Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ritmos Infantiles
Ritmos Infantiles
le
'tt/os el. ISBN 978-84-8063-922-4
9 788480 6 3922 4
OCTAEDRO- ROSA SENSAT
.. ...
~ "
ISABEL CABANELLAS, JUAN JOSÉ ESLAVA,
CLARA ESLAVA, RAQUEL POLONIO
Ritmos infantiles
Tejidos de un paisaje interior
¡
. 1
¡
1l
!
1
1
1
1
1'
1
¡
!
OCTAEDRO-ROSA SENSAT .1
TEMAS DE INFANCIA, núm. 22
Índice
1 Prólogo 7
,..
\
Introducción 29
1 Diversidad de tiempos. Diversidad de infancias 30
5
151
4.6. Eltiempo de los otros
152
4.7 Actitudes creativas en los procesos
157
5. Conclusiones abiertas a nuevas interpretaciones
158
5 .1. Primeras evidencias
5.2. Temporalidad de las actuaciones infantiles:
Prólogo
161
complementariedad entre el tiempo del «yo» Y del «otro»
5.3. Discurrir de los ámbitos emotivos
163 Vivir los tiempos emocionados de la infancia1
165
5.4. Resonancias emotivas en las relaciones sociales ALFREDO HOYUELOS2
168
5.5. Emerger con los modos de aprendizaje infantiles
11
{j os ritmos de las máquinas y del beneficio sori modelos
contrapuestos a los tiempos humanos, entonces se hace
necesario saber de qué parte están la psicología, la peda-
gogía y la cultura.
LORIS MALAGUZZI
1. Quiero dar las gracias al doctor Saúl López por haber revisado crítica-
mente este texto y por haberme regalado una discusión apasionada y creativa
sobre el mismo.
2. Doctor europeo en Filosofía y Ciencias de la Educación.
7
in-fan-cia
6
.
agua. Se hunde. Pablo observa unos instantes con atención.
si las manos entretuviesen la sensación del agua. Su cuer-
po se endereza. Su mirada se concentra en el agua durante Su cara expresa reflexión y duda. Parece que está tratando
de comprender lo que ocurre. Lo igual y lo diverso. Repite la
siete segundos y sus labios y su lengua hacen gestos como si
acción, pe~o cambia el matiz de la forma de tirar el objeto al
saborearan la sensación que le queda en las manos.
Vuelve a repetir el proceso, pero todavía _es más corto -si agua (cada vez lo hace con más fuerza). Su mirada indaga-
cabe- el tiempo de la mano dentro del agua. Sus dos manos dora sigue deteniéndose en el agua ·(incluso salen burbujas)
se mueven como saboreando el agua, deteniéndose en ese y en el objeto ...
contácto. Posteriormente, se chupa con placer su · mano Ésta es una observación realizada en una escuela infantil.
izquierda. Y se vuelve a detener a mirar el agua. Después, Se trata de la constatación de una serie de acontecimientos
introduce, otra vez, su mano izquierda, pero hay un cambio cotidianos. Pero la educación, y sobre todo los hechos edu-3
fundamental. Si en las dos ocasiones anteriores su mano cativos, no puede _quedar en una mera descripción registrada
entraba y salía brevemente del agua, en esta tercera oca~ de lo ocurrido. Es necesario interpretar -o mejor multiinter-
sión su mano se detiene y se desplaza dentro y provoca el pretar- la realidad para recavar el sentido que dichas accio-
movimiento de la propia agua. Es como si comprobase que al nes tienen para los niños. 3 Este libro nos puede ayudar a llevar
agua le suceden cosas con el movimiento de la mano. Mano a cabo interpretaciones de secuencias cotidianas como las
y agua entran en diálogo. Leire, de '14 meses, observa, sin descritas anteriormente. De esta forma, permitimos que los
parp~dear, la mano de Pablo que se mueve dentro del agua y, procesos infantUes no sólo aparezcan, sino que comparezcan
también mueve su mano izquierda, a modo de mimesis de la en la hermenéutica y marco del sentid~_ narrª!!~g__<?~. ~~--g~J.!~rª-··}
de Pablo, en la misma bañera. Es como si sólo quisiese com- !Dfaolil.~ \
probar el movimiento. Después, curiosamente, mete su mano
derecha en el agua y entretiene la sensación, como Pablo,
~~u;~=: ~~~i;~~i;;au~::i~:a~o~np~~~~~~ l
1. acercarnos al mundo de la infancia como los detectives que
entre sus dos manos. Sonríe emocionada al agua después ~
de mirar a la educadora. Se detiene durante un tiempo para tratan de_ seguir los indicios que ésta deja en su geografía
caleiqoscópica para sorprendernos con las riquezas de sus
clavar sus ojos en el agua recién tocada. Se pone de rodillas.
Acaricia el agua contenida en el borde de la bañera (que está capacidades y construir historia documentada de la infanciaj
Son potencialidades que este libro hace emerger con· rigor
más fría) de una manera muy diferente. Son, ahora, sus dedos
científico y etnográfico. Las autoras y el autor conforman
de la mano derecha los que tocan levemente ese agua como
-~etafóricamente- ese triángulo del que habla Kandinsky4
arrastrándola. Luego se sube al borde de.la bañera y mete las
para mover al lector hacia un lugar en el que no se encuentra.
dos manos y brazos dentro del agua. Una sonrisa se dibuja
Lo desubica creativamente. Ésta es su virtud.
en su rostro.
El libro, entre otros temas, trata de la complejidad de la
La sesión prosigue. Pablo coge un rotulador naranja con
i~fancia,del desnudarnos de prejuicios en torno a ella, de
los dedos índice y pulgar de su mano derecha y, acompañan-
escuela infantil, de investigación, de la trasgresión estética
do la caída del objetó, lo tira al agua. El rotulador flota. Detiene
su mirada unos instantes para ver el objeto sobre el líquido y
. 3. Pido disculpas por utilizar pronombres y nombres masculinos. Mi
el comportamiento del agua con él. Luego coge -también
Intención no es sexista, sino de respeto a los ritmos de lectura de la propia
con su mano derecha- una pintura de cera de color azul y lengua.
4. Kandinsky (1996).
repite el proceso. La pintura tiene otro comportamiento con el
in-fan-cia PRÓLOGO 9
8
. .
necesaria para ver las cosas desde la metáfora de lo insó- --').por la idea de todos igual y al mismo tiempo. De hecho, las
lito, de lo simbólico y lo gestual, del lenguaje artístico de los desviaciones temporales del tiempo estándar establecido por
primeros gestos gráficos, de luz, color y agua, de los retos el profesorado son corregidas o sancionadas como errores a
inciertos que los niños encuentran en la aventura de su cono- extirpar.
cer, de las relaciones sociales entre los bebés, de estética, y La escuela necesita· reorganizarse totalmente -en reali-
de actitudes creativas para conocer. dad, cada día- para entender cómo los tiempos de vida,
Además, hay dos temas transversales que protagonizan de la sociedad, d.~.JªJ?~!~!Ill!~~ y del alurññadó ~on diferen-
-en este extraordinario puzzle- todas las páginas: el sabor tes, han cambiado y exigen la pue~t~~~"-~~á~ti~-;'·d;·"·~~;;;~os
del tiempo y las emociones del ser humano. derechos que la esQuela y la práctica educativa deben saber
El paradigma mecanicista de la ciencia newtoniana nos reconocerles.
hacía ver el mundo como algo completamente causal y Este libro habla de todo esto. Yo quiero profundizar
determinado. Causa y efecto se unían linealmente. Futuro y 1 -ahora- en el tiempo de la infancia, en su ritmo de aprender
pasado eran previsibles ·y se podían calcular con total certe- j y producir cultura.
za. Pasado y futuro, según esta concepción se confundían: Como dice Frangois Jullien, es necesario -estratégica-
l . \
«tanto futuro como pasado son intercambiables, no hay lugar mente- saber esperar el momento para «deja~se llevar por
para la historia, la novedad ni la creación». 5 (' él en el suceso». Los niños -sobre todo los bebés- no se
Pero con la nueva ciencia de la termodinámica, diversas <_ mueven por la medida del reÍoj. Su tiempo es eÍ de\la ocasión
. . . ·. '
disciplinas que, por primera vez se conectaron transdiscipli- )~1 de la oportunidad de los instantes que el propio crecimiento
narmente, empezaron a pensar el tiempo corno cambio, ere- {_proporciona en su fluir, flujo y trayecto vitales.
5. Vivir el tiempo de la infancia es dejarse sorprender por
,...._-~------_..,~ - ·~-·~- ,,, /?~ ~ ....__ - •• ~' •'"'--..._ .. ,--' ~
in-fan-cia PRÓLOGO
10 11
Dar tiempo a los niños sin anticipaciones innecesarias sig-
niño aprovecha la oportunidad de las situaciones sólo si está
~ saber espe~ar~allí donde se encuentran en su forma
. disponible, sensible, para ello.
Los niños nos exigen el derecho a ser esperados. Existe
un extraordinario libro traducido en italiano de Emi Pikler, cuyo
-u~o
de aprender. Existe un verbo en castellano, tal vez ya en des-
•. ~ue define muy bien este asunto: f!9Uar:!_ar. ~~rdar.J
sJgnJfJca esperar con esperanza a alguien; dar tiempo o
título parece un grito reivindicativo de la voz· de la infanciaQ
espera a alguien mientras se ·mira lo que hace, con respeto,
Datemi tempo (Dadme tiempo). En esta obra, la pediatra
aprecio o estima. Esta espera vital y auténtica, como la llama
húnga,ra, en una rigurosa práctica llevada a cabo con múlti-
Pedro Laín Entralgo, tiene que ver con el optimismo de ver a
ples niños de diversas características y ritmos de desarrollo,
la infancia como quien lo espera todo sin esperar nada.
~Jlliitad<2_lq§JJ~9Iºª-fie a~-~~ip~~~~}~.-g!i.~!~uras postu-.
J' Es en este esperar esperanzado, incierto, donde surgen
ras motrices Q.ldª'--ªIJªª~·,,no pueden alcanzar por sí mismas o
~=~~~Jo~-,-;o;,oJ<>"..-"-•":'J- #" ,., •- -~~-' 'C
nar el pecho de su madre. ¿Quién es capaz de esperar a un ___er:.e-~i.sjQnsts Y las propuesta~~~.9~~9a.!iYª~ª-'=··ªntcto..Ges,.. s,e han
convertí~~ para los niños en una oportunidad continl.Jc,t para.
neonato 50 minutos si.n introducirle el pecho en la boca, supo-
expresar -sirÍ-~prlsas=·-¡()' ma·s-v-rofonaf)'cré=s~p~~-~-i-~ sabt~···
niendo que tiene hambre y que hay que protegerlo como un
(
ser indefenso?
