Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Surrending PDF
Surrending PDF
3
Esta traducción fue realizada por un grupo de personas que de manera
altruista y sin ningún ánimo de lucro dedica su tiempo a traducir, corregir y
diseñar de fantásticos escritores. Nuestra única intención es darlos a conocer a
nivel internacional y entre la gente de habla hispana, animando siempre a los
lectores a comprarlos en físico para apoyar a sus autores favoritos.
4
Prólogo ............................................................................................................................ 8
Capítulo 1 ...................................................................................................................... 12
Capítulo 2 ...................................................................................................................... 17
Capítulo 3 ...................................................................................................................... 22
Capítulo 4 ...................................................................................................................... 29
Capítulo 5 ...................................................................................................................... 33
Capítulo 6 ...................................................................................................................... 36
Capítulo 7 ...................................................................................................................... 39
Capítulo 8 ...................................................................................................................... 48
Capítulo 9 ...................................................................................................................... 52
Capítulo 10 .................................................................................................................... 55
Capítulo 11 .................................................................................................................... 57
Capítulo 12 .................................................................................................................... 63
Capítulo 13 .................................................................................................................... 67
Capítulo 14 .................................................................................................................... 70
Capítulo 15 .................................................................................................................... 75
Capítulo 16 .................................................................................................................... 82
Capítulo 17 .................................................................................................................... 90
Capítulo 18 .................................................................................................................... 96
5
Capítulo 27 .................................................................................................................. 154
6
Capítulo 54 .................................................................................................................. 282
7
"Es mejor si solo mantenemos esto casual, Dev".
"Eres todo menos casual, Kate. Te quiero a ti y siempre obtengo lo que quiero".
8
Kate
Ásperas manos gentiles deambulan sobre su enfebrecido cuerpo como una
lengua caliente extendiendo una llamarada de fuego en su despertar. Su ardiente
mirada es fiera, pero sus manos tocan su piel con una veneración que no ha
experimentado. Labios suaves y afilados dientes muerden su abdomen, parando
solo brevemente antes de continuar más abajo a un lugar en el que ella los
necesita muy desesperadamente para trabajar. Cuando su lengua perfora su sexo,
ella jadea, sus caderas se sacuden, pero él la sujeta tensamente, al colchón,
devorándola, conduciéndola más alto hacia la locura.
Él juega con ella con experta precisión, retorciendo otra ola de placer desde su
muy repleto cuerpo antes de que finalmente busque su propia dolorida
liberación. Se tumban juntos, los cuerpos resbaladizos rápidamente se enfrían
cuando él trabaja su boca en la misma manera respetuosa.
—Yo...
Los sueños de él siempre terminaban así. Sin fallar. Tienen sexo de infarto tan
real que podía sentir su vaina dolorida cuando despertó. Pero en lugar de
satisfacción, dolía por estar vacía. Vacío que a menudo tenía que remediar ella
9
misma o sufrir tan enormemente durante el día que no podía funcionar.
Quizá era: Yo... quiero pasar la noche (solo si te acurrucas) o—: Yo... quiero tus
manos y rodillas cerca (uh, no necesitaba preguntarlo dos veces) o quizás incluso
tontamente: Yo... te quiero (sí, eso era tonto, Kate).
Nunca podría saberlo. Quizás debería estar contenta con el sueño erótico y el
inoportuno sentimiento de rendirse a un hombre otra vez, incluso si no era real.
Dios sabe que no podía hacer eso cuando estaba despierta.
Había sido ingenua. Bueno... ya no. Conseguir que tu amor sea rechazado por
un tipo como enrollar comida rápida tendía a convertirte en una cínica, bruja sin
corazón quien terminaría en una triste residencia, vieja y sola. El equipo de la
residencia que le tocara la corta pajita tomarían su ala por el día y escucharían
sus penosos cuentos de infortunios. Cuentos que ellos oirían hasta el día que
muriera. Lo único que mantendría su compañía en los años entre la vida y la
muerte sería sus veintidós gatos, sombreros tejidos por los vagabundos y sus
binoculares de confianza, los cuales usaría para espiar a los vecinos.
Había rendido su amor demasiado fácilmente y demasiado a menudo, pero
esta última vez... bueno, era como un proverbio que su padre siempre solía decir.
“Muerte por mil cortes de papel”. Podía pasar a través de novecientos noventa y
nueve intacto, pero ese mil, es el que terminará contigo. Y John era su mil y más
arrepentido corte de papel. Más como un condenado cuchillo de veinticinco
centímetros cortando carne y hueso, fatalmente perforando ese pequeño frágil
órgano sujeto en el centro de tu pecho.
Girando su cabeza, los brillantes números rojos digitales leían cinco y quince
a.m. Un involuntario suspiro escapó de sus labios. Había conseguido dormir
aproximadamente tres horas y eso sería todo. Caer de vuelta en sus sueños podía
ser una bendición, como esta noche, o una maldición como la mayoría. Y aunque
no necesitaba estar en el trabajo hasta dentro de cinco horas, no estaba de acuerdo
10
en tomar una oportunidad en el tormento que podría superar así que debería dar
una cabezada. Hoy, todos los días, no podía soportar mirar el día
desesperadamente, despertando de las agonías de una pesadilla la cual no sería
capaz de sacudir.
Pero había querido hacer algo agradable por su prometido. Como consultor
de marketing, había aterrizado en un gran y nuevo cliente y había arreglado
largas y duras horas para reunir una realista fecha límite. Muchas noches él no
llegaba a casa hasta las diez o las once y había estado demasiado cansado
últimamente para mantener su una vez activa vida sexual. El simple plan de tu
amante es una mentira.
Con una botella de champán y dos copas baratas de plástico en la mano, tomó
el ascensor al piso dieciocho del edificio de oficinas en el centro de Milwaukee de
John. Eran después de las nueve y él había dicho que tenía dos horas más de
trabajo por delante antes de volver a casa, pero habían pasado más de dos
semanas desde que habían intimado y eso no pasaría.
Caminó hacia su oficina en el lado oeste del piso, una solitaria luz reflejándose
débilmente a través del cristal empañado. El resto del espacio era tenue con solo
la suave noche iluminando y cuando caminó por el pasillo, alineado con oficinas
a su izquierda y cubículos a su derecha, se había sorprendido al ver su puerta
cerrada.
11
El tiempo fue despacio cuando giró el pomo y descubrió a su novio de dos
años, prometido de nueve meses, marido en seis, teniendo relaciones con su
maravillosa asistente pelirroja en el borde de su escritorio. Y desde que sus
espaldas estaban hacia la puerta de la oficina, ella tuvo el perceptible placer de
oír las palabras de cariño que él tan libremente le había prodigado a Scarlett. Sí,
su nombre era Scarlett. Solía adorar Lo que el viento se llevó. Ahora nunca la había
visto otra vez. Ellos habían arruinado su relación y una de sus películas favoritas
en cuestión de segundos.
Maldita su suerte.
´
capiTulo 1
12
Kate
—Vamos, solo una bebida más, pastelito Katie. Bonita, por favor —gimoteó
Erin. ¿Por qué, oh por qué había estado de acuerdo en salir con Erin esta tarde?
—Lo siento, pero necesito irme. Tengo una clase temprano para enseñar por
la mañana. —No era tan temprano, pero con Erin, siempre necesitaba una buena
excusa.
—Actúas como una muchacha vieja, Kate. No una mujer soltera de veintisiete
años, y capaz. Está bien tener un poco de diversión una vez durante un rato.
Incluso está bien golpear a los feos ocasionalmente.
Suspiró. Oía esa charla de Erin casi todo el tiempo que salían últimamente, lo
cual era el porqué normalmente pasaba la tarde, bebiendo una bonita copa de
vino sola y observaba con la mente entumecida la TV. Sí, admitía completamente
que era patética.
13
cotilleo sobre el culo de Kim Kardashian?
—No empieces, Erin. —Kate era una persona fieramente privada, dejando que
muy poca gente entrara en su círculo interno.
Erin la abrazó.
—Lo siento, Kate. Solo estaba preocupada por ti. Estás mejor sin él. Tu Príncipe
Encantador está ahí fuera, y no le encontrarás con tu nariz pegada detrás de la
pantalla de un ordenador en un abanico de copias de papel.
—Lo sé, Erin. Solo que aún no estoy lista. Llegaré ahí. —Ni siquiera llegaría allí.
No podía permitir que ningún hombre rompiera su corazón en un millón de
trozos de la manera que había hecho John.
—¡Genial! ¿Y qué tal si vamos a ese nuevo club en el centro el sábado por la
noche? Se llama Dragonfly y se supone que es genial. Conozco a uno de los
camareros. Dijo que podía colarnos dentro.
Kate gruñó. Lo último que quería hacer el sábado por la noche era ir a un
nuevo bar, abarrotado de pared a pared de jóvenes solteros intentando
enrollarse. Olería a sexo, sudor, y a una combinación nauseabunda de perfumes
y colonia. Pero al final de la noche, sus zapatos se pegarían al suelo donde
demasiadas bebidas habían sido derramadas y tendría que esquivar las
inevitables manos errantes cuando recargara las suyas en la barra porque la
descuidada camarera estaba demasiado ocupada con la mesa de sexys jóvenes
pretendientes para comprobarla.
14
Así que dijo lo único que podía quitar de su espalda a Erin.
—¡Oh Dios mío, pastelito Katie! Será muy divertido. No puedo esperar.
Sí, ella tampoco podía. Giró los ojos. Dijo adiós y condujo la corta distancia a
su casa. Con solo dos vasos de vino, se sentía lo bastante segura para conducir.
Eran ya casi las diez en punto cuando llegó a casa y se preparó para irse a la
cama, apagando las luces. Se tumbó allí; los ojos abiertos, temiendo la noche
venidera. Por la habitual oscuridad de sus sueños, no dormía bien, pero las
últimas dos semanas habían sido particularmente difícil, y caminar como un
zombi la describiría exactamente.
Queriendo llegar a casa después de sus clases hoy, Erin la convenció para ir a
tomar algo en su lugar. Sabía que su amiga la quería mucho. Kate deseaba poder
compartir su secreto con Erin, pero no se atrevía. Si Erin la miraba de la manera
en la que sus padres lo hacían, no estaba segura de poder manejarlo.
El único sueño que no quería detener era el del amante de fantasía, el hombre
en el que no podía dejar de pensar día y noche. El hombre con el que había estado
15
soñando durante cuatro sólidos meses. Su propio Príncipe Encantador.
Él tenía los ojos oscuros y entrecerrados y pestañas que cualquier mujer estaría
celosa. Tenía un aspecto desenfadado y áspero; una constante sombra de barba
adornaba su angulosa y fuerte mandíbula. Su cabello ondulado rizado justo
debajo de sus orejas y era tan oscuro como las profundidades más profundas del
océano, o como se imaginaba que eran las profundidades del océano. Sus labios
eran llenos y besables, sexys. La profunda cadencia de barítono de su voz se
sentía como chocolate derretido cuando demandaba que se viniera.
Despertó más de una vez, excitada y húmeda, con sus manos bajo sus bragas,
intentando aliviar el dolor. Gran Azul, su mejor amigo y constante compañero
esos días, permanecía dispuesto en el cajón de su mesilla de noche cuando sus
manos no lo estaban reduciendo. Hablando de Gran Azul, hizo una nota mental
para comprobar las pilas por la mañana... parecían bajas la última vez.
Suspiro.
Hombres como esos no existían en la vida real, pero al menos él era un buen
cebo de fantasía y estaba perfectamente bien con ella ahora mismo.
Sangre.
Maldad.
¿Colmillos?
No. No era real. Ese sueño tenía sentido. Pero no podía evitar la insistente y
creciente sensación de que esas mujeres estaban suplicando por ayuda. Su ayuda.
16
Si eso no era lo bastante aterrador —y era aterrador— lo que la aterraba como
el infierno era la indiscutible presencia malvada que sentía. Había despertado las
últimas noches en un sudor profuso; el pánico casi ahogándola. Había dormido
con la lámpara de la mesilla encendida, como si tuviera diez años otra vez.
Cansada, pero determinada a prevenir sus pesadillas tanto como fuera posible,
se sentó, agarró el mando a distancia y encendió la TV. Con algo de suerte, un
par de horas de Dinastía Duck después de las noticias la tranquilizaría en un buen
y duro sueño.
Alcanzando su vaso de agua, estaba casi en sus labios cuando lo que destelló
a través de la pantalla causó que se deslizara de su mano, empapando las
sábanas. El terror convirtió su sangre en hielo. Solo pudo atrapar muy pocas
palabras que el presentador pronunciaba, todos sus sentidos estaban enfocados
en el bello y joven rostro que le devolvía la mirada. Suplicando por ayuda.
La chica perdida en TV —Sarah Hill— era una con las que Kate había soñado.
´
capiTulo 2
17
Dev
—Gracias, cariño. —Dev la dio un último beso antes de que ella saliera de la
sala privada.
—No, Delia. Conoces las reglas y conoces el camino de salida. —Su voz era
innecesariamente dura. Solo tomaba una amante una vez. Las hembras humanas
tendían a encariñarse bastante rápido y eso era una complicación que él no
necesitaba. Solo quería a una mujer encariñada con él, pero aún no la había
encontrado. Se aseguraría de decirle a Ronson, el conserje de su nuevo club,
Dragonfly, que prohibiera a Delia la entrada otra vez. Todas las cortesanas eran
protegidas cuidadosamente. Aparentemente Delia tenía ilusiones más grandes
en mente que simplemente proporcionar su cuerpo... y sangre.
Sus clubs eran su logro y su éxito más grande. El área general, siempre situada
en el nivel principal, proporcionaba un bar tradicional para los clientes humanos.
El sótano, independientemente, proporcionaba mucha necesidad y servicio
controlado para los vampiros en su regencia. Ofrecía trabajo muy agradable y
bien pagado a las hembras humanas y era capaz de crear un ambiente seguro
para que los vampiros se alimentaran. Las hembras humanas eran admiradas en
sus clubs; no eran usadas y abusadas. Estaban a salvo y todo eso ocurría en sus
habitaciones de alimentación que eran consentidas o los vampiros censurados
eran expulsados de la instalación por su propio bien. Había tenido unos pocos
incidentes en el último siglo desde que había abierto tantas salas.
18
Las habitaciones del sótano de Dragonfly, o UG Dragonfly como hacían
referencia sus clientes vampiros, estaban altamente aseguradas para evitar
descubrimientos accidentales por humanos desconocidos y se veía justo como el
nivel principal, con dos grandes diferencias. Todo el equipo eran vampiros. Y la
porción de atrás de todos los sótanos de sus clubs contenían pequeños
dormitorios, en el evento de que una pareja deseara privacidad. Muchos
vampiros podían preocuparse menos si copulaban delante de otros, pero algunos
humanos no eran de tan mente abierta.
—Suena bien. Manny, Thane y Giselle están allí. Te veré en un rato. Hay una
pequeña pelirroja que comenzó la semana pasada. Creo que es imperativo para
mí determinar si es pelirroja natural.
Dev rió. Ren tenía una extraña obsesión por las pelirrojas. Dev prefería a las
morenas, para él mismo.
19
estanterías abarcaban el resto de las paredes. Estanterías llenas a rebosar con
preciosos artefactos y libros, viejos y nuevos. Disfrutaba leyendo y estaba bien
educado. Por supuesto, también tenía que mantenerse al día con el cambio de los
tiempos, la tecnología, y las estrategias para sus muchas aventuras de negocios.
Tenía que admitir, que seguramente prefería la tecnología del siglo veintiuno. El
Internet y su iPhone no tenían valor.
Estaba bien para sus quinientos años y, sí, parecía tenerlo todo. Cuando uno
era tan viejo como él, tenía tiempo suficiente para adquirir todo lo que deseaba.
Riqueza.
Éxito.
Poder
Aún tenía que encontrar a su Moira, su Destino, la otra mitad de su alma. Sabía
que ella estaba ahí fuera. Había estado buscándola durante mucho tiempo y su
paciencia se estaba menguando y Dev no era un hombre paciente.
Oh, tenía sus mujeres voluntarias elegidas, como Delia, e incontables otros
rostros sin nombre. Tenía necesidades después de todo, pero la verdad sea dicha,
ansiaba más y tenía mucho tiempo.
20
Intentaba evitar este juego de “sería” porque una vez la encontrara no quería
dibujar comparaciones a ninguna idea preconcebida.
Habría pasado casi una hora cuando Ren dio una llamada rápida mientras
entraba en su oficina.
—¿Algún contratiempo? Estaba ocupado. —Aunque eso era cierto, había leído
el mismo párrafo tres veces y aún no podía retenerlo. Sus pensamientos estaban
completamente en alguna parte más.
—Mierda.
—Cierto. Esto trae un total de once universitarias pérdidas en las últimas dos
semanas solo en nuestra regencia. Todas entre las edades de diecinueve y
veintidós.
—¿Has oído hablar de Thatcher? —El detective Mike Thatcher era un detective
de Milwaukee con quien ellos tenían un... entendimiento.
21
Dev suspiró, restregando su mano sobre su rostro.
Damian DiStephano era señor vampiro Regente del Este y Romaric Dietrich
era el señor vampiro Regente del Oeste. Juntos, regían los Estados Unidos.
Como señor vampiro, Dev era completamente responsable para hacer cumplir
sus únicas dos leyes en su regencia. Excepto en ocasiones muy controladas, no
exponer a toda su raza a la población humana y no matar a tu donante de sangre.
Muchos vampiros vivían fácilmente con esos dos confines y esos que no lo
estaban se trataba con ellos rápidamente.
Pero parecía que Xavier, el más depravado criminal a ambas leyes, finalmente
había resurgido. Era casi como si se estuviera burlando de ellos. La pregunta
ahora era, ¿cómo iban a encontrar a un vampiro renegado que había permanecido
evasivo durante los últimos cien años?
´
capiTulo 3
22
Kate
Kate entró en el Departamento de Policía de Milwaukee, una espesa sensación
de hoyo en su estómago. No quería nada más que girarse, correr y olvidarse que
sabía lo que hizo. Quería hacerlo, pero no lo haría. No podía. Debería haber
venido ayer pero pasó el día entero intentando convencerse de que la chica en
sus sueños solo era eso... otro mal sueño. No era real. No era la misma chica
desaparecida que había visto en las noticias la otra tarde.
Había soñado con Sarah Hill otra vez la pasada noche y las cosas de las que
fue testigo eran atroces. Horribles. Mientras luchaba con su mente por
comprender lo que veía, no podía continuar convenciéndose de permanecer
sentada sobre sus pulgares y no tomar ninguna acción.
No. Había hecho esto anteriormente. Kate no podía vivir consigo misma si esta
chica sufría el mismo destino que la última. Apenas podía vivir consigo misma
ahora. Si Sarah Hill terminaba asesinada, la rompería.
Los padres de Kate la habían descartado una y otra vez cuando intentaba
hablarles sobre ello. Después de eso, nunca mencionó otro sueño otra vez.
Había soñado con Jaime durante tres semanas y luego... nada. Cuando los
sueños pararon, no pensó dos veces en ello. Tenía diecisiete años en ese
23
momento. A los diecisiete, quería soñar con chicos, bailes, chicos, partidos de
fútbol. Chicos.
Una semana después de que los sueños pararan, mientras hacía una tarea
sobre el reciente evento para la escuela, corrió a través de un dibujo de una
belleza rubia platino con el rostro limpio en el periódico, en el cual paró.
Era una imagen de la chica de su sueño. Jaime Hallow. Era real. Y estaba
desaparecida, supuesta fugada. Pero Kate lo sabía mejor.
No había ninguna pista, y hasta ese día, su cuerpo no había sido encontrado.
Kate intentó aliviar su culpa convenciéndose de que solo era una adolescente
en ese momento. ¿Posiblemente que podía haber hecho? ¿Cómo podía haber
sabido que eso era real en lugar de un horrible sueño despreciable? ¿Quién le
hubiera creído?
Pero nada funcionó. La culpa que sentía era inmensa, entonces y ahora.
No se quedaría de pie con los brazos cruzados esta vez y sin hacer nada. Tenía
que haber algo en sus sueños que ayudara en la investigación. Solo dejaría fuera
convenientemente la parte de los colmillos... y vampiros. No tenía ningún deseo
de ser etiquetada como mentalmente inestable, aunque a menudo se sentía de esa
manera.
Sabía que la joven mujer desaparecida se estaba quedando sin tiempo. Cada
sueño era progresivamente más violento. Más inquietantes. Así que tenía que
tomar la oportunidad para contar su historia y esperar que la creyeran.
—Creo que podría tener información sobre una chica desaparecida, Sarah Hill.
—Kate Martin.
24
Sí, ella ya había perdido demasiado tiempo para venir. Tiempo que esperaba
que no le costara a Sarah Hill su vida.
Mike
El detective Mike Thatcher se comió la distancia entre su escritorio y la oficina
delantera tan rápido como fue posible. Había sido asignado como el detective
principal en el caso de la persona desaparecida Sarah Hill y estaba golpeando su
cabeza contra una pared de ladrillos con un final mortal después de otro. Parecía
como si la chica solo hubiera desaparecido en el maldito aire.
Una solitaria. Sin novio. Sin amigos con los que hablar. Su compañera de
habitación no sabía ni una maldita cosa de ella, aparentemente convivía con un
tipo en su lugar. Los profesores decían que iba a clase debidamente, era una
excelente estudiante. La conocían, por supuesto, pero nadie reclamaba conocerla
bien. El profesor Duncan Bailey era la última persona que vio a Sarah viva, y
Mike no podía encontrar ninguna prueba que indicara que él debería ser
sospechoso. Aún. Pero algo se sentía mal en ese tipo, así que continuó excavando
un poco más profundo en el historial del profesor.
Sarah tenía una relación cercana con Henry y Linda, sus padres. Hablaba con
ellos cada domingo por la tarde sin fallar. Henry era un viejo compañero de la
universidad de Mike, y mientras no habían mantenido mucho el contacto
durante los años, había conocido a Sarah cuando era pequeña. Era dulce,
divertida, inteligente. En una carrera académica por delante en Northwestern.
Quería ser consejera, especializada en juventud y desarrollo infantil.
Desesperadamente necesitaba una nueva guía, así que cuando oyó que había
una mujer aquí con posible información nueva en el caso, estaba más que ansioso
25
por hablar con ella.
Él refrenó sus andares. Dios mío... era deslumbrante. Cabello negro como el
cuervo con trasfondo cobrizo estaba apilado encima de su cabeza. Los ojos
esmeralda chisporroteaban como gemas perfectamente cortadas. Labios
preciosos y llenos, y una nariz con perfecta forma de botón redondeaba su rostro
deslumbrante. Caramba.
Hal confirmó con un asentimiento que esta era la mujer quien tenía
información sobre Sarah, así que Mike se acercó a la belleza de cabello negro
cuando ella captó su mirada y comenzó a ponerse de pie. Él la había dado un
metro con setenta y tres de alta, con lo que parecían ser curvas en todos los
lugares correctos, aunque era difícil decirlo con su voluminoso abrigo de
invierno.
—Kate, soy el detective Mike Thatcher. Le dijo al sargento Howard que tenía
información en relación con Sarah Hill?
—S... sí. Creo que la tengo —tartamudeó. Sus magníficos ojos, enmarcados por
largas, espesas, y negras pestañas parecieron descender. Parecía nerviosa.
Asustada, incluso.
—¿Por qué no tenemos esta conversación en un sitio más privado? —dijo él,
gesticulando hacia el pasillo.
Ella le siguió hacia una de las salas de interrogatorios y le indicó que tomara
asiento.
—¿Puedo ofrecerte algo de beber? ¿Agua? ¿Soda? —Él sonrió—. ¿Café malo,
quizás?
26
—No, gracias. Dejé el café malo para Lent.
Ella se sentó rígida. La columna derecha, los hombros tensos. Sus manos, las
cuales estaban en su regazo, inmediatamente comenzaron a retorcerse, y
mientras le miraba directamente a los ojos, no hubo ningún error de cuán
nerviosa estaba. Ese hecho solo picó su interés. Sí, si interés era picado en más de
un nivel si era honesto consigo mismo.
Tranquilo chico, tranquilo. Ella era una testigo potencial, por amor de Dios.
—Es difícil de explicar, detective. Realmente no... conozco a Sarah Hill, de por
sí. —Ella rápidamente miró a la mesa y luego a él. Parando durante un momento,
continuó—: He estado... bueno, viéndola... um... en mis sueños.
Él solo la miró durante largos momentos, repitiendo una y otra vez lo que ella
acababa de decir.
Mierda. Era una loca. Y aquí él creía que podría tener una pista sólida. O un
posible polvo. Equivocado en ambos casos.
—En tus sueños. —No era una pregunta, era una afirmación—. Exactamente
¿qué significa eso?
—Sé que suena bastante inverosímil. Incluso loco. Pero por favor escúcheme.
Puedo asegurarle, detective, que no estoy loca.
Eso era cuestionable. De todas formas, él asintió para que continuara. Otra vez,
ella rápidamente movió sus ojos hacia la mesa y luego a él antes de hablar otra
vez.
—Este conjunto de sueños en particular comenzó hace tres semanas o así. Yo...
no vi a Sarah en ellos hasta hace poco más de una semana. Ni siquiera sabía que
27
era Sarah hasta que la otra noche vi una historia de personas desaparecidas en
las noticias locales. Supe entonces que tenía que venir y hablar con la policía.
Él no creía ni una palabra de lo que ella decía, por supuesto, pero había
pretendido escuchar su historia y luego la enviaría en su camino para que
pudiera volver al trabajo de verdad para encontrar a la hija desaparecida de su
amigo. Esa era la única prioridad. No ningún otro caso y seguramente no su pene.
—Bueno, como dije, es difícil de explicar, pero la veo. Puedo ver que está
siendo retenido en una habitación oscura y sencilla con suelo de hormigón. Las
paredes de cemento. Hay una puerta, pero sin manillar por dentro y un desteñido
delgado colchón a rayas blancas y azules, sin sábanas. Ella no está atada, pero
duerme mucho. Un par de veces ha estado despierta en mis sueños y... grita
cuando cree que hay alguien allí. Es como si me sintiera, pero no sé cómo
posiblemente puede hacerlo.
Paró otra vez, mordiendo su lleno y rosa labio inferior. Rompiendo el contacto
visual y mirando a la mesa, su voz se suaviza y él tiene que esforzarse por oírla.
—Creía que solo era un sueño. Una pesadilla horrible e inconcebible. Hombres
grandes, que solo puedo describir como depredadores, incluso sobrenaturales,
visitan su celda. Ellos extraen su sangre; le inyectan algo. Creo que la drogan para
mantenerla durmiendo la mayoría del tiempo. Ellos han desempeñado
exámenes, exámenes femeninos, en ella mientras estaba inconsciente.
Ella tragó, visiblemente sacudida, y su débil piel parecía palidecer incluso más.
—Esto no funciona de esta manera, detective. Solo veo lo que los sueños me
dejan ver. Lo siento, pero todo lo que puedo describirle es la celda dónde está
siendo retenida. Puedo intentar describir a los hombres que he visto con ella
también.
28
—¿Puede describir a Sarah? ¿Algo único en ella? —Él necesitaba terminar esto.
Ahora mismo.
—Bueno, está muy oscuro. Y por supuesto que he visto su imagen en las
noticias también, pero tiene el cabello rubio rojizo, retirado en una caótica cola
de caballo. Solo tiene puestas unas bragas blancas y una camiseta blanca.
—También puedo ver que lleva un collar con una herradura plateada y tiene
un tatuaje de una cruz en el omoplato derecho.
La carne de gallina rompió sobre su cuerpo. Sarah tenía un collar con una
herradura plateada. Adoraba los caballos. Fue un regalo de graduación en el
instituto de sus padres y le dijeron que no se la quitara nunca. Y se hizo un tatuaje
de una cruz, en recuerdo de su hermano pequeño quien murió de leucemia a la
temprana edad de ocho años. Pero ninguno de esos detalles había sido hecho
público.
29
Mike
Inmediatamente cerró la puerta de la sala de interrogaciones donde la
adorable, pero posiblemente pirada señorita Martin esperaba, Mike sacó
bruscamente su móvil y marcó a Renaldo Hargrave, señor-condenado-Devon
imbécil secuaz.
Odiaba tratar con chupasangres. Les odiaba. En los últimos diez años desde
que había descubierto su existencia, había aprendido muchas cosas. Sobre ellos.
Sobre sí mismo. Acerca de los extremos a los que estaba dispuesto a ir por
venganza.
Mike no permaneció vivo esos once años pasados por no confiar en su instinto,
y basándose en lo que la señorita Martin acababa de contarle, su instinto estaba
gritando que esto era trabajo de vampiros. ¿Este sería el único? ¿Podía finalmente
conseguir su venganza? Eso esperaba, porque estaba muy cansado. Luego se
alegraría de dejar que la muerte le tomara y pasar la eternidad ardiendo en los
agujeros del infierno, donde se merecía estar por fallarle.
Y no podía ser una coincidencia que Renaldo le hubiera llamado sobre este
30
caso ayer. Una llamada que aún no había devuelto. Tanto si le gustaba como si
no, lo cual muy definitivamente no le gustaba, les necesitaba.
Cuando ella mencionó que había otras... su sangre corrió fría. Una baja
maldición salió de sus labios cuando una enfermiza sensación de deja vù le
barrió.
Sí, su instinto estaba gimiendo en alto ahora. Algo no estaba bien aquí y
maldito fuera si no llegaba al fondo de esto. Y con suerte —finalmente— conseguir
su agridulce venganza.
Kate
Kate estaba sentada en la pequeña y estéril habitación, sola, esperando a que
el detective Thatcher volviera. La sala tenía un cristal de visión unilateral en la
pared directamente enfrente de ella y no pudo evitar la sensación de que estaba
siendo observada. O que algo monumental estaba por ocurrir.
31
entusiasta interés. Cuando su historia progresó, pudo ver su duda e
incredulidad. No era una idiota. Él estaba claramente calmándola para poder
desgarrarla. Ni siquiera había tomado nota. Honestamente había esperado que
esto ocurriera. Ella no se creería a sí misma tampoco, si fuera él.
Al oír lo del collar y el tatuaje, sin embrago, su rostro se volvió oscuro y serio
e inmediatamente dejó la habitación. Eso había sido hacía casi cuarenta y cinco
minutos.
Debería haber optado por ese café malo después de todo. No había dormido
bien otra vez la pasada noche —sorpresa, sorpresa— y estaba arrastrando el culo
hoy.
Aún tenía medio día de clases por delante, además de una larga tarde para
continuar con la búsqueda de su papel.
Kate adoraba buscar. Lo ansiaba. Vivía por ello. Eso era todo lo que siempre
había querido hacer tanto como podía recordar. Probablemente explicaba su
escaso calendario social y habilidades sociales, la verdad sea dicha. Si fuera
honesta consigo misma, probablemente eso explicaba por qué John sintió la
necesidad de buscar refugio en el cuerpo de otra mujer.
Varios centímetros más alto que su metro setenta y cinco, él era un hombre
clásicamente apuesto. Profundos ojos marrones, cabello marrón oscuro, dientes
perfectamente rectos. Risa genial. Culo bonito. Pero incluso aunque no conocía al
hombre, podía ver la tristeza que le rodeaba como un velo protector.
Prácticamente podía verlo.
—Lamento haberla hecho esperar tanto tiempo, señorita Martin... uh, Kate. —
Él aún estaba de pie en la puerta abierta.
—Eso es perfectamente sutil, detective. —No lo era—. ¿Soy libre de irme ahora?
32
Tengo un día bastante completo. —Permaneció de pie, agarrando su bolso, y lo
lanzó sobre su hombro. Estaba ansiosa por irse.
—Lo siento, aún no. Necesito que hable con algunos, uh... investigadores
especiales sobre el caso y les cuente lo que me dijo. Ellos estarán aquí pronto.
—Detective, genuinamente quiero ayudar. Es por eso que estoy aquí, pero no
veo cómo contar la misma historia a alguien más hará una diferencia. Ya le he
contado todo lo que sé y realmente necesito irme. Tengo una clase en unas pocas
horas que aún necesito preparar. Puedo volver después si es necesario. —
Comenzó a caminar hacia él, intentando empujar su camino. Él levantó su mano
en un gesto para que parara, lo cual cumplió a regañadientes. Era un esfuerzo no
rodar sus ojos.
—Está bien. Sí, por supuesto. Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar. —
Tomó asiento y esperó a que estos “investigadores especiales” llegaran.
´
capiTulo 5
33
Dev
Cuando Dev y Ren entraron en el Departamento de Policía de Milwaukee, Dev
decidió que deberían observar a Kate Martin detrás del anonimato de uno de los
espejos unilaterales durante unos pocos minutos antes de interrogarla. De
acuerdo con la llamada que Ren tomó del detective anteriormente, sospechaba
que Kate Martin fuera una caminante onírica y los caminantes oníricos eran muy
raros. Él solo era consciente de un puñado que aún vivían. Necesitaba determinar
cómo tratar mejor con ella. Como conseguir su cooperación; ganar su confianza.
Eso sería mucho más fácil y preferible que usar los métodos alternativos.
Xavier era un antiguo vampiro renegado quien había causado el caos en los
mundos humanos y vampiros durante siglos. Había aumentado su trastorno y
peligrosidad y sus acciones amenazaban con exponer a toda su raza a la
población humana.
En su búsqueda para regir tanto a las razas humana y vampírica por completo,
Xavier casi había tenido éxito haciendo justo eso hacía varias décadas. Llevó
meses limpiar ese maldito debacle. Creían que Xavier había muerto en la
explosión que aniquiló el subsuelo del complejo, pero después encontraron que
había desaparecido. Dev aún no podía entender cómo. Solo esperaba que Xavier
hubiera sufrido significantes pérdidas en sus renegados durante la explosión.
Dev había hablado con Romaric y Damian y ambos estaban buscando patrones
similares a los secuestros en sus regencias. Estaba claro que Xavier estaba
experimentando otra vez. Intentando procrear usando a las hembras humanas.
No podía hacerse. Solo las hembras humanas quienes estaban atadas a los
vampiros podía tener hijos vampiros, pero eso no detenía al malvado vampiro,
de masacrar a jóvenes mujeres inocentes en su búsqueda por intentarlo.
34
Debía ser detenido. Estaban sin tiempo. Devon se aseguraría de matar al
vampiro demente él mismo esta vez.
Así que cuando Dev entró en la sala de observación del tamaño de un armario,
no tuvo escrúpulos, ni remordimientos en absoluto, por usar a la señorita Kate
Martin como un medio para su egoísta final.
Se quedó congelado.
—Jesús H. Cristo.
Su Moira.
Su Destino.
Se quedó de pie, congelado, bebiendo de sus muy perfectos y exquisitos gestos
de la cabeza a los pies. Llevaba su oscuro y brillante cabello en un retorcido y
caótico moño encima de su cabeza y vestía unos pantalones oscuros que
abrazaban increíblemente sus curvas con una sudadera de marfil a juego que
desnudaba solo la parte superior de sus aumentados y lujuriosos pechos, era
simplemente... dejaba sin respiración. Sus notables ojos verdes brillaban como
esmeraldas. Era la criatura más exquisita y deseable en la que había puesto sus
ojos en su muy, muy larga existencia.
35
y su Moira. Su pene estaba duro como el granito. Sus colmillos habían explotado
a través de sus encías. Solo tenía una sola intención en mente: La de llegar dentro
de ese dulce y caliente cuerpo. Ahora. La salvaje necesidad de marcarla como suya
estaba consumiéndolo todo y a diferencia de todo lo que había sentido nunca.
Tomó cada gramo de su leal control quedarse allí de pie, sin reaccionar.
36
Xavier
Xavier se relajó con un vaso de escocés de Dalamore de cincuenta años en sus
manos. Holgazaneaba en su acolchada silla de cuero negro, hecha del cuero
italiano más fino en una estructura de arce negra. Su única pieza de lujo de
mobiliario en este agujero infernal que llamaba casa esos días. Al menos podía
tener un buen escocés.
La rabia siempre hervía justo debajo de la superficie. Los vampiros tenían que
regir el mundo, eran las especies superiores en este planeta, aun así, había pasado
sus días escondido, como una plaga. Sus planes constantemente frustrados por
sus ex hermanos, quienes se apodaban señores. Ellos eran el porqué estaba en ese
agujero infernal, encogido de miedo como un petulante niño. Habían destruido
completamente su último compuesto. Tuvo suerte de escapar vivo. Lección
aprendida.
37
Pero para que los vampiros se reprodujeran, sin embargo, tenían que estar
vinculados a su Moira, su compañera destinada. Y encontrar a una Moira no era
una tarea fácil, así que tenías que usar otros medios para construir tu ejército.
Los médicos trabajando para él habían hecho progresos en crear una terapia
que permitiera a cualquier hembra humana concebir y llevar a un bebé vampiro,
no solo una Moira. Hasta ahora, el brebaje solo tenía el cinco por ciento de éxito,
pero era una vasta mejora sobre el diez por ciento que tuvieron hacía unos pocos
años.
38
monitorizaba a los participantes del estudio, invitando a esos quienes tenían
ciertas cualidades a unirse a él. Muchos no habían venido voluntariamente.
Bueno... ninguno lo hizo. No importaba.
Suplicando misericordia.
Deseando la muerte.
´
capiTulo 7
39
Kate
El detective Tatcher entró completamente en la sala, y ella oyó los pasos
acercándose detrás de él. Los investigadores especiales debían estar aquí. El
detective parecía un poco enfadado, su mandíbula estaba tensa y sus labios
estaban dibujados en una tensa y delgada línea.
—Hola, soy Renaldo Hargrave, pero por favor llámame Ren —dijo él,
extendiendo su mano. Ella estaba fascinada. No podía apartar su mirada de sus
ojos lo suficiente para agarrar su mano, lo cual notó en su visión periférica estaba
esperando a la suya.
—Ho-hola. Uh... Kate. Quiero decir, soy Kate. Kate Martin. —Ella dio a su
desconcertada cabeza una sacudida. Mierda. Era una idiota parloteando.
Él rió y ese fue uno de los sonidos más sensuales que había oído nunca.
Hasta que oyó al hombre detrás de él hablar. Había empujado a Ren fuera del
camino para presentarse él mismo, provocando que Ren tropezara varios pasos
a la izquierda.
Ella apartó su mirada de Ren para mirar al hombre que empujó su camino en
la sala.
40
forzarla a cerrarla.
Era él... su amante del sueño. O su doble. El deseo empapó su vientre, fluyendo
a través de sus venas, llenándola en todos los lugares correctos. Sus bragas se
volvieron incómodas en su estado mojado.
Alto.
Oscuro.
Apuesto.
Sus ojos oscuros mantuvieron su mirada y la sala se estrechó hasta que solo
estuvieron ellos dos.
