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Entregable Final Ciudadania Alfredo Diaz
Entregable Final Ciudadania Alfredo Diaz
Sustentable
Profesora: Perla Xóchitl Vélez
Portillo
Alumno: Alfredo Díaz Torres
Número de cuenta: 315024210
Tercer Cuatrimestre
Entregable Final
Fecha de entrega 22 de abril del
2018
Introducción
El siguiente trabajo se enfocará específicamente, en algunos temas vistos en la
asignatura de ciudadanía y desarrollo sustentable veremos algunos conceptos
como: La ciudadanía los que escribieron acerca de ello, así también que fue lo que
se plasma, en este sentido, el desarrollo de este concepto se abordara partiendo
desde sus diferentes concepciones, articulando a ello las diferentes perspectivas
históricas, educativas, y políticas, que permita la idea de manera precisa y así
concebir la ciudadanía, exhibe y configura al sujeto en medio de una sociedad de
derecho y obligaciones, así también ver cada época,siglos,concepciones sobre la
ciudadanía ,como ha venido dando una transformación o también ver si ha tenido
un cambio.
Vivir en una democracia implica que tanto ciudadanos como autoridades ejerzan
con responsabilidad sus derechos, sus libertades y sus obligaciones con apego a la
legalidad y al respeto a los individuos, independientemente de su género, posición
económica o etnia. En la democracia, valores como el diálogo, la tolerancia, la no
discriminación y el respeto a las minorías están en el centro de la calidad del sistema
político. Por ello, una democracia requiere ciudadanos activos, bien informados,
comprometidos y partícipes de la vida política del país, de forma tal que exijan
resultados a sus representantes gubernamentales. Asimismo, la democracia
demanda gobernantes responsables e interesados en el desarrollo integral del país
y sus habitantes, actores políticos dispuestos al acuerdo mediante el diálogo,
funcionarios públicos sujetos a controles de transparencia.
Antecedentes
Ciudadanía en México
De 1994 a la fecha México ha aprendido a reconocer que la población indígena, la
cual comprende cerca del 10% del total nacional, carece de toda clase de derechos,
incluidos aquellos que se refieren al respeto a su identidad étnica, a la defensa de
su cultura y el reconocimiento legal de sus propias formas de gobierno y de sus
costumbres. La inexistencia del concepto de derechos indígenas en la Constitución
mexicana y en general en el imaginario colectivo nacional demuestra hasta qué
punto los indígenas carecen por completo de derechos ciudadanos en nuestro país.
Como es sabido, la insurrección de los indígenas chiapanecos en enero de 1994
dio lugar a una serie de negociaciones entre éstos y el gobierno federal que se
tradujeron en los llamados Acuerdos de San Andrés, los cuales incluían diversas
formas de reconocimiento a los pueblos indígenas y a su legalidad específica. La
oposición del presidente Zedillo a estos acuerdos demoró la legalización de
este reconocimiento y por tanto la crisis política creada por la falta de inclusión de
los grupos étnicos en el acuerdo nacional. Ésta es también una tarea pendiente en
el camino de construir ciudadanía para los sectores populares de la nación.
Todo lo anterior nos indica que la construcción de la ciudadanía en México es un
proceso que vive apenas una fase inicial de su desarrollo. La derrota electoral del
régimen autoritario ha dado inicio a una fase de acercamiento entre el país legal y
el país real, es decir, a una etapa en la que la implantación del Estado de derecho
debe significar la aplicación real de los derechos consagrados en una forma
generalizada y no segmentada. El relativo respeto a los derechos políticos de los
ciudadanos no debe confundirse con la llegada a la mayoría de edad en términos
de ciudadanía en México. Por lo contrario, apenas es el primer paso de un largo
camino que no tiene garantizado el éxito y cuyo devenir depende mayormente de
las contingencias de la política.