8. Heidegger (2003, pág. 87).
9. Jullien (2005, pág. 108).
7. Klaus y Klaus (2004).
in-fan-cia ·PRÓLOGO 13
12
hay criaturas que, en· algunas ocasiones, me han dicho «ya
duría: cómo aprovechar la disponibilidad en la oportunidad he acabado». Pero he comprobado que sólo, en el primer
·
circunstancial que cada momento bnnda cuando se va'b ra con caso, es un abandono de procesos que, mirados de manera
él, como si mágicamente se quisiese arrancar del Tiempo. No más macroscópica, suelen ser retomados, reconsiderados
se trata, artificialmente, ni de detener el tiempo ni de estirar o actuados en forma de zaping o de dispersión creativa de
\ el instante, sino de. respetar el dev:nir d~ los ~omentos que varias actuaciones que son capaces de llevar a cabo en una
Lcambian lábilmente con las actuacaones anfantales~ simultaneidad sucesiva envidiable. En el segundo caso, me
Una vez más Jullien nos da pistas de cómo «abrirse a lo parece que la cultura familiar y escolar imponen machacona-
que ad~iene, como viene, y todo ello sin dejar de adherirse a mente, a través de acciones y palabras («acaba, ya es tarde,
su variedad, o mejor dicho, para guardar también este término vamos a hacer otra cosa, ¿ya has acabado? ... »}, una forma a
habitual, su varianza».10 Los niños abrazan los momentos en los acontecimientos que no corresponde a la forma de actuar
su plenitud y los convierten en transiciones que son muestras infantiles cuando no están presionados por las formas tempo-
de las oportunidades no desperdiciadas de su paso evolutivo rales del mundo y de la organización rígida adultas. He com-
por las cosas que encuentran y sobre las que actúan. . probado, cuando a estos niños se les permite hacerlo, que o
Los autores del libro hablan de la necesidad de seleccao- bien se eternizan -como decía anteriormente- en el placer
l
nar, · de todo ef magma que acontece en las diversas sesio- de los instantes sin tiempo, o que vuelven a procesos que,
nes observadas, procesos con principio y fin, como escenas
'd tem-
e aparentemente, abandonan y que nosotros damos definitiva-
1 narrativas entrecortadas que, dotadas de ese sent 1 0 ) mente por acabados; no ellos. Los niños los reestructuran en
\ poral, podamos interpretar y atribuirles un sagn1·rtead o. Es sólo
'1 •
( múltiples formas, espacios y situaciones.
l~una estrategia metodológica adulta necesaria para tratar de L./ Hace poco, una extraordinaria educadora me comentaba
entender mejor la imbricada complejidad de la infancia. En cómo había visto procesos, aparentemente finalizados, muy
realidad, no lo perdamos de vista en el horizonte, los beb~s complejos con pintura realizados en el taller en los que en un
proceden s1n. una cadencia
· de comtenzo
· - y final · Los niños
. papel algunos niños de dos años remarcaban el perímetro
confieren a cada momento su unicidad. Nosotros, conscien- del soporte rectangular. Dichos procesos los volvían a reto-
tes d~ esto, sólo podemos cuidarnos de no adelantarnos Y mar, en su esencia, con yogures de fresa a· los tres días en
de acoger y recoger, documentalmente, estas coyunturas del el comedor de la escuela infantil. Las criaturas se dedicaban,
actuar infantiles para que no se esfumen en el riesgo de lo en la tapa plateada quitada, a marcar con la cucharilla el perí-
inobservado: «Un momento no tiene comienzo n1· f'1n s1n
· o que metro del rectángulo que encontraban placer en mancharlo
. · o que con yogur.
se abre y se cierra; no s.e def1ne por sus extremos s1n
profundizándose se rodea de umbrales y de grados: a dife- Es necesario revisar el concepto de tiempo de las propues-
rencia del tiempo, que es extensivo, el r:nomento es intensivo; tas y actividades y, sobre todo, la organización escolar. Otro
mientras que todo lapso de tiempo es finito, el momento es ejemplo. Cuando en las escuelas decidimos los profesionales
algo infinito».11 cambiar de tercio o de actividad (por ejemplo, del juego de
Es cierto que hay bebés que he visto que dejan de hacer rincones para hacer el corro o salir al patio) mirando al reloj,
algo como si aparentemente hubieran terminado. Y que lo más común es comenzar a gritar un sonoro, «¡A recoger!»,
acompañado de algunas palmas o de alguna música ritual
escogida como estímulo para dicho momento. En una _investi-
10. lbíd. (pág. 105).
11. lbíd. (pág. 136).
PRÓLOGO 15
in-fan-cia
14
gación realizada en Reggio Emilia sobre las normas escolares posibilidades para ellos, también, insospechadas. Siempre,
los niños de cinco años protestaron contundentemente por en las investigaciones que hemos realizado y, después de
esta «Violenta»· forma que les hacía cortar bruscamente COn todo un año de trabajo de campo con los niños, hemos tenido
lo que estaban haciendo. Después de una acalorada y demo- la sensación de que -en ese momento- parecía comenzar
crática discusión (como suelen ser las confrontaciones edu- la investigación.
cativas en las escuelas reggianas) las criaturas entendieron la El tiempo, además, nos da la posibilidad de descubrir cada
necesidad organizativa (para no desbarajustar en exceso los momento -aparentemente igual o parecido al anterior-
tiempos escolares) de cerrar una actuación y de recoger los como inédito o inaugural. Se trata, ya lo he comentado, de
materiales. Sólo pidieron a las maestras dos cosas. La prime- [hacer extraño lo familiar, dándole una nueva interpretación.
ra, que no gritaran y que se les dirigieran individualmente. La Ésta es la operación que, también, han hecho los autores de
segunda, que al avisarles de que terminaran les dieran, por lo este libro. Hé!:_l}__estado alerta, en actitud de extrañeza para
menos, cuatro minutos para hacerlo. ¿Por qué cuatro minu-
tos? Porque parece que es el tiempo psicológico necesario
-----
dejar de considerar las cosas comO obvias, para resóatar-·de
............ .
16 in-fan-cia PRÓLOGO
17
•niña no llegan solos a la escuela. Sus padres y madres, abue-
en el área motriz suplementaria y cingulada, el hipotálamo, el
.
los y abuelas acompañan a las criaturas también con sus
tallo cerebral o el bulbo raquídeo son algunas de las regiones
.emociones: con sus miedos, felicidad, gratitud, culpabilidad,
cerebrales implicadas que permiten desencadenar una emo-
admiración, orgullo, vergüenza, turbación, celos, tristeza,
ción. Lo importante es que ningún lugar aislado puede hacer-
desdén 0 simpatía. Y estas emociones muchas veces son
lo. La emoción resulta de la coparticipación de varias áreas
olvidadas o desterradas de los centros escolares. Basta ver
del sistema cerebral. Esta idea puede hacernos reconsiderar
cómo se hacen los llamados períodos de adaptación o cómo
claramente toda la didáctica basada en la disyuntiva efe las
se impide el paso a las familias en muchos centros escala- ·
áreas curriculares y de la jerarquía de las mismas basadas en
res de, prácticamente, todas las etapas educativas. También
separaciones adultas que rompen con la integridad emocio-
algunos padres y madres necesitan ayuda para ~ntender bien
nal y, por ende, cognitiva de la infancia y no sólo de la infancia.
todo el entramado emocional de sus hijos. Hace poco toda-
Por ejemplo, el enormemente orquestado y nefasto proyecto
vía observaba cómo una madre decía a su hijo que se había
(_ Atlante, que en Navarra trata de dar un peso escolar -que no
caído de un columpio: los niños (que no las niñas) no lloran.
~as matemátic~s
l
educativo- superior a. y a la lectoescritura
Quienes nos dedicamos profesionalmente a la educación
. (a base de la elaborac1on de unos peligrosos estándares de
creo que no podem~s obviar las aportaciones de dos genia- 13
rendimiento) por encima de otros ámbitos, es un ejemplo
les autores en este campo de la emoción y del sentimiento:
de la desintegridad y de la falta de respeto por la infancia de
.Antonio Damasio y Humberto Maturana. El primero es un neu-
la que estoy hablando. Tamp-oco-tengo muchas esperanzas
rólogo y el segundo un biólogo. Ambos, desde sus respecti-
puestas en la recién aprobada Ley Orgánica de Educación
vos campos, han indagado -de manera científica- en este
que -a pesar de la retórica expuesta en las intenciones del
complejo mundo del que ahora estoy hablando.
Preámbulo- vuelve a dar, en una práctica ya adelantada en
Desde hace tiempo, se ha tenido la idea de que el cerebro
algunos centros escolares, preferencia jerárquica a algu-
tenía una especie de doble piso: en el sótano se manejaba
nas habilidades instrumentales por encima del desarrollo de
todo lo correspondiente a la regulación biológica y a las emo-
capacidades íntegras de los niños.
ciones; y en el piso de arriba -en la corteza- todo lo corres-
Pero volvamos a algo más agradable como es hablar de
pondiente a la razón y a la sabiduría.
nuevo de las emociones. Damasio distingue entre emocio-
Damasio nos descubre cómo la racionalidad y las decisio-
nes primarias, emociones secundarias y sentimientos. Las
nes sabias más importantes no pueden funcionar adecua-
primeras son innatas y las más universales son la felicidad, la
damente sin el aparato que rige la regulación biológica. La
tristeza, ira, el miedo y el asco: «Una posibilidad que no repre-
emoción y los sentimie~tos son elementos centrales de esta
senta ningún problema para mí es que estamos conectados
A,regulación biológica y generan una especie de puente entre
~ los procesos racionales y los. no racionales, entre las estruc- \.i"'
e;·
para responder con una emoción, de manera preorganizada,
cuando se perciben determinadas características de los estí-
~uras corticales y las subcort1cales. d
'/\ . mulos del mundo o de nuestros cuerpo».14 Estas emociones
~
Las emociones -que no son reflejos genéticos- depen-
primarias, que otros autores15 denominan un conjunto de
den de una complicada cadena de sistemas que se deben
orquestar a la vez. La amígdala, curiosamente situada en
el lóbulo temporal, una parte del lóbulo frontal denominada ~r- 1~ ..Para profundizar en el peligro de concebir la calidad bajo estándares de
~nd1m1ento puede recurrir a la obra Dahlberg, Moss y Pence (2005).
corteza prefrontal ventromediana, otra región frontal situada 14. Damasio (2004, pág. 158). .;
15. LeDoux (2000, pág. 123-124). .'
18 in-fan-cia PRÓLOGO
19
emociones básicas innatas (ya que disponen de una orga- no pueden desarrollar capacidades en una escuela en la que.
C
16
nización biológica) 0 expresiones emocionales universaleS, no aman estar ni permanecer, ni ven la posibilidad de interve-
¡/<<están definidas por expresiones :a~iales universales q_ue nir para hacerla más amable. ·
forma se crean una serie de representaciones disposicionales ¡ ceso evaluador mental, simple o complejo, con respuestas
disposicionales a dicho proceso, la mayoría dirigidas hacia el
o emociones determinadas para según qué situaciones. Estas cuerpo propiamente dicho, que producen un estado corporal
representaciones disposicionales son adquiridas y no innatas emocional, pero también hacia el mismo cerebro (núcleos
aunque se obtengan de sistemas genéticamente i.nnatos. neurotransmisores en el tallo cerebral), que producen cam-
Estos sJstemas tienen que ver, por ejemplo, con el proceso bios mentales adicionales.1e
del metabolismo (que regula el ritmo cardíaco y la presión
sanguínea), los reflejos básicos (como el reflejo del sobresal-
de A. p~rtir, en parte, de este complejo emocional surgen los
sent1m1entos, aunque no todos los sentimientos se originan
to), el sistema inmune, las actuaciones asociadas con la idea en las emociones. Los sentimientos traducen a la mente
de placer o dolor, varios instintos o apetitos como el hambre, -también con la participación de regiones adecuadas cere-
la sed, la curiosidad, la exploración o el juego. El genoma se brales- las distintas percepciones del estado del cuerpo y de
asegura de que· todos estos dispositivos se activen al nacer la postura que se convierte en un mapa interpretativo senso-
independientemente de todo aprendizaje, aunque éste des- rial para que la mente se haga una idea o imagen del estado
empeñará un papel muy importante para determinar cuándo del propio cuerpo. En realidad, parece 20 que los sentimien-
/. se desarrollarán estos dispositivos. tos se:... ~?l~·ª·rJ.re:.l?cionados con mapas neuron~tad~
Si las emociones tienen que ver, en gran parte, con el ~orp~ral: lo_:!:!~..~~OfQ[IJlª, a su vez, la esenci·a ·de la ·propia
aprendizaje, esto nos puede hacer ver la importancia de los ~1dad, la constitución del yo. Estos mapas se gen~ra~ ~
procesos educativos en todo este asunto. Salvador Vidal, partir de la imagen de la estructura general del cuerpo que
profesor de matemáticas, comenta cómo a la matemática se constituye la base de nuestra imagen corporal y, también,
llega por el sentimiento. También Malaguzzi hablaba de cómo nuestro «conocimiento consciente del yo y de la relación de
el fracaso escolar tiene que ver con la idea de que los niños éste con el resto del mundo». 2 1
20 in-fan-cia PRÓLOGO
21
Reconocer en la identidad infantil las emociones y los sen- o no puede deshacer dicha postura. He visto en las imágenes.