Él se movió hacia ella hasta que estuvo de pie tan cerca que ella pudo sentir su
calor corporal radiando en su piel. Su masculino olor la envolvió y la acarició
como un amante. Él olía a especias, menta, y dios del sexo. No quería apartar su
mirada nunca. Literalmente podía arrastrarse a sus ojos negros y líquidos y sería
una muerte feliz y bienvenida.
—Es un placer conocerte, Kate. —Si voz la abrazó como una manta suave y
sedosa. Quería acurrucarse debajo al lado de su cálido cuerpo desnudo. No se
había dado cuenta de que él sujetaba su mano hasta que le sintió frotando
pequeños círculos con la membrana de su pulgar. Él la sujetó más tiempo del que
ella pensaba apropiado, pero no quería que parara. Sus penetrantes ojos nunca
se apartaron de los suyos.
41
—Uh... sí —dijo.
—Kate, por favor díganos lo que pueda. —La voz de Dev era alentadora, pero
sus ojos estaban ardiendo, como si tuviera hambre. Por ella.
Después de varios momentos, Kate lo juntó todo y pasó los siguientes quince
minutos trasmitiendo todo a Dev y a Ren. Ellos escucharon con cautivadora
atención, haciendo preguntas, tomando notas. Ella tomó cuidado en mirar a Dev
tan poco como fuera posible, cada vez que lo hacía, parecía tropezar sobre sus
palabras y todos sus pensamientos escapaban.
Dev
Cuando Dev escuchó a Kate relatar su sueño, tuvo un duro momento
concentrándose en sus palabras. Estaba impresionado. Su olor le estaba
42
volviendo malditamente loco. El suave golpe de su pulso debajo de su pálida piel
de porcelana le aguaba la boca tentadoramente. Tuvo que luchar con todo su ser
para evitar que sus colmillos descendieran. Y el hecho de que no le estuviera
mirando le estaba volviendo malditamente loco. Quería mirar a sus cautivadores
ojos para siempre.
Después de que ella hubiera descrito todo el sueño con detalle, él preguntó:
—¿Hay algo más que pueda recordar sobre el escenario o los captores, algo
único a pesar de todo lo que nos ha dicho?
Los ojos de Kate se movieron hacia el suelo.
Esta exquisita mujer era suya y era una caminante onírica. No sabía cuán
especial la hacía eso. O en cuánto peligro la ponía eso. Dev tomó una decisión
rápida.
—Kate, basándonos en lo que nos ha dicho, creo que está en grave peligro y
43
necesitará permanecer en protección de testigos hasta que podamos localizar a
Sarah.
—Bien. Eso no es necesario, Dev. De hecho, es la idea más estúpida que he oído
nunca. ¿Por qué demonios necesitaría estar en protección de testigos? Puedo
asegurarte que no estoy en peligro. —Ella rió.
¿Qué demonios estás haciendo, Dev? ¿Custodia policial? ¿Amor?, le habló Ren
telepáticamente.
—Kate, temo que este sea un secuestrador y asesino en serie con el que hemos
estado tratando y hemos estado intentando atrapar durante años. No quiero que
esté en punto de mira una vez descubra que ha venido con información que
podría ayudarnos a rastrearle. Él es peligroso. Ha dejado muchos cuerpos en su
despertar. No quiero que sea uno de ellos. —No dejaría que fuera uno de ellos.
44
Ella visiblemente palideció.
—¿Él ha hecho esto antes? ¿No comprendo cómo siquiera averiguaría que he
estado aquí? —Ahora sonaba un poco aterrada. Bien. Usaría eso para su ventaja.
—Gracias, Dev, pero te prometo que estaré bien. Tengo un buen sistema de
seguridad en casa y tengo autorización de porte de arma. Practico dos veces a la
semana en el campo. Además, he estado entrenado Jeet Kune Do durante los
pasados ocho años. Estoy bien. —Tenía la sonrisa más exasperante en sus
magníficos y llenos labios. Labios que quería abrazar alrededor de su pene.
Ahora.
Bueno... mierda.
Miró al detective Thatcher y a Ren, y ellos tenían las mismas sonrisas en sus
rostros, Ren claramente conteniendo su risa. Empujó un poco de su poder hacia
ellos. Limpiando las sonrisas... al menos del humano. Ren le miró con una risa
conocedora en sus brillantes ojos. Las repeticiones son unas brujas, chico bonito.
¿Mutuo acuerdo?
Sí, mutuo acuerdo. ¿El acto de la negociación, concesión, encontrar un término medio?
Sé que es un concepto extraño para ti, Dev, pero sacar al alfa no funcionará en esta chica.
45
a Kate a salvo, intentaría cualquier cosa.
—Kate, por favor déjanos mantenerte bajo protección durante solo unos días.
Si nada se desliza a la prensa, entonces puedes volver a tu vida normal. A tus
asuntos normales. —Sí, de ninguna maldita manera eso ocurriría. Nunca. Pero
ella no necesitaba saber eso ahora. Solo necesitaba llevarla con él y el resto caería
en su lugar.
Ren apenas podía contener su risa ahora. Sus hombres estaban temblando. El
maldito chico bonito no iba a verse tan bonito muy pronto.
—Una casa segura sería mejor, Kate. Solo unos pocos días. Vamos... piensa en
eso como unas vacaciones muy necesitadas. Pareces un poco cansada. —Él
rápidamente asintió—. Bonita, pero cansada.
Ella frunció el ceño por esa afirmación, las cejas juntas, arrugando esa suave y
deliciosa frente. Definitivamente le gustaba más cuando sonreía.
Una pequeña sonrisa jugó en los labios de Dev, sabiendo que estaba haciendo
progresos. Sería mejor no ponerse demasiado engreído.
—No puedo decirte exactamente dónde está la casa segura, por tu propia
protección, pero está justo en la periferia de Milwaukee. —Dev miró a Ren y de
vuelta a Kate—. Y Ren y yo te protegeremos. Te lo prometo, Kate, no dejaremos
que nada te ocurra. —Nada, excepto el más intenso placer que puedes manejar.
46
De ninguna maldita manera la dejaría fuera de su vista durante un simple y
solitario momento. Iba contra cada simple instinto protector en su cuerpo dejarla
salir por esa puerta sin él. Su cuerpo vibraba con casi una necesidad incontrolada
para empujarla a sus brazos y destellarla lejos del infierno de aquí y necesitó
refrenarse rápidamente antes de que hiciera algo estúpido.
—Al menos dinos dónde enseñas... por favor. —Esa palabra sabía demasiado
amarga. Tenía la sensación de que sería mejor acostumbrarse a decirla. Mucho.
Pero solo para ella.
Ella se giró y le regaló la sonrisa más brillante que había visto nunca. Era más
brillante que mil soles y más bonita que cualquier palabra que conocía en
cualquier lengua. ¿Qué era esa mierda poética llenando su cerebro? Estaba
agitado después de menos de una hora en su presencia.
Era un mito que los vampiros no pudieran salir a la luz del día. Los vampiros
jóvenes tenían que moderar su exposición a la luz del sol ya que les debilitaba,
pero una vez un vampiro llegaba a su completo poder a los cien años, podían
resistir el sol tan bien como cualquier humano.
—Dev, frena y piensa durante un minuto —suplicó Ren—. Nada la ocurrirá.
—Tienes mucha razón nada la ocurrirá, porque seremos como el arroz blanco.
Ahora mueve el culo o me iré sin ti. Estamos perdiendo el tiempo.
—Sí, mi señor.
Dev rió.
47
—Buena esa, humano.
´
capiTulo 8
48
Kate
Kate difícilmente podía concentrarse en algo cuando se preparaba —o
intentaba preparar— para su clase, la cual comenzaba en quince minutos. ¿Qué
demonios había ocurrido esta mañana en la estación de policía? Muchos
pensamientos y preguntas giraban en su cabeza.
El mareo burbujeó por dentro... su amante soñado era real. Y tenía un nombre.
Devon. Dev. ¿Cómo era posible? Era como si solo le hubiera conjurado y de
repente estuviera de pie delante de ella en carne y hueso. Volvió a pensar en una
película que había visto sobre dos adolescentes quienes cortaron trozos de una
revista para hacer su mujer de ensueño. Extraña ciencia. Eso era exactamente
como se sentía esto. Extraño.
¿Por qué?
Se sonrojó furiosamente, recordando sus fuertes y acordonados músculos
sintiéndose bajo sus manos. Cómo sabía su piel, masculina y salada, bajo su
lengua cuando la recorrió a través de su cuello. Su mandíbula. Sus labios. Tocó
sus dedos ligeramente en sus labios hormigueantes como si pudiera sentir los
suyos en ella.
¿La versión real haría justicia a la del sueño? Sin duda. ¿Quería averiguarlo?
Infiernos sí. ¿Deberías? Dios no. Ya sabía que sería demasiado fácil caer
locamente enamorada de él y simplemente no podía hacer eso. Él tenía un
inconfundible calor en sus ojos, sí, pero nadie que se pareciera a él estaría
satisfecho con alguien que se parecía a ella durante mucho tiempo. Y entonces
ella estaría de vuelta justo a dónde estaba hacía un año cuando había atrapado a
John en su engaño.
49
Sola.
Deprimida.
Sabía que no estaba en ningún peligro. Qué tontería. ¿Dev realmente había
creído que lo estaba, o solo quería acercarse a ella? La había mirado como si fuera
el postre más decadente y no pudiera esperar para darse el gusto. Solo de pensar
en él su corazón se aceleraba.
Y lo más loco era, contra su buen juicio, que había querido estar de acuerdo.
¿Estar encerrada en una casa seguro con Devon Fallinsworth durante dos días
enteros? Por amor de Dios, ¿qué mujer no querría eso? Solo esas quienes
batallaban para el otro equipo, porque él era McFantasioso y McArdiente, con
una pizca de McPeligro todo girando en un paquete delicioso. Irse de la estación
de policía había sido una de las cosas más duras que había hecho en mucho
tiempo y ¿no era eso estúpido?
No había estado atraída, o incluso pensó en ello, por otro hombre desde John.
Bueno... eso no era completamente cierto. Había estado atraída por Dev en su
pequeño mundo de fantasía.
Pero él era real y la vida no era un sueño. Y lo que necesitaba hacer era
desterrar cualquier pensamiento de este hombre, porque él no era un novio a
largo plazo o material de marido; cualquier tonto podía ver eso. Él era del tipo
ámalas y déjalas, de eso estaba segura. Las mujeres probablemente perderían las
bragas en cualquier momento que estuvieran a treinta metros de él. Estaban
50
mojadas, al minuto. Seguramente lo estaban. Había tenido que cambiarlas una
vez hoy y probablemente las cambiaría otra vez cuando llegara a casa.
De alguna manera, deseaba no haberle conocido nunca. Ahora que sabía que
él era real en carne y sangre, sería más difícil concentrarse en algo excepto en él.
Su obsesión con él antes estaba inmersa en la fantasía, como ese tipo ardiente que
viste en el supermercado la otra semana y que te preguntas si sería como un
estallido, pero sabes que nunca ocurrirá. Pero en el caso de Dev... podría ocurrir.
Y ese era un mal lugar al que ir. Podía dejar la puerta abierta incluso al crujido
más ligero para que algo ocurriera entre ellos y sabía bien que viajar por esa
carretera otra vez donde solo quedaba una cosa al final era una profunda piscina
de amargura y desesperación.
Y no había una vida real en el escenario con la que pudiera soñar un felices
para siempre, una valla blanca, y 2.5 niños con Devon Fallinsworth. Eso sería un
suicidio emocional. No iría allí otra vez.
—Buenas tardes a todos. Espero que estén listos para una discusión vivaz
sobre el tema de la clase de hoy... comprendiendo encuentros al azar.
51
Tema irónico, porque incluso aunque no lo intentara, conectar era en todo lo
que podía pensar en hacer con Dev. Solo que él no se sentía tan al azar para ella.
No por una gran medida. Y esa posibilidad la asustaba más que otra cosa.
´
capiTulo 9
52
Dev
Dev salió de su mente siempre amando. No podía permanecer lejos de la mujer
que había esperado durante tanto tiempo. Esto era una absoluta tortura. La había
seguido por toda la maldita ciudad. Ella fue a casa primero, luego a la gasolinera,
recogió la lavandería, y finalmente fue a Walgreen antes de terminar en el
campus de la universidad para dar su clase. La cual averiguó que era sobre la
Psicología de la Sexualidad Humana. Interesante. Una sonrisa curvó las esquinas
de su boca. Muy interesante ciertamente.
—Estupendo. ¿Y tú?
Ren había estado lo bastante contenido para no decir nada sobre la reacción
fuera de personaje de Dev hacia esta mujer. Él sabía que no duraría. Ren era el
único con las suficientes bolas para retarle. Enfadándole algunas veces, pero eso
era por lo que confiaba en él implícitamente.
Dev lentamente giró su cabeza hacia Ren, con apenas la amenaza contenida
hirviendo debajo de su piel.
53
El pensamiento de alguien más, cualquiera, observando su voluptuoso cuerpo
moverse, haciendo incluso la tarea más mundana, casi le volvió fiero. Mejor
averiguaría una manera para llevarla con él rápidamente o podía ser una seria
amenaza para todos a su alrededor.
Una sorpresa y conocida mirada cruzó el rostro de Ren. Dev casi pudo oír los
engranajes encajando.
—Santa mierda en bolas. Es tu Moira. Esa es la única razón por la que actúas
como algún lunático demente, quien no se está tomando su seguridad en
consideración después de todo.
Dev miró a Ren durante varios momentos, asintiendo tensamente una vez,
retando a su amigo a decir algo más.
—No intentes forzarla, ¿está bien? Sabes que no puedes forzar a tu Moira.
Mientras que los vampiros podían forzar a los humanos, no podían forzar a su
Moira o a otros vampiros. Cuando puso sus ojos por primera vez sobre Kate,
supo sin una sombra de duda, que era suya. Sí, había intentado forzarla en la
comisaría, pero solo porque había olvidado que no podía forzar a su Moira.
Difícilmente podía contener su pura alegría por haberla encontrado finalmente.
54
—No te preocupes, hombre. Puedes encantar las bragas de cualquier hembra,
compulsión o no. No tengo dudas de que la tendrás contigo en cuestión de horas.
Dev sabía que tomaría más que eso. La necesidad de estar dentro de ella era
visceral. Simplemente tenía que explorar su cuerpo, sentirla, saborearla. Sabía
que tenía que refrenar esta necesidad abrumadora o la enviaría corriendo a las
colinas. No es que no la siguiera, arrastrándola de vuelta y encerrándola en su
casa. Nunca dejaría ir a su Moira. Aunque bastante extraño, no quería
encarcelarla. Quería que ella quisiera estar con él, le necesitara, le amara.
55
Xavier
—Será mejor que tengas buenas noticias para mí, Marcus —gruñó Xavier.
Estaba cansado de vivir así. Cansado de esconderse. Malditos señores regentes.
No podía esperar a masacrarlos uno a uno. Personalmente. Su odio hacia ellos
era tan intenso; sentía que ardía a través de su intestino cada segundo de cada
simple día. Estaba tan cerca de su objetivo, podía saborearlo. Lo sentía en cada
célula de su cuerpo. Finalmente, después de cientos de años de experimentos y
preparación, estaba en el umbral de la dominación mundial.
—Las tengo, mi señor. —Marcus mantuvo sus ojos desviados hacia el suelo.
Marcus era un buen esclavo. Era excepcionalmente brillante y había sido capaz
de hacer grandes progresos en la droga que aumentaba la exitosa concepción y
los nacimientos vivos de sus bebés vampiros. Su ejército aumentaba.
—Continua, Marcus.
Una sonrisa malvada se comió todo el insidioso rostro aterrador como el fuego
de Xavier. Otro recuerdo, cortesía de esos auto-honrados señores. Otro mal por
bien. Mientras los vampiros curaban de la mayoría de las heridas graves, no
podían tratar con el fuego. Siempre estaría desfigurado. No admitiría espejos en
56
ninguna parte del complejo, como no quería un constante recuerdo de que su
apariencia fue tomada de él, además de su libertad. Donde su apariencia una vez
atraía a las hembras como moscas, ahora las repelía.
—Sí, mi señor.
57
Kate
Kate caminaba a través de la puerta delantera y fue directa a la cocina. Ni
siquiera eran las cinco aún, pero desesperadamente necesitaba una bebida. Vertió
un vaso de Zinfandel de una botella medio vacía, pensó que simplemente no
podía cortarlo esta noche. En quince minutos, estaba vacía en el descanso en su
vaso. Sentada a la mesa de la cocina en silencio, observó al viento de invierno
más amargo azotando violentamente los suaves copos de nieve alrededor del
patio. Parecía como si alguien hubiera sacudido un globo de nieve y la recordó a
la Bella y la Bestia de Disney y al soñado felices para siempre que mantenía sobre
jóvenes chicas impresionables.
Hasta él.
Ahora no podía pensar en nada más. Quizás había pasado demasiado tiempo
desde que había tenido sexo y ahora sus partes de señora estaban suplicando ser
usadas. Y usadas fuerte. Quizás Erin tenía razón y una alucinante sesión
sudorosa de lo más salvaje era lo que necesitaba para volver a enfocarse. Y quizás
estaba tan llena de mierda que el blanco de sus ojos se estaba volviendo marrón.
58
tener.
Que... un hombre muy alto, muy exótico, muy viril con ojos color ónice la
miraban desde entre sus muslos por supuesto.
Kate pasó los siguientes treinta minutos bebiendo vino y reviviendo sus
sueños carnales con su increíble hombre, como no había hecho esas cientos de
veces durante los últimos cuatro meses. Recorrió sus manos sobre su desnudez,
deseando que fueran las suyas. Incapaz de parar, una se deslizó en el agua y
acarició su resbaladizo centro. Recordó a Erin diciéndole cuán rápidamente
habían tenido un orgasmo con los chorros de su bañera y a la vez había sonado
ridículo. Pero ahora, necesitaba desesperadamente tomar el borde, Kate extendió
sus piernas, posicionó su sexo perfectamente entre el chorro de agua a máxima
velocidad y Oh. Dios. Mío. En treinta segundos, un orgasmo increíblemente fuerte
la desgarró, enviando espirales de calidez a través de su cuerpo. La cabeza cayó
hacia atrás, alcanzó los controles y apagó la pulsante agua, recuperándose
lentamente del rápido ataque.
El vaso ya vacío, el agua fría, y sintiéndose un poco menos tensa, Kate decidió
que era la hora de dejar de holgazanear y empapar el alcohol que había
consumido con algo de comida. Excepto que no tenía mucho en casa, así que o
tendría que salir o correr a la tienda. Y desde que había consumido tres vasos de
vino muy sustanciales en la última hora, estaba por salir.
59
a un chico de reparto del Jade Garden, su restaurante chino favorito con el mejor
pollo al acajú y sopa con huevo que nunca pasó por sus labios, rápidamente abrió
la puerta sin comprobar la mirilla.
—Hola, Kate —pronunció él, los labios llenos se levantaron en una esquina.
Él estaba de pie allí en el mismo traje que quitaba la respiración que le había
visto anteriormente, pero con un abrigo negro largo y pesado escudándole contra
los elementos.
No habría una frase más verdadera que esa. Ella quería, todo. Oh, cómo quería.
Él rió cuando ella se quedó de pie tranquilamente jadeando en su perfección
pura.
—Estoy hablando de la comida, pero por la manera que me estás devorando
con tus hambrientos ojos, puedo ver que quizás la comida no es todo lo que hay
en tu mente.
Se enderezó otra vez, sus ardientes ojos vagabundeando sobre cada centímetro
de su cuerpo. Su cuerpo insidiosamente vestido. Vamos.
60
Encontrando su voz, finalmente hizo la pregunta que había estado ardiendo
en su mente durante los últimos sesenta segundos.
Ella no pudo evitar la pequeña sonrisa que pasó por sus labios. Debería estar
irritada y la verdad era que lo estaba, pero irracionalmente encantada ignoró
cualquier otra emoción que sintió. Pero eso no significaba que le estuviera
dejando fuera del gancho. Él parecía muy bueno —demasiado bueno— esquivando
sus simples preguntas.
Él gesticuló para que se sentara, pero ella no estaba por caer en la línea tan
fácilmente.
—¿De verdad? Porque estaba seguro que lo hice —dijo él en una voz baja y
profunda que fue directo a sus entrañas.
61
haciendo? No he sido capaz de sacarte de mi mente desde el momento que puse
mis ojos sobre ti.
Justo cuando pensaba que él se había inclinado para besarla, dio un paso atrás
llevándose su calor corporal y su único olor con él. La decepción apuñaló
profundo. Quería su boca en la de ella más de lo que quería cualquier cosa.
Incluso más de lo que quería ese pequeño coche eléctrico de Barbie cuando era
pequeña, en el que podía sentarse y conducir alrededor de tu vecindario. Y había
querido eso muchísimo.
—Ahora, por qué no tomas asiento y comes antes de que tu comida se enfríe
—propuso él cuando sacó la silla como un caballero.
Sin saber qué hacer con este raro encuentro, ella caminó a la pequeña mesa
redonda y tomó asiento. Él se sentó justo a su derecha y todo lo que de repente
deseó fue no haber bebido tanto vino. Mientras que la confusión nublando su
cerebro era absolutamente en parte debido a él, era también innegablemente por
el alcohol. Una mujer no enfrentaba a un hombre como Dev sin una cabeza clara
a menos que quisiera terminar debajo de él en poco tiempo. Y mientras lo hacía,
se preocupó de que sus bajas inhibiciones la hicieran cometer un error de
proporciones épicas y terminara odiándose por la mañana.
Porque nada había cambiado entre esta mañana y ahora, decir no era
exactamente lo que necesitaba hacer, pero estaba herida tan malditamente grave
que no estaba completamente segura de que fuera capaz.
62
´
capiTulo 12
63
Dev
Ella estaba tan afectada por él como él por ella. Pudo oler su excitación al
segundo de abrir la puerta. Era intoxicante. Desafortunadamente, también podía
ver el tirón de su guerra interna. Le quería, pero no quería quererle y eso era
caótico en su cabeza. Necesitaba ponerla a salvo, mientras le dejaba saber que
intentaba perseguirla... fuerte. Dev tenía mucho trabajo por delante en un corto
montón de tiempo. Adoraba el reto y ganaba cada uno de ellos. E intentaba
completamente ganar este.
Pareció realmente asustada por primera vez y mientras él se sentía mal por
eso, no se sentía lo bastante mal por recular.
64
a ser fácil de convencer para ir con él. Le respondió tan honestamente como pudo
sin revelar demasiado, demasiado pronto.
—No dejaré pasar ni un momento sin que estés protegida, Kate. —La seguiría
por toda la maldita ciudad durante días si tenía que hacerlo.
—Gracias.
—Un placer.
65
hablando con ella era lo mejor que iba a conseguir.
Ella bostezó y él pudo ver cuán cansada realmente estaba. Mientras él era
reacio a irse, no podía llegar a una razón plausible para quedarse, tampoco.
Irse sin saborearla era probablemente lo segundo más duro que haría hoy.
Observarla salir del distrito policial sin él fue lo primero. Quería saborear su boca,
su piel, su sexo. Quería su sangre corriendo en sus venas. Ansiaba todo y
cualquier cosa que ella le diera.
Pero en lugar de hacer algo de esas cosas, se inclinó y gentilmente tocó sus
labios en su frente.
66
la tarde de mañana.
´
capiTulo 13
67
Xavier
Xavier empujó despiadadamente en su tembloroso cuerpo una y otra vez. Ella
era una pequeña cosa tensa, y una virgen, si la mancha de sangre entre sus
pálidos muslos era alguna indicación. Por supuesto, la había arruinado durante
las últimas horas, así que era solo tan probable que hubiera desgarrado su tierna
carne. Ella casi era inútil ahora. Su cuerpo roto estaba medio drenado de sangre
y solo estaba allí tumbada, tomando su abuso. Los ojos vacíos y vidriosos.
Ellos no eran ni de cerca tan divertidos como cuando llegaron a esta etapa. Sus
gritos y sollozos habían muerto a lloriqueos y súplicas ocasionales. Él prefería
sus gritos, así su suculento torrente sanguíneo estaría inundado del dulce
afrodisíaco de adrenalina. Desnudó sus colmillos hacia ella una vez más, la cual
comenzó su llanto ronco, medio grito triste de trasfondo. Golpeó su carótida
como una serpiente de cascabel, succionando los restos de sangre de su joven y
débil cuerpo.
Justo cuando terminó, una suave llamada vino a la puerta, forzándole a parar
de succionar de su vena, aunque mantuvo sus colmillos tensamente en su carne.
Si tengo que abrir esa puerta, solo desearás estar muerto, Rodney.
Lamento terriblemente interrumpir, maestro, pero hay una llamada urgente por
teléfono para usted. Es Bill desde Milwaukee PD. Creo que querrá tomarla, mi señor.
Drenó a la chica en tiempo record, dejando caer su cuerpo sin vida en su cama.
Se levantó, limpió las últimas gotas de su sangre de su rostro cicatrizado y feo.
Abrió la puerta sin llevar nada sobre su desnudez, tomando el teléfono de
Rodney.
68
—Ahora mismo, mi señor.
—Mi señor, tengo algunas noticias que creí que querría oír inmediatamente.
Hace varios días, una mujer llamada Kate Martin se presentó en la estación
pidiendo hablar con un detective sobre la chica local desaparecida, Sarah Hill. Lo
que llamó mi atención fue que, en su declaración, ella menciona sueños de la
chica desaparecida. También creo que el señor regente del Medio-oeste estuvo
aquí entrevistándola, basado en los rumores alrededor de la estación.
—Lo siento, mi señor. He tenido al menos tres días libres. Llamé tan pronto
como lo averigüé.
—Sí, mi señor.
—Y Bill...
—¿Sí, mi señor?
Él casi podía oír al humano cagarse encima, su miedo palpable. Bien. No era
una vaga amenaza. De hecho, podría hacer eso de todas formas, y dejar al macho
humano vivo para vivir con su angustia.
—¡Mierda!
69
¿Sabría la caminante onírica dónde encontrarle? No iba a sentarse alrededor,
esperando a averiguarlo. No se las habría arreglado para permanecer vivo esos
últimos siglos siendo complaciente. Encontrarla y añadirla a su colección era su
prioridad número uno. Tan sorprendido como estaba que ella hubiera ido a la
policía, desafortunadamente para la señorita Kate Martin que hubiera sido un
maldito error fatal.
70
Kate
Durante los últimos varios días, ellos habían caído en una rutina similar y
cómoda. Ella había llegado a casa entre las 4:30 o las 5:00 de la tarde y Dev se
presentaría alrededor de las 7:00 de la tarde, cena en mano y quedarse hasta que
ella estuviera tan cansada que no podría mantener sus ojos abiertos más tiempo.
Ella no había conseguido hacer ni una maldita cosa en toda la semana y por una
vez, no le importaba.
Era tanto una bendición como una maldición, aunque, porque... nada había
ocurrido. Absolutamente nada. Ni un beso, ni un apretón de culo, ni una
sugerencia lasciva.
Ni.
Una.
Maldita.
Cosa.
71
esta noche sin llevar nada excepto una toalla, la cual oh tan convenientemente
golpearía el suelo cuando una ráfaga de viento ocurriera para atraparla cuando
se lanzara para cerrar la fría ráfaga.
Toda la noche le espero para hacer un movimiento. Una vez más... nada.
Cuando él se fue esta noche, ella casi le había agarrado por la camisa y le había
tirado de vuelta a su dormitorio, donde removería rápidamente cada artículo
ofensivo de ropa y le montaría duro hasta que ambos gritaran su placer.
¿Algunos sueños más? De Sarah, no. ¿De él? Todas. Las benditas. Noches.
Dev insistía en que ella estaba en peligro, pero nada inusual había ocurrido en
los anteriores días, así que se había relajado un poco. Se sentía segura,
especialmente con él pasando el rato alrededor. Convencida de que se había
imaginado el ruido, estaba por volver a encender a su novio por pilas y terminar
72
lo que había comenzado, cuando oyó crujir las tablas flojas en la cocina.
Su pulso se aceleró.
Alguien estaba en su casa y estaba bastante segura de que no era Dev porque
él nunca la asustaría así. Si él quería entrar en su cama, simplemente lo
demandaría, no entraría a hurtadillas.
Dev le había dado su teléfono móvil, diciendo que nunca estaría demasiado
lejos y que podría estar aquí instantáneamente si ella le necesitaba.
Desafortunadamente para ella, se había dejado el teléfono cargando en la
encimera de la cocina así que ahora estaba completamente indefensa. Estaba por
alcanzar su pistola en el cajón de la mesilla de noche cuando Dev dijo su nombre
desde el pasillo.
Oh gracias a Dios.
—¿Qué...?
Mierda. Tendría que llamar a su jefe y contar alguna historia sobre por qué no
iría a trabajar durante los siguientes días, pero se preocuparía por eso mañana,
73
cuando estuviera en alguna parte a salvo.
Se subieron a la parte de atrás del Range Rover negro, el cual había visto
situado fuera cada noche y era sorprendente ver a Ren en el asiento trasero. La
tensión era tan espesa que prácticamente podía verla girando en el aire y cada
hombre radiaba apenas furia desenfrenada.
¿Por qué demonios estaba enfadado con ella? No era culpa suya que algún
psicópata viniera a cazarla. Excepto... eso era. Ella debería haberle escuchado
hace días y no estaría en este lío ahora mismo.
—¿Alguien salió herido? —No estaba segura de por qué lo preguntó, porque
alguien claramente allí estaba para hacerla daño, pero simplemente tenía que
saberlo.
Había tanto significado no dicho detrás de esas palabras, que él podría muy
bien solo haber dicho lo que ella realmente oyó. No tú. Nadie que importe excepto
tú.
Cuando Dev alcanzó su mano, ella casi lloró. Estaba intentando ser fuerte, pero
la verdad era que apenas lo aguantaba. Condujeron el resto del camino en
silencio y después de otros treinta minutos o así giraron a una carretera que
nunca había visto. El conductor frenó a una puerta de seguridad, la cual estaba
pesadamente protegida, antes de que las puertas de hierro forjado se abrieran.
74
Precedían a un largo, serpenteando, densamente arbolado camino antes de que
una gran mansión llegara a la vista.
Santa. Mierda.
Solo pudo mirar boquiabierta la costosa mansión y los terrenos delante de ésta.
Parecía como si debiera estar en la portada de la revista House y Home. El lugar
era enorme.
—¿Esta es la casa segura? —Se giró hacia Dev con una mirada confusa en su
rostro.
´
capiTulo 15
75
Dev
Él estaba cerca de perder su mierda. Cuando vio a los renegados arrastrándose
alrededor del perímetro de la casa de Kate, casi había ido a nuclear. Ren, Manny
y él mismo rápida y eficientemente manejaron a las alimañas en un nivel bajo,
pero las cosas podrían haber terminado más y el pensamiento de Kate en alguna
parte cerca de Xavier le tenía viendo rojo. Lo único que le había mantenido bien
otra vez fue tocar a Kate. Cuando agarró su mano y ella aguantó por su querida
vida, casi respiró un audible suspiro de alivio. Lo que había querido hacer era
arrastrarla a su regazo y nunca dejarla ir.
—No. Es mi casa. Pero estarás a salvo aquí, Kate. Lo prometo. No dejaré que
nada te ocurra. Este lugar está pesadamente protegido y es muy seguro. Nadie te
encontrará aquí.
Kate murmuró.
Entraron en un gran camino circular y el coche llegó a una parada. Dev abrió
su puerta y salió del coche, levantando una mano para asistirla. Sus ojos se
encontraron. Ella tomó su mano y elegantemente salió del coche, sin romper el
76
contacto visual. Los niveles de adrenalina aún estaban altos por la corta batalla y
él difícilmente podía controlar su furioso pene. Solo el simple acto de sujetar su
mano en el coche provocó que la bestia golpeara incesantemente en su
cremallera, demandando escapar de su prisión de metal. Él quería empujarla en
sus brazos y devorar sus labios llenos coloreados de bayas. La lujuria en sus ojos,
el olor de su excitación y el incremento en su pulso todo validaba que ella le daría
la bienvenida, pero ahora no era el momento.
Él tiró de su mano.
—¿Sí?
Ren había agarrado sus bolsas y todos se dirigieron a las escaleras de mármol
hacia las puertas francesas de arce revestidas en cristal biselado. Dev tenía ahora
su mano en la parte baja de su espalda y la giró dentro para avanzar. Quizás era
la adrenalina corriendo sobre la que ellos siempre hablaban cuando eras puesta
en una pelea o una situación de huida, pero incluso cuando pensó en eso, sabía
que no era cierto. Ella había estado en un infierno de lujuria durante días.
77
Cuando se acercaron a la casa, la puerta se abrió y lo siguiente que vio la hizo
parar. Caminando desde detrás de la puerta había una belleza excitante y muy
alta, una mujer pequeña. Diosa probablemente era una descripción mejor. Tenía
que medir al menos uno ochenta, pero tenía los gestos más llamativos de hada,
nariz perfecta, ojos azul brillante y piel cremosa. Inferior saltó en la cabeza de
Kate. Ella definitivamente era inferior comparada a esta criatura deslumbrante.
—Giselle, esta es Kate. Kate, Giselle. —¿Giselle? Vaya, incluso tenía un nombre
asesino.
Kate levantó su mano para saludar, y fue sorprendida cuando Giselle solo
miró su mano y volvió a su rostro. Ningún cambio de expresión, ningún saludo.
Nada.
Dev miró a Giselle y sintió como algo pasando entre los dos. Giselle sonrió
tensamente y extendió su mano hacia Kate.
¿Qué demonios? Si a alguien no debería gustarle alguien aquí, era Kate. Giselle
era el tipo de mujer que todas las otras mujeres odiaban en principio. Ella hacía
que todas las otras mujeres en la vecindad inmediata parecieran como una rana
fea.
Ostras, ¿qué la picaba en el culo? Adivinaba que estaría evitándola durante los
próximos días.
—Lamento eso. Ella no siempre es la persona más amistosa. Hablaré con ella.
78
—Está bien. No es necesario. Probablemente solo tuvo un mal día. —O quizás
no le gustó ver a Dev con la mano en el cuerpo de otra mujer. Ella conocía al
monstruo de los ojos verdes cuando lo veía y los celos estaban rezumando de
cada poro de esa reina del hielo.
—No, no lo está y me encargaré de ello. No has hecho nada para ganarte ese
tipo de tratamiento.
—No te preocupes por eso, Dev. De verdad. —Ella solo sabía que si él decía
algo, lo empeoraría. Como el abuso en cuarto grado cuando su madre intentó
intervenir. Sí, eso la había ganado algún empujón extra, empujando y
escapándose al patio de juegos. No, gracias.
Ren salió al pasillo con sus bolsas, dejándolos a los dos a solas.
—Está bien.
Kate siguió a Dev arriba por la gran escalera. Le siguió a través de un laberinto
de pasillos, girando a la izquierda y a la derecha. Buen problema, necesitaba
señales de salida para encontrar su camino de vuelta. Finalmente, pararon en un
dormitorio y Dev abrió la puerta. Sus bolsas habían sido depositadas en su cama
ya.
—Espero que sea de tu agrado. —Dev caminó a un lado y gesticuló para que
entrara.
79
Caminó un poco más en la habitación y le volvió a mirar flirteando sobre su
hombro, sonriendo.
—Oh, no sé. ¿Tienes algo un poco más bonito? ¿Un poco más grande, quizás?
—Atrevida.
Dev caminó hacia Kate, parando solo a centímetros de ella. Por la manera que
caminó, uno podría pensar que era ego detrás de sus pasos, pero conocía mejor.
Era confianza. Era poder. Era determinación. Y era desesperante. Él estaba tan
cerca que tuvo que inclinar la cabeza para mirarle a los ojos. Su corazón se aceleró
y rompió en un ligero sudor. Dulce Señor, quitaba la respiración.
—Estaremos unidos por la cadera durante los siguientes días. —Sus ojos se
volvieron más oscuros, más hambrientos. Su voz se espesó y descendió, sonando
gravemente—. Lo estoy esperando con ansias.
—¿Estarás bien?
Lo que realmente quería decir era quédate, pero ¿por qué no podía solo decirlo? Su
mente había sido un revoltijo de caos durante días, pero una cosa era
perfectamente clara. Quería a este hombre ante ella incluso si solo era sexo e
incluso si era solo por un corto periodo de tiempo.
—Bien entonces. Te veré por la mañana. Si necesitas algo, solo grita, ¿está bien?
80
—Así que... ah... ¿en cuál dormitorio estás durmiendo tú? —¿Y por qué no es en
el mío?
—Al lado del tuyo. —Dev observó sus labios con admiración—. Para
asegurarme que estás a salvo, por supuesto.
Él dio varios pasos hacia ella, provocando que ella retrocediera contra la pared
del dormitorio.
—No. Quiero decir, no todos mis sueños son malos, no. —De ninguna manera
revelaría que se masturbaba pensando en él regularmente y durante meses.
Él cerró el pequeño espacio entre ellos, sus pechos casi tocándose ahora.
Recorrió su dedo índice por su mejilla, parando debajo de su barbilla. Sus ojos se
mantuvieron cuando se inclinó e hizo lo que ella le había estado suplicando
durante días. La besó gentilmente en los labios. Puso un brazo alrededor de su
cintura, empujando su carne contra él. Sus ojos cerrados cuando el gentil beso se
hizo más profundo, su deseo por ella evidente. Convenció a sus labios para que
81
se abrieran, bromeando con su lengua, explorando su boca. Ella situó sus brazos
alrededor de su cuello e intentó empujarle más cerca.
Sus labios dejaron los suyos, rozando un erótico camino por su barbilla. La
sujetó tensamente cuando susurró:
—Buenas noches, dulce Kate. Esta noche quiero que sueñes con mi pene
dentro de tu dulce cuerpo.
Antes de que él cerrara la puerta, se giró para mirarla, sus ojos oscuros con el
deseo. Ella sabía que los suyos eran espejos. Si él hubiera decidido lanzarla contra
la pared y tomarla justo allí, le habría dejado. La palabra “por favor” casi se
deslizó de sus entumecidos labios.
¡Maldito fuera! Maldito sea por ser tan irresistible que ella había lanzado toda
precaución al viento y estaba seriamente considerando dormir con él, un extraño
virtualmente por amor de Dios.
Caminó hacia el cuarto de baño, el cual era tan exquisito como el dormitorio,
con una encimera de granito machado con marrón oscuro y una alucinante ducha
de azulejo con múltiples cabezales. En la esquina más lejana de la habitación,
había una bañera Jacuzzi hundida de tamaño grande. Bueno, al menos si Dev no
82
hacía un movimiento sobre ella, tendría sus amistosos chorros de agua para
hacerle compañía, ya que no pudo traer nada de su cajón de la mesilla de noche.
