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Anarquismo es un nombre dado a cualquier filosofía política o social que llame a la oposición
y la abolición del Estado entendido como monopolio de la fuerza, y por extensión también al
rechazo del gobierno político o de la autoridad social impuesta por la fuerza sobre el individuo,
por considerarlos innecesarios o nocivos.12 Históricamente, por anarquismo se ha entendido
tanto a un conjunto de corrientes intelectuales, pasadas y presentes, así como a uno o varios
movimientos políticos, que existieron especialmente entre finales del siglo XIX e inicios del
siglo XX y que fueron críticos de la relación de los individuos con la sociedad de su época con
el objetivo de promover el cambio social hacia una futura sociedad, en palabras de Pierre-
Joseph Proudhon (1809-1865), «sin amo ni soberano».3 Sébastien Faure (1858-1942), filósofo
anarquista francés, dijo: «cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un
anarquista». Bajo una formulación tan simple, pocas doctrinas o movimientos han manifestado
una variedad tan grande de interpretaciones y acciones, que no siempre fueron bien
entendidos por la opinión pública. No existe acuerdo académico en cuanto a
una taxonomía de las corrientes anarquistas; aunque es común la distinción entre dos grupos
de ideas esencialmente opuestos, el anarquismo individualista y el anarquismo socialista;45
también es común desglosar las corrientes históricas más importantes en anarquismo
individualista, mutualismo, anarquismo comunista, y anarcosindicalismo, y según algunas
fuentes, también anarquismo colectivista.6
Aunque existen diversos pensadores de la Antigüedad que han sido debatidos por los
historiadores como posibles precursores del pensamiento anarquista, el punto de partida que
suele tomarse para el inicio del pensamiento anarquista en sentido estricto se remonta
a Europa Occidental de finales del siglo XVIII, con la obra de William Godwin (1756-1836), 7
aunque otros autores atribuyen ese primer lugar a Étienne de La Boétie (1530–1563).8
Sin embargo, el anarquismo entendido como movimiento social emergió recién en la segunda
mitad del siglo XIX a través de distintas corrientes de pensamiento y organizaciones y, si bien
no dejó de ser un movimiento minoritario frente a otros movimientos políticos, logró
incrementar su influencia hasta tener algún nivel de relevancia política y base popular en
algunos países de Europa Latina y Rusia, incluyendo algunos experimentos sociales
significativos en las primeras décadas del siglo XX.9 En el cambio del siglo XIX al XX el
anarquismo como movimiento social internacional fue paulatinamente dominado por la
corriente anarcosindicalista, esta se impuso sobre las demás corrientes anarquistas hasta
hacer casi indistinguible el movimiento anarquista del anarcosindicalismo durante los primeros
años del siglo XX, coincidiendo con la época de mayor influencia de este movimiento. Este
auge fue breve pues el movimiento anarquista internacional entró en un rápido y profundo
declive en la década de 1910 hasta definitivamente extinguirse al finalizar la década de 1930,
en el contexto de las dos guerras mundiales y de la creciente popularidad de otros
movimientos sociales que competían por una base popular similar como fueron
el comunismo y el fascismo.10 Así desapareció el movimiento político que algunos
especialistas han denominado «anarquismo histórico» para diferenciarlo de otras formas de
entender el término «anarquismo».11 Décadas después, en el contexto de ciertos movimientos
estudiantiles y antiautoritarios de la década de 1960, varias ideas anarquistas fueron
recuperadas o reelaboradas por estudiosos y pensadores, y posteriormente algunas de estas
ideas reconstruidas se han insertado en diversas doctrinas y movimientos contemporáneos.12
Índice
1Etimología
2Historia del anarquismo y de sus corrientes
o 2.1Antecedentes del anarquismo moderno
o 2.2Siglo XVIII: la Ilustración y la Revolución francesa
o 2.3Del socialismo utópico al anarquismo moderno
o 2.4Hacia la Primera Internacional
o 2.5Desarrollo del anarcoindividualismo estadounidense
o 2.6El anarcoindividualismo europeo
o 2.7Surgimiento y evolución del anarcocomunismo
o 2.8Anarcosindicalismo
2.8.1España
2.8.2Francia
2.8.3Anarquismo en Latinoamérica
o 2.9Primeras revoluciones
2.9.1Ilinden. La revolución en Macedonia y Tracia
2.9.2Revolución rusa de 1905
o 2.10El periodo de entreguerras
2.10.1La Revolución Majnovista
2.10.2Plataformismo y sintetismo
2.10.3Otras revoluciones y hechos anarquistas
2.10.4Revoluciones anarquistas en España
o 2.11Después de la Segunda Guerra Mundial
o 2.12Época contemporánea
3Corrientes principales de pensamiento
o 3.1Anarquismo individualista
o 3.2Mutualismo
o 3.3Anarquismo comunista
o 3.4Anarcosindicalismo
o 3.5Anarquismo sin adjetivos
4Nuevas corrientes de pensamiento anarquista
o 4.1Anarquismo ecologista
o 4.2Feminismo anarquista
o 4.3Insurreccionalismo
o 4.4Anarquismo posizquierda y posanarquismo
o 4.5Anarcocapitalismo
5El anarquismo y la religión
6El anarquismo en la cultura
o 6.1Literatura
o 6.2Teatro
o 6.3Cine
o 6.4Artes plásticas
o 6.5Música
7Críticas al anarquismo
8Véase también
9Referencias
10Bibliografía
11Enlaces externos
Etimología[editar]
La palabra «anarquía» deriva del griego «ἀναρχία» («anarkhia»).13 Está compuesta del
prefijo griego ἀν- (an), que significa «no» o «sin», y de la raíz arkhê (en griego ἀρχή, «origen»,
«principio», «poder» o «mandato»).1415 La etimología del término designa, de una manera
general, aquello desprovisto de principio director y de origen. Esto se traduce por «ausencia
de apriorismo»,16 «ausencia de norma»,16 «ausencia de jerarquía»,17 «ausencia de
autoridad»18 o «ausencia de gobierno».15
Los términos «anarquía» y «anarquista» fueron usados libremente, en un sentido político,
desde el siglo XIII.19Felipe IV de Francia usaba estos términos frecuentemente en sus
ordenanzas para designar desorden o caos.19 Durante la Revolución francesa, en términos de
crítica negativa, relacionados con los abusos empleados por varios partidos para dañar a sus
oponentes; así, tanto los Enragés, que desconfiaban del poder excesivo, como Robespierre,
que lo buscaba, fueron tachados de anarquistas. Este sentido negativo cambió cuando Pierre
Joseph Proudhon publicó ¿Qué es la propiedad? (1840), el libro que le estableció como un
pionero del pensamiento libertario. Tras responder al título («la propiedad es un robo»), el
autor se convierte en el primer hombre que se autodeclara anarquista y precisa qué es lo que
entiende por anarquía: «una forma de gobierno sin amo ni soberano».3 Aunque el mismo
autor, desde la Revolución de 1848, dejó de definirse como "anarquista" prefiriendo usar otros
vocablos para su pensamiento radical.19
William Godwin, considerado por algunos autor del primer tratado anarquista
En su obra más conocida, ¿Qué es la propiedad? o Investigaciones sobre el principio del derecho y del
gobierno (1840), Proudhon denunciaba: «la propiedad es un robo», palabras que, según Max Nettlau,
«tenían la fuerza de una revolución».43
Junto a los socialistas utópicos, los filósofos hegelianos alemanes aportaron el corpus teórico
del anarquismo de la primera mitad del siglo XIX: la dialéctica histórica hegeliana aportó un
sentimiento de optimismo en cuanto a la evolución social del devenir histórico, que favorecería
en aquel entonces a la nueva clase obrera (concepto marxista de «lucha de clases»). Wilhelm
Weitling, influido por el cristianismo primitivo, defendía una sociedad ideal basada en
principios morales: «la sociedad perfecta no requiere gobierno, sino sólo una sencilla
administración; carece de leyes y, en su lugar, existen obligaciones; no tiene sanciones, sino
sólo medios de corrección».44
A mediados del siglo XIX, el tejido industrial aún era débil; predominaban artesanos y
campesinos. En la década de 1840, Pierre-Joseph Proudhon en Francia y Josiah
Warren en Estados Unidos alcanzaron el anarquismo independientemente a partir de la crítica
de las doctrinas utópicas socialistas, particularmente las de Charles Fourier y Robert
Owen respectivamente.45Para ambos, el ideal de generosidad colectiva del comunismo era un
máximo utópico, y abogaban por comenzar con una más inmediata y accesible reciprocidad, el
camino equitativo de Warren y el mutualismo de Proudhon.43Por su lado, en Alemania, el
filósofo Max Stirner partió del hegelianismo para alcanzar su inversión completa en El único y
su propiedad (1844), negando todos los absolutos e instituciones, en un individualismo
extremo que ha sido denominado Egoísmo.45
Pierre-Joseph Proudhon fue el primer individuo en denominarse a sí mismo «anarquista»,46
motivo por el cual es considerado por algunos como el fundador de las teorías anarquistas
modernas. Proudhon, considerado como próximo al socialismo por él mismo y por los críticos
e historiadores posteriores47 abogaba por una economía no opresiva donde los individuos
intercambiaran el producto de su propio trabajo. El valor de intercambio de los bienes sería
determinado por la teoría del valor-trabajo.48El pensamiento de Proudhon, enfrentado tanto
con el Estado como con el socialismo autoritario que se iba configurando, tuvo especial
repercusión entre los socialistas no autoritarios de Bélgica y Francia. En 1843 escribió El
sistema de las contradicciones económicas o la Filosofía de la miseria, que dio lugar a una
dura respuesta de Marx, La miseria de la filosofía (1844). Tras la Revolución francesa de
1848, Proudhon continuó su labor de difusión del anarquismo durante la Segunda República
Francesa en una serie de diarios, e intentó poner en marcha en 1849 el «Banco del Pueblo»,49
modelo de lo que actualmente se conoce como banco mutualista, que fracasó antes de que
empezara a funcionar. Los artículos que escribió en enero del mismo año contra Luis
Napoleón Bonaparte, el «Príncipe Presidente», en Le Peuple le valieron una condena de tres
años en prisión.50
El pensamiento de Proudhon impresionó fuertemente a Marx (quien trató de demolerlo
teóricamente en 1847), a Stirner, en Alemania, y a Bakunin, en Rusia. También tuvieron gran
acogida en España, en la figura de Pi y Margall, por medio de su obra La reacción y la
revolución: estudios políticos y sociales (1854), y sus traducciones al español de los libros de
Proudhon.43 Otro anarquista francés conocido de esa época fue Joseph Déjacque, el primero
que se autodescribió como libertario. Escribió una utopía anarquista intitulada El humanisferio,
y criticó la visión patriarcalista acerca de la familia de Proudhon.5152
El pensamiento de Proudhon tuvo poca repercusión en Inglaterra y Estados Unidos, donde
percibían el anarquismo como una extensión lógica del liberalismo de John Locke y
la democracia jeffersoniana. Los «derechos naturales» a la vida, libertad y propiedad eran
sacrosantos, y consideraban que el Estado, en vez de defenderlos, había llegado a ser
destructivo respecto a dichos fines, y debía por tanto abolirse para permitir que se alcanzara
una armonía natural.53Desilusionado del socialismo utópico tras el fracaso de la comunidad
experimental de Robert Owen, New Harmony, uno de los colonos, Josiah Warren, había
concluido que era imposible la convivencia social desinteresada, y a partir de 1825 abogó por
la individualización completa de la vida social, tomando como modelo de su primer
experimento socioeconómico la «Cincinnati Time Store», el intercambio equitativo basado en
la teoría del valor-trabajo, sistema económico que se encuentra plasmado en sus
obras Equitable Commerce (1846) y Practical Details in Equitable Commerce (1852).