timientos significa hacernos partícipes de sus formas de vivir de los niños del instituto Loczy de Budapest cómo las criatu-
las relaciones también con nosotros, con nuestras propues- ras, al moverse, lo hacen en una danza armónica. Me cuesta,
tas, con nuestra forma de mirar, de hablar, de tener en cuenta en cambio, encontrar a niños con esa calidad de movimientos
a los niños. Cuando hablamos de la pedagogía de la escuch~ Y posturas en el entorno que conozco de las escuelas infan-
significa, también, dar viabilidad en nuestras actitudes coti- tiles. Muchos de ellos permanecen esclavos de posturas que
dianas y tratar de comprender las emociones y sentimientos el adulto ha decidido ?Celerar. También, he podido constatar,
de las criaturas y de sus familias. Hace poco una madre me rígidos movimientos en sus desplazamientos o cambios de
decía: «Ya sé que mi hijo está bien en la escuela, pero no posturas. Muchas educadoras, también, han comenzado un
puedo evitar sentirme triste cada vez que lo dejo aquí». Son trabajo de relación con las familias en este sentido. Lo impor-
sentimientos que no se pueden pasar por alto y que deben tante es que no es algo sólo corporal: tiene que ver con la
conformar nuestra forma de escuéha y de comprensión. imagen cognitiva que el niño se está haciendo de sí m.ismo a
Sobre todo significa no obviar este aspecto constitutivo de través de los mapas y sentimientos que surgen de sus siste-
todo ser humano. En este sentido están también trabajando mas corporales.
extraordinarias profesionales. Emociones y sentimientos, como vemos, están ligados
En la última investigación que estamos llevando a cabo inevitablemente al cuerpo. Esto me lleva a pensar en.la impor-
\ hemos vuelto a observar cómo algunos niños menores de tancia de saber cómo cogemos a los niños del sueto, cómo
l tres años se toman tiempo para acercarse a las propues- los transportamos, en dónde y cómo los sentamos, cómo son
\¡ tas. Cómo toman precauciones.y cómo necesitan sentir a la los espacios escolares, cómo es el mobiliario que habitan,
¡ educadora -su cuerpo- disponible para contenerlos, para etc. Estos temas, también, han sido tratados en este libro y
·no forzarlos hacia la propuesta. S~lo desde esa seguridad,
"-j-
se pueden saborear en el perfume que dejan las cuidadas
. mágicamente -como decía la educadora partícipe en la Y creativas propuestas que han hecho a los niños .
\sesión-, los niños quieren separarse y afrontar con curio si- Sí, emociones y sentimientos son entidades complejas que
l dad Y. decisión una propuesta desconocida sin miedo. Saben tienen que ver con la relación entre mente, cuerpo y cerebro.
J que la educadora está siempre allí para acoger su identidad, Y como hemos visto, existen importantes disposiciones cor-
J
·~con sus emociones y sentimientos. porales que especifican diversos dominios de actuaciones
Si emociones y sentimientos son la «cognición de nuestro cognitivas y sociales.
estado visceral y muscu.loesquelético en la medida en que . Los profesionales de la educación necesitam~s conocer,
éste se ve afectado por mecanismos preorganizados y por para entender más, los procesos de aprendizaje emocional
las estructuras cognitivas que hemos desarrollado bajo su Y cognitivo, los diversos estudios neurológicos (que deberían
influencia», 22 entonces vuelvo a rescatar las ideas de la doc- formar parte de la formación inicial y permanente) no olvidan-
tora Emi Pikler sobre la importancia de dejar que el niño se do que «para comprender de manera satisfactoria el cerebro·
m~eva y adquiera posturas por sí mismo. Es un error -como que fabrica la mente humana y el comportamiento humano es
resalta la pediatra húngara con múltiples ejemplos- sentar, necesario tener en cuenta su contexto social y cultural. y esto
~or ejemplo, a un .niño cuando no puede hacerlo por sí mismo hace que la empresa sea verdaderamente intimidadora».2s
?
22. Damasio (2004, pág. 23. lbíd. (pág. 297).
-~
22 in-fan-cia PRÓLOGO
23
~que le pasa al otro tengo que verlo, y para verlo tengo que.
Es cierto que no nos podemos meter en la mente de L,amarlo. 25
un niño, pero sí podemos reconocer -como lo han hecho r-=+ Esta actitud amorosa de aceptar la legitimidad del otro
los autores- su mundo emocional y observar con detalle conlleva acoger sin negar: «¡El bebé no es indefenso! El bebé
las posturas, los gestos faciales, las huellas corporales y lo nace en la confianza, nace 'abierto' de brazos y piernas,
que Damasio denomina el teatro del cuerpg·--~~Éstos son los
~~~..._-,------~·--~~~--~-----~-- presto a ser acogido espontáneamente, en postura biológica
indicadores generadores de sentimientos y pensamientos. de ·ser acogido, de ser aceptado en su legitimidad; si no es
Las distintas actitudes o posturas (sinónimos en castellano) 1~aceptado
1
en su legitimidad se muere».26
corporales, además, son maneras de entender el mundo y El amor, desde el punto de vista biológico, es la emoción
de entenderse a sí mismos en las diversas formas viables de central conservada en la historia evolutiva que nos dio origen
conocer y de aprender. Son las pistas que podemos seguir ,desde unos cinco o seis millones de años atrás. Cuando se
para entender las variedad ·de estrategias que utilizan los ~'nos priva de a~or como emoción fundamental en la cual
niños para relacionarse con el mundo y, también, con las pro-
puestas educativas que encuentran a su paso.
L transcurre nuestra existencia enfermamos. La biología del
amor es fundamental para la construcción y conservación de
Estas pistas son los elementos de nuestra observación nuestra identidad humanas. Además, el amor es la emoción
educativa: una observación que, al mismo tiempo, es empá- que constituye las relaciones sociales basadas en la colabo-
tica. Como_ dice Edgar Morin: «Me proyecto sobre
..
otro y lo ración y en el compartir mutuos .
identifico conmigo. Entonces es cuando siento que yo soy tú, El amor, como dar legitimidad al otro, también nos vuelve
y en cierto modo el otro se abre porque deja de ser un objeto al asunto del tiempo. Significa reconocer el presente a los
r.--sometido a la explicación. La comprensión es la forma que niños -su presente- como ciudadanos de pleno derecho
\0iene un sujeto de conocer a otro sujeto». 24 Éste es el esfuerzo de nuestra cultura y nuestra sociedad. Si educamos para
generoso que han llevado a cabo las tres autoras y el autor de preparar a los niños «para que vivan en el futuro al hacer que
)este librq: tratar de comprender empáticamente a la infancia nuestro presente sea su futuro, les negamos en su presente,
Lsin ocultarla en razones ni juicios adultos. _ atrapándolos en un modo de vida que les es básicamente
No _sé si es el tiempo de un nuevo romanticismo. Tal vez foránea, Y les obligamos a buscar fuera de ellos mismos una
no. Humberto Maturana ha demostrado científicamente identidad que les dé sentido a su vida. Y sabemos que-él o ella
cómo el amor es la emoción fundamental que permite, en la que busca su identidad fuera de sí, por fuerza tendrá que vivir
convivencia cotidiana, establecer una relación directa con el ~n ausencia de él o ella, siempre movidos por las opiniones y
/"'bienestar y la estética. Para que el amor surja, es imprescin- deseos de otros. Una persona como esa no tiene lugar en su
S dible considerar al otro como un legítimo otro con respecto propia vida y tampoco le interesa». 27
l_.a uno. Los autores del libro y las educadoras de la escuela infantil
Ésta es la ética que demuestran los autores del libro: :n la que se ha realizado la investigación han sabido acampa-
Y la preocupación ética surge en el momento en que a nar a los niños con el máximo respeto, con la máxima poesía
) uno le importa lo que le pasa al otro con las cosas que uno Y con el ritmo justo dejándose sorprender por las emociones
( hace, o con las cosas que se están haciendo en la comuni-
\ dad a la cual uno pertenece. Pero para que me importe lo 25. Maturana y Verden-Zoller (2003, pág. 131).
v 26. Maturana (1997, pág. 54).
27. lbíd. (2002, pág. 58).
24. Edgar Morin en Cyrulnik y Morin (2005, pág. 55).
PRÓLOGO 25
in-fan-cia
24
que expresan los n1nos. Además han sintonizado con sus Jullien, Frangois (2005), 'Del «tiempo». Elementos de una filosofía de;
sentimientos a partir de posturas, gestos e intervenciones vivir, Madrid, Arena Libros.
que han establecido a través de conversaciones en múltiples Kandinsky, Vasili (1996), De lo espiritual en el arte, Barcelona, Paidós.
lenguajes con las criaturas. Klaus, Marshall H. y Klaus, Phyllis H. (2004), Su sorprendente recién
Pero sobre todo se han dedicado a -mirar para ver y apren- nacido: sus capacidades de interacción desde Jos primeros minu-
der con los niños. Mucho mejor lo expresa, una vez más, tos de vida, Barcelona, Médici.
Humb~rto Maturana: «La mirada no ve: Yo he dicho que la Laín Entralgo, Pedro (1962), La espera y la esperanza, Madrid, Revista
\
¡mirada poética abstrae las coherencias del vivir cotidiano y · de Occidente.
1
\las presenta en otro dominio donde su sentido se hace visible LeDoux, J. (2000), El cerebro emocional, Barcelona, Ariei-Planeta.
de manera conmovedora y evocadora. También he dicho que López Melero, Miguel Y otros (2003), Conversando con Maturana de
la estética, como la mirada poética que pone el bienestar y el educación, Málaga, Aljibe.
placer de la armonía de la existencia en el quehacer cotidiano, Malaguzzi, Loris (2001), La educación infantil en Reggio Emilia,
es fundamental en la vida humana. Sin poética la vida huma- Barcelona, Octáedro-Rosa Sensat.
na carece de inspiración y profundidad y, en último término, Maturana, Humberto (1997), La Democracia es una obra de arte,
carece de sentido. Sin estética, la vida humana carece de Bogotá, Cooperativa Editorial Magisterio. .
bienestar y alegría, y a lo más se vive en el ruidoso intento del - (2002), Transformación, Caracas-Montevideo, Santiago de
entretenimiento». 28 Chile, Dolme_n.
26 in-fan-cia · PRÓLOGO
27
:f
r
l Introducción
.
: ellas, y sus múltiples formas de ver. Los recuerdos de nuestra
• infancia y la de los niños que observamos se entremezclan en
un juego que difícilmente tiene limites en nuestra pretensión
de «conocer».
29
.
les, perceptivas, emocionales, sociales ... Correlativamente a
las investigaciones realizadas en el ámbito del espacio, de la
creación de un territorio, los factores temporales aparecían
indisolublemente implicados en la observación. Por ello, cada
vez más, nos preguntamos de qué forma se implican en las
distintas experiencias los factores temporales, tanto en el
tiempo real en el que se desarrollan, como en el tiempo utili-
zado de forma simbólica. Este último portador de significados
que se convierten en señal de conocimiento de una realidad
personal.