Otra vez se preguntó cómo demonios Dev hacía para ser capaz de vivir y
afrontar semejante extravagancia, porque no era tonta. Eso no venía de un policía
o el salario de un detective. Tenía veinte preguntas alineadas para mañana.
Por primera vez en meses, esperaba no soñar con el hombre erótico, además
de acosar sus sueños, ahora la consumía cada hora despierta.
´
capiTulo 16
83
Dev
Dev estaba sentado en su oficina con el empalme más doloroso que había
tenido nunca en su muy larga existencia. Nunca había querido a una mujer más
de lo que quería a Kate. Nunca. Esos últimos días estando con ella sin tocarla o
tomarla fue bastante duro, pero alejarse de ella después de besar sus dulces y
suaves labios era solo atroz. Lo que quería hacer era desgarrar sus ropas, empujar
su dolorido pene en su caliente y delicioso cuerpo, y perderse en su suavidad
justo allí.
Pero sabía que tenía que alejarse. Ya sabía que su dulce Kate no era el tipo de
mujer que tenía sexo casual. Oh, podía haberla tenido esta noche si hubiera
querido. Cuando se fue, su olor meloso era tan poderoso que era como si su nariz
estuviera enterrada directamente en su sexo. Y eso le estaba conduciendo a la
maldita locura. Tuvo que escapar a su oficina para evitar tirar abajo su puerta y
hacerle el amor hasta dejarla sin sentido.
La segunda noche que habían pasado juntos, podía haberla tenido, pero ya
sabía cómo su compleja mente funcionaba. Ella se arrepentiría, y
sorprendentemente él no quería que lo hiciera. Se rió de sí mismo. No había dado
ni una mierda sobre lo que alguien pensaría de él en tanto tiempo, había olvidado
como se sentía. Era un mal nacido despiadado, tomando todas las decisiones
rápida y decisivamente, sin arrepentimiento, sin remordimiento, sin emoción.
Ella era suya. El destino ya había determinado eso. Pero maldición si no había
querido más de ella que solo ser suya. Con un deseo que le tomaba por completa
sorpresa, se dio cuenta que lo que realmente quería de ella era... amor.
84
su cuerpo. Ahora era todo en lo que podía pensar. Y estaba empujando todo a
una parada para conseguirlo, lo cual es otra razón por la que no había movido su
relación física más rápido.
—Damian y Romaric estarán aquí mañana por la tarde, pero tenemos una
videoconferencia con ellos en diez minutos.
—No.
En el siguiente segundo, Ren fue golpeado contra la pared, una gran mano
sujetándole por su cuello, un vampiro furioso en su rostro.
85
—Jesús, Dev —graznó él—. Relájate. No tengo nada excepto respeto por tu
Moira.
—Será más fácil cuando te vincules a ella, Dev. Al menos eso es lo que he oído.
—No lo sé, Ren. Eso espero. No puedo ir por ahí masacrando a todos en mi
regencia solo por mirar a mi Moira.
—Soy feliz por ti, hombre. Te mereces ser feliz después del infierno por el que
has pasado.
Dejó que sus pensamientos fueran a la deriva de vuelta a los viejos tiempos.
1559
Le esperaban en casa desde hacía horas, pero la compañía femenina que había
encontrado esta noche era demasiado deliciosa para tocarla solo otra vez. Podía decir que
ella había sido completamente usada, ya que su sexo no era tan ceñido como él había
querido, pero le dejó sin aliento y su sangre era tan dulce como la mermelada de mora que
hacía su meme. Raramente usaba a una mujer más de una vez, pero quizás volvería a ella,
mientras mantenía la búsqueda de su Moira. Ella había sido una de las pocas mujeres que
había encontrado que sabía acerca de los vampiros y estaba más que de acuerdo en dar
libremente su cuerpo y su sangre de vuelta por el indescriptible placer que había recibido.
86
Peligroso, pero también él.
Los vampiros vivían entre los humanos, muchos humanos nunca sabían que eran algo
más que lo que pretendían ser. Eran pacíficos y querían vivir y desarrollarse como
cualquier humano. No eran asesinos de sus presas y no expondrían su raza, ni siquiera
tan poderosos como eran, igualarían a miles de humanos disparando a sus cabezas. Había
algunos de su especie, de todas formas, como Xavier, quienes no creían en su estilo de vida
elegido, deseando poder total y matar indiscriminadamente.
Xavier era como el hermano que nunca había tenido. A los cuatro años, Xavier había
sido dejado en medio de su villa, abandonado por sus padres, y los padres de Dev le habían
adoptado como suyo. Habían tenido una infancia idílica y eran tan cercanos como
hermanos de sangre. Ahora ambos en sus casi veinte, habían ido por caminos separados y
las acciones de Xavier últimamente habían sido más y más erráticas, más totalitarias y la
distancia que creció entre ellos entristeció a Dev.
Cuando Dev descubrió que Xavier era el que estaba detrás de los secuestros y había
mantenido a humanos encerrados como animales, no tuvo elección excepto decírselo a los
ancianos, uno de los cuales era su padre. Las cosas depravadas que Xavier hizo a esos
humanos le enfermó. Violó a niñas pequeñas delante de sus padres; torturar a chicos
jóvenes mientras sus madres eran forzadas a mirar; desangrar a esposas delante de sus
maridos hasta que sus cuerpos no eran nada más que cáscaras apergaminadas.
Él había sabido que el límite de la moral de Xavier era cuestionable últimamente, pero
no ser consciente de las profundidades de la crueldad de su hermano le comía cada día
desde entonces. Podía haber evitado esto eligiendo hablar con su padre antes. Cuando él
enfrentó a Xavier, simplemente expresó que esto era como debería ser. Los vampiros no
eran la especie más débil. Los vampiros deberían regir a los humanos, no vivir a su lado
como iguales cuando claramente eran superiores. Los humanos deberían ser tratados como
el ganado que eran, esperando su matanza, mientras se hacían útiles mientras servían a
cada necesidad de un vampiro.
87
Xavier no había sido visto en un mes. Los cazadores habían sido enviados a encontrarle,
pero no habían tenido éxito.
Dev debería haber destellado en casa, pero había tomado su caballo esa tarde y
necesitaba devolverlo. Destellar una gran bestia no era solo agotador para sus poderes,
sino que también aumentaría las sospechas entre los humanos en su pequeña villa, así que
se estableció en la gran carrera a casa en su lugar. El amanecer estaba cerca, pero esperaba
llegar pronto, después y, con su medallón, estaría bien. Estaba saciado y de buen humor,
haciendo planes con la misma hembra para la noche después de mañana.
El ataque era tan fresco que debió haber perdido al asesino. Su familia había sido
asesinada hacía minutos y él había estado enredado con alguna bruja cuando debería haber
estado en casa para protegerles. Rugió por la pena y la culpa y fue forzado a huir de la
casa cuando el fuego rápidamente se extendió. Lo que vio fuera de su casita era más de lo
que su mente podía comprender.
Cuerpos asesinados por todas partes. Muchas de las casas estaban en llamas. La
destrucción estaba por todas partes. Toda su villa había sido masacrada, pero la visión que
no podía abrazar en su cerebro golpeado por la pena era el de su amigo, su hermano,
saliendo de una de las pocas casas no incendiadas. Sus ropas estaban empapadas en sangre
y tenía una sonrisa en su rostro. Cuando Xavier vio a Devon, simplemente saludó antes
de desaparecer.
Cómo sus padres nos supieron que su atacante estaba encima hasta que fue demasiado
tarde era un problema que le llevó a Dev décadas resolverlo. Su padre era un anciano y
uno de los vampiros vivos más fuertes.
88
permanecía evasivo, y eso le enfadaba muchísimo.
El recuerdo era doloroso, como siempre. Agonizaba cada día que no había
estado allí para salvar a su familia, su villa, de la ira de Xavier. Después de
descubrir la habilidad especial de Xavier, sabía que también hubiera sido
asesinado de haber estado allí, pero aun no detuvo la culpa. Estaba sorprendido
de encontrar que la pena se sentía ligeramente menor hoy y sonrió interiormente.
Kate ya estaba curándole en muchas más maneras de las que ella sabía.
Los otros dos señores vampiros eran tan impresionantes como Dev. Él sabía
que ninguno tenía escasez de mujeres voluntarias extendiendo sus piernas, pero
estaba sorprendido de que ningún hombre hubiera encontrado a su Moira.
Mientras él había ansiado encontrar a la suya, no se había dado cuenta de cuán
realmente solitario había estado hasta que puso sus ojos en Kate. Ese profundo
agujero oscuro ahora había sido llenado con una mujer cuya esencia brillaba más
fuerte que las estrellas. Era un bastardo con suerte.
—Caballeros. —Él asintió.
—Devon, Ren. Es bueno verlos a ambos. Giselle, te ves maliciosa, quiero decir
bella, como siempre.
—Muérdeme, idiota.
—Hmm, creo que pasaré, nena. No fue muy bien la primera vez.
Dev saltó.
—Déjalo. Tenemos temas más importantes que discutir aquí que fastidiarse
entre ustedes dos que ninguno dejará ir.
89
Damian solo rió. Si estuviera aquí en persona, Dev estaba seguro que estaría
en el suelo con una daga en su corazón ahora mismo. El bastardo mejor miraba
su seis cuando estuviera aquí. Giselle era la bruja más mezquina que había
conocido nunca. Pero también era una de las más leales.
—Terminemos con eso. Tengo negocios que atender antes de estar allí mañana
por la noche.
Pasaron la siguiente media hora discutiendo lo que todos sabían sobre las
chicas perdidas en sus regencias. En total, veintiocho chicas habían desaparecido
en las últimas tres semanas. Probablemente había más de las que no eran
conscientes aún. Todos habían llegado a la misma conclusión, que Xavier había
resurgido, volviendo a empezar cualquier plan enfermizo que estaba agitándose
alrededor en el retorcido problema gris que funcionaba como su cerebro.
—Una cosa más que deberían saber antes de llegar mañana. He encontrado a
mi Moira. Su nombre es Kate Martin. Está aquí en la casa y no sabe que nuestra
especie existe aún, así que mantengan sus bocas cerradas. Los veré a todos
mañana por la tarde. —Cortó el video antes de que alguien tuviera oportunidad
de responder—. Giselle, una palabra —dijo cuando todos hicieron un
movimiento para irse.
Cuando estuvieron solos, continuó:
—Le darás a Kate el respeto que se merece. Si la tratas como el polvo bajo tus
botas otra vez, responderás ante mí. ¿Comprendido?
—Sí, mi señor.
Él esperaría mañana cuando había pasado tanto tiempo con Kate como era
posible antes de que tuviera que pasar la noche planeando cómo podían
encontrar a Xavier esta vez. Encontrar y destruir. Se sentía incluso más urgente
90
ahora que había encontrado a su Moira. Si Xavier averiguaba lo de Kate, ella
estaría incluso en más peligro.
La urgencia de Dev por matar a Xavier ahora tenía mucho más que ver que la
venganza. Tenía una nueva familia que proteger y no fallaría —no podía fallar—
esta vez.
´
capiTulo 17
91
Kate
Despertó sintiéndose fresca. Los dioses la habían bendecido, porque
afortunadamente había tenido una rara noche sin sueños. Miró el reloj para ver
que había dormido hasta las 8:30 a.m. ¡Mierda! Tenía clase en una hora, a la cual
aún tenía que encontrar un reemplazo. Rápidamente agarró su móvil y llamó a
la oficina. Diez minutos después había posteado una cancelación para las clases
de hoy y esperaba encontrar reemplazos para una “enfermedad familiar”
durante los siguientes días, por si acaso. Realmente no tenía ni idea de cuánto
tiempo pasaría antes de que la amenaza por su seguridad hubiera pasado.
Sin saber cuál era el plan para hoy, decidió ducharse y estaba a medio camino
hacia el cuarto de baño cuando una llamada sonó en su puerta. Mirando la ligera
camisa y los pantalones cortos en los que generalmente dormía, deseó haber
pensado en traer una bata.
—Hola.
—¿Dormiste bien?
92
—Te ves bien por las mañanas, Kate —dijo él.
Necesitando poner un poco de distancia entre ellos para que pudiera reunir
sus pensamientos e inteligencia, y quitarse la tóxica respiración de la mañana,
preguntó:
—Desayuno primero, luego un tour. ¿Cuánto tiempo necesitas para estar lista?
—¿Treinta? Creo que me estoy enamorando más cada minuto que estoy en tu
presencia, amor.
Y con esas palabras, él se giró y caminó por el pasillo, dejando que su cerebro
girara esas confusas y aterradoras palabras una y otra vez durante la siguiente
media hora.
Dev
Treinta minutos y un segundo después, Dev llamó suavemente en la puerta
del dormitorio de Kate. Cuando esperó a su respuesta, pensó en ella en la ducha.
El agua escurriendo por sus suculentas y desnudas curvas, hizo que su pene se
tensara incómodamente. Vio las gotas cubriendo su pálida piel. Como sus
pezones se tensarían por el frío una vez cerrara el grifo. Dolorido por conseguirla
debajo de él. Había tenido un doloroso empalme durante los días que necesitaba
remediar. No había tenido que recurrir a usar su propia mano desde que era un
jovencito pero estaba bastante malditamente cerca para llegar ahí.
93
cuello vuelto y caídos vaqueros azules desgastados que se moldeaban
perfectamente a su cuerpo bien formado. No podía esperar a conseguir una
visión del trasero. Su cabello oscuro caía en suaves ondas alrededor de sus
hombros y se había puesto un poco de maquillaje. Era simplemente exquisita.
Ella le sonrió.
—Sí, estoy lista. ¿Espero que los vaqueros estén bien? Te ves muy guapo y me
temo que no he traído ninguna ropa bonita.
—¿Te gustaría el tour antes o después de desayunar? —La guió por el pasillo
con su mano en la parte baja de su espalda. No podía estar cerca de ella y no
tocarla.
94
Estaba hambriento esta mañana, pero no era por comida humana. Tenía una
necesidad profunda por la sangre de Kate. Los vampiros más viejos necesitaban
ingerir sangre menos frecuentemente que los vampiros más jóvenes. Un vampiro
de la edad de Dev podía pasar una semana cómodamente sin alimentarse. Dos
era factible, pero empujando. Había pasado casi una semana desde que se había
alimentado y mientras podía pasar otra semana con algo de incomodidad, ni
siquiera se entretendría en alimentarse de otra mujer desde que había conocido
a su Moira.
—Leo, esta es Kate. Kate, Leo. Leo es... muchas cosas, pero mi excelente chef
es una de ellas.
Leo rió.
—No sabía qué te gustaba, así que le pedí a Leo que trajera un surtido de cosas.
Ella rió.
Dev apartó su silla y gesticuló para que se sentara. Ella le sonrió y tomó
asiento.
95
limitados a fideos ramen, queso a la parrilla y sándwiches fríos cortados. Aunque
hago un estofado tremendo. Vieja receta familiar. —Su madre era una fabulosa
cocinera. Se había ido hacía cinco siglos. Aún echaba de menos a su familia
profundamente. Xavier les había matado antes de que Dev se diera cuenta de la
profundidad de la locura de Xavier. Dev les había fallado y le cazaba cada día.
—Lo siento, ¿qué fue eso? —Ella le sonrió, mostrando sus dientes
perfectamente blancos y rectos. Jesús, era magnífica.
Sus ojos llamearon. Su pene estaba emergiendo en sus pantalones. Ella quería
que le hiciera una comida. No tenía ni idea de lo que eso significaba para él. Un
vampiro cocinando para su Moira tenía un significado importante. No podía
esperar.
—Lo siento, amor. Creo que tengo un momento difícil para concentrarme en
algo cuando estoy a tu alrededor. —Se perdió en sus ojos hechizantes—. Y por
supuesto, me encantaría cocinar para ti. Lo estoy esperando. Mucho. —Quería
decirlo. No podía esperar a alimentarla de su tenedor, bebiendo cualquier líquido
aislado que se aferrase a sus labios. Sus bolas se estaban poniendo más azules con
cada segundo.
96
´
capiTulo 18
97
Kate
¿A mí también? ¿Qué en Sam Hill estaba haciendo? ¿Cómo la vería después de
soltar todo esto? ¿Quién acababa de adueñarse de su boca? Solo estando cerca de
él claramente había revuelto su cerebro, como los huevos situados en su plato.
Estaba excitada y complemente al borde. Nunca había estado así con un hombre
en todos sus veintisiete años. Debería preocuparse por este constante dolor en la
ducha mañanera. O tomar un baño en su lugar.
—Creo que podrías decir que soy un consultor de algún tipo. Manejo... casos
especiales.
—Oh. —Ella miró alrededor de la sala con confusión—. Así que, no quiero ser
ruda, pero debes cobrar un infierno por tus servicios para ser capaz de afrontar
todo esto.
Riendo, él dijo:
—Tengo varios clubs nocturnos muy exitosos y restaurantes que son mi fuente
primaria de ingresos. Consultor del Departamento de Policía es simplemente
un... lado de responsabilidad.
98
—¿Tienes algo más que guíe para encontrar a Sarah?
—¿Sabes cuánto tiempo tendré que quedarme hasta que sea seguro que vuelva
a casa?
—No.
—Oh. —Miró a sus huevos fríos, no estando segura de cómo sentirse sobre esa
respuesta. Tenía miedo por su seguridad, por supuesto, pero cuanto más tiempo
pasaba en presencia de Dev, más difícil se hacía separar la fantasía de la realidad.
Y la realidad de la situación es que, si dormían juntos, cuando durmieran juntos,
podría no ser nada más que un lío. Nada más que casual. Y estaba sorprendida
del dolor que eso causaba a su corazón.
Habían pasado los últimos días hablando mucho sobre ella, pero cada vez que
hacía una pregunta sobre él, la eludía, respondiendo superficialmente, pero
nunca yendo demasiado profundo, especialmente cuando preguntaba por sus
padres. Todo lo que decía era que se habían ido hacía mucho tiempo y que les
echaba de menos enormemente. Rápidamente cambiaba de tema, así que no
empujaba. Podía decir que era doloroso para él.
Había perdido a un hermano también, así que solo estaba él ahora. Eso la ponía
triste por alguna razón. Estaba bien educado, comprendía su pasión por la
academia. Ambos adoraban leer y el ejercicio. Tenían mucho en común. Cada
segundo que pasaba con él no solo le hacía quererle más, sino que también le
amaba más.
—Así que, ¿hay algo más que recuerdes sobre tu sueño que crees que podría
ayudar? ¿Algo después de todo?
Él había hecho esa pregunta varias veces, y ella estaba empezando a sentir que
quería contárselo. Confiaba en él. Empezó a inquietarse, intentando no hacerlo.
Con los codos en la mesa, él se inclinó hacia delante juntando sus manos.
99
Habló en una voz gentil y persuasiva, sin romper el contacto visual.
—Creo que tus sueños son reales. Y creeré todo lo que me cuentes, Kate.
Cualquier cosa, sea lo que sea. He visto mucha mierda, así que confía en mí
cuando te dijo que nada, y quiero decir nada de lo que puedas decirme me
sorprenderá. Necesitamos encontrar a este bastardo. —Se detuvo, añadiendo—:
Y necesito tu ayuda para hacer eso, Kate. Así que por favor, ¿recuerdas algo más
que quizás tenías miedo de compartir antes?
¿Debería decírselo? Se enfrentó consigo misma. No quería que este bello y sexy
hombre pensara que ya estaba para el manicomio.
—Es duro creer que es real, Dev. —Su voz descendió—. He tenido sueños
extraños toda mi vida. Algunos son tan aterradoramente inimaginables que
posiblemente no podían ser reales. Cuando era más joven, me despertaba
aterrada y corría al dormitorio de mis padres en medio de la noche.
Eventualmente ellos se cansaron de oír sobre ellos, así que dejé de hablar sobre
eso y me convencí de que solo eran sueños, nada más.
100
»No tienes ni idea de lo que es ver las cosas que he visto. Creía que solo eran
sueños. Enfermizos y retorcidos, sí, pero aún solo sueños. Cuando tenía dieciséis
años, me di cuenta de que era diferente.
Dev esperó pacientemente a que ella continuara, lo cual lo hizo más fácil.
Llegar a la siguiente parte era más duro de lo que había pensado. Él gentilmente
la convenció:
—No puedo hablar sobre eso ahora mismo. Lo siento. No es relevante de todas
formas. —Él parecía decepcionado. Ella se sentía culpable, pero no podía hablar
sobre cómo había fallado a Jaime Hallow por negar que sus sueños eran reales.
—Está bien. ¿Hay algo más que recuerdes sobre Sarah, Kate? ¿Incluso una
sensación que podrías haber tenido durante el sueño?
—¿Maldad?
Ella asintió.
—Sé que suena loco y probablemente creas que lo estoy, pero te estoy
diciendo, Dev... sentí maldad filtrándose en mis poros. Era aterrador. —Solo no
podía hablarle sobre los colmillos y los vampiros. Eso era solo demasiado
increíble, incluso para ella.
101
—Yo también, amor. Yo también.
Cuando Dev la sujetó en sus fuertes y musculosos brazos, ella se sintió a salvo.
Cuidada. Se sentía como en casa. Vaya... ¿de dónde había venido ese
pensamiento? Su siguiente pregunta rompió el hechizo que había tejido de
alguna manera a su alrededor.
—Si es una distracción lo que quieres, amor, estoy seguro que puedo encontrar
algo más placentero que una excursión.
—Tentador, pero quizás deberíamos seguir con la excursión por ahora. —Pero
maldita fuera si no quería averiguar qué tipo de placeres podía prodigar Dev en
su cuerpo. Sin duda la arruinaría para cualquier otro hombre.
—Hmm. Eso es demasiado malo. Sería una manera inmensamente agradable
de pasar el día. —Le guiñó un ojo. Cada palabra sensual que él pronunciaba
removía la espesa capa defensiva que había construido durante el último año.
—Vamos.
Kate estaba asombrada; cada sala era más espléndida que la siguiente. Toda la
mansión estaba decorada en la tradicional decoración casera, pero con una
sensación de un viejo mundo. Tenía colores neutrales cálidos y se sentía cómoda
e invitador, a pesar de su carácter sociable. La estrategia de color era del tono de
la tierra y mientras tenía trasfondos masculinos, notó montones de almohadas
102
tiradas, lámparas decorativas y coloridas alfombras haciendo juego para dar una
sensación agradable y hogareña. Bastante extraño, se sentía como Dev.
Caminaron a través de la gran sala, media sala, un salón de baile formal y una
sala de juegos con un enorme bar, donde conoció a otros dos hombres atractivos
que trabajaban para Dev en el billar. Ren también estaba allí, vagueando en una
silla de cuero negro bastante grande, pero encajaba en su gran marco
perfectamente.
—Kate, este es Manny Juárez y Thane Jensen. Manny, Thane, esta es Kate
Martin. Manny y Thane trabajan para mí.
Manny la honró con una magnífica sonrisa de vuelta. Vaya, ella era el patito
feo en este grupo.
Thane interrumpió:
Manny rió.
—En tus sueños, idiota. Tú solo quieres concluir esto para poder golpear esa
azúcar que encontraste la pasada noche.
103
—Que te den.
Kate de repente sintió una extraña presión en la habitación, como el otro día
en la estación de policía. Dev miraba duro a Thane y a Manny.
—Parece que estarás haciendo el viejo nudillo cinco Olímpico esta noche,
amigo. —Eso le ganó un corte de manga.
104
—Estás dentro, Manny. Te veo mañana. ¿Alguien más tiene las gónadas para
jugar conmigo?
—Oh, y espero que traigas tu gran juego. No me dejes ganas porque soy una
chica. —Dev se tensó a su lado. Adivinaba que él no la quería jugando con sus
empleados. Bueno, fuerte mierda. Haría lo que condenadamente quisiera.
—Yo no soñaría con ello —respondió Manny, su sonrisa ampliándose una vez
más. Oh... ¡esto iba a ser divertido!
105
ritmo con sus trabajos.
—¿Te gusta lo que ves? —preguntó Dev cuando ella miró boquiabierta
alrededor.
—Enviaré a Ren para ayudarte a encontrar otra vez el gimnasio —susurró él.
—Seguro. Bien.
—Serás mía, amor. Muy pronto. —Sus labios colisionaron con los suyos y
antes de que ella supiera lo que estaba ocurriendo él estaba caminando
rápidamente por el pasillo, observando su buen culo alejándose.
106
Dejó su cabeza caer contra la pared y pensó en sus hipnóticas palabras de esta
mañana. “Creo que me estoy enamorando de ti más a cada minuto en tu presencia,
amor”. Y... “Serás mía, amor. Muy pronto”.
Esto no era como un rollo se suponía que iría. Normalmente no lo haría casual,
pero sabía que todo esto podía ser sin duda y lo había aceptado. Así que ¿por qué
él estaba diciendo cosas que lo hacían sonar mucho más permanente?
107
Kate
Un entretenimiento la haría bien. Sacar algo de la tensión sexual que Dev había
construido en ella toda la mañana. No comprendía su loca atracción hacia él
después de todo. Se sentía inexplicablemente atraía hacia él, ¿o al hombre que se
parecía a él?
Planeaba correr, levantar pesas, y practicar sus artes marciales hasta que
estuviera lista para caer. Eso debería alejar la urgencia de saltar a los huesos de
Dev cada vez que estaba a su alrededor. Quizás por hoy. Aclarar y repetir
mañana si era necesario. Estaría tan cansada de pensar en besarle, sobre recorrer
sus dedos a través de sus oscuros mechones, sujetar su cabeza hacia sus pechos
cuando lamiera y succionara su pezón. Dios, Kate, ¡para ya!
—Sí, gracias.
—¿Hay algo que pueda conseguirte? ¿Algo que necesites después de todo?
—¿Así que... cuál es el asunto con Giselle y Dev? ¿Ellos tienen un... lío? Ella
parecía como si quisiera arañarme los ojos ayer.
Ren dejó que una sonrisa curvara las esquinas de sus labios.
—Celosa, ¿eh?
—No, por supuesto que no. No seas ridículo. ¿Por qué estaría celosa? Solo
108
tengo curiosidad, eso es todo. Ella parecía como si fuera a quemarme el rostro
con un soplete después de dejarme entrar en la casa. Asumí que era quizás
porque eran una pareja o algo y ella no quería a otra mujer en alguna parte cerca
de su hombre.
Dios, esperaba que no fuera el caso, pero no sería como si un tipo tuviera un
pastel y quisiera comerse otro también. Al menos los hombres que salían con ella
lo hacían. Y si Dev caía en la categoría de adúlteros, rompería cualquier último
trozo de esperanza que sabía que estaba enterrado profundo en ella sobre que
había un hombre decente esperando ahí fuera... solo que no lo había encontrado
aún.
—No, no son pareja. Nunca han sido pareja. Giselle es su empleada. Estoy
bastante seguro que los celos no son el problema.
Ella soltó una respiración que no se había dado cuenta que había estado
manteniendo, su alivio tangible.
—Me gustas, Kate. —Se limpió las lágrimas que se escaparon de las esquinas
de sus ojos cuando tomó una respiración. Kate no puedo evitar reír junto a él—.
Así que, ¿estás lista para golpear el gimnasio?
—Lista. Solo deja que consiga mi música.
Había estado trabajando duro durante casi una hora y media. Había corrido
siete kilómetros y medio, decidiendo abstenerse de levantar pesas en vez de
pasar más tiempo practicando su Jeet Kune Do. No había practicado mucho
últimamente, y con la posibilidad de estar en peligro, pensó que sería una buena
idea practicar.
109
En secreto había esperado que Dev hiciera acto de presencia, pero hasta ahora
no se había presentado. Le echaba de menos, y ¿cómo de estúpido era eso? Solo
habían pasado un par de horas desde que le vio la última vez.
Volviendo a pensar en los otros hombres con los que había salido desde el
instituto, con resolución podía decir que ninguno de ellos afectaba su mente,
cuerpo y alma de la manera que Dev lo hacía. Cuando estaban en la misma
vecindad, el deseo llameaba como chispas a través de su cuerpo y todo
pensamiento racional volaba. Sí, él era el hombre más apuesto que había
conocido nunca, pero no podía comprender su irrazonable atracción hacia él.
Estaba completamente fuera de su control y nunca estaba fuera de control de
nada en su vida. Bueno... excepto sus sueños.
Oh, vaya. Estaba para babear. Vestido en pantalones de color crema y una
suave camisa de botones, parecía recientemente duchado.
—Oh, lo dudo. Siempre pareces oler bien para mí. —A su cumplido ella se
sintió sonrojar. Él la acompañó fuera del gimnasio, empezando su camino de
vuelta a su habitación—. Únete a mí para cenar.
—No lo sé, Dev. Tengo mucha búsqueda que hacer. —Cenar juntos se había
convertido en su “cosa”, ¿pero era inteligente pasar algo más de tiempo del
110
necesario con él? Eso sería un gran y gordo NO.
—No lo sé...
111
Kate
Kate se lanzó y giró, incapaz de dormir. Después de cenar, habían hablado e
incluso jugado al billar, al cual ganó con todas las de la ley. Él le había dado otro
beso que succionaba el alma antes de decirle buenas noches una y otra vez, había
estado decepcionada. Quería su pene empujando en su cuerpo. Quería su boca
en la suya. Quería que la tomara completamente. Quería eso en la vida real, no
solo en sus sueños, y estaba justo delante de ella para tomar. Todo lo que tenía
que hacer era dejarse tenerlo.
Se sentía como una de esas insípidas hembras de las que siempre se había
reído. Kate no era caprichosa. Sabía lo que quería, al menos hasta hacía unos
pocos días. Ahora se sentía como si estuviera jugando a un juego muy malo de
Atari, observando esa diminuta pelota de ping pong una y otra vez entre los dos
lados, las palas demasiado pequeñas para evitar que la cosa estúpida se deslizara.
Dormir con él, no dormir con él. Dormir con él. No. ¡Ahhhhh! Si durmiera con
él, un corazón roto era inevitable. Estaba emocionalmente atraída. Tanto como
intentaba convencerse de lo contrario, no sabía si podía hacerlo casual. Pero otras
mujeres lo hacían, así que ¿por qué ella no podía? Esperaba por Dios que
atraparan a ese secuestrador pronto para que pudiera estar por su cuenta y luego
estaría bien. Luego podría conseguir que Devon Fallinsworth volviera a sus
sueños donde pertenecía.
112
estaba ocurriendo, Dev estaba allí, empujándola en sus brazos.
—Kate, amor, ¿qué pasa? ¿Estás herida? —Ella no podía hablar, los sollozos
tensaban su cuerpo—. Háblame, amor. ¿Qué ocurrió? —Ella continuó mojando
su hombro, empapando su camisa—. Kate, por favor. Háblame. Me estás
asustando.
—E-ellos la h-han ata-do. Co-como, co-como un animal. Creo que podría haber
si-sido, sido...
—¿Quién? ¿De quién estás hablando, amor? ¿Tuviste otro sueño? —Él sujetaba
su tembloroso cuerpo tensamente.
—Entra.
Ella se sentó y tomó la taza que él la entregó. ¿Cómo sabía Leo que una taza
de té era lo que necesitaba? Debió haberla oído gritar.
—Gracias.
—Dime qué viste, Kate. Intenta recordar todos los detalles, ¿bien?
113
—No puedo. No puedo pensar en ello.
Dev puso su dedo bajo su barbilla y gentilmente la levantó para que sus ojos
se encontraran.
—Kate, sé que esto es difícil y lo siento mucho. Desearía que no tuvieras que
pasar por esto. Haría cualquier cosa para alejarlo. Cualquier cosa. Pero tienes un
don muy especial. Uno que creo que nos ayudará a encontrar a Sarah. Y a las
otras. Y al hijo de puta que las tomó. —Él situó un suave beso en sus labios—.
Por favor, dime lo que viste.
—¿Había otras personas en la sala? ¿Pudiste ver una ventana o algo que nos
diga dónde está siendo retenida?
—No, no recuerdo haber visto a alguien más en la sala. No podía apartar mis
ojos de ella para ver algo más. Lo siento. No soy de mucha ayuda.
—¿Por qué?
114
´
capiTulo 21
115
Kate
Kate despertó con un duro cuerpo abrazado detrás de ella y un brazo de acero
alrededor de su cintura. ¿Qué demo...? Le llevó un minuto aclarar la niebla de la
mañana de su cerebro y recordar dónde estaba. Y quién compartía su cama.
Cuando lo hizo, una plétora de sentimientos corrió a través de ella. El miedo y la
tristeza que sintió en los brazos de Dev. La lujuria y el deseo por el hombre quien
la sujetaba tensamente contra su pecho quemando a través de cada célula. Podía
sentir la evidencia de su deseo por su presión contra su trasero también.
—Buenos días.
—Me importa una mierda el aliento mañanero, amor. Quiero besarte. Ahora.
116
un mejor ángulo para atacar sus labios. Su dura longitud estaba presionando en
su estómago y ella disfrutó en su poder femenino por traer a un hombre como
Dev a semejante estado de excitación.
Él gruñó y recorrió sus manos por sus costados hacia la parte baja de su
camiseta. Deslizó una mano dentro y lentamente recorrió su torso, sobre sus
costillas hacia la curva de su pecho. Acunó su pecho, amasándolo, pero evitando
su pezón. Ella rompió el beso. Gimió y su cabeza cayó hacia atrás cuando él trazó
su hinchada aureola ligeramente con su dedo largo.
—Oh Dios.
Ella sintió como si él fuera todo lo que había estado haciendo durante casi una
semana. Tentando, bromeando con ella con el placer que podía proporcionarla.
—Dime lo que quieres, amor. —Él arañó sus afilados dientes a lo largo de su
cuello. Ella difícilmente podía respirar.
—Dímelo.
Beso.
Beso.
117
eróticas. No podía rechazarle.
Ni siquiera había dicho todas las palabras antes de que sus dedos comenzaran
a agarrarla, estirando la endurecida protuberancia. Apretó y lo giró entre sus
dedos, mientras asolaba su boca. Ella había leído de mujeres que se venían por el
juego del pezón, pero nunca realmente creyó que fuera posible. Hasta ahora.
Estaba a segundos de distancia de un orgasmo y él solo había tocado sus pechos.
Dev
Dev, Olivia estará aquí en una hora.
Maldición. De todo el tiempo de mierda. Todo lo que quería hacer era devorar
a la mujer que sujetaba tensamente en sus brazos. Estaba listo para romperse.
Pero no podía dejarla ir sin honrar su primera petición. Eso no sería muy gentil
por su parte ahora, ¿verdad? Y no era nada sino un caballero con una mujer. Su
mujer.
Rápidamente levantó su camiseta y tomó su maduro y oscuro pezón rosa en
su boca. Kate jadeó y sus manos volaron para acunar su cabeza, sujetándole a la
cosa más fina que había saboreado nunca. Ella gimió su nombre. Dulce Jesús, no
quería parar. Quería lamer y succionar cada centímetro de su delicioso cuerpo.
Quería mantenerla en la cama, desnuda, durante un mes e incluso eso no sería
suficiente. Sabía que nunca conseguiría suficiente de esta mujer. Mía.
118
Ella parpadeó.
—¿Qué? No, no tenemos que hacerlo. —Sus ojos estaban dilatados y miraban
con lujuria. Intentó empujarle de vuelta a sus labios hinchados por los besos.
Él gimió.
—Lo siento, amor. Hay alguien viniendo a la casa en una hora que necesitamos
ver.
—Kate, Jesús, no quiero parar, pero hay demasiado que quiero hacerte, a ti,
para acelerar esto. —Él giró sus caderas, empujando su erección en su montículo,
sonsacando un gemido de ambos—. Te quiero más de lo que quiero mi siguiente
respiración, pero si no paro ahora, no dejaremos este dormitorio en todo el día.
—¿Realmente me quieres?
—Mírame, Kate. —Ella abrió sus ojos, los cuales aún estaban entrecerrados—.
Esto es solo por ti, amor. Solo tú. Mi pene ha sido duro granito durante días, por
ti.
Él paró mientras aún podía y a regañadientes salió de la cama. Era difícil
caminar cuando su pene era como un boomerang... arrastrándose de vuelta a
ella—. Volveré en cuarenta y cinco minutos o así. ¿Es tiempo suficiente para que
estés lista?
—Ah, sí. Sí, está bien. Gracias. —Se había empujado a una posición sentada en
la cama.
119
Ella ni siquiera dudó.
—Sí.
Kate
Con esas palabras de despedida, él la dejó mirándole por detrás; yéndose tan
rápido que ella ni siquiera se dio cuenta que se había ido.
Lanzó sus brazos sobre su rostro. Tendría que —infiernos quería hacerlo—
rendirse a sus deseos físicos por él. Sin duda. Después de este caliente y pequeño
episodio, sería la reina de las tontas si no dormía con él. La pregunta era, mientras
podía rendir su cuerpo, ¿cómo demonios iba a evitar rendir su corazón,
rompiéndolo en astillas en el proceso?
120
´
capiTulo 22
121
Dev
Entraron a su oficina. En el aparador, Leo había dejado un surtido de pastas,
roscas, y fruta tan bien como algunas elecciones de chocolate, como huevos y
tortitas. También tenía zumos y café. La quería llena y saciada, en más maneras
de la que la sustancia nutricional permitía. Maldita fuera la suerte.
—¿Otra gran difusión? —preguntó Kate, cuando miró el gran festín extendido
en el aparador. La sudadera rosa que llevaba cubría sus curvas perfectamente y
llevaba un diferente, pero igualmente desteñido, pantalones que abrazaba sus
curvas.
—Gracias.
Cuando llenó su plato, Dev fue detrás de ella, enlazando sus brazos alrededor
de su cintura. Besó su cuello.
—Es puramente egoísta, puedo asegurártelo. Quiero estar seguro que tienes
completa energía para las horas tras horas de placer que te tengo reservadas para
después. ¿Sabías que dar sexo oral quema cien calorías por media hora?
Kate comenzó a ahogarse con un trozo de melón que había puesto en su boca.
Dev golpeó su espalda repetidamente.
122
—¿Estás bien?
—S-sí.
Tos.
—Estoy bien.
Tos.
Después de que su tos estuviera bajo control, se giró, poniendo sus brazos
alrededor de su cuello, flirteando con él. Él alejó un rastro de lágrimas.
Inclinándose, besó sus labios, susurrando contra ellos:
—¿Por qué, señor Fallinsworth, sea lo que sea que está haciendo?
—Me dijiste que comiera. Planeo hacer eso. Ahora mismo. —Él apretó sus
labios contra los de ella antes de que ella pudiera responderle. Su mano serpenteó
debajo de sus pantalones, palmeando y amasando su redondeado culo. Ella
gimió suavemente en su boca.
Justo entonces la puerta de la oficina se abrió y entró Ren con una mujer detrás.
Dev simplemente giró su cabeza.
