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INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRÍCOLAS

XVIII CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL


6 al 9 de noviembre de 2012
El Estado de los Suelos en España, Cuba y el Mundo. Por una Agricultura
Sustentable

J. J. Ibáñez1 (CIDE- CSIC-UV- Valencia)

Dilier Olivera Viciedo2 (UNISS- Cuba).


1
Centro de investigaciones sobre desertificación (CIDE) Consejo Superior de
Investigaciones Científicas-Universidad de Valencia-Generalitat Valenciana. Carretera de
Moncada – Náquera km 4,5; 46113 Moncada (Valencia) España; Tel +34 963424162 y
963424219; Fax +34 963424160; http://www.uv.es/cide

Choloibanez@hotmail.com
2
Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez. Facultad de Ciencia Agropecuarias.
Profesor de Ciencias del Suelo.

dilier@suss.co.cu

Resumen:

Los suelos de España, como la de otros muchos países de la Unión Europea,


se encuentran preocupantemente degradados o irreversiblemente perdidos,
tanto por su uso milenario, como por las prácticas poco sustentables propias de
la agricultura industrial. Si bien, existen numerosos datos al respecto, también
es cierto que todos ellos adolecen de graves deficiencias metodológicas e
incertidumbres. En consecuencia, más que hacer énfasis en unas cifras
cuestionables, conviene mostrar sus sesgos y realizar un análisis cualitativo,
más que cuantitativo. Del mismo modo, se presentará una clasificación “ad
hoc” de los diferentes tipos de problemas que afectan a los recursos edáficos.
Seguidamente se analizan críticamente varios casos concretos como los de la
erosión, desertificación, etc. Haciendo uso de conocimientos etnoedafológicos
y etnoagronómicos de diversas regiones del mundo, se demostrará como el ser
humano es capaz de conseguir una agricultura sustentable en condiciones
ambientales inverosímiles. La degradación o pérdida del suelo deviene de la
aplicación de unos conocimientos derivados de modelos culturales-productivos
que si resultan ser insostenibles. Por su parte también se hará una reseña de
los principales problemas degradativos presentes en suelos de Cuba,
fundamentalmente por un mal manejo agronómico de los agroecosistemas,
haciendo énfasis sobre ejemplos prácticos en la Provincia de Sancti Spíritus,
recomendando medidas que mitiguen sus efectos. Además pretendemos
realizar una comparación a la medida de lo posible, entre ambos suelos con
características diferentes de perfil y manejo.
Palabras Clave: Degradación ambiental, erosión, desertificación, y desarrollo
sostenible.
Introducción.

Tanto la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), como otras instituciones


continentales van elaborando diversos informes sobre la degradación del entorno
europeo. Sin embargo, a título personal, considero más ilustrativo la lectura de ciertos
libros, escritos por naturalistas, en los que se describen los cambios que genera la
degradación ambiental (análisis indirecto), que las escasamente fiables cifras (datos
directos) que al respecto proporcionan otros documentos. Así, por ejemplo, de la
lectura de la monografía publicada por la EEA en 1992 “Europe's Biodiversity -
Biogeographical Regions and Seas” (EEA Report No 1/2002), de libre acceso a
Internet, puede extraerse una lección esclarecedora. La bioregión Atlántica y
Continental Europeas, padecen unos procesos degradativos tan feroces como para
relegar a otras, como la mediterránea, a un segundo plano. Confundir el verdor del
paisaje como un síntoma de salud, resulta ser una percepción sesgada de los
ciudadanos que habitamos los ambientes secos del sur.

Existe una creencia generalizada de que la erosión y desedificación de los países


mediterráneos ha generado una pérdida y degradación de suelos superior a la de otros
estados europeos. Sin embargo, mostraremos que tal apreciación se encuentra
sesgada por diversas razones. De un modo y otro, todos los paisajes padecen
degradaciones severas. A continuación, se detallarán las principales amenazas y
riesgos actuales, abundando sobre prácticas de conservación que, amparándose en la
etiqueta “verde”, resultan ser perniciosas. Haciendo uso de conocimientos
etnoedafológicos y etnoagronómicos de diversas regiones del mundo, se demostrará
como el ser humano es capaz de conseguir una agricultura sustentable en condiciones
ambientales inverosímiles. La degradación o pérdida del suelo deviene de la aplicación
de unos conocimientos derivados de modelos culturales-productivos que si resultan
ser insostenibles.

El desarrollo industrial actual tiene su impacto en la Agricultura a través de


la intensificación de la mecanización, la quimización y el empleo de técnicas y
sistemas de riego que han conducido a la degradación de suelos y el descenso de la
productividad real y potencial agroproductivo. Estos son algunos de los aspectos
más importantes en la sostenibilidad agrícola (Rodríguez et. al; 2004).

