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EL MÉTODO SINCLAIR

UNA CURA DEL ALCOHOLISMO MÉDICAMENTE PROBADA

LA Cura
DEL Alcoholismo
Naltrexona, Nalmefene
(Selincro®)
Acaban con Su Ansia y
Consumo de Alcohol
Sin Fuerza de Voluntad,
Abstinencia, ni Malestar
con el Método Sinclair

Dr Roy Eskapa
PRÓLOGO DE
Dr David Sinclair
INTRODUCCIÓN DE
Claudia Christian
TRADUCIDO POR MARÍA JOSÉ LAGO EIZAGUIRRE
Copyright c 2013 del Dr. Roy Eskapa

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser
utilizada ni reproducida de ninguna forma sin el permiso por escrito del
autor, a excepción de la inclusión de citas breves en una reseña o en
artículos de opinión.

Traducido por María José Lago Eizaguirre


Contenidos

DEDICATORIA ....................................................................................... I
AGRADECIMIENTOS ............................................................................. III
PRÓLOGO DEL DR. DAVID SINCLAIR ........................................................ VII
INTRODUCCIÓN DE CLAUDIA CHRISTIAN ................................................... XV

SECCIÓN UNA
ALCOHOLISMO: ¿QUIÉN DICE QUE ES INCURABLE?
INÍCIESE USTED MISMO EN LA CURA .......................................................... 1
LA GÉNESIS DE LA CURA DEL ALCOHOLISMO .............................................. 11
LA CONTUNDENTE EVIDENCIA QUE AVALA LA CURA .................................... 47
¿POR QUÉ NO HE OÍDO HABLAR YA DEL MÉTODO SINCLAIR? ......................... 61

SECCIÓN DOS
CINCO PASOS PARA CURAR EL ALCOHOLISMO
INTRODUCCIÓN A LOS CINCO PASOS ....................................................... 83
PASO UNO – COMPRENDER LA CURA ...................................................... 87
PASO DOS – AUTOEVALUACIÓN, ¿NECESITO AYUDA? ............................... 103
La Cura del Alcoholismo

PASO TRES – SU RECETA DE NALTREXONA .............................................. 111


PASO CUATRO –REGISTRAR LA REDUCCIÓN DEL ANSIA Y CONSUMO ............. 123
PASO CINCO –EL PASO DORADO: SEGUIR CURADO ................................... 137

SECCIÓN TRES
HISTORIAS REALES DE CURAS REALES
LA HISTORIA DE JULIA: TRATAMIENTO SINCLAIR “DE LUJO”........................ 143
LA HISTORIA DE RICHARD: TRATAMIENTO SINCLAIR “LIGERO” .................... 155
LA HISTORIA DE DAVID: UN PACIENTE REINCIDENTE TIENE ÉXITO ................ 163
LA HISTORIA DE PETE: PACIENTE REINCIDENTE Y CON PROBLEMAS ADICTO AL
ALCOHOL Y LA COCAÍNA ..................................................................... 167

SECCIÓN CUATRO
UN FUTURO SOBRIO, MÁS FELIZ
EL MÉTODO SINCLAIR COMO MODELO PARA EL TRATAMIENTO DE OTRAS ADIC-
CIONES .......................................................................................... 179

EL COSTE HUMANO DEL ALCOHOLISMO ................................................. 207


PARA PROFESIONALES MÉDICOS .......................................................... 219

APÉNDICES ..................................................................................... 251


REFERENCIAS .................................................................................. 301
NOTAS AL FINAL .............................................................................. 325
SOBRE EL AUTOR ............................................................................. 337
En memoria de Rosemary Eskapa,
Clive Beck, Rodney Barnett, Graham Beck, and Shirley
Eskapa

i
Dedicatoria

E
STE LIBRO ESTÁ DEDICADO A todos aquellos que han su-
frido, directa o indirectamente, los efectos del alcohol.
También está dedicado a David Sinclair, sin el cual no
se hubiera obtenido el primer tratamiento verdaderamente
efectivo contra esta terrible aflicción – un tratamiento basado
en descubrimientos altamente originales llevados a cabo a lo
largo de cuarenta años de meticulosa investigación. Ya se han
salvado vidas como resultado del descubrimiento de Sinclair,
un tratamiento que resuelve el enigma que subyace a la adic-
ción justo donde ésta comienza -en el interior de la fisiología y
bioquímica del cerebro. Con el Método Sinclair (o extinción
farmacológica, como también se conoce), ahora se puede aca-
bar con la ansiedad y el sufrimiento.

i
Agradecimientos

M
ucha gente ha contribuido a la ciencia que avala
este libro. Uno de los más destacados fue Iván Pav-
lov, fisiólogo ruso y Premio Nobel, que describió
cómo se producen el aprendizaje y la extinción. Jack Fishman
y Harold Blumberg aislaron los primeros medicamentos anta-
gonistas de opioides.
David Sinclair fue el primero en demostrar cómo estos com-
puestos revierten la adicción al alcohol en el cerebro. El des-
cubrimiento de Sinclair del Efecto de Privación de Alcohol y la
extinción farmacológica condujo a una cura del alcoholismo
probada, rentable y digna, libre de los desagradables y peligro-
sos síntomas del síndrome de abstinencia.
Me gustaría agradecer al Instituto Nacional Finlandés de Sa-
lud Pública (KTL, antes Labs Alko) por su visión en la finan-
ciación masiva durante más de cuarenta años de la investiga-
ción sobre el alcoholismo.
iii
La Cura del Alcoholismo
Todos aquellos entregados investigadores que estudiaron el
uso de antagonistas de opiáceos (naltrexona, nalmefene, na-
loxona) en la investigación de la adicción también merecen
reconocimiento. El proyecto COMBINE en los Estados Unidos
destaca de forma especial como el mayor ensayo clínico jamás
realizado en la investigación de la adicción.
Aunque el proyecto COMBINE es sólo uno de los más de se-
tenta ensayos clínicos que confirman la eficacia del tratamien-
to con naltrexona en el alcoholismo, su equipo -dirigido por
Raymond Anton y Stephanie O'Malley- merece una mención
especial.
También merece nuestro reconocimiento el trabajo pionero
llevado a cabo por el grupo de la Universidad de Pennsylvania,
dirigido por Charles O'Brien y Joseph Volpicelli, y por Pekka
Heinala y el equipo de Finlandia.
Mención especial se debe al Dr. Kshama Metro y a Pankaj Do-
gra, de la Organización Chinmaya para el Desarrollo Rural,
que tuvieron la visión y el coraje de poner el Método Sinclair
en práctica mediante el uso de naltrexona del modo correcto -
en combinación con el consumo de alcohol- en áreas deprava-
das de zonas rurales de Himachal Pradesh, en la India. Gracias
a sus esfuerzos, ahora sabemos que el tratamiento puede fun-
cionar tan bien en regiones en desarrollo como en Helsinki,
Nueva York o Londres.
Quisiera expresar mi más especial agradecimiento a mi madre,
Shirley Eskapa, y a Claire Cazier, por sus valiosos comentarios.
Tara Foss ha demostrado ser un editor profesional con talento.
Aprecio enormemente la firme buena voluntad de mi padre,
Raymond Eskapa; y a mi tío, Graham Beck, por su convicción
plena en que este era un libro que tenía que ser escrito.
El enorme entusiasmo de mi difunto tío, Rodney Barnett, me
inspiró a seguir adelante, y estoy profundamente en deuda con
él. Mi tía, Rhona Beck, amable e inspiradora, creyó desde el
principio que el Método Sinclair es el avance que todos hemos
estado esperando desde hace demasiado tiempo ya en la
iv
Agradecimientos
búsqueda de una cura para el alcoholismo. También me ayudó
a mantener la fe cuando me enfrenté a varios obstáculos des-
alentadores, y le estoy enormemente agradecido.
Me gustaría expresar mi agradecimiento a Kevin Mitnick por
presentarme a David Fugate de Launch Books, que ha resulta-
do ser un agente exigente, profesional y tenaz. Asimismo me
gustaría dar las gracias a Glenn Yeffeth, Jennifer Canzoneri,
Yara Abuata, y Laura Watkins de BenBella Books por su profe-
sionalismo y por su compromiso inquebrantable con este tra-
bajo.
Akiko Takahashi, Linda y Richard Grosse, y Anil Metre me
ofrecieron un apoyo insuperable y me ayudaron más de lo que
se imaginan. También quisiera dar las gracias a muchos de mis
profesores más destacados: mi mentor, el catedrático Arnold
Lazarus; los catedráticos Allen Neuringer y Les Squier; Dr.
Raymond E. Anderson; y el gran médico, el catedrático Mosie
Suzman.
Me gustaría reconocer el apoyo que he recibido durante todos
esos años de mi hermano, Robert Eskapa; mi joven colega,
Max Cazier; sus abuelos, Edward and Yvonne Cazier. Gracias
también a Isaac Kaye por presentarme a David Sinclair; e
igualmente por su amistad a lo largo de los años a: Julian y Jo
Spector, Lisa Kaye, Tony y Michal Leon, Lisa Chiat, Mark y
Sandy Cohen, Jean Fleming, Jill, Sandra y Geoffry Wolf, Ami-
kam y Miriam Levanon, Shlomo, Doron y Miriam Angel, John
y Lucy Richards, Abe Mahlangu, Betty Brown, Sheleen
O‘Meara, Olga Faure, Pinky, Georgina Jaffee, Harold Nakin,
Dr. Steve Herman, Dr. Kenneth Jacobson, Dr. Marios Panos,
Dr. Rama Murphy, Dres. Roy y Kathy Aaronson, Nawang Dor-
je, Prasado Munch, Stephanie y Paul Cohen, Helen Burton,
Hassan Granmayeh, Vivek Narang, Munu Kasliwal, Kirsti Sin-
clair, Lorette Scheiner, Jill Samuels, el catedrático John Laza-
rus, Reena, Kartik, y Tanwi Metre, Ren Yaar Takahashi-Or,
Bupa Patel, Dr. Ming Pang, Pat Barnett, Dr. Frank Ferrise,
Philip Gillamond, los difuntos Harvey Martin y Philippa Pu-
v
La Cura del Alcoholismo
llar, Dr. Josh Berkowitz, Athar y Cornelia Sultan-Khan, y cómo
no mis maravillosos sobrina y sobrino Antonia y Nicholas
Grosse, y primos Anthony Beck, Oliver, y Leah Barnett, y Terri
Kramer.
Por último, me gustaría dar las gracias a mis abuelos, Masha
and Pepo Eskapa y Lea y Harry Barnett, que tanto me enseña-
ron.

Agradezco a MARÍA JOSÉ LAGO EIZAGUIRRE su dedicación


al traducir este libro al español.

vi
Prefacio
Dr. David Sinclair

E
l día en que se cumplía el plazo de entrega del primer
borrador de este libro en la editorial en Texas, el Dr.
Roy Eskapa estaba en las estribaciones del Himalaya,
presentando el método para tratar el alcoholismo a CORD,
una organización no gubernamental que trabaja en la zona
rural del norte de la India.
Yo estaba en Finlandia y había estado revisando los datos
científicos del manuscrito. Naturalmente, me había llevado el
doble de lo previsto, y Roy tuvo acceso a mis comentarios poco
antes de la fecha de entrega. El retraso creó un problema. Él
podía, con cierta dificultad, leer mis simples mensajes de co-
rreo electrónico a través de su teléfono móvil, incluso en el
pequeño pueblo cerca de Dharamsala. Sin embargo, para
transmitir todo el manuscrito a la editorial hacía falta una
buena conexión a Internet de banda ancha, y no había ningu-
na.
El único acceso cercano a Internet estaba más arriba en la
montaña, en McLeod Ganj, el pueblo donde el Dalai Lama vive
con sus seguidores. Yo ni siquiera podía encontrar el camino
hasta McLeod Ganj en Google Earth, pero aparentemente exis-
te. Simplemente es pequeño, sinuoso, lleno de baches, monjes
tibetanos, cabras y vacas. Y motocicletas. Así que Roy encontró
vii
La Cura del Alcoholismo
un compañero en Dharamsala que le alquiló una vieja motoci-
cleta Royal Enfield.
Con el libro almacenado en un lápiz de memoria USB en su
bolsillo, Roy se montó en el Enfield y empezó a subir la mon-
taña. Más allá de las cabras y las vacas. Pero a medida que se
acercaba a McLeod Ganj, el motor chisporroteó y murió.
La moto no podía seguir subiendo la carretera, pero podría ir
cuesta abajo.
Así que Roy se dio la vuelta y se deslizó cuesta abajo, más allá
de donde había iniciado el camino en Dharamsala, hasta que
por fin encontró a un mecánico.
En cinco segundos, arreglaron la bujía, y Roy se puso de nuevo
en camino carretera arriba.
A medio camino de McLeod Ganj, la Enfield se paró de nuevo.
Esta vez, se había salido la cadena. Roy la deslizó colina abajo
una vez más. La reparación esta vez llevó una hora, pero a su
debido tiempo Roy volvía al camino montaña arriba, pasó
Dharamsala y al hombre que le había alquilado la moto en
primer lugar. Y esta vez, en el que era su tercer intento, Roy
logró llegar a su destino, el Green Cyber Cafe en McLeod Ganj.
Enviar el manuscrito seguía siendo difícil: los ordenadores en
el Cyber Café estaban todos ocupados, pero el dueño permitió
a Roy usar su propio terminal. La conexión era lenta y desigual
y justo momentos antes de que el manuscrito acabara de car-
garse, hubo un apagón. Roy lo volvió a intentar y la luz se vol-
vió a cortar. Al tercer intento (¡cómo no!) el libro completo
voló desde el café Internet en el techo del mundo, atravesó el
globo en un abrir y cerrar de ojos, y llegó sano y a salvo a Ben-
Bella Books en Dallas.
El Dr. Eskapa se ha enfrentado a muchos obstáculos al escribir
este libro, y los relacionados con motos rotas son los menos; y
su tenacidad, energía y dedicación (no sólo al libro, sino tam-
bién a la promoción de su nuevo y eficaz tratamiento para el
alcoholismo) son la razón de que usted esté sosteniendo hoy
en sus manos La Cura del Alcoholismo: Bebe hasta la sobrie-
dad Sin Fuerza de Voluntad, Abstinencia, o Malestar.
He sido muy afortunado al haber estado involucrado en el de-
sarrollo de este nuevo método de tratamiento desde el princi-
pio.

viii
Prefacio
Es muy raro que un científico llegue a ver cómo su trabajo re-
corre todas las etapas del camino, pasando de la teoría a la
experimentación en el laboratorio y los ensayos clínicos, hasta
convertirse en una aplicación segura y aprobada. Pero aún hay
un paso más del que espero ser testigo, y es el paso que espero
que este libro ayude a lograr. Si este método para tratar el al-
coholismo ha de alcanzar todo su potencial, los médicos y los
pacientes deben conocerlo y entenderlo.
La cura del Alcoholismo también debería solucionar el pro-
blema de que, en la actualidad, sólo una pequeña fracción de
las personas que necesitan ayuda busca tratamiento. Esto es
comprensible, dado el método tradicional de tratamiento, al
que yo llamo ―El Método D‖. Considere los pasos implicados
en la mayoría de los tratamientos actuales e imagine que usted
quiere seguir uno:
Detección. Antes de que se le permita comenzar un tratamien-
to, usted debe admitir que es alcohólico, con todo el estigma
que por desgracia (y erróneamente) se asocia a dicha etiqueta.
Demora. Una vez usted haya accedido por fin a decir: ―Soy
alcohólico‖, y se haya armado del suficiente valor y motivación
para comenzar el tratamiento, es posible que se le diga que el
acceso más próximo al programa tendrá lugar tres meses más
tarde, si no más. Este problema es más frecuente en determi-
nados países, pero donde ocurre, desalienta a quienquiera que
busque ayuda.
Desintoxicación. Usted comienza con la horrible experiencia
de la abstinencia del alcohol. Si no se utilizan medicamentos,
la desintoxicación es dolorosa y turbulenta; incluso puede ser
fatal. También destruye neuronas. Si se utilizan medicamen-
tos, por lo general son drogas adictivas: benzodiazepinas, co-
mo diazepam (Valium) o clordiazepóxido (Librium) o barbitú-
ricos como fenobarbital (Luminal) y pentobarbital (Nembu-
tal); estos medicamentos le ayudarán en su abstinencia del
alcohol, pero usted puede acabar -como muchos lo hacen- con
dos adicciones en lugar de una.
Detención. A continuación, se le manda durante semanas a un
lugar –rehabilitación -donde se supone que es imposible be-
ber. El hacerlo afecta a su ritmo de vida, obligándole a elegir
entre mentir a los amigos y compañeros de trabajo o, de lo
contrario, decirles que es alcohólico y arriesgarse a sus reac-
ix
La Cura del Alcoholismo
ciones. Si tiene suerte, su trabajo le estará esperando cuando
regrese. Pero sólo si tiene suerte.
Déjalo, no bebas. Durante todo este tiempo, su mayor deseo es
beber. Nada ha debilitado esa ansia y ahora, después de sema-
nas de privación del alcohol, esta es aún mayor. Sin embargo,
lo primero que todo el mundo le dice es: ―¡Déjalo, no bebas!‖
Denigración. Como parte del tratamiento, algunos intentarán
doblegar su espíritu y resistencia con insultos, por ejemplo, o
despertándole a horas intempestivas, haciéndole realizar tra-
bajos humillantes, y obligándole a confesar todos sus pecados
pasados en público.
Disulfiram. Usted está en tratamiento porque no puede evitar
beber. Ahora, sin hacer nada para mejorar su capacidad de
resistencia al consumo de alcohol ni para reducir sus ansias,
los médicos de la instalación puede que le receten disulfiram
(AntabuseR), con lo que, si hace lo que cada fibra de su cuerpo
insiste en que debe hacer -beber alcohol- va a sufrir una tortu-
ra agonizante e incluso puede morir. Debe enfrentarte a esta
experiencia todos los días por el resto de su vida. Disulfiram
no hará nada para disminuir su deseo, y si alguna vez deja de
tomar disulfiram, su deseo será probablemente mayor de lo
que era antes de empezar a tomarlo.
Dinero. El tratamiento, sobre todo debido al carácter impa-
ciente de los pasos de desintoxicación y detención, es carísimo.
Usted tiene que ser capaz de pagar esto, aunque, durante su
detención, no estará en condiciones de cobrar su nómina e
incluso puede perder su puesto de trabajo.


Poco después de empezar a escribir esto, un viejo amigo, Pat, me pre-
guntó acerca de las cápsulas Antabuse porque al marido alcohólico de
una amiga suya le habían recetado una. Le dije que en mi opinión su uso
era similar al tratamiento de los prisioneros de Abu Ghraib a los que se
les decía que debían mantener los brazos en alto o sufrir una tortura
agónica e incluso la muerte. Me encontré con Pat de nuevo reciente-
mente y me dijo: "¿Te acuerdas del alcohólico al que se le recetó la
cápsula Antabuse y se le dijo que si bebía, se iba a morir? Bueno, acabo
de enterarme de que bebió, y murió‖. Siguió contándome que se había
abstenido durante aproximadamente un mes, pero finalmente no
aguantó más y empezó a beber unos sorbitos de alcohol. Los problemas
personales se amontonaron. Finalmente, compró y se bebió una gran
cantidad de alcohol. Y murió. Sospecho que su acción es similar a la de
un preso que finalmente elige la muerte a nuevas torturas.
x
Prefacio
Y por último: ¡De vuelta a empezar! Las probabilidades de que
dentro de un año o dos esté de vuelta en el punto de partida
son muy altas, volviendo a plantearse si pasar por el trata-
miento otra vez, y otra, y otra más...
El nuevo método detallado en La Cura del Alcoholismo cam-
bia todos los pasos D. No hay Detección. Nuestro método es
para cualquier persona que quiera controlar su manera de be-
ber. No hay Demora. El tratamiento es completamente ambu-
latorio y puede comenzar inmediatamente. No hay Desintoxi-
cación. Usted bebe como lo hace normalmente, pero debido a
este método, su ansia decrece lentamente, por lo que su con-
sumo de alcohol también disminuye de forma gradual y segu-
ra. No hay Detención. Ni Disulfiram. Ni drogas adictivas o
peligrosas. Ni Denigración. Su dignidad se realza. Los costes
se reducen. Y no hay camino De vuelta: el método funciona la
primera vez, y en lugar de recaer, los pacientes mejoran de
forma progresiva cuanto más tiempo están en tratamiento.
No debemos culpar a los médicos y personal sanitario del
Método D. Hasta ahora, era el mejor que podían ofrecer.
Déjeme darle un ejemplo. Yo acababa de dar una charla al per-
sonal de un hospital en Massachusetts explicando la extinción
farmacológica, el concepto clave de este nuevo método, y cómo
usarlo para ayudar a sus pacientes. Al médico jefe, el doctor
Michael Pearlman, le gustaron nuestros resultados y estaba
emocionado por el método de extinción. A la salida, me pre-
sentó a una paciente, Kathy, y le dije que yo había desarrollado
un nuevo medicamento para tratar el alcoholismo.
Kathy me miró con suspicacia. ―¿Es uno de esos medicamen-
tos con los que no se puede beber nada?‖
Le respondí que el nuestro era casi lo contrario. Tenías que
beber alcohol para que el medicamento surtiera efecto. A ella
le pareció una idea interesante.
Le describí cómo se aprendía a beber alcohol. Estaba de
acuerdo: lo había experimentado en carne propia.
Entonces le expliqué cómo los comportamientos aprendidos
pueden ser eliminados por extinción. Ella había oído hablar de
Pavlov y de cómo había utilizado la extinción con sus perros
para eliminar sus respuestas condicionadas.

xi
La Cura del Alcoholismo
Le pareció que el nuevo tratamiento tenía sentido. ―Creo que
me gustaría probar eso. . . pero no quiero que mi médico aquí
me lo dé. Él me lo echa en cara porque soy madre y todo eso‖.
Le aseguré que degradar a los pacientes no era parte del pro-
cedimiento. ―De hecho, una de las reglas en las que insisto es
en que los pacientes deben ser tratados con dignidad‖.
Ella me miró con un viso de sorpresa. La idea de ser tratada
con dignidad no se le había ocurrido en mucho tiempo.
Más importante, sin embargo, fue lo que el Dr. Pearlman le
dijo: ―Mira, Kathy, antes no teníamos la naltrexona y la extin-
ción. Así que usamos cualquier arma a nuestro alcance para
intentar que dejases de beber, incluso decirte que eras una
mala madre si bebías. Pero ahora tenemos una manera mejor‖.
El objetivo de este libro, al menos inicialmente, era informar a
la gente en los Estados Unidos acerca de este nuevo método.
Los países desarrollados, como Estados Unidos y Finlandia,
ciertamente se beneficiarían de ello. A la mayoría de los pa-
cientes, como el título del libro dice, les proporciona la cura
del alcoholismo. Es más seguro, más barato, más humano y
más eficaz que otros tratamientos.
Donde el método supone un mayor beneficio potencial, sin
embargo, es en los países en desarrollo.
La situación es similar a la de los teléfonos móviles. Aunque
son útiles en países como Estados Unidos y Finlandia, donde
ya existe una infraestructura de líneas fijas, lo cierto es que en
cierto modo los teléfonos fijos compiten con los móviles y
pueden obstaculizar su desarrollo. Ahora bien, donde los telé-
fonos móviles brillan de verdad es en lugares donde no hay
infraestructura, como es el caso de gran parte de África.
Los teléfonos móviles en estos lugares ofrecen la capacidad de
un ―salto tecnológico‖, conectando a las personas entre sí y con
el mundo sin tener que gastar una fortuna tendiendo cables
sobre el terreno. Permiten a los países en desarrollo saltar este
paso intermedio por completo.
Esto mismo se aplica a nuestro tratamiento. No requiere una
desintoxicación o hospitalización previas. El primer ensayo
clínico en el tratamiento de alcohólicos a nivel mundial sin
desintoxicación previa fue la que se llevó a cabo aquí en Fin-
landia: a los pacientes que ayer estaban bebiendo simplemente

xii
Prefacio
se les dice que hoy tomen naltrexona o nalmefene antes de
beber alcohol.
En una ocasión hice una presentación en un hospital de trata-
miento del alcoholismo en Virginia. El personal entendió
cómo la extinción farmacológica funciona y aceptó los resulta-
dos que les mostré, pero mencionaron un problema: ―¿Cómo
se supone que vamos a ganarnos la vida?‖ El hospital recibía
una cierta cantidad de dinero por cada alcohólico que era des-
intoxicado. ¿De dónde saldría el dinero con un tratamiento
que no requería internar a los pacientes para desintoxicarlos?
Esto puede haber sido un obstáculo para la difusión del trata-
miento en Estados Unidos y otros países desarrollados, pero es
una ventaja importante en los países en desarrollo. No han
invertido millones en construir instalaciones en donde desin-
toxicar e internar a los alcohólicos. No tienen un gran número
de personas ya capacitadas para trabajar en esas instalaciones.
Nuestro método, por lo tanto, podría proporcionar a los países
en desarrollo otro tipo de ―salto tecnológico‖ que les permitie-
se ayudar a su gente con problemas con el alcohol sin tener
que gastar una fortuna construyendo una infraestructura para
su tratamiento.
Usar el nuevo método, allí donde no se han establecido los
tratamientos tradicionales suena bien en teoría pero ¿funcio-
naría en la práctica? El Dr. Eskapa ha demostrado que es muy
probable que así fuera. Él presentó el tratamiento a los médi-
cos que trabajan con CORD en el norte de la India. El director
nacional de CORD, el Dr. Kshama Metre, me ha enviado hace
poco los resultados de sus primeros veintiocho pacientes. El
porcentaje de éxito ha sido del 75 por ciento. Esta es práctica-
mente la misma tasa de éxito que la que encontramos en nues-
tras clínicas en Finlandia y muy parecida a la de las clínicas
que utilizan el método en Florida. Por supuesto, la de la India
no deja de ser una muestra pequeña, pero no hay razón para
sospechar que el método funcione de manera diferente en
otros países. A diferencia de muchos de los tratamientos para
el alcoholismo, la extinción con naltrexona o nalmefene deber-
ía ser relativamente independiente de factores culturales.
Recientemente, describí el nuevo método desde el punto de
vista científico a un joven investigador de visita en nuestro
laboratorio en Helsinki. Fue gratificante descubrir que él
xiii
La Cura del Alcoholismo
aceptó sin dudarlo cada uno de los grandes descubrimientos y
conclusiones que conducen a la extinción farmacológica, pero
lo cierto es que no me sorprendió. Hoy en día, estos temas son
aceptados de forma general por la mayoría de los líderes en el
campo. Después de mis conferencias, a menudo me cuentan
que los médicos de élite en el tratamiento del alcoholismo sab-
ían todo esto desde el principio. El consenso durante décadas
ha sido que el alcoholismo es un trastorno de comportamiento
aprendido y que el sistema de endorfinas o sistema opioide
por lo menos jugaban un papel en el refuerzo del consumo de
alcohol. Desde hace más de un siglo se sabe que la extinción es
un mecanismo para eliminar comportamientos aprendidos. La
conclusión obvia para cualquiera que sume dos y dos es que la
naltrexona y el nalmefene podrían utilizarse para extinguir el
consumo de alcohol. No estoy seguro de por qué otros, con la
notable excepción de Abram Wikler en el campo de la adicción
a la heroína, no han informado antes del uso de la extinción en
el tratamiento de desintoxicación, pero lo más importante es
que la mayoría de los expertos hoy en día están de acuerdo con
nuestras conclusiones. Dicha aprobación en el campo puede
significar que ya ha llegado la hora de que médicos y pacientes
en general acepten, de una vez por todas, este método. La cura
del alcoholismo quizás juegue un papel fundamental en el es-
tablecimiento de esta aceptación. Y espero que, con esta acep-
tación, venga una era más ilustrada en la que verdaderamente
se curen las adicciones.

Dr. David Sinclair


Instituto Nacional de Salud Pública
Helsinki, Finlandia

xiv
Introducción

Claudia Christian
Autora de Babylon Confidential

D
e 2003 a 2009 probé todos los tratamientos disponi-
bles para el alcoholismo en el planeta. Probé rehabili-
tación, desintoxicación, hipnosis, psicoterapia, trata-
mientos vitamínicos, retiros de yoga, intervención espiritual,
AA, oración, iglesia, acupuntura, regresión a vidas pasadas,
dietas, cortar el azúcar, nutricionistas, tratamiento eléctrico de
corriente continua... en fin, se hacen a la idea.
Nada me funcionó. Me mantenía sobria por períodos que iban
de un mes a 11 meses y medio (nunca alcancé la marca del
año), y luego volvía a las andadas después de convencerme a
mí misma de que en realidad no era una alcohólica ni muchí-
simo menos, sino tan sólo una bebedora emocional. Eso es lo
traicionero de la enfermedad, que te hace pensar que si puedes
permanecer sobria durante un período de tiempo, entonces,
no eres alcohólica. Así que tomas una copa, y te sientes bien
con una, por lo que tomas dos la próxima vez, luego tres. En-
tonces, he aquí que te ves tomando un trago por la mañana
para deshacerte de la resaca, y lo siguiente que sabes, estás
tumbada en la cama desintoxicándote con alucinaciones,

xv
La Cura del Alcoholismo
echando las tripas, y llorando como un niño de 2 años. Bueno,
al menos eso es lo que yo hacía.
No me avergüenza admitir que fui alcohólica. De hecho, me
siento feliz de poder decir exactamente eso: ―Yo fui alcohólica‖
Fui alcohólica y ya no lo soy. El alcohol no dicta mi vida.
¿No sería maravilloso levantarse en una reunión de AA y gri-
tar: ―Hola, soy Bob, y yo solía ser un alcohólico‖
Usted puede decir eso ahora. El Método Sinclair cura el alco-
holismo, y yo soy la prueba viviente. Lo he seguido desde aquel
trascendental día de marzo de 2009, cuando me topé con el
libro del Dr. Roy Eskapa La cura del alcoholismo, mientras
buscaba los ingredientes de la vacuna inyectable de acción
prolongada, Vivitrol, que estaba pensando en probar. La vacu-
na cuesta 750 euros al mes, y se suponía que era para inhibir
las ansias de alcohol. Estaba deseando esa inyección, pero el
centro de desintoxicación al que insistía en llamar, por fortuna
–o el destino- nunca me devolvió las llamadas.
Compré el libro y lo leí. Entonces, copié algunos capítulos y se
lo lleve a un médico. El médico tuvo que buscar la naltrexona
en su pequeño libro negro de drogas, y se mostraba muy pre-
ocupado, por decirlo suavemente. Nunca había oído hablar del
Método Sinclair, ni había tenido ninguna experiencia con los
bloqueadores de opiáceos. Pero de mala gana me dio una rece-
ta de 15 pastillas, y el resto es historia.
Ahora puedo beber sin peligro, y todavía disfruto de una copa
de vino y socializo con amigos. No me mantengo sobria al
100%, aunque hay momentos en los que, literalmente, ―olvido‖
beber alcohol, en otras ocasiones, sin embargo, bebo más de
una copa de vino-al igual que un bebedor normal. El Método
Sinclair me ha hecho la persona que era antes de que la en-
fermedad apareciese a hurtadillas. Ya no pienso en el alcohol,
y, como no estoy obligada a seguir un programa estricto de
abstinencia, ya no me molesta estar sobria. El Método Sinclair
ha logrado lo imposible. Puedo beber, o puedo optar por no
beber. La palabra clave aquí es ―elegir‖. Tengo una elección
ahora. Yo soy libre de las cadenas de la adicción y de las cade-
nas de la abstinencia forzada.
Tengo muchos amigos que, como yo, han encontrado que a
medida que fueron creciendo, empezaron a abusar del alco-
hol. No es de extrañar que mis dos abuelos abusasen del
xvi
Introducción
alcohol en los 40; mi adicción comenzó a los treinta y mu-
chos, pero antes de eso, yo era una persona normal. No beb-
ía alcohol durante el día ni todas las noches, ni tampoco
perdía el conocimiento ni vomitaba o me envenenaba a mí
misma. Era una bebedora social moderada. Muchos de mis
amigos que notan que están en camino de convertirse en
adictos o que están seriamente abusando del alcohol, han
seguido el Método Sinclair. Todos los que han tomado la
medicación correctamente han reducido en gran medida su
consumo de alcohol: funciona.
Simplemente tienes que seguir las instrucciones, sencillas
pero fundamentales; tomar la naltrexona o nalmefene 1
hora antes de beber la primera copa en un período de 24
horas. Esta es la Regla de Oro. Puede tomar 50 mg, como
yo, o es posible que, al igual que algunas personas (un pe-
queño porcentaje), necesite 75mg. Eso lo deberían decidir
usted y su médico.
Es una excelente idea llevar un diario de consumo de alco-
hol. De hecho, creo que es imprescindible para su proceso
de recuperación, ya que realmente muestra los hechos en
blanco y negro. Para mí, la gráfica mostró un descenso radi-
cal al principio. Entonces yo permanecía sobria. Entonces,
unos meses más tarde, comencé a beber alcohol como lo
hacía a los veinte años: un poco de vino un par de veces a la
semana y sin excesos. Yo soy lo que el Dr. Eskapa llama un
―respondedor rápido‖, y me siento dichosa de que el Método
Sinclair me funcionase, literalmente, de la noche a la maña-
na. Sin embargo, para algunos de ustedes, podría llevar va-
rios meses.
Uno de mis amigos sólo vio una diferencia después de 9 me-
ses (el tiempo medio desde el inicio hasta la cura es de 3 a 4
meses), mientras que otro tuvo que subir la dosis a 75 mg y
entonces vio grandes resultados después de 6 meses de frus-
tración. Por eso debe mantener el diario para ver cómo le fun-
ciona a usted personalmente y luego ajustar las cosas si es ne-
cesario. Por favor, no cometa el error (sorprendentemente
común) de pensar, ―Oh, voy a tomar la medicación con mi
primera copa‖ o ―Oh, voy a pasar esta vez‖. Debe tomarlo una
hora antes de su primera copa durante el resto de su vida si
xvii
La Cura del Alcoholismo
continúa bebiendo alcohol. No puedo enfatizar esto lo sufi-
ciente. Siga las instrucciones ¡por favor!
No es tan difícil si se prepara un poco. Los diabéticos consi-
guen controlar su enfermedad, así que usted puede controlar
el alcoholismo. Simplemente lleve la medicación en todas par-
tes: en el coche, en su cartera, en uno de esos pastilleros tipo
llavero, en su despacho, en casa y en la casa de su mejor ami-
go. En serio. . . necesita acceder a su medicación si sabe que va
a encontrarse en una situación donde tomará una copa. Co-
nozco a un tipo que tiene un collar con una pequeña bala de
plata en el extremo que tiene dos cápsulas de naltrexona, y él
ni siquiera bebe alcohol ya. Así que, ahí lo tiene: vaya a un
médico, consiga una receta, y tome una pastilla una hora antes
de la primera copa. En pocos meses estará curado. Es así de
simple.
Si yo hubiera conocido el Método Sinclair en el año 2002,
cuando se mostraron los primeros signos de alcoholismo, me
habría ahorrado años de agonía, relaciones arruinadas, pérdi-
da de confianza, dolor físico, discordia familiar, ruina financie-
ra por los tratamientos, aumento de peso, sentimiento de cul-
pa agotador y miseria -por citar sólo algunos de los horrores
que soporté.
No podemos recuperar los años perdidos, pero podemos se-
guir adelante. Yo lo hice, y lo mismo puede hacerlo usted o
uno de sus seres queridos que sufre de alcoholismo.
En la primavera de 2009, después de curarme del alcoholis-
mo, contacté con el Dr. Eskapa a través de su editor, BenBella,
y me llevé una enorme sorpresa cuando me respondió no sólo
con celeridad, sino con el corazón y la mente abiertos y una
enorme cantidad de bondad, integridad, y pasión. Hablamos
acerca de por qué no es más conocido el Método Sinclair y lo
que podía hacer yo para ayudar. Le conté que planeaba escri-
bir un libro sobre mi viaje a través de la adicción y le pregunté
si le importaría que utilizara parte sus investigaciones en mi
libro. Él ofreció generosamente un apéndice completo, acceso
al Dr. David Sinclair (otro santo que merece el Premio Nobel
por sus incansables esfuerzos y años de trabajo duro), y co-
menzamos una amistad y una relación laboral que me ha
acompañado a través de algunos de los momentos más inspi-
radores de mi vida. Estos dos hombres están completamente
xviii
Introducción
dedicados a salvar vidas con este tratamiento milagroso, y ten-
go la intención de hacer todo lo que esté a mi alcance para
ayudar a difundir la noticia.
Mi sueño es que, algún día no muy lejano, usted oiga a alguien
en un bar o restaurante preguntar, ―¿Tomaste la pastilla?‖ O
vea a un chico joven dirigirse a un nuevo amigo en un club y
decir: ―¡Oh! ¿Sigues el Método Sinclair? ¡Yo también!‖
Ese es mi sueño: un mundo donde la gente ya no sufra esta
terrible enfermedad. Un mundo donde las familias se reúnan
con sus seres queridos, donde los niños ya no sufran abusos a
manos de un alcohólico, y donde la juventud y la belleza y el
talento y la inteligencia no se desperdicien en el abuso y la
adicción. Un mundo donde los accidentes de tráfico se reduz-
can a la mitad, las facturas médicas se rompan en pedazos, y el
coste social del alcoholismo se limite a una cantidad irrisoria.
Ese es mi sueño, y deseo que usted, querido lector, ayude a
lograr ese sueño.
Les deseo salud y felicidad y liberarse de la adicción. Yo lo
hice, y usted también puede.

Claudia Christian
5 de enero de 2012
Hollywood, California

xix
SECCIÓN Alcoholismo:
UNO ¿Quién dice
Que es Incurable?
1
Iníciese usted mismo
En la Cura

L
a Cura del Alcoholismo pretende ser una guía para en-
tender cómo funciona el Método Sinclair, así como sus
complejidades y sutilezas. Es un tratamiento científica-
mente demostrado que, por primera vez en la historia, cura
realmente la adicción al alcohol. Docenas de estudios clínicos
demuestran que el Método Sinclair cura la adicción al alcohol.
Las tasas de éxito en las clínicas son del 78 por ciento o más.
Por el contrario, los métodos actuales de rehabilitación pre-
sentan tasas de éxito de alrededor del 10-15 por ciento, según
el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo
(NIAAA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El título del libro, La Cura del Alcoholismo: Bebe hasta la so-
briedad Sin Fuerza de Voluntad, Abstinencia, o Malestar, va
en serio.
La adicción al alcohol ahora puede curarse, y no a través de la
abstinencia, sino tomando siempre un medicamento llamado

Esta cifra se basa en las tasas de éxito en clínicas de Finlandia y Flori-
da.
1
La Cura del Alcoholismo
naltrexona una hora antes de beber alcohol. La naltrexona no
es adictiva y rara vez produce efectos secundarios.
La reducción en la ansiedad y el consumo de alcohol es pro-
gresiva. Los beneficios se pueden ver en apenas diez días des-
pués de la primera toma, pero los efectos son tres veces más
potentes en tres o cuatro meses. Para entonces, sus ansias de
alcohol habrán disminuido tanto que ya no estará obsesionado
con el alcohol. Algunas personas optarán por dejar de beber
por completo, mientras que otros continuarán bebiendo de
forma segura y controlable. Los beneficios continúan aumen-
tando indefinidamente, siempre y cuando usted tome la nal-
trexona cada vez que beba alcohol, si es que lo hace.
Desde principios de la década de los 90, el Método Sinclair ha
curado a miles de pacientes, muchos de ellos considerados
casos perdidos. El tratamiento se apoya en más de setenta en-
sayos clínicos publicados, que se analizan más adelante en el
libro. Los primeros ensayos clínicos con naltrexona para el
alcoholismo, realizados en la Universidades de Pennsylvania y
Yale, incluían un asesoramiento extenso y, en consecuencia,
cuando la FDA aprobó el uso de la naltrexona en el año 1994,
se estipuló que el medicamento debía ser utilizado como parte
de un amplio programa de tratamiento del alcoholismo. En
mayo de 2006, el Journal of the American Medical Associa-
tion publicó los resultados del proyecto COMBINE con 1.383
pacientes, convirtiéndolo en el estudio más grande en la histo-
ria de la adicción al alcohol.1 Los resultados demostraron una
vez más que la naltrexona es segura y eficaz, pero mostraron
también que lun asesoramiento extenso no era necesario. Co-
mo resultado de este estudio, la naltrexona ya no es sólo para
grandes clínicas especializadas en problemas de alcohol, sino
que cualquier médico con licencia puede éticamente y de for-
ma segura recetar naltrexona para tratar problemas con el al-
cohol.
Uno de los objetivos de este libro es proporcionar a los médi-
cos y sus pacientes la información que necesitan para poder
utilizar correctamente la naltrexona. Los ensayos clínicos han
demostrado claramente que la naltrexona sólo funciona cuan-
do se usa de una manera particular, y no es la forma en la que
la mayoría de los médicos lo haría intuitivamente. Si quiere
que sus pacientes dejen de beber, les dice ―no beba‖, les da
2
Iníciese Usted Mismo en la Cura
tanto apoyo como sea posible para que mantengan la absti-
nencia, y luego les dice que tomen el medicamento. Esa es la
solución intuitiva.
Es más, esa es la manera en que los médicos han dado Anta-
buseR, el único medicamento previamente aprobado para el
tratamiento del alcoholismo. Los ensayos clínicos en Finlandia
y Estados Unidos han demostrado que la naltrexona no es efi-
caz cuando se usa de esta manera. Los ensayos demostraron
que la naltrexona sólo funcionaba cuando se tomaba al mismo
tiempo que se consumía alcohol.
Hasta ahora, la mayoría de médicos y expertos en adicciones
no eran conscientes de que para curar el alcoholismo, uno tie-
ne que beber alcohol mientras la naltrexona está en el torrente
sanguíneo. ¿Cómo, se preguntan, puede ser ético permitir a los
alcohólicos que sigan bebiendo? Incluso si el consumo se con-
trola y se combina con una medicación especial, ¿cómo puede
producir una cura?
En Estados Unidos, una nación con una tradición de templan-
za tan asentada que en una ocasión promulgó la Ley Seca, la
idea puede parecer una barbaridad. En particular, se opone a
las nociones culturales de que la única respuesta al alcoholis-
mo es la abstinencia de por vida.
La Cura requiere un conocimiento básico de tres conceptos
clave descubiertos por David Sinclair:
1. El Efecto de Privación de Alcohol- explica cómo la abs-
tinencia conduce a un aumento progresivo en el deseo y, fi-
nalmente, a una recaída en el consumo excesivo de alcohol y
por qué la adicción nunca antes había sido curable.
2. Extinción Farmacológica- El probado Método Sinclair
para la eliminación de la adicción.
3. Aprendizaje Potenciado Farmacológicamente- para
el fortalecimiento de conductas saludables alternativas.

La Cura del Alcoholismo puede enfurecer a la industria de


rehabilitación del alcohol valorada en más de 4600 millones
de euros y a todas aquellas personas que se oponen, en princi-
pio, a la medicación porque están ideológicamente ligadas a
una filosofía de la abstinencia. A pesar de que Finlandia ha
utilizado rutinariamente el método para tratar con éxito a
unos setenta mil pacientes, el tratamiento sigue siendo mayo-
3
La Cura del Alcoholismo
ritariamente desconocido en los Estados Unidos, gran parte de
Europa y Japón. La Cura del Alcoholismo pretende cambiar
esta situación y, sobre todo, salvar vidas.

Alcohólicos Anónimos y el Método Sinclair


El término ―cura‖ no se usa a la ligera o sin una profunda con-
sideración. El método Sinclair equivale a una cura porque re-
almente restaura el cerebro a un estado en el que el deseo y el
interés por el alcohol son similares a como estaban antes de
que el alcoholismo fuese aprendido.
Bill Wilson fundó Alcohólicos Anónimos (AA) en 1934, sesenta
años antes de que la naltrexona fuese aprobada por la FDA en
1994. AA no es una cura y nunca ha pretendido serlo, sino que
afirma que quienes siguen su programa siguen siendo alcohó-
licos. Desde la perspectiva de AA, sin embargo, todo lo que
puede salvar a la gente de los estragos de la adicción al alcohol
vale la pena, incluso si esto significa que los pacientes contin-
úen bebiendo a un nivel médicamente seguro.
Alan Franks, un periodista del Sunday Times Magazine (Lon-
dres), tras llegar a Finlandia para entrevistar al Dr. Sinclair,
escribió que AA y el método Sinclair ―podrían ser incluso más
complementarios de lo que Sinclair estaba sugiriendo‖.
Muchos de los primeros médicos y clínicos que utilizaron el
Método Sinclair eran precisamente miembros de AA. Se hab-
ían sentido frustrados porque Los Doce Pasos de AA no fun-
cionaban para muchos de sus pacientes, pero ahora, con la
extinción farmacológica, eran capaces de ayudar a la práctica
totalidad de sus pacientes.

Antabuse y el Método Sinclair


Disulfiram o Antabuse fue pensado inicialmente como una
manera excelente y lógica de tratar la adicción al alcohol. An-
tabuse es un medicamento que se da a los alcohólicos en fase
de recuperación para ayudarles a abstenerse de beber alcohol.
Si alguien bebe alcohol mientras esté tomando este medica-
mento, rápidamente sufrirá una reacción grave, desagradable
y potencialmente peligrosa. Se pensaba que el conocimiento de
este hecho podría ayudar a que la gente dejase de beber, pero
este tratamiento es un fracaso estrepitoso. Es el equivalente a
encerrar a un paciente en una prisión o institución mental
4
Iníciese Usted Mismo en la Cura
donde no hay alcohol disponible. La abstinencia forzada pro-
duce el Efecto de Privación de Alcohol (que se examina en el
capítulo 2), que aumenta el ansia por consumir alcohol. De
hecho, los estudios en animales han demostrado que el disulfi-
ram y medicamentos similares aumentan el ansia por consu-
mir alcohol aún más que la abstinencia sola. Por lo tanto, aun-
que la mayoría de los pacientes no pueden beber alcohol mien-
tras toman disulfiram, desarrollan una gran ansiedad por des-
hacerse de los medicamentos y comenzar a beber de nuevo.
Esa ansiedad induce a la gente a dejar de tomar Antabuse, pa-
ra poder volver a beber alcohol. Hay casos de alcohólicos que
se rajan los brazos o el abdomen para extraer las cápsulas de
liberación prolongada con el fin de tener libertad para empe-
zar a beber.
Antabuse, por lo tanto, no es una cura, ya que no consigue
eliminar la base del alcoholismo, como lo demuestra el hecho
de que no consigue reducir la ansiedad. Al contrario, En su
lugar, Antabuse realmente lleva a un aumento de la ansiedad.
Intenta establecer una barrera lógica contra el consumo: a los
pacientes se les dice que sentirán muchas náuseas e incluso
que pueden morir si consumen alcohol mientras lo toman, por
lo que lógicamente los pacientes deben abstenerse. Desafortu-
nadamente, el abuso de alcohol no es un comportamiento lógi-
co.
El Método Sinclair elimina los cambios neuronales que han
causado el alcoholismo: las rutas neuronales excesivamente
fortalecidas que se han desarrollado en el cerebro, causando
ansia de alcohol y un consumo excesivo del mismo.

Cómo ―Descubrí‖ el Método Sinclair


A principios de los 90, empecé a buscar un tratamiento efecti-
vo en nombre de un querido amigo de la infancia que llevaba
luchando contra una adicción severa al alcohol desde los vein-
te años. Mi formación como psicólogo clínico en California me
había proporcionado una mera introducción a la adicción.
Tradicionalmente se pensaba que la adicción era virtualmente
imposible de tratar y, a menos que fueras un experto, lo mejor
era referir a los pacientes con trastornos adictivos a Alcohóli-
cos Anónimos (AA) y atención especializada.

5
La Cura del Alcoholismo
Como estudiante de postgrado en psicología clínica, se me exi-
gió asistir a reuniones de Alcohólicos, Narcóticos o Jugadores
Anónimos en calidad de observador. Me quedé impresionado
por los extraordinarios esfuerzos que los adictos hacen para
conseguir un chute, ya fuese de alcohol, de heroína, o de jue-
gos de azar. Tras numerosas sesiones en calidad de observador
en una clínica pionera en el tratamiento de adicciones, decidí
no trabajar profesionalmente con adictos. Sin embargo, varios
años después de doctorarme en psicología, me topé con la
adicción de mi amigo al alcohol. Empecé a buscar ayuda.
Después de varios intentos fallidos y largas búsquedas, en-
contré al Dr. Sinclair y su equipo de investigación en Finlan-
dia. Sinclair aseguraba que podía curar la adicción al alcohol.
Adicción es una conducta aprendida que se ha visto reforzada
con tanta frecuencia y con tanta fuerza que la persona adicta
no es capaz de controlarla. El consumo de alcohol ocasiona
refuerzo y es aprendido a través de ese refuerzo.2
Al principio, cuando Sinclair me dijo que el alcohol produce
refuerzo en el cerebro por el mismo sistema que la morfina (un
opiáceo), pensé que sus afirmaciones eran extraordinarias;
pero me mostró el fruto de su investigación, que había iniciado
años antes en su tesis doctoral y que luego acabaría publican-
do en la prestigiosa revista científica Nature3 -que la morfina
actúa como una droga sustitutiva del alcohol. Esto sucede por-
que el alcohol libera endorfinas que se unen a los mismos re-
ceptores de opioides en el cerebro a los que se unen la morfina
y otros opiáceos.
Durante mi visita al laboratorio de Sinclair en Helsinki, vi las
imágenes y los gráficos que muestran cómo se aprende el al-
coholismo mediante el fortalecimiento de rutas en el cerebro, y
cómo, una vez aprendido, estas rutas que causan ansiedad y
consumo siguen siendo poderosas y capaces de dominar otros
comportamientos para toda la vida. Esta es la base del precep-
to de AA de que una vez que uno se vuelve alcohólico, lo es
para siempre. La abstinencia del alcohol no eliminaba el alco-
holismo, sino que, como Sinclair me mostró, sensibilizaba más
las rutas, haciendo que la persona ansiara alcohol más que
nunca. ―La adicción no sucede de la noche a la mañana‖, ex-
plicó Sinclair. ―Se necesita tiempo y práctica para aprenderla.
Para cuando ha echado raíces, todos los métodos convenciona-
6
Iníciese Usted Mismo en la Cura
les únicamente pueden intentar superar la adicción, cada vez
más fuerte, como si intentasen parar el reflejo de levantar la
rodilla con la mera fuerza de voluntad, pero no pueden elimi-
nar la causa de la bebida y se revelan prácticamente inútiles
para combatir la adicción al alcohol‖.
Sólo hay una manera conocida, dijo Sinclair, de revertir los
cambios causados por el aprendizaje. El sistema nervioso tiene
un mecanismo llamado extinción para debilitar comporta-
mientos aprendidos previamente. ―La extinción es la goma de
borrar del cerebro para eliminar los comportamientos que ya
no producen el refuerzo esperado‖. La extinción comienza
cuando una persona hace algo que solía provocar refuerzo,
pero ahora, por alguna razón, el refuerzo está bloqueado. En el
caso de la bebida, el refuerzo puede ser prevenido por medi-
camentos, como la naltrexona, que bloquean los receptores de
endorfinas. ―La persona bebe, y las endorfinas se liberan, pero
las endorfinas sólo rebotan en los receptores que están blo-
queados con naltrexona‖. El sistema nervioso reacciona debili-
tando las conexiones neuronales que causan ansiedad y con-
sumo de alcohol.
Sinclair me mostró gráficos que demuestran cómo el ansia de
beber alcohol y el consumo disminuían gradualmente con el
paso de los meses en los pacientes que siempre tomaban la
naltrexona antes de beber.4 Los gráficos también mostraban
cómo la administración de naltrexona sin beber alcohol no
tenía efecto sobre la adicción.5
¡Los pacientes tenían que beber alcohol para obtener algún
beneficio de la medicación! Sinclair me dio varias de sus pu-
blicaciones y me explicó cómo el alcohol provoca la liberación
de endorfinas –los opiáceos producidos de forma natural por
el cuerpo- en el cerebro cada vez que bebemos alcohol. Las
endorfinas son ―hormonas locales‖ opiáceas o morfínicas que
proporcionan un acceso directo al aprendizaje. Por ejemplo,
los animales pueden aprender a conseguir comida por el lento
refuerzo proporcionado después de la digestión de la comida y
la supresión del hambre, pero las endorfinas proporcionan
una manera más rápida y precisa. Por ejemplo, tan pronto
como usted muerde una manzana madura, el sabor dulce pro-
voca una liberación de endorfinas, lo que proporciona un re-
fuerzo rápido. Nuestro cerebro utiliza este acceso directo para
7
La Cura del Alcoholismo
reforzar muchos comportamientos; las endorfinas se liberan
cuando hacemos ejercicio vigorosamente, tenemos relaciones
sexuales, degustamos alimentos dulces y picantes, cogemos en
brazos a bebés o a lindos animalitos, hacemos apuestas, vamos
de compras o probamos actividades de riesgo. Las endorfinas
también sirven como ―analgésicos naturales‖; por ejemplo, los
niveles de endorfinas de las mujeres aumentan cuando dan a
luz.

Mi Encuentro Personal con el Alcoholismo


La mayoría de nosotros conocemos de cerca al menos a una
persona adicta al alcohol. En mi caso, se trataba de un amigo
de la infancia, James. Era un hombre muy querido, de gran
éxito y carisma que mostraba una increíble fuerza de voluntad
-y sentido del humor- contra su ansia por el alcohol. Con los
años, él mismo se internó en un buen número de clínicas de
prestigio para tratar su adicción. Cuando recaía, volvía a ceñir-
se la armadura con valentía y alegría para volver a intentarlo.
Su objetivo siempre fue la abstinencia. Llevaba el libro de AA
Doce Pasos y Doce Tradiciones con él dondequiera que iba
por todo el mundo.6 La inscripción en su libro dice: ―James,
espera un milagro. Con cariño, Jane‖. Él atendía diligentemen-
te reuniones de AA sin importarle en qué lugar del mundo lo
conducían la vida y sus negocios.
Recuerdo a su tío contándome con lágrimas en los ojos que él
había llevado a James a una clínica donde se le colocó un im-
plante de Antabus. Ambos creían que el implante podría ayu-
dar, pues al encerrarlo en una ―cárcel química‖, se vería físi-
camente imposibilitado para beber alcohol.
Bebió con el implante. Luego probó un terapeuta famoso en
Londres, de quien se decía que tenía ―un toque especial con los
adictos‖.
Cuando eso no funcionó, se convirtió en un paciente interno
en la renombrada clínica de rehabilitación Father Martin Ash-
ley en Maryland.
Mi amigo recurrió a médicos alternativos, sacerdotes e incluso
místicos. Imploró a Dios que interviniese en su favor, y él si-
guió haciendo un esfuerzo valiente y gallardo en su lucha con-
tra el alcohol.

8
Iníciese Usted Mismo en la Cura
Su familia y sus amigos intentaron de muchas maneras dife-
rentes con la misma fuerza continuar ayudándole. Mucha gen-
te, incluyendo desconocidos, rezó por él. Él se suplicó a sí
mismo dejar de beber, llegando incluso a contratar un asisten-
te personal que le impedía físicamente conseguir alcohol.
Aunque ciertamente él no ―elegía‖ seguir bebiendo -como al-
gunos expertos en adicciones dirían- el ansia acabó ganando
venciendo. En la plenitud de su vida y después de una magní-
fica lucha, perdió esta batalla agónica contra la botella. Murió
a la edad de treinta y cinco años. Nadie se imaginaba que esto
pasaría.

Mi contribución a la lucha de James


En junio de 1995, seis meses antes de su muerte, visité a Ja-
mes para discutir ―mi descubrimiento‖ de la poco conocida
cura de Sinclair para la adicción al alcohol.
En ese momento, se estaba recuperando de una lesión grave
en la pierna que había sufrido en un accidente automovilístico
relacionado con el alcohol; yo podía ver los brillantes tornillos
de titanio que sobresalían de su pierna.
―Es un nuevo tratamiento‖, le dije. ―Tienes que tomar nal-
trexona, que acaba de ser aprobada por la FDA. El medica-
mento bloqueará los descargas eléctricas de refuerzo que tu
cerebro recibe de las endorfinas liberadas cada vez que bebes.
De hecho, puede que te sorprenda oír esto - y hasta puede que
te alegre-, pero en realidad tienes que seguir bebiendo cuando
tomes este medicamento. Sin prisa pero sin pausa, cada copa
que bebas mientras tomas este medicamento será ―una buena
medicina para ti‖. Sinclair ha puesto en práctica sus teorías -y
ahora están consiguiendo resultados increíbles en desintoxica-
ción. El tratamiento parece que realmente está revertiendo o
borrando la adicción en el cerebro‖.
Todavía puedo ver la esperanza y calidez en sus ojos. Miró a lo
lejos y pensó en lo que le había dicho. Mucha gente se le había
acercado antes. Se le habían ofrecido todo tipo de soluciones,
pociones, oraciones. Doctores bienintencionados le habían
ofrecido sus consejos.
Todo el mundo era un experto. Me miró directamente y dijo
simplemente: ―No tiene sentido. Me gustaría probarlo‖. Pero
James murió de un repentino paro cardíaco después de una
9
La Cura del Alcoholismo
sesión de consumo excesivo de alcohol –algo nada raro en al-
cohólicos avanzados- antes de que pudiera comenzar el trata-
miento.
¡Cómo me gustaría haber sabido lo eficaz que verdaderamente
es la naltrexona con la extinción farmacológica -la Cura. A ve-
ces siento que de alguna manera, si yo hubiera sido más insis-
tente, no sólo con James, sino con su familia y sus médicos,
aún seguiría vivo. Pero iba en contra de la sabiduría conven-
cional de nuestra época: practicar la abstinencia.
La fórmula de Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura pa-
recía totalmente descabellada y, a la vez, inaceptable para mu-
cha gente - incluyendo su familia.
Acaban de cumplirse doce años desde que James murió. Me
resulta irónico y personalmente trágico estar escribiendo esto
en la que todavía se conoce como ―la habitación de James‖.
Ubicada en la parte superior de una casa casi demolida en su
tiempo por las bombas alemanas durante la Segunda Guerra
Mundial, tiene una hermosa vista sobre una verde plaza de
Londres con árboles magníficos por todos lados. Las rosas del
jardín ahora llevan el nombre de James. Ahora sé con una cer-
teza de la que carecía en aquel momento que, si él se hubiese
aprovechado del descubrimiento de Sinclair–Naltrexona +
Consumo de Alcohol = Cura- aún estaría disfrutando de esta
habitación. Antes de convertirse en presa de la trampa del al-
coholismo, era un hombre con tal sentido del humor y tanta
vitalidad que una vez, después de una fuerte nevada, salió co-
rriendo a la plaza con su raqueta de tenis y la usó para escribir
―Te quiero, Mamá‖ en la nieve. Esa imagen se mantiene fresca
en la cabeza de su madre.
Escribí este libro para James y para todos los otros amigos,
hermanos, madres y padres que pueden beneficiarse de la Cu-
ra.
La prueba está en los ensayos científicos y en relatos persona-
les: Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura. El siguiente
capítulo trata de los antecedentes y las ideas en que se basa la
Cura. (Por favor, consulte www.TheCureForAlcoholism.com
para actualizaciones y ayuda en línea.)

10
2
La Génesis de la
Cura del Alcoholismo

Ningún gran descubrimiento se hizo nunca


sin una conjetura audaz.
ISAAC NEWTON (1642−1727)

P
uedo dejar de fumar cuando quiera. No soy adicto; me
gusta beber. ¿Cuántas veces ha dicho estas palabras, ya
sea a usted mismo o a los que le rodean? Bueno, puede
que no sea adicto, pero tampoco puede dejar de beber alcohol.
Está en algún punto intermedio. Usted sabe que beber dema-
siado alcohol es peligroso para su salud, es consciente de que a
veces bebe demasiado y dice cosas que desearía no haber di-
cho, y sabe que las resacas empeoran.
Pero también sabe que dejarlo ―de golpe‖ y nunca beber de
nuevo sería demasiado difícil para usted; piensa que sería una
pesadilla. No cree que haya otro camino. Siga leyendo.
Sinclair Descubre Qué Impulsa al Alcoholismo
¿Quién iba a pensar que un niño pequeño del que se burlaban
en un autobús escolar en Virginia Occidental por tener un im-
pedimento del habla iba a descifrar un día el código responsa-
11
La Cura del Alcoholismo
ble de una adicción desconcertante que, según la Organización
Mundial de la Salud, mata a 1,8 millones de personas cada
año?
Cuando la mayoría de la gente no podía entender lo que decía,
las actividades del ―cerebro derecho‖ (―Right brain‖) de Sin-
clair estaban avanzadas. Sus dibujos eran similares a los crea-
dos por los estudiantes que le doblaban la edad. A los once
años, fue aceptado en las clases de arte de la universidad local.
El director de su escuela lo nombró el ―artista oficial de la Es-
cuela‖, sobre todo para animarlo a quedarse y por lo menos
aprender a leer y escribir. Con su especial aptitud para los
conceptos visuales y espaciales, comenzó a ponerse al día
académicamente y finalmente se graduó junto a los de su
promoción. También superó su problema del habla y en la ac-
tualidad es conocido por su capacidad de hablar con elocuen-
cia acerca de ideas abstractas.
Sinclair posteriormente obtuvo becas para estudiar física en el
Instituto Carnegie de Tecnología en Pennsylvania en 1961. En
ese momento, Carnegie tenía uno de los primeros ordenado-
res, el Bendix G-20, equipado con 32.000 tubos de vacío. Esa
es aproximadamente la mitad de la capacidad de mi teléfono
celular, pero era una maravilla para su época; la experiencia de
Sinclair con él tuvo una profunda influencia en su trabajo pos-
terior en neurociencia.
Cuando usted programa un ordenador, no basta con dibujar
en un recuadro negro etiquetado recompensa o castigo; tiene
que describir exactamente cómo funciona el proceso. Por otra
parte, observar el complejo ―comportamiento‖ que el G-20 era
capaz de producir con simples cables y tubos de vacío llevó a
Sinclair a sospechar que tal vez sería posible entender la base
física de nuestro propio comportamiento humano.
El interés de Sinclair por el comportamiento le llevó a la inves-
tigación del alcohol, primero en la Universidad de Cincinnati y
luego en la Universidad de Oregón.

12
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Un factor importante, aunque esencialmente accidental, fue su
descubrimiento del Efecto de Privación de Alcohol (EPA).7 El
EPA resultó ser el primer paso para descifrar el código de la
adicción al alcohol. El Dr. R. J. Senter de la Universidad de
Cincinnati tenía una beca para investigar el alcohol y contrató
a Sinclair como un entusiasta estudiante de licenciatura en el
año 1964 para ayudar a cuidar las ratas de laboratorio. La cre-
encia generalizada en ese momento era que a las ratas y otros
animales no les gustaba el alcohol y, por lo tanto, no eran rele-
vantes para el estudio del alcoholismo humano. Y eso fue pre-
cisamente lo que estaban comprobando en Cincinnati. Las
ratas tenían la opción de dos botellas de las que poder beber,
una llena de agua y la otra con una solución de alcohol. Alre-
dedor del 70 por ciento del líquido que bebían las ratas estaba
en la botella de agua y sólo alrededor del 30 por ciento en la
botella de alcohol. Las ratas parecían preferir agua al alcohol.
Sinclair tenía una idea para un experimento y le preguntó a
Senter si podía utilizar algunas ratas. Senter aceptó, pero le
dijo que tendría que utilizar animales que hubieran sido utili-
zados como controles en un estudio anterior porque no había
fondos para más animales. En el experimento anterior, a las
ratas se les había estado dando a elegir entre agua y alcohol
durante varias semanas. Al final de ese experimento, se dejó a
las ratas en sus jaulas durante unas pocas semanas con acceso
libre a comida y agua pero no a alcohol. Fue entonces cuando
Sinclair hizo por primera vez una observación casual que
tendría consecuencias importantes en la investigación de las
causas y en la eventual solución del alcoholismo en los seres
humanos. Deliberar una forma completamente nueva de en-
tender los mecanismos que impulsan la adicción, debe haber
venido como una revelación tan audaz como la de Isaac New-
ton cuando vio una manzana caer de un árbol -una observa-
ción que se dice que ha impulsado la creación de la teoría de la
gravitación universal en la física newtoniana. Sinclair relata lo
que sucedió:
13
La Cura del Alcoholismo
Así, a media tarde, cuando las ratas normalmente dormían,
me fui a la sala de las ratas y empecé a poner de nuevo botellas
de alcohol en las jaulas. Para mi gran sorpresa, las ratas se
despertaron de inmediato, fueron a la parte delantera de la
jaula, y comenzaron a beber la solución de alcohol con ganas.
No prestaron atención a la botella de agua de al lado. Su prefe-
rencia por el alcohol poco a poco volvió a niveles normales
durante la semana siguiente, pero después de haber visto el
alto nivel de consumo cuando volvieron a acceder al alcohol,
yo no podía dudar de que esas ratas hubieran mostrado una
alta motivación por el alcohol. (Sinclair, 1997)8
El Efecto de Privación de Alcohol (EPA) resultó ser uno de los
factores más sólidos y poderosos que controlan el consumo de
alcohol.
Hoy, cuarenta años después, sigue siendo uno de los efectos
más estudiados en la investigación del alcohol. Los datos de
estos experimentos demostraron de forma concluyente que la
abstinencia del alcohol en ratas que ya estaban acostumbradas
a beber aumenta su motivación para el alcohol. Esto ocurre no
sólo en ratas y otros animales, sino también en personas. La
implicación era que cuanto más se prive a un alcohólico de
alcohol, con más ansia lo anhelará.
Desde la publicación en 1968 del artículo que describe el Efec-
to de Privación de Alcohol , ha sido reconocido como funda-
mental para comprender por qué el alcoholismo y otras mu-
chas adicciones se convierten en patologías crónicas. Para es-
tablecer el deseo de alcohol, es necesario primero beber alco-
hol repetidamente durante un tiempo prolongado -en el caso
de las ratas, durante varias semanas. Después de eso, como T-
K Li, el director del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alco-
hol y Alcoholismo (INAAA), ha dicho, la motivación por el al-
cohol es una simple cuestión de programación. Es similar a la
motivación por la comida y el agua. Si quieres estudiar el
hambre, no lo buscas inmediatamente después de la comida
de Acción de Gracias. Observas a personas que han pasado
14
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
muchas horas o días sin comer. Del mismo modo, si usted
quiere ver una alta motivación por el alcohol, tiene que estu-
diar a las ratas o las personas que han sido privadas de él du-
rante semanas.
La motivación por el alcohol se ve con mayor claridad nada
más devolverlo. No puedo decir que las ratas se estén murien-
do por una bebida, pero en cuanto se vuelve a abrir el bar al
reponer las botellas de alcohol en sus jaulas, empiezan a beber
de nuevo inmediatamente y con ansia La tasa de consumo de
alcohol durante los primeros minutos después del final de la
privación es quince veces superior a la tasa diaria observada
sin privaciones.
Una vez que el consumo excesivo de alcohol inicial en ratas
alcohólicas que han sido previamente privadas de éste ha se-
guido su curso, vuelven a sus niveles de consumo anteriores.
El Efecto de Privación de Alcohol (Figura 1) se ve no sólo en
animales sino también en humanos alcohólicos. Las curvas
muestran cómo el deseo aumenta con el tiempo si los alcohóli-
cos -ratas o humanos- se ven privados de alcohol; y cómo se
dan un atracón cuando recuperan el acceso al mismo.

15
La Cura del Alcoholismo

Figura 1. (Sinclair, JD. PowerPoint presentations, Finnish National


Public Health Institute, 1997– 2008). Los datos originales provienen de
estudios publicados por Sinclair and Senter.10, 11

El EPA tiene implicaciones profundas en el tratamiento. El


tratamiento típico en el alcoholismo ha sido desintoxicación
seguida de semanas de abstinencia forzosa. El EPA sugiere por
qué la abstinencia forzada no es un tratamiento efectivo. No
cura el alcoholismo, sino que, en realidad, causa un aumento
en el ansia de alcohol que ayuda a producir recaídas.
Recientemente, en el Instituto Nacional sobre el Abuso de
Drogas (NIDA), se ha descubierto un efecto de la cocaína que
es similar al EPA; su director, Nora D. Volcó, ha señalado que
sugiere que el internamiento por sí solo no es un tratamiento
adecuado para el abuso de cocaína. El EPA explica cómo los
alcohólicos ya adictos ansían alcohol cada vez más cuando se
abstienen de consumir alcohol durante un período de tiempo.
La privación o abstinencia puede ser resultado del encarcela-
miento u hospitalización. Muchas veces, la privación es auto-
16
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
impuesta a través de métodos basados en la abstinencia o ba-
sados en la fe como Alcohólicos Anónimos, que anima a los
participantes a utilizar un Poder Superior que les ayude a
mantenerse sobrio ―un día a la vez‖. Otras terapias también se
basan en la abstinencia y el uso de la fuerza de voluntad para
mantenerse sobrio. Los experimentos de Sinclair y la investi-
gación subsiguiente sobre el EPA prueban que la abstinencia
no elimina el ansia de alcohol y, por lo tanto, por qué la absti-
nencia no es un tratamiento exitoso para la gran mayoría de
las personas.
El EPA también tiene importantes implicaciones teóricas en
las causas de la adicción. En los días es que el EPA fue descu-
bierto, prevalecía la opinión de que el alcoholismo era causado
por la dependencia fisiológica al alcohol. Ya estaba claro para
los expertos de la época que el abuso del alcohol no puede ser
explicado por el placer producido por el alcohol. La mayoría de
los alcohólicos manifiestan que sienten muy poco o ningún
placer. Tal vez el consumo de alcohol hubiera sido agradable
alguna vez, pero no cuando se alcanzó la etapa de alcoholismo
-claramente, cualquier remanente de placer que aún quedase
era insuficiente para contrarrestar todo el dolor y sufrimiento
que sabían que su consumo de alcohol estaba causando. Sin
embargo, una vez adictos, continuaban bebiendo.
Para explicar esta discrepancia, desarrollaron la idea de que la
razón por la que los alcohólicos bebían era para prevenir o
detener los efectos desagradables de la abstinencia del alcohol.
Esta hipótesis produjo la confusión semántica que aún tene-
mos hoy en día: el alcoholismo se llama ―dependencia del al-
cohol‖, pero eso no significa que el alcoholismo es una simple
dependencia fisiológica producida por el cuerpo cuando se
adapta a la presencia prolongada de alcohol. Esta hipótesis
también fue una de las justificaciones para el tratamiento
habitual. Se suponía que una vez que los alcohólicos habían
pasado por el doloroso proceso de abstinencia -habían sido
sometidos a la desintoxicación- se habría eliminado la razón
17
La Cura del Alcoholismo
principal para beber. En efecto, si la dependencia del alcohol
(o sea, el alcoholismo) estaba causada por la dependencia del
alcohol (es decir, la dependencia fisiológica producida por la
adaptación), la desintoxicación habría sido la cura.
El EPA mostró que la dependencia fisiológica no es una moti-
vación importante para beber. La simple dependencia fisioló-
gica se invierte en sólo unos días de abstinencia. La motiva-
ción por el alcohol en los animales que han aprendido a beber
alcohol, sin embargo, no desaparece cuando se elimina la de-
pendencia, sino que, al contrario, aumenta. Es más, el marco
temporal de dicho aumento no coincide con el marco temporal
de la abstinencia.
Otro factor a menudo asociado con el alcoholismo (y de hecho
considerado como uno de los criterios del alcoholismo) es un
aumento de la tolerancia para el alcohol. A veces se adelantó la
idea de que los alcohólicos bebían mucho simplemente porque
podían hacerlo; tenían una tolerancia tan alta que podían be-
ber grandes cantidades antes de mostrar intoxicación. El EPA
es contrario a esta idea. La tolerancia -la capacidad de consu-
mir mayores cantidades de alcohol-, como la dependencia,
disminuye durante la abstinencia. Pero el deseo no disminuye
durante meses o años, como uno podría suponer teniendo en
cuenta que tanto la dependencia física como la tolerancia dis-
minuyen después de unas semanas de abstinencia.
El sentido común también parece indicar que si se quiere evi-
tar que alguien beba, lo mejor es aislarlo en un lugar donde no
haya alcohol. Sobre la base de las hipótesis anteriores sobre la
dependencia y la tolerancia y el sentido común, este ha sido el
tratamiento habitual para el alcoholismo. Sin embargo, el sen-
tido común no es aplicable aquí. De hecho, privar a los alcohó-
licos no hace sino aumentar su deseo de alcohol o su necesidad
de beber. La desintoxicación mediante el aislamiento en una
instalación libre de alcohol puede prevenir el consumo de al-
cohol mientras se está allí, pero al salir, y especialmente cuan-
do se encuentran factores desencadenantes repentinos y brus-
18
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
cos, como situaciones de estrés o el hecho de pasar por delante
de su bar favorito- lleva a los adictos invariablemente a recaer.

Extinción Farmacológica - Cómo Se Descubrió La Cu-


ra del Alcoholismo
A finales de los 60, Sinclair ya había establecido el Efecto de
Privación de Alcohol como un motor fundamental en la adic-
ción al alcohol.
Para llevar adelante su investigación, tenía que usar ratas AL-
KO Alcohol (o AA) criadas especialmente, que habían sido
predispuestas genéticamente al alcoholismo. Esta línea de ra-
tas fue desarrollada en los Laboratorios Alko, en Finlandia, las
mejores instalaciones del mundo para el estudio del alco-
holismo. Los laboratorios Alko eran parte del monopolio na-
cional del alcohol, que había destinado un inmenso presupues-
to –proveniente, irónicamente, de los impuestos sobre el alco-
hol- a la investigación ―para reducir el daño causado por el
alcohol‖.
En ese momento, las instalaciones de Alko en Helsinki se en-
contraban en un gran edificio con vistas al gélido mar Báltico,
blanco en invierno y de aguas cristalinas en verano. Los vinos
y otras importaciones llegaban al sótano; en el nivel medio, se
exportaba vodka, con ejecutivos elegantemente vestidos traba-
jando en minimalistas oficinas escandinavas. El laboratorio de
Sinclair, junto con los de otros equipos de investigación de
Alko, estaba en la parte superior. Me pareció bastante irónico
que se comerciara con alcohol en el sótano mientras en las
plantas superiores se buscaba una cura para su abuso.
La misión de Sinclair en Alko era sencilla: descubrir la cura del
alcoholismo -una enfermedad que afecta a una de cada diez
personas que beben. Una de las ventajas principales de la in-
vestigación era que los finlandeses ya llevaban años criando
las ratas especiales, la línea AA, que mostraban una preferen-
cia clara por el alcohol. Esto en sí mismo fue un avance cientí-
fico importante, ya que, al igual que el Efecto de Privación de

19
La Cura del Alcoholismo
Alcohol, cuestionó la hipótesis de que las ratas no podían ser
utilizadas para estudiar el alcoholismo porque simplemente no
les gustaba beber alcohol.
El Dr. Kalervo Eriksson comenzó la línea de ratas AA en Fin-
landia a principios de los 60. El alto nivel de consumo de alco-
hol de las ratas AA llevó a Eriksson a la misma conclusión que
Sinclair había alcanzado en Estados Unidos: las ratas pueden
desarrollar un ansia primitiva de alcohol que es muy similar al
alcoholismo humano. Eriksson y Sinclair intercambiaron se-
paratas de sus publicaciones a finales de los 60. Luego, en
1972, cuando Sinclair completó su tesis doctoral sobre la in-
vestigación del alcohol, no se lo pensó dos veces ante la opor-
tunidad de estudiar estas peculiares ratas en Finlandia. Les
debemos mucho a estos animales, ya que facilitaron el éxito de
la investigación que, como veremos, condujo a la cura de esta
terrible adicción.
Eriksson desarrolló dos líneas de ratas. La línea AA fue criada
para beber grandes cantidades de alcohol cuando tuviera liber-
tad de elección. Con el tiempo y el paso de varias generaciones,
llegaron a obtener la práctica totalidad de su bebida de la bote-
lla de alcohol. La otra línea, la de las ratas ANA, fue desarro-
llada seleccionando ratas que bebieran muy poco alcohol;
eventualmente, prácticamente lo evitaban por completo. La
investigación de Eriksson le llevó a la conclusión de que los
factores genéticos juegan un papel importante en el consumo
de alcohol. Una concienzuda investigación, primero en ratas y
luego en seres humanos, ha demostrado que la herencia y la
experiencia son prácticamente igual de potentes en la deter-
minación de la cantidad de alcohol que se consume y en quién
se vuelve alcohólico.
Ahora, Sinclair disponía de las ratas AA para su investigación,
y Alko le había dado un presupuesto prácticamente ilimitado y
vía libre para proceder de forma independiente –el sueño de
cualquier investigador.