El anarquismo individualista de Warren tuvo cierta repercusión en Inglaterra, pero pasó
desapercibido para el socialismo europeo hasta 1885. Sus ideas fueron desarrolladas
posteriormente en Estados Unidos por otros anarquistas individualistas, como Lysander
Spooner y Benjamin Tucker, quien tradujo también la obra de Proudhon.54
En Alemania, como reacción a la filosofía hegeliana, unido a la crítica al cristianismo y al
estatismo y burguesismo imperante, nació un sentimiento libertario original, sobre la década
de 1840, en el ambiente de los hermanos Bruno y Edgar Bauer, un grupo al que se llamaba
«los libres de Berlín», del que fue pilar Max Stirner. El grupo desarrolló un nihilismo crítico que
en 1842 desembocó en un repudio completo del Estado.55 El radical individualismo de Stirner
llegó a alarmar a algunos anarquistas, como Kropotkin, por la ferocidad de sus enseñanzas.56
Cabe destacar también a Ludwig Feuerbach como una fuente de las ideas libertarias en
Alemania, al acabar con el autoritarismo hegeliano mediante el restablecimiento del papel
principal del hombre.57
Hacia la Primera Internacional[editar]
«La libertad de cada uno necesariamente asume la libertad de todos, y la libertad de todos no llegará a
ser posible sin la libertad de cada uno... No hay libertad real sin igualdad, no sólo de derechos sino en la
realidad. Libertad en igualdad, ahí está la justicia»: Mijaíl Bakunin.58
Hacia mediados del siglo XIX había algunos grupos de anarquistas comunistas en Francia,
alrededor del diario L'Humanitaire, el primer órgano del comunismo libertario francés. En
1846-47, algunos ilegalistas fueron condenados por ciertos actos. Tras la revolución de
febrero de 1848, el fin de la monarquía y la instauración de la Segunda República Francesa,
surge en Toulouse la figura de Anselme Bellegarrigue, quien formó en 1850 en París la
«Asociación de libres pensadores», que publicó varios folletos en los que repudiaba el
gubernamentalismo francés floreciente apelando a la abstención completa, lo que más tarde
se llamó huelga política, como medio para paralizar al gobierno. Autor y editor de Anarchie,
Journal de l'Ordre y de Au fait ! Au fait ! Interprétation de l'idée démocratique, Bellegarrigue
escribió un precoz Manifeste de l'Anarchie (Manifiesto de la anarquía) en 1850.
La democracia desembocó en el golpe de Estado militar de 1851 y el subsiguiente Segundo
Imperio Francés de Napoleón III, lo que provocó una crítica que propugnaba el abandono del
parlamento y la legislación directa por el pueblo. El socialismo científico
de Marx y Engels (quienes publicaron el Manifiesto Comunista en 1848) se enfrentaba al
mutualismo proudhoniano, y son en este tiempo importantes las figuras de los
anarcocomunistas Eliseo Reclus, Joseph Déjacque y Ernest Coeurderoy. 59
En España, desde la restauración absolutista de 1814, la monarquía y el aparato de poder que
la rodeaba fueron combatidos a lo largo de todo el siglo por federalistas como Pi y Margall,
que pragmáticamente dejó a un lado sus concepciones sociales para cohesionar el partido
federalista, del que era jefe. En las zonas industrializadas, especialmente en Cataluña, se
empezaron a difundir desde 1840 las asociaciones de obreros, que continuaron abierta o
clandestinamente hasta la revolución de septiembre de 1868 y acabarían en gran parte
uniéndose a la Primera Internacional.60
Entre los pueblos eslavos, debido la opresiva supremacía de la gran Rusia y Polonia, la
creación de federaciones anarquistas se convirtió en un sueño para muchos, pero fue entre la
nobleza que las ideas humanitarias del siglo XVIII encontraron eco. Bakunin se libraría de las
concepciones y filosofías absolutas que hasta entonces le dominaron, gracias a la lectura que
hizo de Feuerbach, y su pensamiento se volvió profundamente anarquista y revolucionario.
Pero en ausencia de otras figuras libertarias con las cuales colaborar en París hacía 1846,
Bakunin continuó madurando su pensamiento al tiempo que se sumergía en la idea de una
fraternización de los pueblos eslavos en una utopía federalista.60
Antes de la muerte de Proudhon en 1865 el mutualismo proudhoniano estaba en manos de
figuras de menor espíritu, y en 1864, durante la preparación de la Internacional, el talento de
Marx le ayudó a imponer sus ideas propias en la redacción de los primeros documentos de la
sociedad.61
Hacia fines de 1863 Bakunin centró su interés en los movimientos sociales que renacían y
pretendía obrar sobre las fuerzas democráticas y socialistas por medio de militantes infiltrados.
Sus ideas se centraban en la asociación y la federación como base de la reconstrucción tras la
eliminación del sistema vigente. En 1868 entró en la Internacional, y con sus camaradas se
separó de la Liga de la Paz y la Libertad para fundar la «Alianza internacional», que se afiliará
e ingresará en la Internacional, donde supuestamente ya estaba infiltrado en lo que se llamaba
la «Fraternidad». Se iniciaba así un conflicto entre los partidarios de Bakunin y los de Marx por
el control de la organización que acabó con la ruptura de la Internacional en 1872, cuando
Marx lanzó sobre Bakunin una acusación fundada en documentos secretos llegados a sus
manos, facilitando la expulsión de Bakunin de la Internacional.61
La visión de Bakunin del ser humano como un ser social por naturaleza trasladaba la unidad
básica de la sociedad del individuo a la comunidad, y la asunción de sus tesis por parte de los
proudhonianos durante la Primera Internacional marcó un cambio en el pensamiento
anarquista del individualismo al colectivismo.62Por otro lado, el conflicto entre el estatismo
autoritario de la «dictadura del proletariado», propuesta por Marx, y la inmediata destrucción
del Estado que defendía Bakunin, acabó propiciando el distanciamiento entre anarquismo y
marxismo y la salida de los anarquistas de dicha organización; para el socialismo
antiautoritario de Bakunin, «la dictadura del proletariado estaba abocada a convertirse en
dictadura sobre el proletariado».63El sindicalismo iba extendiéndose entre el movimiento
obrero, especialmente en España, sobre todo en Cataluña y Andalucía. Tras la derrota
francesa en la Guerra Franco-prusiana, tuvo lugar la Comuna de París en la primavera de
1871, una breve revolución con un gobierno popular y federativo, reivindicado tanto por
marxistas como por colectivistas.64
Desarrollo del anarcoindividualismo estadounidense[editar]
Artículo principal: Anarquismo en Estados Unidos
Piotr Kropotkin
Sin embargo, con las fuertes emigraciones europeas hacia los países americanos el
anarcosindicalismo arraigó en EE. UU., y así tuvo lugar la famosa huelga por la jornada laboral
de ocho horas del 1 de mayo de 1886 que llevó tres días más tarde a la Revuelta de
Haymarket y a la muerte de los llamados mártires de Chicago (1886-87), escalera de
acontecimientos que dio origen a la actual celebración del 1 de mayo como Día Internacional
de los Trabajadores. Destacó la figura del alemán Johann Most, que comenzó a difundir desde
1882 el colectivismo anarquista, aunque lo llamaba anarquismo comunista porque el término
colectivista no era familiar para los estadounidenses. Criticado por los anarcocomunistas
alemanes, sólo a partir de 1888 comenzó a propagar el comunismo anarquista de Kropotkin.
Los mártires de Chicago fueron pues colectivistas en su mayor parte.85
La Internacional fue declarada disuelta por el gobierno español en 1874, teniendo que pasar a
la clandestinidad. La organización volvió a la vida pública a principios de la década de 1880
como la Federación de Trabajadores de la Región Española. En las zonas más deprimidas, se
dieron estallidos de violencia; en Andalucía, varios incendios y muertes fueron atribuidas a «La
Mano Negra», provocando la represión contra el anarquismo y arrestos de miembros de todos
los matices de la organización, que se posicionó claramente en contra de las acciones
violentas y delictivas. El anarcocomunismo fue aceptado poco a poco por el anarquismo
colectivista rígido que primaba en las organizaciones. Tras la muerte de Alfonso XII, la
agitación por la jornada de ocho horas y el 1 de mayo de 1886 y los sucesos posteriores en
Estados Unidos dieron un nuevo impulso al movimiento, especialmente en Cataluña, donde se
fundó la revista Acracia.86
François Claudius Koënigstein (1859-1892), más conocido como Ravachol, anarquista francés famoso
por sus atentados.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX se sucedieron las revueltas y proliferó la
realización de atentados con bomba: el 24 de septiembre de 1893 un anarquista atentó
en Barcelona contra el general Martínez Campos, que resultó herido, a la vez que moría un
guardia civil. El autor del atentado, Paulino Pallás, fue fusilado, hecho que comportó la
represalia de otro anarquista, Santiago Salvador Franch, que el 7 de noviembre de 1893 lanzó
una bomba en el interior del Teatro del Liceo, causando 20 muertos. Igualmente en la ciudad
condal, el 7 de junio de 1896, el anarquista Tomás Ascheri hizo explotar una bomba en la
procesión de Corpus, con un resultado de seis muertos. Otra serie de atentados en los
siguientes años condujeron de nuevo a una dura represión gubernamental, ejecuciones,
encarcelamientos y destierros masivos a Inglaterra, que debilitaron el movimiento anarquista
en España unos años, hasta la fundación en 1900 de la Federación de Trabajadores de la
Región Española. La Federación se extinguió como organismo en 1905 o 1906, pero las
distintas secciones o sindicatos, que persistieron pese a la falta de organización, comenzaron
a federarse de nuevo en Cataluña alrededor de Solidaridad Obrera.86
Explosión de la bomba en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona por el anarquista Santiago Salvador
Franch, en la portada del periódico Le Petit Journal (1893).
