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Josué 7:12 12 No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos; vuelven
la espalda delante de sus enemigos porque han venido a ser anatema. No estaré más con
vosotros a menos que destruyáis las cosas dedicadas al anatema de en medio de vosotros.
El espíritu GERGESEO reduce a la iglesia profética a una iglesia natural, que opera en la fuerza del
hombre.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y
han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua. (Jeremias
2:13)
El espíritu GERGESEO es un espíritu humanista que centra al hombre en el Adan caído, en el hombre
rebelado contra Dios, es un espíritu de orgullo que manipula al hombre en ciclos de sentirse lo máximo y
por momentos sentir que su corazón es como agua y deprimirse.
Hace que la iglesia se empiece a apoyar en los hombres abandonando a Dios como su fuente. La crisis
cuando esto sucede es inminente, como la de una auto que se queda sin combustible, o como cuando
desenchufamos un ventilador.
¿Como vemos este espíritu golpeando a Israel?
34 Cuando los hería de muerte, entonces le buscaban, y se volvían y buscaban con
diligencia a Dios; 35 se acordaban de que Dios era su roca, y el Dios Altísimo su
Redentor. 36 Mas con su boca le engañaban, y con su lengua le mentían. 37 Pues su
corazón no era leal para con El, ni eran fieles a su pacto. (Salmos 78:34-37)
Ven los ciclos de volverse a Dios cuando se sentían mal, pero no eran leales, se volvían a Dios por
conveniencia propia y cuando Dios los bendecía se volvían a apartar de él.
Este espíritu desarrolla un cristianismo inestable, de poco compromiso, donde los intereses del hombre son
los que están detrás de la fachada de piedad.
Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. (Filipenses 2:21)
La sintomatología del espíritu GERGESEO son ciclos, inestabilidad, inconstancia, falta de frutos. Propios
de conectarse con la vida en el Espíritu y desconectarse.
“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de
la tierra, pues ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en
Dios” (Colosenses 3:1,2)
Las personas que no han expulsado a este enemigo, son aquellos que peregrinan de acá para allá, que
vienen de lucha en lucha, sin victoria en sus vidas. Quizás tengan buenas intenciones, pero nunca las
concretan a causa de su inconstancia, o porque huyen de hacer cambios de fondo, optando por poner
remiendos o parches a sus conflictos.
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La palabra Gergeseos se menciona ocho veces en la Biblia, siete en el antiguo testamento y una en el nuevo
testamento.
“Y como él hubo llegado en la otra ribera al país de los Gergesenos, le vinieron al
encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que
nadie podía pasar por aquel camino.” (Mateo 8:28) (RV versión de 1909)
El termino Gadarenos, al que estamos acostumbrados en las traducciones contemporáneas, referencia al
territorio de los Gergeseos.
Este dato es muy interesante, ya que nos relata lo que pasó cuando Jesús quiso entrar en el
territorio de los gergeseos:
Primero se desató una tremenda tormenta que si no fuera por la intervención sobrenatural del Señor, los
hubiera hecho naufragar.
Mateo 8:18 “Viendo Jesús una multitud a su alrededor, dio orden de pasar al otro lado.”
Mateo 8:23-27 “Cuando entró Jesús en la barca, sus discípulos le siguieron. Y de pronto
se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero
Jesús estaba dormido. Y llegándose a Él, le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos , que
perecemos! Y El les dijo*: ¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe? Entonces
se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y los hombres se
maravillaron, diciendo: ¿Quién es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”
Segundo, son recibidos por dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo; o sea
había una fuerte presencia y opresión del enemigo en la región.
Mateo 8:28-29 (RV versión de 1909) “Y como él hubo llegado en la otra ribera al país
de los Gergesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los
sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino. Y he aquí
clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿has venido acá á
molestarnos antes de tiempo?”
Tercero, a pesar de que Jesús liberó a estos endemoniados, la gente le cerró la puerta, no quisieron que
Jesús incursione en su tierra y le dijeron que se vaya:
Mateo 8:33-34 “Los que cuidaban la piara huyeron; y fueron a la ciudad y lo contaron
todo, incluso lo de los endemoniados. Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y
cuando le vieron, le rogaron que se fuera de su comarca.”
Al decir “toda la ciudad” pone de manifiesto que estos espíritus tenían un fuerte control sobre toda la
región.
Recordemos que los gergeseos eran una de las siete naciones enemigas, que el pueblo de Israel debía
desalojar y con la que no debían hacer alianza alguna.
Jesús encontró gran resistencia al querer entrar en su territorio.
El nombre del espíritu que tenía uno de estos endemoniados era “legión”. Una legión romana se formaba
por 6000 soldados. Así que eso nos da una idea.
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Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. (Marcos 5:10 )
Resulta muy interesante notar que los demonios no querían ser echados fuera de la región, o sea eran en
extremo territoriales.
CERDOS
Dicen que los cerdos no tienen la capacidad de mirar para arriba (el pescuezo no les da), siempre están
mirando para abajo.