20
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Sabía por sus investigaciones sobre el Efecto de Privación de
Alcohol que el alcoholismo no estaba causado por la depen-
dencia fisiológica ni la tolerancia.
Nunca había considerado la vieja idea de que el alcoholismo
era una debilidad moral, diciendo en tono de broma que él no
tenía ninguna ―rata mala‖. De su tesis doctoral tenía evidencia
de que había una conexión con la adicción a los opiáceos y
también algún tipo de interacción con zinc. No obstante, no
conocía la causa subyacente de beber alcohol. En retrospecti-
va, la respuesta era simple y bastante obvia –la retrospectiva
siempre ve así los descubrimientos- pero en aquel momento
nadie la veía.
La respuesta fue resultado de un poco de suerte, seguido de un
montón de trabajo duro. Kalervo Eriksson había tenido la im-
presión en sus lecturas de que los psicólogos norteamericanos
trabajaban todos con cámaras de condicionamiento operante,
también conocidas como cajas de Skinner. En consecuencia,
Eriksson tenía un regalo para Sinclair -una hermosa caja de
Skinner nuevecita importada desde Lafayette, Indiana. A pesar
de la idea preconcebida de Eriksson, Sinclair nunca había tra-
bajado por su cuenta con una caja de Skinner. Afortunada-
mente, sin embargo, una de las subvenciones Senter, mientras
Sinclair trabajaba para él, implicaba cámaras operantes. La
gran ventaja que Sinclair tenía era su convicción de que a las
ratas les gusta el alcohol, por lo que no hizo nada para obligar
a los animales a beber, sino que simplemente dejaba las ratas
en la caja de Skinner donde podrían presionar una palanca
para el alcohol o el agua y donde también tenían una botella de
agua y comida disponibles, por lo que no pasaban hambre o
sed.
En un día, todas las ratas AA habían aprendido a levantar la
palanca del alcohol.12 En poco tiempo estaban presionando la
palanca cientos de veces al día para obtener alcohol, e igno-
rando casi por completo el agua a la que tenían libre acceso y
también la palanca que les daba acceso al agua. Más tarde,
21
La Cura del Alcoholismo
probó a poner pesas en la parte posterior de las palancas. La
forma habitual de dificultar una respuesta es utilizar el casti-
go; por ejemplo, un investigador podría estudiar cuántas des-
cargas eléctricas sería capaz de soportar una rata con el fin de
obtener el alcohol. Sinclair nunca intentó eso, en parte porque
a él le gustaban las ratas, pero también porque el estrés habría
confundido los resultados. Las palancas pesadas mostraron
que las ratas AA tenían una gran cantidad de motivación para
el alcohol; continuaban presionando hasta que un tercio de su
peso corporal estaba sobre la parte trasera de la palanca y la
única forma en que el animal podía alcanzarlo para poder ba-
jar era colocar su nariz y patas delanteras sobre la palanca y
luego saltar.
Estos estudios, al igual que estudios posteriores realizados por
su estudiante Petri Hyytiä, mostraron que el alcohol produce
refuerzo. Las ratas habían aprendido una nueva respuesta pa-
ra poder obtener el alcohol, así que por definición, el consumo
de alcohol estaba produciendo refuerzo. Una extensión simple
de esta conclusión es un trastorno aprendido de la conducta.
Algunas personas que tenían suficiente experiencia en el con-
sumo de alcohol y que, al igual que las ratas AA, tenían carac-
terísticas genéticas que las conducían a obtener grandes canti-
dades de refuerzo del alcohol, aprendieron tan bien la conduc-
ta del consumo de alcohol que no la podían controlar.
Esta noción de que beber alcohol es algo aprendido está a solo
un paso del descubrimiento, por parte de Sinclair, de la extin-
ción farmacológica y de la cura de la adicción. Se sabe desde la
época de Pavlov que si una respuesta se aprende, la forma de
debilitar y eliminar la respuesta es la extinción. El Método
Sinclair utiliza una medicación, naltrexona o nalmefene, para
desencadenar, farmacológicamente, el propio mecanismo de
extinción del cuerpo. El resultado fue que, por primera vez en
la historia, fue posible eliminar las respuestas que causan el
alcoholismo.

22
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Aprendizaje y refuerzo
Sinclair se inspiró en los primeros experimentos de Ivan Pav-
lov, el fisiólogo ruso galardonado con el Premio Nobel en 1904
por su trabajo acerca de cómo los comportamientos se apren-
den y se extinguen. Los famosos experimentos de Pavlov mos-
traron de qué manera los perros aprendieron a salivar cuando
sonaba una campana porque la campana había sonado pre-
viamente antes de que a los perros se les diera comida (refuer-
zo). El aprendizaje está condicionado a que al perro se le re-
compense con comida cada vez que suena la campana. Una vez
que el comportamiento hubo sido condicionado y el perro sali-
vaba al oír el sonido de la campana, Pavlov hacía sonar la
campana, pero no le daba comida. En poco tiempo, el perro
salivaba cada vez menos cuando oía la campana. Al no darle
comida al perro cuando sonaba la campana, Pavlov evitaba
que su cerebro recibiese un refuerzo positivo. Cada vez que
esto ocurría, el sistema nervioso del perro reaccionaba debili-
tando el comportamiento aprendido previamente. Se producía
menos y menos saliva, y a la larga no se secretaba ninguna
cuando sonaba la campana. Este mecanismo se denominó ex-
tinción, un mecanismo biológico aparentemente simple, aun-
que especialmente poderoso para invertir el comportamiento
aprendido.
La extinción no es simplemente aprender que la campana ya
no significa alimento. La extinción es un mecanismo separado
del aprendizaje, y obedece a reglas diferentes.13 Por ejemplo, el
aprendizaje funciona mejor cuando el intervalo entre experi-
mentos es muy amplio, pero la extinción requiere de ―pruebas
masivas‖. Si Pavlov hubiese hecho sonar la campana solo una
vez por semana sin dar alimento, habría habido poca o ningu-
na reducción en la cantidad de salivación. En lugar de eso, tu-
vo que hacerla sonar una y otra vez en un periodo de tiempo
corto.
Los experimentos con las ratas AA con predisposición genética
a convertirse en alcohólicas condujeron a Sinclair a la conclu-
23
La Cura del Alcoholismo
sión de que la adicción al alcohol era algo aprendido y que
podía eliminarse mediante la extinción. Él sabía que la extin-
ción ocurre cuando se produce una respuesta, pero el resulta-
do esperado se bloquea. Entonces, la pregunta es ¿cómo puede
uno bloquear el refuerzo? ¿Cómo puede uno hacer que una
rata o una persona beba alcohol, lo pruebe, sienta la embria-
guez, y aun así no obtenga el refuerzo? Si Sinclair pudiera con-
cebir una forma de hacer esto, podría extinguir la adicción a la
bebida y curar el problema.
Para responder a esta pregunta, era necesario saber de qué
manera el alcohol produce refuerzo. La respuesta fue sugerida
por la investigación que Sinclair ya había iniciado en Oregón
acerca del efecto de la morfina sobre el consumo de alcohol.14
Si la morfina satisface el deseo de alcohol (y el alcohol satisfa-
ce el deseo de opiáceos), entonces es probable que ambas dro-
gas produzcan refuerzo de la misma manera. La evidencia
científica mostró que la morfina y otras substancias opiáceas
(como la heroína, por ejemplo) producían sus efectos de re-
compensa o refuerzo uniéndose a receptores especiales, cono-
cidos como receptores de opioides, en el cerebro. Por supues-
to, el cerebro no desarrollaba receptores de opioides con el fin
de unirse a extractos de adormidera. Como se descubrió pron-
to, el cuerpo tiene sus opioides endógenos, llamados endorfi-
nas, que son la sustancia natural de unión a los receptores de
opioides. La razón de que el opio, la heroína, la morfina y
otros opiáceos sean capaces de afectar al cerebro es que todos
estos productos químicos tienen formas moleculares similares
a las endorfinas y, en consecuencia, pueden, como las endorfi-
nas, unirse y activar los receptores de opioides.


Para la fascinante historia del descubrimiento de los receptores de
opioides, véase el libro de Candice Pert Las Moléculas de la Emoción:
La Ciencia tras la Medicina de la Mente y el Cuerpo, New York:
Touchstone, 1997.

Las neuronas realizan descargas eléctricas; los receptores se activan.
Si se activan suficientes receptores de glutamato, provocan que la neu-
24
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Parecía probable, por lo tanto, que el alcohol estuviera produ-
ciendo refuerzo al liberar endorfinas. La solución a la adicción
era simplemente un caso de bloquear el refuerzo de las endor-
finas cada vez que se consumiera alcohol. Sinclair supuso que
la manera de hacer esto sería bloquear los receptores de opioi-
des en el cerebro evitando que se uniesen a las endorfinas libe-
radas cada vez que se consumiera alcohol.
El siguiente paso fue encontrar una manera de hacer esto.
Afortunadamente para Sinclair, las herramientas para aden-
trarse en el cerebro y bloquear las endorfinas ya existían, en
forma de compuestos llamados antagonistas de opioides. Son
medicamentos que literalmente bloquean opiáceos, como la
morfina o la heroína y opioides, como las endorfinas, evitando
que se unan a los receptores de opioides en el cerebro. Estos
medicamentos han existido desde principios de los 60.

rona en la que están realice una descarga eléctrica. Los receptores de


opioides, sin embargo, nunca activan neuronas. Son inhibitorias, evitan
que la neurona realice una descarga eléctrica, por lo que pueden blo-
quear la transmisión del dolor.
Cuando se activan, los receptores de opioides no se refuerzan a sí mis-
mos-fortaleciéndose- sino que refuerzan las sinapsis recientes con re-
ceptores de glutamato.

Antes del descubrimiento de las endorfinas, se sugirió que el alcohol
podría producir refuerzo al causar la producción de un alcaloide similar
a la morfina. Esta idea ha estimulado una gran cantidad de investiga-
ción y a día de hoy aún no puede descartarse definitivamente. Sin em-
bargo, comprobar que el cerebro produce su propia sustancia similar a
la morfina (endorfinas) proporciona una explicación más simple para el
refuerzo del alcohol y ha llegado a dominar la mayor parte del pensa-
miento actual sobre la cuestión. Naltrexona y nalmefene producen ex-
tinción de la misma manera en cualquiera de los casos.

Antes del descubrimiento de las endorfinas, se sugirió que el alcohol
podría producir refuerzo al causar la producción de un alcaloide similar
a la morfina. Esta idea ha estimulado una gran cantidad de investiga-
ción y a día de hoy aún no puede descartarse definitivamente. Sin em-
bargo, comprobar que el cerebro produce su propia sustancia similar a
la morfina (endorfinas) proporciona una explicación más simple para el
refuerzo del alcohol y ha llegado a dominar la mayor parte del pensa-
miento actual sobre la cuestión. Naltrexona y nalmefene producen ex-
tinción de la misma manera en cualquiera de los casos.
25
La Cura del Alcoholismo
Al tomar ventaja de la capacidad de estos fármacos para blo-
quear los efectos de las endorfinas, Sinclair estaba a punto de
iniciar el objetivo más ambicioso en la investigación sobre el
alcohol -la extinción de la adicción al alcohol. Los bloqueado-
res de opioides o medicamentos antagonistas que Sinclair uti-
lizó para llevar a cabo el proceso de desintoxicación eran la
naloxona, de acción corta y sus primos de acción más prolon-
gada, la naltrexona y el nalmefene.
Los antagonistas de opioides habían sido utilizados durante
mucho tiempo en anestesias rutinarias para revertir los efectos
de opiáceos como la morfina. Los antagonistas de opiáceos
tienen la capacidad de bloquear los receptores de opiáceos en
el cerebro para evitar que acepten opiáceos. Sinclair usa la
analogía de poner la llave equivocada en una cerradura. Mien-
tras la naltrexona esté en la cerradura diseñada para la endor-
fina, la propia endorfina y otros opiáceos rebotarán y no
tendrán ningún efecto; al mismo tiempo, la propia naltrexona
es la llave equivocada y es incapaz de abrir la cerradura. En
otras palabras, una vez que los fármacos antagonistas de
opioides, como la naltrexona, han sido absorbidos por el cuer-
po, el sistema opioide del cerebro se bloquea. Por lo tanto, las
endorfinas no pueden activar o estimular los receptores de
opioides del cerebro.
Los antagonistas de opioides no causan otros efectos y no te
hacen sentir ni deprimido ni eufórico. Sin embargo, son tan
poderosos que pueden revertir los efectos de los opiáceos en el
cerebro, incluso si ya ha tomado una sobredosis de opiáceos.
De hecho, el antagonista de opioides naloxona, de acción cor-
ta, se utiliza en los hospitales de todo el mundo como un antí-
doto para salvar vidas revirtiendo los efectos de la intoxicación
narcótica ocasionada por una sobredosis de heroína.


En una ocasión viví la experiencia aleccionadora de observar los pode-
rosos efectos de la naloxona en un adicto a la heroína con sobredosis
que habían traído al servicio de emergencias de un hospital del centro
de Londres a primera hora de la mañana de una frío día de enero. El
26
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Extinción Farmacológica: Desintoxicación y Cura
Con anterioridad a la ejecución de los ensayos clínicos en per-
sonas, Sinclair llevó primero a cabo docenas de experimentos
probando naltrexona, nalmefene, y naloxona con la línea de
ratas AA que consumían grandes cantidades de alcohol y con
otras ratas ya adictas al alcohol. Los experimentos de Sinclair
demostraron que cuando las ratas adictas recibían el antago-
nista para bloquear los receptores de opioides (endorfinas) en
el cerebro, los animales reducían su consumo de alcohol. Ese
fue un hallazgo importante porque sugería que los medica-
mentos también podrían ayudar a los alcohólicos.
Igual de importante, sin embargo, era el patrón que seguían
para disminuir su consumo porque mostraba el mecanismo
mediante el cual trabajan los antagonistas, y por consiguiente,
la forma en que los medicamentos debían ser utilizados por los
seres humanos.
La Figura 2 ilustra los resultados de un experimento típico.
Las ratas habían estado bebiendo la solución de alcohol duran-
te muchas semanas y ahora se les daba sólo una hora al día -
una especie de ―hora feliz‖. Tenían agua y comida disponible
todo el tiempo, pero todos los días, cuando las botellas de al-
cohol se ponían en las jaulas, las ratas corrían a ellas y bebían
con ansia, debido al Efecto de Privación de Alcohol. La prime-
ra barra muestra la cantidad media de alcohol que bebían en la
hora feliz durante la semana antes del tratamiento.
Después, a las ratas se les administró un medicamento anta-
gonista (nalmefene en este caso), administrado poco antes de
cada uno de las cinco sesiones diarias siguientes.

paciente estaba gris y en estado de coma y podría haber estado al borde


de la muerte. Tan pronto como los paramédicos le inyectaron naloxona,
se despertó; la naloxona había desplazado toda la heroína de sus recep-
tores de opioides, haciéndole entrar en un estado repentino de absti-
nencia. No había duda, estaba disgustado y muy enojado con los médi-
cos y enfermeras por perturbar su sueño narcótico. El médico a cargo
dijo que la naloxona había salvado la vida de este hombre y que habría
más casos como este.
27
La Cura del Alcoholismo
Observe que el consumo de alcohol no se redujo en la primera
sesión; de hecho, en este experimento, la bebida en el primer
día de tratamiento fue ligeramente superior.
Esto es importante. El medicamento en sí no redujo el ansia
de las ratas.
Cuando se pusieron las botellas de alcohol en las jaulas de las
ratas, todas las ratas iban corriendo hacia la parte delantera de
la jaula y empezaban a beber enseguida.
El medicamento no surtía efecto hasta después de que las ra-
tas habían bebido el alcohol, el alcohol había sido absorbido y
había llegado al cerebro, y las endorfinas habían sido libera-
das. En ese punto, la medicina bloqueaba el efecto de las en-
dorfinas -bloqueaba el esperado refuerzo positivo que produ-
cen normalmente las endorfinas.
Como resultado de este efecto, el comportamiento del consu-
mo de alcohol y el deseo por él se debilitaron un poco gracias
al mecanismo de extinción. Esto aparece por primera vez ya en
el segundo día de tratamiento.
Esta vez, cuando se les dio alcohol, las ratas tardaron más en ir
a las botellas y bebieron mucho menos de ellas. Entonces, des-
pués de que el alcohol se había absorbido y las endorfinas se
habían liberado, la medicina una vez más bloqueó el refuerzo.
Por consiguiente, el comportamiento se debilitó aún más, de
manera que en el tercer día, las ratas mostraron aún menos
interés en el alcohol. Cada día que se consumía alcohol sin que
a este siguiera el refuerzo era un intento de extinción más que
debilitaba el consumo y el deseo más y más. Al quinto día, sólo
una de las ratas se molestaba en ir hasta la botella de alcohol
durante la hora no tan feliz.
Al día siguiente, etiquetado ―Post 1‖ en el gráfico, a las ratas no
se les dio ningún antagonista antes del acceso al alcohol. Casi
todo el medicamento del día anterior debería haber sido eli-
minado, pero las ratas seguían bebiendo muy poco alcohol. El
siguiente ensayo, ―Post 2‖, fue una semana más tarde, cuando
todo el antagonista había sin lugar a dudas desaparecido de
28
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
sus sistemas, pero el consumo seguía siendo significativamen-
te menor.

Figura 2.
Figura 2. Extinción del consumo de alcohol en ratas
Media de la Semana Previa: A las ratas se les da alcohol una hora al día,
pero sin antagonista de opioides = alto consumo
Sesiones de extinción: A las ratas se les da alcohol después de la medi-
cación antagonista de opioides = El consumo eventualmente disminuyó,
pero no en la primera sesión.
Sesiones siguientes: a las ratas se les da alcohol, pero sin medicación
antagonista de opioides = consumo todavía significativamente reducido
pero que empieza a aumentar
* Menos del 5% de probabilidad de que la disminución con respecto a la
semana anterior sea fruto de la casualidad.
** Probabilidad de <1%.
(Sinclair, JD. PowerPoint Presentations, Finnish National Public Health
Institute, Department of Alcohol Research, 1997–2008). Una versión
anterior se publicó en 1998.15

Esto también es importante. Demuestra, una vez más, que no


era la medicina sola la que reducía el consumo de alcohol; la

29
La Cura del Alcoholismo
medicina se había eliminado, pero el consumo seguía siendo
reducido. En su lugar, la combinación de consumo de alcohol
bajo medicación -Naltrexona + Consumo de Alcohol- había
debilitado el circuito en el cerebro de las ratas que causa el
consumo de alcohol y el ansia por el mismo.
Nótese, sin embargo, que el consumo en los días posteriores
está volviendo a incrementarse. En estos días en los que no se
administró ningún antagonista y consumían alcohol, este pro-
dujo refuerzo de nuevo y la conducta de consumo estaba sien-
do nuevamente reaprendida. Esto no fue una sorpresa ya que
se sabe que los comportamientos extinguidos pueden ser
fácilmente reaprendidos.
Los animales adictos dejaron de beber alcohol, porque el anta-
gonista previno el refuerzo de endorfinas después de que lo
hicieran. Sinclair llamó a esta desintoxicación proceso de ex-
tinción de la adicción farmacológica, lo que ahora se conoce
como el Método Sinclair.
Sinclair demostró claramente que la extinción era responsable
de la reducción en el consumo adictivo. Luego repitió estos
experimentos con todas las variantes imaginables. Siempre se
observó el mismo patrón de consumo reducido de alcohol y de
sacarina, dos sustancias que liberan endorfinas en el cerebro.
Además, cuando se usan correctamente, los medicamentos
antagonistas de opioides eliminan el consumo de otras sustan-
cias, como la metadona, sustancia opiácea similar a la morfi-
na. Las curvas de aprendizaje y de extinción son idénticas en
ratas y seres humanos –con la única diferencia de que la extin-
ción es más rápida en las ratas que han aprendido a beber al-
cohol en un único ambiente de laboratorio (Figura 2) que en
los seres humanos (Figuras 3 y 4), que han estado aprendien-
do a beber durante años en una amplia variedad de situacio-
nes.

La morfina y otras sustancias opiáceas, como la oxicodona sintética,
pueden ser consideradas también como substancias ―externas‖ o exóge-
nas semejantes a la endorfina.
30
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
El Consumo de Alcohol se Reduce Drásticamente
en Ratas Alcohólicas—Extinción
La curva de la Figura 3 muestra el patrón descendente en 115
pacientes con alcoholismo. El consumo de alcohol se redujo de
un promedio de treinta y siete unidades a nueve unidades por
semana (véase el capítulo 9 para una descripción de las medi-
das de alcohol). El mismo patrón a la baja, llamado curva de
extinción, se observó en las ratas tratadas con naloxona, nal-
mefene o naltrexona antes de beber (Figura 2).

El Consumo de Alcohol se Reduce en Pacientes Re-


ales
Tenga en cuenta que el consumo de alcohol no se redujo mu-
cho cuando los pacientes empezaron a tomar naltrexona antes
de beber alcohol. Cuando regresaron de su primera visita des-
pués de unos diez días, sus diarios de consumo de alcohol
mostraron que aún estaban bebiendo unas treinta y dos uni-
dades. Como en las ratas, la naltrexona no reduce el ansia por
beber y el consumo de alcohol de forma inmediata. En cambio,
la combinación de la bebida, y el hecho de que el refuerzo está
siendo bloqueado por la naltrexona debilita gradualmente este
comportamiento. Los datos son de un análisis de los primeros
147 pacientes tratados en Finlandia; el tratamiento tuvo éxito
en 115 de ellos, es decir, el 78 por ciento que se muestra en el
gráfico. Muchos de los fracasos, pero no todos, fueron en pa-
cientes que no tomaron la medicación.

31
La Cura del Alcoholismo

Figura 3. Extinción del consumo de alcohol en alcohólicos


(Sinclair, JD. PowerPoint Presentations, Finnish National Public Health
Institute, Department of Alcohol Research, 1997–2008). No publicado
anteriormente. Datos similares de los primeros cuarenta pacientes fue-
ron publicados en 1997.16

Sinclair también pidió a los pacientes que calificaran su ansia


subjetiva por el alcohol a medida que avanzaban a través del
tratamiento. Los pacientes informaron de que su ansiedad
disminuía a medida que continuaron bebiendo, mientras esta-
ban tomando naltrexona. Aquí podemos ver cómo los niveles
de ansiedad mencionados en la Escala Analógica Visual (que
se describe en el capítulo 9 -Paso cuatro: Trazando un Ansia
por el Alcohol y un Consumo reducidos) disminuyen (Figura
4). En el momento en que se recogieron los datos, setenta y
cinco pacientes habían completado sus primeras seis visitas
(aproximadamente 100 días). La línea blanca indica sus resul-
tados. Mientras tanto, otros pacientes habían ido comenzando
el tratamiento y estaban en las etapas iniciales; los resultados
32
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
de todos los pacientes, incluyendo aquellos aún en las etapas
iniciales, se indican con círculos rojos y la línea amarilla. En
ambos casos, la disminución en la ansiedad siguió a una curva
de extinción (línea azul). Aproximadamente tres años más tar-
de, el ansia se midió de nuevo y era aún más baja, como era de
esperar, porque cada vez que los pacientes habían bebido al-
cohol en el período intermedio, mientras tomaban naltrexona,
era una sesión más de extinción que estaba reprimiendo aún
más el ansia por el alcohol y su consumo.

Figura 4. La extinción del ansia por el alcohol


(Tomato de Sinclair, J. D. [2001] Evidence about the use of naltrexone
and for different ways of using it in the treatment of alcoholism. Alcohol
and Alcoholism, 36: 2–10, 2001.62)

Reducción de la Ansiedad en pacientes reales


Como se indica en la Figura 5 en la página siguiente, desenca-
denantes externos (como ver una botella de vino o pasar por
33
La Cura del Alcoholismo
delante de un bar) y desencadenantes internos (como los pen-
samientos y las imágenes de uno mismo bebiendo, o determi-
nados estados de ánimo, como sentirse con ganas de fiesta o
sentirse deprimido) pueden desencadenar la necesidad de be-
ber. En términos fisiológicos, hacen que ciertas rutas neurona-
les se activen, y cuando estas neuronas emiten impulsos eléc-
tricos, la persona experimenta un deseo de consumir alcohol.
Si estas neuronas se activan lo suficiente, la persona comienza
a beber.
Cuando el alcohol es absorbido en el torrente sanguíneo y
transportado hasta el sistema nervioso, hace que las endorfi-
nas se liberen. Las moléculas de endorfinas se difunden por
todo el cerebro, como una hormona local, y se unen a los re-
ceptores de opioides. Esto activa los receptores, haciendo que
se refuercen las rutas neuronales que acababan de ser utiliza-
das. En este caso, la ruta que acababa de ser utilizada es la que
causa el consumo de alcohol y los sentimientos de ansia por el
alcohol. Cuanto más sucede, más se fortalecen las rutas que
causan el consumo de alcohol y los sentimientos de ansia por
el alcohol. Al ser reforzadas, estas neuronas se activan con ma-
yor facilidad en el futuro.
En un principio, la visión de una botella de vino o la sensación
de tener ganas de fiesta es poco probable que haga pensar a la
gente en el alcohol y rara vez les hará beber. Sin embargo,
después de que la ruta neuronal se ha reforzado en muchas
sesiones de consumo de alcohol, cuando la gente está en la
misma situación otra vez, quiere beber y realmente lo hace.
Después de muchos meses y años bebiendo alcohol y, por tan-
to, consiguiendo el refuerzo de las endorfinas, las rutas que
producen todas las conductas relacionadas con el consumo se
unen de forma permanente en el cerebro. Una vez se alcanza
esta fase, la gente tienen poco o ningún control sobre la bebi-
da, se ha hecho adicta al alcohol.

34
La Génesis de la Cura del Alcoholismo

Figura 5. Pasos de la adicción

35
La Cura del Alcoholismo
El consumo de alcohol conduce a la adicción mucho más
fácilmente si existe una predisposición genética al alcoholis-
mo. Sin la ―correcta‖ predisposición genética, es posible, pero
poco probable, que alguien desarrolle un problema de alco-
holismo. Incluso las personas que tienen la constitución gené-
tica ―correcta‖ para el alcoholismo no se volverán adictas si no
beben alcohol en primer lugar.
En aquellos que han heredado el potencial de convertirse en
adictos y beben alcohol, las rutas en el cerebro crecerán even-
tualmente hasta hacerse ―súper-autopistas‖. Construidas a lo
largo de años de consumo, estas súper-autopistas permanecen
abiertas toda la vida, sin desaparecer ni inactivarse. Permane-
cen con uno para siempre, que es por lo que es tan difícil para
los alcohólicos mantenerse sobrios. No importa qué trata-
miento secular o espiritual abracen, la mayoría de los alcohóli-
cos recaen a los pocos meses de comenzar el tratamiento. Al-
cohólicos Anónimos afirma: ―Una vez alcohólico, siempre al-
cohólico‖. El alcoholismo es una condición permanente -a me-
nos que y hasta que las adictivas rutas neuronales que lo con-
trolan puedan ser eliminadas.
Afortunadamente, ahora es posible eliminar estas adictivas
rutas neuronales conectadas por todo el cerebro. Si estas
súper-autopistas se cierran poco a poco, la adicción se revierte.
Sinclair ha logrado demostrar que este proceso de desintoxica-
ción podría lograrse mediante el proceso de extinción farma-
cológica, que se hace posible mediante el uso de naltrexona
para bloquear el refuerzo de las endorfinas liberadas en el ce-
rebro cada vez que alguien consume alcohol.
El tratamiento de extinción farmacológica requiere la combi-
nación de Naltrexona + Consumo de Alcohol para invertir el
sistema reforzado de consumo de alcohol, restaurándolo gra-
dualmente a su estado anterior, pre-adicto. El proceso de ex-
tinción farmacológica ocurre gradualmente y de forma incre-
mental cada vez que se bebe alcohol mientras la naltrexona
está dentro del sistema bloqueando la acción de las endorfinas
36
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
sobre los receptores de opioides en el cerebro. Las súper-
autopistas se vuelven a cerrar, convirtiéndose nuevamente en
caminos de tercera.
En el esquema de la Figura 5, la naltrexona actúa en el Paso 6,
impidiendo que las endorfinas se unan a los receptores de
opioides. Por consiguiente, los receptores no se activan y no
hay refuerzo; por lo tanto, el Paso 7 no se produce. En su lu-
gar, el mecanismo de extinción se activa, debilitando la ruta
que no ha conseguido proporcionar refuerzo. En este caso,
debilita las neuronas productoras del ansia de alcohol y su
consumo.
La naltrexona no tiene prácticamente ningún efecto si se toma
por si sola, sin consumir alcohol. Si no se bebe alcohol, no se
liberan endorfinas en el cerebro. Si se toma la naltrexona sin
beber alcohol, simplemente se asienta en los receptores de
opioides sin tener nada que bloquear.
En realidad, eso es una simplificación excesiva porque hay
otras cosas que también liberan endorfinas. Tomando nal-
trexona sin beber alcohol puede reducir un poco el interés por
los dulces o por el sexo, pero no va a reducir el deseo de con-
sumir alcohol. La extinción sólo afecta a los comportamientos
en los que hay endorfinas presentes que se producen mientras
se está bajo medicación.
Incluso si la naltrexona se toma con alcohol, los efectos que
reduzcan la ansiedad ocurrirán de manera gradual y progresi-
va. En alcohólicos humanos, los resultados no se ven inmedia-
tamente.
La Figura 6 muestra la similitud de los resultados obtenidos
con ratas de laboratorio a los que se obtienen con los alcohóli-
cos humanos. En ambos casos, la medicación producía benefi-
cios significativamente mayores que los placebos cuando se
combinaba con la bebida –haciendo posible la extinción- pero
no cuando se administra durante un periodo de abstinencia -
evitando así la extinción.

37
La Cura del Alcoholismo
La parte inferior de la Figura 6 ilustra la eficacia del Método
Sinclair (Naltrexona + Consumo de alcohol = Cura) com-
parándola a su ineficacia cuando la naltrexona se administra
sin beber alcohol.17 El equipo de Finlandia llevó a cabo de for-
ma simultánea dos ensayos clínicos controlados con placebo.
En uno, a los pacientes se les permitió beber alcohol, con el
objetivo de un consumo controlado. En el otro, a los pacientes
se les dijo que tenían que abstenerse mientras estuviesen me-
dicados. Los resultados muestran que la naltrexona, tomada
junto con un consumo controlado de alcohol, produce resulta-
dos significativamente mejores que tanto la naltrexona con
instrucciones de abstenerse como con los que toman un place-
bo (por ejemplo, una pastilla inactiva de azúcar), junto con un
consumo de alcohol controlado. Los que tienen como objetivo
controlar su consumo de alcohol y están tomando un placebo
son los que más en riesgo están de recaer en consumo excesi-
vo.
Por lo tanto, al igual que AA afirma, el consumo social de alco-
hol no es un objetivo alcanzable y realista para los alcohólicos,
si no están siendo tratados con naltrexona. Pero el tomar la
naltrexona mientras se consume alcohol cambia las reglas.
Entonces el consumo controlable del alcohol sí es un objetivo
apropiado; Naltrexona + Consumo de Alcohol es la fórmula
para obtener beneficios de la medicación.
En el caso de la extinción farmacológica o Naltrexona + Con-
sumo de Alcohol, los pacientes permanecen en control de su
consumo de alcohol por tiempo indefinido, siempre y cuando
sigan los Cinco Pasos (Sección Dos) -el ―Paso de Oro‖- y nunca
beban sin la medicación. De hecho, muchos pacientes indican
que después de uno o dos meses de tratamiento, son capaces
de abstenerse por completo, y los que beben mientras toman
la medicación lo hacen con moderación. En el estudio de se-
guimiento finlandés, unos tres años después del inicio del tra-
tamiento, los pacientes que seguían tomando naltrexona antes
de beber consumían alcohol un promedio de sólo 1,5 ocasiones
38
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
por semana como máximo, y en dichas ocasiones tomaban de
media un máximo de cuatro copas.

La Naltrexona Funciona Si Bebes Alcohol, pero no


si te Abstienes
Tenga en cuenta que con la abstinencia, los resultados de la
naltrexona tendían a ser peores que los del placebo en el ensa-
yo clínico finlandés19 y en estudios de laboratorio anteriores.
Los gráficos que muestran los resultados del ensayo clínico
sobre el alcoholismo en Yale20 y un ensayo clínico de la Uni-
versidad de Texas sobre la naltrexona en el tratamiento de la
adicción a la cocaína eran casi idénticos.21
El beneficio específico en los datos de ensayos clínicos mos-
trados aquí es la reducción en la tasa de recaída en el consumo
excesivo. Esta ha sido el criterio más claro para medir el éxito
de la naltrexona en los ensayos clínicos. La razón principal de
esto es que no hay extinción hasta que los pacientes consumen
alcohol mientras están en tratamiento con naltrexona. La ma-
yoría de los otros ensayos se iniciaron después de desintoxicar
previamente al paciente. Tras hacerlo, y antes de tomar la
primera copa, los pacientes que tomaban naltrexona no esta-
ban mejor que los que eran tratados con un placebo. En conse-
cuencia, en casi todos estos estudios, la naltrexona no ayudó a
retrasar la recaída, pero una vez que se había consumido alco-
hol, la naltrexona retrasaba significativamente la recaída en un
consumo excesivo de alcohol.

39
La Cura del Alcoholismo

Figura 6 Resultados sólidos del estudio preclínico y el ensayo clínico


dual finlandés a doble ciego.18 En ambos casos, el medicamento (nal-
trexona en el ensayo humano, nalmefene en el estudio con ratas) produ-
jo beneficios significativamente mayores que los del placebo cuando la
extinción era posible, es decir, cuando se administró junto con el con-
sumo de alcohol, pero el medicamento tendía a ser peor que el placebo
cuando se administraba durante la abstinencia.

* Significa que el resultado es significativo y la posibilidad de que se


deba a la casualidad es menor de un 5%.
** Indica que el resultado es altamente significativo y la posibilidad de
que se deba a la casualidad es menor de un 1%.
40
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
Los estudiantes del Doctor Schumsky Extinguen su
Comportamiento
Muchos trabajos de investigación de laboratorio han contri-
buido al desarrollo del tratamiento de desintoxicación del al-
cohol. Sorprendentemente, sin embargo, Sinclair menciona
otro influyente estudio. No era uno hecho con ratas. En cam-
bio, según el Dr. Don Schumsky, uno de los profesores de psi-
cología de Sinclair en la Universidad de Cincinnati, fue un ex-
perimento que sus alumnos llevaron a cabo en una ocasión,
con Schumsky como sujeto.
Schumsky había estado aleccionando a los estudiantes sobre el
refuerzo, el aprendizaje y la extinción. Una mañana, los estu-
diantes colaboraron para poner a prueba lo que su profesor
había estado enseñando. Decidieron alterar el comportamien-
to del propio Schumsky mediante aprendizaje reforzado y ex-
tinción. En la primera media hora de la clase, todos los estu-
diantes reforzaron a Schumsky mirándole cada vez que
Schumsky se movía hacia la izquierda.
Le sonreían y al menos fingían estar interesados cuando se
movía a la izquierda, pero no si se movía hacia la derecha o se
quedaba quieto.
Funcionó muy bien. Al final de la hora media, Schumsky había
sido reforzado a moverse hacia el lado izquierdo de la habita-
ción, finalmente apretando su gran cuerpo en el hueco de la
ventana, tratando de ir más a la izquierda. Durante los si-
guientes veinte minutos, los estudiantes cambiaron de rumbo
y dejaron de reforzar a Schumsky por estar en el lado izquier-
do de la sala de conferencias. Finalmente se alejó de la pared
de la izquierda, volviendo al centro de la sala.
Entonces, los estudiantes informaron a Schumsky de lo que
habían hecho con él. Él recordaba estar en el lado izquierdo y
haber tratado de sentarse en el alféizar de la ventana. Sin em-
bargo, no se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo:

41
La Cura del Alcoholismo
―Me di cuenta de que todos parecíais estar prestando más
atención esta mañana, pero pensaba que estaba haciendo un
buen trabajo en clase‖.
Entonces, ¿qué mostró el experimento?
• Que el Refuerzo tiene un poderoso efecto en el comporta-
miento de una persona en un nivel no consciente; Schumsky
no decidió ir a la izquierda conscientemente. No estaba tra-
tando conscientemente de obtener más placer. Sin embargo,
aprendió la conducta muy bien.
• Que la Extinción, producida al prevenir el refuerzo previo,
tiene un efecto aún más potente -elimina el comportamiento
aprendido. La extinción también trabaja en un nivel subcons-
ciente; Schumsky no era consciente de que estaba pasando por
la extinción, y él no tomó ninguna decisión consciente para
dejar de ir a la izquierda. Sin embargo, el comportamiento
aprendido se extinguió.
Al igual que el alcoholismo se aprende a través del refuerzo
mediante la liberación de endorfinas en el cerebro cuando be-
bemos alcohol, también puede ser extinguido mediante el blo-
queo del refuerzo tomando naltrexona al beber alcohol. Esto es
el proceso de extinción. No es una elección consciente, y mu-
cha gente puede incluso no ser consciente de que esté ocu-
rriendo.
Por último, muchos años después de que Sinclair comenzase
sus experimentos, su Naltrexona + Consumo de Alcohol está
ayudando a miles de personas a romper su adicción al alcohol.
Es raro que un investigador de laboratorio pueda ver los frutos
de su trabajo en acción. Sinclair ha sido testigo de la salvación
de mucha gente y ha tenido contacto personal con muchos
pacientes agradecidos y con sus familias. La utilidad de la nal-
trexona en el tratamiento de problemas de alcohol fue ratifica-
da en 2006, cuando la revista Journal of the American Medi-
cal Association publicó los resultados del mayor ensayo clínico
en la historia de la investigación de la adicción.

42
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
El Método Sinclair ha sido adoptado por varias clínicas fuera
de Finlandia, incluyendo algunas en los Estados Unidos. Pero,
lamentablemente, para muchos pacientes y sus familias, el
tratamiento todavía no está tan extendido como debiera. Aun-
que es relativamente nuevo, el tratamiento se basa en métodos
científicos ortodoxos y debería estar disponible como una op-
ción segura para el tratamiento de la adicción al alcohol.

Otros Investigadores Continúan Probando la Hipó-


tesis ―Naltrexona + No Se Permite Beber‖
Sinclair publicó numerosos artículos científicos que muestran
cómo funciona el método -dando la medicación junto con el
consumo de alcohol- y que presentan datos de laboratorio que
confirman que este fue el primer tratamiento realmente eficaz
para el alcoholismo. Los dos primeros ensayos clínicos, de la
Universidad de Pennsylvania22 y de la Universidad de Yale23
mostraron que la naltrexona funcionaba. Además, los resulta-
dos de ambos ensayos apoyaban la conclusión de que la nal-
trexona funcionaba si los pacientes bebían, pero no si la toma-
ban y se abstenían de beber alcohol. (Esto se discute en más
detalle en el capítulo 3). De acuerdo con la teoría, los resulta-
dos de los animales de laboratorio, los resultados de los ensa-
yos clínicos, y los de alcohólicos en el mundo real que acepta-
ron utilizar correctamente la naltrexona, uno podría pensar
que la cuestión de la prescripción de Naltrexona + No Se Per-
mite Beber (es decir, no se permite que se produzca la extin-
ción) habría sido resuelta en 1992 cuando los resultados de la
los ensayos clínicos fueron publicados, o por lo menos en
1999, cuando los finlandeses publicaron su ensayo clínico que
lo puso específicamente a prueba y confirmaba dicha conclu-
sión.24
No fue así. Los investigadores continuaron llevando a cabo
ensayos clínicos de naltrexona en conjunción con la abstinen-
cia. Por ejemplo, se ensayó en sesenta y tres alcohólicos, pa-
cientes internos en un centro de tratamiento, y se encontró
43
La Cura del Alcoholismo
que no era beneficiosa.25 Otros ensayos desintoxicaron prime-
ro a los pacientes y les dieron naltrexona después, mientras los
pacientes se abstenían de consumir alcohol, encontrándose
una y otra vez con que no había ningún beneficio hasta que los
pacientes comenzaron a beber de nuevo. La naltrexona no
ayudó a retrasar el momento en que los pacientes desintoxica-
dos volvieron a tomar una copa, tal como Sinclair había predi-
cho. El tratamiento requiere absolutamente que los pacientes
beban, mientras están bajo tratamiento.
Sin embargo, a pesar de dieciocho publicaciones o informes en
el año 2000 afirmando que la naltrexona no es clínicamente
eficaz acompañada de abstinencia y dos más con nalmefene,
otro grupo de distinguidos investigadores de la Universidad de
Yale procedió a realizar un ensayo masivo en el que 627 vete-
ranos fueron puestos a prueba utilizando el enfoque de Nal-
trexona + abstinencia.26
Básicamente, los investigadores volvieron a analizar esta afir-
mación ya refutada: Tome naltrexona, pero no beba cuando lo
haga. Los resultados fueron, por supuesto, abismales.
Los pacientes inicialmente tomaron su medicación y se abstu-
vieron, según las instrucciones, pero como no estaban reci-
biendo ningún beneficio, finalmente se dieron por vencidos
con el tratamiento: volvieron a beber alcohol sin molestarse en
tomar la medicación al hacerlo. Después de todo, ¿por qué
iban a hacerlo si habían comprobado correctamente que la
naltrexona no surtía efecto sobre su consumo de alcohol o sus
niveles de ansiedad?
Es una lástima que los pacientes a los que se prescribió (1)
abstenerse y (2) tomar la naltrexona por lo general dejaron de
tomar el medicamento tan pronto como comenzaron a beber


En vista de la evidencia actual que apoya la extinción farmacológica
del alcoholismo (ver Anexo 1), en mi opinión no es ético recetar nal-
trexona oral con instrucciones de abstenerse -porque hacerlo es una
fórmula para el fracaso y no hay evidencia científica que pruebe que este
enfoque es eficaz.
44
La Génesis de la Cura del Alcoholismo
otra vez, porque esto supone la peor combinación de conse-
cuencias posible. Empiezan los ensayos con una motivación
alta, obedeciendo las dos instrucciones: evitar todo alcohol y
tomar naltrexona todos los días. El deseo no disminuye y fi-
nalmente se dan por vencidos, deteniendo la naltrexona y be-
biendo al mismo tiempo. Esto también puede deberse a que
algunos de ellos confunden naltrexona con Antabuse. Con An-
tabuse, es cierto que usted tiene que dejar de tomarla cuando
empieza a beber, de lo contrario, la combinación de consumo
de alcohol y Antabuse produce efectos muy desagradables y a
veces incluso fatales. En el caso de la naltrexona, sin embargo,
la suspensión del medicamento cuando se empieza a beber
evita que los pacientes se beneficien de la extinción.
Además, su primer regreso a la bebida produce cantidades
extraordinariamente altas de refuerzo, por lo que la conducta
de consumo y el ansia son peores que nunca. Este es el resul-
tado del Aprendizaje Potenciado Farmacológicamente men-
cionado anteriormente como uno de los tres descubrimientos
que Sinclair había hecho que contribuyen al éxito de su méto-
do. Usados correctamente, el Aprendizaje Potenciado Farma-
cológicamente puede ser muy beneficioso para ayudar a los
alcohólicos a aprender comportamientos alternativos. Junto
con Naltrexona + No Se Puede Beber, sin embargo, podría ser
perjudicial. Es por eso por lo que, en los resultados del ensayo
clínico finlandés ilustrado en la Figura 6, por ejemplo, al grupo
de Naltrexona + Abstinencia les fue peor que al grupo Placebo
+ Abstinencia.
Una investigación mal dirigida como ésta sólo sirve para re-
trasar la obtención de ayuda real para los pacientes. Se cobra
vidas y no disminuye el trauma asociado con la adicción al
alcohol. De hecho, sería muy parecida a la realización de un
ensayo clínico en el que se administrase la vacuna contra la
poliomielitis después de que los pacientes hubiesen contraído
la poliomielitis. Las vacunas no funcionan de esta manera; si
se administra de esta manera, uno podría concluir errónea-
45
La Cura del Alcoholismo
mente que la vacuna contra la polio es inútil, que nunca ha
sido aprobada por la FDA, y miles de personas seguirían con-
trayendo la enfermedad, a pesar de que la vacuna sea eficaz si
se administra correctamente.
El mismo razonamiento se aplica al uso de Naltrexona + Con-
sumo de Alcohol = Cura. Los ensayos que requirieron absti-
nencia mientras se tomaba la medicación estaban condenados
al fracaso, y los investigadores concluyeron que la naltrexona
no curaba la adicción. Aún peor, los médicos y clínicos que
están en la calle tratando alcohólicos leen los resultados nega-
tivos y concluyen que la naltrexona no funciona. Esta es pro-
bablemente una de las razones de que tan pocos alcohólicos en
Estados Unidos estén siendo tratados con este medicamento.
Una característica importante distingue al paciente de Sinclair
de los tratados con los métodos tradicionales. Un grupo de
pacientes tratados con cualquier otro método se encontrará
mejor al inicio del tratamiento, pero irá empeorando cada vez
más. La gráfica típica de los resultados de los tratamientos
tradicionales se denomina ―curva de supervivencia‖. Muestra
el número cada vez menor de pacientes que, con el tiempo,
aún se encuentran en el programa -que no se han retirado y
vuelto a abusar del alcohol.
Estos gráficos no son de utilidad a los pacientes de Sinclair
porque van en la dirección opuesta, están mejorando progresi-
vamente con el tiempo. Durante la primera semana, todos be-
ben. Después de eso, los niveles de ansiedad y consumo de
alcohol disminuyen.
Los datos científicos demuestran que es posible recuperarse de
la adicción al alcohol completamente a través de la extinción
farmacológica. Su sencilla fórmula, Naltrexona + Consumo de
Alcohol = Cura, requiere beber al mismo tiempo que se toma
naltrexona para bloquear el refuerzo en el cerebro de las en-
dorfinas liberadas por el alcohol.
Las razones de que el Método Sinclair sea un tratamiento efi-
caz y viable para el alcoholismo ya deberían
46
3
La Contundente Eviden-
cia Que Avala la Cura

Los intelectuales arreglan problemas; los genios los previenen.


ALBERT EINSTEIN (1879−1955)

L
a evidencia de los ensayos clínicos en todo el mundo
confirma las conclusiones de la investigación con anima-
les alcohólicos completada hace más de dos décadas. La
conclusión es que la combinación de consumo activo de alco-
hol con naltrexona es el ingrediente más importante del éxito.
Hay varias otras características esenciales:
• No se requiere ni desintoxicación ni abstinencia previa antes
de tomar naltrexona.
• La naltrexona se toma solamente cuando se bebe alcohol.
• Mientras se toma naltrexona se evitan otras conductas refor-
zadas por el sistema opioide, pero se llevan a cabo en días en
que no se consume alcohol.
• La naltrexona se toma antes de beber alcohol durante el resto
de la vida del paciente. El paciente no toma naltrexona si él o
ella no va a beber alcohol.
47
La Cura del Alcoholismo
Este enfoque de tratamiento se ha demostrado en ensayos
clínicos que es seguro y eficaz. Estos procedimientos funcio-
nan sin necesidad de castigar o desmoralizar al paciente.
Con anterioridad a la realización de ensayos clínicos con
humanos, los experimentos de laboratorio demostraron que
cuando las ratas alcohólicas bebían alcohol después de haber
consumido antagonistas de opiáceos como naltrexona, nalme-
fene, o naloxona, su consumo de alcohol disminuyó de manera
constante. Estos medicamentos bloquearon los efectos de las
endorfinas y opiáceos tales como la morfina en el cerebro. Al
hacer esto, impedían que las endorfinas liberadas cada vez que
se consume alcohol reforzasen el sistema en el cerebro que
lleva al consumo de alcohol.
Siempre y cuando los animales alcohólicos tomaron la medi-
cación antes de beber alcohol, sus niveles de consumo dismi-
nuyeron y luego se mantuvieron bajos de forma indefinida.
Pero si se detuvo la toma del medicamento y se les dio acceso
al alcohol, poco a poco volvieron a consumir grandes cantida-
des de alcohol. Todo esto fue exactamente como lo había pre-
dicho el modelo de aprendizaje de la adicción de Sinclair y su
método de extinción farmacológica para el tratamiento del
mismo. También como se esperaba, la naltrexona, naloxona o
nalmefene no aportaban ningún beneficio si se tomaban du-
rante la abstinencia -si a las ratas adictas se les daba la medi-
cación, pero no se les permitía beber alcohol. De hecho, admi-
nistrar estos medicamentos antagonistas de opioides sin beber
alcohol tendía a aumentar ligeramente los niveles de consumo
en animales de laboratorio ya adictos a causa del aprendizaje
potenciado farmacológicamente
El aprendizaje potenciado farmacológicamente se produce a
partir del refuerzo aumentado debido a un fenómeno llamado
regulación al alza del receptor. El cuerpo responde al bloqueo
de cualquier variedad particular de receptor produciendo una
mayor cantidad de ese tipo de receptor. Por consiguiente, la
administración de naltrexona provoca un aumento en el
número de receptores de opioides (―regulación al alza‖) y el
cerebro se vuelve súper-sensible a las endorfinas u opiáceos.
Las implicaciones clínicas son que los antagonistas de opiá-
ceos como la naltrexona, por tanto, generalmente no se pres-
criben junto con abstinencia.
48
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
El fracaso de la naltrexona con abstinencia se observó en el
primer ensayo clínico sobre su uso para tratar la adicción a la
heroína, según lo informado por Renault en 1980.27 La nal-
trexona se recetó a adictos a la heroína junto con instrucciones
de que se abstuvieran de tomar heroína, mientras estuvieran
bajo tratamiento.
Los resultados globales mostraron que la naltrexona no produ-
jo beneficios significativos con respecto al placebo. Funcionó
muy bien, sin embargo, en aquellos pacientes que desobede-
cieron las órdenes del médico y tomaron heroína (o metado-
na), ¡mientras estaban bajo tratamiento!
El primer ensayo clínico de la naltrexona para el alcoholismo,
publicado en 1992 por Volpicelli y sus colegas de la Universi-
dad de Pensilvania, prescribió naltrexona a los alcohólicos que
se habían abstenido previamente de tomar alcohol.28 Como era
previsible a partir de experimentos de laboratorio de Sinclair,
la naltrexona no resultó beneficiosa mientras los pacientes
tomaron el medicamento sin consumir alcohol. En otras pala-
bras, la naltrexona no era más efectiva que el placebo para
evitar la recaída en la bebida. Sin embargo, la naltrexona fun-
cionaba bien una vez los pacientes comenzaron a beber alcohol
junto con la medicación. El tratamiento fue especialmente efi-
caz a la hora de prevenir que los pacientes que habían probado
alcohol recayeran en un consumo excesivo de alcohol. El artí-
culo concluía: ―el principal efecto de la naltrexona se observó
en pacientes que bebieron alcohol mientras recibían trata-
miento ambulatorio‖. El estudio también descubrió que ―la
naltrexona no estaba asociada a cambios del estado de ánimo
u otros síntomas psiquiátricos‖.
El segundo ensayo clínico, publicado en 1992 por O'Malley y
colaboradores fue, por casualidad, un ensayo directo del tra-
tamiento de extinción de Sinclair.29 Dos grupos de pacientes
fueron tratados con naltrexona o con un placebo y recibieron
instrucciones estrictas de abstenerse de beber alcohol.
Otros dos grupos fueron tratados con naltrexona o con un pla-
cebo, pero con instrucciones que disimuladamente les alenta-
ban a beber, mientras estuviesen bajo tratamiento. (A estos
pacientes se les dijo que un desliz no era grave –que era de
esperar- sino que lo importante era aprender a hacer frente
para que el tomar una copa no llevara a una borrachera).
49
La Cura del Alcoholismo
Los resultados fueron los mismos que los que el equipo de Sin-
clair había encontrado con ratas alcohólicas (mostrados en la
Figura 6). La naltrexona tuvo ventajas significativas sobre el
placebo sólo en el grupo al que se estimuló casualmente a be-
ber; pero resultó ineficaz si lo acompañaban instrucciones de
abstenerse. Los resultados más significativos en el artículo
eran los que comparaban los dos tratamientos con naltrexona
y muestran que funcionaba mejor con el consumo de alcohol
que con el apoyo de la abstinencia.
Además, en algunos parámetros, como el ansia y el número de
copas por sesión, la naltrexona con abstinencia tendían a ser
aún peores que el placebo, como lo fueron en los resultados
del ensayo clínico finlandés mostrado anteriormente en la Fi-
gura 6, y como Sinclair había mostrado en ratas, porque la
naltrexona más abstinencia produce un aprendizaje mejorado
de consumo de alcohol.
Un ensayo abierto con personas que no eran alcohólicas, pero
sí grandes bebedores, los trató con naltrexona sin desintoxica-
ción previa y los resultados obtenidos son casi idénticos a los
que Sinclair había obtenido en ratas (ver Figura 2): el consu-
mo de alcohol se redujo progresivamente a lo largo de lo que
parece ser una curva de extinción, y permaneció bajo un mes
después del final del tratamiento con naltrexona.30
Un estudio sueco posterior también comparó grupos tratados
con naltrexona junto con abstinencia y naltrexona junto con
consumo de alcohol.31 De nuevo, los resultados fueron los
mismos: la naltrexona funcionó cuando los pacientes fueron
disimuladamente alentados a beber mientras tomaban la me-
dicación, pero era ineficaz cuando iba acompañada de instruc-
ciones de abstenerse.
El ensayo clínico finlandés de Heinala (2001) fue el primero
basado en la comprensión de la extinción y por lo tanto en el
uso controlado del consumo controlado de alcohol de forma
deliberada como objetivo para la mitad de los sujetos. El resul-
tado, mostrado previamente en la Figura 6, muestra que la
naltrexona fue beneficiosa cuando se combinó con la bebida,
pero no cuando se administró junto con instrucciones de abs-
tenerse.
Del mismo modo, un ensayo en Chicago de Maxwell y Shin-
derman no encontró beneficios cuando la naltrexona fue pres-
50
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
crita a los alcohólicos con instrucciones de abstenerse, pero
obtuvo resultados positivos cuando los alcohólicos, que tam-
bién sufrían una enfermedad mental y eran por lo general difí-
ciles de tratar, fueron tratados con naltrexona, pero no se les
exigió que se abstuvieran.32
En otra confirmación del Método Sinclair, Henry Kranzler del
Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Connecticut
y sus colegas confirmaron que el tratamiento fue muy eficaz
cuando la naltrexona se tomaba ―cuando hacía falta‖ en situa-
ciones de alto riesgo de consumo de alcohol, siempre antes de
que el impulso de beber se hiciera irresistible. El estudio cum-
ple con el modelo de Sinclair Naltrexona + Consumo de Alco-
hol de la desintoxicación y se publicó en la revista Addictive
Behaviors en 1997.33 Los efectos beneficiosos eran aún eviden-
tes tres meses después del tratamiento –los pacientes o bien
no bebían alcohol o bebían mucho menos que antes de comen-
zar el tratamiento con naltrexona en combinación con el con-
sumo de alcohol.
Otro equipo de investigadores dirigido por José Guardia en
España, publicó hallazgos similares en 2002.34 El ensayo mul-
ticéntrico, a doble ciego, controlado con placebo -el estándar
de oro en los ensayos clínicos, donde ni los médicos ni los pa-
cientes saben si están tomando un ingrediente activo- mostra-
ron beneficios duraderos de la naltrexona en 202 alcohólicos.
Sin embargo, los únicos pacientes que mostraron un beneficio
significativo fueron los que bebieron mientras estaban to-
mando el medicamento. El estudio concluyó que la naltrexona
era bien tolerada y reducía la recaída en el consumo excesivo
de alcohol. ―El descubrimiento más significativo de nuestro
estudio‖, dijo Guardia, ―fue que los sujetos adictos al alcohol
tratados con naltrexona mostraron una reducción de la tasa de
recaída en el consumo excesivo de alcohol en comparación con
los pacientes tratados con un placebo. Sabemos que el alco-
holismo es una enfermedad recuperable‖.
Un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry en
1997 por Lifrak encontró que la naltrexona es segura y eficaz
en alcohólicos adolescentes.35 Oslin informó de que la nal-
trexona fue eficaz en alcohólicos de más edad a los que se les
permitió tomar la medicación, pero como con los sujetos más

51
La Cura del Alcoholismo
jóvenes, durante la abstinencia no sirvió de nada para retrasar
la primera copa.36
En conjunto, se han obtenido resultados exitosos en setenta y
dos de los setenta y cuatro ensayos clínicos con naltrexona o
nalmefene hasta la fecha que tenían condiciones que permit-
ían la extinción.
Por el contrario, treinta y cinco de los treinta y seis ensayos
que tuvieron condiciones que prevenían la extinción (por
ejemplo, el tratamiento de los pacientes hospitalizados, ins-
trucciones de abstenerse, o durante un período, como el previo
a tomar una primera copa, en que la extinción no podía ocu-
rrir) no encontraron ningún beneficio de la naltrexona o nal-
mefene. La mayor parte de los ensayos exitosos - cincuenta y
ocho de ellos- trataban el alcoholismo; los otros trataban la
adicción a la heroína, la cocaína, las anfetaminas o la ludopatía
(ver Apéndice A). Se trata de un conjunto increíblemente con-
sistente de hallazgos. La teoría, los resultados en animales, los
ensayos clínicos con la adicción a la heroína y otras drogas, y
los ensayos clínicos con el alcoholismo muestran que la nal-
trexona funciona cuando se usa de acuerdo con el Método Sin-
clair. Y muestran que la naltrexona no es útil cuando se utiliza
con la abstinencia.
Desafortunadamente, muchos médicos han prescrito nal-
trexona junto con instrucciones de abstenerse. Esto se debe en
parte a que el fabricante no dio instrucciones a los médicos de
utilizar la naltrexona en combinación con un consumo activo
de alcohol; y también por la presunción de que la naltrexona
debe funcionar con la abstinencia. Incluso muchos médicos en

Nalmefene es la droga "hermana". Todavía no está completamente
aprobada por la FDA, pero se han aprobado ensayos en seres humanos
en los Estados Unidos y se espera que llegue pronto a Europa. Nalmefe-
ne, a diferencia de la naltrexona, no se metaboliza en el hígado y por lo
tanto no presiona el hígado.
Además, nalmefene tiene una afinidad de unión a los receptores de
opioides más fuerte que la naltrexona. La naltrexona es ahora un gené-
rico (las patentes han expirado), por lo que no ha sido elaborada por las
grandes compañías farmacéuticas porque el derecho a fabricarla no es
exclusivo. En otras palabras, cualquier empresa farmacéutica legítima
podría preparar naltrexona, lo que ha abaratado el precio de la medicina
debido a la libre competencia.

52
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
los Estados Unidos que trabajaron en los ensayos clínicos que
demuestran que la naltrexona no produce efectos significati-
vos durante la abstinencia todavía dicen que prefieren que la
naltrexona se recete junto con instrucciones de abstenerse.
Reconociendo el papel de la extinción como la razón de que la
naltrexona funciona, un investigador del alcohol fue categóri-
co: ―puede ser cierto que la naltrexona sólo funciona con el
consumo de alcohol‖, dijo, ―pero esto es sólo de ―interés
académico‖ porque no se puede decir a un alcohólico que em-
piece a beber de nuevo y no se puede predecir cuándo el pa-
ciente volverá a recaer‖. Afortunadamente, la mayoría de los
investigadores hoy en día entienden que la naltrexona funcio-
na a través de la extinción farmacológica.
A menudo, los protocolos de tratamiento se han basado en la
suposición de que los medicamentos sólo se pueden dar a los
pacientes que ya han pasado por un periodo de abstinencia y
desintoxicación y que son en la actualidad alcohólicos abste-
mios. Esta es la forma en que disulfiram o Antabuse (el fárma-
co en gran medida ineficaz que provoca náuseas o incluso la
muerte si el paciente bebe mientras lo toma) se administran.
La Naltrexona se receta a menudo como sustituto de Antabu-
se, y no lo es. También es la forma en que la naltrexona se de-
be dar a los adictos a opiáceos.
La naltrexona se puede dar de otro manera, más eficaz y ética,
a los alcohólicos. Esta manera ofrece una solución práctica
para que el paciente beba alcohol mientras está tomando nal-
trexona, y también se beneficia de tomar naltrexona y al mis-
mo tiempo recibir instrucciones de abstenerse.
La naltrexona se puede dar a los alcohólicos que aún están
bebiendo alcohol activamente. Estos pacientes estaban be-
biendo ayer y con toda probabilidad volverán a beber mañana.
No necesitan que se les diga que beban. Pero se les puede decir
que controlen su ingesta, y, lo más importante, se les debe de-
cir siempre que tomen la naltrexona antes de beber: ―Si usted
siente la necesidad de beber, tome su naltrexona antes de
hacerlo‖.
Así es como la naltrexona se ha utilizado desde 1995 en Fin-
landia. También es la forma en que la naltrexona se admi-
nistró en el ensayo clínico finlandés de Heinala y otros. Todos
los ensayos controlados previos con alcohólicos habían hecho
53
La Cura del Alcoholismo
pasar primero a los pacientes por un tratamiento de desintoxi-
cación, lo que significa que los pacientes tenían que dejar de
beber durante un período (tres semanas) antes de ser admiti-
dos en el ensayo clínico. A estos pacientes alcohólicos solo se
les animó a beber de forma disimulada, porque éticamente no
se le puede decir a un alcohólico abstemio que beba. El estudio
finlandés, sin embargo, trasladó el inicio del tratamiento con
naltrexona a un punto anterior en el tiempo, antes de la desin-
toxicación, cuando los alcohólicos aún estaban bebiendo.
La seguridad de empezar el tratamiento con naltrexona sin
deshacerse primero de la dependencia fisiológica había sido
puesta a prueba, por supuesto, en ratas. Los ensayos clínicos
no sólo confirmaron que se trataba de un procedimiento segu-
ro, sino que dieron el sorprendente resultado de que la nal-
trexona provocaba menos efectos secundarios en los pacientes
que bebían alcohol que en los pacientes a los que se dijo que se
abstuvieran.24
Los pacientes tratados con el Método Sinclair, de hecho, se
desintoxican lentamente durante el curso del tratamiento.
Empiezan el tratamiento con una dependencia fisiológica del
alcohol, pero después de varios meses de reducir gradualmen-
te su consumo de alcohol, lo consumen tan poco que ya no
muestran síntomas de abstinencia. Por lo tanto, dar naltrexo-
na a alcohólicos que consumen alcohol puede ser visto como
una forma nueva y mejorada de desintoxicación gradual.
La abstinencia alcohólica es una enfermedad grave, que a ve-
ces causa alucinaciones, temblores, ansiedad, depresión y con-
vulsiones. Incluso puede ser fatal. La manera habitual de hacer
frente a los síntomas de abstinencia graves es prescribir ben-
zodiazepinas como LibriumR o ValiumR.
Aunque estos fármacos ayudan con los síntomas de abstinen-
cia, existe el riesgo muy real de que el paciente se vuelva adicto
a estos fármacos. La desintoxicación hospitalizada también es
muy cara. Un estudio publicado en 1997 mostró que el costo
entonces era de entre $6.336 sin medicación y $9.630 cuando
se tomaban lorazepam y fenobarbital.37
Siempre se ha sabido que la forma más segura de abstenerse
del alcohol sería reducir gradualmente la cantidad de alcohol
que se toma cada día. Entonces el cuerpo tendría tiempo para
adaptarse. No habría reacciones de abstinencia graves, y no
54
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
sería necesario exponer a los alcohólicos a otros medicamen-
tos adictivos. El problema era que los alcohólicos no eran ca-
paces de disminuir su consumo de alcohol por su propia cuen-
ta. Después de todo, el núcleo del problema es que no pueden
controlar su ingesta de alcohol.
La extinción con naltrexona, sin embargo, ofrece automática-
mente una forma de desintoxicación segura. Por lo tanto, la
cantidad real de alcohol consumida diariamente mientras esté
tomando naltrexona se reduce automáticamente, poco a poco,
y sin esfuerzo. La naltrexona, a diferencia de las benzodiazepi-
nas y los barbitúricos, no es en absoluto adictiva. Nadie se co-
loca con ni desarrolla ansia por naltrexona.
El Método Sinclair -tomar naltrexona antes de beber alcohol-
desintoxica al paciente de forma segura y efectiva. Poco a poco
se elimina la dependencia fisiológica del alcohol con menos
riesgo que la hospitalización tradicional o los programas am-
bulatorios de desintoxicación.
El Método Sinclair es un procedimiento de desintoxicación
seguro y eficaz con una ventaja adicional: el paciente también
está curado del alcoholismo.
El ansia por el alcohol y su consumo obsesivo –la base para el
alcoholismo- también se eliminan.
Setenta y dos ensayos clínicos muestran consistentemente que
la naltrexona y el nalmefene, cuando se utiliza de acuerdo con
el Método de Sinclair, son eficaces en el tratamiento de las
adicciones.
Esto se considera generalmente como la forma más eficaz de
tratar el alcoholismo. Una vez más, los estudios muestran con-
sistentemente que la naltrexona se debe utilizar junto con el
consumo de alcohol, y el ensayo clínico finlandés lo ratifica.
Por último, los resultados del Proyecto COMBINE, el mayor
ensayo clínico en la historia de la investigación del alcoholis-
mo, que consta de 1.383 alcohólicos diagnosticados y ha sido
llevado a cabo por una asamblea de los investigadores esta-


La prueba de fuego para una "sustancia adictiva" es si las ratas o los
seres humanos "trabajarán" para conseguirla. ¿Van a trabajar para reci-
bir el refuerzo del alcohol, la cocaína, la nicotina o la heroína? Sí. Pero
no van a trabajar para conseguir naltrexona o nalmefene.

Véase Apéndice A.
55
La Cura del Alcoholismo
dounidenses líderes en el campo, se publicaron en el Journal
of the American Medical Association (3 de mayo, 2006).38
Este ensayo confirmó que la naltrexona es eficaz, pero no en-
contró beneficios significativos para otro medicamento llama-
do acamprosato. Lo que es más importante, el Proyecto COM-
BINE encontró que la naltrexona es eficaz para el consumo
compulsivo con solo una orientación médica básica -no se re-
quiere una psicoterapia intensiva. La naltrexona originalmente
había sido probada sólo en los programas integrales de trata-
miento del alcoholismo, como el asesoramiento y la terapia
intensivos y, en consecuencia, la FDA aprobó su uso como co-
adyuvante en tales programas.
El Proyecto COMBINE muestra claramente que esta restric-
ción no es correcta. La naltrexona funciona sin asesoramiento.
Esto también se ha visto en un pequeño estudio australiano39
con naltrexona y en un ensayo finlandés40 con nalmefene. Por
lo tanto, se ha eliminado la restricción original de prescribir el
medicamento sólo en el contexto de un tratamiento altamente
especializado o de rehabilitación. Ahora, su médico de cabece-
ra puede prescribir naltrexona de forma segura.
Las clínicas finlandesas que utilizan el Método Sinclair han
encontrado que es eficaz en el 78 por ciento de los pacientes.
Clínicas que lo utilizan en Florida informan de una eficacia del
85 por ciento. Los primeros resultados de CORD, una organi-
zación no gubernamental (ONG), que utiliza el método Sin-
clair en la India, indican una tasa de éxito del 75 por ciento.
Alrededor de la mitad de los casos en los que la naltrexona no
fue efectiva implicaba un fallo a la hora de tomar la medica-
ción o un paciente abandonando el tratamiento. Se trata de
una tasa de incumplimiento muy baja para el tratamiento del
alcoholismo. Hay, sin embargo, una pequeña minoría de pa-
cientes -tal vez un 10 por ciento- que, de acuerdo con sus ―dia-
rios de consumo de alcohol‖, están usando naltrexona correc-
tamente, pero no se benefician de ella. Una de las áreas de in-
vestigación candente hoy está tratando de encontrar ―marca-
dores‖ para identificar a estos individuos que no responden a
la naltrexona. Hay evidencia de que tienden a ser personas que


Chinmaya Organization for Rural Development, Sidbari, Himachal
Pradesh, India.
56
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
no tienen parientes cercanos alcohólicos, a quienes no les gus-
tan las soluciones dulces muy fuertes, y -de acuerdo con el
Proyecto COMBINE- que tienen una forma particular de re-
ceptores de opioides.
Los ensayos clínicos positivos, los resultados del Proyecto
COMBINE, y la reputación del Journal of the American Medi-
cal Association muestran que el uso de naltrexona -y con el
tiempo, de su medicamento hermano, nalmefene- debería au-
mentar considerablemente en los próximos meses y en los
años venideros. En otras palabras, una vez que la noticia de
que la Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura se haga
pública, los días del alcoholismo están contados.
La American Medical Association generalmente restringe el
acceso a los estudios publicados en su sitio Web, pero en el
momento de la publicación consideró que los resultados del
proyecto COMBINE eran tan importantes que hizo el estudio
disponible gratuitamente para su descarga.
El estudio del proyecto COMBINE se inició en 2001. Cuando
sus resultados fueron publicados en mayo de 2006, fue inme-
diatamente reconocido -incluso recogido por los medios de
comunicación- como un hito en la investigación del alcohol.
Raymond Anton, de la Universidad Médica de Carolina del Sur
y Stephanie O'Malley de la Universidad de Yale dirigieron el
estudio en colaboración con una veintena de otros investiga-
dores del alcohol líderes en su campo.
Aunque el proyecto COMBINE no pretendía probar específi-
camente el Método Sinclair de un modo formal, concluyó que
la naltrexona es muy valiosa en el tratamiento del alcoholismo
y recomendó que la medicación debería ahora ser recetada
para el alcoholismo por los médicos de cabecera, incluso sin la
necesidad de un asesoramiento intensivo o reuniones de AA.
Aunque menos del 2 por ciento de los alcohólicos en los Esta-
dos Unidos han tenido la oportunidad de ser tratados con nal-
trexona, hay indicios de que podría convertirse en el nuevo
tratamiento estándar de oro para llegar a los millones de al-
cohólicos en América, Europa y más allá de que, de otro modo,
quedarían sin tratamiento y sin protección ante los estragos de
esta enfermedad progresiva.
Incluso en el Reino Unido, donde la naltrexona únicamente
puede -escandalosamente- recetarse para el abuso del alcohol
57
La Cura del Alcoholismo
por lo privado (es decir, no está subvencionada por el Servicio
Nacional de Salud del gobierno), el tratamiento ofrece ahora
un futuro más prometedor para los alcohólicos, los grandes
bebedores, y aquellos que simplemente necesitan un mayor
control sobre su consumo de alcohol.
David Sinclair informó sobre los beneficios duraderos de la
naltrexona tres años después del inicio del tratamiento, duran-
te los cuales los pacientes continuaron tomando naltrexona
una hora antes de consumir alcohol.41 Los pacientes no toma-
ban la medicación en los días en que no bebían alcohol. Las
ansias de los pacientes, los niveles de consumo de alcohol, y
los marcadores de daño hepático fueron todo el tiempo hacia
abajo. De hecho, después de tres años estos pacientes bebían y
ansiaban beber alcohol menos de lo que lo habían hecho des-
pués de los primeros cinco meses de tratamiento. Los trata-
mientos de alcoholismo tradicionales basados en la abstinen-
cia siempre habían encontrado que los resultados eran mejo-
res en el inicio del tratamiento, y poco a poco, semana tras
semana, los pacientes recaían y consumían tanto alcohol como
solían hacerlo antes del tratamiento. La extinción farmacológi-
ca produce exactamente el patrón opuesto, como lo demuestra
este estudio de seguimiento de tres años. El consumo de alco-
hol y las ansias por él son mayores en las primeras semanas de
tratamiento, pero se vuelven progresivamente menores a me-
dida que las semanas de tratamiento progresan, ya que cada
episodio intermedio de consumo de alcohol, bajo tratamiento
de naltrexona, es un ensayo de extinción más. En otras pala-
bras, cuanto más a menudo beba la gente mientras tome nal-
trexona, menos querrá beber.
Continúan publicándose ensayos clínicos que demuestran la
eficacia de la naltrexona. Por ejemplo, Morley y sus colabora-
dores publicaron un estudio australiano, a doble ciego, contro-
lado con placebo, realizado a 169 alcohólicos en 2006.42 Al
igual que los estudios anteriores, mostró que la naltrexona era
eficaz en prevenir que los alcohólicos que bebían alcohol mien-
tras estaban bajo tratamiento volvieran a consumir de manera
excesiva, pero tomar naltrexona durante el período inicial de
abstinencia no retrasaba el momento de tomar una vez más
esa primera copa.

58
La Contundente Evidencia que Avala la Cura
Los Estados Unidos tienen ahora 1.630 tribunales de drogas;
están empezando a utilizar naltrexona para los acusados al-
cohólicos que, en lugar de servir penas privativas de libertad,
pueden ser supervisados para asegurarse de que toman el me-
dicamento. El Juez Stevens del Tribunal Superior de California
fue uno de los primeros en instituir el tratamiento mandatorio
con naltrexona. Estaba tan impresionado con los resultados
que dijo: ―Hemos tenido demasiado éxito para no usarlo‖.
Describiéndose a sí mismo como conservador, el Juez Stevens
está convencido de que las terapias estándar y la pena de pri-
sión dejan la adicción intacta. En su opinión, básicamente no
funcionan porque no pueden evitar que el alcohol y los opiáce-
os ―iluminen el cerebro‖, por lo que él cree que la mayoría de
los delincuentes recaen y se encuentran de nuevo ante los tri-
bunales. Una entrevista al Juez Stevens se puede leer en Inter-
net.
El Método Sinclair cumple los requisitos de rentabilidad como
―medicina basada en la evidencia‖; se pueden encontrar refe-
rencias científicas y académicas más detalladas de los artículos
de revistas publicados sobre los ensayos clínicos en el Apéndi-
ce A, la bibliografía comentada de los ensayos clínicos publi-
cados antes de marzo de 2008.
El gráfico de la Figura 7 representa los resultados de un artícu-
lo de Agosti (1995) que compara la eficacia de las diferentes
formas de tratamiento del alcoholismo para reducir el número
de bebidas, según se mide en varios ensayos clínicos. Los datos
de la naltrexona son del estudio de O'Malley et al. de 1992.
El artículo es bastante antiguo -1995- por lo que no se incluyen
datos sobre los nuevos tratamientos, tales como el uso de la
medicación acamprosato. Sin embargo, no se han realizado
análisis tan amplios entonces, y la conclusión de Agosti de que
la naltrexona usada apropiadamente es el tratamiento más
eficaz, sigue siendo válida hoy en día.


Naltrexona y la ley. Véase
http://youtube.com/watch?v=a88oFbHZS4E.

59
La Cura del Alcoholismo

Figura 7. El ―Efecto Medida‖ en la reducción de la cantidad de copas


muestra que la Naltrexona +Consumo de Alcohol (es decir, el método
Sinclair) es más eficaz que la Naltrexona + Abstinencia y también que
reduce el consumo de alcohol con mucha mayor eficacia que otros me-
dicamentos o terapias (Agosti, 1995).

60
4 ¿Por Qué No He Oído
Hablar Ya Del Método
Sinclair?

S
i hay una cura para el alcoholismo, ¿por qué no se ha
publicado en las primeras página del New York Times?
Porque, sin duda, si hubiera una cura para el alco-
holismo y la adicción a la cocaína, las anfetaminas, y los jue-
gos de azar, querríamos saberlo. Si suena demasiado bueno
para ser verdad, entonces probablemente es demasiado bue-
no para ser verdad.
Este estribillo fue planteado por mi agente, David Fugate, por
mi mentor, el catedrático Arnold Lazarus, por la gente normal
allá donde viajaba, y por expertos como mi amigo, el famoso
médico Dr. Marios Panos, que sabe mucho acerca de la cirrosis
hepática. Él ha dirigido trasplantes de hígado necesarios como
resultado del consumo excesivo de alcohol y recientemente
dijo: ―Es simplemente demasiado bueno para ser verdad, es
demasiado simple. Es difícil de creer. ¿Cómo es que no he oído
hablar de él? Me mantengo al día con las revistas científicas‖.
A pesar de que la naltrexona fue presentada recientemente en
un artículo de Newsweek43 que mostraba drogas como posi-
bles curas para la adicción, el Método Sinclair todavía no ha

61
La Cura del Alcoholismo
llegado a los 50 millones de personas en América del Norte y
Europa atrapados en las redes del alcohol y otras adicciones
por una serie de razones.

Historia
El problema se remonta a mucho antes del Método Sinclair y
del uso de la naltrexona en el tratamiento del alcoholismo. Un
importante ensayo clínico, patrocinado por el National Institu-
te on Drug Abuse (NIDA), sobre el uso de la naltrexona en el
tratamiento de la adicción a opiáceos se llevó a cabo en la
década de 1970. Los resultados fueron publicados por Renault
en 197844 y de nuevo por el propio NIDA en 1980.45
Los médicos que diseñaron el experimento no estaban pen-
sando en la extinción, sino más bien imaginaban que el abuso
de drogas es un comportamiento racional (más sobre esto más
adelante) elegido para producir la felicidad y evitar el dolor.
En consecuencia, los pacientes recibieron una tarjeta dicién-
doles que no consumiesen heroína o cualquier otro opiáceo
mientras estuviesen en tratamiento.
La tarjeta decía que si tomaban una dosis pequeña, no sentiría
placer; si tomaban una dosis grande, morirían.
Si la naltrexona tenía alguna capacidad por sí misma de redu-
cir el ansia, los pacientes deberían haber mostrado mejores
resultados que los que tomaban un placebo.
De hecho, en toda la población estudiada, no hubo un benefi-
cio significativo de la naltrexona sobre el placebo. La naltrexo-
na no funciona de esa manera.
Hubo, sin embargo, un pequeño subgrupo de diecisiete pa-
cientes tratados con naltrexona y de dieciocho pacientes que
recibieron placebo que desobedecieron estas instrucciones y
tomaron heroína o metadona, mientras estaban bajo trata-
miento.
Renault informó:
• En esta sub-muestra, los pacientes de naltrexona tuvieron
significativamente menos muestras de orina que dieron positi-
vo a la metadona o la morfina.
• El patrón en el grupo de naltrexona fue probar una o dos ve-
ces la heroína o la metadona y luego dejar de hacerlo.