Democracia
El camino que estos han recorrido no es visto de igual manera por las diferentes
doctrinas del pensamiento político
La Democracia Como Forma de Gobierno
Tipos de democracias
Son todos los derechos que posee el ser humano por el simple hecho de
pertenecer a la especie. Son consecuencias de la dignidad que posee toda
persona y que no puede ser desposeída ni privada
Los derechos objetivos se refieren al conjunto de normas que regulan las
relaciones sociales y los subjetivos expresan la autorización que poseemos las
personas a exigir y realizar ciertas cosas. Los derechos humanos se caracterizan
por:
Son universales. Son válidos para toda persona en cualquier tiempo y lugar.
Son ideales debe orientar e inspirar el código legal de todo estado democrático.
La ética es un tipo de saber que orienta la acción (un tipo de saber práctico) la ética
es un tipo de saber de los que pretende orientarla acción humana en un sentido
racional; es decir, pretende que obremos racionalmente. Es esencialmente un saber
para actuar de un modo racional. Pero no sólo en un momento puntual, como para
fabricar un objeto o conseguir un efecto determinado, como ocurre con otro tipo de
saber el saber técnico sino para actuar racionalmente en el conjunto de la vida,
consiguiendo de ella lo más posible, para lo cual es preciso saber ordenar las metas
de nuestra vida inteligentemente. Modos del saber ético (modos de orientar
racionalmente la acción). Estos modos serán fundamentalmente dos: aprender a
tomar decisiones prudentes y aprender a tomar decisiones moralmente justas.
La ética, en un primer sentido, tiene por tarea mostrarnos cómo deliberar bien con
objeto de hacer buenas elecciones. Pero, como hemos dicho, no se trata sólo de
elegir bien en un caso concreto, sino a lo largo de nuestra vida. Por eso la ética
invita desde sus orígenes en Grecia a forjarse un buen carácter, para hacer buenas
elecciones, como indica el significado etimológico del término ética. En efecto, la
palabra ética viene del término griego ethos, que significa fundamentalmente
carácter o modo de ser. El carácter que un hombre tiene es decisivo para su vida
porque, aunque los factores externos le condicionen en un sentido u otro, el carácter
desde el que los asume es el centro último de decisión. Por eso decía Heráclito de
Éfeso que el carácter es para el hombre su destino: según el carácter que un hombre
tenga, enfrentará la vida con ánimo o con desánimo, con ilusión y esperanza o con
pesimismo y amargura. Fines, valores, hábitos Una configuración inteligente del
carácter requiere percatarse en primer lugar de cuál es la meta a la que queremos
tender con nuestras acciones, cuál es el finque deseamos perseguir en el conjunto
de nuestra vida. Desde él podemos ir fijando entonces los modos de actuar que nos
permitirán alcanzarlo, las metas intermedias y los valores que es preciso encarnar
para llegar tanto a los objetivos intermedios como al fin último. Si descubrimos todo
esto, lo inteligente es orientarse en la acción por esos valores e incorporar a nuestra
conducta esos modos de actuar, de forma que no nos veamos obligados a hacer un
esfuerzo cada vez que queramos obrar en este sentido, sino que “nos salga” sin
apenas esfuerzo y forme ya parte de nuestro carácter los sanos hábitos que se van
generando con el actuar racional, ético. Tener conciencia de los fines que se
persiguen y habituarse a elegir y obrar en relación con ellos es la clave de una ética
de las personas y de una ética de las organizaciones, muy especialmente, de las
empresas.
¿Qué tipo de hábitos, qué tipo de carácter es deseable que adquieran las empresas,
como organizaciones que son?