El espíritu gergeseo hace que las personas estén enfocadas en cosas terrenales,
al igual que los cerdos que siempre están mirando para abajo, buscando algo
para comer.
El espíritu gergeseo hace que las personas queden absorbidas por lo terrenal y tengan desgano y desprecio
por todo lo que sea espiritual.
Lo que pasó con los cerdos, es un detalle muy interesante. Cuando los demonios entraron en ellos,
comenzaron a correr y siguieron corriendo hasta que se desbarrancaron y perecieron ahogados.
¿Por qué se desbarrancaron los cerdos?
Por su visión corta.
De la misma manera, las personas impulsadas por un espíritu gergeseo se
convierten en corredores violentos. Toman decisiones impulsivas, basadas en
su visión corta, enfocada en el terreno que tienen directamente debajo de ellos.
Las personas que no han expulsado a este gigante, son aquellos que peregrinan de acá para allá, que viven
de lucha en lucha, sin victoria en sus vidas. Quizás tengan buenas intenciones, pero nunca las concretan a
causa de su inconstancia, o porque huyen de hacer cambios de fondo, optando por poner remiendos o
parches a sus conflictos.
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Gente bajo un espíritu gergeseo, siempre está pensando e involucrándose en
proyectos terrenales.
En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve
a su vómito», y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo» 2Pe 2:22
El habito de los cerdos es que cuando son limpiados vuelven al lodo. Esto confirma lo que antes
expresábamos sobre los ciclos de los que operan bajo el espíritu Gergeseo.
ENLODADORES
Cómo sobrevive dentro de la iglesia la gente que opera bajo este espíritu Gergeseo? A través de la
hipocresía, alimenta la simulación de la piedad.
2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo
3:2)
Para ello le enseña a la persona a enlodar sus obras de injusticia queriendo simular que operan bajo
dependencia de Dios.
10 Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno
edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto, 11 dí a los
recubridores con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de
granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. 14 Así desbarataré la
pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto
su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová.
(Ezequiel 13:10-11, 14)
Dios confronta a los profetas que daban palabras como de Él, pero que no eran de Él. En apariencia
operaban bajo Dios, pero en realidad estaban desconectados, independientes de Dios. Ellos simulaban la
justicia. El libro del profeta Amos muestra que la plomada es un instrumento que el Señor usa para probar
la rectitud de lo que se construye. Los enlodadores tapan que sus paredes están torcidas, haciendole un
revoque a plomo, que simula que la pared está bien hecha. El espíritu Gergeseo tapa la injusticia del
humanismo con lodo, simulando la rectitud de lo hecho en el espíritu.
por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento
una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se
apresure. (Isaías 28:16)
La Roca de Sión exige medidas de rectitud para edificar. Ese era el propósito de la piedra angular, definir
los ángulos de 90 grados perfectos para edificar.
La palabra es clara “no nos apresuremos”, no te dejes presionar, no seas impulsivo, consultá al Señor.
El modelo de vida de los gergeseos no llega lejos, todo lo hecho así caerá.
El Señor saca a la luz sus obras de maldad.
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DEPENDENCIA DEL SEÑOR
El espíritu gergeseo es un enemigo de la cruz, de la resurrección y de la dependencia del Espíritu Santo.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho
fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. (Juan 15:5)
Los frutos del espíritu Gergeseo son NADA. Frutos de heno madera y hojarasca que son NADA, quemados
por el fuego de la prueba.
Por eso el Señor nos dijo:
No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. (Éxodo 23:32)
El Señor nos llama depender de Él, a vivir en el Espíritu.
Zacarías 4:6-9 6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a
Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho
Jehová de los ejércitos. 7 ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás
reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a
ella. 8 Vino palabra de Jehová a mí, diciendo: 9 Las manos de Zorobabel echarán el
cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos
me envió a vosotros.
Los que edifican no en la fuerza del Adán, ni con ejércitos formados por Gebers que se apoyan en el Adan,
sino los que se apoyan en el Espíritu, son los que pueden hacerle frente a los montes de los Gergeseos.
Los que se apoyan en el Espíritu de Dios son los que tienen la capacidad de edificar construcciones
aprobadas, son los que comienzan y terminan lo que el Señor les encomendó. Son como la luz del aurora
siempre en aumento a lo perfecto.
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Sabiduría significa la habilidad de discernir o juzgar lo que es verdad, lo que es verdadero, lo que perdura
para éxito, juzgar con los justos juicios de Dios.
Es entendimiento, habilidad… habilidad en acción para resolver el qué, cómo, quién, dónde, cuándo… es
acceder al buen juicio.
Está íntimamente relacionada con el conocimiento divino que se manifiesta en la elección de fines
correctos, con los medios correctos para alcanzarlos. Son decisiones nacidas en una correcta naturaleza. El
espíritu gergeseo querrá que nosotros operemos en nuestra propia fuente, que tomemos decisiones en la
carne, el Espíritu de Sabiduría nos conectará con Dios como fuente.
