada, a su vez, en sus escritos de fojas 569 y 735,
los siguientes documentos:

i. Resolución Nº 04/56/17, Ley 20.083 de 2008, de 21 de


noviembre de 2017, emitida por el Sr. Andrés Flores del
Castillo, Jefe Provincial, Oficina Provincial San
Antonio de la Corporación Nacional Forestal (en
adelante, “Resolución Nº 04/56/17”).
ii. Informe Técnico del Plan de Manejo Correctivo
Nº04/56/17, de 21 de noviembre de 2017, emitido por el
Sr. Patrick Almzry Bôtel, Analista, Oficina Provincial
San Antonio de la Corporación Nacional Forestal (en
adelante, “Informe Técnico Plan de Corrección Nº
04/56/17”).
iii. Solicitud de Plan de Corrección Nº 04/56/17, Ley
20.283, de 17 de octubre de 2017, junto con Plan de
Corrección Nº 04/56/17, ambos presentados por Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Limitada (en adelante,
“Plan de Corrección Nº 04/56/17”).
iv. Copia autorizada de escritura pública de cesión de
derechos, partición y adjudicación, de 7 de octubre de
2014, otorgada en la Notaría de Francisco Fuenzalida
Rodríguez, de la comuna de San Antonio, repertorio
Nº 3797-2014.
v. Plano de levantamiento topográfico agregado al registro
de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de San
Antonio, del año 2014, con el número 1913.
vi. Copia con vigencia de la adjudicación inscrita a fojas
971, número 963, correspondiente al Registro de
Propiedad del año 2015, del Conservador de Bienes
Raíces de San Antonio.
vii. Copia con vigencia de la adjudicación inscrita a fojas
979, número 971, correspondiente al Registro de
Propiedad del año 2015, del Conservador de Bienes
Raíces de San Antonio.
viii. Copia con vigencia de la adjudicación inscrita a
fojas 976, número 968, correspondiente al Registro de
Propiedad del año 2015, del Conservador de Bienes
Raíces de San Antonio.

16
Asimismo, a fojas 128 la parte demandada objetó los documentos
acompañados en el primer otrosí de la demanda, correspondientes
a los informes de 2 de marzo de 2017 y de 9 de mayo de 2017,
ambos emitido por el fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel,
de la Dirección Provincial de San Antonio, de la Corporación
Nacional Forestal. Fundamenta su objeción en que tales
documentos serían ilegales e ideológicamente falsos. Al
respecto, el Tribunal confirió traslado a la parte demandante.
A fojas 133, la actora evacuó el traslado conferido,
solicitando el rechazo de la objeción documental, por no
resultar efectivos los vicios denunciados.

B. Prueba testimonial y audiencia

En cuanto a la prueba testimonial, sólo la demandante presentó,


a fojas 677, la lista de testigos correspondientes. En ésta
señaló que los testigos que depondrían por su parte son:

i. En calidad de testigo experto: La Sra. Liliana Brenda


Iturriaga Manríquez, Profesora de Ciencias Naturales y
Biología (1980), Pontificia Universidad Católica de
Chile. Post Titulo en Manejo del Paisaje, Pontificia
Universidad Católica de Chile (1994). Respecto de los
puntos 2, 3 y 6 del auto de prueba.
ii. En calidad de testigos comunes:
a. Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel. Ingeniero Forestal.
Respecto de los puntos 2, 3, 4, 5 y 6 del auto de
prueba.
b. Sra. Mónica Leticia González Peñaloza. Ingeniero
Agrónomo. Respecto de los puntos 2, 3, 4, 5 y 6 del
auto de prueba.

La audiencia de conciliación y prueba se inició el 2 de octubre


de 2019, según consta en el acta de fojas 713, ante el Ministro
Sr. Alejandro Ruiz Fabres, delegado al efecto, a la que
asistieron el abogado de la parte demandante Sr. Francisco de
la Vega Giglio y el abogado de la parte demandada Sr. José
Flores Aravena. Dicha audiencia fue suspendida atendido lo
expuesto por las partes en relación con una posible
conciliación.

17
El 20 de noviembre de 2019 se reanudó la audiencia de
conciliación y prueba, según consta en el acta de fojas 859,
ante los ministros Sres. Cristián Delpiano Lira, Presidente,
Alejandro Ruiz Fabres y Felipe Sabando Del Castillo, y con la
asistencia de los apoderados de ambas partes. En dicha
oportunidad se recibió la declaración de parte de la Sra.
Pamela Antonieta Herrera González, representante legal de la
Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. Además, en esta
instancia declararon los testigos Sres. Patrick Nadim Almizry
Bôtel y Mónica Leticia González Peñaloza. La audiencia se
suspendió con el objeto de recibir la declaración de la testigo
experto Sra. Liliana Brenda Iturriaga Manríquez, para luego
proceder a los alegatos finales.

El 20 de diciembre de 2019 se continuó la audiencia de


conciliación y prueba, según consta en el acta de fojas 912,
ante los ministros Sres. Cristián Delpiano Lira, Presidente,
Alejandro Ruiz Fabres y Felipe Sabando Del Castillo, y con la
asistencia de los apoderados de ambas partes. En la audiencia
se recibió la declaración del Sr. Fernando Rodríguez Larraín,
representante de la I. Municipalidad de Santo Domingo. Durante
su declaración el apoderado de la parte demandada solicitó la
aplicación del apercibimiento del artículo 41 de la Ley
Nº 20.600. Además, en el transcurso de la audiencia el abogado
de la parte demandada interpuso recusación en contra del
Ministro Presidente Sr. Cristián Delpiano Lira, de conformidad
a la causal prevista en el numeral 16 del artículo 196 del
Código Orgánico de Tribunales, esto es, tener el juez con
alguna de las partes enemistad, odio o resentimiento que haga
presumir que no se halla revestido de la debida imparcialidad.
Acto seguido, dicha recusación fue rechazada por los Ministros
Sres. Ruiz y Sabando por manifiesta falta de fundamento y, en
consecuencia, se impuso una multa de 5 Unidades Tributarias
Mensuales al abogado Sr. José Flores Aravena, de conformidad
con el artículo 9º inciso final de la Ley N° 20.600. La
audiencia fue suspendida, al encontrarse pendiente la
declaración de la testigo experto Sra. Liliana Brenda Iturriaga
Manríquez.

18
El 12 de febrero de 2020 se realizó la continuación de la
audiencia, según consta en acta de fojas 953, efectuándose el
llamado para declarar a la Sra. Liliana Brenda Iturriaga
Manríquez, quien no compareció. Por tal motivo, se procedió
recibir los alegatos finales en la causa, conforme lo establece
el artículo 38 de la Ley Nº 20.600.

C. Oficios solicitados y otras diligencias probatorias

Por resolución de 6 de marzo de 2019, que rola a fojas 159, el


Tribunal ordenó despachar los siguientes oficios:

i. A la DGA, Región de Valparaíso, a fin de que informe


sobre si la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali
cumplió con el resuelvo 2º de la Resolución Exenta Nº
1.019, de 22 de junio de 2019, que ordenó apercibir a
dicha empresa para que restituyera el cauce de la
Quebrada La Loma a la condición anterior a su
intervención, contemplando, entre otras actividades, el
retiro del material existente en el cauce de la quebrada
y todas aquellas medidas necesarias para asegurar el
libre escurrimiento de las aguas y que no generen
peligros a la vida o salud de los habitantes. Asimismo,
se le ordenó informar si se habían iniciado los
procedimientos de fiscalización que se indican en el
resuelvo 6º de la Resolución Exenta Nº 1.019, ya
señalada. El oficio fue respondido mediante el
ordinario Nº 171, de 3 de abril de 2019 (en adelante,
“oficio Nº 171/2019”), el cual rola a fojas 181,
acompañando los documentos de fojas 173 a 180.
ii. A la CONAF de la Región de Valparaíso para que informe
si las faenas que se estarían ejecutando por la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., en la Quebrada La
Loma, en el sector denominado Horizontes del Mar, de
la comuna de Santo Domingo, Región de Valparaíso, se
encuentran paralizadas y si se ha aprobado o
implementado un Plan de Manejo de Corrección In Situ,
como se indica en el Informe Nº 3/2008-56/17, de 9 de
mayo de 2017. El oficio fue contestado mediante el

19
ordinario Nº 6, de 3 de abril de 2019 (en adelante,
“oficio Nº 6/2019”), de fojas 187, rectificado a través
del ordinario Nº 158, de 16 de mayo de 2019 (en
adelante, “oficio Nº 158/2019”), que rola a fojas 643.
iii. Al Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, a fin de
que remita copia completa del expediente causa Rol
Nº 350-2017, por Infracción a la Ley Nº 20.283 y para
que informe si existen diligencias pendientes en dicha
causa o medidas cautelares vigentes. El oficio fue
contestado mediante el ordinario Nº 311, de 8 de abril
de 2019 (en adelante, “oficio Nº 311/2019”), que rola
a fojas 554, acompañando los documentos de fojas 204 a
553.

El 13 de junio de 2019, mediante resolución de fojas 646, el


Tribunal decretó como medida cautelar la paralización inmediata
de las obras de construcción de caminos, junto con cualquier
actividad que no se relacione con las medidas ordenadas en
dicha resolución o que obedezca a la orden de la autoridad
sectorial, que se ejecutan por la Sociedad Altos del Yali
Ltda., en los predios Lote A1, Lote A3 Y Lote A4, ubicados en
la Quebrada La Loma, en el sector denominado Horizontes del
Mar, de la comuna de Santo Domingo, Región de Valparaíso.

El 26 de septiembre de 2019, por resolución de fojas 704


complementada según lo resuelto a fojas 737, el Tribunal, en
virtud de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 35 de
la Ley Nº 20.600, decretó inspección personal, la cual se
realizó el día 16 de octubre de 2019 y cuya acta rola a fojas
820 y siguientes.

Por resolución de 26 de septiembre de 2019, que rola a fojas


704, el Tribunal ordenó despachar los siguientes oficios:

i. A la CONAF de la Región de Valparaíso, a la Dirección


Regional de Aguas de Valparaíso y a la Superintendencia
del Medio Ambiente, a fin de que informe sobre la
circunstancia de haber recibido nuevas denuncias o si
se han efectuado nuevas fiscalizaciones respecto de
eventual intervención en la Quebrada La Loma, ubicada

20
en el sector denominado Horizontes del Mar, de la comuna
de Santo Domingo. El oficio fue contestado, por la
Dirección Regional de Valparaíso de la CONAF, mediante
el ordinario Nº 36/2019, de 16 de octubre de 2019 (en
adelante, “oficio Nº 36/2019”), que rola a fojas 797.
Asimismo, éste fue contestado por la SMA mediante el
ordinario Nº 3.295, de 24 de octubre de 2019 (en
adelante, “oficio Nº 3.295/2019”), que rola a fojas
811, acompañando un CD-ROM con 30 documentos. A su vez,
la Dirección Regional de Aguas de Valparaíso contestó
el oficio mediante el ordinario Nº 1.323, de 30 de
diciembre de 2019 (en adelante, “oficio Nº
1.323/2019”), que consta a fojas 914.
ii. Al Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, a fin de
que remita copia completa del expediente causa Rol
Nº 1.365/2019. El oficio fue contestado mediante
ordinario Nº 733, de 11 de octubre de 2019 (en adelante,
“oficio Nº 733/2019”), que rola a fojas 794,
acompañando los documentos de fojas 751 a 793.

El 17 de octubre de 2019, el abogado de la parte demandada,


Sr. José Flores Aravena, presentó propuesta de conciliación en
la causa. Al respecto, el Tribunal confirió traslado a fojas
801. El traslado fue evacuado por la parte demandante mediante
el escrito de fojas 806, a través del cual rechazó la propuesta
de la demandada y solicitó dar curso progresivo a los autos.

Por resolución de 27 de noviembre de 2019, que rola a fojas


870, el Tribunal ordenó pedir cuenta respecto de los siguientes
oficios:

i. A la DGA de Valparaíso respecto de lo ordenado a fojas


a fojas 704 y para que acompañe copia de los expedientes
administrativos FO-0506-21, FO-0506-22, FO-0506-23,
FO-0506-24 Y FO-0506-25. Este oficio fue contestado
mediante ordinario Nº 263, de 2 de marzo de 2020 (en
adelante, “oficio Nº 263/2020”), que rola a fojas 955.
ii. A la CONAF de la Región de Valparaíso, a fin de que
informe respecto del resultado de las diligencias que
se indican en el oficio Nº 36/2019 de dicha
repartición. El oficio fue contestado mediante

21
ordinario Nº 40, de 30 de enero de 2020 (en adelante,
“oficio Nº 40/2020”), que rola a fojas 947, acompañando
los documentos de fojas 933 a 946.

Por resolución de 4 de marzo de 2020, de fojas 956, el Tribunal


ordenó oficiar a la DGA de Valparaíso, a fin de que cumpla
estrictamente lo ordenado mediante resolución de 27 de
noviembre de 2019. El oficio fue contestado mediante ordinario
Nº 388, de 24 de marzo de 2020 (en adelante, “oficio Nº
388/2020”), acompañando copia de los expedientes
administrativos FO-0506-21, FO-0506-22, FO-0506-23, FO-0506-24
Y FO-0506-25.

Finalmente, el 14 de abril de 2020, el Tribunal citó a las


partes a oír sentencia, conforme lo establece el artículo 36
de la Ley Nº 20.600.

CONSIDERANDO QUE:

Primero. Durante el desarrollo de la parte considerativa, el


Tribunal abordará los argumentos expuestos por las partes y la
prueba pertinente aportada por ellas, conforme a la siguiente
estructura:

I. De la objeción de documentos
II. De la aplicación del apercibimiento del artículo 41 de
la Ley Nº 20.600
III. De la excepción de incompetencia
IV. De las excepciones de litispendencia y cosa juzgada
V. De la excepción de ineptitud del libelo
VI. De la legitimación
A. Legitimación activa
B. Legitimación pasiva
VII. De la eventual infracción al principio Non bis in idem
VIII. De la supuesta imposibilidad de cumplimiento e
improcedencia del petitorio
IX. De la responsabilidad por daño ambiental

A. Daño ambiental

22
B. Acción u omisión culpable o dolosa de la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.

C. Relación de causalidad

X. De la reparación ambiental

I. De la objeción de documentos

Segundo. La parte demandada objetó los documentos acompañados


en el primer otrosí de la demanda, correspondientes a los
informes de 2 de marzo de 2017 y de 9 de mayo de 2017, ambos
emitido por el fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la
Dirección Provincial San Antonio, de la CONAF. Fundamenta su
objeción, en primer término, en que tales documentos serían
ilegales pues los fiscalizadores no contaron con autorización
de su representada o sus mandatarios para ingresar a la
propiedad, por lo que, al no contar con dicha autorización, se
debió haber solicitado autorización judicial, la que no
existió. Además, indica que los informes no cumplen con los
requisitos del artículo 39 del Decreto Supremo Nº 93, de 2008,
del Ministerio de Agricultura, que establece los elementos que
deben contener los informes técnicos de la CONAF. En segundo
término, alega la demandada que los informes son
ideológicamente falsos, pues contendrían diversos errores e
imprecisiones, siendo vagos, faltos de equidad, imparcialidad
y objetividad.

Tercero. La parte demandante, a su vez, señala que los


informes recogen las inspecciones realizadas por la CONAF el
14 de febrero y 25 de abril de 2017, dando cuenta del daño
ambiental sobre la Quebrada La Loma. Agrega que de acuerdo con
la Ley Nº 18.348 que crea la Corporación Nacional Forestal y
de protección de recursos naturales renovables (en adelante,
“Ley Nº 18.348”) y a la Ley Nº 20.283, los funcionarios de la
CONAF tienen el carácter de ministro de fe y sus denuncias
presunción de veracidad. Indica que la demandada no ha objetado
la inexactitud de los informes, por lo que éstos deben ser

23
considerados como instrumentos públicos. Argumenta que las
acusaciones de la demandada deben ser conocidas en juicio de
lato conocimiento, las que, en todo caso, tampoco cuentan con
los supuestos necesarios para configurar los vicios que se
denuncian. Concluye que los informes objetados han sido
obtenidos por medios lícitos y son aptos para producir fe.

Cuarto. Sobre el particular, resulta necesario tener presente


lo prescrito en el artículo 35 de la Ley Nº 20.600, que dispone
en lo pertinente que “El Tribunal apreciará la prueba conforme
a las reglas de la sana crítica; al hacerlo deberá expresar
las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas,
técnicas o de experiencia, en cuya virtud le asigne valor o la
desestime. En general, tomará en especial consideración la
multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia y conexión de
las pruebas o antecedentes del proceso que utilice, de manera
que el examen conduzca lógicamente a la conclusión que convence
al sentenciador. Serán admisibles todos los medios de prueba
obtenidos por medios lícitos y que sean aptos para producir fe
[…]”. Del tenor de esta norma aparece que el sistema de
valoración de la prueba aplicable en este procedimiento es el
de la sana crítica, siendo admisibles todos los medios de
prueba lícitos y aptos para producir fe.

Quinto. De esta forma, la prueba será apreciada por el Tribunal


de acuerdo con las normas de la sana crítica, sistema de
valoración de la prueba que se opone por definición al sistema
de prueba legal o tasada en el cual se enmarca la objeción de
documentos. En igual sentido, se ha sostenido en la
jurisprudencia que: “En cuanto a la objeción de documento: […]
De conformidad a lo dispuesto por el artículo 14 de la Ley
18.287, aplicable en estos autos, el sistema de valoración de
la prueba es la sana crítica, por ende la apreciación de los
medios probatorios se efectúa por el Juez, con apego únicamente
a la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados. En tal sentido, no resulta
aplicable el sistema de prueba tasada previsto en el Código de
Procedimiento Civil, dentro del cual se enmarca la presente
impugnación, por lo que habrá de rechazarse” (Corte de

24
Apelaciones de Copiapó, rol Nº 54-2015, de 22 de marzo de 2016,
c. 3; en igual sentido, Corte de Apelaciones de Concepción,
rol Nº 4-2015, de 10 de junio de 2015, c. 3).

Sexto. Sobre la supuesta ilegalidad de los informes por no


existir autorización judicial, cabe tener presente que el
artículo 47 de la Ley Nº 20.283 dispone expresamente que dicha
autorización procede para el evento de existir una negativa
para el ingreso. En efecto, dicha norma dispone sobre el
particular que: “En caso de negativa para autorizar el ingreso,
la Corporación podrá solicitar al juez competente el auxilio
de la fuerza pública, el cual, por resolución fundada y en
mérito de los antecedentes proporcionados por la Corporación,
la podrá conceder de inmediato, salvo que resolviera oír al
afectado, en cuyo caso éste deberá comparecer dentro del plazo
de 48 horas, contado desde su notificación”. Tanto de los
informes como de la propia argumentación de la demandada no se
vislumbra que hubiese habido oposición o negativa para el
ingreso del fiscalizador de la CONAF. En consecuencia, la
presente alegación será rechazada.

Séptimo. Respecto de la falsedad ideológica alegada, de la


sola lectura del escrito de la demandada aparece el
planteamiento relativo a su disconformidad con los hechos que
describen los informes, cuestión que, como ya se aclaró, debe
ser valorada por el Tribunal a la luz de las reglas de la sana
crítica. En cualquier caso, de la propia argumentación se
colige que lo cuestionado no es que los documentos sean falsos,
sino que los hechos consignados en estos no serían efectivos,
valoración que es labor privativa de este Tribunal. En
conclusión, la objeción documental será desestimada.

II. De la aplicación del apercibimiento del artículo 41 de


la Ley Nº 20.600

Octavo. En la audiencia de 20 de diciembre de 2019 el apoderado


de la parte demandada solicitó la aplicación del apercibimiento
del artículo 41 de la Ley Nº 20.600 respecto de la declaración
25
de parte del Sr. Fernando Rodríguez Larraín. Fundamentó su
solicitud en que el representante de la parte demandante dio
respuestas evasivas y no contestó las preguntas que se le
formularon en forma asertiva.

Noveno. Sobre el particular, el artículo 41 de la Ley Nº 20.600


dispone que: “[…] La declaración de la parte contraria la debe
pedir el interesado en su demanda o contestación, según
corresponda. Ella tendrá lugar en la audiencia indicada en el
artículo 37, sobre la base de las preguntas formuladas
oralmente por quien pidió la diligencia, las que se referirán
a los hechos y circunstancias del proceso. En caso de
oposición, resolverá el Tribunal. Si quien debe contestar no
comparece se tendrán por reconocidos los hechos que se le
atribuyeren en la demanda o en la contestación, según
corresponda. Si quien debe responder se niega a hacerlo se
tendrá por reconocido el hecho, si la pregunta ha sido
formulada de manera asertiva. Contestada cada pregunta los
abogados de las partes podrán pedir las aclaraciones que
estimen necesarias […]” (destacado del Tribunal). De lo
prescrito en esta norma, a juicio del Tribunal, existen dos
supuestos de hecho que permiten tener por reconocidos los
hechos que se le atribuyeren a la contraria, cuales son: i)
Que la parte cuya declaración se ha solicitado no comparezca a
la audiencia fijada al efecto; o, ii) Que, habiendo
comparecido, se niegue a responder cuando las preguntas
hubieren sido formuladas de manera asertiva.

Décimo. Del solo mérito de la declaración del Sr. Fernando


Rodríguez Larraín aparece que éste no se negó a contestar
pregunta alguna, sino que, por el contrario, respondió cada
una de aquellas dentro de las posibilidades que le caben en su
rol, como Alcalde de la Municipalidad que es demandante en
autos, considerando que no fue citado en calidad de testigo
experto o común. En consecuencia, no concurriendo ninguno de
los supuestos de hecho del artículo 41 de la Ley Nº 20.600, no
corresponde tener por reconocidos los hechos contenidos en las
interrogaciones formuladas por la parte demandada. En efecto,
el supuesto de hecho del apercibimiento del artículo en comento

26
comprende únicamente la negativa a contestar, mas no otros
supuestos, por lo que esta solicitud será desestimada.

III. De la excepción de incompetencia absoluta

Undécimo. A fojas 82, la demandada opuso la excepción de


incompetencia absoluta, prevista en el Nº 1 del artículo 303
del Código de Procedimiento Civil. Fundamenta la excepción en
que las normas especiales de responsabilidad por daño ambiental
prevalecen por sobre la acción del artículo 51 de la Ley
Nº 19.300. En este sentido, afirma que la materia se
encontraría regulada por la Ley Nº 20.283, de Bosques, y por
el D.S. Nº 82/2010, de manera que sería competente el Juez de
Policía Local del lugar en se cometieron los hechos. Al efecto,
sostiene que la propia demandante solicitó en causa Rol
Nº 350/2017 del Juzgado de Policía Local de Santo Domingo,
“reparar el daño ambiental”. Señala que, como ha resuelto la
Corte Suprema en causa Rol Nº 37.179-2015, se requieren de dos
elementos para la procedencia de la excepción de incompetencia,
consistentes en: i) Que se entregue la competencia a un
tribunal distinto; y, ii) Que la ley que regula el daño contenga
normas especiales sobre daño ambiental. Concluye que en ambos
casos la Ley Nº 20.283 contiene norma especial, confiriendo
competencia a los Juzgados de Policía Local al respecto.

Duodécimo. Para resolver esta excepción es menester


recurrir a las normas que regulan la competencia de este
Tribunal. En efecto, el artículo 51 de Ley Nº 19.300 prescribe
que: “Todo el que culposa o dolosamente cause daño ambiental
responderá del mismo en conformidad a la presente ley. No
obstante, las normas sobre responsabilidad por daño al medio
ambiente contenidas en leyes especiales prevalecerán sobre las
de la presente ley. Sin perjuicio de lo anterior, en lo no
previsto por esta ley o por leyes especiales, se aplicarán las
disposiciones del Título XXXV del Libro IV del Código Civil”.
Luego, el artículo 60 del mismo cuerpo legal dispone que: “Será
competente para conocer las causas que se promuevan por
infracción a la presente ley, el Tribunal Ambiental, de
conformidad a las normas de procedimiento establecidas en la

27
ley que lo crea”. Luego, el numeral 2º del artículo 17 de la
Ley Nº 20.600 prescribe que: “Los Tribunales Ambientales serán
competentes para: […] Conocer de las demandas para obtener la
reparación del medio ambiente dañado, en conformidad con lo
dispuesto en el Título III de la ley Nº 19.300. Será competente
para conocer de estos asuntos el Tribunal Ambiental del lugar
en que se haya originado el hecho que causa el daño, o el de
cualquier lugar en que el daño se haya producido, a elección
del afectado”. De las normas citadas se colige que este
Tribunal es competente para conocer de las demandas para
obtener la reparación del medio ambiente dañado, comprendiendo
todo detrimento o menoscabo significativo en el medio ambiente
o en uno o más de sus componentes, en tanto no exista una norma
sobre responsabilidad por daño ambiental contenida en alguna
ley especial.

Decimotercero. En este sentido, resulta relevante señalar que


la Ley Nº 19.300 define, en su artículo 2º letra e) daño
ambiental como “toda pérdida, disminución, detrimento o
menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o
más de sus componentes”. Luego, en el literal m), del mismo
artículo, indica que medio ambiente es “el sistema global
constituido por elementos naturales y artificiales de
naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus
interacciones, en permanente modificación por la acción humana
o natural y que rige y condiciona la existencia y desarrollo
de la vida en sus múltiples manifestaciones”. Asimismo, en la
letra s) se determina que constituye reparación “la acción de
reponer el medio ambiente o uno o más de sus componentes a una
calidad similar a la que tenían con anterioridad al daño
causado o, en caso de no ser ello posible, restablecer sus
propiedades básicas”. De estas definiciones, a juicio del
Tribunal, se colige que en el contexto de la Ley Nº 19.300, el
medio ambiente es un concepto amplio, que da cuenta del sistema
global constituido por elementos naturales y artificiales que
rige y condiciona el desarrollo de la vida, cuya pérdida
disminución, detrimento o menoscabo significativo de uno o más
de sus componentes conlleva la obligación de reponer en una
calidad similar a la existente en forma previa a su

28
intervención y, en el evento que aquello no fuere posible,
restablecer sus propiedades básicas.

Decimocuarto. Por otro lado, la Ley Nº 20.283 en su artículo


1º declara tener por objeto la “[…] protección, la recuperación
y el mejoramiento de los bosques nativos, con el fin de asegurar
la sustentabilidad forestal y la política ambiental”. Este
cuerpo legal contiene diversos tipos infracciones,
restricciones y obligaciones referidas al corte, destrucción o
descepado de bosque nativo y formaciones xerofíticas. Al
efecto, el artículo 5º previene que: “Toda acción de corta de
bosque nativo, cualquiera sea el tipo de terreno en que éste
se encuentre, deberá hacerse previo plan de manejo aprobado
por la Corporación […]”. Por su parte, el artículo 51 de este
cuerpo legal dispone que: “Toda corta de bosque no autorizada
hará incurrir al propietario del predio, o a quien la ejecute,
en una multa equivalente al doble del valor comercial de los
productos cortados o explotados, con un mínimo de 5 unidades
tributarias mensuales por hectárea. Cuando los productos se
encontraren en poder del infractor, caerán además en comiso, y
serán enajenados por la Corporación. Si los productos
provenientes de la corta no autorizada hubieren sido retirados
total o parcialmente del predio, el infractor será sancionado
con la multa señalada precedentemente, incrementada en 200%”.
Respecto de la sanción referida, el artículo 44 de la ley en
cuestión prescribe que: “El pago de las multas que se impongan
por infracciones a las normas de la Ley, no eximirá al infractor
del cumplimiento de las correspondientes obligaciones. Para
estos efectos, la Corporación podrá solicitar al tribunal
respectivo que obligue al infractor a presentar un plan de
manejo que permita corregir las infracciones sancionadas, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 5º de la Ley. Cuando
se trate de corta, destrucción o descepado en formaciones
xerofíticas sin plan de trabajo o en contravención a lo
establecido en éste, la Corporación podrá solicitar al Tribunal
respectivo que obligue al infractor a presentar un plan de
trabajo que permita corregir las infracciones sancionadas”. De
todas estas normas, se colige que la Ley Nº 20.283 contempla
un conjunto de normas infraccionales de tipo sectorial, así

29
como diversas restricciones y exigencias para la labor
forestal, cuyo objeto no solo es la protección ambiental, sino
que también otros de naturaleza sectorial. Además, de estas
disposiciones y de todo el cuerpo de la ley, es posible advertir
que no se contempla responsabilidad por daño ambiental o
acciones tendientes a la declaración de daño ambiental y de la
correspondiente reparación considerando al medio ambiente como
sistema global y complejo en su conjunto.

Decimoquinto. Respecto de la regulación del D.S. Nº 82/2010,


el cual responde al mandato del artículo 17 de la Ley Nº 20.283,
desarrollando normas para la protección de suelos, cuerpos y
cursos naturales de agua, de todo su articulado se aprecia que
tampoco se refiere directamente al daño ambiental o a su
reparación.

Decimosexto. En cuanto a normas de competencia, el artículo


45 dispone, en lo pertinente, que: “Corresponderá aplicar las
sanciones y multas establecidas en la presente ley al juez de
policía local que fuere abogado, con competencia en la comuna
en que se haya cometido la infracción, el que conocerá en
primera instancia de las denuncias que le formularen los
funcionarios de la Corporación o de Carabineros de Chile. Sin
embargo, aquellas infracciones que importen la aplicación de
multas superiores a 5.000 unidades tributarias mensuales y las
que se cometieren dentro de una comuna que no tenga un juez de
policía local que sea abogado, serán resueltas, en primera
instancia, por el juez de policía local con asiento en la
ciudad cabecera de provincia. […] Los delitos contemplados en
los artículos 40, 49 y 50 de esta ley serán de conocimiento de
los Jueces de Garantía o de los Tribunales de Juicio Oral,
según corresponda, con competencia en el territorio en el cual
se hubiere cometido el hecho punible”. Nuevamente, de lo
prescrito en estos artículos, así como en toda la ley, aparece
que solamente se establece una competencia sancionatoria de
orden infraccional y penal, sin que se otorgue competencia a
tribunal alguno para conocer del daño ambiental causado con
ocasión de las conductas previstas en este cuerpo legal, menos

30
para obtener la declaración y la reparación del medio ambiente
en su conjunto.

Decimoséptimo. Como resolviera en causa Rol R Nº 131-2016, este


Tribunal constituye una judicatura especial, a cuyo “[…]
respecto es solo aplicable el elemento material” (Segundo
Tribunal Ambiental, Rol R Nº 131-2016, de 28 de abril de 2017,
c. 7). En cuanto a este elemento, se ha sostenido en la doctrina
que: “La competencia por razón de la materia se determina
atendiendo a la naturaleza del conflicto que es sometido al
conocimiento y fallo del órgano jurisdiccional” (ROMERO SEGUEL,
Alejandro. Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo II. Santiago:
Editorial Jurídica de Chile, 2009, p. 51). En el presente caso,
la materia radica en el conocimiento de una acción tendiente a
la declaración y reparación del daño ambiental.