Los niños nos han desvelado matices de sus tiempos que
La búsqueda de los tiempos infantiles nos adentra en sus
para nosotros permanecían ocultos, así como la obviedad de
ritmos que nos descubren mundos ya olvidados. Desde sus
algunos hechos que, con frecuencia, son olvidados a pesar de
miradas, o en la delicia de unos dedos pequeños que apresan
ser reveladores de las cuestiones esenciales de la infancia.
la realidad, que dibujan en el aire, el ritmo hace vivir a aquellas
Al compartir con los niños sus ritmos, como un discurrir
cosas cotidianas que para nosotros ha_n perdido su pálpito.
de su vida actualizado en sus encuentr:os y en sus descubri-
Manos capaces de transgredir, de transformar, de gozar con
mientos, nos hemos acercado a sus deseos, risas y place-
lo gratuitó, de vivir el encuentro consciente con su acción, o
res, remontándonos a experiencias primigenias del ser. Nos
·el resultado de la misma como una realidad observable con
hemos reencontrado con su siempre nuevo y siempre reno-
su propia dinámica; se crea un ritmo entre acción y compren-
vado placer de experimentar.
sión, entre juego y creación. Todo ello son las vías de acceso
~No se puede pretender conocer objetivamente ni la infan-
a la experiencia estética y el espectáculo de las aperturas de
{_ cia, ni el mundo. El mundo no lo tomamos en nuestras. manos
la mente.
como quien recoge algo que está frente a uno, quieto, inerme,
sin actuar, sin reciprocidad. Aprendemos más bien a dialogar
con el mundo y, a_ mayor riqueza y diversidad de diálogo,
Diversidad de tiempos. Diversidad de infancias
· mayor riqueza en las formas de acoplarnos30 con él.
29 Este proceso de observación nos acerca a las zonas de
Hemos observado durante años a muchos niños de todas
indeterminación, a las complejas relaciones de continuidad
las edades y, en esa búsqueda, nos hemos ido aproximando
o discontinuidad del desarrollo humano, y no solamente a
cada vez más a los peqüeños, a los que aún no han iniciado
una percepción del mundo desde lo que a primera vista
sus primeros pasos. Un acercamiento a una realidad comple-
nos llega como algo «ordenado»: formado por conceptos
ja: la de unos bebés que se enfrentan a la comprensión de
cuyos límites rígidos impiden asumir las zonas de indetermi-
un mundo que viven desde experiencias diversas, sensoria-
nación. Vivimos en zonas de ambigüedad, entre conceptos
29. El discurso planteado se refiere obviamente tanto a niñas como a que dan el color afectivo a la realidad, compleja y viviente,
niños, educadoras y educadores, investigadoras e investigadores, lectoras Y
lectores. Puesto que la lengua castellana no proporciona expresiones neutras , 30. Según Maturana y Varela acoplarse al mundo supone establecer una
que sirvan para indicar a ambos sexos sin romper el caráct~r narrativo del vta estructural con la cual los sistemas vivientes establecen una relación con
texto, consideraremos como neutra la acepción masculina, stn que por ello el medio. 1}
este uso gramatical esconda una discriminación sexista.
in-fan-cia · INTRODUCIÓN 31
30
que queremos conocer. Sin asumir esas zonas de indeter- Con estas reflexione.s tratamos de acercarnos a la com-·
minación no se pueden entender los tiempos de la infancia, prensión de aquellas capacidades de aprendizaje del ser
·sus tiempos subjetivos. El tiempo se construye para cada humano que hacen viable un óonocimiento del mundo. Estas
ser de diferente forma, recibiendo del contexto una huella capacidades se manifiestan en actitudes que hemos dejado,
que forma parte de la construcción de su identidad. Todos frecuentemente, de lado, en el camino de nuestro desarrollo,
compartimos el mismo tiempo y todos lo vivimos de distinta o de las cuales no tenemos consciencia porque están inmer-
¡ anera, en identidades que son una y múltiples. El respeto sas en el tiempo, como mensajes entre líneas.
esa diversidad es probablemente una de las problemáticas Para sumergirnos en la observación, consideramos la
\ más importantes de la sociedad actual, múltiple, compleja y microtemporalidad de las acciones mismas del conocer y la.
\
\
altamente desarrollada. macrotemporalidad de la evolución. Inclusión y olvido se cru-
\--- Esta realidad compleja ha sido y sigue siendo nuestro zan en el tiempo, se trenzan con nuestra particular memoria
campo de observación desde el punto de vfsta de cada de la infancia y con los tiempos de nuestras propias obser-
momento, que se puede cambiar en multitud de líneas según vaciones.
nuestras intenciones. . Apostamos por hacer uso de estrategias investigadoras
Podemos representar estas líneas como ondas oscilantes desde las que emerjan pistas o señales, esbozos de respues-
entre lo global y lo particular, que van produciendo, en tiem- tas, aptas a la discusión y a una relación dialógica31 con el objeto
pos sucesivos, distintas visones de la realidad. Visiones que de estudio, teniendo precaución con las respuestas que surgen
se pueden enlazar bien en un continuo con cortes apenas como evidentes, rápidas y globalizantes. Para ello se precisa
destacados, o bien en una discontinuidad quebrada en la aceptar la ªr:nbi9.Q~9-~.9, así como las contradicciones intrínse-
que se separan, con mayor nitidez, unos momentos de otros. cas a la r_ealidaq__g~~~f?~e_r_~~;-··y~fo'ca:tlzar·ía·atenciÓn en las
Podemos representar, con todo ello, un entramado polifónico ~~ que~~~---g·ªnª.rªQ···ª~·!r?~~~---~~- dichas contradícclones~- .......... ~
cuyas distintas voces y relaciones sean los d.istintos y múlti- Compartimos con la infancia sus ambigüedades, en una
ples aspectos de la realidad que se desea observar. búsqueda de instantáneas siempre cambiantes. Son estas
\..¡ L~s
«múltiples infancias», sus innumerables lenguajes, las instantáneas las que han configurado nuestra interpretación
) múltiples caras del tiempo en un instante, han llenado nuestra
< mente de preguntas· nacidas con la marca de la ambigüedad
de los ritmos infantiles al desvelar dudas, al sugerir pregun-
tas abiertas -que admitan la discusión y la unión de lógicas
'
/ y el deseo de embarcarnos en un viaje hacia las incertidum-
~¡bres y los matices:
diversas-, a las que hemos tratado de responder desde dis-
1 .
tintos campos: ello nos ha conducido a configurar un equipo
¿Es válida una imagen de la infancia que no asuma la tem- de investigación 32 heterogéneo, que agrupa antropqlog.os con
poralidad en la que todo proceso de vida está inmerso? pedagogos, músicos y arquitectos. · ··~---··---~---···· " ·· ·· ··
"--------- ... ... - ... ·•···· .. '
32 in-fan-cia · INTRODUCIÓN
33
Hemos elaborado un sistema de análisis focalizado en una En este libro, y en ~1 CD que se adjunta, 34 presentamos.
de conciencia del sentido que ·tienen PªIª__eL nifiº---~~s
e/r: toma "--------~ ""------·- de qué forma un grupo de investigadores ha vivido, conjun~
)experiencias. El sistema alberga preguntas sobre los tiempos tamente con unos niños las presencias del tiempo en ellos
~e la inf~~;i~, sobre sus movimientos y sobre los cambios las relaciones con el espacio, con los objetos, con el mund~
de energía en sus acciones. Cambios que van determinando sonoro, con las interacciones sociales y con el paisaje que
valores temporales en un ir y venir, en un deambular entre el con todo ello se conforma.
tú, el yo, el otro... El intercambio de mi yo en el otro, como Las imágenes Y los vídeos incluidos muestran una forma
nacientes experiencias estéticas, conforma una dinámica de investigar que permite al adulto discurrir al unísono con los
emocional entre el medio y las distintas voluntades de poder, niños -bebés de ocho a catorce meses-, y participar de sus
de ser, de transgredir. { experiencias tomando conciencia de cómo apresan lo que en
Las particulares formas de conocer y de crear que hemos ~ cada momento precisan del mundo para construir sus «iden-
observado en el mundo infantil; su aparente falta de orden, su LJ:idades», .su propia historia.
caos, no son defectos para corregir. Son. generadores y con En los dos prim~ros capítulos del texto se desglosa el
ellos son capaces de aceptar su destino adulto y acoplarse al marco teórico que nos ha· guiado en la observación de los
mundo. Pero, con demasiada frecuencia, el adulto prescinde ritmos infantiles. Son las bases que articulan nuestro trabajo
del niño y, al obligarle a romper sus tiemp~s, no tiene en cuen- como docentes y dan luz a los problemas que generan dificul-
ta que la peculiar aportación que hace cada ser humano a la tades en el trabajo del adulto con la infancia. Limitado por las-.· ..._
sociedad puede ser distinta en cada momento de su vida. posibles redes de complejidades infantiles y porque los niños
La observación de la temporalidad de las actuaciones de
los niños nos ha mostrado la faceta más olvidada de nuestra
s: comunican desde un lenguaje ya roto para el adulto y que,
s1n embargo, alguna vez entendimos.
propia infancia: la forma de conocer que actúa desde la expe- Se trata de establecer un diálogo con la realidad educati-
riencia y que convive en una auténtica fusión con nuestras va en cuanto a las implicaciones que supone ~n estudio de
raíces culturales. la t~mporalidad de las acciones infantiles en la escuela y los
Lo dice Jorge Luís Borges: POSibles procesos de modificación en la creación de redes
temporales. No se trata de un diálogo para describir la reali-
Hace años yo compuse una parábola cuyo protagonista es un hom- dad sin más, sino de dar la luz, iluminar la complejidad natural
bre que en una alta y larga pared que nada nos impide imaginar como de la actuación infantil para que la mirada del adulto cambie·
indefinida y tal vez infinita se propone dibujar el mundo. Va dibujando '
para encontrar vías de nuevos acercamientos didácticos más
naves, anclas, torres, árboles, peces, pájaros, rostros, martillos, jaz-
{r.-viables, más respetuosos y más ricos; para romper los lí~ites
~L,gue separan
mines, espadas, máscaras, nubes y cadenas; cuan.do llega la hora de
la cultura de la infancia de la cultura del adulto.
su muerte, advierte que esas diversas configuraciones componen,
En el tercer capítulo, «Un acercamiento a los ritmos infan-
de manera imprevista, un rostro humano: el suyo. 33
tiles», se presenta el método de investigación como una con-
34 in-fan-cia INTRODUCIÓN
35
creción enfocada a un tema del marco teórico cuyos puntos
.de interpretación se centran en:
....
discontinuidad de las actuaciones infantiles. Se establece
un campo de búsqueda en las emociones que pueden
movilizar los campos de actuación infantiles. En este senti-
..
do, se define una primera hipótesis: «Las emociones gene-
ran la cohesión interna que mantiene, durante tiempos·
muy d~versos, la intención de cada experiencia».
. ~ Finalmente, en el cuarto capítulo se preserifán~unas con-
clusiones referidas a la complejidad con que son capaces ..•·
de vivir los niños el propio discurrir del tiempo y el espacio .
en la temporalidad de sus acciones, en el discurrir de sus
.
.....
ámbitos emotivos, en sus actitudes creativas y en las rela-
.
ciones sociales observadas.
...