123
alrededor de su cintura. Ella luchó contra él, intentando ganar su propio espacio,
pero él no le daría nada de eso. Ella era suya y se quedaría a su lado. Él había
observado su rostro encenderse de casi cinco tonos de rojo desde que Ren y Olivia
caminaron a través de la puerta. Eso era... adorable.
—Kate, esta es Olivia Morton. Olivia, Kate Martin. ¿Por qué no nos sentamos?
124
dieciséis años siendo manoseada no le sentó muy bien a su madre. Se volvió loca,
la sermoneó, y la encerró durante un mes. El pobre Alex tenía miedo de volver
otra vez y rompieron poco tiempo después.
Cosas extrañas estaban ocurriéndole ahora, había sido desde que había llegado
aquí ayer. Actualmente había sentido que alguien se acercaba a la habitación
justo antes de que Ren y Oliva hubieran entrado. ¿Cómo podía sentir que alguien
se acercaba? ¿Y por qué estaba oyendo palabras susurradas a través de su cabeza?
Como en el dormitorio antes, juraba que oyó a Dev decir mía, pero desde que su
boca estaba completamente alrededor de su pezón, eso no era posible. Añade a
esto la irracional atracción extrema que sentía por Dev y estaba sintiéndose un
poco abrumada.
Dev trajo su plato sin tocar y se lo entregó con un guiño. Idiota. Le observó
caminar a la silla de su escritorio. Hmm... ese culo era dulce.
—Así que, Kate. Olivia está aquí porque tiene un talento... similar al tuyo.
—Ella también tiene sueños. —Kate se sentó derecha, mirando una y otra vez
entre Olivia y Dev.
—¿De qué estás hablando? ¿Qué sueños? —Ella difícilmente podía mantener
su respiración. Estaba enfadada, asustada y esperanzada, todo al mismo tiempo.
Olivia, quien se sentó en el sofá al lado de Kate, habló, gentilmente agarrando
las manos de Kate en las suyas.
—Tengo sueños sobre eventos reales, también, Kate. Los he tenido toda mi
vida, justo como tú. Sé por lo que estás pasando y quiero ayudarte.
Olivia tranquilizó a Kate y ella instantáneamente le gustó. Era una rubia bajita,
con un cuerpo que obviamente era perfeccionado por las muchas horas en el
gimnasio. Sus perforantes ojos azules estaban enmarcados con largas y oscuras
pestañas y parecía tener su edad.
125
—Dios, si alguien podía ayudarla a alejarse de esos horribles sueños, sería libre.
Libre al fin. ¿Era eso incluso posible?
—Kate, sé que parece como una carga y honestamente, algunas veces lo es,
pero tienes un don. Un don, el cual, una vez aprendas a perfeccionarlo y pulirlo,
es extremadamente poderoso. Y te pone en control contra sentirte indefensa.
Puedo ayudarte a hacer eso. Puedo ayudarte a controlar tu don en lugar de dejar
que te controle.
—No. No. No hay nada que controle mis sueños. Ellos me controlan. No tienes
ni idea de qué tipo de sueños me acosan, Olivia. Si pudiera controlarlos, les haría
desaparecer. Lamento que malgastes tu tiempo, pero no hay ninguna manera en
la que puedas ayudarme. —Las lágrimas saltaron en sus ojos. Apenas podía
hablar—. Desearía que pudieras.
Olivia agarró a Kate en un tenso abrazo. Sobre su hombro, los ojos de Kate se
centraron en los de Dev y los suyos estaban llenos de simpatía, dolor y...
¿preocupación?
—No lo creo, Olivia. Lamento que hayas tenido que venir todo este camino,
pero no creo que pueda.
Dev se acercó, agachándose delante de donde ella estaba sentada. Sujetó sus
manos en las suyas.
126
—Kate, amor, sé que esto es difícil. Algunas veces la solución más fácil es
enterrar tu cabeza en la arena. Pero muy a menudo la decisión más fácil no es la
correcta. Solo inténtalo. Un día, eso es todo lo que estoy pidiendo. Si no sientes
que esto sea de utilidad, no le pediré que vuelva. Tienes mi palabra.
—Bien. Lo intentaré.
´
capiTulo 23
127
Mike
Era un buen día para un viaje. Mike y su compañero, Jake, habían conducido
al campus de Northwestern, parando para almorzar a lo largo del camino. Su
estómago estaba revuelto contra la hamburguesa de queso con bacon doble y
patatas extra grandes. Había estado tomando Zantac y Pepto durante la última
hora. Necesitaba vomitar esa mierda. La combinación de grasa, píldoras y alcohol
le estaba haciendo un agujero en su estómago. ¿O era el trabajo? Se dirigía a una
tumba temprana y no podía permitirse llenarla hasta que hubiera consumado su
objetivo. Quizás debería sacar a Jared y comerse dos comidas un día en Subway.
—¿Qué, hombre?
—¿Huh?
—Nada. Todo está bien. —Jake encogió sus hombros. Mike sabía que había
estado actuando malhumorado últimamente, pero no podía evitar la sensación
irritante de que algo grande estaba pasando.
128
Viajaron hacia la oficina del profesor Bailey y él no estaba allí. Su asistente les
dijo que volvería en cuarenta y cinco minutos, así que se sentaron y esperaron,
haciendo una pequeña charla con la joven y bonita morena.
Cuarenta minutos después, el profesor Bailey caminó por el pasillo hacia ellos
estudiando un trozo de papel en su mano. Cuando los vio, sus pasos titubearon.
Se puso pálido y pareció como si se estuviera poniendo enfermo. Mike pensó
durante un segundo que el tipo vomitaría en sus pies.
El profesor Bailey se quedó allí de pie. Parecía nervioso, sus ojos mirando
alrededor como si esperase que alguien le saltara en cualquier minuto.
—Lo siento, profesor, pero esto no es una petición. Necesitamos unos pocos
minutos de su tiempo, así que podemos hacerlo aquí o estaré feliz de escoltarle
al departamento de la policía local y hacer mis preguntas allí. Usted elige.
Un destello de enfado cruzó el rostro del profesor.
129
—Así que, profesor, háblenos sobre su relación con Sarah Hill.
—No tengo ninguna relación con Sarah Hill, detective. Ella fue mi estudiante,
simple y llanamente. Francamente estoy ofendido por su sugerencia a otra cosa.
—No lo recuerdo realmente. Tendría que volver y mirar mis notas y las tareas
de los proyectos en clase en ese momento.
Mike levantó sus cejas.
—Eso fue hace dos semanas, profesor. ¿No puede recordar la tarea del
proyecto de hace dos semanas? —Dejó que su voz goteara con sarcasmo.
130
—Personalmente, si fuera la última persona que vio a una chica que
desapareció poco después, llámeme loco, pero estoy bastante seguro que
recordaría sobre qué iba la conversación.
Jake habló.
—Esperaremos.
—¿Esperar a qué?
—A que mire sus notas, profesor. —Cuando Bailey pareció confuso, incitó—:
¿Para determinar de qué era el proyecto? Esperaremos.
—Bu... bueno, eso podría tomar un rato, detective. ¿Por qué no vuelven esta
tarde y les tendré eso preparado?
Mike sonrió, pero no alcanzó sus ojos. ¿Así puedes correr, imbécil? Piénsalo otra
vez.
—Esperaremos.
Solo había un camino para entrar y salir de la oficina, así que no había ninguna
oportunidad para que el profesor pudiera escapar, pero no dejaría pasar nada al
baboso bastardo.
131
´
capiTulo 24
132
Kate
Kate y Olivia habían estado trabajando todo el día, con la excepción de un
corto descanso para almorzar. Estaba cansada. Había luchado a Olivia durante el
primer par de horas, insistiendo en que Olivia no comprendía la naturaleza
enfermiza de sus sueños, pero Olivia había compartido entonces unos pocos
sueños propios. Kate había estado confusa con respecto al porqué soñaba
específicamente con Sarah, y vio a las otras retenidas también, pero sus sueños
parecían centrados en Sarah. Olivia había explicado que los sueños eran
aleatorios en esa manera. Incluso ella no había averiguado cómo soñar con algo
específico cuando quería. No creía que se pudiera hacer.
Olivia incluso la había puesto bajo hipnosis, lo cual antes de hoy no creía.
Mientras Dev y Ren aparentemente habían informado a Olivia sobre los sueños
de Kate, Kate los repitió en detalle, sin los colmillos, frustrándose cuando no
podía recordar los detalles en los que Olivia la había estado empujando para
recordar.
¿Había alguien más ahí? ¿Describe el equipo? ¿Había algo que pudiera ser considerado
133
único en la sala? ¿Emblemas? ¿Ventanas? ¿Había algún arma? ¿Cuántos puntos de
entrada había a la sala? ¿Oíste algún ruido? ¿Gente hablando?
¡No!
¡No sabía nada de esas cosas! No oyó nada. No vio nada más. No podía apartar
sus ojos de Sarah atada a una mesa.
Olivia la había dicho que usara las técnicas que practicaron hoy la próxima vez
que soñara con Sarah. A regañadientes, mientras quería ayudar más, la verdad
sea dicha, no quería soñar con eso más. Solo quería que los malditos sueños
pararan. Y entonces se sintió increíblemente culpable por pensar eso.
Cuando Olivia recogió su bolso y abrigo, se giró otra vez hacia Kate.
134
—Lo dudo. Me iré pronto. —Ese pensamiento actualmente la puso triste—.
Pero fue un placer conocerte, Olivia, y gracias por tu ayuda.
—Pffff, realmente no hice nada, Dev. Me siento como si pudiera haber hecho
más, debería haber hecho más. No me siento como si estuviéramos cerca de
encontrar a Sarah más de lo que estábamos hace dos días.
Caminó hacia ella, deteniéndose tan cerca que si alguno tomaba una
respiración, sus pechos se tocarían. Sus respiraciones se aceleraron. ¡Maldita seas,
bragas humedecidas! Dev de repente mostró una gran sonrisa astuta, casi como si
lo supiera. Imposible.
Santa mierda... el hombre sabía lo que estaba haciendo. Eso debería haber enviado
campanas de alarma, y de verdad, lo hizo. Pero por alguna estúpida razón las
alejó de su mente.
135
clavada contra la pared.
—Dios me ayude, no puedo esperar más tiempo, Kate. Necesito estar dentro
de ti —susurró él contra sus labios. Ella cortó su mente y rodeó el momento.
Rodeó lo que había querido durante días. Durante meses. Las consecuencias
serían malditas, iba a tenerle. Simplemente necesitaba reforzar la guardia
alrededor de su corazón. Esto solo era sexo, Kate. Solo sexo.
Antes de que ella pudiera comprender lo que ocurría. Dev la alzó en sus brazos
voluminosos y la llevó rápidamente a su dormitorio. Ella nunca había visto a
nadie moverse tan rápido. Debía estar bastante malditamente motivado. Pateó la
puerta para cerrarla, la dejó gentilmente de pie, y la empujó contra la pared, su
cuerpo siguiéndola. Mientras empujaba sus caderas contra su excitación, Dev
devastó su boca como un hombre perdido en el desierto durante un mes sin agua.
Como si no pudiera conseguir suficiente de ella. Ella conocía el sentimiento.
Entonces Dev estaba dando mordiscos cariñosos y besos con la boca abierta a
lo largo de su mandíbula, detrás de la sensible piel debajo de su oreja, y por su
cuello. Su cabeza cayó hacia atrás contra la pared. Estaba distraída.
Completamente pérdida en él.
Dev
136
Dev difícilmente podía entender lo fantástica que sabía Kate. Cómo encajaba
con él. Había oído que el vínculo entre un vampiro y su Moira era intensamente
fuerte, incluso antes de que estuvieran permanentemente vinculados. Una vez el
vínculo ocurriera, esa unión era incluso más potente. Ya había comenzado a oír
algunos de sus pensamientos, aunque ella no oiría los suyos hasta que hubieran
completado la vinculación. Bragas mojadas, ¿huh? Él no podía esperar a verificar
eso.
Cuando su cabeza cayó contra la puerta desnudando su largo y liso cuello para
él, sus colmillos descendieron y el deseo de tomar su sangre, haciéndola
irrevocablemente suya era como un tren de carga en un curso de colisión... casi
demasiado para parar. Hacerle el amor sin tomar su sangre tomaría cada simple
gramo de voluntad de hierro que había ganado durante los últimos varios cientos
de años. Deseó que sus colmillos retrocedieran.
Sin romper el contacto con su boca o cuerpo, la llevó hacia la gran cama king
en medio de su dormitorio y gentilmente la tumbó en el edredón. Casi estaba
temblando ahora con la necesidad física y emocional para reclamarla.
137
honestidad, su abrumadora necesidad por ella.
Ella susurró:
—Maldición, Kate. Eres perfecta. —Ella le dio una brillante y aliviada sonrisa
y si él no estuviera en las últimas antes, seguramente lo estaba ahora. Ella no lo
sabía aún, pero le pertenecía, corazón, cuerpo, y alma. Recorrió sus manos por la
extensión de su cintura, pasó su caja torácica hasta que acunó sus pechos. Sus
pulgares encontraron sus pezones tensos, los pellizcó gentilmente. Kate gimió,
cerrando sus ojos.
Cerró su boca en un impertinente pezón, lamiendo y succionando, adulándolo
contra el techo de su boca, mientras todo el tiempo acariciaba el otro. Su cuerpo
se arqueó en la cama acercándose a él y ella sujetó su cabeza en su pecho,
suplicando:
Él le dio al otro pecho igual trato. Mientras una mano rasgueaba su pezón, la
otra descendía por su cuerpo hacia el botón de sus pantalones. Hábilmente
desabotonó y bajó la cremallera, bajando la rígida tela por sus piernas. A
regañadientes liberó su pecho para quitarle los pantalones completamente. Ella
138
se quitó las diminutas bragas negras que hacían juego con ellos. Él disfrutaría de
su sexy lencería la próxima vez.
Dev recorrió sus manos por sus delgadas piernas cuando se arrastró
lentamente hacia abajo por su cuerpo. Cuando alcanzó su núcleo, la abrió, así ella
estaría extendida para él completamente. Su desnudo sexo estaba llorando por
su toque. Ella era tan increíblemente sexy que él casi estuvo malditamente cerca
de tragarse su lengua. Mía.
—Jesús, Kate, eres tan sexy y goteas por mí. No puedo esperar a saborearte. —
Tomó una profunda respiración—. Hueles como el paraíso.
Él sintió que sus ojos comenzaban a brillar y los cerró durante unos pocos
momentos, haciéndoles volver a la normalidad. Descendió su cabeza a su tesoro
y tomó su primer sabor de ella, tomando una larga lamida de atrás adelante,
terminando en su clítoris, donde golpeó su lengua una y otra vez.
—¡Oh Dios! —Jadeó Kate y sus caderas se dispararon fuera de la cama. Él usó
un brazo para sujetarlas en el lugar, mientras usaba el otro para mantener su sexo
completamente abierto para él. Su lengua encontró su secreta apertura y se
sumergió dentro, bebiendo su esencia. Mordisqueó y lamió su camino de vuelta
a su clítoris, empujando un largo dedo en su sedosa y caliente vaina, seguido
rápidamente por otro, bombeando dentro y fuera. Sin prisas la saboreó como un
helado, terminando con un ligero golpe en su botón más sensible. Ella se retorció
debajo de él, pero la mantuvo inmóvil. Sabía que nunca conseguiría suficiente de
esta mujer. Su mujer. Su pene estaba dolorosamente duro, como una caña divina
que había encontrado su tesoro dorado. Estaba perdiendo la cabeza con la
necesidad de estar dentro de ella. Pero quería saborearla un poco más.
Ella era muy receptiva. Sus gemidos guturales y súplicas eran incoherentes.
Su frenético pulso y su sexo tensándose indicaban que estaba cerca del orgasmo,
incluso con los golpes más ligeros en su clítoris. Dev no podía esperar a verla
venirse, así que antes de seguir, susurró:
—Quiero que te vengas para mí, amor. Vente para mí duro, así puedo tomarte
incluso más duro.
139
Kate
Kate nunca se había venido tan tensamente antes. La sucia charla de Dev era
increíblemente sexy, empujándola sobre el borde. Su súplica para estar dentro de
ella fue su ruina.
—¡Dios, Dev! —Ella lanzó su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos cuando se
rompió en un millón de trozos. La descarga de placer que desgarró a través de
su cuerpo fue diferente a cualquier que hubiera experimentado antes. Era blanco
calor y derretía la mente. La piel de gallina rompió sobre todo su cuerpo. Nunca
quería descender de esta alta euforia.
Él ni siquiera había estado dentro de ella aún y ya era el mejor amante que
había tenido nunca. Sabía que esto sería un error. Nadie sobreviviría a Devon
Fallinsworth. No pudo evitar pensar... Quiero a este hombre durante el resto de mi
vida.
Él rompió el beso y la miró, con un calor apenas contenido en sus ojos. Los ojos
que parecían casi brillar. Él estaba sin respiración. Su voz estaba casi temblorosa
cuando le dijo:
—Te quiero más de lo que nunca he querido a otra mujer en toda mi vida,
Kate. —Tan estúpido como podía ser, ella creyó cada palabra que dijo.
140
le dijo:
Él rió.
—¿Atractivo?
—Apuesto.
Beso.
—Atractivo.
Beso.
—Bello.
Beso.
Él gimió.
—Kate, me estás matando aquí. Necesito estar dentro de ti. —Él había
agarrado sus caderas y estaba gentilmente empujando en ella, su pene cubierto
de tela perfectamente posicionado contra su sexo desnudo.
141
completamente. Sus ojos se abrieron ligeramente y él gimió cuando sus dedos
hicieron su primer contacto. Ella golpeó sus ojos en los suyos y pudo ver su
control. Él la quería... desesperadamente. No podía evitar bromear con él un
poco.
Verle en toda su gloria desnuda solo confirmaba cuán magnífico era. Era largo,
impresionante. Rápidamente le quitó los pantalones, tomando el impresionante
pene en la mano. Se inclinó para lamer el pre-semen que ya había goteado de su
ciruela, tragó su cabeza, escuchando su afilada toma de respiración. Deslizándolo
en su boca, levantó la mirada para verle cerrar sus manos en puños en las
sábanas, sus ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, los tendones en su
cuello sobresaliendo. Era un espécimen masculino espléndido y esto era
infinitamente mejor que sus sueños con él.
Cuando finalmente tomó su pene otra vez en su caliente y húmeda boca, Dev
142
gimió y dejó caer su cabeza hacia atrás en la almohada.
—Ahhhh... Kate.
Él acunó ambas mejillas con sus manos y gentilmente, con reverencia besó sus
labios, su pene gentilmente empujando su núcleo. Ella rompió el beso y le miró.
—No tengas miedo por las enfermedades, amor. —Él hociqueó su oreja y
susurró—: Sin condón. Quiero sentir cada centímetro caliente y húmedo de tu
dulce sexo agarrándome. Por favor.
Su respiración se aceleró.
—Sí, está bien —murmuró ella.
—Me siento como si te hubiera esperado toda mi vida, Kate. —Lo hizo—. Te
necesito.
—Me tienes. —Las palabras apenas dejaron su boca y sus ojos nunca dejaron
los suyos cuando empujó sus caderas fuerte, conduciéndose en ella. Ella jadeó y
él se quedó quieto, dejándola ajustarse a su contorno.
Ella asintió.
143
—Más que bien.
—Cristo, te sientes tan bien. Tan tensa. Tan caliente. —Como en casa. El fiero
deseo por tomar tanto su cuerpo como su sangre era abrumador. Sus colmillos se
alargaron y dejó caer su rostro a ese adorable lugar dónde su cuello y hombro se
encontraban. Gentilmente arañó su piel con sus sensibles colmillos,
desesperadamente queriendo hundirlos en su tierna carne.
Él sabía que ella se refería a su acto de amor. Quería que se refiera a tomar su
dulce sangre. Continuó bombeando en ella despiadadamente. Podía sentir que
ella estaba cerca de otro orgasmo cuando su sexo comenzó a apretarse sobre él.
Quería beber de ella con pasión, con lujuria. Olvidando cualquier otro hombre
que llegó antes de él. Y ¿por qué ese pensamiento no bienvenido entró en su
mente? Solo el pensamiento de otro hombre mirando su dulce cuerpo le hizo casi
fiero. Quería marcarla como suya en cada manera posible, para que cada humano
o vampiro que viniera a ella supiera que le pertenecía.
Dev la condujo más y más alto hasta que se rompió en sus brazos otra vez,
gritando en éxtasis. Dev bombeó despiadadamente en su tenso y pequeño
cuerpo.
—Kate, amor, voy a venirme. —Embistió fuerte tres veces más antes de aullar
con su propia caliente liberación. Se vertió incansablemente en ella hasta que
apretó cada última gota de su semilla de su aún rígido pene.
144
´
capiTulo 25
145
Kate
El.
Mejor.
Sexo.
Por.
Siempre.
Lo sabía. Sabía que este sería el mejor sexo que había tenido nunca. Dev no la
decepcionó y estaba oficialmente arruinada para cualquier otro hombre. Esto se
sentía mucho más que solo sexo. Se sentía bien, como en casa. Ella podía haber
jurado que le oyó decir eso cuando estuvieron haciendo el amor. Definitivamente
estaba perdiéndolo.
Esto era un gran error. Ya estaba medio enamorada de él, y ahora estaba en
problemas. ¿Y amor? Cuán ridículo sonaba eso. Solo le conocía de una semana.
¡La gente no se enamoraba en una maldita semana! Bueno, a menos que fueras
un psicótico, acosador con un trabajo loco, quizás. Oh Dios... podía verse
totalmente convertida en una patética chica acosadora donde Dev estaba
involucrado. Podía serlo.
¿En qué demonios estaba pensando? No lo había hecho; eso era inteligente.
No te sacabas a Devon Fallinsworth del sistema, lo cual es exactamente lo que
ella había intentado hacer. Ahora todo lo que hacía era alimentar una sed
insaciable. Nunca conseguiría suficiente de este hombre. Señal para la música de
acosador. Estaba jodida. Podría no haber futuro con él. La parte acosadora de su
cerebro preguntó: ¿Por qué, Kate? ¿Por qué no podría haber un futuro con él?
146
encariñaba. El sonido de su voz la sacó de su propia cabeza. Bien. Su cabeza no
era un buen lugar en el que estar en ese momento.
—¿Hambrienta?
—Famélica, actualmente.
—Llamaré a Leo y haré que nos traiga algunos sándwiches y fruta. ¿Eso suena
bien?
Mientras Dev cogía el teléfono, Kate tomó una rápida ducha y volvió a él,
acurrucándose en la cama desnuda. Poco después, Leo llegó con su comida y Dev
le encontró en la puerta.
Comieron humeantes sándwiches turcos con queso de cabra y verde
mezclado, junto con bayas frescas en un dulce glaseado. Leo también había
incluido una adorable botella de Chardonay, y después de un vaso, se quedó
dormida. Realmente había sido un largo día y no había dormido mucho la noche
anterior.
147
Terminaron de comer y Dev dejó la bandeja en la mesilla de noche. Después
de haberlos instalado, con su cuerpo cubriendo el suyo, besó la parte superior de
su cabeza.
Ella quería hacer eso y luchó con el deseo para simplemente asentir en
conformidad. En su lugar dijo:
—Realmente no estoy segura de que sea una buena idea, Dev. No... no me
malinterpretes; no me arrepiento por lo que ocurrió después de todo. Yo solo...
solo no estoy segura de que sea una idea inteligente desdibujar la línea aquí y
hacer que esto sea más.
—¿Y qué quieres decir con “esto”, Kate? —Uh-oh. Él no parecía feliz.
—Bueno... sexo alucinante, por supuesto. Pero ambos sabemos que no puede
haber nada más que esto.
Dev
Su pequeña atrevida estaba intentando alejarle ya. Bueno, de ninguna maldita
manera dejaría que eso ocurriera. Ella era suya, fin de la historia.
148
—¿Por qué no puede haber más que sexo alucinante del que bloquea la mente,
Kate? —Se sentó contra el cabecero, poniéndola a horcajadas en su regazo. Las
manos en sus caderas sujetándola firmemente en el lugar—. Yo realmente, de
verdad te gusto. —Él le gustaba más que realmente, pero si le decía que era su
Moira, su compañera destinada, y que estaba enamorado de ella, no creía que
terminara demasiado bien—. Quiero llegar a conocerte. Infiernos, ya siento que
te conozco. Tenemos una conexión que va más allá que solo sexo y sé que también
lo sientes.
—Los chicos como tú no se enamoras de las chicas como yo, Dev. Terminaré
con el corazón roto, y honestamente no puedo tratar con eso. —Él podía ver las
lágrimas depositándose en sus brillantes ojos verdes.
—¿Tipos como yo? ¿Qué significa eso exactamente? —Jesús, la triste mirada
en sus ojos era más de lo que podía soportar y su comentario solo le enfureció.
Ella era exquisita. Cómo no veía eso de sí misma no podía comprenderlo.
—¿Estás de broma? —Ella ondeó sus manos arriba y abajo por su cuerpo—.
Mírate. Eres el hombre más magnífico que he conocido nunca. Los chicos
ridículamente de buen ver como tú no terminan con simples-Jane como yo. —
Ella rápidamente asintió—. Y eso está bien, no busco más.
Se llamó tonto. Era ella. Ella solo estaba asustada. Y su comentario de simple-
Jane le enfadó mucho más.
—Pero tampoco estoy buscando un corazón roto. Así que... es mejor si solo
mantenemos esto casual y no dormimos juntos después del sexo no tan casual.
Al menos no para mí.
—Tienes razón.
149
—Y... yo ¿la tengo? Quiero decir, por supuesto que la tengo. —Pareció tan
decepcionada por romperle el corazón. Él tenía razón al llamarla idiota antes. Él
necesitaba quitar el miedo de la ecuación para que ella pudiera darles una
oportunidad. Así que ella se entregó a él, se enamoró de él. Así que quería unirse
a él, tanto como él quería unirse a ella.
—Cierto. Lo hace. Así que, ah... creo que te veré por la mañana entonces.
Ella intentó levantarse de su regazo, pero él apretó las manos alrededor de sus
caderas incluso más tensamente. Ella no iría a ninguna parte.
—Eres cualquier cosa excepto casual, Kate. Te quiero y siempre consigo lo que
quiero.
150
´
capiTulo 26
151
Dev
Dev se liberó de los miembros de Kate tan tranquilamente como pudo. No
quería dejarla, pero los otros señores llegarían en media hora. Su plan era una
sesión de rápida estrategia, volver a ella tan rápidamente como fuera posible.
Hablaba en serio sobre enterrar sus bolas profundamente en su caliente y
húmedo sexo en medio de la noche. Y ella despertaría en sus brazos.
Necesitaba acabar con esta reunión rápidamente antes de que ella despertara.
Si eso ocurría y encontraba que él no estaba allí, sabía que su mente
inmediatamente pensaría en lo peor y él tendría mucho más terreno que
preparar. Le haría ganarse cada centímetro de eso también. Por alguna razón,
pensaba de sí misma como alguien sin valor para él y en todo caso era
completamente lo opuesto. Él de alguna manera no se merecía a alguien como
ella. Ella era dulce, inocente, adorable. Todo lo que él no era. Genuinamente
temía una vez que conociera su verdadera naturaleza, la perdería para siempre.
Simplemente no podía dejar que eso ocurriera.
—Sí, señor.
152
Dev agarró su portátil y los papeles y se dirigió a la sala de juntas. Cuando
llegó, Ren y Giselle ya estaban allí.
—Déjalo, Elle. Por favor. —Eso llamó su atención. Él nunca le pedía nada a
nadie. Seguramente no decía por favor. Ordenaba.
—Gracias. —Ella simplemente jadeó hacia él. Sí, Dev no decía “gracias”
mucho tampoco.
—¿Se alimentaron?
—Está bien, vayamos a los asuntos. Aquí está lo que sabemos hasta ahora.
Tenemos un total de veintiocho…
153
entre nuestras regencias. Lo que no les dije de Kate, además de que es mi Moira,
es que es una caminante onírica.
Romaric habló:
—Vaya, gracias por esa observación, Romaric. No había pensado en eso. —El
comentario de Ren cayó con sarcasmo.
Dev habló:
—Thatcher tiene sus razones. —Él necesitaba conseguir que esta reunión
volviera al asunto—. Creo que necesitamos llamar a Esmeralda. —Eso silenció a
la sala.
—Mierda, no. Eso es una suprema mala idea, Dev. —Damian tenía alguna
extraña aversión hacia las brujas de algún tipo.
—¿Qué elección tenemos, Damian? Estoy abierto a otras ideas aquí, pero
claramente necesitamos alguna ayuda porque no estamos haciendo ningún
progreso. Has oído el último sueño de Kate.
154
—Dev, escucha. Sé que esto es personal para ti hombre, pero todos queremos
a Xavier muerto tanto como tú. Es una amenaza para toda nuestra raza, para
nuestra manera de vivir. Todos estamos de acuerdo en que se necesita hacer algo,
pero involucrar a una bruja, eso en particular, es la peor idea posible. Ella no
puede ser de confianza. Lo sabes.
Él sabía que involucrar a Esmeralda era una mala idea, pero estaba
desesperado. Tanto como Xavier viviera, siempre había una oportunidad de que
pudiera encontrar a Kate. Eso absolutamente le aterraba.
155
Kate
Ella despertó en una fría y vacía cama. Le tomó un segundo orientarse. Estaba
en la casa de Dev. Y Dev no estaba en su cama, donde dijo que estaría. Las
sábanas en su lado estaban frías, así que sabía que se había ido hacía tiempo, lo
cual significaba que no estaba solo usando el cuarto de baño. Debería sentirse
aliviada que hubiera decidido irse después de todo, pero de alguna forma solo se
sentía… triste.
Tontamente le había creído cuando le dijo que quería más que solo sexo. Que
la quería a ella. Había caído en la ensoñación de cómo sería la vida como la señora
Devon Fallinsworth algún día. Era el peor tipo de idiota.
Dios, Kate. Tienes más respeto por ti misma que eso. No suplicaría a ningún hombre
por nada. Nunca. Se iría por la mañana seguro. Si tuviera su propio coche aquí,
se iría ahora. Sabía que Dev pelearía con ella por eso, pero no le importaba.
Simplemente tenía que salir de esta casa y alejarse de él por su bien. Volver a su
aburrida y solitaria vida y trabajar en eliminarle de su cabeza y corazón.
El sueño era evasivo, así que decidió dirigirse a la cocina por un vaso de agua.
156
O mejor aún, un chupito de tequila si podía encontrar algo. Se puso un pijama de
pantalones cortos y una camiseta y se dirigió escaleras abajo.
Cuando alcanzó el primer nivel, la casa estaba llameando con las luces, pero
no había nadie para encontrar. Extraño. ¿Por qué estarían todas las luces
encendidas en medio de la noche?
Mirando por la puerta delantera, vio varios vehículos nuevos que no estaban
allí antes. Al menos no creía que estuvieran. Llenó su vaso de agua en la cocina.
Desafortunadamente, no había tequila para ser encontrado. Se tensó para oír
algunos ruidos en la casa. Nada.
Dejó la sala de juegos para buscar en el resto de la casa, en todas partes excepto
en los dormitorios a esta hora tardía, pero estaba vacía. Y ahora no podía dejar
de oír ese maldito ruido silbante, incluso fuera de la sala de juegos, pero se
intensificó más cuando estaba allí. Cada instinto la decía que el sonido venía de
abajo, pero Dev dijo que este era el nivel inferior de la casa. Buscó otra vez para
una entrada a un sótano y no encontró nada, volvió a la sala de juegos.
Allí tenía que haber algo que guiara a otro nivel. No sabía por qué tenía
semejante necesidad abrumadora por averiguar este misterio.
157
apagando y encendiendo los interruptores de la luz. ¿Qué demonios creía que estaba
haciendo? ¿Protagonizar una novela de Agatha Christie? Frustrada, se sentó en una
de las sillas de cuero del billar.
Mirando en la dirección del estante del billar, notó una ranura muy ligera,
abarcando del suelo al techo en el lado derecho del estante. Estaba fuera de lugar
pero no saltaba a la vista. Caminó hacia el estante e intentó tocar todo y cualquier
cosa, buscando alrededor por un botón escondido. Lista para rendirse, se apoyó
en uno de los palos de billar y ¡voila! La pared que sujetaba el estante del billar
se abrió y unas escaleras que guiaban a la oscuridad estuvieron delante de ella.
Con la puerta abierta, el ruido era claramente más alto. Cuando se quedó allí
de pie, mirando al abismo oscuro, se convirtió de una novela de Agatha Christie
a una película de Stephen King y la audiencia estaba gritando: “¡NO VAYAS AL
SÓTANO, IDIOTA!”.
Incluso si su cerebro gritaba que esto era una idea estúpida e imprudente,
alguna fuerza desconocida que no podía resistir la estaba empujando abajo.
Flaqueó. Quizás debería parar y esperar hasta que encontrara a Dev. No. No…
esa era una mala idea por muchas razones.
Esta atracción profana hacia Dev. Sus susurros en su cabeza. Este Dios
horrible, pero curioso e intensamente agradable ruido sibilante. ¿Su aplicada
vista en la oscuridad? ¿Qué demonios?
Había llegado bastante lejos, así que empujó todos los pensamientos errantes
a la parte de atrás de su cabeza para examinarlos después y siguió moviéndose.
158
Este nivel parecía como una serie de túneles subterráneos con paredes de caliza
fría y húmeda y suelos de hormigón. Lo único que echaba de menos eran
antorchas de pared. En una escala del uno al diez, esto estaba al menos en el
diecinueve de la escala espeluznante y no tenía aprensión a admitir que estaba
asustada. Aun así, una fuente invisible la empujaba hacia el ruido. Era incapaz
de parar.
159
Xavier
—Bill, no te ves demasiado viejo, amigo. De hecho, te ves totalmente enfermo.
—Por favor, por favor no les hagas daño, maestro. ¡Te di lo que querías! Por
favor déjalas ir y podrás hacer conmigo lo que quieras. Ellas no tienen nada que
ver con esto. ¡Por favor! —Lágrimas calientes estaban descendiendo por el rostro
de Bill.
—Vamos, Bill. Si las dejo ir, no daría muy buen ejemplo para mis otros
subordinados, ¿verdad? Y no soy nada excepto un hombre de palabra. Te dije
que me trajeras a la mujer o me verías masacrar a tu adorable esposa aquí,
Camille, y a tus preciosas hijas, Becky y Ashely. Fallaste. Me temo que esto es la
consecuencia por el fallo, humano. —Su esposa y sus hijas estaban llorando y
gritando histéricamente, suplicando la ayuda de Bill.
Nunca rompió la mirada de Bill, agarrando a su esposa por el cabello con una
mano y un pecho desnudo con la otra, despiadadamente retorció su pezón y tiró
su cabeza hacia un lado, antes de lentamente hundir sus largos colmillos en su
carótida y beber profundamente. La hembra humana gritó a su marido para que
la ayudara, sollozando y luchando seriamente. Las hijas estaban gritando y
160
lloriqueando. Eran las siguientes. La sangre joven era la más dulce de toda,
especialmente con miedo corriendo a través de ella.
161
Mike
Mike estaba tumbado en la cama llena de bultos en la habitación de un hotel
barato, los ojos fijos en la mancha de agua y el techo estilo palomitas
derrumbándose. Creía que había bebido lo suficiente para estar en coma por
ahora, pero no… su maldita mente no se apagaría. Nunca se apagaba. Aún tenía
que averiguar ese pequeño truco. E incluso, cada año en este día… intentó solo
eso.
162
acercando.
Otro trago y la botella estuvo finalmente vacía. La dejó caer en el suelo al lado
de la cama y se desplomó en la almohada plana del motel. Cuando comenzó
finalmente a sucumbir a los efectos aturdidores del alcohol, pensó en su ritual del
día siguiente. Siempre se tomaba el día libre después de esta particular
borrachera. Cuidaría su resaca durante una buena porción del día, recogería
caléndulas, su flor favorita, y haría la larga conducción al norte de Wisconsin
para visitar su tumba.
Te echo mucho de menos, Jamie. Ese fue su último pensamiento antes de que
benditamente se desmayara.
´
capiTulo 30
163
Dev
Durante interminables segundos, Dev simplemente miró a Kate de pie en la
puerta de la sala de reuniones, sin creer la vista ante él. ¿Cómo había encontrado
los niveles inferiores? ¿Cómo había encontrado el camino a la sala de reuniones
en la negra oscuridad de los túneles?
¿Qué. Demonios?
Kate se giró y huyó, llegando a medio camino en las escaleras antes de que él
fuera capaz de destellarse delante de ella. Al verle delante de sí tan de repente
ella perdió el equilibrio y tropezó hacia atrás, golpeándose la cabeza en la pared
caliza justo antes de que él pudiera atraparla, frenando su completo tropiezo en
los duros escalones.
No sabía si ella estaba inconsciente por la conmoción o por la caída, pero podía
164
oír su fuerte y firme pulso, así que rezó para que estuviera bien. Tenía que estar
bien. Por favor, Kate… que estés bien. No puedo vivir sin ti, amor.
Ren y Leo, necesito vuestra ayuda en mi dormitorio. Ahora. Necesito algunas toallas
mojadas y vendas ASAP. Destéllense dentro. Estén preparados, ella está sangrando e
inconsciente.
No tengo ni idea. Solo sube aquí y lo averiguaremos después. Todo lo que importa
ahora mismo es Kate.
Él no sabía qué demonios ocurrió. Kate les había encontrado. ¿Cómo había
encontrado el pasadizo secreto? Había inmovilizado a T con un golpe de sus
manos. ¿Cómo podía hacer eso? Los caminantes oníricos no poseían poderes así.
Tan poderoso como era él, no poseía ese poder e incluso si lo hiciera, ellos no se
habían vinculado aún, así que ella no sería capaz de acceder a ellos. Sintió como
si hubiera entrado en zona crepuscular, probablemente como se sentía Kate. La
mierda golpeó el ventilador en una cuestión de segundos.
Dev tumbó a Kate en su cama, con cuidado de la herida en la parte de atrás de
su cabeza. Abrió sus ojos para ver sus pupilas completamente dilatadas y sin
respuesta, pero todo lo demás parecía bien. Su pulso era fuerte y firme, su
respiración tranquila. Ren y Leo se destellaron dentro con algunos suministros
médicos.
Leo quería ayudar, pero Dev le empujó a un lado, no queriendo que alguien
más tocara a su Moira. Ambos hombres se quedaron de pie al lado, dejando a
Dev cuidar de Kate, sabiendo mejor que nunca no decir nada o interferir. Después
de limpiar la sangre, estuvo aliviado de encontrar que la herida era superficial y
el sangrado había parado bastante. Había parecido peor antes. Sus hombros
cayeron de alivio, y soltó una respiración que no se había dado cuenta que estaba
165
reteniendo.