62
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
• Los pacientes de naltrexona informaron de un ansia signifi-
cativamente menor hacia el final de su evaluación de la que
sintieron los pacientes tratados con placebo.
Renault llegó a la conclusión de que la naltrexona funciona por
extinción, como Wikler46 había teorizado antes. La extinción
requiere que la respuesta -el consumo de drogas- realmente
tenga lugar en presencia de la naltrexona. Por lo tanto, era
bastante razonable que sólo los pacientes que respondieron
consumiendo opiáceos mientras tomaban naltrexona se bene-
ficiasen del medicamento. Del mismo modo, un estudio clínico
reciente confirmó que la naltrexona es eficaz, pero sólo en pa-
cientes que toman opiáceos (morfina o heroína) mientras la
naltrexona está en el torrente sanguíneo, bloqueándolos e im-
pidiendo que refuercen el sistema opioide en el cerebro.47
Nadie, sin embargo, ha dicho a los médicos o los pacientes que
ésta es la manera de utilizar naltrexona. Al contrario, treinta
años más tarde, en el prospecto de la naltrexona todavía se
puede leer:
―Si intenta auto-administrarse heroína o cualquier otra droga
opiácea en pequeñas dosis, mientras toma naltrexona, no no-
tará ningún efecto. Lo más importante, sin embargo, es que si
se intenta auto-administrar grandes dosis de heroína o cual-
quier otro opiáceo (incluyendo la metadona o LAAM), mien-
tras toma naltrexona, usted puede morir o sufrir una lesión
grave, incluso el coma‖.
¡El prospecto no menciona que la evidencia científica muestra
que sólo los adictos a opiáceos que desobedecen estas instruc-
ciones se benefician de la naltrexona!
Mientras tanto, debido a esta falta de información, una gene-
ración de adictos, a la que se podría haber ayudado, se ha per-
dido.

Sobrecarga de Información – Los Grandes Petrole-


ros Viran Lentamente
El apéndice A enumera más de setenta estudios y evaluaciones
que confirman que los antagonistas de opioides (naltrexona o
nalmefene), cuando se administran correctamente de acuerdo
con la fórmula de Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura,
son eficaces; y que la naltrexona es el mejor tratamiento para
el alcoholismo. El apéndice A también enumera más de treinta
63
La Cura del Alcoholismo
ensayos que confirman que la administración incorrecta de los
medicamentos de acuerdo al paradigma Naltrexona + No Se
Permite Beber conduce a la recaída y al fracaso abismal. Si se
presentara este grado de evidencia de curación, por ejemplo,
sobre un medicamento (incluso uno genérico) para tratar un
cáncer virulento, se habría anunciado a bombo y platillo en los
medios de comunicación de todo el planeta, y todos nos habr-
íamos enterado.
No funciona así con el alcoholismo.
A pesar de que vivimos en un mundo basado en la información
casi inmediata, la sociedad aún no se ha beneficiado de la in-
vestigación que muestra que la extinción farmacológica es la
solución más rentable y probada para el alcoholismo hasta la
fecha. Una de las razones es que hay simplemente demasiada
literatura -miles de artículos se publican anualmente en revis-
tas científicas- para que los profesionales de la medicina los
lean y pongan en marcha.
La mayoría de los médicos de atención primaria no son siquie-
ra conscientes del mayor estudio multicéntrico sobre la adic-
ción realizado hasta la fecha, el Proyecto COMBINE, mencio-
nado a lo largo de este libro, que fue publicado en el Journal of
the American Medical Association en mayo de 2006. La Ame-
rican Medical Association concluyó que ―la naltrexona bajo
tratamiento médico podría ser administrada en los centros de
atención primaria, tratando así a pacientes dependientes del
alcohol que de otra manera no recibirían tratamiento‖. Hay
simplemente demasiada información como para que médicos
y pacientes estén al día.
Cambiar la forma en que la sociedad trata el alcoholismo pue-
de ser extremadamente engorroso -tanto como alterar el curso
de un enorme superpetrolero. Es un proceso terriblemente
lento que recuerda a cómo el mundo necesitó un siglo para
aceptar la observación de William Harvey (1578 - 1657) de que
la sangre se distribuía por todo el cuerpo por la acción de un
corazón latiendo. Costó décadas para que las ideas de Edward
Jenner (1749-1823) sobre la vacunación contra la viruela fue-
ran plenamente apreciadas.
Ahora, la vacunación contra enfermedades potencialmente
letales es algo rutinario en todo el mundo. Los principales ci-
rujanos de la época rechazaron la idea de Lister (1827 - 1912)
64
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
de que hay que esterilizar los instrumentos antes de la cirugía
y de que debemos utilizar ácido carbólico para mantener los
hospitales libres de gérmenes después de la cirugía para pre-
venir infecciones como la gangrena. Quirófanos estériles son
ahora de rutina en todos los hospitales de renombre. Louis
Pasteur (1822-1895) tuvo que recorrerse toda la campiña fran-
cesa durante diez años demostrando cómo funcionaba su va-
cuna contra la rabia para que los agricultores le creyeran. Aho-
ra todo el mundo acepta sus ideas sobre la pasteurización –
calentar la leche y otros líquidos para prevenir enfermedades
como la tuberculosis- pero pasaron décadas antes de que la
pasteurización se convirtiese en una rutina y un requisito legal
de salud y seguridad.
A pesar del mundo acelerado en que vivimos, el Método Sin-
clair no es diferente. El mundo del tratamiento de desintoxica-
ción sigue firmemente arraigado en una ideología basada en el
dogma religioso de ―sólo abstinencia‖ y ―no hay medicamentos
para la adicción‖ y en la creencia de que hay una y sólo una
solución para la adicción: la abstinencia total –por medio de la
sumisión a un poder superior, al aislamiento en prisión, a una
rehabilitación restrictiva, a la estigmatización, a la humillación
y a otros correctivos.

Las Patentes y Los Beneficios Hacen Girar el Mun-


do
Si la naltrexona hubiese sido un medicamento patentado con
una patente a largo plazo que pudiera explotarse durante
décadas- como lo fue el Prozac para la depresión- habría
habido un mayor incentivo económico para que las compañías
farmacéuticas explotasen la medicación.
En su lugar, DuPont obtuvo sólo un corto período de exclusi-
vidad para su marca ReVia y la naltrexona es ahora un medi-
camento genérico, lo que significa que no es exclusivo y, por
tanto, de bajo costo para el cliente y con bajos márgenes de


El Prozac era el medicamento estrella de los 2200 millones de euros
cuando Eli Lilly lo introdujo en los Estados Unidos. Ahora está fuera de
patente, es un medicamento genérico, y las compañías farmacéuticas se
han visto obligadas a introducir nuevos antidepresivos ISRS con paten-
tes más longevas para conservar la exclusividad de mercado.
65
La Cura del Alcoholismo
beneficio para el fabricante. ¿Qué ejecutivo de una compañía
farmacéutica en su sano juicio desperdiciaría cientos de millo-
nes de euros en la promoción de una medicación cuyos benefi-
cios fueran tan bajos que pronto se verían cercenados en los
mercados internacionales por la competencia? Ni uno solo.

Los accionistas están en el negocio de asegurar beneficios mo-


netarios- no en el de la caridad.
Es irónico que la razón para patentar el Método Sinclair (véase
Apéndice C, que presenta la patente original) fuera que el tra-
tamiento pudiera ser accesible a más gente más rápidamente;
pero la patente, en retrospectiva, puede que haya retrasado el
proceso –y costado vidas en el camino. En un correo electróni-
co acerca de por qué la gente no ha oído hablar de su método,
Sinclair respondió:
Una razón podría ser el hecho de que el Método está patenta-
do. Muchas veces me he preguntado cuál fue el resultado de la
patente. por supuesto, la intención era la de acelerar la propa-
gación del procedimiento. Pero puede haber retrasado el pro-
ceso. Entendí que DuPont estaba discutiendo la posibilidad de
firmar un contrato con ContrAL (propietaria de las patentes),
pero luego decidió en cambio ir por la patente. Cortaron toda
comunicación con ContrAL y conmigo… Y su prospecto y ma-
terial de promoción fueron cuidadosamente diseñados para no
sugerir la extinción y la forma correcta de usar su medicamen-
to.


En febrero de 2013, Lundbeck recibió la autorización de comercializa-
ción europea para Selincro como la primera terapia aprobada para la
reducción del consumo de alcohol. Esta es una noticia positiva en
términos de dar a conocer que un tratamiento médico efectivo para el
alcoholismo existe. Los estudios confirman que nalmefene es equivalen-
te a la naltrexona en términos de eficacia y seguridad. Dado que Lund-
beck cuenta con 10 años de exclusividad en la UE, y 5 años en los EEUU
se promoverá el uso del nalmefene de la manera correcta - debe tomar-
se junto con el consumo de alcohol, esto es, la extinción farmacológica o
el Método Sinclair. Véase http://www.globenewswire.com/news-
release/2013/02/28/526998/0/en/Lundbeck-receives-European-marketing-
authorization-for-Selincro-as-the-first-therapy-approved-for-the-reduction-of-
alcohol-consumption.html

Mis adiciones editoriales aparecen entre paréntesis.
66
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
Cuando la naltrexona se hizo genérica, el representante de
Wallinckrodt (que fabrica el genérico de la naltrexona) me dijo
que estaba de acuerdo con la extinción (Naltrexona + Consu-
mo de Alcohol), pero que no podía cambiar nada de lo que
DuPont tenía en su prospecto de prescripción (es decir, Nal-
trexona + No Se Permite Beber). Pregunté, pero él ni siquiera
podía dar copias del artículo del ensayo clínico de Heinala
(2001) a los médicos –aunque eso haya cambiado ya con las
nuevas regulaciones de la FDA.
Qué agradable coincidencia. Mi primera patente americana
expira el 13 de junio de 2008. Así que este libro (La cura para
el alcoholismo) coincide con el final de la cobertura de la pa-
tente. Así que al menos ahora todo el mundo es libre de usar el
Método.
Las patentes no son responsables, sin embargo, de la falta de
información sobre la forma correcta de usar naltrexona en el
tratamiento de adicciones a opiáceos. Esa falta de información
se inició más de una década antes de que Sinclair recibiera su
patente relacionada con el alcoholismo, y no había ninguna
patente similar relacionada con la adicción a los opiáceos alen-
tando engaño alguno a médicos y pacientes sobre la evidencia
científica que muestra cómo se tenía que utilizar la naltrexona
para que fuera eficaz.

Derechos Adquiridos e Intereses Comerciales – En-


frentarse a los Obstáculos de Comercialización
Aunque la naltrexona requiere una receta médica, es un medi-
camento seguro no sujeto a una programación ni adictivo con
pocos efectos secundarios.
Sin embargo, cuando se puso en marcha en el año 1995, los
representantes de ventas de DuPont abordaron la naltrexona
con extrema precaución. En primer lugar, el etiquetado del
fabricante señala que debería considerarse solamente como
uno de muchos factores que determinan el éxito de tratamien-


La FDA está modificando sus reglamentos para permitir que las com-
pañías farmacéuticas puedan presentar la investigación sobre las aplica-
ciones de sus productos que no sean las aprobadas específicamente para
una condición particular.

En su primera edición en inglés.
67
La Cura del Alcoholismo
to del alcoholismo y que se utilizaría como complemento de un
programa integral de tratamiento del alcoholismo. Esto frenó
el esfuerzo de comercialización debido a que la naltrexona sólo
podía publicitarse a especialistas, y no a los médicos de cabe-
cera o médicos de atención primaria. Este dejó fuera de juego
de un plumazo a la mayoría de los médicos y los pacientes. En
segundo lugar, los temores que rodean la negligencia médica
hicieron que los médicos evitasen el riesgo de recetar nal-
trexona para evitar demandas. Esta restricción fue levantada
en mayo de 2006 con la publicación de los resultados del pro-
yecto COMBINE en el Journal of the American Medical Asso-
ciation.
En tercer lugar, los añadidos que acompañan a la medicación
indicaron que podría causar daños en el hígado. Se observó un
aumento de las enzimas hepáticas a dosis superiores a 300 mg
-¡seis veces la dosis recomendada libre de riesgo de 50 mg!. La
idea de que la naltrexona podría dañar el hígado dificultó aún
más que la medicación llegara a los pacientes. Los médicos de
cabecera tenía más razones para mantenerse al margen de la
prescripción de naltrexona, a pesar de que la dosis recomen-
dada estaba dentro de los límites de seguridad.
A pesar de una revisión de la literatura y de los ―efectos adver-
sos‖ indicados por DuPont de que la dosis recomendada no
representa ningún riesgo para la salud, la advertencia todavía
se incluye en el envase junto con el medicamento. ¿Quién
quiere prescribir o tomar un medicamento que pueda dañar el
hígado aunque curase el alcoholismo? Por otra parte, la adver-
tencia llevó a exigir análisis de sangre para daño hepático an-
tes de iniciar el tratamiento con naltrexona, lo que aumentaba
los gastos y dificultó su aceptación.
De hecho, uno de los beneficios de tratar alcohólicos con nal-
trexona es la mejora observada (utilizando esos mismos análi-
sis de sangre) en sus hígados.
DuPont comercializó la naltrexona bajo el nombre de ReVia™,
pero se enfrentó a obstáculos adicionales de marketing. La
empresa podía o no haber sabido que la naltrexona era eficaz
sólo cuando se combina con el consumo activo de alcohol. Pe-
ro incluso si la empresa lo sabía, no tenía permiso de la FDA
para decirlo. Por lo tanto, cuando los pacientes recibieron nal-
trexona, se les dijo que no bebieran alcohol. Si acataban estas
68
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
instrucciones, no experimentaban ningún beneficio -nula re-
ducción en sus ansias de beber o niveles de consumo de alco-
hol-, buen motivo para que abandonasen el tratamiento. Tam-
bién demostró ser un círculo vicioso para los médicos. Los
médicos sólo podían recetar naltrexona en un entorno alta-
mente especializado, como una clínica que requiriese hospita-
lización para tratar adicciones. Además, no se les permitía dar
indicaciones que permitiesen a sus pacientes beneficiarse del
modo en que el medicamento trabaja- ―si bebe alcohol, tome
siempre este medicamento una hora antes de hacerlo‖. Clara-
mente, DuPont tenía las manos muy bien atadas al intentar
comercializar la naltrexona.
Otro obstáculo importante estaba relacionado con los seguros
médicos, que a menudo cubrían una costosa rehabilitación
hospitalaria, pero no así el no tan costoso tratamiento ambula-
torio con naltrexona. Tania Graves, portavoz de la Asociación
Médica de Arizona, dijo lo siguiente: ―Las compañías de segu-
ros a menudo no permiten que un médico de cabecera recete
naltrexona. Su parecer es que los problemas de drogas o de
adicción deben ser tratados por un especialista‖.48 Otras com-
pañías de seguros lo rechazan por completo. Por ejemplo, una
cadena de centros de tratamiento de California que utilizan
naltrexona como tratamiento primario para el alcoholismo
tuvo que suspender sus procedimientos después de sólo seis
meses porque el seguro médico no cubría el tratamiento.
La extinción farmacológica no es atractiva para la industria de
rehabilitación de 4600 millones de euros, que se apresura a
citar razones ideológicas contra el uso de naltrexona: ―la absti-
nencia es la única forma‖ y ―nosotros no creemos en el uso de
medicamentos para tratar a los adictos‖. El Método Sinclair no
atrae ni de lejos la clase de beneficios que la industria farmac-
éutica y la industria de la rehabilitación se han acostumbrado
a esperar. La rentabilidad sobre el capital de la industria far-
macéutica del 39,4 por ciento significa que es cinco veces y
media más rentable que la típica empresa Forbes 500. Instala-
ciones privadas tales como las basadas en el Modelo Minneso-
ta (Hazelden, Betty Ford, Cottonwood de Tucson) se basan en
los ingresos generados por los nuevos pacientes y por los rein-
cidentes. Una tasa de fracaso desafortunadamente alta signifi-

69
La Cura del Alcoholismo
ca que hay un montón de pacientes con necesidad de repetir el
mismo tratamiento.
La industria de la rehabilitación normalmente cobra de
22.000 a 31.000 euros por una rehabilitación de veintiocho
días en los Estados Unidos (por ejemplo, Hazelden, Betty
Ford, Cottonwood de Tucson) y 20.000 euros en el Reino
Unido (por ejemplo, el Priory Group). Las previsiones empre-
sariales eran tan atractivas que el banco holandés ABN Amro
compró el Priory Group en el Reino Unido por el equivalente
de 1100 millones de euros en 2005. Una clínica de rehabilita-
ción que trate 400 pacientes al año puede llegar a generar in-
gresos del orden de por lo menos 7,5 millones de euros al año.
La Clínica Betty Ford tiene capacidad para 800 pacientes, lo
que supone un ingreso bruto de ¡15millones de euros al año!
Estas instalaciones tienen todas las de perder si un tratamien-
to ambulatorio simple, no intensivo, y rentable como el Méto-
do Sinclair, que sólo requiere una visita ambulatoria con un
médico (y si es posible, algunas visitas con un consejero capa-
citado) reemplazase el tratamiento estándar de veintiocho días
de desintoxicación basado en el modelo de la abstinencia. Esto
no es de ninguna manera un ataque a los dedicados profesio-
nales que realmente quieren lo mejor para sus pacientes al-
cohólicos. Es simplemente la forma en que la actual infraes-
tructura del tratamiento funciona.
Dado que los pacientes reducen gradualmente su consumo de
alcohol, el Método Sinclair elimina la necesidad del conven-
cional internamiento de desintoxicación que supone un
―shock-para-el-sistema‖, y que causa daño cerebral en sí mis-
mo.
El Método Sinclair es eficaz para los pacientes, pero no es una
máquina de hacer dinero para las clínicas de adicción centra-
das en una tasa de ocupación elevada. Si se adoptara univer-
salmente como el tratamiento por defecto para la adicción al
alcohol, el Método Sinclair y su 80 por ciento de tasa de éxito a
la primera transformarían la industria de la adicción. Esto sig-
nificaría que millones de adictos podrían ser curados de forma
efectiva sin dejar de beber alcohol, sufrir síndrome de absti-
nencia, ni necesitar fuerza de voluntad. Pero también signifi-
caría que, además del dinero que se perdería con el cierre de
los centros privados de rehabilitación para pacientes hospitali-
70
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
zados, miles de profesionales de la adicción y clínicas para pa-
cientes hospitalizados estarían fuera del negocio. ¿Podría ex-
plicar esto en parte por qué el Método Sinclair aún no ha sido
adoptado por los gobiernos (con la excepción de Finlandia) a
mayor escala? Solo porque el Método Sinclair no sea atractivo
para las grandes empresas, no significa que se deba impedir
ayudar a todos los que lo necesitan.
La pérdida del negocio de desintoxicación no explica, sin em-
bargo, por qué el tratamiento de la adicción a opiáceos -la ex-
tinción- también se ha suprimido. Una diferencia importante
entre el tratamiento de la adicción al alcohol y a los opiáceos
es que la desintoxicación previa es sin duda necesaria en el
tratamiento de las personas que son fisiológicamente depen-
dientes de opiáceos. En cualquier caso, el uso de la extinción
farmacológica con naltrexona tampoco ha sido ampliamente
aceptado para tratar la adicción a los opiáceos. Cuando la nal-
trexona fue aprobada por la FDA, muy poco se conocía sobre
su mecanismo de acción y eficacia para merecer una gran pu-
blicidad. El fabricante, DuPont, llevó a cabo una promoción
mínima en forma de comunicados de prensa.

Avivar el ―Punto de Inflexión‖ – Revelar el Método


Sinclair y la Naltrexona
Malcolm Gladwell, un autor de éxito, tomó prestado el término
―punto de inflexión‖ de la epidemiología para describir el pun-
to en el que ―epidemias sociales‖-como la reducción repentina
de las tasas de delincuencia de Nueva York en la década de los
90 o una inexplicable nueva tendencia en la moda- alcanzan
una masa crítica. Gladwell lo explica de esta manera: ―Estoy
convencido de que comportamientos, ideas y productos se
mueven a través de una población como lo hace una enferme-
dad, y hasta el más mínimo cambio. . . puede ponerlos en mar-
cha‖. Sólo se necesita una persona famosa para iniciar una
reacción en cadena y crear una tendencia -como unas zapati-
llas de deporte sin cordones, inyecciones BotoxR, o un nuevo
artilugio. Durante la década de los 90, de repente se puso de
moda estar ―desintoxicándose‖. Una vez que famosos pecado-
res fueron vistos en reuniones de AA, unirse al movimiento de
desintoxicación fue visto como legítimo. A pesar de que ser un
―adicto‖ conllevaba un estigma -una señal de debilidad perso-
71
La Cura del Alcoholismo
nal- también se percibió como ―guay‖. El número de centros
de rehabilitación privados -como Hazelden y la clínica Betty
Ford- y los grupos de AA crecieron. De acuerdo con Gladwell,
cualquier persona puede iniciar una ―epidemia positiva‖- que
es lo que sucedió cuando Lister desató el ácido carbólico y las
normas de higiene para poner fin a la epidemia de gangrena
que se había estado difundiendo en los hospitales de todo el
mundo.
Imagine por un momento las consecuencias sociales positivas
si Nancy Reagan hubiera promovido el efectivo Método Sin-
clair en lugar de la ineficaz campaña nacional contra el alcohol
y las drogas ―Simplemente Di No‖. Algunos líderes influyentes
de Nueva Inglaterra tenían planes para posibles programas de
promoción, por ejemplo, en el ejército, pero por una razón u
otra, sus discusiones con los finlandeses que promovían el
método nunca salieron bien y los planes nunca se materializa-
ron.

Los Estados Unidos Están por Delante del Reino


Unido, pero Aún No Conocen bien la Naltrexona
Puede que los Estados Unidos sean lentos en adoptar la nal-
trexona y más lentos aún en aceptar su uso correcto, pero to-
davía están muy por delante de Gran Bretaña.
Dado que el Reino Unido tiene una de las tasas más altas de
borracheras y adicción en el mundo -y quizá con algunos de
los consumidores más jóvenes- es escandaloso lo mucho que la
naltrexona y el nalmefene han sido ignorados por el gobierno y
la industria.
Aunque la naltrexona está aprobada específicamente para el
tratamiento del alcohol en los Estados Unidos y en casi todos
los países europeos, incluyendo Rusia y los países que ante-
riormente formaban parte del bloque soviético, en la India,
Australia, y más allá, no ha sido aprobada para el alcoholismo
en el Reino Unido. Todo se reduce a esto: como la naltrexona


Hay datos de que niños de tan sólo once años atienden grupos para niños de
AA. Véase ―11-year olds treated for alcoholism‖, 9 de marzo de 2008, por Sarah
Manners, Wales On Sunday:
http://icwales.icnetwork.co.uk/news/wales-news/2008/03/09/11-year-olds-
treated-for-alcoholism-91466-20585094/

72
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
es un medicamento genérico, la inversión requerida en los en-
sayos clínicos necesarios para su aprobación en un mercado
abierto a la competencia sencillamente no resultaba rentable a
ninguna compañía farmacéutica.
Es un misterio por qué, en 2005, el gobierno gastó 300 millo-
nes de euros en el tratamiento de sesenta y tres mil pacientes
alcohólicos en atención especializada -a razón de más de 4500
euros por paciente- y aun así ignora todos los datos positivos
sobre la naltrexona.
Igual de desconcertante es el hecho de que el Servicio Nacional
de Salud Británico (NHS) no permita a los médicos de cabece-
ra recetar naltrexona para el alcoholismo en un país que dice
estar ―perdiendo la batalla con la botella‖. Después de todo,
con la avanzada tecnología del Reino Unido, sería particular-
mente sencillo implementar un programa así.
Incluso si usted supiera cómo usarla para tratar un problema
con la bebida, la naltrexona sólo está disponible en el Reino
Unido si se lo puede permitir. La naltrexona está aprobada en
el Reino Unido para la adicción a los narcóticos (heroína, mor-
fina), pero sólo puede ser prescrita para otros fines, tales como
el alcoholismo, por prescripción de pago. Esto significa que
cualquier médico certificado en el Reino Unido puede recetar
naltrexona, pero el paciente tendría que pagar por el medica-
mento. De acuerdo con Alcohol Concern, una organización
benéfica del Reino Unido, una de cada tres camas de los hospi-
tales públicos del NHS está ocupada como resultado de beber
en exceso. Es irónico, cuando menos, que el NHS no costee la
naltrexona en el tratamiento del alcohol.
Recientemente me reuní con una investigadora estadouniden-
se del alcohol que ha trabajado con el Servicio Nacional de
Salud Británico durante más de veinte años. A pesar de que
sabía mucho acerca de la literatura sobre el alcoholismo, ape-
nas había oído hablar de la naltrexona, y nunca había oído
hablar del Método Sinclair o de la extinción farmacológica.
―Llamé a dos de mis colegas en los Estados Unidos, dos inves-
tigadores punteros en el campo. Me dijeron que no había nin-
guna evidencia de lo que usted y Sinclair están diciendo‖, me
retó.
Cuando les preguntó, ella no tenía idea de por qué sus compa-
ñeros no sabían nada acerca de los setenta ensayos clínicos, ni
73
La Cura del Alcoholismo
siquiera del Proyecto COMBINE (1.383 alcohólicos -un estudio
importante estudio bajo cualquier parámetro). Ella tenía a sus
amigos en tal alta estima que se negaba a aceptar que pudieran
estar equivocados, y me dijo: ―¿Dónde están los datos? Tengo
que ver las referencias. Si lo que usted y Sinclair están dicien-
do es verdad, esto es una revolución total en la adicción. Va a
cambiar el mundo‖.
Como vimos en el capítulo 3, muchos de los mejores investiga-
dores en Estados Unidos están ahora estudiando y recetando
naltrexona en una manera que permite que se produzca la ex-
tinción. La naltrexona está siendo vista como el tratamiento
preferido para los pacientes que están consumiendo alcohol
activamente, especialmente para los que no tienen como obje-
tivo la abstinencia total. La técnica de comenzar el tratamiento
de naltrexona sin desintoxicación previa se estudió primero
entre los alcohólicos en el ensayo clínico finlandés (Heinala et
al., 2001), y fue puesto a disposición del público por primera
vez en clínicas que utilizan el Método Sinclair en Finlandia.
Ahora está siendo adoptado por más clínicas y por médicos en
centros hospitalarios. La arraigada creencia de que los alcohó-
licos deben dejar de beber al instante y de que la abstinencia es
la única forma de tratamiento ha sido un gran obstáculo en la
aplicación del Método de Sinclair. Esta desinformación está
apenas comenzando a disiparse.
Sin embargo, es escandaloso que menos del 2 por ciento de los
bebedores con problemas en los Estados Unidos y aún menos
en el Reino Unido hayan tenido oportunidad de utilizar nal-
trexona para su adicción. ¿Es ético paralizar un tratamiento
efectivo para la adicción al alcohol, aunque sea por ignoran-
cia? ¿Ilegal?
Tal vez.
Pero el objetivo principal debe ser corregir la situación. La
cura del alcoholismo podría irrumpir en la adicción infor-
mando al mundo de que una cura muy eficaz de la adicción al
alcohol ya está aquí.

El Abuso de Alcohol No Es Racional


La extinción del alcoholismo y de la adicción a los opiáceos
puede haber sido ignorada por ser contraria a una actitud
común personificada por la campaña ―Simplemente Di No‖.
74
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
Esta actitud supone que todo comportamiento es elegido ra-
cionalmente para maximizar el placer y minimizar el dolor. La
gente siempre tiene la opción de beber o tomar drogas, y todo
lo que tienen que hacer es elegir no hacerlo: sólo decir que no.
Por otra parte, según este razonamiento, si las consecuencias
del consumo de alcohol y el consumo de drogas fueran lo sufi-
cientemente horribles, todo el mundo -alcohólicos y adictos
incluidos- se abstendría. Así que el secreto para el tratamiento
de los alcohólicos es simplemente ser lo suficientemente rigu-
roso como para estar dispuesto a administrar un castigo como
Antabuse (que produce una reacción muy desagradable y dolo-
rosa si se bebe mientras se está tomando), la cárcel (bastante
desagradable en la mayoría de los países), un campamento de
―Amor Severo‖, o un espartano régimen de rehabilitación ba-
sado en la abstinencia.
El Método Sinclair es diametralmente opuesto al castigo del
alcoholismo (y de los alcohólicos) y una moralista actitud ab-
solutista. El Método no obliga a los alcohólicos a hacer nada.
No se los somete a ningún dolor. En su lugar, se elimina la
agonía de la abstinencia forzosa, a menudo peligrosa. Esto les
permite continuar bebiendo alcohol; les permite luchar por el
objetivo de beber alcohol de forma moderada -de no ser dife-
rentes de la mayoría de los miembros de nuestra sociedad. No
castiga a los alcohólicos por los pecados de su conducta desen-
frenada. Este enfoque no es muy popular en muchos círculos.
El hecho es que no todos los comportamientos se eligen racio-
nalmente. Hay una continuidad en el comportamiento que va
desde aquellos comportamientos sobre los que tenemos un
control consciente- como ir a tomar una taza de café- a los re-
flejos autonómicos -como que el corazón lata o su estómago se
contraiga.
Estos reflejos se conectan al sistema nervioso y no se encuen-
tran bajo el control racional. Si se le ofreciera diez dólares para
detener los latidos de su corazón, no podría hacerlo. Ni siquie-
ra podría hacer que su estómago dejara de contraerse. No im-
porta cuáles fueran las consecuencias. No podría controlar
estas respuestas conscientemente ni por un millón de dólares
ni si lo amenazaran con un dolor severo.
Entre los extremos hay comportamientos que están parcial-
mente bajo control racional. En muchos casos, la respuesta
75
La Cura del Alcoholismo
inicial es casi completamente voluntaria, pero se pierde el con-
trol conforme la abstinencia se prolonga.
Por ejemplo, usted puede fácilmente empezar a contener la
respiración, pero la respuesta (respirar) se vuelve cada vez
más automática y después de un minuto más o menos ya no
está sujeto al control consciente. Por supuesto, los individuos
difieren en cuanto a su grado de dominio sobre sus reflejos,
pero para la mayoría de la gente, una campaña de ―Simple-
mente Di No a Respirar‖ no podría funcionar.
Los comportamientos a menudo comienzan siendo controla-
dos de forma consciente, pero se vuelven más y más automáti-
cos a medida que se aprenden. un ejemplo bien conocido es
conducir. El consumo de alcohol es otro tipo de comporta-
miento similar.
El muchacho joven que toma alcohol por primera vez tiene un
control consciente sobre el comportamiento. Puede estar in-
fluenciado por lo que ha oído o puede estar presionado por los
compañeros para beber, pero eso también es parte del control
racional. Después de mucha experiencia con la bebida y de que
el comportamiento haya sido reforzado con tanta frecuencia,
puede llegar a ser cada vez más automático.
Uno de los primeros síntomas es tener pensamientos sobre la
bebida o que alguna bebida especial de repente le venga a la
mente, como en:
―Uuff, lo que daría por una cerveza fría ahora mismo‖. Usted
no escoge tener estos pensamientos. Se trata de un producto
automático de su sistema nervioso y su aprendizaje previo con
el alcohol. Se vuelve más consciente de las cosas relacionadas
con el alcohol y puede que se encuentre con un vaso en la ma-
no sin haber realmente planeado beber. (Curiosamente, uno
de los efectos revelados por los pacientes tratados con el
Método Sinclair es la reversión de estos procesos. Por ejemplo,
después de un tiempo bajo tratamiento, ya no están siendo
continuamente acosados por pensamientos sobre la bebida).
Algunas personas son tan buenas en este proceso de aprendi-
zaje que el consumo de alcohol se traslada a la clase de com-
portamientos en que de vez en cuando la respuesta ya no está
bajo control consciente. La mayor parte del tiempo, pueden
abstenerse si las circunstancias lo exigen, pero a veces, en el
escenario apropiado y después de mucho tiempo sin alcohol, el
76
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
consumo está más allá del punto de control consciente. Este
umbral proporciona probablemente la mejor definición que
hay de alcoholismo. Un alcohólico es una persona cuyo con-
sumo ya no está bajo control racional.
Más allá de este punto, el consumo de alcohol está cableado.
Por muy grande que sea la recompensa o terrible la amenaza
de castigo no puede dejar la bebida. El consumo de alcohol ya
no obedece a la lógica. Continúa a pesar de que la cantidad de
placer es mucho menor que el dolor y el sufrimiento produci-
dos por la bebida. De hecho, la mayoría de los alcohólicos in-
forman de que reciben poco o ningún placer al beber -y hablan
de una gran cantidad de dolor- pero sin embargo seguir be-
biendo.
Naturalmente, cuando la persona es alcohólica y la bebida ya
no es racional, ya no puede ser controlado por tratamientos
con medios racionales. Aumentar la cantidad de dolor contin-
gentes -regímenes hostiles de rehabilitación, campamentos,
prisión- no tendrá más éxito en dejar de beber que en dejar de
respirar. Una vez el consumo de alcohol está cableado, la única
solución es cortar los cables, y eso es lo que la extinción con
naltrexona hace –literalmente corta o debilita el circuito por el
que circula la adicción en el cerebro.
Los escépticos pueden preguntarse si los pacientes bajo trata-
miento de naltrexona se tomarán la medicación sabiendo que
puede bloquear parte del placer del alcohol. Este pudo haber
servido como un elemento de disuasión a la aceptación del
Método Sinclair. Tomar naltrexona no tiene sentido, dicen.
De hecho, tiene el mismo sentido que el que los alcohólicos
sigan bebiendo incluso cuando obtienen mucho menos placer
que dolor (resacas, accidentes, fracasos amorosos, pérdida de
empleo, cirrosis, problemas legales). Pero de hecho siguen
bebiendo. El que los alcohólicos abusen del alcohol no tiene
sentido. No es racional. Es por eso que son alcohólicos. Beben
debido a un reflejo fisiológico aprendido-cableado. Tal vez no
quieran ese reflejo, pero por sí solos no pueden detenerlo. Una
vez que la adicción se asienta en el cerebro deja de ser una
elección.
El Método Sinclair ofrece a los alcohólicos una forma racional
de deshacerse de este reflejo desagradable, doloroso y no de-

77
La Cura del Alcoholismo
seado. Todo lo que tienen que hacer es tomar la naltrexona
antes de consumir alcohol. Una elección simple.
Y una elección racional. No reduce su placer porque estaban
recibiendo poco o ningún placer al beber. Pero a la larga, la
elección les libera de una gran cantidad de dolor. Que un al-
cohólico beba en exceso no es racional, pero tomar naltrexona
lo es. Por lo tanto, no es de extrañar que en la práctica el 90
por ciento de los pacientes alcohólicos que utilizan el Método
Sinclair tomen naltrexona antes de beber alcohol.
El primer paso para curar el alcoholismo es reconocer que al-
gunas de las respuestas, como la respiración y el consumo de
alcohol de un alcohólico, ocasionalmente están fuera del con-
trol racional. El alcohólico no puede dejar de beber no importa
cuál sea la recompensa o castigo prometido. El no aceptar este
hecho-que el deseo de beber alcohol y el abuso en su consumo
son reflejos aprendidos inconscientes - ha provocado que la
mayoría de los alcohólicos reciban tratamientos dolorosos e
ineficaces basados en la falsa premisa de que realmente pue-
den controlar su manera de beber. El tratamiento de los al-
cohólicos se ha basado en la creencia de que en realidad no
son alcohólicos, sino gente que elige beber de manera cons-
ciente. Mientras tanto, la alternativa humana de utilizar el
Método Sinclair ha sido ampliamente ignorada en los Estados
Unidos.

Mentalidad: Todo lo que Necesitas Es Tomar el Medi-


camento de forma Pasiva
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a tomar esta
pastilla en particular para esa dolencia específica: antidepresi-
vos diarios para la depresión, antihipertensivos para la hiper-
tensión arterial, insulina diaria para la diabetes tipo 1, calman-
tes para el dolor, antihistamínicos para las alergias. No necesi-
tamos hacer nada extra para que los medicamentos actúen.
Invariablemente funcionan si los tomamos. Así es como nos
hemos acostumbrado a pensar acerca de los medicamentos, ya
sean para salvar vidas o simplemente para aliviar ciertos
síntomas.
Una vez más, como hemos visto a lo largo de La Cura del Al-
coholismo, esta no es la forma en que la naltrexona (o el nal-
mefene) funciona. Estos medicamentos requieren una acción
78
¿Por qué no He Oído Hablar Ya del Método Sinclair?
sea eficaz: hay que beber mientras el medicamento está en
nuestro sistema para obtener el beneficio. En otras palabras,
primero tenemos que tragar el comprimido (naltrexona o
nalmefene), esperar al menos una hora para que el medica-
mento sea absorbido en el torrente sanguíneo y el cerebro, y
entonces tenemos que hacer algo -en este caso, seguir bebien-
do mientras la medicación bloquea el sistema opioide en el
cerebro. Por el contrario, con los antibióticos para la infección,
no hacemos nada en particular para activar el medicamento,
tomar la medicación es suficiente para vencer la infección bac-
teriana.
La comunidad médica y los pacientes han caído presa de la
mentalidad predominante en torno a la toma de pastillas. La
gente asume que el poder reside exclusivamente en que el
fármaco sea absorbido en el cuerpo. Si bien puede parecer ra-
cional y lógico encarar la naltrexona como si fuera en sí misma
una cura del alcoholismo, nada podría estar más lejos de la
verdad. Sin embargo, esta es la manera en que se instruyó a los
primeros pacientes tratados con naltrexona –junto con la abs-
tinencia. La naltrexona también tenía una mala reputación por
su uso en la cuestionable práctica de ―desintoxicación rápida‖.
Este tratamiento se basa en la idea refutada de que la adicción
es causada por una dependencia fisiológica. Se vende a un alto
costo a adictos a opiáceos (heroína) y sus familias. Y es objeto
frecuente de demandas por mala praxis médica.
La Cura del Alcoholismo tiene como objetivo corregir estos
errores.


―Se Abre El Caso De Negligencia Del Estado Contra Un Especialista En
Adicciones‖, 4 de enero de 2001, Iver Peterson, New York Times. Véase
http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9C01EEDC1E3BF937
A35752C0A9679C8B63&scp=22&sq=naltrexone&st=nyt.
"Los fiscales han comenzado hoy su caso de negligencia aquí en las
afueras de Trenton contra el Dr. Lance L. Gooberman, el especialista en
tratamientos de adicción de South Jersey cuyo poco ortodoxo método
de tratamiento de la adicción a opiáceos basado en la abstinencia se ha
cobrado la vida de al menos siete pacientes, de acuerdo con la denuncia
del Estado ". 27 de abril de 2008.

79
SECCIÓN Cinco Pasos
DOS
para Curar
el Alcoholismo

81
5
Introducción a
los Cinco Pasos –
Cómo Beber hasta la
Sobriedad

“La suerte es lo que sucede cuando la preparación


se encuentra con la oportunidad”.
SÉNECA (MEDIADOS DEL SIGLO I D.C. FILÓSOFO ROMANO)

“No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de


pensamiento que usamos cuando los creamos”.
ALBERT EINSTEIN

L
os Cinco Pasos que se presentan en este capítulo le do-
tan de un plan para liberarse de la bebida compulsiva.
Curar su adicción y recuperar el control sobre el alcohol
no es complicado. No requiere abstinencia. Pero sí requiere
una preparación minuciosa antes, durante y después del tra-
tamiento. Los cinco pasos no requieren una compleja terapia
psicosocial ni un examen de su pasado para averiguar por qué
perdió el control sobre el alcohol.
A diferencia de los tratamientos de rehabilitación estándar, no
hay insistencia en psicoterapia intensiva, el trauma de impa-
cientes programas de desintoxicación, síndrome de abstinen-
83
La Cura del Alcoholismo
cia, o una abstinencia espantosa para el resto de su vida. Los
Cinco Pasos le guiarán a través del proceso de la adicción:
 Paso Uno: Comprender y reflexionar acerca de la adic-
ción de una manera completamente nueva.
 Paso Dos: Comprobar la gravedad del problema y averi-
guar si usted necesita ayuda.
 Paso Tres: Trabajar con su médico para obtener una re-
ceta de naltrexona.
 Paso Cuatro: Aprender acerca de las medidas de bebidas
alcohólicas y mantener un registro de su consumo de alco-
hol y de su ansia por consumirlo a medida que comienza su
viaje a través de la adicción. Ahora usted está tomando nal-
trexona antes de beber alcohol. Está dejando de ser adicto
–su ansia y niveles de consumo disminuyen gradualmente.
 Paso Cinco: Después de tres o cuatro meses-en algunos
casos hasta seis meses- estará curado. Ahora su objetivo es
mantenerse curado una vez que haya completado el pro-
grama.

(Por favor tenga en cuenta que en toda esta sección habrá nu-
merosas referencias al hecho, probado médicamente, de que
sin el consumo continuado de alcohol junto con naltrexona, no
puede eliminarse la adicción. Esto es por lo que el uso de alco-
hol para combatir el alcoholismo es tan revolucionario. Con-
sulte www.TheCureForAlcoholism.com para las actualizacio-
nes, consultas y asistencia en línea).
El primer paso hacia el éxito del tratamiento implica profun-
dos cambios en las ideas sobre el consumo excesivo y el alco-
holismo. El Método Sinclair se basa en una comprensión com-
pletamente nueva de cómo la adicción al alcohol se desarrolla
y cómo se puede curar extirpando la adicción de forma per-
manente de su cerebro y sistema nervioso.
La comprensión de cómo funciona el tratamiento asegurará
que usted solucione su problema con la bebida sin problemas y
de forma eficiente. También mostrará a aquellos de ustedes
que están comenzando a desarrollar un problema cómo preve-
nir o inocularse a uno mismo contra el problema en el primer
lugar.
Mucha gente va a pensar que es una locura que, si usted tiene
un problema con el alcohol, el alcohol realmente sea necesario
84
Paso Uno: Comprender la Cura
para su recuperación. La investigación, sin embargo, demues-
tra que el consumo de alcohol es necesario, pero sólo si se to-
ma naltrexona cada vez que bebe alcohol.

En febrero de 2013, Lundbeck recibió la autorización de


comercialización europea para Selincro (nalmefene)
como la primera terapia aprobada para la reducción del
consumo de alcohol. Esta es una noticia positiva en
términos de dar a conocer que un tratamiento médico
efectivo para el alcoholismo existe. Los estudios con-
firman que nalmefene es equivalente a la naltrexona en
términos de eficacia y seguridad. Dado que Lundbeck
cuenta con 10 años de exclusividad en la UE, y 5 años en
los EEUU se promoverá el uso del nalmefene de la ma-
nera correcta - debe tomarse junto con el consumo de
alcohol, esto es, la extinción farmacológica o el Método
Sinclair.

Véase :
http://www.globenewswire.com/news-
release/2013/02/28/526998/0/en/Lundbeck-receives-European-
marketing-authorization-for-Selincro-as-the-first-therapy-approved-
for-the-reduction-of-alcohol-consumption.html


O nalmefene cuando esté disponible.

85
6 Paso Uno – Compren-
der la Cura

Pensamiento Revolucionario

L
a mayoría de nosotros pensamos en la adicción como un
problema de gran calado, prácticamente imposible de
conquistar. Pero ahora los ensayos clínicos basados en el
Método Sinclair han demostrado lo contrario. Mientras que
beber en exceso y la adicción al alcohol en toda regla deben ser
tratados como una condición muy seria, la investigación más
reciente demuestra que no es tan difícil de prevenir o curar
como solía ser. Ahora, millones de vidas pueden ser liberadas
del consumo compulsivo y adictivo sin recurrir a tratamientos
tortuosos y anticuados.

No se Permite la Abstinencia
A diferencia de otros tratamientos del alcohol, el Método Sin-
clair no exige que deje de consumirlo. Tal vez usted ha evitado
iniciar el tratamiento, no sólo por el estigma asociado con ser
etiquetado de alcohólico, sino porque asume de forma au-
tomática que el tratamiento significa que usted tendrá que
dejar de beber por completo.
Es perfectamente comprensible que mucha gente no pueda
imaginar su vida sin alcohol, teman un futuro de privación,
87
La Cura del Alcoholismo
ansias y abstinencia total. El Método Sinclair es una buena
noticia para aquellos que desean seguir bebiendo moderada-
mente -les permite bien dejar el alcohol por completo o con-
sumirlo de forma segura.
Posiblemente muchos de ustedes ya han tratado de controlar
su consumo de alcohol utilizando algún tipo de poder supe-
rior, con fuerza de voluntad, mediante la religión, por su
cuenta, con asesoramiento profesional, o a través de un grupo
de apoyo tradicional como AA. Algunos de ustedes puede que
hayan atendido costosos programas de tratamiento privados,
sólo para encontrarse a sí mismos recayendo en la bebida.
Los estudios demuestran que muchos alcohólicos logran abs-
tenerse durante semanas-incluso meses. Esto es especialmente
cierto si usted acaba de comenzar la rehabilitación tradicional
y se siente optimista acerca de dejar la bebida. Pero a medida
que pasa el tiempo sin tomar una copa, los sentimientos de
privación se hacen más presentes y el ansia de alcohol se in-
tensifica.
Usted puede ser capaz de resistir el impulso de beber la prime-
ra vez, la segunda, y la tercera. Pero muy pronto, le resulta
imposible resistirse al ansia de alcohol, y nuevamente recae en
la bebida.
Es posible que usted se prometiese a sí mismo beber modera-
damente, pero después de una o dos copas, acaba embo-
rrachándose, deprimido y con resaca.
Como hemos mostrado, cuando las ratas adictas al alcohol ya
han sido privadas de alcohol durante unos días, semanas o
incluso meses, en cuanto se les da acceso libre al alcohol vuel-
ven a beber, incluso cantidades muy superiores a las que sol-
ían consumir antes del período de abstinencia. Los monos
también muestran este Efecto de la Privación de Alcohol.49 El
mismo patrón se aplica a los alcohólicos humanos.
El Método Sinclair no podría alejarse más de la rehabilitación
tradicional; para vencer su adicción, usted debe seguir bebien-
do. Ahora bien, con una salvedad importante: sólo se debe


La fuerza de voluntad se refiere a cualquier método en el que su volun-
tad -sus actitudes, valores, creencias- cambia activamente. Los ejemplos
incluyen un "Poder Superior", la psicoterapia, la terapia cognitiva, o
varias terapias de grupo.
88
Paso Uno: Comprender la Cura
beber mientras se encuentre bajo los efectos de la medicación
antagonista de opioides que bloquea las endorfinas, naltrexo-
na. Como se muestra en el capítulo 3 en La Dura Evidencia de
la Cura, si se abstiene de beber alcohol mientras está tomando
naltrexona, no tendrá éxito porque no se activará el mecanis-
mo fisiológico que acaba con la adicción. A medida que vaya
avanzando en el tratamiento, usted notará una reducción gra-
dual en los niveles de ansiedad y de consumo de alcohol du-
rante las primeras semanas. Si bien esto le animará a seguir,
los ensayos clínicos demuestran que hay que seguir bebiendo
mientras está tomando naltrexona durante al menos tres o
cuatro meses hasta que obtener verdadero éxito.

Pensar con Claridad– Deshaciendo los Mitos


Al igual que muchos otros bebedores con problemas y alcohó-
licos, puede que usted haya llegado a creer lo siguiente acerca
de su adicción:
 Usted es irremediablemente incurable.
 Una vez alcohólico, siempre alcohólico.
 Usted tiene una ―personalidad adictiva‖ débil.
 Tratar de controlar o reducir su consumo de alcohol es
un sueño delirante.
 En general, mientras que alrededor del 10 por ciento de
alcohólicos son capaces de dejarlo por su cuenta, la
única manera de superar su problema con la bebida es
a través de un régimen de abstinencia total durante el
resto de su vida. Esto significa que usted constante-
mente tiene que luchar contra los demonios que causan
el deseo a través de la utilización de algún tipo de fuer-
za de voluntad para lograr la abstinencia-su única meta
realista.
 El alcoholismo avanzado es generalmente una enfer-
medad terminal.
 Ha nacido alcohólico.


O nalmefene cuando esté disponible.

89
La Cura del Alcoholismo

 La única manera de vencer el alcoholismo es aguantar-


se, a través de los Doce Pasos, amor duro, o un progra-
ma similar de abstinencia total.
 Los alcohólicos deben pasar por una desintoxicación ri-
gurosa y difícil.
 Tiene que tocar fondo para dejar de engañarse a sí
mismo y buscar ayuda.
Hasta el descubrimiento del Método Sinclair, estas afirmacio-
nes tenían sentido. Antes del Método Sinclair, la adicción al
alcohol era incurable. Una vez adquirida, la adicción le ator-
mentaba por el resto de su vida. Sin lugar a dudas, había que
lidiar con la abstinencia de por vida. Los estudios demostraron
que casi todos los intentos de los alcohólicos de controlar el
consumo de alcohol fueron desastrosos. La anticuada fuerza
de voluntad, un poder superior externo, o diversos programas
de rehabilitación basados en la abstinencia total eran la única
manera de afrontarlo. Lamentablemente, fuera cual fuera el
tratamiento, y a pesar de sus mejores intenciones, la mayoría
de los alcohólicos invariablemente terminaban recayendo.
Con anterioridad al descubrimiento del Método Sinclair, eran
obligatorios ciertos procedimientos de desintoxicación difíciles
y a menudo peligrosos -simplemente había que pasar por ellos.
Pero ahora, con el método de Sinclair, hay una manera más
segura, más barata y más fácil de eliminar la dependencia fi-
siológica. Con el Método Sinclair, no tiene por qué seguir te-
miendo las temidas advertencias habituales -‖incurables‖ y
―porcentaje de recaída del 85 por ciento‖- tan extendidas en
los ambientes de rehabilitación tradicionales.
El Método Sinclair pone fin a estos mitos peligrosos. Ahora
usted puede esperar superar su adicción:
 Ensayos clínicos muestran que usted tiene razones para
anticipar un cambio completo de su adicción, es decir, una
cura. Si usted es un bebedor o adicto al alcohol, esto no
significa que esté condenado a permanecer así durante el
resto de su vida. Su adicción puede ser conquistada a
través del descubrimiento de Sinclair de la Extinción Far-
macológica, la fórmula de la Naltrexona + Consumo de Al-
cohol = Cura.
 El abuso del alcohol y el alcoholismo no tiene nada que ver
con la ―debilidad personal‖ o la inmoralidad. Más bien, es
90
Paso Uno: Comprender la Cura
posible que haya heredado una ―bioquímica de mente adic-
tiva‖.
 Las investigaciones demuestran que el consumo controla-
do es una meta realista con el Método Sinclair. La fórmula
de Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura significa que
tanto su ansia por el alcohol como los niveles de consumo
del mismo van a terminar por completo o a reducirse a ni-
veles seguros. Incluso los casos más graves ya no significan
una sentencia de muerte lenta.
 Usted no nace alcohólico. El consumo excesivo es causado
por la combinación de una predisposición genética here-
dada y el aprendizaje de la adicción -instalándolo en su ce-
rebro- a lo largo de muchas sesiones de consumo de alco-
hol.
 La supresión de la ansiedad y el consumo excesivo de alco-
hol o la adicción ya no exige ―Tocar Fondo‖, ―Amor Seve-
ro‖, o ―Soportarlo‖ un día a la vez a través de los Doce Pa-
sos de AA u otros programas de abstinencia total. Sin du-
da, estos programas han ayudado a algunos alcohólicos,
pero el Método Sinclair le ofrece una alternativa más eficaz
y mucho menos drástica.
 Los alcohólicos que han logrado la sobriedad total durante
años sin recaídas son una minoría y son dignos de alaban-
za. Pero todos ellos siguen en riesgo de recaer en un con-
sumo peligroso –del 85 al 90 por ciento recaerá en el
primer año después del tratamiento. Para un alcohólico
basta una sola copa para llevarlo a una recaída grave, in-
cluso después de años de abstinencia.
 Las personas que asisten a reuniones de AA regularmente
cuentan que se encuentran con compañeros alcohólicos
que han recaído aún después de décadas de abstinencia to-
tal. Como vimos en el capítulo 2, el Efecto de Privación de
Alcohol en el cerebro significa que la adicción se queda en
posición de ―siempre encendido‖. Hasta el tratamiento de
extinción de Sinclair, no se podía hacer nada para eliminar
el factor causante del alcoholismo, para eliminar el circuito
neuronal fundamental que conduce su adicción. Ninguna
cantidad de fuerza de voluntad o de rehabilitación conven-
cional puede eliminar el cableado adictivo súper reforzado
en su cerebro. Sin acceso al Método Sinclair, el cableado
91
La Cura del Alcoholismo
adictivo permanece intacto en el cerebro de por vida. Por lo
tanto, incluso si usted no ha tomado un trago desde hace
treinta años, sigue siendo adicto y por tanto siempre en
riesgo de recaer. ―Un trago y se acabó‖ es su Primer Man-
damiento de por vida. El Método Sinclair cambia esto eli-
minando las rutas neuronales adictivas de su cerebro.
Después de completar el tratamiento de extinción de la
adicción, su deseo se habrá ido, y usted estará curado.
 Desintoxicación a través del Método Sinclair es un proceso
gradual y relativamente indoloro. Va a seguir bebiendo
mientras esté bajo tratamiento y su deseo y los niveles re-
ales de consumo de alcohol se desplomarán automática-
mente. De hecho, la forma ideal de desintoxicación es
hacerlo lentamente, poco a poco, de modo que el cuerpo se
adapte gradualmente a la vida sin alcohol. La extinción
farmacológica proporciona una manera más fácil, más dig-
na de llevar esto a cabo.

Cómo Perdió Usted el Control y Cómo la Cura Le


Ayuda a Encontrarla
La investigación científica de estudios en animales y humanos
demuestra que la pérdida de control sobre la bebida, el ansia y
la adicción sucede por dos razones principales:
1. Usted probablemente ha heredado una predisposición
genética potente que le permitió ser particularmente bueno
a la hora de aprender a beber alcohol. En otras palabras,
usted ha heredado un sistema de endorfinas (opiáceo) par-
ticularmente poderoso en su cerebro. El consumo de alco-
hol hace que las sustancias similares a la morfina llamadas
endorfinas se liberen en el cerebro. El Dr. Candace Pert, el
aclamado neurocientífico del Johns Hopkins y el Instituto
Nacional de la Salud que, en 1973, descubrió los receptores
de opioides en el cerebro, describe las endorfinas como
―Moléculas de Emoción‖.
2. Usted tenía considerable experiencia bebiendo alcohol. La
predisposición genética para el alcoholismo se combina
con la experiencia de beber alcohol para producir adicción
al alcohol. Después de beber, las endorfinas refuerzan pro-
gresivamente las rutas cableadas a través de su cerebro
que recientemente habían estado activas, las rutas que son
92
Paso Uno: Comprender la Cura
los circuitos neurales que producen ansia y consumo. Cada
vez que usted bebe, las endorfinas resultantes hacen este
circuito más fuerte, especialmente si usted tiene predispo-
sición genética para el alcoholismo y recibe grandes canti-
dades de refuerzo de las endorfinas. Estas rutas neuronales
quedan grabadas en su cerebro, al igual que las rutas que-
dan permanentemente establecidos cuando la gente cami-
na por ellas a través de las montañas.
Cuanto más bebe - cuanto más camina por esa ruta- más
amplias y fuertes se vuelven las rutas. Con el tiempo, el sis-
tema súper-reforzado deja de estar bajo su control cons-
ciente. Ahora usted es adicto al alcohol.

La Cura También Previene el Alcoholismo


El Método Sinclair puede prevenir o inocular contra la adic-
ción al alcohol antes de que haya echado raíces.
Ratas genéticamente predispuestas pronto se vuelven adictos
si se les permite acceso libre al alcohol. Si, sin embargo, las
ratas reciben naltrexona antes de obtener acceso libre al alco-
hol, nunca desarrollan el cableado que conduce al alcoholis-
mo.
¿Qué debe usted hacer si cree que está en riesgo de convertirse
en adicto? Digamos que usted siente que simplemente bebe
demasiado en las fiestas, en los aviones, por su cuenta, en los
restaurantes, o mientras conduce. O tal vez usted dice cosas
que luego lamenta o desearía no haber bebido tanto, y que esto
ha sucedido demasiadas veces. Más aún, usted sabe que algu-
nos de sus familiares se han convertido en alcohólicos y sospe-
cha que puede haber heredado el mismo alto riesgo de conver-
tirse en adicto. Si desea asegurarse de que su consumo no au-
menta, o incluso si desea reducir su consumo de alcohol a ni-
veles más seguros o detenerlo por completo, decir adiós a la
resaca, mejorar su autoestima, la salud y la vida en general, la
respuesta es siempre tomar la naltrexona antes de beber alco-
hol. Si hace esto, pronto frenará en seco el desarrollo del con-
sumo excesivo de alcohol. (La ―Prevención del Alcoholismo‖ se
ilustra en el Apéndice B.)

93
La Cura del Alcoholismo
No Necesita Ser ―Alcohólico‖ para Beneficiarse de
la Cura
Una de las principales ventajas del Método Sinclair es que us-
ted no necesita tener un serio problema de alcoholismo o ser
un alcohólico para beneficiarse del tratamiento de extinción.
Si tiene tendencia a beber demasiado en ciertas ocasiones y
simplemente quiere reducir su consumo, comience a tomar
naltrexona antes de beber alcohol.
La investigación demuestra que usted se encontrará más en
control, y comenzará a beber menos. Todavía puede beber
moderadamente y de forma segura, si decide hacerlo. El
Método Sinclair es más fácil que hacer dieta porque usted no
tiene que evitar la tentación de beber. La Naltrexona + Con-
sumo de Alcohol funciona de forma automática -es su fórmula
para una exitosa eliminación de la adicción.

Manejar el Conflicto
También es importante que usted sea consciente de que puede
encontrar una cierta dosis de controversia en torno al Método
Sinclair.
El tratamiento podría no tener sentido para todo el mundo,
sobre todo si no están familiarizados con la ciencia que lo ava-
la. Después de todo, ¿cómo puede ser ventajoso instruir a los
bebedores compulsivos a que sigan bebiendo, incluso si se les
ha dado la naltrexona? Es probable que encuentre gente
escéptica, sobre todo si saben que usted ya tiene un problema
y lo ven bebiendo, incluso si usted les habla de la medicación y
la forma en que funciona. Usted debe, sobre todo, tener fe en
los datos de la investigación.
También puede encontrarse con profesionales de la salud y
consejeros laicos que anuncian agresivamente que ―no se pue-
de curar una adicción a las drogas con otra droga‖. Rehabilita-
ción, un mes de abstinencia, los Doce Pasos de AA, y la absti-
nencia total son la única manera. Usted puede oír opiniones
negativas de algunos profesionales de la salud cuando les
habla del tratamiento porque el conocimiento de la extinción

Por supuesto con receta médica.

Por favor, consulte el capítulo 3 - La Contundente Evidencia Que
Avala la Cura, y la bibliografía anotada en el Apéndice A.
94
Paso Uno: Comprender la Cura
farmacológica aún no se ha difundido ampliamente en todo el
mundo. Si le dicen que no debe ser un ―conejillo de indias‖
para este tipo de tratamiento, con seguridad puede responder
que la etapa de conejillo de indias de la investigación ha pasa-
do hace tiempo; decenas de miles ya han superado su adicción
con éxito a través de la fórmula de Sinclair Naltrexona + Con-
sumo de Alcohol. Los datos científicos apoyan abrumadora-
mente la posición de que la extinción farmacológica es la for-
ma más eficaz de tratamiento de extinción de la adicción nun-
ca puesto en práctica.
Otros métodos de tratamiento han ayudado a algunas perso-
nas a hacer frente al ansia. Han empleado las herramientas
más poderosas que conoce la psicología para que un individuo
supere impulsos y deseos.
Sin embargo, una vez que la adicción se instala por completo
en el cerebro, ninguno de los métodos anteriores ha sido capaz
de eliminar el cableado del circuito neuronal que produce el
deseo y ansia de alcohol. A excepción del Método Sinclair, to-
dos los tratamientos actuales dejan el cerebro en un estado de
adicción permanente. Antes del tratamiento de la extinción, su
adicción significaba una batalla permanente por la abstinen-
cia, que era la base de la perogrullada ―una vez alcohólico,
siempre alcohólico‖.
Por eso, para un alcohólico abstemio, incluso una pequeña
cantidad de alcohol es extremadamente peligrosa.
A diferencia de la extinción farmacológica, los tratamientos
tradicionales nunca han sido capaces de reducir el mecanismo
adictivo del sistema nervioso. De hecho, el NIAAA, la OMS y
otros organismos gubernamentales confirman que los trata-
mientos estándar solo previenen la recaída en el alcohol del 10
al 15 por ciento de alcohólicos. Debido a que el alcoholismo no
ha sido curable, la mayoría de los alcohólicos recaen –del 85 al
90 por ciento recaen durante el primer año de tratamiento.


La extinción farmacológica literalmente "corta los cables" en el circui-
to de conducción de la adicción; por lo tanto, puede ser visto como una
especie de "nano cirugía cerebral" para corregir el exceso de fortaleci-
miento de las súper-autopistas neuronales convirtiéndolas de nuevo en
rutas más normales, el estado en que estaban antes de que el consumo
adictivo de alcohol fuese aprendido.
95
La Cura del Alcoholismo
Recaen cuando el Efecto de Privación de Alcohol y los estímu-
los medioambientales aumentan el ansia a niveles particular-
mente altos, causando peligrosas borracheras de alcohol. Es
entonces cuando los alcohólicos están en mayor riesgo de
hacerse daño a sí mismos y a los demás.
Esté preparado para hacer frente a la perplejidad inicial al ex-
plicar cómo funciona el Método Sinclair. Curiosamente, mu-
chas personas que están en el fragor de la batalla con el alco-
hol parecen comprender la lógica detrás del tratamiento de
extinción más rápidamente que los que no tienen experiencia
de primera mano de lo que se siente al ceder al ansia, las bo-
rracheras, y la adicción.

Quién No Debería Comenzar la Cura


Las mujeres embarazadas no deberían beber alcohol, ni usar
naltrexona ni muchos otros medicamentos.
Si usted tiene una adicción a un opiáceo como la heroína, la
morfina o cualquier opiáceo sintético, tal como oxicodona,
debe informar a su médico, ya que podría precipitar una reac-
ción de síndrome de abstinencia de opiáceos si toma naltrexo-
na. Esto es fundamental porque precipitar el síndrome de abs-
tinencia de opiáceos podría ser fatal.
No tome naltrexona si es fisiológicamente dependiente de
opiáceos.
Si usted es abstemio actualmente, a menos que esté recayendo,
no hay ninguna razón válida para que comience el tratamien-
to. Usted es digno de elogio –continúe con su actual trata-
miento si le funciona. El Método Sinclair está dirigido bien a
aquellos que actualmente están bebiendo en exceso, ya sea con
frecuencia o no, o bien a quienes desean evitar una escalada
del consumo. La naltrexona no causa reacciones de síndrome
de abstinencia del alcohol.

El Consumo Compulsivo de Alcohol No es Culpa suya


Hoy en día se reconoce de forma generalizada el hecho de que
alrededor del 10 por ciento de la población normal hereda el
potencial genético del alcoholismo. A pesar de que usted pue-
de tener predisposición genética para el alcoholismo, sólo des-
arrollará la adicción si empieza a beber alcohol. En esta etapa,
usted puede elegir si desea o no beber alcohol. La mayoría de
96
Paso Uno: Comprender la Cura
las personas no están genéticamente predispuestas al alco-
holismo. Cuando comienzan a beber alcohol socialmente, por
lo general no reciben refuerzo suficiente de endorfinas para
llegar a un consumo compulsivo de alcohol que se convierta en
adicción.
Sin embargo, si está genéticamente predispuesto al alcoholis-
mo y comienza a beber, la compulsión se extiende, pro-
gramándose poco a poco en su cerebro. Al arraigarse dicha
programación más firmemente con el paso de los años, usted
bebe cantidades cada vez mayores. Puede ser que le parezca
que dos o tres bebidas no son suficientes, por lo que bebe más.
A pesar de que posiblemente no se propuso emborracharse, lo
hace con demasiada frecuencia.
Su ansia por el alcohol, los pensamientos conscientes e in-
conscientes, sentimientos y sensaciones que le dicen que real-
mente necesita un trago, comienzan a hacerse más y más fuer-
tes. El que usted lo note depende de su estilo de beber. Si us-
ted bebe al estilo mediterráneo, es decir, consumiendo alcohol
todos los días, junto con las comidas, puede que nunca sienta
el ansia hasta que intente dejar de beber. Para muchas perso-
nas, la motivación por el alcohol es una cuestión de programa-
ción. Es un producto del Efecto de Privación de Alcohol y los
alcohólicos al estilo mediterráneo puede que nunca sientan el
ansia irresistible hasta que hayan sido privados de alcohol du-
rante unos días o más.
En esta etapa en el aprendizaje de la adicción, puede que sea
consciente de que el alcohol está interfiriendo con su vida y
trate de limitar la cantidad que bebe. Después de una resaca
de más, tal vez después de hacer y decir cosas lamentables, se
jura que nunca más volverá a tocar otra gota de alcohol... hasta
la próxima vez, claro.


Esto es una simplificación. El riesgo del alcoholismo depende de mu-
chos genes, por lo que no existe una división clara entre los que se en-
cuentran en riesgo y los que no. En su lugar, hay un continuo. En un
extremo están las personas que, una vez que empiezan a beber, progre-
san hacia el alcoholismo en sólo unos pocos años. En el otro extremo se
encuentran algunas personas que están protegidas de desarrollar alco-
holismo por factores genéticos. En medio están la mayoría de las perso-
nas, que se convierten en adictos sólo cuando el ambiente les facilita y
anima a consumir grandes cantidades de alcohol.
97
La Cura del Alcoholismo
A estas alturas, usted ha perdido el control sobre el alcohol y la
bebida se ha convertido en un poderoso reflejo biológico in-
consciente. Es como si, además del ansia normal por comida y
agua, una nueva ansia haya sido instalada en su cuerpo, en
este caso por alcohol. Una vez que esto ha ocurrido, el ansia
por alcohol se afianza permanentemente como una adicción
fisiológica, y se comienza a ―necesitar‖ alcohol como si fuese
agua.
Ya no bebe por elección. Al igual que su cerebro está conectado
para enseñarle a beber agua cuando tiene sed, bebe porque su
cerebro se ha cableado para desear y beber alcohol -la elección
ya no es suya. En cambio, su cerebro adicto elige por usted.
Está atrapado y esclavizado porque el consumo se ha converti-
do en un ―reflejo aprendido‖ inconsciente, incontrolable y au-
tomático.
Probablemente usted no era consciente de que llevaba el po-
tencial genético para beber compulsivamente cuando tomó
una copa por primera vez. Sin embargo, años más tarde, para
cuando ya había perdido el control, tomar una copa era una
experiencia muy diferente para usted de lo que había sido al
comenzar su viaje. Usted se ve incapaz de parar en su segunda
o tercera copa, que se han convertido en algo como arrojar
gasolina al fuego. Su consumo crece sin control, y una sola
copa es suficiente para provocar una borrachera. En el capítu-
lo 13 veremos cómo David, un programador de telecomunica-
ciones y alcohólico recuperado, explicaba cómo él razonaba su
propio alcoholismo en términos de programación informática.
El hardware es como el cableado adictivo -el circuito neuronal
en el cerebro que causa el ansia por el alcohol y su consumo- y
el software de programación es el aprendizaje repetido para
beber con el refuerzo de las endorfinas procedentes del alcohol
durante muchas sesiones.
A medida que avance a través del Método Sinclair, recuerde no
ser duro consigo mismo -como tantos alcohólicos tienden a
ser- por su adicción. Usted no es una persona débil, inmoral.
Ninguna cantidad de auto-recriminación puede eliminar su
adicción. Al igual que millones de personas, no es más respon-
sable por el consumo compulsivo de lo que es para cualquier
otra enfermedad hereditaria. Pero, al igual que un diabético es
responsable de regular el tratamiento con insulina o el uso de
98
Paso Uno: Comprender la Cura
un condón es absolutamente necesario para practicar el sexo
seguro, usted es responsable de su propia curación. Siempre
tome su medicamento antes de beber alcohol.
A estas alturas, usted debería apreciar que el Método Sinclair
actúa bloqueando el refuerzo (que no es lo mismo que el pla-
cer) de las endorfinas liberadas por el alcohol en el cerebro.
Usted estaba programado para desear alcohol a través del re-
fuerzo repetido de endorfinas durante muchas borracheras.
Para ser más exactos, las rutas neuronales que le hacen pensar
en alcohol, quererlo, y beberlo, se hace cada vez más fuerte
cada vez que se utilizaban y luego se bañaba en endorfinas.

Sistema Opioidérgico
Ciertas neuronas en el cerebro liberan sustancias similares a la
morfina y otros opiáceos. Estas sustancias se llaman endorfi-
nas y encefalinas. Se adaptan a los mismos receptores que la
morfina y la heroína. La liberación de estas sustancias también
se produce en los organismos más primitivos. Incluso algunas
bacterias liberan una sustancia similar al opio, al parecer como
una señal a otras bacterias de que algo ha perturbado la inte-
gridad de la comunidad. En organismos superiores, los opiá-
ceos naturales juegan un papel en la contracción intestinal.
También pueden bloquear la transmisión del dolor, como por
ejemplo de una lesión o un parto.
Esta es la razón por la que la morfina es eficaz como analgési-
co.
En el cerebro, las endorfinas se liberan generalmente en el
espacio abierto entre las neuronas, en lugar de limitarse a un
espacio pequeño dentro de una sinapsis. Así, una neurona que
libera endorfinas es capaz de afectar a cientos o miles de neu-
ronas en sus proximidades. Las endorfinas, por lo tanto, no
actúan como transmisores sinápticos como el glutamato, la
serotonina, o la acetilcolina y, en su lugar, podrían llamarse
hormonas locales. Tanto los opiáceos externos como las en-
dorfinas naturales proporcionan refuerzo.
Es decir, refuerzan las conexiones dentro de la ruta neuronal
que ha sido utilizada recientemente; por lo tanto, cualquiera
que sea el comportamiento justo antes de que los opiáceos o
las endorfinas apareciesen, es probable que vuelva a producir-
se de nuevo en el futuro. (Algunos investigadores han especu-
99
La Cura del Alcoholismo
lado que las endorfinas producen refuerzo liberando dopami-
na, pero ahora parece más probable que las endorfinas tengan
una capacidad directa de reforzarse a sí mismas). En otras pa-
labras, cada vez que se utiliza una ruta que produce un com-
portamiento que, a su vez, libera endorfinas, las endorfinas
fortalecen la ruta reforzándola. Como resultado, se necesitará
menos estimulación para reactivarla en el futuro, y será más
difícil para alguna otra ruta inhibirla y evitar que se produzca
el comportamiento (ilustrado en el Apéndice B).
El sistema opioide ha desarrollado la función de reforzar las
conductas sobre la base de la información sensorial. Por ejem-
plo, colocar una gota de azúcar o sacarina en la lengua hace
que las neuronas sensoriales se activen y, finalmente liberen
endorfinas en el cerebro. Esto proporciona una función de su-
pervivencia muy útil desde el punto de vista evolutivo. En lu-
gar de tener que esperar hasta después de que una comida
haya sido digerida para reforzar el comportamiento que pro-
duce la comida, hemos desarrollado una varilla química ins-
tantánea -nuestra lengua. La pegamos a un alimento. Analiza
la cantidad de azúcar presente. Si hay una gran cantidad, las
endorfinas se liberan, y de forma rápida y eficiente aprende-
mos a comer fruta madura con los nutrientes que necesitamos
en lugar de fruta verde, no saludable. El refuerzo de endorfi-
nas sólo requiere información sensorial, en lugar de la inges-
tión real de las sustancias nutritivas. En consecuencia, a pesar
de que es un atajo útil para el aprendizaje, puede ser engaña-
do, por ejemplo, con sacarina que produce la sensación dulce y
la liberación de endorfinas, pero no la nutrición.

¿Qué Pasa Cuando Bebe Alcohol Mientras Toma


Naltrexona?
Tomar azúcar, sacarina, y alcohol hace que liberemos endorfi-
nas en el cerebro. La naltrexona tiene la capacidad de bloquear
completamente los efectos de las endorfinas y su difusión en
todo el cerebro -que de lo contrario activarían miles de millo-
nes de receptores de opioides que provocarían el refuerzo o
fortalecimiento de las rutas o el circuito que producen el ansia
por el alcohol y su consumo.
Sin embargo, cada vez que bebas mientras tomes naltrexona,
el refuerzo de las endorfinas estará bloqueado en su cerebro.
100
Paso Uno: Comprender la Cura
Tomar naltrexona no sólo evitará que las rutas de opioides en
su cerebro sean reforzadas y fortalecidas, sino que cada vez
que tome una copa, mientras esté bajo tratamiento de nal-
trexona, debilitará las rutas reforzadas por las endorfinas - las
súper-autopistas que fueron instaladas en su cerebro y ahora
controlan su consumo de alcohol y su vida. El Método Sinclair
invierte progresivamente su adicción y, en última instancia, la
elimina de su cerebro recortando las súper-autopistas hasta
devolverlas a su condición original de rutas estrechas antes de
que usted comenzase a beber alcohol.
La solución a su problema no es a través de la abstinencia -es a
través de la Naltrexona + Consumo Continuado de Alcohol.

En febrero de 2013, Lundbeck recibió la autorización de


comercialización europea para Selincro (nalmefene)
como la primera terapia aprobada para la reducción del
consumo de alcohol. Esta es una noticia positiva en
términos de dar a conocer que un tratamiento médico
efectivo para el alcoholismo existe. Los estudios con-
firman que nalmefene es equivalente a la naltrexona en
términos de eficacia y seguridad. Dado que Lundbeck
cuenta con 10 años de exclusividad en la UE, y 5 años en
los EEUU se promoverá el uso del nalmefene de la ma-
nera correcta - debe tomarse junto con el consumo de
alcohol, esto es, la extinción farmacológica o el Método
Sinclair.

Véase :
http://www.globenewswire.com/news-
release/2013/02/28/526998/0/en/Lundbeck-receives-European-
marketing-authorization-for-Selincro-as-the-first-therapy-approved-
for-the-reduction-of-alcohol-consumption.html

101
7 Paso Dos:
Autoevaluación –
¿Necesito ayuda?

E
n su normativa sobre el Alcoholismo como Enfermedad,
la American Medical Association (AMA) señala que ―so-
licita cambios en las leyes y regulaciones federales para
exigir que la Administración de Veteranos determine la elegi-
bilidad de beneficios sobre la base de que el alcoholismo es
una enfermedad‖.50 La cuestión de si ―el alcoholismo es una
enfermedad‖ o no es más importante en términos de financia-
ción. Si los pacientes tienen una ―enfermedad‖, entonces es
más fácil obtener acceso pagado al tratamiento a través de los
programas de seguros médicos privados y públicos. La Asocia-
ción Médica Americana considera el alcoholismo como una
enfermedad ―que se caracteriza por un deterioro significativo
directamente relacionado con el uso persistente y excesivo del
alcohol. El deterioro puede implicar una disfunción fisiológica,
psicológica o social‖. La cantidad que usted bebe no es la cues-
tión fundamental: es una cuestión de lo que sucede cuando lo
hace y por eso se dice: ―Si usted tiene problemas a la hora de
beber, tiene un problema con la bebida‖. Uno de los problemas
es simplemente el deterioro producido por la intoxicación.
Otros problemas son causados por el hecho de que el alcohol
tiende a acentuar lo que estamos sintiendo en el momento en
103
La Cura del Alcoholismo
que lo beba. Si nos sentimos contentos y locuaces, nos pode-
mos sentir más intensamente eufóricos y charlatanes. Pero
también puede acentuar los sentimientos de depresión y de-
sesperación. Y si estamos enojados y agresivos, el alcohol pue-
de exagerar los sentimientos e interferir con el buen juicio ne-
cesario para impedir iniciar una pelea. Por otro lado, gran par-
te de lo que distingue a los alcohólicos es lo que sucede cuando
no beben. ¿Cómo de severa puede llegar a ser el ansia? Algu-
nos de los alcohólicos de estilo mediterráneo no saben que son
alcohólicos hasta que intentan dejarlo y lo encuentran imposi-
ble.
El alcoholismo es una ―enfermedad progresiva‖ que se ha des-
crito en etapas.51 ¿Alguna de estas etapas se aplican a usted?
¿Está usted en las primeras etapas o en las intermedias? ¿Tie-
ne un ser querido o amigo en alguna de estas situaciones? Co-
mience a pensar acerca de su consumo de alcohol en términos
de las siguientes etapas:

Etapa temprana:
1. Está empezando a tener problemas con su manera de be-
ber. Le preocupa su consumo de alcohol, comienza a beber
a escondidas, y siente algo de culpa por su conducta.
2. A veces se intoxica, y puede haber tenido pérdidas de me-
moria, no recordando lo que dijo o hizo en estado de ebrie-
dad.
3. Espera con impaciencia su consumo de alcohol, se relacio-
na con otros grandes consumidores de alcohol y tiene me-
nos interés en actividades que no impliquen beber alcohol.
4. Amigos y familiares están preocupados por su forma de
beber, y la bebida interfiere con su trabajo -por ejemplo,
comienza a ausentarse del trabajo a causa de la resaca.
5. Experimenta síntomas de abstinencia, como temblores,
depresión y ansiedad cuando deja de beber.