Decimoctavo. En cuanto al petitorio del escrito presentado


por la I. Municipalidad de Santo Domingo en la causa Rol Nº 350-
2017, ante el Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, cabe
señalar que este no condiciona en forma alguna la competencia
absoluta de este Tribunal, pues la competencia en razón de la
materia, como ya se explicó, se determina conforme a la
naturaleza del conflicto y a la normativa aplicable. Así, de
la sola lectura del escrito del municipio, acompañado a fojas
257, así como de la sentencia dictada en la causa Rol Nº 350-
2017, que consta a fojas 527, se aprecia que si bien la
municipalidad solicitó “[…] reparar el daño ambiental mediante
un […] Plan de Reforestación y Corrección en la zona afectada”,
esto no fue lo resuelto por el Juez de Policía Local en la
sentencia señalada, limitándose a condenar a la demandada al
pago de una multa de 86 UTM. Además, la reparación del daño
ambiental no se encuentra contemplada en los artículos 1º, 2º,
5º y 51 de la Ley Nº 20.283 y 3º del D.S. Nº 82/2010, que
sirvieron de fundamento a la denuncia del municipio.

Decimonoveno. De todo lo expuesto, no queda sino concluir que


la Ley Nº 20.283, así como el D.S. Nº 82/2010, no contienen
normas especiales en materia de competencia y de
responsabilidad por daño ambiental a consecuencia de las

31
conductas infraccionales reguladas en éstas. De tal forma, al
no existir una regulación especial en materia de competencia y
de tratamiento tanto del daño ambiental como de su reparación,
resulta plenamente aplicable el régimen de responsabilidad por
daño ambiental previsto en las leyes Nº 19.300 y N° 20.600 de
competencia de esta judicatura, por lo que la excepción será
rechazada. Asimismo, como se razonó, el análisis del Tribunal
en sede de daño ambiental no se limita únicamente al componente
vegetación, sino que también se extiende a todos los elementos
naturales y artificiales de naturaleza física, química o
biológica, socioculturales y sus interacciones.

IV. De las excepciones de litispendencia y cosa juzgada

Vigésimo. La demandada opone, en forma subsidiaria a la


excepción de incompetencia, la excepción de litispendencia,
contenida en el Nº 3 del artículo 303 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto, en su parecer, existe un
juicio pendiente entre las mismas partes con idéntico objeto y
causa de pedir. Sostiene que existe un litigio pendiente ante
el Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, causa Rol
Nº 350/2017, caratulado “CONAF con Sociedad Inmobiliaria Altos
del Yali Limitada”. Luego, afirma que las personas que litigan
son las mismas, como demandante la I. Municipalidad de Santo
Domingo y como demandada su representada. Agrega que también
existe una identidad de objeto, pues en ambas causas la acción
de la demandante se funda en una supuesta tala ilegal en la
Quebrada La Loma, en contravención a la Ley Nº 20.283, al D.S.
Nº 82/2010 y al Código de Aguas. Adiciona, que también existe
una identidad de causa de pedir, pues en ambos autos la actora
solicitó la reparación del daño ambiental.

Vigésimo primero. Al respecto, el Tribunal fijó, a fojas 657,


el punto de prueba Nº 1, de la siguiente forma: “Efectividad
de existir un litigio pendiente entre las mismas partes sobre
el mismo objeto y con idéntica causa de pedir”.

32
Vigésimo segundo. En primer término, respecto de la
litispendencia el artículo 303 del Código de Procedimiento
Civil prescribe que: “Sólo son admisibles como excepciones
dilatorias: […] 3a. La litis pendencia […]”. Asimismo, en
cuanto a sus requisitos de procedencia se ha señalado en la
doctrina que para que proceda “[…] es necesario que haya otro
juicio, seguido entre las mismas partes y persiguiendo la misma
causa y objeto. Cuatro son los requisitos o presupuestos de la
litispendencia: 1º que exista un juicio pendiente, sea ante el
mismo tribunal o ante otro; 2º identidad legal de personas; 3º
identidad de objeto, y 4º identidad de causa de pedir”
(RODRÍGUEZ PAPIC, Ignacio. Procedimiento Civil, Juicio
Ordinario de Mayor Cuantía. 7ª Ed. Santiago: Editorial Jurídica
de Chile, p. 33). Agrega el mismo autor que: “[…] No hay juicio
pendiente -por ende, no procede la litispendencia fundada en
el mismo- si el juicio ha concluido por sentencia firme, aunque
esté pendiente la liquidación de las cosas (sic); tampoco lo
hay cuando ésta ha concluido por conciliación, por
desistimiento de la demanda, por abandono del procedimiento o
por transacción” (Ibíd., p. 34).

Vigésimo tercero. En el presente caso, consta de fojas 527 a


546 de autos la sentencia del Juez de Policía Local de Santo
Domingo, en causa Rol Nº 350/2017, de 10 de noviembre de 2017.
De esta forma, no se cumple el primer supuesto de la
litispendencia, esto es, la existencia de un juicio pendiente,
motivo por el cual la presente excepción será desestimada.

Vigésimo cuarto. Por otra parte, la demandada en audiencia


de alegatos finales opuso la correspondiente excepción de cosa
juzgada, por cuanto, el 10 de noviembre de 2017 el Juez de
Policía Local de Santo Domingo dictó sentencia en la causa Rol
Nº 350-2017, causa que al momento de oponer la excepción de
litispendencia se encontraba pendiente.

Vigésimo quinto. En cuanto a esta excepción, el artículo 304


del Código de Procedimiento Civil dispone que: “Podrán también
oponerse y tramitarse del mismo modo que las dilatorias la
excepción de cosa juzgada y la de transacción; pero, si son de

33
lato conocimiento, se mandará contestar la demanda, y se
reservarán para fallarlas en la sentencia definitiva”. Además,
el artículo 310 de este cuerpo legal prescribe que: “No
obstante lo dispuesto en el artículo anterior, las excepciones
de prescripción, cosa juzgada, transacción y pago efectivo de
la deuda, cuando ésta se funde en un antecedente escrito,
podrán oponerse en cualquier estado de la causa; pero no se
admitirán si no se alegan por escrito antes de la citación para
sentencia en primera instancia, o de la vista de la causa en
segunda. Si se formulan en primera instancia, después de
recibida la causa a prueba, se tramitarán como incidentes, que
pueden recibirse a prueba, si el tribunal lo estima necesario,
y se reservará su resolución para definitiva. Si se deducen en
segunda, se seguirá igual procedimiento, pero en tal caso el
tribunal de alzada se pronunciará sobre ellas en única
instancia”. Finalmente, el artículo 177 del mismo Código señala
que: “La excepción de cosa juzgada puede alegarse por el
litigante que haya obtenido en el juicio y por todos aquellos
a quienes según la ley aprovecha el fallo, siempre que entre
la nueva demanda y la anteriormente resuelta haya: 1º Identidad
legal de personas; 2º Identidad de la cosa pedida; y 3º
Identidad de la causa de pedir. Se entiende por causa de pedir
el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”. De
estas normas, se desprende que la excepción de cosa juzgada
puede oponerse en cualquier estado de la causa, siendo sus
requisitos la denominada ‘triple identidad’, esto es, se debe
tratar de las mismas personas, debe solicitarse la misma cosa
y debe tener el mismo fundamento jurídico.

Vigésimo sexto. En cuanto al primer requisito, identidad


legal de personas, de los antecedentes del expediente Rol
Nº 350/2017, en particular del parte Nº 289, de 7 febrero de
2017, que rola a fojas 206, aparece que el denunciante en la
causa referida por la demandada es el Carabinero David Novoa
Morales, de la Subcomisaria de Santo Domingo, quién cursó la
infracción al Sr. Pablo Fuentes Arce, por “efectuar corte de
bosque nativo sin mantener plan de manejo aprobado por CONAF,
infracción art. 5 ley 20.283 e inf. art. 17 de la ley 20.283,
en relación al art. 3 del d/s 82 del reglamento de protección

34
de aguas, suelos y humedales”. Luego, del documento de fojas
257, aparece que la I. Municipalidad de Santo Domingo solicitó
se le tuviera como parte interesada en dicho proceso, actuando,
de esta forma, en tal calidad en un proceso de denuncia incoado
por la Subcomisaría de Santo Domingo, mientras que en el
presente actúa como demandante, parte principal del proceso.
En cuanto a la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., de
la pieza acompañada a fojas 214 de autos, se aprecia que luego
de lo declarado por el Sr. Pablo Fuentes Arce, el Juez de
Policía Local de Santo Domingo ordenó citar a primera audiencia
a esta empresa, constando a fojas 219 de autos, que compareció
en dicha oportunidad la Sra. Pamela Antonieta Herrera González,
quien declaró ser la representante legal de la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. Luego, en el documento que
rola a fojas 343 de autos se desprende que la propia parte
compareció como denunciada y formuló sus descargos. Finalmente,
a fojas 527 de autos consta la sentencia dictada en causa Rol
Nº 350/2017, en la cual se condena a la Sociedad Inmobiliaria
Altos del Yali Ltda., en calidad de autora de la infracción
prevista en los artículos 5º y 17 de la Ley Nº 20.283 y en el
artículo 3º del D.S. Nº 82/2010. De todos estos antecedentes,
se concluye que la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.
actuó como denunciada en el proceso seguido ante el Juzgado de
Policía Local de Santo Domingo, a la vez que en estos autos
tiene la calidad de demandada.

Vigésimo séptimo. De los hechos establecidos en los


considerandos anteriores, se concluye que efectivamente
concurre el primer elemento, de manera que existe una identidad
legal de personas entre aquellas que fueron parte del proceso
llevado ante el Juez de Policía Local de Santo Domingo y estos
autos, con los matices y precisiones señalados.

Vigésimo octavo. Respecto del segundo elemento, identidad


de objeto o de cosa pedida, del documento de fojas 257 de
autos, consistente en el escrito en que la I. Municipalidad de
Santo Domingo se hizo parte en la causa Rol Nº 350/2017 del
Juzgado de Policía Local de dicha comuna, se aprecia que el
municipio solicitó en esa instancia: “• EL CESE INMEDIATO DE

35
LOS TRABAJOS que afectan a la zona protegida ya
individualizada. • La aplicación de las MULTAS ya señaladas,
conforme lo que consagra la Ley Nº 20.283, entendiendo la
afectación al ecosistema, su fauna y flora, con todos los
efectos y externalidades ya profesadas en este libelo. •
REPARAR EL DAÑO AMBIENTAL mediante un el Plan de Reforestación
y Corrección en la zona afectada, aprobado por la institución
fiscalizadora CONAF. • Implementar de un PLAN DE RECUPERACIÓN
de la Quebrada, plan que también debe ser aprobado y
supervigilado por CONAF. • EL RETIRO DEL MATERIAL de relleno y
escombros depositado en el lugar, que afecta de sobre manera
al ecosistema y fuentes hidrográficas del sector afectado, plan
que para estos efectos debe ser aprobado y supervigilado por
CONAF. • Dada la magnitud del daño se apliquen MÁXIMAS COSTAS
del proceso”. Por otro lado, en la presente causa la I.
Municipalidad solicitó que se acoja su acción: “1. Declarando
haberse producido un daño ambiental por culpa o dolo de la
demandada. 2. Condenarla como autora del daño ambiental, a
repararlo materialmente y en forma íntegra, recuperando el
estado de cada uno de los componentes afectados en las 1,73
hectáreas de la Quebrada La Loma y en las 0,97 hectáreas de su
zona aledaña. Lo anterior mediante la imposición de las
siguientes obligaciones, […] debiendo ser al menos, las
siguientes: • Implementar un Plan de Recuperación de las 2,7
hectáreas de suelo afectado, que permita recuperar sus
características físicas (estructura) y biológicas (composición
orgánica, capacidad de sustentar vegetación y biodiversidad)
[…]. • Implementar un Plan de Reforestación de las 2,7
hectáreas de bosque nativo destruido que incluya todas las
especies vegetales y arbóreas afectadas según el inventario
florístico elaborado por CONAF […]. • Ejecutar el despeje y la
restitución del estado original de la Quebrada La Loma,
conforme a las especificaciones técnicas que determine al
respecto la Dirección General de Aguas […]. • Toda otra medida
que S.S. Ilustrísima, considere necesaria para obtener la
reparación integral de los componentes ambientales dañados. •
Pagar las costas del presente juicio”.

36
Vigésimo noveno. De la sola lectura del petitorio de los
escritos de fojas 257 y 43, reproducidos en el considerando
precedente, se desprende que no existe identidad de cosa
pedida, pues si bien la I. Municipalidad solicitó en la causa
Rol Nº 350/2017 del Juzgado de Policía Local de Santo Domingo
“la reparación del daño ambiental”, el ámbito de acción de
dicho procedimiento sólo puede referirse a un plan de
reforestación y corrección que incluya la recuperación de la
quebrada y la limpieza de material allí dispuesto, no abarcando
la integral reparación de todos los componentes que se indican
dañados y sus relaciones o interacciones, a diferencia de lo
solicitado en estos autos.

Trigésimo. En cuanto al tercer supuesto, identidad de causa


de pedir o fundamento, se ha señalado en la doctrina que: “La
ley define este tercer requisito diciendo que se entiende por
causa de pedir el fundamento inmediato del derecho deducido en
juicio. Recordemos que toda acción tiene un objeto y una causa.
El objeto es la cosa pedida, y la causa, la razón o fundamento
de esta petición” (CASARINO VITERBO, MARIO. Manual de Derecho
Procesal”. Derecho Procesal Civil. Tomo III. Santiago:
Editorial Jurídica de Chile, p. 136). Al respecto, como se
expuso en el capítulo III de esta sentencia, el fundamento de
la regulación de la Ley Nº 20.283 y D.S. Nº 82/2010 es distinto
del correspondiente a la acción de daño ambiental del artículo
51 de la Ley Nº 19.300 y 17 Nº 2 de la Ley Nº 20.600, pues
mientras el primer cuerpo de normas tiene objetivos que
trascienden lo ambiental mediante regulación sectorial en
materia de bosques, en el segundo se trata de la declaración
del daño ambiental y de la condena a repararlo, comprendiendo
más allá que sólo el componente vegetación. Además, se trata
de procedimientos diversos por naturaleza, puesto que en el
primero se trata de responsabilidad infraccional, en tanto el
segundo se refiere a un régimen de responsabilidad por daño
ambiental, difiriendo asimismo en los fundamentos que uno y
otro presentan. En consecuencia, la presente excepción será
desestimada.

37
V. De la excepción de ineptitud del libelo

Trigésimo primero. La demandada opone la excepción dilatoria


de “ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito
en el modo de proponer la demanda”, contemplada en el Nº 4 del
artículo 303 del Código de Procedimiento Civil, atendido que,
a su juicio, la demanda incumple con el requisito señalado en
el numeral 4º del artículo 254 de dicho texto legal, esto es,
la “exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en
que se apoya”. Asevera que la demanda no cumple con este
requisito, incurriendo en diversas inconsistencias. Afirma que
en el libelo se señala, por una parte, que la quebrada sería
tributaria del río Rapel y, por otra, que ésta drenaría en el
Sector las Mercedes-La Hoyada que baja a la Playa Chica de las
Cruces. Señala que debe hacer presente esta inconsistencia,
pues el río Rapel termina en su propio estuario en la zona
denominada La Boca de Navidad, ubicado en la sexta Región,
además que la Playa Chica de Las Cruces se encuentra en la
comuna de El Tabo. Alega que este aspecto resulta trascendente,
por cuanto no resulta posible dilucidar si la I. Municipalidad
de Santo Domingo tiene legitimación activa, considerando que
se desconoce si los hechos ocurrieron en la comuna de El Tabo
o en la comuna de Santo Domingo. Agrega que este aspecto también
resulta relevante para la prueba a rendir en autos, en
particular la inspección personal del Tribunal y los peritajes.

Trigésimo segundo. Al respecto, el artículo 303 del Código de


Procedimiento Civil dispone que: “Sólo son admisibles como
excepciones dilatorias: […] 4a. La ineptitud del libelo por
razón de falta de algún requisito legal en el modo de proponer
la demanda”. Luego, los requisitos de la demanda se encuentran
enumerados en el artículo 254 de dicho cuerpo legal, entre los
cuales se encuentra: “La demanda debe contener: […] 4º. La
exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que
se apoya”.

Trigésimo tercero. Al respecto, se ha sostenido de forma


reiterada por la jurisprudencia que “[…] la excepción de

38
ineptitud del libelo debe fundarse en deficiencias o defectos
tales, que hagan ininteligible, vaga y mal formulada la
demanda, sin que sea posible comprenderla” (Repertorio de
Legislación y Jurisprudencia Chilenas. Código de Procedimiento
Civil. Tomo II. 4ª ed. Santiago: Editorial Jurídica de Chile,
2011, p. 69). En el mismo sentido, se ha explicado en la
doctrina que “para que esta excepción proceda, la demanda debe
ser vaga, ininteligible, falta de precisión en lo que se pide,
susceptible de aplicarse a varias personas, etc. En fin, deben
faltarle algunas de las menciones del artículo 254 o estar
éstas mal expuestas” (RODRÍGUEZ PAPIC, Ignacio, Procedimiento
Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía. 7º Ed. Santiago:
Editorial Jurídica de Chile, 2005, pp. 51-52).

Trigésimo cuarto. A la luz de lo sostenido por la doctrina y


la jurisprudencia, el Tribunal concluye que, aun cuando la
demanda podría contener alguna imprecisión respecto a la
extensión y localización del daño y referencias genéricas a
los otros elementos de la responsabilidad, de cualquier forma,
resulta inteligible. Asimismo, el asunto controvertido se
encuentra debidamente delineado en el libelo, donde se expone
que en el libelo se expone que personal de la demandada habría
sido sorprendido cortando y descepando árboles nativos,
construyendo un camino en la Quebrada La Loma, ubicada en el
sector Horizontes del Mar, en la comuna de Santo Domingo,
afectando 2,7 hectáreas y causando, según relata, daño
ambiental en los componentes vegetación, suelo y cauce de la
quebrada, en base a lo cual solicita al Tribunal la declaración
de haberse producido daño ambiental por culpa o dolo de la
demandada, así como la condena a repararlo materialmente y en
forma íntegra, en la Quebrada La Loma, comuna de Santo Domingo.

Trigésimo quinto. Atendido lo razonado en los anteriores


considerandos, el Tribunal concluye que la demanda cumple con
las exigencias contempladas en el numeral 4º del artículo 254
del Código de Procedimiento Civil, por lo cual la excepción de
ineptitud del libelo será desestimada.

39
VI. De la legitimación

A. Legitimación activa

Trigésimo sexto. La demandada sostiene que la actora ha


indicado que la Quebrada La Loma desemboca en la comuna del
Tabo, motivo por el cual los hechos habrían ocurrido fuera de
su territorio, por lo que no sería titular de la acción de daño
ambiental conforme a lo prescrito en el numeral 2 del artículo
18 de la Ley Nº 20.600.

Trigésimo séptimo. Sobre este punto el artículo 18 de la Ley


Nº 20.600 dispone que: “Los organismos de la Administración
del Estado y las personas naturales o jurídicas que se señalan,
podrán intervenir como partes en los asuntos de competencia de
los Tribunales Ambientales, que en cada caso se indican,
conforme con la enumeración del artículo 17: […] 2) En el caso
del número 2), las personas naturales o jurídicas que hayan
sufrido el daño o perjuicio; las municipalidades, por los
hechos acaecidos en sus respectivas comunas, y el Estado, por
intermedio del Consejo de Defensa del Estado. […] En los
procedimientos que se regulan en esta ley será aplicable lo
dispuesto en el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil.
Se presumirá que las municipalidades y el Estado tienen el
interés actual en los resultados del juicio que dicha norma
exige”. De lo dispuesto en esta norma aparece que las
municipalidades se encuentran habilitadas para actuar como
parte respecto de los hechos acaecidos en sus respectivas
comunas, presumiéndose legalmente que cuentan con interés
actual de conformidad al artículo 23 del Código de
Procedimiento Civil.

Trigésimo octavo. Para resolver esta controversia resulta


útil referir lo señalado por la actora en el libelo. En efecto,
se indica en este que: “La demandada […] ejecutó una
intervención en sitio frágil: la Quebrada La Loma ‘que drena
naturalmente la cuenca del Sector Las Mercedes - La Hoyada que
baja a la Playa Chica de Las Cruces’”, agregando que entre los
principales daños identificados por la CONAF se encuentra la

40
“[…] interrupción del ciclo hidrológico de la cuenca por
‘aterramiento’ de la Quebrada La Loma de Horizontes del Mar”.
Del texto citado y demás antecedentes aportados en la causa se
desprende que lo allí señalado constituye una cita descriptiva
del sitio donde ocurrieron los hechos, como lo indican las
comillas utilizadas. A juicio del Tribunal, aparece del propio
tenor de la demanda que se alega que el daño se verificó en la
Quebrada y no en su desembocadura o hacia donde ésta drena,
quebrada que se ubica en el sector Horizontes del Mar, comuna
de Santo Domingo. Para mayor abundamiento, al fundamentar el
daño ambiental alegado la actora refiere los informes de 14 de
febrero y 25 de abril de 2017, emitidos por la CONAF, en los
cuales se indica como coordenadas de referencia la “Interior
predio, Datum WGS84, Huso, 19, ESTE (m) 243.698, NORTE (m)
6.245.116”, las que corresponden a la comuna de Santo Domingo,
resultando coincidente con otros antecedentes del proceso,
entre los cuales se encuentra el Plan de Corrección
Nº 04/56/17, que rola a fojas 558, documento que fue acompañado
por la propia demandada. En dicho documento se señala como
solicitante a la “Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.”
y como predios comprendidos en el plan de corrección “Lote A1;
Lote A3; Lote A4”, de la comuna de Santo Domingo, Región de
Valparaíso, coordenadas geográficas: “ACCESO OESTE AL LOTE A1,
[Norte] 6.245.799, [Este] 243.644; ACCESO ESTE AL LOTE A3,
[Norte] 6.245.047, [Este] 243.897; ACCESO OESTE AL LOTE A4,
[Norte] 6.245.578, [Este]243.706”.

Trigésimo noveno. En consecuencia, habiendo accionado la I.


Municipalidad de Santo Domingo respecto de hechos acaecidos en
el territorio de su comuna, presumiéndose su interés y sin que
existan antecedentes que permitan desvirtuar dicha presunción,
resulta evidente que cuenta con legitimación para actuar en
autos. De esta forma, la presente alegación será desestimada.

B. Legitimación pasiva

Cuadragésimo. La demandada afirma que su representada no ha


realizado obra alguna, dentro de su patrimonio, en la Quebrada
La Loma, ya sea en la comuna de El Tabo o en la de Santo

41
Domingo. Agrega que Altos del Yali no ha desarrollado ningún
proyecto inmobiliario de su propiedad en el sector Horizontes
del Mar, ubicado en la comuna de Santo Domingo. Adiciona que,
de conformidad a las reglas del mandato y de la representación,
Altos del Yali ha prestado sus servicios para el desarrollo de
una subdivisión agrícola, y la posterior venta de las parcelas
resultantes, conforme al encargo que le hicieran los
propietarios de los lotes A1, A3 y A4, resultantes de la
subdivisión de la Parcela 8B, ex Hijuela Libún, la Cabaña u
Horizontes del Mar de la comuna de Santo Domingo. Concluye la
demandada que, de esta forma, no han ingresado al patrimonio
de su representada efectos u obligaciones derivadas de este
proyecto.

Cuadragésimo primero. Para determinar la legitimación


pasiva de la demandada, en este caso, resulta relevante
determinar si ésta tiene alguna responsabilidad en el daño
ambiental alegado en la Quebrada La Loma.

Cuadragésimo segundo. Al efecto, a juicio del Tribunal, es


menester referir lo prescrito en los artículos 3° y 51 de la
Ley Nº 19.300. En efecto, el artículo 3° previene que: “Sin
perjuicio de las sanciones que señale la ley, todo el que
culposa o dolosamente cause daño al medio ambiente, estará
obligado a repararlo materialmente, a su costo, si ello fuere
posible, e indemnizarlo en conformidad a la ley”. Asimismo, el
artículo 51 de la misma ley dispone que: “Todo el que culposa
o dolosamente cause daño ambiental responderá del mismo en
conformidad a la presente ley […]”. De estas normas dimana que
la responsabilidad por daño ambiental se aplica a toda persona,
sin distinción alguna, que cause un daño sobre el medio
ambiente o alguno de sus componentes en forma dolosa o culposa,
sujeto que estará obligado a su reparación. Asimismo, la
referencia al dolo o culpa dan cuenta de la naturaleza
subjetiva de la responsabilidad por daño ambiental, pues la
acción u omisión debe ser atribuida a su autor, conducta que
debe ser reprochable al haber actuado de manera intencional o
negligente.

42
Cuadragésimo tercero. Lo establecido en el considerando
precedente también ha sido sostenido en la doctrina, señalando
el profesor Bermúdez que: “El primer aspecto que se destaca de
la disposición contenida en el art. 51 Inc. 1º LBGMA es que
hace aplicable el sistema de responsabilidad a ‘todo el que’
cause un daño ambiental, expresión que también utiliza el art.
3 LBGMA. Este punto resulta de trascendencia, porque el sistema
de responsabilidad ambiental de la LBGMA se aplicará a todos
los sujetos privados, sean estas personas naturales o
jurídicas, y también, en principio, a los sujetos públicos. La
expresión ‘todo el que’, que emplea el art. 51 inc. 1º es una
manifestación del principio general de que todo aquel que causa
un daño está obligado a repararlo. No sólo los particulares,
sean personas naturales o jurídicas, sino que también el Estado
a través de sus órganos pueden, perfectamente, por su
actividad, y principalmente por su inactividad, causar un daño
ambiental, con lo que su responsabilidad se regularía por las
disposiciones de la LBGMA” (BERMÚDEZ SOTO, Jorge. Fundamentos
de Derecho Ambiental. 2 ed. Valparaíso: Ediciones
Universitarias de Valparaíso, 2014, p. 395). Continúa señalando
el autor que: “El presupuesto de una responsabilidad subjetiva
está en la voluntariedad del hecho imputable, en cuya virtud
se ha lesionado un derecho de un sujeto, estando protegido
dicho derecho frente a todos o, en el hecho que causa daño,
violando una norma jurídica que sirve de protección a un
individuo. Se trata de un hecho que es atribuible a su autor
porque éste ha actuado de forma intencional o negligente. Un
sistema de responsabilidad ambiental de naturaleza subjetiva
está en consonancia con el sistema de responsabilidad
extracontractual contenido en el Código Civil chileno, que
también exige este elemento interno de culpabilidad” (Ibíd.).

Cuadragésimo cuarto. De esta forma, en nuestra legislación


ambiental resulta relevante la concurrencia de los elementos
de la responsabilidad por daño ambiental y no si el sujeto que
ha causado el daño es propietario o no del inmueble donde éste
se verificó, para determinar que se encuentra obligado a la
reparación de tal daño. Al respecto, se ha sostenido de igual
forma en la doctrina que: “De esta manera, para la

43
configuración de la responsabilidad por daño ambiental deben
concurrir cuatro requisitos, a saber: (i) existencia de una
acción u omisión; (ii) culpa o dolo de quien haya incurrido en
la acción u omisión; (iii) existencia de daño ambiental
significativo; y (iv) la existencia de una relación de
causalidad entre la acción u omisión culposa o dolosa y el daño
ambiental ocasionado” (LUENGO TRONCOSO, Sebastián.
“Responsabilidad por daño ambiental: configuración
jurisprudencial de la significancia”. Revista justicia
ambiental. 2017, Núm. 9, p. 42).

Cuadragésimo quinto. En lo referido a que la demandada


habría actuado mandatada por los propietarios de los lotes A1,
A3 y A4, resultantes de la subdivisión de las Parcela 8B, ex
Hijuela Libún, la Cabaña u Horizontes del Mar de la comuna de
Santo Domingo, como ya se estableció en los considerandos
precedentes, en sede de responsabilidad por daño ambiental el
sujeto pasivo responde en base a su propio dolo o culpa o, en
su caso, se presumirá la responsabilidad de conformidad al
artículo 52 de la Ley Nº 19.300. De todas formas, tanto la
existencia de la acción u omisión, como su imputación subjetiva
al demandado, al igual que los demás elementos de la
responsabilidad por daño ambiental serán analizados en el
capítulo IX de esta sentencia. En base a todo lo expuesto, la
presente alegación se sujeta en lo que a este respecto se
resuelve más adelante en esta sentencia.

VII. De la eventual Infracción al principio Non Bis In Idem

Cuadragésimo sexto. La demandada alega que, de conformidad con


este principio, no puede ser sancionada dos veces por los
mismos hechos, por cuanto en el presente caso ya existe una
resolución administrativa de la Dirección General de Aguas, en
la cual se establecen las medidas que se deben adoptar,
existiendo, además, procedimientos vigentes.

