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Instituto Tecnológico de Monterrey

Nombre de la actividad:

Actividad 7

Ensayo sobre evaluación y los retos para el docente

Curso:

Desarrollo del nuevo perfil docente

Docente:

Dra. Marcela Georgina Gómez Zermeno

Estudiante:

María Eugenia Osorio García

Matrícula:

66811761

10 de junio de 2011

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A través del siguiente análisis se podrá observar la importancia de la evaluación

dentro del proceso educativo como apoyo de la intervención pedagógica y como

instrumento que responde a intereses formativos y no a intereses selectivos y excluyentes,

donde esta se convierte en un instrumento que posibilita a todos el acceso al conocimiento,

a la apropiación del mismo a partir de la reflexión, y no en un instrumento que penalice a

los estudiantes por su desempeño académico al no conseguir los logros establecidos,

algunas veces por factores extrínsecos ajenos a ellos.

Evaluar es un concepto más elevado que calificar o corregir, la evaluación va más allá

de ser un instrumento superficial de medición, para convertirse en una actividad crítica de

aprendizaje, es así como la educación se convierte en acceso a la cultura, a la ciencia y al

conocimiento en general. Es así que se se hace un llamamiento al verdadero papel docente,

a la mirada imparcial que lo único que debe motivar sus acciones sea el mejoramiento

integral del proceso de todos y cada uno de sus estudiantes.

El estudiante aprende a partir de la propia evaluación, de la evaluación de sus pares

y de la retroalimentación que le ofrece el profesor, dentro de esta dinámica la evaluación

debe tener varias características: ser democrática, negociada, transparente, continua,

crítica, formativa, retroalimentada, triangulada (la participación del profesor, la del

alumno que se autoevalúa y la de los compañeros con los que éste ha trabajado,

orientada a la comprensión y al aprendizaje.

A pesar de todos los esfuerzos de investigadores y teóricos por llamar a la evaluación

como formativa, interna, horizontal, dinámica, compartida, etc. en muchos procesos de

enseñanza aprendizaje es frecuente encontrar el tipo de evaluación sumativa, externa,

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vertical, puntual, individual y elaborada unilateralmente por el profesor; esto es así, porque

generalmente se tiende a desconocer las bases epistemológicas en las que estos conceptos

se fundamentan, pero más aún, porque los docentes siguen repitiendo los viejos esquemas

con los que fueron formados, aplicando una evaluación tradicional basada en el examen que

tiene como objetivo principal cumplir la exigencia de clasificar a las personas, excluyendo

a los que no se ajustan a lo esperado de ellos.

El valor de la evaluación no está en el instrumento en sí mismo, sino en el uso que de

él se haga. Por lo tanto, más que el instrumento, importa el tipo de conocimiento que pone a

prueba, el tipo de preguntas que se formulan, el tipo de cualidades (mentales o prácticas)

que se exigen y las respuestas que se espera obtener según el contenido de las preguntas

que se formulan.

Para la acción reflexiva y crítica el autor propone dos ideas fundamentales para dar

un primer paso en la renovación del concepto de evaluación. El primero es que de los

errores también se aprende, en este sentido, es muy importante la información que se da a

los estudiantes en la corrección de sus quehaceres académicos porque en la medida en que

sea más clara y precisa dicha información, más útil será para sus respectivos procesos de

aprendizaje.

Es preciso corregir enfatizando en la causa del error y no en el error mismo, evitando

la penalización y descalificación del estudiante, lo que a mediano o largo plazo podrá

generar deserción por parte de los estudiantes. Los docentes dirigidos por una política de

inclusión educativa, deben tener por compromiso, la adquisición de toma de decisiones

justas, que durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje brinden el apoyo necesario

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para cubrir las falencias de los educandos y que la intervención educativa sea entonces

exitosa para todos los involucrados.

Referencias

ALVAREZ, J.M. (2001). Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid, España:

Edit. Morata.

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