Etapa media:
1. Usted puede o no reconocerlo abiertamente, pero su con-
sumo se ha convertido en un problema para usted.
2. Es incapaz de gestionar su consumo de alcohol. A pesar de
que desea poder beber menos, se encuentra bebiendo
compulsivamente.
104
Paso Dos: Autoevaluación, ¿necesito la Cura?
3. Comienza a consumir alcohol como un antidepresivo, pero
descubre que los resultados del consumo de alcohol son la
resaca, lo que lo deprime aún más.
4. Comienza a tener problemas de salud, y su médico puede
recomendarle beber menos o dejarlo por completo.
5. Puede perder días de trabajo y perder su trabajo, ser con-
denado por conducir ebrio, o entrar en conflictos relacio-
nados con el alcohol con sus seres queridos y amigos. Em-
pieza a tener problemas médicos relacionados con el alco-
hol tales como la inflamación del hígado, enfermedades del
corazón o diabetes.
6. Síntomas del Síndrome de Abstinencia: temblores, depre-
sión y ansiedad -cuando el alcohol desaparece ahora son
una parte normal de su vida.

Etapa Tardía:
1. Su vida es ahora totalmente inmanejable.
2. Usted puede tener hepatitis, cirrosis, pancreatitis, hiperten-
sión arterial y hemorragias internas.
3. La depresión profunda, trastornos del sueño y problemas de
memoria son prominentes. Si ha estado bebiendo durante mu-
chos años, su memoria puede llegar a estar afectada por el
síndrome de Wernicke-Korsakoff, una condición que resulta
en daño cerebral permanente. En El hombre que confundió a
su mujer con un sombrero, Oliver Sacks describe cómo uno de
sus pacientes pensaban que estaba viviendo décadas antes,
porque los años de consumo de alcohol habían borrado por-
ciones enteras de su memoria.
4. Usted puede experimentar alucinaciones, convulsiones y
tener ataques cerebrales conocidos como delirium tremens
(DT) cuando deja de beber. Esto puede ser fatal y que necesita
atención médica urgente.

¿Es la Cura Adecuada para Mí?


¿Se identifica con alguna de las etapas descritas aquí? ¿Está de
acuerdo con la afirmación: ―Si usted tiene problemas cuando
bebe, tienes un problema con la bebida?‖ ¿El alcohol le contro-
la? ¿Le gustaría recuperar el control sobre su forma de beber?
¿Desea dejarlo por completo? ¿El alcohol ha interferido en su
entorno familiar, social o en su vida laboral? ¿Se ha resentido
105
La Cura del Alcoholismo
su salud? ¿Ha tenido contusiones, caídas o accidentes en esta-
do de ebriedad? ¿Ha experimentado ―apagones‖ como resulta-
do de beber en exceso? ¿Ha tenido problemas legales a causa
de la bebida?
Si responde afirmativamente a alguna de estas preguntas, en-
tonces usted debería considerar el Método Sinclair ya que se
basa en la ciencia convencional y ofrece el plan más optimista,
eficaz y clínicamente probado para romper el ciclo de consumo
compulsivo de alcohol -sin las exigencias de dejar el alcohol
por completo o la abstinencia.
Es especialmente digno de tener en cuenta si usted ha intenta-
do y ha fracasado con otras terapias.
En su forma original, el Método requería la estrecha supervi-
sión durante ocho sesiones de un médico y un psicólogo. Sin
embargo, la investigación ahora demuestra que es posible pro-
ceder por su cuenta con un tratamiento mínimo, siempre y
cuando sea médicamente apto para recibir una receta de nal-
trexona.

Su Salud Mental
Usted puede beneficiarse del Método Sinclair, incluso si tiene
una condición psicológica o psiquiátrica aparte del alcoholis-
mo. Por ejemplo, si usted sufre de depresión clínica indepen-
dientemente de su problema con la bebida, el tratamiento
puede ayudar con el consumo compulsivo. Sin embargo, si
usted ha sido diagnosticado con una condición psiquiátrica,
siempre debe consultar con un médico de confianza antes de
comenzar el Método Sinclair.
Una de las conclusiones de Sinclair de un análisis de los al-
cohólicos finlandeses fue que el tratamiento producía una
disminución muy grande en la depresión. Los pacientes hicie-
ron un test para la depresión (Inventario de Depresión de
Beck) antes del tratamiento y otro más después de unos tres
meses de tratamiento con naltrexona. La naltrexona en sí
misma no tiene efectos antidepresivos, pero la depresión se
disipa porque la bebida ha disminuido. Esto ayuda a respon-
der a un viejo rompecabezas en el campo del alcoholismo: ¿la
depresión hace que la gente beba en exceso o el beber en exce-
so hace que la gente se sienta deprimida?

106
Paso Dos: Autoevaluación, ¿necesito la Cura?
El hecho de que fuera posible reducir la depresión a niveles
normales en la gran mayoría de pacientes con naltrexona
muestra que por lo general es la bebida la causante de la de-
presión. Hubo, sin embargo, excepciones: pacientes con un
problema primario de depresión siguieron deprimidos, incluso
después de que la bebida ya estuviese bajo control.

La Cura No Te Juzga
El Método Sinclair defiende una posición no crítica con res-
pecto a la adicción. Desde un punto de vista filosófico y prácti-
co, es imprescindible que usted trate de evitar el estigma, tabú
y vergüenza tan a menudo asociadas con la etiqueta de adicto,
alcohólico o borracho. No se debe considerar a sí mismo mo-
ralmente degenerado, débil o inferior porque tenga un pro-
blema con la bebida.
Desde una perspectiva Sinclairiana, usted no sería etiquetado
de una manera negativa. En cualquier caso, el etiquetado no
ayuda con el tratamiento. Sin embargo, es útil hacerse pregun-
tas importantes acerca de sus patrones de consumo de alcohol.
Los cuestionarios y herramientas de este capítulo puede ayu-
dar con eso.
En el pasado, gran parte del esfuerzo se ha invertido tratando
de trazar una línea de demarcación entre los alcohólicos y las
personas que no son alcohólicas. De hecho, el alcoholismo
existe en un continuum, algunos están más gravemente afec-
tados que otros, y no hay división entre los dos. Es como tratar
de definir un límite entre el rojo y el amarillo: es imposible
decir en qué tono de color naranja deja de ser rojo y comienza
a ser amarillo.
El esfuerzo valdría la pena si el tratamiento que se da a los
alcohólicos fuera diferente del que debería darse a los grandes
bebedores, o si el tratamiento fuera tan peligroso, doloroso o
costoso que sólo se debiera dar a los alcohólicos. Pero ninguna
de estas condiciones se dan en el Método Sinclair. Curará al
alcohólico, pero también es útil para el bebedor como un pre-
ventivo contra el desarrollo del alcoholismo. Es seguro, indo-
loro y económico.
En el lado positivo, diagnosticar a alguien como alcohólico
puede ser útil para ayudar a la persona a recibir tratamiento.

107
La Cura del Alcoholismo
Las herramientas de auto-diagnóstico aquí presentes pueden
ser útiles para ponerse bajo tratamiento.
Si se ha percatado de que usted se ajusta a los siguientes crite-
rios, entonces debe conseguir ayuda por todos los medios. El
Método Sinclair, sin embargo, es también para las personas
que simplemente quieren un mayor control sobre su consumo
de alcohol o quieren prevenir futuros problemas con el alco-
hol. No es necesario contar con la letra escarlata ―A de Alco-
holismo‖ marcado a fuego en la frente.

Cuestionarios y Herramientas para Ayudar en la


Autoevaluación
Por favor considere las siguientes preguntas en su situación
actual:
1. ¿Tiene un familiar consanguíneo que haya tenido un pro-
blema con la bebida?
Sí ____ No ____
2. ¿Alguien le ha dicho que bebe demasiado?
Sí ____ No ____
3. ¿Los demás tienen una opinión distinta a la suya acerca de
su consumo de alcohol?
Sí ____ No ____
4. ¿A veces piensa que la bebida provoca problemas en su
vida?
Sí ____ No ____

Si usted contestó sí a la pregunta 1, debería considerar la posi-


bilidad de que puede estar en riesgo de alcoholismo si alguna
vez empieza a beber. Si responde afirmativamente a las pre-
guntas 2 a 4, considere la relevancia de su respuesta. Los de-
más pueden estar equivocados, pero a veces pueden saber si
usted se está perjudicando a sí mismo, incluso antes de que
usted mismo sea consciente de ello.

CAGE
El cuestionario CAGE que fue desarrollado en 1970 por el Dr.
John Ewing, director fundador del Centro Bowles para Estu-
dios de Alcohol para médicos de familia y profesionales del
tratamiento del alcoholismo, se compone de cuatro potentes
preguntas:
108
Paso Dos: Autoevaluación, ¿necesito la Cura?
1. ¿Ha sentido alguna vez que debe Cortar su consumo de
alcohol reduciéndolo a niveles seguros?
2. ¿Se ha sentido Airado alguna vez por las críticas a su forma
de beber?
3. ¿Alguna vez ha sentido Ganas de dejar el alcohol porque se
siente culpable?
4. ¿Alguna vez ha necesitado beber por la mañana para Em-
pezar el día sin nervios o molestias?

Interpretación de las Preguntas CAGE


Estas preguntas son importantes si sus respuestas afirmativas
se aplican a su situación de los últimos doce meses. El respon-
der afirmativamente a dos preguntas es considerado un fuerte
indicio de un problema con la bebida adictiva; responder que
sí a tres preguntas se considera la confirmación de que existe
un problema de adicción a la bebida. Estos cuestionarios no
están pensados como un diagnóstico formal, sino que se inclu-
yen para ayudarle a empezar a pensar acerca de su forma de
beber.

109
8
Paso Tres:
Su receta
de Naltrexona

Obtenga Su Receta- Beber Alcohol bajo Tratamien-


to de Naltrexona Es una ―Buena Medicina‖

E
l capítulo 1 describía cómo la naltrexona fue aprobada
por la FDA en 1994 para el tratamiento de problemas
con el consumo de alcohol en Estados Unidos y poste-
riormente por las autoridades médicas en muchos otros paí-
ses. En aquel entonces, la Organización Mundial de la Salud
aprobó la naltrexona y el NIAAA confirmó que se trataba del
primer medicamento realmente eficaz para ayudar en la bata-
lla contra la adicción al alcohol.
Pero tuvieron que pasar otros doce años para que la Asocia-
ción Médica Americana (AMA) reconociese que la naltrexona
debería utilizarse ampliamente en el tratamiento del alco-
holismo en entornos médicos ordinarios con su publicación en
mayo de 2006 de los resultados del Proyecto COMBINE, el
mayor ensayo clínico multicéntrico en la historia de la investi-
gación de la adicción.


Consulte el Apéndice D para la carta de Enoch Gordis, MD, ex director
del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, "Carta a
los compañeros", fechada el 6 de febrero de 1995 -esto es, ¡hace diecio-
cho años que la escribió!
111
La Cura del Alcoholismo
Desafortunadamente, el hecho de que la naltrexona no es un
ingrediente suficiente en sí mismo sigue sin ser mencionado.
En otras palabras, no va a funcionar por sí sola junto con la
abstinencia. La mayoría de los médicos y los pacientes asumen
que los medicamentos se toman para tratar ciertas enferme-
dades o condiciones. Por lo tanto, la aspirina ayuda a reducir
el dolor, los antibióticos curan las infecciones bacterianas, y la
insulina controla la diabetes. Los médicos recetan medicamen-
tos. Los pacientes siguen las indicaciones del médico y toman
los medicamentos, que se supone que tienen propiedades cu-
rativas inherentes. Dado que la mayoría de los medicamentos -
antibióticos, antihipertensivos o antidepresivos- funcionan
como por arte de magia, el paciente necesita hacer muy poco
aparte de tomar el medicamento.
No ocurre lo mismo con la naltrexona para la adicción al alco-
hol. El medicamento es sólo una parte del tratamiento. Un
consumo activo debe combinarse con el medicamento para
producir resultados. Como hemos visto, la evidencia científica
de más de setenta ensayos clínicos publicados confirman que
el medicamento sólo funciona con un consumo concurrente de
alcohol conforme a la fórmula de la Naltrexona + Consumo de
Alcohol = Cura.
Aunque las compañías farmacéuticas enumeran todos los po-
tenciales efectos secundarios de los medicamentos por razones
legales, describen la naltrexona como un medicamento bien
tolerado, seguro y que no produce adicción. La naltrexona (50
mg) fue catalogada por primera vez como ReVia™ en los Esta-
dos Unidos y en varios otros países. En el Reino Unido, se co-
mercializa como NalorexR. También se vende con el nombre
de DepadeR en los Estados Unidos. Otros nombres de marcas
de naltrexona incluyen Naltima y Nodict (India), Narpan (Ma-
lasia), y Antaxone Celupan (España), y Narcoral (Italia). El
inyectable mensual de acción de naltrexona se califica como
VivitrolR en los Estados Unidos.


Véase la bibliografía comentada sobre los ensayos clínicos en el Apén-
dice A.

Más información disponible en el fabricante, Alkermes, en
www.alkermes.com.
112
Paso Tres: Su receta de Naltrexona
La naltrexona está disponible en formulaciones de liberación
retardada que aseguran que se libera lentamente y de forma
continua en el torrente sanguíneo, y siempre está en el cuerpo.
Cuando esto sucede, los receptores de opioides están bloquea-
dos continuamente durante un mes o más. Este procedimiento
ofrece algunas ventajas sobre tomar píldoras por vía oral, y se
han obtenido unos buenos resultados con la inyección men-
sual de liberación sostenida VivitrolR. Sin embargo, los efectos
a largo plazo de las preparaciones de liberación retardada no
han sido plenamente examined.52 La administración continua
también evita que la naltrexona debilite selectivamente el con-
sumo de alcohol y no otros comportamientos (como discuti-
mos en el capítulo 9), así como la prevención farmacológica-
mente potenciada de comportamientos saludables alternati-
vos.
Durante el Paso Tres, usted comenzará a pensar en el consumo
de alcohol, mientras está tomando naltrexona como algo
―bueno para mí‖ o al menos ―necesario para ponerme mejor‖.
Al principio, puede parecer extraño, pero pronto se acostum-
brará a ello. Recuerde, la combinación de los dos -Naltrexona
+ Consumo de Alcohol- es su medicina, su cura definitiva y la
liberación de la adicción. Pero hacer únicamente una de las
dos cosas -bien beber solo, sin tomar naltrexona; o tomar nal-
trexona sin beber alcohol- no hará nada para ayudar a reducir
la ansiedad y romper su adicción.
Aquí están algunos recordatorios. La naltrexona + Consumo
de Alcohol durante tres a cuatro meses produce:
 Disminución del deseo de consumir alcohol sin tener que
parar en seco.
 Menor interés en pensamientos obsesivos sobre la bebida.
 Consumo de alcohol reducido a límites normales, no más
de veinte y cuatro copas por semana para los hombres y no
más de cinco copas en una velada o no más de dieciséis co-
pas por semana para las mujeres o cuatro en una sola oca-
sión. (Los límites máximos son establecidos por diferentes
organismos, estos límites se derivan de la Organización
Mundial de la Salud.)
 La habilidad de optar por la abstinencia total -pero sólo
después de un promedio de tres a cuatro meses en el
Método Sinclair.
113
La Cura del Alcoholismo

 Abstinencia y desintoxicación del alcohol gradual y auto-


máticos.
 Marcarse sus propias metas - abstinencia total o beber de-
ntro de unos límites seguros.

¿Qué se Siente al Beber Mientras se Toma Nal-


trexona?
Si usted ha tomado la naltrexona sin beber alcohol, se sentiría
casi como si se hubiese tomando un complejo vitamínico -
prácticamente nada.
Menos del 10 por ciento de los pacientes informaron de náuse-
as temporales en los ensayos clínicos en los que se administró
a pacientes abstinentes. Produjo incluso menos efectos secun-
darios en los pacientes que seguían bebiendo.
La medicación no es psicoactiva, y no va a hacer que se sienta
animado ni deprimido. La naltrexona no alivia el ansia de al-
cohol como un analgésico alivia el dolor de cabeza. Algunos
pacientes dicen que no sienten esa ―embriaguez‖ de la primera
copa cuando empiezan a consumir alcohol mientras toman
naltrexona. Sin embargo, incluso cuando se lo toman junto
con alcohol, no sienten subjetivamente que esté funcio-
nando en su sistema.
Una de las características interesantes de la naltrexona y otros
antagonistas de opioides es que el sistema de endorfinas que
bloquean es relativamente poco importante la mayor parte del
tiempo. Las endorfinas están involucradas en muchas formas
de refuerzo, pero por lo general simplemente como una copia
de seguridad o un sistema de acceso directo.
Su papel como analgésicos puede ser importante en la natura-
leza, los animales a menudo tienen que seguir cazando a pesar
de sufrir una lesión grave para sobrevivir; pero en nuestro
mundo moderno, nosotros rara vez nos enfrentamos a estos
desafíos. Otras sustancias neuroquímicas que modulan el
comportamiento, tales como la dopamina, la serotonina y la
adrenalina, están críticamente involucradas en la regulación
de un gran número de actividades, y hay que tener mucho cui-
dado con los medicamentos que alteran estos sistemas.
Con el sistema de endorfinas, sin embargo, la mayoría de la
gente ni siquiera puede saber si ha sido bloqueado por un an-
114
Paso Tres: Su receta de Naltrexona
tagonista, como la naltrexona. De hecho, ha sido probado en
algunos de los ensayos clínicos a doble ciego con el fin de de-
mostrar que los pacientes realmente no podrían decir si se les
había dado un antagonista de opioides o un placebo.53
Recuerde, la naltrexona por sí misma no va a reducir la ansie-
dad o eliminar la adicción en quince minutos, quince días o
quince años. Usted debe ser consciente de que las afir-
maciones en Internet de que la naltrexona puede eli-
minar su ansia por el alcohol en solo quince minutos
son falsas. Como vimos en el capítulo 3 sobre la evidencia
científica que avala el Método Sinclair, la naltrexona sólo es
eficaz si se combina con la bebida en el transcurso de al menos
tres a cuatro meses. La extinción requiere tiempo y un
consumo activo de alcohol junto con naltrexona antes
de que la completa eliminación de la adicción pueda
suceder.

El Abuso del Alcohol y la Adicción No Son Raciona-


les
Algunas personas han cuestionado si los pacientes realmente
tomarían naltrexona. Si la naltrexona bloquea el ―placer‖ de la
bebida, un paciente racional simplemente dejaría de tomar el
medicamento con el fin de volver a obtener placer al beber
alcohol.
En primer lugar, vamos a empezar con un hecho establecido.
El acatamiento ha sido extraordinariamente bueno con el
Método Sinclair. Más del 85 por ciento de los alcohólicos en
tratamiento con naltrexona en efecto, tomar su medicación, a
pesar de que se les ha dicho que bloquea la euforia inicial del
alcohol.
Eso no es racional, podría reclamar. No, no lo es, y la razón es
que el abuso de alcohol no es un comportamiento racional,
lógicamente elegido por su capacidad para producir euforia.
Los estudios sobre humanos que beben alcohol socialmente
muestran que la euforia sólo ocasionalmente se incrementa
con el alcohol.54 Si se encuentra en un estado de ánimo me-
lancólico, el vino tinto hará que lo vea todo más negro. Si tiene
ganas de fiesta, subirá a las nubes entre burbujas del cham-
pagne. Si se siente frustrado, puede llegar a ser agresivo –de
ahí la violencia asociada al alcohol y la delincuencia. Si usted
115
La Cura del Alcoholismo
está con una bata de hospital en un laboratorio de acero inoxi-
dable, a las nueve en punto de la mañana sin nada de comer ni
de beber, el alcohol no producirá euforia, como se demostró en
Finlandia sobre los efectos del alcohol mediante una tomograf-
ía.55 El estudio demostró con claridad algunos de los efectos
inmediatos del alcohol en el cerebro, y se demostró que un
antagonista de opiáceos bloqueaba estos efectos. Los investi-
gadores esperaban medir si también estaba bloqueando la eu-
foria, pero fracasó debido a que el alcohol no produjo aumen-
tos significativos en la euforia en condiciones de laboratorio
puras y duras.
Los alcohólicos obtienen muy poco -o ningún- placer de la be-
bida, y ciertamente no lo suficiente como para compensar todo
el dolor que obtienen de su abuso continuo de alcohol.56 Los
alcohólicos beben porque han cableado su cerebro para beber.
No hay ningún motivo racional para elegir beber alcohol por-
que no ―eligen‖ beber más de lo que usted elije levantar la
pierna cuando su médico le golpea la rodilla. Usted está ca-
bleado para producir el reflejo rotuliano, y el alcohólico se ha
cableado para producir el reflejo de beber.
Así que, sí, la naltrexona puede bloquear parcialmente el pla-
cer –si lo hay- de la bebida. Pero el placer no es el motivo por
el que los alcohólicos continúan bebiendo.
Por lo tanto, el bloqueo del placer del alcohol ha llevado a po-
cos pacientes a dejar de tomar su naltrexona. Si se les hubiera
dicho que se abstuviesen de beber, el cumplimiento habría
sido mucho más difícil. El alcoholismo, por definición, es la
dificultad para abstenerse del alcohol.
Y los ensayos clínicos que han instruido a los pacientes a abs-
tenerse han tenido más problemas con el cumplimiento.
Sin embargo, la indicación de tomarse una pastilla antes de
beber alcohol es una orden fácil de obedecer. El placer del al-
cohol puede no ser importante para el alcohólico, pero los pla-
ceres de la vida son generalmente importantes. Muchos com-
portamientos se ven reforzados por las endorfinas, y no que-
remos perder estas otras alegrías de la vida. Como solución a
este problema, el Método Sinclair usa un proceso llamado ex-
tinción selectiva que elimina las conductas relacionadas con el
ansia de alcohol y su abuso y apoya y fortifica las conductas
reforzadas por otras endorfinas. (Esto se discutirá en el capítu-
116
Paso Tres: Su receta de Naltrexona
lo 9 en la sección titulada Extinción selectiva: Cómo maximi-
zar sus resultados.)
Sus sensaciones subjetivas, sentimientos y emociones apenas
cambian cuando consume alcohol mientras está tomando nal-
trexona. Sin embargo, las rutas que controlan su forma de be-
ber se debilitan gradualmente cada vez que lo hace. Esto ocu-
rre al nivel microscópico de billones de conexiones entre las
neuronas del cerebro. Así como usted no puede sentir los pro-
cesos metabólicos en el hígado o los riñones, no siente el pro-
ceso de eliminación de la adicción mientras su sistema nervio-
so vuelve a la normalidad.
Cuando usted beba alcohol mientras esté tomando naltrexona,
no será consciente de que las súper-autopistas neuronales se
están debilitando y estrechando a su estado original. El proce-
so equivale a un debilitamiento gradual pero constante de los
circuitos adictivos cableados a través de su cerebro y sistema
nervioso. A medida que siga bebiendo mientras está tomando
naltrexona, su cerebro ya no está siendo reforzado por las en-
dorfinas. Esto produce la extinción farmacológica –el asom-
broso descubrimiento de Sinclair- que automáticamente debi-
lita el cableado que causa su adicción.
La eliminación de la adicción se produce con paso lento pero
seguro y la investigación muestra que cuanto mayor sea la
frecuencia en que beba mientras toma naltrexona, más se
debilitará su adicción. Uno no podría pedir una solución
más fácil, más elegante, o digna del consumo adictivo de alco-
hol que, literalmente, ―Beber Hasta la Sobriedad‖.


Para apreciar la magnitud del sistema de cableado y rutas neuronales
en el cerebro humano, considere esto: el cerebro humano contiene
aproximadamente 1 billón de células nerviosas o neuronas, que confor-
man rutas conectadas en cruces llamados sinapsis. Cada neurona tiene,
de promedio, 7.000 conexiones sinápticas con otras neuronas -7, 000
billones de conexiones. Los receptores son aún más pequeños, y cada
conexión contiene un gran número de ellos.

Sinclair insiste: "Queremos dejar claro que no estamos alentando a los
pacientes a beber grandes cantidades de una sola vez. Los grandes
volúmenes de alcohol no ayudan (no aceleran el proceso de la adicción)
y pueden ser peligrosos. Sin embargo, beber con frecuencia, mientras se
esté tomando naltrexona es beneficioso, ya que cada vez que se toma
alcohol supone una sesión de extinción más". N.B. Mis paréntesis.
117
La Cura del Alcoholismo
Trabaje con su Doctor Por Su Cura
Recuperar el control sobre su consumo de alcohol significa
tomar la iniciativa lo antes posible. Es necesario contar con el
apoyo de un médico para que le recete naltrexona. Su princi-
pal objetivo del Paso Tres es obtener su receta para la nal-
trexona para que pueda seguir la simple pero poderosa fórmu-
la de Naltrexona + Consumo de Alcohol durante tres o cuatro
meses= Cura en el Paso Cuatro.
Su médico no tiene que darle instrucciones para continuar
bebiendo mientras tome la medicación. Él o ella simplemente
le indicará que, si va a beber, tome siempre su medicamento
antes de hacerlo. Una instrucción adicional sería ―No tome su
medicamento en días en los que no bebe‖ porque la naltrexona
no elimina la adicción por sí sola.
La cuestión de si es inmoral que los médicos le instruyan for-
malmente a que beba, sobre todo si usted es adicto al alcohol,
se resuelve fácilmente. Si usted ya tiene un problema de adic-
ción con la bebida, va a beber de todos modos, no importa lo
que nadie, incluyéndose a sí mismo, le diga que haga. De esta
manera, el médico puede decir con tranquilidad: ―Yo no le
aconsejo que beba alcohol, pero, siempre y cuando lo haga,
asegúrese de tomar la naltrexona de antemano‖.
El objetivo del Método Sinclair es reducir el ansia de alcohol y
su consumo a niveles seguros. Debido a que paralizar un tra-
tamiento eficaz no es lo mejor para el paciente, en vista de la
investigación que apoya el tratamiento de extinción, también
puede argumentarse que es inmoral indicar a los pacientes a
tomar el medicamento de manera incorrecta -acompañado de
la abstinencia. El éxito se logra bebiendo alcohol mientras esté
tomando el medicamento con el fin de restablecer el cableado
de su cerebro, conduciendo el ansia por el alcohol y la adicción
de nuevo a cero. Recuerde que, como vimos en el capítulo 3, la


Debido a que son tan seguros, la naltrexona y el nalmefene, al igual
que muchos otros medicamentos sujetos a receta, podrían convertirse
en medicamentos de venta libre (OTC, del inglés over-the-counter). Tal
como muchos países hicieron los medicamentos contra el colesterol
conocidos como estatinas medicamentos de venta libre, es una cuestión
de regulación y de demanda.

Por favor, consulte el capítulo 9 y la sección titulada Extinción selecti-
va: Cómo maximizar sus resultados.
118
Paso Tres: Su receta de Naltrexona
investigación sobre los fármacos antagonistas de opiáceos
(naltrexona, nalmefene, naloxona) demuestra que el cableado
adictivo, adquirido a lo largo de muchos años de consumo de
alcohol, se vuelve a restaurar funcionalmente al estado en que
se encontraba antes de que la adicción se enraizara.
Si usted tiene una relación de confianza con su médico, puede
indicarle que lea el capítulo 17 (―Para los Profesionales Médi-
cos‖) y los artículos de investigación que figuran en este libro,
sobre todo si su médico no está familiarizado con la forma en
que la naltrexona funciona con el Método Sinclair. También
podría informar a su médico de que la extinción farmacológica
es parte de la medicina convencional y que ha sido comproba-
da científicamente en los últimos treinta años. Ahora se cuenta
con el respaldo de más de setenta ensayos clínicos publicados
(que figuran en la bibliografía comentada). También podrían
informar a su médico de que la naltrexona fue aprobada por la
FDA en 1994, y aprobada para su uso en el alcoholismo por la
OMS (1994) y en más de una veintena de investigadores del
alcohol líderes en Estados Unidos, que publicaron sus hallaz-
gos del Proyecto COMBINE en el Journal of the American
Medical Association en 2006 (Anton, O'Malley et al., 2006).
Debido a que la naltrexona es un antagonista de opiáceos, no
puede ser objeto de abuso. Usted no puede colocarse con ellos
como lo puede hacer con tranquilizantes u otros muchos me-
dicamentos con receta. La naltrexona no presenta ningún ries-
go de adicción.
Por lo tanto, su médico de cabecera puede estar tranquilo al
recetarla. La dosis normal es de 50 mg, que deben tomarse
una hora antes de beber alcohol. Algunos médicos recomien-
dan que usted comience el tratamiento con la mitad de la dosis
normal (25 mg) partiendo la pastilla por la mitad. Esto se re-
comienda para ayudarle a acostumbrarse a tomar el medica-
mento y se puede realizar las dos o tres primeras veces que
beba alcohol.
Su médico le exigirá una prueba de sangre antes de recetar
naltrexona para comprobar si sufre daño hepático. La razón de
esto es que un estudio utilizando dosis masivas de naltrexona
(300 mg diarios) encontró que era estresante para el hígado.
No hay evidencia de que dosis más bajas de naltrexona estre-
sen el hígado. Además, una de las medidas comunes que
119
La Cura del Alcoholismo
muestran la efectividad de la naltrexona es que las mismas
medidas de daño hepático mejoran como resultado del trata-
miento. Sin embargo, se consideró que la naltrexona no deber-
ía administrarse a personas que ya tenían graves daños en el
hígado, por lo que usted necesitará una prueba de la función
hepática, y un pequeño porcentaje de los pacientes no podrán
ser tratados con naltrexona. Aunque dosis de 100-150 mg se
prescriben ocasionalmente en casos especiales, usted debe
permanecer dentro de la dosis recomendada y no tomar más
de la dosis habitual de 50 mg de naltrexona sin consultar a su
médico -tomar una dosis más alta no acelerará su proceso de
eliminación de la adicción de tres o cuatro meses. Una dosis de
50 mg debe bloquear el 100 por ciento de los receptores de
opioides en la mayoría de las personas; dosis de 100 o 150 mg
seguirán bloqueando el 100 por ciento de los receptores, y por
lo tanto no acelerarán el tratamiento.
Una de las ventajas de nalmefene, el compuesto hermano de la
naltrexona, es que no se metaboliza en el hígado, por lo que los
médicos no requieren pruebas de función hepática antes de
recetarlo.57 Si usted es un bebedor de fin de semana, sólo tome
sus medicamentos los fines de semana. No lo tome durante la
semana, a menos que por supuesto usted beba alcohol durante
la semana. Si usted bebe cada día, tome sus medicamentos
todos los días. Si usted bebe seis días a la semana, tómelo seis
veces por semana, una hora antes de tomar una copa.
Si usted encuentra que tiene ganas de beber alcohol y acciden-
talmente toma una copa sin tomar la medicación, tome el
comprimido inmediatamente. Tenga siempre el medicamento
a mano. Algunas personas lo llevan encima durante años, in-
cluso después de elegir abstenerse completamente -por si aca-
so.

Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura


No se alarme si se encuentra con conceptos erróneos acerca de
tomar la medicación. Muchas personas asumen que la nal-
trexona se debe utilizar con la abstinencia. Tales conceptos
erróneos son a menudo comprensibles.
Si bien no son científicos, parecen ser de sentido común ―To-
me esta píldora para ese problema‖ es la manera en la que nos
hemos acostumbrado a pensar acerca de los medicamentos en
120
Paso Tres: Su receta de Naltrexona
general. A la mayoría de nosotros se nos enseña a pensar a
tomar comprimidos como un proceso pasivo. Nos tomamos
pastillas para los dolores de cabeza y los dolores de cabeza-
desaparecen -no tenemos que hacer nada más. Trabajan por
arte de magia para acabar con el dolor, hacernos dormir, curar
infecciones y restablecer el ritmo normal del corazón -todo por
sí mismas.
La administración de naltrexona es un procedimiento profun-
damente diferente. Se requiere seguir bebiendo mientras toma
la medicación. La eliminación de la adicción es un proceso
activo. Usted toma naltrexona activamente y luego bebe alco-
hol activamente. Recuerde, su proceso de eliminación de la
adicción no es instantáneo. Se necesita tiempo para desengan-
charse. Pero si usted sigue la fórmula de Naltrexona + Consu-
mo de Alcohol = Cura, sus posibilidades de vencer a la botella -
de recuperar el control sobre el alcohol- son de aproximada-
mente el 80 por ciento.
El objetivo principal del Paso Tres es asegurar su receta para la
naltrexona. En la práctica, la mayoría de los médicos en los
Estados Unidos acepta prescribir una receta para la naltrexo-
na, sobre todo porque la AMA publicó los resultados del pro-
yecto COMBINE en mayo de 2006, aprobando el uso de nal-
trexona para el alcoholismo en entornos médicos generales.
Sin embargo, si por alguna razón su médico considera que el
método de Sinclair está más allá de su pericia, no se desanime.
Su médico puede referirlo a otro médico o usted puede ser
proactivo y encontrar uno que sea más abierto de mente, al-
guien que se tome el tiempo de considerar la ciencia sólida
detrás del Método Sinclair.
Por favor, consulte el capítulo 17 (―Para los profesionales
médicos‖) y www.TheCureForAlcoholism.com para las actuali-
zaciones.

121
9 Paso Cuatro:
Registrar la Reduc-
ción del Ansia y Con-
sumo

Comenzar su desintoxicación con Naltrexona +


Consumo de Alcohol

A
hora que usted tiene su receta para el medicamento,
puede comenzar activamente y con entusiasmo su tra-
tamiento de eliminación de la adicción.
La ciencia que avala el tratamiento demuestra que usted tiene
todas las razones para ser optimista. Sigue bebiendo como lo
hace normalmente, excepto que ahora se asegura de tomar la
naltrexona una hora antes de beber alcohol.
Usted debe decidir por sí mismo si se siente cómodo diciendo
a los demás que está bajo tratamiento. Esta es una cuestión de
elección y juicio personal. Por ejemplo, usted podría sentirse
cómodo contando a la gente de su entorno –sus seres queridos
o amigos cercanos- que está siguiendo el Método Sinclair.
No deberían preocuparse si ven que bebe alcohol porque ahora
está tomando naltrexona, y la Naltrexona + Consumo de Alco-
hol romperá su adicción en unos tres o cuatro meses. Al mis-
mo tiempo, es posible que se sienta mejor guardándose lo de
su tratamiento para sí mismo con las personas a las que no
123
La Cura del Alcoholismo
está tan unido –jefes, colegas o conocidos. Las diferencias cul-
turales también debe ser tenidas en cuenta. En algunas cultu-
ras, la salud es un asunto completamente personal. En otras,
es la preocupación de la familia o la comunidad en su conjun-
to.
Los estilos y hábitos de consumo de alcohol varían enorme-
mente de persona a persona. Algunos de ustedes pueden estar
bebiendo grandes cantidades de alcohol todos los días, comen-
zando el día con una bebida alcohólica a primera hora de la
mañana o con una al mediodía. Otros puede que empiecen a
las 6 de la tarde y beban de forma constante durante el resto
de la tarde. Algunos de ustedes pueden emborracharse sólo los
fines de semana o sólo después de un período de días o sema-
nas, cuando no puede contener el ansia por beber alcohol. Los
problemas con el alcohol se presentan de muchas maneras, y
probablemente hay tantos factores desencadenantes para con-
sumir alcohol como variedades de bebidas alcohólicas.

Es como aprender a usar un paracaídas


A estas alturas, usted debería saber que el fin de su ansia y
adicción no llegará tratando de mantenerse sobrio. Si usted no
puede controlar o detener su consumo de alcohol a través de
tratamientos psicológicos normales o en los basados en la fe,
entonces tiene que empezar a usar el Método Sinclair.
Al comenzar el tratamiento puede sentirse como si asistiera a
clases de preparación para el paracaidismo. Su instructor pue-
de usar vídeos de instrucción para mostrarle cómo saltar del
avión, cómo superar el miedo inicial a las alturas, cómo utili-
zar su paracaídas de seguridad si el principal no se abre. El
instructor puede que sea repetitivo y hasta muy aburrido.
Por supuesto, usted entiende el razonamiento detrás de la re-
petición de su instructor –hacerlo correctamente puede hacer
que su viaje desde una altitud de 15.000 pies de vuelta a la
tierra sea suave y agradable. Por encima de todo, hacer las co-
sas correctamente puede salvar su vida. El Método Sinclair es
similar.
Ahora, conforme surgen las ansias, se permite beber alcohol,
pero sólo si ya ha tomado su medicamento. Cada bebida con
naltrexona es parte de su curva curativa puesto que inicia la

124
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
primera de muchas sesiones de Naltrexona + Consumo de Al-
cohol que le liberarán de su adicción.
Recuerde, la curación se produce de forma incremental –copa
a copa- conforme el sistema microscópico todavía densamente
cableado que conduce la adicción en el cerebro se desmonta,
se debilita y, finalmente, se rompe a través de la extinción.

Medidas de Consumo de Alcohol


A partir de la primera aplicación del Método Sinclair, la
práctica habitual ha sido que los pacientes registren su con-
sumo de alcohol en un diario. Sin embargo, los beneficios de
Naltrexona + Consumo de Alcohol no dependen de mantener
el diario. (Las ratas nunca mantuvieron diarios de su consumo
y funcionó para ellos.) Por otro lado, guardar un registro dili-
gentemente probablemente sea beneficioso para su progreso y
ser capaz de mirar hacia atrás y ver el progreso que ha hecho a
menudo le ayude a mantener la motivación. Por lo tanto, man-
tener un Diario de Consumo de Alcohol es muy recomendable.
Antes de comenzar a tomar el medicamento e iniciar su Diario,
usted debería familiarizarse con las medidas de consumo de
alcohol, que indican el número de unidades de alcohol que hay
en una cerveza, un trago de vodka, o una copa de vino. Mucha
gente piensa que hay una diferencia entre beber cerveza, vino
y licores, pero por lo que a su cerebro se refiere todo es lo
mismo -el alcohol es el alcohol. El diario Consumo de Alcohol
a continuación muestra el contenido de alcohol de cada bebi-
da. Aunque los restaurantes, bares, y pubs miden el alcohol en
porciones estandarizadas, se ha encontrado que cuando la
gente bebe por su cuenta, tiende a verter cantidades más
grandes. Los estudios muestran que las personas subestiman
la cantidad y la frecuencia con la que beben. Por favor, man-
tenga un diario de Consumo de Alcohol con el siguiente forma-
to y esté al tanto de los niveles seguros de consumo descritos a
continuación.

Diario de Consumo de Alcohol


Sinclair recomienda el siguiente formato para su Diario de
Consumo de Alcohol. Utilice un pequeño diario que pueda
llevar encima sin problemas.

125
La Cura del Alcoholismo
Número de la Alcohol –
Dosis de
Sesión de Día Fecha Número de
Naltrexona
Consumo Unidades
L
M
X.
J
V
S
D
Total
Semanal
L
M
X.
J
V
S
D
Total
Semanal
Drinking
Comentarios:_____________________________________________

Medidas de Consumo de Alcohol


En los Estados Unidos, una unidad de bebida se define por
tener una media onza de alcohol puro, el equivalente a casi 15
ml, tal como se detalla: 58
10–12 oz de cerveza (4–5% alcohol) = 1 copa
8–12 oz de vino refrigerado (4–6% alcohol) = 1 copa
4–5 oz de vino de mesa (9–12% alcohol) = 1 copa
2.5 oz de vino fortificado (20% alcohol) = 1 copa
1.25 oz de espíritus destilados (40% alcohol) = 1 copa
1 oz de espíritus destilados (50% alcohol) = 1 copa
Medidas internacionales
1 botella (330 ml) de cerveza (4.7% alcohol) = 1 copa
1 jarra de cerveza (4.7% alcohol) = 1.5 copa
1 botella de cerveza fuerte (6% alcohol) = 1.3 copa
1 jarra de cerveza fuerte (10% alcohol) = 2 copas
1 copa (12 cl) de vino (10% alcohol) = 1 copa
1 botella (75 cl) de vino (10% alcohol) = 6.5 copas
1 copa (8 cl) de vino fortificado (20% alcohol) = 1 copa
1 botella (75 cl) de vino fortificado (20% alcohol) = 9.5 copas

126
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
1 chupito (4 cl) de espíritus (40% alcohol) = 1 copa
1 botellín (50 cl) de espíritus (40% alcohol) = 12 copas
1 botella (70 cl) de espíritus (40% alcohol) = 17.5 copas
Los vinos incluyen champán.
Los vinos fortificados incluyen jerez, oporto y vermut.
Los espíritus incluyen vodka, ginebra, whisky, ron, coñac, y
licores.

Límites máximos de consumo moderado de alco-


hol59
Hombres: Veinticuatro unidades por semana o cinco
unidades durante cualquier velada
Mujeres: Dieciocho unidades por semana o cuatro du-
rante cualquier velada
Si necesita ayuda para contar unidades de bebida, visite este
sitio Web: www.knowyourlimits.info.

Midiendo Sus Ansias


El ansia va de la mano del consumo excesivo de alcohol y de la
adicción.
Usted debería evaluar sus niveles de ansiedad semanalmente.
La Escala Visual Analógica del Ansia de Alcohol (VAS) es un
instrumento simple para ayudarle a planear sus niveles de an-
siedad, ya que disminuirá con el transcurso del tratamiento.
Usted podrá de hecho trazar en un gráfico la reducción en su
ansiedad durante las próximas semanas y meses. Si está traba-
jando con un consejero capacitado, puede que desee compartir
sus resultados VAS semanales con él o ella a medida que avan-
za el tratamiento.

Escala Analógica Visual del Ansia de Alcohol


Imagine que está en una situación en la que normalmente
consumiría alcohol. ¿Hasta qué punto querría beber? Indique
el punto de la línea que mejor describa su nivel de ansiedad
por el alcohol y trace una clara línea vertical en ese punto.

127
La Cura del Alcoholismo

Comience su Diario de Consumo de Alcohol


Ahora que tiene su fuente de naltrexona, ¿qué tiene que hacer?
Usted debería comenzar inmediatamente su Diario y continúe
bebiendo mientras toma naltrexona. Un paciente describió
acertadamente este proceso cuando dijo: ―Ya no simplemente
bebo alcohol. Ahora Nal-bebo para poder aNular mi consu-
mo‖.
Comience tomando la mitad de la dosis normal, 25 mg, duran-
te las dos primeras sesiones. Usted puede romper el compri-
mido de 50 mg por la mitad o pedirle a su farmacéutico que lo
haga por usted. Después de las primeras dos dosis, pase a la
dosis completa de 50 mg, que es la dosis oficialmente reco-
mendada.
El Diario de Consumo de Alcohol es una parte integral de su
plan de tratamiento.
Sirve como su hoja de ruta, guiándolo hacia la cura. Si usted
bebe sólo los fines de semana, está bien -usted será capaz de
trazar su consumo de alcohol de fin de semana. Si usted bebe
cada día, usted será capaz de trazar su patrón de consumo dia-
rio y su caída. Al principio, puede que no note mucha diferen-
cia, pero a medida que pasa el tiempo, experimentará una
disminución constante en su consumo. La mayoría de las per-
sonas notan una reducción notable en el deseo y el número
real de unidades de alcohol por semana en las primeras seis
semanas.
Cuando empiece el tratamiento, no debe alterarse si se en-
cuentra bebiendo muy por encima del límite de seguridad o
incluso mucho más de lo que le gustaría. Después de todo, es
por eso por lo que está en el Método Sinclair. Algunas perso-
nas beben muy por encima de los límites de seguridad - veinte
y cuatro unidades por semana para los hombres y no más de
cinco unidades en una ocasión y dieciocho copas por semana
para las mujeres y no más de cuatro unidades en una ocasión-
todas las semanas. Saber cuánto alcohol consume es esencial.
128
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
(Tenga en cuenta que muchos restaurantes sirven ―una copa‖
equivalente a dos o más unidades.) De esta manera usted pue-
de trazar con precisión cuánto están bebiendo y por lo tanto
controlar su progreso semanalmente. Las clínicas han encon-
trado que el Método de Sinclair disminuye el consumo a una
media de menos de nueve unidades por semana después de
tres o cuatro meses.
Hay que hacer un par de advertencias. En primer lugar, se de-
be tener especial cuidado de no beber y conducir o utilizar
maquinaria. La naltrexona puede aumentar algunos aspectos
de la intoxicación. Sinclair encontró un aumento en el deterio-
ro motor ocasionado por el alcohol en ratas.60 Más tarde, las
investigaciones posteriores han encontrado mayores proble-
mas ocasionados por el alcohol relacionados con la falta de
atención necesaria en la conducción.61 En segundo lugar, no
beba en una sesión más de lo que estamos acostumbrados. La
naltrexona no bloqueará el envenenamiento por alcohol.
¿Qué debe esperar que ocurra?
La respuesta es que no hay dos personas iguales. Algunas per-
sonas responden al tratamiento con mayor rapidez que otros.
En general, los efectos secundarios de la naltrexona son raros
e incluyen síntomas como picazón leve o náusea transitoria.
En comparación con los efectos secundarios de la bebida adic-
tiva, la mayoría de los pacientes dicen que los dos son menores
y temporales y el esfuerce bien vale la pena. La mayoría de los
pacientes que tomaron naltrexona sufrieron pocos efectos se-
cundarios o ninguno.
Sepa que, incluso desde muy temprano en su tratamiento, en
ocasiones puede experimentar una sorprendente capacidad
para detenerse después de sólo un par de copas. Sin embargo,
esta disminución en el consumo y en el ansia es meramente un
artificio del tratamiento. La naltrexona bloquea algunos de los
efectos de la primera bebida y de los estímulos que se han
condicionado a liberar endorfinas, lo que ayuda a bloquear el
―efecto de la primera copa‖. Es un efecto beneficioso, pero
débil. Los poderosos efectos de la extinción farmacológica se

Sinclair informa de que un gran seguimiento de los primeros pacientes
finlandeses de naltrexona confirmó que estos beneficios todavía estaban
en vigor tres años después del inicio del tratamiento.
129
La Cura del Alcoholismo
desarrollan mucho más lentamente y no le pueden curar en
una semana o dos. Le llevó mucho tiempo llegar a sus niveles
de ansia y consumo de alcohol actuales, y le llevará al menos
tres o cuatro meses revertir la adicción. Algunas personas ne-
cesitan más tiempo antes de que el andamio neurológico -el
cableado adictivo en el cerebro- se desmonte, reduzca, y res-
taure a su estado normal, sano, pre-adicto.
Por supuesto, cada uno de ustedes avanzará a través del tra-
tamiento a su propio ritmo. Pero todo el mundo tiene que se-
guir la fórmula: Naltrexona + Consumo de Alcohol = Cura pa-
ra tener éxito. Usted debe esperar un éxito similar al de los
setenta y cinco pacientes en la figura 8, que mostraron una
reducción del ansia en tres o cuatro meses.
También puede esperar que su consumo real se reduzca a unas
quince copas por semana en tres o cuatro meses y finalmente a
nueve copas por semana, como se muestra en la Figura 9
(página 132).
Usted establece sus propias metas de tratamiento. Sólo el 3
por ciento de los pacientes tratados inicialmente por el grupo
de Sinclair eligió la abstinencia total como su objetivo original,
pero alrededor de un cuarto de ellos eran abstinentes después
de tres meses de tratamiento. Antes del tratamiento, puede ser
difícil de imaginar una vida sin alcohol, pero para el final del
tratamiento, su ansia habrá disminuido tan notable y dramáti-
camente que la abstinencia total se convertirá en una cuestión
de elección personal. Ya no temerá al alcohol. No estará a su
merced; no será su esclavo o su marioneta. Descubrirá que ya
no se obsesiona ni piensa en él y este será más o menos irrele-
vante en su vida. Sin embargo, el objetivo final es romper la
adicción para que usted controle su consumo de alcohol en
lugar de que él lo controle a usted.
Algunas personas pueden desear beber dos o tres veces al año-
por ejemplo, en Navidad o en la víspera de Año Nuevo. Esto
está bien, siempre y cuando siempre tome su medicación antes
de hacerlo. La idea es que el Método Sinclair le permite redu-
cir o detener por completo el consumo sin los molestos senti-
mientos de privación y la amenaza de una recaída asociados
con los tradicionales tratamientos basados en la abstinencia.
Usted no tendrá que asistir regularmente a grupos de apoyo, a
menos que elija hacerlo.
130
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
Si usted decide continuar bebiendo alcohol, el tratamiento se
traducirá en una disminución masiva en su deseo por el alco-
hol y también en la cantidad real que bebe cuando lo haga.
Usted simplemente notará que pierde interés en el alcohol sin
perder el interés en la fiesta. Debido a que la desintoxicación
se produce a nivel microscópico de los receptores de opioides
(endorfinas) y las sinapsis en el cerebro, no sabrá por qué la
voz en su cabeza que le sugiere ―me vendría bien un trago‖ o
―necesito un trago‖ simplemente parece haber desaparecido.
Su rescate de la botella sucede como por arte de magia. No es
magia, por supuesto, pero los frutos del Método Sinclair son
realmente sorprendentes.
Lo más probable es que otros también se darán cuenta de los
cambios positivos -ya no se emborrachará, deprimirá, sufrirá
resaca, perderá el control, será agresivo, y no perderá las for-
mas ni la cabeza. Consumo de Alcohol + Naltrexona produce
un estado de permanente ausencia fisiológica de la adicción.


Algunos pacientes se benefician de un periodo breve de asesoramiento
o entrenamiento mientras se adaptan a las situaciones sociales en las
que erróneamente creen que necesitan el alcohol como un "lubricante
social".
131
La Cura del Alcoholismo
Figura 8. Tomado de Sinclair, JD (2001) La evidencia sobre el uso de
naltrexona y de diferentes formas de utilización en el tratamiento del
alcoholismo.. Alcohol and Alcoholism, 36: 2–10, 2001.62

Figura 9. Establecer sus metas

Extinción Selectiva: Cómo Maximizar Sus Resultados


La extinción selectiva es una técnica que puede utilizar para
mejorar su resistencia al alcohol fomentando al mismo tiempo
comportamientos positivos y deseables. Después de uno o dos
meses de tratamiento, verá que su deseo por el alcohol ha
disminuido progresivamente con cada sesión de Naltrexona +
Consumo de alcohol, por lo que hay días en los que simple-
mente no querrá beber. La extinción selectiva significa que en
estos días no toma naltrexona ni consume alcohol, sino que
hace cosas que normalmente encuentra gratificantes.
Si es posible, antes de empezar a tomar naltrexona, usted debe
hacer una lista de comportamientos saludables y positivos que
encuentra gratificantes o satisfactorios –o que lo eran antes de
que el alcohol comenzase a interferir negativamente en su vi-
da. Normalmente, en las clínicas, el médico señala que estos
comportamientos están probablemente reforzados por las en-
dorfinas, pero usted puede hacerlo por sí mismo. Por ejemplo,
puede incluir el sexo o un poco de ejercicio vigoroso como el
senderismo, vela, footing, tenis, yoga, o aeróbic en su lista de
132
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
actividades placenteras. Actividades maternales y paternales,
como la cálida ―¡Ooh! ¡El bebé!‖ sensación que se obtiene de
abrazar a niños o mascotas, casi con toda seguridad produ-
cirán endorfinas. Lo mismo ocurre con los comportamientos
emocionantes (por ejemplo, los parques de atracciones), expe-
riencias nuevas, comer alimentos muy condimentados, comi-
das especialmente dulces o picantes. Los placeres sensuales
por lo general implican endorfinas.
Participar en un espectáculo, cantar, presentar y actuar todos
implican endorfinas. En general, las actividades que son esti-
muladas por un poco de alcohol, tales como un aperitivo antes
de comer, son opioidérgicas, es decir, se ven reforzadas por
endorfinas. Por otra parte, los comportamientos que envuel-
ven largos periodos de alta atención e inmovilidad, como
prácticas de tiro, probablemente no son opioidérgicas. Por
supuesto, hay comportamientos opioidérgicos no saludables
como comportamientos de alto riesgo, apuestas, o tomar otras
drogas, y que, obviamente, no deben estar en su lista.
Asegúrese de que no participa en las actividades opioidérgicas
saludables mientras usted toma naltrexona, resérvelas para
sus días de ―No Consumo de Alcohol – No Naltrexona‖.
Los días libres de naltrexona y de bebida, el sistema de opioi-
des en el cerebro será más sensible al refuerzo de liberación de
endorfinas debido a un fenómeno conocido como regulación
al alza del receptor, que causa la hipersensibilidad del recep-
tor. La naltrexona causa la regulación al alza, pero con tal de
que se encuentre en el cerebro y bloquee los receptores, no hay
ningún efecto. Cuando se interrumpe el tratamiento con nal-
trexona durante un tiempo, sin embargo, hay período de unos
pocos días en que la naltrexona se ha ido y el extraordinaria-
mente elevado número de receptores de opioides son ahora
libres, produciendo más refuerzo cada vez que se liberan en-
dorfinas. Usted puede aprovecharse de la hipersensibilidad de
los receptores de opioides porque actividades relacionadas con
las endorfinas son más gratificantes de lo normal. De esta ma-
nera, comenzará a reemplazar las actividades ―malas‖ de las
endorfinas como el consumo de alcohol por ―buenas‖ como el
ejercicio vigoroso.

133
La Cura del Alcoholismo
Usted encontrará que su interés y disfrute de actividades salu-
dables aumentarán progresivamente, ayudando a llenar el vac-
ío a medida que disminuye el consumo de alcohol.
La naltrexona ofrece una ventana de oportunidad para el
aprendizaje potenciado farmacológicamente de comporta-
mientos saludables. Si la última vez que tomó naltrexona fue el
viernes por la tarde, el sábado es un día de limpieza, en que el
medicamento está siendo expulsado del cuerpo. Desde la tarde
del domingo, alrededor de dos días de la última dosis de nal-
trexona, se encuentra en un estado en que los pacientes dicen
que realizar conductas alternativas aporta un refuerzo espe-
cial. Una comida muy sazonada sabe genial. Incluso el primer
bocado de chocolate es fantástico. El sexo es más gratificante.
El ejercicio resulta maravilloso. La hipersensibilidad desapa-
rece gradualmente durante los próximos días, por lo que es
conveniente hacer un esfuerzo para participar en las activida-
des saludables durante este periodo de tiempo en los que se
obtiene un refuerzo mayor.
En cualquier momento, puede volver a beber, sólo asegúrese
de tomar la naltrexona una hora antes de tomar el primer sor-
bo de alcohol. Por lo general, los pacientes empiezan por tener
sólo un fin de semana sin naltrexona ni alcohol -y con la
práctica de una conducta saludable el domingo por la tarde y
noche- vuelven a la Naltrexona + Consumo de Alcohol evitan-
do los otros comportamientos opioidérgicos. Períodos poste-
riores sin alcohol ni naltrexona se vuelven progresivamente
más extensos.
Con el tiempo, el consumo de alcohol mientras toma naltrexo-
na se produce sólo una vez a la semana o incluso con menos
frecuencia y los períodos sin alcohol ni naltrexona son de seis
días o más.
Para más información sobre la extinción selectiva, vea la histo-
ria de Richard en el capítulo 12.

Seguimiento, Cumplimiento y Terapia


Usted debe ver a su médico de vez en cuando, por lo menos
una vez al mes, incluso si tiene un sistema de receta renovable
que no requiere visitas regulares. Sin embargo, en situaciones
donde no es factible ver a su médico con más frecuencia o
simplemente no desea hacerlo, todavía puede tener éxito por sí
134
Paso Cuatro: Registrar la Reducción del Ansia y Consumo
mismo. Puede seguir el Método Sinclair tan privada o públi-
camente como desee. Pero hay que seguir la regla de oro ahora
y después de completar el programa: siempre tomar la nal-
trexona antes de consumir alcohol.
El Método Sinclair requiere una motivación personal para to-
mar su medicamento consistentemente antes de beber alcohol.
Lo hace durante el resto de su vida, pero sólo cuando bebe.
Una vez iniciado el programa, no tiene sentido parar y volver a
empezar.

Sea Constante; Lleva Tiempo que Funcione


Las investigaciones muestran que el tiempo mínimo para la
obtención de la mayor parte de los beneficios del Método Sin-
clair son tres o cuatro meses de tratamiento. No se engañe -el
cableado adictivo en su cerebro se ha súper- reforzado con los
años, no de la noche a la mañana. El cableado adictivo no se
desactivará lo suficiente hasta después de un mes o dos de se-
guimiento del Método Sinclair. Si usted no completa un míni-
mo de tres o cuatro meses de tratamiento, usted será como
una tarta de queso a medio cocinar –una tarta de queso sin
queso- y debido a que su tratamiento será incompleto, usted
seguirá siendo adicto al alcohol.
En realidad, el tratamiento nunca se acaba, aunque después de
los tres o cuatro meses iniciales, la mayoría de las veces con-
siste únicamente en llevar la naltrexona encima. Ahora bien,
nunca llegará el momento en que pueda beber alcohol sin to-
mar la medicación. Si es así, incluso después de que se cure,
empezará a reaprender la adicción al alcohol.
Estar curado no significa que no se puede desarrollar la en-
fermedad de nuevo.

135
10
Paso Cinco:
El Paso Dorado:
Seguir Curado

¿Cómo Sé Que Estoy Curado?

U
sted sabrá que está curado cuando sus ansias por beber
alcohol se reduzcan notablemente. Debido a que la
eliminación de la adicción es automática e integral a la
fórmula Naltrexona + Consumo de Alcohol, usted será cada
vez más consciente de que está menos ansioso por beber alco-
hol y de que está bebiendo menos a medida que avanza el tra-
tamiento.
Su interés en el alcohol disminuirá. Ya no lo necesita. Usted
puede tomarlo o dejarlo.
En resumen, estos son los principales indicadores de éxito:
 Está bebiendo dentro de los límites de seguridad o no bebe
en absoluto.
 Sus niveles de ansiedad son muy bajos o inexistentes.
 Su estado de ánimo ha mejorado y se siente mejor física y
emocionalmente.
 Las resacas son historia.
 Otros notan que usted está bebiendo menos.
 El alcohol ya no domina sus pensamientos ni regula su vi-
da, y usted ha dejado de obsesionarse con la siguiente co-
pa.

137
La Cura del Alcoholismo

 Usted simplemente han perdido el interés en la bebida -


puede tomarla o dejarla.
 Su confianza y su autoestima han mejorado.
 Sus relaciones ya no sufren como resultado de su consumo
de alcohol.
 Su salud psicológica y física ha mejorado. Su depresión ha
desaparecido. La función de su hígado ha mejorado.

Usted está curado porque su cerebro ha sido restaurado a la


condición en que estaba antes de que comenzase a consumir
alcohol. Esto significa que el cableado adictivo reflexivo ya no
está conectado en su cuerpo. Basado en el descubrimiento
empíricamente demostrado de la extinción farmacológica, el
tratamiento ha demostrado ser la herramienta más potente de
eliminación de la adicción al alcohol en el arsenal de armas
contra el alcoholismo.
De hecho, los tratamientos anteriores fueron como usar arcos
y flechas contra la adicción. El Método Sinclair presagia una
nueva era en el tratamiento, no sólo del alcohol, sino también
de muchas otras adicciones a sustancias (por ejemplo, la
heroína,63 la cocaína,64 y las anfetaminas65) y adicciones varias
(por ejemplo, a los juegos de azar).
No necesitó una desintoxicación larga, cara y desagradable ni
costosas hospitalizaciones. Usted no tuvo que experimentar el
delirium tremens (sacudidas) ni convulsiones. No tuvo necesi-
dad de romper promesas de que nunca volvería a beber. Eli-
minar la adicción no tuvo que ser difícil o doloroso. No nece-
sitó adoptar una nueva ideología, religión o un rígido régimen
de tratamiento. Usted no tuvo que sufrir innecesariamente. Ya
no acaba decepcionándose a sí mismo y a los demás. Ahora
usted bebe alcohol -si usted ha elegido continuar consumiendo
alcohol- dentro de los límites de seguridad. O porque, por
primera vez en años, puede optar con facilidad por no beber en
absoluto.
Una vez que haya completado con éxito el curso completo de la
extinción farmacológica, su cerebro se restaura al estado en


Por favor, consulte el capítulo 15: El Método Sinclair como Modelo para el tratamiento
de otras adicciones (Heroína, Cocaína, Anfetaminas, Sexo, Juego, Chocolates, Tabaco,
Piratería Informática, y Búsqueda Patológica de Emociones).
138
Paso Cinco: El Paso Dorado – Seguir Curado
que se encontraba antes de tomar su primera copa, antes de
que aprendiera el ansia y la adicción. Esa vocecilla en su cabe-
za pidiendo una copa bien está adormecida o simplemente ha
desaparecido.

La Regla de Oro de la Cura


Si usted es un paciente siguiendo el Método Sinclair sólo tiene
una regla absoluta: tomar la naltrexona antes de consumir
alcohol. Usted debe tomar sus medicamentos por el resto de su
vida, pero sólo cuando beba alcohol. Seguir esta Regla de Oro
es fácil. Siempre tome su medicación antes de consumir alco-
hol.
Si usted comienza a beber sin haber tomado la medicación, va
a echar por tierra los logros que ha realizado. Si bebe sin su
medicación, a pesar de haber completado el curso completo
del tratamiento y estar ―curado‖, se puede predecir con un alto
grado de confianza que es muy probable que vuelva al punto
de partida. Por término medio, le llevará alrededor de tres a
seis meses llegar a sus niveles de ansia y consumo originales y
a volverse adicto -recableado- si bebe sin tomar naltrexona.
Por supuesto, una sola sesión de consumo de alcohol sin nal-
trexona no le volverá adicto después de completar el Método
Sinclair. Sin embargo, antes de que usted se plantee consumir
alcohol sin la naltrexona, pregúntese si vale la pena dar el pri-
mer paso atrás en el camino a la adicción de nuevo. Recuerde,
los comportamientos extinguidos pueden volver a aprenderse
si se realizan mientras el refuerzo no es bloqueado, y el re-
aprendizaje es más rápido que el aprendizaje original. La nal-
trexona es su póliza de seguro contra el reaprendizaje de la
adicción, y por lo tanto contra la recaída. Siempre tome su
medicamento antes de consumir alcohol, si consume alcohol.

―Recuperándose‖ versus ―Recuperado‖


Si usted sigue el Plan de los Cinco Pasos meticulosamente du-
rante al menos tres o cuatro meses, el cableado de control de la
ansiedad y el consumo de alcohol en su cerebro se debilitan
hasta el punto de que su sistema nervioso queda restaurado a
prácticamente el mismo estado en que se encontraba antes de
que comenzase a beber, antes de que aprendiese a ansiar el
alcohol, y antes de perder el control. Esto es lo que se entiende
139
La Cura del Alcoholismo
por curarse de su adicción, y por qué el Método Sinclair es un
avance profundo en la medicina psicológica. Durante meses de
tratamiento, la causa primaria del alcoholismo -el sistema
súper-reforzado- es destruida. Las conexiones entre las neuro-
nas en el cerebro que había sido reforzadas con tanta frecuen-
cia y eficacia por las endorfinas cuando bebía alcohol se han
debilitado y silenciado. Ningún otro tratamiento ha sido capaz
de afirmar que puede eliminar una adicción de su sistema ner-
vioso de modo que usted se cura con el tratamiento. Dejar de
ser adicto significa que su cerebro reforzado por los opiáceos
ha vuelto esencialmente al estado en que estaba antes de que
usted tomara su primera copa (y las miles que le siguieron),
que llevó a que la Adicción Aprendida al Alcohol.
En otras palabras, una vez que haya completado el tratamiento
de extinción, estará curado. Por lo tanto, no estará, como lo
haría con cualquier otro tipo de rehabilitación tradicional, en
un estado perpetuo de recuperación en curso.
Usted no va a ser un alcohólico en recuperación que está
siempre en riesgo de recaer y emborracharse de nuevo. En
biología, el término metamorfosis significa ―un profundo cam-
bio en forma de una etapa a la siguiente en la historia de vida
de un organismo, como es el caso de la oruga a la crisálida y de
la crisálida a la mariposa adulta‖.66 El Método Sinclair le per-
mite convertirse en esa mariposa adulta.
Una vez que haya seguido con éxito el Método de Sinclair,
habrá dejado de ser adicto. Ahora usted es un ex alcohólico -
un alcohólico recuperado- y lo seguirá siendo, siempre y cuan-
do siga la Regla de Oro.
¡Enhorabuena! Ha superado su adicción al alcohol.

140
SECCIÓN Historias Re-
TRES
ales de
Curas Reales
Si este libro le ha tocado la fibra sensi-
ble, espero que los testimonios si-
guientes le ayuden a darse cuenta de
que no está solo, y de que usted tam-
bién puede curar su dependencia al al-
cohol.
11
La Historia de Julia:
Tratamiento Sinclair
“De lujo”

“Lo más increíble de los Milagros es que ocurren”.


G. K. CHESTERTON (1874–1936)

A
unque la psicoterapia intensiva no es un requisito para
el éxito del tratamiento, se ha incluido la historia de
Julia ya que proporciona una visión teórica y práctica
del Método Sinclair y, al mismo tiempo, ilustra cómo el trata-
miento puede ser mejorado mediante un contacto cercano e
individualizado con profesionales competentes y cariñosos.
Julia, una mujer de treinta y ocho años de edad, y su devoto
esposo, James, llevan dieciocho años casados. Viven en una
hermosa casa junto a un lago en el noroeste del Pacífico, con
sus dos hijas adolescentes. Hace poco más de dos años, Julia
perdió la capacidad de controlar su consumo de alcohol. Aun-
que podía pasar temporadas sin beber alcohol, con frecuencia
sentía ansia por beber, sobre todo los fines de semana. La fa-
milia se acostumbró a que Julia se emborrachase en las fiestas
y también los viernes y sábado por la noche. Pero cuando los
episodios de intoxicación grave también se sucedieron durante
la semana, sus rasgos se embotaron y su tez delicada y lumino-
sa se volvió áspera y pálida. Ella comenzó a tomarse una copa
La Cura del Alcoholismo
el lunes por la mañana para combatir la resaca cuando todos
se habían ido de la casa.
Una alfarera brillante, tiempo atrás Julia dirigía con éxito un
pequeño negocio de cerámica desde un estudio en su casa.
Pero su estudio era ahora un desastre, y ya no lo usaba. James,
un abogado muy respetado y un conservacionista apasionado a
quien todo el mundo consideraba un alma gentil, no podía
evitar discutir con ella por su manera de beber. Él siempre la
había adorado, pero su vida otrora casi idílica había llegado a
parecerse a una zona de guerra. Horrorizado de encontrarse a
sí mismo contemplando el divorcio, le imploró buscar ayuda
profesional, pero ella se negó airadamente. ―Simplemente ten-
go que beber‖, le dijo. ―No sé por qué. Podéis abandonarme si
queréis; pero yo sencillamente no puedo parar‖.
Unos días más tarde, James leyó un artículo de prensa sobre el
Método Sinclair. Él, nervioso, se puso en contacto con una
clínica de Florida que ofrecía este nuevo tratamiento. Explicó
que su esposa estaba aterrorizada porque había oído que los
adictos eran hospitalizados, obligados a dejar de beber y a
asistir a las reuniones de grupo, y pasar por la tortura de la
desintoxicación. También había oído que muchas personas
que habían ido a rehabilitación a menudo la encontraban no
sólo ineficaz, una montaña rusa de abstinencia y recaídas, sino
que solían acabar aún más desesperados después del trata-
miento de lo que estaban antes de empezar. La competente
recepcionista explicó que el Método Sinclair era diferente, un
enfoque completamente nuevo que no exigía la abstinencia
total, y envió a James un paquete de información que describía
el tratamiento.
El paquete hábilmente redactado consiguió persuadir a Julia
de que fuera a ver a un médico en la clínica. ―Nadie nace al-
cohólico‖, explicaba uno de los folletos en el paquete. ―Beber
alcohol se aprende poco a poco. Cada vez que usted bebe, el
alcohol provoca la liberación de endorfinas o sustancias simi-
lares a la morfina en el cerebro‖. ―Las endorfinas son las molé-
culas de la emoción del cuerpo‖ y pueden suprimir el dolor.
Las endorfinas fortalecer o refuerzan el consumo de alcohol y


Este tratamiento se llevó a cabo en una clínica privada en Finlandia.