Cuadragésimo séptimo. Del examen del expediente señalado se


desprende que la resolución administrativa de la DGA que

44
refiere la demandada corresponde a la Resolución Exenta Nº
1.019/2017, que rola a fojas 148 de autos. Se indica en la
parte resolutiva del documento: “1. ACÓJASE, la denuncia
presentada por el Señor PHILLIPP ASSMUS, en contra de la
SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA., toda vez que se
constata obra de modificación del cauce de la Quebrada La Loma
(sector alto) entre las coordenadas UTM según Datum WGS84 Huso
19H sur Norte: 6.245.492 m y Este: 244.023 m hasta la coordenada
Norte: 6.245.212 m y Este: 243.527 m, lo que constituye una
infracción a los artículos 41 y 171 del Código de Aguas y sus
modificaciones vigentes. 2. APERCÍBASE a la SOCIEDAD
INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA. RUT 76.249.434-5, en función
a lo establecido en el artículo 172 del Código de Aguas, para
que en un plazo perentorio de 15 días, restituya el cauce de
la Quebrada de La Loma, en la condición anterior a su
intervención, contemplando, entre otras actividades, el retiro
del material existente en el cauce de la quebrada, y todas
aquellas medidas necesarias para asegurar el libre
escurrimiento de las aguas y que no generen peligros a la vida
o salud de los habitantes. […] 6. INSTRÚYASE a la Unidad de
Fiscalización y Medio Ambiente D.G.A. Región de Valparaíso
iniciar nuevos procedimientos de fiscalización de oficio a
nombre de la SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA., dado
que en la inspección efectuada, se presumen las siguientes
posibles obras de modificación del cauce: a. En afluente a la
Quebrada de La Loma (Quebrada 1) entre las coordenadas UTM
según Datum WGS84 Huso 19 H sur Norte: 6.245. 788 m y Este:
243.643 m (inicio de cauce) hasta su confluencia con la
Quebrada de La Loma ubicado en la coordenada UTM Norte:
6.245.344 m y Este: 243.709 m por depósito de restos de
vegetación; b. Obra que se inicia en el punto ubicado en la
coordenada UTM según Datum WGS84 Huso 19H Sur Norte: 6.245.788
m y Este: 243.643 m hasta la coordenada Norte: 6.245.212 m y
Este: 243.527 m (Camino 1) ubicándose contiguo al cauce del
afluente a la Quebrada de La Loma (Quebrada 1) y de 230 m de
la Quebrada de La Loma; c. Obra que se inicia en la coordenada
Norte: 6.245.324 m y Este: 243.717 m, hasta la coordenada
Norte: 6.245.053 m y Este: 243.899 m (Camino 2) ubicándose unos
350 m contiguo a la Quebrada de La Loma; d. Obra de atravieso

45
ubicado en las coordenadas Norte: 6.245.357 m y Este: 243.720
m (Camino 1); y e. Obra de atravieso ubicado en las coordenadas
Norte: 6.245.341 m y Este: 243.732 m (Camino 2) […]”. De esta
forma, se colige que la Resolución Exenta Nº 1.019/2017 no
impuso sanción alguna, por el contrario, se limitó a acoger la
denuncia interpuesta por el Sr. Phillipp Assmus, apercibió a
la demandada a restituir del cauce de la quebrada y a retirar
los restos vegetales de conformidad al artículo 172 del Código
de Aguas, para luego instruir procesos de fiscalización
respecto de las presuntas obras de modificación de cauce que
individualiza. Como se puede apreciar, no se trata de una
resolución de naturaleza sancionatoria, de manera que no puede
considerarse lo allí ordenado para considerar un eventual doble
castigo en el evento de acogerse la acción interpuesta en
autos.

Cuadragésimo octavo. En cuanto a los procesos de


fiscalización que la DGA ordenó instruir en la Resolución
Exenta Nº 1.019/2017, en el oficio Nº 171/2019, de fojas 181,
se indica que: “[…] la Unidad de Fiscalización y Medio Ambiente
de la D.G.A. de la Región de Valparaíso, dio cumplimiento a lo
anterior y, con fecha 3 de octubre de 2018, dio inicio a
diversos procedimientos de fiscalización abriendo los
siguientes expedientes administrativos: a) FO-0506-21; b) FO-
0506-22; e) FO-0506-23; d) FO-0506- 24; y e) FO-0506-25; los
cuales aún se encuentran pendientes en dicha Dirección
Regional”. Luego, a fojas 914 consta el oficio ordinario
Nº 1.323/2019, en el que la DGA de la Región de Valparaíso
informa que los expedientes administrativos indicados se
encuentran “en evaluación”, lo que se retira en el oficio
ordinario Nº 263/2020 y en el oficio ordinario Nº 388/2020,
último oficio en que se remite copia de los expedientes
señalados, en todos los cuales aparece que no se ha resuelto
sancionar a la demandada. En consecuencia, en estos
procedimientos tampoco se ha aplicado sanción alguna a la
demandada en base a los hechos que fundan la acción deducida
en autos.

46
Cuadragésimo noveno. Sin perjuicio de lo establecido en los
considerados precedentes, resulta pertinente señalar que el
principio non bis in idem es propio del ámbito penal y aplicable
con matices al ámbito sancionatorio. Al respecto, tanto la
doctrina como la jurisprudencia coinciden en que para su
aplicación se requiere de: i) Identidad de sujeto; ii)
Identidad objetiva, de hecho o fáctica; y, iii) Identidad de
fundamento punitivo, para lo cual se debe determinar si las
normas concurrentes protegen o no un mismo bien jurídico (Cfr.
GÓMEZ GONZÁLEZ, Rosa Fernanda. “El non bis in ídem en el derecho
administrativo sancionador, revisión de sus alcances en la
jurisprudencia administrativa”. Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Vol. XLIX, 2º
semestre, 2017, p. 114-115). En el mismo sentido, el profesor
Bermúdez ha explicado que: “Para que proceda la aplicación de
este principio se hace necesario que se verifique la llamada
triple identidad entre el sujeto, el hecho y su fundamento,
impidiendo de esta forma una doble punibilidad” (BERMÚDEZ SOTO,
Jorge. Derecho Administrativo General. 2ª ed. Santiago: Legal
Publishing, 2011, p. 288).

Quincuagésimo. En el presente caso, los dos primeros elementos


no requieren mayor análisis, pues se trata del mismo sujeto
pasivo, la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., y por
los mismos hechos, la intervención de la Quebrada La Loma, por
lo que corresponde analizar si existe la denominada identidad
de fundamento punitivo.

Quincuagésimo primero. Al respecto, el Código de Aguas


dispone en su artículo 41 que: “El proyecto y construcción de
las modificaciones que fueren necesarias realizar en cauces
naturales o artificiales que puedan causar daño a la vida,
salud o bienes de la población o que de alguna manera alteren
el régimen de escurrimiento de las aguas, serán de
responsabilidad del interesado y deberán ser aprobadas
previamente por la Dirección General de Aguas de conformidad
con el procedimiento establecido en el párrafo 1 del Título I
del Libro Segundo del Código de Aguas […]”. Luego, en el
artículo 171 del mismo cuerpo legal se señala que: “Las

47
personas naturales o jurídicas que desearen efectuar las
modificaciones a que se refiere el artículo 41 de este Código,
presentarán los proyectos correspondientes a la Dirección
General de Aguas, para su aprobación previa, aplicándose a la
presentación el procedimiento previsto en el párrafo 1º de este
Título […]”. Finalmente, el artículo 172 señala que: “Si se
realizaren obras con infracción de lo dispuesto en el artículo
anterior, la Dirección General de Aguas impondrá una multa del
primer al segundo grado, de conformidad al artículo 173 ter,
pudiendo apercibir al infractor y fijar un plazo perentorio
para que modifique o destruya total o parcialmente las obras.
En el caso de que se disponga la modificación de las obras, la
Dirección General de Aguas podrá ordenar que se presente el
correspondiente proyecto, de acuerdo a las normas de este
Código. En caso de que el infractor no diere cumplimiento a lo
ordenado, destruyendo la obra o presentando el proyecto de
modificación, la Dirección impondrá una multa del tercer
grado”. De las disposiciones transcritas aparece que su
fundamento es múltiple, pues propenden a la ordenación de las
obras mediante la dictación de normas de policía, a la
protección de la vida y salud de las personas y a velar por el
régimen de escurrimiento de las aguas. En consecuencia, los
bienes jurídicos protegidos por dichas normas difieren de la
protección del medio ambiente mediante la acción de reparación
por daño.

Quincuagésimo segundo. Al igual como se estableciera al


resolver la excepción de cosa juzgada, la causa o fundamento
del régimen de responsabilidad por daño ambiental resulta
diverso de aquel contemplado en la normativa sectorial, en este
caso de aguas, pues mientras en el primero se busca la
restauración del medio ambiente dañado en su conjunto, la
segunda contiene diversos objetivos, tanto de naturaleza
sectorial como ambiental y, en cualquier caso, no tiene por
objeto la reparación del medio ambiente o de sus componentes.
Por todo lo anterior, se rechazará la alegación relativa a la
doble sanción por los mismos hechos o infracción al principio
non bis in idem.

48
VIII. De la supuesta imposibilidad de cumplimiento e
improcedencia del petitorio

Quincuagésimo tercero. Sobre el particular, la demandada


arguye que no resulta posible dar cumplimiento al punto 2 del
petitorio 2, consistente en “implementar un Plan de
Reforestación de las 2,7 hectáreas de bosque nativo destruido
que incluya todas las especies vegetales y arbóreas afectadas
según el inventario florístico elaborado por CONAF”, debiendo
la demandada presentar un “Plan de Recuperación de
Reforestación” ante CONAF dentro de 60 días desde que la
sentencia se encuentre ejecutoriada, por cuanto se requiere
que un servicio o autoridad se refieran al plan de
reforestación, en circunstancias que la CONAF no tiene tal
calidad, de manera que una sentencia no puede otorgar funciones
públicas, por ser de reserva legal exclusiva. Por otro lado,
afirma que no resulta procedente lo solicitado en el punto 4
del número 2 del petitorio, consistente en que se ordene “toda
otra medida que S.S. Ilustrísima (sic), considere necesaria
para obtener la reparación integral de los componentes
ambientales dañados”, pues de conformidad al artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil no se puede entregar al arbitrio
del Tribunal aplicar las medidas que se estimen pertinentes,
más aún si no han sido requeridas expresamente, por lo que
eventualmente podría existir un vicio de ultra petita, causal
del recurso de casación en la forma.

Quincuagésimo cuarto. En cuanto a que no sería posible que


la sentencia encomendara a la CONAF pronunciarse sobre la
aprobación de un plan de reforestación, se debe considerar lo
prescrito en la Ley Nº 20.283 y en el Decreto Supremo Nº 93,
de 26 de noviembre de 2008, Reglamento General de la Ley sobre
Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal (en adelante,
“D.S. Nº 93/2008”). En efecto, el primer cuerpo legal dispone
en su artículo 5º que: “Toda acción de corta de bosque nativo,
cualquiera sea el tipo de terreno en que éste se encuentre,
deberá hacerse previo plan de manejo aprobado por la
Corporación […]”. Asimismo, esta Ley en su artículo 2º numeral

49
8 dispone que debe entender por “Corporación: la Corporación
Nacional Forestal”. Por otro lado, el Decreto Supremo
Nº 93/2008 prescribe en su artículo 44 que: “El pago de las
multas que se impongan por infracciones a las normas de la Ley,
no eximirá al infractor del cumplimiento de las
correspondientes obligaciones. Para estos efectos, la
Corporación podrá solicitar al tribunal respectivo que obligue
al infractor a presentar un plan de manejo que permita corregir
las infracciones sancionadas, de acuerdo a lo establecido en
el artículo 5º de la Ley. Cuando se trate de corta, destrucción
o descepado en formaciones xerofíticas sin plan de trabajo o
en contravención a lo establecido en éste, la Corporación podrá
solicitar al Tribunal respectivo que obligue al infractor a
presentar un plan de trabajo que permita corregir las
infracciones sancionadas”.

Quincuagésimo quinto. De las normas transcritas en el


considerando anterior, se desprende que la propia Ley Nº 20.283
ordena que toda acción de corta de bosque nativo, cualquiera
sea el tipo de terreno en que éste se encuentre, deberá hacerse
previo plan de manejo aprobado por la CONAF, facultando a ésta
incluso para la elaboración de normas de manejo de carácter
general y planes de manejo tipo. Asimismo, el D.S. Nº 93/2008
faculta a la CONAF para solicitar al tribunal respectivo que
obligue al infractor a presentar un plan de manejo que permita
corregir las infracciones sancionadas, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 5º de la Ley. Además, cuando se
trate de corta, destrucción o descepado en formaciones
xerofíticas sin plan de trabajo o en contravención a lo
establecido en éste, la CONAF podrá solicitar al Tribunal
respectivo que obligue al infractor a presentar un plan de
trabajo que permita corregir las infracciones sancionadas. En
consecuencia, la CONAF cumple una función pública y tiene una
potestad autorizatoria, pues se encuentra facultada legalmente
para la aprobación de los planes de manejo de la Ley Nº 20.283
y, en particular, para la aprobación y fiscalización del
cumplimiento de los planes de manejo de corrección.

50
Quincuagésimo sexto. Respecto de la improcedencia del
petitorio en cuanto a su numeral 2º, punto 4, se solicita “toda
otra medida que S.S. Ilustrísima, considere necesaria para
obtener la reparación integral de los componentes ambientales
dañados”, resulta útil recordar que, como se estableció en el
considerando decimonoveno, y de conformidad a los artículos 3,
51 y 53 de la Ley Nº 19.300, 17 Nº 2 y 33 de la Ley Nº 20.600,
es el Tribunal Ambiental la judicatura competente llamada a
conocer de las demandas para obtener la reparación del medio
ambiente dañado y, en caso que así lo resuelva, puede decretar
todas las medidas de reparación que resultaren necesarias para
ello. En efecto, el artículo 33 de la Ley Nº 20.600 prescribe
que “[…] en la demanda sólo se podrá pedir la declaración de
haberse producido daño ambiental por culpa o dolo del demandado
y la condena de éste a repararlo materialmente de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 53 de la ley Nº 19.300”. Luego,
el artículo 53 de la Ley Nº 19.300 dispone, en el mismo sentido,
que: “Producido daño ambiental, se concede acción para obtener
la reparación del medio ambiente dañado […]”.

Quincuagésimo séptimo. Por otro lado, el artículo 2 letra s)


de la Ley Nº 19.300 define que la reparación consiste en: “La
acción de reponer el medio ambiente o uno o más de sus
componentes a una calidad similar a la que tenían con
anterioridad al daño causado o, en caso de no ser ello posible,
restablecer sus propiedades básicas”. De esta forma, es este
Tribunal el competente para ordenar todas las acciones
necesarias para reponer el medio ambiente o cualquiera de sus
componentes con la finalidad indicada en la norma citada. Aún
más, el literal b) del mismo artículo citado señala que la
conservación del patrimonio ambiental es: “el uso y
aprovechamiento racionales o la reparación, en su caso, de los
componentes del medio ambiente, especialmente aquellos propios
del país que sean únicos, escasos o representativos, con el
objeto de asegurar su permanencia y su capacidad de
regeneración”, resultando claro que el objeto de una eventual
reparación ambiental debe incluir el asegurar la permanencia y
capacidad de regeneración de los componentes ambientales
afectados.

51
Quincuagésimo octavo. De esta forma, una vez establecida la
responsabilidad por daño ambiental, el Tribunal tiene la
facultad para decretar las medidas de reparación que estime
necesarias con el objeto de reponer el medio ambiente o uno o
más de sus componentes a una calidad similar a la que tenían
con anterioridad al daño, o restablecer sus propiedades
básicas, sin encontrarse constreñido por aquellas solicitadas
en la demanda, las cuales son meramente indicativas. Así, en
sentencia dictada el 29 de noviembre de 2014, en causa
caratulada “Estado de Chile con Servicios Generales Larenas
Ltda”, Rol D Nº 6-2013, el tribunal acogió la demanda ordenando
medidas de reparación del daño ambiental distintas a las
solicitadas en el libelo (Segundo Tribunal Ambiental, D Nº 6-
2013, de 29 de noviembre de 2014, parte resolutiva. En el mismo
sentido: D Nº 14-2014, de 24 de agosto de 2016, parte
resolutiva; Rol D Nº 32-2016, de 14 de mayo de 2019, c. 137).

Quincuagésimo noveno. De conformidad con lo razonado en los


considerandos precedentes, se concluye, en primer término, que
la CONAF es el organismo facultado legalmente para aprobar los
planes de manejo de corrección, de manera que sí resulta
procedente requerir su pronunciamiento, si así se dispusiera
en lo resolutivo, respecto de las medidas que correspondieren
para la reparación del componente vegetación. En segundo lugar,
se concluye que el Tribunal se encuentra facultado para ordenar
todas las medidas que fueren necesarias para la reparación del
daño ambiental, de manera que resulta procedente el petitorio
contenido en el numeral 2, punto 4 del libelo. Por todas estas
razones las alegaciones respectivas serán desechadas.

IX. De la responsabilidad por daño ambiental

A. Daño ambiental

Sexagésimo. Primeramente, para resolver el fondo de la


cuestión debatida es menester determinar si conforme a la
prueba rendida en autos se puede dar por acreditada la
existencia del daño ambiental alegado, para luego analizar si
concurren en la especie los demás elementos de la
responsabilidad por daño ambiental.
52
Sexagésimo primero. En este contexto, el daño ambiental alegado
por la demandante corresponde a aquel que se habría producido
en la Quebrada La Loma, sector Horizontes del Mar, comuna de
Santo Domingo, en particular sobre los componentes vegetación,
cauce y suelo del lugar, a raíz de la construcción de un camino
en la quebrada y en forma adyacente a ésta, durante el año
2017.

Sexagésimo segundo. La regulación del daño ambiental en nuestra


legislación, a partir del artículo 19 Nº 8 de la Constitución
Política de la República, se realiza en la Ley Nº 19.300. En
efecto, el artículo 1º de este cuerpo legal dispone que el
derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación,
la protección del medio ambiente, la preservación de la
naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental se
regularán por las disposiciones de dicha ley, sin perjuicio de
lo que otras normas legales establezcan sobre la materia. La
Ley Nº 19.300 define en su artículo 2º literal e) el daño
ambiental como toda pérdida, disminución, detrimento o
menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o
más de sus componentes que, conforme lo precisa la letra ll)
de la misma disposición, pueden ser elementos naturales o
artificiales de naturaleza física, química o biológica,
socioculturales o sus interacciones.

Sexagésimo tercero. Con todo, en la definición legal hay un


concepto jurídico indeterminado, consistente en la exigencia
de reunir el daño ambiental la condición de significativo,
relevante para distinguirlo de otros fenómenos que, si bien
ocasionan efectos lesivos al medio ambiente, no corresponden a
daños ambientales propiamente tales (Cfr. FEMENÍAS SALAS,
Jorge. La responsabilidad por daño ambiental. Santiago:
Ediciones Universidad Católica de Chile, 2017, p. 215-218).
Pese a que la significancia es un elemento exigido expresamente
en la ley, ésta no lo define ni establece criterios para su
determinación, por lo que su delimitación debe ser objeto de
una construcción por parte del juez, fundada conforme a las
reglas de la sana crítica. En el mismo sentido, se ha señalado
que: “[…] la significancia del daño ambiental es un concepto

53
jurídico indeterminado, ya que no existen parámetros
preestablecidos por el legislador para su determinación. Esto
conlleva la necesidad de que los Tribunales deban desarrollar
sus propios estándares de lo que se entiende por daño ambiental
significativo” (LUENGO TRONCOSO, Sebastián. Op. cit., p. 42).

Sexagésimo cuarto. Al respecto, la Corte Suprema ha señalado


que la determinación de la significancia debe ser realizada
considerando las circunstancias particulares del caso, a la
luz de los principios que informan la materia y del concepto
de medio ambiente establecido en la Ley Nº 19.300. En efecto,
el máximo Tribunal ha señalado que: “[…] el legislador
incorporó un elemento normativo a la definición de daño
ambiental, esto es, que sea significativo, el que debe ser
interpretado a la luz de los principios que informan la materia
en estudio y, en especial, del concepto de medio ambiente
establecida en la Ley, dejando desde ya dicho, que no es posible
enmarcarlo dentro una definición unívoca, porque su fisonomía
dependerá del área o elemento del ‘sistema global’ que se
pretenda proteger, los que atendida su naturaleza, se
encuentran en constante modificación” (Corte Suprema, Rol
Nº 37.273/2017, sentencia de casación, de 2 de abril de 2018,
c. 10). Este criterio, además, fue recientemente ratificado
(Corte Suprema, Rol Nº 13.177/2018, sentencia de casación, de
25 de septiembre de 2019, c. 24).

Sexagésimo quinto. De esta manera, la Corte Suprema ha


desarrollado en su jurisprudencia diversos criterios para la
determinación de la significancia. En una primera oportunidad
el máximo tribunal expresó que: “[…] si bien la ley no ha
conceptualizado el carácter de significativo del daño
ambiental, es posible reconocer razonablemente de la propia
normativa ambiental una serie de criterios que permiten
dilucidar esa interrogante, tales como: a) la duración del
daño; b) la magnitud del mismo; c) la cantidad de recursos
afectados y si ellos son reemplazables; d) la calidad o valor
de los recursos dañados; e) el efecto que acarrean los actos
causantes en el ecosistema y la vulnerabilidad de este último;
y f) la capacidad y tiempo de regeneración” (Corte Suprema,

54
Rol Nº 25.720/2014, de 10 de diciembre de 2015, c. 5). Luego,
en otra sentencia sostuvo que: “[…] según se expone en la
doctrina y de la jurisprudencia entre los elementos o factores
de evaluación que ayudan a establecer pautas para determinar
cuándo un daño ambiental es significativo, está la magnitud y
cantidad del daño, considerando por ejemplo que sea
irreversible o afecte elementos irremplazables. También, la
capacidad y el plazo de la regeneración del recurso, cuestión
que en la especie no ha podido determinarse” (Corte Suprema,
Rol 32.144/2015, de 23 de junio de 2016, c. 17). En otra
oportunidad sostuvo que: “[…] es tarea del tribunal determinar
el carácter de significativo del daño, teniendo para ello en
consideración, entre otros, los parámetros de duración,
magnitud y extensión del mismo, que deberá calificarse conforme
a la prueba rendida” (Corte Suprema, Rol 37.273/2017, de 2 de
abril de 2018, c. 14).

Sexagésimo sexto. Finalmente, en forma más reciente la Corte


Suprema indicó que: “Con todo, se debe tener en consideración
para determinar el referido elemento, parámetros tales como la
intensidad, duración, dimensión y zona geográfica de la
contaminación, los efectos físicos o materiales y la situación
general del medio ambiente. Por consiguiente, será
significativo el daño ambiental siempre que altere el
ecosistema de manera importante, que genere una pérdida
cualitativa considerable, aunque sea de baja entidad
cuantitativamente hablando, esto porque, como se dijo, la
apreciación del mismo depende de múltiples factores atendida
la naturaleza del componente del medio ambiente que se busca
proteger, que es mucho más compleja y de cuya preservación
depende la existencia de la vida en la forma como la conocemos
hoy en día” (Corte Suprema, Rol 13.177/2018, de 25 de
septiembre de 2019, c. 24).

Sexagésimo séptimo. Asimismo, el máximo Tribunal ha destacado


la interacción entre los diversos componentes del medio
ambiente para dar cuenta de la existencia de un daño ambiental
significativo, indicando al efecto: “Así, cuestión que no fue
analizada ni ponderada por la sentencia impugnada, bajo el

55
errado concepto de que sólo se debían analizar el impacto en
cada uno de los componentes medioambientales de forma
independiente, soslayando que la intervención en su conjunto,
determina la existencia de un daño significativo al medio
ambiente, en los términos exigidos por el artículo 2 letra e)
de la Ley Nº 19.300, en tanto se afecta la belleza del paisaje
que el ordenamiento jurídico expresamente buscó proteger,
exigiendo, aparentemente, prueba que fuera rotulada con el
epígrafe “prueba de afectación del paisaje”, cuestión
inadmisible, toda vez que es labor de los sentenciadores
ponderar toda la prueba rendida en autos y determinar si
aquella sirve o no para acreditar el daño medioambiental que
se acusa” (Corte Suprema, Rol Nº 41.417/2017, sentencia de
casación, de 25 de junio de 2018, c. 6).

Sexagésimo octavo. En el caso de la jurisprudencia de este


Tribunal, se ha sostenido de manera reiterada que para que la
pérdida, disminución, detrimento o menoscabo al medio ambiente
o a alguno de sus componentes sea constitutivo de lo que
legalmente se ha definido como daño ambiental, se requiere que
dicha afectación sea de ‘importancia’, en sentencias dictadas
en causas Roles D Nº 14-2014, 15-2015 (acumulada causa Rol D
Nº 18-2015), 23-2016, 27-2016 y 32-2016. De esta forma, la
construcción de la significancia implica constatar que existen
actividades que, si bien producen efectos en el medio ambiente,
no llegan a ser de tal entidad como para generar daño, realzando
nuevamente la labor del juez a la hora de determinar la
afectación constitutiva del eventual daño ambiental y obligando
a una debida fundamentación de la misma.

Sexagésimo noveno. Asimismo, esta judicatura ha destacado en


su jurisprudencia distintos criterios, de acuerdo con las
circunstancias de cada caso, para determinar la significancia.
Es así como este Tribunal ha utilizado criterios tales como:
a) la identificación de ecosistemas altamente vulnerables; b)
la alteración del hábitat para especies endémicas y declaradas
en alguna categoría de conservación; c) afectación o riesgo
significativo de la salud de las personas; d) presencia y
concentración de metales pesados y otros elementos

56
potencialmente contaminantes; e) probabilidad de extensión de
la afectación a otros componentes ambientales; f) pérdida del
uso y productividad del componente; g) permanencia o
irreversibilidad; h) pérdida de la capacidad de sustento de
biodiversidad; i) capacidad de recuperación; j) extensión; k)
duración; l) superación de parámetros máximos establecidos en
la normativa vigente; m) pérdida de aptitud del componente
ambiental afectado para prestar bienes o servicios; n)
toxicidad del agente contaminante; o) condiciones especiales
del medio ambiente o del componente ambiental dañado; p)
situación basal previa del medio ambiente o de sus componentes
(Segundo Tribunal Ambiental, Rol D Nº 3-2013, c. 71; D Nº 6-
2013, c. 51; D Nº 14-2014, c. 59; D Nº 15-2015, c. 23; D Nº
23-2016, c. 63-64; D Nº 24-2016, c. 40 y D Nº 32-2016, c. 69 y
71).

Septuagésimo. Luego, se hace necesario destacar que el


artículo 3º de la Ley Nº 19.300 indica que “sin perjuicio de
las sanciones que señale la ley, todo el que culposa o
dolosamente cause daño al medio ambiente, estará obligado a
repararlo materialmente, a su costo, si ello fuere posible, e
indemnizarlo en conformidad a la ley”. En el mismo sentido, el
artículo 51 de este cuerpo legal prescribe que: “Todo el que
culposa o dolosamente cause daño ambiental responderá del mismo
en conformidad a la presente ley”.

Septuagésimo primero. Entonces, primero se deben considerar


las definiciones del artículo 2º de la Ley Nº 19.300 aplicables
en este caso: letra ll) (sic) que define ‘medio ambiente’ como
“el sistema global constituido por elementos naturales y
artificiales de naturaleza física, química o biológica,
socioculturales y sus interacciones, en permanente
modificación por la acción humana o natural y que rige y
condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus
múltiples manifestaciones”; letra a) que define
‘biodiversidad’ o ‘diversidad biológica’ como “la variabilidad
de los organismos vivos, que forman parte de todos los
ecosistemas terrestres y acuáticos. Incluye la diversidad
dentro de una misma especie, entre especies y entre

57
ecosistemas”; y, letra r) que define ‘protección del medio
ambiente’ como “el conjunto de políticas, planes, programas,
normas y acciones destinados a mejorar el medio ambiente y a
prevenir y controlar su deterioro”; letra b) que define
‘Conservación del Patrimonio Ambiental’ como “el uso y
aprovechamiento racionales o la reparación, en su caso, de los
componentes del medio ambiente, especialmente aquellos propios
del país que sean únicos, escasos o representativos, con el
objeto de asegurar su permanencia y su capacidad de
regeneración”; y letra s) que define ‘reparación’ como “la
acción de reponer el medio ambiente o uno o más de sus
componentes a una calidad similar a la que tenían con
anterioridad al daño causado o, en caso de no ser ello posible,
restablecer sus propiedades básicas”.

Septuagésimo segundo. En síntesis, para este Tribunal


resulta claro que debe establecerse la ocurrencia de una
afectación y que ella, además, resulte significativa, para
determinar la existencia de daño ambiental, conforme a lo
señalado en los considerandos anteriores.

Septuagésimo tercero. En relación con la concurrencia del


daño ambiental, el Tribunal fijó, a fojas 657, el punto de
prueba Nº 2 del siguiente tenor: “Efectividad de haberse
producido daño ambiental. Componentes afectados, hechos,
época, naturaleza, ubicación, extensión espacial y
circunstancias”.

Prueba documental de la demandante

Septuagésimo cuarto. En apoyo de su pretensión la


demandante aportó los siguientes antecedentes:
i) Informe de corta no autorizada de bosque nativo Nº 1/2008-
56/17, de 2 de marzo de 2017, emitido por el fiscalizador Sr.
Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección Provincial de San
Antonio, de la CONAF.
ii) Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17.
iii) Copia de la Resolución Exenta Nº 1.019/ 2017.
iv) Set de fotografías de fojas 151 a 155.

58
v) Set de fotografías de fojas 683 a 701.
vi) Impresión de imágenes satelitales de la plataforma Google
Earth, de fojas 802 a 805.

Prueba testimonial de la demandante

Septuagésimo quinto. Con relación al punto de prueba Nº 2


la demandante rindió la testimonial consistente en la
declaración de los testigos comunes Sr. Patrick Nadim Almizry
Bôtel y Sra. Mónica Leticia González Peñaloza.

Prueba documental de la demandada

Septuagésimo sexto. Por su parte, la demandada aportó la


siguiente prueba documental:
i) Resolución Nº04/56/17, Ley 20.083 de 2008, de 21 de
noviembre de 2017, emitido por el Sr. Andrés Flores del
Castillo, Jefe Provincial, Oficina Provincial San Antonio de
la CONAF.
ii) Informe Técnico Plan de Corrección Nº 04/56/17.
iii) Plan de Corrección Nº 04/56/17.
iv) Plano de levantamiento topográfico agregado al registro
de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de San Antonio,
del año 2014, con el número 1913.

Prueba testimonial de la demandada


Septuagésimo séptimo. Con relación al punto de prueba Nº 2,
la demandada no rindió prueba testimonial.

Septuagésimo octavo. Además, respecto de este elemento de


la responsabilidad, el Tribunal tuvo en consideración: i) lo
consignado en el acta de la inspección personal, realizada el
16 de octubre de 2019, que rola a fojas 820 y siguientes; ii)
lo señalado y antecedentes adjuntos en los oficios ordinarios
Nº 171/2019, el cual rola a fojas 181, Nº 158/2019, que rola a
fojas 643; Nº 311/2019, que rola a fojas 554, acompañando los
documentos de fojas 204 a 553, Nº 36/2019, que rola a fojas
797, Nº 3.295/2019, que rola a fojas 811, acompañando un CD-

59
ROM con 30 documentos, Nº 1.323/2019, que consta a fojas 914,
Nº 733/2019, que rola a fojas 794, acompañando los documentos
de fojas 751 a 793, Nº 263/2020, que rola a fojas 955,
Nº 40/2020 que rola a fojas 947, acompañando los documentos de
fojas 933 a 946, y, Nº 388/2020; y, iii) Las imágenes
satelitales disponibles en la plataforma de libre acceso
público Google Earth, respecto de la Quebrada la Loma.

Septuagésimo noveno. A continuación, corresponde analizar,


a la luz de la prueba rendida en autos, apreciada de acuerdo
con las reglas de la sana crítica, si se ha configurado el daño
ambiental alegado. Para ello se examinará la afectación que,
conforme a la demandante, se habría provocado a los componentes
vegetación, suelo y cauce, así como la significancia del daño
alegado.

