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Abraham tenía 75 años cuando Dios lo llamó, cerca de 80 cuando Dios le prometió

un hijo, 86 cuando Ismael nació (Génesis 16:16) y 100 al momento del nacimiento
de Isaac (Génesis 21:5).

Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:


No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y

el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira


que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en
mi casa.

Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo
será el que te heredará (Génesis 15:1-4).

Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se

llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho
estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella.

Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva

egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y

la dio por mujer a Abram su marido. Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y

cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora… Y Agar dio a

luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar,
Ismael (Génesis 16:1-4,15).

Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había

hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que


Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio
a luz Sara, Isaac(Génesis 21:1-3).

Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a

Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta
sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo.

Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces

dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en


todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada

descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu


descendiente (Génesis 21:9.13).

Abraham tenía 75 años cuando Dios lo llamó, cerca de 80 cuando Dios le prometió

un hijo, 86 cuando Ismael nació (Génesis 16:16) y 100 al momento del nacimiento

de Isaac (Génesis 21:5). Esto hace a Ismael 14 años mayor que Isaac, y cerca de

16 o 17 cuando Isaac fue destetado. Cuando se burló de Isaac, Sara le exigió a


Abraham que se deshiciera de él.

Este rápido resumen nos pone a tono para que podamos comprender a Ismael.
Dios le dijo a Agar que su hijo “será hombre fiero [será arisco como un potro

salvaje]; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de

todos sus hermanos habitará” (Génesis 16:12). Ismael era más alto, fuerte y

mayor que su inútil hermano bebé, pero aun así creyó que era divertido burlarse
de él.

Podemos imaginar que los celos entre Sara y Agar tuvieron su efecto en Ismael y

sirvió para marcar su sentimiento sobre Isaac desde el principio. Y no se necesita


mucho para creer que a Ismael se le dijo repetidamente que Isaac era el escogido
de Dios para convertirse en el heredero a pesar de que Ismael era el primogénito

y, por lo menos en su entendimiento, el heredero legítimo. Cuando Ismael y Agar

fueron despedidos para valerse por sí mismos, el sentido de abandono pudo haber

hecho que Ismael no confiara en nadie por mucho tiempo. Casi lo puedo escuchar

pensando que su vida fue un error, y deseando nunca haber nacido. Entonces no
debe de sorprendernos que no se pudiera llevar con nadie.

Este sentimiento de ser un paria bueno para nada maduró en un resentimiento tan

fuerte que penetró la misma alma de Ismael y desde ese día hasta hoy, los

descendientes de Ismael han estado en contra de los descendientes de Isaac. Su

ira le dio cabida al diablo y así se formó una fortaleza tan poderosa que ha durado
a través de las generaciones.

Una Vez Más, Pero Con Sentimiento

Más tarde Esaú se sintió igualmente privado de sus derechos por la manipulación

de la que fue objeto Isaac por parte de Jacob. Esto, a pesar de que Jacob recibió

lo que le había comprado previamente a Esaú, el cual en un momento de hambre

extrema cambió su primogenitura por un plato de potaje, a pesar de que era un

simple truco. Se puso tan bravo con su padre, quien rehusó cambiar la

transacción, que Esaú hizo lo que sabía heriría mucho a Isaac. Se casó con

Mahalat, una hija de Ismael (Génesis 28:8-9). Cómo deben estos dos haber

injuriado a Abraham, Isaac y Jacob los cuales en solamente dos generaciones los

habían humillado en cuanto a su presunta herencia. Cada recordatorio de esos

eventos le agregó cemento y mortero a esa fortaleza que el diablo estaba


construyendo en sus mentes.
Todo el tiempo había sido el plan de Dios de que la promesa hecha a Abraham se

cumpliera a través de Isaac en Jacob. Cuando Sara tomó el asunto en sus manos

por haberse impacientado después de seis años de esperar para darle un

heredero a su esposo, Dios prometió hacer que los descendientes de Ismael

fueran una gran nación, con doce príncipes igual que como lo tenía en mente para
Jacob. “Pero”, dijo Dios, “estableceré mi pacto con Isaac” (Génesis 17:20-21).

