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DONDE ENCONTRAR AYUDA EN EL LIBRO DE LOS SALMOS

Para Cuando usted se sienta:

Abrumado: 25; 69; 142


Impaciente: 13; 27; 37; 40
Afligido: 13; 25; 31; 40; 107
Inseguro: 3; 5; 12; 91
Agradecido: 118; 136; 138
Insignificante: 8; 90; 139
Amenazado: 3; 11; 17
Insultado: 41; 70
Arrepentido: 32; 51; 66
Perdido: 23; 139
Atrapado: 7; 17; 42; 88; 142
Preocupado: 37
Cansado o débil: 6; 13; 18; 28; 29; 40; 86
Rencoroso: 11
Celoso: 37
Seguro de sí mismo: 24
Con deseos de renunciar: 29; 43; 145
Sin propósito: 14; 25; 39; 49; 90
Con deseos de adorar: 8; 19; 27; 29; 150
Soberbio: 14; 30; 49
Confundido: 10; 12; 73
Solitario: 9; 10; 12; 13; 27; 40; 43
Gozoso: 19; 96
Temeroso: 3; 4; 27; 46; 49; 56; 91; 118
Culpable: 19; 32; 38; 51
Tenso: 4
Deprimido: 27; 34; 42; 43; 88; 143
Triste: 13
"Destruido": 6; 63
Vengativo: 3; 7; 109
Engañado: 41

Cuando se enfrente a:

Asesinatos: 6; 46; 83
Éxito: 18; 112; 127; 128
Ateos: 10; 14; 19; 52; 53; 115
Herejía: 14
Calumnias / insultos: 7; 15; 35; 43; 120
Hipocresía: 26; 28; 40; 50
Castigo: 6; 38; 39
Malvados: 10; 35; 36; 49; 52; 109; 140
Competencia: 133
Mentiras: 5; 12; 120
Crítica: 35; 56; 120
Muerte: 6; 71; 90
Crueldad verbal: 35; 120
Peligro: 11
Decisiones: 1; 119
Persecución: 1; 3; 7; 56
Desvalidos / enfermos: 6; 139
Pobreza: 9; 10; 12
Discriminación: 54
Problemas: 34; 55; 86; 102; 142; 145
Dolor: 23; 34
Tentación: 38; 141
Dudas: 34; 37; 94
Vejez: 71; 92
Enemigos: 3; 25; 35; 41; 56; 59

Cuando quiera:

Aceptación: 139
Liderazgo: 72
Amistad: 16
Milagros: 60; 111
Comunión con Dios: 5; 16; 25; 27; 37; 133
Oración: 5; 17; 27; 61 Paz: 3; 4
Confianza: 46; 71
Conocimiento: 2; 8; 18; 19; 25; 29; 97; 103
Descanso: 23; 27
Perdón: 32; 38; 40; 51; 69; 86; 103; 130
Perspectiva: 2; 11
Protección: 3; 4; 7; 16; 17; 18; 23; 27; 31; 91; 121; 125
Dinero: 15; 16; 17; 49
Respuestas: 4; 17
Dirección: 1; 5; 15; 19; 25; 32; 48
Sabiduría: 1; 16; 19; 64; 111
Esperanza: 16; 17; 18; 23; 27
Salvación: 26; 37; 49; 126
Estabilidad: 11; 33; 46
Sanidad: 6; 41
Gozo: 9; 16; 28; 126
Santidad: 15; 25
Humildad: 19; 147
Sustento: 23
Inspiración: 19
Valor: 11; 42
Integridad: 24; 25
Vindicación: 9; 14; 28; 35; 109
Justicia: 2; 7
RAZONES PARA LEER LOS SALMOS
Encontrar consuelo: Salmo 23
Encontrarse con Dios íntimamente: Salmo 103
Aprender una nueva oración: Salmo 136
Aprender una nueva canción: Salmo 92
Aprender más acerca de Dios: Salmo 24
Comprenderse a usted mismo con más claridad: Salmo 8
Saber cómo ir a Dios diariamente: Salmo 5
Recibir perdón de pecados: Salmo 51
Sentirse valorado: Salmo 139
Comprender por qué debe leer la Biblia: Salmo 119
Alabar a Dios: Salmo 145
Saber que Dios tiene las riendas: Salmo 146
Dar gracias a Dios: Salmo 136
Complacer a Dios: Salmo 15
Saber por qué debe adorar a Dios: Salmo 104