1. Componente vegetación

Octogésimo. Para determinar si se produjo la afectación al


componente vegetación, alegada por la demandante, el Tribunal
analizará, primeramente, la prueba documental rendida por las
partes, los oficios remitidos por la CONAF, DGA, SMA y Juzgado
de Policía Local de Santo Domingo, lo indicado por la propia
parte demandada en su solicitud de plan de corrección y en su
escrito presentado ante la SMA, lo observado por el Tribunal
en la inspección personal y las imágenes satelitales
acompañadas por la demandante y disponibles en la plataforma
de libre acceso público Google Earth. En segundo término, se
analizará lo declarado por los testigos que depusieron en
autos.

Octogésimo primero. En primer lugar, en el Informe de Corta Nº


1/2008-56/17, se indica que: “En el lugar donde se produjo la
infracción (Bosques Nativos de Horizontes del Mar), se cortó
formaciones boscosas nativas mediterráneas del tipo higrófilo,
propias de la Zona Central de Chile y único en la Provincia de
San Antonio. […] El hecho constituye infracción a la artículo
(sic) 3º del Decreto Supremo 82/2011 Reglamento de Protección
de Agua Suelos y Humedales de la Ley de Bosque Nativo, que

60
regula la intervención de estas formaciones vegetales,
especialmente en sitios ecológicamente frágiles, lo que se
denomina Zonas de Protección de Exclusión de Intervención por
dichas disposiciones. […] El área intervenida de la quebrada
corresponde a 1,73 hectáreas respectivamente de vegetación
arbórea consistente en Boldo, Bollén, Litre, Arrayán, Peumo,
Maqui, Lilén, Molle, Maitén y Quillay entre otras […]. Las
acciones se desarrollaron con la finalidad de ejecutar una obra
civil de construcción de caminos para un proyecto de loteo de
sitios. Además algunos sectores de la quebrada poseen una
pendiente superior a un 45%. […] Además se cortaron 0,97
hectáreas de bosque nativo no ubicado en quebradas para la
misma finalidad”. En relación con este componente, se indican
como “impactos producidos por la intervención no autorizada:
1. Destrucción del Ecosistema prioritario para la conservación
de la biodiversidad considerando que es un sector con especies
arbóreas y arbustivas higrófilas, propias de las escasas zonas
húmedas que existen en la V Región. […] 6. Pérdida del
Patrimonio Ecológico, constituido por la vegetación nativa que
se desarrolla en las quebradas y los cauces naturales de la
comuna […]. 7. Desechos vegetales secos que provocan incendios
forestales”.

Octogésimo segundo. Asimismo, en el Informe Simplificado Nº


3/2008-56/17, se consigna que: “Se efectuó inspección predial
y se verificó, a través de reconocimiento en terreno, el
registro de coordenadas georeferenciadas (sic) y fotografías
de los hechos constatados, la corta no autorizada de especies
del bosque nativo tales como Boldo, Litre y Molle, Arrayán,
Maqui, Tevo, Colihue, Quebracho, Corontilo, etc., ubicadas en
varios sectores de la Quebrada conocida como ‘La Loma’ de
pendiente fuerte y suelos frágiles. […] En el lugar donde se
produjo la infracción (Bosques Nativos de Horizonte del Mar),
se cortó formaciones boscosas nativas mediterráneas del tipo
higrófilo, propias de la Zona Central de Chile y único en la
Provincia de San Antonio. El sitio afectado constituye una
quebrada intervenida de 1,73 hectáreas de bosque nativo. […]
La superficie afectada de 1,73 hectáreas se obtuvo a partir de
fotos aéreas tomadas con dron en fiscalizaciones efectuadas el

61
14-02-2017 y 25-04-2017 […]. La cantidad de árboles afectados
por la destrucción y descepado en la quebrada, se obtuvo a
través del promedio de árboles existentes en las tres parcelas
de muestreo realizadas en los sectores inmediatamente aledaños
a la quebrada intervenida. […] la cantidad de árboles estimada
para la superficie de 1,73 hectáreas es de 493”. Asimismo, se
identifican como daños de la corta de bosque nativo, con
relación a este componente, los siguientes: “1. Corta
indiscriminada de la vegetación del bosque sin prescripciones
técnicas de manejo adecuadas desorganizando el ecosistema. […]
4. Alteración del hábitat y lugar de refugio de la avifauna
chilena”.

Octogésimo tercero. Además, en el oficio Nº 311/2019, del


Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, se remitió copia
autorizada del expediente Rol Nº 350/2017. En dichos autos
consta la sentencia de dicho juzgado, de 10 de noviembre de
2017, acompañada a fojas 527 de la presente causa, en la que
se estableció que: “[…] de los documentos acompañados por las
partes, la prueba confesional, testifical y la propia
Inspección Personal del tribunal, se logró establecer que
efectivamente se efectuó una corta sin plan de manejo aprobado
por CONAF y que […] se efectuó en Las Parcelas A-1, A-3, A-4
de la Parcela 8-B de la Hijuela Libún, La Cabaña, también
denominado Horizonte del Mar, de la comuna de Santo Domingo
[…]”. Concluye dicha sentencia que: “[…] del mérito de autos,
conforme a las consideraciones de hecho y derecho antes
expuestas, este tribunal estima que existe la suficiente
multiplicidad, concordancia y conexión de pruebas que permiten
a esta sentenciadora arribar a la conclusión inequívoca que
los denunciados efectivamente efectuaron una corta de bosque
nativo sin plan de manejo aprobado por CONAF, en un aérea de
Bosque Nativo de Preservación y Conservación de 1,77 hectáreas,
sin retiro del predio del producto del de (sic) la corta […]”.
En virtud de dichas consideraciones el Juez de Policía Local
de Santo Domingo resolvió: “Que se condena a doña PAMELA
ANTONIETA HERRERA GONZALEZ, Run Nº 9.781.935-1, en su calidad
de representante de la INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA, Run
Nº 76.249.434-5, ambas domiciliadas en calle Los Lirios Nº 13,

62
de la comuna de Santo Domingo […], al pago de una multa de 86
U.T.M., como autores de la infracción prevista en el art. 5º y
17º de la Ley Nº 20.283/2008, art. 3º del DS. Nº82/2011,
Reglamento de Protección de Agua, Suelos y Humedales de la ley
de Bosque Nativo, la que deberá ser pagada dentro del término
de quinto día, bajo apercibiento (sic) de cumplir quince noches
de reclusión por vía de sustitución y apremio. Sin costas por
haber tenido motivo plausible para litigar […]”.
Adicionalmente, a fojas 553 de autos, consta el comprobante de
pago de la multa impuesta en la sentencia en comento, orden de
ingreso a nombre de la demandada.

Octogésimo cuarto. Además, a fojas 558 consta el Plan de


Corrección Nº 04/56/17, documento que fue acompañado por la
propia demandada. En dicho documento se señala como solicitante
a la “Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.” y como
predios comprendidos en el plan de corrección “Lote A1; Lote
A3; Lote A4”, de la comuna de Santo Domingo, Región de
Valparaíso, coordenadas geográficas: “ACCESO OESTE AL LOTE A1,
[Norte] 6.245.799, [Este] 243.644; ACCESO ESTE AL LOTE A3,
[Norte] 6.245.047, [Este] 243.897; ACCESO OESTE AL LOTE A4,
[Norte] 6.245.578, [Este]243.706”. Se propone en dicho plan:
“[…] efectuar la reforestación IN-SITU en forma parcial,
considerando para ello utilizar aquellos sectores que se
generaron a partir de la construcción del camino en toda su
extensión y que corresponderá al sector o rodal 2 a reforestar,
el cual tendrá una superficie de 1,14 ha, lo que representa un
cumplimiento respecto de lo indicado por la Corporación
Nacional Forestal en su informe técnico del 65,9%, Estos
sectores que serán reforestados, fueron cortados previamente y
se ubican a ambos lados del camino, y especialmente aquellos
sectores adyacentes al terraplén que se ubican en el área más
próxima a la zona de exclusión de intervención y a los cursos
de agua temporales existentes, zonas que están representadas y
delimitadas por una línea de color rojo en la figura 1, con
ello se espera disminuir y detener los procesos erosivos y de
alteración de los cursos de agua, para lo cual se reforestará
una zona que considera un ancho variable de 2 a 18 m aprox.
por toda la extensión del camino […]”. De igual forma, señala

63
el plan de corrección que: “Dicha reforestación tendrá una
disposición espacial regular, y considerará un espaciamiento
promedio de 4 m, lo que corresponde a una densidad total de
625 arb/ha, de esta manera prácticamente se reforestará en una
relación mayor a 1:3, […] considerando que en toda la
superficie intervenida se extrajeron 493 individuos, y producto
de la actividad de reforestación IN-SITU y EX-SITU, serán
plantados un total de 1.688 árboles, para lo cual se utilizará
una mezcla en igual proporción de las siguientes especies
boldo, quillay, litre, peumo y arrayan, con ello se logrará
además en el futuro, un incremento de la cobertura de bosque
nativo en el lugar a reforestar, respecto a la que existía en
el lugar afectado previo a la intervención”. En este documento
se contienen además los planos de fojas 566 a 568, consistentes
en: i) Plano de Plan de Corrección Ley 20.283 “Área con
Infracción”; ii) Plano de Plan de Corrección Ley 20.283
“Medidas de Corrección”, sectores a reforestar in-situ; y, iii)
Plano de Plan de Corrección Ley 20.283 “Medidas de Corrección”,
sectores a reforestar ex-situ. En la figura Nº 1 se aprecia el
plano correspondiente al Plan de Corrección Ley 20.283 “Área
con Infracción”.

64
Figura 1. Plano de Plan de Corrección Ley 20.283, Área
con Infracción (Fuente: Plan de Corrección Nº04/56/17,
de 17 de octubre de 2017, fojas 597).

Octogésimo quinto. Luego, a fojas 618 consta el Informe


Técnico de Fiscalización Forestal, Control de
Cumplimiento de Plan de Manejo de Corrección Nº 04/56/17 Ley
20.283/2008, en el cual se señala que: “En virtud de la
inspección remota mediante imágenes satelitales del sector a
través de sistemas de información geográfica y principalmente
durante la inspección en terreno complementada con ortofotos
obtenidas con un drone, se constató que la actividad de
reforestación In-situ de 1,14 hectáreas en los predios ‘Lote
Al, Lote A3 y Lote A4’, Roles 1603-595; 1603-597 y 1603-598,
respectivamente, comuna Santo Domingo y Ex-situ de 1,56
hectáreas del predio ‘Lote 3’, Rol 1603-593, está totalmente
incumplida, debido a que no existe ningún intento de la

65
plantación, ni tampoco de las medidas de protección,
comprometidas en al Plan de Manejo de Corrección Nº 04/56/17-
Ley 20.283/2008; situación que infringe el artículo Nº 54
letras (a) y (b) de la Ley 20.283/2008”. Además, este documento
señala como impactos producidos por el incumplimiento del plan
de manejo detectado: “1. Disminución del patrimonio forestal
de la comuna de Santo Domingo. 2. Perdida (sic) de hábitat para
la avifauna y fauna nativa. 3. Pérdida de la capacidad de
captura de carbono, lo que afecta la calidad del aire”. Se
agrega en este instrumento que: “Para la superficie
intervenida, el Plan de Corrección debe considerar la
planificación en cuanto a corregir y restituir en los sitios,
el ecosistema y el paisaje silvestre destruido por la faena de
corta de bosque y/o posterior despeje del terreno antes
denunciado y otorgar la debida protección al suelo forestal
que se necesita”. Este informe contiene diversas fotografías y
planos, en la figura Nº 2 se aprecia la imagen satelital
titulada “Predios ‘Lote Al, Lote A3 y Lote A4’, Roles 1603-
595; 1603-597 y 1603-598, respectivamente (R-2 sectores en
color rojo, zonas de reforestación In-Situ no realizadas)”,
acompañada a fojas 641.

Figura 2. Predios ‘Lote Al, Lote A3 y Lote A4’, Roles


1603-595; 1603-597 y 1603-598, respectivamente (R-2
sectores en color rojo, zonas de reforestación In-Situ
no realizadas) (Fuente: Informe Técnico de Fiscalización
Forestal, Control de Cumplimiento de Plan de Manejo de
Corrección Nº 04/56/17 Ley 20.283/2008, fojas 641).

66
Octogésimo sexto. El informe referido en el considerando
anterior también fue acompañado en el expediente de la causa
Rol Nº 1.365/2019, contenido en el oficio Nº 733/2019, del
Juzgado de Policía Local de Santo Domingo. En dicha causa
consta que el Director Regional de Valparaíso de la CONAF
denunció ante el Juzgado de Policía Local el incumplimiento
“del Plan de Manejo de Corrección Nº 04/56/17, aprobado por
Conaf, en los predios denominados LOTE Al, LOTE A3, LOTE A4,
LOTE 3”, acompañando el Informe Técnico de Fiscalización
Forestal, Control de Cumplimiento de Plan de Manejo de
Corrección Nº 04/56/17, referido. Además, en este expediente
aparece como última actuación que la audiencia de contestación
y prueba fue suspendida para el 13 de noviembre de 2019, a las
11:00 horas.

Octogésimo séptimo. Adicionalmente, a fojas 811 consta el


oficio ordinario Nº 3.295/2019, remitido por la SMA, en el cual
se acompaña un CD-ROM con 30 documentos. En este oficio se
indica que: “[…] con fecha 3 de mayo de 2017, Alexander Philipp
Assmus presentó una denuncia ante la SMA, contra Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Limitada, por daño irreparable de
bosque esclerófilo costero en la Quebrada la loma, que además
constituye un sitio de descanso y alimentación de aves
migratorias. Solicitó asimismo que se detuvieran las obras del
proyecto inmobiliario, para realizar una evaluación a este
ecosistema. 3. Con fecha 24 de mayo de 2017, mediante el Ord.
Nº 174 SMA VALPO, esta SMA informó al denunciante, que su
denuncia había sido ingresada y se encontraba en estudio, para
efectos de determinar posibles infracciones de competencia de
este servicio. 4. El mismo día, mediante Res. Ex. Nº 01 esta
SMA requirió […] información al titular del proyecto denunciado
[…] 5. Con fecha 6 de junio de 2017, el titular respondió dicho
requerimiento. Los antecedentes presentados, se adjuntan al
presente oficio, así como también los demás documentos que se
encuentran en el expediente de denuncia. 6. Finalmente, cabe
hacer presente que la resolución de la denuncia individualizada
en el numeral 2, se encuentra pendiente y los antecedentes se
encuentran en estudio por parte de esta Superintendencia”.

67
Octogésimo octavo. Entre los documentos que fueron
presentados por la demandada a la SMA, se encuentra el escrito
de 6 de junio de 2017, presentado por el abogado de la
demandada, mediante el cual, actuando en representación de la
Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., afirmó que: “El
proyecto se encuentra formado por cuatro proyectos
independientes entre sí, por ser de propietarios diferentes o
estando no unidos entre ellos […]: a) Parcelación Agrícola de
la Parcela A 1, de la división de la parcela A, producto de la
subdivisión de la Parcela 8 B, correspondiente a la Sociedad
Agrícola y Ganadera Horizonte Limitada, sector Las Cabañas de
Bucalemito, de la comuna de Santo Domingo, provincia de San
Antonio, cuyo propietario es don Pablo Esteban Moya Mella, con
16 parcelas agrícolas resultantes. b) Parcelación Agrícola de
la Parcela A 3, de la división de la parcela A, producto de la
subdivisión de la Parcela 8 B, correspondiente a la Sociedad
Agrícola y Ganadera Horizonte Limitada, sector Las Cabañas de
Bucalemito, de la comuna de Santo Domingo, provincia de San
Antonio, cuyo propietario es don José Ramón Moya Mella, con 18
parcelas agrícolas resultantes. c) Parcelación Agrícola de la
Parcela A4, de la división de la parcela A, producto de la
subdivisión de la Parcela 8 B, correspondiente a la Sociedad
Agrícola y Ganadera Horizonte Limitada, sector Las Cabañas de
Bucalemito, de la comuna de Santo Domingo, provincia de San
Antonio, cuyo propietario es doña María Antonia Moya Mella,
con 24 parcelas agrícolas resultantes. d) Parcelación Agrícola
de la Parcela 3, producto de la subdivisión de la Parcela 8 B,
correspondiente a la Sociedad Agrícola y Ganadera Horizonte
Limitada, sector Las Cabañas de Bucalemito, de la comuna de
Santo Domingo, provincia de San Antonio, cuyo propietario es
don José Ramón Moya Mella, con 7 parcelas agrícolas
resultantes. Este Subdivisión no cruza la Quebrada de La Loma”.

Octogésimo noveno. Igualmente, se informó como: “Ubicación


del Proyecto el proyecto de la zona de las parcelas A 1, A 3 y
A-4, sus vértices son Datum WGS 84, Huso 19: VERTICE: 1 [NORTE
M] 6.245.802,460, [ESTE M] 243.641,966 2 [NORTE M]
6.245.439,920, [ESTE M] 243.345, 788 3 [NORTE M] 6.245.063,
140, [ESTE M] 243.655,259 4 [NORTE M] 6.245.008,090, [ESTE M]

68
243.877, 793 5 [NORTE M] 6.245.505,590, [ESTE M] 244.129,459”.
Además, señala en su escrito que: “e) Las únicas acciones que
se realizarán son: i. Ampliación y despeje de caminos a la
paralela a la Quebrada de La Loma, los existentes eran de 4,5
metros aproximadamente ampliados a 8 metros promedio […]. ii.
Ejecución de caminos de servidumbre legal de paso […]. iii.
Los trabajos realizados corresponden exclusivamente a caminos
de las servidumbres de paso legal del Buen Padre de Familia,
[…]. iv. La fecha de inicio de las obras fue el 05 de febrero
de 2017. […] En atención que el proyecto contempla solamente
el mejoramiento y ensanche de caminos, el área máxima afectada
será de 32.368 metros cuadrados, a los cuales se deben
descontar los caminos existentes de 4,5 metros aproximados, y
los senderos del mismo tipo, quedando intacta el resto de la
vegetación”. Esta ubicación y descripción de las obras
realizadas resulta concordante con los planos acompañados en
el Informe de Corta Nº 1/2008-56/17, Informe Simplificado Nº
3/2008-56/17, en el Plan de Corrección Nº 04/56/17, en el
Informe Técnico de fiscalización forestal Nº 3/2012-56/19, con
lo observado por el Tribunal en la inspección personal según
acta de fojas 820 y siguientes y con las imágenes satelitales
de fojas 802 a 805. Además, resulta concordante con los
documentos acompañados en el CD-ROM remitido por la SMA,
consistentes en el levantamiento topográfico Horizonte del Mar
PC8B y con el plano de subdivisión de la parcela Nº 8B.

Nonagésimo. Además, en el CD-ROM remitido por la SMA, que


consta a fojas 811, aparece que la propia demandada presentó
los siguientes planos: i) Subdivisión predial, predio: Lote A1,
Proveniente del Plano de Subdivisión de la Parcela 8B de la
Subdivisión del Predio Hijuela Primera o Libún del Fundo La
Cabaña de Bucalemito, con el logo de Inmobiliaria Altos del
Yali; ii) Subdivisión predial, predio: Lote 3 y A3, Proveniente
del Plano de Subdivisión de la Parcela 8B de la Subdivisión
del Predio Hijuela Primera o Libún del Fundo La Cabaña de
Bucalemito, con el logo de Inmobiliaria Altos del Yali, y; iii)
Subdivisión predial, predio: Lote A4, Proveniente del Plano de
Subdivisión de la Parcela 8B de la Subdivisión del Predio
Hijuela Primera o Libún del Fundo La Cabaña de Bucalemito, con

69
el logo de Inmobiliaria Altos del Yali. Estos planos se
aprecian en las figuras 3, 4 y 5.

Figura 3. Extracto plano Subdivisión predial, predio:


Lote A1. (Fuente: CD-ROM acompañado en el oficio
ordinario Nº 3295, de 24 de octubre de 2019, del
Superintendente del Medio Ambiente, fojas 811).

70
Figura 4. Extracto plano Subdivisión predial, predio:
Lote A3 y 3. (Fuente: CD-ROM acompañado en el oficio
ordinario Nº 3295, de 24 de octubre de 2019, del
Superintendente del Medio Ambiente, fojas 811).

Figura 5. Extracto plano Subdivisión predial, predio:


Lote A4. (Fuente: CD-ROM acompañado en el oficio
ordinario Nº 3295, de 24 de octubre de 2019, del
Superintendente del Medio Ambiente, fojas 811).

Nonagésimo primero. Por otro lado, respecto de los documentos


consistentes en la copia autorizada de la escritura pública de
modificación de estatutos y designación de administrador de la
Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Limitada; en la copia
autorizada de escritura pública de mandato judicial, de fecha
23 de mayo de 2017; en la Copia autorizada de Plano Subdivisión
del Predio “Sociedad Agrícola y Ganadera Horizonte Limitada”;
en las copias de los certificados Nº 719.436, 713.296, 713.358,
de Asignación de Roles en Trámites del Servicio de Impuestos
Internos; en la copia de los certificados Nº 300/2016, 298/2016
y 299/2016, del Servicio Agrícola y Ganadero; en la copia
autorizada de cesión de derechos, partición y adjudicación Moya
Mella José Ramón y otros; en las copias autorizadas de
inscripción de fojas 971 Nº 963, de fojas 972 Nº 964, de fojas
972 Nº 964 y de fojas 976 Nº 968, todas del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de San Antonio del
año 2015, cabe señalar que éstos no se relacionan con ninguno

71
de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos
fijados por el Tribunal en la interlocutoria de prueba de fojas
657.

Nonagésimo segundo. Respecto de la Carta del Instituto


Geográfico Militar, presentada por la demandada ante la SMA y
contenida en los documentos acompañados en el oficio
Nº 3.295/2019, de fojas 811, que ubicaría una denominada
Quebrada La Loma en un lugar diverso al correspondiente a los
lotes A1, A3 y A4, cabe tener presente que más allá de la
denominación del lugar en donde se efectuó la afectación, como
Quebrada La Loma, lo cierto es que, de la prueba referida en
los considerandos precedentes, en especial del Plan de
Corrección Nº 04/56/17 presentado por la propia parte demandada
ante la CONAF y de lo observado personalmente por el Tribunal
como consta en el acta de fojas 820 y siguientes, la acción
cuya reparación se demanda tuvo lugar en los Lotes Nº A1, A3 y
A4, ubicados en el sector Horizontes del Mar, de la comuna de
Santo Domingo. Incluso, en el propio Plan de Corrección Nº
04/56/17 se indica con coordenadas UTM la ubicación de estos
predios y del área intervenida por la demandada. De esta forma,
este documento no desvirtúa los hechos establecidos por el
Tribunal en los considerandos anteriores.

Nonagésimo tercero. En cuanto a los denominados perfiles de las


quebradas 1 a 5, elaborados por el Sr. Jason Oporto Díaz, junto
con los certificados emitidos por la Universidad Técnica
Federico Santa María, el Instituto de Protección Radiológica y
la empresa Microgeo, presentados por la demandada ante la SMA
y contenidos en los documentos acompañados en el oficio Nº
3.295/2019, de fojas 811, cabe tener presente que no constan
los antecedentes necesarios que den cuenta de la forma y
metodología sobre las que dicha persona determinó los perfiles
de las quebradas, no constando tampoco a qué sector de la
Quebrada La Loma corresponden. Igualmente, se debe considerar
que este último documento constituye prueba constituida por la
propia parte demandante y que no resulta posible vincular con
ningún otro antecedente del proceso para acreditar los hechos
allí consignados.

72
Nonagésimo cuarto. Por otro lado, a fojas 947 consta el oficio
ordinario Nº 40/2020, de 30 de enero de 2020, del Director
Regional de Valparaíso de la CONAF, en el cual se señala que:
“El día 16 de octubre del año 2019, la funcionaria
fiscalizadora de CONAF, ingeniero forestal doña Natalie
Pinochet Cifuentes, efectuó una fiscalización en los predios
en cuestión, esto es, el sector denominado Horizontes del Mar,
Quebrada la Loma, específicamente en los predios ‘Lote A1 ,
Lote A3 y Lote A4’ […] En dicha inspección, no se detectaron
nuevas intervenciones en términos de vegetación, que implicaran
una infracción a la legislación forestal. Producto de dicha
fiscalización, la funcionaria fiscalizadora elaboró un informe
denominado ‘Informe de Inspección Personal Segundo Tribunal
Ambiental’”. En efecto, en este último informe se concluye que:
“[…] durante la inspección en terreno el día 16 de octubre de
2019, en los predios ‘Lote A1, Lote AJ y Lote A4’, Roles 1603-
595; 1603-597 y 1603-598, respectivamente y predio ‘Lote 3’,
Rol 1603-593, comuna Santo Domingo, no se constataron nuevas
intervenciones en términos de vegetación, sin embargo, existió
clara evidencia de actividad reciente, debido a la presencia
de huellas de maquinaria pesada, tanto en tierra como en
algunos árboles. Se constataron ciertos lugares con
reforestación, con las especies nativas boldo, quillay, entre
otras, sin embargo, visualmente la superficie reforestada está
muy por debajo de la comprometida, lo cual infringe el artículo
Nº 54 letra (b) de la Ley 20.283/2008. En base a lo expuesto
precedentemente, es del caso señalar que tampoco se ejecutó
ningún intento de establecer medidas de protección
ambiental/forestal a la faena de reforestación, lo cual
infringe el artículo Nº 54 letra (a) de la Ley 20.283/2008”.

Nonagésimo quinto. Respecto de este componente, el Tribunal


pudo apreciar en la inspección personal, según acta de fojas
820, lo siguiente: i) En el punto Nº 8, ubicado en el Lote A3,
“[…] la existencia de un camino sin pavimentar de data no
determinable a simple vista. Asimismo, se observó la existencia
de ejemplares de Boldo […] plantados a un costado del camino
[…], algunos de menos de 10 centímetros los cuales no
presentaban señales de prendimiento y otros de 30 a 40

73
centímetros que se encontraban en mejor estado”; ii) En el
punto Nº 2, ubicado en el Lote A4, “[…] pudo observar la
existencia de un camino sin pavimentar construido a un nivel
menor que la pendiente natural. […] Además, se pudo observar
también la existencia de restos de vegetación y desechos
orgánicos a un costado del camino […]; iii) En el punto Nº 3,
ubicado en el Lote A1, “El Ministro Sr. Delpiano preguntó
respecto a la fecha en que se habría construido el camino,
respondiendo al respecto el abogado Sr. José Flores Aravena
que éste ya existía cuando acompañó a la Jueza de Policía Local
en la inspección realizada en dicha instancia […]. El Ministro
Sr. Delpiano consultó a la fiscalizadora de la CONAF, Sra.
Natalie Pinochet Cifuentes por la causa del estado de los
árboles existentes en el sector, los cuales se apreciaron
inclinados en dirección a la Quebrada, respondiendo la
fiscalizadora que -a su juicio- esto se debería a las obras de
construcción del camino. […] el Tribunal pudo observar que el
camino gira hacia la izquierda, en dirección nororiente a sur
poniente, lugar en que se observa el corte de la ladera
efectuado para la construcción del camino […], en donde se han
plantado ejemplares de suculentas […]; iv) Entre los puntos
Nº 3 y 4, “[…] se pudo observar la existencia de restos de
vegetación y desechos orgánicos a un costado del camino […],
en la ladera de la quebrada […]. Asimismo, en la ladera de la
quebrada se observó la presencia de ejemplares de Peumo
(Cryptocaya alba), los que se encontraban inclinados en
dirección a la quebrada. En el lugar se pudo apreciar también
el corte de la ladera afectando la pendiente natural de ésta”;
v) En el punto Nº 5, ubicado en el Lote A4, “[…] se observó la
existencia de una intersección de caminos […]. También se
observaron ejemplares de árboles nativos plantados a un costado
del camino, los que se observaron de tamaño pequeño. El
Ministro Sr. Delpiano consultó la fecha en que había sido
construido el camino, respondiendo el abogado Sr. José Flores
Aravena que antes del mes de diciembre del año 2017”; vi) En
el punto Nº 6, ubicado en el Lote A3, “[…] se observó que el
camino presenta signos de movimiento de tierra aparentemente
recientes […]. En este punto fue posible apreciar que el camino
era más ancho que el resto del recorrido y de la continuación

74
del camino desde el Lote A3 hacia el sur poniente […]”; vii)
En los puntos Nº 9 y 10, ubicados en el Lote 3, sitio de
reforestación ex situ comprendida en el Plan de Manejo de
Corrección Nº 04/56/17 Ley 20.283/2008, “[…] se observó que la
ladera del terreno se encontraba con especies arbóreas
plantadas, las que eran de un tamaño muy variado, de entre 10
y 40 centímetros aproximadamente […]. El estado general de las
plantas de menor tamaño en general era malo, con muchas plantas
muertas. Al igual que en el resto de los individuos observados
en los lotes A1, A3 y A4, solo las plantas de mayor tamaño
mostraban un estado saludable, con pocos individuos en mal
estado o muertos”.