Y a los descendientes de Esaú se les dio la tierra al este del río Jordán la cual a

los israelitas no se les permitió tomar para sí. Pero Ismael no heredó la posición

del pacto y Esaú no obtuvo la Tierra Prometida, y para ellos lo que recibieron, a

pesar de haber sido generoso, probablemente les pareció como de segunda


categoría. Lejos de animarlos a perdonar y olvidar, su furia se encendió aun más.

La tierra que se le dio a Esaú se llamó Edom debido a sus espectaculares

montañas rojizas y, hasta su rebelión en contra de Dios, los descendientes de

Esaú prosperaron allí. La gota que rebasó el vaso fue cuando los edomitas se

aprovecharon del castigo de Dios a Israel durante las guerras babilónicas.

Pensando que finalmente podían tener la codiciada Tierra Prometida, se aliaron

con Nabucodonosor para cortar la ruta de escape de los israelitas que huían de
los ejércitos babilónicos, emboscándolos y saqueando sus hogares (Abdías 1:10-

14). Como resultado de eso, Edom fue destruido hasta la última persona, y los
nabateos, otros descendientes de Ismael, se apoderaron de su tierra.

Volveremos Después de Este Corte

Durante la ausencia de 1900 años de Israel de la escena mundial, los hijos de

Ismael crecieron hasta formar la familia de naciones que Dios les había prometido,
pero la hostilidad permaneció a pesar de que la Tierra Prometida aparentemente
era de ellos para tomarla. Cuando Mahoma, un descendiente de Ismael, fracasó al

intentar convertir a los judíos de la región a su nueva religión, declaró la guerra en

contra de ellos y toda esa antigua hostilidad volvió a nacer. Todos esos viejos

sentimientos de resentimiento se volvieron a encender, y a pesar de que los

ejércitos del islam se embarcaron en una era de conquistas que eventualmente los

llevó hasta el este de Francia, mantuvieron una hostilidad especial hacia los
judíos.

Y luego sucedió lo inimaginable. Por tercera vez se les dijo que se apartaran para

que los hijos de Israel fueran favorecidos. Dios estaba trayendo a Su pueblo de

vuelta a la tierra que Él le había prometido a Abraham hacía tanto tiempo atrás.

Nada importa que la tierra hubiera estado totalmente abandonada durante los

1900 años anteriores, había sido tierra musulmana y ahora se les estaba dando de

vuelta a sus enemigos jurados, los judíos. Eso violaba su sentido de propiedad, a

pesar de estar empañado, y también violaba la promesa de su religión. El mismo

Mahoma les había dicho que cualquier tierra conquistada en nombre de Alá nunca
debía ser perdida de nuevo a los infieles.

Claro que ya para ahora, la mayoría de los seguidores de la religión de Mahoma


no eran los hijos de Ismael, sino eran persas, egipcios, babilonios y asirios, para

utilizar sus nombres bíblicos. Pero su odio histórico hacia los judíos había

permanecido vivo a través de la religión que todos compartían en común. Y la

mayoría de los judíos que retornaron no pertenecían a las doce tribus originales,

sino que eran descendientes de europeos que se habían convertido al judaísmo

durante esos siglos. Hoy día solamente un remanente de los judíos puede trazar

su origen a los doce hijos de Jacob. Pero es ese remanente el que valida el
reclamo de Israel ante los ojos de Dios bajo el pacto de Abraham.
Entonces, las guerras de hoy en día no son entre ismaelitas e israelitas, sino entre

musulmanes y judíos. La enemistad familiar se ha convertido en una batalle de

religiones. ¿Prevalecerá el Dios de los judíos, o el dios del islam? Porque no son

uno ni el mismo. El Dios que habita en la eternidad creó la tierra y se la dio a

Abraham por medio de un pacto eterno. El dios de este mundo la ha tomado como

suya y se rehúsa a devolverla. Esa tierra es la parcela más peleada de todo el

universo, y la contienda tiene tanto sus orígenes como su resolución en el ámbito


espiritual, y no en las salas de las asambleas de los gobiernos humanos.