Juan 3:6 Lo nacido de la carne, carne es y lo nacido del Espíritu, espíritu es.
Las decisiones tomadas bajo el dominio del espíritu gergeseo nacen de la carne, y de allí solo cosechamos
corrupción.
Proverbios 24:3a Con la sabiduría se edifica una casa…
La sabiduría nos da acceso a tomar decisiones que producen edificación en nuestra casa, para que nos
convirtamos en morada de Dios.
Una vez escuche al hermano Pablo Finkenbinder decir “Sabiduría es la capacidad de ver el efecto de
nuestras decisiones proyectadas a largo plazo”. La sabiduría determina hacia dónde dirigimos nuestro arco,
cuál es el blanco hacia el que van nuestras decisiones. Así decidimos sobre los hijos y los lanzamos como
saetas generacionales. Decisiones que tomamos que repercuten en el destino de nuestros hijos y familia.
Encender la Lámpara del Espíritu de Sabiduría es poner a Dios como la fuente del juicio que direcciona
nuestras decisiones. Es devolverle al Espíritu Santo la posición en nuestra familia que demuestra en la vida
práctica que le pertenecemos a Cristo como Señor.
Las decisiones que nacen de consultar al Señor y su respuesta tienen su respaldo. Puede ser que al consultar
al Señor termines haciendo lo mismo que entendías que debías hacer antes de consultarle, pero la
diferencia está en que cuando vas a Dios y le consultas, El remueve la naturaleza humanista de nuestras
acciones y nos llena de su sabiduría y respaldo para lo que vamos a hacer.
Cuando el Espíritu de Sabiduría está encendido, recibes la impartición de verdades profundas, hay un
entendimiento interior y puedes ver y comprender aspectos de la realidad que jamás hubieras imaginado. El
Espíritu de Sabiduría está presente para dar entendimiento de la verdad y de su aplicación.
Entender la voluntad de Dios nos hace sabios … si somos sabios caminamos en la voluntad de Dios.
La sabiduría es para edificar, y se le opone la negligencia que está unida a la insensatez.
El Espíritu de Sabiduría nos ayuda a operar en el hombre celestial. Si en algún tiempo operamos en el
primer Adán, caído, natural, gergeseo; ahora portemos la imagen del Celestial y andemos como Jesús
anduvo.
1Corintios 15:47-50 BTX4
47 El primer hombre, sacado de la tierra, es terrenal; el segundo Hombre, venido del cielo. 48
Como el terrenal, así también los terrenales, y como el celestial, así también los celestiales. 49 Y
así como vestimos la imagen del terrenal, vistamos también la imagen del celestial. 50 Pero esto
digo, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el reino de DIOS; ni la corrupción hereda
la incorrupción.
Heredemos el reino de Dios! Llevemos en nosotros la imagen del hombre celestial, de Cristo, dejemos al
gergeseo, dejemos al Adán terrenal.
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Colosenses 3:1-3 BTX4
1 Puesto que fueron resucitados juntamente con CRISTO, busquen las cosas de arriba, donde está
sentado CRISTO a la diestra de DIOS. 2 Piensen en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3 Porque murieron, y su vida ha sido escondida con CRISTO en DIOS.
APLICACIÓN
Revean la historia familiar, vean la calidad de decisiones tomadas en generaciones pasadas y la propia, las
consecuencias que trajeron. Compartan con los niños las consecuencias y marcas de decisiones tomadas
fuera de la sabiduría de Dios, y los efectos y consecuencias de las decisiones que fueron guiadas por el
Señor y los resultados de justicia, gozo y paz que han producido.
Tengamos un tiempo de arrepentimiento por nuestros pecados bajo el gobierno del gergeseo, sin consultar
al Señor, sin aspirar a las cosas del Cielo… por ocultar con hipocresía y apariencia de piedad, por esta vida
independiente de Él. Pidámosle perdón por habernos conformado con el mundo y su religión, cuando Él
nos ha dado acceso a lo Celestial. Dispongámonos a sacarnos las máscaras donde ocultamos el fruto de
nuestra vida independiente de Dios, y dejemos de asumir como normal el vivir así.
Conversemos cómo debiera ser nuestra cultura y estilo de vida destronando al espíritu gergeseo.
Desterremos al espíritu gergeseo, eligiendo un estilo de vida consultando al Señor, buscando que su
naturaleza sature nuestras decisiones.
Encendamos la lámpara del Espíritu de Sabiduría de Dios, y abramos las puertas de nuestros templos y de
nuestros hogares para que Él lo llene todo.
Evaluemos qué situaciones a corto, mediano o largo plazo requieren una toma de decisiones, y
aprovechemos este tiempo para presentar todas esas decisiones delante de Él y abrámonos a que el Señor
nos sorprenda con la luz y las respuestas que traerá hablándonos como familia, abriendo los ojos de nuestro
entendimiento.