—¿No vas a decirme qué demonios está pasando, Dev? —Ahora que parecía
que Kate estaba fuera de un inminente peligro, Ren había comenzado a pasear
otra vez. Dev estaba seguro que el hombre tenía el preocupado síndrome de la
pierna. Nunca se sentaba tranquilo.
—Lo primero de todo, cálmate, Ren. Y si supiera lo que está pasando, ¿no crees
que te lo diría? No tengo ni idea. Estoy tan confuso como tú. —Dev siguió
acariciando la espalda de Kate, buscando signos de consciencia. Nada.
»Diles tan poco como puedas por ahora. Estarán demandando respuestas
pronto. Respuestas que ni siquiera tenemos nosotros mismos aún. Y acláralo en
términos seguros que nadie tocará a Kate. Una cosa más. Necesitamos traer al
Gran D aquí. Dile que es urgente. Le quiero aquí ASAP.
—¿Por qué necesitamos al médico? Dijiste que crees que estará bien. —Ren
parecía genuinamente preocupado.
166
—Porque necesitamos recoger algo de su sangre y analizarla. La mierda no
está justo aquí, Ren, y necesitamos averiguar qué es. Preferiría tener que recoger
la sangre antes de que despierte. Estoy bastante seguro que no estará en un
humor muy dispuesto entonces.
Ren y Dev eran tan cercanos como hermanos. Eran tan cercanos que podían
sentir la emociones del otro y eso ocurría en muy pocas relaciones entre
vampiros. Ren podía sentir el miedo, la preocupación, y la confusión corriendo a
través del cuerpo de su amigo y Dev fue momentáneamente tocado. Hacía dos
días, Ren nunca le habría hecho una pregunta tan inofensiva, pero incluso Ren
aparentemente había notado el sutil cambio en él desde que Kate había caído en
su vida. Tendría que ser muy cuidadoso alrededor de todos los demás. Ellos
percibirían la emoción como una señal de debilidad y sería retado por su posición
como señor. Eso era lo último que podía afrontar en este momento.
No, amigo mío. Gracias. Ren asintió afiladamente una vez y dejó la habitación,
Leo en sus talones.
Los vampiros tenían muchas habilidades superiores a los humanos. Todos los
vampiros podían forzar. Todos los vampiros tenían fuerza superior, velocidad y
agilidad. Y cada línea de sangre vampírica poseía una única habilidad, pasada
solo en su línea de sangre, como leer pensamientos, emociones, destellarse o
167
telequinesia. La suya era la habilidad de hacer que alguien creyera que una
ilusión era real.
Esto no podía ser posible, pero sabía de una sola línea de sangre que alardeaba
de la particular habilidad que Kate había demostrado antes.
´
capiTulo 31
168
Kate
Kate intentó abrir sus ojos. Se sentían pesados, el interior de sus párpados
como papel de lija contra sus tiernas bolas oculares. Su cabeza dolía como una
madre y levantó la mano para alcanzar un nudo en el lado de su cráneo. ¿Qué le
ocurrió?
169
Después de drenar el agua, él tomó el vaso vacío y lo dejó en la mesilla.
Alcanzó sus manos, pero dudó antes de agarrarlas, como si pidiera permiso. Ella
no lo dio, así que él las dejó caer.
—¿Qué recuerdas?
—Por qué no me dices qué recuerdas primero. Intentaré rellenar los agujeros.
—Gracias.
—Solo confía en mí, ¿bien? —Él añadió con una pequeña sonrisa—: Por favor.
170
labios se fruncieron en una delgada línea por la mención de los dos hombres.
—Sigue.
—Tú, ¿qué?
—Oí un ruido.
—Ves. Te dije que ni siquiera estaba segura si todo eso ocurrió. Solo… no
importa —dijo ella con exasperación.
—Sí, oí un… sonido. Sonaba quizá como un río fluyendo o lo bastante extraño
como la sangre vertiéndose en mis oídos, o algo así. No lo sé.
—Fue cuando te encontré, a Ren y a los otros que no he visto antes. Pensé que
quizá uno de ellos me estaba atacando, así que me giré y corrí y luego te recuerdo
delante de mí de repente en las escaleras. No sé cómo llegaste tan rápido allí.
Perdí el equilibrio y después de eso… no recuerdo nada.
171
—¿Cómo encontraste la sala de reuniones?
—¿La qué?
—La sala de reuniones. Es donde estábamos. Estaba muy oscuro allí abajo.
¿Cómo la encontraste?
—Yo… no lo sé. Solo seguí el ruido. Estaba bastante oscuro, pero podía ver
bastante bien, adivino. Fue algo espeluznante cómo mis ojos rápidamente
parecieron ajustarse a la oscuridad.
Oh Cristo.
—¿Decir qué?
—¿Oíste eso?
—No.
—¿Estás segura? Escucha. Cierra tus ojos y concéntrate. ¿Puedes oírlo? —Kate
le miró con la cabeza ladeada, en una mirada en su rostro de hablas-en-serio.
—Bien. —Ella cerró sus ojos y se concentró—. Yo… no puedo oír nada.
—Hagamos un experimento.
172
Él se puso de pie y agarró su mano, levantándola en sus brazos.
—Vamos.
173
Dev
¿Ren hay alguien en el sótano?
Dev cerró sus ojos y escuchó, dejando que todo lo demás se disipara. Todo lo
que podía oír era la sangre siendo empujada a través de las arterias y las venas
de sus amigos en los niveles inferiores. Santa mierda. ¿Era eso lo que ella oía? Si
lo era, ¿cómo era posible? Solo los vampiros nacidos tenían ese oído tan agudo.
Los compañeros vinculados no poseerían esa habilidad, al menos no durante
décadas. No había oído que alguien como él estuviera tan acostumbrado al
sonido después de tantos siglos.
Esto no tenía sentido. ¿Oído agudo y visión nocturna, oír sus pensamientos
antes de que estuvieran vinculados, la súper habilidad del éxtasis? Todos esos
eran rasgos de vampiros…
Gran D dijo que llevaría unas pocas horas, así que debería estar en cualquier momento.
Kate ha recuperado la consciencia. Contáctale y mira si puede acelerar las cosas.
Por supuesto.
—¿Por qué no subimos? Tuviste una desagradable caída. ¿Recuerdas algo más
sobre los hombres de abajo?
174
Kate rió, haciendo una mueca ligeramente cuando agarró su cabeza.
—Dev, para alguien tan elocuente, eso no tiene ni una pizca de sentido. ¿Por
qué estaban todos esos hombres en el sótano? Y por otra parte, ¿por qué hay un
sótano secreto con aterradores túneles medievales y un montón de salas
subterráneas de todas formas?
—¿Tienes hambre?
Él rió.
—No, lo prometo. Solo pensaba que quizás sería una buena idea conseguir
algo en tu estómago primero. No comiste mucho ayer y tenemos una larga
discusión por delante.
—Está bien. Adivino que estoy un poco hambrienta. Pero después de eso,
necesitas comenzar a hablar.
Aún estaba un poco atontada, su cabeza latía un poco por la caída y el extraño
ruido, pero un recuerdo estaba en el borde de su cerebro. Algo importante sobre
175
la pasada noche estaba intentando surgir, pero no salía lo suficiente. Hacía que
su cabeza doliera más pensar en ello. Lo recordaría eventualmente.
Ella asintió y la tomó. La carga eléctrica siempre estaba presente entre ellos y
corrió por su brazo y a través de todo su cuerpo. No podía comprender por qué
estaba tan atraída por él, pero estaba claro que algo había cambiado en ella desde
que le había conocido. Las cosas parecían más nítidas, más afiladas, más claras.
Era extraño y la ponía de los nervios y no podía comprenderlo realmente, menos
explicarlo. Sus sentidos parecían… agrandados. Esa era la mejor manera que
podía pensar para describirlo.
¿Muy dramático?
—Y… —Él parecía nervioso y estaba muy inquieto. No todo era como el auto-
seguro Dev que había llegado a conocer en los últimos días.
Ella le frunció el ceño, sus cejas y frente arrugados. Entonces comenzó a reírse.
Con los brazos doblados y el vientre riendo, hasta que las lágrimas gotearon de
sus ojos. Su cabeza aún dolía, pero no podía evitar reírse.
—Oh… bien. Sí, cierto. Esa es buena. —¿A qué estaba jugando?
176
Aún riendo, intentó tomar aliento, mirándole.
—Uuuuuu… bien.
Ella se sentó derecha en la silla, los brazos cruzados sobre su pecho. Aún
riendo.
Una lenta sonrisa se extendió a través del rostro de Dev y se levantó del sillón
de dos plazas, acechando hacia ella lentamente, como un león con su presa. Dios,
se movía con semejante elegancia que era cautivador.
Ella dejó de reír, su corazón latiendo más rápido. La mirada en su rostro era
pura lujuria, total deseo, e inmediatamente se puso húmeda entre las piernas.
¿Cómo le hacía eso?
Oh mierda. Los trozos perdidos de la pasada noche volvieron tan rápido que
casi la tumbaron. Se encogió de vuelta en la silla, llevando sus pies hacia su culo,
acunando sus brazos alrededor de sus piernas.
—¿Tu Moira? Eso suena a un término inventado. N-no te creo. —Pero lo hacía.
177
Profundamente en su interior, sabía que lo que decía era verdad. Había sentido
algo diferente en él desde el momento que entró en la sala de la estación de
policía. Ellos eran dos poderosos imanes atraídos hacia el otro, tan fuerte que
nada podía mantenerlos separados. Ella sabía que él la quería por eso. Oh Dios
mío. Esto no podía estar ocurriendo—. ¿Qué tipo de investigador especial eres?
—Seré sincero contigo sobre eso. Trabajamos con la policía en casos especiales
que ellos no pueden resolver. —Aún levantando sus palmas, tentativamente dio
un par de pasos más hacia ella y se arrodilló delante de su silla. Levantó una
mano hacia ella, pero la descendió cuando ella se encogió más lejos.
—Sí. —Asintió.
—Kate, me crees. Puedo verlo en tus ojos. Juro por mi vida que nunca veré que
algún daño vaya a ti, por mi mano o cualquier otra. No tienes nada que temer de
mí. Lo sabes. Si quisiera hacerte daño, podría haberlo hecho muchas veces hasta
ahora. Había planeado decírtelo hoy y no quería que lo averiguarás así, pero las
cosas que te están ocurriendo necesitamos averiguarlas… juntos. ¿Recuerdas todo
lo que ocurrió la pasada noche?
—S-sí.
Él posó una mano en su rodilla y ella se congeló, sintiendo la electricidad
siempre presente filtrándose en su cuerpo.
Su mirada regresó a sus ojos, los cuales había dejado de brillar. Susurró:
178
—Y-yo… uno de ellos intentó atacarme y grité y corrí. Entonces… entonces de
repente tú estabas delante de mí en las escaleras y caí. —Sus cejas se fruncieron—
. Espera un minuto. ¿Me empujaste?
Él saltó, mirándola.
—Infierno, no, ¡no te empujé! ¿Cómo pudiste si quiera pensar eso? Te lo dije,
Kate, eres mi Moira y nunca te haría daño. Moriría protegiéndote. Nunca te daría
nada excepto placer, amor.
—Me voy.
—Devuélveme. Eso.
—No. No vas a ninguna parte. Es demasiado peligroso.
—¿Lo es? ¿Más peligroso que estar en una casa llena de vampiros? Creo que
tomaré mis probabilidades, señor Fallinsworth.
Más rápido de lo que pudo parpadear, estaba clavada contra la pared por
noventa y nueve kilos de delgado, musculoso y excitado hombre… eh, vampiro.
Ella tuvo que estirar su cuello para mirarle.
Él se inclinó así que sus narices estaban casi tocándose, sus fuertes manos
firmemente agarrando sus caderas.
179
—Lo primero de todo, no te dejaré ir a ninguna parte, amor. —Él ladeó sus
caderas en las de ella, presionando su excitación contra su estómago. Su
respiración quedó atrapada cuando su boca se deslizó hacia su oreja—. Lo
segundo, creo que estamos más allá de las formalidades aquí desde que mi pene
ha estado dentro de ese caliente, húmedo y delicioso cuerpo tuyo. —Cuando
hociqueó su cuello y lo lamió con su lengua, ella gimió. Actualmente gimió.
Patético.
Él la miró con tanto deseo en sus ojos, que ella estaba segura de que ardería
espontáneamente en el sitio.
—Eres mía, Kate, y no vas a ninguna parte. —Una mano acunó su cabeza,
cuando tomó su boca en un beso abrasador. Se apartó de repente, gimiendo—.
Lo siento, tengo algunos asuntos que atender. No tardaré. —Le dio otro rápido
beso y caminó hacia la puerta. Girándose, dijo—: Quédate aquí. Por favor.
Tenemos mucho que discutir.
Ella asintió, sin intención de seguir sus instrucciones como una colegiala
enferma de amor, pero sabiendo que si discrepaba él probablemente la esposaría
a la cama. No es una mala idea. ¡Para, Kate!
Él cerró la puerta y ella saltó a la acción, tirando las ropas dentro de su bolsa
de noche. Corrió al cuarto de baño para agarrar sus cosas del baño y pescar su
pijama del suelo. Agarró su móvil y llamó a una amiga cercana, Erin, suplicando
para llevarla a la ciudad. Sabía que giraron a la carretera que guiaba a la casa
desde la autopista, así que explicaría lo mejor que podía recordar cómo llegar allí
y le dijo que la esperaría al otro lado de la carretera en treinta minutos.
Probablemente le tomaría al menos veinte hacer la larga caminata hacia la
autopista. También tenía que averiguar cómo iba a conseguir pasar la puerta de
seguridad.
180
de allí. Necesitaba algo de tiempo para respirar y procesar todo lo que ocurrió en
los últimos dos días. Se sentía como un dique después de una pesada lluvia, lista
para explotar en las costuras.
181
Xavier
—¿Por qué no tengo a esa caminante onírica en mi posesión aún? ¿Tengo que
hacerlo todo por mí mismo?
—Lo siento, mi señor, pero ni la mujer ni el detective han vuelto a sus casas
aún. Mis fuentes me dicen que el detective no trabaja hoy y aún no sabemos
dónde está la mujer. Hacemos rotaciones de turnos cada tres o cuatro horas para
mantener a los hombres frescos. Los encontraremos, se lo aseguro.
La rabia que Xavier mantenía a fuego lento todas las veces instantáneamente
hirvió y el animal dentro de él tomó el control. Lanzó su cabeza hacia atrás y
rugió en un sonido inhumano que sacudió las paredes del complejo.
Inmediatamente le rompió el cuello al vampiro de pie delante de él, dejando caer
su cadáver al suelo.
Varios de los otros hombres llegaron corriendo por el sonido del ataque
vicioso, listos para defender a su señor y maestro. Los dos primeros en llegar
tuvieron la mala fortuna de encontrar una muerte prematura en una manera
horripilantemente similar antes de que se calmara lo suficiente para dejar la
conducta violenta.
—Si no tengo a esa maldita caminante onírica en mi posesión al anochecer,
más malditas cabeza rodarán.
182
´
capiTulo 34
183
Mike
La luz se derramaba a través de las destrozadas persianas que no cerraban lo
suficiente. Mike se despertó con la madre de todas las resacas. Santa mierda…
estaba enfermo. Saltó de la cama con la esperanza de llegar al cuarto de baño, lo
cual no fue una espléndida idea, cuando tropezó con un zapato desechado,
tambaleándose y cayendo de cara en la alfombra de pelo esparcido del motel. No
era algo sobre lo que quisieras caminar descalzo, menos plantar la cara.
No hacía mucho como detective, pero podía permitirse algo un poco mejor
que este motel como Psicosis en el que había acabado. ¿Era sangre seca eso en la
parte inferior del colchón? La cosa era, que Milwaukee era una ciudad pequeña,
relativamente hablando, y no podía haber nadie que averiguara lo que se hacía a
sí mismo, especialmente alguien en la fuerza.
—Mierda.
Falló al levantarse del suelo, aterrizando sobre el lado de su rostro. A este paso,
tendría un ojo morado. La segunda vez tuvo éxito pero no llegó al baño antes de
que el JD de la pasada noche forzara su camino fuera de su cuerpo. Gracias a Dios
el lavabo estaba cerca.
Se enjuagó la boca y se dirigió al baño para aliviarse del otro cuarto de la
botella que se las había manejado para hacer su camino a través de su sistema
digestivo. Volvió a la cama sin más incidentes, sintiéndose ligeramente mejor.
Otras pocas horas de sueño y terminaría el día como había planeado.
Mientras se sentía como un idiota por soltar a Jake, haciéndole correr por
delante por la desaparición de Sarah, no podía dejar su tradición anual de auto
flagelación.
184
Milwaukee para encontrar a la secuestrada Sarah.
´
capiTulo 35
185
Dev
—¿Dónde ha ido? No puede haber caminado solo a casa. —La cabeza de Dev
aún estaba dando vueltas por lo que Gran D le había dicho y ahora Kate se había
ido. La pequeña descarada prometió que se quedaría. Debería haberlo sabido
mejor y debió atarla a la maldita cama. Demasiado había ocurrido en los últimos
dos días y sabía que ella estaba abrumada. Podía sentirlo.
Dev, Ren, y Manny habían buscado en toda la casa y puertas a los patios, todo
el camino a la autopista, pero no había señal de ella. Ningún coche faltaba de la
parte delantera, pero su bolsa y ropas no estaban y, claramente, tampoco ella.
—¡Maldición!
—¡Juro por Dios que cuando ponga mis manos en esa mujer, la pondré sobre
mi rodilla y ampollaré su culo hasta que no pueda sentarse en una semana! —Y
entonces la haría irrevocablemente suya. Iba a completar la unión tan pronto
como la encontrara, así nunca querría dejarle otra vez.
—Necesitamos comprobar su casa para ver si volvió allí. Manny, quédate aquí.
Ren, vienes conmigo.
186
He llamado a todos los demás por si acaso esto se convierte en un caos. Esto
podría ser una trampa y no tendré la muerte de uno de los señores, menos la de
tres, manchando mi conciencia.
Dev caminó hacia Ren, de pie en toda su estatura, lo cual aún no hacía bastante
justicia con el marco de Ren. Estaban pecho contra pecho.
—Creo que has olvidado quién está a cargo, Ren. Yo doy órdenes, no las tomo.
—Sí, mi señor.
—Vete a la mierda.
Thane, nos vamos a destellar en casa de Kate. Sube aquí ahora, vienes con nosotros.
Giselle, estás a cargo hasta que volvamos. Si Kate vuelve, me lo harás saber
inmediatamente y mantenla aquí bajo cualquier circunstancia. Estás para protegerla con
tu vida, como harías con la mía.
Sus manos eran todas armas letales además de sus mentes, pero cada uno de
ellos tenía su armamento especial que preferían usar como instrumentos de
tortura contra el enemigo. Cuando se desellaron en casa de Kate,
instantáneamente sintieron que algo estaba muy, muy mal.
187
Kate
Desde que Erin vivía en el lado norte de la ciudad, no la llevó mucho tiempo
llegar allí, aunque pasó a Kate dos veces antes de verla, lo cual era extraño. Kate
estaban ondeando sus brazos y saltando, pero ella aún la pasó. Erin finalmente
la vio a cuatrocientos metros desde el desvío a la casa.
Kate montón alguna historia sobre salir a una fiesta la pasada noche con un
compañero, quien la abandonó, dejándola tirada. Si el levantamiento de cejas de
Erin era alguna indicación, no creía ni una palabra de lo que dijo, pero no la
presionó tampoco. ¿Kate en una fiesta? Risible. Erin tenía que retorcerla el brazo
para conseguir que bebiera algo, por amor de Dios.
188
kung fu de su atacante desapareció. Kate no miró hacia atrás, en su lugar corrió
hacia la puerta, escapar era lo único en su mente. Paró un poco cuando Dev
inesperadamente apareció, bloqueando su salida.
—¿Qué dem…?
—¿Estás bien?
—No, no, solo me asustó. Dev, ¿qué demonios está ocurriendo aquí? ¿Cómo
estabas en mi casa y cómo estamos de vuelta aquí? ¡No comprendo lo que está
pasando después de todo! —Sabía que sonaba histérica. Cada palabra era más
estridente que la última. Las lágrimas picaron en sus ojos. El colapso emocional,
comenzó.
189
nunca se perdonaría.
Ella asintió.
—Sí, estoy bien.
—¿Realmente quieres regañarme por irme? ¿Eso es lo que quieres hacer ahora
mismo? No lo creo. Yo haré las preguntas, Dev. Y tú responderás cada una con
la verdad o que Dios me ayude, sentirás mi ira.
190
—¡Tengo tantas preguntas que necesito papel y bolígrafo para escribirlas todas
y poder mantener el rastro! —Él estuvo en silencio mientras ella continuaba su
bronca—. ¿Comenzamos con por qué estoy realmente en peligro? Oh, y ¿qué tal
decirme quién narices está intentando secuestrarme ahora mismo? ¿Y cómo me
has encontrado en tan poco tiempo? Oh, oh… ¡y por qué no empiezas a
explicarme toda esta cosa del “emparejamiento” otra vez, porque creo que me
perdí durante la primera conversación sobre que eres un maldito vampiro!
Él intentó hablar, pero habló sobre él, delirando hasta que estuvo
prácticamente gritando, salvajemente ondeando sus brazos. La alfombra se
apelmazó bajo sus pies cuando paseaba una y otra vez. Estaba fuera de control,
pero no daba una mierda.
—Finalmente, quizás podrías ayudarme a comprender por qué cada vez que
estoy a tu alrededor, literalmente no puedo pensar en nada más que conseguirte
desnudo y dentro de mi cuerpo. Y cuando no estoy contigo, por qué tengo este
inextricable tirón para estar contigo. No soy ese tipo de persona, Dev. ¡Esto me
está volviendo completamente loca!
—No.
Él rió un poco.
191
Ella se apartó con incredulidad.
Esta vez él rió más fuerte y ella le premió con una pequeña sonrisa devuelta.
No pudo evitarlo. Él la hacía feliz, incluso aunque estaba terriblemente aterrada
y furiosa en ese momento. Él gentilmente acunó sus mejillas y situó un beso casto
en sus labios.
—No sabía que estabas en problemas hasta que llegamos, pero sabía que
estarías en peligro por irte. —Al menos no dijo te lo dije. Probablemente quería
hacerlo—. Tan pronto como llegamos, pude sentir al enemigo y entonces oí tu
grito. Cuando nos destellamos en la casa, deseché a tu atacante y luego te destellé
de vuelta a casa.
—Sí, están bien, Kate. Son guerreros y tomará más que unos pocos vampiros
de bajo nivel derrotarlos. Ya están de vuelta en casa, ilesos.
´
capiTulo 36
192
Dev
Kate estaba visiblemente aliviada. Celos irracionales asomaron su fea cabeza
una vez más. Por supuesto había tenido miedo por sus hombres. Su Kate tenía el
corazón más amable que había conocido y otra vez cayó más enamorado de ella.
Ese momento solidificó que ella era todo lo que había querido y más. Más
importante, sabía que habría un “ellos”. Ella era fuerte y determinada y sería una
compañera excepcional. Solo esperaba poder estar a la altura.
Era su turno para levantarse y comenzar a pasear. Sabía que tenía que contarle
esta parte, sobre Xavier, pero lo estaba temiendo. En el corto periodo de tiempo
que la había conocido, ella había demostrado cuán inquisitiva e intuitiva era y no
pararía hasta que tuviera toda la verdad sacada de él, como un diente podrido.
En su lugar, dijo:
—¿Por qué?
Ella sonrió, sacudiendo su cabeza.
—Kate, prometo que te contaré todo, pero necesito saber por qué no me has
presionado por algunas respuestas relacionadas con el mito más grande que
probablemente has oído.
—Sabes, cuando soñé con Sarah sabía que vi vampiros e intenté pretender que
no eran reales. Lamento no habértelo dicho antes. Así que, supongo que es
porque desde el minuto que me lo contaste, yo… sabía que era cierto. Incluso
cuando te dije que no te creía, lo hacía. Creo que solo encajó. Probablemente
193
explica por qué estoy tan atraída por ti. Tienes algún tipo de hechizo vampiro
sobre mí o algo.
Esa mirada determinada y testaruda que había llegado a conocer tan bien
emergió.
—Dímelo todo. Comenzando desde el principio con por qué estoy en peligro.
—Sus ojos suplicaron—. Por favor. Tengo derecho a saberlo.
Él asintió.
—Un…
—Déjame acabar con esto antes de que hagas preguntas, ¿bien? Prometo que
sabrás todo lo que hago cuando termine.
194
—Como estaba diciendo, eres una caminante onírica, la cual es una hembra
humana especial quien puede entrar en los sueños de otro o ser testigo de los
eventos que están ocurriendo en tiempo real mientras está en estado de sueño.
Solo las hembras humanas pueden ser caminantes oníricas y son muy raras.
—Sí. Es por lo que le hice venir. Hay mucho que puedes aprender de ella. Ni
siquiera has empezado a acceder a toda la capacidad de tu don, Kate.
—Como decía, los caminantes oníricos son muy raros y, en el mundo de los
vampiros, son venerados y protegidos. En el mundo humano, son
incomprendidos y a menudo etiquetados como psicóticos. Olivia es la compañera
vinculada de uno de los encargados generales de mi club, Monti Morton. Ella ha
tenido muchos, muchos años de experiencia perfeccionando sus habilidades.
Como decía, puede enseñarte mucho.
—Estoy seguro que se alegrará que pienses eso. Pero ha estado vinculada a
Monti durante casi noventa años y creo que no era una treintañera cuando eso
ocurrió.
195
—Si me dejas terminar sin todas las interrupciones, llegaré a todo eso.
—Sí, pero una Moira es mucho más que solo lo que los humanos definen como
esposa o marido.
—¿No crees que eres un poco mayor para mí? Quiero decir, casi quinientos
años es una gran diferencia de edad.
196
—Hmm… apostaré a que lo haces. Pero no estoy segura de que seas capaz de
mantenerte al día con una jovencita como yo. —Ella rió.
Dev se carcajeó.
—No hemos terminado de hablar, aún. Nada de besos hasta que hablemos.
Él rió.
197
—Pero puedo ayudar con eso, ¿verdad? Puedo ayudar a encontrarle con mis
sueños. Es lo que Olivia estaba intentando enseñarme.
Kate
Kate sabía que no era el momento correcto para discutir, pero no había
ninguna maldita manera de que fuera a quedarse sentada y no hacer nada
mientras las chicas estaban siendo masacradas por algún vampiro psicótico con
un complejo de Dios. Podría no tener habilidades de lucha, pero al menos podía
hacer que este Xavier fuera localizado para que esos más habilidosos pudieran
detenerle. Por primera vez en toda su vida, estaba agradecida de su habilidad
para soñar.
Y sabía con cada fibra de su ser que quería estar con este hombre
increíblemente magnífico, er, vampiro, delante de ella. Lo había sabido desde el
segundo que puso sus ojos en él.
Riendo, él respondió:
198
Con el corazón acelerado, temiendo la respuesta, solo pudo asentir.
Él tragó fuerte y sus ojos cambiaron a su cuello antes de centrarse en los ojos.
—Maldición sí. Más de lo que sabes. Pero prometo que es la sensación más
placentera que experimentarás nunca.
—¿Y qué hay sobre esas nuevas habilidades que parece que tengo?
—Los resultados llegaron esta mañana. Por eso te dejé en el dormitorio. Tenía
que hablar con Gran D, el médico.
—Tienes ADN vampiro, Kate. No hay duda. Doc comprobó la prueba tres
veces. Y desde que solo las hembras humanas pueden llevar bebés vampiros, eso
significa que quien sea el que te engendró… definitivamente es vampiro.
199
—¡Eso es ridículo! Mi padre muy seguramente no es vampiro. ¡Creo que lo
habría notado si hubiera tenido una copa de sangre con su maldita comida alguna
vez en casi los últimos veintisiete años!
—Lo siento, Kate. Sé que el último par de días han sido estresantes. Pero no
hay duda de que eres una hembra vampiro sin toma de sangre. Estoy bastante
seguro que el hombre que te crió como su hija no es un vampiro. Justo como soy
positivo que la mujer a quien llamas madre no es tu madre biológica. ¿Tus padres
te han mencionado alguna vez que eres adoptada?
—¿Adoptada? —Ella se hundió en el borde de la cama otra vez, sus piernas
incapaces de sujetarla. Susurró—. No. No. Esto no puede ser posible. No soy
adoptada.
200
´
capiTulo 37
201
Kate
Kate se sentó en la oficina de Dev, mientras él terminaba una llamada de
negocios. Los pasados días habían pasado en una niebla. Su tesis estaba todo
excepto olvidada. Sabía que su investigación en el área de la psicología del sueño
podía ser parte de la llave para resolver el secuestro de esas jóvenes mujeres, así
que hizo el juramento de volver a eso mañana.
Había permanecido sin soñar los últimos días. Francamente, estaba enojada,
ya que deseaba desesperadamente ayudar a encontrar a Sarah y a las otras chicas
desaparecidas y finalmente tuviera algunas técnicas para intentarlo. Kate no
había soñado con Sarah en muchas noches y sabía que no podía hacerse soñar
algunas cosas específicas. Solo tenía que aprender a aprovechar al máximo sus
sueños cuando ocurrieran. Quizás esta noche sería diferente.
Estaba claro que no podía volver a su casa, ya que era demasiado peligroso.
Había tomado una hoja de ausencia de su trabajo de profesora y encontró un
reemplazo para sus clases durante al menos el resto de este semestre. Pasaba sus
días trabajando con Olivia perfeccionando sus habilidades de caminante onírica.
Pasaba sus tardes hablando con Dev y durmiéndose en sus brazos después de
horas de sexo sudoroso y que les dejaba sin pensamientos, pero había despertado
cada mañana sola. Odiaba despertar sola sin él. Dev le explicó que realmente no
necesitaba dormir como un vampiro y las horas nocturnas era cuando conseguía
hacer la mayoría de su trabajo.
Aunque había sido capaz de subir a Manny en un juego de billar. Mientras ella
había perdido, él se defendió. Él solo ganó porque ella golpeó la bola ocho. No
podía esperar la revancha.
202
Se las había arreglado para evitar a Giselle la mayor parte, pero cuando sus
caminos se cruzaban, Giselle había sido al menos civilizada. Era un comienzo,
pero sospechaba que lo estaba haciendo por Dev. Kate podía decir que aún no le
gustaba a Giselle y realmente no estaba segura del porqué. Eso la fastidiaba.
Mientras ella y Dev tenían aún que completar el emparejamiento, Kate planeaba
estar alrededor durante mucho tiempo y esperaba que pudieran ser amigas. Ella
era la otra mujer en la casa, después de todo, y sería bonito tener a una amiga
cerca. No estaba segura de cómo Erin sería capaz de encajar en su vida ahora que
las cosas eran tan diferentes. No estaba segura sobre muchas cosas, pero lo
tomaría día a día por ahora.
Hecho: Los vampiros eran reales. (Y hombre, estaban justo delante de sus ojos)
Era solo una niña cuando le preguntó a sus padres por qué no habían tenido
más niños, su madre dijo que era porque lo había intentado, pero no pudo tener
más. La dijeron que eran felices que Dios al menos se las hubiera dado. Sabía que
la amaban enormemente. Era aparente que habían sacrificado mucho para
tenerla.
Sus padres eran hijos únicos también, así que no tenía tíos y tías y los padres
203
de su padre habían muerto antes de que naciera. El padre de su madre se había
marchado cuando era demasiado joven para recordarle. Su abuela maternal tenía
Alzheimer y estuvo en una residencia durante los últimos años. Incluso antes de
eso, no la veían mucho.
Nunca se había dado cuenta que era diferente a mucha gente, hasta que estuvo
en primer grado. Su mejor amiga, Ellie, estaba hablando sobre Navidad y cómo
toda su familia vendría a la ciudad. Tíos. Tías. Primos. No sabía qué eran esas
personas, así que cuando fue a casa de la escuela ese día, le preguntó a su madre
por qué sus tíos, tías y primos no podían venir por Navidad también.
Dev apenas la dejaba salir de su vista ni un solo momento desde que la había
rescatado de cierto secuestro. Otra vez. Cuando estaban juntos, constantemente
la tocaba, como si no pudiera estar de pie con su piel separada de la suya. Una
mano en su rodilla o en la parte baja de su espalda. Incluso sujetaba su mano, lo
cual pensaba que era lo más dulce. No pensó que coger la mano encajara después
de todo con su dominante persona autoritaria, pero no parecía importarle.
204
Y una gran broma. Unas pocas veces durante el día, la había presionado contra
la pared con su boca haciéndose agua, el cuerpo sexy y saqueando su boca,
imitando el mismo movimiento con la pulsante dureza entre sus piernas. La
había tenido tan caliente hacía una hora que prácticamente le había suplicado
que la tomara en el momento, sin importarle si alguien más les veía. El rápido
orgasmo que le había dado ayudó a saltar el borde, pero estaba lejos de estar
satisfecha.
En ese momento, los ojos de Dev conectaron con los de ella y una lenta y
conocedora sonrisa se extendió a través de su pecaminosa y magnífico rostro.
Pero él tenía razón. Era la hora. Quería ser suya. Para siempre.
—Para siempre. Eres mía para siempre —demandó él.
Sus ojos brillaban con deseo, lujuria y… amor. Incluso si ninguno había
profesado su amor en muchas palabras, ella sabía que la amaba también, todo lo
mismo.
—Dilo. Dime que me perteneces. Necesito oírte decir las palabras, amor.
205
—Yo… —Se aclaró la garganta, incapaz de hablar. Lo intentó otra vez—. Te
pertenezco. Para siempre. —Él se agachó, poniéndose al nivel de sus ojos.
—Por favor dime que esto es lo que quieres, Kate. Dime que vienes a mí por
tu propia voluntad. —Su voz bordeaba la desesperación. ¿Cómo podía pensar
que no quería esto?
Como desees.
206
Ella pensó que la llevaría a la cama, pero en su lugar literalmente desgarró sus
pantalones por las costuras, y, junto con sus bragas, cayeron al suelo. Ella estaba
desnuda, salvo el desgarrado sujetador y la camisa que aún colgaban de sus
brazos.
—Kate —gruñó el—. Te siente tan malditamente bien. Fuiste hecha para mí y
solo para mí. —Su voz era tensa y ronca. Sus ojos brillaban, sus incisivos afilados
y largos. Supo cuánto control había ejercido sobre los últimos días intentando no
asustarla, pero estaba lista para él esta noche. Para todo él.
—Sí. Soy tuya. —Sus pechos rebotaban con cada lenta embestida. No podía
apartar la mirada de sus cautivadores ojos. Un repentino e intenso deseo de
tenerle tomando su sangre se aceleró a través de ella. La necesidad de tener la
suya era justo tan intensa… sorprendentemente.
Sus fosas nasales aletearon.
—Nunca te dejaré ir, Kate. Nunca. Eres mía para siempre, ¿lo comprendes?
—Para siempre. Sí. —Él tomó su paso, embistiendo más fuerte y más rápido,
levantando su mano entre sus cuerpos pegados para acariciar su sensible clítoris.
Ella le miró bajo sus párpados medio cerrados, sabiendo muy bien lo que
estaba ofreciendo y sabiendo en lo más profundo de su alma que era lo que
quería. Lo que necesitaba.
207
—Tómame, Dev.
Con extremo esfuerzo, ella levantó la cabeza de la pared y le miró a los ojos,
respondiendo a su pregunta no dicha en voz alta.
208
Dev
Su súplica le deshizo. Él no quiso nada más que tomar su dulce sangre desde
el momento que puso sus ojos en ella. Cada vez que la hizo el amor la semana
pasada había sido una tortura infernal porque no podía tenerla completamente.
Ella era suya y esta noche lo haría irrevocablemente así.
—Agárrate. No te sueltes.
—No creo que pueda manejarte tocándome justo ahora. Quiero ser amable y
cuando me estás tocando, todo pensamiento sano y razonable se escapa
completamente.
Ella rió.
209
—Qué casualidad.
Su sonrisa fue lenta y seductora cuando sus ojos vagaron por su cuerpo
desnudo. Si era posible, su pene se endureció aún más. Y eso no escapó a la
atención de Kate.
Ligeramente arrastró los dedos por el interior de sus brazos, los cuales todavía
estaban agarrados y seguros en la cabecera, poniendo la piel de gallina en su
estela.
—Luego, empezar con los dedos de tus pies, quiero besar, lamer y chupar mi
camino de regreso por tus firmes y tonificadas piernas, extendiéndolas
ampliamente cuando llegue a tu sexo, así podré ver cuán rosa y cremosa estás
para mí.
Se arrodilló entre sus piernas abiertas, manteniéndolas separadas con una
ancha mano en cada pantorrilla. Sus pechos se elevaban y caían con cada
respiración rápida. Sus perfectos pezones rosas estaban duros y estirados,
rogando por su boca. Su dulce sangre corría justo debajo de su frágil piel,
cantando para él como la canción de una sirena.
—Luego, quiero recorrer mi lengua sobre cada curva, trazando cada rincón y
grieta. Quiero poner mi boca y lengua en, y dentro, de tu sexo y hacerte venir una
y otra vez, mientras bebo cada gota y gritas mi nombre hasta que estés ronca.
Su aliento se enganchó.
210
pene. Te tomaré con fuerza y rápido primero. Luego te haré el amor lento y dulce.
Mientras te hago el amor te haré mía permanentemente, hundiendo mis colmillos
en tu cuello, llevando tu esencia vital a mi cuerpo. Te traeré placer como nunca
has conocido.
—Ya lo haces.
Nunca me cansaré de ti, amor. Era cierto. Apenas podía enfocarse en otra cosa
que no fuera la intensa necesidad de estar enterrado dentro de ella.
Tampoco yo.
Mía.
Le acarició el rostro, la frente contra la suya. Ella parpadeó los ojos abiertos,
211
despacio. El deseo nublaba sus brillantes esmeraldas.
—Esto no se puede deshacer. Una vez te haga mía, serás mía para siempre.
¿Lo entiendes?
—Sí.
—Sí, esto es lo que quiero. Deja de preguntarme y hazlo ya, ¡maldita sea!
Él rió.
Él movió sus caderas y empujó en ella fuerte. Un jadeo escapó de sus labios;
su cabeza cayó hacia atrás sobre sus hombros. Comenzó un lento ritmo
castigador.
Nunca había probado nada más dulce. Su sangre era afrodisíaca y en diez
vidas, nunca habría suficiente.
212
´
capiTulo 39
213
Kate
Kate nunca había sentido nada parecido al placer que atravesaba actualmente
su cuerpo. Incluso sentía que podía sentir el placer de Dev, lo cual por supuesto
no podría ser posible. La realidad había desapareció y estaba flotando fuera de sí
misma. La mordedura de Dev, aunque fugazmente dolorosa, era lo más
placentero que había experimentado alguna vez. Con cada bocanada de sangre
que tomaba de su cuerpo, su placer aumentaba imposiblemente otra muesca.