La Palabra de Dios se escribió para ser estudiada, comprendida y aplicada, y el libro de Salmos se
presta más directamente a la aplicación. Comprendemos mejor los salmos cuando dejamos que
nos caigan encima y nos empapen como la lluvia. Podemos ir a los salmos en busca de algo, pero
tarde o temprano encontraremos a Alguien. Cuando leemos y nos aprendemos los salmos,
gradualmente descubrimos que en gran medida ya son parte de nosotros. Expresan en palabras
nuestros más profundas heridas, anhelos, pensamientos y oraciones. Poco a poco nos llevan a
ser lo que Dios tenía pensado que fuéramos: gente que lo ama y vive para El.

SALMOS PARA APRENDER Y AMAR


Casi todos, ya sean religiosos o no, han escuchado el Salmo 23 porque se cita con
mucha frecuencia. Muchos otros salmos también son bien conocidos porque se citan
en la música, en la literatura o en los cultos de adoración. Los salmos que conocemos
y amamos son los que entran en nuestra mente cuando los necesitamos. Nos inspiran,
nos confortan, nos corrigen en el momento justo en que necesitamos una palabra del
Señor. Si usted quiere comenzar a aprenderse salmos, comience con algunos de estos
favoritos. Apréndase el salmo completo o solo los versículos que le hablen
directamente a usted. O lea el salmo en voz alta varias veces al día hasta que sea
parte suya.
Salmos que nos llevan a la presencia de Dios: 29; 95.1-7a; 96; 100
Salmos sobre el bien: 1; 19; 24; 133; 136; 139
Salmos de alabanza: 8; 97; 103; 107; 113; 145; 150
Salmos de arrepentimiento y perdón: 32.1-5; 51; 103
Salmos para tiempos de problemas: 3; 14; 22; 37.1-11; 42; 46; 53; 116.1-7
Salmos de confianza y esperanza: 23; 40.1-4; 91; 119.11; 121; 127
CONFESION, ARREPENTIMIENTO Y PERDON EN LOS SALMOS
A lo largo de los siglos, muchos creyentes agobiados por el conocimiento de sus
propios pecados, han encontrado en las palabras de los salmos penitenciales
(confesión) un rayo de esperanza. Los salmistas elevaron a Dios tanto la profundidad
de su dolor y arrepentimiento, como la cima de su gozo al ser perdonados. Se
regocijaron al saber que Dios respondería a su confesión y a su arrepentimiento con
un perdón completo. Nosotros, que vivimos del otro lado de la cruz de Cristo,
podemos regocijarnos aún más debido a que comprendemos más. Dios nos ha
demostrado que está dispuesto a perdonar, debido a que su juicio sobre el pecado fue
satisfecho por la muerte de Cristo en la cruz.
Cuando lea estos salmos, tome nota del patrón seguido por los salmistas al responder
a Dios: (1) reconocieron su pecaminosidad y su tendencia para hacer lo incorrecto, (2)
se dieron cuenta de que el pecado era una rebelión en contra de Dios mismo, (3)
admitieron sus pecados ante Dios, (4) confiaron en la disposición de Dios para
perdonarlos y (5) aceptaron su perdón. Utilice estos salmos como un recordatorio de
lo fácil que resulta separarse de Dios y caer en el pecado, y lo que se necesita para
restablecer esa relación. Los salmos que hacen énfasis en estos temas son 6, 14, 31,
32, 38, 41, 51, 102, 130, 143.