144
La Historia de Julia: Tratamiento Sinclair de Lujo
todo lo que le acompaña, como pensar en el alcohol, ir al bar,
tener ganas de tomar una copa, pedirla, esperar a que la sirvan
y, finalmente, beberla.
Esto le pasa a todo el mundo, pero algunas personas, debido a
su constitución genética, reciben de las endorfinas sacudidas
de refuerzo más poderosas. Con el tiempo, el alcohol comienza
a dominar sus vidas y terminan fuera de control -totalmente
adictos al alcohol. Sin embargo, el folleto explica, el círculo
vicioso puede romperse o debilitarse a través del ―proceso na-
tural de extinción mediante el medicamento naltrexona para
bloquear las endorfinas y el refuerzo que producen en el cere-
bro‖.
La familia entera leyó el paquete de información. Se enteraron
de que el tratamiento no requiere hospitalización. Esto fue
especialmente alentador para Julia, que odiaba todo lo que
tuviera que ver con los hospitales. Leyó que sus objetivos ser-
ían ―la reducción, el control o la abstinencia‖ y que ella no ne-
cesita abstenerse antes de comenzar el tratamiento. El trata-
miento podría reducir su deseo de consumir alcohol ¡mientras
continuaba bebiendo! El folleto de la clínica explicó que el
consumo disminuiría, no por exigencias externas o amenazas,
sino porque el paciente simplemente perdería interés en él. Su
enfoque totalmente compatible con el de Alcohólicos Anóni-
mos, hace que el Método Sinclair ―funcione bien para las per-
sonas que son adictos severos, y para aquellos que se limitan a
beber más de lo que quisieran‖.
Esto a Julia le parecía demasiado bueno para ser verdad, pero
se sentía alentada por el hecho de que no iba a recibir medi-
camentos fuertes, como los barbitúricos o benzodiacepinas,
que puede ser adictivas.
Julia también se enteró de que la Organización Mundial de la
Salud y la FDA ya habían informado de que la naltrexona es
segura y no tenía efectos secundarios duraderos o graves
cuando se utiliza junto con el alcohol.
El tratamiento, que normalmente tarda entre tres y cuatro
meses, no se podía llevar a cabo sin la prescripción de un doc-
tor.
La terapia individual no se exigía en todos los casos, pero
podría ser útil como parte de un programa de tratamiento in-

145
La Cura del Alcoholismo
tegral. Julia y su familia estuvieron de acuerdo en que ella de-
bería pedir cita en la clínica.
Su primera cita no fue lo que ella esperaba. El personal de la
clínica trató a Julia con dignidad y no la etiquetó como ―al-
cohólica sin fuerza de voluntad‖. A Julia se le dijo que iba a ser
atendida por un equipo formado por un médico, el Dr. Ander-
son, y un psicólogo consejero, el Dr. Simon. Tener dos cuida-
dores primarios, se le informó, no era necesario, pero podría
ser útil.
En la primera sesión de cribado de Julia, el Dr. Anderson le
explicó cómo se había convertido en adicta al alcohol. Decidió
aceptarla para el tratamiento, diciendo: ―El Método Sinclair no
es para aquellos que están actualmente en periodo de absti-
nencia‖.
―¿Quiere decir que si yo llevara meses asistiendo a AA ya por y
sin beber en absoluto, no podría tener acceso a este tratamien-
to?‖, se preguntó Julia, asombrada.
―Así es‖, sonrió el doctor Anderson, ―El tratamiento es sólo
para aquellos que están bebiendo. Sólo funciona si usted toma
la medicina una hora antes de tener su primera copa. No re-
cetamos este tratamiento a aquellos que no consumen alco-
hol‖.
―Bueno, pues menos mal que estoy bebiendo alcohol, ¿no?‖
―Hasta que vi los datos de la investigación del Dr. Sinclair,
nunca habría pensado que esto fuese posible‖, el Dr. Anderson
contestó. ―Hemos tratado unos pocos cientos de casos, ¡y los
resultados son excelentes!‖.
Además del enfoque psicoterapéutico estándar de ―esperanza
inspiradora‖, el Dr. Anderson se aseguró de que Julia no esta-
ba embarazada, no tenía una condición médica que le hiciera
no apta para el tratamiento, y no consumía otros opiáceos,
como la heroína. Como medida de precaución final, se analizó
en el laboratorio muestras de Julia para detectar cualquier
problema de salud no diagnosticado.
Desde el principio, Julia quedó impresionada por el enfoque
sin prejuicios de su médico. Sintió un leve aleteo de esperanza.
―Estas personas realmente se preocupan‖, pensó. ―Realmente
están tratando de ayudarme‖. También quedó impresionada
por las ayudas visuales que el Dr. Anderson le mostró, deta-
llando las conexiones y rutas en su cerebro que se habían for-
146
La Historia de Julia: Tratamiento Sinclair de Lujo
talecido a lo largo de años de consumo de alcohol. Julia dijo
más tarde que se sintió mejor al saber que había ―algo física-
mente mal en mi cerebro y en mis neuronas y no en mí como
persona. La forma en que mi forma de beber había empeorado
en los últimos años de repente tuvo sentido para mí. Después
de todo, no empecé con esta ansia. Ciertamente nunca bebía
por las mañanas ni me emborrachaba. Antes de convertirme
en adicta, yo solía beber con bastante moderación‖.
Julia se llevó a James a su próxima cita con el Dr. Anderson.
El comprobó el Diario de Consumo de Alcohol que le había
dado en su primera cita y llevó a cabo un examen médico. Ju-
lia no había estado consumiendo alcohol todos los días desde
la visita de selección inicial, pero su diario registraba borra-
cheras: más de sesenta copas por semana, la mayoría en el fin
de semana. ―Simplemente no puedo dejarlo después de la pri-
mera copa. ¿Por qué, doctor? ¿Por qué?‖ Luego vio unos dibu-
jos biológicos que muestran cómo la adicción había sido ―gra-
bada‖ en su cerebro durante años de consumo de alcohol a
través del mecanismo del aprendizaje reforzado.
(Consulte las imágenes y explicaciones en el Apéndice B.)
Los dibujos biológicos o de ―Lluvia Púrpura‖ -como el doctor
David Sinclair los llama- mostraron cómo el alcohol hace que
las endorfinas refuercen el consumo de alcohol, por lo que las
rutas nerviosas se vuelven más fuertes. El siguiente conjunto
de dibujos mostraba cómo tomar naltrexona antes de beber
alcohol acabaría por extinguir su adicción. Para Julia, estos
dibujos pusieron las cosas en perspectiva, y ella se sintió ali-
viada y agradecida de que la causa de su problema no era debi-
lidad personal, sino ―la biología del cerebro‖. Su predisposi-
ción genética para el alcoholismo y muchas tardes de copas en
los últimos años se habían combinado para hacer de ella una
alcohólica.
El aprendizaje estaba conectado a estímulos. Aprendió a beber
en respuesta a diversos estímulos externos o internos. De esta
forma, dichos estímulos ganaron la capacidad de hacerle an-
siar y beber alcohol. Un conjunto de estímulos siempre pre-
senten en cada bebida, excepto en la primera del día, son las
sensaciones producidas por el alcohol ya consumido, como el
sabor, el olor, y la sensación, y el efecto estimulador producido
por bajas dosis de alcohol. Julia aprendió que esa era la razón
147
La Cura del Alcoholismo
por la que la primera copa era casi imposible de resistir. Su
consumo de alcohol era aprendido, y la mayor parte lo había
aprendido como respuesta a los estímulos producidos por la
bebida anterior.
―Yo era mejor que otros aprendiendo a beber alcohol‖, ex-
clamó Julia.
El Dr. Anderson dijo que la situación podría corregirse en
cuestión de meses -sin fuerza de voluntad, ni siquiera tratando
de dejar de beber.
―Todo lo que tenía que hacer para vencer a esta cosa era tomar
una de esas pastillas blancas antes de tomar algo‖, pensó para
sí misma más adelante. Para James, parecía una contradicción
peligrosa alentar a un alcohólico a seguir bebiendo, incluso
después de tomar la naltrexona.
Emocionalmente, él todavía reaccionaba odiando el hecho de
que su esposa se había convertido en alcohólica, que el alcohol
estaba destruyendo sus vidas. ¿Sin duda Julia debería dejar de
beber inmediatamente? Pero James finalmente comprendió la
teoría. Incluso fue más optimista cuando le mostraron la re-
ducción en el ansia por beber alcohol y los resultados recopi-
lados de otros pacientes exitosos.
El Dr. Anderson dio a Julia su receta de naltrexona, y le in-
formó de que no era una medicación ―para permanecer sobria‖
-no debía operar maquinaria o conducir si consumía alcohol.
Mirando las pastillas en su mano, Julia todavía se preguntaba
si realmente podrían ayudarla. Siguiendo las instrucciones,
Julia comenzó a tomar su primera dosis (25 mg) una hora an-
tes de tomar la primera copa. Dos días más tarde, una hora
antes de tomar una copa, tomó la dosis completa (50 mg).
―Yo realmente no noté mucho‖, le dijo a su psicólogo, el Dr.
Simon, en su siguiente cita. ―Tal vez hubo un poco menos de
embriaguez, pero no puedo estar segura‖.
El Dr. Simon fue comprensivo. ―No hay reacciones correctas o
incorrectas‖, dijo.
Ella le entregó su Diario de Consumo de Alcohol y la Escala
Visual Analógica (VAS), que registraba su ansia en una escala
de 0 (ausencia de deseo) a 10 (ansia insoportable). El consumo
había disminuido ligeramente a cuarenta y seis copas por se-
mana y su ansia estaba en la franja alta –la naltrexona no era
una ―píldora mágica‖ y no funcionó de la noche a la mañana.
148
La Historia de Julia: Tratamiento Sinclair de Lujo
Julia seguía siendo adicta al alcohol.
―La Regla de Oro‖, repitió su psicólogo, ―es que siempre tome
la medicación una hora antes de consumir alcohol. El hecho de
que usted haya reducido su consumo de alcohol en unas copas
esta semana se debe a que, mediante el bloqueo de los efectos
de las endorfinas, la naltrexona ha reducido los efectos estimu-
lantes de la primera copa del día del alcohol. La extinción ha
comenzado, pero todavía tiene mucho camino por recorrer.
Acaba de empezar un tratamiento. Siga adelante‖.
Julia estaba emocionada de haber bebido menos porque le
daba más que un simple aleteo de esperanza. La sesión incluyó
una explicación de los estímulos o desencadenantes que pro-
vocan la ansiedad por el alcohol y su consumo.
Cuando se le preguntó acerca de su historia de consumo y las
situaciones que la hicieron beber alcohol, Julia explicó: ―Me he
dado cuenta de que comenzó como una manera de pasarlo
bien y relajarme los fines de semana. Me encantaba cuando los
niños eran pequeños, arropados en la cama, y James y yo pod-
íamos estar solos. Era tan romántico estar frente a la chimenea
con una botella de vino tinto. El vino tinto, ese es mi favorito.
El alcohol parecía mejorar nuestra vida sexual y me desinhib-
ía. Y fue entonces cuando empecé a beber socialmente, lo cual
es interesante porque yo no bebía cuando era adolescente.
Ahora ni siquiera necesito una excusa, bebo por costumbre‖.
Julia contó al doctor Simon que cuando ella comenzó a beber
alcohol, las fiestas eran los desencadenantes principales para
emborracharse. James las temía.
Él pensaba que Julia estaba siendo egoísta cuando bebía de-
masiado. No sabía que la biología de su cerebro no le permitir-
ía cumplir su promesa de no beber. Fue durante esta sesión
cuando Julia aprendió sobre los desencadenantes específicos
que la hicieron beber. Durante varios años, había llegado a
asociar el beber alcohol con muchas situaciones.
La terapia requeriría que Julia siguiese consumiendo alcohol
mientras estuviese bajo tratamiento en todas las situaciones
en las que normalmente bebía –a solas en casa, en eventos
sociales, a lo largo del año, mañana, tarde y noche –en todas
las situaciones en que estaba acostumbrada a beber alcohol.
Tenía que usar la naltrexona para extinguir su adicción en ca-
da escenario posible donde solía consumir alcohol.
149
La Cura del Alcoholismo
―Espera a que le diga a la familia todo esto‖, le dijo al doctor
Simon.
―Mi consumo de alcohol se había convertido en un asunto re-
servado, privado. Era como una historia de amor, que preva-
lecía sobre las cosas que más quería. Estoy empezando a en-
tender por qué mi forma de beber era más importante para mí
que mi maravillosa familia. Porque mi cerebro se hizo cargo y
dirigió el espectáculo‖.
―Una vez que tengamos su consumo de alcohol bajo control o
que haya alcanzado su objetivo en unos pocos meses, todavía
querremos que usted siga llevando el medicamento con usted
en todo momento -por si acaso su ansia de alcohol vuelve y
siente la necesidad de beber alcohol. Pero, por el momento,
centrémonos en que tome su medicación y beba. Váyase a ca-
sa, tome su medicación, y beba alcohol como de costumbre.
Recuerde que debe mantener al día su Diario. Podemos discu-
tir las opciones de dónde y cuándo beber en su próxima sesión.
Aunque antes de que nos veamos, tendrá una breve reunión
con el Dr. Anderson‖.
La siguiente reunión con el Dr. Anderson duró sólo diez minu-
tos. Le preguntó a Julia si el medicamento tenía efectos secun-
darios, pero no había ninguno del que informar. Ella entregó
su Diario de Consumo de Alcohol y evaluaron su nivel de ansia
de alcohol subjetiva. El número de copas por semana y sus
niveles de ansiedad seguían siendo elevados. También recibió
cuestionarios estándar de investigación. El Inventario de De-
presión de Beck evaluó la depresión. La Escala de Consumo
Obsesivo Compulsivo de Alcohol evaluó sus patrones de pen-
samiento relacionados con el consumo de alcohol.
Su sesión de orientación dos semanas más tarde con el Dr.
Simon fue diseñada para ayudar a prepararse para el futuro.
Los hábitos de consumo de alcohol de Julia fueron examina-
dos. ―Todo el mundo tiene sus impulsores únicos‖, dijo el doc-
tor Simon. ―Veo en su diario que su consumo de alcohol se ha
reducido un poco, de cuarenta y seis a treinta y ocho copas
esta semana. Progreso normal‖.
Julia aún sentía que quería beber alcohol por su cuenta, así
como en eventos sociales. ―Estoy muy agradecida de que mi
familia entienda que tengo que beber alcohol para curarme‖,
dijo al doctor Simon. ―Fue algo difícil de entender para mis
150
La Historia de Julia: Tratamiento Sinclair de Lujo
hijas. ¡Ahora incluso se alegran cuando me ven con un vaso en
la mano! Saben cómo funciona la medicación y el tratamien-
to‖.
―Esté alerta durante la temporada festiva, ante los desencade-
nantes emocionales, ante cualquier situación en la que nor-
malmente bebería alcohol‖, le recordó el Dr. Simon. ―Y sobre
todo, recuerde nuestra Regla de Oro, nunca beba alcohol sin
antes tomar naltrexona!‖.
La sesión terminó con el Dr. Simon diciendo que un grupo de
apoyo para pacientes había iniciado y que Julia era bienvenida
a unirse a él. Julia no consideró que era para ella.
Al final de la octava semana, el consumo de alcohol de Julia
había bajado a veinte y tres copas por semana. Era un buen
progreso, pero todavía un poco por encima del límite de segu-
ridad para las mujeres. Ella le dijo al Dr. Anderson lo que hab-
ía estado sucediendo en su vida: ―James y yo ya nos llevamos
mejor. De hecho ¡hicimos el amor por primera vez en años! Ya
no tropiezo con las cosas. Por un lado, mis rodillas están mejor
porque no voy chocándome con la mesa de centro de cristal.
Mis resacas han disminuido. De hecho, estoy disfrutando de
mis días sin alcohol. La semana pasada nos fuimos a un picnic.
Tenía mi naltrexona y una botella de buen vino tinto de Cali-
fornia conmigo. Pero no la abrí. Las chicas se quedaron asom-
bradas, y James dijo que estaba siendo fuerte. Lo increíble, lo
maravilloso es que yo no estaba siendo fuerte. Simplemente,
mi necesidad de beber no estaba allí. Me pregunto si realmen-
te es posible detener dejarlo por completo. Veo cómo sería‖.
El Dr. Anderson señaló que Julia en tres ocasiones en las últi-
mas dos semanas había consumido más de cinco copas en una
sola sesión. Le explicó que lo estaba haciendo bien, pero que
aun así, a juzgar por sus borracheras, aún conservaba gran
parte del cableado neuronal que causa el ansia por el alcohol y
su consumo. ―Céntrese en actividades agradables en los días
en que no consuma alcohol ni tome medicación‖, le aconsejó el
Dr. Anderson. ―Su consumo social ha disminuido ya, pero veo
que sigue bebiendo a solas -bebe menos, pero todavía tomó
más de cinco copas, una tras otra, estando a solas‖.
Julia se sentía positiva. Había empezado a sentir que el control
sobre el alcohol estaba dentro de su alcance. Su estado de

151
La Cura del Alcoholismo
ánimo mejoró. Se mostraba optimista y, por primera vez en
años, tenía una motivación.
Cuando llegó a su casa, lo primero que hizo fue ir a su taller de
cerámica en desuso al final de su jardín. Se puso de pie en el
lago bajo un cielo azul brillante. El aire era fresco y los colores
ardientes del otoño se reflejaban en el agua. Julia se sentía
feliz y con esa sensación le sobrecogió un repentino impulso
por beber una copa porque, a pesar de que era feliz, ella tam-
bién estaba triste. Estaba triste por los más de seis años que
había pasado sin hacer mucha cerámica. Triste por lo que la
bebida le había hecho a su matrimonio y a su familia. Miró las
bandejas en desuso, los objetos polvorientos que con tanto
amor había hecho a mano, pintado, y horneado. Entonces re-
accionó como lo hacía automáticamente bajo estrés. Corrió a
la cocina y se sirvió un vodka a palo seco. Se lo tomó de un
trago, sin haber tomado su medicación.
Presa del pánico, llamó al Dr. Anderson.
―¿Estoy recayendo?‖, preguntó ella con angustia.
―¿Cuándo ha tomado la copa?‖
―Hace unos quince minutos‖.
―Tome su medicamento tan pronto como cuelgue el teléfono.
Todavía podrá hacer algo bueno. No se preocupe, Julia. Lo
peor que puede hacer es castigarse a sí misma. Acabará consi-
guiéndolo‖. Julia siguió su consejo y tomó el medicamento.
Volvió a su estudio con la botella de vodka en la mano y su
reproductor de música portátil.
―¡Qué diablos!‖, pensó. ―¿Por qué no? Me he tomado mi medi-
cación‖. Se pasó las siguientes tres horas escuchando música
mientras limpiaba el estudio y tiraba los fragmentos rotos de
cerámica.
Julia se sorprendió cuando su hija mayor, Sonia entró:
―¿Qué estás haciendo aquí, mamá?‖, preguntó Sonia con an-
siedad.
―Oh, no mucho. Pensé que podría limpiar el estudio. Supongo
que ya va siendo hora de dejarlo y preparar algo de comer‖.
Fue entonces cuando se dio cuenta de la botella de vodka. No
la había tocado ni una sola vez –ni una desde la primera copa.
La idea de beber no se le había pasado por la cabeza. Sorpren-
dida y encantada, se lo contó a Sonia.

152
La Historia de Julia: Tratamiento Sinclair de Lujo
―¡Estás volviendo a nosotros, mamá, estás volviendo!‖, dijo
Sonia, ―Vamos a decírselo a papá‖.
La próxima cita de Julia era con el doctor Simon, que había
solicitado que James asistiese a parte de dicha sesión. La idea
era repasar el tratamiento con James dado que él estaba tan
íntimamente ligado a Julia.
―No lo puedo creer, doctor, estoy recuperando a mi esposa‖,
dijo James. ―Bebe, pero no tanto. No pierde los papeles. Está
de mejor humor, ¿verdad, Julia?‖
Julia sonrió y dijo: ―Estoy segura de que está funcionando.
Pero de alguna manera sigo creyendo que necesito tiempo. No
siento tanta ansiedad. No estoy obsesionada con conseguir mi
siguiente copa‖.
Después de cuatro meses, el Diario de Consumo de Alcohol
mostró que Julia estaba bebiendo dentro de los límites de se-
guridad -menos de dieciocho copas por semana y no más de
cuatro en una única ocasión. El Dr. Simon se mostró cautelo-
samente optimista. ―Ha recorrido un largo camino, Julia‖, di-
jo. ―Lo esperábamos. Lo mejor es que usted quería mantener-
se en el buen camino. Lo más conveniente para usted es que
continuase con nuestras sesiones de terapia. Podemos explo-
rar si desea continuar bebiendo alcohol con naltrexona o abs-
tenerse por completo‖.
Seis meses más tarde, Julia se dio cuenta de que su vida ya no
estaba controlada por el alcohol. ―¿Entonces, por qué debería
seguir bebiendo?‖, se preguntó. Llegó a la conclusión de que el
consumo de alcohol no era para ella. Era capaz de asistir a
fiestas sin beber ni una gota de alcohol.
Estaba encantada de decirle a la gente que, después de su tra-
tamiento con el Método Sinclair, pensaba que lo mejor para
ella era evitar el alcohol. ―Sin problemas, vosotros bebed‖, dijo
a los demás en una fiesta. ―La mayoría de las personas pueden
controlar el alcohol. Yo no puedo‖.
Julia lleva consigo sus pastillas de naltrexona en todo momen-
to, por si acaso el ansia de alcohol la vence. Incluso ahora,
después de cinco años de abstinencia completa, nunca ha de-
jado de llevar su naltrexona.

153
12
La Historia de Richard:
Tratamiento Sinclair
“Ligero” – Mismo Gran
Éxito, Menos Intensivo

“Los milagros no ocurren sin más, la gente hace que ocurran”


MISATA KATSURAGI67

E
l caso de Richard demuestra que la Cura es exitosa con
una intervención mínima de doctores y terapeutas.
Mientras disfrutaba de mi año sabático en Sudáfrica, fui
a un pueblo oasis precioso situado entre calles bordeadas de
robles en un valle rodeado de montañas. El pueblo sudafricano
era particularmente agradable y hospitalario, y no pasó mucho
tiempo desde que nos registramos en nuestra casa de huéspe-
des hasta que nos invitaron a una fiesta organizada por una
familia local que había conocido en uno de los bares de la ciu-
dad.
Era una perfecta noche de verano. En la fiesta, conversamos
sobre los brillantes logros de Nelson Mandela, otros lugares
hermosos para visitar, y por supuesto los maravillosos vinos
de Sudáfrica.
La conversación giró hacia los altos niveles de intoxicación que
había observado en todo el país. El alcoholismo es también un
problema en Sudáfrica. En la fiesta, conocí a Margaret, una
155
La Cura del Alcoholismo
mujer atractiva, agradable, con una mirada audaz y directa.
Tan pronto como se enteró de que yo era un psicólogo que ten-
ía interés en las adicciones, me dijo que su marido, Richard,
era un alcohólico grave. ―No sabía que lo era cuando me casé
con él. Probablemente nunca me habría casado con él si lo
hubiera sabido‖, suspiró ella. ―Pensé que simplemente le gus-
taba tomar una copa‖.
―¿Lleva casada mucho tiempo?‖, le pregunté.
―Cinco años y tres meses‖, respondió ella. ―Este es mi segundo
matrimonio, pero su primero. Yo ya tenía dos hijos cuando nos
casamos. Mi difunto marido era un gran padre. Murió repen-
tinamente de cáncer. Decidí abandonar la ciudad y trasladar-
me a un pueblo pequeño. La escuela aquí es buena, y yo quería
que mis hijos se criaran en un ambiente limpio y saludable.
Entonces conocí a Richard y nos enamoramos. Ha sido fantás-
tico para mis hijos‖. Se tocó el collar. ―No sabía que era alcohó-
lico‖, repitió.
―¿Qué quieres decir con alcohólico?‖, le pregunté.
―Se despierta a las 3 de la mañana para empezar a beber‖, res-
pondió ella. ―Es físicamente impresionante. Yo no lo habría
creído si no lo hubiera visto por mí misma. Simplemente no
puede parar. Una verdadera adicción‖.
Vi a su hija Alice, de doce años de edad, asintiendo con la ca-
beza.
―Sí, bebe todo el tiempo‖, dijo Alice. ―Es terrible‖.
―Es un gran tipo‖, dijo Margaret. ―Todos lo queremos. No es
como los otros alcohólicos que conozco. Su personalidad ape-
nas cambia cuando bebe. No se vuelve violento o desagrada-
ble, como tantos otros que he conocido‖.
Poco tiempo más tarde, cuando Alice se había ido, Margaret
habló más abiertamente. ―Richard simplemente se pasa el día
bebiendo. Estoy preocupada por su salud. Nuestra vida sexual
es nula. No hay nada que podamos hacer al respecto. Me gus-
taría que lo hubiera. Ha tenido convulsiones, y he tenido que
correr al hospital. Hace unos años, se las arregló para mante-
nerse limpio durante seis meses. Ha estado en el local de AA y
asistido a reuniones en otros lugares. Pero él siempre vuelve a
beber. Nuestro médico es un gran tipo, pero dice que no le
puede ayudar‖.

156
La Historia de Richard: Tratamiento Sinclair “Ligero”
En este punto, le mencioné el trabajo de Sinclair: ―Miles de
alcohólicos ya han sido tratados con éxito por esta adicción‖, le
dije.
―Le ruego, le suplico, por favor, díganos si hay algo como esto
aquí. Personalmente, me resulta difícil creer que algo pueda
ayudarle, pero estoy dispuesta a intentar cualquier cosa. Verá,
creo que Richard está muriendo‖.
Su voz se convirtió en un susurro. ―Estoy segura de que si si-
gue así, morirá‖.
Rápidamente le expliqué cómo funciona el Método Sinclair,
cómo el paciente debe ser evaluado médicamente antes de ser
tratado con naltrexona. Le dejé claro que el Método sólo fun-
ciona mediante la combinación de la medicina con el consumo
de alcohol, y que había docenas de estudios clínicos publicados
en apoyo del tratamiento. Le dije que Richard tendría que lle-
var un registro de su ansia de alcohol, así como un Diario de
Consumo de Alcohol. Terminé asegurándole que había razones
para tener esperanzas.
―Por favor, ¿quiere conocer a mi marido?‖, preguntó.
Richard tenía cuarenta y cinco años, pero parecía mucho ma-
yor. Tenía una tez rubicunda, estaba un poco flaco, pero por lo
demás parecía saludable. Parecía tener una gran cantidad de
energía y era muy amable. Sin duda creía que era muy capaz
de manejar su bebida.
―Una botella de vino no es nada para mí‖, dijo. ―Un montón de
chicos pierden su juicio después de sólo unas copas. Recuerdo
prácticamente todo lo que sucede, excepto si he tenido un
apagón. Soy alcohólico. No hay duda sobre ello. No lo niego. Si
trato de parar, me pongo a temblar. Margaret dice que usted
tiene algo que podría ayudar. Tengo curiosidad. Como he di-
cho un millón de veces, intentaré cualquier cosa. Me levanto a
las 2 o 3 de la mañana para tomar mi primera copa. Apenas
como ni duermo. Mi trabajo es estupendo porque trabajo en
un bar y puede beber todo lo que quiero, y no tengo que pre-
ocuparme de ser despedido‖.
Richard y yo quedamos en encontrarnos al día siguiente en su
pub para que pudiéramos hablar de su situación en privado.
Me reuní con Richard, y Margaret se nos unió después de
aproximadamente una hora.

157
La Cura del Alcoholismo
Richard había sido capaz de mantenerse sobrio durante perio-
dos de aproximadamente tres meses antes de recaer. ―He esta-
do en AA. He asistido a los 90 días de reuniones diarias. Es
una gran idea y funciona para algunos tipos. Pero siempre
termino recayendo. Son esas una o dos copas. El diablo se me-
te en mí y ya vuelvo a las andadas. Por supuesto que no me
gusta‖. Una mirada de preocupación se posó en su cara. ―Me
encanta ir de excursión en las montañas de por aquí. Solía
montar a caballo, llevar a los turistas a rutas de tres días. Ya
hace años que salí por última vez. Me muero de ganas de ver la
vida salvaje. Hay leopardos y otros gatos increíbles por aquí‖.
Se quedó mirando su bebida pensativamente. ―Pero estoy en
las garras de esto. Luego, por supuesto, está Margaret. Quiero
a sus hijos como si fueran míos. Sé que les estoy haciendo da-
ño, también‖.
Empecé con la explicación estándar de cómo el Método Sin-
clair se está utilizando con gran éxito en los Estados Unidos,
Europa y Australia. Es bien sabido que inspirar una esperanza
realista es una poderosa herramienta terapéutica. Así que les
di una explicación básica de la ciencia que avala el funciona-
miento del tratamiento. ―Hay un 80 por ciento de probabilidad
de éxito, pero hay que ser consciente de mantener registros
puntuales, así como asegurarse siempre de tomar naltrexona
antes de consumir alcohol‖, le dije. ―Además de todo eso, el
hecho de que usted realmente quiere le ayudará mucho en su
camino hacia el éxito‖.
Pasé a explicar que la naltrexona está disponible en muchos
países, y que ahora estaba disponible en Sudáfrica como una
importación bajo el nombre ReVia™. Richard estaba dispuesto
a intentarlo en serio, y me sugirió que hablara con su médico
acerca del tratamiento.
El médico de Richard, el Dr. Gordon, era muy amable y abier-
to. Entendió los fundamentos del Método Sinclair en pocos
minutos.
Incluso se burló de mí por repetirme tanto acerca de cómo el
medicamento sólo debe tomarse si el paciente bebe alcohol,
que no se debe tomarse durante períodos en los que el pacien-
te no esté bebiendo.
―Me parece raro, pero si dice que los estudios demuestran que
así es como funciona, intentémoslo‖, dijo. Me pidió que le en-
158
La Historia de Richard: Tratamiento Sinclair “Ligero”
viara por correo electrónico algunas publicaciones médicas
sobre la extinción y él se comprometió a examinar a Richard,
solicitar análisis de sangre, y proporcionar una receta.
Me ofrecí a apoyar a Richard por teléfono y volver a verlo des-
pués de aproximadamente un mes. En el pasado, le habían
recetado diazepam (Valium) para calmar sus síntomas de abs-
tinencia, y su doctor estaba al tanto de esto. Tanto Richard
como su médico sabían que este tratamiento requiere por lo
menos tres o cuatro meses, tal vez incluso más tiempo.
Margaret fue especialmente comprensiva y se involucró en el
proceso, pero le daba miedo esperar demasiado. ―Si usted nos
puede ayudar, no sé cómo voy a ser capaz de darle las gracias‖,
dijo en varias ocasiones. ―Vamos a hacer exactamente lo que
dice. Yo sólo espero y rezo para que funcione‖.
Le informé que correspondía a Richard ser proactivo, pero que
su participación sería crucial. Ella era la más comprensiva de
las compañeras. Su amor por Richard era evidente.
Antes de ver al Dr. Gordon para comenzar el tratamiento, Ri-
chard escribió un Diario de Consumo de Alcohol. Su nivel de
consumo era claramente exagerado; bebía el equivalente a más
de quince copas al día, eso es más de 100 copas por semana, el
equivalente a tres botellas de vino de 12,5 por ciento todos los
días. Pero a pesar de esto, sus pruebas hepáticas mostraron
niveles relativamente poco elevados. El Dr. Gordon descubrió
que su presión arterial era lo suficientemente alta como para
prescribir un medicamento antihipertensivo.
Richard comenzó en la mitad de la dosis de naltrexona-25 mg
durante los primeros dos días. Luego pasó a la dosis recomen-
dada de 50 mg por día y experimentó ligeras náuseas durante
los próximos días. Después de una semana, Richard dijo: ―Es-
toy haciendo exactamente lo que usted dice. Estoy tomando el
medicamento una hora antes de tener mi primer trago a las 3
de la mañana. Estoy bebiendo la misma cantidad, tal vez unas
copas menos por día. Tengo menos náuseas, sin embargo.
¿Puedo llamarle la semana que viene?‖
Al final de la segunda semana, Richard informó: ―Estoy be-
biendo menos. De hecho, el miércoles y el jueves no bebí na-
da‖. Se echó a reír de repente. ―No, no tomé mi medicación,
como indicó, que no la tomase a menos que bebiera alcohol‖.

159
La Cura del Alcoholismo
―Así es exactamente como funciona la extinción. Esto no suce-
de de la noche a la mañana‖, le contesté.
Sin embargo, el viaje de Richard no fue un camino de rosas.
Recibí una llamada desesperada de Margaret entrada la noche
un mes después de comenzar el tratamiento, ―Las manos de
Richard están temblando, y todo su cuerpo sufre temblores. ¿Y
si tiene otro ataque?‖
―Llame al Dr. Gordon y expliqué que los síntomas pueden es-
tar relacionados con su desintoxicación‖, le dije. ―Sabe, se está
desintoxicando poco a poco. A pesar de que su consumo se ha
reducido a casi la mitad de su número habitual de copas, debi-
do a la gran cantidad que ha estado bebiendo, puede estar ex-
perimentando algunos de los síntomas de abstinencia. Si deja-
se de beber de golpe, probablemente tendría que hospitalizar-
lo. Pero el Método Sinclair permite una reducción gradual en
el consumo de alcohol‖.
El Dr. Gordon llegó a la conclusión de que los síntomas esta-
ban relacionados con la abstinencia, y dijo que podría ofrecer
medicamentos para eso, pero preferiría no hacerlo. Richard
fue poco a poco pasando por el síndrome de abstinencia. De-
bido a que sus niveles de consumo de alcohol habían sido tan
elevados, era normal y previsible que experimentara algunos
síntomas de abstinencia cuando comenzó la reducción de la
cantidad de alcohol que consumía. Pero debido a que el méto-
do Sinclair permitía una abstinencia gradual al poder seguir
bebiendo alcohol mientras se toma naltrexona, los síntomas de
Richard fueron mucho menos graves de lo que hubieran sido
si hubiera dejado el alcohol de golpe. Esta es una ventaja im-
portante del Método Sinclair. Para el final de la séptima sema-
na, Richard estaba bebiendo menos de treinta copas por se-
mana y había pasado varios días sin beber alcohol en absoluto.
―Ni por un minuto se permita pensar que está usted curado‖,
le dije por teléfono. Richard entendió la idea detrás de la Ex-
tinción Selectiva -que debía evitar caminar en las montañas,
mientras tomaba naltrexona. Debido a que las endorfinas
también se liberan durante el ejercicio vigoroso, no debería ir
de excursión o montar a caballo en los mismos días en que
tomaba su naltrexona. Debía guardar sus días libres de con-
sumo de alcohol y de medicamento para el senderismo y otras
actividades positivas.
160
La Historia de Richard: Tratamiento Sinclair “Ligero”
Al final de la duodécima semana, Richard estaba bebiendo
dentro de los límites de seguridad aceptados -menos de veinte
y cuatro copas a la semana y no más de cuatro copas en una
sola sesión.
―Simplemente no me da la gana‖, dijo. ―Estoy durmiendo mu-
cho mejor. Mi apetito ha regresado, sólo pregunta a Margaret.
Estoy comiendo como un caballo. Me siento como si hubiera
comenzado una nueva vida. Lo más importante es que mi an-
sia de alcohol es mucho menor de lo que ha sido jamás‖.
Después de cinco meses Richard sintió que el alcohol no era
algo fundamental en su vida.
―Puedo servir a los clientes en mi pub sin tener el menor deseo
de beber‖, dijo, ―Pensé que a lo mejor me volvía menos diver-
tido y entretenido, pero eso no ha sido un problema. Los niños
están contentos, y lo mismo mi fantástica Margaret‖.
A los siete meses, Richard apenas bebía. Sin embargo, sentía
que era el tipo de persona que podría ocasionalmente querer
tomar una copa en el futuro. ―Sí, ya sé lo que vas a decir que
nunca, nunca, tome otra copa sin antes tomar mi medicación‖.
La siguiente vez que lo vi, sobre un año más tarde, Richard me
mostró un colgante cilíndrico de oro hecho por un joyero local.
Lo llevaba en el cuello. Abrió el cilindro para mostrar dos
comprimidos de naltrexona. Se echó a reír. ―Sé lo que vas a
decir‖.
―¿Qué?‖, le dije.
―Nunca salgas de casa sin ella‖, respondió.
Uno de los puntos principales sobre el caso de Richard es que
su tratamiento tuvo éxito con un número limitado de sesiones
individuales. Richard tampoco recibió ningún tipo de psicote-
rapia convencional.
En ese momento, los resultados del Proyecto COMBINE, pu-
blicado en Journal of the American Medical Association en mayo
de 2006, aún no se habían publicado. Confirmaban que los
pacientes podrían ser tratados con naltrexona en centros de
atención primaria sin psicoterapia intensiva.
No obstante, hay que señalar que esta versión ―ligera‖ no
siempre es adecuada para pacientes que tienen problemas psi-
cológicos, además del alcoholismo. Estos pacientes pueden
necesitar un apoyo psicoterapéutico adicional. Sin embargo, si
Richard no hubiera sido tratado de esta manera, se hubiera
161
La Cura del Alcoholismo
quedado sin tratamiento en si idílica ciudad. Aún estaría lu-
chando con su consumo de alcohol.
Todavía se despertaría de forma automáticamente a las 3 de la
mañana para tomar una copa, su familia seguiría siendo infe-
liz, y su salud se habría deteriorado aún más. En cambio, está
sano y disfruta de largas caminatas por el campo.

162
13
La Historia de David:
Un Paciente Reinci-
dente tiene Éxito

“Cada paciente lleva dentro su propio doctor”


ALBERT SCHWEITZER (1875-1965)

L
a historia de David demuestra que el Método Sinclair
puede ser un efectivo tratamiento de auto-ayuda siem-
pre y cuando el paciente reciba un cuidado médico bási-
co y entienda la comprobada fórmula básica: Naltrexona +
Consumo de Alcohol = Cura.
David, de treinta años de edad, experto en informática en Sili-
con Valley, parecía tener todo a su favor como asesor bien re-
munerado de una empresa de telefonía móvil internacional.
Sin embargo, su consumo excesivo de alcohol gradualmente
empeoró y empezó a faltar al trabajo los lunes. Luego, debido a
su mayor consumo, con el tiempo perdió su contrato con la
empresa de telefonía móvil.
Las borracheras de David estaban fuera de control. Sin embar-
go, sostenía que, como no bebía durante la semana, ―no era
alcohólico‖. Según lo predicho por el Efecto de Privación de
Alcohol (Capítulo 2-La Génesis de la Cura del Alcoholismo) y,

163
La Cura del Alcoholismo
de acuerdo con toda la investigación, David lograba pasar se-
manas sin beber, al igual que muchos alcohólicos.
Sólo después de un accidente de barco estando borracho du-
rante el cual estuvo a punto de ahogarse reconoció que tenía
un problema serio. Su novia lo amenazó con dejarlo si conti-
nuaba por ese camino suicida. David entonces entró en un
programa ambulatorio a lo largo de las líneas de AA. Sin em-
bargo, el ansia de alcohol siempre le ganaba la batalla, y recaía
tras uno o dos meses de abstinencia.
Por último, su novia lo dejó. David estaba absolutamente des-
trozado. Se comprometió a encontrar una solución y empezó a
buscar en Internet, donde comenzó a aprender acerca de nal-
trexona.
David encontró un psiquiatra comprensivo dispuesto a escu-
charlo.
―Me sorprendió lo poco que el médico parecía saber sobre el
aprendizaje y la extinción‖, me dijo. ―Pero fue estupendo –es
decir, fue muy amable, no le importa escuchar mi opinión.
Leyó los artículos científicos que le di y parecía feliz de inten-
tarlo. No tuvo ningún problema en recetarme naltrexona y fue
un médico exhaustivo. En primer lugar, él mismo me tomó
muestras de sangre, y me hizo ver un internista para un exa-
men físico general‖. Llevó cerca de dos meses para que David
notara una reducción significativa de su consumo y ansia de
alcohol. Pero perseveró con el tratamiento.
La pasión innata de David por el hardware de un ordenador y
del software que lo hace funcionar estaba ligada a su trata-
miento. Él observó: ―El cerebro es como el hardware. Cuando
nacemos, es como el disco duro medio lleno o medio vacío de
un ordenador. Tiene menos software en él. La instalación del
software es como el aprendizaje en el cerebro. Pero en el mo-
mento de empezar a añadir nuevos programas al hardware se
corre el riesgo de que los virus se instalen. El consumo de al-
cohol para mí fue como si hubiera un fallo en mi cerebro, un
programa preinstalado, lo que me permitió aprender un nuevo
programa -ansiar alcohol. Tal vez lo heredé. Mi tío era un al-
cohólico y un jugador compulsivo. ¿Quién sabe?
Lo que sí sé es que yo no tenía un 'antivirus' en mi cerebro. La
naltrexona actúa como una especie de herramienta lenta de
eliminación de virus. Cada vez que consumía alcohol con nal-
164
La Historia de David: Un Paciente Reincidente Tiene Éxito
trexona en mi sistema, era como si estuviese removiendo el
virus de la ansiedad y la adicción -bit a bit. Sin duda me di
cuenta de mi ansia de alcohol se estaba reduciendo. Consumir
alcohol mientras tomaba naltrexona era, extrañamente, bueno
para mí”.
―Empecé a dejar las copas y a no acabarlas. Después de un
tiempo, me di cuenta de que incluso había dejado de pensar y
planificar mis sesiones de copas. Dejé de ver beber alcohol
como una recompensa después de trabajar duro. Voy a decir
esto, ¡no beber era muy nuevo para mí! Yo solía esperar con
impaciencia pasar una velada bebiendo unas copas, sobre todo
los fines de semana. El alcohol estaba apuntalado en mi vida
social primitiva. Me daba un ilusorio valor con mis citas inspi-
rado por el alcohol. Me cambió la personalidad. Me convertí
en un payaso y me encantaba la sensación. Me pregunté cómo
podía vivir sin él. ¿Me agriaría el carácter? Pero esto no ha
sido un problema. He descubierto que tengo más tiempo para
mi trabajo. La gente dice que soy una compañía más cómoda,
más agradable, que en cierto modo fue una sorpresa porque
pensaba que tenía que estar un poco achispado para triunfar
socialmente. En todo caso, soy quizá demasiado obsesivo con
mi trabajo ahora. Pero bien vale la pena‖.
Después de seis meses completos de consumir alcohol intermi-
tentemente y de emborracharse de forma ocasional incluso
tomando naltrexona, David optó por la abstinencia.
Bebe de vez en cuando, pero cuenta que el concepto global de
la bebida ha adquirido una dimensión diferente. Ya no signifi-
ca mucho para él. Compara el consumo de alcohol sin nal-
trexona con encender su ordenador sin un software antivirus
como protección en el fondo –se expondría a que el virus vol-
viese a instalar el ansia de alcohol y la adicción.

165
La historia de Pete:
Paciente Reincidente
y con Problemas

14
Adicto al Alcohol y la
Cocaína hasta que le
recetaron Naltrexona

“El futuro está aquí. Solo que desigualmente repartido”


WILLIAM GIBSON (1948- )

E
l siguiente caso está basado en las experiencias de Pete,
un conocido mío que sufría de alcoholismo severo. A
medida que su problema con la bebida creció aún más
fuera de control, también comenzó a abusar de la cocaína. En-
tonces Pete tocó fondo.
Pete es un peluquero de treinta y ocho años de edad, con sen-
tido del humor, amable, muy querido, exuberante, de origen
irlandés que vive en Londres. ―Mis padres siempre han tenido
miedo al alcohol porque mi abuelo era un alcohólico empeder-
nido‖, me dijo. ―Se ahogó antes de que yo naciera. La gente
dijo que estaba borracho en ese momento. ¿Y qué hice yo?
Bueno, fui y seguí los pasos del abuelo. Decepcioné a todos con
mi cocaína y mis borracheras. Era un completo inútil y un lío-

167
La Cura del Alcoholismo
nada que ver con mi hermano que tiene una hipoteca y ha
ayudado a mis padres desde que mi padre tuvo un infarto‖.
Pete empezó a beber cuando tenía dieciséis años. ―Era lo que
suele pasar. Iba a los pubs de la ciudad con un grupo de chicos,
y pasaba las tardes de verano, sobre todo los sábados y domin-
gos, bebiendo cerveza. Me encantaba la sensación de cerveza.
Yo era tímido hablando con las chicas, pero cuando tenía un
par de cervezas en mí, mis inhibiciones salían volando por la
ventana. Podía hablar con cualquiera y no me importaba lo
que pensara la gente‖.
Cuando Pete volvió a casa después de una noche y vomitaba, y
al día siguiente tenía resaca y estaba deprimido, su familia lo
atribuía a problemas de crecimiento y al típico comportamien-
to adolescente. El tiempo pasó, y Pete se emborrachaba como
una cuba regularmente los fines de semana. Dejó la escuela
antes de tiempo porque era un poco disléxico y los profesores
decían que no podía concentrarse en clase, y para compensar,
se había convertido en el payaso de la clase. ―Una cosa que
creo que el alcohol hizo por mí fue que me ayudaba a relajar-
me, a no estar tan tenso. Y me di cuenta de que tenía confian-
za, incluso cuando no estaba borracho‖. Dejó la escuela cuan-
do tenía diecisiete años y tuvo la buena fortuna de encontrar
un trabajo de aprendiz con un estilista de celebridades en un
famoso salón de peluquería en el West End de Londres. Le fue
bien porque sus clientes descubrieron que él no era solo un
peluquero con talento, sino que conseguía que se rieran de sí
mismos. ―Me convertí en una especie de terapeuta para mis
clientes y obtuve enormes cantidades de dinero por peinarlos a
domicilio. Fui a rodajes en el Caribe, y conocí montones de
modelos y estrellas. Incluso tenía un cliente que era una gran
estrella, y viajaba al set con ella‖.
―Pasarlo bien‖ para Pete significaba fiestas, sexo y, sobre todo,
beber alcohol. Debido a que muchos de sus clientes eran las
esposas y novias de banqueros y abogados, así como gente de
negocios exitosos, Pete vivía una vida de lujo. Frecuentaba
muchas de las discotecas, restaurantes, y bares más exclusivos
de Londres. A sus treinta y pocos, Pete se dio cuenta de que
podía ―despertar un domingo por la mañana sin saber dónde
estaba ni con quién me había acostado. A veces no podía re-
cordar dónde había estado o qué había hecho la noche ante-
168
La Historia de Pete: Un Paciente Reincidente Con Problemas
rior. Fue entonces cuando empecé a tener apagones graves.
Tal vez los apagones comenzaron antes. Yo no lo sé. Fue por
esa época que comencé a usar -pero no regularmente- sólo los
fines de semana‖.
Pete se dio cuenta de que la cocaína le llevaba a nuevos niveles
de confianza. Parecía que mantenía bajo control su depresión
temporalmente, que en parte se vio agravada por su consumo
excesivo de alcohol. Empezó a faltar al trabajo los lunes por la
mañana y se percató que la mejor solución era tomar una copa
y volver a la cama. Aunque Pete estaba ganando lo suficiente
para alquilar su propio lugar, todavía vivía con sus padres. En
los días en que era incapaz de ir al trabajo, hacía que sus pa-
dres o su novia llamasen en su nombre para decir que estaba
enfermo. En el lenguaje del tratamiento tradicional de la adic-
ción, se les conoce como ―co-dependientes‖ -personas que
ayudan al adicto a seguir bebiendo. Inevitablemente, Pete per-
dió su trabajo en el famoso salón de peluquería. Tenía treinta y
dos años. A continuación, fue a la deriva de un salón al si-
guiente. Sus clientes privados comenzaron a abandonarlo, ex-
plicaba, ―a causa de mi consumo de alcohol y cocaína, mi estilo
empeoró. Además, a veces me olvidaba de ir a las citas o las
cancelaba a causa de la resaca‖. Un año más tarde, Pete se
enamoró de Moriko, un diseñadora de moda de éxito.
―Estábamos tan enamorados. Podía hacerla reír y sentirse bien
consigo misma. Ella sabía que tenía un problema con la bebi-
da, pero le oculté mi consumo de cocaína. No puedo creer lo
tonto que fui. Ella me apoyó al darme 38000€ para abrir mi
propio salón de belleza. ¿Qué hice yo? Me dejé estafar por un
hombre que dijo que iba a ser mi socio, y derroché el resto en
viajes a Tailandia y los Estados Unidos‖.
Gran parte del dinero también ―se fue por la nariz y en amiga-
chos de juergas‖. Con el corazón roto, Moriko lo abandonó
como una causa totalmente perdida.
Pete hizo entonces un esfuerzo decidido para enderezarse. Se
las arregló para conseguir un trabajo a tiempo completo traba-
jando para una compañía grande como peluquero residente.
Consiguió mantener el empleo durante varios meses, pero fi-
nalmente recayó gravemente. En un impulso, le confesó su
situación al gerente del salón. ―Vine un lunes por la mañana y
delante de todo el mundo, incluyendo clientes, solté que esta-
169
La Cura del Alcoholismo
ba deprimido y que tenía un problema con el alcohol y las dro-
gas‖. Después de esto, dejó de beber por un tiempo.
Al igual que muchos adictos, fue capaz de soportar un par de
semanas sin beber alcohol o tomar drogas. Pero a medida que
el Efecto de Privación de Alcohol (ver capítulo 2-El Génesis de
la Cura del Alcoholismo) aumentaba constantemente, y el an-
sia de beber alcohol lo atormentaba, perdió su determinación.
―Bastó un trago y ya estaba perdido. Mi personalidad cambió
totalmente. Me volví imprudente y también ansiaba cocaína.
No podía parar. Hace unos dos años, frecuenté malas compañ-
ías, y el resto es historia‖.
Pete se encontraba visitando sórdidos locales de cocaína y
crack. Le robaron el coche, junto con todo su equipo de pelu-
quería. Para entonces, ya había acumulado deudas en sus tar-
jetas de crédito por más de 22500€. Su jefe perdió la paciencia
y no hizo ningún intento de ocultar sus sentimientos de des-
precio. Afortunadamente, la política de la empresa obligaba al
gerente a referirle al médico de la empresa. ―Tuve mucha suer-
te‖, dijo Pete después ―porque este doctor estaba en la empresa
únicamente para dos semanas. Era un buen hombre. Si él
hubiera dejado la empresa antes de que yo lo conociera, yo no
sé si hubiera entrado en el tratamiento porque lo vi molestarse
por hacer todo tipo de llamadas, contactar con todos sus cono-
cidos y mover tantos hilos como le fue posible para que mi
tratamiento fuese cubierto por el seguro médico de la compañ-
ía‖.
Pete entonces comenzó como paciente interno el tratamiento
de veintiocho días de 22500 euros de veintiocho días, que se
llevaba a cabo al estilo del modelo Minnesota, donde se utili-
zan Alcohólicos Anónimos (AA) y los Doce Pasos. A Pete se le
recetaron medicamentos para ayudarle con el síndrome de
abstinencia, junto con un nuevo antidepresivo. Participó en las
sesiones de terapia de grupo y vio tanto a un psiquiatra como a
un asesor experto en adicciones. Además, sus padres y su
hermano asistieron a sesiones de terapia familiar.
Pete aprendió que ―mi droga de elección es el alcohol, no la
cocaína‖. Se le dijo que tenía una ―enfermedad incurable‖, lo
que significaba que tendría que lidiar con la ansiedad y la
adicción por el resto de su vida. También se enteró de que él
podía recaer, pero que las reuniones de AA le ayudarían. ―Tuve
170
La Historia de Pete: Un Paciente Reincidente Con Problemas
que conseguir un nuevo número de teléfono móvil, porque los
camellos y la antigua pandilla seguían llamando. Pasé por un
infierno en la clínica‖.
Cuando Pete me llamó para decir: ―Adivina dónde estoy‖, no
me sorprendió en absoluto. Cuando lo vi durante las horas de
visita del domingo un par de semanas más tarde, me mostró
su habitación, que no podía cerrar con llave. Conocí a varios
pacientes desde adolescentes hasta ancianos.
Algunos me dijeron que habían seguido el tratamiento más de
una vez. Como estaba escribiendo este libro sobre el Método
Sinclair, estaba interesado en el seguimiento de los progresos
de Pete. La terapia de Pete le había proporcionado una com-
prensión de cómo y por qué se había convertido en adicto.
Había aprendido también que su adicción no sólo era peligro-
sa, sino también mucho más fuerte que su voluntad conscien-
te. Él tendría que rendirse a un Poder Superior.
Tal como vimos en el capítulo 2, como consecuencia del Efecto
de Privación de Alcohol, Pete descubrió que, a pesar de asistir
al tratamiento hospitalario veintiocho días, su persistente an-
sia de alcohol no había disminuido. Pero estaban esos raros
momentos preciosos, esos breves momentos, en que se sentía
libre del ansia por el alcohol. Asistió a sus reuniones de AA y
todo lo que le indicaba su equipo de asesoramiento.
Tres meses después de su alta del programa de rehabilitación,
llamé a Pete para ver cómo iba. ―Estoy bien‖, dijo, ―Pero es
duro cada vez que paso por delante de una tienda de vinos.
Anhelo el vino tinto, sobre todo cuando paso por delante de un
buen restaurante francés. Así que yo no salgo más. Me quedo
en casa los sábados por la noche y veo películas en DVD o na-
vego por Internet. Mi novia dice que si toco una sola gota de
vino me dejará para siempre‖.
Pete consiguió un trabajo a tiempo parcial en un salón en
Londres, pero apenas llegaba a fin de mes. Sus días como un
peluquero de celebridades estaban olvidados. Se declaró en
bancarrota. Seis meses después, aún no había tocado una gota
de alcohol.
Siete meses después de su alta, lo volví a llamar para pregun-
tarle cómo iban las cosas. Él me dijo: ―Por lo que respecta al
alcohol, bien. Pero estoy totalmente deprimido. A menudo
tengo ganas de llorar. Todavía quiero un trago. No sé cómo
171
La Cura del Alcoholismo
voy a apañármelas en Navidad con la familia de mi novia‖. El
tratamiento había ayudado a Pete a aguantar a duras penas el
ansia de alcohol hasta el momento, pero aún estaba en las ga-
rras de un caso severo del Efecto de la Privación de Alcohol.
Se supo que de los veintisiete pacientes en el grupo que inicia-
ron el tratamiento con él, diecisiete habían recaído ya. Uno de
su grupo había muerto de una sobredosis (alcohol combinado
con otras drogas). Tenía sólo treinta y cinco años de edad. Pete
ansiaba desesperadamente un trago, pero se mantuvo limpio.
La siguiente vez que supe de Pete, aproximadamente un año
después de haber comenzado su tratamiento hospitalario, dijo,
―He recaído cinco veces y me han retirado el carnet de condu-
cir. Me encontraba en un pub cerca de casa. Mi ansia de alco-
hol estaba descontrolada. No me pude resistir. Los policías
fueron sibilinos. Iban vestidos de civil y estaban en el pub
conmigo. Me siguieron hasta mi coche y me dejaron marchar
hasta que me hicieron un control de alcoholemia. Solicité un
análisis de sangre. Acabé pasando la noche en una celda con
un tipo enorme. Culpa mía. Pero no pude evitarlo. Fue débil y
estúpido‖.
Entusiasmado con los resultados del Método Sinclair y los en-
sayos clínicos sobre la naltrexona y el nalmefene combinados
con el consumo de alcohol, le expliqué cómo pensaba que Pete
podría beneficiarse -si, y sólo si, el ansia de alcohol lo conducía
continuamente a beber en exceso y la recaída. De conformidad
con el Método de Sinclair, nunca podría sugerir que un alcohó-
lico que se abstenía de beber alcohol con éxito volviese a beber
alcohol con la única finalidad de que comenzasen el Método de
Sinclair. Sin embargo, me di cuenta de que Pete se encamina-
ba a más episodios graves de consumo de alcohol, auto-
recriminación, culpa y depresión. Y yo sabía que el deseo
siempre estaría con él.
Le describí brevemente cómo funcionaba el Método Sinclair, y
expliqué que eso significaba tomar la naltrexona antes de con-
sumir alcohol y que el tratamiento tenía que ser llevado a cabo
bajo una supervisión médica adecuada. ―Muy bien, ¡eso signi-
fica que puedo volver a beber!‖, bromeó Pete.
―Oye, Pete, todos sabemos que el abuso de alcohol no es cosa
de risa, especialmente cuando se llega a los niveles a los que
has llegado tú‖, le respondí indignado.
172
La Historia de Pete: Un Paciente Reincidente Con Problemas
―Sólo estoy bromeando‖, respondió. ―No sé cómo se lo tomar-
ían mis padres. Mi novia, te puedo decir, me dirá un no rotun-
do. Pero si les digo que la naltrexona bloquea el placer del al-
cohol puede que sean más receptivos. Además, si tengo prue-
bas, como artículos científicos, de que realmente funciona…‖.
Le expliqué que la naltrexona ciertamente no bloqueaba la
intoxicación por alcohol. No se trata de una ―pastilla para la
sobriedad‖. Le dije: ―Seguirás emborrachándote y sintiendo los
efectos del alcohol. A lo mejor consigue evitar la sensación
inicial de euforia que algunas personas, especialmente aque-
llas que no han tomado una copa por un tiempo, tienden a
experimentar. Y, para empezar, seguirá produciendo embria-
guez. De hecho, puedes sentirte ―más borracho‖ cuando la to-
mes junto con alcohol. Y ciertamente no puedes conducir un
vehículo cuando consumas alcohol porque habrás tomado la
medicación. ¿Lo que pasará es que con el tiempo -por lo gene-
ral de cuatro a seis semanas- notarás que el ansia por el alco-
hol disminuirá y la cantidad que bebas se reducirá, que es por
lo que debes ser meticuloso acerca de anotar exactamente
cuánto bebes y ansías. Por eso lo mejor es trabajar con gente
que sabe cómo funciona el Método Sinclair. El darte una
píldora sin entender cómo funciona, no te ayudará. No es tan
complicado, pero se necesita ayuda profesional para saber
cómo utilizarla correctamente‖.
A pesar de que Pete estaba asistiendo reuniones de AA, seguía
recayendo. Conseguía abstenerse por unos días, pero pronto se
emborrachaba a lo grande. Era un círculo vicioso. Pete me
llamó para pedirme comenzar el tratamiento con naltrexona.
Me suplicó: ―Déjame intentarlo de todos modos. ¿Podrías con-
tactar a mi médico y hablarle al respecto? Él me ha recetado
dado antidepresivos en el pasado. ¿Por qué no naltrexona?
Dices que no es posible abusar de ella, ¿verdad?‖
Escribí al médico de Pete, adjuntando artículos científicos adi-
cionales de apoyo que presentaban varios ensayos clínicos,
artículos de prensa y otros documentos describiendo cómo la
naltrexona había sido aprobada en 1994 por la FDA en los Es-
tados Unidos específicamente para el abuso de alcohol, y que
también había sido aprobada para este uso en muchos países
de Europa.

173
La Cura del Alcoholismo
También adjunté una copia de una carta abierta a los colegas
del Dr. Enoc Gordis (1995, véase el Apéndice D), ex director
del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo
de Estados Unidos, que describía cómo la naltrexona es un
medicamento seguro que podría ayudar a los alcohólicos fren-
te a su ansia. El Dr. Gordis escribió: ―Un millón de estadouni-
denses buscan tratamiento del alcoholismo cada año, muchos
más de una vez. De los pacientes tratados, aproximadamente
el 50 por ciento recaen en los primeros meses de tratamiento.
Aunque no es una ―varita mágica‖, aun así la naltrexona se
compromete a ayudar a muchos de estos pacientes en su lucha
por superar una enfermedad reincidente crónica‖. El médico
de cabecera de Pete se negó a recetarle naltrexona para la
adicción al alcohol, ya que sólo se había aprobado en el Reino
Unido como un tratamiento para la adicción a narcóticos
(heroína, morfina, otros opiáceos).
En el Reino Unido, los médicos no pueden recetar un medica-
mento para su uso fuera del ámbito de aplicación de dicho
medicamento, tal como lo aprueba el Servicio Público Nacio-
nal de Salud del Reino Unido (NHS). El NHS proporciona a
todos los ciudadanos británicos una atención médica gratuita,
pero es muy cauteloso acerca de la prescripción de medica-
mentos, debido a los altos costos de la mayoría de las drogas.
No había ningún programa subvencionado por el gobierno al
que Pete pudiera recurrir en busca de tratamiento con nal-
trexona. Desde luego, no podía permitirse un psiquiatra priva-
do fuera del Servicio Nacional de Salud (las tarifas de los psi-
quiatras privados de Londres ascienden a entre 225€ y 450€
por consulta).
A diferencia del médico receptivo de Richard en los Estados
Unidos, que recetó fácilmente la naltrexona, el médico de Pete
habría tenido que cumplir con las normas y reglamentos del
Servicio Nacional de Salud. Por lo tanto, a menos que pudiera
entrar en un programa especial -una perspectiva poco proba-
ble- no habría naltrexona para Pete.
Gracias a Dios, un regalo de un amigo de la familia permitió a
Pete consultar a un médico privado. Mientras que la naltrexo-
na está aprobada para el tratamiento de la adicción a opiáceos
en el Reino Unido, y está disponible con receta médica en
cualquier farmacia, no está en la lista aprobada del gobierno
174
La Historia de Pete: Un Paciente Reincidente Con Problemas
de los medicamentos para el alcoholismo. Aunque el gobierno
no va a pagar por ello, cualquier médico puede legal y ética-
mente recetarla para el alcoholismo. Referí a Pete a un médico
privado que trabajaba con adicciones y que estaba bien versa-
do en el uso de naltrexona en línea con el método de Sinclair.
Cuatro meses después, Pete dijo: ―Soy un hombre nuevo con
este tratamiento. Estoy bebiendo menos y cuando paso junto a
un restaurante la copa de vino tinto en la mesa no me hace
perder los papeles como antes. Estoy tan agradecido por haber
recibir este último tratamiento. Es exactamente como usted
dijo que sería. Mi plan es dejar el alcohol por completo. Mi
deseo está bajo mínimos y apenas bebo‖.

175
SECCIÓN Un Futuro
CUATRO Sobrio,
Más Feliz
El Método Sinclair
como modelo

15
para el tratamiento de
Otras Adicciones
(Heroína, Cocaína, Anfetaminas, Sexo,
Juego, Chocolates, Tabaco, Piratería
Informática, y Búsqueda Patológica de
Emociones Fuertes)

E
ste capítulo explora las importantes implicaciones del
Método Sinclair para otras adicciones. El concepto de
Sinclair de la extinción farmacológica del alcoholismo es
similar a la primera vacunación de Jenner contra la viruela.
Ambos sirven de modelo para extender descubrimientos
científicos básicos.
Al igual que la vacuna de Jenner contra la viruela finalmente
condujo a las vacunas contra muchas otras enfermedades in-
fecciosas como la rabia, la poliomielitis y la tuberculosis,
igualmente la extinción farmacológica de Sinclair de la adic-
ción al alcohol puede llevar a la cura de muchas otras adiccio-
nes. Sinclair demostró que la fórmula de Naltrexona + Con-
sumo de Alcohol tenía un porcentaje de éxito del 100 por cien-
to de éxito en animales de laboratorio alcohólicos. Tasas de
éxito similares se obtuvieron para los animales adictos a los
dulces (sacarina) y la metadona, que está estrechamente rela-
cionada a la morfina y la heroína.
Clínicas de tratamiento de alcohólicos humanos mediante la
extinción farmacológica tienen tasas de éxito de alrededor del
80 por ciento, es decir, los pacientes bien habían dejado de
beber completamente o bien, si todavía estaban bebiendo, su
consumo se había reducido a menos de la mitad de su nivel
La Cura del Alcoholismo
previo al tratamiento o menos de la cantidad que resulta dañi-
na para los tejidos.
La investigación preliminar indica que la naltrexona es prome-
tedora en el tratamiento de la adicción a los opiáceos, cocaína,
anfetaminas, y algunas otras drogas. Utilizada con extinción
selectiva, los antagonistas de opioides pueden ser útiles en el
tratamiento de ciertos trastornos de la alimentación. Adiccio-
nes no a substancias, como el juego compulsivo, la cleptoman-
ía, la automutilación, la piratería informática, los deportes
extremos, y las compulsiones sexuales, donde ningunas sus-
tancias reales se introducen en el cuerpo, también se pueden
beneficiar de la extinción farmacológica. Todos ellos proba-
blemente implican sacudidas de endorfinas como reforzando
el cerebro. Sin embargo, no todas las adicciones son mediadas
a través del sistema de endorfinas u opioides. La adicción al
tabaco, por ejemplo, es probablemente mediada por el sistema
receptor nicotínico. Sin embargo, la posibilidad de utilizar nal-
trexona o nalmefene para la extinción farmacológica de diver-
sas adicciones es a la vez prometedora y muy accesible.

Los Opiáceos -la Morfina, la Heroína y Opiáceos Sintéticos


como la Oxicodona
La aplicación más obvia para la extinción producida con anta-
gonistas de opioides como la naltrexona es el tratamiento de la
adicción a la heroína, la morfina, la oxicodona, u otros opiáce-
os. De hecho, ya existe considerable evidencia de que la extin-
ción puede curar la adicción a los opiáceos. Los estudios en
animales muestran que el tratamiento con antagonistas de
opioides extingue la auto-administración de la metadona y de
morfina.
Del mismo modo, como ya se discutió en el capítulo 4, un im-
portante estudio patrocinado por el Instituto Nacional sobre el
Abuso de Drogas (NIDA), ha demostrado que la naltrexona es
eficaz en el tratamiento de la adicción a la heroína, pero sólo
en el subgrupo de pacientes que tomaban opiáceos a la vez que
medicación, haciendo así posible la extinción.68 Ese subgrupo
estaba formado por pacientes que realmente desobedecieron
las instrucciones de no utilizar opiáceos durante el tratamien-
to. Recientemente, el Método Sinclair fue probado intencio-

180
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
nalmente en un estudio a doble ciego, controlado con placebo
con adictos a la heroína (opiáceos).69
Los resultados mostraron que la naltrexona ofrecía excelentes
beneficios en comparación con el placebo. También ha habido
informes de varios grupos que están dando implantes de libe-
ración lenta o inyecciones de naltrexona a adictos a los opiáce-
os desintoxicados. Claramente, existe potencial para el trata-
miento y la prevención. Sin embargo, el tratamiento de la
adicción a la heroína y la morfina es más complejo y peligroso
que tratar el alcoholismo. La razón principal es que la nal-
trexona y otros antagonistas de opioides causan síndrome de
abstinencia inmediato en pacientes dependientes de opiáceos,
que puede llegar a ser fatal. Por consiguiente, la desintoxica-
ción es un primer paso necesario en el tratamiento de adictos a
opiáceos con naltrexona, a pesar de que no es necesario en el
caso del alcohol. Además, los opiáceos potentes pueden matar
más rápida y fácilmente que el alcohol. En otras palabras, es
más fácil tomar una sobredosis de un opiáceo que una de alco-
hol. Por lo tanto, se debe tener un cuidado extremo cuando se
trabaje con antagonistas de opiáceos y los opiáceos. Problemas
legales también surgen cuando se trabaja con la adicción a la
heroína u otros opiáceos ilegales.
En la mayoría de los países, un médico no puede aconsejar a
un paciente que tome heroína mientras esté en tratamiento de
naltrexona porque tomar heroína es ilegal. Una forma de evi-
tar esto es que el médico diga al paciente: ―No tome opiáceos,
pero si alguna vez decide tomar uno, primero tome la nal-
trexona‖.
Otra posible solución a este problema es cambiar a los pacien-
tes a un opiáceo legal, como la metadona o buprenorfina, y
luego extinguir el uso del opiáceo legal con naltrexona o nal-
mefene. El procedimiento es eficaz en modelos animales y
también debería funcionar en humanos adictos a los opiáceos.
No hay que confundir los tratamientos de extinción de opiáce-
os con los métodos de ―desintoxicación rápida‖ que se pro-


Las inyecciones VivitrolR han sido aprobadas en los Estados Unidos y,
recientemente, en Rusia. Los implantes aún necesitan ser investigados
en profundidad.
181
La Cura del Alcoholismo
mueven comercialmente en muchos países, donde los adictos
a la heroína son anestesiados y luego tratados con naltrexona.
Este método concentra todos los efectos de la abstinencia de
opiáceos en una sesión corta pero muy intensa. A las clínicas
que utilizan la desintoxicación rápida se les recomienda tener
a mano un equipo de reanimación de emergencia. La seguri-
dad de estos procedimientos es discutible y se recomienda
mucha prudencia antes de solicitar este tratamiento. El trata-
miento elimina la dependencia fisiológica, tal y como lo harían
unos pocos días sin opiáceos, pero no elimina el comporta-
miento aprendido de autoadministración de opiáceos y el an-
sia por la droga.

Cocaína
La cocaína en polvo y el crack, la versión sólida de la misma
droga que se puede fumar, se pensaba que trabajaba princi-
palmente a través del sistema neuroquímico dopamina. Sin
embargo, la evidencia acumulada sugiere ya que también de-
bería ser posible tratar la adicción a la cocaína con naltrexona.
Los primeros experimentos indicaron que la autoadministra-
ción de cocaína en ratas se aprendía a través del refuerzo del
sistema opioidérgico.70 Se vio que la naltrexona suprimía la
autoadministración de cocaína en ratas adictas a la cocaína.71
Después un ensayo clínico en Texas obtuvieron resultados si-
milares a los de la Figura 6 del ensayo finlandés sobre la adic-
ción al alcohol. Los pacientes que utilizaron naltrexona con un
protocolo que permitía la extinción no consumieron cocaína
en absoluto durante el último tercio del ensayo.72 Por el con-
trario, los resultados de los pacientes que utilizaron naltrexona
con los procedimientos tradicionales que demandan abstinen-
cia tendían a ser peores que los resultados de los pacientes que
recibieron un placebo.
Xenova, la compañía de biotecnología, está en las primeras
fases de las pruebas de una vacuna llamada TA-CD 82 mg para
la adicción a la cocaína. La vacuna puede ser que funcione me-
diante la producción de anticuerpos contra la cocaína, acti-
vando de este modo una forma de extinción farmacológica
mediante el bloqueo de refuerzo en el cerebro de la cocaína
cada vez que el adicto la consume. Más ensayos clínicos son
necesarios.
182
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones

Anfetaminas – Speed, Uppers, TIK


Aunque las anfetaminas también afectan al sistema de dopa-
minas en el cerebro, la adicción a las anfetaminas puede estar
impulsada principalmente a través del sistema de opioides en
el cerebro. Uno de los estudios más convincentes e innovado-
res que demuestran que la naltrexona reduce o atenúa la an-
siedad y que reduce significativamente la adicción a las anfe-
taminas la llevó a cabo Nitya Jayaram-Lindstrom (2007) del
Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolins-
ka en Estocolmo.
Jayaram-Lindstrom señala que hay unos 35 millones de con-
sumidores de anfetaminas, más que el número total de con-
sumidores de heroína y cocaína juntos. En su fase final, el
estudio utilizó un estudio a doble ciego, controlado con place-
bo -el estándar de oro en los ensayos clínicos- y los resultados
obtenidos muestran que la naltrexona era eficaz en el trata-
miento de la adicción a las anfetaminas.
En la fase 1 del estudio participaron diecinueve individuos
drogo-inocentes (no adictos), concluyendo que ―el tratamiento
previo con naltrexona reduce significativamente los efectos
subjetivos de la anfetamina‖.
En la fase 2 participaron veinte pacientes dependientes de an-
fetaminas. Una vez más, la naltrexona ―significativamente ate-
nuaba los efectos subjetivos de las anfetaminas‖ y ―el ansia de
anfetaminas fue mitigado por la naltrexona‖.
Los datos ―proporcionan una prueba de concepto de que la
naltrexona no sólo amortigua el efecto subjetivo de las anfe-
taminas en el caso del consumo de drogas, sino que también
disminuye la probabilidad del consumo adicional de drogas‖
en pacientes ya adictos. Nitya Jayaram-Lindstrom concluyó lo
siguiente:
A partir de entonces, se investigó el efecto del tratamiento crónico
con naltrexona en individuos dependientes de anfetaminas, en un
diseño de etiqueta abierta. El objetivo fue evaluar la tolerabilidad
y el cumplimiento de la naltrexona en esta nueva población. Doce
semanas de tratamiento con naltrexona condujo a una disminu-


Enhorabuena a Nitya Jayaram-Lindstrom por su tesis superlativa. Descargue la tesis en
http://diss.kib.ki.se/2007/978-91-7357-449-5/thesis.pdf.

Las anfetaminas son baratas de fabricar en laboratorios clandestinos en todo el mundo
– es más económico que la cocaína o la heroína en la calle.
183
La Cura del Alcoholismo
ción de la frecuencia y cantidad del consumo de drogas. En gene-
ral, los resultados mostraron que la naltrexona era bien tolerada
con efectos secundarios mínimos.
Por último, investigamos la naltrexona para el tratamiento de la
dependencia de anfetaminas en un ensayo aleatorizado y contro-
lado con placebo. Los pacientes recibieron 12 semanas de trata-
miento ya sea con naltrexona o con placebo. Dos veces por sema-
na, se llevaron a cabo pruebas toxicológicas de orina y además los
pacientes recibieron semanalmente terapia de prevención de re-
caídas.
Los resultados indicaron que el tratamiento con naltrexona re-
ducía el porcentaje de muestras de orina positivas de anfetaminas
en pacientes con dependencia crónica a las anfetaminas. El tra-
tamiento continuado con naltrexona también condujo a una re-
ducción en la ansiedad, en comparación con el placebo. Además,
la seguridad médica de la naltrexona fue confirmada aún más en
esta población.
En conclusión, la farmacoterapia con naltrexona reduce significa-
tivamente los efectos reforzantes de la anfetamina en modelos de
administración aguda y crónica. En su conjunto, esta tesis pro-
porciona soporte para el posible uso de la naltrexona como tra-
tamiento para la dependencia de las anfetaminas... Los resultados
del ensayo clínico consolidan aún más el hallazgo de que el tra-
tamiento crónico con naltrexona produce un efecto sostenido so-
bre los correlatos subjetivos y de comportamiento de la recom-
pensa, es decir, una reducción sostenida en el consumo de anfe-
taminas y el ansia por ellas.

Este estudio en cuatro fases representa el comienzo de una


nueva era en la lucha contra la adicción a las anfetaminas
complicaciones importantes para la solución del gran proble-
ma en los Estados Unidos, la UE y en los países emergentes
como la India y la Sudáfrica post-apartheid.
En los países donde la adicción a las anfetaminas o a ―TIK‖ no
está registrada, ha causado indecibles sufrimientos, condu-
ciendo a un aumento en el número de crímenes, asesinatos,
quiebras y suicidios.
Aunque el estudio no especula sobre el mecanismo de acción -
cómo y por qué funciona la naltrexona- sugiere que la adicción
a las anfetaminas está mediada por el sistema opioide.73
En conclusión, la adicción a las anfetaminas o al speed con el
tiempo podría tratarse a través de una de las tres vías de ad-

184
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
ministración de antagonistas de opiáceos: 1) Un spray nasal de
acción corta que contiene naloxona. En este caso, el adicto a
las anfetaminas ―corta‖ gradualmente la adicción mediante la
inhalación de naloxona rociada en la nariz antes de inhalar,
ingerir, fumar o inyectarse anfetaminas. El medicamento
rápidamente bloquearía los receptores de opioides en el cere-
bro para producir la extinción de la adicción a las anfetaminas;
2) la naltrexona o el nalmefene, de acción más prolongada y
más potente (su capacidad de unión a los receptores de opioi-
des o de bloquear los efectos es la mayor de los tres antagonis-
tas de opioides actualmente disponibles) sería consumido me-
diante una píldora al menos treinta minutos antes del consu-
mo de drogas para producir la extinción, y 3) inyecciones
mensuales de naltrexona de liberación sostenida (por ejemplo,
VivitrolR)74 o nalmefene (por ejemplo, REVEXR)75 o implan-
tes. Es necesaria más investigación para validar este trata-
miento para la adicción a la cocaína y las anfetaminas, sobre
todo en poblaciones indigentes, difíciles de alcanzar, y que no
cumplen las normas.
Esta línea de investigación podría llegar a ser más eficaz, por
ejemplo, iniciando un curso de uno a tres meses de naltrexona
de acción prolongada o inyecciones de nalmefene de depósito,
seguido de comprimidos de naltrexona o nalmefene después
del tratamiento de extinción de la adicción -por si acaso el pa-
ciente siente que está a punto de recaer.
Incluso después de la desintoxicación, los pacientes pueden
encontrar estímulos que asocian con el alcohol o el consumo
de drogas y dichos estímulos o asociaciones son tan poderosos
que pueden desencadenar una recaída incluso después de años
de abstinencia. Por lo tanto, todos los pacientes del Método
Sinclair -ya sea que abusaban del alcohol o (en el futuro) de la
cocaína o las anfetaminas- con o sin adicción transversal al
alcohol, deben llevar pastillas de naltrexona o nalmefene en-
cima en todo momento. Como ya hemos dicho, se debe tener
especial cuidado con los adictos a opiáceos –especialmente
con los adictos a la heroína- cuando se administran antagonis-
tas de opiáceos como la naloxona, naltrexona o nalmefene
porque el síndrome de abstinencia de esta clase de drogas en
particular puede ser potencialmente mortal; una cuidadosa
gestión clínica es fundamental en estos casos.
185
La Cura del Alcoholismo
El nalmefene tiene la ventaja sobre la naltrexona de que no es
estresante para el hígado. En dosis seis veces más altas que las
que normalmente se prescribe para el alcoholismo, la nal-
trexona daña al hígado.
Por lo tanto, existe una contraindicación contra el uso de nal-
trexona en pacientes que ya sufren daño hepático severo. El
nalmefene no tiene este problema, por lo que puede ser pres-
crito sin antes hacer una prueba de sangre para el daño hepá-
tico. Por lo tanto, puede ser el tratamiento de elección para
una variedad de adicciones. Una gran cantidad de investiga-
ción preliminar apunta a un futuro prometedor en el trata-
miento de la adicción a anfetaminas, cocaína, y -con gran pre-
caución médica- incluso heroína. Ahora bien, tal como se des-
cribe en el capítulo 4, lo único que hay que hacer es lograr que
la sociedad haga virar al superpetrolero y comience a utilizar
la extinción farmacológica.

Compulsiones Sexuales
El auge de Internet a través de la década de 1990 ha visto un
incremento en la ―adicción al sexo en Internet‖. ―La naltrexona
en el Tratamiento de Delincuentes Sexuales Adolescentes‖,
publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, informó de los
resultados de un pequeño ensayo de 2004 que concluyó que la
naltrexona fue beneficiosa en el tratamiento de las compulsio-
nes sexuales, pero en dosis más altas de lo que normalmente
se utilizan en el tratamiento del alcohol: ―Se consideró que
quince de veintiún pacientes tuvieron un resultado positivo y
siguieron respondiendo durante al menos cuatro meses a una
dosis media de 160 mg por día con una disminución de las
fantasías sexuales y la masturbación... La naltrexona en dosis
de 100 a 200 mg por día proporciona un primer paso seguro
en el tratamiento de adolescentes delincuentes sexuales‖.76
Es posible que los beneficios observados aquí trasciendan a
una población mayor de pacientes hipersexuales no desviados
socialmente o ―adictos sexuales‖.
El hecho de que se observaron beneficios en estos pequeños
puntos apunta al papel del sistema opioidérgico en la adicción
sexual. En otras palabras, varias compulsiones sexuales pue-
den estar mediadas por la liberación de endorfinas. Si es así,
las ramificaciones sociales tienen consecuencias de largo al-
186
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
cance en términos de costo (perseguir y encarcelar a los delin-
cuentes) y en la prevención de la reincidencia.
Por ejemplo, es bien sabido que los violadores y los pedófilos
por lo general reinciden cuando salen de prisión. El patrón es
similar al de los alcohólicos o adictos a la heroína que, aunque
severamente castigados (a través del encarcelamiento, conge-
lación, o accidentes) o tratados (a través de diversos grupos,
comprensión y métodos de autoayuda) simplemente no logran
mantenerse abstinentes después de su paso por prisión o tra-
tamiento.
Adictos sexuales compulsivos podrían ser capaces de imponer
el autocontrol o auto-privación a través de una férrea fuerza de
voluntad temporalmente, pero al final, la mayoría recaen inva-
riablemente. La sociedad a menudo insiste en que son indivi-
duos depravados y de voluntad débil que merecen ser encerra-
dos. Sin embargo, al final de una pena de prisión, la mayoría
de los delincuentes reinciden una vez en libertad. Los periódi-
cos abundan en historias que muestran personas puestas en
libertad sólo para reincidir. ¿Cómo podría utilizarse la extin-
ción farmacológica para tratar a delincuentes sexuales?
Recuerdo una reunión del comité de ética al que asistí en 1982
en un centro psiquiátrico penitenciario del estado de Califor-
nia llamado Atascadero State Hospital. El comité estaba con-
siderando las opciones de castración frente a un ensayo con un
medicamento hormonal ―antisexo‖ de acción prolongada (De-
po-ProveraR) en el tratamiento de los violadores. El investiga-
dor a favor del tratamiento contó cómo un violador realmente
quería ser castrado. El violador dijo que si salía libre sabía que
volvería a delinquir. Dijo: ―Estoy atormentado por pensamien-
tos sexuales de violaciones de mujeres. Intento no tenerlos.
Cuanto más lo intento, más difícil resulta. Puedo aguantar
unos días sin aliviarme (imaginar la fantasía de la violación),
pero no siempre. Quiero la castración. Prefiero no tener pelo-
tas y ser libre, que tener pelotas grandes y estar en San
Quintín‖. Se refería, lógicamente, a la conocida prisión califor-
niana de San Quintín, y estaba seguro de que, si lo sacaban de
Atascadero, lo cogerían violando de nuevo y sería condenado a
San Quintín de por vida. El comité de ética, atrapado en la co-
rriente políticamente correcta de la época, se negó incluso a
escuchar la propuesta hasta el final. Cortaron al investigador.
187
La Cura del Alcoholismo
No iba a haber castraciones ordenadas por el estado de Cali-
fornia - ―los políticos no querrían saber nada‖. En cualquier
caso, la castración puede no ser efectiva porque las hormonas
sexuales las producen no sólo los testículos, sino también las
glándulas suprarrenales. También se demostró que los hom-
bres a los que habían removido los testículos debido a razones
médicas todavía podían tener impulso sexual. En ese momen-
to, nadie parecía darse cuenta de que los componentes de la
sexualidad compulsiva podrían estar mediados por el sistema
opioidérgico. Entonces, ¿cómo podría un delincuente sexual
tratarse con la extinción?
El tratamiento no sería mucho más complejo que la extinción
del alcoholismo. Al paciente se le daría naltrexona o nalmefene
para bloquear los receptores de opioides en el cerebro. A con-
tinuación, se le indicaría que se excitase con una fantasía des-
viada. Esto se llevaría a cabo en condiciones controladas, en
una cabina privada especial donde se presentarían os estímu-
los (video) de fantasía elegida por el violador.
El paciente podría pasar un período de varios meses atendien-
do estas sesiones de tratamiento. Su deseo y su comporta-
miento se extinguirían activamente. El tratamiento se centrar-
ía entonces en la extinción selectiva, donde se le indicaría que
se masturbase con una fantasía y estímulos socialmente acep-
tables sin tomar la medicación.
El tratamiento, por supuesto, se llevaría a cabo bajo una cui-
dadosa supervisión, y el paciente sería monitorizado después
de su salida de prisión. Todo esto es una cuestión de legisla-
ción y financiación para una mayor investigación. Vale la pena,
teniendo en cuenta que muchos delincuentes sexuales van a
salir de la cárcel de todos modos. Si no se trata la adicción
sexual -como es habitual cuando salen de prisión, se encuen-
tran en alto riesgo de reincidir.77 El gobierno pretende prote-
ger a la sociedad. Ofrecer o incluso ordenar la extinción far-
macológica de los delincuentes sexuales por lo menos un año
antes de su fecha de liberación podría ayudar a reducir las ta-
sas de reincidencia.

188
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones

Juegos
Alrededor del 2 al 3 por ciento de los estadounidenses se dice
que tienen un problema con el juego, y el 1 por ciento tiene
una adicción patológica al juego.
Un informe sugiere que el 86 por ciento de los estadouniden-
ses han jugado al menos una vez en su vida y el 60 por ciento
juega durante un año determinado. La prevalencia de los jue-
gos de azar se ha incrementado en los Estados Unidos, en par-
te por los juegos de azar en línea y en parte por la expansión
de los casinos.
Los juegos de azar en forma de loterías, nuevos casinos, apues-
tas en línea, y las carreras en muchos países emergentes se
cree que ejercen una profunda fuga económica en estas socie-
dades, también.
―Se culpa a la adicción al juego de que una madre de tres se
pegue un balazo después de las acusaciones de que había ro-
bado grandes sumas de dinero de su empresa para financiar su
hábito‖, Sunday Times (Sudáfrica), 28 de octubre de 2001.78
Este título se refiere a Ronell Poverello, que sufría de una gra-
ve adicción al juego y, finalmente, se suicidó a causa de su
adicción. Ronell tenía un trabajo muy bien pagado en Euro-
copter, del que finalmente robó más de 3,7 millones de euros
para financiar su hábito.
Se convirtió en adicta al juego y todos sus intentos de evitarlo
fueron en vano. Por supuesto, es trágico que se quitase la vida
para evitar su propia vergüenza, el estigma y la cárcel -porque
a todas luces era una buena madre y en todos los sentidos sa-
ludable. Sus tres hijos ya no tienen madre. El resultado podría
no haber sido tan trágico si Ronell hubiera tenido acceso al
tratamiento con naltrexona como Beth Irvin, cuya historia
contaremos a continuación, lo hizo. Puede ser sorprendente,
pero es muy probable que las endorfinas, las hormonas natu-
rales del cuerpo similares a la morfina, produzcan un poderoso
refuerzo en el cerebro de las personas con predisposición
genética a la adicción al juego. Si este no fuera el caso, es poco
probable que los bloqueadores de opioides, tales como nal-
trexona o nalmefene, fueran eficaces en el control de los juegos
de azar.
En los Estados Unidos, el Centro Nacional de Juegos de Azar
Responsable subvenciona estudios y cita lo siguiente: 79
189
La Cura del Alcoholismo
Se ha comprobado que el fármaco naltrexona reduce significativa-
mente las ansias por practicar juegos de azar y dichos comporta-
mientos entre los jugadores patológicos, según un estudio de la Uni-
versidad de Minnesota publicado en la revista Biological Psychiatry
el 1 de junio de 2001.
El ensayo clínico, financiado por una beca de 40000 euros en el
Centro Nacional para el Juego Responsable (NCRG), descubrió que
el 75 por ciento de los pacientes tratados con naltrexona mejora en
términos de sus ansias por apostar. Debido a la acción de la nal-
trexona en las áreas del cerebro que procesar el placer y las ansias, el
investigador principal del estudio, Dr. Suck Won Kim, había teoriza-
do que este fármaco podría ser útil para el tratamiento del juego
patológico. La naltrexona ha sido eficaz en el tratamiento del alco-
holismo y la bulimia.
―El juego ha tomado el control de mi vida‖, dijo Beth Irvin, quien
ahora está en tratamiento con naltrexona. ―He tratado de controlar
esta adicción de mil maneras y creo que lo que estoy viviendo hoy en
día es un milagro de la ciencia‖.
La publicación del ensayo de la naltrexona sigue los pasos del lan-
zamiento de otro estudio financiado por la NCRG del circuito de
recompensas del cerebro. Una donación de 130000€ de la NCRG al
Massachusetts General Hospital (MGH) ayudó a financiar el estudio,
publicado en la edición de la semana pasada de Neuron, examinan-
do cómo el cerebro humano responde a la anticipación y la recom-
pensa del dinero.
Los investigadores, dirigidos por el Dr. Hans Breiter, codirector del
Centro de Neurociencia de la Motivación y la Emoción en el MGH,
utilizó el proceso de imágenes neuronales llamado resonancia
magnética funcional de imágenes para monitorear la actividad cere-
bral de los voluntarios que participaban en un juego de azar. ―Esta es
la primera demostración de que una recompensa monetaria en un
experimento que recrea un juego de azar produce una activación
cerebral muy similar a la observada en un adicto a la cocaína reci-
biendo una dosis de cocaína‖, dijo Breiter. ―Estamos muy orgullosos
de haber apoyado la investigación de vanguardia que nos ayudará a
entender y tratar trastornos del juego‖, dijo el general de división
Paul A. Harvey (retirado), presidente de la NCRG. ―Además, nos
complace que dos de las revistas académicas más prestigiosas han
confirmado el riguroso proceso de revisión que se utilizó para selec-
cionar los proyectos para su financiación‖.
El NCRG ha otorgado 3.7 millones de euros en becas de investiga-
ción desde 1996 y 2.75 millones de euros más para establecer el Ins-
tituto de Investigación sobre el Juego Patológico y Desordenes Rela-
cionados en el Departamento de Adicciones de Harvard Medical
190
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
School. Un estudio de referencia de 1997 realizado en Harvard, fi-
nanciado por el NCRG, estimó que aproximadamente el 1 por ciento
de la población adulta puede ser clasificado como jugadores patoló-
gicos. Esta estimación es ahora ampliamente aceptada como la es-
tadística más fiable sobre la prevalencia de los trastornos de juego.