Protesta en París por la ejecución del pedagogo libertario Francisco Ferrer Guardia (17 de octubre de
1909)
La Protesta, considerado el vocero no oficial de la FORA, era el periódico anarquista más significativo
de la época en Argentina.
Los hermanos Ricardo (izquierda) y Enrique Flores Magón (derecha), periodistas y anarquistas
mexicanos
A finales del siglo XIX el Imperio otomano en decadencia endurecía sus políticas, y
en Macedonia, una de sus regiones, el declive económico era evidente, con un estancamiento
de la manufactura a pequeña escala y la agricultura, base de la economía, que sufría por el
sistema de latifundios en manos de una minoría musulmana que oprimía el resto de etnias
(cristianos, judíos, griegos, valacos, turcos, albanos, romaníes). En respuesta a esta situación,
surgió en 1893 la Organización Interna Revolucionaria de Macedonia, OIRM, operativa
principalmente en Macedonia y Tracia, que perseguía la independencia de los otomanos y su
posible integración en la vecina Bulgaria. Las vecinas Serbia y Grecia se oponían a la posible
integración en Bulgaria, y propugnaban una partición de Macedonia.98
A principios del siglo XX Rusia era una de las grandes potencias europeas, aunque estaba
saliendo recientemente del feudalismo, y su nivel de industrialización era muy retrasado en
comparación a Gran Bretaña, Alemania y Francia. Bajo la intensa presión proveniente de las
bases sociales que buscaban un cambio político y económico, desde el otoño de 1904 el
gobierno autocrático imperial osciló entre la represión y la indulgencia, pero ninguna de estas
posturas tuvo éxito en acabar con el desasosiego generalizado entre varios grupos sociales:
la burguesía liberal, los trabajadores industriales, el campesinado y las minorías nacionales.100
El 22 de enero de 1905, liderados por el sacerdote ortodoxo ruso Georgi Gapón, un líder
popular de la clase obrera, una pacífica manifestación masiva frente al Palacio de
Invierno de San Petersburgo fue considerada como una sublevación y atacada por las tropas
que guardaban el palacio, en lo que dio en llamarse el Domingo sangriento, generalmente
considerado el inicio de la fase activa de la revolución.101
Aunque varios de los principales pensadores anarquistas eran rusos, no fue hasta 1903 que el
anarquismo apareció en Rusia, con muy pocos seguidores. Con el inicio de la Revolución de
1905 comenzó a extenderse, y miembros del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia y
del Partido Social-Revolucionario se adhirieron a la ideología. Aunque un pequeño grupo de
anarquistas siguieron las más benignas ideas de Kropotkin, destacaron especialmente los que
siguieron la estrategia de la propaganda por el hecho, convencidos que los actos de violencia
estimularían el alzamiento de las masas contra sus explotadores. Las explosiones del Hotel
Bristol en Varsovia y el Café Libman en Odessa son dos de los atentados más espectaculares
que se produjeron en los violentos últimos meses de 1905.102
Sello de la Unión Soviética de 1985, conmemorando el 80 aniversario del motín del acorazado
Potemkin.
En octubre de 1905, tras una serie de huelgas generales en diversos puntos del imperio ruso
promovidas por los trabajadores industriales en respuesta a los sucesos de enero, se fundó
el Soviet de San Petersburgo. La idea de un soviet como un órgano que coordinase las
actividades de los obreros en huelga surgió durante los encuentros de trabajadores con
el eserista, y posteriormente anarquista, Volin, entre enero y febrero de 1905.103
La revolución se extendió por todo el imperio. El 15 de junio se amotinó el acorazado
Potemkin; un decreto imperial creaba el 6 de agosto la Duma del Imperio, una asamblea
consultiva que el 12 de octubre, tras la aprobación del Manifiesto de Octubre, propuesta del
conde Sergéi Witte, se elevó a la categoría de asamblea legislativa, extendiendo el derecho
de sufragio a la pequeña burguesía ciudadana y a los obreros; de hecho, quedaron
conquistadas las libertades democráticas, y surgió una prensa revolucionaria que tuvo que ser
tolerada por las autoridades. Mientras el Soviet de San Petersburgo perdía empuje, en
diciembre de 1905 una huelga general en Moscú se convirtió inmediatamente en una fuerte
insurrección que provocó que hubiera de recurrirse a la artillería para dominarla. A principios
de 1906 se acababa con los restos de levantamientos en el imperio, con expediciones
punitivas que restablecieron el orden. La primera revolución rusa se saldó con cerca de 15.000
muertos, más de 18.000 heridos y 79.000 encarcelados, pero las masas de obreros y
campesinos rusos habían perdido el temor hacia el gobierno autocrático, y el núcleo del
partido bolchevique se templó para luchas futuras.104
El periodo de entreguerras[editar]
La Revolución Majnovista[editar]
Artículo principal: Revolución majnovista
Límites geográficos aproximados del Territorio Libre ucraniano, también denominado Majnovia.
A nivel teórico, en los escritos y vidas de Bakunin, Kropotkin y León Tolstói, Rusia contribuyó
probablemente más que cualquier otro país al desarrollo del anarquismo como movimiento
internacional. No obstante, en la misma Rusia el movimiento anarquista tardó en aparecer, y
se mantuvo en un segundo plano frente a los mencheviques y bolcheviques del Partido Social
Demócrata en las ciudades, el Partido Social Revolucionario en las zonas rurales y
el Bundismo en Polonia. Solo al final de su trayectoria, durante la Guerra Civil Rusa que siguió
a la Revolución de Octubre, entre 1918 y 1921, el anarquismo ruso tuvo una breve y repentina
gloria, cuando los campesinos de Ucrania se unieron por decenas de miles a las banderas
del Ejército Negro, la guerrilla anarquista liderada por Néstor Majnó.105
Néstor Majnó (1889-1934), líder de la Revolución majnovista, impulsor del plataformismo.
Tras la victoria bolchevique en la guerra civil rusa, los anarquistas fueron bien encarcelados,
soterrados o se unieron a los vencedores. Algunas figuras, como Emma Goldman y Alexander
Berkman escribieron contra el creciente autoritarismo bolchevique, viendo como las
predicciones de Bakunin sobre las consecuencia de un gobierno marxista se cumplían. La
victoria bolchevique dañó seriamente los movimientos anarquistas a nivel internacional,
cuando los trabajadores y activistas interpretaron su éxito como el ejemplo a seguir; en
Francia y Estados Unidos algunos miembros de los sindicatos mayoritarios (CGT, IWW)
abandonaron las organizaciones para unirse a la Internacional Comunista. En París, un grupo
de anarquistas rusos exiliados, el Dielo Trudá (Causa Obrera), entre los que se encontraba
Majnó, llegaron a la conclusión de que los anarquistas necesitaban desarrollar nuevas formas
de organización, en respuesta a las estructuras bolcheviques.107
Entendían que el anarquismo estaba representado por una serie de organizaciones locales
que advocaban teorías y prácticas contradictorias, sin perspectivas de futuro ni constancia en
el trabajo militante, que desaparecían sin dejar huella tras de sí, en lo que describían como
«desorganización crónica». En el manifiesto Plataforma Organizativa para una Unión General
de Anarquistas, los exiliados del Dielo Trudá propusieron una organización anarquista basada
en principios como unidad ideológica y táctica; acción colectiva; disciplina y federalismo.108El
plataformismo fue apoyado por algunos anarcocomunistas, aunque con la oposición de
bastantes otros. La tradición del plataformismo continúa hasta hoy en federaciones en
distintos países que se basan en estos principios.107
La idea de organizarse fue bien recibida, aunque generó cierta crítica por parte de la mayoría
de pensadores y grupos anarquistas. Errico Malatesta, partidario del anarquismo sin adjetivos,
planteó que era erróneo e impracticable desear unir a todos los anarquistas en «una
agrupación revolucionaria activa y única», debido a las diferencias entre distintas corrientes.
Señaló que una tal unión sería autoritaria, «un gobierno y una iglesia», y que sus efectos
educativos serían antianarquistas. Para Malatesta, una organización anarquista debería
fundarse sobre la plena autonomía, independencia y responsabilidad de los individuos y del
grupo.109La respuesta de Volin y Sébastien Faure fue la síntesis anarquista. Plantearon la
existencia de tres ramas principales en el anarquismo, el comunista, el anarcosindicalista y el
individualista, y veían que el enfrentamiento interno entre ellas había conducido al
debilitamiento del anarquismo. En la línea convivencial del anarquismo sin adjetivos,
señalaban que la fusión teórica y filosófica de las enseñanzas de estas tres ramas permitiría
abordar la estructura y formato de una organización que representara las tres tendencias.110
Otras revoluciones y hechos anarquistas[editar]
Artículos principales: Anarquismo en Corea, Anarquismo en Italia y Anarquismo en Argentina.
Titular de La Protesta sobre el asesinato del anarquista Kurt Wilckens, en venganza por el asesinato del
teniente coronel Varela.
En 1921, en la Patagonia, una gran cantidad de peones y trabajadores rurales en huelga por
el logro de mejoras en sus condiciones de trabajo fueron muertos por el ejército. Los
promotores de la huelga y de la insurrección que le siguió, la Patagonia rebelde, fueron
anarquistas de diversas nacionalidades, entre los que había algunos criollos argentinos. El
teniente coronel Héctor Benigno Varela, protagonista de las muertes de los huelguistas, fue
asesinado el 23 de enero de 1923 por el anarquista Kurt Wilckens, que fue asesinado a su vez
por un miembro de la Liga Patriótica en junio de ese mismo año.113114 A partir del golpe de
estado del general José Evaristo Uriburu contra el presidente Hipólito Yrigoyen en 1930, una
feroz represión se desató sobre las organizaciones que integraban la FORA, asesinando,
torturando y encarcelando a sus militantes, clausurando locales y periódicos libertarios. En
1931 fue fusilado Severino Di Giovanni, un hecho que causó sensación en la Argentina, junto
a otros militantes en diversos juicios sumarios.115 Algunos grupos anarquistas, liderados por
figuras como Miguel Arcángel Roscigna, Gino Gatti y Juan Antonio Morán, se enfrentaron a las
fuerzas policiales pero fueron desarticulados por la dictadura hacia 1935.116
Revoluciones anarquistas en España[editar]
Artículos principales: Revolución social española de 1936 y Anarcosindicalismo en Cataluña
durante la Guerra Civil Española.