Nonagésimo sexto. En el mismo sentido que la documental,


oficios y a lo observado por el Tribunal, en su declaración el
testigo Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel señaló que: “En terreno
constaté que había una presencia de bosque nativo ubicado en
dos quebradas, ahí se llama Quebrada La Loma. Constaté en
terreno que efectivamente se había cortado bosque nativo en el
mismo sector de la quebrada para hacer obras civiles, de un
camino. Constaté efectivamente la corta de bosque nativo, la
afectación del cauce de la quebrada, la alteración del suelo
que quedó absolutamente desnudo en el sector que se hizo la
corta. […] yo diría que los componentes ambientales afectados,
uno es el bosque propiamente tal, porque como se cortó en el
sector de la quebrada, una quebrada que tiene como forma de
cruz, justo en el centro, en el corazón del bosque, ese es el
sector donde drenan las aguas, por lo tanto ahí ocurrió una
deforestación […] es un bosque que es una asociación vegetal
única en la zona porque es un bosque nativo de tipo higrófilo,
que es propio del sector, muy escaso en esa zona, además eso
produce un efecto de sequía o desertificación del sector que
puede afectar a otras áreas también. Otro componente afectado
es como dije el bosque, el suelo y bueno el cauce de la quebrada
que fue alterado, esos tres componentes fueron seriamente
afectados, además se produce el otro problema que se genera
que al ejecutarse una obra de hacer un camino justo en el
corazón del bosque se produce una fragmentación del hábitat de
la zona, entonces evidentemente eso provoca la desaparición de

75
especies de fauna y la disminución del bosque nativo, que es
una asociación vegetal única en esa zona. Esos son los hechos
que constaté en terreno y efectivamente se cortó bosque porque
en terreno, cuando yo llegué, había también desechos de bosque,
había caminos. Haciendo un análisis posterior, revisando
imágenes de Google Earth, claramente había bosque y ahora no
había. […] en general no se intervienen quebradas y si por
alguna razón se intervienen, se intervienen en el sentido
perpendicular a la línea de la quebrada, nunca en forma
paralela, porque se genera un daño muy grande si se hace en la
quebrada o encima de la quebrada, a lo largo de la quebrada.
[…] Es un bosque, las especies son las propias comunes de los
bosques nativos de la zona, Peumo, Boldo, Litre, Quillay,
Molle, habían otras especies como arrayanes en toda la zona de
la quebrada, no tiene especies con problemas de conservación,
pero si la importancia de ese bosque es que es una asociación
vegetal única en el sector, que es muy escasa, son bosques que
prácticamente no existen en la zona, era un bosque sano, era
un bosque vigoroso, un bosque que crecía en dos quebradas y
que si uno revisa la zona, prácticamente de esos bosques ya no
hay. La zona de la provincia de San Antonio está prácticamente
deforestada o tiene mucho bosque que es de espinal […], que es
un bosque degradado, esto no es un bosque degradado, era un
bosque multi-específico, con muchas especies, muy sano, cuya
asociación vegetal es la composición de las distintas especies,
ese era un tipo de bosque que ya está desapareciendo en la
zona, lo único que queda son bosques de espinos degradados y
plantaciones forestales. […] Bueno se han afectado 2,7
hectáreas, fueron cortadas, habilitadas completamente para
hacer caminos, eso en superficie. Puede parecer no ser mucho,
pero en el sector en que esto ocurrió genera un daño a toda el
área producto de la fragmentación. Bueno el bosque nativo de
estas características se podría demorar unos setenta años en
llegar a la condición en la que estaba, considerando el tamaño
que tenía. […] La ubicación es en la comuna de Santo Domingo,
en un sector que se llama Quebrada La Loma, eso es lo que puedo
decir, detalle de los nombres de los predios están en el informe
que se emitieron en su minuto. […] Bueno, cuando se hizo la
inspección en terreno se detectó que había vegetación removida,

76
descepada, en los costados del camino, ése es un tema, y lo
otro es que se hizo un análisis multi temporal en la plataforma
Google Earth, que es una plataforma que es gratuita, disponible
para todo el mundo, desde el año 2012 en adelante, es evidente,
se miran las imágenes anteriores y luego están los caminos
hechos en el año 2017, antes no había caminos y estaba cubierto
de vegetación boscosa, con la textura y con la forma que tiene
el bosque aledaño, todo un paño homogéneo que posteriormente
con los análisis multitemporales de las imágenes se constató
que efectivamente fue removido el bosque y de la inspección en
terreno viendo vegetación, bosque removido hacía un costado”.

Nonagésimo séptimo. A su vez, la testigo Sra. Mónica Leticia


González Peñaloza declaró al respecto que: “Soy funcionaria de
la Municipalidad de Santo Domingo, soy la Directora de Medio
Ambiente Aseo y Ornato, y concurre a mí en abril de 2017 don
Phillip Asmuss que es una persona que vive en, cercano a
Horizontes del Mar y me comenta que está muy complicado y que
necesita que la Municipalidad pueda ir a terreno a revisar unos
trabajos que están haciendo en la quebrada de La Loma, […]
planificamos en conjunto con la Dirección de Obras, una visita
al lugar, asisto yo como directora y la inspectora de la
Dirección de Obras y vamos al lugar […], ingresamos y
efectivamente constatamos de que había maquinarias, que había
un camino, nos bajamos y recorremos el lugar a pie y constatamos
efectivamente de que había mucha vegetación que había sido
destruida, cortada, nos paramos al lado de los árboles y
constatamos efectivamente que había visiblemente un daño
ambiental. […] nos retiramos del lugar y hacemos un informe y
yo le comunico al alcalde que efectivamente es una situación
que me preocupa, que se veía vegetación nativa, peumos, boldos,
que habían sido extraídos, cortados y desarrancados (sic) del
lugar y que, efectivamente, es una situación preocupante y que
tenemos que abordarla. […] Nosotros ingresamos por camino
Horizonte y por Mostazal y la superficie era grande, o sea
estaban conectados los dos lugares con caminos, […] nosotros
no medimos, pero si se apreciaba que eran caminos anchos y una
gran superficie la que había sido afectada; […]nosotros en la
municipalidad y yo con los años que llevo, generalmente

77
forestamos así es que conozco efectivamente las especies
nativas que son de la zona: peumos, boldos, maitenes, molle,
que son especies propias […] además, me llamó mucho la atención
porque el lugar que había sido trabajado estaba inmerso en un
bosque muy tupido y de extensión muy grande. […] la cantidad
de bosques de esa naturaleza, que con los recorridos de todos
los lugares que yo conozco de Santo Domingo, no, no hay otros
bosques como ese”.

Nonagésimo octavo. Adicionalmente, la parte demandante


acompañó a fojas 802 a 805 imágenes satelitales de la zona de
la Quebrada La Loma. Sin perjuicio de las glosas contenidas en
el documento, estas imágenes resultan coincidentes con aquellas
disponibles en la plataforma de libre acceso ‘Google Earth’,
de fechas 11 de noviembre de 2014, 17 de febrero de 2016, 4 de
abril de 2018 y 9 de agosto de 2019. De estas imágenes se pude
apreciar que hasta el año 2016 (figuras 6 y 7) no existían
caminos en la Quebrada La Loma, los cuales pueden ser
claramente visualizados con fecha 4 de abril de 2018 (figura
8), esto es cercano a siete meses luego de interpuesta la
demanda, después de lo cual no se aprecian intervenciones
adicionales (figura 9).

Figura 6. Imagen satelital de la zona de la Quebrada La


Loma, de 11 de noviembre de 2014, en la que no se observan
caminos al interior de los predios (Fuente: Registro de
imágenes de la plataforma Google Earth).

78
Figura 7. Imagen satelital de la zona de la Quebrada La Loma, de
17 de febrero de 2016, en la que no se observan caminos al
interior de los predios (Fuente: Registro de imágenes de la
plataforma Google Earth).

Figura 8. Imagen satelital de la zona de la Quebrada La Loma, de


4 de abril de 2018, en la que se aprecia la existencia de caminos
al interior de los predios (Fuente: Registro de imágenes de la
plataforma Google Earth).

Figura 9. Imagen satelital de la zona de la Quebrada La Loma, de


9 de agosto de 2019, en la que no se aprecian nuevas
intervenciones al interior de los predios (Fuente: Registro de
imágenes de la plataforma Google Earth).

79
Nonagésimo noveno. Todos los antecedentes referidos, a juicio
del Tribunal, permiten establecer que personal de la
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. fue sorprendido el 7 de
febrero de 2017 efectuando trabajos de construcción de caminos,
cortando y descepando bosque nativo, sin contar con un plan de
manejo aprobado por la CONAF, en la Quebrada La Loma, ubicada
en los lotes A1, A3 y A4, sector Horizontes del Mar, de la
comuna de Santo Domingo. Asimismo, de los antecedentes
individualizados en los considerandos precedentes, se colige
que la construcción de caminos en la Quebrada La Loma
comprendió la intervención de 2,7 hectáreas de formaciones
boscosas nativas de tipo higrófilo, con especies tales como
arrayán, boldo, bollén, colihue, lilén, litre, maqui, maitén,
molle, peumo, quebracho, quillay y tevo, entre otras, propias
de la zona central de Chile y pertenecientes al denominado
bosque esclerófilo o mediterráneo. Además, se colige desprende
que la superficie intervenida comprende 1,73 hectáreas de la
quebrada propiamente tal y 0,97 hectáreas fuera de ésta. En
este sentido, aparece que la intervención efectuada en la
Quebrada La Loma recayó sobre bosque nativo ubicado en una zona
de protección de exclusión en los términos del artículo 3º del
D.S. Nº 82/2010. Finalmente, de todos los antecedentes
referidos resulta posible establecer que la demandada presentó
un plan de corrección a raíz de la intervención ya descrita,
el cual fue aprobado por el Sr. Andrés Flores del Castillo,
Jefe Provincial de San Antonio de la CONAF, mediante Resolución
Nº 04/56/17, instrumento que no habría sido cumplido a lo menos
hasta el 30 de enero del presente año, según informa la CONAF
en su oficio ordinario Nº 40/2020. Asimismo, de todos los
antecedentes referidos se constata que las acciones descritas
han afectado diversos componentes del medio ambiente, lo que
redunda en la afectación de un ecosistema frágil y escaso, en
la pérdida de hábitat de la avifauna y fauna nativa y causando
su fragmentación.

Centésimo. En cuanto a la demás prueba rendida, cabe tener


presente las siguientes consideraciones. En cuanto al set de
fotografías acompañado por la demandante a fojas 151 a 155 y

80
683 a 701, si bien en principio resultan similares con las
contenidas en el Informe de Corta Nº 1/2008-56/17 de la CONAF
y con lo observado por el Tribunal en la inspección personal,
estás imágenes fueron obtenidas por la propia parte demandante
y contienen una serie de aseveraciones de ésta, motivos por
los cuales no resulta posible su utilización como medio
probatorio. Respecto de todos los antecedentes acompañados en
el oficio Nº 311/2019, remitido por el Juzgado de Policía Local
de Santo Domingo, cabe tener presente lo razonado en el
considerando octogésimo tercero, donde se analiza lo
establecido en la sentencia dictada por dicha judicatura en
causa Rol Nº 350/2017, la que se encuentra firme y
ejecutoriada. De esta forma, estos documentos no resultan
contrarios a los hechos establecidos en los considerandos
precedentes.

Centésimo primero. En cuanto a la prueba de declaración de


parte, cabe señalar que, respecto de lo sostenido por el
representante de la parte demandante, Sr. Fernando Rodríguez
Larraín, éste se limitó a confirmar los hechos descritos en el
libelo, indicando no tener mayor conocimiento en cuanto a las
personas en contra de las cuales se interpuso la denuncia ante
el Juzgado de Policía Local, pues los abogados del municipio
realizaron dicha labor. Respecto de lo declarado por la
representante de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.,
Sra. Pamela Herrera González, esta mantuvo lo sostenido por su
parte, en el sentido que los propietarios de los lotes A1, A3
y A4 son los hermanos Moya Mella, a los cuales la sociedad
referida prestó servicios para la parcelación de dichos lotes,
supervisando el proyecto topográfico, tramitando los permisos,
efectuando la subdivisión de los predios y asesorando en la
venta de las parcelas resultantes. En consecuencia, la
declaración de parte de estas personas no resulta útil para
establecer la efectividad de los hechos a probar determinados
por el Tribunal, pues se limita a ratificar lo expuesto por
cada parte, no resultando posible considerar estas
declaraciones en su propio beneficio.

81
Centésimo segundo. En síntesis, la evidencia analizada
permite a este Tribunal sostener que se produjo afectación del
componente vegetación de la quebrada, por la intervención
consistente en la construcción de caminos, con corta y
descepado, realizada por trabajadores de la demandada en la
Quebrada La Loma.

Centésimo tercero. Luego, a fin de acreditar la existencia de


daño ambiental, es necesario dilucidar si la afectación fue
significativa. Como se estableció en los considerandos
sexagésimo a septuagésimo noveno, la determinación de la
significancia se debe realizar caso a caso, comprendiendo
diversos criterios desarrollados por la doctrina y la
jurisprudencia, así como aquellos provenientes del
conocimiento científicamente afianzado.

Centésimo cuarto. Como consta en la prueba descrita, en


particular de los informes de fojas 1 y 9, así como del plan
de manejo de corrección de fojas 590, de la sentencia de fojas
527, de lo declarado por los testigos contestes Sr. Patrick
Nadim Almizry Bôtel y Sra. Mónica Leticia González Peñaloza y
de lo observado personalmente por el Tribunal, la afectación
de la Quebrada La Loma recayó sobre 2,7 hectáreas de bosque
esclerófilo, mediterráneo, ubicado en un sitio frágil, en tanto
quebrada, y que goza de protección conforme al D.S. Nº 82/2010,
que cataloga las quebradas como zonas de protección de
exclusión.

Centésimo quinto. A juicio del tribunal, para el componente


vegetación, el elemento de significancia en este caso se
construye, principalmente, sobre la base de la importancia
ecológica de las formaciones vegetacionales de tipo
mediterráneo, y su escasa representación, particularmente en
la Región de Valparaíso, donde el área afectada corresponde a
uno de los últimos relictos de bosque nativo existentes en la
Comuna de Santo Domingo. La importancia del bosque nativo no
sólo ha sido reconocida ampliamente, a nivel nacional (cfr.
Ministerio del Medio Ambiente, Biodiversidad de Chile.
Patrimonio y desafíos. [en línea]. Tomo II. 3ª ed. Santiago de

82
Chile: 2018, [ref. de 15 de abril de 2020]. Disponible en web:
< https://mma.gob.cl/wp-content/uploads/2019/04/Tomo_II_Libro-
Biodiversidad-Chile-MMA-web.pdf>) e internacional (cfr.
DINERSTEIN, Eric, et al. Una evaluación del estado de
conservación de las eco-regiones terrestres de América Latina
y el Caribe. [en línea]. Washington, DC: 1995, Banco Mundial
[ref. de 15 de abril de 2020]. Disponible en web: <
http://documentos.bancomundial.org/curated/es/917091468269687
252/pdf/14996010spanish.pdf>), sino que, además, ha sido
consagrada en la Ley Nº 20.283, en el D.S. Nº 93/2008 y en el
D.S. Nº 82/2010.

Centésimo sexto. La relevancia de estos ecosistemas se


relaciona con variados aspectos ambientales, tales como la
conservación de la biodiversidad a nivel de especie,
comunidades y ecosistemas, las propiedades básicas de
aprovisionamiento de bienes y servicios, regulación de los
sistemas y ciclos naturales, así como el soporte a las
funciones ecosistémicas y servicios culturales (cfr. CORTÉS-
DONOSO, Erika, PODVIN, Karen y CASTELLER, Alejandro. Reporte
final: Ecosistemas para la Protección de la Infraestructura y
Comunidades en Chile. [en línea]. Quito y Santiago de Chile:
2017, Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza, Instituto Suizo de Investigación en Nieve y
Avalanchas y Ministerio del Medio Ambiente. [ref. de 15 de
abril de 2020]. Disponible en web:
<https://www.iucn.org/sites/dev/files/content/documents/repor
te_final_epic_chile_2017.pdf>; Ministerio del Medio Ambiente,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y Global
Environment Facility. Estrategia Nacional de Biodiversidad
2017-2030. [en línea]. 2018, [ref. de 15 de abril de 2020].
Disponible en web: <https://mma.gob.cl/wp-
content/uploads/2018/03/Estrategia_Nac_Biodiv_2017_30.pdf>).

Centésimo séptimo. Esto resulta aún más crítico en el contexto


de los altos niveles de presión antrópica a los cuales
históricamente se ha sometido al bosque nativo mediterráneo de
la zona central, lo que ha llevado a una reducción progresiva
y alarmante de la superficie de estas formaciones

83
vegetacionales a nivel nacional (cfr. SCHULTZ, Jennifer J., et
al. “Factors influencing vegetation cover change in
Mediterranean Central Chile (1975-2008)”. Applied Vegetation
Science. 2011, vol 14, núm. 2, p. 571-582), no sólo por cambios
en el uso del suelo relacionado con prácticas
silvoagropecuarias, sino, además, debido al importante
crecimiento de los asentamientos humanos, en la macrozona con
mayor densidad poblacional del país (cfr. HERNÁNDEZ, Angela,
et al. “Landscape trajectories and their effect on
fragmentation for a Mediterranean semi-arid ecosystem in
Central Chile”. Journal of Arid Environments. 2016, vol. 127,
p. 74-81). En este contexto, los escasos remanentes de
formaciones vegetacionales nativas en la zona central se
encuentran altamente fragmentados, lo que compromete
seriamente su viabilidad y, por lo tanto, su conservación a
mediano y largo plazo (Ministerio del Medio Ambiente 2018, op.
cit.).

Centésimo octavo. Dentro de las principales amenazas a las


que se enfrentan los ya escasos remanentes de bosque nativo,
se encuentra la creciente demanda por loteos de parcelas de
agrado, muchos de los cuales incluyen las zonas de quebradas,
como fue posible apreciar en la inspección personal del
Tribunal. En forma previa a la aparición de esta tendencia de
uso de la tierra, estas zonas habían permanecido protegidas
principalmente por las dificultades existentes para su manejo
y explotación agrícola y otras restricciones legales de uso,
conforme al Código de Aguas, a la Ley Nº 20.283 y el D.S.
Nº 82/2010 y demás normativa aplicable (cfr. ROMERO, Fabian
I., et al. “Zonas ribereñas: protección, restauración y
contexto legal en Chile”. Bosque. 2014, Vol. 35, núm. 1, p. 3-
12). En efecto, los loteos no sólo producen una fragmentación
de los terrenos debido a la habilitación de servidumbres de
paso y caminos, como en el caso de autos, sino que en la medida
que se urbanizan y posteriormente se construye sobre ellos,
reducen drásticamente la superficie de las formaciones
vegetacionales existentes y comprometen la funcionalidad de
los ecosistemas debido al aumento de su fragmentación, la
intervención de los mismos mediante la creación de barreras

84
artificiales al libre desplazamiento, en la forma de
construcciones, cercos, creación de áreas verdes, la presencia
de personas y mascotas que afectan directamente a las especies
de flora y fauna en estos sectores (cfr. THEOBALD, David M.,
James R. MILLER, y HOBBS, Thompson N. “Estimating the
cumulative effects of development on wildlife hábitat”.
Landscape and Urban Planning. 1997, vol 39, p. 25-36). Esto
hace que lugares como la Quebrada La Loma adquieran una
importancia particular, pues representan relictos de un
ecosistema especialmente diverso que, debido a su escasa
representatividad y actual nivel de fragmentación, se encuentra
en una situación de especial fragilidad para efectos de su
preservación. Aún más importante, en este caso particular, la
afectación ocurrió en una zona de protección de exclusión de
intervención de las formaciones vegetacionales, como son las
quebradas y cursos de agua, de acuerdo con el artículo 3º del
D.S. Nº 82/2010.

Centésimo noveno. Adicionalmente, la intervención sobre la


quebrada tuvo un efecto directo sobre una formación de bosque
mediterráneo de tipo costero y con componentes higrófilos dada
su ubicación general dentro de la región y comuna,
particularmente, por encontrarse en un sector de quebrada. Al
respecto, se puede señalar, a partir de la observación directa,
durante la inspección personal del tribunal, y corroborado por
medios satelitales, como se estableció en el considerando
nonagésimo octavo, que la formación vegetacional intervenida
presentaba un alto valor ambiental debido a su estado de
conservación y representación de especies nativas presentes,
pero se encontraba rodeada de una matriz de hábitats altamente
modificados por acción antrópica, lo cual la hace vulnerable a
la colonización por parte de especies propias de la matriz
intervenida, particularmente de especies con características
de invasoras, lo que constituye un problema ampliamente
reconocido y de difícil solución (MCNEELY, Jeff. “Invasive
species. A costly catastrophe for native biodiversity”. Land
Use and Water Resources Research, 2001, vol 1, Núm. 2, p. 1-
10). Todo lo anterior, hace que su preservación, en términos
de la mantención de las relaciones entre los fragmentos

85
existentes, sea de tal relevancia que cualquier intervención a
estos remanentes ponga en serio riesgo la mantención no tan
sólo de ellos, sino también de los ecosistemas asociados y de
los individuos de las especies presentes en su interior
(ANDRÉN, Henrik. “Effects of Habitat Fragmentation on Birds
and Mammals in Landscapes with Different Proportions of
Suitable Habitat. A Review”. Oikos, 1994, vol. 71, núm. 3, p.
355). En este contexto, la pérdida de estos fragmentos afecta
directamente la provisión de hábitat para especies de fauna
nativa propias de esta zona, tanto invertebrados, como
anfibios, reptiles, aves y mamíferos; por lo que su
intervención tiene la potencialidad de alterar la estructura
comunitaria y el ecosistema, más allá de la afectación directa
de los individuos de las especies vegetales eliminadas,
constituyendo un riesgo a la preservación de la naturaleza o a
la conservación del patrimonio ambiental, elementos esenciales
de la regulación de la Ley Nº 19.300, conforme a su artículo
1º.

Centésimo décimo. Finalmente, la alteración de uno o más


componentes de un ecosistema tiene repercusiones que van más
allá de los componentes involucrados, y para su entendimiento
se debe recurrir a la teoría ecológica relacionada con
individuos, poblaciones, comunidades, ecosistemas y paisaje. A
nivel de los individuos, los cambios ambientales, sean éstos
de naturaleza biológica o abiótica tienen consecuencias en su
fisiología, y ésta a su vez afecta sus probabilidades de
reproducción y supervivencia (Cfr. LAMBERS, Hans, F. Stuart
CHAPIN, y Thijs L. PONS. Plant Physiological Ecology. 2ª ed.
New York, NY: Springer, 2008, p. 1-6). A su vez, los efectos
sobre los individuos afectan directamente la capacidad de
crecimiento de las poblaciones, de la cual depende su
persistencia en el ambiente (ROCKWOOD, Larry L. y Jonathan W.
WITT. Introduction to population ecology. 2ª ed. Chichester,
West Sussex: John Wiley & Sons Inc., 2015, p. 33-112). Las
comunidades, por su parte, están conformadas de poblaciones de
distintas especies que interactúan en tramas intrincadas de
relaciones directas, como la depredación, competencia,
mutualismo, e indirectas en las cuales las especies se afectan

86
unas a otras debido a su conexión mediante las redes de
interacción (VERHOEF, Herman A. Community ecology. Processes,
models, and applications. Oxford: Oxford University Press,
2013, p. 7-21). Los flujos de materia y energía que se
establecen en los ecosistemas dan cuenta de la interacción de
las comunidades con su entorno abiótico y los balances que se
establecen entre estos (CHAPIN III, F. Stuart, MATSON, Pamela
A., y VITOUSEK, Peter. Principles of Terrestrial Ecosystem
Ecology. 2ª ed. New York, NY: Springer New York; 2011, p. 3-
21). En último término, el paisaje integra todos los niveles
anteriores y sus interrelaciones en el contexto espacial
(TURNER, Monica G. y GARDNER, Robert H. Landscape Ecology in
Theory and Practice. Pattern and Process. 2ª ed. New York, NY:
Springer New York; 2015, p. 2-14), en el que los individuos,
poblaciones, comunidades, ecosistemas y todas las variables
abióticas interactúan con las geoformas dando lugar a las
diversas entidades del entorno que reconocemos como “paisajes”
desde el punto de vista geográfico, fisonómico o estético
(JARDÍ, Montserrat. “Paisaje. ¿una síntesis geográfica?”.
Revista de Geografía, 1990, XXIV, p. 43-60).

Centésimo undécimo. Por tanto, en este caso, aun cuando la


extensión territorial del daño puede parecer de baja cuantía
(2,7 ha), el hecho que se afecten diversos componentes del
ecosistema y que, además, se pueda inferir la afectación a
otros (por ejemplo, fauna, paisaje en el sentido fisonómico y
estético) da cuenta de la limitación del análisis del daño
circunscrito en componentes ambientales de manera aislada. Los
ecosistemas y el paisaje integran las relaciones que ocurren
entre los distintos componentes, tanto bióticos como abióticos,
a distintas escalas de espacio y tiempo, así como a través de
los niveles de organización de nivel inferior (individuo,
población, comunidad) y, por lo tanto, la afectación de
cualquier componente de nivel inferior tendrá consecuencias en
los niveles de organización superiores. Así el análisis de
tales efectos da cuenta de la significancia de la afectación,
tanto para el componente analizado como para el sistema en su
conjunto, con sus propiedades y relaciones.

87
Centésimo duodécimo. De acuerdo con todo lo expuesto, el
análisis efectuado en los anteriores considerandos da cuenta
que la significancia de la afectación a la componente
vegetación de la Quebrada La Loma, en este caso, está dada por:
i) La escasez del bosque mediterráneo tanto en Chile como en
la quinta región; ii) La importancia del bosque mediterráneo
en términos de biodiversidad y valor ambiental como hábitat de
especies de fauna en distintos estados de conservación; iii)
El bosque nativo intervenido es de protección y preservación
conforme al D.S. Nº 82/2010; iv) El corte de especies en
diversas categorías de conservación; v) La capacidad y el
tiempo para regenerarse; v) La presión demográfica y de las
actividades antrópicas sobre el bosque nativo y vegetación de
la zona afectando el hábitat de la fauna y las propiedades
básicas del ambiente que permiten su subsistencia; vi) La
alteración de la vegetación mediante la construcción de caminos
con la potencial generación de barreras y alteración de los
desplazamientos de especies de baja movilidad o para las cuales
los caminos se constituyen en barreras; vii) La intervención
genera una fragmentación de hábitats en un ecosistema frágil,
con la consecuente pérdida de hábitat, reducción de tamaño de
los fragmentos de bosque remanentes y aumento del aislamiento
de las poblaciones al interior de éstos; viii) Estas
disrupciones favorecen la entrada de especies invasoras que
alteran el equilibrio de los ecosistemas; y, ix) La alteración
tuvo repercusiones que van más allá del componente vegetación,
afectando los individuos, poblaciones, comunidades,
ecosistemas y paisaje.

Centésimo decimotercero. En conclusión, a juicio del Tribunal,


se produjo afectación de la vegetación de la Quebrada La Loma,
ubicada en el sector Horizontes del Mar, comuna de Santo
Domingo, en una superficie cercana a las 2,7 hectáreas, por la
construcción de un camino en la quebrada, sus laderas y zona
adyacente. Además, dicha intervención tuvo como circunstancias
las descritas en el considerando precedente, todo lo cual hace
que la afectación sea significativa y, por consiguiente,
constitutiva de daño ambiental y así se declarará en lo
resolutivo de esta sentencia.

88
2. Componente suelo

Centésimo decimocuarto. Para determinar si se produjo la


afectación al componente suelo, alegada por la demandante, el
Tribunal analizará, primeramente, la prueba documental rendida
por las partes, los oficios remitidos por la CONAF, la DGA, la
SMA y el Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, lo afirmado
por la propia demandada en su solicitud de plan de corrección
y en el escrito presentado ante la SMA, lo observado por el
Tribunal en la inspección personal y las imágenes satelitales
acompañadas por la demandante y disponibles en la plataforma
de libre acceso público Google Earth. En segundo término, se
analizará lo declarado por los testigos.

Centésimo decimoquinto. En primer lugar, se señala en el


Informe de Corta Nº 1/2008-56/17, acompañado a fojas 2, que:
“Con fecha 7 de febrero de 2017 a las 17:00 horas Carabineros
se hizo presente en el lugar de los hechos y procedió a citar
al Juzgado de Policía Local de Santo Domingo al operador de la
Excavadora Señor Pablo Alejandro Fuentes Arce […]. El operador
quien autorizó el ingreso al predio, indicó que es empleado de
la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. Se encontraba
descepando árboles nativos para la realización de un camino
para una subdivisión predial. […] El área intervenida de la
quebrada corresponde a 1,73 hectáreas respectivamente de
vegetación arbórea consistente en Boldo, Bollen, litre,
Arrayán, Peumo, Maqui, Lilén, Molle, Maitén y Quillay entre
otras […]. Las acciones se desarrollaron con la finalidad de
ejecutar una obra civil de construcción de caminos para un
proyecto de loteo de sitios. Además algunos sectores de la
quebrada poseen una pendiente superior a un 45%. […] Además se
cortaron 0,97 hectáreas de bosque nativo no ubicado en
quebradas para la misma finalidad”. Se señala en este informe
como impactos producidos por la intervención, entre otros, los
siguientes: “2. Inicio intempestivo e incremento del riesgo de
erosión y desprotección del suelo, lo que genera una menor
producción de agua limpia por parte de la vegetación de la
quebrada. 3. Desvío del curso del agua de la quebrada lo que

89
genera procesos erosivos, embancamiento de sedimentos e
inundaciones […]”.

Centésimo decimosexto. Adicionalmente, en el Informe


Simplificado Nº 3/2008-56/17, que rola a fojas 9, emitido por
el fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF, se indica que: “Se
efectuó inspección predial y se verificó, a través de
reconocimiento en terreno, el registro de coordenadas
georreferenciadas y fotografías de los hechos constatados, la
corta no autorizada de especies del bosque nativo […], ubicadas
en varios sectores de la Quebrada conocida como ‘La Loma’ de
pendiente fuerte y suelos frágiles” (destacado del Tribunal).
Se concluye en este informe que: “El sitio intervenido para
todos los efectos legales de la Ley de Bosque Nativo,
constituye un sitio frágil, como lo es un curso de agua, de
conformidad a lo señalado en el Reglamento de Protección de
Aguas Suelos y Humedales Decreto Supremo Nº 82/2011
específicamente en el Título III de la ley de Bosque Nativo
‘De Las Normas de Protección Ambiental’ que califica dichos
sitios como ‘Zonas de Exclusión de Intervención’”.

Centésimo decimoséptimo. Por otro lado, en la Resolución Exenta


Nº 1.019/2017 de la DGA, que rola a fojas 148, se señala que:
“[…] es SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA. quien
ejecuta las labores de remoción de vegetación para la
construcción del camino que da conectividad a los lotes del
predio, por ende, es quien se ve beneficiada con las acciones
realizadas”. Además, en esta resolución se aprecia que la DGA
apercibió “[…] a la SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA.
RUT 76.249.434-5, en función a lo establecido en el artículo
172 del Código de Aguas, para que en un plazo perentorio de 15
días, restituya el cauce de la Quebrada de La Loma, en la
condición anterior a su intervención, contemplando, entre otras
actividades, el retiro del material existente en el cauce de
la quebrada, y todas aquellas medidas necesarias para asegurar
el libre escurrimiento de las aguas y que no generen peligros
a la vida o salud de los habitantes”.

90
Centésimo decimoctavo. En este sentido, consta a fojas 181,
el oficio Nº 171/2019, emitido por el Director General de
Aguas, en el que da cuenta que: “según consta en Acta de
Constatación de Hecho, de fecha 26 de marzo de 2019, referente
a la visita inspectiva realizada por personal de la Unidad de
Fiscalización y Medio Ambiente, de la Dirección General de
Aguas, Región de Valparaíso; la ‘Sociedad Inmobiliaria Altos
del Yali Ltda., no ha dado cumplimiento a lo ordenado por la
Resolución D.G.A Región de Valparaíso (Exenta) Nº 1019, de 22
de junio de 2017, constatándose por parte de este Servicio,
que no se ha realizado restitución del cauce en la condición
anterior a su intervención, es decir, se mantiene en la misma
condición por la cual fue tramitado, lo que genera el riesgo
que en caso de precipitaciones intensas, dicho material
obstruya y altere las condiciones de escurrimiento natural de
las aguas de la Quebrada, generando desbordes hacia sus
costados y provocando inundaciones”. El acta citada en este
oficio rola a fojas 177 y es del mismo tenor.

