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Federico Villarreal
Ingeniería Industrial
2019
INDICE
FILOSOFÍA DE LA PSICOLOGIA ............................................................................................................. 3
PSICOLOGIA Y FILOSOFIA .................................................................................................................... 3
1. FUNCIONES DE LA FILOSOFÍA EN LA PSICOLOGÍA ................................................................. 3
2. EL ENFOQUE DE UNA INVESTIGACIÓN Y SU COMPONENTE FILOSÓFICO ............................. 4
3. DOS ENFOQUES DE LA INVESTIGACIÓN PSICOLÓGICA.......................................................... 5
4. EL ENFOQUE DE LA PSICOBIOLOGÍA ...................................................................................... 6
QUE ES LA PSIQUE…...…………………………………………………………………………………………………………………….8
1. LA ALTERNATIVA MONISTA............................................................................................................8
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 13
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................... 14
FILOSOFÍA DE LA PSICOLOGIA
PSICOLOGIA Y FILOSOFIA
1. FUNCIONES DE LA FILOSOFÍA EN LA PSICOLOGÍA
Hasta fines del siglo pasado la psicología solía ser considerada como parte de la
filosofía. Desde entonces se considera una ciencia independiente, aunque sin un
objeto bien preciso ni del todo científica. Pero de hecho no hay ciencias totalmente
independientes. Todas las ciencias fácticas dependen de la lógica y de la matemática,
y cada una de ellas interactúa con otras ciencias y con la filosofía.
Si la filosofía es buena, promoverá el adelanto de la investigación científica; si es mala,
retrasará el proceso científico. Si la ciencia es sacudida por una revolución, ésta
afectará a la filosofía o, al menos, a la filosofía en contacto con la ciencia. Si la ciencia
permanece estancada, no estimulará a la filosofía.
Las relaciones entre la ciencia y la filosofía son particularmente notorias en el caso
de la psicología, aunque sólo sea porque ésta se ha apropiado de un tema central de
la metafísica tradicional: el de la naturaleza de la psique y sus relaciones con el
cuerpo. Pero hay más: las escuelas filosóficas han sugerido diversas maneras de tratar
este problema. Recuérdese la enorme influencia ejercida hasta hace pocas décadas
por la filosofía espiritualista, la influencia no menor que ejerció el positivismo
(particularmente sobre el conductismo) y la influencia naciente del materialismo. El
cuadro 9.1 muestra esquemáticamente dichas influencias de la filosofía sobre la
psicología. En él ‘psicobiología’ designa la unión de la psicología fisiológica, la
psicofarmacología, la psicología comparada y evolucionista, y las demás ramas del
estudio de lo psíquico desde el punto de vista biológico (o biosociológico).
2. EL ENFOQUE DE UNA INVESTIGACIÓN Y SU COMPONENTE FILOSÓFICO
4. EL ENFOQUE DE LA PSICOBIOLOGÍA
Veamos ahora en qué medida se ajusta la psicobiología al enfoque científico
caracterizado en el parágrafo 2. Observemos los aspectos siguientes: la psicobiología
adopta
Hay dos clases de monismo: el espiritualista y el materialista. Según el primero, todo es espiritual o
ideal; según el segundo, no hay sino una sustancia: la materia, y toda cosa es un trozo de materia
dotado de propiedades. En lo sucesivo nos referiremos tan sólo al monismo materialista, ya que el
espiritualista está abiertamente en conflicto con el enfoque científico, que es francamente
naturalista. El monismo materialista sostiene que la psique no es una sustancia sino un cierto
conjunto de sucesos o procesos cerebrales. Esta hipótesis disuelve tanto el misterio de las sucesiones
paralelas de sucesos físicos y psíquicos, como el de la interacción entre entes (el cuerpo y el alma)
que no tendrían nada en común.