El anarquismo encontró en la tierra y el espíritu español el más congenial de los hogares, y
durante cincuenta años, bastante después de que comenzara a declinar su importancia en el
resto del mundo, aportó en España una idea que contó con cientos de miles de adherentes
entre los trabajadores de Barcelona y Madrid, y sobre todo entre los campesinos de
Andalucía, Aragón, Levante y Galicia, con una intensidad moral en muchas partes que
alcanzaba la forma espiritual de una nueva religión.117 Entre los primeros apóstoles del
anarquismo en España conviene recordar a Rafael Farga Pellicer, Anselmo Lorenzo, Fermín
Salvochea, José Sánchez Román y Salvador Seguí. Con una tradición liberal débil y la
sistemática paralización que la iglesia y el ejército habían ejercido durante el siglo XIX sobre
una posible constitución liberal, se había generalizado un fuerte escepticismo hacia los
procesos políticos convencionales. Cuando el Partido Comunista Español se fundó en 1921
los anarquistas eran cuatro veces más numerosos que los socialistas; las masas de obreros y
campesinos habían seguido a Bakunin en su ruptura con Marx. En época de la Primera
Guerra Mundial la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) tenía un millón de miembros.118
Tras los intentos de liberación de Casas Viejas y la Revolución de Asturias de 1934 que fueron
suprimidos por el ejército de la Segunda República, el ambiente político en España se
encontraba muy polarizado. Cuando el 16 de febrero de 1936 el Frente Popular (una alianza
de fuerzas liberales y de izquierda apoyada por los socialistas y anarquistas revolucionarios)
ganó las elecciones con un programa de reforma radical, se creó un clima pre-revolucionario
que fue respondido con un levantamiento militar cuyo fracaso dio origen a la Guerra Civil
Española, y en su marco a la llamada Revolución Española de 1936, una de las más
importantes experiencias libertarias de todos los tiempos.118
Socialistas y comunistas eran fuertes en Madrid, pero los anarquistas controlaban Barcelona,
donde todas las grandes industrias pasaron al control de la CNT, y la expropiación fue
considerada norma. Se produjeron varios asesinatos119 así como la destrucción de iglesias; en
algunos lugares el dinero fue reemplazado por cupones, mientras en Andalucía, donde los
anarquistas también estaban fuertemente implantados, cada población actuaba bajo su propia
responsabilidad. Los anarquistas adoptaron métodos de organización militar y, en septiembre
de 1936, entraron en el gobierno catalán para pasar a denominarlo «Consejo de Defensa
Revolucionario», indicando así que no se habían unido a un gobierno real. Posteriormente
entraron en el gobierno central en Madrid: Joan García Oliver como ministro de Justicia, quien
estableció un nuevo código de leyes estatales y defendió la necesidad de una disciplina de
hierro en el Ejército Popular de la República; Joan Peiró como ministro de Industria; Juan
López Sánchez como ministro de Comercio; y Federica Montseny como ministra de Salud
Pública. La CNT reconoció el estado republicano como «un instrumento de liberación».118
Lo que los anarquistas españoles intentaban alcanzar en julio de 1936 era una revolución
social masiva, que culminara en la formación de una forma de socialismo no autoritario,
reconociendo los pueblos, vecindarios y lugares de trabajo como
unidades autogobernadas federadas a través de redes económicas y sociales cooperativas,
una visión de la economía enteramente nueva en aquel tiempo, basada en un concepto social
alternativo. La colectivización agraria buscaba desarrollar un modelo de producción agrícola
que proporcionara el final del hambre y la base para una sociedad libre de clases. Buscaron
desarrollar vínculos entre las ciudades y las zonas rurales; los sindicatos urbanos
proporcionaban ayuda técnica a las colectividades rurales en proyectos acuíferos, trabajo en
las cosechas y ayuda médica, y las industrias colectivizadas recibían frutas y vegetales a
cambio de maquinaria y productos manufacturados.120
Representación de la situación de la Revolución social española en Aragón durante el verano-otoño de
1936.
La participación en el gobierno ha sido señalada como un inicio del decaer del anarquismo;
para 1937 alrededor de tres millones de personas vivían en colectividades rurales, pero el
enfrentamiento entre los anarquistas, partidarios de la revolución, y los comunistas que
apoyaban el regreso del gobierno republicano crecía, y en mayo estalló en Barcelona una
revuelta civil con el resultado de más de quinientas personas muertas, en lo que ha sido
conocido como las Jornadas de mayo de 1937. La influencia anarquista acabó decayendo, la
revolución terminó y aunque la CNT continuó colaborando con el gobierno no volvieron a
tomar responsabilidad nominal por sus acciones. Con el retorno de la república en mente, las
colectivizaciones fueron anuladas, y las milicias populares, integradas en el Ejército
Popular.118
Después de la Segunda Guerra Mundial[editar]
El movimiento anarquista histórico falló en la creación de una alternativa a la nación-estado o
la economía capitalista que convenciera duraderamente a ningún gran sector de la población
mundial; también en la competición con los otros movimientos radicales que eran sus
contemporáneos históricos: el éxito revolucionario del marxismo autoritario en la Europa del
Este fue la primera derrota del anarquismo, ya que alejó de su seno a la juventud
revolucionaria y la clase obrera de las que se nutrían sus bases. La segunda y definitiva
derrota provino de España con el fin de la revolución social anarquista frente
al comunismo republicano y la subsecuente victoria del fascismo en la Guerra Civil Española.
El sindicalismo, hasta entonces dominado por las ideas anarquistas, se diluyó bajo el peso del
reformismo, siendo el acuerdo en España entre la CNT y la UGT en 1938 un exponente de su
fin. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial el movimiento estaba prácticamente
desmantelado, quedando tan solo anarquistas individuales o pequeños grupos esparcidos por
el mundo, y el conocimiento de la existencia de una fuerza autoritaria dirigida hacia la
centralización universal que tiene el mundo controlado y su rechazo en pro de una visión de
pura libertad.10 La reconstrucción económica tras la guerra también influyó en el severo
retroceso del anarquismo, que afloró de forma marginal en las luchas anti-imperialistas del sur,
dominadas en gran parte por influencias pro-soviéticas.121
A comienzos de la década de 1940 se unieron la Solidaridad Internacional Antifacista de Cuba
y la Federación de Grupos Anarquistas de Cuba, creando la organización nacional Asociación
Libertaria de Cuba, la cual tenía miles de miembros.122Entre 1944 y 1947 la Federación
Anarco-Comunista de Bulgaria volvió a surgir, como parte del movimiento de comités de
fábrica y de puestos de trabajo, pero fue reprimida por el nuevo régimen marxista-leninista.123
En 1945 la Fédération Anarchiste fue establecida en Francia, así como la
también sintetista Federazione Anarchica Italiana en Italia; anarquistas coreanos formaron la
Liga de Constructores Sociales Libres en septiembre de 1945123 y en 1946 anarquistas
japoneses de distinta tendencia se unieron bajo la Federación Anarquista Japonesa.124Un
Congreso Internacional Anarquista con delegados europeos fue realizado en mayo de 1948.123
Entre 1956 se fundó la Federación Anarquista Uruguaya,125 y en 1955 la Federación Anarco-
Comunista de Argentina cambió de nombre a Federación Libertaria Argentina.
El anarquismo continuó siendo una influencia en importantes personalidades de la literatura y
la intelectualidad de este periodo, como Albert Camus, Herbert Read, Paul Goodman, Dwight
Macdonald, Allen Ginsberg, Julian Beck y el grupo surrealista francés, liderado por André
Breton, quien se alineó abiertamente con el anarquismo y colaboró en la Fédération
Anarchiste.126127
El anarcopacifismo tuvo su influencia en el movimiento contra la energía nuclear y contra el
militarismo de la Guerra Fría,128129130 como puede apreciarse en el activismo y escritos de Alex
Comfort, miembro anarquista de la británica Campaign for Nuclear Disarmament, o en el
similar activismo del anarquista católico estadounidense Ammon Hennacy.
Época contemporánea[editar]
Destaca la labor de difusión del anarquismo de historiadores como Daniel Guérin, militante en
organizaciones anarquistas francesas como ORA, y UTCL (predecesora de la
actual Alternative libertaire), el cual participó en las revueltas de mayo del 68. Una cierta
cantidad de antologías publicadas durante las décadas de 1960 y 1970 presentaron de nuevo
a un público moderno no solo los más conocidos textos anarquistas, sino también otros que
llevaban tiempo sin publicarse; destacaron Irving Horowitz con su antología The
Anarchists (1964), Patterns of Anarchy, editada por Leonard Krimerman y Lewis
Perry (1966), The Essential Works of Anarchism, editada por Marshall Shatz (1971) o The
Anarchist Reader, por George Woodcock (1977). Desde entonces, figuras menores pero
interesantes del pensamiento anarquista han sido redescubiertas.131
El Congreso Anarquista Internacional de Carrara, Italia, celebrado entre el 30 de agosto y el 8
de septiembre de 1968, daría surgimiento a la Internacional de Federaciones Anarquistas, de
carácter marcadamente sintetista. El congreso de Carrara tuvo una amplia cobertura por la
prensa europea contemporánea a la luz del Mayo francés; participaron conocidas figuras
libertarias, como Daniel Cohn-Bendit y Federica Montseny.132
El anarquismo tendría influencia en tendencias revolucionarias como el situacionismo, y
también en las revueltas de los años setenta que llevaban dentro de si prácticas autonomistas.
En Inglaterra obtuvo fuerte repercusión durante 1970 y 1972 la Brigada Iracunda, con
acciones directas que incluían ataques a bancos, embajadas y políticos conservadores, siendo
finalmente detenidos y condenados a prisión sus principales líderes.133 También hubo
anarquistas implicados en las revueltas alrededor del fin de dictaduras como las de Franco en
España o La Junta Militar Griega; o resistiendo contra el ascendente neo-fascismo y nuevas
dictaduras como las de Uruguay134 y Argentina.135
Pintadas contra la policía en las paredes de Atenas durante los disturbios de diciembre de 2008.
Centro Social Okupado en Barcelona. El anarquismo es una de las ideologías con las que se identifican
algunos militantes del movimiento de ocupación de viviendas.