Centésimo decimonoveno. Asimismo, a fojas 560 de autos, consta


el Plan de Corrección – Ley Nº 20.283, de 17 de octubre de
2017, presentado por la demandada, en el cual se señala que:
“Se propone efectuar la reforestación IN-SITU en forma parcial,
considerando para ello utilizar aquellos sectores que se
generaron a partir de la construcción del camino en toda su
extensión y que corresponderá al sector o rodal 2 a reforestar,
el cual tendrá una superficie de 1,14 ha, lo que representa un
cumplimiento respecto de lo indicado por la Corporación
Nacional Forestal en su Informe técnico del 65,9%. Estos
sectores que serán reforestados, fueron cortados previamente y
se ubican a ambos lados del camino, y especialmente aquellos
sectores adyacentes al terraplén que se ubican en el área más
próxima a la zona de exclusión de Intervención y a los cursos
de agua temporales existentes […], con ello se espera disminuir
y detener los procesos erosivos y de alteración de los cursos
de agua, para lo cual se reforestará una zona que considera un
ancho variable de 2 a 18 m aprox. por toda la extensión del
camino” (destacado del Tribunal). Se agrega que: “se utilizaran
de (sic) técnicas de hidrosiembra, como actividad

91
complementaria a la de reforestación IN-SITU, debido a la
necesidad de controlar la erosión laminar y cárcavas que se
generan y que se han generado por efecto del escurrimiento las
aguas lluvias, debido a que la actividad de reforestación
propiamente tal, generara (sic) una baja cubierta protectora
en su etapa Inicial, por lo que se debe asegurar en especial
en los sectores de mayor pendiente como son los taludes y a
orillas del camino, incorporar especies gramíneas de rápido
crecimiento que impida la erosión de estos” (destacado del
Tribunal). Se indica también que: “Para asegurar un adecuado
drenaje de la superficie del camino, la pendiente transversal
se corregirá en los casos que sea necesario en un rango de
entre 3% a 5% hacia el talud de corte” (destacado del Tribunal).
Finalmente, este documento señala que: “El material excedente
de los caminos forestales formará parte de la calzada o
terraplén, y con el objetivo de disminuir el alto riesgo de
generación de procesos erosivos o de sedimentación hacia los
cauces y que puedan ocasionar un deterioro en la calidad de
las aguas, este terraplén como se indicó anteriormente, será
parte de la reforestación IN-SITU” (destacado del Tribunal).
Centésimo vigésimo. Sobre el componente suelo, el Tribunal pudo
apreciar en la inspección personal, según acta de fojas 820 a
840, lo siguiente: i) En el punto Nº 8 ubicado en el Lote A3,
“[…] la existencia de un camino sin pavimentar de data no
determinable a simple vista”; ii) En el punto Nº 2, ubicado en
el Lote A4, “[…] la existencia de un camino sin pavimentar
construido a un nivel menor que la pendiente natural”; iii) En
el punto Nº 3, ubicado en el Lote A1, “El Ministro Sr. Delpiano
preguntó respecto a la fecha en que se habría construido el
camino, respondiendo al respecto el abogado Sr. José Flores
Aravena que éste ya existía cuando acompañó a la Jueza de
Policía Local en la inspección realizada en dicha instancia”;
iv) En el punto Nº 3, ubicado en el Lote A1, “[…] el Tribunal
pudo observar que el camino gira hacia la izquierda, en
dirección nororiente a sur poniente, lugar en que se observa
el corte de la ladera efectuado para la construcción del camino
[…], en donde se han plantado ejemplares de suculentas”; v) En
el punto Nº 4, ubicado en el Lote A4, “[…] se pudo apreciar
también el corte de la ladera afectando la pendiente natural

92
de ésta”; vi) En el punto Nº 5, ubicado en el Lote A4, “[…]
donde se observó la existencia de una intersección de caminos
[…]. El Ministro Sr. Delpiano consultó la fecha en que había
sido construido el camino, respondiendo el abogado Sr. José
Flores Aravena que antes del mes de diciembre del año 2017”;
vii) En el punto Nº 6, ubicado en el Lote A3, “[…] se observó
que el camino presenta signos de movimiento de tierra
aparentemente recientes […]. En este punto fue posible apreciar
que el camino era más ancho que el resto del recorrido y de la
continuación del camino desde el Lote A3 hacia el sur
poniente”; viii) En el punto Nº 7, ubicado en el Lote A1, “Se
observó la existencia de una obra de arte de atravieso de
camino, consistente en un tubo enterrado con cemento alrededor
para evacuar las aguas provenientes de una quebrada menor
existente en el lugar […]”. En el acta se acompañan diversas
fotos, en las figuras Nº 10 a 16 se aprecian las observaciones
consignadas en este apartado.

Figura 10. Vista general del camino existente en el Lote


A3 (Fuente: Acta de inspección personal del Tribunal,
fojas 824).

93
Figura 11. Vista general del camino existente en el Lote
A4 (Fuente: Acta de inspección personal del Tribunal,
fojas 825).

Figura 12. Vista general punto Nº 3 (Fuente: Acta de


inspección personal del Tribunal, fojas 830).

94
Figura 13. Corte efectuado en la ladera en el punto Nº 4
(Fuente: Acta de inspección personal del Tribunal, fojas
833).

Figura 14. Vista general desde el punto Nº 5, en dirección


norte (Fuente: Acta de inspección personal del Tribunal,
fojas 834).

95
Figura 15. Vista general del camino en el punto Nº 6º
(Fuente: Acta de inspección personal del Tribunal, fojas
835).

Figura 16. Obra de arte de atravieso de camino cercana al


punto 7 del recorrido (Acta de inspección personal del
Tribunal, fojas 835).

Centésimo vigésimo primero. En cuanto a los documentos


acompañados junto con el oficio Nº 3.295/2019, remitido por la
SMA, se debe tener presente lo ya consignado en los
considerandos octogésimo octavo a nonagésimo respecto de lo
afirmado por la demandada en su escrito de 6 de junio de 2017,
en particular en cuanto a las obras de construcción de caminos
que comprende el proyecto y el área afectada.

96
Centésimo vigésimo segundo. Además, en el informe técnico de
fiscalización ambiental, acompañado junto con el oficio
Nº 40/2020, de la CONAF de la Región de Valparaíso, en
particular a fojas 936, se señala que: “[…] no se constataron
nuevas intervenciones en términos de vegetación, sin embargo,
existió clara evidencia de actividad reciente, debido a la
presencia de huellas de maquinaria pesada, tanto en tierra como
en algunos árboles”.

Centésimo vigésimo tercero. En el mismo sentido, en su


declaración el testigo Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel señaló
que: “Constaté efectivamente […] la alteración del suelo que
quedó absolutamente desnudo en el sector que se hizo la corta
[…] el daño que hay ahí es principalmente el suelo que ha
quedado descubierto, sujeto a procesos erosivos, y de hecho se
ve en las fotos que sacamos las cárcavas. Lo que pasa es que
donde se hicieron los caminos se produjo una erosión muy
fuerte, la erosión muy fuerte produce lo que se llama cárcava,
que es un corte del camino, profundo. Es un corte casi vertical,
el perfil del camino, la erosión es tan rápida que genera un
hoyo grande, eso es una cárcava. […] el efecto fue […] dejar
la cubierta del suelo sin vegetación, expuesto a procesos
erosivos […]” (Destacado del Tribunal).

Centésimo vigésimo cuarto. A su vez, la testigo Sra. Mónica


Leticia González Peñaloza declaró al respecto que: “[…] lo que
yo pude observar es que había sido vegetación dañada de que
había también un componente de suelo que había sido dañado […].
“[…] efectivamente había observado que había vegetación
alterada, que habían caminos, de que se había cortado el
cerro”.

Centésimo vigésimo quinto. En base a los antecedentes


referidos en los considerandos precedentes, se establece que
personal de la demandada fue sorprendido el 7 de febrero de
2017 realizando obras civiles de construcción de caminos en la
Quebrada La Loma, en su ladera y zona adyacente, interviniendo
2,7 hectáreas aproximadamente, comprendiendo la remoción total
o parcial de la capa vegetal del área intervenida, cortes de

97
la pendiente de la quebrada en diversos puntos y la
compactación de la superficie donde se construyó el camino,
causando erosión laminar y cárcavas, además de causar un alto
riesgo de procesos erosivos, de remoción en masa y de
sedimentación hacía el cauce de la quebrada.

Centésimo vigésimo sexto. En síntesis, la evidencia


analizada en los considerandos precedentes permite a este
Tribunal sostener que se produjo afectación del componente
suelo de la quebrada, por la remoción de la capa vegetal, la
alteración de la pendiente de quebrada y la generación de
erosión laminar y cárcavas.

Centésimo vigésimo séptimo. Luego, a fin de acreditar la


existencia de daño ambiental es necesario dilucidar si la
afectación fue significativa. Para efectos de esta sentencia,
el Tribunal considerará que suelo está definido como “un cuerpo
natural que comprende a sólidos (minerales y materia orgánica),
líquidos y gases que ocurren en la superficie de las tierras,
que ocupa un espacio y que se caracteriza por uno o ambos de
los siguientes: horizontes o capas que se distinguen del
material inicial como resultado de adiciones, pérdidas,
transferencias y transformaciones de energía y materia o por
la habilidad de soportar plantas en un ambiente natural” (SOIL
SURVEY STAFF, 2014. Claves para la taxonomía de suelos. 12ª
ed. Washington, D.C.: Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos-Servicio de Conservación de Recursos Naturales,
p. 1). A partir de esta definición, las máximas de la
experiencia y el conocimiento científicamente afianzado, se
entenderá que la capa superficial de los suelos en la zona en
cuestión está formada principalmente por material orgánico,
originado de restos y partes provenientes de organismos vivos,
predominantemente de naturaleza vegetal y cuyo desarrollo, o
grosor, en la zona de laderas es reducido. También se entenderá
que las capas u horizontes sub-superficiales están formados
por materiales con un contenido menor de materia orgánica y
que este disminuye al aumentar la profundidad en el perfil del
suelo.

98
Centésimo vigésimo octavo. En efecto, la construcción del
camino produjo una afectación directa de suelos frágiles, en
una zona de protección de exclusión de acuerdo con el artículo
3º del D.S. Nº 82/2010, en la Quebrada La Loma. Entre los
efectos que la construcción de caminos produce se cuentan
aquellos que se relacionan con la remoción de la cubierta
vegetal y la compactación a la que se ven sometidas las zonas
afectadas por la construcción de caminos, los cuales alteran
las características fisicoquímicas y la aptitud de los suelos.

Centésimo vigésimo noveno. La fragilidad de este tipo de


suelos está dada principalmente por la susceptibilidad de
sufrir erosión severa debida a factores intrínsecos, que en
este caso se relacionan con la pendiente y el escaso desarrollo
de la capa superficial del suelo, por lo que la mantención de
la cubierta vegetal resulta de gran importancia tanto para
aumentar la probabilidad de retención mecánica del mismo, como
para favorecer fenómenos geomorfológicos y edáficos (Servicio
Agrícola y Ganadero. Protocolo para selección de alternativas
para la conservación de suelos en laderas. [en línea]. 2005,
[ref. de 15 de abril de 2020]. Disponible en web:
<http://www.sag.cl/sites/default/files/PROTOCOLO_SELECCION.pd
f>).

Centésimo trigésimo. Los efectos de la remoción de la capa


superficial del suelo, en el caso de este tipo de formaciones,
involucra además de la pérdida de la vegetación, la del
horizonte o capa con mayor contenido de materia orgánica en la
matriz de suelo y que por lo tanto actúa como un sumidero de
carbono. Este horizonte o capa, además, otorga al suelo una
alta porosidad, aumenta su capacidad de retención de humedad,
contribuye a reducir las pérdidas de agua por evaporación,
reduce el efecto erosivo de las precipitaciones y, debido a
sus propiedades fisicoquímicas, es la de mayor importancia para
el establecimiento y mantención de la cubierta vegetal. Además,
la exposición de la capa sub-superficial de suelo,
correspondiente a horizontes con un menor contenido de materia
orgánica, y por lo tanto, con distintas propiedades
fisicoquímicas y de composición, puede afectar la calidad de

99
las aguas corrientes y subterráneas (cfr. FORMAN, Richard T.T.
y ALEXANDER, Lauren E. “Roads and their major ecological
effects”. Annual Review of Ecology and Systematics. 1998, vol
29, p. 207-231).

Centésimo trigésimo primero. En cuanto a la compactación a la


que son sujetos los terrenos por los que se construyen los
caminos, su principal efecto se relaciona con el cambio en los
patrones de escurrimiento e infiltración de las aguas lluvia,
lo que incide directamente en la disponibilidad y calidad de
las aguas que precipitan en esta microcuenca, y sobre la
recarga de los acuíferos, lo que, a su vez, afecta la hidrología
local y disponibilidad de agua en la zona para fines de consumo,
productivos y de mantención de los sistemas naturales
asociados.

Centésimo trigésimo segundo. Por otra parte, los efectos de


la intervención del suelo mediante la construcción de caminos
sobre las componentes bióticas han sido ampliamente descritos
desde las décadas de 1980 a 1990 y existe abundante literatura
científica que da cuenta de los efectos directos e indirectos
de los caminos sobre la fauna, dando cuenta de la interacción
entre estos componentes (cfr. FORMAN, Richard, et al. Op. cit.;
VAN DER REE, Rodney, SMITH, Daniel J. y GRILO, Clara. (Eds.).
Handbook of Road Ecology. Oxford: 2015, John Wiley and Sons
Ltd). Entre ellos, los más importantes corresponden a: i) los
efectos de fragmentación, sobre los cuales ya nos hemos
referido en los considerandos nonagésimo noveno, centésimo
séptimo a centésimo noveno; ii) efectos de barrera al
desplazamiento de especies, particularmente de aquellas
huidizas (por ejemplo, gato güiña), de baja movilidad (por
ejemplo, invertebrados) o con requerimientos de hábitat muy
restrictivos (por ejemplo, anfibios); iii) efectos de borde
que se proyectan al interior de los parches de hábitat y más
allá del área directamente intervenida, y que reducen el área
efectiva de hábitat para las especies, y que, además, son de
diversa magnitud para las diferentes especies; iv) sirven de
punto de colonización y entrada de especies invasoras,
vegetales y animales, particularmente aquellas tolerantes a

100
las perturbaciones, aumentando así la susceptibilidad a la
invasión de los fragmentos de hábitat remanente; y, v) aumento
de la mortalidad por atropellamiento, particularmente de las
especies de baja movilidad, la cual está influenciada por las
velocidades de desplazamiento y flujo de vehículos, pero que
incluso se observa a velocidades bajas y flujos reducidos (cfr.
Collinson, Wendy J., et al. “Wildlife road traffic accidents:
a standardized protocol for counting flattened fauna”. Ecology
and Evolution. 2014, vol 4, núm. 15, p. 3060-3071).

Centésimo trigésimo tercero. Es así como el análisis efectuado


en los anteriores considerandos da cuenta que la significancia
de la afectación, en este caso, está dada por: i) La remoción
total de suelo vegetal en el área intervenida; ii) La
generación de procesos erosivos, produciendo riesgos de
remoción en masa; iii) El efecto de fragmentación sobre el
hábitat producto de la construcción de caminos; iv) Efecto de
la compactación durante la construcción de los caminos, lo que
altera los procesos de escurrimiento e infiltración de aguas
en una zona cuya intervención se encuentra restringida.

Centésimo trigésimo cuarto. En conclusión, a juicio del


Tribunal, la afectación establecida en los considerando
centésimo vigésimo quinto y centésimo vigésimo sexto tuvo como
consecuencia la remoción total, en algunos tramos, y parcial,
en otros, de suelo vegetal, la generación de procesos erosivos,
la fragmentación del suelo como hábitat y disrupción de los
procesos biogeoquímicos que allí ocurren, la compactación de
la superficie del camino, todo lo cual hace que la afectación
sea significativa y, por consiguiente, constitutiva de daño
ambiental y así se declarará en lo resolutivo de esta
sentencia.

3. Componente cauce

Centésimo trigésimo quinto. Para determinar si se produjo la


afectación al componente cauce de la Quebrada La Loma alegada
por la demandante, el Tribunal analizará, primeramente, la
prueba documental rendida por las partes, los oficios remitidos

101
por la CONAF, la DGA, la SMA y el Juzgado de Policía Local de
Santo Domingo, lo aseverado por la demandada en su solicitud
de plan de corrección y ante la SMA, así como lo observado por
el Tribunal en la inspección personal. Seguidamente, se
analizará lo sostenido por los testigos presentados por la
parte demandante.

Centésimo trigésimo sexto. Sobre este componente, consta en


el expediente el Informe de Corta Nº 1/2008-56/17, emitido por
el fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF, acompañado a fojas 2,
en el cual se señala que: “El sitio afectado constituye una
quebrada intervenida de 1,73 hectáreas. El hecho constituye
infracción a la artículo (sic) 3º del Decreto Supremo 82/2011
Reglamento de Protección de Agua Suelos y Humedales de la ley
de Bosque Nativo, que regula la intervención de estas
formaciones vegetales, específicamente en sitios
ecológicamente frágiles, lo que se denomina Zonas de Protección
de Exclusión de Intervención […]”. Se agrega que: “Las acciones
se desarrollaron con la finalidad de ejecutar una obra civil
de construcción de caminos para un proyecto de loteo de sitios.
Además algunos sectores de la quebrada poseen una pendiente
superior a un 45%”. Se identifican en este informe como
impactos relevantes para este componente: “2. Inicio
intempestivo e incremento del riesgo de erosión y desprotección
del suelo, lo que genera una menor producción de agua limpia
por parte de la vegetación de la quebrada. 3. Desvío del curso
del agua de la quebrada lo que genera procesos erosivos,
embancamiento de sedimentos e inundaciones. 4. Se evidencia
desechos de explotación vertidos sobre la quebrada. 5.
Interrupción y afectación del ciclo hidrológico”.

Centésimo trigésimo séptimo. Respecto de este componente, en


el Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF, que rola a fojas 9, se
indica que: “[…] se verificó, a través de reconocimiento en
terreno, el registro de coordenadas georreferenciadas y
fotografías de los hechos constatados, la corta no autorizada

102
de especies del bosque nativo […], ubicadas en varios sectores
de la Quebrada conocida como ‘La Loma’ de pendiente fuerte y
suelos frágiles”. Asimismo, se informa que: “[…] además de
constituir una corta no autorizada sin plan de manejo, se trata
de una intervención en sitio frágil como lo es [un] curso de
agua, contemplado en el Reglamento de Protección de Aguas
Suelos y Humedales Decreto Supremo Nº 82/2011, […] que califica
dichos sitios como ‘Zonas de Exclusión de Intervención’, la
quebrada intervenida drena naturalmente la Cuenca del Sector
Las Mercedes – la Hoyada que baja a la Playa Chica de Las
Cruces”.

Centésimo trigésimo octavo. Por su parte, a fojas 148 consta


la Resolución Exenta Nº 1.019/2017, en la que estableció: “[…]
respecto al depósito de vegetación en el cauce de la Quebrada
de La Loma, se debe indicar que, en caso de precipitaciones
intensas, dicho material generará obstrucción del
escurrimiento de las aguas de la Quebrada, generando desbordes
hacia sus costados provocando inundaciones a las futuras
viviendas que existirán en el lugar, así como viviendas
ubicadas aguas abajo de la Quebrada”. Se agrega en la
resolución que: “[…] es SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI
LTDA. quien ejecuta las labores de remoción de vegetación para
la construcción del camino que da conectividad a los lotes del
predio, por ende, es quien se ve beneficiada con las acciones
realizadas”. Luego se señala que: “[…] consultado el Catastro
Público de Aguas (CPA), sistema de información oficial de este
Servicio, se evidenció que no existe proyecto de modificación
de cauce natural en el sector sujeto a denuncia, aprobado o en
trámite ante este Servicio a nombre de SOCIEDAD INMOBILIARIA
ALTOS DEL YALI LTDA”. En esta resolución se resuelve, entre
otras cosas, lo siguiente: “ACÓJASE, la denuncia presentada
por el Señor PHILLIPP ASSMUS, en contra de la SOCIEDAD
INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA., toda vez que se constata
obra de modificación del cauce de la Quebrada La Loma (sector
alto) entre las coordenadas UTM según Datum WGS84 Huso 19H sur
Norte: 6.245.492 m y Este: 244.023 m hasta la coordenada Norte:
6.245.212 m y Este: 243.527 m, lo que constituye una infracción
a los artículos 41 y 171 del Código de Aguas y sus

103
modificaciones vigentes. 2, APERCÍBASE a la SOCIEDAD
INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA. RUT 76.249.434- 5, en función
a lo establecido en el artículo 172 del Código de Aguas, para
que en un plazo perentorio de 15 días, restituya el cauce de
la Quebrada de La Loma, en la condición anterior a su
intervención, contemplando, entre otras actividades, el retiro
del material existente en el cauce de la quebrada, y todas
aquellas medidas necesarias para asegurar el libre
escurrimiento de las aguas y que no generen peligros a la vida
o salud de los habitantes. […] INSTRÚYASE a la Unidad de
Fiscalización y Medio Ambiente D.G.A. Región de Valparaíso
iniciar nuevos procedimientos de fiscalización de oficio a
nombre de la SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA., dado
que en la inspección efectuada, se presumen las siguientes
posibles obras de modificación del cauce: a. En afluente a la
Quebrada de La Loma (Quebrada 1) entre las coordenadas UTM
según Datum WGS84 Huso 19 H sur Norte: 6.245. 788 m y Este:
243.643 m (inicio de cauce) hasta su confluencia con la
Quebrada de La Loma ubicado en la coordenada UTM Norte:
6.245.344 m y Este: 243.709 m por depósito de restos de
vegetación; b. Obra que se inicia en el punto ubicado en la
coordenada UTM según Datum WGS84 Huso 19H Sur Norte: 6.245.788
m y Este: 243.643 m hasta la coordenada Norte: 6.245.212 m y
Este: 243.527 m (Camino 1) ubicándose contiguo al cauce del
afluente a la Quebrada de La Loma (Quebrada 1) y de 230 m de
la Quebrada de La Loma; c. Obra que se inicia en la coordenada
Norte: 6.245.324 m y Este: 243.717 m, hasta la coordenada
Norte: 6.245.053 m y Este: 243.899 m (Camino 2) ubicándose unos
350 m contiguo a la Quebrada de La Loma; d. Obra de atravieso
ubicado en las coordenadas Norte: 6.245.357 m y Este: 243. 720
m (Camino 1); y e. Obra de atravieso ubicado en las coordenadas
Norte: 6.245.341 m y Este: 243. 732 m (Camino 2)” (destacado
del original).

Centésimo trigésimo noveno. En este sentido, en el oficio


ordinario Nº 171/2019, que rola a fojas 181, el Director
General de Aguas informó que: “No obstante lo anterior, y según
consta en Acta de Constatación de Hecho, de fecha 26 de marzo
de 2019, referente a la visita inspectiva realizada por

104
personal de la Unidad de Fiscalización y Medio Ambiente, de la
Dirección General de Aguas, Región de Valparaíso; la ‘Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., no ha dado cumplimiento a
lo ordenado por la Resolución D.G.A. Región de Valparaíso
(Exenta) Nº 1019, de 22 de junio de 2017, constatándose por
parte de este Servicio, que no se ha realizado restitución del
cauce en la condición anterior a su intervención, es decir, se
mantiene en la misma condición por la cual fue tramitado, lo
que genera el riesgo que en caso de precipitaciones intensas,
dicho material obstruya y altere las condiciones de
escurrimiento natural de las aguas de la Quebrada, generando
desbordes hacia sus costados y provocando inundaciones’. 3.-
Por otra parte, en cumplimiento del resuelvo Nº 6 de la citada
Resolución D.G.A. Región de Valparaíso (Exenta) Nº 1019, de 22
de junio de 2017, a través de la cual se instruyó a la Unidad
de Fiscalización y Medio Ambiente D.G.A. Región de Valparaíso
iniciar nuevos procedimientos de fiscalización de oficio a
nombre de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., dado
que en la inspección efectuada, se habrían presumido una serie
posibles obras de modificación del cauce; es posible señalar
que la Unidad de Fiscalización y Medio Ambiente de la D.G.A.
de la Región de Valparaíso, dio cumplimiento a lo anterior y,
con fecha 3 de octubre de 2018, dio inicio a diversos
procedimientos de fiscalización abriendo los siguientes
expedientes administrativos: a) FO-0506-21; b) FO-0506-22; e)
FO-0506-23; d) FO-0506- 24; y e) FO-0506-25; los cuales aún se
encuentran pendientes en dicha Dirección Regional”. Además, en
este oficio se acompaña la denominada ‘Acta de Constatación de
Hecho’, de fojas 173 a 177, la que contiene el párrafo citado
en el oficio en comento. En las figuras 13 y 14 se aprecian
imágenes contenidas en dicha acta, que dan cuenta del registro
fotográfico realizado por el fiscalizador Guillermo Alegre, el
26 de marzo de 2019.

105
Figura 17. Registro fotográfico de 26 de marzo de 2019 (Fuente:
Acta de Constatación de Hecho, oficio Nº 171/2019, Dirección
General de Aguas, fojas 175).

Figura 18. Registro fotográfico de 26 de marzo de 2019 (Fuente:


Acta de Constatación de Hecho, oficio Nº 171/2019, Dirección
General de Aguas, fojas 176).

106
Centésimo cuadragésimo. Adicionalmente, en la sentencia
dictada por el Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, de
10 de noviembre de 2017, acompañada a fojas 527, consta que en
dicha instancia se estableció que: “[…] existe la suficiente
multiplicidad, concordancia y conexión de pruebas que permiten
a esta sentenciadora arribar a la conclusión inequívoca que
los denunciados efectivamente efectuaron una corta de bosque
nativo sin plan de manejo aprobado por CONAF, en un aérea de
Bosque Nativo de Preservación y Conservación de 1,77 hectáreas
[…]”. Además, aparece en esta sentencia que se condenó a
demandada, junto con otras personas, al: “[…] de una multa de
86 U.T.M., como autores de la infracción prevista en el art.
5º y 17º de la Ley Nº 20.283/2008, art. 3º del DS. Nº82/2011,
Reglamento de Protección de Agua, Suelos y Humedales de la ley
de Bosque Nativo […]”.

Centésimo cuadragésimo primero. A continuación, a fojas 558


consta el Plan de Corrección Nº 04/56/17, presentado por la
parte demandada ante la CONAF, en el que se señala: “Estos
sectores que serán reforestados, fueron cortados previamente y
se ubican a ambos lados del camino, y especialmente aquellos
sectores adyacentes al terraplén que se ubican en el área más
próxima a la zona de exclusión de Intervención y a los cursos
de agua temporales existentes, zonas que están representadas y
delimitadas por una línea de color rojo en la figura l, con
ello se espera disminuir y detener los procesos erosivos y de
alteración de los cursos de agua, para lo cual se reforestara
(sic) una zona que considera un ancho variable de 2 a 18 m
aprox. por toda la extensión del camino” (destacado del
Tribunal). Asimismo, en este plan se contienen los planos de
fojas 597 y 598 que dan cuenta tanto del área afectada o ‘con
infracción’ como de los sectores a reforestar In Situ, como
constan en las figuras 1 y 2 de los considerandos octogésimo
cuarto y octogésimo quinto, respectivamente.

Centésimo cuadragésimo segundo. Luego, el Tribunal pudo


apreciar en la inspección personal, según acta de fojas 820,
respecto de este componente, lo siguiente: i) En el punto Nº

107
2, “[…] la existencia de restos de vegetación y desechos
orgánicos a un costado del camino […]”, como se aprecia en la
figura 19; ii) Entre los puntos Nº 2 y 3, por el camino ubicado
en el Lote A4, “[…] se pudo observar la existencia de una obra
de arte de atravieso de camino, consistente en un tubo
enterrado con cemento alrededor para evacuar las aguas
provenientes de una quebrada menor existente en el lugar […]”,
como consta en la figura 20; iii) En el punto Nº 4, ubicado en
el Lote A4, “[…] se pudo observar la existencia de restos de
vegetación y desechos orgánicos a un costado del camino
(Coordenadas UTM = Datum WGS84; Huso 19H; 243886 E; 6245446),
en la ladera de la quebrada […]”, como se puede ver en la
figura 21; iv) En el punto Nº 7, “[…] se observó la existencia
de una obra de arte de atravieso de camino, consistente en un
tubo enterrado con cemento alrededor para evacuar las aguas
provenientes de una quebrada menor existente en el lugar […]”,
lo que se aprecia en la figura 22.

Figura 19. Restos de vegetación observados a la orilla del


camino en el Lote A4 (Fuente: Acta de inspección personal
del Tribunal, fojas 826).

108
Figura 20. Obra de arte de atravieso de camino cercana al
punto 2 del recorrido (Fuente: Acta de inspección personal
del Tribunal, fojas 828).

Figura 21. Restos de vegetación y desechos orgánicos a un


costado del camino entre los puntos 3 a 4 (Fuente: Acta de
inspección personal del Tribunal, fojas 831).

109
Figura 22: Obra de arte de atravieso de camino cercana al
punto 7 del recorrido (Fuente: Acta de inspección personal
del Tribunal, fojas 837).

Centésimo cuadragésimo tercero. En cuanto a los documentos


acompañados junto con el oficio Nº 3.295/2019, remitido por la
SMA, se debe tener presente lo ya señalado en los considerandos
octogésimo octavo a nonagésimo, en cuanto a lo afirmado por la
demandada en su escrito de 6 de junio de 2017, en específico
respecto de las obras de construcción de caminos que comprende
el proyecto y el área afectada.

Centésimo cuadragésimo cuarto. Finalmente, a fojas 914,


consta el oficio Nº 1.323/2019, en el cual el Director Regional
de Aguas de Valparaíso informa que: “[…] se cuenta con los
siguientes procedimientos de fiscalización en trámite: • FD-
0506-26: Con fecha 29 de marzo de 2019, se envió a la Unidad
de Fiscalización de Nivel Central de la D.G.A. conforme a lo
establecido en art. 172 del Código de Aguas, acta de
constatación de fecha 26 de marzo de 2019, en donde se verifica
que Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. no ha dado
cumplimiento a lo ordenado por la Resolución D.G.A. Región de
Valparaíso (exenta) Nº 1019 de fecha 22 de junio de 2017.
Actualmente la D.G.A. nivel central no se ha pronunciado. •
FO-0506-21: Expediente en evaluación. • FO-0506-22: Expediente
en evaluación. • FO-0506-23: Expediente en evaluación. • FO-
0506-24: Expediente en evaluación. • FO-0506-25: Expediente en
evaluación”. En relación con estos expedientes de
fiscalización, el Director Regional de Aguas de Valparaíso, en

110
su oficio Nº 388/2020, informó que se encuentran aún en
tramitación, “[…] en la etapa procesal de visita técnica de
terreno, la cual ha sido programada para la primera quincena
del mes de abril del presente año”, a la vez que remitió copia
de los expedientes.