36 in-fan-cia
37
1.1. Compartir los ritmos infantiles
separados por fuertes barreras de incomprensión, sino más problema que se intenta resolver.
in-fan-cia
LA ESCUELA: DESARROLLO DE LOS TIEMPOS DE LA INFANCIA 49
48
.
que promueven el aprendizaje de cada niño y los personales
Es esencial .comprender zonas todavía · no resueltas,
ritmos que se producen desde los acercamientos y alejamien-
concretamente en el diálogo educativo, las zonas entre los
tos a los demás seres y a los objetos. La infancia debe ser
.códigos de los diversos lenguajes, muy variados en sentidos
comprendida en la discontinuidad de su aprendizaje desde el
y estilos, tan diversos que crean fronteras entre niño Y adul-
sentido que tienen sus silencios, sus pausas, sus repeticiones
to, entre el equipo investigador y el entorno observado. Sin
Y cambios de campos emocionales. Un diálogo con la infan-
embargo, estos problemas se pueden diluir en el momento
cia debe aceptar sus tiempos de aprender, de reconocer, de
en que aceptemos la comprensión de los códigos desde la
inventar. Tiempos y sentidos de un proceso vital, dinámico,
aleatoriedad que existe en la raíz de todo proceso creativo. ·
que están marcados por la dirección de sus intenciones.
Esta aceptación de la aleatoriedad nos permite también ver
Aceptar lo imprevisible implica una gran sensibilidad por
con los ojos de distintas «culturas» con las que podemos
parte del adulto: supone integrar la temporalidad específica
interactuar si ponemos en acto una empatía hacia los seres
de las actuaciones infantiles y de nuestro diálogo con ellos, en
humanos que nos rodean. nuestras observaciones y actuaciones educativas. Respetar
al niño es aceptar como válido lo imprevisible de sus actua-
ciones, sus contradicciones -aparentes o no-, sus búsque-
1.1.3. La actuación desde una ética de la «otredad»
das. Debemos alentar y no penalizar sus tiempos diversos y
sus ritmos, desde los cuales también se comunican .
El problema educativo se puede reducir ·a. un problema de
Una ética educativa desde la «otredad» impone evaluar a
. vida, y la vida puede ser interpretada, o· más bien «actuada»
cada niño desde la valoración y la escucha. Escuchar para
desde una ética de situaciones que implican la totalidad del
interpretar: interpretar para intentar entender, especialmen-
ser: una ética de la «Otredad». Ética educativa que nos lleva
te aquello que tantas veces nos pasa desapercibido: lo que
a aceptar que todo aquello que se aprende sirve solamente
comunican con sus manos, con sus gestos, con sus voces,
como punto de partida para nuevas y diferentes formas de
a través de las peculiares inflexiones de éstas. Ser partícipes
conocerse a sí.mismo y a los demás: se trata de hacer una
de sus emociones y de las cosas que suceden cada día y que
permanente puesta al día de aquello que nos determina en el
parecen obvias. El maestro es quien mejor las conoce, pero
tiempo y en el espacio. necesita hacerlas conscientes para comprenderlas en pro-
Y es desde una comprensión ética y estética, desde la
fundidad y compartirlas con los propios niños. Una estética
unión de vida y de muerte, de lo biológico y lo social, que el
educativa de la «otredad» implica, así mismo, la aceptación de
problema de la ética educativa presenta soluciones. Se trata
la metáfora y de la transgresión como formas de relación del
de hacer frente desde la educación a circuitos de la sociedad
ser humano con su entorno, y la presencia de éstas, como de
actual vacíos de ética, vacíos de sentidos profundos del ser
la mayor parte de las capacidades del adulto, en el desarrollo
y sin embargo llenos, plenos de la idea de confort que nos
del niño.
llevan a una sobrevaloración de nÓciones no ligadas a la vida,
Es sabido que, desde su nacimiento, el ser humano tiene
ni a las necesidades profundas y, por ende, también básicas
en potencia todas sus capacidades y hace emerger, en cada
del ser humano, en las que tienen poca cabida el desarrollo
momento, aquellas que son viables para su acoplamiento al
intelectual, afectivo y moral a escala terrestre.
mundo. Nace sin que esté finalizado gran parte de su desa-
Para establecer un diálogo con la infancia, es preciso valo-
rrollo neurológico, y ello es la clave de su adaptabilidad, d~ su
rar y sentir sus necesidades profundas, conocer los intereses
59
J
.e
2.1.1. El tiempo: un tejido de múltiles sentidos en la
percepción de la realidad
1
·'·
menudo en ámbitos musicales, que por su misma esencia
Sin embargo, desde una observación de procesos tem-
están muy definidos por el estudio de los ritmos.
porales complejos se pueden intuir las variaciones inter-
En Occidente, la notación musical más ampliamente utili-
nas sin necesidad de que vengan marcadas con precisión
zada, el solfeo, cuyas raíces remontan a l?s trabajos de Guido líneas, direcciones, modulaciones, contrastes de intensidad
d'Arezzo, se caracteriza por una particular manera de repre- . . '
cambios de velocidad, tono o duración. Se asumen juegos
sentar con una notación discontinua el continuo del gesto
~e impulsos e inercias, expansiones y repliegues que dan al
instrumental y del sonido. 47 Se utilizan signos que configuran
ritmo de las acciones carácter de figuras sujetas a medidas
un código de una marcada prescriptividad. Esta connotación,
temporales o espaciales más o menos difusas; o de ondas
que debe mucho al sistema de representación simbólica
que discurren sin un especial carácter métrico, como lee-
discreta que ha caracterizado la notación musical occidental
mos en P?labras de G. Ligueti (1994): «Las diferentes voces
desde el siglo X111, 48 conduée a un análisis de los fenóme-
se encabalgan sin cesar las unas en las otras como olas
nos temporales en tanto que fenómenos que comienzan y sucesivas».
terminan claramente, describiendo un contorno, una forma
representable de modo discreto, mensurable, arquetípico y
repetible puesto que preexiste al acto de su notación. Así 2.1.2 Diálogos entre mente y cuerpo
mismo, desde estos ámbitos, no se consideran como rítmicos en los procesos cognitivos
_aquellos fenómenos cuyas fronte-ras en el tiempo (su comien-
zo, su final) sean difusa~; de la misma manera, quedan fuera
ISABEL CABANELLAS
de toda consideración rítmica las inflexiones internas de toda
acción o movimiento que presenten una descripción conflic- Las células cerebrales de lugares activados (de manera
tiva en cuanto al momento preciso en el que se producen. sincronizada rítmicamente en diversos lugares del cere-
bro) se ensamblan para dar nacimiento a una coordinación
Una vez más, la noción de límite, de espacio o tiempo difuso mental. Se comprueba -en forma de metáfora- que este
queda excluida .del campo de observación. mecanismo es de tipo musical. [ ... ] Es como si nuestra
vida mental se correspondiera con olas que emergen y se
disuelven regularmente.
47. Las notaciones musicales pueden ser descriptivas (acercándose lo VARELA (1998)
más posible a una representación de lo que se quiere oír, así pues, del sonido),
o bien prescriptivas, notando especialmente las acciones que se quiere que
efectúe el músico (el ejemplo más conocido son las tablaturas, que represen- Redescubrir los mecanismos que determinan los juegos con
tan simbólicamente el instrumento musical mismo y determinadas acciones,
codificadas y asociadas al universo gestual y sonoro del instrumento en cues-
el tiempo, las transformaciones rítmicas que constituyen el
tión). La mayor parte de las notaciones participan de una y otra de estas dos actuar de la infancia, nos lleva a pensar en las incógnitas de
posibilidades, en mayor o menor proporción relativa: el solfeo es prescriptivo
pues no representa del sonido más que una parte muy esquemática, aun- los procesos cognitivos, junto con conocimientos teórica-
que contiene de notación descriptiva todo lo que de representación espacial mente constituidos que no pueden ser solamente filosóficos,
del sonido necesitaron los sistemas musicales que evolucionaron en Europa
desde Arezzo: la «nota» refiJ:-iéndose a la escucha «tonal» del sonido por opo- ~edagógicos, sociológicos o artísticos. La imaginación y la
sición a la escucha espectral, las duraciones o «ritmos», refiriéndose a las intuición nos deben acompañar, en un camino más allá del
subdivisiones de estructuras temporales jerárquicas sencillas (representadas
por los compases) e igualmente codificadas en su uso, según los géneros hecho observable. Necesitamos saberes que alberguen y
musicales en cuestión.
fundamenten campos para una observación de los procesos
48. Para una visión más detallada de la cuestión de la notación musical y
su carácter discreto, ver H. Dufour, «L:artifice d'écriture dans la musique occi- temporales de construcción del conocimiento cqngru~nte
dentale», Critique, núm. 408, París (1981).
con nuestras intenciones, flexibles, de búsqueda. '
86 in-fan-cia
EL TIEMPO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD
87
un gesto abandona la vida se le cortan las alas, abandona su Un palo puede ser un caballo si se monta y se salta y se
principio imaginario y nace muerto. corre con él. .. Un espacio con entradas o salidas imaginarias
Los gestos son inciertos, transitorios, directivos en su puede ser una casa, si se entra y sale ...
temporalidad interna, algunas veces microscópica (de uno Un gesto puede surgir de la búsqueda de códigos culturales
a tres segundos én muchos casos). Se corresponden, en aprendidos previamente -el gesto de despedida-, o en sím-
gran parte, a un acercamiento al mundo de tipo emocional no bolos de niveles más complejos·de significación: la palabra.
articulado en las categorías· del lenguaje; suponen la pasión Las acciones simbólicas, que pueden surgir de los gestos,
con que un orador dice sus palabras, la elocuencia de unas tienen muchos niveles de significación. Para interpretar los
formas, la magia de una poesía, los deseos sin nombre, las ritmos infantiles son interesantes aquellos gestos no codifica-
fantasías, los impulsos. El gesto, en definitiva, «es la suma dos, pero que son completos en ellos mismos en cuanto que
indeterminada e inagotable de las razones, las pulsiones, las son parte integrante de una experiencia y que son portadores
perezas que rodean al acto de una atmósfera».72 de un potencial significante importante.
Como investigadores, no podemos cortar nuestras alas Por todo ello, el estudio de la movilidad del gesto en el
a la .sorpresa, a lo fresco y nuevo que puede ofrecernos la tiempo precisa la aceptación de lo incierto e imprevisible.
observación de los gestos infantiles. Un gesto, una mano, un Puede que sea ésta una de las causas de que apenas se
· niño, en diálogos con la materia, con la herramienta que lo ha encuentren trabajos acerca de los primeros gestos infantiles,
_producido, con su propia huella, no se pueden sistematizar sobre la importancia de sus significados y sobre la utilización
con facilidad: más bien se necesita un tipo de pensamiento que hace el niño de sus tiempos y espacios en sus primeras
que permita acercarse sin simplificar, que tenga el mismo producciones sonoras y gráficas.
grado de complejidad que lo que se está observando. De lo Generalmente, en investigaciones sobre la primera infan-
contrario convertimos al niño en objeto «apto para la percep- cia, se ha buscado en el gesto una simple expresión motriz
ción», y en lugar de soñar ante él, nos obligaríamos a hablar, de la mano o del brazo apoyado por una actividad difusa de
a sistematizar, a explicar lo que no es explicable. todo o parte del cuerpo, sin buscar de qué forma existe en
Lo simbólico y lo gestual son dos extremos de un mismo esta actividad la necesidad primordial de comunicarse sim-
fenómeno, y el paso de uno a otro no es excluyente de bólicamente.
ninguno de ellos; al contrario, se interpenetran de manera Se señala esta primera actividad hacia los 10 o 12 ·meses
compleja. en concordancia con la aparición de los primeros pasos y
Los gestos, en t~nto que parte simbólica, tienen como de los primeros elementos del lenguaje por encadenamiento
origen muchos tipos de acción significante. Pueden ser codi- voluntario de vocablos. Pero, sin embargo, nos faltan referen-
ficados, aprendidos o recreados, sin codificar. Pueden surgir cias a estudios sobre el tiempo y el espacio como elemento
de emociones internas -sorpresa, miedo, alegría, gozo, pro- simbólico de la construcción de la identidad en los bebés; así
vocación al otro ...-, expresadas con el control del tiempo y el como las relaciones rítmicas existentes en sincronías directas
espacio en la acción ó bien de memoria de acciones realiza- · entre los gestos motrices comunicantes y los balbuceos que
das con el objeto que va a ser simbolizado. les.acompañan.