Nunca quería que esto terminara. Era oficialmente adicta al placer que Dev
podía entregar.
214
Se sentía desesperada. Se sentía aterrada.
Se sentía fortalecida.
Con la primera gota de sangre que pasó por sus labios, sintió un éxtasis como
nunca había conocido. Sabía que esto sería el sustento de su vida. Todo se hizo
más claro, más nítido, más definido.
Se sentía fuerte.
Poderosa.
Invencible.
Dev gimió de placer. Cambió sus posiciones, por lo que estaba acostado sobre
su espalda y ella montaba su duro pene. Mantuvo su cabeza firmemente en su
cuello con una mano y las caderas en su lugar con la otra, mientras él empujaba
implacablemente hacia su cuerpo húmedo y resbaladizo.
No. No quería parar. Pero cuando estaba tomando otro tirón, él agarró su
cabeza con ambas manos y tiró con más fuerza, extrayendo sus dientes de su
cuello.
215
Ella tenía un enfoque único. Sangre. Cuando comenzó a bajar hacia su cuello,
él la detuvo, forzándola a mirarlo.
—Kate, ya basta. Lame la herida para cerrarla, amor ¿está bien? —Su mente
era una neblina. Lo oyó hablar, oyó las palabras que dijo, pero lo único que
importaba en ese momento era conseguir el sustento que se le estaba negando.
Ella era como un bebé con el pecho de su madre.
La sacudió ligeramente.
—Kate. Escúchame. Si tomas más, me harás daño. ¿Es eso lo que quieres?
Sí. No. No… no quería hacerle daño. Pero sin duda tomar un poco más no
haría daño a un vampiro tan fuerte, ¿verdad?
Kate, amor. Esto es un subidón de sangre lo que tienes, nena. Suéltalo. Puedes luchar
contra ello. Regresa a mí. Por favor.
Quería prestar atención a sus palabras. Quería, pero no podía. Algo de alguna
manera más allá de su control estaba tirando de ella para tomar, tomar, tomar.
Una explosión de fuerza brilló a través de su cuerpo y se lanzó hacia su carne
llamativa.
´
capiTulo 40
216
Kate
Ella estaba llorando. Parecía golpeada, sin esperanza. Kate podía sentir la
desesperación de Sarah corriendo a través de ella como si fuera suya.
¡Mierda! ¿Cómo iba a ayudar eso? Concéntrate a Kate. Tiene que haber algo
aquí.
Kate cerró los ojos y utilizó todos sus sentidos. ¿Oyó gritos suaves? Lo hizo,
pero cuando abrió los ojos, no era Sarah. Su llanto había muerto a unos pocos
hipos ahora. Había alguien cerca, en otra habitación.
Cerró los ojos de nuevo y escuchó duro. Oyó el llanto de nuevo, solo más fuerte
esta vez. Kate se concentró en la fuente del llanto, dispuesta a dirigirse a la fuente.
Los sollozos ahora sonaban como si estuvieran justo a su lado. Cuando abrió los
ojos, estaba en otra habitación, exactamente como en la que Sarah estaba cautiva,
excepto que esta no era Sarah.
Era otra mujer joven. Una rubia natural, con los más bellos ojos azules de bebé
que había visto nunca. Y dulce Jesús, estaba embarazada. Casi de siete meses,
pensó Kate.
217
Oh Dios.
Corrección… vampiros.
Kate se quedó inmóvil. Sí, era invisible, pero no sabía si los vampiros tenían
diferentes sentidos cuando se trataba de su raza. Unos cuantos segundos pasaron
y no parecieron notar nada fuera de lo ordinario. La chica estaba llorando ahora
histéricamente, rogándoles que pararan, cuando la sacaron de la habitación.
La llevaron al mismo centro quirúrgico en el que había visto a Sarah hacía unas
pocas noches. La ataron a la misma horrible mesa y le inyectaron la misma bolsa
de líquido IV, la cual la dejó sin luchar después de un minuto. Varios vampiros
más entraron en la habitación, la lujuria nublaba sus rostros. Tan desgarrador
como era saber que esta chica iba a ser violada por estos animales, tenía que hacer
su trabajo si iba a ayudar a salvar sus vidas.
Antes de apartarse de la horrible escena delante de ella, miró cuidadosamente
a todos los vampiros y memorizó sus rostros, para que pudiera describirlos más
tarde. Después, miró alrededor de la habitación para cualquier cosa que pudiera
identificar dónde estaban siendo retenidas.
También notó que la luna casi llena estaba a la izquierda y esperaba que eso la
ayudara a darle la ubicación de ese lugar. Se sintió despertar, por lo que tomó
218
una última mirada alrededor de la habitación para ver si pensaba que cualquier
otra cosa ayudaría antes de ser apartada. Deseó poder detener lo que estaba
ocurriendo delante de ella, pero no podía y no podía resistir verlo desplegarse
tampoco.
Cerró los ojos y deseó volver a Sarah. Ahora estaba acostada en la cama con
los ojos cerrados. Empujó toda la esperanza y la calma dentro de ella hacia Sara.
219
Kate
Kate se despertó con un sobresalto. Sarah.
El sueño con Sarah fue muy vívido y quería hablar con Dev sobre ello tan
pronto como fuera posible para que no se olvidara de ningún, detalle minucioso.
Intentó sentarse, pero no pudo. Las restricciones le sostenían las muñecas y los
tobillos.
—¿Qué…?
¿Qué ocurrió? ¿Por qué estaba atada? ¿Dónde estaba? Sus ojos vagaron
alrededor de su oscuro entorno, pero podía ver con total claridad, como si fuera
de día. Al igual que en su sueño con Sarah.
¿Cómo podía hacerle eso? Lo amaba. Haría cualquier cosa por él. Cualquier
cosa para protegerlo. Su amante. Su compañera. ¿Estaban realmente unidos
ahora? ¿Habría arruinado eso con su falta de control?
220
Le sintió antes de entrar en la habitación. Sentía su angustia. Podía oír el fuerte
latido de su corazón. Oír el dulce sonido de la sangre de vida corriendo a través
de sus venas. Gimió y cerró los ojos.
Él no habló, no dio ninguna disculpa por atarla, solo caminó lentamente hacia
ella. Debería dejarla aquí para siempre. Probablemente era una buena idea, ya
que el hambre se cuadruplicó en el segundo que entró.
Tenía que darle una salida, así que se apresuró a hablar antes que él.
—Me dijiste que lo comprendías. —Su voz era un poco dura y justo a su lado.
Con su toque, sus pezones se endurecieron en puntos duros, que eran visibles
a través del fino material. Su cuerpo inmediatamente se preparó para él, como
siempre hacía cuando él estaba alrededor. Su mirada y su dedo viajaron para
rodear el nudo más cercano y ella cerró los ojos por el placer. Todos los
221
pensamientos de cualquier otra cosa desaparecieron.
Podía sentir su deseo, mezclándose con el suyo. Por primera vez desde que él
entró, se dio cuenta de la posición vulnerable en la que estaba. Vestida con poca
ropa y su nuevo compañero vampiro de pie a su lado, tocándola eróticamente.
Dios la ayudara, pero quería más. Estaba muy excitada.
Nunca puedes dejarme, amor. Ni yo… a ti. Eso es lo que significa para siempre. Pensé
que lo dejé claro antes de emparejarnos.
Ahhhhh… más. No podía formar las palabras, pero no quería que se detuviera.
Aunque fuese la última vez que la tocara.
—Para siempre, Kate. Siempre te daré lo que quieras, mi amor. Siempre te daré
lo que necesitas.
—Te quiero. Te necesito, Dev. —Era una verdad agonizante. Nunca había
querido o necesitado a alguien más. Se sentía como una persona completamente
diferente de lo que era hacía apenas una semana Era emocionante y aterrador al
mismo tiempo.
Él se despojó de su ropa en cuestión de segundos. Después había subido a la
dura superficie, su cabeza enfrentando sus pies y cuidadosamente se ubicó a
ambos lados de su rostro, su pene erecto se movía a pocos centímetros de su boca.
Apenas podía recordar respirar cuando agarró su hermoso miembro y poco a
poco empezó a acariciarlo, cerca de sus labios, pero tan lejos. Quería lamer el pre-
semen fuera de la punta. Quería que él hundiera esa púrpura, cabeza bulbosa
hinchada entre sus labios para poder succionarlo hasta la culminación.
Corrección… ella lo anhelaba.
Él rió, bajando su cabeza a su sexo abierto y desnudo. Con su otra mano abrió
sus labios inferiores, comprobando que estaba lista.
—Estás tan mojada por mí, mi amor. Eso es muy sexy. —Su voz baja reverberó
222
en olas calientes sobre su cuerpo.
Ella intentó empujar sus caderas más cerca de su boca y levantar la cabeza para
capturar su virilidad entre sus labios, pero sus ataduras evitaban que se moviera
como quería. Necesitaba que él la dejara venirse. Estaba más allá de frustrada.
—Dev…
—Paciencia, amor mío. Todas las cosas buenas vienen a esos quienes esperan.
—¿Quieres que me detenga, Kate? —Su voz sonaba gruesa con grava.
—Para y mueres.
Él rió.
—Esta es la segunda vez que has amenazado mi vida en las últimas doce horas,
mi amor. Definitivamente necesitas ser castigada por esas indiscreciones.
—Lo sie…
223
con tantas sensaciones, que no pudo pensar bien, así que renunció a intentarlo y
solo se dejó sentir. El pre semen cayó sobre su labio inferior y con avidez lo lamió.
Ella hizo como la instruyó y su caliente semen salpicó por todos los labios y
barbilla, aterrizando en su boca. Ella devoró todo lo que pudo. Estaba
desesperada por tocarlo, pero ese pensamiento desapareció cuando sintió el
pinchazo revelador de sus colmillos en su montículo carnoso, el cual pateó ya
otro orgasmo cegador. Retiró sus colmillos demasiado pronto y permanecieron
allí tumbado durante un momento, recuperando el aliento. Él tuvo cuidado de
no acercarse demasiado a su boca, o más apropiadamente, a sus colmillos, con
cualquier parte de su cuerpo.
—Eso es todo, amor. Ahora sella los agujeros con la lengua. —Hizo como le
dirigido—. Buena chica. ¿Mejor?
224
Ella asintió.
—Sí.
—No. Lo sie…
—No digas otra vez que lo sientes, Kate. Fue completamente culpa mía. Soy
yo quien debería disculparse. En mi prisa por hacerte mía, olvidé completamente
el subidón de sangre. Mi sangre es muy poderosa y tu cuerpo necesitaba tiempo
para ajustarse. Debería haber estado más preparado.
Ella no podía hablar, así que solo asintió. Él soltó suavemente sus muñecas y
tobillos y los frotó para restaurar el flujo sanguíneo. Estaba tiesa cuando la ayudó
a sentarse, y cuando le echó un vistazo, sus ojos vagaron arriba y abajo por su
cuerpo desnudo. La quería. De nuevo.
Bien. No estaba sola en su sed inextinguible que nunca parecía ser apagada a
su alrededor.
Él pareció avergonzado.
—Demonios no. Pero no tenía ningún lugar para mantenerte a salvo donde no
225
pudieras escapar y potencialmente dañar a otros. Lo siento. —Se dio la vuelta y
caminó hacia el otro lado de la habitación, ofreciéndole una visión de su increíble
culo apretado—. Eres fuerte, Kate. Demasiado fuerte para que esto sea el efecto
de solo el emparejamiento. Hice que Doc viniera para tomar algo más de sangre
mientras estabas fuera para realizar pruebas adicionales para ver qué puede
haber cambiado en tu ADN desde nuestro emparejamiento.
Debería estar loca por haber tomado su sangre, una vez más sin permiso, pero
en este punto necesitaba algunas respuestas y estaban más allá de ella. Su rostro
parecía sombrío.
—Me ha costado mucho esfuerzo atarte. Y como señor, soy el más fuerte de
nuestra raza. Infiernos ni siquiera deberías tener colmillos hasta que te diera mi
sangre. No deberías haber podido tomarla por tu cuenta como lo hiciste. Tiene
que ser el ADN del vampiro, pero todavía no tiene sentido. Eso es probablemente
lo que me tomó con la guardia baja y por qué terminaste estando un poco fuera
de control.
—No lo sé, amor, pero lo averiguaremos. Te lo prometo, todo estará bien. Todo
estará bien.
Ella no podía hacer otra cosa que agarrarse a él. Él era su salvavidas en este
vórtice que se había convertido su vida. Su cabeza estaba girando. Tenía la
sensación de hundimiento de que algo estaba muy mal con ella. Algo que
amenazaría con separarlos a ella y Dev. ¿Dramática, Kate?
—Dev, tuve otro sueño sobre Sarah. Esta vez tengo algunos detalles que
podrían ayudar a encontrarla.
226
´
capiTulo 42
227
Dev
No podía sacudir su intensa culpa por pasar por alto algo tan significativo
como la lujuria de sangre, que era similar a la drogadicción humana. Demasiado
tarde había recordado que los rituales de apareamiento implicaban pequeñas
cantidades de sangre administradas durante períodos de tiempo para evitar la
lujuria de sangre.
La idea de hacerla suya había sido todo su enfoque solo hacía unas horas. Él
era un vampiro antiguo y debería haberlo sabido mejor. Lo sabía mejor. Ese era
el problema con Kate, sin embargo. Perdía por completo el sentido común y el
pensamiento racional alrededor de ella. Más especialmente cuando estaba dentro
de ella.
Por supuesto, con Kate, todo estaba completamente en el aire. Debía aprender
a esperar lo inesperado, porque cada ver que se daba la vuelta, algo nuevo le
daba una bofetada en el rostro.
228
Mientras él estaba muy orgulloso de su fuerza y capacidad, el pensamiento de
su compañera estando cerca de su némesis hacía que el hielo corriera por sus
venas. Él la amaba más allá de su comprensión y apenas podía respirar con el
pensamiento de que algo malo podía ocurrirle. A regañadientes, también sabía
que ella era su mejor esperanza para derrotar a un vampiro que una vez fue su
mejor amigo. Y la realidad era que estaba indefenso al detener sus sueños, así que
también podría utilizar la información que veía para encontrarlo.
—Está bien.
Y nunca había sido más feliz. Solo esperaba que la felicidad no se estrellara a
su alrededor.
´
capiTulo 43
229
Mike
La cabeza de Mike cayó hacia delante sobresaltándole cuando se despertó.
Jesús H, cuanto más viejo se hacía, más difícil era sacudir su noche de estupidez
anual. Lo haría por Jamie, sin embargo. Se lo merecía. Llegar directo a la estación
después de su vigilia en la tumba, se las había arreglado para tener unas pocas
horas de inquietos ojos cerrados en un desgastado sofá, con cintas rotas
hincándose en su espalda.
—Hombre, te ves como una mierda —dijo Jake mientras caminaba hacia su
oficina—. ¿Una noche difícil?
Mike asintió. Maldita sea… incluso esa pequeña acción hizo que su cabeza
protestara. Una resaca de dos días era un infierno. Ya se había tragado media
botella de aspirinas y no solo no ayudaba a su dolor de cabeza, ahora sentía como
si unas hormigas de fuego le estuvieran haciendo un agujero en el estómago
también. Probablemente estaba sufriendo una úlcera. Solo su suerte.
Empujó toda esa mierda y se hundió en la mísera. Tenían un trabajo que hacer
y no importaba lo mal que se sintiera, lo haría.
230
que tenía que atravesar para determinar qué era mierda y qué podía ser válido.
231
Xavier
—Señor, tengo buenas noticias. Otra entrega exitosa ocurrió esta mañana.
Otros dos están progresando muy bien y deberían entregarse en las próximas
semanas.
232
Xavier rápidamente le cortaría la garganta. O prolongaría su tortura
penosamente. De cualquier manera, firmaría su propia sentencia de muerte.
—¿Algo más?
—No, mi señor.
233
Dev
—¡Teníamos que poner a ese chupador en la tierra ayer! —Una ronda de
palabrotas abundó. El nivel de ruido en la habitación era casi ensordecedor.
Estaban en la sala del consejo del nivel inferior de Dev; una mesa de madera
de cerezo de treinta metros tallada a mano era la pieza central de la habitación y
podría cómodamente asentar a cuarenta personas. Estaba casi lleno.
234
Damián golpeó sus manos en la mesa mientras salía volando de su silla.
—Hijo de… una jodida perra. ¿Ese hijo de puta está buscando ahora
caminantes oníricos?
—Eso parece, Damian —respondió Dev. Dev sabía que Xavier era un hijo de
puta enfermo, pero incluso él había estado sorprendido por la depravación de
Xavier. Parecía que su antiguo bestia estaba de vuelta en sus viejos trucos de
secuestro de mujeres y matándolas insensiblemente, pero según los sueños de
Kate, una estaba embarazada. ¿Cómo alguien podría mantener a su Moira en esa
situación depravada? Muchas preguntas y no suficientes respuestas.
235
Lástima que no hubiera visto a Xavier en su sueño.
—Bueno, maldíceme deprisa. Esto es peor que cagar fuego y caer en él.
—¿De dónde sacas esta mierda, hermano? ¿Merodeas en Internet ahora para
surgir con nuevos dichos?
—Chúpamela.
—Sácalo.
—Puedo poner mis labios alrededor de un dedito del pie muy bien, mamón.
—Niños —interrumpió Dev fuertemente—. Tenemos cosas más importantes
de las que preocuparnos que si vuestro pene es más grande. Jesús. Damian, ¿por
qué tú y Ren no van hablar con algunos de los visitantes que trajeron de la casa
de Kate y ver si aprenden algo esclarecedor? Deberían ser agradables y estar
hambrientos ahora y amables para proporcionar ayuda. Si pueden mantener sus
manos lejos el uno del otro, eso es. —Dev no le había dicho a Kate que habían
traído a un par de prisioneros de su más reciente secuestro.
236
Xavier?
Cuando todo el mundo se fue para asistir sus respectivas tareas, Dev agregó:
237
Dev
Horas después un golpe duro reverberó en la puerta de su oficina antes de que
abriera. Dev levantó la vista de los periódicos que estaba revisando cuando el
gran marco de Big D ocupó casi toda la puerta. Y parecía sombrío.
—Bueno, he hecho varias pruebas en las dos muestras de sangre que tomé de
Kate, los comparé con todas las muestras de sangre que tenemos en la base de
datos y llegué a los mismos resultados. Cada vez.
Dev asintió. Doc estaba haciendo tiempo y tenía miedo de que sus peores
temores estuvieran a punto de confirmarse.
—Sí, ya lo sé. ¿Qué más averiguaste?
Un sonido rugiente resonó en su cabeza, cada vez más fuerte para que no
pudiera pensar con claridad. Su visión se volvió borrosa. Se hundió en su sofá de
cuero en una niebla. Lo había sospechado, pero tener sus miedos realmente
confirmados… eso era otra cosa completamente. Su voz era apenas un susurro.
238
innumerables veces. Son concluyentes. No hay duda de que Kate es la hija de
Xavier.
Santo. Cristo.
Esto.
No.
Podía.
Estar.
Sucediendo.
Big D estaba hablando, pero no podía escuchar ninguna de las palabras. Nada
tenía sentido. Su mundo se había quedado negro. Soplado para reducirse a
escombros justo debajo de él.
Pero… ¿una hija? ¿Su hija? ¿Sabía que ella vivía? Debía. ¿Todo esto era una
trampa para acercarse a él? ¿Cómo podría no serlo? ¿Xavier había sabido de
alguna manera que Kate era su Moira? ¿Los renegados habían estado en su casa
simplemente para obtener un informe de vuelta a Xavier? Esto no tenía sentido,
pero ¿qué otra explicación había? Xavier finalmente había encontrado una
manera de atraparlo. Y se sintió destripado. Él la amaba. Ella no podía
traicionarlo de esta manera… ¿podía ella? Xavier se había llevado todo lo bueno
en su vida, ahora incluía a su compañera.
239
¡Mierda! Había puesto toda su regencia en peligro, por no hablar la gente que
cuidaba sobre la mayoría del mundo. Aquellos que habían estado a su lado
durante siglos.
El amor de su vida, su compañera, era la hija del diablo mismo. Su Kate era la
hija de su enemigo abominable, Xavier Illenciam.
Fue destruido por completo. No estaba seguro de cuánto tiempo estuvo allí
sentado, pero fue tanto que el Doc se había ido, Ren tomó su lugar. Ren no dijo
ni una palabra. Solo estuvo de pie en la puerta, en caso de que lo necesitaran. Dev
ni siquiera podía mirarlo. Lo último que necesitaba era ver compasión en el rostro
de su amigo. O peor… lástima.
240
notables, más pronunciados después de su emparejamiento. Se estaba
acostumbrando a su velocidad y agilidad. El ruido constante golpeando en su
cabeza finalmente había disminuido y solo podía oírlo si se concentraba. No
había intentado destellar todavía. Estaba petrificada por dónde terminaría. Dev
dijo que le enseñaría cuando las cosas se calmaran un poco.
Si alguien le hubiera dicho una semana atrás que había dioses vampíricos
sexys, habilidades para inmovilizar, destellar, compañeros eternos, un vampiro
sádico, y caminantes oníricos, habría sugerido un buen psiquiatra y una gran
dosis de Prozac. Y tal vez un tiempo libre muy necesario del trabajo en una
institución hospitalaria. A veces, se preguntaba si todo esto era un muy largo, y
muy extraño sueño, del que no podía despertar.
Pero una mirada a Dev y sabía que todo estaba bien en el mundo, estaba donde
se suponía que iba estar, incluso tan caóticas como eran las cosas. Estaba
completamente perdida en su propia cabeza cuando alzó la vista y notó a Dev de
pie delante de la cinta. Algo estaba mal.
—Hola.
Él no respondió.
241
Él levantó la mano, la cual ella tomó alegremente cuando saltó de la cinta. Le
encantaba tocar cualquier parte de él y nunca fallaba en entregar una gran dosis
de lujuria directamente a su núcleo.
Ninguna respuesta.
Él la empujó más cerca y ella sintió el indicador del mareo que acompañaba a
destellarse. ¿Qué demonios?
—Dev, ¿qué demonios estás haciendo? —gritó. Algo estaba terriblemente mal
aquí. Trató de luchar por liberarse, sin resultados. Incluso sus poderes mejorados
no la ayudaron.
—¿Qué demonios está pasando? —gritó—. ¡No puedes dejarme así! Dev, ¿por
qué haces esto? ¡No lo entiendo!
242
Mike
—¿Qué diablos estás haciendo aquí? —dijo Mike, atrayéndola hacia una de las
salas de interrogatorio. Acababa de conocer a Giselle hacía unos pocos meses y
podría ser la mujer más hermosa en la que puso sus ojos, pero el hecho
permanecía en que ella era un depredador, al igual que el resto de ellos. Excepto,
que posiblemente era incluso más mortal y volátil.
—No. Pero tú no eres una mujer, las mismas reglas no se aplican —respondió
él, una sonrisa burlona giró por la esquina de su boca. Estaba siendo un idiota,
pero no le importaba. Ellos no habían curioseado en ningún detalle más del
profesor en su interrogatorio anterior, él aún tenía la madre de los dolores de
cabeza, y apenas había dormido en días. Así que sí, se sentía como un idiota y
ella era el objetivo perfecto para desquitarse.
Ella entró en su espacio personal, lamió sus labios rojos rubíes y recorrió un
dedo perfectamente cuidado por su pecho. Mike era un tipo alto de uno ochenta
y ocho. Ella con su uno ochenta de altura, y con sus malditamente altos rojos-
fóllame, Giselle le estaba mirando directamente a los ojos, sus narices casi
tocándose. Su aliento se mezcló con el suyo.
—Hmmm… te puedo asegurar que soy toda una mujer. Y sería un placer para
mí mostrártelo. Después de terminar aquí, por supuesto.
Mike rió, pero no tenía sentido del humor. El impulso de tomar un gigante
Simon dice paso atrás era abrumador, pero no mostraría ningún indicio de
debilidad. ¿Qué hacía Giselle aquí? Tenía una muy buena suposición.
243
Ella frunció el ceño, su labio inferior haciendo pucheros.
—Eso no es muy original, detective. —Lo miró a los ojos sin disimular la
lujuria. Luego se inclinó, hablando directamente en su oído—. Y te aseguro, nene,
que sería un placer más allá de tu comprensión más salvaje. Estarías
suplicándome por más.
—Vamos, vamos, detective. No seas así. Sabes que esto nos concierne. Solo
estamos tratando de ayudar a resolver un problema, que está en nuestro mejor
interés.
Negando, Mike dijo:
—No seas obtuso. Ambos somos muy consciente de que este caso ha cruzado
las fronteras del territorio, y eres incapaz de manejar esto solo. Si quieres vivir,
que así sea. Así que baja el alto y poderoso acto. Voy a ver a nuestro profesor y
sólo me detuve a hablar contigo como cortesía profesional. No confundas esto
como que estoy pidiendo tu permiso. No lo hago.
244
Mike. Cerró sus manos en puños, intentando desesperadamente evitar
estrangularla. O joderla. Podía tener un punto, pero se pudriría en el infierno
antes de hacerle saber eso. Se pudriría en el infierno de todas formas, así que no
más piel fuera de su nariz.
Ella una vez más, volvió a su actuación de gatita del sexo, entrando en su
espacio personal. La velocidad a la que era capaz de hacerlo era vertiginosa.
¿Podría los vampiros ser bipolares?, se preguntó.
—Por supuesto que no, detective. Eres un hombre muy guapo y solo estoy
tratando de protegerte. —Ella se inclinó, sus labios susurrando sobre la concha
de su oreja de nuevo—. Odiaría que algo te pasara antes de que tuviera la
oportunidad de pasar unas horas follándote hasta dejarte sin cerebro.
245
—Quédate aquí mientras traigo a nuestro perpetrador. —Él se volvió para irse
mientras ella le llamaba.
—Toma asiento, profesor —dijo Mike, gesticulando hacia una silla vacía.
—No sé nada más que lo que ya te he dicho. No entiendo por qué estoy aquí
de nuevo. —El profesor tenía sudor punteando su pálida cabeza calva,
ligeramente goteando por sus sienes, mientras sus ojos revoloteaban una y otra
vez entre Mike y Giselle. Se quedaron más tiempo en Giselle, por supuesto.
—Me temo que tengo unas cuantas preguntas más para usted, profesor Bailey.
Eso no debería tomar mucho tiempo y realmente aprecio tu ayuda.
Mike supuso que el profesor olvidó donde estaban mirando sus ojos mientras
respondía al pecho de Giselle… uh, petición, es decir. Y por alguna desconocida
y horrorosa razón, eso supremamente le enojo.
—Sí, sí. Si por supuesto. Está bien. Quiero que mi hija sea encontrada y que
regrese sana y salva, así que lo que usted necesite de mí, solo pregunte.
Ella susurró:
246
´
capiTulo 48
247
Dev
—Entonces, ¿a qué debo el placer de ser convocado a la residencia del gran
señor Fallinsworth? —ronroneó Esmeralda mientras caminaba hacia el escritorio
de Dev.
Esmeralda era una mujer increíblemente hermosa y ella lo sabía. En una altura
de uno setenta y nueve, tenía voluptuosas curvas en todos los lugares correctos.
Su oliva piel siempre brillaba con un aura dorada. Él pensó que estaba
específicamente diseñada para atraer a su presa. Sus ojos de chocolate oscuro te
daban una falsa sensación de calidez y seguridad. Su cabello lacio del color de la
medianoche y largo hasta la cintura estaba metido a presión alrededor de todo el
sexy paquete. Tan sensual como era, nunca se lo había puesto duro. No por falta
de intento por su parte, tampoco.
Ella lo miró durante un momento, sus ojos oscuros dibujándolo. Una sonrisa
curvó sus labios rojos y llenos.
Otra razón por la que no le gustaba pedir a Esmeralda ayuda. Ella quería
248
dormir con él desde que se conocieron hacía más de cien años. Había intentado
todo. Y puesto que su brujería no funcionaba en él ninguno de sus avances había
tenido éxito. En realidad, tenía miedo de que la bruja pudiera intentar dañar a
Kate cuando lo averiguara, lo cual estaba a punto de suceder.
—Me temo que es todo lo que vas a conseguir de mí, Esmeralda. Estoy
emparejado ahora.
—¿Cuándo?
249
—Cuándo es irrelevante. De hecho, mi compañera es una de las razones por
las que necesito tu ayuda.
—Vamos, Dev, no seas así. Puedo y te ayudaré, por supuesto. Por solo un
pequeño precio. En realidad, no es nada. Y eso no implica meterte en mi cama.
Aunque si estuvieras dispuesto, no lo rechazaría.
La miró cuidadosamente. Ella estaba jugando con él, estaba seguro de ello. Si
sus instintos estaban equivocados al pedir su ayuda, todo lo que él quería podría
estar en peligro. Pero si no lo hacía, todas las vidas de las que era responsable
también podrían perderse. Maldita sea, estaba apoyado en una esquina y esa
podía ser su única salida. Esmeralda era la bruja más poderosa que jamás se había
topado con él y formó una floja alianza con ella cuando supo que podría necesitar
su ayuda en algún momento. Desafortunadamente, sus servicios no habían sido
útiles para descubrir la base de Xavier y sabían que él también debía estar
trabajando con una bruja para ocultar su paradero. No, tenía que proceder con el
plan. Fuera cual fuera su precio, tendría que pagarlo.
250
Ella se echó a reír, lanzando su cabeza hacia atrás.
Miró rápidamente a Ren. Él no sabía cuánto sabía Ren sobre Kate y no quería
que fuera más allá de esos cuatro muros. Sabía que su vida estaría en peligro por
los otros señores, si lo averiguaban.
Una sonrisa maliciosa iluminó el rostro de Esmeralda. Era tan fácil de leer.
Claramente esperaba que esto terminara mal para Kate y tener una vez más una
oportunidad con él. Poco sabía que independientemente de lo que descubriera
sobre Kate, su destino ya estaba determinado. Según los rituales vampíricos de
apareamiento, estaría atado a Kate hasta que alguno muriera. Y si ella era una
traidora, eso significaba que sería su cautiva para la eternidad. Rezó con todo su
ser que ese no fuera el resultado.
—Estaría encantada de ayudarte, cariño.
—Eso no va a pasar. No estarás en contacto físico con ella. —Tenerla aquí era
bastante malo. No había manera en el infierno de que se acercara a Kate.
251
ligeramente la cabeza en burla absoluta hacia él.
Puta bruja. Este sería el encargo más importante por el que pediría su ayuda y
lo haría sin duda alguna, al final. Necesitaba encontrar a otra bruja en la que
pudiera realmente confiar. Y rápido.
´
capiTulo 49
252
Dev
Los señores se reunieron de nuevo en la sala de juntas. El parloteo era
incesante y simplemente quería conseguir las últimas noticias. La única cosa en
la que podía enfocarse era en una habitación cerrada a casi cincuenta metros de
distancia de donde actualmente estaba sentado.
Dev había tenido un mal día de mierda. Tuvo que confinar a su compañera en
la habitación de renegados esa mañana y pasar todo el resto de la noche
esperando a Esmeralda para que consiguiera lo que ella necesitaba para realizar
su ritual. Ella estaba innecesariamente tirando de su agonía y cuando amenazó
con traer a otra bruja para ayudar en su lugar, de repente salió con los elementos
que necesitaba para determinar si Kate estaba diciendo la verdad o no. Cabello y
sangre. Totalmente único.
Ella le había dado algunas tonterías sobre necesitar esperar hasta —la hora de
las brujas— para realizar el ritual, así que mientras él estaba en la reunión, le
había pedido a Big D que recogiera el cabello de Kate. Ya tenían sangre en el
laboratorio de las anteriores muestras que habían tomado. Él mantendría esta
reunión tan breve como fuera posible, así habría terminado antes de la
medianoche y tener unos minutos para hablar con Kate a solas antes de que
Esmeralda comenzara.
Era lo suficientemente hombre para admitir que estaba siendo un idiota. No la
había visitado en todo el día. Había ignorado sus súplicas. Oír sus súplicas a
través de su conexión era una agonía. Ella estaba confundida y enojada. No tenía
ni idea de por qué estaba encerrada en esa habitación, como un animal que había
cometido un crimen. ¿Lo había hecho? Realmente no lo creía así.
Cuanto más lo pensaba, más creía que no tenía ni idea de su herencia. Ella
había actuado genuinamente sorprendida cuando le dijo que llevaba sangre de
vampiro. Simplemente no pensaba que pudiera ser tan buena actriz. Él ahora
podría admitir que pudo haber actuado apresuradamente al mantenerla cautiva
mientras deducía esto. ¿Necesitaba ir a ese extremo? No lo sabía. ¿Y si ella le
estaba mintiendo? Toda su regencia... diablos, todos los regentes podrían estar
253
en peligro. Mierda. Debería haber confiado más en ella y por no hacerlo, se sentía
como un bastardo de proporciones épicas. Ella sin duda estaría de acuerdo. ¿Lo
entendería? Jesús, eso esperaba.
El sonido de las voces de Elle y Damian que discutían en voz alta le trajeron
de nuevo al momento entre manos. Maldición, deseaba saber lo que había pasado
entre los dos.
254
«En una nota lateral, cuando mencioné el nombre de Jamie para nuestro
detective, parecía como si fuera un tipo alucinante en el acto. Tengo la impresión
de que este caso fue muy personal para él y acaba de conseguir mucho más que
eso. Debemos estar atentos a él y asegurarnos de que no haga nada estúpido,
como tratar de encontrar a Xavier por su cuenta y conseguir que lo maten.
Rom podría ser un idiota muy frío a veces. Dev prefería continuar su alianza
con Thatcher renuente a traer a alguien nuevo, pero la respuesta de Elle alcanzó
su interés. Elle parecía un poco apasionada asegurándose de que nada le pasara
al detective Thatcher. Decidió dejar que respondiera en lugar de intervenir, ya
que estaba muy interesado en su explicación.
Elle miró a Rom. No tenía miedo de nadie ni de nada. Dev estaba preocupada
de que eso fuera a ser su muerte algún día.
255
nuestra casa? ¿Están todavía descansando cómodamente?
Ren rió.
Cristo. Pon a Ren y a Damian juntos y los dos actuaban como preadolescentes.
—Lamentablemente no. Fue leal a Xavier hasta el final. Ahora con el otro
fuimos capaces de obtener un poco de información útil. —Mirando a Ren,
continuó—: Por supuesto, tomó mi especial técnica de interrogación para
sacársela, pero nos dijo que informa a Geoffrey y eso, en cuanto a las órdenes de
Geoffrey, estaban allí para capturar a tu mujer, Kate.
—¡Cristo, Damián, ya sabíamos que estaban allí para secuestrar a Kate! Dime
algo que no sepa. —Dev estaba teniendo dificultades para mantenerse tranquilo
y todos los demás lo estaban notando.
—Tranquilo. Dame una oportunidad para terminar.
Dev asintió.
—Continúa.
—La llevarían a Xavier. Tenían órdenes de hacer lo que fuera necesario para
llevarla allí, a falta de matar o alimentarse de ella, ya que sospechaban que era
una caminante onírica, y Xavier la quería viva. Querían a Kate desesperadamente
y si no podían capturarla directamente, pensó que tu detective podría ser
persuadido para ayudar, así que también enviaron un equipo a su casa.
256
Así que estaban en su casa para hacerle daño, no para obtener una
actualización sobre él y los otros señores. Basado en esta nueva información,
sabía sin lugar a dudas que Kate no era una traidora, y se sintió más bajo que la
más baja escoria de la tierra. Cómo llevaba la sangre de Xavier, no lo sabía, pero
quería averiguarlo. Él necesitaba detener inmediatamente a Esmeralda, antes de
comenzar su hechizo.
Ren, encuentra a Es y dile que espere con su hechizo hasta que hable con ella. No la
dejes fuera de tu vista. No me importa lo que tengas que hacer.
Sera un placer.
Así que Xavier sabe que era una caminante onírica, lo cual la ponía en doble
peligro, también sabía que ella estaba en la estación de policía. Lo que significaba
que Xavier también tenía subordinados profundamente dentro del MPD y
probablemente sabía de la participación de los señores en la protección de Kate.
¿También sabía que Kate era su Moira?
257
—Yo también —dijo Damian.
Silencio.
258
Kate
Kate no sabía cuánto tiempo había estado cautiva en esa desolada habitación.
Había llorado, gritado y suplicado, pero Dev nunca volvió. Incluso había
intentado hablar con él a través de su conexión y él ignoró esas súplicas también.
No estaba segura de cómo funcionaba exactamente, si necesitaban estar cerca o
no, por lo que no sabía si incluso la había oído.
No tenía ni idea de qué había hecho para merecer este tipo de tratamiento.
Ayer había sido el mejor día de toda su vida. Pensó que lo había sido para Dev
también. Recorrió casi cada gama de emociones posible desde que la habían
encerrado.
Enfado.
Confusión.
Dolor.
Desesperación.
Yyyyy… estaba de nuevo enojada. ¿Cómo podía hacerle esto sin una
explicación? ¡Ese cabrón bastardo! No podrían ser capaces de divorciarse, pero
de ninguna manera soportaría esta mierda cuando fuera liberada. Sabía que no
podía regresar a casa porque estaba todavía en peligro, y podía estar enojada,
pero no era tonta. Sin embargo, estaba muy segura que se trasladaría a una de las
otras habitaciones. La más lejana de él. Preferiblemente después de una fuerte y
rápida patada en las joyas de la familia.
Le rogó a Leo que le dijera lo que estaba pasando, pero era leal a su amo y solo
le dijo que Dev vendría para decírselo él mismo próximamente. Dijo eso cada vez
259
estaba allí, pero Dev nunca llegó. Leo era amable, como de costumbre, pero había
estado un poco más distante de lo que normalmente estaba. ¿Qué demonios
creían todo que había hecho? Al parecer, los vampiros no creían en la cláusula de
un proceso justo de la decimocuarta enmienda.
—Hola, Kate.
—Oh lo siento. Olvidé que no hemos sido presentados todavía. Soy el doctor
Dirk. Casi todo el mundo me llama Big D, sin embargo.
Big D. Sí, Dev había hecho referencias de él varias veces. Él fue el que recogió
sus pruebas de sangre.
—¿Por qué estás aquí? ¿Dónde está Dev? ¿Por qué estoy encerrada así? ¿Qué
demonios está pasando aquí? —Estaba prácticamente hiperventilando.
—Vaya, ahí. Esas son muchas preguntas a la vez, Kate. Primero, lamento
mucho estas desafortunadas circunstancias en nuestra primera reunión. He
estado deseando bastante conocer a la mujer que le robó el corazón al señor
Devon.