Centésimo cuadragésimo quinto. En el mismo sentido, en su


declaración el testigo Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel señaló
que: “[…] como se cortó en el sector de la quebrada, una
quebrada que tiene como forma de cruz, justo en el centro, en
el corazón del bosque, ese es el sector donde drenan las aguas,
por lo tanto ahí ocurrió una deforestación, como consecuencia
de la corta se deforestó y se afectó el cauce de la quebrada
[…]. Otro componente afectado es como dije el bosque, el suelo
y bueno el cauce de la quebrada que fue alterado, esos tres
componentes fueron seriamente afectados […] en general no se
intervienen quebradas y si por alguna razón se intervienen, se
intervienen en el sentido perpendicular a la línea de la
quebrada, nunca en forma paralela, porque se genera un daño
muy grande si se hace en la quebrada o encima de la quebrada,
a lo largo de la quebrada. […] Es cosa de ver el plano, no sé
si llamarlo una o dos quebradas, tiene una forma como de cruz,
la parte de abajo principalmente, ahí claramente como se
hicieron los caminos claramente ahí hay una alteración del
cauce, ahí se está tapando el cauce. El hecho es la intervención
de una maquinaria que permitió hacer caminos y que tapó el
cauce, que tapó el libre curso del agua en su dirección natural
hacia abajo. […] el efecto fue […] la alteración del cauce de
la quebrada. […] Efectivamente había una intervención en la
quebrada, se cortó en sectores en la quebrada, se hizo el corte
a lo largo de la quebrada. […] uno fue cortar en sector de
quebrada que está prohibido, cortar la quebrada, descepar y
hacer un camino en sector de quebrada, eso está prohibido por
el Decreto Supremo 82, de aguas y humedales. […] hay una
intervención física en el lugar que provocó la deforestación y
un daño al suelo y al curso de agua, al curso de la quebrada”.

111
Centésimo cuadragésimo sexto. A su vez, la testigo Sra. Mónica
Leticia González Peñaloza declaró al respecto que: “[…] también
había sido alterado el tema de cauces de aguas que posiblemente
en épocas de lluvias, se van a ver afectados por los trabajos
que ahí se hicieron”.

Centésimo cuadragésimo séptimo. De la prueba referida en los


considerandos previos se desprende, como ya se ha señalado en
los componentes anteriores, que personal de la demandada
efectuó obras de construcción de caminos en la Quebrada La
Loma, en su ladera y zona adyacente, ejecutando a lo menos
cinco obras de modificación de cauce, construyendo el camino
en sectores del cauce de la quebrada, obras de arte de atravieso
de camino sin contar con autorización previa de la DGA y
depositando material vegetal en el cauce de la quebrada y zona
contigua. Dicha afectación tuvo como consecuencia la alteración
física del cauce de la quebrada, la alteración del ciclo
hidrológico, efectos sobre la vegetación de naturaleza
higrófila y la generación de riesgos para el medio ambiente y
la salud de las personas.

Centésimo cuadragésimo octavo. En síntesis, la evidencia


analizada permite a este Tribunal sostener que se produjo
afectación del componente cauce de la Quebrada La Loma, por la
construcción de un camino en su cauce, por la realización de
obras de modificación de cauce sin contar con autorización de
la DGA y por la disposición de materiales en la zona de quebrada
que impiden el libre escurrimiento de las aguas.

Centésimo cuadragésimo noveno. A continuación, con el


objeto de acreditar la existencia de daño ambiental es
necesario determinar si la afectación tuvo un carácter
significativo.

Centésimo quincuagésimo. En efecto, la construcción de los


caminos produjo una afectación directa sobre el cauce de
Quebrada La Loma. A juicio de este Tribunal, dicha afectación
resulta significativa, atendida la fragilidad del suelo en esta
zona. Como ya se dijo, las zonas de quebradas y cauces han sido

112
expresamente protegidas por la Ley Nº 20.283, el D.S.
Nº 82/2010 y el Código de Aguas, debido, principalmente, a su
susceptibilidad de degradación debido a la pendiente y escaso
desarrollo de su horizonte superficial. Como se estableció
respecto del componente suelo, su pérdida tiene efectos no sólo
sobre la productividad de las zonas impactadas, sino que
modifica el ciclo hidrológico, al alterar los patrones de
escurrimiento e infiltración, con lo que se altera la
disponibilidad y calidad del agua en las zonas de influencia
de las cuencas afectadas (Servicio Agrícola y Ganadero, 2005,
op. cit.). Lo anterior adquiere especial relevancia ante el
escenario de escasez hídrica de la zona.

Centésimo quincuagésimo primero. Además, la afectación


produjo una disrupción en la pendiente natural, alterando con
esto los patrones de escurrimiento natural de las
precipitaciones, y aumentando los riesgos para el medio
ambiente y la salud de la población ante eventos de lluvias
intensas. En efecto, la DGA dio cuenta en su oficio ordinario
Nº 171/2019 de la existencia de dichos riesgos, lo que también
fue constatado por el fiscalizador Sr. Guillermo Alegre, como
se aprecia en el acta de constatación de hecho de fojas 177.
Dichos antecedentes, además, fueron el fundamento de la
dictación de la medida cautelar de paralización de las obras
de construcción de caminos decretada el 13 de junio de 2019,
mediante resolución de fojas 646.

Centésimo quincuagésimo segundo. Finalmente, la afectación


de la quebrada y los cursos de agua tiene un efecto directo
sobre las especies que habitan preferentemente en estas zonas
como la vegetación higrófila, característica de las quebradas
en la zona de Chile central, como ya fue establecido a propósito
de la significancia del daño en el componente vegetación.

Centésimo quincuagésimo tercero. Como se razonó en los


considerandos precedentes, la significancia de la afectación,
respecto del componente cauce, se encuentra dada por: i) La
fragilidad del área dañada, correspondiente a la quebrada, su
cauce y laderas, cuya intervención se encuentra restringida en

113
la Ley Nº 20.283, en el D.S. Nº 82/2010 y en el Código de
Aguas; ii) La alteración del ciclo hidrológico; iii) Los
efectos sobre la vegetación de naturaleza higrófila que existe
en la quebrada; y, iv) El aumento de los riesgos para el medio
ambiente y la salud de la población ante eventos de lluvias
intensas.

Centésimo quincuagésimo cuarto. En conclusión, a juicio del


Tribunal, se encuentra acreditada en estos autos la afectación
del cauce de la Quebrada La Loma, ubicada en el sector
Horizontes del Mar, comuna de Santo Domingo, en una superficie
cercana a las 2,7 hectáreas, por la construcción de un camino
en el cauce de la quebrada y por efectuar obras de modificación
de cauce sin contar con aprobación previa de la DGA. Como se
indicó, la afectación descrita fue realizada en un área frágil,
provocando efectos sobre el régimen hidrológico, perturbando
la vegetación nativa de tipo higrófilo y aumentando los riesgos
para la salud de la población y al medio ambiente ante eventos
de lluvias intensas, todo lo cual determina que la alteración
sea significativa y, en consecuencia, constitutiva de daño
ambiental, como se declarará en lo resolutivo de esta
sentencia.

4. Conclusión sobre daño ambiental

Centésimo quincuagésimo quinto. Atendido lo razonado en los


considerandos anteriores, el Tribunal concluye que se produjo
pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo,
esto es, daño ambiental, en la Quebrada La Loma, ubicada en el
sector Horizontes del Mar, comuna de Santo Domingo, lo cual
involucra a los componentes vegetación, suelo y cauce, y las
interacciones entre ellos y con otros componentes ambientales.

B. Acción u omisión culpable o dolosa de la Sociedad


Inmobiliaria Altos del Yali Ltda.

Centésimo quincuagésimo sexto. Respecto de este elemento


de la responsabilidad, la demandante funda su posición en que
la Sociedad Inmobiliaria Altos Del Yali Limitada realizó

114
acciones con el objeto de construir un camino para su proyecto
inmobiliario, las que causaron un daño ambiental significativo
a diversos componentes ambientales, en particular, a la
vegetación, suelo y cauce de la Quebrada La Loma. Agrega que
de lo visto por los denunciantes, Carabineros de Chile y los
fiscalizadores de la CONAF, se identifican las siguientes
acciones que provocaron el daño ambiental que señalan: “i)
Corta y descepado de especies arbóreas nativas; ii) Despeje y
destrucción de especies del primer estrato del bosque; iii)
Corte de la pendiente natural de la Quebrada; iv) Extracción
de la capa vegetal del suelo; v) Acopio de la tierra extraída;
vi) Nivelación del terreno a fin de lograr una superficie
plana; vii) Aterramiento de la Quebrada; viii) Trazado del
camino sobre la misma Quebrada; y, ix) Acumulación de parte de
la vegetación cortada y podada al costado del camino”.

Centésimo quincuagésimo séptimo. Adiciona que la demandada


actuó con manifiesta negligencia, pues infringió lo dispuesto
en los artículos 5º, 17 y 19 de la Ley Nº 20.283, los artículos
3º y 14 del D.S. Nº 82/2010 y los artículos 41 y 171 del Código
de Aguas. En cuanto a la Ley Nº 20.283, explica la actora que
de acuerdo con el artículo 5º de este cuerpo legal “toda acción
de corta de bosque nativo, cualquiera sea el tipo de terreno
en que éste se encuentre, deberá hacerse PREVIO PLAN DE MANEJO
aprobado […]” (destacado del original) por la CONAF, norma que
fue infringida por la demandada que cortó y descepó 2,7
hectáreas de bosque nativo sin contar con un plan de manejo
aprobado. Agrega que el actuar de la demandada fue negligente,
limitándose a declarar ante el Juzgado de Policía Local de
Santo Domingo que “desconocía la exigencia de CONAF respecto a
la corta de especies de árboles”. Afirma que el actuar de la
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. también contravino lo
dispuesto en el artículo 17 de la ley, pues este prohíbe la
corta o eliminación de vegetales en sitios frágiles, como los
cursos naturales de agua. Agrega que la regulación de las zonas
frágiles se encuentra en el D.S. Nº 82/2010, bajo la
denominación de zonas de exclusión de intervención de acuerdo
con el artículo 3º de esta normativa. Además, sostiene que la
demandada infringió lo prescrito en el artículo 19 de la Ley

115
Nº 20.283, norma que prohíbe la corta, eliminación, destrucción
o descepado de ejemplares de especies vegetales que se
encuentren en categoría de conservación según el artículo 37
de la Ley Nº 19.300 y que formen parte de un bosque nativo, ya
que en el presente caso la demandada eliminó individuos de la
especie helecho palito negro, que la demandante identifica como
Adiantum chilense, que se encontraban en el bosque esclerófilo
afectado por su acción. Indica que dicha especie se encuentra
protegida por el D.S. Nº 52/2014. Respecto del Código de Aguas,
afirma la demandante que la demandada infringió lo señalado en
sus artículos 41 y 171, pues intervino la Quebrada con cruce
de caminos y mediante el depósito de material sobre ella sin
contar con un pronunciamiento previo de la autoridad
competente. Finalmente, argumenta la actora que las
infracciones expuestas permiten configurar la presunción de
culpabilidad del artículo 52 de la Ley Nº 19.300, tratándose
de una hipótesis de culpa infraccional y que la ilegalidad de
una conducta envuelve la infracción a un estándar de
diligencia.

Centésimo quincuagésimo octavo. En particular, la


demandante alega la infracción de las siguientes normas: i)
Artículos 5º, 17 y 19 de la Ley Nº 20.283; ii) Artículos 3º y
14 del D.S. Nº 82/2010; y, iii) Artículos 41 y 171 del Código
de Aguas.

Centésimo quincuagésimo noveno. Por su parte, la reclamada


no controvierte la realización de las acciones que se le
imputan en el libelo, limitándose a oponer las excepciones y
defensas ya analizadas en los capítulos III a VIII de la
sentencia.

Centésimo sexagésimo. Establecido el marco de discusión,


corresponde al Tribunal determinar si ha existido una acción u
omisión, culposa o dolosa por parte de la demandada que,
finalmente, pueda constituir una fuente de daño ambiental. En
este contexto, el análisis de este elemento de la
responsabilidad se debe circunscribir a aquellas actuaciones u
omisiones que se relacionen directamente con el daño ambiental

116
acreditado en el capítulo precedente. De acuerdo con lo
señalado en dicho apartado, el daño ambiental se configura
debido a la afectación significativa de los componentes
vegetación, suelo y cauce y las interacciones entre estos y
demás componentes ambientales de la Quebrada La Loma, comuna
de Santo Domingo.

Centésimo sexagésimo primero. Los puntos de prueba


relacionados con este elemento de la responsabilidad se
encuentran en los numerales 3, 4 y 5 de la resolución de fojas
657, del siguiente tenor: “3. Acciones u omisiones atribuidas
a la demandada que habrían provocado el daño ambiental alegado.
4. Hechos y circunstancias que configurarían la culpa o el dolo
de la demandada. 5. Efectividad que la demandada infringió
normas ambientales que configurarían la presunción del artículo
52 de la Ley Nº 19.300. Hechos que la constituyen”.

Prueba rendida por las partes

Centésimo sexagésimo segundo. La demandante aportó la


siguiente prueba documental en relación con este elemento de
la responsabilidad:
i) Informe de Corta Nº 1/2008-56/17, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF.
ii) Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la Corporación Nacional Forestal.
iii) Copia de la Resolución Exenta Nº 1.019/2017, emitida por
el Sr. Gonzalo Peña Sandoval, Director Regional de Aguas.
iv) Set de fotografías de fojas 151 a 155.
v) Set de fotografías de fojas 683 a 701.
vi) Impresión de imágenes satelitales de la plataforma Google
Earth, de fojas 802 a 805.

Prueba testimonial de la demandante

Centésimo sexagésimo tercero. Respecto de este elemento de la


responsabilidad, la demandante rindió la testimonial

117
consistente en la declaración de los testigos comunes Sr.
Patrick Nadim Almizry Bôtel y Sra. Mónica Leticia González
Peñaloza.

Prueba documental de la demandada


Centésimo sexagésimo cuarto. Por su parte, la demandada
acompañó los siguientes documentos:
i) Resolución Nº04/56/17, Ley 20.083 de 2008, de 21 de
noviembre de 2017, emitido por el Sr. Andrés Flores del
Castillo, Jefe Provincial, Oficina Provincial San Antonio de
la CONAF.
ii) Informe Técnico Plan de Corrección Nº 04/56/17, emitido
por el Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Oficina Provincial San
Antonio de la CONAF.
iii) Plan de Corrección Nº 04/56/17, presentado por la Sra.
Pamela Herrera González, en representación de Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Limitada.
iv) Plano de levantamiento topográfico agregado al registro
de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de San Antonio,
del año 2014, con el número 1.913.

Prueba testimonial de la demandada

Centésimo sexagésimo quinto. Con relación a estos puntos de


prueba la demandada no rindió prueba testimonial.

Centésimo sexagésimo sexto. Asimismo, en cuanto a este


elemento de la responsabilidad, el Tribunal tuvo en
consideración: i) lo consignado en el acta de la inspección
820, realizada el 16 de octubre de 2019, que rola a fojas 365
y siguientes; y ii) lo señalado y antecedentes adjuntos en los
oficios ordinarios Nº 171/2019 el cual rola a fojas 181,
Nº 158/2019 que rola a fojas 643; Nº 311/2019, que rola a fojas
554, acompañando los documentos de fojas 204 a 553, Nº 36/2019
que rola a fojas 797, Nº 3.295/2019 que rola a fojas 811,
acompañando un CD-ROM con 30 documentos, Nº 1.323/2019, que
consta a fojas 914, Nº 733/2019, que rola a fojas 794,
acompañando los documentos de fojas 751 a 793, Nº 263/2020,

118
que rola a fojas 955, Nº 40/2020, que rola a fojas 947,
acompañando los documentos de fojas 933 a 946 y Nº 388/2020.

Centésimo sexagésimo séptimo. A continuación, el Tribunal


procederá a determinar si ha existido una conducta -acción u
omisión- dolosa o culposa de la demandada.

Centésimo sexagésimo octavo. En primer término, es necesario


tener presente que el estándar de diligencia o cuidado exigido
a Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. es el cumplimiento
de la normativa ambiental general y específica que sirve de
estatuto al proyecto en cuestión que se encontraba ejecutando
al tiempo de ocurridos los hechos, incluyendo los permisos que
le rigen.

Centésimo sexagésimo noveno. La Ley Nº 20.283 prescribe en su


artículo 5º que: “Toda acción de corta de bosque nativo,
cualquiera sea el tipo de terreno en que éste se encuentre,
deberá hacerse previo plan de manejo aprobado por la
Corporación. Deberá cumplir, además, con lo prescrito en el
decreto ley Nº 701, de 1974. Los planes de manejo aprobados
deberán ser de carácter público y estar disponibles en la
página web de la Corporación para quien lo solicite”. Luego,
en su artículo 17 se dispone en su inciso segundo que: “El
Reglamento normará la protección de suelos, cuerpos y cursos
naturales de agua, teniendo, a lo menos, los siguientes
criterios centrales: la pendiente, la pluviometría, la
fragilidad y erodabilidad de los suelos; el nivel de saturación
de los mismos y la flotación de los equipos de madereo. En el
caso de protección de los cursos naturales de agua considerará
además el tamaño de la cuenca, el caudal y su temporalidad”. A
su vez, el Reglamento a que se remite el artículo 17 -el D.S.
Nº 82/2010-, señala en su artículo 3º, inciso segundo, que:
“En la zona de protección de exclusión de intervención, excepto
lo establecido en el artículo 17 letras f) y g) de este
Reglamento, se prohíbe la corta, destrucción, eliminación o
menoscabo de árboles y arbustos nativos, en bosque nativo, la
corta de plantaciones acogidas a lo establecido en el inciso
segundo del artículo 13 del DL 701, de 1974, modificado por la

119
ley 19.561 y la corta, destrucción o descepado de árboles,
arbustos y suculentas, en formaciones xerofíticas según
definición de ellas contenida en el numeral 14 del artículo 2º
de la ley, así como la construcción de estructuras, vías de
saca, el ingreso de maquinarias y el depósito de desechos de
cosecha”.

Centésimo septuagésimo. Por otro lado, el artículo 41 del


Código de Aguas dispone, en lo pertinente, que: “El proyecto y
construcción de las modificaciones que fueren necesarias
realizar en cauces naturales o artificiales que puedan causar
daño a la vida, salud o bienes de la población o que de alguna
manera alteren el régimen de escurrimiento de las aguas, serán
de responsabilidad del interesado y deberán ser aprobadas
previamente por la Dirección General de Aguas de conformidad
con el procedimiento establecido en el párrafo 1 del Título I
del Libro Segundo del Código de Aguas. La Dirección General de
Aguas determinará mediante resolución fundada cuáles son las
obras y características que se encuentran o no en la situación
anterior. Se entenderá por modificaciones no sólo el cambio de
trazado de los cauces, su forma o dimensiones, sino también la
alteración o sustitución de cualquiera de sus obras de arte y
la construcción de nuevas obras, como abovedamientos, pasos
sobre o bajo nivel o cualesquiera otras de sustitución o
complemento. La contravención de lo dispuesto en los incisos
anteriores será sancionada de conformidad a lo establecido en
los artículos 173 y siguientes de este Código”.

Centésimo septuagésimo primero. De la documental rendida en


el proceso, en primer lugar, se señala en el Informe de Corta
Nº 1/2008-56/17, que: “[…] Con fecha 7 de febrero de 2017 a
las 17:00 horas Carabineros se hizo presente en el lugar de
los hechos y procedió a citar al Juzgado de Policía Local de
Santo Domingo al operador de la Excavadora Señor Pablo
Alejandro Fuentes Arce […]. El operador quién autorizó el
ingreso al predio, indicó que es empleado de la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda. cuyo representante legal es
Pamela Herrera González […]”. Se agrega en este informe que:
“En el lugar donde se produjo la infracción (Bosques Nativos

120
de Horizontes del Mar), se cortó formaciones boscosas nativas
mediterráneas del tipo higrófilo […]. El hecho constituye
infracción a la artículo (sic) 3º del Decreto Supremo 82/2011
Reglamento de Protección de Agua Suelos y Humedales de la Ley
de Bosque Nativo, que regula la intervención de estas
formaciones vegetales, especialmente en sitios ecológicamente
frágiles, lo que se denomina Zonas de Protección de Exclusión
de Intervención por dichas disposiciones. Además se incumple
el artículo 5 de la Ley 20.283 por cortar sin previo plan de
manejo aprobado por CONAF”.

Centésimo septuagésimo segundo. Asimismo, en el Informe


Simplificado Nº 3/2008-56/17, que rola a fojas 9, se consigna
como infractores “Pamela Antonieta Herrera González, Rut
9.781.935-1 en representación de la Sociedad Inmobiliaria Altos
del Yali Ltda. […] La presunta infractora es la gestora del
proyecto de parcelación que se efectúa en el predio. Se agrega
que: “En el lugar donde se produjo la infracción (Bosques
Nativos de Horizonte del Mar), se cortó formaciones boscosas
nativas mediterráneas […]. Este hecho constituye infracción al
artículo 17º de la Ley Nº 20.283/2008, que regula la corta o
eliminación de la vegetación nativa en sitios frágiles desde
el punto de vista ecológicos (sic), con relación directa a lo
establecido en el Artículo 3º del Decreto Supremo 82/2011
Reglamento de Protección de Agua Suelos y Humedales de la Ley
de Bosque Nativo, que regula la intervención de estas
formaciones vegetales, especialmente en sitios ecológicamente
frágiles, lo que se denomina Zonas de Protección de Exclusión
de Intervención por dichas disposiciones”. También se
identifica en este informe como uno de los daños la “[…] corta
indiscriminada de la vegetación del bosque sin prescripciones
técnicas de manejo adecuadas desorganizando el ecosistema”.

Centésimo septuagésimo tercero. Además, en el oficio


Nº 311/2019, del Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, se
remitió copia autorizada del expediente Rol Nº 350/2017. En
dichos autos consta la sentencia de 10 de noviembre de 2017,
acompañada a fojas 527 de la presente causa, en la que se
estableció que: “[…] los denunciados efectivamente efectuaron

121
una corta de bosque nativo sin plan de manejo aprobado por
CONAF, en un aérea de Bosque Nativo de Preservación y
Conservación de 1,77 hectáreas, sin retiro del predio del
producto del de (sic) la corta […]”. Así, consta que en esta
sentencia se resolvió: “Que se condena a doña PAMELA ANTONIETA
HERRERA GONZALEZ, Run Nº 9.781.935-1, en su calidad de
representante de la INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA, Run Nº
76.249.434-5, ambas domiciliadas en calle Los Lirios Nº 13, de
la comuna de Santo Domingo […], al pago de una multa de 86
U.T.M., como autores de la infracción prevista en el art. 5º y
17º de la Ley Nº 20.283/2008, art. 3º del DS. Nº82/2011,
Reglamento de Protección de Agua, Suelos y Humedales de la ley
de Bosque Nativo […]”. Además, a fojas 553 de autos, consta el
comprobante de pago de la multa impuesta en la sentencia en
comento, orden de ingreso a nombre de la demandada.

Centésimo septuagésimo cuarto. Igualmente, a fojas 558


consta el Plan de Corrección Nº 04/56/17, documento que fue
acompañado por la propia demandada. En dicho documento se
señala como solicitante a la “Sociedad Inmobiliaria Altos del
Yali Ltda.” y como predios comprendidos en el plan de
corrección “Lote A1; Lote A3; Lote A4”, de la comuna de Santo
Domingo, Región de Valparaíso […]”. Se señala en este plan que
la “[…] reforestación tendrá una disposición espacial regular,
y considerará un espaciamiento promedio de 4 m, lo que
corresponde a una densidad total de 625 arb/ha, de esta manera
prácticamente se reforestará en una relación mayor a 1:3,
respecto al número total de árboles cortados en toda la zona
afectada, o lo que quiere decir que por cada árbol cortado, se
repondrán al menos 3 individuos, considerando que en toda la
superficie intervenida se extrajeron 493 individuos, […] con
ello se lograra (sic) además en el futuro, un incremento de le
cobertura de bosque nativo en el lugar a reforestar, respecto
a la que existía en el lugar afectado previo a la intervención”
(destacado del Tribunal). En este documento se contienen,
además, los planos de fojas 566 a 568, entre los cuales resulta
relevante, a este respecto, el Plano de Plan de Corrección Ley
20.283 “Área con Infracción”, ya agregado en la figura 1 del
considerando octogésimo quinto.

122
Centésimo septuagésimo quinto. A continuación, a fojas 618
consta el Informe Técnico de Fiscalización Forestal, Control
de Cumplimiento de Plan de Manejo de Corrección Nº 04/56/17
Ley 20.283/2008, en el cual se señala que: “se constató que la
actividad de reforestación In-situ de 1,14 hectáreas en los
predios ‘Lote Al, Lote A3 y Lote A4’, Roles 1603-595; 1603-597
y 1603-598, respectivamente, comuna Santo Domingo y Ex-situ de
1,56 hectáreas del predio ‘Lote 3’, Rol 1603-593, está
totalmente incumplida, debido a que no existe ningún intento
de la plantación, ni tampoco de las medidas de protección,
comprometidas en al Plan de Manejo de Corrección Nº 04/56/17-
Ley 20.283/2008; situación que infringe el artículo Nº 54
letras (a) y (b) de la Ley 20.283/2008”.

Centésimo septuagésimo sexto. Por su parte, a fojas 148 consta


la Resolución Exenta Nº 1.019/2017, en la que se estableció
que: “[…] es SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA. quien
ejecuta las labores de remoción de vegetación para la
construcción del camino que da conectividad a los lotes del
predio, por ende, es quien se ve beneficiada con las acciones
realizadas” (destacado del original). Luego se señala que: “[…]
consultado el Catastro Público de Aguas (CPA), sistema de
información oficial de este Servicio, se evidenció que no
existe proyecto de modificación de cauce natural en el sector
sujeto a denuncia, aprobado o en trámite ante este Servicio a
nombre de SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA” (destacado
del original). Además, en esta resolución se decide, entre
otras cosas, lo siguiente: “ACÓJASE, la denuncia presentada
por el Señor PHILLIPP ASSMUS, en contra de la SOCIEDAD
INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA., toda vez que se constata
obra de modificación del cauce de la Quebrada La Loma (sector
alto) […], lo que constituye una infracción a los artículos 41
y 171 del Código de Aguas y sus modificaciones vigentes. 2.
APERCÍBASE a la SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA. […],
en función a lo establecido en el artículo 172 del Código de
Aguas, para que en un plazo perentorio de 15 días, restituya
el cauce de la Quebrada de La Loma, en la condición anterior a
su intervención, contemplando, entre otras actividades, el
retiro del material existente en el cauce de la quebrada, y

123
todas aquellas medidas necesarias para asegurar el libre
escurrimiento de las aguas y que no generen peligros a la vida
o salud de los habitantes […]” (destacado del original).

Centésimo septuagésimo séptimo. Adicionalmente, en el


oficio ordinario Nº 171/2019 que rola a fojas 181, el Director
General de Aguas informó que: “[…] según consta en Acta de
Constatación de Hecho, de fecha 26 de marzo de 2019, referente
a la visita inspectiva realizada por personal de la Unidad de
Fiscalización y Medio Ambiente, de la Dirección General de
Aguas, Región de Valparaíso; la ‘Sociedad Inmobiliaria Altos
del Yali Ltda., no ha dado cumplimiento a lo ordenado por la
Resolución D.G.A Región de Valparaíso (Exenta) Nº 1019, de 22
de junio de 2017 […]. 3.- Por otra parte, en cumplimiento del
resuelvo Nº 6 de la citada Resolución D.G.A Región de
Valparaíso (Exenta) Nº 1019, de 22 de junio de 2017, a través
de la cual se instruyó a la Unidad de Fiscalización y Medio
Ambiente D.G.A. Región de Valparaíso iniciar nuevos
procedimientos de fiscalización de oficio a nombre de la
Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., dado que en la
inspección efectuada, se habrían presumido una serie posibles
obras de modificación del cauce”.

Centésimo septuagésimo octavo. En cuanto a los documentos


acompañados junto con el oficio ordinario Nº 3.295/2019,
remitido por la SMA, entre estos se encuentra el escrito de 6
de junio de 2017, presentado por el abogado de la demandada,
mediante el cual, actuando en representación de la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., afirmó que: “El proyecto se
encuentra formado por cuatro proyectos independientes entre
sí, por ser de propietarios diferentes o estando no unidos
entre ellos […]”. Además, señala en su escrito que: “e) Las
únicas acciones que se realizarán son: i. Ampliación y despeje
de caminos a la paralela a la Quebrada de La Loma, los
existentes eran de 4,5 metros aproximadamente ampliados a 8
metros promedio […]. ii. Ejecución de caminos de servidumbre
legal de paso […]. iii. Los trabajos realizados corresponden
exclusivamente a caminos de las servidumbres de paso […]. iv.
La fecha de inicio de las obras fue el 05 de febrero de 2017.

124
[…] En atención que el proyecto contempla solamente el
mejoramiento y ensanche de caminos, el área máxima afectada
será de 32.368 metros cuadrados, a los cuales se deben
descontar los caminos existentes de 4,5 metros aproximados, y
los senderos del mismo tipo, quedando intacta el resto de la
vegetación”. Además, la demandada acompañó los planos de
subdivisión predial de los lotes A1, 3, A3 y A4, como se aprecia
en las figuras 3, 4 y 5 del considerando nonagésimo.

Centésimo septuagésimo noveno. Por su parte, a fojas 914,


consta el oficio ordinario Nº 1.323/2019, en el cual el
Director Regional de Aguas de Valparaíso informa de los
procedimientos de fiscalización en trámite ante dicha
institución, entre los cuales se encuentra el expediente FC-
0506-26, en el que consta que: “[…] Con fecha 29 de marzo de
2019, se envió a la Unidad de Fiscalización de Nivel Central
de la D.G.A. conforme a lo establecido en art. 172 del Código
de Aguas, acta de constatación de fecha 26 de marzo de 2019,
en donde se verifica que Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali
Ltda. no ha dado cumplimiento a lo ordenado por la Resolución
D.G.A. Región de Valparaíso (exenta) Nº 1019 de fecha 22 de
junio de 2017. Actualmente la D.G.A. nivel central no se ha
pronunciado […]”. Asimismo, se informa que los demás
procedimientos de fiscalización, instruidos en cumplimiento de
la Resolución Exenta Nº 1.019/2017, se encuentran pendientes.