LA ORACION EN EL LIBRO DE SALMOS


La oración es la comunicación del hombre con Dios. Los salmos pueden describirse
como una colección de cánticos-oraciones. Tal vez la característica más impresionante
de estas oraciones es su sinceridad no editada. A menudo las palabras expresan
nuestros sentimientos, esos que preferiríamos que nadie, mucho menos Dios, alguna
vez conociera. Convertir estos salmos en nuestras oraciones puede enseñarnos mucho
acerca de cómo Dios quiere que nos comuniquemos con El. Demasiado a menudo le
ofrecemos una versión ligera de nuestros sentimientos, esperando así no ofenderlo ni
que fiscalice nuestros motivos. Cuando utilizamos los salmos para expresar nuestros
sentimientos, aprendemos que la honestidad, la receptividad y la sinceridad son
valiosas para Dios. A continuación veremos diferentes tipos de oraciones con ejemplos
provenientes de los salmos. Considere que los escritores de los salmos se
comunicaban con Dios de diversas formas y por un sinnúmero de razones. A cada uno
de nosotros se nos invita a comunicarnos con Dios. Utilizar los salmos enriquecerá su
vida personal de oración.
Oraciones de:
Alabanza a Dios 100; 113; 117
Gratitud de una comunidad: 67; 75; 136
Gratitud de un individuo: 18; 30; 32
Petición de una comunidad: 79; 80; 123
Petición de un individuo: 3; 55; 86
Dolor de una comunidad: 44; 74; 137
Dolor de un individuo: 5; 6; 120
Ira: 35; 109; 140
Confesión: 6; 32; 51
Fe: 11; 16; 23
LA ALABANZA EN EL LIBRO DE LOS SALMOS
La mayoría de los salmos son oraciones y la mayoría de estas incluyen alabanzas a
Dios. La alabanza expresa admiración, reconocimiento y gratitud. La alabanza a Dios
en el libro de los Salmos se expresa individual y colectivamente. Considerando todo lo
que Dios ha hecho y hace por nosotros, ¿qué puede ser más natural que un arranque
de alabanza sincero?
Cuando lea los salmos, tome nota de la alabanza a Dios, no solo por lo que hace
(creación, bendiciones, perdón), sino también por lo que Él es (amoroso, justo, fiel,
perdonador, paciente). Tome nota de esos momentos de alabanza en compañía de
otros, donde a los demás también les alienta alabarlo. ¿De qué manera ha alabado a
Dios en los últimos tiempos o le ha dicho a otros todo lo que Él ha hecho por usted?
Los salmos que enfatizan este tema son 8; 19; 30; 65; 84; 96; 100; 136; 145; 150.

JUSTICIA EN EL LIBRO DE LOS SALMOS


La justicia es el tema principal en el libro de los Salmos. Los salmistas alaban a Dios
porque es justo, claman a Él para que intervenga e imparta justicia donde haya
opresión y maldad, condenan al malvado que confía en su riqueza, exaltan al recto
que es justo con sus vecinos.
La justicia en los Salmos es algo más que simple sinceridad. Es intervención activa
para el bien de los desvalidos, sobre todo los pobres. Los salmistas no desean
exclusivamente que se le dé al pobre lo que necesita, sino claman a Dios para que
destruya a las naciones que trastornan la justicia y oprimen al pueblo de Dios.
Aquí tenemos algunos ejemplos de salmos que hablan acerca de la justicia. Cuando
los lea, pregúntese: "¿Quién es mi vecino?" Mi estilo de vida (trabajo, pasatiempos,
hábitos de compras, ofrenda), ¿ayuda o hiere a la gente que tiene menos que yo?
¿Qué puedo hacer esta semana para ayudar a un necesitado?"
Los salmos que enfatizan este tema son: 7; 9; 15; 37; 50; 72; 75; 82; 94; 145.