A inicios del siglo XXI algunos comentaristas sostenían que existían al menos dos tendencias
internacionales conectadas de alguna manera con algunas ideas del anarquismo clásico o
histórico, especialmente en Europa y Norteamérica. Una es la de aquellos formados
políticamente en los años 1960 y 1970, que subsistiría en reducidas asociaciones
internacionales anarquistas, como la sintetista Internacional de Federaciones Anarquistas,
los plataformistas de Solidaridad Internacional Libertaria y la Asociación Internacional de los
Trabajadores (internacional de sindicatos anarcosindicalistas); la segunda tendencia existiría
de forma menos explícita en las redes de algunos nuevos movimientos sociales121 originados
en las décadas de 1980 y 1990, especialmente tras la caída de la Unión Soviética y
especialmente activos dentro de lo que se denominó movimiento antiglobalización de finales
de los años 1990 y la primera década del 2000. Una posible explicación de este último
fenómeno es que el marxismo-leninismo quedó desacreditado dentro de algunos sectores de
la izquierda política internacional y esto generó algún interés en algunos nichos de izquierda
por indagar en la historia y las ideas del antiguo movimiento anarquista retomando algunas
ideas o generando sus propias reinterpretaciones sin necesariamente identificarse como
militantes por el anarquismo. En ocasiones fuentes simpatizantes de las ideas anarquistas han
afirmado que esta influencia pudo constatarse en algunas protestas de la etapa de cambio de
siglo, como el levantamiento zapatista (1994), la batalla de Seattle (1999),
el argentinazo (2001-2002) por sus asambleas barriales y fábricas recuperadas, el conflicto
magisterial de Oaxaca con sus asambleas populares, las movilizaciones estudiantiles
chilenas, las protestas universitarias francesas en París del año 2006, y los disturbios y
movilizaciones griegas de diciembre de 2008. Esta última tendencia también parece tener
conexiones con movimientos subculturales como el movimiento musical anarco-punk, el
movimiento de ocupación de viviendas, el movimiento de ecoaldeas rurales, o los ateneos
populares/infoshops.
William Godwin (1756-1836) entendía que la naturaleza coercitiva y autoritaria del gobierno era un
obstáculo para la realización de la verdadera naturaleza humana, por lo que debía ser abolido.136
Según la Enciclopedia Oxford de Filosofía, «no hay una sola posición definida que todos los
anarquistas mantengan, y lo más que tienen en común los que son tenidos por anarquistas es
un cierto aire de familia». Las posturas anarquistas pueden ser de carácter global, predicando
una revolución y cambio total de la sociedad, o más restrictivas, centrándose en unidades
pequeñas y cambios parciales.35
Es generalmente aceptado que el punto de partida del debate doctrinal sobre un pensamiento
anarquista moderno se remonta a finales del siglo XVIII, en la obra de William Godwin Enquiry
Concerning Political Justice and its Influence on Modern Morals and Manners (1793),74 aunque
el primer autor en autodenominarse anarquista fue Pierre-Joseph Proudhon.137
Las fuentes académicas no se ponen de acuerdo en cuanto a la taxonomía de las corrientes
anarquistas. Algunas hacen una distinción entre dos líneas básicas de
pensamiento, individualistas y comunistas,4 con Max Stirner y Piotr Kropotkin como figuras
representativas de ambas ideologías,136situando entre ambos extremos del espectro
anarquista otras corrientes clásicas, como el mutualismo de Pierre-Joseph Proudhon y el
colectivismo de Mijaíl Bakunin. También es común como forma de clasificación señalar las
cuatro corrientes más importantes, que son el anarquismo
individualista, mutualismo, anarquismo comunista y anarcosindicalismo, y según algunas
fuentes, también el colectivismo.6
Anarquismo individualista[editar]
Lo divino mira a Dios, lo humano mira al hombre. Mi causa no es divina ni humana, no es ni lo
verdadero, ni lo bueno, ni lo justo, ni lo libre, es lo mío, no es general, sino única, como yo soy único.
Nada está por encima de mí.
Max Stirner, Der Einzige und sein Eigenthum (El único y su propiedad), Leipzig, 1844.
El Liberty, publicado por Benjamin Tucker, fue instrumental en el desarrollo y formalización del
anarcoindividualismo en Estados Unidos. En su cabecera, una cita de Proudhon: «La Libertad no es la
hija, sino la madre del orden».
Nota de intercambio de trabajo de la Cincinnati Time Store, extraída del libro Equitable
Commerce (Comercio equitativo), de Josiah Warren, (1846).
El mutualismo surge con las ideas del francés Pierre-Joseph Proudhon (1809–1865), que
imaginaba una sociedad en la cual cada persona pudiera poseer los medios de producción,
individual o colectivamente, el intercambio de bienes y productos se produciría a través de una
forma ética de negociación o regateo, en la que cada parte buscaría tan solo un equivalente
de lo que ofrecerían.1572158 Ha sido contemplado por algunos autores como un punto
intermedio entre las versiones individualistas y comunistas del anarquismo.2
Yo creo que ni el trabajo, ni la ocupación, ni la ley, pueden engendrar la propiedad, pues ésta es un
efecto sin causa. ¿Se me puede censurar por ello? ¿Cuántos comentarios producirán estas
afirmaciones?
¡La propiedad es un robo! ¡He aquí el toque de rebato del 93! ¡La turbulenta agitación de las
revoluciones!...
Proudhon, ¿Qué es la propiedad? (1840)
Para Proudhon, que conocía a Marx y Bakunin, la tesis del capitalismo garantiza la libertad
aboliendo la igualdad, mientras la antítesis comunista sufre la contradicción opuesta;
aplicando la dialéctica hegeliana en su libro Sistema de las contradicciones económicas o
filosofía de la miseria (1847), señaló que sólo con la síntesis del mutualismo se pueden
resolver estas contradicciones, lo que provocó la ruptura de Marx con Proudhon, expresada en
su escrito crítico Miseria de la filosofía (1847).159
Proudhon afirmó que la propiedad es un robo, entendiendo como «propiedad» el mal uso o
abuso de objetos en el sentido de explotación, mientras que entendía la «posesión» como el
uso legítimo de un objeto. Proudhon se opuso tanto a la propiedad capitalista como a la
colectiva, porque siempre «abusa» y «roba» de los individuos.159Su principio consiste en que
cada persona debe poseer sus medios de producción (herramientas, tierra, etc.) ya sea
individual o colectivamente, pero debe ser remunerado por su labor, eliminado el provecho y la
renta, lo que asegura un alto grado de igualdad.2Esta teoría del valor-trabajo, que compartía
con los individualistas, postula que cuando el trabajo o sus productos son intercambiados o
vendidos, deben recibirse bienes o servicios incorporando «la cantidad de trabajo necesario
para producir un artículo de la misma e igual utilidad».160
Una sociedad mutualista consistiría en una economía de libre intercambio entre
productores,159 en la que la producción sería llevada a cabo por artesanos y campesinos
autónomos, pequeñas cooperativas de productores, negocios pequeños, empresas grandes
controladas por los trabajadores y cooperativas de consumidores,161 porque de otro modo, «se
establecerían relaciones entre subordinados y superiores, de lo que se seguirían dos... castas
de amos y obreros asalariados, lo cual repugna a una sociedad libre y democrática».162Todos
los productores obtendrían el producto completo de su trabajo y por lo tanto los intercambios
serían de trabajo por trabajo, sin que hubiese lugar para márgenes o plusvalías, rentas,
intereses o beneficios derivados del capital. Todas las asociaciones entre individuos serían de
carácter voluntario y libres.163
Proudhon tenía también ideas sobre la educación del proletariado, y lanzó un proyecto para un
banco del pueblo,159que realizaría préstamos a los productores a un interés mínimo, cubriendo
solamente sus costes de administración. A pesar de las fallas prácticas de los experimentos
de Proudhon, sus discípulos franceses tuvieron un papel influyente en los primeros años de
la Primera Internacional, antes de que las tesis mutualistas fueran desplazadas por el
colectivismo de Bakunin.2164
Anarquismo comunista[editar]
Artículos principales: Anarquismo colectivista y Anarcocomunismo.
«No queremos despojar a nadie de su sobretodo; pero queremos devolver a los trabajadores todo lo que
pueda permitir a cualquiera el explotarlos; y haremos todos nuestros esfuerzos para que, no faltándole
nada a nadie, no haya un solo hombre que se vea forzado a vender la fuerza de sus brazos para
proveer a la existencia de sus hijos y a la suya.»
Piotr Kropotkin, La conquista del pan
«Nuestro destino es llegar a ese estado de perfección ideal en que las naciones no tendrán ya
necesidad de hallarse bajo la tutela de un gobierno o de otra nación; es la ausencia de gobierno, es la
anarquía, la más alta expresión del orden». Elisée Reclus (1830-1905), uno de los primeros
anarcocomunistas franceses.
El periódico anarquista en yiddish Zsherminal (Germinal), fundado en Londres por Rudolf Rocker en
1900.
Max Heinrich Hermann Reinhardt Nettlau (1865-1944), importante historiador del anarquismo, partidario
del anarquismo sin adjetivos y el panarquismo.
Evolucionando desde un marxismo tradicional hacia el socialismo libertario, Murray Bookchin fue el
fundador de la ecología social y uno de los pioneros del movimiento ecologista.
Jóvenes anarcofeministas en una marcha antiglobalización citando a Emma Goldman. Abril del 2000.
Policía lanzando aerosol de pimienta a los manifestantes en las manifestaciones contra la cumbre de la
OMC en Seattle.
Desde la década de 1980 ha habido una serie de aproximaciones a la filosofía anarquista por
parte de pensadores postmodernistas y postestructuralistas, que son denominadas
como postanarquismo o anarquismo postestructuralista. A partir de los análisis sobre la
naturaleza del poder de autores como Michel Foucault y Jean-François Lyotard, se realizaron
intentos de describir una clase de política «más local y difusa que la política a gran escala que
está diseñada para discursos garantistas». Al tiempo que los centros de poder y opresión son
descentralizados, debe serlo también la resistencia, produciendo una micropolítica de difusión
y multiplicidad, enfocada sobre múltiples luchas que escapan más allá de los niveles del
estado y la economía para entrar en otros territorios como
el psicológico, sexual, ético, religioso, etc.214Uno de sus principales desarrolladores es Saul
Newman, y ha sido relacionado con pensadores como Todd May, Gilles Deleuze y Félix
Guattari. Abarca un abanico de ideas que incluyen el autonomismo, el situacionismo,
el postcolonialismo, el zapatismo y la anarquía postizquierda.215El término «postanarquismo»
fue acuñado por el filósofo anarquista postizquierda Hakim Bey en su ensayo Post-Anarchism
Anarchy (1987). Bey argumentaba que el anarquismo se había vuelto insular y sectario,
confundiendo las varias corrientes anarquistas con la experiencia real de la anarquía viva. Por
su lado, Bob Black propuso un «Anarquismo tipo 3», ni individualista ni colectivista, y en su
ensayo Anarchism and other impediments to anarchy, tras una crítica al anarco-
izquierdismo denominaba a los proponentes contemporáneos de la anarquía como «anarquía
postizquierda». Otros teóricos radicales contemporáneos como Fredy Perlman no sólo
rechazan ser etiquetados sino que se distancian de la tradición clásica anarquista.216También
cabe señalar la red activista y editorial estadounidense CrimethInc, y en menor medida las
experiencias creadas en torno del grupo Columna Negra de Valparaíso, Chile, más cercanas
al Autonomismo.