Hemos indicado ya algunas de las razones por las cuales el monismo psicofísico es más atractivo
desde el punto de vista científico que el dualismo psicofísico. De las dos hipótesis es la más precisa y
la mejor contrastable. Pero no nos engañemos: en su estado actual el monismo psicofísico es aún
inmaduro. En efecto, el monismo psicofísico todavía no es una teoría propiamente dicha (un sistema
hipotético-deductivo) que dé cuenta de una gran variedad de procesos neurales, y capaz de predecir
sucesos neuropsíquicos de naturaleza diversa. Por el momento el monismo psicofísico es una
hipótesis (tanto filosófica como científica) en busca de teorías que la expliciten. Siendo una hipótesis
de gran alcance y profundidad, el monismo psicofísico funciona principalmente como programa de
investigación. Y no es un programa como cualquier otro, sino el programa de toda una ciencia: la
psicología fisiológica. Todo éxito de esta ciencia, sea en el terreno de la teoría, de la experimentación
o de la aplicación (a la psiquiatría, a la educación, etc.) confirma dicha hipótesis al par que socava a
sus rivales. Siendo una hipótesis de gran alcance, tanto científica como filosófica, el monismo
psicofísico no puede ponerse a prueba mediante un experimento crucial. Las que sí pueden
contrastarse empíricamente son las diversas hipótesis y teorías especiales -sobre la visión, el dolor,
el aprendizaje, etc.- pertenecientes a la psicología fisiológica y por lo tanto compatibles con el
monismo psicofísico.
Ahora bien, según la hipótesis monista algunas de las componentes de F son idénticas a variables
psicológicas o a funciones de éstas. Por lo tanto, algunos de los estados neurofisiológicos del
sistema nervioso central son estados psíquicos. Y algunas relaciones entre las componentes de F
son leyes psicofísicas. La figura representa el caso imaginario en que se han aislado dos de las
miles de componentes del vector de estado de un subsistema del sistema nervioso central
El programa de investigación teórica sugerido por este enfoque sistemático del problema es
complejo pero claro. Se trata, en primer lugar, de identificar los subsistemas del sistema nervioso
central “responsables de” las funciones psíquicas de interés, o sea, que desempeñan dichas
funciones (p. ej., recordar melodías durante un largo tiempo, o ejecutar operaciones aritméticas, o
tomar decisiones). El segundo paso es identificar las variables, o sea las componentes de la función
de estado F, que determinan el estado del subsistema en cada instante. El tercero (que suele ir
acompañado del segundo) es encontrar (o conjeturar) las leyes que relacionan las componentes
de la función de estado.
C] Por la actividad fisiológica molar que acompaña a los procesos psíquicos, tal como la
aceleración del pulso, la secreción de sudor o la disminución del metabolismo.
El psicólogo puede y debe usar estas cinco vías de acceso a la psique, ya que cada una de ellas le
proporciona indicadores de la actividad psíquica. El desdeñar algunos tipos de indicadores es tan
erróneo como el desdeñar una rama íntegra de la biología. Ninguna de esas cinco vías basta para
alcanzar un conocimiento adecuado de la psique:
B] La observación de la conducta, por precisa que sea y por más que se la someta a controles
experimentales y estadísticos, sirve sólo de indicador. El confundir un indicador de X con la propia
X es como confundir la infección con la fiebre que ésta produce. Así como la introspección por sí
sola no tiene sino valor anecdótico y heurístico, la observación y el análisis de la conducta, por sí
solos, se quedan a mitad de camino porque el estudio del indicador X no nos dice qué indica X ni
por qué lo indicado se manifiesta como X y no como Y.
D] El estudio directo del sistema nervioso central y de sus subsistemas nos acerca al meollo de la
psicología. Pero no la agota (i) porque queremos averiguar cuáles son los “correlatos” psíquicos de
los procesos neurales y (ii) porque el sistema nervioso, lejos de ser aislable, es entre otras cosas el
mecanismo de control e integración fisiológicos del organismo íntegro. Un sistema nervioso
desprendido del resto del cuerpo y mantenido vivo en una solución nutritiva tendría poco que
hacer: se parecería a un dictador jubilado.