COMO SE DESCRIBE A DIOS EN LOS SALMOS


La mayoría de los salmos hablan a Dios o acerca de Él. Debido a que se compusieron
en una gran variedad de situaciones, se mencionan diversas facetas del carácter de
Dios. Aquí tenemos una muestra de las características de Dios según lo
comprendieron y experimentaron los escritores de los salmos. Cuando los lea,
pregúntese si este es el Dios que conoce.
Omnisciente y omnipresente: Salmo 139
Hermoso y deseable: Salmos 27; 36; 45
Creador: Salmos 8; 104; 148
Bueno y generoso: Salmos 34; 81; 107
Grande y soberano: Salmos 33; 89; 96
Santo: Salmos 66; 99; 145
Amoroso y fiel: Salmos 23; 42; 51
Misericordioso y perdonador: Salmos 32; 111; 130
Poderoso: Salmos 76; 89; 93
Dispuesto a revelar su voluntad, ley y dirección: Salmos 1; 19; 119
Recto y justo: Salmos 71; 97; 113
Espíritu: Salmos 104; 139; 143
LA HISTORIA EN EL LIBRO DE LOS SALMOS
Para los primeros oyentes, los salmos históricos eran vívidos recordatorios de los
hechos pasados de Dios por el bien de Israel. Estos cánticos históricos se escribieron
con el propósito de que se trasmitieran lecciones importantes a las generaciones
futuras. Alaban las muchas promesas que Dios hizo y cumplió con fidelidad, además
hacían un recuento de la infidelidad del pueblo.
No podemos leer esta historia antigua sin reflexionar en la forma tan constante en la
que el pueblo de Dios fracasó en aprender del pasado. Muchas veces le dieron las
espaldas a los ejemplos recientes de la fidelidad y del perdón de Dios, solo para
sumergirse de nuevo en el pecado. Dios puede usar estos salmos para recordarnos
cuán a menudo hacemos exactamente lo mismo: teniendo todas las razones para vivir
para Dios, decidimos todo lo contrario: vivir para todo menos para Dios. Si
pusiéramos más atención a "la historia de Dios", no cometeríamos tantos errores en
nuestras propias historias.
Los salmos históricos incluyen: 68; 78; 95; 105; 106; 111; 114; 135; 136; 149.

IRA Y VENGANZA EN EL LIBRO DE LOS SALMOS


Algunos salmos impactan a quienes están familiarizados con las enseñanzas del Nuevo
Testamento. Los salmistas no dudaron en demandar la justicia de Dios y hacer
sugerencias vívidas de cómo Él debía llevarlas a cabo. Al parecer, ningún asunto era
indebido para discutir con Dios, sin embargo nuestra tendencia es evitar los temas de
ira y de venganza en los salmos. Para comprender las palabras ira y venganza,
necesitamos analizar varias cosas:
(1) Dios iba a llevar a cabo los juicios que se pedían y se escribieron como resultado
de un intenso sufrimiento nacional e individual. Las personas no pueden ni están
dispuestas a tomar la venganza por sí solas y piden la intervención de Dios. Debido a
que pocos hemos sufrido una crueldad intensa a un nivel nacional o personal, se nos
hace difícil comprender estos arranques de ira.
(2) Los escritores estaban muy conscientes de la justicia de Dios. Algunas de sus
palabras son esfuerzos para imaginar vívidamente lo que Dios puede permitir que le
ocurra a los que dañan a su pueblo.
(3) Si nos atreviéramos a escribir nuestros pensamientos cuando nos atacan con
injusticia o cuando sufrimos la crueldad, nos sorprenderíamos de nuestro deseo de
venganza y de todo lo que tenemos en común con estos hombres de la antigüedad.
Los salmistas no tenían el mandato de Jesús de orar por los enemigos, pero
comenzaron por el buen camino. Tenemos el reto de devolver bien por mal, pero
hasta que no respondamos a este reto, no sabremos cuánto necesitamos de la ayuda
de Dios para perdonar a los demás.
(4) Existe un paralelo útil entre los salmos de ira y los salmos de venganza. Los
salmos de "ira" son intensos y gráficos, no obstante están dirigidos a Dios. Se le dice
de una manera libre cuán decepcionante es cuando le da las espaldas a su pueblo o
actúa con demasiada lentitud. Pero si bien estos pensamientos y sentimientos se
expresaron con sinceridad, sabemos por los mismos salmos que a estos sentimientos
pasajeros les siguió una confianza renovada en la fidelidad de Dios. Es razonable
esperar lo mismo de los salmos de "venganza". Leemos, por ejemplo, el arranque de
ira en contra de la persecución de Saúl en el Salmo 59 y aun así sabemos que David
nunca tomó venganza personal en contra de Saúl. Con total libertad, los salmistas le
expresaron a Dios lo que pensaban, con la confianza de que Él podía separar lo que se
quería decir y lo que se sentía. Ore con esa misma seguridad, se puede confiar en
Dios con todo el corazón.
Los salmos que enfatizan estos temas son: 10; 23; 28; 35; 59; 69; 109; 137; 139;
140.

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