Ella lo miró, sin saber cómo responder, así que al parecer él tomó eso como
una señal para continuar.
—En cuanto a por qué estás encerrada, me temo que necesitas discutir eso con
tu compañero. No estoy en libertad de decirlo. —Se dio la vuelta y estableció un
kit de extracción de sangre, que ella no se había dado cuenta de que había estado
llevando.
En lugar de una aguja, él retiró un par de tijeras del kit y se giró para acercarse
a ella.
260
—Uh, el infierno que lo harás.
Así que cuando el médico fue a ella, intentó usar las técnicas que Dev había
estado intentando enseñarle.
Bueno, eso había sido el final de esa lección particular y sobre otra
completamente. Todo su cuerpo se ruborizó y se preparó para su compañero.
261
—Estoy seguro de que Dev vendrá muy pronto, Kate. Te quiere mucho.
Ella resopló. No le había dicho todavía que la amaba. Pero en justicia, ella
tampoco se lo había dicho.
—¿Si él me ama tanto, entonces por qué demonios me haría esto sin alguna
explicación?
Él la miró durante largos momentos, y ella pensó que se iría sin contestar.
—Porque él ama a su gente también. —Se volvió y salió por la puerta antes de
que pudiera hacer más preguntas.
¿Qué demonios significaba eso de que amaba a su gente también? ¿Creía que
ella era un peligro para su gente? ¿Cómo podría pensar eso? Ni siquiera podía
hacer nada remotamente ¡¡peligroso!! ¡Ni siquiera pudo detener a este chico de
cortar su maldito cabello!
Intentó llamar a Dev otra vez. Suplicando, rogándole que hablara con ella. La
liberara.
Decidió entonces y allí que una patada a sus joyas era probablemente mucho
menos de lo que él merecía.
´
capiTulo 51
262
Dev
Dev estaba fuera de la habitación en la cual Kate estaba siendo retenida,
calmando sus pensamientos. Había querido llegar a ella antes, pero tenía algunas
cosas que manejar antes de poder dedicar el tiempo necesario a su amada.
Había enviado a Manny, Ren, y a varios otros a entrevistar a los otros dos
profesores en su regencia. Debería haber enviado a Elle, pero había desaparecido,
maldición y no podía alcanzarla. Tendría una maldita bronca cuando volviera.
La abrazó mientras ella soñaba y pensó en lo que Olivia le había dicho cuando
le preguntó su opinión sobre cómo manejar esta delicada situación solo hacía
263
media hora. No tenía ni una maldita pista de cómo ser un buen compañero y esto
era una mierda épica, así que necesitaba unos pocos consejos femeninos.
Kate
Kate esperó todo lo que pudo a Dev antes de que el sueño la venciera. Su
último pensamiento antes de quedarse dormida fue que esperaba que esta noche
fuera una sin sueños, porque no podía lidiar con nada más de estrés de lo que ya
había lidiado.
Lamentablemente, eso no fue así. Tan pronto como el sueño la tomó, fue
absorbida de vuelta a ese horrible lugar donde las jóvenes indefensas estaban
retenidas contra su voluntad y cosas indescriptibles sucedían.
Kate se sintió inmediatamente atraída por Sarah, como siempre. Ella yacía en
su cama, mirando el techo de paneles de yeso que se desmoronaba, una mirada
completamente en blanco pegada a su rostro. Kate se preguntó cómo Sarah
posiblemente sería capaz de recuperarse después de rescatarla.
264
Esta vez fue más fácil alejarse de Sarah para una vez más mirar alrededor del
compuesto. Esta vez esperaba poder obtener más información que ayudara a
salvar a estas pobres mujeres.
Salió de esa habitación y fue a la siguiente y encontró a una muy frágil, muy
joven mujer hispana, con cabello fibroso y oscuro. Usaba una camiseta amarilla
desgarrada y desteñida con una gigante carita sonriente, irónico eso, y la sangre
empapaba sus bragas color crema. Kate notó cuán magullados estaban sus
brazos, caderas y muslos internos. Sus ojos vidriosos y vacíos estaban hundidos
y podía ver el contorno de sus costillas a través de su escasa ropa.
Esto era casi demasiado difícil de soportar, y tanto como Kate quería
despertarse para no ser testigo de más de esta tortura, necesitaba reunir tanta
información como fuera posible antes de que saliera de su sueño otra vez.
Kate salió de esa habitación y en las siguientes ocho habitaciones, todas con
mujeres en estados similares y la mayoría en varios estados de embarazo.
Empezó a distinguir a las mujeres que habían estado allí durante un tiempo y las
que no, no solo por la condición de sus cuerpos, sino por las expresiones en sus
rostros. Las más nuevas tenían esperanza y enojo. Aquellas en un cautiverio más
largo estaban apáticas. Vacías de cualquier emoción o vida detrás de sus ojos
muertos.
Una mujer joven estaba claramente cerca de la muerte. Kate dudaba que
estuviera viva para cuando la rescataran. Eso era agonía absoluta para dar
testimonio de su tortura.
La mujer en la última habitación hizo que Kate parara. No era tan joven como
las otras mujeres. Definitivamente no era una joven de diecinueve a veintidós
años que hubiera sido secuestrada recientemente. Sospechaba que esta mujer
había sido retenida prisionera durante bastante tiempo. Pero lo que hizo que su
estómago cayera era que se parecía sorprendentemente a Jamie Hallow. Eso no
podía ser. ¿Verdad? Jamie nunca fue encontrada, pero ¿cómo podría haber sido
265
prisionera durante once años? Kate no podía pensar en eso ahora, cuando tenía
trabajo que hacer.
Escaneó rápidamente esos, sin encontrar ninguno de ellos útil, y notó que el
monitor del ordenador estaba encendido. Desafortunadamente, no podía
entender mucho en la pantalla. Parecía como un montón de números sin sentido
en una hoja de cálculo, pero pensó que era un tipo de documento médico maestro
sobre las mujeres secuestradas. Los encabezados de las columnas indicaban el
Sujeto: A, B, etc. Notó lo que parecían fechas también. Tenía una memoria
bastante buena, así que intentaría lo mejor que pudiera recordar lo que estaba
aquí para poder decírselo a Dev y al doctor cuando despertara. En realidad, deseó
haber podido llevar cosas de vuelta desde su sueño porque una unidad de
memoria sería útil ahora.
266
Kate salió rápidamente de la oficina y continuó por la serie de pasillos de
aspecto estéril. A medida que se acercaba el final de ese pasillo en particular, una
sensación de maldad se filtró en sus poros. Era tanto atraída como repelida por
la puerta delante de ella y luchó consigo misma sobre si entrar. Pensó en esas
pobres mujeres que vio antes y rápidamente decidió seguir adelante, antes de
perder el valor. Por alguna razón inexplicable, cada instinto dentro de ella gritaba
que esto sería un momento decisivo en su vida.
267
Oh, mierda. Él no puede verme, ¿verdad? Se supone que no es capaz de verme.
Parada frente a ella estaba una de las criaturas más horribles y espantosas que
alguna vez había visto. Cuando tenía once años y estaba en sexto grado, un niño
en su clase había jugado con fósforos y accidentalmente quemó la casa de sus
padres. Apenas logró salir con vida, y fue horriblemente quemado en más del
sesenta por ciento de su cuerpo. Él sobrevivió y no regresó a la escuela hasta el
séptimo grado, pero estaba marcado de por vida. Así que sabía demasiado bien
cómo se veían las marcas de quemaduras graves.
La mitad derecha del rostro de este vampiro, incluyendo toda su nariz y lado
derecho de sus labios, estaba horriblemente marcado y desfigurado. La mitad de
su cabeza estaba completamente sin cabello, mientras que la otra mitad estaba
claramente afeitada. Su oreja derecha casi faltaba por completo. Su torso superior
completo y la mayor parte de ambos brazos, excepto su hombro izquierdo
superior también tenían cicatrices. Toda su pierna derecha también estaba
perforada por el mismo doloroso daño. Incluso sus partes privadas parecían
marcadas. No es que ella intentara mirar. La parte de su rostro que no estaba
marcada, sin embargo, era divinamente bonita e hipnotizante e instantáneamente
supo quién estaba frente a ella.
Xavier.
—Bueno, bueno, caminante onírica —dijo arrastrando las palabras—. Sé que
estás aquí. Puedo sentir tu presencia.
Podía sentir su presencia, pero ¿no podía verla? Ambas piezas de información
eran buenas de saber.
—¿Te gustaría una demostración de lo que te voy a hacer una vez ponga mis
manos sobre ti?
No. No. Ninguna demostración es necesaria. Gracias por preguntar, sin embargo.
268
mayor parte se derramó por su barbilla y garganta. Tan rápido como golpeó, la
soltó, arrojándola a la cabecera. Ella aterrizó a mitad de camino de la cama,
inmóvil.
Él estaba de pie en toda su altura otra vez, mientras dejaba que la sangre
goteara nerviosamente de su barbilla. Habló al aire, mientras giraba en un
círculo. Cómico, realmente, si la situación no fuera tan terrible y horrible.
Santa mierda. Él sabía quién era. ¡Su nombre! Esto no era tan bueno. Bueno,
Kate. Es hora de despertar en cualquier momento ahora.
Kate se dio la vuelta para huir cuando sintió que despertaba. Gracias, Dios,
por los pequeños favores.
269
Mike
Estaba jodidamente enojado. Ahora estaba sentado en la oficina de Devon
Fallinsworth, en su maldita casa, un lugar que esperaba que nunca vería, con una
igualmente enojada Giselle bloqueado su fuga. La sangre goteaba del corte de
arriba de su ojo y, francamente, él estaba más que un poco preocupado de que la
chupasangre no fuera capaz de controlarse. Estaba en una casa llena de vampiros
y esperaba que le rodearan como buitres en cualquier minuto.
Hacía media hora que se había dirigido a casa, después de varios de los más
largos, y mejores días de su vida. Justo cuando había alcanzado su coche, Giselle
apareció, bloqueando su entrada. Odiaba cuando los vampiros se destellaban.
Era completamente antinatural e inquietante. Ella le había dado algunas tonterías
sobre estar en peligro, bla, bla, bla. No podía irse a casa, bla, bla, bla. Él le había
dicho que se fuera a la mierda, la empujó fuera del camino, encendió su coche y
se fue. No había estado en casa en días. Entre su borrachera y dormir en la
estación, necesitaba una buena ducha larga. Incluso su colchón lleno de bultos
sonaba bien esta noche y odiaba esa cosa vieja.
Ella se quedó allí con una sonrisa en su rostro y los brazos cruzados contra su
abundante pecho, el cual presionaba sus bastante adorables tetas incluso por
270
encima del corsé de encaje negro que llevaba. Cristo, si no fuera un vampiro, la
habría follado de diez maneras hasta el domingo. Dios sabe que a su pene no le
importaba de qué especie era. Ese bastardo quería atacarla de todas formas.
—Créelo o no, estoy intentado salvar tu patética y pequeña vida humana. ¿Por
qué, te preguntas? Ni siquiera puedo entender eso yo misma. Pero estás en
peligro, detective. Si hubieras cerrado tu bocaza durante cinco segundos, he
estado intentando decirte que recibimos información esta noche de que tu casa
está siendo vigilada por los lacayos de Xavier, que fueron enviados allí para
secuestrarte. Te salvé de una muerte segura, y las gracias que recibo por eso son
tus inútiles amenazas.
—Saben que estás trabajando en el caso de Sarah Hill y saben que Kate fue a
verte por eso. En realidad, van detrás de Kate y harán cualquier cosa para
encontrarla.
Giselle asintió.
—Ha estado aquí durante los últimos días, desde que intentaron secuestrarla
de su casa.
271
Y agregó:
Entonces, ¿cuál era su ángulo? A pesar de que ella estaba intentando tirarle, él
estaba teniendo la sensación genuina de que ella realmente se preocupaba por lo
que le pasaba. Y ¿por qué sería eso? Sabía que tendría que caminar ligeramente
o sería la señora Hyde en su perra frígida habitual. Entonces no solo no obtendría
respuestas, tampoco estaba seguro de poder contenerse de intentar matarla. O
follarla. Cristo.
Dos podrían jugar al juego de la mente y la mierda, pensó él. Pero, ¿estaba
realmente jugando?
272
la que incluía su pene enterrado en su caliente, mojado sexo, no tenía dudas de
que Giselle podría ponerse aún más caliente. Concéntrate, Thatcher.
Entonces ya que no podía entender cómo detener esta locura, era algo bueno
que alguien más decidiera por él antes de llegar al punto de no retorno. Casi tenía
su seno completamente fuera de sus confines de encaje, cuando escuchó a alguien
aclararse la garganta. Y fue definitivamente demasiado bajo y masculino para ser
273
Giselle. Rápidamente se alejaron el uno del otro, Giselle enderezándose. Mike no
se volvió hacia el intruso inmediatamente. Necesitaba recomponerse para estar
bajo control primero. Y curiosamente necesitaba asegurarse de que Giselle estaba
cubierta.
Después de varios segundos, Mike finalmente se giró, solo para hacer frente a
un sonriente Renaldo.
Con una mirada rápida a Giselle, notó que ella parecía tan avergonzada como
él, y como agua helada en el rostro, rápidamente lo sacó del hechizo bajo el que
había estado. ¿Ella estaba avergonzada por ser atrapada con él? Por supuesto que
lo estaba. Él era solo un humilde humano. Una fuente de alimento es todo.
Ninguno de los dos habló mientras se miraban el uno al otro, el aire denso por
la tensión. Renaldo tenía que estar minuciosamente disfrutando esto y nunca lo
dejaría superar la vergüenza. Solo estupendo.
—Entonces veo que tu mascota está sana y salva, Elle. —Ella se movió tan
rápido, todo lo que Mike escuchó fueron dos cuerpos golpeando contra la pared.
—Cállate, Ren.
274
Ren se rió, sosteniendo sus manos en la posición de rendición universal.
—Tranquila, gatita. Solo hago una observación, eso es todo. Sin ofender.
Giselle dejó ir a Ren, murmurando maldiciones en voz baja. Ella salió furiosa
de la oficina sin siquiera una palabra hacia él o una mirada hacia su dirección. Sí,
la señora Hyde estaba de vuelta con toda su fuerza. Él no sabía por qué y no
planeaba profundizar demasiado en ello, pero en el fondo su despreocupación lo
cortó rápidamente. Vaya, qué cosa tan cobarde pensar. ¿De repente le había
crecido una vagina?
—Me alegra ver que estás vivo y en una pieza, detective. ¿Qué te dijo Elle?
—Ella me dijo que mi vida estaba en peligro y que tenía que quedarme aquí
por el momento. A menos que tuviera un deseo de muerte. Que tanto para mí, y
probablemente tu consternación, yo no. Al menos no todavía. Tengo algunas
cosas que lograr antes de pasar la eternidad en un tipo diferente de infierno.
275
—Las chicas desaparecidas. Recuerdas el caso en el que estás trabajando,
¿verdad, detective?
—Sí, pero solo sé de una chica desaparecida. Sarah Hill. ¿Has verificado a otras
chicas desaparecidas? —Recordó a Kate mencionando que había otras, pero
ninguna otra mujer joven desaparecida había sido reportado recientemente. Al
menos no en Milwaukee.
—Esto es realmente una cuestión de vampiros, humano, pero ya que estás aquí
indefinidamente, también puedes hacer algo útil. La historia corta es que hay más
de dos docenas de chicas desaparecidas en el país que hemos vinculado al mismo
posible vampiro renegado que tomó a Sarah. ¿Qué tal si consigues dormir
primero y te ponemos al día con el resto de los detalles por la mañana?
Mike comenzó a protestar, pero Ren le interrumpió. Jesús, ¿eran todos los
vampiros tan pobres oyentes?
—No, detective. No estás listo para más discusión ahora. No sé qué sucedió
esta noche, pero parece que fuiste herido y te ves como si la muerte te hubiera
recalentado. Necesitas dormir y una buena comida. Solo entonces hablaremos
sobre el caso. Te lo aseguro, te informaremos completamente y te dejaremos
ayudar con lo que sea que puedas. Pero por la mañana.
Mike asintió una vez, sabiendo que no tenía la fuerza para discutir.
—Bien.
—Bien. —Ren lo hizo pasar por la gran casa hacia un pasillo con varias puertas
y se detuvo en la tercera puerta a la izquierda—. Puedes usar esta habitación.
Tiene un baño completo. Por tu propia seguridad, no es necesario que te diga que
no vagues alrededor sin supervisión. Haremos que alguien te traiga el desayuno
y te vendremos a buscar por la mañana cuando Dev esté listo para reunirse.
—Ah. Así que todavía soy un prisionero de los vampiros. Solo con una cama
king y un paseo a la ducha con múltiples cabezales.
Ren sonrió.
—Cierto.
276
—Entrega tus armas.
—Yo no…
—Me importa una mierda lo que piensas, detective. Entrégalas. Todas. Ahora.
277
Kate
Kate se despertó sobresaltada. En lugar de las esposas duras que la habían
atado en las pasadas, sin embargo, muchas horas, ahora tenía brazos duros y
musculosos que la unían a un cuerpo igualmente duro y musculoso.
Dev.
Dev los sentó a ambos, sus piernas a horcajadas sobre su regazo. Sus brazos
bloqueados estrechamente alrededor de ella. Su pene duro presionaba donde
más lo deseaba. Increíble. Él estaba encendido. Su cuerpo involuntariamente
respondió a su cercanía. Traidora perra. Ella estaba lívida. No solo con él, sino
también consigo misma por su reacción involuntaria hacia él. ¿Cómo podría estar
tan enojada y húmeda al mismo tiempo? Ugh.
—No. No lo haré. Por favor escúchame, Kate. Soy nuevo en esta cosa de las
relaciones y eso no es excusa, pero es la verdad. Creo que voy a cometer más
errores antes de hacer esto del compañero bien, así que me disculpo por no solo
278
los muchos errores que he cometido las últimas veinticuatro horas, sino también
por todos los errores futuros que estoy obligado a cometer.
Kate suspiró. ¿Por qué tenía que ser tan malditamente entrañable? Todavía
estaba enojada, pero se disipó un poco con su genuina disculpa.
—Tendrás que disculparte nuevamente por tus errores futuros cuando los
hagas. Un todo que abarque una vez la disculpa no estará lo suficientemente
cerca. —Sí, la rabieta de su niña interior salió.
Él rió. Dios, ella amaba esa risa. Envió escalofríos a través de todo su cuerpo.
—¿Quién? —susurró. Apenas podía pasar la voz por sus labios. Ya sabía lo
que estaba a punto de decir.
279
Dev miró a sus manos unidas, que ella no se había dado cuenta que habían
hecho. Oh Dios. Ni siquiera podía mirarla. Esto era malo.
—Xavier.
Las manos de Kate volaron para cubrir su boca. ¿Xavier? ¿El vampiro que
quería la dominación mundial? ¿El vampiro que secuestraba mujeres jóvenes,
inocentes y las usaba como incubadoras de bebés? ¿El mismo vampiro que quería
secuestrarla también? ¿La criatura vil y malvada con la que acababa de soñar?
Iba a estar enferma.
Vomitó nuevamente hasta que todo lo que quedaba eran olas secas; los
sollozos atormentaron su cuerpo. ¿Cómo podría pensar que lo traicionaría así?
Le amaba mucho. Haría cualquier cosa por él. Cualquier cosa por protegerle.
—No lo sabía —dijo finalmente, girándose para mirarlo a los ojos, por lo que
vería la verdad y la sinceridad en sus palabras. Lágrimas fluyeron
espontáneamente por su cara.
280
frente a ella.
Él la tomó en sus brazos y los sentó a los dos en el sofá de dos plazas.
—Él sabe que yo estaba allí. —Había estado completamente en babia y Dev
estaba sacudiéndola suavemente.
—¿Él qué? ¿Sabías que estabas dónde? ¿Qué hizo, Kate? Mírame. —Todo su
cuerpo se había puesto rígido con la mención de Xavier.
Ella asintió.
—Tienes que confiar en mí, Kate. No dejaré que te pase nada. Mataremos al
281
bastardo y él no será ninguna amenaza para ti. Te lo prometo.
Dev sorprendió a Kate con un lento beso sensual. Ella se fundió con él, su ira
completamente disipada.
—Te amo. Lo siento, no te lo he dicho antes de ahora. Eres una mujer increíble.
Estoy orgulloso y soy afortunado de tenerte como mi compañera. Lo siento. Por
favor perdóname por mis errores.
—Estoy muy enojada con la forma en que lo manejaste, pero entiendo por qué
lo hiciste. Está bien. —Y lo hizo. Lo entendía, como Señor Vampiro, él tenía una
gran responsabilidad con su gente y ella no estaba segura no haber reaccionado
igual si estuviera en su posición.
—Ahora, sé que debes estar cansada, amor, pero necesitamos una reunión de
emergencia con los otros señores. Ahora mismo. Necesitamos actuar
rápidamente con tu nueva información.
Kate miró el sujetador deportivo y los pantalones cortos ajustados que todavía
estaba vistiendo desde ayer.
Dev sonrió pecaminosamente. Agarró sus caderas, tirando de ella con fuerza
hacia él. Ella pudo sentir su dureza palpitante contra su estómago. Se inclinó para
recorrer su nariz a lo largo de su cuello, pellizcando con sus dientes afilados en
el camino. La excitación destelló a través de su cuerpo y las mariposas que
residían constantemente en su estómago tomaron vuelo una vez más. Su núcleo
se tensó. Oh Dios mío, lo quería desesperadamente. Había estado sin él durante
demasiado tiempo.
282
—Oh, no me importa para nada, amor. Pero me uniré a ti. Y podemos tardar
un poco más de diez minutos.
Él tenía razón.
´
capiTulo 54
283
Dev
En la sala de juntas con todos dispersos, había mucha emoción ya que
finalmente podían estar acercándose a Xavier. Después de que Kate diera los
detalles de su último sueño, Dev, Rom y Damian habían llamado a algunos de
sus mejores hombres para explorar el área del Condado de Door.
Sería una tarea difícil ahora, ya que ciertamente había muchos graneros viejos,
molinos de viento y árboles en el área, pero si podían acercarse a la guarida de
Xavier, Manny lo encontraría, de eso tenía toda confianza. De hecho, la cubierta
realmente ayudaba, al actuar como un faro para esos pocos vampiros que poseían
la capacidad de ver a través de él. No había muchos vampiros envueltos. No
muchos vampiros que él conociera disfrutaban al conseguir estar en la cama con
una bruja. Era un peligro para la salud de uno a largo plazo.
La ansiaba.
284
Ella solo se había ido durante treinta minutos y ya no sabía si podría esperar
una hora y media más para despertarla. Estaba duro como el infierno.
Algo sobre toda esta situación lo fastidiaba. ¿Por qué Xavier dejaría a su propia
hija fuera de su vista? Ella pudo demostrarle ser muy útil, no solo por el hecho
de que era una caminante onírica, sino porque estaba claro que Kate sería muy
poderosa algún día, vampiro sangrienta o no. No podía imaginar lo poderosa
que sería si le hubieran dado sangre.
Dev se sentó en su silla, sonriendo. Ren parecía nervioso y listo para una pelea
y en cualquier otra circunstancia debería estarlo. Permitir a un humano en su casa
sin su permiso era un delito punible con la muerte. Por suerte para Elle, él no
podría estar sin ella y sabía que Ren tenía una afición fraternal por Elle,
protegiéndola por encima de todo lo demás. Bueno, sobre todos los demás a
excepción de él, por supuesto.
Debería prolongar esto, pero no tenía el corazón para poner a Ren a través de
eso. Sería suave. Joder eso. Devon Fallinsworth no era blando.
—¿Oh?
—Sí. —Ren se vio un poco sorprendido pero continuó—. Bueno, sabes que la
vida del detective Thatcher estaba en peligro y Elle salió corriendo de aquí
anoche para ver cómo estaba.
—Cuando ella llegó a su casa, encontró a tres renegados estacados allí, pero
Thatcher claramente no estaba en casa. Le encontró simplemente saliendo del
distrito policial.
285
—¿Y?
—Y él salió ileso.
—Para mantener al detective Thatcher seguro, Elle pensó que sería mejor
traerlo de vuelta aquí. Solo hasta eliminar a Xavier. Estoy de acuerdo con su
decisión.
Dev asintió.
—Bien.
Dev se rió.
—Por supuesto.
—Imbécil. —Bien. Aunque Kate lo hizo suave de alguna manera, podía seguir
siendo duro cuando importaba. Y hablando de duro, tenía un poco más de una
hora antes de que pudiera enterrar su pene dentro de su compañera una vez más.
286
´
capiTulo 55
287
Mike
Él durmió como los muertos. Era un sueño sin sueños. Gracias a Cristo. Nunca
sabía cuándo iba a invadir Jamie sus pensamientos, sus sueños. Apenas despertó
cuando un vampiro entró con su desayuno y una nueva muda de ropa. Su
nombre era Len, Larry, Leo. Algo así. ¡Qué mierda! Era un vampiro. Eso era todo
lo que necesitaba saber.
Dev y Ren le explicaron a Mike a toda velocidad sobre todo, al menos pensó
que era todo, pero ¿quién lo sabía realmente? No se podía confiar en ellos. Lo
pusieron en una pequeña oficina adicional en el piso principal, completo con
conexión a internet. Mientras los vampiros estaban en el suelo explorando Door
County, él estaba usando sus conexiones policiales en otras partes del país para
recoger cualquier información adicional que pudiera para las otras chicas
desaparecidas. Con tantas chicas desaparecidas, era un trabajo tedioso.
Kate había hecho un muy buen trabajo describiendo muy bien a las chicas que
288
había visto en su sueño más reciente a uno de los vampiros de Dev, que tenía las
habilidades equivalentes a un dibujante policial. Él en realidad todavía estaba
intentando procesar la realidad de los caminantes oníricos. Lo siguiente que
supo, es que alguien le diría que las brujas eran reales. Jesús, ni siquiera vayas allí,
Thatcher.
Recogió las dos últimas imágenes, separándolas para que pudiera estudiar
ambas. Sus ojos se movieron hasta la última imagen, sostenida en su mano
derecha y perdió instantáneamente la capacidad de respirar.
Excepto que era una versión más mayor de Jamie. Una concha triste, vacante,
de la joven, hermosa y vibrante Jamie que una vez conoció. Esto no podía estar
bien. Jamie nunca fue encontrada, pero se asumió que estaba muerta, así que…
no. Esta tenía que ser un espíritu maligno. No era Jamie. Eso no podría ser.
Pero su instinto le decía otra historia. Jamie tenía un pequeño y oscuro lunar
en el mismísimo lado derecho de su labio superior. Él solía lamerlo cuando la
besaba. Adoraba ese lunar. Era sexy como el infierno.
Entonces, si esta era, de hecho, Jamie, su Jamie, eso significaba que no solo no
estaba muerta, sino que había pasado los últimos once años en manos de un
jodido enfermo y Mike no había hecho nada para detenerlo. No había hecho nada
289
para ayudarla.
Jamie estaba viva. Él había tenido razón. Los vampiros eran los responsables de
su desaparición. Y ella había estado en un interminable infierno viviente en la
tierra, solo deseando estar muerta.
290
Dev
La frustración rodó de él en oleadas. Durante tres días, habían buscado en el
área del Condado de Door por cualquier señal de Xavier, corriendo de callejón
sin salida a callejón sin salida. Se habían dividido en tres equipos, cubriendo
alrededor del noventa por ciento del área hasta aquí. Desafortunadamente,
Manny tenía un deber extra, ya que las ubicaciones exploradas por los otros dos
grupos eran posibilidades. Hasta ahora, nada, nada, nada, nada, cero. Y eso
frustraba malditamente a Dev. Su brillante personalidad estaba tomando un
precipicio y la mayoría le estaban dando mucho espacio. Todo el mundo excepto
su preciosa Kate. Ella lo calmaba.
Kate no había tenido más sueños y estaba igual de frustrada, pero él estaba
igualmente agradecido. Mientras ella quería ayudar, no la quería en ningún lugar
cerca de Xavier, incluso si realmente no podía verla. Quién sabe lo que ese
monstruo vil tenía en la manga y si podía rastrearla a su mansión. Había llamado
por seguridad extra los días anteriores. Llámale un SOB paranoico, pero nadie
moriría bajo su vigilancia. Especialmente no el amor de su vida. Demonios… ella
era su vida ahora.
Rom hizo que su ordenador investigara los nombres en todas las escrituras de
propiedad en Door County y las áreas circundantes, intentando unir a cualquiera
con los vampiros conocidos en el séquito de Xavier. Dos posibles éxitos, pero
ambos resultaron ser nada.
El detective tenía una actitud positiva emparejando a todas menos una de las
once mujeres desaparecidas del sueño de Kate. Algunas de ellas no habían sido
previamente identificadas como las originales veintinueve desaparecidas, por lo
291
que llegaron a un total de treinta y dos mujeres desaparecidas nada menos.
De pie junto a su cama —su cama— observó cómo Kate dormía. Era tan
hermosa, tan perfecta para él. Todavía se tambaleaba con la profundidad de la
emoción que sentía por ella en solo un corto período de tiempo. Se encontró
soñando despierto con lo que sería ver crecer su vientre maduro con su hijo. Sería
sexy como el infierno, toda redonda e hinchada. Siempre había soñado con
encontrar a su Moira, sí, pero nunca había soñado con tener un hijo, una familia.
No hasta que la conoció.
Lo sorprendió sintiendo tristeza por algo que nunca —nunca podría— ser. Por
su ADN vampírico, ella no podría llevar a un niño. Probablemente por eso Xavier
la descartó. Si ella era estéril, era inútil para sus experimentos. ¿Pero por qué no
matarla en su lugar? ¿Por qué encontrar una familia adoptiva para criarla?
¿Cómo Xavier no sabía que ella era su hija cuando Kate era una caminante
onírica? Y estaba seguro que Xavier no lo sabía y eso le daba sentido a todo para
él.
292
Las piezas del rompecabezas cayeron al instante en su lugar. Xavier no lo sabía
porque… ella se suponía que no estaba viva.
En ello.
Podías escuchar un alfiler caer, todos, menos Ren, claramente aturdidos. Kate
estaba sentada junto a Dev, una mano protectora en su hombro mientras estaba
de pie, dirigiéndose al grupo. Él intencionadamente la había puesto en su silla
detrás de su escritorio. Mataría a cualquiera que intentara hacerle daño.
—Ella no lo sabía hasta ayer y no está trabajando para Xavier. Él la quiere
muerta tanto como a nosotros. Lo que me lleva al propósito de esta reunión. No
podía entender por qué, si era la hija de Xavier, ¿no la había matado? Pero creo
que eso es exactamente lo que pretendía hacer; solo que creo que envió a alguien
más a hacer su trabajo sucio. Alguien en quien confiaba, que, sin saberlo, fue a
sus espaldas y la dejó viva. —Miró a Kate con simpatía antes de continuar—. Lo
siento, amor, pero tenemos que hablar con tus padres. Tenemos que descubrir
cómo llegaron a adoptarte. Tenemos que encontrar a esta persona, ya que puede
ser otra ventaja para encontrar a Xavier.
293
embarazadas y podrían ser tantos de ellos. Estamos pensando en esto mal. Todos
sabemos que una mujer humana no puede quedar embarazada de un vampiro a
menos que sea su Moira y se hayan unido. Y todos sabemos lo difícil que es
encontrar a tu Moira, entonces ¿cómo es que la mayoría de las mujeres que vio
Kate estaban embarazadas? Simplemente no es posible que todos estén
vinculados, lo que significa que están haciendo algo más para embarazarlas. Y
necesitamos averiguar qué.
»Xavier debe tener algún tipo de científico o un equipo que trabaja para él para
encontrar formas de embarazar a una mujer humana sin vínculo. Obviamente no
podemos dejar que este tipo de experimentación continúe, al menos no en esta
manera atroz, pero esta misión es aún más crítica. No solo necesitamos rescatar
a las chicas y destruir a Xavier, sino que también necesitamos a estos científicos
vivos. Y necesitamos sus registros para determinar si hay otras vampiros ahí
fuera que también se suponía que estaban descartadas.
—Me parece curioso que haya una mujer descendiente de Xavier, pero no hay
hombres que sepamos. Los rumores se habrían filtrado por ahora si Xavier
hubiera tenido herederos varones. Infiernos, conociendo a Xavier, lo habría
empujado por nuestras gargantas él mismo.
294
el dominio no era uno de ellos. Él lo amaba, lo ansiaba, lo necesitaba. Rompió su
beso, buscando sus ojos para estar seguro de que esto era lo que ella quería. Su
pobre Kate continuaba siendo bombardeada con revelación tras revelación. Tenía
que ser agotador.
—Por favor hazme olvidar —suplicó ella. Fóllame duro, Dev. Fóllame ahora. Por
favor.
Ella lo quería rudo y él estaba más que feliz de complacer. Con un profundo
empuje se enterró hasta la empuñadura en su dulce sexo. Ella gimió, su cabeza
cayendo hacia atrás contra la puerta. Su pulso le atraía.
Estar dentro de ella era una sensación diferente a cualquiera que hubiera
tenido en su larga vida. Ahí no había palabras en ningún idioma para describir
el placer que atravesaba su cuerpo. Él quería que eso durara para siempre, pero
la forma en que su sexo le estaba agarrando y apretando, no pudo contenerse
más de varios empujes más antes de que se estuviera vaciando en ella, causando
que ella estallará por segunda vez.
—Estoy de acuerdo. —Se rió entre dientes él. Se apartó para mirar sus
hermosos ojos—. Todo estará bien, lo sabes.
295
—Cuando me dices eso, te creo. Pero todavía estoy asustada.
—Bien.
296
Kate
La reunión con sus padres hoy fue mejor de lo que había pensado que sería.
Después de la primera profusa disculpa sobre que nunca le habían dicho que era
adoptada, explicaron cómo llegó a vivir con ellos y por qué nunca se lo habían
contado.
Obviamente sin poder decir toda la verdad, Kate explicó que Dev era su novio
y Ren era un buen amigo. Parecían muy impresionados con Dev. Habían estado
detrás de ella para conseguir que se casara y les diera nietos. La parte de casados
la había logrado. La parte del bebé nunca sería posible. Pero eso estaba bien con
ella, ya que tenía a Dev para la eternidad y él era más que suficiente. Se fueron,
diciéndole a sus padres que estarían en contacto e intentarían organizar una cena
muy pronto.
297
En el largo camino de vuelta a casa, Dev y Ren comprobaron tanto la agencia
de adopción como a Tom Cutler. Como se sospechaba, todas las búsquedas de
Tom Cutler eran un punto muerto. Por supuesto que era un alias. Sus padres no
recordaban mucho sobre cómo se veía, ya que estaban tan fascinados con ella,
pero dijeron que tenía más bien el cabello corto y poco. Y eso era tan útil, en
cualquier caso, como describir a casi dos millones de hombres en este país.
Suspiró. Quería volver a enseñar. Esa era probablemente una de las cosas por
las que estaba más triste. Estaba literalmente a solo meses de distancia de
completar su doctorado y solicitar un puesto de profesora que la aseguraría una
ocupación y sabía que no había manera de que pudiera volver a esa vida. Así que
una vez que todas estas otras cosas quedaran detrás, tendría que averiguar a qué
podría contribuir ahora en esta nueva vida. No iba a dormir todos los días, leer
novelas románticas y deambular alrededor, esperando que Dev terminara su día
de trabajo.
No.
Tenía mucho que dar, mucho que contribuir, y no estaba a punto de ser una
esposa casera de un señor vampiro.
El núcleo de una idea comenzó a formarse. Tendría que darle más vueltas,
resolver los problemas, antes de hablar con Dev sobre eso, pero de repente estaba
muy emocionada y tenía algo que realmente esperaba con ansias después de que
se hubieran encargado de la tarea entre manos.
298
Sintiéndose un poco más fresca, se levantó para encontrar a Dev, pero fue
golpeada con unas náuseas repentinas, y tuvo que sentarse. Supuso que el
sándwich de ensalada de pollo que había comido en el almuerzo no le había
sentado bien. Sabía que la maldita cena que se habían detenido a almorzar de
camino a la casa de sus padres estaba incompleta.
Se quedó allí unos minutos hasta que lo peor de la náusea pasó, rezando para
no pasar toda la noche adorando al dios de la porcelana, cuando preferiría hacerle
el amor a su nuevo compañero.
Dev
Después de regresar a casa, Kate dijo que estaba un poco cansada y se fue a
descansar a su habitación. Dev no estaba seguro si estaba física, mental o
emocionalmente cansada, y mientras no quería estar lejos de ella ni por un
minuto, quería que descansara.
299
—¿Y?
—Creo que fue algo que comí. Mi estómago está un poco revuelto, pero me
siento mejor de lo que estaba. Estaré bien.
300
´
capiTulo 58
301
Xavier
La caminante onírica no había regresado en varias noches. Lástima. Había
disfrutado mucho burlándose de ella la última vez y planeaba hacerlo de nuevo.
Lo que realmente le ponía duro era la idea de burlarse de ella en persona. Podía
sentir su bondad, y esa necesidad de quitársela. Y no podía esperar a ser él el que
lo hiciera.
Entonces, había decidido hacer algo que nunca había hecho en todos sus años
de vida. Kate Martin iba a ser su mascota especial, encadenada y engrilletada a
su lado todo el tiempo. Incluso cuando follara y se alimentara. Diablos, incluso
podría hacerla participar.
302
se había desvanecido un poco… para la gran desgracia de Devon.
Ahora no solo Katherine Martin sería suya, sino que finalmente tendría su
oportunidad de destruir a Devon Fallinsworth para siempre. El todopoderoso,
honesto y poderoso señor. Esta era la oportunidad que no había recibido hacía
muchos siglos cuando había masacrado al resto de la familia de Devon.
1559
Se suponía que Devon estaría aquí. Xavier anhelaba causarle inmenso dolor y agonía
y no poder evitar que su familia fuera sacrificada mientras se veía obligado a mirar cómo
lograba eso. Devon debía sentir el mismo dolor que Xavier sintió al ser traicionado. Él
había sido cazado como un animal durante el mes pasado. Incapaz de regresar al único
lugar que había llamado casa. Abandonado por su familia real, ahora había sido
abandonado por su familia adoptiva. Y la culpa yacía directamente a los pies de Devon.
Xavier había entrado recientemente en sus poderes únicos, con los cuales fue capaz de
secuestrar a varios aldeanos a la vez. Los encontró bastante por accidente. Su presa una
noche no era muy dócil, la calientabraguetas. Ella decidió correr. Él decidió no dejarla.
Joder, se divirtió esa noche. Vaciló entre movilizarse e inmovilizarla en varias posiciones.
Fue electrizante.