E] El análisis de los productos culturales de la actividad psíquica es otro indicador. Por cierto, es
muy específico y más importante en el caso del hombre que, digamos, el análisis de las posturas.
Con todo también es un indicador y, por añadidura, no se lo puede estudiar separadamente de la
sociedad.
Si se tiene en cuenta no sólo el volumen de los problemas psicológicos no resueltos por las demás
escuelas, sino también el cúmulo de conocimien tos neurofisiológicos, neuroquímicos y de otro
tipo relevantes a la psicología, se advierte que el programa del monismo psicofísico es compatible
con todos ellos, en particular con los siguientes puntos:
a] A diferencia del dualismo y del conductismo, el monismo psiconeúral adopta un enfoque
plenamente científico (cap. 9, parágrafo 4).
B] El monismo está libre de las dificultades conceptuales del dualismo, en particular de los
inefables misterios de la naturaleza de lo psíquico y el modo de su “correlación” con lo físico.
C] A diferencia del dualismo, el monismo es compatible con el concepto general de suceso que se
recoge de todas las demás ciencias fácticas, a saber, como un cambio en el estado de una cosa
concreta; en cambio, según el dualismo los sucesos mentales serían los únicos en que no serían
cambios de cosa alguna, lo que haría de la psicología una ciencia singular totalmente separada de
las demás (con excepción de la teología).
D] A diferencia del dualismo y del conductismo, el monismo psicofísico estimula las interacciones
de la psicología con las demás ciencias, en particular con la biología (en especial la neurología).
CONCLUSIONES
La filosofía, lejos de ser ajena a la ciencia, y en particular a la psicología, forma parte de ella
por el mero hecho de que el andamiaje del enfoque científico de cualquier investigación
tiene componentes filosóficos. Pero además de esta filosofía inherente a la ciencia está la
filosofía de la ciencia, que examina la labor científica y sus resultados desde la perspectiva
filosófica. Esta otra filosofía es no sólo descriptiva sino también crítica y por consiguiente
prescriptiva.
Por ejemplo, al examinar las principales corrientes de la psicología actual hemos dicho no
sólo que la escuela X hace Y sino también que hace bien, o hace mal, en hacer Y, puesto que
el enfoque científico manda o prohíbe hacer Y. Se analiza un trozo de ciencia con ayuda de
herramientas filosóficas -en particular lógicas y semánticas- y se lo enjuicia o valora
contrastándolo tanto con otros resultados de la investigación científica cuanto con teorías
gnoseológicas y ontológicas. Pero a su vez la filosofía, y en particular la epistemología,
debiera examinarse críticamente a la luz de la ciencia para averiguar si es científica, si está
al día con la ciencia, y si le es útil a ésta. Hay, pues, una intensa acción recíproca entre ciencia
y filosofía. Y esta interacción debiera ser, pero no siempre lo es, beneficiosa para ambas.
Acaso la psicología es la ciencia más fuertemente influida por la filosofía. Esta influencia es
tan inmensa que las principales corrientes psicológicas explicitan otras tantas tendencias
filosóficas. El cuadro 9.2 resume esta situación. El resultado final de nuestro somero examen
filosófico y metodológico de las principales direcciones de la psicología contemporánea
puede resumirse así:
a] el mentalismo y el dualismo, aunque de gran interés, son pre científicos;
b] el conductismo es protocientífico, al igual que la biología meramente descriptiva y
clasificatoria anterior a Darwin;
c] el monismo psicofísico, presupuesto por la psicología fisiológica, es plenamente científico,
aunque no plenamente desarrollado. Lo examinaremos más de cerca en el próximo
capítulo.
BIBLIOGRAFIA
Mario BUNGE