La degradación de los suelos, como resultado histórico del mal uso y


manejo de las tierras por el hombre, es la causa fundamental de la desertificación en
el país, entre los principales procesos que afectan los suelos cubanos se encuentran
la erosión (fuerte a media) 14,9%, las deficiencias de drenaje 40,3%, la
salinización, principalmente en llanuras de la parte oriental del país 14,9%, la
carencia de nutrientes 44,8% y la acidez 24,8%. La degradación de los suelos en
Cuba, como resultado histórico del mal uso y manejo de las tierras por el hombre,
es la causa fundamental de la presencia de los procesos de desertificación
(CITMA 2001).

Por su parte la degradación en los suelos espirituanos, en el centro de Cuba, sobre


todo por el mal manejo de los agroecosistema, en cultivos como la cebolla (Allium
cepa L), provoca cada año, la migración de productores hacia otras tierras más
próximas a la montaña, desarborizándolas para buscar mejores rendimientos. Esto ha
provocado que en la actualidad se diagnosticara que el 100% de los suelos dedicados
al cultivo en esta zona, se encuentren erosionados a mayor y menor escala, con la
estela de infortunios que deja para la próxima cosecha. Al mismo tiempo, se produce
un alto consumo del recurso agua para el riego, debido al incremento del área de
regadío y la utilización de caudales inapropiados por parte de las sucesivas
generaciones de productores de cebolla, los cuales han mantenido las entregas de
agua que empíricamente heredaron de sus predecesores sin percatarse que al irse
trasladando hacia otras áreas de cultivo donde la topografía del terreno es más
abrupta y la velocidad del flujo en el surco aumenta, lo cual provoca que se erosione
más el suelo, perdiéndose una buena parte de este, en la escorrentía incontrolada.

Objetivos:

 Diagnosticar el principal proceso degradativos en suelos de diferentes latitudes.

 Demostrar mediante conocimientos etnoedafológicos y etnoagronómicos de


diversas regiones del mundo, como alcanzar una agricultura sustentable.

Materiales y Métodos.

La siguiente aportación resulta ser el extracto de las opiniones personales vertidas en


la ponencia oral, más que los resultados de una contribución técnica. El objetivo de la
primera estriba más en criticar el estado del arte, con vista generar un debate
heurístico, que tamizar con datos y cifras, lo que actualmente suele leerse en las
documentaciones oficiales y contribuciones científico-técnicas.

La visión que se ofrecerá parte de más de 15 años de experiencia como representante


de mi institución (CSIC) en diversos organismos internacionales pertenecientes tanto a
la UE (Buró Europeo de Suelos –JRC- y Agencia Europea de Medio Ambiente –EEA-),
como a la FAO, entre otros. Una misión, entre otras muchas, consistió en la Estrategia
Temática y Directiva Europea de Protección de Suelos. Del mismo modo, desde hace
seis años este autor escribe un blog sobre la materia. La última actividad obliga a leer
y contrastar noticias de todo tipo sobre el tema, y no solo las contenidas en revistas y
libros científicos. Por esta razón, la forma de exponer y la manera de entender los
temas que se tratarán cambia irreversiblemente.

Para determinar los procesos degradativos en los suelos de Cuba, específicamente los
de composición ferralítica de Banao, en Sancti Spíritus, se tuvo en cuenta lo siguiente:

El Manual Metodológico para la cartografía detallada y evaluación integral de los


suelos (Hernández et al; 1995).

Para la clasificación de los suelos de composición ferralítica, La Nueva Versión de


Clasificación de los Suelos de Cuba (Hernández et al; (1999).
Resultados y Discusión.

La Erosión o Pérdida del Suelo en España

En todos los países con una cierta aridez y/o montañosos, la erosión del suelo es una
realidad y/o amenaza de degradación ambiental severa. Sin embargo, en muchas
regiones, la pérdida histórica de los recursos edáficos ha sido tan dramática como
para considerar la que pudiera perderse en la actualidad irrisoria. En amplios espacios
del territorio español resulta palmario que sus paisajes han sido gravemente
erosionados en el pasado. Colinas y afloramientos rocosos así lo atestiguan. Si
además asumimos que la pérdida de sedimentos en badlands muy desarrollados no
supone la pérdida de suelo fértil, la percepción del observador sobre el presunto
problema cambia diametralmente. Sin embargo, no puede decirse lo mismo en
enclaves puntuales a escalas de detalle. La falta de mantenimiento de los sistemas
aterrazados, por ejemplo, es un hecho grave por cuanto afecta a suelos productivos,
cuando son bien manejados. Tal problema afecta a gran parte de la cuenca
mediterránea.

Sin embargo, “posiblemente” el problema más serio de la pérdida de suelo que afecta
actualmente a países desarrollados como España no devenga de los aludidos
procesos erosivos sino del sellado de los mismos con vistas a la expansión urbana y el
desarrollo de infraestructuras como polígonos industriales. En consecuencia, es lícito
preguntarse cuál es la magnitud del problema. La pérdida de nuestras ricas vegas
fluviales con vistas a la expansión perturbada (viviendas e industrias) resulta ser un
problema muy serio e irreversible. Este es el caso, por ejemplo, del corredor del Río
Henares (Madrid-Guadalajara). Pero si adicionalmente tenemos en cuenta las llanuras
aluviales que se perdieron entre los siglos XIX y XX, por la ineludible construcción de
embalses, el problema a nivel Estatal deviene en dramático. En consecuencia, bien
pudiera ser que la especulación urbanística, cuyas consecuencias padecemos en
términos de crisis económica y paro laboral también lo sea a nivel de pérdida de los
suelos más fértiles y productivos.