Se sabe que el consumo de alcohol es controlado a través del


refuerzo de las endorfinas liberadas por el alcohol. Pero,
¿cómo podemos explicar el papel del sistema opioidérgico en
términos de conductas no causadas por sustancias tales como
el juego adictivo?
La razón por la que la naltrexona podría ser eficaz con el juego
compulsivo es que, como el alcoholismo, este comportamiento
también es muy posiblemente mediado y aprendido a través
del refuerzo de las endorfinas. Podría ser que el jugador que
gana o hace una apuesta arriesgada recibe una descarga inter-
na que provoca la liberación de endorfinas, sin importar si la
persona gana o pierde. En cualquier caso, el juego produce un
fuerte refuerzo en algunas personas, y la adicción probable-
mente está influenciada por una predisposición genética.
La descarga interna de endorfinas puede ser problemática pa-
ra aquellos que han heredado la predisposición genética que
los pone en riesgo de desarrollar una adicción al juego. Estas
personas pueden haber nacido con un cerebro que es espe-
cialmente sensible a las endorfinas -a diferencia de la mayoría
que juegan pero que nunca ven reforzado su comportamiento
hasta niveles compulsivos o patológicos. Además de ensayos
con etiqueta abierta y controlados con placebo que muestran
que la naltrexona es efectiva en el tratamiento de la ludopatía,
se ha publicado recientemente un gran ensayo clínico mos-
trando que el nalmefene también funciona con el juego.80 Es
probable que los beneficios de los antagonistas de opioides en


Las máquinas tragaperras son un ejemplo clásico de "refuerzo de pro-
porción variable": nunca se sabe cuándo ni cuánto refuerzo recibirás.
Los intervalos de tiempo pueden ser largos o cortos y variar las cantida-
des. Esta forma de aprendizaje es más resistente a la extinción, lo que
presagiaría problemas en un tratamiento de extinción si el refuerzo para
el juego patológico en realidad procede de las ganancias de dinero. De
hecho, los jugadores compulsivos parece conseguir refuerzos indepen-
dientemente de que ganen.
191
La Cura del Alcoholismo
el tratamiento de juegos de azar provengan de la extinción
farmacológica -tal como lo hacen para tratar el alcoholismo y
la drogadicción. Hasta ahora, sin embargo, no se han llevado a
cabo pruebas clínicas de los mecanismos implicados.
Investigación adicional en la aplicación de la extinción farma-
cológica es necesaria en los juegos de azar y otros desórdenes
no relacionados con sustancias como las adicciones sexuales y
la cleptomanía. En este último caso, puede resultar que el alto
riesgo asociado con la cleptomanía y la emoción de robar cau-
se un refuerzo poderoso de las descargas internas de endorfi-
nas en una manera similar a la producida por el juego.
El mismo mecanismo puede aplicarse también a la automuti-
lación o compulsiones como la piratería informática y la adic-
ción a Internet. Todo esto puede ser reforzado de manera si-
milar a través del sistema opioidérgico.
La historia del inversor tramposo Nick Leeson llamó la aten-
ción de los medios de comunicación a principios de 1990. Tra-
bajando en Singapur para Barings Bank como encargado de
divisas, Leeson provocó un colapso sin precedentes cuando
ilegalmente contrajo una deuda de más de 75000 millones de
euros. Cebado por la emoción de alto riesgo, Leeson siguió
apostando en fondos en los mercados asiáticos, con la espe-
ranza de que su juego fuera rentable. Nunca lo hizo. Después
de huir, ser capturado y sentenciado a seis años en una prisión
de Singapur, Leeson fue puesto en libertad.
Escribió un relato directo de lo que sucedió en su emocionante
y a la vez triste libro, Rogue Trader: Cómo hundí el Banco
Barings y sacudí el mundo financiero (Leeson, 1997). El rela-
to introduce al lector a la vida de alto vuelo de los comercian-
tes en el Singapur de principios de 1990, donde la oferta de los
negocios compulsivos provocaba euforia y emociones. Coloca-
ba a los comerciantes –de manera similar a los colocones de
endorfinas que Kevin Mitnick describía en su relato de piratas
informáticos expertos en el arte del engaño de El Arte del En-
gaño.
Uno se pregunta si la naltrexona o nalmefene, que se utiliza
con la extinción farmacológica, podría desempeñar un papel
potente en el tratamiento de otros jugadores compulsivos.
¿Cómo podríamos poner esto a prueba? ¿Dándoles naltrexona
o nalmefene y diciendo: ―¡Adelante, jugad mientras estáis bajo
192
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
los efectos de la medicación!‖? Obviamente, esto tiene algunas
limitaciones prácticas.

Chocolate, Dulces, Obesidad


Sin lugar a dudas, todos sabemos que el chocolate puede ser
adictivo. El chocolate contiene grasas, teobrominas y azúcar-la
adicción es probablemente más compleja y puede incluir más
sistemas que la simple liberación de endorfinas en el cerebro.
Sin embargo, es probable que el sistema opioide sea el más
importante para la mayoría de nosotros. Para otros, no hay
una fuerte compulsión, y pueden tomar una o dos pastillas de
chocolate todos los días sin atracones. Pero otros no pueden
detenerse una vez que han empezado, mostrando claramente
los perfiles de ansias y adicción. Al igual que ―sólo una copa en
el bar‖ puede convertirse en dos botellas de vodka para un al-
cohólico, de la misma manera una onza de chocolate puede
llevar a comerse una tableta entera – y algo más.
El chocolate y los sabores dulces en general liberan endorfinas
en el cerebro. De hecho, los experimentos de laboratorio de
Sinclair sobre la extinción selectiva utilizaba el consumo de
una solución de sacarina como el comportamiento alternativo
que se fortalecía con el aprendizaje potenciado farmacológi-
camente durante los descansos en el tratamiento con nal-
trexona o nalmefene.
La línea AA de ratas criadas para el consumo elevado de alco-
hol muestran un gusto excepcional por los dulces, sobre todo
por las soluciones dulces extremadamente fuertes que otras
ratas -incluidas las ratas ANA que odian el alcohol- evitan.
Para asegurarse de que esto estaba relacionado con el consu-
mo de alcohol y no era sólo una coincidencia, Sinclair fue al
Centro de Investigación del Alcohol en la Universidad de Pur-
due en Indianápolis y probó las ratas P que prefieren las ratas
P y las ratas NP que no lo prefieren; se vio la misma relación.81
Un gran número de estudios realizados desde entonces han
indicado que los alcohólicos y los hijos de alcohólicos tienen
una mayor preferencia por fuertes sabores dulces. También se
ha demostrado que los antagonistas de opioides -naloxona,
naltrexona, y nalmefene- extinguen el consumo de sacarina en
la misma forma que el consumo de alcohol.

193
La Cura del Alcoholismo
Veremos más adelante cómo una Prueba Dulce especial se ha
utilizado en Finlandia para predecir si los pacientes respon-
derán bien al Método Sinclair antes de que comiencen. Final-
mente, los alcohólicos que intentan abstenerse utilizan a me-
nudo dulces como una forma de sustituto de alcohol, con cier-
to éxito.
La relación entre el alcohol y los dulces se debe a que ambos
provocan una liberación de endorfinas. Esto lleva a preguntar-
se una cuestión bastante interesante: ¿se puede utilizar la ex-
tinción farmacológica para una ―adicción al dulce‖? La res-
puesta es probablemente sí, al menos en cierta medida. Una
vez más, más ensayos clínicos son necesarios.
Aunque los ensayos individuales no pueden considerarse como
una prueba científica, una anécdota interesante es digna de
mención. Al empezar a escribir este libro, le conté la idea de la
naltrexona y la extinción farmacológica a una amiga mía, Do-
minique, una escritora estadounidense que vive en Londres.
Me dijo que ella era una adicta secreta al chocolate.
Nadie sabía de su adicción. Cada noche, después de poner a su
hijo en cama, ella, sin falta, se sentaba ceremoniosamente y
comía dos chocolatinas grandes. Si Dominique no tenía choco-
late durante más de dos días, su ansia se disparaba.
Iba regularmente al gimnasio del barrio y controlaba su peso.
―preferiría no comer otra cosa si eso significaba que podía te-
ner mi chocolate‖, declaró Dominique categóricamente. ―Quie-
ro la naltrexona. ¡Ya!‖ ―Necesitas receta, y dudo que tu médico
te la recetara – ¡al menos para combatir la adicción al choco-
late! Si lees la información oficial para su prescripción en In-
glaterra, verías que la naltrexona está aprobada sólo para adic-
ción a narcóticos como la heroína o la morfina- para nada
más‖, le informé. Sin embargo, se las arregló para obtener una
receta de un médico amigo de dos paquetes (o el equivalente a
dos meses) de comprimidos de 50 mg de naltrexona y me
llamó, diciendo: ―¡Ya lo tengo y voy a intentarlo – digas lo que
digas!‖.
Le expliqué que en teoría podría continuar, pero le advertí que
no se había llevado a cabo ningún ensayo específicamente para
el antojo y la adicción al chocolate o al dulce. ―Hipotéticamen-
te, así es cómo alguien debería probarlo. Deberías tomar nal-
trexona una hora antes de atiborrarte de chocolate.
194
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
Esto garantizaría el bloqueo de opiáceos de la liberación de
endorfinas cuando comieses el chocolate. Registrarían la can-
tidad consumida todos los días y verías qué pasa‖. También le
advertí sobre la extinción de otras conductas, que en teoría
podría extinguir su amor por el ejercicio si el medicamento se
encontraba en su sistema al día siguiente cuando se fuera
a su entrenamiento diario.
―Comeré a las 5 de la tarde. Debería estar fuera de mi sistema
por la tarde del día siguiente si lo he entendido bien‖. Res-
pondí que tal vez sería mejor extinguir selectivamente la adic-
ción al chocolate, comiendo chocolate con naltrexona un día,
haciendo ejercicio al siguiente pero sin naltrexona. Dominique
pesó cuidadosamente su chocolate todos los días. Después de
seis semanas, Dominique dijo: ―Definitivamente funciona.
Estoy comiendo menos. En lugar de dos chocolatinas, como la
mitad. Parece pasar de forma automática. ¡No cabe duda de
que esto funciona para mí!‖. Aunque hace falta una investiga-
ción científica apropiada para confirmar nuestra intuición de
que la extinción farmacológica puede ayudar con los atracones
de dulces, esta pequeña historia nos informa cómo los antago-
nistas opiáceos podrían llegar más allá del tratamiento de al-
cohol.
De hecho, se han realizado varias pruebas de la naltrexona en
el tratamiento de trastornos de la alimentación. Por ejemplo,
se hizo un experimento sobre los efectos combinados de nal-
trexona con un medicamento antidepresivo tricíclico. En un
estudio de ocho semanas de duración a doble ciego, controlado
con placebo, de treinta y tres consumidores compulsivos obe-
sos, Argel (1991) y sus colaboradores vieron que la naltrexona
(100-150 mg al día) produjo una reducción significativa en la
duración y la frecuencia de los atracones en pacientes bulími-
cos.82 El estudio fue publicado en la revista American Journal
of Clinical Nutrition y concluyó ―que la naltrexona y la imi-
pramina pueden ser agentes útiles en el tratamiento del tras-
torno de apetito descontrolado‖.
A pesar de este hallazgo, los antagonistas de opiáceos no se
han aplicado en general para el tratamiento de ningún trastor-
no alimentario. Es cierto que los mecanismos responsables de
comer en exceso y de los atracones de hidratos de carbono, las
grasas y los dulces son muy complejos e implican mucho más
195
La Cura del Alcoholismo
que el sistema opioidérgico. Si el sistema opioidérgico -las en-
dorfinas- fuera el principal mecanismo implicado en el impul-
so de comer estos alimentos, es probable que hubiéramos visto
una notable reducción de peso entre las decenas de miles de
personas que utilizan con éxito la naltrexona para frenar su
consumo de alcohol en Finlandia.
Había individuos que recibían tratamiento para el alcoholismo
allí con naltrexona que perdieron mucho peso, pero la mayoría
de la gente no lo hizo. Una posible explicación, sugirió Sin-
clair, es que las endorfinas refuerzan muchas acciones diferen-
tes relacionadas con la alimentación. En el laboratorio, se
pueden aislar estas acciones y mostrar en un estudio que la
naltrexona reduce la cantidad de comida ingerida y en otro
que la aumenta. Estos efectos opuestos se anulan entre sí en
un entorno real. Él ha sugerido usar extinción selectiva con el
fin de separar las distintas acciones. Esta idea, sin embargo,
aún no se ha probado clínicamente.

Nicotina y Tabaco
―¿Es bueno para dejar de fumar?‖ Mucha gente se hace con
ansiedad esta pregunta. Basándose en los datos, parece proba-
ble que la extinción con antagonistas de opioides no funcio-
nará con el fumar tabaco. Por ejemplo, un ensayo clínico en
Texas dio naltrexona a los pacientes que eran bebían y fuma-
ban en exceso. El consumo de alcohol disminuyó con una cur-
va de extinción clásica, pero el hábito de fumar se mantuvo en
los mismos altos niveles. Del mismo modo, los ensayos clíni-
cos no aportan pruebas de que la naltrexona recetada a los
alcohólicos les hiciera fumar menos. Como se mencionó ante-
riormente, la razón de este fracaso es probable que sea que el
refuerzo de la nicotina no tiene relación con el sistema de
opioides. Los datos aún no están claros sobre el sistema es-
pecífico que proporciona el refuerzo, pero el primer paso en el
proceso debe ser la activación de los receptores nicotínicos de
la acetilcolina del neurotransmisor.
Abordo el controvertido problema de la adicción a la nicotina
ya que es muy probable que la extinción farmacológica se con-
vierta en una ruta eficaz para la eliminación de las vías de con-
trol de la adicción a la nicotina en el cerebro, pero probable-
mente no a través del sistema opioide y la naltrexona. Fumar
196
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
es muy complejo en términos de los efectos que la nicotina
tiene sobre las hormonas y la neurotransmisión en el cerebro.
La discusión a favor del uso de la naltrexona o nalmefene en la
adicción a la nicotina sigue abierta, pero hasta el momento no
existen datos convincentes de que los medicamentos sean úti-
les para esta aplicación.83
Sin embargo, el Método Sinclair puede responder al desafío de
la adicción a la nicotina. En lugar de utilizar la naltrexona o
nalmefene, el tratamiento tendrá que utilizar fármacos especí-
ficos para bloquear la nicotina, como mecamilamina, vareni-
clina, y/o erisodina. Esto se ha demostrado en estudios de la-
boratorio por Liu Xiu y sus colaboradores (2006).84 El princi-
pio de eliminación de la adicción es el mismo: dar al fumador
el agente de bloqueo antes de que él o ella fume, lo que debería
producir una reducción del anhelo por fumar y en el consumo
real.
En este sentido, el doctor Jed Rose, Jefe del Programa de In-
vestigación de la Nicotina en el VA Medical Center, Durham,
Carolina del Norte, dice esto sobre la mecamilamina y la extin-
ción de la adicción al tabaco:
Así que lo que hemos encontrado en varios estudios es que cuan-
do ponemos a los fumadores en tratamiento con mecamilamina
antes de que dejen de fumar, luego experimentan el acto de fu-
mar cigarrillo tras cigarrillo durante, digamos, dos semanas sin
disfrutar el efecto habitual de la nicotina. Y mantener un compor-
tamiento sin disfrutar de la recompensa química posterior extin-
gue, si se me permite el juego de palabras, pero en la jerga psi-
cológica se hablaría de extinguir un comportamiento cuando se
quita la recompensa por ello.
Y lo que encontramos, es que los fumadores empiezan a perder su
ansia de tabaco y que sus tasas de éxito se duplican. Sin embargo,
en nuestros estudios vemos que ahora se está duplicando el éxito
respecto al del parche de nicotina, porque en realidad damos un
parche de nicotina después de que se haya dejado de fumar y ve-
mos que todavía obtienen los beneficios del alivio de los síntomas
de abstinencia de los parches de nicotina, pero que el fumar ciga-
rrillos es menos agradable debido a que la mecamilamina está
bloqueando su efecto, por lo que los usamos combinados para así
obtener lo mejor de ambos mundos.
La mecamilamina bloquea muchos de los efectos gratificantes del
fumar. El parche de nicotina todavía puede producir algo de ali-
vio de los síntomas de abstinencia. Y entre los dos medicamentos
197
La Cura del Alcoholismo
en esta combinación, el fumador se mantiene cómodo y sin em-
bargo los cigarrillos no son tan tentadores.
Las implicaciones son asombrosas. Si la mecamilamina es el
bloqueador eficaz de nicotina que se dice que es, entonces,
millones de fumadores pueden ser capaces de invertir su adic-
ción de una forma muy similar a la de los alcohólicos con nal-
trexona. La fórmula sería: Mecamilamina + Fumar = Cura.
Esto sería un gran impulso para todo el mundo porque se sabe
que fumar es la causa más evitable de muerte. Jed Rose co-
rrectamente sugiere que los adictos a la nicotina sigan un pro-
grama de extinción que utilice mecamilamina como agente
bloqueante. Desafortunadamente, él sugiere que, después del
tratamiento de extinción, los fumadores se traten con parches
de nicotina – sin el bloqueo continuado de nicotina de la me-
camilamina. Esto haría que los pacientes aprendieran un nue-
vo comportamiento reforzado por nicotina -el uso del parche
de nicotina.
Usar parches de nicotina o mascar chicle de nicotina no es lo
mismo que dejar de fumar. De hecho, es lo mismo que fumar,
aunque el método de administración de la droga -chicle o par-
che en lugar de inhalar la nicotina a través de humo de tabaco-
es diferente.
En lugar de tomar la nicotina en el cuerpo a través de los pul-
mones, el fármaco pasa simplemente a través de la piel o la
boca. Estas vías de administración alternativas son probable-
mente de alguna utilidad para dejar de fumar, pero sólo satis-
facen el anhelo subyacente y la adicción y no acaban con ella.
Años más tarde, los ex fumadores que dejan de fumar con es-
tos sustitutos todavía pueden sentir el deseo de un cigarrillo.
Para hacerlo de acuerdo con el Método Sinclair, los fumadores
tendrían que fumar, mientras tomaran la medicación si quisie-
ran extinguir el deseo y la conducta. Si se abstuvieran, como
muchos fumadores pueden hacer por largos períodos entre
recaída y recaída, y tomasen la medicación durante la absti-
nencia, no habría ningún efecto, no habría extinción.


Agentes bloqueadores de la nicotina más eficaces podrían ser desarro-
llados pronto. Por supuesto, una hierba fumable que tenga una acción
de bloqueo nicotínico, si se mezcla con tabaco y se fuma, también puede
resultar eficaz.
198
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
De hecho, esto lo demostró en 1987 Pomerleau, que demostró
que la administración aguda de mecamilamina en realidad
hace que se fume más si los fumadores fueron pre-tratados
con mecamilamina (en lugar de con placebo) y no fumaban
mientras tomaban el medicamento.85
Pomerleau atribuyó ―los aumentos observados en el consumo
de nicotina a un comportamiento compensatorio diseñado
para superar los efectos de bloqueo mecamilamina‖. Sin em-
bargo, si esto fuera cierto –el que la mecamilamina todavía
estaba activa cuando los sujetos fumaban- entonces las condi-
ciones son idénticas a las de los experimentos que muestran
disminuciones en el número de cigarrillos que se fuman mien-
tras toman mecamilamina. Parece más probable que este re-
sultado sea similar a los resultados tanto con alcohol (ver Fi-
gura 6) como con cocaína -que los sujetos que tomaron nal-
trexona durante la abstinencia tendían a estar peor que los
pacientes tratados con placebo porque habían reforzado el
aprendizaje del uso de alcohol o cocaína justo después de dejar
la naltrexona en el momento en que hay una refuerzo poten-
ciado farmacológicamente por las endorfinas.
Por último, como Alcohólicos Anónimos advierte, ―una vez
alcohólico, siempre alcohólico‖, Fumadores Anónimos podría
decir: ―Una vez fumador, siempre fumador‖. Los alcohólicos y
los fumadores que logran dejar de fumar siempre corren el
riesgo de recaída, sobre todo si tienen ―una copa‖ o ―sólo una
calada‖.
La razón de esto es que las rutas neuronales asociadas con la
adicción particular, con el tiempo y la práctica, se transforman
en súper-autopistas neuronales. Estas redes neuronales en el
cerebro están preparadas y listas para activarse si el adicto
tiene ―sólo una‖.
La clave de la extinción es que una vez que el tratamiento una
se cumple plenamente, el fumador estaría casi de nuevo en la
condición biológica en que él o ella se encontraba antes de to-
mar la primera calada y de fumar los primeros cientos de ciga-
rrillos que poco a poco crearon la adicción.
La cantidad de investigación sobre la extinción del fumar es
minúsculo -ni mucho menos tan extenso como es sobre el al-
coholismo. Aún queda muchísimo por hacer antes de que se-
pamos con seguridad si funcionará. La investigación se debe
199
La Cura del Alcoholismo
hacer correctamente, sin volver adictivos otra vez a los fuma-
dores mediante el uso de parches de nicotina o goma de mas-
car después de que hayan pasado por un tratamiento de extin-
ción de la adicción. Además, existen diferencias cualitativas
entre el tabaquismo y alcoholismo porque operan en diferen-
tes sistemas neuronales en el cerebro.
A pesar de esto, los pacientes aún pueden encontrar médicos
dispuestos a recetar mecamilamina para la adicción al tabaco a
pesar de que el medicamento no ha recibido aprobación de la
FDA para la adicción a la nicotina.
Por ejemplo, el Dr. Gabe Mirkin explica la razón por la que las
compañías farmacéuticas no han invertido ―los 7 a 14 millones
de euros necesarios para probar que la mecamilamina cura la
adicción a la nicotina es que la droga se había quedado sin su
patente. Incluso si un investigador demostrase que la mecami-
lamina cura la adicción al tabaco, cualquiera podría aprove-
charse de la comercialización de la droga. Han pasado cuatro
años desde que Merck dejó de hacer mecamilamina, pero me
alegro de que otra empresa llamada Bioscience Layton comer-
cialice la mecamilamina bajo el nombre comercial Inversine
para tratar el síndrome de Tourette, una condición en la que
una persona tiembla o se mueve sin control. Nadie ha hecho
las investigaciones necesarias para demostrar que la mecami-
lamina ayuda a curar la adicción a la nicotina, pero voy a estar
recetando 2,5 mg dos o tres veces al día para ayudar a mis pa-
cientes a dejar de fumar‖.86

Piratería Informática, Adicción a Internet y la


Búsqueda de Emociones Fuertes
Actos de piratería informática presentan los síntomas clásicos
del ansia y la adicción. De hecho, se están realizando esfuerzos
para incluir la ―adicción a Internet‖ en el manual de diagnósti-
co de American Psychiatric Association.87
En su convincente libro El Arte del Engaño, el conocido ex
pirata informático Kevin Mitnick (2002) –en otro tiempo en la
lista de los más buscados del FBI, pero ahora un codiciado
consultor de seguridad en red- describe la experiencia de la

200
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones

piratería compulsiva. Mitnick sugiere que la piratería in-


formática puede ser muy similar a una adicción a las drogas.
Mitnick, ahora célebre consultor de seguridad y autor, descri-
be un pirata informático que tenía la intención de descifrar el
sistema para obtener los archivos secretos del ordenador de la
empresa:88
Danny se estaba acercando más y más, y cada vez se sentía más
emocionado. Él estaba anticipando la adrenalina, el momento de
éxtasis que siempre sentía conseguía hacer algo que sabía que so-
lo unos pocos podían lograr. Sin embargo, él no estaba en casa
libre todavía.
Durante el resto del fin de semana sería capaz de entrar en la red
de la empresa cada vez que quisiera, gracias a que el gerente del
centro de computación cooperativa.... El siguiente paso exigía
templanza: Danny volvió a llamar a Kowalski en Operaciones In-
formáticas y se quejó: ―Mi servidor no me deja conectar‖, y le dijo
al chico de IT, ―Necesito que me configures una cuenta en uno de
los ordenadores en tu departamento para que pueda utilizar Tel-
net y conectarme con mi sistema‖. Una vez que inició la sesión en
su cuenta temporal, Danny fue capaz de conectarse a través de la
red a los sistemas informáticos del Grupo Secure Communica-
tions. Después de una hora en línea buscando una vulnerabilidad
técnica que le permitiese el acceso a un servidor principal de de-
sarrollo, le tocó la lotería.
Al parecer, el sistema o el administrador de la red no era cuidado-
so en mantenerse al día con las últimas noticias sobre fallos de
seguridad en el sistema operativo que permitían acceso remoto.
Pero Danny lo era. En poco tiempo había localizado los archivos
de código fuente que buscaba y los estaba transfiriendo de forma
remota a un sitio de comercio electrónico que ofrecía espacio de
almacenamiento gratuito. En este sitio, incluso si los archivos se
descubrieran alguna vez, nunca podrían vincularse con él. Aún le
quedaba un paso final antes de desconectarse: el proceso metódi-
co de borrar sus huellas.
Terminó antes de que el programa de Jay Leno fuese emitido
aquella noche. Danny se dijo que había sido un gran fin de sema-
na de trabajo. Y en ningún momento se había tenido que poner


Kevin Mitnick pasó casi cinco años en la década de 1990 encerrado en un centro de
detención federal en Los Angeles –a la espera de juicio- durante cinco años y uno de los
cinco años lo pasó en confinamiento solitario. Ahora las grandes corporaciones le pagan
por sus servicios -por fin ha obtenido el triunfo personal sobre la acusación y el juez que
llevaron su caso (ver www.mitnicksecurity.com).
201
La Cura del Alcoholismo
personalmente en peligro. La emoción era embriagadora, incluso
mejor que el snowboard o el paracaidismo.
Danny se emborrachó esa noche, no con whisky, ginebra, cerveza
o sake, sino con su sensación de poder y de éxito mientras miraba
los archivos que había robado, acercándose al software de radio
extremadamente secreto y elusivo.

A pesar de que no sería consciente de ello, Danny probable-


mente se sintió eufórico esa noche gracias a un chute interno
de endorfinas liberadas en su cerebro. La piratería informáti-
ca, sentir el ―éxtasis‖ cuando se introdujo en el sistema, es si-
milar a los juegos de azar o la búsqueda de emociones fuertes,
o incluso quizás a tomar decisiones en las grandes empresas.
Como un chute de cocaína, el efecto es de corta duración.
Pronto el deseo de más y más y más se arraiga, aumentando
como los efectos de privación descritos antes por primera vez
por Sinclair en términos de adicción al alcohol. ¿Podría Danny
recibir tratamiento con el Método Sinclair? La respuesta es
que si su búsqueda de emoción está mediada por endorfinas –
y seguramente lo sea- entonces probablemente la respuesta es
sí. Sin embargo, habría que darle la naltrexona o nalmefene y
luego hacerle ponerse en acción pirateando.
La piratería informática es ilegal, lo que supone la clásica si-
tuación del pez que se muerde la cola para el clínico. Los
médicos no pueden decir a sus pacientes que vayan a piratear
el sistema de alguien, sin embargo, puede decir a un paciente,
―La piratería es ilegal. Pero si usted se encuentra incapaz de
controlar su comportamiento, al menos asegúrese de tomar la
naltrexona antes de hacerlo‖.
Hemos visto cómo varias adicciones se aprenden de forma
gradual con el tiempo. Esto no es una mera especulación. En la
sección de historia clínica, vimos como Julia y Richard progre-
sivamente aprendieron a desear el alcohol, y cómo Pete des-
arrolló su adicción a la cocaína y el alcohol.
También vimos el éxito de Julia y Richard con el Método Sin-
clair y cómo, a pesar de los períodos de abstinencia, Pete segu-
ía deseando su vino tinto y muchas veces recaía después de
terminar el tratamiento estándar de veintiocho días de desin-
toxicación y de asistir a sus reuniones de AA.
Parece cada vez más probable que el mismo problema puede
aplicarse a la piratería informática compulsiva y la adicción al
202
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
sexo en Internet si son mediadas principalmente por la libera-
ción de endorfinas en el cerebro.
También es probable que la naltrexona o nalmefene combina-
da con la práctica activa del comportamiento no deseado ex-
tinga nuevas adicciones que han comenzado a surgir con la
introducción de las nuevas tecnologías.

Deportes Extremos, Ejercicio Excesivo


Hasta ahora, hemos estado interesados en el tratamiento de
las adicciones peligrosas, estigmatizantes como el alcohol, la
cocaína, el juego y nuevas adicciones tecnológicas. Pero, ¿nos
volvemos adictos a actividades saludables, como correr, la
musculación y el ejercicio? Y ¿a la búsqueda de emociones
como el puenting o el kite-surf? Por lo que parece, sin duda
alguna.
Millones de personas son fisiológicamente adictas a correr, al
gimnasio, a la búsqueda de emociones. Juan, de 68 años, es un
profesor universitario jubilado.
Él dice: ―Yo soy adicto a los deportes extremos. Solía ser un
obsesivo surfista y windsurfista. Ahora practico kite-surf. Si no
hay viento para mi kite-surf me deprimo. Tengo que salir allí
por lo menos una vez al día. Estoy obsesionado. No importa el
frío que haga o lo fría que esté el agua del mar. Me pongo el
traje de neopreno y listo. Cuando no hay viento durante el in-
vierno, voy a Hawái o Isla Mauricio y planeamos estos viajes
con mucha antelación. Debo estar loco para practicar un de-
porte peligroso, un deporte de veinteañeros, a mi edad‖.
John muestra signos de adicción al kite-surf. Piensa en kite-
surf obsesivamente, sobre todo si no ha tenido su dosis duran-
te un tiempo. Lo más probable es que su cerebro se ve reforza-
do por la liberación de endorfinas mientras está en el agua, y
que heredó los genes para un fuerte refuerzo de opioides y
quizás incluso para la liberación de endorfinas activada especí-
ficamente por situaciones deportivas extremas. Si él nunca
hubiera practicado ningún deporte extremo, no habría des-
arrollado su ―adicción‖.
El punto principal aquí es que Juan en realidad no se está
haciendo daño a sí mismo. Pero algún día podría jugársela,
vencido por la tentación de salir a mar abierto en condiciones
peligrosas. En este caso, John se estaría poniendo en riesgo y
203
La Cura del Alcoholismo
su adicción podría decirse que es perjudicial. ¿Podría ser cura-
do por el Método Sinclair? Lo más probable es que podría. Si
tuviera que tomar la naltrexona y kite-surf, Juan no sufriría
los efectos de las endorfinas liberadas por su emocionante ac-
tividad. En teoría, Juan podría extinguir su práctica de kite-
surf tomando naltrexona -es por eso que, durante el trata-
miento contra el alcohol, a los pacientes se les enseña acerca
de la extinción selectiva. En la práctica, John controla su
práctica de kite-surf. Todavía tiene tiempo para la familia y
amigos y vive una vida sana. Podríamos estar pisando una
línea muy fina aquí, mejor dejar a John en paz con su deporte
extremo. Pero en el caso de Judy, hacer ejercicio en exceso se
ha convertido claramente en un problema.
Judy es una atractiva enfermera, un poco mayor de cuarenta y
cinco años, y casada con un conocido cirujano ortopédico, Si-
mon. La pareja formó una familia y, posteriormente, se tras-
ladó desde la costa este hasta el sur de California cuando le
ofrecieron a Simon un excelente puesto académico a la vez que
mantenía su actividad clínica.
Poco después de mudarse a San Diego, Judy ganó peso des-
pués de dar a luz a dos hijos. La familia estaba acomodada, y
Judy realmente no necesitaba trabajar. Dedicó su tiempo a la
crianza de sus hijos y comenzó a ganar una gran cantidad de
peso. Cuando su hijo mayor tenía diez años, Judy intentó bajar
de peso. Su programa consistía en dieta y ejercicio. Dieta y
ejercicio. Dieta y ejercicio.
Judy ha perdido más de 13 kilos, pero se ha convertido en
adicta al ejercicio en el proceso. Se pasa las mañanas, tardes y
muchas noches en el gimnasio. ―Tengo que ir. Me pongo triste
si estoy enferma y no puedo ir. Incluso mi entrenador piensa
que estoy exagerando. Simon es tan cariñoso y comprensivo,
sé que me ama. Pero también siento que mi matrimonio está
sufriendo. Estoy a menudo demasiado cansada por la noche
para hacer el amor. Hago ejercicio incluso los domingos‖.
El ejercicio de Judy está fuera de control –él la controla a ella,
no ella a él. Piensa constantemente en hacer ejercicio, desean-
do su próxima dosis. Judy literalmente se ―coloca‖ con sus
propias endorfinas cada vez que se ejercita en exceso. En este
caso, el exceso de ejercicio compulsivo es perjudicial para su
salud, su familia y su matrimonio. Si nada más funciona, Judy
204
Método Sinclair Como Modelo Para Otras Adicciones
podría ser una candidata para el tratamiento de la extinción
con naltrexona.
La naltrexona no ha sido aprobada por la FDA para la ―adic-
ción al ejercicio‖, y sólo podría ser ofrecida como un trata-
miento especial para este tipo de comportamiento compulsivo.
Se puede decir que hay motivos razonables para el uso de nal-
trexona para reducir su adicción al ejercicio a niveles norma-
les, -si la situación se fuera de las manos, si quisiera reducir o
dejar de hacer ejercicio en exceso, y si su matrimonio estuviese
en peligro- el Método Sinclair sería apropiado en este caso.
¿Hay alguna conducta reforzada por las endorfinas que no se
convierta en una adicción dañina en algunos individuos? Sin-
clair me dice que en una ocasión el Dr. Marc Shinderman y él
se plantearon esta pregunta. Repasaron la lista de los muchos
comportamientos diferentes que probablemente están
opioidérgicamente reforzados, y finalmente se decantaron en
el comportamiento de la crianza materna.
Se sabe que las endorfinas controlan la respuesta de las ratas
hembras cuando buscan a sus crías en respuesta a sus gritos
ultrasónicos. ―Ciertamente, no puede existir un exceso de ma-
ternidad‖ Pero cuando pensaron más en ello, se dieron cuenta
de que puede haber un ejemplo de la maternidad convirtién-
dose en una adicción -en el caso de las hijas de alcohólicos.
Marc pensó inmediatamente en mujeres que él conocía de su
experiencia clínica que se pasaron casi toda su vida cuidando a
un padre alcohólico. Y cuando moría, se casaban con otro al-
cohólico y dedicaban su vida a cuidar de él... El comporta-
miento maternal, tan esencial en la moderación, se vuelve tan
poderoso en estas mujeres que las domina toda la vida. Domi-
na su pensamiento.
Se ponen nerviosas si se les priva de la oportunidad de cuidar.
Por lo menos desde nuestro punto de vista externo, su adic-
ción a la conducta maternal parece haberse convertido en per-
judicial para las mujeres.
Cabe mencionar de pasada que tanto las ratas AA finlandesas
consumidoras de alcohol como las ratas P de Indianápolis
consumidoras de alcohol son excelentes madres, pero ambos
programas han tenido problemas en la reproducción de las
líneas de ratas que consumen poco alcohol.

205
El Coste Humano

16 Del Alcoholismo

“Mi abuso del alcohol, aunque peligroso, tenía precedentes. Puedes


encontrar chicas que abusan del alcohol en cualquier lugar. Esta-
mos en todas partes. De las chicas que he conocido a lo largo de los
últimos nueve años, las que tomaron unos chupitos, se pusieron a
bailar encima de los barriles de cerveza, se cayeron por las escale-
ras, se desmayaron en las aceras, y vomitaron en los asientos tras-
eros de los taxis han sido estudiantes extraordinarias, atletas, bo-
hemias, artistas, snobs, empollonas, modelos de pasarela, mujeres
corrientes, y libre-pensadoras”.
KOREN ZAILCKAS,
En Smashed: Story of a Drunken Girlhood, 200589

L
a mayoría de las personas que beben alcohol no van a
convertirse en alcohólicos. Esto es muy bueno porque la
Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que 2
millones de personas -un tercio de la humanidad-
habitualmente consume bebidas alcohólicas. De esta cifra,
76,3 millones o un 3,8 por ciento se pueden diagnosticar como
alcohólicos severos.90 La OMS también informa de una pérdi-
da mundial de 1,8 millones de vidas cada año como resultado
directo del consumo excesivo de alcohol.
207
La Cura del Alcoholismo
Para poner esta cifra en perspectiva, la OMS afirma que el
VIH-SIDA se lleva 3 millones de vidas en todo el mundo cada
año. Desafortunadamente, el alcoholismo es responsable de
algo más que la muerte. Las lesiones no intencionadas sólo
representan alrededor de un tercio de las 1,8 millones de
muertes en todo el mundo. El alcoholismo propaga enferme-
dades paralizantes, enfermedades del corazón, diabetes y
cáncer. No por elección propia, padres alcohólicos abandonan
a sus hijos en favor de la botella. A menudo pierden la capaci-
dad de ser proveedores, lo que lleva a la ruptura familiar. Todo
esto apenas puede sugerir el indescriptible dolor y sufrimiento
experimentado por millones de personas -especialmente los
niños.
El aumento de la impulsividad y falta de juicio causados por el
consumo excesivo de alcohol también contribuyen a los suici-
dios, depresión, violencia, delincuencia, accidentes de tráfico,
ahogamientos, uso de otras drogas (como la cocaína, las anfe-
taminas y los opiáceos), y adicciones no relacionadas con sus-
tancias tales como la ludopatía.
Dada la opción, la mayoría de los alcohólicos preferirían no ser
alcohólicos. Tal vez esta es una de las razones por las que 5
millones de personas asisten a las reuniones de los Doce Pasos
de AA en todo el mundo. Pero AA no es el único tratamiento.
En 1995, por medio de una ―Carta a los colegas‖ , Enoch Gor-
dis, ex director del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alco-
hol y Alcoholismo (NIAAA) escribió que ―Aproximadamente 1
millón de estadounidenses buscan un tratamiento del alco-
holismo cada año, muchos más de una vez‖. Según el NIAAA,
sin embargo , hay de 17 a 18 millones de estadounidenses con
serios problemas con el alcohol, 8 millones de ellos sufriendo
alcoholismo en toda regla.91
Una Encuesta Nacional de Hogares apunta a un número
asombroso de bebedores compulsivos –que beben más de cin-
co copas en una sola sesión- menores de edad en los EEUU: 46
millones. Los problemas con el alcohol son globales. La Aso-
ciación Médica Británica (BMA) estima que uno de cada veinte
y cinco adultos en el Reino Unido es ―dependiente del alco-
hol‖. El Centro de Salud Pública de la Universidad John Moo-
res de Liverpool en Inglaterra encontró que el 18,2 por ciento
de los adultos británicos se emborrachan bebiendo más del
208
Para Profesionales Médicos
doble del límite diario recomendado por lo menos una vez a la
semana. La oficina del Reino Unido para los censos de pobla-
ción y encuestas afirma que el 7,5 por ciento de los hombres y
el 2,1 por ciento de las mujeres son ―dependientes del alcohol‖.
El coste para la sociedad en el Reino Unido es de 3500 millo-
nes de euros al año, con unas perdidas empresariales de 2100
millones de euros por absentismo laboral relacionado con el
alcohol y de 413 millones de euros de costo anual para el Sis-
tema Nacional de Salud.92 Aunque las cifras varían entre los
informes, la tendencia general muestra tasas de consumo de
alcohol inaceptablemente elevadas, tanto en Estados Unidos
como en el Reino Unido.
En los países de la Unión Europea, el consumo excesivo expo-
ne más de 20 millones de casos y casi el 10 por ciento de los
―problemas de salud y muertes‖.93 El Proyecto Europeo de En-
cuesta Escolar sobre el Alcohol y otras Drogas de 2006 descu-
brió que la Unión Europea tiene ―la más alta proporción de
bebedores y el mayor nivel de consumo de alcohol en el mun-
do‖.
En los Estados Unidos, el NIAAA también encontró que el al-
coholismo es la enfermedad más costosa, drenando la socie-
dad estadounidense de 142000 millones de euros al año, es
decir, casi la mitad de todo el presupuesto del Pentágono para
el año 2003. El abuso del alcohol es responsable del 9 por
ciento de la ―carga de enfermedad‖ en los países desarrollados,
causando accidentes y enfermedades agravantes como hepati-
tis, cirrosis, cáncer, enfermedades del corazón y derrame cere-
bral. Según la Asociación Médica Estadounidense, el alco-
holismo es responsable del 3,5 por ciento de todas las muertes
anuales -105000- en los Estados Unidos.94 El alcoholismo es
claramente un problema mundial. Aparte de la pérdida de vi-
das y pérdidas económicas, el alcoholismo contribuye a la de-
lincuencia violenta y la más alta tasa de encarcelamiento per
cápita en el mundo.
Debido a que la adicción al alcohol es el resultado de tener la
predisposición genética apropiada y de aprender a beber a
través de la práctica, muchos adolescentes ahora son estudian-
tes aventajados en su aprendizaje del alcoholismo, con el lan-
zamiento de ―refrescos‖ alcohólicos dulces y sabrosos, conoci-
dos como alcopops.
209
La Cura del Alcoholismo
El número total de alcohólicos está aumentando, y podemos
esperar más accidentes, pérdida de días de trabajo, enferme-
dades, vidas rotas, delincuencia y muertes prematuras.
Desgraciadamente, la investigación muestra que las tasas
estándar de fracaso de los tratamientos de alcohol como la
psicoterapia, los Doce Pasos de AA, y diversos regímenes de
desintoxicación hospitalaria son superiores al 85 por ciento.
Hasta ahora, hasta la llegada del Método Sinclair, la perspecti-
va ha sido particularmente sombría. Pregunte a cualquier
médico de familia con experiencia lo que él o ella piensa, y oirá
un pronóstico sombrío sobre la adicción al alcohol.

Datos y Cifras
Los datos y cifras registrados por las distintas agencias no
siempre coinciden exactamente. Sin embargo, reflejan un
patrón general similar. Las cifras de los Centros de EEUU para
el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el Instituto
Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), el
Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), la Ofici-
na de Abuso de Sustancias y Salud Mental de la Administra-
ción de Servicios de Estudios Aplicados (SAMHSA-OEA) y
otros resumen el problema de la siguiente manera:95
• Aproximadamente el 7 por ciento de los estadounidenses
mayores de dieciocho años -17,8 millones-tienen un problema
con la bebida. De ellos, 8,1 millones son alcohólicos.
• A pesar de tasas de fracaso extraordinariamente altas, cada
año más de 3 millones de personas (aproximadamente el 1,4
por ciento de la población mayor de doce años o más) recibe
algún tipo de tratamiento para el alcoholismo.
• Estudios de suicidios en la población general muestran que el
20 por ciento eran alcohólicos.


Es incluso peor que las perspectivas para la adicción a la cocaína y la
heroína. Por ejemplo, un estudio ordenado por el Congreso de los
EEUU reveló que más del 50 por ciento de los adictos a la cocaína y más
del 66 por ciento de los adictos a la cocaína y a la heroína consumían
antes de un año. ("Mantenerse limpio‖, 10 de febrero, 2002, Peggy
Orenstein, New York Times).
210
Para Profesionales Médicos
• Dos tercios de la población consume alcohol, pero el 10 por
ciento de los bebedores toman la mitad de todo el alcohol con-
sumido.
• El alcohol es responsable de 105.000 muertes al año, por lo
que es la tercera causa principal de muerte evitable en los Es-
tados Unidos.
• En 2004, 22,5 millones de estadounidenses mayores de doce
años se clasificaron como dependientes de sustancias o con
problemas de abuso (9,4 por ciento de la población), casi el
mismo número que en 2002 y 2003. De ellos, 3,4 millones
eran dependientes o abusaban tanto del alcohol como de dro-
gas ilícitas; 3,9 millones eran dependientes o abusaban de las
drogas ilícitas, pero no alcohol; y 15.2 millones eran depen-
dientes o abusaban del alcohol, pero no de las drogas ilícitas.
• En 2004, el 19,9 por ciento de los adultos desempleados ma-
yores de dieciocho años se clasificaron con dependencia o abu-
so, mientras que el 10,5 por ciento de los adultos con un traba-
jo a tiempo completo y el 11,9 por ciento de los adultos con un
trabajo a tiempo parcial fueron clasificados como tales. Sin
embargo, la mayoría de los adultos con dependencia o abuso
de sustancias tenían un empleo a tiempo completo o parcial.
De los 20,3 millones de adultos clasificados con dependencia o
abuso, 15,7 millones (77,6 por ciento) tenían empleo.
• En 2004, 3,8 millones de personas mayores de doce años (1,6
por ciento de la población) recibieron tratamiento en los últi-
mos doce meses por un problema de drogas o alcohol. De
ellos, 2,3 millones recibieron tratamiento en un centro espe-
cializado en el tratamiento por consumo de sustancias, inclu-
yendo 1.7 millones en centros de rehabilitación como pacientes
ambulatorios, 947.000 en centros de rehabilitación como pa-
cientes hospitalizados, 775.000 en hospitales como pacientes
internos, y 982.000 en centros de salud mental como pacien-
tes ambulatorios. Centros de tratamiento no especializados
eran los grupos de autoayuda (2,1 millones de personas), con-
sultas de médicos privados (490.000 personas), salas de
emergencia (453.000 personas), y las prisiones o cárceles
(310.000 personas). (Tenga en cuenta que las estimaciones de
tratamiento según la ubicación incluyen personas que infor-
maron de más de una ubicación.)

211
La Cura del Alcoholismo
• El número de personas mayores de once años que dependían
o abusaban de una sustancia en los últimos doce meses o que
recibieron tratamiento especializado por un problema de con-
sumo de drogas en los últimos doce meses (es decir, las perso-
nas clasificadas como personas que necesitan tratamiento por
el consumo de alcohol de drogas ilícitas) fue 23,48 millones
(9,8 por ciento) en 2004. De éstos, 2,33 millones recibieron
tratamiento en un centro especializado en el último año. Así,
21.15 millones de personas necesitaban pero no recibieron tra-
tamiento en un centro de especialidad en 2004. El número que
necesitaban pero no recibieron tratamiento no cambió signifi-
cativamente entre 2002 y 2004.
• De los 21,15 millones de personas que necesitaban pero que
no recibieron tratamiento en 2004, se estima que 1,2 millones
(5,8 por ciento) informaron que sintieron que necesitaban tra-
tamiento para su problema de alcoholismo o consumo de dro-
gas. De éstos, 441.000 (35,8 por ciento) informaron que se
esforzaron, pero no pudieron recibir tratamiento; y 792.000
(64,2 por ciento) dijeron que no hicieron ningún esfuerzo para
recibir tratamiento.
• Entre las personas que necesitaban pero que no recibieron
tratamiento y sentían que necesitaba tratamiento para un pro-
blema de uso de sustancias, las razones más frecuentemente
señaladas para no recibir tratamiento fueron no estar dispues-
tos a dejar de consumir (40,0 por ciento) y las barreras de co-
sto o de seguros (34,5 por ciento). Sin embargo, entre las per-
sonas que hicieron un esfuerzo, pero no pudieron recibir tra-
tamiento, el 42,5 por ciento destacaron las barreras de costo o
de seguros, y sólo el 25,3 por ciento dijeron que no estaban
dispuestos a dejar de consumir. Estos resultados se basan en
datos combinados de 2003 y 2004.
• El número de personas que necesitan tratamiento para un
problema de consumo de drogas ilícitas en 2004 (8,1 millones)
fue mayor que el número que necesitaban tratamiento en
2003 (7,3 millones); de manera similar, el número de perso-
nas que recibieron tratamiento por consumo de drogas en un
centro de especialidad fue mayor en 2004 (1,4 millones) que
en 2003 (1,1 millones). Estas previsiones para 2004 son simi-
lares a las estimaciones en 2002 (7,7 millones de personas
necesitan tratamiento, 1,4 millones reciben tratamiento).
212
Para Profesionales Médicos
• En 2004, 6,6 millones de personas necesitaban, pero no re-
cibieron tratamiento para un problema de consumo de drogas
ilícitas. De éstos, 598.000 (9,0 por ciento) consideraban que
necesitaban tratamiento. Este número aumentó de 362.000 en
2002 y 426.000 en el 2003. De las 598.000 personas que
sentían que necesitaban tratamiento en 2004, 194.000 (32,4
por ciento) informaron que se esforzaron, pero no pudieron
recibir tratamiento; y 404.000 (67,6 por ciento) dijeron que
no hicieron ningún esfuerzo para recibir tratamiento.
Conducir bajo la influencia del alcohol es muy representativo
del abuso de alcohol en los países desarrollados. Las cifras de
los Estados Unidos están representadas gráficamente en la
Figura 10: Resultados obtenidos por la Oficina de Estudios
Aplicados de la Administración de Servicios de Abuso de Sus-
tancias Salud Mental (SAMHSA-OEA) en la Encuesta llevada a
cabo en 2004 a nivel nacional sobre el Uso de Drogas y la Sa-
lud: Resultados Nacionales sobre la Conducción Bajo la In-
fluencia del Alcohol en el último año, por edad, 2003.

Figura 10. Los varones tenían casi el doble de probabilidades que las
mujeres (18,2 frente a 9,3 por ciento, respectivamente) de conducir bajo
la influencia del alcohol.

213
La Cura del Alcoholismo
El Centro de Comercialización del Alcohol y la Juventud en la
Universidad de Georgetown informa de lo siguiente:96
• El uso de alcohol entre los jóvenes menores de veintiuno es el
principal problema de drogas en los Estados Unidos.
• El consumo de alcohol entre menores de edad costó a los
Estados Unidos 40000 millones de euros en 1996 y 47000
millones de euros en 2001, el año más reciente del que se dis-
pone de estimaciones.
• Más jóvenes en los Estados Unidos beben alcohol de los que
fuman tabaco o marihuana, por lo que es la droga más consu-
mida por los jóvenes estadounidenses.
• Cada día, 5.400 jóvenes menores de dieciséis toman su pri-
mer trago de alcohol.
• En 2005, uno de cada seis estudiantes de 13 años, uno de
cada tres estudiantes de 15 años, y casi uno de cada dos alum-
nos de 17 años consumen alcohol.
• Más de 7 millones de jóvenes menores de edad, de edades
comprendidas entre doce y veinte años, dijeron que habían
bebido en exceso –que habían bebido cinco o más copas en al
menos una ocasión en los últimos treinta días- en 2004, según
datos dados a conocer en septiembre de 2005.
Las niñas se están bebiendo alcohol en exceso y emborrachán-
dose con más frecuencia, de acuerdo con las encuestas federa-
les de la Oficina de Estadística Aplicada (OAS) de la Adminis-
tración de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMSHSA)
(véase www.samhsa.gov y www.oas.samhsa.gov):
• Las niñas están abusando más del alcohol, mientras que los
niños lo hacen menos o bien están aumentando su abuso del a
un ritmo menor que sus compañeras femeninas.
• Al mismo tiempo, las consumidoras de alcohol y consumido-
ras compulsivas de 17 años son más propensas a beber licores
destilados que a beber cerveza.
• Los nuevos ―alcopops‖ son particularmente atractivos para
las chicas y más populares entre los consumidores más jóve-
nes.
• Los estudios realizados hasta 2006 por SAMHSA y la OAS
sugieren que los niños y niñas que consumen alcohol en exce-


http://www.oas.samhsa.gov/nsduh/2k6nsduh/2k6results.cfm.
214
Para Profesionales Médicos
so es cada vez mayor, pero que la tasa de las niñas está aumen-
tando más rápidamente que la de los niños.
• Al mismo tiempo, las preferencias de las niñas en cuanto a
bebidas parecen haber cambiado: la bebida favorita de las
consumidoras de alcohol y consumidoras compulsivas de 17
años (la única edad para la que hay datos disponibles) ha
cambiado de cerveza a los licores destilados en los últimos diez
años.
El consumo de alcohol tiene consecuencias graves:
• Cada día, tres adolescentes mueren por beber y conducir.
• Al menos seis jóvenes más menores de veintiún años mueren
cada día por causas relacionadas con el alcohol que no impli-
can la conducción, como el homicidio, el suicidio y el ahoga-
miento.
• Más de setenta mil estudiantes universitarios cada año son
víctimas de asaltos sexuales o citas que acaban en violaciones
por causa del alcohol.
• Estudios recientes han encontrado que la fuerte exposición
del cerebro de los adolescentes al alcohol puede interferir con
el desarrollo del cerebro, causando pérdida de memoria y de
otras habilidades.
Jóvenes menores de edad continúan accediendo al alcohol con
facilidad:
• Según un estudio nacional publicado en 2005, más del 60
por ciento de los estudiantes de 13 años y más del 80 por cien-
to de los estudiantes de 15 años dijeron que era bastante fácil o
muy fácil obtener alcohol.
• Un estudio realizado en 2005 por la Asociación Médica Esta-
dounidense encontró que casi la mitad de los adolescentes
encuestados dijeron que de hecho habían bebido alcohol.
La exposición de los jóvenes a la publicidad del alcohol es sus-
tancial:
• Por ejemplo, en televisión de 2001 a 2004, el número medio
de anuncios de alcohol vistos por los jóvenes de edades com-
prendidas entre doce y veinte años pasó de 209 a 276, un au-
mento del 32 por ciento.
• Los quince programas televisivos en 2004 con las mayores
audiencias de adolescentes de edades comprendidas entre los


Véase http://www.oas.samhsa.gov/p0000016.htm#Standard.
215
La Cura del Alcoholismo
doce a los diecisiete años todos tenían anuncios de bebidas
alcohólicas.
Estudios a largo plazo han demostrado que los jóvenes que
ven, oyen y leen más anuncios de alcohol son más propensos a
beber y beben más que sus pares:
• El primer estudio nacional a largo plazo de la juventud en los
Estados Unidos, financiado por el Instituto Nacional sobre el
Abuso de Alcohol y Alcoholismo, encontró que para los meno-
res de edad, la exposición a un anuncio adicional de alcohol se
relacionaba con un aumento del 1 por ciento en el consumo; y
que los jóvenes bebían un 3 por ciento más de por cada dólar
adicional gastado per cápita en anuncios de bebidas alcohóli-
cas en un mercado local.
• Este estudio viene de la mano de otros dos estudios a largo
plazo con fondos federales, así como una variedad de estudios
de otros países, que en conjunto presentan un panorama cada
vez más convincente de que la publicidad de alcohol tiene un
efecto sobre el consumo de los jóvenes.
• Casi 11 millones de jóvenes menores de edad, de entre doce y
veinte años, afirmaron haber consumido alcohol en los últimos
treinta días en 2004, según la Encuesta Nacional sobre el Uso
de Drogas y la Salud (NSDUH) que se dio a conocer en sep-
tiembre de 2005.
• En 2005, el estudio a nivel nacional de Vigilancia del Futuro
(MTF, siglas de Monitoring The Future) encontró que uno de
cada seis estudiantes de trece años (17 por ciento), uno de cada
tres estudiantes de quince años (33 por ciento), y casi uno de
cada dos alumnos de diecisiete años (47 por ciento) consum-
ían alcohol (en los últimos treinta días).
• El seis por ciento de los estudiantes de trece años, casi el 18
por ciento de los estudiantes de quince años, y más del 30 por
ciento de los alumnos de diecisiete se habían emborrachado al
menos una vez en el último mes.
• Más de 7 millones de jóvenes menores de edad, de entre doce
y veinte años, dijo haberse emborrachado en los últimos trein-
ta días en 2004, lo que se define como cinco o más copas en
una sola ocasión (es decir, dos horas).
• Aunque los datos disponibles sugieren que el porcentaje de
adolescentes que habían tomado cinco o más copas en una
ocasión en las últimas dos semanas se había reducido drásti-
216
Para Profesionales Médicos
camente de 1983 a 1992, sólo los estudiantes de trece años
están actualmente muy por debajo de los niveles de 1992,
según el estudio realizado en 2005 por MTF.
• Los datos de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y la
Salud (NSDUH) encontró que las tasas globales de consumo
excesivo de alcohol de jóvenes entre doce y veinte años de
edad aumentaron entre 1991 y 2003, del 15,2 por ciento al 18,9
por ciento.
• A la edad de catorce años, más de la mitad de los niños que
afirmaron consumir cualquier cantidad de alcohol en el último
mes también afirmaron haber bebido en exceso en ese mismo
mes.
• El noventa y dos por ciento del alcohol consumido por jóve-
nes doce a catorce años de edad se consume durante las borra-
cheras.
Los jóvenes beben más en ocasiones puntuales que los adultos:
• En comparación con los adultos de veintiséis años de edad en
adelante, los jóvenes beben con menos frecuencia pero con-
sumen más cuando beben, según un análisis de 2005 del Insti-
tuto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIA-
AA). Mientras que los adultos beben alcohol un promedio de
nueve días al mes, las personas jóvenes de doce a diecisiete
años lo hacen unos cinco días al mes. Sin embargo, mientras
que los adultos promedian menos de tres copas en cada oca-
sión, los jóvenes consumen alrededor de cinco copas cada vez.
El Método Sinclair ofrece una solución económica, práctica y
positiva al problema del alcohol y a su consumo adictivo. Los
descubrimientos de Sinclair producen más que una simple
atención paliativa - ofrecen una verdadera cura del alcoholis-
mo.

217
17
Para Profesionales
Médicos

E
ste capítulo está dirigido a los médicos que recetarán
naltrexona. La naltrexona fue aprobada inicialmente
por la FDA como un complemento para programas in-
tegrales de tratamiento del alcoholismo. Esta situación ha
cambiado ahora. El estudio COMBINE97 -el mayor ensayo
clínico controlado en el campo de la dependencia del alcohol-
encontró que la naltrexona es eficaz incluso sin asesoramiento
intensivo. Funcionaba bajo una mínima supervisión médica,
similar a lo que puede ser proporcionada por los médicos de
cabecera. Esto confirmó resultados similares en Australia98 y
Finlandia99. Como resultado, la naltrexona ahora se puede


Cuando estos resultados fueron presentados en la reunión de la RSA
(Sociedad de Investigación sobre el Alcoholismo) que tuvo lugar en
Chicago, en 2007, el Dr. Sinclair comentó que no estaba sorprendido de
que la naltrexona funcionase sin asesoramiento ya que había funciona-
do bien con sus ratas y estas nunca habían prestado atención a lo que se
les decía.

219
La Cura del Alcoholismo
prescribir no sólo por las grandes clínicas de alcoholismo y los
hospitales con programas completos sino también por médi-
cos que quieran hacerlo por su cuenta.
La información sobre el uso de naltrexona se puede obtener
leyendo las decenas de ensayos clínicos, pero, desafortunada-
mente, no leyendo los prospectos. Por lo general son precisos
acerca de las contraindicaciones y precauciones, pero en diver-
sos grados en diferentes países, los prospectos no han especifi-
cado los requisitos necesarios para obtener resultados positi-
vos.100 Asimismo, no reflejan lo que se ha aprendido desde que
la naltrexona fue aprobada por primera vez. Una copia del
prospecto utilizado por la marca DepadeR de la naltrexona se
incluye al final de este capítulo, con notas agregadas para co-
rregir tal omisión.
Primero, sin embargo, el capítulo resume lo que un médico
necesita saber para un uso seguro y eficaz de la naltrexona.

Elegibilidad para el Tratamiento


 La naltrexona puede ser utilizada para los pacientes que
desean tener más control sobre su consumo de alcohol, in-
cluyendo no sólo los que cumplan los criterios para la de-
pendencia de alcohol, sino también los grandes bebedores
que desean reducir su consumo a niveles más sanos para
prevenir el desarrollo del alcoholismo. Se puede utilizar no
sólo para los pacientes que tengan por objetivo la abstinen-
cia eventual, sino también para aquellos cuyo objetivo es la
bebida social moderada.
 Las personas que en la actualidad o recientemente han
estado utilizando opiáceos (por ejemplo, heroína, opiáceos
basados en la medicación para controlar el dolor) no son
buenos candidatos para el tratamiento con naltrexona.
 Las personas con hepatitis aguda o insuficiencia hepática
no son candidatos adecuados. Se debe hacer un análisis de
sangre y un análisis de la función hepática (LFT) antes de
comenzar el tratamiento. La práctica de someter a pacien-
tes con valores elevados en abstinencia forzada durante un
par de semanas para reducir los valores a límites acepta-
bles, no se recomienda: un corto período de abstinencia
puede disminuir la medida, pero no corrige el daño hepáti-

220
Para Profesionales Médicos
co subyacente. Nalmefene, si se aprueba, probablemente
eliminaría esta limitación.
 Los pacientes que consumen alcohol activamente son me-
jores candidatos para la naltrexona que los que han estado
abstinentes durante más de una semana.
 Pacientes cuyo objetivo no es la abstinencia sino el consu-
mo reducido de alcohol y/o un mayor control sobre su con-
sumo son particularmente buenos candidatos para la nal-
trexona. El tratamiento con naltrexona es el único método
en el que el consumo controlado de alcohol es una meta
aceptable. Los grupos que tomaban placebo en los ensayos
clínicos demuestran, sin embargo, que los procedimientos
de consumo controlado producen resultados especialmente
pobres cuando la naltrexona no se está administrando.
 Los estudios preliminares indican que los pacientes con
antecedentes familiares positivos para el alcoholismo, y tal
vez también los que tienen una alta preferencia por solu-
ciones dulces muy fuertes, responden particularmente bien
a la naltrexona. Muchas investigaciones se están llevando a
cabo para encontrar marcadores genéticos para una mejor
respuesta a la naltrexona, pero todavía no se puede llegar a
conclusiones sólidas.

Posología
La dosis estándar de naltrexona ha sido de 50 mg al día, co-
menzando por lo general con 25 mg durante uno o dos días. El
tratamiento con naltrexona puede comenzar tan pronto como
se conozcan los resultados de las pruebas de función hepática.
A los pacientes no se les debería requerir un periodo de desin-
toxicación y/o abstinencia.
La naltrexona se debe tomar en los días en que se consuma
alcohol o por lo menos se espera que se vaya a consumir. La
píldora de naltrexona debería ser tomada aproximadamente
una hora antes de la primera copa del día. Se puede tomar por
la mañana (todavía bloqueará los receptores de opioides por la
tarde), pero a esa hora los pacientes no pueden tener una per-
cepción exacta de si es probable que beban ese día o no. Por lo
tanto se recomienda generalmente posponer la toma de nal-
trexona hasta una hora antes de la hora a que se espera beber-
la primera copa.
221
La Cura del Alcoholismo
Aunque es mejor no tomar naltrexona en los días en que no se
consume alcohol, no importa si de vez en cuando los pacientes
toman naltrexona sin consumir alcohol. Por contra, es muy
importante que los pacientes nunca beban alcohol sin tomar
naltrexona.
Los pacientes deberían ser informados de que la Regla de Oro
del tratamiento es Nunca Beba Alcohol Sin Tomar Nal-
trexona Antes. Esto es especialmente importante durante la
primera semana después de una interrupción de la adminis-
tración a largo plazo de la naltrexona a causa del Refuerzo y
Aprendizaje Potenciados Farmacológicamente en este mo-
mento (como veremos más adelante). El tratamiento con nal-
trexona continúa indefinidamente, pero la frecuencia con que
se toma naltrexona se reduce automáticamente mes a mes
conforme disminuye el número de días a la semana en que
consume alcohol. Los resultados muestran que después de tres
meses, el uso de la naltrexona se redujo a 2,1 pastillas a la se-
mana, y que en tres años se trataba de una pastilla por sema-
na. Incluso si los pacientes han dejado de beber por completo
con el tiempo, deberían seguir llevando consigo una píldora de
naltrexona con ellos sólo en caso de que se presente una oca-
sión en que quieran volver a beber. Tales ocasiones son más
probables en días festivos y ocasiones en el que el alcohol está
presente en la tradición cultural.

Información para los Pacientes


Los pacientes deben ser instruidos de que tomen naltrexona
siempre antes de consumir alcohol. No deben ser instruidos
para abstenerse. En cambio, los pacientes deben continuar
consumiendo alcohol del mismo modo y en los mismos lugares
en los que están acostumbrados a hacerlo. La única limitación
es que deben evitar beber más de lo habitual en cualquier
momento: intoxicación por alcohol sigue siendo un peligro.
Instrucciones claras deben darse de que no se conduzca ni se
use maquinaria si se ha consumido alcohol. La naltrexona no
bloquea la intoxicación por alcohol. En cambio, hay indicios de
que puede magnificar ciertas formas de intoxicación, tales co-
mo el deterioro de la visión periférica y la atención dividida,
que son especialmente peligrosos para la conducción.

222
Para Profesionales Médicos
A los pacientes generalmente se les ha dicho que registren su
consumo de alcohol y el uso de naltrexona todos los días en un
diario. Aunque esta práctica ha tenido como finalidad en parte
con el fin de documentar los efectos del tratamiento, se cree
(aunque no está probado) que el mantenimiento de un Diario
de Consumo de Alcohol también es útil y beneficioso para los
pacientes.
Los ensayos clínicos han demostrado que la naltrexona es efi-
caz sin asesoramiento intensivo y que la forma particular de
asesoramiento que solo reduce el consumo de alcohol no me-
jora los resultados con naltrexona. Debería mantenerse una
supervisión médica mínima. Asesoramiento dirigido a mejorar
el cumplimiento (siempre tomar la naltrexona antes de beber
alcohol) es probablemente beneficiosa, como lo es ayudar a
adaptarse a una nueva vida en la que beber alcohol no es el
principal objetivo. La eficacia de las dos formas de asesora-
miento, sin embargo, aún no ha sido establecida científica-
mente.
Varios médicos han considerado que era beneficioso que el
paciente entendiese la base fisiológica del alcoholismo y la ex-
tinción producida por la naltrexona. Por lo tanto, podría ser
útil para el médico examinar las ilustraciones que aparecen en
el Apéndice B, por ejemplo, que muestran el aprendizaje del
alcoholismo y cómo se produce la extinción. A continuación, si
es necesario, el médico puede ayudar a los pacientes a enten-
der estos conceptos.

Refuerzo Potenciado Farmacológicamente de


Comportamientos Saludables Alternativos
Los pacientes deben ser informados de que, mientras están
bajo tratamiento de naltrexona, deben evitar conductas que
liberan endorfinas distintas al consumo de alcohol. De lo con-
trario, estos otros comportamientos también pueden ser debi-
litados, lo que sería perjudicial. En su lugar, sería beneficioso
reforzar los otros comportamientos para que puedan competir
con el consumo de alcohol y ayudar a llenar el vacío conforme
se extingue el consumo de alcohol.
Esto se hace posible practicando dichos comportamientos al-
ternativos durante las pausas en el tratamiento con naltrexo-
na. El cuerpo reacciona al bloqueo de los receptores de opioi-
223
La Cura del Alcoholismo
des por la naltrexona aumentando el número de estos recepto-
res, es decir, mediante la regulación al alza.
Esto ha sido demostrado en varias especies, incluyendo los
seres humanos. En tanto que la naltrexona está presente, no
hay ningún efecto, pero durante un período de varios días des-
pués de dejar de tomar naltrexona el paciente es hipersensible
a las endorfinas. Los comportamientos que liberan endorfinas
producirán un refuerzo aumentado durante este período. Es
muy importante que los pacientes no beban alcohol durante
los descansos del tratamiento con naltrexona. En su lugar, los
pacientes deben practicar comportamientos saludables alter-
nativos que liberan endorfinas durante estas pausas.
En la práctica, a los pacientes al inicio del tratamiento se les
pide que hagan una lista de comportamientos que le resultan
agradables, y luego se les pide que no tomen parte en aquellos
que liberan endorfinas, mientras que toman naltrexona. El
médico puede ayudar a identificar qué comportamientos libe-
ran endorfinas.
Entonces, después de unas semanas de consumir alcohol
mientras esté bajo tratamiento de naltrexona, al paciente se le
aconseja pasar un fin de semana sin naltrexona y sin alcohol, a
partir del viernes por la noche. (Si el paciente encuentra en-
tonces que el ansia por el alcohol es muy fuerte, la pausa debe
posponerse y reanudar el tratamiento de naltrexona inmedia-
tamente.) El sábado es un día de saneamiento del organismo.
El domingo por la tarde, aún sin alcohol ni naltrexona, el pa-
ciente elige activamente participar en una o más de las con-
ductas alternativas saludables. Por lo general, los pacientes
dicen que hacerlo es muy agradable. El lunes, el paciente pue-
de volver a consumir alcohol y a la naltrexona.
Posteriormente, este procedimiento debe ser repetido una y
otra vez, con el número de días sin tomar naltrexona aumen-
tado progresivamente, y una mayor variedad de alternativas
de comportamientos saludables. Eventualmente, los períodos
libres de naltrexona y de consumo de alcohol se expanden has-
ta llenar la mayoría o la totalidad de la semana.
La naltrexona no se debe recetar con un límite de tiempo fijo
especificado. Si la naltrexona se receta, por ejemplo, sólo tres
meses, la mayoría de los pacientes mejoran en ese periodo de
tiempo, y luego vuelven a aprender a consumir alcohol. A los
224
Para Profesionales Médicos
pocos meses, estarán de vuelta en el punto de partida. Dejar de
consumir alcohol por un breve periodo de tiempo puede ser
beneficioso para el hígado, pero por lo demás tiene poco im-
pacto en la salud del individuo. La naltrexona es un compro-
miso de por vida. Sin embargo, el compromiso consiste, por lo
general, a llevar encima una píldora en todo momento en caso
de que el paciente beba alcohol.

Prospecto de la Naltrexona
[Las NOTAS en cursiva son un añadido al prospecto]

Depade® (comprimidos de clorhidrato de naltrexona,


USP)
(25 mg, 50 mg y 100 mg)
Solo con receta médica

DESCRIPCIÓN
DepadeR (comprimidos de clorhidrato de naltrexona,
USP), un antagonista de opioides, es un congénere sintético de
la oximorfona sin propiedades agonistas de opioides. La nal-
trexona difiere en estructura de la oximorfona en que el grupo
metilo en el átomo de nitrógeno está sustituido por un grupo
ciclopropilmetilo. El clorhidrato de naltrexona también está
relacionada con el potente antagonista de opioides, naloxona,
o n-allylnoroxymorfona. El clorhidrato de naltrexona tiene el
nombre químico de 17-(ciclopropilmetil)-4,5α-epoxi- 3,14-
dihidroximorfinan-6-ona clorhidrato.

Tiene la siguiente fórmula estructural:

CLORHIDRATO DE NALTREXONA
C20H23NO4∙HCl MW=377.86
225
La Cura del Alcoholismo
El clorhidrato de naltrexona es un compuesto blanco, cristali-
no. La sal de hidrocloruro es soluble en agua a la extensión de
aproximadamente 100 mg/ml. Comprimidos de clorhidrato de
naltrexona, USP para administración oral están disponibles en
forma de comprimidos recubiertos, que contienen 25 mg, 50
mg o 100 mg de clorhidrato de naltrexona.
Además, cada comprimido contiene los siguientes ingredientes
inactivos: crospovidona, hidroxipropil metilcelulosa, mono-
hidrato de lactosa, estearato de magnesio, celulosa microcris-
talina, polietilenglicol, polisorbato 80, dióxido de silicio, di-
óxido de titanio, óxido de hierro amarillo y óxido de hierro
rojo.

FARMACOLOGÍA CLÍNICA
Acciones farmacodinámicas: La naltrexona es un antagonista
de opioides puros. Atenúa marcadamente o bloquea comple-
tamente, de forma reversible, los efectos subjetivos de los
opioides administrados por vía intravenosa. Cuando se admi-
nistra conjuntamente con morfina, de forma crónica, la nal-
trexona bloquea la dependencia física a la morfina, la heroína
y otros opioides. La naltrexona tiene pocas, si alguna, acciones
intrínsecas aparte de sus propiedades intrínsecas de bloquea-
dores de opioides. Sin embargo, sí produce cierta constricción
pupilar, por un mecanismo desconocido.
La administración de naltrexona no está asociada con el desa-
rrollo de la tolerancia o dependencia. En individuos físicamen-
te dependientes de los opiáceos, la naltrexona precipitará
síntomas de abstinencia.
Los estudios clínicos indican que 50 mg de clorhidrato de nal-
trexona bloquean los efectos farmacológicos de 25 mg de
heroína administrada por vía intravenosa por períodos tan
largos como 24 horas. Otros datos sugieren que la duplicación
de la dosis de clorhidrato de naltrexona proporciona bloqueo
durante 48 horas, y la triplicación de la dosis de clorhidrato de
naltrexona proporciona bloqueo durante aproximadamente 72
horas.
La naltrexona bloquea los efectos de los opioides por unión
competitiva (es decir, análogo a la inhibición competitiva de
enzimas) en los receptores de opioides.