El fin de las organizaciones no confundir con el de las personas, el cual es ser felices
es sin duda un fin social, porque toda organización se crea para proporcionar a la
sociedad unos bienes, en virtud de los cuales queda legitimada su existencia ante
la sociedad, y éste es un punto central en la elaboración de un código ético. A la
altura de nuestro tiempo una empresa está obligada a respetar los derechos de sus
miembros y los de los consumidores y proveedores, y no puede atropellarlos
aduciendo que su meta es lograr un beneficio económico, expresado en la cuenta
de resultados. Cualquier organización y en este caso, la empresa ha de obtener una
legitimidad social, y para conseguirlo ha de lograr a la vez producir los bienes que
de ella se esperan. y, por supuesto, obtener un beneficio económico por la
comercialización de éstos y respetar los derechos reconocidos por la sociedad en
la que vive y los valores que esa sociedad comparte. Por eso, a la hora de discernir
los rasgos de una organización y sus actividades, es imprescindible tener en cuenta
además de sus fines específicos, los medios para lograrlos, sus hábitos, valores y
carácter, los dos siguientes componentes:
Tras este incipiente interés por la business ethics durante los años setenta del siglo
pasado, subyace un conjunto de razones que, según Conill, pueden aunarse
alrededor de tres causas principalmente:
Sin embargo, a pesar de la relevancia de estas tres causas, el hecho que más
parece haber influido en la aparición y consolidación de la ética empresarial guarda
una estrecha relación con el protagonismo actual de la sociedad civil y con la merma
del poder de actuación de los Estados sobre los procesos económicos. De hecho,
durante las últimas décadas se ha podido constatar un notable incremento de la
relevancia de aquellos mecanismos de coordinación de la acción propios de la
sociedad civil relacionados con la ética y un descenso proporcional y significativo
del poder de los Estados y sus mecanismos tradicionales de control y coordinación
relacionados con el derecho.
Ahora bien, sean tres o cuatro las causas, lo fundamental es que la ética empresarial
se ha consolidado como un saber práctico y aplicado que intenta orientar
críticamente los comportamientos en los diferentes niveles de teorización
económica. Esto es, reconstruir los presupuestos normativos que subyacen a la
legitimidad de la actividad económica para, desde ahí, justificar o no las acciones,
comportamientos y decisiones de las instituciones, organizaciones, empresas o
agentes económicos implicados. Por ello, es importante mostrar cuál es el marco
de referencia desde el cual se despliega la ética empresarial; es decir, qué
corrientes filosóficas constituyen el fundamento de su reflexión teórico-práctica.
El desarrollo sostenible significa una mejor calidad de vida ahora, así como para las
generaciones venideras. Una definición ampliamente utilizada de "desarrollo
sostenible" es: "desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades". Esto significa no usar recursos más rápido de los que el planeta
puede reponer, o re-existencias de estas, así como su conexión con las metas
económicas, sociales y ambientales.
PROTOCOLO DE KIOTO
AGENDA 21
PROTOCOLO DE MONTREAL
Mi punto de vista es que no resulta acertado condenar sin más a América Latina ni
reprocharle que no hubiera alcanzado en unos cuantos años o decenios, lo que
Europa no logró sino después de siglos, y que, en parte, a la región latina del
continente todo se le dificultó y obstaculizó por las intervenciones militares,
económicas y políticas de Estados Unidos de América y de las propias potencias
europeas.
El gran problema consiste en que estos avances, cuando menos en varios países
de la región, no son irreversibles, por la persistencia de muchos y complicados
problemas ya descritos en forma sucinta.
No es correcto que, en la valoración de los sistemas democráticos y de gobierno,
se empleen parámetros diferentes, si la referencia es a países desarrollados, ricos
y poderosos, a si los aludidos son Estados en vías de desarrollo, pobres y con débil
presencia internacional.
B) Se forjan mediante acuerdos con los distintos implicados y/o afectados por las
acciones y decisiones de la empresa u organización económica
C) Se constituyen como condición de posibilidad de la satisfacción de aquellos
intereses particulares, colectivos y generalizables en juego.
La función social que puede jugar la ética en todo contexto de interacción humana,
incluso el económico. Buena prueba de ello es, precisamente, los bienes
comunicativos. Recursos necesarios para el correcto funcionamiento de la empresa
u organización económica que, como la confianza, la reputación o la reciprocidad,
mantienen una estructura comunicativa que exige la satisfacción de aquellas
expectativas e intereses universalizables en juego para poder generarlos y
potenciarlos debidamente.
Calvo, P. (2013): Economía civil desde una ética de la razón cordial, CIRIEC,
Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, (79), 115-143.