Entonces decidió probar sus poderes. Ver cuántas personas podía inmovilizar de una
vez. Al principio solo fueron algunos, pero a medida que pasaban los meses, sus poderes
crecieron. El pueblo donde secuestró a diecinueve personas fue lo más que había sido capaz
de hacer hasta ahora. ¡Estaba lleno de alegría! No podía esperar a compartir la información
con su hermano, pero antes de que pudiera, Devon comenzó a hablar sobre los secuestros
y cómo tenían que atrapar y destruir al renegado responsable. ¡Él no era un maldito
renegado! ¡Era un vampiro! La especie más fuerte que jamás hubiera existido. Devon era
tan idealista. Los vampiros podían gobernar el mundo. No estaban destinados a vivir
junto a humanos indignos, su comida por el amor de Dios, como si fueran iguales. Ellos
no eran iguales.
303
posible. Pero… oh lo fue.
Su plan para hacer que su hermano traidor viera a su familia ser masacrada había sido
frustrado. Xavier esperó durante horas… hasta casi el amanecer. Finalmente, no pudo
esperar más. No estaba del todo de acuerdo con el plan, pero al menos cuando Devon
regresara de cualquiera que fuera la puta en la que estaba enterrando las bolas, descubriría
a su familia, muerta. Conocía a Devon lo suficientemente bien como para que la
culpabilidad lo sofocara por el resto de su vida. Y por ahora, eso tendría que ser suficiente.
304
Dev
Ren estaba disgustado con él, pero no podía dar dos mierdas. Esto era personal
y no iba a quedarse atrás como un conejito blanco mientras todo el mundo se
divertía matando a un montón de vampiros renegados. Y a Xavier.
Joder eso.
Él era un señor vampiro, uno de los vampiros más fuertes del mundo.
Además, su habilidad única para hacer que las ilusiones parecieran reales iba a
ser fundamental para su éxito y Ren lo sabía. Dev apreció su preocupación, pero
estaba fuera de lugar. Mientras estaba dividido entre querer quedarse para
proteger a Kate o luchar, sabía que este era el lugar donde era más necesario.
Así que Ren estaba enojado con él y a su vez, las mujeres de su casa estaban
indignadas con él también. Giselle estaba echando humo porque le había sido
encargada la asignación de quedarse atrás para mantener a Kate a salvo. Y Kate
estaba furiosa porque dijo que no necesitaba una “maldita niñera”. Sí… él era su
hombre menos favorito en este momento.
Mientras que las habilidades de Kate habían mejorado bastante durante las
últimas semanas, todavía estaba lejos de los poderes de un vampiro completo y
necesitaba protección 24/7. Elle no necesitaba más razones para estar resentida
con Kate, pero Dev simplemente no podía dejarla sin protección. ¿A quién estaba
engañando? Ella siempre tendría protección. Así que cuando no pudiera estar
alrededor para protegerla, ya había decidido que esa persona iba a ser Elle, pero
se lo diría más tarde.
305
Y él estaba muy preocupado. Porque ninguno de ellos estaba cubierto, excepto
Manny, que debería haber sido capaz de ver algo más que campos. Sin embargo,
cada uno de ellos podía ver las ruinas de la casa de una sola planta, blanca y
destartalada frente a ellos y el oxidado molino de viento al fondo. La casa era tan
pequeña que parecía más una dependencia que algo que un humano ocuparía. Y
mucho menos un montón de renegados. Alguna cosa estaba muy mal y
necesitaban proceder con aún más precaución.
Ren cerró los ojos, liberando su poder único. Podía sentir a cualquier ser vivo
vampiro o ser humano a medio kilómetro y señalar su ubicación exacta. Esa era
una de las razones por las que era el guardaespaldas personal de Dev. Era mejor
que cualquier detector de movimiento electrónico.
La puerta está detrás de los estantes, mi señor. Hay diez humanos en habitaciones
simples directamente a la derecha. Existen ocho más directamente a la izquierda.
Probablemente son las mujeres. Hay un gran grupo de vampiros, aproximadamente
quince o así, en una habitación individual al final del pasillo del lado derecho. Existen
varios humanos más un nivel más abajo, algunos en habitaciones individuales, algunos
306
en un grupo en una habitación individual, así como otros cincuenta o más vampiros.
Mierda. Esos eran más renegados de lo que había esperado. Supuso que Xavier
había estado ocupado. Hicieron un trabajo rápido para encontrar el pestillo
oculto, revelando otra escalera hacia abajo. Esta escalera estaba hecha de acero
inoxidable y podía ver claramente un pasillo en la parte inferior que solo iba a
derecha. Probablemente solo tenía segundos antes de que los renegados
estuvieran sobre ellos, ya que sin duda tropezaron con algún tipo de alarma
silenciosa cuando abrieron la puerta secreta. Pero tenían el elemento sorpresa, ya
que sabían exactamente dónde encontrar lo que estaban buscando.
Pusieron su plan en acción rápida, dividiendo sus deberes para rescatar a las
chicas, detener a los otros humanos y matar a tantos renegados como fuera
posible, el más importante Xavier. Lástima que el poder de Ren no pudiera
identificar exactamente dónde estaba ese bastardo.
307
cabeza al renegado por ese pequeño truco. También por poco esquivó una flecha
apuntada directamente a su corazón, apenas rozando su axila en su lugar. Para
cuando habían masacrado a todos los renegados, partes del cuerpo ensuciaba los
estrechos pasillos. La sangre oscura corría en riachuelos por las paredes,
agrupándose a sus pies. Él estaba cubierto de ella.
—No, mi señor.
Kate.
Algo estaba terriblemente mal. No podía comunicarse con ella a esa distancia,
pero sabía que había sentido su miedo en su intestino.
Junto con Ren y Manny, regresó a su finca y la escena frente a él dejó helada
su sangre. Fue un déjà vù.
Una búsqueda frenética de la casa dio como resultado ningún signo de Kate o
Elle, pero encontró a Leo en la cocina. O lo que quedaba de él. Joder, Leo había
estado con él durante décadas. Era como un hermano para él. Quería llorar, pero
no podía. Lo único que importaba en ese momento era encontrar a su compañera.
Viva y sin daño.
308
—¿Pero la encontraremos a tiempo?
El ruido que Dev dejó salir fue tan fuerte y largo, que temía que toda la casa
se derrumbara a su alrededor. No le importaba. Si algo le sucedía a Kate, no
llegaría al amanecer. La seguiría a cualquier parte… incluso en la muerte.
´
capiTulo 60
309
Kate
Jesús, estaba dolorida. Al parecer no podía pensar en otra cosa excepto en
cuánto le dolía el cuerpo, en todas partes. Y no podía recordar por qué, le
molestaba en el mismo borde de su memoria. Algo no estaba bien, se sentía muy
débil, pero no podía entender por qué. No podía sacudir del todo la niebla de su
cerebro lo suficiente como para poner todas las piezas del rompecabezas juntas.
Parpadeó, tratando de enfocar sus ojos en su entorno, pero todo estaba muy
oscuro. Lo intentó durante varios minutos, pero nada salió claro. Intentó
moverse, pero su cuerpo no respondía. Después de varios minutos más, su mano
finalmente obedeció su orden, llegando delante de ella y lo que encontró casi la
paralizó de miedo.
Giselle estaba sentada enfrente de ella, lo más lejos que podía estar. Podría estar al otro
310
lado de la gran mansión y todavía estaría demasiado cerca pero tan lejos por lo que estaba
preocupada. Le había dicho que se fuera, pero Giselle se negó. “Mi señor lo ordenó”, había
dicho. “Perra”, había pensado.
Giselle le dio un susto de muerte cuando saltó y corrió hacia la puerta de la oficina
abierta. La cerró suavemente, ocultando la repentina preocupación que tenía su rostro.
—¿Ponte debajo del escritorio? ¿Qué demonios te pasa? Solo porque Dev ordenara
que me cuides como a una niña de cuatro años no quiere decir que vaya…
El terror había corrido a través de Kate. Los únicos en la casa eran ella, Leo y Giselle.
Todos los demás habían ido a la peligrosa misión.
Obedeció, escondiéndose debajo del gran escritorio de cerezo. Ahora no podía ver nada.
Giselle no dio ninguna respuesta, pero sabía que todavía estaba allí. Podía no gustarle
a Giselle, pero sabía que Giselle nunca la abandonaría. La protegería hasta la muerte.
Se esforzó por escuchar lo que fuera que estaba sucediendo, pero no escuchó nada.
Lentamente se levantó de detrás del escritorio y estuvo completamente conmocionada por
la vista delante de ella. Giselle, que se veía mal herida, y el vampiro con el que estaba
luchando estaban inmóviles. Congelado a mitad de la pelea. ¿Había hecho eso sin darse
cuenta? No lo creía, pero no estaba segura. No tenía un buen control sobre sus poderes
todavía.
Justo entonces escuchó pasos pesados y cuando giró hacia la puerta de la oficina, entró
una figura grande e imponente. Cubierto de sangre. La mitad del rostro con cicatrices
llevaba una sonrisa maliciosa. Reconocería ese rostro en cualquier lugar.
311
Xavier.
—Hola, Katherine.
Xavier no había sido capaz de inmovilizarla por alguna razón, pero ella no era
lo suficientemente fuerte como para luchar contra él, especialmente sin la ayuda
de Giselle. Había intentado congelarlo, pero no funcionó y lo siguiente que supo,
es que estaba despertando en esta jaula. ¿Dónde estaba Giselle? Por mucho que
no le gustara a Kate, ciertamente no quería que algo malo le pasara. Giselle había
luchado para proteger la vida de Kate.
—¿No tienes ganas de hablar? Está bien, mi dulce. Tengo más que suficiente
para que hablemos.
Acercó una silla frente a su jaula, inclinándose hacia ella después de sentarse.
Ella podía ver la furia en sus terroríficos ojos. ¿Por qué estaba furioso? Ella era la
que estaba en una puta jaula.
312
Kate suspiró internamente. Al menos la misión fue exitosa.
—Ahhhh, dulce Kate. Puedo ver tu cabeza dando vueltas. Estás pensando…
¿cómo sabía que están vinculados? Estoy sorprendió de que Devon no te
explicara eso. Ya ves, cuando un vampiro se une, las marcas de apareamiento que
envuelven cada pulgar izquierdo de los emparejados no es solo un símbolo de su
amor y devoción, sino también una réplica de la familia del vampiro macho. De
esa forma, cualquier vampiro que la vea puede identificar claramente a la mujer.
Todos saben que fue tomada, y por quién. Puede ser tanto una bendición como
una maldición para la mujer. En este caso, una maldición para ti, mi dulce, pero
sin duda una bendición para mí.
—¿Quieres saber por qué esto es una bendición para mí, dulce Kate?
Metió su mano entre las barras de la jaula, intentando tocarla y ella se encogió
hacia la parte posterior, intentando estar lo más lejos de él como fuera posible. Su
rostro se volvió amenazante mientras salpicaba saliva en su dirección con su
diatriba.
313
—Sí, él tendrá que mirar mientras me follo a su compañera tan duro que
sangrará por todo mi pene. Y mientras te meto mi pene muy abajo por tu
garganta, no podrás respirar. Cuando me venga cubriré tu lengua y correrá por
tu barbilla. Él observará mientras me deleito con tu sangre mientras tomo tu culo.
Después de que me haya saciado, dejaré que cada uno de mis vampiros tenga
una oportunidad contigo. No habrá ningún lugar en ti que quede intacto, mi
dulce Kate. Tu precioso Devon mirará cómo te rompo pieza por pieza, poco a
poco, hasta que la luz se desvanezca de tus ojos justo delante de él. Y una vez que
te vayas, eso es todo lo que él querrá, también. Querrá seguirte en el dulce olvido.
Pero no le dejaré. Lo mantendré con vida, torturándolo a un centímetro de su
vida durante años sin parar. Ni siquiera está cerca de un precio equivalente para
pagar por todo lo que me ha hecho.
Él se levantó bruscamente.
—Bueno, tengo que irme. Tengo bastantes planes para hacer antes de estar
listo para mi próxima casa de invitados. —Luego desapareció.
Ella no pudo evitar el vómito y apenas tenía la cabeza girada antes de vomitar
por todas partes. Estupendo. Ahora era un animal enjaulado, cubierto de vómito.
Intentó sus poderes otra vez. Nada. Había intentado destellarse varias veces
mientras él estaba hablando con ella, sin éxito. Había intentado congelarlo
mientras estaba sentado delante de ella. No pasó nada… excepto que él siguió
utilizando su boca sucia. Había mejorado sus habilidades las últimas dos
semanas, así que aunque no era perfecta, era capaz de usar muy fácilmente su
poder de inmovilización.
314
Excepto en Xavier. Pero no podía usar su poder sobre ella tampoco. Y eso era
claramente un enigma para él. ¿Así que tal vez sus poderes no funcionaban en el
otro porque eran familia? Si ese era el caso, era bueno y malo para ella. Bueno,
que no pudiera inmovilizarla, pero malo, porque no podía protegerse a sí misma.
Estaba al borde de un ataque de pánico.
¡Tranquilízate, Kate! Tú eres la compañera de uno de los seres más poderosos del
mundo. Deja de ser una llorona bebé y sálvate a ti misma.
315
Dev
Gracias a Dios que tuvieron la previsión de enviar al detective a un hotel la
noche anterior. No necesitaba otra alma perdida ardiendo en su conciencia.
Thatcher debía estar bastante colado por Elle, si las lámparas y los muebles rotos
eran una indicación. Aparentemente, Dev obtendría una considerable factura del
hotel por todo el daño que el detective había infligido. Después de que se lo
dijeron, Thatcher insistió en que fuera devuelto a la casa hasta que la encontraran.
Pero no llegaría a eso. Mientras sabía que Xavier había estado tramando su
captura e indudable tortura, él había estado haciendo un poco de planificación
propia.
316
a Kate a través de un hechizo de localización.
—Si sabes lo que es mejor para ti, me quitarás las manos de encima justo ahora.
—No hay una oportunidad, bruja. —Ren era apenas capaz de controlar su ira.
Dev sabía que él y Elle tenían un vínculo especial y su desaparición lo estaba
matando. Se sentía impotente, como Dev. Y Ren era un vampiro inteligente. Sabía
que, si algo le sucedía a Kate, ese sería el comienzo del final para Dev—. Siéntate
y cierra tu maldita boca antes de que la cierre por ti. —Prácticamente la tiró en
una silla. Sí, manteniendo el control por un pelo. Exactamente cómo se sentía él.
Esmeralda tenía suficiente sentido de auto preservación para parecer asustada.
Dev llegó y se sentó en una silla directamente frente a ella. Nunca había hecho
eso.
—Para. Si las siguientes palabras que salen de tu boca no son la verdad, que
Dios me ayude, arrancaré tu negro y traicionero corazón malditamente ahora. No
hay segundas oportunidades. Así que… piensa cuidadosamente lo que quieres
decir.
La expresión de su rostro reveló que sabía que había sido atrapada. Él podría
ver cada emoción pasando a través de su bellamente rostro criminal.
Remordimiento.
Miedo.
Vergüenza.
317
lugar? ¿Qué me gustaría follarte en su lugar? ¿Vincularme a ti en su lugar, en su
lugar? ¿Es eso Esmeralda? —Rara vez usaba su nombre cuando habla con ella y
al sonido, sus ojos volaron hacia él.
Dev echó la cabeza hacia atrás y se rió, pero estaba llena de disgusto, nada de
humor. Se levantó, mirando hacia su forma encogida. Ella se veía tan joven y
vulnerable como la había visto alguna vez. Y a él no le importa una mierda.
—Métete esto a través de tu grueso cráneo de una vez por todas, bruja. No te
quiero. Nunca lo he hecho. Nunca lo haré. Preferiría meter mi pene en una
Dionea atrapamoscas que en cualquier agujero negro de tu cuerpo. Tus acciones
causaron la muerte de un amigo de hace mucho tiempo de mi familia. Tus
acciones causaron que uno de mis vampiros más leales fuera secuestrado, tal vez
incluso asesinado. Y tus acciones han causado que mi amada compañera cayera
en las manos de mi enemigo más poderoso y peligroso. ¿E hiciste todo esto para
poder follarme? ¡Me repugnas!
—Lo sie…
318
Esmeralda miraba, siendo testigo a un lado de Dev lo que nunca había visto
antes. Un lado que no mostraba a mucha gente. Aquellos que lo veían rara vez
vivían. Pero no había decidido el destino de Esmeralda. Todavía.
—Ahora sal de mi suelo y ponte a trabajar, bruja. —Su dura orden hizo que
Esmeralda saliera encorvada temiendo por su vida para hacer su voluntad.
—Sí.
—Vamos, vamos, Devon. ¿Así se habla a la familia? —Se rió entre dientes.
—No somos familia. Pero tú tienes algo mío y los quiero de vuelta. —Estaba
teniendo un momento muy difícil al no dejar que Xavier se metiera bajo su piel,
pero sabía que, si lo hacía, podría ser peor para su Kate. Y Giselle… siempre y
cuando aún viviera.
La mandíbula de Dev tuvo un tic una y otra vez, sus dientes rechinaron con
tanta fuerza, que le preocupó haberlos roto.
319
—Considero tu silencio como un acuerdo. Bien. Ahora, te tomaré a cambio de
tu encantadora compañera. Vendrás solo, porque, aunque me encantaría
devolverte mis muchas pérdidas de esta tarde, en este momento, estoy de lejos
saboreando el pensamiento de poner mis manos sobre ti. Si no vienes solo, ella
muere. Si intentas doblegarme, ella muere. —Pausó antes de agregar—:
¿Supongo que tomarás el trato?
—Bien.
Para proporcionar un velo de protección, Esmeralda había ido con él, Ren,
Manny, Thane y dos de los mejores luchadores de Rom. Tuvo que dejar al resto
320
de sus hombres volver para proteger a las chicas y a los otros humanos que
habían rescatado anteriormente, por lo que estaba trabajando con un equipo más
pequeño, pero estarían bien. No confiaba en dejar a Esmeralda atrás, así que ella
entraría con ellos. Si moría, oh bueno. Sería una muerte más rápida de la que se
merecía.
Se dirigieron a la acción.
Ahora que estaba lo suficientemente cerca, podría comunicarse con Kate. Kate
había hecho un buen trabajo al describir los alrededores. El hecho de que fuera
retenida como un animal en una jaula de perro casi lo hizo nuclear. Respiró un
poco más fácil cuando dijo que estaba bien, pero hasta que estuviera a salvo en
sus brazos, no lo creería.
Continuamente intentó llamar a Kate, pero ella no respondió. Sabía que algo
estaba terriblemente mal.
321
estaba un nivel bajo, pero Giselle estaba al final del pasillo. Thane y Henry tenían
sus órdenes. Destellarían a Elle a casa y Henry volvería para ayudarlos mientras
Thane se quedaba con ella si era necesario. Si no, él también regresaría. Big D
estaba en su nueva ubicación, listo para atenderla.
Ren fue clavado en el suelo por una fuerza desconocida y Sulley estaba en un
combate mano a mano con un renegado del tamaño de un señor. Había tres
gigantes renegados más derribando el pasillo hacia ellos y Dev tuvo un miedo
repentino por la seguridad de Ren, caminó protectoramente delante de él.
Sus hombres podrían manejar esto, así que Dev no desperdició ni un segundo
más.
Kate, ya llego.
322
con terror.
Dev no había sido completamente preparado para esto. Ren no había sentido
a ningún vampiro con Kate.
—He pasado los últimos quinientos años fantaseando sobre el día que
terminaría con tu vida, hermano. De la misma manera que efectivamente terminó
la mía cuando me delataste como el traidor fangoso que eres.
—Podríamos haber gobernado el mundo juntos, Devon. Estamos entre los más
323
fuertes, más viejo y más poderoso vampiros vivos. Podríamos haber tenido todo.
Podríamos haber sido reyes. Pero tenías que tener una puta conciencia. ¿Cómo
puedes soportar vivir al lado de los humanos? ¡Ellos son animales! ¡Son nuestra
comida!
Dev siguió ignorando la diatriba de Xavier. Tenía que descubrir cómo salir de
este lío.
—Hmmm, no estoy tan seguro de que vaya a salir bien, mi dulce —susurró
Xavier en su oído. Le lamió su mejilla, estudiando a Dev todo el tiempo.
Dev vio rojo. ¿Cómo se atrevía Xavier a tocar a su compañera de esa manera?
Dev hizo un ligero movimiento hacia Kate y Xavier tiró de su espalda hacia él
más firmemente, provocándole una mueca de dolor.
—Yo por ella. Ese fue el trato. —En ese punto, solo necesitaba alejar a Kate de
Xavier. La pelea fuera de la habitación continuaba escalando y Dev tuvo la
primera punzada de verdadera preocupación. No estaba seguro de que ninguno
de ellos saliera vivo de esa maldita situación más allá de toda razón—. Yo por
ella, Xavier. —Tenía que mantenerlo hablando… distraerlo.
—Sí. —Suspiró Xavier—. Ese fue el trato original. Hasta que lo rompiste
intentando sabotearme. Ahora me temo que hay un nuevo trato sobre la mesa.
324
Bueno… el único trato, realmente.
—Me he visto obligado a pasar los últimos quinientos años viviendo bajo tierra
como una rata de alcantarilla humilde. Todo gracias a ti. Mi cuerpo ha sido
devastado más allá de cualquier reparación, también gracias a ti. He pasado el
último medio milenio esperando, conspirando, anticipando mi venganza. Y no
pude escribir un final mejor para nuestra rivalidad si lo hubiera intentado. Voy a
saborear viéndote sufrir mientras me follo y desangró a tu pareja justo delante de
tus ojos. Permitiré que mis hombres se alineen y la usen una y otra vez. Verás la
vida abandonar lentamente su cuerpo, incapaz de salvarla. Y cuando su cuerpo
finalmente se rinda y la veas morir, disfrutaré torturándote hasta el borde de la
muerte, solo para traerte de vuelta para que puedas sufrir su pérdida a
perpetuidad. No te mostraré ninguna piedad.
Tenía que alejar a Kate de ese psicópata. Solo necesitaba conseguir que la
liberase. Si pudiera sacarla de su agarre, tendría la oportunidad de salvarlos con
una poderosa ilusión, pero no podría arriesgarse mientras Xavier mantuviera su
vida tan precariamente en sus manos. Obviamente no tenía ni idea de que Kate
era su hija y eso era definitivamente un secreto que necesitaban mantener.
Dev sintió el poder de Xavier desatarse. Ese había sido su peor miedo, que
estaría inmovilizado, incapaz de ayudar a su compañera. Entonces, aunque
podía sentir el poder de Xavier, nada sucedió. Todavía tenía la capacidad de
moverse. Y se dio cuenta, al igual que Kate. Ella había estado luchando en los
brazos de Xavier desde el momento en que entró.
325
Dev solo tuvo segundos para reaccionar, cuando Xavier se enderezó arañando
su garganta. Él lanzó la ilusión en la que había dado la espalda a Xavier para
atender a Kate, quien todavía yacía en una pila arrugada sangrando en el suelo,
cuando en su lugar ya la tenía con seguridad en sus brazos, y no siendo capaz de
destellarse dentro por alguna razón, corrió por las puertas donde les sacó en un
destello de ese infierno y de vuelta a la seguridad de su nueva casa.
´
capiTulo 62
326
Kate
Había pasado más de un mes desde que Dev la rescató de las garras de Xavier,
quien todavía estaba vivo por desgracia. Nunca entenderían por qué Xavier la
arrojó al otro lado de la habitación después de morderla, pero ella lo recordó
siseando, como si hubiera sido herido. Big D había enlistado la ayuda de los
científicos que se habían recuperado para ayudar a averiguarlo. También estaban
intentando determinar por qué los poderes de Xavier no parecían funcionar en
ella o en Dev. Ninguno de ellos había pasado a través de esto antes. Cualquiera
que fuera la razón, estaban agradecido o podría haber tenido un final muy
diferente.
Giselle, por otro lado, había estado en muy mala forma y estuvo fuera de
contacto durante una semana Así que mientras finalmente se recuperaba
físicamente, todavía estaba recuperándose emocionalmente No había hablado de
lo que le hicieron en el corto tiempo que estuvo cautiva. Había estado muy
retraída.
Giselle y el detective Thatcher aparentemente se habían acercado en las
semanas antes de que el infierno entrara en erupción, pero ahora Giselle ni
siquiera hablaba con él. Él la llamaba constantemente, incluso intentaba
conseguir que Dev interviniera, pero nada la persuadía. Kate sentía pena por el
detective. Parecía un buen tipo. Realmente se encontró deseando que la reina de
hielo reapareciera. Al menos eso significaría que estaba volviendo a la
normalidad.
Había hablado con Erin por teléfono unas pocas veces en el último mes. La
única cosa que podía decirle que era que había conocido a alguien y que estaba
pasando todo su tiempo libre con él. Eventualmente supuso que tendría que
terminar su amistad, ya que no podía revelar nada sobre su nueva vida. Eso la
327
entristeció. Su único consuelo era que Kate y Olivia se habían vuelto bastante
cercanas. También habló con sus padres varias veces teléfono y porque Xavier
todavía estaba suelto, Dev había puesto algún pequeño detalle de protección
sobre ellos, por lo que ella estaba agradecida.
Caminó por los pasillos del refugio, controlando a las chicas, como hacía a
diario desde que fueron traídas aquí.
—Me alegro.
328
—Quiero hacerlo. Es lo único que me hace sentir que tengo alguna apariencia
de control —respondió Sarah, las lágrimas en sus ojos. Aunque Sarah no había
sufrido el mismo destino físico que las otras chicas, todavía estaba
significativamente traumatizada.
Sarah le había confiado a Kate que había soñado con un hombre muy huidizo,
a quien había apodado como su caballero de brillante armadura y él la ayudaba
a escapar, al menos en su mente, cuando la mantuvieron cautiva. Kate sabía cómo
era soñar con hombres maravillosos, por supuesto que quería ayudar a Sarah a
aferrarse a cualquier cosa que la ayudara a sanar. Y darle control sobre algo —
cualquier cosa— ayudaría.
Sarah la abrazó con fuerza y sujetó como si la vida le fuera en ello. Las lágrimas
surgieron en los ojos de Kate. Había formado un fuerte vínculo con algunas de
las otras chicas después de la dura prueba, pero particularmente con Sarah. Ella
era casi como la hermana que nunca tuvo. Otra chica también era muy querida,
pero Kate tuvo un momento muy difícil al no dejar que la culpa la devorara. Se
alejó de Sarah.
—Regreso en un momento.
Caminó por el pasillo saludando alegremente a las chicas que tenían sus
puertas abiertas. En lugar de la lúgubre suciedad en la que habían vivido durante
semanas, meses e incluso años en un par de casos, sus alojamientos eran lujosos,
hogareños, y seguros.
Sin respuesta.
329
—Jamie, soy Kate. ¿Puedo entrar?
Sin respuesta.
Pasaron varios minutos. Supo que Jamie estaba en la puerta, con miedo de
abrirla. Habían pasado por esta rutina todos los días desde que las chicas habían
sido rescatadas. Jamie Hallow, la chica presuntamente muerta hacía once años,
todo el tiempo cautiva de Xavier, estaba entre las quince chicas rescatadas. Jamie
tenía un largo camino de recuperación por delante y todavía tenía que hablar
sobre alguna de las cosas que sucedieron. Kate estuvo particularmente
sorprendida al descubrir que el detective Thatcher y Jamie habían estado
saliendo en el momento de su desaparición. Jamie se había negado a hablar con
él también y él no se lo estaba tomando bien. Entre Giselle y Jamie, el detective
era un desastre. Era buen chico, lo sentía por él.
Eran las 7:00 p.m. antes de irse del refugio y estaba agotada cuando se unió a
Dev para cenar. No había sido ella misma durante semanas, lidiando con náuseas
y fatiga, y ayer le pidió a Big D que tomara un poco de sangre y realizara algunas
pruebas. Lo veía a diario ahora que trabajaba con ella en el refugio. Su estómago
se revolvía por la comida que estaba enfrente de ella y finalmente sabía por qué,
pero todavía no podía creerlo. Estaba emocionada, pero asustada.
—¿Alguna noticia sobre Esmeralda? —Kate sabía que Dev estaba enojado
consigo mismo por haberla dejado en el complejo de Xavier, pero obviamente su
único pensamiento había sido su rescate. No la habían visto desde entonces.
330
¿Había sido capturada? ¿Había huido, sabiendo cuán furioso estaba Dev con ella?
No es que Kate estuviera muy feliz con la perra tampoco. Intentó que la mataran
para poder tener a su pareja. Si alguna vez ponía los ojos en esa bruja, no sería
responsable de lo que le haría. Kate insistió en que la próxima bruja con la que
Dev se asociara fuera una vieja bruja. Y que fuera (sonrisa) completa con una
enorme verruga en la punta de su nariz.
—No. Nada. —Hizo una pausa, y agregó—: No quiero hablar de ella. ¿Cómo
fue tu día, amor? Te ves agotada.
—Estoy genial. Tuve un día muy productivo con un par de chicas. Todavía no
hay progreso con Jamie, pero espero que salga pronto.
Ahí estaba. ¿Cómo reaccionaría? Nunca habló de querer niños. Ella miró su
plato mientras hablaba.
Dev dejó caer su tenedor, saltando a través de la mesa para tirarla a sus brazos.
Él era tan sobreprotector.
—Algo está mal. ¿Qué pasa? Puedo decir que algo está mal.
Ella no pudo evitar reír.
—Vaya. ¿Muy pesimista? Nada está mal, Dev. Todo está… realmente
maravilloso.
331
—Oh Dios mío, eres tan ¡denso! No estoy enferma, Dev. Estoy… estoy… —
Respiró hondo y lo escupió—. Estoy embarazada.
—Sé que no hablamos de niños, pero estoy feliz por esto, Dev. Creo que es una
bendición. Big D dijo que probablemente era porque nunca fui desangrada, pero
no está seguro. Realmente no me importa cómo sucedió de todos modos. Di
algo…
—Hacía tiempo que soñaba con mi Moira, Kate, pero mi visión palidece en
comparación a la verdadera tú. Me has hecho desear cosas que nunca imaginé
que serían posibles, incluyendo una familia. Este bebé es un milagro y no me
332
importa cómo sucedió, solo que lo hizo. Eres toda mi vida, corazón y alma, y no
sé lo que hice para merecerte o a este regalo que me estás dando, pero no lo
cuestionaré. Te quiero mucho, Katherine Marjorie Fallinsworth.
Ella no tenía palabras, así que se conformó con algo simple, pero poderoso.
Ella chilló cuando una vez más fue levantada en sus brazos y él rápidamente
la llevó a su habitación, la espalda aterrizando en la lujosa ropa de cama.
Cuando Dev comenzó una de las más placenteras formas de castigo, Kate no
pudo parar las lágrimas de alegría que le escocían en los ojos. Después de intentar
alejar lo mejor que alguna vez había pasado en su vida, ahora tenía todo lo que
nunca quiso y algo más. Un amigo, un bebé en camino, una familia
completamente nueva.
333
Damian
Tres meses después…
—No es todo sobre mí. Rom está ayudando también. Pero no hay problema,
Dev. Estoy feliz de ser de ayuda.
La risa corta de Dev sonó a través del teléfono, antes de que se calmara,
afirmando la seriedad de su petición.
—Deja tu mierda con Giselle en la puerta. No sé lo que pasó entre ustedes dos
y no estoy preguntando, pero ella claramente pasó por algo traumático cuando
Xavier la tenía y está empezando a hacer un poco de progreso. No necesito que
la retrases.
334
Damian realmente iba a separar su tiempo entre su regencia y Dev,
quedándose en la nueva propiedad de Dev cuando estuviera en Milwaukee, lo
que significaba que inevitablemente se toparía con Giselle. Por protección, Ren y
Manny acompañarían a los recién casados, junto con varios otros hombres.
De acuerdo, podría hacer eso. Podría ocupar el mismo espacio que ella y ser
civil. O al menos le daría el viejo intento de la universidad.
—Hecho.
—Solo haz girar los sesos de tu compañera, Dev. Diablos, incluso podría hacer
algunas mejoras en tu regencia en tu ausencia.
—Ouch, eso me dolió. —Con solo cien años como señor de una regencia bajo
su cinturón, era el menos experimentado de los tres y admitía que priorizaba en
fiesta un poco más que poner su nariz en la piedra de moler. Tenía una extraña
capacidad de jugar en el mercado de valores muy buena y había dedicado mucho
tiempo a eso, todo lo opuesto al lado comercial de gobierno, como hacían Dev y
335
Rom. Dev le había confiado un gran trato pidiendo su ayuda y no tenía la
intención de fallar a su amigo.
—Está bien, estoy terminando esta conversación. Nos vemos en unas pocas
semanas.
Había tomado a varias amantes humanas a largo plazo a través de los años,
aunque era infrecuente. Todas eran mujeres hermosas y geniales en la cama, pero
fue forzado a romperlo cuando profesaban su amor, a pesar de que habían
acordado mutuamente nada de cuerdas al principio. Su última amante a largo
plazo había sido hacía diecinueve años y otros diecinueve serían también pronto
para él.
En realidad, estaba deseando ver qué mujeres tenía que ofrecer el Medio Oeste
y planeaba comprobarlo en los clubes de Dev mientras estaba en la ciudad,
particularmente el nuevo, Dragonfly. Tal vez podría conseguir algunas ideas
para sus propios clubes. Entre los tres señores, poseían más de tres docenas de
discotecas, con Rom teniendo la mayor parte.
Xavier había hecho bastante maldita mierda y Damian todavía no podía creer
lo que descubrieron.
Xavier estaba dirigiendo una fábrica de bebés, eso había sido verificado. Y
habrían encontrado una manera de dejar embarazadas sin límites a hembras
336
humanas. Eso todavía aturdía su mente.
Ningún bebé había sido recuperado, sin embargo. Entonces, ¿dónde estaban?
Ninguna de las humanas recuperadas demostraban ser útil en ese sentido…
todas fueron tomadas contra su voluntad también. Solo sabía, una vez
entregados, que los bebés eran separados de la madre y llevados fuera del lugar.
Todavía estaban clasificando a través de las cajas de documentación,
ordenadores y memorias USB que habían sido recuperados, pero la esencia de
esto era que Xavier había secuestrado a innumerables mujeres jóvenes a lo largo
de los años y solo habían comenzado a buscar a las caminantes oníricas en la
última década.
Su objetivo principal estos últimos meses había sido encontrar a las restantes
chicas y bebés desaparecidos, aunque el tema del parentesco de Kate no había
recibido mucha discusión. Francamente, no sabían si los humanos se habían
recuperado incluso de saber algo al respecto.
Damian repitió su conversación con T esta mañana. Desde que Giselle había
estado tan abatida últimamente, negándose a continuar su investigación con el
detective humano, Damian ofreció los servicios de T en su lugar. Ese vampiro era
perversamente bueno en una investigación. También era muy persuasivo
durante el interrogatorio y pasaron horas del día interrogando a los humanos,
pero había tantos, que era una tarea ardua.
—Mi señor, tengo algo de información nueva que pensé que debería compartir contigo
primero. El detective no lo sabe y pensé que es lo mejor por ahora.
—¿Qué es T?
337
—El doctor Marcus Shelton, líder médico de Xavier e investigador, me ha revelado que
Xavier es incapaz de engendrar descendencia masculina.
—De acuerdo con el doctor, es una anomalía genética. Nadie lo sabía además de Xavier
y él mismo. En su tiempo libre, estaba intentando encontrar una cura, pero no lo había
hecho aún. Y eso no es ni siquiera la mejor parte. El doctor Shelton era al que le entregaron
la tarea de eliminar a los vampiros no deseados. Las hembras bebés engendrados por
Xavier.
—Sí, mi señor. Durante los primeros diez años que el doctor Shelton fue cautivo,
indicó que Xavier había engendrado al menos una docena de mujeres. Él no ha engendrado
en ninguna de las últimas dos décadas más o menos porque dejó de participar en el proceso
de inseminación.
—¿Así que hay más de una docena de hembras descendientes de Xavier corriendo
sueltas por el mundo?
—¿Así que posiblemente hay tres hembras vivas… bueno, dos aparte de Kate…
engendradas por Xavier?
—¿Sabemos dónde están las otras dos? ¿Dónde las dejó? ¿Sabemos si todavía están
338
vivas?
—No, mi señor. Él no guardó ningún registro por razones obvias y después de todo
este tiempo, no recuerda las direcciones. Dijo que todas eran relativamente locales, dentro
de un centenar de kilómetros de esta área, ya que no tenía tiempo para ir demasiado lejos.
—¿Y sus madres? ¿Las madres todavía están vivas en algún lugar también?
—No lo cree, mi señor. Dijo que la mayoría de las mujeres no duran mucho.
—¿No entiendo por qué regresó a Xavier cada vez que podía irse? Eso no tiene sentido.
—Bueno. Necesitamos ubicar a estas dos mujeres. Kate dijo que sus padres
mencionaron que habían dejado el registro de adopción. Veamos si podemos tomar ese
ángulo y encontrar a las otras dos. Mira si el doctor puede al menos reducir el marco de
tiempo de cuándo cree que las dejó. ¿Año, época del año? Mierda, cualquier cosa ayudaría.
Y saca un maldito mapa para que pueda ayudar a reducir las ubicaciones.
—Sí, mi señor.
—Y T, esto se queda entre nosotros. No se lo digas al detective. Hablaré con Rom y
obtendremos más recursos para esto. Esperaremos a hablar con Dev y Kate cuando
regresen.
339
Su intestino ardió. Siempre lo hacía cuando tenía una premonición.
Desafortunadamente no siempre eran tan claras o muy específicas… eran más
como un sentimiento en su lugar. Pero a lo largo de los años, había aprendido a
confiar en él. Nunca le había fallado antes.
Todos pensaban que Xavier ya sabía que Kate era su hija. Lo hizo cuando la
mordió. Otra razón por la que quería que Dev y Kate escaparan. Si Xavier lo
sabía, sería implacable al venir por ella, y su futuro próximo nieto.
fin
sobRe la Autora
340
gusta Game of Thrones y está obsesionada con
Modern Family y The Goldbergs. Corro, como,
corro, como. Es un ciclo vicioso. Amo los
carbohidratos, pero hay una relación de
amor-odio con mi culo y mis muslos.
Mayormente de odio. Me gusta un buen cóctel
(oh infierno ... ¿a quién engaño? Me encantan
los cócteles). Soy una gran criatura de costumbres,
pero te diré que también soy flexible.
Y por casualidad escribo calientes historias con sucios hombres alfa que no solo
quieren follarte, sino que realmente quieren despertar a tu lado a la mañana
siguiente.
´
proXimo liBro
341
Analise está decidida a hacer lo que sea necesario
para convencer al Señor de los Vampiros para que
ayude a localizar a su amiga desaparecida. Sin
embargo, lo que no formaba parte del plan era su
atracción más que inoportuna hacia el playboy
irresistiblemente deseable, arrogante y dominante.
342
1.- Surrendering (2014)