La anarquía postizquierda promueve una crítica de la relación del anarquismo con el
izquierdismo tradicional. Algunos posizquierdistas intentan escapar de los confines de la
ideología en general. El anarquismo postizquierda destaca por su enfoque en la insurrección
social y un rechazo de la organización social izquierdista.217
Pueden considerarse también esfuerzos intelectuales recientes de características diversas,
como la detallada propuesta de puesta en práctica del anarquismo conocida
como Parecon elaborada por el estadounidense Michael Albert en la que examina como
podrían funcionar la economía y la política de acuerdo con principios libertarios.218 Un similar
esfuerzo teórico es el de la democracia inclusiva elaborada por Takis Fotopoulos.219 En
España, cabe destacar a Miquel Amorós, desde una perspectiva cercana al situacionismo, y
desde un enfoque más filosófico el nihilista Agustín García Calvo, en obras como Contra el
tiempo y Contra la Realidad, o el anarquismo cristiano de Carlos Díaz.220
Anarcocapitalismo[editar]
Artículo principal: Anarcocapitalismo
Murray Newton Rothbard (1926-1995), economista, historiador y teórico político, uno de los principales
teóricos del anarcocapitalismo.
El fenómeno denominado por algunos autores como «Nueva Derecha» ha buscado una
reducción del papel del estado en favor del libre mercado (retomando el camino trazado por
la Old Right americana). Teóricos como Robert Nozick, en su libro Anarquía, estado y
utopía (1974) señalaban que las funciones del Estado (y los impuestos correspondientes)
debían limitarse a la provisión de ley y orden. Un paso más allá, David Friedman y Murray
Rothbard se mostraron en contra de toda forma de Estado, dejando todo en manos
del capitalismo de libre mercado.235Para Rothbard, uno de los principales autores y
fundadores del anarcocapitalismo, los impuestos son una sofisticada forma de robo;236 como
Godwin y Stirner, considera la cooperación o la acción colectiva como intrínsecamente
interesada a nivel individual.237En este sentido, algunos autores señalan que esta concepción
de la naturaleza humana como egoísta y competitiva en vez de desinteresadamente
cooperativa diferencia el libertarismo238 del anarquismo clásico.226239
Rothbard adoptó el término «libertarismo», con la intención de diferenciarse de los
anarquismos históricos de tradición europea, debido a su mala prensa en la sociedad
estadounidense.240No obstante, Rothbard siguió utilizando los términos anarquía y
anarcocapitalismo para definir su propuesta.241Desde el libertarismo se contempla también la
denominación de anarquismo de mercado, que aplican a anarcoindividualistas
estadounidenses decimonónicos como Spooner y Tucker, diferenciándola del anarquismo
filosófico representado por Godwin y Stirner,242 y contraponiéndola a los anarquismos que
denominan socialistas.243
Estas denominaciones han generado un profundo rechazo desde el anarquismo clásico;2 la
mayoría del pensamiento anarquista, especialmente el anarcocomunista, niega o no considera
que el anarcocapitalismo pertenezca al conjunto de corrientes del anarquismo.244Sus críticas
se basan en impugnar la posibilidad de combinar el anarquismo con el capitalismo, señalando
que la utopía capitalista de los libertarios (liberales antiestado) no puede competir con el
Estado.245El anarquismo tradicional entiende el capitalismo como parte del sistema de
explotación contra el que luchan, y consideran que el capitalismo desregulado de los
anarcocapitalistas reproduciría los horrores de la revolución industrial: pobreza, explotación y
miseria volverían a ser la carga de los trabajadores.235
Los anarcocapitalistas sostienen sin embargo que el capitalismo real (libre para desarrollarse
en ausencia de fuerzas monopolísticas protegidas por el Estado, incluso el mínimo que
sostiene otro sector de los libertarios liberales), proporciona una sociedad libre y no
explotadora.246Para ellos, su principal preocupación es la libertad humana, y como todos los
anarquistas ven el estado como su enemigo principal; entienden el capitalismo como benigno,
culpando al Estado de todas las fallas del mismo, señalando que crea monopolios o reduce el
número de productores de múltiples formas, y que es esa situación la que conlleva la
explotación. En una situación sin estado, las únicas diferencias de riqueza provendrían de
diferencias en el talento o la aplicación al trabajo, y la sociedad se caracterizaría por una
armonía espontánea.235
Otras figuras relevantes en el anarcocapitalismo son Lew Rockwell, fundador del Instituto
Ludwig von Mises; los economistas Walter Block, Jesús Huerta de Soto, Robert Higgs, Jörg
Guido Hülsmann, Joseph Salerno, Thomas DiLorenzo, Robert P. Murphy, Bruce
Benson y Javier Milei; el filósofo, sociólogo y economista Hans-Hermann Hoppe; el
economista y filósofo político Anthony de Jasay; los activistas Karl Hess y Samuel Edward
Konkin III; los historiadores Thomas Woods y David Gordon; los filósofos Stefan
Molyneux, Jan Narveson, Frank Van Dun y Gerard Casey; entre otras figuras reconocidas en
este ámbito. Instituciones relevantes que recogen el pensamiento anarcocapitalista en una
parte importante de sus publicaciones y actividades son el Instituto Mises y el Instituto Cato en
Estados Unidos, entre otras organizaciones del mundo angloparlante; en el mundo
hispanoparlante se encuentra el Instituto Juan de Mariana en España.
El anarquismo y la religión[editar]
Bernard Lazare
El pensamiento anarquista se suele asociar con una postura atea o escéptica, siendo un
ejemplo de ello el lema anarquista «ni Dios ni amo». Los anarquistas tradicionalmente han
sido escépticos de las religiones organizadas e institucionalizadas, y se han opuesto a ellas,
en algunos casos porque muchas veces las religiones son jerárquicas (lo que es un problema
para aquellos anarquistas de tendencia igualitarista), mientras para otros anarquistas porque
las consideran coactivas en esencia (piensan que tienen la tendencia a pretender convertirse
en religiones de Estado) y, en general, porque las consideran alineadas estrechamente con
estructuras contemporáneas del poder político y el Estado.
A pesar de esto, algunos han mantenido una relación con lo religioso. Se puede citar el
judaísmo en Francia, con Bernard Lazare, con un pensamiento socialista pero con la postura
de que había cierta desconfianza hacia la autoridad política. Pero la mayor vinculación entre
judaísmo y pensamiento ácrata la observamos en Europa central. Como afirma Jourdain
(2014) "este movimiento libertario se constituyó a partir del encuentro entre el mesianismo
judío tradicional y el romanticismo alemán. Se elabora entonces en el seno de ese movimiento
una forma de mesianismo revolucionario sin mesías, a la vez crítico del Estado y de la filosofía
de las Luces."
En el cristianismo podemos encontrar también algunos anarquistas, siendo quizá Leon
Tolstoi el ejemplo más célebre.
En el islam se podría mencionar a los kurdos del Partido de los Trabajadores de
Kurdistán (PKK); si bien no se los puede calificar ortodoxamente como anarquistas y ellos
mismos no reclaman dicha etiqueta, la influencia de las ideas comunalistas del ex-
anarcosocialista Murray Bookchin247 en el líder kurdo Abdullah Öcalan sirvió para hacer que
este partido político armado y facción izquierdista del movimiento independentista kurdo,
mayoritariamente musulmán, sustituyese su histórico marxismo-leninismo por una ideología
comunalista creada por el mismo partido político para autodefinirse y que es
llamada confederalismo democrático.248
El anarquismo en la cultura[editar]
Artículo principal: Anarquismo y cultura
Las ideas anarquistas han tenido una gran influencia en la cultura y han inspirado a un gran
número de personas en diversos países y a lo largo de la historia. Tanto los artistas de ideas
libertarias como aquellos que simpatizaban sin declararse abiertamente anarquistas, han
dejado una vasta y significativa contribución en diversas disciplinas, en especial, la literatura,
la dramaturgia, las artes visuales y la pintura, el cine y la música. Esta producción artística ha
sido de lo más variada, abarcando temáticas de hondo contenido social y antiautoritario, ha
sido vehículo de valores y de ideas revolucionarias, alternando la denuncia de la opresión y la
explotación con la propaganda de los ideales utópicos. También la historia del movimiento
anarquista y sus ideas han sido la fuente de inspiración de autores ideológicamente cercanos
al anarquismo, pero que no se reivindicaban como tales. En estos casos la obra, más que los
artistas, presenta fuertes componentes y valores libertarios.
Literatura[editar]
Albert Camus
Uno de los escritores libertarios de mayor relevancia literaria fue el ruso León Tolstói,
anarquista pacifista de raíz cristiana, precursor de las tendencias naturalistas libertarias, autor
de grandes clásicos de la literatura universal, como Guerra y Paz y Ana Karénina. También es
enormemente conocido George Orwell, quien a pesar de no haberse autodeclarado
anarquista, destaca por su enorme carácter antiautoritario y sus críticas al comunismo
autoritario de Stalin. Orwell estuvo presente en la Revolución social española de 1936 y en
la Guerra Civil española, experiencia que le serviría para escribir Homenaje a Cataluña. Otros
libros suyos muy conocidos son 1984 y Rebelión en la granja. Dentro de este mismo período
tomaría importancia ligado a la filosofía y literatura existencialista la figura de Albert Camus,
quien escribió la novela La peste la obra de teatro Estado de sitio y el ensayo explícitamente
libertario El hombre rebelde, aparte de sus obras filosóficas y colaboraciones en periódicos y
organizaciones libertarias.249
Otros literatos que se pueden incluir son Octave Mirbeau (novelista y dramaturgo), Henry
Thoreau, Oscar Wilde y William Morris, críticos de la sociedad capitalista industrialista y
defensores de la soberanía individual. En el terreno de la poesía se destaca Voltairine de
Cleyre, aunque también se podrían considerar a Percy Bysshe Shelley, Lord Byron, William
Blake, León Felipe y Allen Ginsberg, cuya poesía presenta una gran afinidad con el
anarquismo. En periodismo y ensayo, podemos incluir a Rafael Barret, autor de una extensa y
variada obra, a Manuel González Prada, Rodolfo González Pacheco, Ricardo Mella, Fernando
Tarrida del Mármol, Luisa Capetillo y al geógrafo Élisée Reclus. También se han realizado
obras con temática muy cercana al anarquismo en otras plataformas literarias como es el
cómic, donde se puede citar V de Vendetta, escrita por Alan Moore y dibujada por David Lloyd.
Uno de los personajes asociados a la literatura y el anarquismo es José Ingenieros, argentino-
italiano escritor de ensayos filosóficos y motivacionales (conocido especialmente por su
obra El hombre mediocre), aunque sus ideas inspiradas en Spencer y Carlyle también se
asocian al llamado darwinismo social.