Así que ahora hemos completado el círculo. Ismael, representado por los

musulmanes, es el más viejo, grande y más fuerte, pero Isaac, representado por

los judíos, aun es el hijo de la promesa. Y como pronto lo veremos, lo que Dios

promete, Él cumple. En contra de todas las posibilidades, Ismael, una vez más,

será alejado, y Dios utilizará esa ocasión para reinstalar Su antiguo pacto con los

hijos de Israel, biológicos o no. Este es otro gran indicador que el fin de la era está
sobre nosotros. Ya casi podemos escuchar los pasos del Mesías. 23/06/2007.

15:1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión,

diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera

grande. 2Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando

sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? 3Dijo también

Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un

esclavo nacido en mi casa. 4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te

heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. 5Y lo llevó fuera, y le dijo:
Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así

será tu descendencia. 6Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

Abram Se Prepara Para El Pacto

7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a

heredar esta tierra. 8Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de

heredar? 9Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y

un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.

Dios Escoje Y Saca Nehemiah 9:7

Ur ûr Llamas

El Pacto Abrahamico

10Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de

la otra; mas no partió las aves. 11Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos

muertos, y Abram las ahuyentaba.

Abraham No Participa Del Pacto

12Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de

una grande oscuridad cayó sobre él.

La Profecia de 400 anos en Egipto

13Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en

tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. 14Mas

también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con

gran riqueza. 15Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena
vejez. 16Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su

colmo la maldad del amorreo hasta aquí.

Amoreo Hijo de Canaan

Dios Hace El Pacto

17Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y

una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18 En aquel

día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta

tierra,e desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19 la tierra de los

ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,

21los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

El Ruego De Sarai

16:1 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se

llamaba Agar. 2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho

estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y

atendió Abram al ruego de Sarai. 3Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva

egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y

la dio por mujer a Abram su marido. 4Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y

cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

El desprecio Y La Aflicción

5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer,

y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. 6Y

respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que
bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
El Angel De Jehova

7Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la

fuente que está en el camino de Shur. 8Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde

vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.

9Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.

10Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no

podrá ser contada a causa de la multitud. 11Además le dijo el ángel de Jehová: He

aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael,12

porque Jehová ha oído tu aflicción. 12Y él será hombre fiero; su mano será contra

todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. 13

Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve;

porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? 14Por lo cual llamó al pozo:

Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered. 15Y Agar dio a

luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael.

16Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.

Ismael Yishma`e’l Dos Palabras shama` Oir y ’el Dios “Dios Oira”

He aquí mi pacto es contigo

17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le

dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. 2Y pondré

mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. 3 Entonces Abram se

postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: 4He aquí mi pacto es contigo,

y serás padre de muchedumbre de gentes.

El Cambio De Nombre De Abram


5Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, 14

porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6Y te multiplicaré en

gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 7Y estableceré mi pacto

entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto

perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. 8Y te daré a ti, y

a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán

en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

Abram ’Abram Padre Exaltado

Abraham ’Abraham Padre De Muchedumbre

El Pacto De La Circumsision

9Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu

descendencia después de ti por sus generaciones. 10Este es mi pacto, que

guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado

todo varón de entre vosotros. 11Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro

prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12Y de edad de ocho

días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el

nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de

tu linaje. 13Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu

dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. 14Y el varón

incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella

persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.

• Porque Dios mando Abraham A circumsidarse Romanos 4:9-12

• La circuncisión de Cristo Colosenses 2:11

• El Creyente Tiene Que Circumsidarse? 1 Corintios 7:18


El Cambio De Nombre De Sarai

15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara

será su nombre. 16Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y

vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.

Sarai Saray Princesa

Sara Sarah Noblesa

Risa De Abraham

17Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A

hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de

concebir?

Ruego De Abraham

18Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.

Dios Reafirma Su Pacto

19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su

nombre Isaac;16 y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus

descendientes después de él. 20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí

que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce

príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.

El Pacto Con Isaac


21Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este

tiempo el año que viene. 22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con

Abraham.

La Circumcicion De La Casa De Abraham

23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su

casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de

la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo

día, como Dios le había dicho. 24Era Abraham de edad de noventa y nueve años

cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25 E Ismael su hijo era de trece años,

cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. 26En el mismo día fueron

circuncidados Abraham e Ismael su hijo. 27Y todos los varones de su casa, el

siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron

circuncidados con él.

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