Los primeros estudios sobre el gesto gráfico se remontan
al «garabato» y son pocos: Lilian LurQat, Rhoda Kellog, _ Henri
72. Barthes (1992, pág. 164). Wallon, Stern; los análisis de grafismos infantiles de !Isabel
73. Frangois Delalande viene realizando estudios con niños de muy corta
edad desde Jos años ochenta, estudios que se continúan en la actualidad en
una escuela infantil italiana.
74. Naville (1947, pág. 15).
¿
3. Un acercamiento a los
ritmos infantiles
ISABEL CABANELLAS, CLARA ESLAVA
93
tiempos de la observación de los datos filmados) permiten
que las estrategias científicas se evalúen continuamente y
evolucionen a lo largo del proceso.
ISABEL CABANELLAS
infantil. Éstas ·nos han servido tanto para entender mejor a la MATURANA y VARELA (1990, pág. 208)
en una modulación continuada: suave, ligera, uniforme, o ~ Emociones cognitivas, las que guían la acción hacia la
variada con suaves giros expresivos; o bien se produzcan comprensión o el entendimiento de la realidad.
en quiebros discontinuos, cortados, intermitentes por su ~ . Emociones estéticas, la~ que provocan actuaciones en las
impactó y tensión mantenida con fuerza, por sus variacio- que aparece_ el goce con lo gratuito, la empatía con las
nes pesadas, duras o inesperados ... cosas.
~ El carácter dinámico que se observa en la conciencia de ~ Emociones sociales en las relaciones que establecen con
la resistencia del propio material, en el tipo de impulso, o el otro, en la dinámica de actitudes corporales y tempora-
bien en la contención corporal. También nos aportan datos les del yo hacia el exterior; del yo hacia su interior y del yo
las diferencias de fuerza y presión, de tensión-distensión; · implicado en los demás.
así como las actitudes de excitación, calma o activación
sutil.
~ La· coord.inación de los movimientos en la sincronía, la
sucesión, o la disociación. Así como en la precisión de la
manipulación.
~ La disposición espacial según sean su dirección, senti-
do y situación, y según sean las dimensiones espaciales
que dirigen la acción. Según su dirección y s~ntido: movi-
mientos de posición, movimientos de desplazamiento (en
barrido ... ) y movimientos de prehensión. En función de las
dimensiones espaciales: dimensiones cero, uno, superfi-
cie, espacio envolvente, volumen, orientación, situación,
sentido.
79. Ver en el capítulo 2 de este libro los puntos sobre las emocionad
114 in-fan-cia
UN ACERCAMIENTO A LOS RITMOS INFANTILES
115
.
previamente, aunque sí preparar para que se vayan constru-
Esta dinámica se refleja en posibles estrategias de trabajo
yendo en la interacción del propio proceso entre los diversos
.entre las que destacamos: sistemas que se implican. Se produce, de esta forma, una
relación de complementariedad entre las partes y la totalidad:
~ Complementariedad entre «grabación/actuación» y «visio-
unos sistemas técnicos con unas posibilidades determinadas
nado/análisis», ayudando a realizar esta dialéctica Y difí- . '
cerradas en los propios límites de la herramienta, pueden
cil relación educativa. Pararnos ante cada sonrisa de la
construir un sistema de investigación abierto.
infancia y también escapar de su «encanto», sabiendo que
Esto implica que la herramienta videográfica, como cual-
podemos recrear la experiencia repitiendo las secuencias
~uier otra que utilicemos, exige una ética en su aplicación.
para seguir buscando nuevos horizontes de sentido.
Etica que, en palabras de. Varela, «se aproxima más a la sabi-
~ Descubrimiento de lo obvio en lo cotidiano potenciado en
duría que a la razón, más al conocjmiento de lo que es ser
cada momento por el medio audiovisual. Poder percibir en
bueno que a un juicio correcto en una situación dada». a4 una
distintas formas, velocidades, repetición, lo que vemos cada
ética que, además, no responde únicamente a previas inten-
día, rompiendo la rutina que no nos deja a veces encontrar
ciones lógicas, sino que se sitúa en el ámbito de la respuesta
respuestas que, realmente, tenemos delante.
en la situación inmediata, de la acción efectiva, como primera
Y más frecuente forma de conducta.
Sin embargo el vídeo, integrado en un sistema de inves-
·tigación, no es objetivo; la «objetividad» no existe ni aun con
la utilización de un instrumento que graba todo lo que tiene
3.2.2. El montaje
delante de la amplitud de su objetivo. La herramienta está en
manos de observadores que actúan movidos desde su cultura,
El vídeo hace posible trabajar sobre el documento registrado,
intenciones, expectativas, preguntas. Además, el instrumento
rescatar y analizar los roles de los distintos actores y obser-
nunca es un agente neutro, y pasará de ser el medio que cree-
vadores, encontrar metáforas explicativas de los procesos
mos utilizar, a ser un agente transformador de nuestra visión,
plásticos permitiendo aunar la «objetividad de cada instante»
haciendo posible constatar hallazgos antes sólo intuidos.
con una multiplicidad de visiones complementarias y dialó-
Somos nosotros, observadores, con nuestras experiencias
gicas de la realidad grabada. También permite abrir nuevas
internas, acopladas al instrumento que utilizamos, además
preguntas, incluir las propias dudas, o simplemente rescatar
del factor de lo que deseamos describir, los que construimos
Ur)a duda dejando otras para nuevas interpretaciones, sin
una interpretación del mundo, teniendo en cuenta que las
sentir que se pierde lo pospuesto, porque permanece regis-
posibilidades de la investigación videográfica no son la mera
trado. La grabación nos permite contar con las posibilidades
suma de posibilidades del observador y del sistema de gra-
de estructuración de los datos y posterior narración, enri-
bación. .queciéndonos con las «perturbaciones» que las imágenes y
Las posibilidades y límites del observador, junto con las de
sonidos nos ofrecen.
la cámara, los del sujeto u objeto a observar y los del ámbito
El proceso de montaje de lo documentado es, además, un
donde se observa, crean unos nuevos límites con sus carac-
proceso de aprendizaje para el educador-investigador, per-
terísticas particulares. La resultante no es un patrón de inves-
tigación cerrado, sino un método abierto. Los marcos de la
84. Varela (1996, pág. 9)
investigación no se pueden delimitar desde un patrón cerrado
121
4.1. Acercamiento·a las secuencias
rítmicas analizadas
.!
.
4.2. El ritmo actuado desde las forma de comprensión. 'Todo ello conforma un proceso diná-
materias plásticas mico que «in-forma» y se «encarna» en el niño, que está cons-
truyendo un nuevo conocimiento.
ISABEL CABANELLAS Los movimientos realizados para transformar un espa-
cio con materiales plásticos discurren con un alto grado de
Hemos descubierto los peculiares ritmos de cada niño en variables rítmicas producidas por un balanceo o una tensión
cada concreta actuación con materias plásticas cuando tam- de sus gestos que llevan a cambios de dirección, sentido y
bién aparecen entretejidos con los ritmos de los demás niños, alternancias de medida. Dentro de estas variables hemos
donde hemos podido constatar tanto situaciones creativas podido constatar la alternancia de trazos y líneas repetidos
individuales como sociales. en distintas direcciones. Apreciamos la creación de figuras
Las materias plásticas ofrecen la presencia de una super- · cerradas (como pequeños círculos) ·observadas en nuestro
ficie, un umbral de transformaciones, un espacio físico. La estudio desde los ocho meses de edad, en tanto que estas
superficie es un umbral en ella misma: un ejemplo se da alternancias venían señaladas, hasta el presente, en niños de
cuando los niños descubren la superficie del agua y tratan de 1 edades comprendidas entre los dos y· los cuatro años.
penetrar en el misterio de los cambios que se producen entre Se alternan, intencionadamente, tanto el control como la
un medio y otro, transgrediendo este límite y tomando con- ruptura de los límites del papel. Y en este caso, ·¡a acción no
ciencia de ello. La recursividad del sistema no es en absoluto responde necesariamente a una falta de madurez psicomo-
lineal sino fragmentada de forma estallante, múltiple. En pala- triz, sino a otros factores contextuales como pueden ser bien
bras de Bachelard (1978, pág. 20): «Una gota de agua pode- la necesidad de un mayor dominio sobre el campo general del
rosa basta para crear un mundo y para disolver la noche». soporte -la mesa, el suelo, el encerado- o bien un deseo
La voluntad de conocer, experimentar, transformar, comu- de transgresión o una respuesta desde campos emotivos
nicar se traduce en una huella sobre un material que recibe el diversos.
gesto y la vuelve observable a los demás. Cada gesto se sitúa Dentro de las actuaciones con materiales plásticos que
en un nivel de recursividad con la misma materia; así como hemos observado, están los primeros encuentros con la pin-
señal"a el umbral entre el yo y los otros, en el cual toma lugar tura, los juegos con el agua y con la luz.
una constelación de posibles significados. El tipo de propuestas de materias plásticas se ha realizado
Hemos observado que estas múltiples significaciones son con:
implicado en una materia exterior a ellos. Gestos que, según pueden ser purés de zanahorias, remolacha, borraja aglu-
nuestras observaciones, guardan una relación de tipo analó- tinados con queso en porciones fundido.
gico con las envolturas temporales de las emociones que han ~ Ceras blandas con colores naturales como son las tierras
estado en el origen de los mismos. ocres, tierras rojas y con colores básicos rojo carmín, ama-
Los ritmos que se marcan al deslizarse la pintura por una rillo limón, y azul ultramar.
superficie y los que se crean por la disposición espacial de ~ Pinceles de números del 12 al 14 con mango recortado y
las huellas resultantes permiten entender mejor la resonancia redondeado.
con el mundo desde el goce sensorial y desde una nueva ~ Arcilla blanda y semilíquida, purés moldeables.