226
Para Profesionales Médicos
Esto hace el bloqueo producido potencialmente superable,
pero la superación del bloqueo total de la naltrexona mediante
la administración de dosis muy altas de opiáceos ha dado lugar
a excesivos síntomas de liberación de histaminas en los sujetos
experimentales.
El mecanismo de acción de la naltrexona en el alcoholismo no
se entiende: sin embargo, la implicación del sistema opioide
endógeno se sugiere en los datos preclínicos. La naltrexona, un
antagonista de los receptores de opioides, se une competiti-
vamente a estos receptores y puede bloquear los efectos de los
opioides endógenos. Se ha demostrado que los antagonistas de
opioides reducen el consumo de alcohol en animales, y que la
naltrexona reduce el consumo de alcohol en los estudios clíni-
cos. [NOTA: El mecanismo de acción de la naltrexona
en la dependencia de opiáceos se ha demostrado que
es la extinción (Renault, 1980). Los resultados pre-
clínicos y clínicos apoyan la conclusión de que la ac-
ción principal de la naltrexona para el alcoholismo
es también la extinción de las conductas drogode-
pendientes que tiene lugar mientras la medicación
bloquea el refuerzo (Sinclair, 2001).]
La naltrexona no es una terapia de aversión y no causa una
reacción de tipo disulfiram ya sea como resultado del consumo
de opiáceos o la ingestión de etanol.
Farmacocinética: La naltrexona es un antagonista puro de
receptores de opioides. Aunque se absorbe bien por vía oral, la
naltrexona está sujeta a un importante metabolismo de primer
paso con biodisponibilidad oral -estimaciones que van del 5%
al 40%. Se piensa que la actividad de la naltrexona es debida
no solamente a la molécula tal cual, sino también al metabolito
6-β-naltrexol.
Tanto el fármaco original como sus metabolitos se excretan
principalmente por los riñones (53% a 79% de la dosis), sin
embargo, la excreción urinaria de la naltrexona inalterada re-
presenta menos del 2% de una dosis oral y la excreción fecal es
una vía de eliminación menor. Las vidas medias (T-1/2) de
eliminación de la naltrexona y 6-β-naltrexol son de 4 horas y
13 horas, respectivamente. La naltrexona y 6-β-naltrexol son
proporcionales a las dosis en términos de AUC y Cmax en el

227
La Cura del Alcoholismo
rango de 50 a 200 mg y no se acumulan después de dosis dia-
rias de 100 mg.
Absorción: Después de la administración oral, la naltrexona
se absorbe rápidamente y casi por completo con aproximada-
mente un 96% de la dosis absorbida en el tracto gastrointesti-
nal. El pico plasmático de la naltrexona y su metabolito 6-β-
naltrexol se encuentra aproximadamente a la hora de la admi-
nistración del medicamento.
Distribución: El volumen de distribución de la naltrexona
después de su administración intravenosa se estima en 1.350
litros. En pruebas in vitro con plasma humano se muestra que
la naltrexona se une en un 21% a las proteínas plasmáticas en
el rango de dosis terapéuticas.
Metabolismo: La depuración sistémica (intravenosa después
de administración) de la naltrexona es de ~3,5 l/min, lo que
excede el flujo sanguíneo hepático (~1,2 l/min). Esto sugiere
tanto que la naltrexona es un fármaco metabolizado en un
porcentaje superior al 98% como que existen lugares de meta-
bolismo extra-hepáticos de los fármacos. El mayor metabolito
de naltrexona es 6-β-naltrexol. Otros dos metabolitos menores
son 2-hidroxi-3-metoxi-6-β-naltrexol y 2-hidroxi-3-metil-
naltrexona. Naltrexona y sus metabolitos también se conjugan
para formar más productos metabólicos.
Eliminación: a depuración renal de la naltrexona tiene nive-
les de 30 a 127 ml/minuto y sugiere que la eliminación renal es
principalmente por filtración glomerular. En comparación, la
depuración renal de 6-beta naltrexol va de niveles de 230 a
369 ml/minuto, lo que sugiere que un mecanismo secretor
renal tubular está implícito. La excreción urinaria de naltrexo-
na inalterada es menos de 2% de una dosis oral; la excreción
urinaria de 6-beta naltrexol inalterado y conjugado sucede al
43% de una dosis oral. El perfil farmacocinético de la nal-
trexona sugiere que ésta y sus metabolitos pueden tener una
recirculación enterohepática.
Insuficiencia Hepática y Renal: La naltrexona parece te-
ner lugares de metabolismo extra-hepáticos del fármaco y su
principal metabolito sufre secreción tubular activa (véase Me-
tabolismo arriba). No se han llevado a cabo estudios adecua-
dos de la naltrexona en pacientes con insuficiencia hepática o

228
Para Profesionales Médicos
renal severa (ver PRECAUCIONES: Pacientes de Espe-
cial Riesgo).

Ensayos Clínicos:
Alcoholismo: La eficacia de la naltrexona como una ayuda
para el tratamiento del alcoholismo se probó en ensayos a do-
ble ciego controlados con placebo a pacientes ambulatorios.
Estos estudios utilizaron una dosis de clorhidrato de naltrexo-
na 50 mg una vez al día durante 12 semanas como un com-
plemento a los métodos psicoterapéuticos y sociales cuando se
administran en las condiciones que optimizan el cumplimiento
del paciente. Los pacientes con psicosis, demencia y diagnósti-
cos psiquiátricos secundarios fueron excluidos de estos estu-
dios.
En uno de estos estudios, 104 pacientes dependientes del al-
cohol fueron aleatorizados para recibir bien clorhidrato de
naltrexona 50 mg una vez al día, bien un placebo. En este es-
tudio, la naltrexona demostró ser superior al placebo en las
medidas del consumo de alcohol, incluyendo las tasas de abs-
tención (51% vs 23%), el número de días de consumo, y recaí-
da (31% vs 60%). En un segundo estudio con 82 pacientes de-
pendientes del alcohol, el grupo de pacientes tratados con nal-
trexona mostró menores tasas de recaída (21% vs 41%), menos
ansia de alcohol, y menos días de consumo en comparación
con los pacientes que recibieron placebo, pero estos resultados
de-dependía de los análisis específicos usados. [NOTA: La
inserción no menciona los resultados más altamente
significativos de este ensayo clínico (O'Malley et al,
1992.): el efecto del protocolo clínico. El ensayo
probó dos protocolos: HACER FRENTE, en el que los
pacientes por lo general bebían mientras tomaban
naltrexona; y APOYO, en el que los pacientes recibie-
ron un fuerte apoyo para respetar la abstinencia,
mientras tomaban naltrexona. La eficacia de la nal-
trexona resultó fuertemente dependiente del proto-
colo. Todos los beneficios significativos de la nal-
trexona sobre el placebo estaban en el primer grupo.
No se observaron beneficios significativos de la nal-
trexona sobre el placebo en el grupo de apoyo. Por lo
tanto, no se debe administrar la naltrexona junto
229
La Cura del Alcoholismo
con las instrucciones que exigen abstinencia comple-
ta. En su lugar, utilice un protocolo que permita be-
ber alcohol a mientras la naltrexona está en el cuer-
po.]
El uso clínico de la naltrexona como farmacoterapia adyuvante
para el tratamiento del alcoholismo también se evaluó en un
estudio de seguridad multicéntrico. Este estudio de 865 indi-
viduos con alcoholismo incluyó pacientes con condiciones de
comorbilidad psiquiátrica, medicación concomitante, varias
sustancias de abuso y la enfermedad del VIH. Los resultados
de este estudio demostraron que el perfil de efectos secunda-
rios de la naltrexona parece ser similar en poblaciones depen-
dientes del alcohol y de opioides, y que los efectos secundarios
graves son muy raros.
En los estudios clínicos, el tratamiento con naltrexona apoya-
ba la abstinencia, prevenía las recaídas y disminuía el consu-
mo de alcohol. En el estudio no controlado, los patrones de
abstinencia y recaída fueron similares a los observados en los
estudios controlados. La naltrexona no era uniformemente útil
para todos los pacientes, y el efecto esperado de la droga es
una modesta mejoría en el resultado del tratamiento conven-
cional.

Tratamiento de la Adicción a Opioides


La naltrexona se ha demostrado que produce un bloqueo com-
pleto de los efectos eufóricos de opioides tanto en poblaciones
voluntarias como en adictas.
Cuando se administra por medios que garantizan el cumpli-
miento, se producirá un bloqueo de opioides eficaz, pero no se
ha demostrado que altere el uso de la cocaína u otras drogas
de abuso no opiáceas.
No existen datos que demuestren inequívocamente un efecto
beneficioso de la naltrexona en las tasas de reincidencia entre
los individuos desintoxicados, anteriormente dependientes de
opiáceos que se auto-administran el fármaco.
El fracaso de la droga en esta configuración parece ser debido
a un cumplimiento incorrecto del tratamiento.
Se ha descrito que la droga es de mayor utilidad a los adictos a
opiáceos con buen pronóstico que toman el fármaco como par-
te de un programa integral de rehabilitación ocupacional, con-
230
Para Profesionales Médicos
trato conductual, u otro protocolo que mejora el cumplimien-
to. La naltrexona, a diferencia de la metadona o LAAM (levo-
alpha-acetyl-metadol), no refuerza el acatamiento a la medica-
ción y se espera que tenga un efecto terapéutico cuando se
administra sólo bajo condiciones externas que apoyan el uso
continuo del medicamento.

La individualización de la dosificación:
NO INTENTE EL TRATAMIENTO CON NALTREXONA A
MENOS QUE, EN EL JUICIO MÉDICO DEL MÉDICO PRES-
CRIPTOR, NO HAYA POSIBILIDAD RAZONABLE DE CON-
SUMO DE OPIÁCEOS EN LOS ÚLTIMOS 7 A 10 DÍAS. SI
EXISTIERA ALGUNA DUDA DE UNA DEPENDENCIA
OCULTA A OPIOIDES, PONGA A PRUEBA LA NALOXONA.

Tratamiento del Alcoholismo:


Los estudios controlados con placebo que demostraron la efi-
cacia de la naltrexona como tratamiento adyuvante del alco-
holismo utilizan un régimen de dosis de clorhidrato de nal-
trexona 50 mg una vez al día durante un máximo de 12 sema-
nas. No fueron estudiados otros regímenes de dosis ni dura-
ción del tratamiento en estos ensayos. [NOTA: Los ensayos
clínicos recientes (Por ejemplo, Anton et al, 2006)
han demostrado ahora que la naltrexona es efectiva
junto con una supervisión médica mínima y no tiene
que ser utilizada dentro de un amplio programa de
tratamiento del alcoholismo. El medicamento pro-
duce beneficios significativos sin asesoramiento in-
tensivo, y el asesoramiento no mejoró los resultados
de naltrexona. Queda por determinar si el resultado
es específico para la forma particular de asesora-
miento utilizado. Es posible que otras formas de ase-
soramiento pudieran combinarse para mejorar los
resultados con naltrexona.]
Los médicos son advertidos de que el 5% y el 15% de los pa-
cientes que toman naltrexona para el alcoholismo se quejarán
de efectos secundarios no específicos, malestar gastrointesti-
nal, principalmente. Los médicos que recetan el medicamento
han tratado de utilizar una dosis inicial de 25 mg, fragmentar
la dosis diaria, y ajustar el momento de la dosificación con un
231
La Cura del Alcoholismo
éxito limitado. Ninguna dosis o patrón de dosificación ha de-
mostrado ser más eficaz que cualquier otro en la reducción de
estas quejas para todos los pacientes. [NOTA: La frecuen-
cia de los efectos secundarios se ve afectada por el
protocolo. Estos resultados corresponden a los casos
en que la naltrexona fue recetada por primera vez a
pacientes que ya no están consumiendo alcohol acti-
vamente. Cuando la naltrexona se administró a pa-
cientes dependientes del alcohol sin desintoxicación
de alcohol previa y con un protocolo que permite el
consumo de alcohol mientras tomaban el medica-
mento, la frecuencia de los efectos secundarios se
redujo al mismo nivel que con placebo (Heinälä et
al., 2001).]

Tratamiento de la Dependencia de Opioides:


Una vez que el paciente ha comenzado a tomar clorhidrato de
naltrexona, 50 mg una vez al día provocarán un bloqueo clíni-
co adecuado de las acciones de los opioides administrados pa-
renteralmente. Al igual que muchos tratamientos para la adic-
ción no agonistas, la naltrexona ha demostrado su validez so-
lamente cuando se administra como parte de un plan general
de gestión que incluye alguna medida para asegurarse de que
el paciente tome la medicación.
Un enfoque flexible para un régimen de dosificación se puede
emplear para mejorar el cumplimiento. Por lo tanto, los pa-
cientes pueden recibir 50 mg de clorhidrato de naltrexona en-
tre semana con una dosis de 100 mg en sábado o los pacientes
pueden recibir 100 mg cada dos días, o 150 mg cada tercer día.
Varios de los estudios clínicos mencionados en la literatura
han empleado la siguiente pauta de administración: 100 mg el
lunes, 100 mg el miércoles y 150 mg el viernes. Este programa
de dosificación parecía ser aceptable para muchos pacientes de
naltrexona que se mantienen libres de opioides con éxito.
La experiencia con la administración supervisada de un núme-
ro de agentes potencialmente hepatotóxicos sugiere que la
administración supervisada y dosis únicas de clorhidrato de
naltrexona superiores a 50 mg pueden tener un riesgo aumen-
tado asociado de daño hepatocelular, aunque tres veces a la

232
Para Profesionales Médicos
semana de dosificación han sido bien toleradas en la población
adicta y en los ensayos clínicos iniciales en el alcoholismo.
Clínicas que utilizan este enfoque deberían equilibrar los posi-
bles riesgos frente a los beneficios probables y tal vez deseen
mantener un mayor índice de sospecha de hepatitis asociada a
la droga y asegurar que los pacientes son informados de la ne-
cesidad de informar de molestias abdominales no específicas
(ver PRECAUCIONES: Información para los pacien-
tes).

INDICACIONES Y DOSIFICACIÓN
Comprimidos de clorhidrato de naltrexona están indicados:
para el tratamiento de la dependencia del alcohol y para el
bloqueo de los efectos de los opioides administrados exóge-
namente. Los comprimidos de clorhidrato de naltrexona no se
ha demostrado que proporcionen un beneficio terapéutico,
excepto como parte de un plan adecuado de manejo para las
adicciones.

CONTRAINDICACIONES
La naltrexona está contraindicada en:
1) Los pacientes tratados con analgésicos opioides.
2) Los pacientes que actualmente son dependientes de opiáce-
os, incluidos los que actualmente están bajo tratamiento de
agonistas de opiáceos [por ejemplo, la metadona o LAAM (le-
vo-alfa-acetil-metadol)].
3) Los pacientes con síndrome de abstinencia de opioides agu-
da (véase ADVERTENCIAS).
4) Cualquier individuo que no ha pasado la prueba de naloxo-
na o que tiene una pantalla de orina positiva para opiáceos.
5) Cualquier persona con una historia de sensibilidad a nal-
trexona o cualquier otro componente de este producto. No se
sabe si hay alguna sensibilidad cruzada con naloxona o con el
fenantreno con opioides.
6) Cualquier persona con hepatitis aguda o insuficiencia hepá-
tica.

ADVERTENCIAS
Hepatotoxicidad:

233
La Cura del Alcoholismo
Evidencia de la potencial hepatotoxicidad de la naltrexona
procede principalmente de un estudio controlado con placebo
en el que se administró clorhidrato de naltrexona a los sujetos
obesos con una dosis aproximadamente cinco veces mayor de
la recomendada para el bloqueo de los receptores de opiáceos
(300 mg por día).
En ese estudio, 5 de 26 destinatarios de naltrexona desarrolla-
ron aumento de las transaminasas séricas (es decir, los valores
máximos de ALT que van desde un mínimo de 121 a un máxi-
mo de 532, o 3 a 19 veces sus valores basales) después de tres a
ocho semanas de tratamiento.
Aunque los pacientes implicados eran generalmente clínica-
mente asintomáticos y los niveles de transaminasas de todos
los pacientes en los que el seguimiento se obtuvo volvió a (o
hacia) los valores de referencia en cuestión de semanas, la fal-
ta de cualquier elevación de las transaminasas de magnitud
similar en cualquiera de los 24 pacientes tratados con placebo
en el mismo estudio evidencia de forma persuasiva que la nal-
trexona es una hepatotoxina directa (es decir, no idiosincrási-
ca).
Esta conclusión también es apoyada por la evidencia de estu-
dios controlados con placebo en los que la exposición a clor-
hidrato de naltrexona a dosis superiores a la recomendada
para el tratamiento del alcoholismo o el bloqueo de los opiáce-
os (50 m/día), consistentemente provocó elevaciones más
numerosas y más significativas de transaminasas séricas que
el placebo. Se informó de elevaciones de transaminasas en 3
de los 9 pacientes con enfermedad de Alzheimer que recibie-
ron clorhidrato de naltrexona (con dosis de hasta 300 mg/día)
durante 5 a 8 semanas en un ensayo clínico abierto.
Aunque nunca se ha informado de casos de insuficiencia hepá-
tica debido a la administración de naltrexona, los médicos de-
ben considerar esto como un posible riesgo de tratamiento y
utilizar el mismo cuidado en la prescripción de naltrexona co-
mo lo harían con otros fármacos con el potencial para causar
daño hepático.

Precipitación Involuntaria de la Abstinencia


Para evitar la aparición de un síndrome de abstinencia agudo o
la exacerbación de un síndrome de abstinencia subclínica pre-
234
Para Profesionales Médicos
existente, el paciente debe estar libre de opioides durante un
mínimo de 7 a 10 días antes de iniciar la naltrexona. Puesto
que la ausencia de un fármaco opiáceo en la orina a menudo
no es suficiente prueba de que un paciente está libre de opioi-
des, una prueba de naloxona debe ser utilizada si el médico
que la prescribe siente que hay un riesgo de precipitar una
reacción de abstinencia después de la administración del me-
dicamento. La prueba de naloxona se describe en la sección
DOSIS Y ADMINISTRACION.

Intento de superar el bloqueo:


Mientras que la naltrexona es un antagonista potente con un
efecto farmacológico prolongado (24 a 72 horas), el bloqueo
producido por la naltrexona es superable. Esto es útil en pa-
cientes que pueden requerir analgesia, pero representa un
riesgo potencial para las personas que intentan, por sí mismos,
superar el bloqueo mediante la administración de grandes
cantidades de opiáceos exógenos. De hecho, cualquier intento
por parte de un paciente de superar el antagonismo tomando
opioides es muy peligroso y puede llevar a una sobredosis fa-
tal. Pueden producirse lesiones debido a la concentración de
plasma de los opioides exógenos alcanzada inmediatamente
después de su administración excesiva puede ser suficiente
para superar el bloqueo competitivo del receptor. Como con-
secuencia de ello, el paciente puede estar en peligro inmediato
de sufrir una intoxicación de opiáceos que ponga su vida en
peligro (por ejemplo, mediante un fallo respiratorio, colapso
circulatorio). Los pacientes deben ser informados de las graves
consecuencias de tratar de superar el bloqueo opiáceo (véase
PRECAUCIONES, Información para pacientes).
También existe la posibilidad de que un paciente que había
sido tratado con naltrexona responda a dosis más bajas de los
opiáceos que las utilizadas con anterioridad, especialmente si
se toma de tal manera que las concentraciones altas en plasma
permanecen en el cuerpo más allá del tiempo que la naltrexo-
na ejerce su efecto terapéutico. Esto podría resultar poten-
cialmente en una intoxicación por opiáceos que ponga su vida
en peligro (por ejemplo, mediante un fallo respiratorio, colap-
so circulatorio, etc.). Los pacientes deben ser conscientes de

235
La Cura del Alcoholismo
que pueden ser más sensibles a las dosis bajas de opioides
después de la interrupción del tratamiento con naltrexona.

Abstinencia de opioides ultra rápida:


La seguridad en el uso de la naltrexona en programas de des-
intoxicación de opiáceos rápida pro-gramas no se ha estable-
cido (véase REACCIONES ADVERSAS).
PRECAUCIONES

Generales:

Cuando la reversión del bloqueo de naltrexona es ne-


cesaria: En una situación de emergencia en pacientes que
reciben dosis de naltrexona que provocan un bloqueo total, un
plan propuesto de gestión es la analgesia regional, la sedación
consciente con el uso de benzodiazepinas, uso de analgésicos
no opiáceos o anestesia general.
En una situación que requiere analgesia opioide, la cantidad
de opioides requerida puede ser mayor de lo habitual, y la de-
presión respiratoria resultante puede ser más profunda y pro-
longada
Un analgésico opioide de acción rápida que reduzca al mínimo
la duración de la depresión respiratoria es el preferido. La can-
tidad de analgésico administrado debe ser ajustada a las nece-
sidades del paciente. Pueden darse y deben esperarse acciones
mediadas por factores ajenos al receptor (por ejemplo, hin-
chazón facial, prurito, eritema generalizado, o broncoconstric-
ción), presumiblemente debido a la liberación de histamina.
Cualquiera que sea el fármaco elegido para revertir el bloqueo
de la naltrexona, el paciente debe ser controlado de cerca por
personal debidamente capacitado en un ambiente equipado y
con personal para la reanimación cardiopulmonar.

Retirada precipitada accidentalmente: Síndromes de


abstinencia a opiáceos graves precipitados por la ingestión
accidental de la naltrexona han sido citados por personas de-
pendientes de opiáceos. Los síntomas del síndrome de absti-
nencia por lo general han aparecido dentro de los cinco minu-
tos de la ingestión de la naltrexona y han durado hasta 48
horas. Se han producido cambios en el estado mental inclu-
236
Para Profesionales Médicos
yendo confusión, somnolencia y alucinaciones visuales. Pérdi-
das significativas de fluidos debido a vómitos y diarrea han
requerido la administración de líquidos por vía intravenosa.
En todos los casos, los pacientes fueron monitorizados estre-
chamente y el tratamiento con medicamentos no opioides fue
diseñado para satisfacer las necesidades individuales.
El uso de la naltrexona no elimina o disminuye los síntomas de
abstinencia. Si la naltrexona se inicia temprano en el proceso
de abstinencia, no evitará que el paciente experimente toda la
gama de signos y síntomas que experimentaría si no hubiera
empezado el tratamiento con naltrexona. Se sabe que numero-
sos eventos adversos están asociados a la abstinencia.

Pacientes de especial riesgo:


Insuficiencia renal: La naltrexona y su principal metabolito
se excretan principalmente en la orina, y se recomienda pre-
caución al administrar el fármaco a pacientes con insuficiencia
renal.
Insuficiencia hepática: Se debe tener precaución cuando la
naltrexona se administra a pacientes con insuficiencia hepáti-
ca. Se ha notado un aumento del área bajo la curva de la nal-
trexona de aproximadamente 5 y 10 veces en pacientes con
cirrosis hepática compensada y descompensada, respectiva-
mente, en comparación con sujetos con función hepática nor-
mal. Estos datos también sugieren que las alteraciones en la
biodisponibilidad de la naltrexona se relacionaron con la gra-
vedad de la enfermedad hepática.
Suicidio: El riesgo de suicidio se sabe que aumenta en los
pacientes con abuso de sustancias, con o sin depresión conco-
mitante. Este riesgo no disminuye por el tratamiento con nal-
trexona (ver REACCIONES ADVERSAS).

Información para Pacientes: Se recomienda que el médi-


co que prescribe la naltrexona dé la siguiente información a los
pacientes: Le he recetado DepadeR (pastillas de clorhidrato de
naltrexona, USP) como parte de un tratamiento integral para
su alcoholismo o drogadicción. Usted debe llevar una identifi-
cación para alertar al personal médico de que está tomando
naltrexona. Puede obtener una tarjeta del medicamento nal-
trexona de su médico y puede utilizarla para este propósito.
237
La Cura del Alcoholismo
Llevar la tarjeta de identificación debe ayudar a asegurar que
usted pueda obtener el tratamiento adecuado en caso de
emergencia. Si necesita tratamiento médico, asegúrese de de-
cirle al médico que lo atiende que usted está recibiendo trata-
miento con naltrexona.
Usted debe tomar la naltrexona como lo indique su médico. Si
intenta auto-administrarse la heroína o cualquier otra droga
opiácea, en pequeñas dosis, mientras toma naltrexona, no no-
tará ningún efecto. Lo más importante, sin embargo, es que si
intenta auto-administrarse grandes dosis de heroína o cual-
quier otro opiáceo (incluyendo metadona o LAAM), mientras
toma naltrexona, usted puede morir o sufrir una lesión grave,
incluso el coma.
[NOTA: Estas dos últimas frases, subrayadas en el
original, son esencialmente las mismas que se utili-
zaron en el primer ensayo clínico controlado de nal-
trexona para la dependencia de opiáceos (Renault,
1980) con el fin de evitar que los pacientes consumie-
sen heroína u otros opiáceos, mientras tomaban nal-
trexona . El inserto no menciona que la naltrexona
produjo beneficios significativos sólo en el subgrupo
de pacientes que desobedecieron las instrucciones y
se auto-administraron los opiáceos, mientras toma-
ban la medicación.]
La naltrexona es bien tolerada en las dosis recomendadas, pe-
ro puede causar daño hepático cuando se ingiere en exceso o
en personas que desarrollan la enfermedad hepática por otras
causas. Si usted desarrolla dolor abdominal que dura más de
unos pocos días, deposiciones blancas, orina oscura o sus ojos
se tornan amarillentos, debe dejar de tomar la naltrexona de
inmediato y consultar a su médico tan pronto como sea posi-
ble.

Pruebas de laboratorio: Un alto índice de sospecha de le-


sión hepática relacionada con las drogas es fundamental para
que el daño hepático inducido por la naltrexona se pueda de-
tectar a la mayor brevedad posible. Se recomiendan valoracio-
nes, utilizando las pruebas apropiadas para detectar la lesión
hepática con una frecuencia adecuada a la situación clínica del
paciente y la dosis de naltrexona.
238
Para Profesionales Médicos
La naltrexona no interfiere con los métodos cromatográficos
en capa fina, de gas-líquido, y de alta presión del líquido que
pueden utilizarse para la separación y detección de morfina,
metadona o quinina en la orina. La naltrexona puede o no in-
terferir con los métodos enzimáticos para la detección de
opioides en función de la especificidad de la prueba. Por favor,
consulte con el fabricante de la prueba para obtener informa-
ción más detallada.

Interacciones de los medicamentos: Los estudios para


evaluar las posibles interacciones entre la naltrexona y otras
drogas de opiáceos no se han realizado. Por lo tanto, se reco-
mienda precaución si se requiere la administración concomi-
tante de naltrexona y otras drogas.
La seguridad y eficacia del uso concomitante de naltrexona y
disulfiram es desconocido, y el uso concomitante de dos medi-
camentos potencialmente hepatotóxicos normalmente no se
recomienda a menos que los posibles beneficios superen a los
riesgos conocidos. Se han mencionado letargo y somnolencia
después de tomar una dosis de naltrexona y tioridazina.
Los pacientes que toman naltrexona no pueden beneficiarse de
medicamentos que contienen opioides, como los medicamen-
tos para la tos y el resfriado, productos antidiarreicos y analgé-
sicos opioides. En una situación de emergencia, cuando debe
administrarse analgesia opioide a un paciente que ha tomado
naltrexona, la cantidad de opiáceos requerida puede ser mayor
de lo normal, y la consiguiente depresión respiratoria puede
ser más profunda y prolongada (véase PRECAUCIONES).

Carcinogénesis, Mutagénesis y Deterioro de la fertili-


dad: Las siguientes declaraciones se basan en los resultados
de experimentos en ratones y ratas. Los posibles efectos carci-
nogénicos, mutagénicos y la fertilidad del metabolito 6-β-
naltrexol son desconocidos.
En un estudio de dos años de carcinogenicidad en ratas, hubo
un pequeño aumento en el número de mesoteliomas testicula-
res en machos y de tumores de origen vascular en machos y
hembras . La incidencia de mesotelioma en los ratones que
recibieron naltrexona en una dosis de 100 mg/kg/día (600
mg/m2/día; 16 veces la dosis terapéutica recomendada, en
239
La Cura del Alcoholismo
base al área de superficie corporal) fue del 6%, en compara-
ción con una incidencia histórica máximo de 4%. La incidencia
de los tumores vasculares en machos y hembras que recibieron
dosis dietéticas de 100mg/kg/day (600 mg/m2/día) fue del
4%, pero sólo la incidencia en mujeres fue mayor en compara-
ción con una incidencia del control de un máximo histórico de
2%. No hubo evidencia de carcinogenicidad en un estudio de
alimentación de dos años con naltrexona en ratones machos y
hembras.
Hubo evidencia limitada de un efecto genotóxico débil de la
naltrexona en un ensayo de mutación genética en una línea
celular de mamífero, en el ensayo letal recesivo Drosophila, y
en las pruebas no específicas de reparación del ADN con E.
coli. Sin embargo, no se ha observado evidencia de potencial
genotóxico en una variedad de otras pruebas in vitro, inclu-
yendo ensayos de mutación génica en bacterias, levaduras, o
en una segunda línea celular de mamífero, un ensayo de abe-
rración cromosómica, y un ensayo de daño en el ADN en célu-
las humanas. La naltrexona no exhibió clastogenicidad en un
estudio in vivo de micronúcleos de ratón.
La naltrexona (100 mg/kg/día [600 mg/m2/día] por vía oral;
16 veces la dosis terapéutica recomendada, en base al área de
superficie corporal) causó un aumento significativo en la
pseudopreñez en ratas. Una disminución en la tasa de emba-
razo de las ratas hembras apareadas también ocurrió. No hubo
ningún efecto sobre la fertilidad masculina en este nivel de
dosis. La importancia de estos resultados para la fertilidad
humana no se conoce.

Embarazo: Categoría C. La naltrexona se ha demostrado que


aumenta la incidencia de pérdida fetal temprana cuando se
administra a ratas en dosis  30 mg/kg/día (180 mg/m2/día;
5 veces la dosis terapéutica recomendada, en base al área de
superficie corporal) y a conejos con dosis orales 60
mg/kg/día (720 mg/m2/día; 18 veces la dosis terapéutica re-
comendada, basada en el área de superficie corporal). No hubo
evidencia de teratogenicidad cuando la naltrexona se admi-
nistró oralmente a ratas y conejos durante el período de orga-
nogénesis principal a dosis de hasta 200 mg/kg/día (32 y 65

240
Para Profesionales Médicos
veces la dosis terapéutica recomendada, respectivamente, ba-
sados en el área de superficie corporal).
Las ratas no forman cantidades apreciables del más importan-
te metabolito humano, 6-β-naltrexol; por lo tanto, no se cono-
ce la potencial toxicidad reproductiva del metabolito en ratas.
No hay estudios adecuados y bien controlados en mujeres em-
barazadas. La naltrexona debe utilizarse durante el embarazo
sólo si el beneficio potencial justifica el riesgo potencial para el
feto.

Parto y alumbramiento: Se desconoce si la naltrexona


afecta o no al proceso de parto y alumbramiento.

Lactancia: En estudios con animales, la naltrexona y 6-β-


naltrexol se excreta en la leche de ratas lactantes que recibie-
ron dosis orales de naltrexona. Se desconoce si la naltrexona
se excreta en la leche humana. Debido a que muchos fármacos
se excretan en la leche humana, se debe tener precaución
cuando se administra naltrexona a una mujer lactante.

Uso pediátrico: no se ha establecido si es seguro adminis-


trar naltrexona en pacientes pediátricos menores de 18 años
de edad.

REACCIONES ADVERSAS
En dos ensayos clínicos aleatorizados, a doble ciego y contro-
lados con placebo de doce semanas para evaluar la eficacia de
la naltrexona como tratamiento adyuvante de la dependencia
del alcohol, la mayoría de los pacientes toleraron bien la nal-
trexona. En estos estudios, un total de 93 pacientes recibieron
clorhidrato de naltrexona en dosis de 50 mg una vez al día.
Cinco de estos pacientes abandonaron la naltrexona debido a
las náuseas. No se registraron eventos adversos graves durante
estos dos ensayos.
Aunque extensos estudios clínicos que evalúan el uso de nal-
trexona en individuos desintoxicados, anteriormente depen-
dientes de opiáceos, no identificaron ningún riesgo serio del
uso de naltrexona, los estudios controlados con placebo que
utilizaban clorhidrato de naltrexona en dosis cinco veces ma-
yores (hasta 300 mg por día) de la recomendada para su uso
241
La Cura del Alcoholismo
en el bloqueo del receptor opiáceo han demostrado que la nal-
trexona causa daño hepatocelular en una proporción sustan-
cial a pacientes expuestos a dosis más altas (véase ADVER-
TENCIAS y PRECAUCIONES: Pruebas de laborato-
rio).
Además de este hallazgo, y del riesgo del síndrome precipitado
de abstinencia de opiáceos, la evidencia disponible no incrimi-
na a la naltrexona, sea cual sea la dosis, como causante de nin-
guna otra reacción adversa grave para el paciente que está ―li-
bre de opioides‖. Es fundamental reconocer que la naltrexona
puede precipitar o exacerbar los signos y los síntomas de abs-
tinencia de cualquier persona que no está completamente libre
de opioides exógenos.
Los pacientes con trastornos de adicción, especialmente la
adicción a los opiáceos, están en riesgo de múltiples eventos
adversos numerosas manifestaciones anormales de laborato-
rio, incluyendo anormalidades de la función hepática. Los da-
tos de estudios controlados sugieren que estas anomalías, al
margen de la hepatotoxicidad relacionada con la dosis descrita
anteriormente, no están relacionadas con el uso de la nal-
trexona.
Entre los individuos libres de opioides, la administración de
naltrexona a la dosis recomendada no se ha asociado con un
perfil previsible de eventos adversos graves. Sin embargo, co-
mo se mencionó anteriormente, entre las personas que utili-
zan los opioides, la naltrexona puede causar reacciones graves
de abstinencia (ver CONTRAINDICACIONES, ADVER-
TENCIAS, DOSIS Y ADMINISTRACIÓN).

Eventos Adversos Reconocidos:


No se ha demostrado que la naltrexona cause un aumento sig-
nificativo de las quejas en ensayos controlados con placebo en
pacientes que se saben libres de opioides por más de 7 a 10
días. Los estudios realizados en poblaciones alcohólicas y en
voluntarios en estudios clínicos farmacológicos estudios han
sugerido que una pequeña fracción de los pacientes han suge-
rido que una pequeña fracción de pacientes puede experimen-
tar un complejo de síntomas similares a los del síndrome de
abstinencia de opioides tales como llanto, náusea leve, dolor
abdominal, temblores, dolor de huesos o articulaciones , mial-
242
Para Profesionales Médicos
gias y síntomas nasales. Esto puede representar el desenmas-
caramiento de un uso oculto de opioides, o puede representar
síntomas atribuibles a la naltrexona. Una serie de pautas de
dosificación alternativas ha sido recomendada para tratar de
reducir la frecuencia de estas denuncias (véase Individuali-
zación de la Dosis).

Alcoholismo:
En un estudio de seguridad abierto con aproximadamente 570
individuos con alcoholismo tratados con naltrexona, las si-
guientes reacciones adversas de nueva aparición ocurrieron en
el 2% o más de los pacientes: náuseas (10%), cefalea (7%), ma-
reo (4% ), desasosiego (4%), fatiga (4%), insomnio (3%), vómi-
tos (3%), ansiedad (2%) y somnolencia (2%). Depresión, ideas
suicidas e intentos de suicidio se han obtenido en todos los
grupos al comparar la naltrexona, placebo, o los controles que
reciben tratamiento para el alcoholismo.

INDICES DE APARICIÓN DE EVENTOS DE NUEVA


APARICIÓN
La naltrexona Placebo
Depresión 0 a 15% 0 a 17%
Intento de suicidio / Ideación 0 a 1% 0 a 3%
Aunque ninguna relación causal con naltrexona es sospechoso
de opinión, los médicos deben ser conscientes de que el trata-
miento con naltrexona no reduce el riesgo de suicidio en estos
pacientes (ver PRECAUCIONES).

Naltrexona Placebo
Depresión 0 to 15% 0 to 17%

Ideas suicidas/ 0 to 1% 0 to 3%
Intento de Suicidio

Aunque no se sospecha de ninguna relación causal, los médi-


cos deben ser conscientes de que el tratamiento con naltrexo-
na no reduce el riesgo de suicidio en estos pacientes (ver
PRECAUCIONES).

243
La Cura del Alcoholismo
Adicción a los opiáceos:
Las siguientes reacciones adversas han sido mencionadas, tan-
to al inicio del estudio como durante los ensayos clínicos de la
naltrexona en la adicción a opiáceos con una tasa de incidencia
de más del 10%:
Dificultad para dormir, ansiedad, nerviosismo, dolor abdomi-
nal/calambres, náuseas y/o vómitos, falta de energía, dolor
articular y muscular, y dolor de cabeza.
La incidencia fue de menos del 10% para: pérdida del apetito,
estreñimiento, diarrea, aumento de sed, aumento de energía,
malestar, irritabilidad, mareos, erupciones en la piel, retraso
en la eyaculación, disminución de la potencia y escalofríos.
Los siguientes eventos ocurrieron en menos del 1% de los suje-
tos:
Respiratorios: congestión nasal, picazón, rinorrea, estornu-
dos, dolor de garganta, exceso de moco o flema, problemas de
sinusitis, dificultad respiratoria, ronquera, tos, falta de aliento.
Cardiovasculares: hemorragias nasales, flebitis, edema,
aumento de la presión arterial, cambios no específicos del
ECG, palpitaciones, taquicardia.
Gastrointestinales: exceso de gases, hemorroides, diarrea,
úlcera.
Trastornos musculo-esqueléticos: Dolor de hombros,
piernas o rodillas; temblores, espasmos.
Genitourinarias: aumento de la frecuencia de, o molestias
durante la micción, aumento o disminución del interés sexual.
Dermatológicas: piel grasa, prurito, pie de atleta, acné, her-
pes labial, alopecia.
Trastornos psiquiátricos: depresión, paranoia, fatiga, in-
quietud, confusión, desorientación, alucinaciones, pesadillas,
malos sueños.
Sentidos especiales: ojos: visión borrosa, irritados, sensi-
bles a la luz, hinchados, doloridos y tensos; oídos: ―tapados‖,
doloridos, con tinnitus.
Generales: aumento del apetito, pérdida de peso, aumento
de peso, bostezos, somnolencia, fiebre, sequedad de boca, ―la-
tidos‖ en la cabeza, dolor inguinal, glándulas inflamadas, dolo-
res ―secundarios‖, pies fríos, sofocos.
Experiencia post-comercialización: Los datos recogidos
en el uso de la naltrexona tras su comercialización muestran
244
Para Profesionales Médicos
que la mayoría de los eventos suelen ocurrir temprano en el
curso de la terapia con el medicamento y son transitorios. No
siempre es posible distinguir estas ocurrencias de los signos y
síntomas que pueden resultar de un síndrome de abstinencia.
Los eventos que se han comunicado incluyen anorexia, aste-
nia, dolor de pecho, fatiga, dolor de cabeza, sofocos, malestar
general, cambios en la presión arterial, agitación, mareo,
hipercinesia, náuseas, vómitos, temblores, dolor abdominal,
diarrea, elevaciones de las enzimas hepáticas o bilirrubina,
alteraciones de función hepática o hepatitis, palpitaciones,
mialgia, ansiedad, confusión, euforia, alucinaciones, insomnio,
nerviosismo, somnolencia, pensamientos anormales, disnea,
erupción cutánea, aumento de la sudoración y alteraciones
visuales.
Se ha informado de depresión, suicidio, intento de suicidio e
ideas suicidas en la experiencia post-comercialización con nal-
trexona utilizada en el tratamiento de la dependencia de opiá-
ceos. No se ha demostrado una relación causal. En la literatu-
ra, los opioides endógenos se han especulado que contribuyen
a una variedad de condiciones. En algunos individuos, el uso
de antagonistas de opiáceos se ha asociado con un cambio en
los niveles basales de algunas hormonas hipotalámicas, pitui-
tarias, adrenales, o gonadales. La importancia clínica de estos
cambios no se entiende completamente. Se han mencionado
eventos adversos, incluyendo síntomas de abstinencia y muer-
te, con el uso de naltrexona en los programas de desintoxica-
ción de opiáceos ultra rápidos. La causa de muerte en estos
casos no se conoce (véase ADVERTENCIAS).

Pruebas de laboratorio: Con la excepción de anormalida-


des en la prueba de hígado (véase ADVERTENCIAS y PRE-
CAUCIONES), los resultados de las pruebas de laboratorio,
como informes sobre reacciones adversas, no han mostrado
patrones consistentes de anormalidades que puedan ser atri-
buidos al tratamiento con naltrexona.
Se informó de púrpura trombocitopénica idiopática en un pa-
ciente que puede haber estado sensibilizado a la naltrexona en
el curso anterior del tratamiento con naltrexona. La condición
se aclaró sin secuelas después de la interrupción de la nal-
trexona y de un tratamiento con corticosteroides.
245
La Cura del Alcoholismo

246
Para Profesionales Médicos
ABUSO DE DROGAS Y DEPENDENCIA
La naltrexona es un antagonista de opioides puro. No conduce
a una dependencia física o psicológica. Se desconoce si hay
tolerancia al efecto antagonista de opioides.

SOBREDOSIS
Existe una experiencia clínica limitada con sobredosis de nal-
trexona en humanos. En un estudio, los sujetos que recibieron
800 mg de clorhidrato de naltrexona al día durante un máxi-
mo de una semana no mostraron evidencia de toxicidad.
En cerdos, ratones, y cobayas, las LD50 orales eran 1100 a
1550 mg/kg; 1.450 mg/kg y 1.490 mg/kg; respectivamente.
Altas dosis de clorhidrato de naltrexona (generalmente 1.000
mg/kg) produjeron salivación, depresión/actividad reducida,
temblores, y convulsiones.
La mortalidad en los animales debido a la administración de
una alta dosis de naltrexona por lo general se debe a convul-
siones clónico-tónicas y/o insuficiencia respiratoria.
Tratamiento de la Sobredosis: En vista de la falta de ex-
periencia real en el tratamiento de la sobredosis de clorhidrato
de naltrexona, los pacientes deben ser tratados sintomática-
mente en un ambiente de estrechamente supervisado. Los
médicos deberían ponerse en contacto con un centro toxicoló-
gico para una información más actualizada.

DOSIS Y ADMINISTRACION

SI TIENE ALGUNA DUDA DE DEPENDENCIA


OCULTA DE OPIOIDES, REALICE UNA PRUE-
BA CON NALOXONA Y NO INICIE EL TRATA-
MIENTO CON NALTREXONA HASTA QUE LA
PRUEBA DE NALOXONA SE COMPRUEBE NE-
GATIVA.

Tratamiento del Alcoholismo:


Se recomienda una dosis de 50 mg una vez al día para la ma-
yoría de los pacientes (véase Individualización de la Dosis).
Los estudios controlados con placebo que demostraron la efi-
cacia de El clorhidrato de naltrexona como tratamiento adyu-
vante del alcoholismo utilizaron un régimen de dosis de clor-
247
La Cura del Alcoholismo
hidrato de naltrexona de 50 mg una vez al día durante un
máximo de 12 semanas. No se evaluaron otras dosis ni otra
duración del tratamiento en estos ensayos.
Un paciente es candidato para el tratamiento con naltrexona
si:
 el paciente está dispuesto a tomar un medicamento para
ayudar con la dependencia del alcohol
 el paciente está libre de opioides durante 7 a 10 días
 el paciente no sufre una enfermedad hepática grave o acti-
va ni problemas renales (Las directrices comunes sugieren
pruebas de función hepática no superiores a 3 veces el
límite superior de lo normal, y un nivel de bilirrubina nor-
mal.)
 el paciente no es alérgico a la naltrexona, y no hay otras
contraindicaciones presentes.

Consulte la sección CONTRAINDICACIONES, ADVER-


TENCIAS, PRECAUCIONES para información adicional.
La naltrexona debería ser considerada solamente como uno de
muchos factores que determinan el éxito del tratamiento del
alcoholismo. Los factores asociados con un buen resultado en
los ensayos clínicos con naltrexona fueron el tipo, la intensi-
dad y duración del tratamiento, la gestión adecuada de las
condiciones comórbidas, el uso de grupos de apoyo comunita-
rio, y un buen seguimiento del tratamiento. Para lograr el me-
jor resultado posible del tratamiento, deberían aplicarse unas
técnicas adecuadas para asegurar el acatamiento del trata-
miento, en especial el cumplimiento de la medicación.

El Tratamiento de la Dependencia de Opiáceos: Ini-


ciar el tratamiento con naltrexona utilizando las si-
guientes pautas:
1. El tratamiento no se debe intentar a menos que el paciente
se haya mantenido libre de opioides durante al menos 7 a 10
días. El auto-informe de abstinencia de opiáceos en los adictos
a opiáceos debe ser verificada mediante un análisis de orina
del paciente para verificar la ausencia de opioides. El paciente
no debe estar manifestando signos de abstinencia o informar
de síntomas de abstinencia.

248
Para Profesionales Médicos
2. Si hay alguna cuestión de la dependencia oculta de opiáceos,
realice una prueba de naloxona. Si se observan signos de abs-
tinencia de opiáceos todavía se observan después de la prueba
de naloxona, el tratamiento con naltrexona no debe intentarse.
La prueba de naloxona se puede repetir en 24 horas.
3. El tratamiento debe iniciarse con cuidado, con una dosis
inicial de 25 mg de clorhidrato de naltrexona. Si no se detectan
signos de abstinencia se, el paciente puede iniciar el trata-
miento con 50 mg un día a partir de entonces.
Prueba de naloxona: La prueba de naloxona no se debería
realizar en un paciente que muestra signos clínicos o síntomas
de abstinencia de opioides, o en un paciente cuya orina con-
tiene opioides.
La prueba de naloxona puede ser administrada ya sea por vía
intravenosa o subcutánea.
Intravenosa:
Inyecte 0,2 mg de naloxona.
Observe durante 30 segundos en busca de signos o síntomas
de abstinencia.
Si no hay evidencia de abstinencia, inyecte 0,6 mg de naloxo-
na.
Observe durante otros 20 minutos.
Subcutánea:
Administre 0,8 mg de naloxona.
Observe durante 20 minutos en busca de signos o síntomas de
abstinencia.
Nota: los pacientes individuales, especialmente aquellos con
dependencia de opiáceos, pueden responder a dosis más bajas
de naloxona. En algunos casos, 0,1 mg de naloxona IV ha pro-
ducido una respuesta de diagnóstico.
Interpretación de la prueba: Controle los signos vitales y
observe al paciente para detectar signos y síntomas de absti-
nencia de opiáceos. Estos pueden incluir, pero no están limi-
tados a: náuseas, vómitos, disforia, bostezos, sudoración, la-
grimeo, rinorrea, congestión nasal, ansia de opiáceos, falta de
apetito, calambres abdominales, sensación de miedo, eritema
cutáneo, patrones rotos del sueño, inquietud, desasosiego,
poca capacidad de concentración, lapsus mentales, dolores
musculares o calambres, dilatación pupilar, piloerección, fie-
bre, cambios en la presión arterial, el pulso o la temperatura,
249
La Cura del Alcoholismo
ansiedad, depresión, irritabilidad, dolor de espalda, huesos o
dolores en las articulaciones, temblores, sensación de piel ti-
rante, o fasciculaciones.
Si aparecen signos o síntomas de abstinencia, la prueba es po-
sitiva y no debe administrarse ninguna naloxona adicional.
Advertencia: Si la prueba es positiva, no inicie la terapia con
naltrexona. Repita la prueba en 24 horas. Si la prueba es nega-
tiva, se puede iniciar el tratamiento con naltrexona si no hay
otras contraindicaciones presentes. Si hay alguna duda sobre
el resultado de la prueba, repita la prueba en 24 horas.

Programas Alternativos de Dosificación


Una vez que el paciente ha comenzado a tomar clorhidrato de
naltrexona, 50 mg cada 24 horas producirán un bloqueo clíni-
co similar a las acciones de opioides administrados parente-
ralmente (es decir, esta dosis se bloquean los efectos de una
prueba intravenosa de 25 mg de heroína).
Un enfoque flexible para un régimen de dosificación puede ser
necesario en los casos de administración supervisada. Por lo
tanto, los pacientes pueden recibir 50 mg de clorhidrato de
naltrexona cada día de la semana con una dosis de 100 mg el
sábado, 100 mg cada dos días, o 150 mg cada tercer día. El
grado de bloqueo producido por la naltrexona puede ser redu-
cido por estos intervalos más amplios de dosificación.
Puede haber un riesgo más alto de lesión hepatocelular con
dosis únicas superiores a 50 mg, y el uso de dosis más altas y
de intervalos extendidos de dosificación deberían equilibrar
los posibles riesgos frente a los probables beneficios (véase
ADVERTENCIAS e Individualización de la dosis).

Observancia del Paciente:


La naltrexona debería ser considerada solamente como uno de
muchos factores que determinan el éxito del tratamiento. Para
lograr el mejor resultado posible del tratamiento, adecuadas
para mejorar el cumplimiento de las técnicas, deberían apli-
carse unas técnicas adecuadas para asegurar el acatamiento
del tratamiento, en especial el cumplimiento de la medicación.

250
Para Profesionales Médicos
PRESENTACIÓN
DepadeR (comprimidos de clorhidrato de naltrexona, USP) 25
mg están disponibles como una cápsula de color rosa con una
superficie convexa, marcada con un número ―25‖ en una cara y
―Depade‖ en el otro lado.
Botellas de 30. . . . . . . . . NDC 0406-0089-03
DepadeR (comprimidos de clorhidrato de naltrexona, USP) 50
mg están disponibles como una cápsula de color amarillo con
una superficie convexa, marcada con un número ―50‖, con una
división entre el 5 y el 0 en una cara, y ―DEPADE‖ en el otro
lado
Botellas de 30. . . . . . . . . NDC 0406-0092-03
Botellas de 100. . . . . . . . . NDC 0406-0092-01
DepadeR (comprimidos de clorhidrato de naltrexona, USP)
100 mg están
disponibles como una cápsula de color beige con una superfi-
cie convexa, marcada con un número ―100‖ y una puntuación
parcial por encima y por debajo del 0 del medio en una cara y
―DEPADE‖ con una puntuación parcial en el otro lado.
Botellas de 30. . . . . . . . . NDC 0406-0119-03
Botellas de 100. . . . . . . . . NDC 0406-0119-01
Almacenamiento: Almacenar de 20 ° C a 25 ° C (68oF a
77oF) [véase USP Temperatura Ambiente Controlada].
DepadeR es una marca registrada de Mallinckrodt Inc.
Mallinckrodt Inc. St. Louis, MO 63134, EEUU

251
Apéndices
Bibliografía Anotada:
APÉNDICE Resultados con
Naltrexona y Nalmefene
A Ensayos Clínicos
Y Revisiones,
28 de Febrero de 2008

N
otas que están subrayadas representan evidencia de que la
naltrexona y el nalmefene son seguras y producen benefi-
cios significativos cuando la extinción es posible (n = 72;
58 con alcoholismo). Las notas se muestran en orden cronológico
con los ensayos más recientes al final de la lista. Notas en cursiva
indican evidencia de que la naltrexona y el nalmefene no son efi-
caces cuando la extinción no es posible (por ejemplo, durante la
abstinencia) (n = 37; 35 con alcohol). Las notas en negrita son
de revisiones o metaanálisis, todos los cuales concluyen que la
naltrexona es eficaz (n = 17).
Hay cinco estudios que son contrarias a la extinción o que no eran
claros en cuanto a metodología. (Uno encontró que la naltrexona
retrasaba la primera toma de alcohol; uno no pudo conseguir be-
neficios significativos, uno no encontró beneficios en el tratamien-
to de los juegos de azar, y dos no tenían claro el protocolo utiliza-
do). (Estudios de implantes o inyecciones de larga se evalúan sólo

254
Apéndice B

en términos de si el tratamiento fue eficaz porque el antagonista


estaba siempre presente.)
Cuando el mismo ensayo se ha publicado en varios resúmenes y
artículos, todos ellos están incluidos en el mismo número, pero
separados por el símbolo ¶.
Los estudios que utilizan antagonistas para otras cuestiones (por
ejemplo, para desalentar el tabaquismo) están incluidos en las
listas, pero no en los recuentos superiores.

1. Renault, P. F. (1978) Treatment of heroin-dependent persons with anta-


gonists: Current status. Bulletin on Narcotics 30: 21–29. ¶ Renault, P. F.
(1980) Treatment of heroin‑ dependent persons with antagonists: Current
status. In: Willett, R. E., and Barnett, G., (eds.) Naltrexone: Research Mo-
nograph 28, Washington, DC: National Institute of Drug Abuse, 11–22.
Primer ensayo clínico de la naltrexona y el único ensayo controlado de la
adicción a opiáceos. Gran ensayo a doble ciego controlado con placebo (n =
197), más 1.005 pacientes con el etiquetado a la vista. La naltrexona fue
eficaz, pero sólo en pacientes que desobedecieron las instrucciones de no
utilizar opiáceos, mientras tomaban la medicación. No es efectivo con la
abstinencia. Se concluyó que la naltrexona funciona para la extinción. Base
para la aceptación de la FDA de la naltrexona para la adicción a los opiáceos.
2. Volpicelli, J. R., O‘Brien, C. P., Alterman, A. I., and Hayashida, M. (1990)
Naltrexone and the treatment of alcohol dependence: Initial observations.
In: Reid, L. D., (ed.) Opioids, Bulimia, and Alcohol Abuse & Alcoholism.
New York: Springer, 1990; 195–214. ¶ Volpicelli, J. R., Alterman, A. I.,
Hayashida, M., and O‘Brien, C. P. (1992). Naltrexone in the treatment of
alcohol dependence. Archives of General Psychiatry 49: 876–880. Primer
ensayo clínico a doble ciego controlado con placebo para el alcoholismo. La
naltrexona era segura y eficaz, con los efectos principales vistos en pacientes
que bebían mientras tomaban la medicación, como es requerido para la
extinción. No hay beneficios significativos de naltrexona antes de tomar la
primera copa.
3. O‘Malley, S. S., Jaffe, A., Chang, G., Witte, G., Schottenfeld, R. S., and
Rounsaville, B. J. Naltrexone in the treatment of alcohol dependence. (1990)
In: Reid, L.D., (ed.) Opioids, bulimia, and alcohol abuse & alcoholism. New
York: Springer; 149–157. ¶ O‘Malley, S. S., Jaffe, A. J., Chang, G., Schotten-
feld, R. S., Meyer, R. E., and Rounsaville, B. (1992). Naltrexone and coping
skills therapy for alcohol dependence. Archives of General Psychiatry 49:
881–887. El otro ensayo a doble ciego controlado con placebo además del
de Volpicelli utilizado para la aprobación de la FDA de la naltrexona para el
alcoholismo. La naltrexona fue segura y eficaz en grupos ―que hacían frente‖
alentados inadvertidamente a romper la abstinencia, pero no hubo benefi-
cios significativos en los grupos “de apoyo” con instrucciones de abstener-

255
La Cura del Alcoholismo

se. No hubo beneficios significativos de la naltrexona antes de tomar la


primera copa. Interacciones significativas indican que la naltrexona es
mejor haciendo frente al problema que como terapia de apoyo.
4. Mason, B. J., Ritvo, E. C., Salvato, F., Zimmer, E. Goldberg, G., and
Welch, B. (1993). Nalmefene modification of alcohol dependence: A pilot
study. Proceedings of American Psychiatric Association Annual Meeting,
San Francisco, CA, May 1993, p. 170, abstract NR442. ¶ Mason, B. J., Ritvo,
E. C., Salvato, F. R., Goldberg, G. (1994) Preliminary dose finding for nalme-
fene treatment of alcoholism. Alcohol Clin Exp Res 18: p. 464 (abstract 270).
¶ Mason, B. J., Ritvo, E. C., Morgan, R. O., Salvato, F. R., Goldberg, G.,
Welch, B., and Mantero‑ Atienza, E. (1994) A double‑ blind, place-
bo‑ controlled pilot study to evaluate the efficacy and safety of oral Nalme-
fene HCL for alcohol dependence. Alcoholism: Clinical and Experimental
Research 18: 1162–1167. Pequeño Ensayo a doble ciego controlado con pla-
cebo que muestra que el mostrando nalmefene (similar a la naltrexona) es
seguro y eficaz en el tratamiento del alcoholismo. No hay beneficios signifi-
cativos del Nalmefene antes de tomar la primera copa; el artículo dice que
este hallazgo confirma la hipótesis de Sinclair de que el medicamento fun-
ciona a través de la extinción.
5. Bohn, M. J., Kranzler, H. R., Beazoglou, D., and Staehler, B. A. (1994)
Naltrexone and brief counseling to reduce heavy drinking. The American
Journal on Addictions 3: 91–99. La naltrexona fue segura y eficaz en el es-
tudio de etiqueta abierta para reducir el consumo y el deseo cuando se usa
sin la desintoxicación y con instrucciones de no abstenerse sino de intentar
reducir el consumo. Protocolo similar al utilizado por Sinclair en estudios
preclínicos y en el Método Sinclair.
6. Agosti, V. (1994) The efficacy of controlled trials of alcohol misuse treat-
ments in maintaining abstinence. International Journal of Addictions 29:
759–769. ¶ Agosti, V. (1995) The efficacy of treatment in reducing alcohol
consumption: A meta‑ analysis. International Journal of Addictions 30:
1067– 1077, 1995. Metaanálisis de todos los métodos de tratamiento
del alcoholismo cuyos datos de control fueron proporcionados.
Se concluyó que el mejor método era la naltrexona combinada
con un protocolo de ―hacer frente‖ a la bebida.
7. Sinclair, J.D. (1995) The story in Finland behind the new Naltrexone
treatment for alcoholism (and how I got the patent for it). Life and Educa-
tion In Finland 3/95: 2–16. Revisión notoria que concluye que la nal-
trexona es segura y eficaz.
8. Agosti V. (1995) The efficacy of treatment in reducing alcohol consump-
tion: A meta‑ analysis. International Journal of Addictions 30: 1067–1077.
La naltrexona combinada con un protocolo de ―hacer frente‖ a la
bebida es segura y efectiva.
9. World Health Organization (1996) Program on Substance Abuse,

256
Apéndice B

Pharmacological Treatment of substance use disorders: International issues


in medications development. WHO/PSA/96.10 Revisión general que
concluye: ―Un medicamento, la naltrexona, ha sido identificada
como un tratamiento seguro y efectivo para la dependencia del
alcohol‖. (p. 24).
10. Mason, B. (1996) Dosing issues in the pharmacotherapy of alcoholism.
Alcoholism: Clinical and Experimental Research 20: 10A–16A. Un pequeño
estudio muestra que dosis de 20 mg y 80 mg de nalmefene son bien tolera-
das, concluyendo que 80 mg es la dosis óptima con el 100% del ensayo com-
pletado y el 62% tiene una respuesta estable (no más de 2 días de consumo
elevado: > 4 copas para los hombres, > 3 copas para las mujeres).
11. Monti, P. M., Rohsenow, D. J., Swift, R. M., Abrams, D. B., Colby, S. M.,
Mueller, T. I., Brown, R. A., and Gordon, A. (1996) Effects of naltrexone on
urge to drink during alcohol cue exposure: preliminary results. Alcoholism:
Clinical and Experimental Research 20 Supplement: 92A. Después de ver
su propia bebida alcohólica habitual, los pacientes tomando naltrexona ten-
ían significativamente menos ganas de beber que los pacientes tratados con
placebo.
12. Anton, R. F., Romach, M. K., Kranzler, H. R., Pettinati, H., O‘Malley, S.,
and Mann, K. (1996). Pharmacotherapy of alcoholism—10 years of progress.
Alcoholism: Clinical and Experimental Research 20: 172A–175A. Revisión
que concluye que la naltrexona es segura y eficaz, especialmente
en alcohólicos con una historial familiar de alcoholismo.
13. O‘Malley, S. S., Jaffe, A. J., Chang, G., Rode, S., Schottenfeld, R. S., Mey-
er, R. E., and Rounsaville, B. (1996). Six-month follow-up of naltrexone and
psychotherapy for alcohol dependence. Archives of General Psychiatry 53:
217–224. Beneficios significativos de la naltrexona continúan durante meses
después del final del tratamiento en un grupo que Hace Frente al Consumo
de Alcohol, pero no hay beneficios significativos con abstinencia.
14. Litten, R. Z., Croop, R. S., Chick, J., McCaul, M. E., Mason, B., and Sass,
H. (1996) International update: New findings on promising medications.
Alcoholism: Clinical and Experimental Research 20: 216A–218A. Los in-
formes preliminares del ensayo británico de la naltrexona, el ensayo Balti-
more de naltrexona, y el ensayo de Nalmefene de Miami, todos ellos con
importantes beneficios, así como el estudio abierto a gran escala de DuPont
que muestra que la naltrexona es segura.
15. O‘Malley, S. S., Jaffe, A. J., Rode, S., and Rounsaville, B. J. (1996) Expe-
rience of a ―slip‘‘ among alcoholics treated with naltrexone or placebo. Ame-
rican Journal of Psychiatry 153 (2): 281–283. Pacientes tomando Nal-
trexona consumen tanto alcohol como los pacientes tratados con placebo
en el primer día de un resbalón (antes de la extinción), pero los pacientes
tomando naltrexona posteriormente son menos propensos a recaer en con-
sumo excesivo de alcohol y sienten menos ansias por beber.

257
La Cura del Alcoholismo

16. Croop, R. S., Faukner, E. B., Labriola, D. F. (1997) The Naltrexone Usage
Study Group. The safety profile of naltrexone in the treatment of alcoholism:
Results from a multicenter usage study. Archives General Psychiatry
54:1130–1135. El gran estudio de seguridad DuPont que muestra que la nal-
trexona es segura y eficaz.
17. Maxwell, S., and Shinderman, M. S. (1997) Naltrexone in the treatment
of dually-diagnosed patients. Journal of Addictive Diseases 16: A27, 125. ¶
Maxwell, S., and Shinderman M. S. (2000) Use of Naltrexone in the treat-
ment of alcohol use disorders in patients with concomitant severe mental
illness. Journal of Addictive Diseases, 19: 61–69. La naltrexona fue segura y
eficaz en los alcohólicos con diagnóstico dual a los que se les permitió beber
mientras tomaban la medicación pero no fue efectiva en los alcohólicos
habituales a los que se dijo que se abstuvieran mientras tomaban la medi-
cación. La discusión concluye que los resultados apoyan la hipóte-
sis de Sinclair de que la naltrexona funciona mediante la extin-
ción.
18. Volpicelli, J. R., Rhines, K. C., Rhines, J. S., Volpicelli, L. A., Alterman,
A. I., and O‘Brien, C. P. (1997) Naltrexone and alcohol dependence: Role of
subject compliance. Archives of General Psychiatry 54: 737–742. La nal-
trexona fue segura y efectiva, pero un cumplimiento inapropiado limitó los
resultados. No hay beneficios significativos antes de tomar la primera copa
en la población total, pero cuando se examinó solo a los pacientes que
cumplían el de forma correcta, hubo un beneficio significativo antes de la
primera copa.
19. Oslin, D., Liberto, J., O‘Brien, C. P., Krois, S., and Norbeck, J. (1997)
Naltrexone as an adjunct treatment for older patients with alcohol depen-
dence. American Journal of Geriatric Psychiatry 5: 324–332. La naltrexona
fue segura y efectiva en pacientes mayores que bebían alcohol, pero no fue
provechosa hasta que tomaron la primera copa con la medicación.
20. Lifrak, P. D., Alterman, A. I., O‘Brien, C. P., and Volpicelli, J. R. (1997).
Naltrexone for alcoholic adolescents. American Journal of Psychiatry 154
(3): 439–440. La naltrexona fue segura y efectiva con alcohólicos adolescen-
tes.
21. K ranzler, H. R., Tennen, H., Penta, C., and Bohn, M. J. (1997). Targeted
naltrexone treatment of early problem drinkers. Addictive Behaviors 22:
431–436. ¶ Kranzler, H. R., Tennen, H., Blomqvist et al. (2001) Targeted
naltrexone treatment for early problem drinkers. Alcohol: Clinical and Ex-
perimental Research 25 (Supplement 5): 144A. Primer ensayo que dio nal-
trexona sólo cuando los pacientes consumían alcohol, de acuerdo con el
Método Sinclair; la naltrexona fue segura y produjo beneficios significativos,
pero no antes de tomar la primera copa, mientras tomaban la medicación.
22. O‘Connor, P. G., Farren, C. K., Rounsaville, B. J., and O‘Malley, S. S.
(1997) A preliminary investigation of the management of alcohol depen-
dence with naltrexone by primary care providers. American Journal of Me-

258
Apéndice B

dicine 103 (6): 477–482. Estudio abierto que concluye: ―La naltrexona y el
asesoramiento por proveedores de atención primaria pareció ser factible y
eficaz‖.
23. McCaul, M. E., Wand, G. S., Sullivan, J., Mummford, G., and Quigley, J.
(1997) Beta-naltrexol level predicts alcohol relapse. Alcoholism: Clinical
and Experimental Research 21: 32A. La naltrexona fue segura y eficaz en
pacientes con mayores niveles del metabolito beta-naltrexol y con una dosis
más alta (100 mg). Los beneficios dejaron de ser significativos a los seis
meses.
24. Balldin, J., Berglund, M., Borg, S., Mansson, M., Berndtsen, P., Franck,
J., Gustafsson, L., Halldin, J., Hollstedt, C., Nilsson, L.-H., and Stolt, G..
(1997) A randomized 6 month double-blind placebo-controlled study of
naltrexone and coping skills education programme. Alcohol and Alcoholism
32: 325. ¶ Mansson, M., Balldin, J., Berglund, M., and Borg, S. (1999) Six-
month follow-up of interaction effect between naltrexone and coping skills
therapy in outpatient alcoholism treatment. Alcohol and Alcoholism 34:
454. ¶ Mansson, M., Balldin, J., Berglund, M., and Borg, S. (1999) Interac-
tion effect between naltrexone and coping skills. Treatment and follow-up
data. Abstract to ―Evidence Based Medicine of Naltrexone in Alcoholism‖,
satellite symposium to the 7th Congress of the European Society for Bio-
medical Research on Alcoholism. Barcelona, Spain, June 16–19, 1999. Ensa-
yo clínico dual sueco a doble ciego controlado con placebo con naltrexona
que demuestra que la naltrexona era segura y eficaz con instrucciones de
――hacer frente‖‖ pero no efectiva con la abstinencia.
25. Sinclair, D. (1997) Development in Finland of the extinction treatment
for alcoholism with naltrexone. Psychiatrica Fennica 28: 76–97. ¶ Sinclair,
J. D. (1998) Pharmacological extinction of alcohol drinking with opioid an-
tagonists. Arqivos de Medicina 12 (Supplement 1): 95–98. ¶ Sinclair, J. D.,
Kymalainen, O., Hernesniemi, M., Shinderman, M. S., and Maxwell S.
(1998). Treatment of alcohol dependence with naltrexone utilizing an ex-
tinction protocol. Abstracts: 38th Annual Meeting, National Institute of
Mental Health (NIMH)–sponsored New Clinical Drug Evaluation Unit
(NCDEU) Program, Boca Raton, Florida, June 10–13, 1998. ¶ Sinclair, J. D.
(1998) New treatment options for substance abuse from a public health
viewpoint. Annals of Medicine 30: 406–411. Publicación de reducciones
altamente significativas en la ansiedad y consumo de alcohol encontradas en
las primeras clínicas finlandesas utilizando el Método Sinclair.
26. Rybakowski, J. K., Ziolkowski, M., and Volpicelli, J. R. (1997) A study of
lithium, carbamazepine and naltrexone in male patients with alcohol de-
pendence—results of four months of treatment. Abstract from the annual
meeting of the European Society for Biomedical Research on Alcoholism. La
naltrexona con el apoyo de la abstinencia no fue efectiva.
27. Sinclair, j. D., Kymalainen, O., and Jakobson, B. (1998) Extinction of the
association between stimuli and drinking in the clinical treatment of alco-

259
La Cura del Alcoholismo

holism with naltrexone. Alcoholism: Clinical and Experimental Research


22 (Supplement): 144A. El tratamiento con naltrexona redujo significativa-
mente la capacidad de toda clase de estímulos (afecto positivo, afecto nega-
tivo y neutro) para activar el consumo de alcohol, de acuerdo con una pre-
dicción de la hipótesis de la extinción.
28. Anton, R. (1998) Naltrexone compared to placebo when combined with
cognitive behavioral therapy in the treatment of outpatient alcoholics. Pre-
sented at the Ninth Congress of the International Society for Biomedical
Research on Alcoholism (ISBRA), Copenhagen, Denmark, June 27–July 2,
1998. ¶ Anton, R. (1999) Neurobiologial approach to alcoholism therapy:
The role of naltrexone. Abstract to ―Evidence Based Medicine of Naltrexone
in Alcoholism‖, satellite symposium to the 7th Congress of the European
Society for Biomedical Research on Alcoholism. Barcelona, Spain, June 16–
19, 1999. ¶ Anton, R. F., Moak, D. H., Waid, L. R., Latham, P. K., Malcolm,
R. J., and Dias, J. K. (1999) Naltrexone and cognitive behavioral therapy for
the treatment of outpatient alcoholics: Results of a placebo-controlled trial.
American Journal of Psychiatry 156: 1758–1764. Ensayo a doble ciego con-
trolado con placebo a que la naltrexona con instrucciones de ――hacer fren-
te‖‖ es segura y efectiva. Ningún beneficio antes de la primera copa con la
medicación.
29. Hersh, D., Van Kirk, J. R., and Kranzler, H. R. (1998) Naltrexone treat-
ment of comorbid alcohol and cocaine use disorders. Psychopharmacology
(Berlin). September 139 (1–2): 44–52. Un pequeño estudio con ningún be-
neficio significativo de la naltrexona sobre el placebo en pacientes adictos al
alcohol y a la cocaína.
30. Sinclair, J. D. (1998) From optimal complexity to the naltrexone extinc-
tion of alcoholism. In: Hoffman, R., Sherrick, M. F., and Warm, J. S. (eds.)
Viewing Psychology as a Whole: The Integrative Science of William N.
Dember. Washington, D.C.: American Psychological Association, 491–508.
Revisión concluye que la naltrexona es efectiva y trabaja por ex-
tinción.
31. O‘Malley, S. (ed.) (1998) Naltrexone and Alcoholism Treatment. Rock-
ville, MD: U.S. Department of Health and Human Services, Public Health
Service. Treatment Improvement Protocol (TIP) Series Vol. 28. Libro que
muestra la seguridad y la eficacia de la naltrexona y la forma en
que se ha utilizado. Incluye ―Por qué la naltrexona no se utiliza
más‖ en la p. 75.
32. Heinala, P., Alho, H., Kuoppasalmi, K., Sinclair, D., Kiianmaa, K., and
Lonnqvist, J. (1999) Use of naltrexone in the treatment of alcohol depen-
dence—a double-blind placebo-controlled Finnish trial. Alcohol and Alco-
holism 34: 433. ¶ Heinala, P., Alho, H., Kuoppasalmi, K., Lonnqvist, J., Sin-
clair, D., and Kiianmaa, K. (1999) Naltrexone in alcoholism treatment: Pa-
tient efficacy and compliance. In: New Research. Program and Abstracts.
American Psychiatric Association 1999 Annual Meeting. Washington, DC.

260
Apéndice B

May 15–20, 1999. ¶ Alho, H., Heinala, P., Kiianmaa, K., and Sinclair, J. D.
(1999) Naltrexone for alcohol dependence: double-blind placebo-controlled
Finnish trial. Alcoholism: Clinical and Experimental Research 23: 46A (ab-
stract 246) ¶ Heinala, P., Alho, H., Kuoppasalmi, K., Lonnqvist, J., Kiian-
maa, K., and Sinclair, J. D. (2000) Targeted naltrexone with coping therapy
for controlled drinking, without prior detoxification, is effective and particu-
larly well tolerated: An 8-month controlled trial. Abstract to 10th Congress
of the International Society for Biomedical Research on Alcoholism (ISBRA
2000), Yokohama, Japan, July 2l–July 8, 2000. ¶ Heinala, P., Alho, H.,
Kiianmaa, K., Lonnqvist, J., Kuoppasalmi, K., and Sinclair, J.D. (2001).
Targeted use of naltrexone without prior detoxification in the treatment of
alcohol dependence: A factorial double-blind placebo-controlled trial. Jour-
nal of Clinical Psychopharmacology, 21 (3): 287–292. Ensayo clínico dual
finlandés a doble ciego controlado con placebo. El Método Sinclair fue pues-
to a prueba (no desintoxicación previa, instrucciones destinadas a consumo
controlado, naltrexona dada sólo cuando se bebe, y naltrexona continuada
[aquí por 8 meses]) y probada como particularmente segura y eficaz que
produce beneficios significativos sobre el placebo. La naltrexona también
fue probada con la abstinencia y resultó ser ligeramente peor que el placebo
y producir significativamente más efectos secundarios que cuando se utiliza
con un consumo controlado del alcohol.
33. Garbutt, J. C., West, S. L., Carey, T. S., Lohr, K. N., and Crews, F. T.
(Agency for Health Care Policy and Research, AHCPR) (1999) Evidence
Report/Technology Assessment: Number 3: Pharmacotherapy for Alcohol
Dependence. Pharmacological Treatment of Alcohol Dependence: A Review
of the Evidence. Journal of the American Medical Association 281:1318–
1325. Revisión de todos los tratamientos farmacéuticos para al-
cohólicos, concluyendo que la naltrexona es segura y eficaz y con
mejor evidencia que cualquier otro medicamento.
34. Mason, B. J., Salvato, F. R., Williams, L. D., Ritvo, E. C., and Cutler, R.
B. (1999) A double-blind, placebo-controlled study of oral Nalmefene for
alcohol dependence. Archives of General Psychiatry 56: 719–725. Segundo
estudio de Nalmefene, ensayo a doble ciego controlado con placebo efectivo,
pero no beneficioso hasta la primera copa tomando la medicación.
35. Rubio, G. (1999) How to use naltrexone in different alcoholic patient
groups. Abstract to ―Evidence Based Medicine of Naltrexone in Alcoholism‖,
satellite symposium to the 7th Congress of the European Society for Bio-
medical Research on Alcoholism. Barcelona, Spain, June 16–19, 1999. Estu-
dio abierto pero controlado con placebo que muestra que la naltrexona era
segura y efectiva. No beneficioso hasta la primera copa tomando la medi-
cación.
36. Swift, R.M. (1999) Drug therapy for alcohol dependence. New England
Journal of Medicine 340: 1482–1490. Revisión que concluye ―de todas
las drogas estudiadas para tratamiento de la dependencia del

261
La Cura del Alcoholismo

alcohol, la evidencia de eficacia es mayor en la naltrexona y el


acamprosato‖.
37. Batel, P., Lancrenon, S., and Baconnet, B. (1999) Compliance, tolerance
and outcome of 3 months naltrexone treatment among 215 alcohol depen-
dents. Alcohol and Alcoholism 34: 452 (abstract 125). Ensayo abierto que
muestra un buen acatamiento en el 76% de los pacientes y que la recaída en
el consumo excesivo probablemente se debe a pacientes que no acataron
debidamente el tratamiento.
38. K nox, P. C., and Donovan, D. M. (1999) Using naltrexone in inpatient
alcoholism treatment. Journal of Psychoactive Drugs 31 (4): 373–388. La
naltrexona con abstinencia (en un programa de hospitalización) fue inútil;
63 alcohólicos, ensayo a doble ciego controlado con placebo.
39. Oslin, D. W., Pettinati, H. M., Volpicelli, J. R., Wolf, A. L., Kampman, K.
M., and O‘Brien, C. P. (1999) The effects of naltrexone on alcohol and co-
caine use in dually addicted patients. Journal of Substance Abuse and Tre-
atment, 16 (2): 163–167. La naltrexona produjo reducciones significativas en
el uso de alcohol y cocaína.
40. Morris, P. (1999) A controlled trial of naltrexone for alcohol depen-
dence: An Australian perspective. Presented at the 1999 Scientific Meeting
of the Research Society on Alcoholism, June 26–July 1, 1999, Santa Barbara,
California.¶ Morris, P. L. P., Hopwood, M., Whelan, G., Gardiner, J., and
Drummond, E. (2001) Naltrexone for alcohol dependence: A randomized
controlled trial. Addiction 96: 1565–1573 La naltrexona fue segura y efectiva
con un protocolo de ―hacer frente‖ al Consumo de Alcohol. Ningún beneficio
hasta la primera copa con la medicación.
41. Sinclair, J. D., Sinclair, K., and Alho, H. (2000). Long-term follow up of
continued naltrexone treatment. Alcoholism: Clinical and Experimental
Research 24 (Supplement): 182A. (S16:4) Beneficios significativos de la
naltrexona todavía están presentes en el ansia, los niveles de consumo y los
marcadores de daño hepático tres años después de iniciar el tratamiento en
pacientes que toman medicamentos siempre antes de beber.
42. World Health Organization (2000). Management of substance depen-
dence. Review Series. A systematic review of opioid antagonists for alcohol
dependence, 4. WHO/MSD/MSB 00.4 La naltrexona es efectiva en el
tratamiento del alcoholismo.
43. Chick, J., Anton, R., Checinski, K., Croop, R., Drummond, D. C., Farmer,
R., Labriola, D., Marshall, J., Moncrieff, J., Morgan, M. Y., Peters, T., and
Ritson, B. (2000) A multicentre, randomized, double-blind, placebo-
controlled trial of naltrexone in the treatment of alcohol dependence or
abuse. Alcohol and Alcoholism 35 (6): 587–593. Ensayo a doble ciego con-
trolado con placebo que muestra que la naltrexona fue segura y efectiva en
pacientes que acataban las indicaciones. Ningún beneficio hasta la primera
copa con la medicación.