Teatro[editar]
El más importante dramaturgo nórdico, y uno de los más importantes de la historia del teatro
moderno fue el individualista filosófico Henrik Ibsen, autor de conocidas obras como Casa de
Muñecas y Un enemigo del pueblo. Ibsen en ocasiones es considerado por fuentes afines al
anarquismo como uno de los suyos. En el Río de la Plata fue el Uruguayo Florencio
Sánchez la figura más descollante. Entre sus obras más destacadas se encuentran M'hijo el
dotor, Canillita y Los derechos de la salud. Florencio Sánchez ejerció además el periodismo y
la militancia social, colaborando en el periódico anarquista La Protesta. El multifacético escritor
anarquista y director del periódico La Antorcha, Rodolfo González Pacheco, también
incursionó en la dramaturgia, aunque con obras menores.
En 1946 Julian Beck y Judith Malina fundan el Living Theater, inspirado en principios
libertarios. Se basaba en temas controversiales, apelando a la improvisación y la participación
del público. Si bien fue concebido como teatro experimental, en la década del sesenta obtuvo
bastante popularidad. El Living Theater influenció a muchas compañías teatrales de las
décadas siguientes hasta la actualidad.
En 1975 Pier Heller estrena en Argentina una obra inspirada en aspectos de la vida
de Severino di Giovanni obra que se presentó en el Teatro Latino de San Telmo.
Una obra de teatro de especial relevancia para el anarquismo es la famosa novela Morte
accidentale di un anarchico del ganador del premio nobel de literatura Darío Fo. La obra es
una comedia (con una fuerte presencia de crítica social) inspirada en los hechos que tuvieron
lugar en 1969 en Milán, Italia, en donde murió el anarquista Giuseppe Pinelli a manos de la
policía cuando era interrogado acerca de la explosión de una bomba en la Piazza Fontana.
Howard Zinn es el autor de Emma (1976), una obra teatral basada en la vida de la
anarquista Emma Goldman.
Cine[editar]
No se puede hablar propiamente de directores declaradamente anarquistas, con excepción
de Jean Vigo, cuya obra Cero en conducta es un clásico del cine francés. Muchos cineastas,
en cambio, han tomado temáticas relacionadas con la historia del anarquismo. Lina
Wertmüller, con Amor y anarquía, y Giuliano Montaldo, con Sacco y Vanzetti, constituyen el
principal aporte desde Italia. La multipremiada La Patagonia rebelde, de Héctor Olivera y con
guion de Osvaldo Bayer, y el filme Quebracho, de Ricardo Wullicher, se centran en las
huelgas de obreros y peones rurales argentinos inmediatamente posteriores a la Primera
Guerra Mundial. La Revolución social española de 1936 ha sido tema recurrente de la
filmografía postfranquista, y al respecto destacan Libertarias, de Vicente Aranda, La mujer del
anarquista, de Peter Sehr y Marie Noëlle, y sobre todo Tierra y libertad, de Ken
Loach. Salvador (Puig Antich), de Manuel Huerga, se enfoca en la resistencia al régimen
franquista. Battle in Seattle, de Stuart Townsend (2008), cuenta los acontecimientos de la
manifestación contra la Organización Mundial de Comercio de 1999.
Existen muchas películas cuyo argumento y propuesta tienen fuertes afinidades con el
anarquismo: 1984, basada en la novela de George Orwell, ha sido filmada por Michael
Anderson (1956) y por Michael Radford (1984); Farenheit 451, del laureado director François
Truffaut (1966); El club de la lucha, de David Fincher (1999); La estrategia del caracol,
de Sergio Cabrera (1993), y V de Vendetta, basada en el cómic del mismo nombre, etc.
Durante la Revolución Española la producción
cinematográfica anarcosindicalista autogestionada se articulaba a través de las
productoras SIE Films, FRIEP y Spartacus Films. Entre agosto de 1936 y junio de 1937 se
produjeron 84 filmes, entre los que destaca la película Aurora de esperanza, de Antonio Sau,
una joya del cine clásico español.250
Hay además una gran cantidad de documentales que cuentan la historia del anarquismo, entre
los que se puede mencionar Vivir la utopía, Ácratas, 1937 - Un pueblo en armas, Néstor
Makhno, un campesino de Ucrania (de Helene Chatelain), Buenaventura Durruti,
anarquista (Els Joglars), etc.
Artes plásticas[editar]
Desde el siglo XIX se iniciaron numerosos contactos entre el anarquismo y el mundo del arte:
Proudhon trató en sus obras la teoría del arte, influyendo en los ideales estéticos del realismo
pictórico y, más adelante, en el realismo socialista. Para Proudhon, el arte debía servir a unos
objetivos sociales y morales, rechazando el «arte por el arte» y defendiendo la figura del
artista como un ser de rectos principios que contribuye como todos al desarrollo de la
sociedad. Para él, el arte «es una representación idealizada de la naturaleza y de nosotros
mismos con el objetivo de perfeccionar física y moralmente nuestra especie».251
Proudhon influyó especialmente a Gustave Courbet, amigo personal suyo; tanto él
como Camille Pissarro, Georges Seurat, Paul Signac, etc, desarrollaron conceptos estéticos
libertarios. Courbet es autor del famoso cuadro Pierre-Joseph Proudhon et ses
enfants (Retrato de Proudhon y sus hijos), de 1865. Signac expresó en 1902: «el pintor
anarquista no es aquel que pinta cuadros con motivos anarquistas, sino el que sin ánimo de
lucro, sin esperar ninguna recompensa, lucha con todo su individualismo y todo su esfuerzo
personal contra la burguesía y los convencionalismos oficiales».
Durante el siglo XX hubo algunos vínculos entre las corrientes dadaísta, surrealista y el
anarquismo, aunque no siempre muy explícitos, especialmente en la década del '50
en Francia.252 Durante esos años se destaca la producción artística de Miguel García
Vivancos, exintegrante del grupo de Durruti, exiliado en Francia.
Una mención aparte merece el arte desarrollado en función de la propaganda revolucionaria y
de los ideales anarquistas, en especial en la ilustración de publicaciones periódicas libertarias
y los afiches callejeros. Esta última expresión tuvo su apogeo en España durante la Guerra
Civil.
Música[editar]
En la música relacionada con el anarquismo, han existido desde el siglo XIX músicos,
compositores y temas muy conocidos. Dentro de éstos últimos, han alcanzado especial
importancia las canciones en castellano «A las barricadas» e «Hijos del pueblo», ambas muy
populares durante la Guerra Civil Española y la Revolución Española de 1936, y que han
sobrevivido hasta nuestros días convirtiéndose en auténticos himnos del anarquismo y siendo
versionadas innumerables veces.
En Estados Unidos la canción de protesta libertaria tuvo como principales exponentes a Joe
Hill y a Woody Guthrie. En Argentina destacaron el payador Martín Castro y el compositor de
tangos Juan de Dios Filiberto, autor de célebres obras como Caminito y Malevaje. En Francia
el movimiento musical conocido como «la chanson» tuvo entre sus principales exponentes
a Georges Brassens253 y Léo Ferré. En Argentina el cantautor pacifista Facundo
Cabral manifestó su adhesión a las ideas anarquistas.[cita requerida] En Chile la idea ha sido
llevada contemporáneamente por la Lira libertaria y grupos de hiphop como 81 puñaladas.
Críticas al anarquismo[editar]
Artículo principal: Críticas al anarquismo
Tanto el anarquismo como el comunismo buscan en última instancia la acracia o sociedad sin
autoridad. No obstante, anarquistas y marxistas han estado enfrentados desde que Marx
atacó a Proudhon en La miseria de la filosofía (1846), enfrentamiento que alcanzó su clímax
en el enfrentamiento entre marxistas y bakuninistas por el control de la Primera Internacional,
y que acabó con la ruptura de la misma en 1872. La base del conflicto se centra en que, así
como los marxistas creían en la necesidad transicional de un estado de los trabajadores (la
«dictadura del proletariado»), los anarquistas pensaban que el camino al socialismo (o
al comunismo) pasaba por la destrucción del estado. Para los anarquistas, un estado
socialista repetiría las características de opresión y privilegio contra las que luchaban, al
tiempo que, al extender los poderes a la organización de la vida económica, resultaría ser
incluso más opresivo.2 Para los marxistas, la desorganización de los anarquistas les impediría
alcanzar algún logro.180
Contemplado como fuente de ideas críticas para otras ideologías y movimientos, el
anarquismo ha tenido el éxito que no tuvo como ideología. El anarquismo clásico nunca atrajo
grandes números de adherentes, y su influencia en el curso de la historia mundial fue
mínima. The Blackwell Encyclopaedia of Political Thought dice que la idea anarquista de una
sociedad organizada sin una autoridad central va contra el desarrollo del papel del estado
paralelo al de la industrialización experimentado en las sociedades avanzadas, y que requiere
un enorme salto de fe.2 A este respecto, el historiador anarquista George Woodcock dice que
el anarquismo fue más un movimiento de rebelión que de revolución; una protesta y
resistencia frente a la revolución social que desde mediados del siglo XVIII, con la contribución
del progreso científico y tecnológico, conduce al mundo hacia una centralización económica y
política, con lo que implica de subordinación del individuo hacia el estado. Señala que frente a
esta negativa revolución, los anarquistas protestaron en nombre de la dignidad humana,
siendo este posiblemente su mayor logro.256
Woodcock dice también que el anarquismo sufrió de las debilidades de sus tácticas
revolucionarias, una completa falta de coordinación que provocó que las rebeliones y acciones
anarquistas en ocasiones sirvieran para mantener un estado de tensión, pero no producían
resultados duraderos. La propaganda por el hecho en demasiadas ocasiones se convirtió en
propaganda negativa, y el éxito del sindicalismo de hecho representaba un compromiso con la
tendencia a la centralización: Woodcock dice que el mismo Malatesta sugería que, al imitar las
formas políticas e industriales de su tiempo, eventualmente formarían parte del orden
centralista al que se oponían. Así, la CGT francesa acabó en manos de reformistas, y
finalmente en las de comunistas; e incluso la CNT envió a sus líderes a la coalición
gubernamental durante la Guerra Civil Española.256
Véase también[editar]
Acracia
Anarquía
Libros anarquistas
Símbolos anarquistas
Sociedad sin Estado (desde la antropología)
Referencias[editar]
1. ↑ La RAE, por ejemplo, define anarquismo como la «doctrina que propugna la desaparición del
Estado y de todo poder»
2. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w Miller y Coleman, 1991, «anarchism», pp. 10-14.
3. ↑ Saltar a:a b Woodcock, 2004, "Prologue"
4. ↑ Saltar a:a b c Norberto Bobbio, José Aricó, Nicola Matteucci, Gianfranco Pasquino, Martí Soler,
Jorge Tula, Diccionario de política, p. 30.
5. ↑ Anarquismo: Dos especies. Wendy McElroy (1999)
6. ↑ Saltar a:a b Este es el criterio escogido, por ejemplo, por The Blackwell encyclopaedia of
political thought o Andrew Vincent en su Modern Political Ideologies.