87. Los objetos son estructuras creadas por la «tallerista», otros objetos
son de uso cotidiano y todos los materiales que para los niños suponen un ele-
mento volumétrico que ocupa un determinado espacio, lo trasladan de fugar,
sienten su peso, lo agrupan, lo separan... /
in-fan-cia
INTERPRETACIONES. RITMOS DESDE LA DIVERSIDAD 135
134
mación de los ·mismos. Se produce un actuar en el que los
lidad de los mismos desde sus movimientos de percusión;
niños tratan de buscar los máximos cambios posibles en los
aparecen movimientos significantes con los que crea ruptu- .
objetos: los utilizan en tiempos y lugares distintos probando ras de la regularidad de sus gestos y, a partir de los sonidos,
su utilidad o funcionalidad en acciones repetidas, muchas encuentra la posibilidad de experimentar conscientemente
veces desde intenciones anticipadas a la acción que con ellos con cambios de tiempos y velocidad.
realizan, llegando a una comprensión de las relaciones esta- Un ejemplo cotidiano es la observación de Kento con guija-
blecidas y a memorizar lo aprendido. rros en el parque de su ciudad. Los tiempos están marcados,
En·' los juegos de experiencias con objetos cotidianos, en este caso, por la intención de cambiar de lugar las peque-
como pueden ser un simple tubo de cartulina, el juego con ñas piedras. Los diferentes espacios aparecen marcados por
guijarros en un parque o cualquier objeto que deslizan sobre escalones señalados en el suelo con un borde de adoquina-
un soporte... nos muestran procesos temporales que se do. En este traslado, el niño tiene en cuenta como dato sig-
desarrollan en un espacio en el que los bebés comprueban, nificativo las variaciones en el tiempo de deslizamiento de las
entre otros, el sentido o la velocidad de la trayectoria de los piedras de sus manos.
objetos al deslizarse sobre una superficie, las nociones de Se trata de repeticiones de la misma acción con variaciones
espacio-s albergantes y objetos albergados que, generalmen- en la intensidad con que lanza las piedras q.l suelo y al mismo
te, cambian significativamente a lo largo de los procesos. tiempo constata las diferencias de tiempo con los continuos
Se producen ejemplos muy claros tanto de ritmos de alter- cambios de lugar. También surge la constatación de las líneas
nancia, como de coexistencia de movimientos globales con de borde y de las superficies en donde realiza su acción.
los de identificación y definición analítica: el bebé que tira Son singularidades de las superficies desde donde coge las
los guijarros buscando su capacidad de lanzamiento, alterna piedras y donde las traslada. Mantiene la misma intención
continuamente en el mismo proceso con el dejar caer las hasta el último momento de esta experiencia. Finalmente, la
piedrecitas, de manera suave, comprobando cómo resulta su intención cambia por el juego de dar y tomar los pequeños
caída. En el lanzamiento observamos una actitud de búsque- guijarros, que inicia el niño con el adulto.
da de sus capacidades, más global, frente a lo analítico de la
búsqueda de la caída de las piedras, como hemos descrito. JULEN, TRECE MESES. DURACIÓN DEL PROCESO,
Estas comprobaciones que se producen en alternancias tem- SESENTA MINUTOS QUE INCLUYE MUCHOS SUBPROCESOS ·
porales van acompañadas también con la necesaria fluctua- DIRIGIDOS CON LA MISMA INTENCIÓN
ción del uso de los segmentos de la mano y del brazo. Un tubo de cartón, que aparece en el aula, despierta el inte-
La duración de los procesos es casi siempre larga en rés de Julen y de Paúl. Se inician una serie de acciones por el
· todos los casos observados. Hemos constatado que suele dominio del objeto. En el deambular de Julen entra en escena
durar entre treinta y cincuenta minutos. otro tubo, esta vez muy pequeño. Julen lo toma con mucho
interés, busca el tubo grande e inicia un juego de relaciones
KENTO, CATORCE MESES. DURACIÓN DEL PROCESO TREINTA ·con los dos objetos. El tubo, que había abandonado, aparece
Y CINCO MINUTOS QUE INCLUYEN VARIOS SUBPROCESOS
ahora de nuevo en sus juegos, pero con una nueva intención,
Kento utiliza los objetos comprobando los ·sonidos que con establecer una relación entre el tubito y el tubo.
ellos puede realilzar. Por ejemplo, con medias cáscaras de El juego lo realiza en tres pasos: Observa las posibilida-
nuez sobre la superficie de una mesa, Kento vive la musica- des de acción, introduce el tubito pequeño en el gran~e y,
. .
138 in-fan-cia INTERPRETACIONES. RITMOS DESDE LA DIVERSIDAD 139
4.4. El tiempo de la producción sonora: Hemos propuesto experiencias con dos tipos de ins-
las actuaciones infantiles frente a trumentos para observar las implicaciones que tienen en
diversas materias plásticas sonoras sus ritmos: instrumentos de percusión e Instrumentos de
cuerda.
·-JUAN JOSÉ ESLAVA
Instrumentos de cuerda
Hemos dedicado una especial atención a los tiempos y
actuaciones de los niños frente a las materias plásticas Los instrumentos de cuerda exigen por parte de los n1nos
sonoras. modulaciones específicas de sus movimientos para que se
La observación de actuaciones llevadas a cabo con ins- produzca el sonido. Nos ofrecen- un campo muy rico para la
trumentos musicales nos ha permitido descubrir la diferente observación del movimiento, de sus formas y tensiones, vis-
modulación de sus movimientos según que el instrumento tos no únicamente como actos aislados (repetidos o no), sino,
fuera de cuerda o de percusión. Los instrumentos musicales además, desde la morfología interna de los mismos (modu-
ofrecen posibilidades muy diversas para expresar la plastici- laciones, cambios ... ), asumiendo el aliento que los produce y
dad de sus movimientos. con el que se funden.
En todos los procesos observados existe una implicación Se escogió, como instrumento de cuerda, una cítara
. personal en la realización, con alto grado de tensión. argentina. Aunque, en unos primeros .momentos, los niños
Los ritmos se ajustan a las experiencias sonoras produ- intentaban producir sonidos golpeando el instrumento con
ciendo cambios en los cuales toman conciencia, no sólo del baquetas, cajas u otras herramientas, entendieron pron-
- mundo externo, sino de su propia capacidad de creación, de to que había otra forma de producir sonido y que, en las
sentir y comprender tiempos y sensaciones, de transgredir, cuerdas, el sonido va creciendo conforme el movimiento se
de relacionarse con el otro._ modula.
La plasticidad de sus movimientos, íntimamente ligada al
objeto, materia o instrumento con el que actúan, nos ha per- PAÚL TRECE MESES. DURACIÓN DEL PROCESO CINCO MINUTOS
mitido observar los sonidos que prod.ucen según el tipo de En el caso de Paúl, se percibe con claridad cada cambio sen-
movimientos: sible que articula entre sí en continuidad con el gesto anterior,
Con los movimientos balísticos, de golpear el instrumento lo cual da, finalmente, un carácter finamente modulado a los
de forma brusca y cori intensidad, en gestos motrices repeti- movimientos.
tivos, los patrones motores permiten tener vía libre al sonido Observamos estos cambios rítmicos de sus movimientos
que se produce, como una huella inmediata y repetida que en el tipo de tensión que nos muestran las manos, en la
puede ir unida a una emoción transgresora por la nueva sen- articulación de los distintos segmentos -muñeca, dedos,
sación provocada por ellos mismos. falanges- que no aparece ni blanda,. ni rígida, sino como
Con los movimientos modulados, a partir del deslizamiento el exponente exterior de una gran concentración interior.
de sus manos, se produce un campo sonoro y emotivo dis- También observamos el desplazarse las yemas de los dedos
tinto que puede llevar como resultado a experiencias emo- por la superficie de las cuerdas de la cítara como un reflejo
cionales de tipo cognitivo, de tiempos lentos que les llevan a de sus ritmos internos ante un nuevo objeto generador de
momentos más reflexivos. sonidos. /
./
niño.
Las observaciones realizadas, sobre la diversidad de utili- 5.3. Discurrir de los ámbitos emotivos
zación de sus tiempos, nos han permitido constatar deseos
de aprendizaje y control del tiempo, complementario al que ISABEL CABANELLAS
RAQUEL POLONIO
Antes del lenguaje verbal, constatamos que existe un
lenguaje simbólico desarrollado por la propia comunidad. se
trata de un lenguaje que permite que los seres humanos se
Lo social es un campo transversal presente en todos los
conecten entre sí y se puedan desarrollar sus estructuras
momentos, en todas las experiencias que hacen que una per-
simbólicas. Estas estructuras están creadas para la comu-
sona fbrme parte de una sociedad, en el sentido de hacerse -
nidad en la que se han constituido. Es la manera de enten-
cargo de las estructuras simbólicas que configuran la socie-
derse entre ellos. Es la única manera de poder llevar a cabo
dad en la cual la persona se encuentra inserta.
la acción Y de ser conscientes cognitivamente de ella. Es el
La complejidad de las relaciones que hemos observado
en los niños en sus actuaciones con las materias plásticas,
~odo en que el niño se forma como un ser social y de poder
Integrarse como parte de una comunidad.
con los objetos o con la escucha de obras musicales, des- 1 El discurrir de los ritmos se rompe siempre para comuni-
taca, también, en sus relaciones sociales: no hemos visto en
car al otro sus vivencias. Desde esta comunicación, los niños
los procesos ·observados que exista una relación lineal de lo
toman conciencia de su propio ser, reflexionan e interiorizan
social a lo individual, ni de lo individual a lo social. Se trata,
la acción. La manera de reflexionar la acción es en forma de
más bien, de una dialógica92 en la que ambas dimensiones
están insertándose en una urdimbre en la que continuamente
«bu~le retroactivo», en el cual entra en juego la intimidad, en el
sentJdo de la toma de conciencia de lo que el niño ha hecho.
se establece una circularidad entre las mismas en función de
Aquí, se introduce tanto lo que se ha hecho como lo que
las necesidades, de las posibilidades de la relación o de la
han hecho los demás. Por tanto se trata del propio hecho de
viabilidad de establecer una empatía con el otro. Los distintos
aprender, del propio proceso de aprendizaje.
ritmos se interfieren en las relaciones sociales, los pequeños
En base a dicho proceso, el niño va cogiendo y seleccio-
movimientos se compenetran o se rompen para crear otro
nando los aspectos de la cultura que le intentan enseñar,
ritmo nuevo.
E.n el grupo de niños hemos observado que se produce
cr~ando una construcción que le permite decidir sobre Jo que
qurere seleccionar para su actuar posterior.
una continua interacción entre ellos, de modo que, cuando un
. En el encuentro con transgresiones creativas, expe-
niño comienza a realizar una acción ante una propuesta des-
nencias estéticas, el grupo de niños va descubriendo las
conocida por él, conoce ya una forma de actuar ante situacio-
herramientas de toma de posición, asimilación y transfor-
nes similares, aprendida en forma de estructuras perceptivas
mación, con el mismo ritmo que Jo realizan sus compañeros
de comportamientos de otros. La observación de las actua-
de grupo. En el grupo se realizan distintas experiencias que
ciones de otros niños les es suficiente para formarse unas
van creando una realidad social e incorporando el aspecto
estructuras perceptivas utilizables en situaciones similares. estético a ella.
La adquisición de estas estructuras se produce sin que sea
Hemos observado que se produce un tipo de comunica-
necesario haber pasado por tal proceso, la observación de
ción expresivo-corporal, en base al código simbólico que el
92. Con anterioridad se ha definido el concepto de dialógico como una propio grupo elabora y establece. Así, el niño es ·capaz de
unión compleja y simple entre dos lógicas que, a su vez, se oponen, pero que
no se anulan y conservan sus antagonismos.
1 reaccionar a sus propios gestos y a ·los de sus compañeros
e interiorizar las posibles conductas de sus interlocutore~ en
166 in-fan-cia
CONCLUSIONES ABIERTAS A NUEVAS INTERPRETACIONES
167
·base a dicha simbología. Se produce una emoción comparti- expectativas pobres que llevan a un empeño de ofrecer a los
. da para actuar con la misma, y esta empatía provoca accio- niños estímulos muy simples, con la engañosa finalidad de
nes rítmicas que fomentan la acción comunicativa entre dos que puedan reproducirlos y con el deseo de buscar siempre
la acción exterior observable. La acción educativa se con-
o más niños.
vierte, por esta causa, en una suerte de catalogación infantil
definida desde unos marcos previos, concebidos por el adulto
5.5. Emerger con los modos de en forma unilateral, al cerrar posibilidades de acercamiento al
según unas expectativas de lo que él piensa que puede espe- tar, por tanto, la evidencia de ese particular e imprevisible
rar de los tiempos y ritmos de aprendizaje de cada niño. Unas ·«orden-desorden» infantil para romper las creencias de la
simplicidad de las actuaciones infantiles. Estas creencias son
generalmente en el adulto, un baluarte de su seguridad, que
93. La elección de la Escuelas Infantiles de los Ayuntamientos de Villaba
y de Pamplona para realizar nuestras investigaciones se debe a que en estas se plantea desde una pretendida cohesión social del grupo
Escuelas se sigue un filosofía educativa en la cual no se produce este salto de
que tiene a su cargo. Por ello, es preciso romper con las/ si m-
nivel que denunciamos.