Centésimo octogésimo. Adicionalmente, en el acta de


inspección personal del Tribunal, consta que: i) En el punto
Nº 8, ubicado en el Lote A3, “[…] la existencia de un camino
sin pavimentar de data no determinable a simple vista”; ii) En
el punto Nº 2, ubicado en el Lote A4, “[…] se pudo observar la
existencia de un camino sin pavimentar construido a un nivel
menor que la pendiente natural. […] Además, se pudo observar
también la existencia de restos de vegetación y desechos
orgánicos a un costado del camino […]; iii) Entre los puntos
Nº 2 y 3, “Al avanzar por el camino ubicado en el Lote A4, en
dirección sur poniente a nororiente se pudo observar la
existencia de una obra de arte de atravieso de camino,
consistente en un tubo enterrado con cemento alrededor para

125
evacuar las aguas provenientes de una quebrada menor existente
en el lugar […]. Asimismo, se observó la existencia de un
montículo de arena y ripio en pequeña cantidad”; iv) En el
punto Nº 3, ubicado en el Lote A1, “El Ministro Sr. Delpiano
preguntó respecto a la fecha en que se habría construido el
camino, respondiendo al respecto el abogado Sr. José Flores
Aravena que éste ya existía cuando acompañó a la Jueza de
Policía Local en la inspección realizada en dicha instancia
[…]. […] el Tribunal pudo observar que el camino gira hacia la
izquierda, en dirección nororiente a sur poniente, lugar en
que se observa el corte de la ladera efectuado para la
construcción del camino […]; v) Entre los puntos Nº 3 y 4, “[…]
se pudo observar la existencia de restos de vegetación y
desechos orgánicos a un costado del camino […], en la ladera
de la quebrada […]. Asimismo, en la ladera de la quebrada se
observó la presencia de ejemplares de Peumo (Cryptocaya alba),
los que se encontraban inclinados en dirección a la quebrada.
En el lugar se pudo apreciar también el corte de la ladera
afectando la pendiente natural de ésta”; vi) En el punto Nº 5,
ubicado en el Lote A4, “[…] El Ministro Sr. Delpiano consultó
la fecha en que había sido construido el camino, respondiendo
el abogado Sr. José Flores Aravena que antes del mes de
diciembre del año 2017”; vii) En el punto Nº 6, ubicado en el
Lote A3, “[…] se observó que el camino presenta signos de
movimiento de tierra aparentemente recientes […]”; viii) En el
punto Nº 7, “[…] se observó la existencia de una obra de arte
de arte de atravieso de camino, consistente en un tubo
enterrado con cemento alrededor para evacuar las aguas
provenientes de una quebrada menor existente en el lugar […].
Asimismo, se observó la existencia de restos de arena y ripio
en pequeña cantidad”.

Centésimo octogésimo primero. Lo referido en los considerandos


anteriores se encuentra en consonancia con lo declarado por el
testigo de la demandante, Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel,
quien sostuvo que: “[…] fui a hablar […] con la señora Pamela
Herrera que es la representante de la inmobiliaria, entiendo
que no es la propietaria, pero quién reconoció que efectúo la
corta, me reconoció a mí que ella mandó a hacer la corta como

126
representante de la empresa […]. La acción que ejecutaron fue
la utilización de maquinaria pesada, excavadora o
retroexcavadora o motoniveladora también, para la construcción
de caminos, la acción que se ejecutó y el efecto fue la
deforestación del bosque, la eliminación de especies
forestales, dejar la cubierta del suelo sin vegetación,
expuesto a procesos erosivos y la alteración del cauce de la
quebrada. La acción es el hecho de cortar el bosque y hacer un
camino y el efecto es la alteración básicamente. Efectivamente
había una intervención en la quebrada, se cortó en sectores en
la quebrada, se hizo el corte a lo largo de la quebrada […].
Si, claramente, uno fue cortar en sector de quebrada que está
prohibido, cortar la quebrada, descepar y hacer un camino en
sector de quebrada, eso está prohibido por el Decreto Supremo
82, de aguas y humedales. Se cortó bosque nativo sin haber
presentado plan de manejo respectivo infringiéndose el artículo
5º de la Ley de Bosque Nativo y 82 del Decreto de aguas y
humedales, básicamente hay dos infracciones. Básicamente eso
desde el punto de vista de la legislación forestal,
infracciones y daños a tres componentes, en los términos que
indiqué en la primera pregunta. […] Como funcionario conozco
el Reglamento de Aguas, Suelos y Humedales que prohíbe la
intervención de las quebradas, tiene una prohibición expresa,
salvo algunas excepciones que están contenidas en el, que es
más que nada hacer pasadas de caminos y otras obras menores,
en general está prohibido. Ahora ese es un tema, en bosque de
uso múltiple que es bosque que está fuera de las quebradas,
ahí hay que presentar un plan de manejo para poder cortarlo,
en este caso no se presentó plan de manejo ni por una ni por
otra situación. Ahora, efectivamente se presentó un plan de
corrección, si bien se aprobó desde el punto de vista
estrictamente ambiental no es suficiente para todo el bosque.
Desde el punto de vista de la normativa forestal ahí
efectivamente hubo una infracción y se cursó la infracción”.

Centésimo octogésimo segundo. En el mismo sentido, la testigo


Sra. Mónica Leticia González Peñaloza declaró que: “[…] en la
visita que realicé pude constatar que habían alterado la
vegetación que ahí se encontraba y que habían árboles

127
descepados, y que habían árboles a mitad de camino y que se
había intervenido la loma del cerro a como era. […] la denuncia
llega haciendo mención que era la inmobiliaria. Lo que yo hago
es concurrir al lugar y pedirle a las otras direcciones si
ellos conocían de que habían permisos para subdividir ese lugar
y ahí la dirección de obras me contesta de que posiblemente
esos trabajos son de una inmobiliaria que ya ellos tenían
conocimiento. […] con mi visita al lugar constaté que había
daño ambiental y que había sido además muy perjudicado el
lugar, por los trabajos que evidentemente pude apreciar”. Al
preguntar el Ministro Sr. Delpiano, Presidente, respecto a
cuáles fueron, a su juicio, las normas infringidas, la testigo
contestó que: “La Ley de Bosques y el Reglamento de suelo,
porque ahí efectivamente se vieron alterados, el suelo del
lugar”.

Centésimo octogésimo tercero. Los antecedentes referidos en


este acápite, apreciados de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, conforme lo establece el artículo 35 de la ley
Nº 20.600, son suficientes para acreditar la acción, a lo
menos, culpable, de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali
Ltda., quien no cumplió con lo dispuesto en los artículos 5º y
17 de la Ley Nº 20.283 y 3º del D.S. Nº 82/2010, al haber
efectuado una acción de corta y descepado de bosque nativo en
la Quebrada La Loma sin contar con un plan de manejo aprobado
por la CONAF, además de no cumplir lo prescrito en los artículos
41, 171 y 172 del Código de Aguas, al efectuar obras de
modificación de cauce sin contar con la aprobación de la DGA,
verificándose, de esta forma, el segundo elemento de la
responsabilidad.

Centésimo octogésimo cuarto. Para mayor abundamiento, y sin


perjuicio de estar acreditada la acción, a lo menos culpable,
de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., concurren,
en la especie, los requisitos para aplicar la presunción de
responsabilidad establecida en el artículo 52 de la Ley
Nº 19.300. Dicho precepto legal señala que: “Se presume
legalmente la responsabilidad del autor del daño ambiental, si
existe infracción a las normas de calidad ambiental, a las

128
normas de emisiones, a los planes de prevención o de
descontaminación, a las regulaciones especiales para los casos
de emergencia ambiental o a las normas sobre protección,
preservación o conservación ambientales, establecidas en la
presente ley o en otras disposiciones legales o
reglamentarias”.

Centésimo octogésimo quinto. En cuanto al concepto “normas


sobre protección, preservación o conservación ambientales”,
que se emplea al final de la referida disposición legal, éste
debe entenderse inclusivo de aquellas leyes, regulaciones u
otras normas que tengan un objeto ambiental definido. El hecho
que aquél no haya sido definido jurídicamente obliga a una
exégesis que, pese a formularse en el marco de una presunción
simplemente legal, lleva a entenderlo conforme su tenor literal
lo indica: un concepto amplio de normativa que trasunte la
protección, preservación o conservación del medio ambiente.

Centésimo octogésimo sexto. En el presente caso, el artículo


1º de la Ley Nº 20.283 prescribe que este cuerpo legal “[…]
tiene como objetivos la protección, la recuperación y el
mejoramiento de los bosques nativos, con el fin de asegurar la
sustentabilidad forestal y la política ambiental”. A su vez,
el D.S. Nº 82/2010 establece diversas restricciones y
obligaciones para la corta, destrucción, eliminación o
menoscabo de árboles y arbustos nativos, en bosque nativo, y
la corta, destrucción o descepado de árboles, arbustos y
suculentas, en formaciones xerofíticas, con el objeto de “[…]
proteger los suelos, manantiales, cuerpos y cursos naturales
de agua y humedales declarados sitios prioritarios de
conservación, por la Comisión Nacional del Medioambiente, o
sitios Ramsar, en adelante ‘humedales’, evitando su deterioro
y resguardando la calidad de las aguas”. A su vez, el Código
de Aguas en su artículo 41 dispone que el proyecto y la
construcción de obras que fueren necesarias realizar en cauces
naturales o artificiales que “[…] puedan causar daño a la vida,
salud o bienes de la población o que de alguna manera alteren
el régimen de escurrimiento de las aguas, serán de
responsabilidad del interesado y deberán ser aprobadas

129
previamente por la Dirección General de Aguas […]”. De lo
expuesto, aparece que todos estos cuerpos legales y
reglamentarios constituyen normas de protección, preservación
o conservación ambiental en los términos del artículo 52 de la
Ley Nº 19.300.

Centésimo octogésimo séptimo. En conclusión, podría también


presumirse legalmente la responsabilidad de la Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Ltda., en los términos del artículo
52 de la Ley Nº 19.300, por haber incumplido ésta diversas
disposiciones de la Ley Nº 20.283, del D.S. Nº 82/2010 y del
Código de Aguas.

C. Relación de causalidad

Centésimo octogésimo octavo. Habiéndose acreditado que la


demandada ha incurrido en acciones, a lo menos culpables, que
además constituyen presunción de responsabilidad en los
términos del artículo 52 de la Ley Nº 19.300, corresponde a
continuación determinar si estas conductas se encuentran
vinculadas causalmente con el daño ambiental establecido.

Centésimo octogésimo noveno. La resolución que recibió la


causa a prueba, que rola a fojas 657, estableció como hecho
pertinente, substancial y controvertido el siguiente: “6.
Relación de causalidad entre el daño ambiental alegado y la
acción u omisión atribuida a la demandada”.

Centésimo nonagésimo. Sobre el particular, la demandante


señala que la demandada realizó las acciones descritas
anteriormente en la Quebrada La Loma con el objeto de construir
un camino para su proyecto inmobiliario. Afirma que dichas
acciones serían culpables y causaron daño ambiental, pues
afectaron componentes ambientales, tales como, vegetación,
suelo y cauce de la Quebrada, todo de manera significativa.
Agrega que, si la demandada no hubiera ejecutado la
construcción de un camino en la Quebrada, ésta no sufriría la
afectación que es posible apreciar en la actualidad.
Adicionalmente, sostiene que en el caso de autos correspondería

130
aplicar la presunción de causalidad del artículo 52 de la Ley
Nº 19.300, pues existiendo infracción a una norma de protección
y daño ambiental, le corresponde al infractor probar que no
existe causalidad entre su actuar y el daño.

Centésimo nonagésimo primero. A este respecto, la demandada no


controvierte la relación de causalidad entre las acciones que
se le imputan y el resultado dañoso que habrían tenido.

Prueba documental de la demandante

Centésimo nonagésimo segundo. Respecto de este punto de prueba


la demandante aportó los siguientes documentos:
i) Informe de Corta Nº 1/2008-56/17.
ii) Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17.
iii) Copia de la Resolución Exenta Nº 1.019/2017.
iv) Set de fotografías de fojas 151 a 155.
v) Set de fotografías de fojas 683 a 701.
vi) Impresión de imágenes satelitales de la plataforma Google
Earth, de fojas 802 a 805.

Prueba testimonial de la demandante

Centésimo nonagésimo tercero. Con relación al punto de prueba


Nº 6 la demandante rindió la testimonial consistente en la
declaración de los testigos comunes Sr. Patrick Nadim Almizry
Bôtel y Sra. Mónica Leticia González Peñaloza.

Prueba documental de la demandada

Centésimo nonagésimo cuarto. Por su parte, la demandada aportó


la siguiente prueba documental relativa a este elemento de la
responsabilidad:
i) Resolución Nº04/56/17, Ley 20.083 de 2008, de 21 de
noviembre de 2017, emitida por el Sr. Andrés Flores del
Castillo, Jefe Provincial, Oficina Provincial San Antonio de
la Corporación Nacional Forestal.

131
ii) Informe Técnico Plan de Corrección Nº 04/56/17, emitido
por el Sr. Patrick Almizry Bôtel, Analista, Oficina Provincial
San Antonio de la CONAF.
iii) Plan de Corrección Nº 04/56/17, presentado por la Sra.
Pamela Herrera González, en representación de Sociedad
Inmobiliaria Altos del Yali Limitada.
iv) Plano de levantamiento topográfico agregado al registro
de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de San Antonio,
del año 2014, con el número 1913.

Prueba testimonial de la demandada

Centésimo nonagésimo quinto. Sobre este punto la demandada no


rindió prueba testimonial.

Centésimo nonagésimo sexto. Además, respecto de este


elemento de la responsabilidad, el Tribunal tuvo en
consideración lo consignado en: i) el acta de la inspección
820, realizada el 16 de octubre de 2019, que rola a fojas 365
y siguientes; y ii) lo señalado y antecedentes adjuntos en los
oficios ordinarios Nº 171/2019 el cual rola a fojas 181,
Nº 158/2019 que rola a fojas 643; Nº 311/2019, que rola a fojas
554, acompañando los documentos de fojas 204 a 553, Nº 36/2019,
que rola a fojas 797, Nº 3.295/2019, que rola a fojas 811,
acompañando un CD-ROM con 30 documentos, Nº 1.323/2019 que
consta a fojas 914, Nº 733/2019, que rola a fojas 794,
acompañando los documentos de fojas 751 a 793, Nº 263/2020 que
rola a fojas 955, Nº 40/2020, que rola a fojas 947, acompañando
los documentos de fojas 933 a 946, y Nº 388/2020.

Centésimo nonagésimo séptimo. Asimismo, constan en el proceso


antecedentes suficientes que acreditan -aun sin recurrir a la
referida ficción legal- la relación de causalidad entre la
acción, a lo menos culposa, de la demandada y el daño ambiental.

Centésimo nonagésimo octavo. En efecto, en primer lugar, en


el Informe de Corta Nº 1/2008-56/17, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF, se consignan como

132
impactos producidos por la intervención no autorizada: “1.
Destrucción del Ecosistema prioritario para la conservación de
la biodiversidad considerando que es un sector con especies
arbóreas y arbustivas higrófilas, propias de las escasas zonas
húmedas que existen en la V Región. 2. Inicio intempestivo e
incremento del riesgo de erosión y desprotección del suelo, lo
que genera una menor producción de agua limpia por parte de la
vegetación de la quebrada. 3. Desvío del curso de agua de la
quebrada lo que genera procesos erosivos, embancamiento de
sedimentos e inundaciones. 4 Se evidencia desechos de
explotación vertidos sobre la quebrada. 5. Interrupción y
afectación del ciclo hidrológico. 6. Pérdida del Patrimonio
Ecológico, constituido por la vegetación nativa que se
desarrolla en las quebradas y los cauces naturales de la comuna
y pérdida de calidad del patrimonio paisajístico de la comuna,
que recrea y embellece la zona de atractivo turístico de del
(sic) sector. 7. Desechos vegetales secos que provocan
incendios forestales”. Por consiguiente, de acuerdo con este
documento, la causa de estos impactos es la intervención no
autorizada de la Quebrada La Loma, realizada por personal de
la demandada, como ya fue establecido en el acápite anterior.

Centésimo nonagésimo noveno. En el mismo sentido, en el


Informe Simplificado Nº 3/2008-56/17, emitido por el
fiscalizador Sr. Patrick Almizry Bôtel, de la Dirección
Provincial de San Antonio, de la CONAF, acompañado a fojas 9,
se señalan como daños identificados de la acción de corta de
bosque nativo realizada por la demandada los siguientes: “1.
Corta indiscriminada de la vegetación del bosque sin
prescripciones técnicas de manejo adecuadas desorganizando el
ecosistema. 2. Inicio de procesos erosivos y desprotección del
suelo. 3. Pérdida de la calidad del paisaje boscoso que recrea
y embellece la zona. 4. Alteración del hábitat y lugar de
refugio de la avifauna chilena. 5. Interrupción del ciclo
hidrológico de la cuenca por ‘aterramiento’ de la Quebrada La
Loma de Horizontes del Mar”. Así, este documento es consistente
con el informe anterior en vincular los efectos que se
transcriben con la acción de corta de bosque nativo realizada
por la demandada.

133
Ducentésimo. De igual forma, en la sentencia dictada por el
Juzgado de Policía Local de Santo Domingo, que rola a fojas
527, aparece que: “[…] los denunciados efectivamente efectuaron
una corta de bosque nativo sin plan de manejo aprobado por
CONAF, en un aérea de Bosque Nativo de Preservación y
Conservación […]”. En dicha sentencia se resolvió condenar:
“[…] a doña PAMELA ANTONIETA HERRERA GONZALEZ, Run Nº
9.781.935-1, en su calidad de representante de la INMOBILIARIA
ALTOS DEL YALI LTDA, Run Nº 76.249.434-5, ambas domiciliadas
en calle Los Lirios Nº 13, de la comuna de Santo Domingo […],
al pago de una multa de 86 U.T.M., como autores de la infracción
prevista en el art. 5º y 17º de la Ley Nº 20.283/2008, art. 3º
del DS. Nº82/2011, Reglamento de Protección de Agua, Suelos y
Humedales de la ley de Bosque Nativo […]”. Así, resulta que se
imputó a la acción de la demandada la afectación de un área de
bosque nativo de preservación y conservación, siendo condenada
al pago de una multa, sanción que fue cumplida precisamente
por aquélla, como consta del comprobante de ingreso municipal
acompañado a fojas 553.

Ducentésimo primero. Adicionalmente, los tres documentos


previos se vinculan con la propia conducta de la demandada,
pues ésta presentó un plan de corrección ante la CONAF de
conformidad al artículo 44 del D.S. Nº 93/2008, en el cual se
indica como causa asociada el expediente rol R Nº 350/2017 del
Juzgado de Policía Local de Santo Domingo. En este instrumento
se reconoce explícitamente que: “El motivo de la infracción
corresponde a la corta no autorizada de bosque nativo
perteneciente al tipo forestal Esclerófilo, sin contar con la
previa aprobación de un Plan de Manejo de Corta y Reforestación
de Obras Civiles”. Nuevamente, este antecedente ratifica que
el daño ambiental establecido en el capítulo precedente de esta
sentencia tiene como causa la conducta de la demandada. Además,
se debe considerar que la CONAF informó en los oficios
ordinarios Nº 158/2019 y 40/2020, de fojas 643 y 947
respectivamente, que la demandada no ha dado cumplimiento al
plan de corrección referido.

134
Ducentésimo segundo. Por otro lado, en la Resolución Exenta
Nº 1.019/2017, se estableció que: “[…] es SOCIEDAD INMOBILIARIA
ALTOS DEL YALI LTDA. quien ejecuta las labores de remoción de
vegetación para la construcción del camino que da conectividad
a los lotes del predio, por ende, es quien se ve beneficiada
con las acciones realizadas” (destacado del original).
Asimismo, en dicho documento se indica que revisado el “[…]
Catastro Público de Aguas (CPA), […] se evidenció que no existe
proyecto de modificación de cauce natural en el sector sujeto
a denuncia, aprobado o en trámite c1nte este Servicio a nombre
de SOCIEDAD INMOBILIARIA ALTOS DEL YALI LTDA.”. En
consecuencia, resulta claro que la modificación del cauce de
la Quebrada La Loma tuvo como causa las labores de remoción de
vegetación para la construcción de un camino efectuadas por la
demandada, sin autorización previa de la DGA. Además, la DGA
informó en el oficio ordinario Nº 171/2019, que la demandada
tampoco ha dado cumplimiento a lo ordenado en la mentada
Resolución Exenta Nº 1.019/2017, en orden a restituir el cauce
de la quebrada en la condición anterior a su intervención.

Ducentésimo tercero. De la misma manera, los antecedentes


referidos en el considerando anterior son coincidentes con lo
observado por el Tribunal, como consta en el acta de inspección
personal de fojas 820 y siguientes, oportunidad en que el
abogado de la demandada informó que el camino observado fue
realizado antes del mes de diciembre del año 2017 y así como
la ejecución de actividades de reforestación en conformidad al
plan de corrección aprobado por la CONAF.

Ducentésimo cuarto. También se debe considerar que todo lo


establecido en los considerandos que anteceden es concordante
con lo declarado en estrados por los testigos de la demandante,
Sr. Patrick Nadim Almizry Bôtel y Sra. Mónica Leticia González
Peñaloza. En efecto, el primero indicó que: “Hay una relación
directa, hay una intervención física en el lugar que provocó
la deforestación y un daño al suelo y al curso de agua, al
curso de la quebrada. Ésa es la acción y el efecto que se
causa, es el daño al bosque, suelo y quebrada. Porque posterior
a la vista en terreno yo tuve una entrevista con la

135
representante de la Inmobiliaria El Yali, Pamela Herrera, y
ella me reconoció todo, ella me reconoció que ella mandó, la
inmobiliaria de la que ella es representante, mandó a cortar
esos bosques, ella me lo dijo. […] Lo que si tengo claro es
que hablé con la señora Pamela Herrera y ella reconoció la
corta, la maquinaría podría ser de un contratista, de un
tercero […]”. En cuanto a la testigo Sra. Mónica González, ésta
declaró que: “sí, viendo el lugar, es que yo creo que es cosa
de estar en el lugar y ver lo que hay, y saber que si entran
maquinarias a hacer trabajos, a hacer un levantamiento o corte
de cerro se producen daños con conocimiento.

Ducentésimo quinto. En síntesis, la prueba allegada al proceso


permite al Tribunal concluir que la acción, a lo menos
culpable, en que incurrió la Sociedad Inmobiliaria Altos Del
Yali Ltda. hizo posible la corta y descepado de bosque nativo,
la eliminación de la capa vegetal, la exposición del suelo a
procesos erosivos y la alteración del cauce de la Quebrada La
Loma, causando daño ambiental a los componentes vegetación,
suelo y cauce.

Ducentésimo sexto. En consecuencia, el Tribunal concluye que


el nexo causal entre la acción, a lo menos culposa, de la
demandada y el daño a los componentes vegetación, suelo y cauce
en la Quebrada La Loma, comuna de Santo Domingo, se encuentra
plenamente acreditado. Por esta razón, concurren en el presente
caso todos los elementos para establecer la responsabilidad
por daño ambiental de Sociedad Inmobiliaria Altos Del Yali
Ltda. De esta forma, y teniendo presente lo razonado en los
considerandos cuadragésimo primero a cuadragésimo quinto,
corresponde rechazar la alegación de falta de legitimación
pasiva.

X. De la reparación ambiental

Ducentésimo séptimo. Conforme se estableció en el cuerpo


de la sentencia, la demandada incurrió en una acción, a lo
menos culpable que ha causado un daño ambiental significativo
a los componentes vegetación, suelo y cauce de la Quebrada La

136
Loma, por lo que, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 3º y 51 de la Ley Nº 19.300, debe proceder a su
reparación. Con este objeto el Tribunal dispondrá que la
demandada presente ante la Superintendencia del Medio Ambiente
un plan de reparación, con el objeto de reponer el medio
ambiente, en particular los componentes referidos, a una
calidad similar a la que tenían con anterioridad al daño
causado, o, en caso de no ser ello posible, reestablecer sus
propiedades básicas, como se indica en lo resolutivo.

POR TANTO Y TENIENDO PRESENTE lo dispuesto en los artículos 17


Nº 2, 18 Nº 2, 23, 25, 33 y siguientes de la Ley Nº 20.600;
2º, 3º, 24, 37, 51, 52, 53, 54 y 60 de la Ley Nº 19.300; 1º,
5º, 17, 19, 44, 47 y 51 de la Ley Nº 20.283; 3º y 14 del D.S.
Nº 82/2010; 44 del D.S. Nº 93/2008; 41, 171 y 172 del Código
de Aguas; 43 de la Ley Nº 20.417 Ley Orgánica de la
Superintendencia del Medio Ambiente; 16 y siguientes del
Decreto Supremo Nº 30, del Ministerio del Medio Ambiente, de
20 de agosto de 2012; 254 y 303 del Código de Procedimiento
Civil; 19 Nº 8 de la Constitución Política de la República y
en las demás disposiciones citadas pertinentes:

SE RESUELVE:

I. Rechazar la objeción de documentos y la solicitud de


apercibimiento del artículo 41 de la Ley Nº 20.600, formuladas
por la demandada.

II. Rechazar las excepciones de incompetencia, litispendencia,


cosa juzgada e ineptitud del libelo, por las razones expuestas
en la parte considerativa de la sentencia.

III. Rechazar las alegaciones de falta de legitimación activa


y pasiva, non bis in idem, imposibilidad de cumplimiento e
improcedencia del petitorio, formuladas por la demandada.

IV. Acoger la demanda de reparación por daño ambiental


interpuesta por el Sr. Fernando Rodríguez Larraín, en
representación de la I. Municipalidad de Santo Domingo, en
contra de la Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Limitada,
representada por la Sra. Pamela Herrera González, conforme a

137
los razonamientos contenidos en los considerandos pertinentes,
declarando que ésta ha causado daño ambiental a los componentes
vegetación, cauce y suelo de la Quebrada La Loma, ubicada en
la comuna de Santo Domingo, Región de Valparaíso, por lo cual
se la condena a reparar el medio ambiente dañado, según se
señala a continuación:
i) Sociedad Inmobiliaria Altos del Yali Limitada deberá
presentar a la Superintendencia del Medio Ambiente, en el plazo
de 90 días hábiles, contados desde que la sentencia se
encuentre ejecutoriada, un Plan de Reparación para la Quebrada
La Loma, ubicada en la comuna de Santo Domingo, Región de
Valparaíso, que contemple las acciones y metas de restauración
de los componentes dañados, privilegiando la reparación in
situ, -sin perjuicio de otras opciones que avale la SMA- en
los términos del artículo 2º letra s) de la Ley Nº 19.300,
mediante la adopción de las medidas pertinentes.
El Plan de Reparación deberá:
a. Contemplar la caracterización detallada de la zona a
restaurar, en términos de superficie y de todo parámetro que
permita evaluar la evolución de la restauración de los
componentes vegetación, cauce y suelo.
b. Proponer objetivos e indicadores y un programa de
monitoreo asociados a ellos, con parámetros y sus respectivas
metodologías, estableciendo la frecuencia de mediciones y de
entrega de informes a las entidades indicadas en el punto ii)
siguiente para su adecuado seguimiento.
c. Establecer las metas de restauración y estimar la duración
de la implementación de las medidas;
d. La ejecución del Plan de Restauración deberá considerar y
abordar efectivamente aspectos como la duración de los ciclos
de vida de las especies involucradas, la fragmentación de
hábitats por barreras en el ecosistema, procesos edáficos y
los efectos de la variabilidad ambiental, tales como
estacionalidad, El Niño (ENSO), cambio climático, etc., sobre
variables relevantes, por ejemplo, la precipitación, a fin de
garantizar el éxito a largo plazo de las medidas propuestas.
e. Considerar e incorporar el plan de corrección aprobado
mediante Resolución Exenta Nº “04/56/17 Ley 20.283, de 2008”,
de 21 de noviembre de 2017, del Jefe Provincial de San Antonio

138
de la Corporación Nacional Forestal, así como cualquiera otra
que la modifique o complemente. Asimismo, se deberá considerar
e incorporar lo ordenado en la Resolución Exenta Nº 1.019, de
22 de junio de 2017, dictada por el Director Regional de Aguas,
Región de Valparaíso, así como cualquier otra resolución que
la modifique o complemente.
ii) El procedimiento de aprobación del plan de reparación se
regirá por las reglas establecidas en el artículo 43 de la
LOSMA y por el Decreto Supremo Nº 30, del Ministerio del Medio
Ambiente, de 20 de agosto de 2012, que Aprueba Reglamento sobre
Programas de Cumplimiento, Autodenuncia y Planes de Reparación,
debiendo incluir un pronunciamiento sobre los aspectos
técnicos, a lo menos, de la CONAF y de la DGA de la Región de
Valparaíso, e informes de, a lo menos, la SEREMI de Medio
Ambiente y del SAG de la Región de Valparaíso, así como de todo
otro órgano con competencias relevantes al efecto.
iii) La fiscalización de la ejecución del plan será de cargo
de la Superintendencia del Medio Ambiente, sin perjuicio de
las competencias de otros organismos del Estado. Este
instrumento de carácter ambiental deberá ser incorporado a los
programas o subprogramas que establezca la SMA, con una
frecuencia de fiscalización al menos anual.
iv) La demandada deberá informar a este Tribunal de los
siguientes hitos, acompañando los antecedentes respectivos:
a. Presentación de propuesta de plan de reparación.
b. Aprobación del plan de reparación.
c. Avances en la ejecución del plan de reparación, en forma
anual a contar de la aprobación por parte de la SMA.
d. Ejecución completa del plan de reparación, aprobada por
la SMA.

V. Se condena en costas a la parte demandada, por haber


resultado completamente vencida.

Se previene que el Ministro Sr. Sabando concurre a la decisión,


sin embargo, fue del parecer de no requerir los informes de
avances y de la completa ejecución del plan de reparación, por
tratarse de cuestiones eventualmente reclamables ante este
Tribunal. Además, estuvo por no condenar en costas, por
considerar que la demandada tuvo motivo plausible para litigar.

139
Notifíquese, regístrese y archívese en su oportunidad.

Rol D Nº 39-2017.

Pronunciado por el Ilustre Segundo Tribunal Ambiental,


integrado por los ministros Sr. Cristián Delpiano Lira,
Presidente, Sr. Alejandro Ruiz Fabres y Sr. Felipe Sabando Del
Castillo.

Redactó la sentencia y su prevención el ministro Sr. Felipe


Sabando Del Castillo.

En Santiago, a veintinueve de mayo de dos mil veinte, autoriza


el Secretario Abogado del Tribunal Sr. Leonel Salinas Muñoz,
notificando por el estado diario la resolución precedente.

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