7. ↑ Saltar a:a b Nettlau, 1935, «William Godwin; los iluminados; Robert Owen y William
Thompson; Fourier y algunos fourieristas.»
8. ↑ La Boétie and the Neo-Roman Conception of Freedom "According to Keohane, the conclusion
that can be drawn from reading Servidumbre voluntaria is that he holds an anarchist ideal; see
Keohane, ‘Radical Humanism of La Boetie’, 129. Along similar lines, see Nadia Gontarbert,
‘Pour une lecture politique de la Servitude volontaire’, Bulletin de la Socie´te´ des amis de
Montaigne, 13�14 (1983), 93�104."
9. ↑ Vincent, 2009, p. 114.
10. ↑ Saltar a:a b Woodcock, 2004, pp.407-409
11. ↑ WHAT IS ANARCHISM? JOHN P. CLARK. Nomos Vol. 19, ANARCHISM (1978), pp. 3-28
12. ↑ Saltar a:a b Roger Eatwell, Anthony Wright, Contemporary political ideologies p. 144.
13. ↑ Ver drae:anarquía
14. ↑ Trésor de la langue française, Paris, CNRS Éditions
15. ↑ Saltar a:a b Piotr Kropotkin, Encyclopædia Britannica, Londres, 1910.
16. ↑ Saltar a:a b Pierre Joseph Proudhon, Qu'est-ce que la propriété ?, Paris, 1840
17. ↑ Le Nouveau Petit Robert, Paris, Editions Le Robert, 1995.
18. ↑ Sébastien Faure, Encyclopédie anarchiste, Paris, La Librairie Internationale
19. ↑ Saltar a:a b c El Estado en la Historia. Gastón Leval. Madrid, 1978. Introducción, pg. 18
20. ↑
Las ideas anarquistas aparecen en todos los períodos conocidos de la Historia, por más que
en este sentido quede aún mucho terreno por explorar. Las hallamos en el chino Lao-Tse -La
Marcha y el Camino cierto- y en los últimos filósofos griegos, los hedonistas y los cínicos,
como en otros defensores del llamado «derecho natural», especialmente en Zenón, quien,
situado en el punto opuesto al de Platón fundó la escuela de los estoicos. Hallaron expresión
en las enseñanzas del gnóstico Carpócrates de Alejandría y ejercieron innegable influencia
sobre ciertas sectas cristianas de la Edad Media, en Francia, Alemania y Holanda, todas las
cuales cayeron víctimas de salvajes persecuciones. Hallamos un recio campeón de esas
ideas en la historia de la reforma bohemia, en Peter Chelcicky, quien en su obra Las redes de
la Fe sometió a la Iglesia y al Estado al mismo juicio que les aplicará más tarde Tolstói. Entre
los grandes humanistas se destaca Rabeláis, con su descripción de la feliz abadía de
Thélema -Gargantúa- donde ofrece un cuadro de la vida, libre de todo freno autoritario. Sólo
citaré aquí, entre otros muchos precursores, a Diderot, cuyos voluminosos escritos se
encuentran profusamente sembrados de expresiones que revelan a una inteligencia
verdaderamente superior, que supo sacudirse todos los prejuicios autoritarios
21. ↑
Es posible que al llegar aquí se pregunte el lector el motivo del esfuerzo realizado por Tierra y
Libertad para editar una obra a la que todo estudioso tiene fácil acceso a través de las
editoriales comerciales, y a ello cabe señalar que tal cosa obedece a que, gracias a Taiji
Yamaga, el pensamiento genuinamente anarquista de Lao Tsé nos llega a través de otro
pensamiento ácrata oriental, sin deformaciones, como las que pudieran haber surgido de las
plumas arquistas que se han ocupado hasta ahora de nuestro Viejo Maestro. [...] Se trata,
simplemente, de que todo pensador o historiador que coloque al Estado como condición sine
qua non de orden social no puede, en pura Iógica, ser el intérprete fiél del primer pensador
chino, y quizás universal, que empuña la piqueta demoledora contra el más frío de todos los
monstruos fríos como diría Nietzsche 2,500 años más tarde, refiriéndose al Estado. Dirán, y
por ello hemos señalado que son honestos y de loable integridad, que Lao Tsé es anarquista,
con todas las letras, como aparece en el Three ways of Thought in Ancient China, de Waley,
en Our Oriental Heritage, de Will Durant, en La Historia del Pueblo Chino de L. Carrington
Goodrich, pero no pondrán el énfasis necesario a todos los aspectos ácratas del pensamiento
de Lao Tsé como los ha sabido colocar Yamaga.
22. ↑
...el individuo debe rechazar el poder, la ambición y las normas de la moral inventada por el
hombre. Se trata de una protesta taoísta contra la violencia de la fuerza militar, la
multiplicación de las leyes o la aplicación de las normas morales confucionistas, las cuales
según el taoísmo aumentan la culpabilidad, la agresión y la miseria humana. Lao Tsé y Mo Ti,
el primero considerado fundador del taoísmo, serán dos exponentes de esta línea religiosa de
pensamiento. Muchos estudiosos no dudan de calificar a Lao Tsé de anarquista.
Apuntes sobre el pacifismo en las religiones: Lao Tsé y Mo Ti, por Kike Sáez Palazón
23. ↑
24. ↑ Los antecedentes del anarquismo en Oriente, Grecia y Roma han sido estudiados más
profundamente por Cappelletti, 2007, pp. 13-45
25. ↑
Incluso si nadie más estuviese deseoso de compartir el entierro de él, yo lo enterraré sola y
tomaré el riesgo que significa enterrar a mi propio hermano. Ni estoy yo avergonzada de
actuar desafiante en oposición a los gobernadores de la ciudad (ekhous apiston
ténd anarkhian polei).
26. ↑
Thomas Müntzer (1498-1525) se levanta frente a Lutero, y él, pequeño burgués, sacerdote,
doctor en Teología de la Universidad de Hall, presta al movimiento el poder de su pluma, la
elocuencia de su palabra y el ardor de su fe. Es preciso -dice- atacar la sociedad en su raíz,
arrancar las causas del mal de la opresión y fundar la Iglesia del Espíritu Santo y de la
libertad sobre bases sólidas ... La tierra es una herencia común, de la que nos corresponde
una parte que se nos arrebata ... ¡Devolvednos, ricos de los siglos, avaros, usurpadores, los
bienes que injustamente retenéis! Inflamado por el amor al pueblo y a la humanidad entera, y
quizás llevado inconscientemente por el odio a los señores, uno de los cuales ha hecho dar
muerte a su padre, Tomás Münzer no vive más que para la realización de una idea: la
liberación de los humanos. Soporta estoicamente las persecuciones. Desterrado de una
población después de otra, gracias a Lutero, pobre, anda errante seguido de su joven esposa,
que se halla encinta. No piensa más que en una cosa; su ideal, y no trabaja más que para su
realización. Sus sufrimientos ni los sufrimientos de los demás nada le importan. No vive más
que para su obra, y los folletos se suceden a los folletos y los discursos a los discursos.
31. ↑
El que tanto os domina no tiene más que dos ojos, no tiene más que dos manos, no tiene
más que un cuerpo y no tiene nada que no tenga el hombre más humilde de entre el grande e
infinito número de los que habitan nuestras ciudades, a no ser la ventaja que vosotros le
concedéis para que os destruya. ¿De dónde ha sacado tantos ojos con que os espía, si
vosotros no se los distéis? ¿Cómo tiene tantas manos para golpearos si no las toma de
vosotros? Los pies con que pisotea vuestras ciudades ¿de dónde los saca si no es de los
vuestros? ¿Cómo se atrevería a convocaros a la guerra si no estuviera de acuerdo con
vosotros? [...] y de tantas indignidades que las mismas bestias no podrían sentir ni aguantar,
podréis libraros si tratáis no ya de libraros sino solamente de querer hacerlo. Resolvéos a no
servir más y he ahí que ya sois libres.
32. ↑ Cappelletti, 2007, pp. 69-97, considera antecesores del anarquismo moderno a Rabelais, La
Boetie, Winstanley y el cuáquero George Fox.
33. ↑ James Joll, Los anarquistas, p. 24.
34. ↑ García Moriyón, Félix. Del Socialismo Utópico al Anarquismo. Cincel; 1985, pp. 45-48.
35. ↑ Saltar a:a b c Honderich y García Trevijano, 2001, «anarquismo», pp. 57-58.
36. ↑ Cappelletti, 2007, pp. 129-177, le dedica todo un capítulo a Godwin y sus vinculaciones con el
anarquismo.
37. ↑ Woodcock, 2004, p. 80.
38. ↑ Graham, Robert. Anarchism - A Documentary History of Libertarian Ideas - Volume One:
From Anarchy to Anarchism (300CE to 1939), Black Rose Books, 2005.
39. ↑ Joll, James. Los anarquistas, pp. 37-41.
40. ↑ Armand Cuvillier, Proudhon. FCE, Mexico, 1986, p. 11.
41. ↑ «La Pasión, la cual hemos aprendido a ver como “el mal”, es de hecho, virtualmente, el
principio divino. Los seres humanos son estrellas microscópicas, y todas las pasiones y deseos
(incluyendo los “fetiches” y las “perversiones”) son por naturaleza no solamente buenas, sino
necesarias para la realización del destino de los humanos. En el sistema de Armonía de
Fourier todas las actividades creativas incluyendo a la industria, la artesanía, la agricultura, etc.
surgirán de la liberación de la pasión —ésta es la famosa teoría de la “labor atractiva”—»."El
océano de limonada y los tiempos modernos" por Hakim Bey
42. ↑ La obra de Fourier ha sido considerada como antecedente directo de las ideas de Marx y de
de Kropotkin; ver Cappelletti, 2007, pp. 111-113.
43. ↑ Saltar a:a b c Nettlau, 1935, «Proudhon y la idea proudhoniana en diversos países,
principalmente en Francia, en España y en Alemania.»
44. ↑ James Joll, Los anarquistas, p. 48.
45. ↑ Saltar a:a b Woodcock, 2004, p. 81.
46. ↑ Véase el siguiente diálogo que aparece en el capítulo V del libro ¿Qué es la
propiedad?(1840) de Pierre-Joseph Proudhon:
Brian Morris, "Global Anti-Capitalism", pp. 170-6, Anarchist Studies, vol. 14, no. 2, p. 175
228. ↑
La filosofía del 'anarcocapitalismo soñada por la Nueva Derecha 'libertaria', no tiene nada que
ver con el movimiento anarquista, según lo que los anarquistas proponen. Es una mentira...
un patente desenfrenado capitalismo... que necesita de la fuerza a su disposición para
mantener los privilegios de clase, sea por el mismo Estado o por ejércitos privados.