Por su parte en la localidad de Banao, una comunidad con 167 Km 2, ubicado en el


límite norte de la llanura meridional, que limita en su porción septentrional con las
alturas del mismo nombre, pertenecientes a las montañas de Sancti Spíritus, uno de
los dos grupos orográficos en que se divide el macizo montañoso de Guamuhaya en
las coordenadas LE: 216 000-218 000 y LN: 539 000-550 000. Constituye una zona
paisajística, biogeográfica y ecológica de gran importancia, atesora muestras notables
de la biodiversidad natural presente en un ecosistema muy frágil, el montañoso. Por
más de 30 años en esta localidad se cultiva intensivamente el cultivo de la cebolla, ya
que cuenta con el clima adecuado para la producción de dicha hortaliza. Todo esto ha
traído consigo que el soporte edáfico de la zona se encuentre altamente alterado,
mayoritariamente por las malas prácticas edafológicas que se llevan a cabo, sumado a
ello, las altas precipitaciones que van desde los 1300- 1500mm anuales, como
promedio en los últimos años, lo cual ha provocado que los productores se trasladen
hacia áreas más próximas a la montaña, en busca de mejores producciones, pero con
la premisa de infortunios que dejará para la próxima campaña.
Las Enseñanzas de la Etnoagricultura y Etnoedafología: Retornando al Pasado
para Mejorar el Futuro

Estudiar etnoedafología y etnoagricultura permite tomar perspectiva sobre las


carencias y enfermedades crónicas de la investigación agropecuaria de la agricultura
industrial e incluso de la agroecológica. La principal conclusión a la que se puede
llegar es que el ser humano es capaz de desarrollar una agricultura sustentable,
respetuosa con el medio ambiente y eficiente, en las condiciones inverosímiles. La
arrogancia de los investigadores que se enfrenten a tal experiencia debiera dar paso a
una profunda humildad. Son numerosas las lecciones que podemos aprender de la
agricultura de nuestros ancestros. La ingestión de los suelos con vistas a paliar las
deficiencias minerales (geofagia), observar actualmente el tránsito del paleolítico al
neolítico (el pueblo Kawéskar de la Patagonia Chilena) construir con ellos las viviendas
familiares (culturas precolombinas de Colombia), crear suelos en zonas pantanosas
y/o permanentemente inundadas (chinampas Mayas) incluso usando a los ingenieros
del suelo (hormigas y lombrices) para que lleven a cabo las tareas propias del
campesino (cultura Arahuaca del Escudo Guayanés), irrigar desiertos mediante la
construcción de acequias desde las cumbres andinas (culturas Mochica y Nazca del
Perú), construir acueductos y embalses de gran tamaño para irrigar laderas con suelos
artificiales –tecnosoles- obteniéndose más de cinco cosechas anuales (pueblo
Zapoteca de México) generar sistemas aterrazados con múltiples variedades de papas
y otros cultivares que abarcan cuatro mil metros de desnivel con irrigación y sobre
suelos antrópicos (cultura collahua del sur Valle del Cauca), presuntos centros
agrícolas para la obtención de variedades adaptadas a distintos microclimas
(civilización Inca en los alrededores de Cuzco), abonar extrayendo nutrientes del mar
conocidos como “Nitratos de Chile” (léase suelos ornitogenéticos) (Cultura Paracas,
Perú) son algunos de los ejemplos, entre otros muchos.

Resulta obvio que ante tales proezas, no solo de ingeniosas prácticas agrícolas, sino
construyendo inmensas obras hidráulicas, muestran que cuando los “pueblos libres” se
adaptan a su entorno son capaces de extraer alimentos y vivir en donde resultaría
inviable para los poseedores de la portentosa tecnología actual.

Referencias Bibliográficas

Ibáñez, J.J. Un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies: Los Suelos y la Vida. Disponible
en www.madrimasd.org/blogs/universo/2012.

Hernández, A.; Pérez, J. M.; Bosch, D.; Rivero, L.; Camacho, E.; Ruiz, J.; Jaimez, E.;
Marsán, R.; Obregón, A.; Torres, J.; González, J. E.; Orellana, R.; Paneque, J. y
Mesa, Á. Nueva versión de clasificación genética de los suelos de Cuba. Primera
ed. Ciudad de La Habana: AGRINFON, Ministerio de la Agricultura, 1999. p. 64.
ISBN 959-246-022-1.

Olivera, D. 2012. Weblog “Un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies”: La Degradación
de los Suelos de Cuba. Weblog madri+d: Los suelos y la Vida. Boletín de Noticias
I + D + I. CAM, 26/03/12. Disponible en
www.madrimasd.org/blogs/universo/2012/03/26/141581 .

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