262
Apéndice B

44. K ranzler, H., Modesto-Lowe, V., and Van Kirk, J. (2000) Naltrexone vs.
nefazadone for treatment of alcohol dependence. Neuropsychopharmacolo-
gy 22: 493–503. Ensayo a doble ciego controlado con placebo que no en-
contró beneficios significativos de la naltrexona con la Terapia Cognitiva de
Comportamiento, pero los mismos sujetos contribuyeron a un efecto signifi-
cativo de la naltrexona en Oslin et al., 2003.
45. Auriacombe, M., Robinson, M., Grabot, D., and Tignol, J. (2000) Nal-
trexone is ineffective to prevent relapse to alcohol in a realistic out-patient
setting. A double-blind one-year controlled study. Abstract to the 62nd
Meeting of the College on Problems of Drug Dependence, Bal Harbor, Flori-
da. La naltrexona con una Terapia de Apoyo no fue efectiva.
46. O‘Malley, S. S. (2001) Getting beyond the research clinic studies: com-
ments on Morris et al. (2001). Addiction 96 (12): 1859–1860. Destaca los
principales efectos en pacientes que prueban el alcohol mientras
toman la medicación.
47. Ceccanti, M., Nocente, R., Calducci, G., Deiana, L., Attilia, M. L., Sasso,
G. F., Sebastiani, G., Ulanio, F., and Goriale, G. (2001) Naltrexone ed alcol:
esperienze cliniche in Italia. Medicina delle Tossicodipendenze–Italian
Journal of the Addictions 30: 47–50. Ensayo ciego, aleatorizado en pacien-
tes ambulatorios mayores de 60 años que mostró que la naltrexona no fue
más eficaz que el placebo en el tratamiento de alcohólicos. Probablemente se
llevó a cabo con instrucciones para abstenerse, pero el artículo no dice qué
instrucciones se dieron, por lo que se clasifica como incierto.
48. K ranzler, H. R., and Van Kirk, J. (2001) Efficacy of naltrexone and
acamprosate for alcoholism treatment: A meta-analysis. Alcoholism: Clini-
cal & Experimental Research 25 (9): 1335–1341, 2001. Revisión que con-
cluye que la naltrexona es segura y por lo general efectiva.
49. Anton, R. F., Moak, D. H., Latham, P. K., Waid, L. R., Malcolm, R. J.,
Dias, J. K., and Roberts, J. S. (2001) Post-treatment results of combining
naltrexone with cognitive-behavior therapy for the treatment of alcoholism.
Journal of Clinical Psychopharmacology 21 (1): 72–77. La naltrexona fue
segura y efectiva. Los beneficios continúan después de la terminación del
tratamiento, pero desaparecen con el tiempo, de acuerdo con la extinción.
50. Monti, P. M., Rohsenow, D. J., Swift, R. M., Gulliver, S. B., Colby, S. M.,
Mueller, T. I., Brown, R. A., Gordon, A., Abrams, D. B., Niaura, R. S., and
Asher, M. K. (2001) Naltrexone and cue exposure with coping and commu-
nication skills training for alcoholics: Treatment process and 1-year out-
comes. Alcoholism: Clinical & Experimental Research 25 (11): 1634–1647.
La naltrexona más una terapia de ―hacer frente‖ al consumo de alcohol fue
simple y efectiva. Ningún beneficio hasta la primera copa con la medica-
ción.
51. Rubio, G., Jimenez-Arriero, A., Ponce, G., and Palomo, T. (2001) Nal-
trexone versus acamprosate: one year follow-up of alcohol dependence tre-
atment. Alcohol and Alcoholism 36: 419–425. La naltrexona fue simple y

263
La Cura del Alcoholismo

efectiva con un protocolo de ―hacer frente‖ al Consumo de Alcohol. Ningún


beneficio hasta la primera copa con la medicación.
52. Monterosso, J. R., Flannery, B. A., Pettinati, H. M., Oslin, D. W., Ruksta-
lis, M., O‘Brien, C. P., and Volpicelli, J. R. (2001) Predicting treatment re-
sponse to naltrexone: the influence of craving and family history. American
Journal of Addiction 10: 258–268. La naltrexona fue segura y efectiva, es-
pecialmente con un historial familiar de alcoholismo.
53. Sinclair, J. D. (2001) Evidence about the use of naltrexone and for dif-
ferent ways of using it in the treatment of alcoholism. Alcohol and Alco-
holism 36: 2–10. Revisión que concluye que la naltrexona es segura
y eficaz, pero sólo si se combina con la bebida; datos presentados
de la extinción del deseo gracias al tratamiento con naltrexona en
Finlandia.
54. Krystal, J. H., Cramer, J. A., Krol, W. F., Kirk, G. F., and Rosenheck, R.
A. (2001) Naltrexone in the treatment of alcohol dependence. New England
Journal of Medicine 345: 1734–1739. Ensayo a doble ciego controlado con
placebo de la naltrexona junto con abstinencia en 627 veteranos no en-
contró beneficios significativos sobre el placebo.
55. Streeton, C., and Whelan, G. (2001) Naltrexone, a relapse prevention
maintenance treatment of alcohol dependence: A meta-analysis of rando-
mized controlled trials. Alcohol and Alcoholism 36 (6): 544–552. Metaaná-
lisis de todos los ensayos publicados e inéditos concluyó que la
naltrexona fue segura y efectiva en el tratamiento del alcoholis-
mo.
56. Gual, S. A. (2001) Evolucion clinica del alcoholismo tratado con nal-
trexona. Efectividad y seguridad en una muestra de 198 pacientes. Medicina
Clinica (Barcelona) 116 (14): 526–532. Estudio abierto que muestra que la
naltrexona es segura.
57. Schmitzid, J. M., Stotts, A. L., Rhoades, H. M., and Grabowski, J. (2001)
Naltrexone and relapse prevention treatment for cocaine-dependent pa-
tients. Addictive Behavior 26 (2): 167–180. Ensayo dual a doble ciego con-
trolado con placebo en la Universidad de Texas mostró que la naltrexona fue
segura y eficaz en el tratamiento de la adicción a la cocaína cuando se utili-
zaba con un protocolo para ―hacer frente‖, pero que la naltrexona tendió a
ser peor que el placebo cuando se utiliza con la abstinencia.
58. Kim, S. W., and Grant, J. E. (2001) An open naltrexone treatment study
in pathological gambling disorder. International Clinical Psychopharmaco-
logy 16: 285–289. Ensayo abierto que muestra que la naltrexona fue segura
y efectiva en el tratamiento de la ludopatía.
59. Kim, S. W., Grant, J. E., Adson, D. E., and Shin, Y. C. (2001) Doubleb-
lind naltrexone and placebo comparison study in the treatment of patholog-
ical gambling. Biological Psychiatry 49: 914–921. Ensayo a doble ciego con-
trolado con placebo que muestra que la naltrexona fue segura y efectiva en
el tratamiento de la ludopatía.

264
Apéndice B

60. Makela, R., Kallio, A., and Karhuvaara, S. (2001) Nalmefene in the
treatment of heavy drinking. Programme & Abstracts of the 2001 ISAM
Meeting, Trieste, Italy, September 12–14. ¶ Makela, R. (2002) Multisite
study of Nalmefene for the treatment of heavy alcohol drinkers with im-
paired control. Presented at the 25th Annual Scientific Meeting of the Re-
search Society on Alcoholism, June 28–July 3, 2002, San Francisco, CA.
Nalmefene fue segura y efectiva, especialmente en alcohólicos con una his-
torial clínico familiar positive, sin asesoramiento extensivo.
61. Anton, R. (2002) Multisite study of Nalmefene combined with modified
motivational enhancement therapy in the treatment of outpatient alcoholics
Presented at the 25th Annual Scientific Meeting of the Research Society on
Alcoholism, June 28–July 3, 2002, San Francisco, CA. El nalmefene fue
seguro, pero con una “Terapia de Incremento de la Motivación” (MET) no
fue significativamente eficaz, probablemente porque este tratamiento en
general incrementa la motivación para la abstinencia (véase # 70 más
abajo).
62. Guardia, J. (2002) A double-blind placebo-controlled study of naltrex-
one in the treatment of alcohol-dependence. Results from a multicenter
clinical trial. Proceedings of the 25th Annual Scientific Meeting of the Re-
search Society on Alcoholism, June 28–July 3, 2002, San Francisco, CA. ¶
Guardia, J., Caso, C., Arias, F., Gual, A., Sanahuja, J., Ramirez, M., Mengual,
I., Gonzalvo, B., Segura, L., Trujols, J., and Casas, M. (2002) A double-blind,
placebo- controlled study of naltrexone in the treatment of alcohol-
dependence disorder: results from a multicenter clinical trial Alcoholism:
Clinical and Experimental Research 26 (9): 1381–1387 La naltrexona fue
segura y efectiva en 202 pacientes que recayeron menos en el consumo ex-
cesivo de alcohol. Ningún beneficio hasta la primera copa con la medica-
ción.
63. K iefer, F. (2002) Randomized controlled trial of naltrexone, acampro-
sate, and the combination in the treatment of alcoholism. Proceedings of the
25th Annual Scientific Meeting of the Research Society on Alcoholism, June
28–July 3, 2002, San Francisco, CA. Kiefer, F., Jahn, H., Tarnaske, T., Hel-
wig, H., Briken, P., Holzbach, R., Kampf, P. Stracke, R., Baehr, M., Naber,
D., and Wiedemann, K. (2003) Comparing and combining naltrexone and
acamprosate in relapse prevention of alcoholism: A double- lind, placebo
controlled study. Archives of General Psychiatry 60 (1): 92–99. ¶ Lesch, O.
M. Diagnostic categories. European College of Neuropsychopharmacology
Consensus Meeting, Nice, France, March 12–14, 2003. Ensayo a doble ciego
controlado con placebo que muestra que la naltrexona fue segura y eficaz
por sí sola y en combinación con acamprosato, con naltrexona sola o en
combinación con acamprosato mejor que el acamprosato solo. Un análisis
de los resultados de Lesch mostró que la naltrexona beneficiaba a aquellos
que bebieron mientras tomaban la medicación, pero no a los que seguían

265
La Cura del Alcoholismo

un plan de abstinencia, pero que el acamprosato benefició a los pacientes


que seguían un plan de abstinencia.
64. Rukstalis, M.(2002) Comparing responses to alcohol, naltrexone in
males and females. Proceedings of the 25th Annual Scientific Meeting of the
Research Society on Alcoholism, June 28–July 3, 2002, San Francisco, CA.
La naltrexona fue igualmente efectiva en hombres y mujeres.
65. Berglund, M. (2002) Medications for alcohol dependence. Treatment of
Alcohol Abuse: An Evidence-based Review, from The Swedish Council on
Technology in Health Care (SBU) Proceedings of the 25th Annual Scientific
Meeting of the Research Society on Alcoholism, June 28–July 3, 2002, San
Francisco, CA, p. 43. ¶ Berglund, M., Thelander, S., Salaspuro, M., Franck,
J., Andreasson, Appendix A 247 S., and Ojehagen, A. (2003) Treatment of
alcohol abuse: An evidence-based review. Alcoholism: Clinical and Experi-
mental Research 27 (10): 1645–1656. Una búsqueda de todas las pruebas
publicadas e inéditas mostró que la naltrexona y el acamprosato son los
únicos medicamentos para el alcoholismo con beneficios bien documenta-
dos. La naltrexona ha sido efectiva excepto cuando se utilizó con el apoyo de
la abstinencia. En el informe de 2003, un análisis estadístico mostró resul-
tados significativamente mejores con una Terapia de ―hacer fren-
te‖/Cognitiva de Comportamiento (CBT, siglas del inglés Coping/Cognitive
Behavioral Therapy) que con la terapia de Apoyo (p <0,05) (aunque los re-
sultados de O'Malley et al., 1992, se presentaron erróneamente como signi-
ficativos con Apoyo) y el meta-análisis mostró un beneficio significativo
sobre el placebo con CBT.
66. Alkermes, Inc. press release. (January 3, 2002) Alkermes presenta resul-
tados positivos de la fase II de un ensayo clínico de VivitrolR para la depen-
dencia de alcohol en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Neu-
ropsicofarmacología. La naltrexona de liberación sostenida de la compañía
demostró ser segura y eficaz en el tratamiento del alcoholismo.
67. Gastpar, M., Bonnet, U., Boning, J., Mann, K., Schmidt, L. G., Soyka, M.,
Wetterlingm,T., Kielstein, V., Labriola, D., and Croop, R. (2002) Lack of
efficacy of naltrexone in the prevention of alcohol relapse, results from a
German multicenter study. Journal of Clinical Psychopharmacology 22 (6):
592–598. Ensayo a doble ciego controlado con placebo con estricta absti-
nencia no encontró ningún beneficio de la naltrexona sobre el placebo.
68. Latt, N. C., Jurd, S., Houseman, J., and Wutzke, S. E. (2002) Naltrexone
in alcohol dependence: a randomised controlled trial of effectiveness in a
standard clinical setting. The Medical Journal of Australia176 (11): 530–
534. Ensayo a doble ciego controlado con placebo sin asesoramiento en-
contró que la naltrexona era segura y efectiva.
69. Leavitt, S. B. (2002) Evidence for the efficacy of naltrexone in the treat-
ment of alcohol dependence (alcoholism). Addiction Treatment Forum
(March), Special Report, available on the Internet at
http://www.atforum.com/SiteRoot/pages/addiction_resources/naltrexone

266
Apéndice B

WhitePaper.pdf . Revisión que concluye que la naltrexona es segura


y efectiva, excepto en combinación con abstinencia.
70. Sinclair, J. D. and Salimov, R.M. (2002) New effective method of treat-
ment of addiction to alcohol: extinction with the help of opiate receptor
antagonists. (in Russian) Narcologia 5: 37–40. Revisión que concluye
que la naltrexona es segura, efectiva, y que funciona con la extin-
ción.
71. BioTie Therapies Corp. press release (April 24, 2003) Phase III clinical
studies in alcoholism and alcohol abuse.
http://www.biotie.com/en/research/dependencedisorders/nalmefene.html.
Gran ensayo a doble ciego controlado con placebo encontró que el nalmefe-
ne sin terapia psicosocial redujo los días de consumo excesivo de alcohol a la
mitad, una diferencia altamente significativa respecto al placebo. 570 pa-
cientes en Finlandia y el Reino Unido. Una reducción significativamente
mayor en los días de consumo excesivo que con placebo. También un núme-
ro significativamente mayor de los pacientes que tomaban nalmefene que lo
que tomaban un placebo sintieron que habían mejorado o que habían mejo-
rado mucho, tanto en Finlandia como en el Reino Unido, por separado y en
conjunto.
72. BioTie Therapies Corp. press release. (May 30, 2003) Results from a
Phase II clinical study suggest nalmefene effective in the treatment of patho-
logical gambling. Ensayo clínico a doble ciego controlado con placebo de
200 sujetos encontró que el nalmefene era significativamente major que el
placebo reduciendo el ansia y los pensamientos sobre el juego: el nivel con
Nalmefene se reducía a cerca de la mitad con respecto al grupo del placebo.
Grant, J. E., Potenza, M. N., Hollander, E., Cunningham-Williams, R., Nur-
minen, T., Smits, G., and Kallio, A. (2006) Multicenter Investigation of the
Opioid Antagonist Nalmefene in the Treatment of Pathological Gambling.
American Journal of Psychiatry 163: 303–312. Ensayo clínico a doble ciego
controlado con placebo de 207 sujetos encontró que 20 mg de nalmefene
eran bien tolerados y efectivos reduciendo los sentimientos compulsivos
sobre el juego y mejorando la condición del paciente; 50 y 100 mg provoca-
ron demasiados efectos secundarios.
73. Anton, R. F., Moak, D. M., Latham, P. K., Myrick, D. L., and Waid, L. R.
(2003) A double-blind comparison of naltrexone combined with CBT or
MET in the treatment of alcohol dependence. 26th Annual Scientific Meet-
ing of the Research Society on Alcoholism, June 21–25, 2003, Fort Lauder-
dale, FL. Alcoholism: Clinical and Experimental Research 27 (supplement):
191A (abstract S170) Ensayo dual a doble ciego controlado con placebo
mostró que la naltrexona fue efectiva con una terapia de Mejora de la Moti-
vación (MET). Afrontamiento del Consumo de Alcohol pero no con una
Terapia de Mejora de la Motivación (MET). Anton en 2002 (#61) había
obtenido resultados negativos similares con MET y nalmefene, confirman-

267
La Cura del Alcoholismo

do que MET es como el Apoyo de la Abstinencia y no un protocolo apropia-


do para los antagonistas de opioides.
74. O‘Malley, S. S. (2003) Can alternative behavioral strategies and settings
enhance the outcome of naltrexone and for whom? 26th Annual Scientific
Meeting of the Research Society on Alcoholism, June 21–25, 2003, Fort
Lauderdale, FL. Alcoholism: Clinical and Experimental Research 27 (sup-
plement): 191A (abstract S172). En un experimento, el consumo de alcohol
bajo tratamiento de naltrexona suprimió la selección de nuevas bebidas
alcohólicas, especialmente cuando la segunda presentación no fue inmedia-
ta, sino varias horas más tarde, demostrando que el efecto no era debido al
pensamiento racional, después de experimentar una falta de euforia, sino
causada por un mecanismo lento (extinción o similar a la extinción) iniciado
por la falta de refuerzo. Además, la naltrexona fue eficaz en el bloqueo de
consumo excesivo de alcohol en los fumadores que tomaban el medicamen-
to para dejar de fumar y que ni pretendían ni se les instruyó reducir el con-
sumo. Conclusión del autor: la naltrexona se debe utilizar inicialmente sin
abstinencia para reducir el consumo y sólo después la abstinencia debe ser
la meta.
75. Killeen, T., Brady, K., Faldowski, R., Gold, P., Simpson, K. (2003) The
effectiveness of naltrexone in a community treatment program. Abstracts of
the 65th Annual Scientific Meeting, College on Problems of Drug Depen-
dence, June 14–19, 2003, Bal Harbour, FL. ¶ Killeen, T., Brady, K., Fal-
dowski, R., Gold, P., Simpson, K., Anton, R. (2003) The efficacy of naltrex-
one in a community treatment program. Alcoholism: Clinical and Experi-
mental Research 27 (Supplement): 146A (abstract 846). Ensayo a doble
ciego controlado con placebo encontró que la naltrexona mejora significati-
vamente los resultados relacionados con el consumo de alcohol en pacientes
que beben durante las dos semanas previas al comienzo del tratamiento,
pero no en los pacientes que se abstenían en el momento del inicio del tra-
tamiento. Los autores del CPDD concluyen que ―la naltrexona puede ser
más eficaz para los pacientes que no pueden abstenerse al comenzar el tra-
tamiento por abuso de alcohol‖. (CPDD) y que la naltrexona es mejor para
―aquellos que están activamente bebiendo en el momento de la iniciación
del tratamiento‖ [RSA].
76. K rupitsky, E., Zvartau, E., Masalov, D., Tsoi, M., Burakov A., Egorova,
V., Didenko, T., Romanova, T., Ivanova, E., Bespalov, A., Verbitskaya, E. V.,
Neznanov, N. G., Grinenko, A. Y., and Woody, G. E.(2003) A doubleblind,
placebo controlled trial of naltrexone for heroin addiction treatment in St.
Petersburg, Russia. Proceeding of NIDA-Pavlov Workshop ―Pharmacothe-
rapies for Addiction: Basic and Clinical Science‖, St. Petersburg, Russia,
Sept. 28–Oct. 1. ¶ Krupitsky, E., Zvartau, E., Masalov, D., Tsoi, M., Burakov
A., Egorova, V., Didenko, T., Romanova, T., Ivanova, E., Bespalov, A., Ver-
bitskaya, E. V., Neznanov, N. G., Grinenko, A. Y., O’Brien, C. P., and G.E.
Woody (2006) Naltrexone with or without fluoxetine for preventing re-

268
Apéndice B

lapse to heroin addiction in St. Petersburg, Russia. Journal of Substance


Abuse Treatment 31: 319–328. Un ensayo a doble ciego controlado con pla-
cebo encontró que los adictos probaron opiáceos mientras estaban en tra-
tamiento con naltrexona, pero en un porcentaje significativamente menor
que entre los pacientes tratados con placebo, que recayeron en la adicción a
las drogas a gran escala. Krupitsky acuerda que los resultados apoyan la
extinción.
77. Oslin, D. W., Berrettini, W., Kranzler, H. R., Pettinati, H., Gelernter, J.,
Volpicelli, J. R., and O‘Brien, C. P. (2003) A functional polymorphism of the
μ-opioid response in alcohol-dependent patients. Neuropsychopharmaco-
logy 28: 1546–1552. Combinación de tres ensayos anteriores, uno publicado
positivos (Monterosso et al., 2001), uno publicado negativo (Kranzler et al.,
2000) y uno inédito encontraron beneficios significativos de la naltrexona
en la tasa de recaída y el tiempo hasta la primera recaída, con resultados
significativamente mejores en pacientes con el alelo A/G o G/G que con el
alelo A/A en el gen para los receptores mu, pero no medicamento por inter-
acción del genotipo. Ningún efecto significativo de la naltrexona con la
abstinencia
78. Alkermes, Inc. press release. (December 8, 2003) Alkermes Announces
Statistically Significant Reduction in Heavy Drinking in Alcohol Dependent
Patients in Phase III Clinical Trial of VivitrexR Estudio a doble ciego contro-
lado por placebo de 624 alcohólicos. Una reducción significativa del 48% en
el consumo de alcohol en varones tratados con naltrexona de liberación
lenta, pero no significativa en las mujeres. ¶ Garbutt, J. C., Kranzler, H. R.,
O‘Malley, S. S., Gastfriend, D. R., Pettinati, H. M., Silverman, B. L., Loewy,
J. W., and Ehrich, E. W., for the Vivitrex Study Group (2005) Efficacy and
Tolerability of Long-Acting Injectable Naltrexone for Alcohol De-
pendence: A Randomized Controlled Trial. Journal of the American
Medical Association 293: 1617–1625. Comparada con el placebo, 380 mg de
naltrexona de liberación lenta resultó en una disminución del 25% en el
número de ocasiones en que se bebieron grandes cantidades de alcohol (P =
.03)(n=205). Una dosis menor (190 mg) simplemente no mostró diferencias
significativas. Mejores resultados en hombres y con abstinencia previa al
tratamiento.
79. Laaksonen, E. (2004) Comparing disulfiram, acamprosate, and naltrex-
one treatment of alcoholism. International Society on Addictive Medicine
(ISAM) meeting Helsinki, Finland, June 2–5, 2004. La naltrexona fue segu-
ra y más efectiva que el acamprosato.
80. Bouza, C., Magro, A., Munoz, A., Amate, J. M. (2004) Efficacy and safety
of naltrexone and acamprosate in the treatment of alcohol dependence: a
systematic review. Addiction 99: 811–828. Revisión que concluye que
―tanto el acamprosato como la naltrexona son eficaces como te-
rapias adyuvantes para la dependencia de alcohol en adultos. El
acamprosato parece ser especialmente útil en un enfoque terap-

269
La Cura del Alcoholismo

éutico dirigido a lograr la abstinencia, mientras que la naltrexona


parece más indicado en los programas orientados al consumo
controlado‖.
81. Jayaram-Lindstrom, N., Wennberg, P., Hurd, Y. L., and Franck, J.
(2004) Effects of naltrexone on the subjective response to amphetamine in
healthy volunteers. Journal of Clinical Psychopharmacology 24 (6): 665–
669. ¶ Jayaram-Lindstrom, N., Konstenius, M., Eksborg, S., Beck, O.,
Hammarberg, A., and Franck, J. (2007) Naltrexone Attenuates the Subjec-
tive Effects of Amphetamine in Patients with Amphetamine. Dependence
Neuropsychopharmacology advance online publication. October 24, 2007;
doi: 10.1038/ sj.npp.1301572. Ensayo a doble ciego controlado por placebo
en 20 sujetos. ―El pretratamiento con naltrexona también bloqueaba signifi-
cativamente el ansia de dexanfetamina (p <0,001)... El potencial de la nal-
trexona como un adyuvante farmacéutico para la dependencia de la anfeta-
mina es prometedor‖.
82. Jayaram-Lindstrom, N., Wennberg, P., Hurd, Y. L., Franck, J. (2005) An
open clinical trial of naltrexone for amphetamine dependence: compliance
and tolerability. Nordic Journal of Psychiatry 59 (3): 167–171. Jayaram-
Lindstrom, N., Hammarberg, A., Beck, O., Franck, J. (2007) Naltrexone for
the treatment of amphetamine dependence: A randomized placebo con-
trolled trial. Submitted Jayaram-Lindstrom, N. (2007) Evaluation of nal-
trexone as a treatment for amphetamine dependence. Dissertation from
Karolinska University Hospital, presented Dec. 18, 2007. Después de reali-
zar pruebas con voluntarios y una prueba de cumplimiento de los adictos a
las anfetaminas, un ensayo clínico aleatorizado a doble ciego controlado con
placebo de 12 semanas en adictos, eventualmente redujo las ansias y produ-
jo menos análisis de orina positivos en anfetaminas.
83. Deas, D., May, K., Randall, C., Johnson, N., and Anton, R. (2005) Nal-
trexone treatment of adolescent alcoholics: An open-label pilot study. Jour-
nal of Child and Adolescent Psychopharmacology 15: 723–728. Pequeño
estudio abierto de pacientes ambulatorios entre alcohólicos adolescentes de
entre 13 y 17 años sin desintoxicación encontró que la naltrexona es segura y
produjo una reducción significativa en el consumo de alcohol en seis sema-
nas.
84. Rubio, G., Ponce, G., Rodriquez-Jimenez, R., Jimenez-Arriero, M. A.,
Hoenicka, J., and Palomo, T. (2005) Clinical predictors of response to nal-
trexone in alcoholic patients: Who benefits most from treatment with nal-
trexone? 40: 227–233. Un ensayo abierto de 3 meses en 336 hombres, vien-
do los resultados en los últimos 28 días. ―Los predictores de una respuesta
positiva al tratamiento con naltrexona fueron los antecedentes familiares de
alcoholismo (p = 0,010), la edad temprana de inicio de problemas con el
alcohol (P = 0,014) y el uso concomitante de otras drogas de abuso (P
<0,001)‖, en general, las cosas que normalmente se correlacionan con po-
bres resultados en el tratamiento.

270
Apéndice B

85. Sinclair, J. D. (2005) The Second Generation of Anti-Relapse Drugs:


Opioidergic Compounds: Clinical. In: R. Spanagel and K. Mann (eds) Drugs
for Relapse Prevention of Alcoholism, in the series Milestones in Drug
Therapy. Basal, Switzerland; Birkhauser, 125–134. Examen que concluye
que ―Nalmefene parece ser un medicamento adecuado para pre-
venir el abuso del alcohol, pero no para el mantenimiento de la
abstinencia‖.
86. Hernandez-Avila, C. A., Song, C., Kuo, L., Tennen, H., Armeli, S., and
Kranzler, H. R. (2006) Targeted versus daily naltrexone: secondary analysis
of effects on average daily drinking. Alcoholism: Clinical and Experimental
Research. 30 (5): 860–865. Ensayo a doble ciego controlado con placebo, n
= 150, con naltrexona y confrontación al consumo de alcohol resultó eficaz,
especialmente con un uso dirigido. Sólo dirigido, la naltrexona diaria no
ayudó a las mujeres.
87. Anton R. F., O‘Malley, S. S., Ciraulo, D. C., Cisler, R. A., Couper, D., Do-
novan, D.M., Gastfriend, D.R., Hosking, J. D., Johnson, B.A., LoCastro, J.
S., Longabaugh, R., Mason, B. J., Mattson, M. E., Miller, W. R., Pettinati,
H.M., Randall, C. L., Swift, R., Weiss, R. D., Williams, L. D., Zweben, A. Z.,
for the COMBINE Study Research Group (2006) Combined pharmaco-
therapies and behavioral interventions for alcohol dependence:
The COMBINE Study: A Randomized Controlled Trial Journal of
the American Medical Association 295: 2003–2017. El mayor ensayo a do-
ble ciego controlado por placebo en la adicción (n = 1383 alcohólicos recien-
temente desintoxicados) mostró que la naltrexona con intervención médica
mínima era mejor para aumentar los días de abstinencia y reducir los días
en que se da un consumo excesivo de alcohol. La terapia intensiva (20
horas) sin medicamentos ayudó a aumentar la abstinencia, pero no a reducir
el consumo excesivo y no mejoró la naltrexona (la terapia orientada a la
abstinencia parcial en realidad tendía a reducir el beneficio). El acampro-
sato no tenía ningún beneficio significativo y tomado al mismo tiempo que
la naltrexona no ayudó a la naltrexona.
88. O‘Neil, G., Parsons, Z., O‘Neil, P., Xu, J. X., and Hulse, G. (2006) Nal-
trexone implants for amphetamine dependence. 3rd Stapleford Internation-
al Addiction Conference on: Latest developments in effective medical treat-
ments for addiction, Berlin, March 18–19. Pequeño estudio abierto encontró
que la naltrexona era segura y eficaz para el 73% de los adictos a anfetami-
nas, reduciendo los días en que se inyectaban de 58,6 en los 3 meses ante-
riores a 17,1 en los 3 meses de naltrexona (p <0,0004)
89. Grusser, S. M., Ziegler, S., Thalemann, C., Partecke, L. (2006) Naltrex-
one as anticraving treatment: A psychophysiologicical evaluation. 3rd Staple-
ford International Addiction Conference on: Latest developments in effec-
tive medical treatments for addiction, Berlin, March 18–19. Implantes de
naltrexona en adictos a opiáceos, ya desintoxicados, producían recaídas
significativamente menores que los implantes de Levometadona, mejores

271
La Cura del Alcoholismo

resultados psicológicos y posteriormente menos participación emocional-


motivacional al ver estímulos relacionados con el consumo de opiáceos.
90. Singh, J. (2006) Naltrexone implants—an Indian experience. 3rd Staple-
ford International Addiction Conference on: Latest developments in effec-
tive medical treatments for addiction, Berlin, March 18–19. Implantes de
naltrexona funcionaron bien en los pacientes que habían estado abusando
de los opiáceos o agonistas parciales de los opiáceos (pentazocina, bupre-
norfina).
91. Kunoe, N., Lobmaier, P., Waal, H. (2006) A matched case-control study
of naltrexone implants for relapse prevention in detoxified opioid addicts.
3rd Stapleford International Addiction Conference on: Latest developments
in effective medical treatments for addiction, Berlin, March 18–19. Estudio
piloto controlado que sugiere ―que los implantes de naltrexona son una ayu-
da efectiva en prevenir la recaída en opioides después de completar un tra-
tamiento hospitalario‖.
92. Revill, J. (2006) An audited 24 month comparison of the George O‘Neill
3-vial naltrexone implant with supervised methadone, in a general practice
population. 3rd Stapleford International Addiction Conference on: Latest
developments in effective medical treatments for addiction, Berlin, March
18–19. El 100% de 25 pacientes con naltrexona pero solo el 26% de 25 done
tenían la orina libre de opiáceos ilícitos después de 2 años.
93. Somaxon press release. (July 26, 2006) Somaxon Pharmaceuticals Re-
ports Positive Results From a Pilot Phase 2 Study of Oral Nalmefene in
Smoking Cessation. Estudio a doble ciego controlado por placebo de 76 fu-
madores no encontró beneficios significativos del nalmefene pero informa
que uno de los dos grupos con nalmefene (40 mg) fue numéricamente supe-
rior al grupo con placebo (80 mg no). (Nota:. El resultado es lo que se espe-
raría por casualidad)
94. Morley, K. C., Teesson, M., Reid, S. C., Sannibale, C., Thomson, C.,
Phung, N., Weltman, M., Bell, J. R., Richardson, K., and Haber, P. S.
(2006)Naltrexone versus acamprosate in the treatment of alcohol depen-
dence: a multi-centre, randomized, double-blind, placebo-controlled trial.
Addiction 10: 1451–1462. Estudio a doble ciego controlado por placebo en
169 alcohólicos australianos encuentra que la naltrexona retrasa significati-
vamente la recaída en el consumo excesivo de alcohol pero no el tiempo
hasta la primera copa. ―Los resultados de este estudio apoyan la eficacia de
la naltrexona en la prevención de la recaída del alcoholismo entre aquellos
con bajos niveles de depresión clínica y la intensidad de la dependencia de
alcohol. No se vio ningún efecto del acamprosato en nuestra muestra‖.
95. Comer, S. D., Sullivan, M. A., Yu, E., Rothenberg, J. L., Kleber, H. D.,
Kampman, K., Dachis, C., and O‘Brien, C. P. (2006) Injectable, sustainedre-
lease naltrexone for the treatment of opioid dependence: a randomized,
placebo-controlled trial. Archives of General Psychiatry 63: 210–218. Estu-
dio a doble ciego controlado por placebo con 2 dosis de naltrexona de libe-

272
Apéndice B

ración sostenida en 60 pacientes durante 8 semanas. De una manera de-


pendiente de la dosis, la naltrexona mejoró significativamente la retención
en el estudio, y cuando faltaba, las muestras de orina fueron considerados
positivas. La naltrexona era segura y eficaz en la reducción del uso de opiá-
ceos, metadona, cocaína, benzodiazepinas y anfetaminas.
96. O‘Malley, S. S., Sinha, R., Grilo, C. M., Capone, C., Farren, C. K., McKee,
S. A., Rounsaville, B. J., and Wu, R. (2007) Naltrexone and cognitive behav-
ioural coping skills therapy for the treatment of alcohol drinking and eating
disorders features in alcohol-dependent women: A randomized controlled
trial. Alcoholism, Clinical and Experimental Research 31: 625–634. Ensayo
a doble ciego controlado por placebo en 103 mujeres alcohólicas, 29 de co-
morbilidad con trastornos de la alimentación. ―La naltrexona puede ser
beneficiosa para las mujeres que son incapaces de mantener la abstinencia
total del alcohol‖. Entre los que consumieron alcohol, la naltrexona retrasó
significativamente el tiempo hasta la segunda recaída y la tercera recaída
pero no tuvo ningún efecto sobre la tasa de abstinencia. Hubo una tenden-
cia (p = 0,06) hacia una mayor pérdida de peso (índice de masa corporal)
con naltrexona que con placebo. Ambos grupos mostraron una mejoría en
los trastornos alimentarios, pero no hubo diferencias significativas entre los
grupos.
97. Baros, A. M., Lathan, P. K., Moak, D. H., Voronin, K. and Anton, R. F.
(2007) What role does measuring medication compliance play in evaluating
the efficacy of naltrexone? Alcoholism, Clinical and Experimental Research
31: 596–603. Ensayo a doble ciego controlado por placebo en 160 pacientes
con afrontamiento. La naltrexona fue significativamente mejor que el place-
bo en los pacientes más comprometidos, con un efecto el doble de efectivo
que en los pacientes menos comprometidos.
98. Gelernter, J., Gueorguieva, R., Kranzler, H. R., Zhan, H., Cramer, J.,
Rosenheck, R., and Krystal, J. H. (2007) Opioid receptor gene (OPRM1,
OPRK1, and OPRD1) variants and response to naltrexone treatment for al-
cohol dependence: Results from the VA Cooperative Study. Alcoholism,
Clinical and Experimental Research 31: 555–563. Estudio a doble ciego
controlado con placebo de 215 sujetos que dieron muestras de ADN a partir
del ensayo mencionado anteriormente (# 54). ―Aunque la naltrexona no
tuvo un efecto significativo sobre la recaída en el consumo excesivo de alco-
hol en la muestra global en CSP 425 [# 54], se redujo significativamente la
recaída en el subgrupo que proporcionó ADN para el análisis‖. No hubo
interacciones publicadas con el tipo de receptor, pero hay una efecto signifi-
cativo con OPRD1 T921, ayudando a los genotipos GG y AG, pero no con el
genotipo homocigoto AA.
99. Karhuvaara, S., Simojoki, K., Virta, A., Rosberg, M., Loyttyniemi, E.,
Nurminen, T., Kallio, A., and Makela, R. (2007) Targeted nalmefene with
simple medical management in the treatment of heavy drinkers: A rando-
mized double-blind placebo-controlled multicenter study. Alcoholism: Cli-

273
La Cura del Alcoholismo

nical and Experimental Research 31 (No 7): 1–9. En el ensayo a doble ciego
controlado con placebo en 403 sujetos durante 7 meses sin asesoramiento
intensivo, el nalmefeno disminuyó el consumo de alcohol más que el place-
bo (p = 0,0065), redujo el riesgo de consumo excesivo de alcohol en un
32,4% (95% CI: 14.2-46.8%, p = 0,003) con respecto al placebo, y obtuvo
marcadores progresivamente reducidos que aumentaron en el grupo del
placebo (p = 0,009 GGT y ALT p = 0,002).

100. Toneatto, T., Brands, B., Selby, P. and Sinclair, D. (2007) A Rando-
mized, Double-Blind, Placebo-Controlled Trial of Naltrexone in the Treat-
ment of Concurrent Alcohol Dependence and Pathological Gambling. Pre-
liminary report at
http://clinicaltrials.gov/ct/show/NCT00326807;jsessionid=5057BD239D3
C012928C684806432A673?order=20. La naltrexona no proporcionó bene-
ficios significativos ni en pacientes con alcoholismo ni en ludopatas.
101. Pallesen, S., Molde, H., Arnestad, H. M., Laberg, J. C., Skutle, A., Iver-
sen, E., Stoylen, I. J., Kvale, G., and Holsten, F. (2007) Outcome of pharma-
cological treatments of pathological gambling: A review and meta-analysis.
Journal of Clinical Psychopharmacology 27: 357–364.
La intervención farmacológica (incluidos los estudios con anta-
gonistas de opiáceos, antidepresivos y estabilizadores del estado
de ánimo) produjo una capacidad del efecto significativa (0,78,
95% intervalo de confianza 0.62-0.92) en comparación con la au-
sencia de tratamiento / placebo. ―La intervención farmacológica
puede ser una alternativa de tratamiento adecuada en el juego
patológico‖.
102. Tidey, J. W., Monti, P. M., Rohsenow, D. J., Gwaltney, C.J., Miranda,
R. Jr., McGeary, J. E., MacKillop, J., Swift, R. M., Abrams, D. B., Shiffman,
S., and Paty, J. A. (2008) Moderators of naltrexone‘s effects on drinking,
urge, and alcohol effects in non-treatment-seeking heavy drinkers in the
natural environment. Alcoholism: Clinical and Experimental Research 32:
58–66. doi:10.1111/j.1530–0277.2007.00545.x Un ensayo a doble ciego
controlado con placebo en 180 grandes bebedores (63% dependientes del
alcohol) durante tres semanas, descubrió que la naltrexona reducía los días
de consumo y los días de consumo excesivo de alcohol, además del ansia en
los bebedores de aparición temprana y el tiempo entre copa y copa en los
pacientes con más parientes alcohólicos.

274
APÉNDICE Cómo se desarrolla
B la Adicción al Alcohol
(Todas las imágenes biológicas son cortesía
del Dr. David Sinclair)

Comprender cómo funciona el Método Sinclair es sencillo una vez


entienda cómo se desarrolla una adicción en primer lugar.

L
AS ILUSTRACIONES de este apéndice muestran el cableado del
sistema nervioso que hace que el beber pase de ser una
ducta débil que ocurre sólo de vez en cuando a una respues-
ta tan poderosa que es casi automática, fácil de estimular, y casi
imposible de interrumpir o de controlar. Muestran el desarrollo de
una adicción.

Entender la Adicción y el Método Sinclair


Comprender el proceso por el que se desarrolla la adicción al
alcohol fue la clave para descubrir el método Sinclair. Los lectores
que utilizan el método también deberían entender el proceso.

275
La Cura del Alcoholismo

El Método y el mecanismo de la adicción


son difíciles de explicar verbalmente, pero
mucha gente encuentra las ilustraciones
bastante fáciles de entender, por lo que es
importante mostrarlas, no sólo describir-
las.
Es difícil de explicar con palabras, porque
el propio lenguaje nos impone una teoría
particular de las causas de la conducta.
Desde tiempos remotos la gente ha ima-
ginado que en la cabeza hay un pequeño
homúnculo que observa realmente el
mundo y decide racionalmente lo que
debe hacerse basándose en el placer y el
dolor esperados. Nuestro lenguaje refleja
todavía esta teoría de la elección racional
de la conducta.
Una vez que el consumo de alcohol se ha
convertido en alcoholismo, ya no está ba-
jo el control racional.
El que se trate erróneamente el alco-
holismo como un comportamiento racio-
nal probablemente ha hecho más daño a
los alcohólicos que cualquier otro factor.
Si un homúnculo decide racionalmente si
procede o no beber en función de maxi-
mizar el placer y minimizar el dolor, en-
tonces hay una cura simple para el alco-
holismo: castigar el beber, aumentando el
dolor producido por la bebida.
Llevamos miles de años tratando el alco-
holismo con castigos. Aún no ha funcionado. Sin embargo, segui-
mos haciéndolo porque es tan… racional. En 1981, Sinclair escri-
bió un libro con la noción aquí expuesta del homúnculo, ahora un
poco apretado. Para entonces la mecánica del sistema visual se
entiende que es algo así como una televisión en color, el sistema

Sinclair, J. D. (1981) The Rest Principle: A Neurophysiological Theory of
Behavior, Hillsdale, N.J.: Lawrence Erlbaum Associates.

276
Apéndice B

auditivo como un equipo de música, y el resultado algo semejante


a un ordenador. La mayoría de la gente todavía tendía a imaginar
que un homúnculo tomaba las decisiones de forma racional. El
libro demostró, sin embargo, que el comportamiento podía ser
explicado como el mero resultado de las células nerviosas, sin que
ningún homúnculo tomase decisión alguna; y con el placer no co-
mo meta, sino como efecto secundario de ciertas conductas.
Francis Crick (co-descubridor de la estructura del ADN) llamó a
esta idea la ―Hipótesis Asombrosa‖. Crick admitió: ―Me resulta
difícil a veces evitar la idea de un homúnculo. Es tan fácil dejarse
llevar… La gente a menudo prefiere creer que hay un alma sin
cuerpo que, de alguna manera absolutamente misteriosa, es la que
ve las cosas… Nuestra Hipótesis Asombrosa dice… que todo lo
hacen las neuronas‖.
Todo comportamiento es causa-
do por descargas eléctricas de las
neuronas. Este es el punto de
partida para comprender la adic-
ción.
Cuando el médico golpea la rodi-
lla y el pie se levanta, el compor-
tamiento lo causan impulsos
eléctricos de las neuronas. Así es
como usted está conectado.
Cuando se lleva una copa de vino
a los labios y bebe, la conducta
está causada por impulsos eléc-
tricos de las neuronas.
Las ilustraciones ayudan a libe-
rar nuestro pensamiento. El len-
guaje solo nos lleva de nuevo a un homúnculo racional, pero el
comportamiento del alcohólico no es racional. Las ilustraciones
nos liberan de estas restricciones, permitiéndonos entender cómo
beber alcohol puede llegar a dominar nuestra conducta.


Crick, F. (1994) The Astonishing Hypothesis, London: Simon & Schuster,
p. 258 and p. 33.

277
La Cura del Alcoholismo

El escenario de la acción
El circuito que provoca adicción se produce en la conexión donde
una neurona transmite a otra un impulso nervioso. La conexión
que se muestra en el círculo inferior, entre una neurona estimula-
da por la visión de alcohol y una que impulsa el beber al estimu-
larse es inicialmente débil. La neurona superior puede tener que
emitir cien descargas eléctricas para estimular la inferior y así
empezar a beber. Antes de que se desarrolle una adicción, la mera
visión del alcohol rara vez conlleva beber.

La adicción se desarrolla debido a que la conexión se vuelve más


eficaz, hasta que a la neurona superior le basta emitir una única
descarga eléctrica para hacer que la inferior se estimule.
Con el fin de ver los cambios en la conexión, tenemos que acercar-
nos más. Imagine que está de pie sobre la neurona inferior con la
mirada perdida en la distancia…

278
Apéndice B

Esto es lo que ve.

Usted está de pie en la neurona inferior, atento a las sinapsis de la


neurona superior. A la izquierda, una sinapsis está tan cerca que
se puede ver su interior.

En este caso, la neurona superior emite una descarga eléctrica,


liberando moléculas de glutamato de las esferas donde están al-
macenadas. El glutamato se difunde a través del espacio en el in-
terior de la sinapsis.
Si el glutamato toca y se une a un receptor de glutamato en la su-
perficie de la neurona inferior, entonces el receptor se activa. Si se

279
La Cura del Alcoholismo

activan suficientes receptores (de la neurona superior que envía


cientos de descargas eléctricas), la neurona inferior se estimula
también y al hacerlo emite una descarga eléctrica que hace que se
beba alcohol.
El alcohol se absorbe y después se difunde por el cerebro...

...donde hace que algunas neuronas (no mostradas) liberen endor-


fina.

La unión de una endorfina a un receptor dispara el mecanismo


llamado refuerzo...

280
Apéndice B

Refuerzo

El refuerzo también produce nuevos receptores de glutamato en la


neurona inferior y cambia la superior por lo que ésta libera más
glutamato cuando se estimula. Ahora la neurona superior sólo
tiene que emitir diez descargar eléctricas (no cien) para hacer
que la inferior se estimule.

Un refuerzo repetido fortalece la conexión lo suficiente como para


que la neurona superior sólo tenga que emitir una única descarga
eléctrica para estimular la inferior y así comenzar a beber. El sis-
tema nervioso se ha cableado de manera que el individuo es aho-
ra alcohólico.

281
La Cura del Alcoholismo

La conexión aquí mostrada –desde el hecho de ver alcohol al be-


berlo- es sólo una de las muchas conexiones que contribuyen al
desarrollo del alcoholismo. Por ejemplo, la endorfina también re-
fuerza las conexiones en las neuronas que causan la adquisición
de alcohol; y así ir al bar o a la tienda de licores se convierte en
una forma de vida. La endorfina refuerza las conexiones estimu-
lando neuronas que hacen pensar en el alcohol.
En consecuencia, los pensamientos acerca del alcohol aparecen
continuamente y de forma espontánea, no por una elección racio-
nal, sino porque así es como la persona se ha cableado.

Prevención del Alcoholismo

El desarrollo del alcoholismo puede prevenirse mediante el blo-


queo del refuerzo de la endorfina liberada por el alcohol.
La naltrexona o nalmefene (N), tomada antes de beber, bloquea
los receptores de opioides; como cuando ponemos la llave equivo-
cada en una cerradura, no activa el receptor, pero evita que la en-
dorfina se una al receptor bloqueándola. La endorfina rebota sin
efecto. No puede causar refuerzo.
Con el medicamento paralizando el refuerzo, las sinapsis de la
neurona superior sobre la inferior no se reforzarán.

282
Apéndice B

No se formarán nuevas sinapsis. La neurona superior tendrá que


seguir emitiendo cien descargas eléctricas para que la inferior se
estimule. El beber sigue siendo una respuesta débil, fácil de con-
trolar. Con naltrexona o nalmefene, la mayoría de la gente puede
beber tranquilamente sin llegar a volverse alcohólico.

Reversión del Alcoholismo


Si el alcoholismo ya
se ha desarrollado,
tomar naltrexona o
nalmefene y después
beber alcohol inicia
un mecanismo lla-
mado ―extinción‖.
La extinción revierte
los cambios produci-
dos anteriormente
por refuerzo, debili-
tando así la conexión
entre las células ner-
viosas.
Las sinapsis se debili-
tan y pueden incluso
apagarse por comple-
to, convirtiéndose en
―sinapsis silenciosas‖.
Con el tiempo, la
neurona superior
tendrá que emitir de
nuevo cien o más
descargas eléctricas
para estimular las
neuronas inferiores y
hacer que se beba. Así, la causa del alcoholismo se elimina, y vuel-
ve a ser posible beber de forma controlada

283
El Método Sinclair Recibe una
Patente En los EEUU –
APÉNDICE Es el Primero
en Sugerir y Usar
C la Extinción Farmacológica
para tratar el Alcoholismo

Patente en los EEUU 4,882,335


Sinclair 21 de noviembre de 1989

Método para el Tratamiento de la Respuesta del Con-


sumo de Alcohol

Resumen
Se facilita un método terapéutico para su uso como coadyuvante
en el tratamiento del alcoholismo. El método consiste en extin-
guir la respuesta del consumo de alcohol en los alcohólicos du-
rante un período relativamente corto de tiempo haciendo que
beban una bebida alcohólica repetidamente mientras un antago-
nista de opiáceo bloquea los efectos del refuerzo positivo de eta-
nol en el cerebro.

Inventores: Sinclair; John D. (Espoo, Finland)


Cesionario: Alko Limited (Helsinki, Finland)


Nota: Figuras no incluídas aquí. Descargue la patente de:
http://patft.uspto.gov/netacgi/nphParser?Sect1=PTO1&Sect2=HITOFF&d=PALL
&p=1&u=%2Fnetahtml%2FPTO%2Fsrchnum.htm&r=1&f=G&l=50&s1=4,882,335.
PN.&OS=PN/4,882,335&RS=PN/4,882,335.

285
La Cura del Alcoholismo

Nº de Solicitud: 205758
Archivado: 13 de junio de 1988

Clas. Actual de EEUU: 514/811


Clasificación Interna: A61K 031/44
Campo de Búsqueda: 514/810,811,812,282

Otras Referencias

Chem. Abst., 106-12821P, (1987).


―Naloxone Persistently Modifies Water-Intake‖, Pharmacology
Biochemistry & Behaviour, Mar. 25, 1986, vol. 29, pp. 331-334.
―Feasibility of Effective Psychopharmacological Treatments for Al-
coholism‖, J. D. Sinclair, PhD British Journal of Addition, 1987, 82,
1213-1223.

Reivindicaciones
1. Un método para el tratamiento del alcoholismo por extinción
de la respuesta de consumo de alcohol, que comprende las eta-
pas de: administración repetida a un sujeto que padece alco-
holismo; selección de un antagonista de opiáceos del grupo com-
puesto de naloxona, naltrexona, cyclazocina, diprenorfina, etazo-
cina, levalorfano, metazocina, nalorfina y sales de los mismos en
una dosis diaria suficiente para bloquear el efecto estimulante
del alcohol; mientras que la cantidad de antagonista en el cuerpo
del sujeto sea suficiente para bloquear el efecto estimulante del
alcohol, se anima al sujeto a beber una bebida alcohólica; y se-
guir las etapas de administración del antagonista de opiáceos y el
consumo de una bebida alcohólica hasta que la respuesta de be-
ber alcohol se extinga.
2. El método de la reivindicación 1 comprende además el paso de
castigar al paciente después de consumir una bebida alcohólica;
dicha etapa de castigo se selecciona del grupo que consiste en la
administración de una descarga eléctrica, la administración de
eméticos, y la administración de un compuesto sensibilizante de
alcohol.

286
Apéndice C

3. El método de la reivindicación 2 en el que el compuesto sensi-


bilizante de alcohol es disulfiram o cianamida.
4. El método de la reivindicación 1 que comprende además con-
tinuar la administración de un antagonista de opiáceos después
de que la respuesta de beber alcohol se haya extinguido.
5. El método de acuerdo con la reivindicación 1 en el que el anta-
gonista opiáceo es Naloxona.
6. El método de acuerdo con la reivindicación 5 en el que la dosis
de Naloxona es de 0,2 a 30 mg diarios.
7. El método de acuerdo con la reivindicación 1 en el que el anta-
gonista de opiáceos es Naltrexona.
8. El método de acuerdo con la reivindicación 7 en el que la dosis
de naltrexona es de 20 a 300 mg diarios.

Descripción

CAMPO DE LA INVENCIÓN
La invención es un tratamiento para el abuso de alcohol en el que se
extingue la respuesta de beber alcohol durante un número limitado
de sesiones al ser emitida mientras que el refuerzo de alcohol es
bloqueado con un antagonista de opiáceos, tal como la naloxona o
naltrexona.

ANTECEDENTES DE LA INVENCIÓN
El alcoholismo es el problema de salud más costoso en muchos paí-
ses.
El costo, por ejemplo, en Estados Unidos se estima en alrededor
88000 millones de euros al año. Los métodos de tratamiento ac-
tualmente utilizados no son muy eficaces. La mayoría de los alcohó-
licos abandonan el tratamiento en un mes o dos. Pocos alcohólicos,
independientemente del tipo de tratamiento, son capaces de evitar
recaídas y de volver a abusar del alcohol.
Nadie nace alcohólico. El consumo de alcohol (etanol o alcohol etíli-
co) es una respuesta aprendida, reforzada en gran medida por los
efectos gratificantes del alcohol en el sistema nervioso central, la
euforia provocada por dosis más bajas de estimulación, de etanol.
Un alcohólico es una persona que, a través de una interacción de
factores genéticos y ambientales, ha tenido la respuesta de beber
alcohol reforzada con tanta frecuencia y tan bien que se hace dema-

287
La Cura del Alcoholismo

siado fuerte para que el individuo continúe funcionando adecuada-


mente en la sociedad. La fuerte respuesta de beber alcohol, es decir,
el impulso por el alcohol, domina entonces el comportamiento y la
vida del individuo.
Los métodos actuales para el tratamiento del alcoholismo no tienen
mucho éxito, probablemente porque no debilitan de forma efectiva
la respuesta de consumir alcohol del alcohólico. Algunos métodos
(por ejemplo, asesoramiento, Alcohólicos Anónimos) tienen por
objeto aumentar la capacidad del alcohólico o su fuerza de voluntad
para resistir el impulso del alcohol. El impulso, sin embargo, no se
debilita y al paciente se le dice que seguirá siendo un alcohólico, es
decir, una persona con una respuesta de beber alcohol excesiva-
mente fuerte, para el resto de su vida. Estos métodos tienen éxito en
algunos alcohólicos, pero en la mayoría llega un momento en que
una disminución momentánea de la fuerza de voluntad hace que
recaigan en la ingesta de alcohol y el abuso de alcohol.
Otros tratamientos usar castigos de varios tipos (por ejemplo, des-
cargas eléctricas, reacciones del disulfiram, la pérdida de un traba-
jo) para tratar de dejar de beber alcohol. El castigo es, sin embargo,
un método para cambiar el comportamiento pobre y tiene muchas
limitaciones. En particular, es ineficaz cuando aún se está recibien-
do un refuerzo positivo por la misma respuesta que se castiga. Dado
que los tratamientos que castigan beber alcohol no bloquean el re-
fuerzo positivo de la misma respuesta que viene del alcohol en el
cerebro, no se debe esperar que sea muy eficaz.
Se ha propuesto un tercer tipo de tratamiento. El alcohol y los opiá-
ceos parecen causar refuerzo positivo en gran medida a través del
mismo sistema neuronal en el cerebro. Por consiguiente, los opiá-
ceos como la morfina o la metadona pueden ser capaces de satisfa-
cer el impulso por el alcohol y por lo tanto suprimir el consumo de
alcohol. Esto de hecho ocurre en ratas y otros animales, y hay evi-
dencia que sugiere que los opiáceos también podrían tener éxito en
conseguir que los alcohólicos dejen de beber alcohol.
Sin embargo, el tratamiento probablemente convertiría a los al-
cohólicos en adictos a los opiáceos, que no es, por supuesto, una
buena solución. En lugar de contrarrestar el impulso de alcohol o de
satisfacerlo temporalmente, un tratamiento que garantizara un éxi-
to permanente para los alcohólicos debería debilitar la respuesta de
beber alcohol. Afortunadamente, hay un método bien establecido
que debilita la respuesta aprendida: ―extinción‖. Extinción consiste

288
Apéndice C

en provocar la respuesta repetidamente en ausencia de refuerzo


positivo.
Es relativamente simple eliminar las fuentes externas de refuerzo
positivo, tales como el alimento que una rata obtiene presionando
una palanca o incluso el refuerzo social que una persona consigue a
veces cuando bebe alcohol. Pero gran parte del refuerzo positivo de
beber alcohol es interno, debido a los efectos gratificantes del alco-
hol en el cerebro.
Los resultados que muestran que el alcohol y los opiáceos compar-
ten un mecanismo común de muestran cómo el refuerzo interno
positivo del alcohol podría ser bloqueado. Diversas sustancias, lla-
madas antagonistas de opiáceos, son capaces de bloquear los recep-
tores de opiáceos y evitar así los efectos de, por ejemplo, la morfina.
Por otra parte, ya existe evidencia de que los dos antagonistas de
opiáceos más comúnmente utilizados, naloxona y naltrexona, blo-
quean el refuerzo positivo del alcohol.
En primer lugar, bloquean el efecto estimulador del alcohol, que
generalmente se cree que está relacionado a la euforia y el refuerzo
positivo. (Nota: Sinclair evita el término ―placer‖ - que no debe con-
fundirse con ―refuerzo positivo‖). En segundo lugar, se ha demos-
trado que mientras que están en el cuerpo reducen el consumo vo-
luntario de alcohol y la auto-administración intragástrica de alcohol
por los animales.
La naloxona y naltrexona fueron pensadas originalmente para su
uso en el tratamiento de las sobredosis de opiáceos (como la heroí-
na o la morfina). Desde entonces, han sido sugeridas para su uso
contra una amplia variedad de problemas, incluyendo la insuficien-
cia respiratoria, anorexia nerviosa, bulimia, obesidad, emesis y náu-
seas, shock, prurito severo, estreñimiento, crecimiento de tumores,
impotencia sexual y frigidez. Ha habido muchos estudios que tratan
del uso de naloxona para revertir la intoxicación por alcohol y espe-
cialmente el coma producido por cantidades muy grandes de alco-
hol; aunque los resultados han sido contradictorios y todavía existe
controversia en cuanto a si la naloxona puede antagonizar la intoxi-
cación alcohólica grave, es importante tener en cuenta que ninguno
de estos estudios informó de efectos negativos de recetar naloxona
en combinación con alcohol. Las dosis de naloxona han oscilado
entre aproximadamente 0,2 y 30 mg diarios, y la naltrexona entre
aproximadamente 20 a 300 mg diarios.

289
La Cura del Alcoholismo

Otros usos sugeridos son para los antagonistas de opiáceos en com-


binación con otras drogas, en particular, los agonistas de opiáceos.
Por ejemplo, la patente nº 3.966.940 de EEUU es un compuesto
que contiene narcóticos o analgésicos más naloxona para tratar es-
pecialmente a los adictos a narcóticos. En estos casos el opiáceo u
otro fármaco es visto como agente farmacológico activo y el antago-
nista de opiáceos se incluye para contrarrestar algunos de sus efec-
tos.
Un tratamiento continuo con antagonistas de opiáceos debería re-
ducir el consumo de alcohol de los alcohólicos: siempre que el anta-
gonista está en el cuerpo, el alcohólico debería tener poco incentivo
para beber porque el alcohol no es satisfactorio. Este tratamiento de
mantenimiento, sin embargo, tiene el mismo problema que se ha
encontrado en otros tratamientos de disuasión a largo plazo, tales
como el disulfiram: cómo mantener al alcohólico bajo medicación.
Dado que todavía hay un fuerte impulso por el alcohol, el alcohólico
es probable que abandone el tratamiento y deje de tomar el antago-
nista de modo que él o ella puede satisfacer el impulso por volver a
beber alcohol.
Sin embargo, combinar el procedimiento bien establecido de la ex-
tinción de la psicología con los descubrimientos farmacológicos de
que los antagonistas opiáceos bloquean el refuerzo de alcohol pro-
porciona una forma nueva y mucho más prometedora para el tra-
tamiento del alcoholismo. De hecho, proporciona lo que podría lla-
marse la primera cura verdadera para el alcoholismo. Después de
un período relativamente corto de tratamiento durante el cual se
emplea un antagonista de opiáceos en la terapia de extinción, el
paciente ya no es un alcohólico, porque la excesivamente fuerte res-
puesta de beber alcohol que hizo que el paciente fuese un alcohólico
está extinguida.
El método para usar este procedimiento de extinción es la presente
invención. La idea de utilizar la terapia de extinción con un antago-
nista de opiáceos para alcohólicos no se ha sugerido anteriormente.
Una idea similar con naltrexona, sin embargo, se han sugerido para
adictos a los opiáceos (véase PF Renault, NIDA Investigación Mo-
nograph No. 28, pp 11-22, 1981), pero la extinción no se incluyó en
el diseño de los ensayos clínicos. Los pacientes fueron desintoxica-
dos simplemente, se les dio naltrexona o un placebo, y se les dejó ir.
No había ningún programa para animarles a tomar opiáceos mien-
tras estaban bajo la influencia de la naltrexona, como se requiere

290
Apéndice C

para la extinción. En consecuencia, el resultado general fue lo que


probablemente sucedería también con semejante programa de
mantenimiento con naltrexona para alcohólicos: un gran porcentaje
de los adictos abandonó, dejó de tomar naltrexona, y comenzó a
tomar opiáceos de nuevo.
Del total de 1005 sujetos, sin embargo, ―17 de los que tomaban nal-
trexona y 18 de los sujetos que recibieron placebo en realidad pusie-
ron a prueba el bloqueo mediante el uso de un agonista de opiáce-
os‖ cuando la naltrexona estaba en acción, y ―en esta submuestra,
los pacientes con naltrexona tuvieron significativamente menos
controles de orina positivos en metadona o morfina ... El patrón en
el grupo de naltrexona fue probar una o dos veces con heroína o la
metadona y después parar. El uso de estos fármacos en el grupo
medicado con placebo fue esporádico durante todo el curso del tra-
tamiento... [También, en una escala de ansiedad análoga] los pa-
cientes tratados con Naltrexona informaron de un ansia significati-
vamente menor hacia el final de su evaluación de la que sintieron
los pacientes tratados con placebo‖.
Estos resultados sugieren que la Naltrexona sería mucho más útil
contra la adicción a los opiáceos si a los adictos se les suministrase
sesiones de extinción en las que se les animara a utilizar narcóticos
mientras que el refuerzo positivo estuviese bloqueado. Además, en
relación con la presente invención, al mostrar que la terapia de ex-
tinción con naltrexona funciona en humanos, apoyan la hipótesis de
que reduciría el abuso de alcohol y el ansia de alcohol en los alcohó-
licos.
El ejemplo que se incluye aquí muestra que el procedimiento de
extinción disminuye progresivamente y eventualmente casi suprime
el consumo de alcohol en ratas y que el consumo de alcohol sigue
siendo reducido mucho después de que toda la naloxona haya sido
retirada del cuerpo. La alta validez predictiva de este modelo animal
para la indicación de tratamientos que afectan al consumo de alco-
hol humano se discute en Sinclair, British Journal of Addiction 82,
1213-1223 (1987).

291
La Cura del Alcoholismo

RESUMEN DE LA INVENCIÓN
La presente invención contempla un método terapéutico, utilizando
la capacidad de los antagonistas de opiáceos para bloquear el re-
fuerzo positivo del alcohol para extinguir la respuesta de beber al-
cohol en alcohólicos. El programa de extinción consiste en numero-
sas sesiones en las que al alcohólico se le administra un antagonista
de opiáceos y luego bebe alcohol.
El procedimiento de extinción suprime la fuerte respuesta del al-
cohólico de beber alcohol. De manera óptima, el impulso del pa-
ciente por el alcohol revierte al nivel en que estaba antes de que él o
ella hubiesen probado alcohol. Por lo tanto, por definición, el pa-
ciente ya no es un alcohólico.
Ciertamente, el paciente puede volver a aprender la respuesta de
beber alcohol y convertirse en un alcohólico de nuevo, y volver a
aprender una respuesta que se ha extinguido ocurre más rápida-
mente que la adquisición inicial.
Pero con el conocimiento de primera mano de las consecuencias de
la primera adquisición de alcoholismo, e incluso con un nivel mode-
rado de fuerza de voluntad y apoyo externo, la mayoría de los al-
cohólicos no cometen el mismo error dos veces.
Este procedimiento de extinción es un complemento útil para otros
métodos de tratamiento de alcohólicos, incluido el castigo del con-
sumo de alcohol, los procedimientos para mejorar la fuerza de vo-
luntad y la rehabilitación social, y los procedimientos de manteni-
miento para prevenir el uso renovado de alcohol. Estos otros méto-
dos han sido previamente muy limitados debido al ansia continua-
damente alto de alcohol, pero deberían ser mucho más eficaces una
vez que la respuesta de beber alcohol ha sido extinguida.

BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS DIBUJOS (dibujos no


reproducidos aquí)
La figura. 1 muestra la extinción aparente del consumo de alco-
hol en ratas Long Evans y AA causada por 4 sesiones diarias de
consumo de alcohol después de la administración de naloxona
(significado de + -. Error estándar).
La figura. 2 muestra la extinción aparente del consumo de alco-
hol en ratas Wistar causada por 4 sesiones diarias cuando se
administró naloxona 5 minutos antes de la hora de consumir
alcohol (grupo de ―naloxona emparejada‖) y la falta de efecto de

292
Apéndice C

la naloxona inyectada cada día 3 horas después de beber alcohol


(grupo de ―naloxona desapareada‖).
La figura 3 muestra la continua reducción en el consumo de al-
cohol de las ratas Long Evans que se habían sometido previa-
mente a la extinción (ver fig. 1) con respecto a sus controles. No
se administró naloxona durante este tiempo, pero las ratas trata-
das previamente con naloxona bebieron significativamente me-
nos que los controles en cada uno de los 7 primeros días. Con el
tiempo volvieron al nivel de control, al parecer porque no se les
obligó a abstenerse por completo, bebieron un poco de alcohol, y
por lo tanto volvieron a aprender la respuesta de beber alcohol.

DESCRIPCIÓN DE LAS MODALIDADES PREFERIDAS


El procedimiento de extinción se puede utilizar en todos los in-
dividuos clasificados por cualquier medios como alcohólicos o
abusivos con el alcohol, excepto con aquellos para los que está
contraindicada la administración de un antagonista de opiáceos
y quienes sufren el síndrome de Korsakoff. (El procedimiento de
extinción probablemente funcionaría mal en pacientes con
síndrome de Korsakoff).
Los pacientes pueden ser entrevistados para determinar las be-
bidas alcohólicas que suelen consumir y las situaciones en las
que normalmente las ingieren. A continuación, pueden ser in-
formados de que, a diferencia de la mayoría de los tratamientos,
éste no implica convertirse en abstemio inmediatamente, sino
que su consumo alcohol disminuirá lentamente durante muchos
días y sólo después tendrán que abstenerse.
Este procedimiento también debería ayudar a reducir la grave-
dad de los síntomas de abstinencia que se producen a menudo
por la interrupción brusca de la ingesta de alcohol.
Después, se le podría administrar al paciente un antagonista de
opiáceos apoco antes de empezar a consumir una bebida alcohó-
lica. Ejemplos de antagonistas de opiáceos son naloxona, nal-
trexona, cyclazocina, diprenorfina, etazocina, levalorfano, meta-
zocina, nalorfina, y sus sales.
Los antagonistas de opiáceos preferidos son la naloxona y la nal-
trexona, ambos de los cuales han sido aprobados para su uso en
humanos y se ha demostrado que están libres de efectos secun-

293
La Cura del Alcoholismo

darios graves. Ni son adictivos ni crean hábito. El intervalo de


dosis preferido para la Naloxona es de 0,4 a 10 mg al día si se
tomase por inyección; la dosis tendría que ser mucho mayor si se
tomase por vía oral. El intervalo de dosis preferido para la Nal-
trexona es de 50 a 200 mg diarios. La dosis administrada en un
caso concreto dependerá de la edad y peso del paciente, la fre-
cuencia de su administración, y la vía de administración, pero
debe ser suficiente para asegurar que el antagonista estará pre-
sente en cantidades suficientes en el organismo a lo largo de toda
noche de consumo de alcohol. El antagonista podría adminis-
trarse de tal manera que esté siempre presente en el cuerpo a lo
largo de las semanas de la terapia de extinción. Administración
de una manera que permita al paciente estar libre de cantidades
farmacológicamente activas del antagonista al día siguiente pue-
de ser preferible, ya que permite al alcohólico comer alimentos y
bebidas no alcohólicas, bebidas durante el día sin la interferencia
del antagonista. En este último caso, el paciente seguirá órdenes
estrictas para confinar todo el consumo de alcohol a las horas
nocturnas después de que el antagonista haya sido administrado.
Ejemplos de vías de administración para el antagonista son la
inyección, el consumo oral en cualquier forma, la administración
transdérmica, la inyección de liberación lenta, la administración
nasal, la administración sublingual, depósitos implantables de
suministro de fármacos, y similares. Una ruta ni molesta, ni do-
lorosa sería preferible. La primera sesión de extinción (es decir,
beber alcohol después de la administración del antagonista)
puede llevarse a cabo bajo estricta supervisión en el centro de
tratamiento. Es importante que las sesiones de extinción poste-
riores se lleven a cabo en las mismas situaciones de consumo y
con las mismas bebidas alcohólicas que el paciente ha empleado
generalmente en el pasado. Los estímulos de estas bebidas y si-
tuaciones específicas ayudan a obtener respuestas diferentes del
consumo de alcohol en cada individuo.
Por ejemplo, para un alcohólico determinado, la respuesta de
consumo de alcohol cuando toma unas cervezas mientras ve un
partido en la televisión puede ser al menos parcialmente inde-
pendiente de sus respuestas al beber cócteles en una fiesta o be-
ber whisky en un bar. Cada una debería ser extinguida con el fin

294
Apéndice C

de asegurar la generalidad del tratamiento. Aunque el alcohólico


debe ser alentado a beber alcohol en las sesiones de extinción, no
debería haber ningún refuerzo social para hacerlo.
El número de sesiones de extinción necesarias para cada pacien-
te dependerá de la gravedad de su alcoholismo y del número de
situaciones específicas de consumo de alcohol en la que la res-
puesta de beber alcohol debe ser extinguida. La duración del
programa de extinción, por lo tanto, puede variar de 1 a 5 sema-
nas.
Una vez que la respuesta de beber alcohol ha sido suficientemen-
te debilitada, las sesiones de extinción finales podrían ser lleva-
das a cabo junto con un elemento de castigo. Ejemplos de castigo
incluyen choque eléctrico suave cuando se consume el alcohol, la
producción de aversión condicionada al sabor de dosis muy
grandes de alcohol con o sin eméticos, terapia de aversión con un
compuesto de alcohol sensibilizador tal como el disulfiram o la
cianamida, y similares.
Después de la sesión de extinción final, al paciente se le dice que
se abstenga de todo alcohol en el futuro. Varios procedimientos
se pueden utilizar para ayudar a asegurar que el paciente se abs-
tiene de hecho de beber alcohol. Tales procedimientos incluyen
asesoramiento, psicoterapia, terapia familiar, terapia de trabajo,
unirse a Alcohólicos Anónimos y otros similares. También se
deben hacer esfuerzos para ayudar al paciente a reanudar una
vida productiva normal.
El paciente debería ser informado también de que, aunque su
respuesta de consumo de alcohol ha sido extinguida en las situa-
ciones de consumo de uso más frecuente, es posible que algunas
se hayan pasado por alto. Por consiguiente, si el paciente antici-
pa o está experimentando una situación en la que la respuesta no
ha sido extinguida, él o ella debe solicitar sesiones adicionales de
extinción que implican esta nueva situación. Alternativamente,
el paciente puede ser mantenido en un programa de manteni-
miento continuo de administración del antagonista de opiáceos.
La presente invención se ilustra adicionalmente mediante el si-
guiente ejemplo.

295
La Cura del Alcoholismo

EJEMPLO
La extinción del consumo de alcohol en 3 cepas de ratas.

Métodos
Los efectos del consumo de alcohol después de haber sido inyec-
tados con Naloxona se estudiaron en ratas macho de la cepa AA
desarrollada para niveles muy altos de consumo de alcohol me-
diante cría selectiva, en ratas Long Evans macho, y en ratas Wis-
tar macho. En cada caso, los animales primero tenían varias se-
manas de acceso continuo al 10% (v/v) de etanol, además de co-
mida y agua, tiempo durante el cual su consumo de alcohol au-
mentó rápidamente al principio; y al final, después de 3 a 4 se-
manas, se acercó a un nivel asintótico estable. Ellos se cambiaron
a tener acceso a 10% de alcohol por solo 1 hora cada día. Después
de que el consumo de alcohol se estabilizase, las ratas de cada
cepa fueron divididas en grupos que habían consumido cantida-
des semejantes de alcohol durante la hora diaria de acceso de la
última semana. Un grupo en cada cepa fue inyectado con 10
mg/kg de hidrocloruro de naloxona 5 minutos antes de su hora
de acceso al alcohol durante los próximos 4 días; y un grupo de
control se inyectó con un volumen similar de solución salina.
Hubo un tercer grupo (―naloxona desapareada‖) de ratas Wistar
que fue inyectado con 10 mg/kg de naloxona 3 horas después del
final de su hora de acceso al alcohol.
El consumo de alcohol durante 1 hora al día después de la última
inyección también fue registrado. Las ratas Long Evans volvieron
entonces de nuevo a tener acceso continuo al alcohol y su con-
sumo fue medido durante los próximos 13 días.

Resultados
La administración de naloxona antes de proporcionar acceso al
alcohol disminuyó progresivamente el consumo alcohol en todas
las 3 cepas (Figs. 1 y 2). El cuarto día estaba casi abolido en cada
cepa, y la ingesta de alcohol fue significativamente (p <0,05) más
baja que tanto la previa (durante la semana anterior) como la
ingesta posterior a la primera inyección de naloxona. Los contro-
les que tomaban una solución salina tendían a aumentar su con-
sumo de alcohol a través de los días, quizás debido al estrés de la

296
Apéndice C

inyección, y bebían alcohol significativamente más que las ratas


que recibieron naloxona antes de tomar alcohol en al menos los
últimos 3 días de extinción y en el día posterior, 24 horas des-
pués de la última inyección.
El consumo de alcohol sucesivo de las ratas Long Evans se mues-
tra en la figura. 3. Las ratas sometidas a extinción con naloxona
continuaron bebiendo significativamente menos alcohol que los
controles que tomaban una solución salina cada día de la semana
siguiente y después gradualmente volvieron al nivel de control.
Esto último es probablemente el resultado de volver a aprender
la respuesta del consumo de alcohol. Consistente con el hallazgo
común de que se vuelve a adquirir una respuesta después de la
extinción más rápido de lo que se adquiere inicialmente, les llevó
menos de 2 semanas volver a adquirir la respuesta, mientras que
las ratas Long Evans inexpertas (es decir, los que nunca han con-
sumido antes alcohol) requieren de 3 a 4 semanas para alcanzar
este nivel de ingesta de alcohol.
Las ratas Wistar a las que se dio naloxona 3 horas después de
beber alcohol (―naloxona desapareada‖) no difirió significativa-
mente de los controles en ningún momento (Figura 2); su con-
sumo ligeramente inferior probablemente se puede atribuir al
hecho de que, a diferencia de los controles, no se estresaron con
inyecciones inmediatamente antes de tener acceso al alcohol.
El grupo de ―naloxona desapareada‖ bebió alcohol significativa-
mente más que el de ―naloxona emparejada‖ en cada uno de los 4
días de extinción. Esto sugiere que la reducción en el consumo
de alcohol fue causada específicamente por la experiencia adqui-
rida mientras que la naloxona fue emparejada con el consumo de
alcohol.
Estos resultados son consistentes con la hipótesis de que el con-
sumo de alcohol mientras la naloxona está presente hace que la
respuesta de beber alcohol se extinga. La ingesta de agua y el
peso corporal no se redujeron y no había indicios de ningún efec-
to perjudicial para la salud de los animales.

297
Declaración de la
Organización Mundial de
la Salud (WHO)
APÉNDICE sobre la Seguridad y
D Eficacia de la Naltrexona
y carta abierta de
Enoch Gordis, Director,
NIAAA (1995)

PROGRAMA DE ABUSO DE SUSTANCIAS


TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO
DE DESÓRDENES
DE CONSUMO DE SUBSTANCIAS:
CUESTIONES
INTERNACIONALES
EN EL DESARROLLO
DE LOS MEDICAMENTOS

Informe de una consulta conjunta organizada


por la Fundación de Investigación de las Adicciones,
Toronto, y el Programa de la OMS
para el Abuso de Sustancias, Ginebra
Toronto, Ontario, Canadá, octubre de 1995

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD

299
La Cura del Alcoholismo

Al menos un medicamento, la naltrexona, ha sido identifica-


do como un tratamiento seguro y eficaz para la dependencia
del alcohol... La demostración de la eficacia de la naltrexona y
los estudios actualmente en curso que examinan los antago-
nistas de opiáceos relacionados (por ejemplo, nalmefene)
pueden servir para convencer a las empresas farmacéuticas
de que desarrollan medicamentos para este área es posible.
Disulfiram, útil para algunos pacientes, también puede ser
efectiva, aunque su actividad ha sido difícil de probar en en-
sayos controlados.

300
Apéndice D

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93. http://www.ias.org.uk/factsheets/health.pdf. Retrieved
May 2006.
94. Ali H. Mokdad, James S. Marks, Donna F. Stroup, Julie L.
Gerberding, ―Actual Causes of Death in the United
States, 2000‖, Journal of the American Medical Asso-
ciation 291 (2004) 1238–1245.
95. http://oas.samhsa.gov/nsduh/2k4nsduh/2k4Results/2k4
Results.htm.

336
Notas al Final

96. Full report at


http://camy.org/research/status0306/status0306.pdf.
97. R. F. Anton et al., ―Combined Pharmacotherapies
and Behavioral Interventions for Alcohol Depen-
dence: The COMBINE Study: A Randomized Con-
trolled Trial‖, Journal of the American Medical Associ-
ation 295 (2006): 2003–2017.
98. N. C. Latt et al., ―Naltrexone in Alcohol Dependence: A
Randomised Controlled Trial of Effectiveness in a Stan-
dard Clinical Setting‖, The Medical Journal of Australia
176 (11) (2002): 530–534.
99. S. Karhuvaara et al., ―Targeted Nalmefene with Simple
Medical Management in the Treatment of Heavy Drink-
ers: A Randomized Double-Blind Placebo-Controlled
Multicenter Study‖, Alcoholism: Clinical and Experimen-
tal Research 31 (No. 7) (2007): 1–9.
100. D. Sinclair, F. Fantozzi, and J. Yanai, ―Effective Use of
Naltrexone:What Doctors and Patients Have Not Been
Told‖ [in Italian], Italian Journal of the Addictions 41
(2003): 15–21.

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Sobre el Autor

EL DR. ROY ESKAPA se licenció en Psicología en el Reed Colle-


ge de Portland, Oregon, y llegó a completar un doctorado en
Psicología Clínica en la Escuela de Psicología Profesional de
California (CSPP) en Los Angeles (1983; obteniendo la licen-
cia para ejercer como psicólogo en Nueva Jersey, 1988). Tras
doctorarse, se formó en diferentes áreas, incluyendo psicolog-
ía forense, terapia multimodal, y medicina de la adicción. Ha
publicado varios artículos y capítulos de libros, así como un
tomo de cuatrocientas páginas sobre psicología forense. Du-
rante la década de los 90, desarrolló un exitoso programa
para el tratamiento de la enuresis infantil, a la par que trabajó
estrechamente con el Dr. David Sinclair en su investigación
sobre la extinción farmacológica (Método Sinclair) - sobre las
causas de y soluciones para el alcoholismo.
Es Miembro Asociado de la Sociedad Británica de Psi-
cología, y psicólogo colegiado en el Reino Unido. En la actua-
lidad está centrado en conseguir una mayor publicidad de la
inequívoca efectividad del Método Sinclair en el tratamiento
del alcoholismo y otras drogodependencias. Además de reali-
zar consultas privadas individuales y en línea, el Dr. Eskapa
está disponible para charlas y consultas con la industria, el
gobierno, y los departamentos de educación y sanidad así
como con oenegés sobre la revolucionaria prevención y cura
del alcoholismo y otras adicciones de Sinclair.

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