173
- - (1999), «¿Serán más felices los amantes sin el desgarro de la
(coords.) y otros (2005a), Territorios de la infancia. Diálogos
espera?», entrevista a Humberto Eco por Daniel Soutif en Arte y
entre arquitectura y pedagogía, Barcelona, Graó.
Tiempo, Barcelona, Planeta.
-·- - (2005b), «Espacios para la infancia». In-fan-cia, educar de cero
l
Edelman, G. y Tononi, G., (2002), El universo de la conciencia, Bar-
a seis años, núm. 91, Barcelona (mayo-junio). celona, Crítica.
Cabanellas, l. y Hoyuelos, A. (1995), «La observación de la expresión Eslava, C. y Eslava, J. J. (2003), en AA VV: «Qué hacemos con el niño
plástica en Educación Infantil», Aula de Innovación Educativa, o quién es el niño que va a recibir educación artística», en Educa-
núm. 35, año IV, Barcelona (febrero). ción Artística, núm. 1, Universidad de Valencia, págs. 29-31.
- - (1996) «Bebés y expresión plástica», Cuadernos de Pedagogía, Ganascia, J. G. (1992), «L.:apprentissage par generalisation», Le
núm. 247, Barcelona (mayo), págs. 15-18. Courrier du CNRS, núm 79 (octubre), pág. 71.
- - (1998), Momentos. Cantos entre balbuceos, Pamplona, UPNA. Gardner, H. (1997), Gribuillages et dessins d'enfants, París, Madar-
Cabanellas, 1.; Polonio, R. y Remirez, M. (2004), «Encontrar el aliento ga.
. rítmico de la infancia», Huarte de San Juan, núm. 11, Pamplona, Heidegger, M. (2003), Observaciones relativas al arte-la plástica-el
Universidad Pública de Navarra, págs. 57-61. 1 espacio, Pamplona, Universidad Pública de Navarra.
5
Capra, F. (1998), La trama de la vida, Barcelona, Anagrama. Hoyuelos, A. (1997), «La investigación con vídeo», en actas de Jorna-
Celaya, G. (1976), Los· poemas de Juan de Leceta, Barcelona, El das sobre técnicas de investigación audiovisual, Pamplona.
Bardo. - - (2002), Actas de jornadas sobre educación infantil, Navarra.
Ceruti, M. (1994), «El mito de la omnisciencia y el ojo del observador», - - · (2002), Parlamento de Navarra: comparecencia parlamentaria,
en Watzlawick y Grieg, El ojo del observador, Gedisa, Barcelona. octubre.
Collins, K. P. y Marijuán, P. C. (1997), El cerebro dual. Un acercamiento - - (2003), La complejidad en el pensamiento y obra de Loris Ma-
interdisciplinar a la naturaleza del conocimiento humano y bioló- laguzzi, México, Multimedios.
Cyrulnik, B. y Morin, E., (2005), Diálogos sobre la naturaleza humana, Barcelona, Octaedro.
BIBLIOGRAFÍA 175
174 in-fan-cia
Ligueti, G. (1994), Nueve ensayos sobre la música, París, Contre- Naville (1947), «El dibujo i~fantil», Enfance, núm. especial de 1993.
champs. Palou, S. (2004), Sentir y crecer. El crecimiento emocional en la infan-
Llinás, R. (2003), El cerebro y el mito del yo, 'Barcelona, Belacqua. cia, Barcelona, Grao.
López Melero, M. y otros (2003), Conversando con Maturana de edu- Pasolini, P. P., (1969), «La lengua escrita de la acción», en Ideología y
cación, Málaga, Aljibe. lenguaje cinematográfico, Madrid, Editor Alberto.
Malaguzzi, L. (2001), La educación infantil en Reggio Emilia, Barcelo- Peirce, Ch. S. (1987), Obra Lógico Semiótica, Madrid, Taurus.
na, Rosa Sensat-Octaedro. Prigogine, l. (1988), ¿Tan solo una ilusión? Barcelona, Tusquets.
Mattew9, J. (1999), The art of Chi/dhood and Adolescence, Londres, - - (1991), El nacimiento del tiempo, Barcelona, Tusquets.
Falm.er Press (traducción en castellano por Roser Juanola, edita- Prigogine, l. y Stengers, l. (1990), La nueva alianza. Metamorfosis de
do en Paidós, Barcelona). la ciencia, Madrid, Alianza.
Maturana, H. (1991), «La ciencia y la vida cotidiana», en Watzlawick, Rof Carballo, J. (1964), Medicina y actividad creadora, Madrid, Revista
de Occidente.
Paúl y Krieg Peter (1994), El ojo del observador, Barcelona, Gedi-
Rubia, F. J. (2000), El cerebro nos engaña, Madrid, Temas de Hoy.
sa, y Maturana, H. (1997).
Sánchez Méndez, M. (1999), «Creatividad y convencionalismos so-
- - (1996), «La realidad ¿objetiva o construida?», tomo 11, Funda-
cio-educativos», Arte Individuo y Sociedad, Madrid, Universidad
mentos biológicos del conocimiento, México D. F., Anthropos.
Complutense.
- - (1997), Emociones y lenguaje en educación y política, Santiago
Sebeok, T. A. y Umiker-Sebeok, J. (1987), Sherlock Holmes y Charles
de Chile, Dolmen.
S. Peirce. El método de la investigació':!,, Barcelona, Paidós ..
- - (1997), La.Democracia es una obra de arte, Bogotá, Magiste-
Soutif, D. (1999), «Exponer el tiempo a la aceleración de las velocida-
rio.
des», en Arte y Tiempo, Barcelona, Planeta.
- - (2002), Transformación, Santiago de Chile, Dolmen.
Trías. E. (1996), Diccionario del Espíritu, Barcelona, Planeta.
Maturana, H. y Varela, F. (1990), El árbol del conocimiento, Madrid,
Varela, F., (1992), De cuerpo presente, Barcelona, Gedisa.
Debate.
- - (1996), Ética y acción, Santiago de Chile, Dolmen.
Maturana, H. y Verden-Zoller, G. (2003), Amor y juego, Santiago de
- - (1998), «Olas que emergen y se disuelven», entrevista en Le
Chile, Sáez.
Fígaro, París.
Menchú, R. (2001), Asociación Rigoberta Menchú Tum (ARMT), Ma-
Zeki, S. (2005), Visión interior. Una investigación sobre el arte y el ce-
drid.
rebro, Madrid, Antonio Machado Libros.
Mendia, E. (2003), en AA VV, «Qué hacemos con el niño o quién es el
niño que va a recibir educación artística», en Educación Artística,
núm.1, Universidad de Valencia, pág. 32.
Morin, E. (1975), El cine o el.hombre imaginario, Barcelona, Seix Ba-
rra!.
- - (1981), El Método J. La naturaleza de la naturaleza, Madrid, Cá-
tedra, pág. 111
- - (1988), El Méto.do 111. El conocimiento del conocimiento, Madrid,
Cátedra, pág. 111
- - (2001), Los siete saberes necesarios para la educación del fu-
turo, Barcelona, Paidós.
- - (2002), Educar en la era planetaria, UNESCO, Universidad de
Valladolid.
Acoplamiento· estructural
Compatibilidad entre el ser y el ambiente que se comportan como
fuentes recíprocas de perturbaciones, con recíprocos cambios de
estado.
Cualquier perturbación que llega del medio será «in-formada»
según la coherencia interna del sistema de conocer del sujeto
(Maturana y Varel a, 1984, pág. 90).
Un cuerpo en el espacio existe a través de las interacciones
(acoplamientos) con el ambiente del que depende. Son encuentros
macrofísicos, fuerza muscular, luces, trasducciones sensoriales,
«performances» (patrones) ...
«Los acoplamientos con el ambiente sólo son posibles desde la
prospectiva del sistema. Esto quiere decir que debe haber un "sur-
plus" de significaciones. El ambiente supone un "pretexto" para la
música neuronal desde la prospectiva del sistema cognitivo impli-
cado» (Francisco Varela, Un know-how per l'etica, /ezione italiane,
Laterza, 1992).
Actitudes
Puesta a punto del organismo y toma de postura ante las situacio-
1
nes. Predispone al acoplamiento estructural como movimiento de
179
1
-'·
Complejidad (sistema complejo)
acercamiento o de «encorpamiento» hacia el entorno en tiempos,
El sistema complejo se define en oposición a un sistema lineal. Se
intensidad y modos.
dice de un sistema complejo al que lleva implícito la idea de ignoran-
La puesta a punto la da el tono. Se necesita plasticidad tónica y
cia contingente, que una ampliación de conocimiento bastaría para
postura!.
sobrepasar. Debemos tener en cuenta que en un sistema complejo
Hay actitudes funcionales que dinamizan cada función.
nuestro discurso se aplica contemporáneamente a lo que conoce-
Cualquier actividad solamente puede efectuarse si viene acompa-
mos y a lo que ignoramos, a sabiendas de que lo ignoramos. Los
ñada por una actitud que la sitúa en el organismo y le da dirección.
nudos o interferencias que en un sistema lineal pudieran aparecer
Háy actitudes encaminadas a una función determinada y actitudes
como destructoras de información, desde la aceptación de la com-
múltiples, complejas, que organizan un cierto número de funciones.
plejidad de un sistema, pueden crear conocimiento a través de hacer
La orientación de actitudes es espaciotemporal y planifica, prevé y
referencia a la información que no poseemos.
programa para actuar.
El pensamiento complejo aspira al conocimiento multidimensio-
nal, pero sabe que éste en plenitud es inalcanzable, es como una
Aleatorio
línea del horizonte real, constatable y siempre inalcanzable. «La con-
Lo que ocurre o no ocurre dependiendo del azar.
ciencia de la complejidad nos hace comprender que no podremos
escapar jamás a la incertidumbre y que jamás podremos tener un
Ámbitos·
saber total» (Edgar Morin).
Experiencia del lugar que ocupan (habitan) objetos inmóviles, en
movimiento o cambiantes.
Comunicación
Mecanismo que regula la integración de las personas.
Caos Transmisión consciente de la dinámica nerviosa que se experi-
En la Antigua Grecia significaba lo oscuro, el abismo de donde pro-
menta en las operaciones de distancias posibles entre lo interno y
ceden todas las cosas.
Jo externo.
En esta obra hace referencia a los sistemas que presentan un
Sincronía del propio ritmo con el del ambiente.
comportamiento impredecible y aparentemente aleatorio. Como
Coordinación conductual que se observa como resultado de fas
caminos que conducen a: lo improbable, lo complejo, lo diverso, lo
conductas que se dan en un acoplamiento social.
asimétrico, la autoorganización, lo nuevo. Vías que llevan implícita
Surge de la información que el sujeto tiene de sí mismo y se vuel-
una dialéctica entre azar y necesidad, y un rechazo a todo universo
ve significado para transmitir.
estático.
Consciencia
Cognición
Actitud que se vuelve sobre sí misma. Que evoluciona a partir de los
Proceso «enactivo» de construcción del conocimiento (ver enacción
estados emocionales, al darse cuenta el ser humano de la existencia
de Francisco Varela).
de unos patrones que disparan la acción, desde los cuales se esta-
blecen relaciones entre el organismo y el objeto exterior: el organis-
Campo de actuación
mo que entra en relación con algún objeto o situación, y el objeto 0
Modalidad particular de operaciones diferenciadas que posibilitan
situación implicado en la relación que causa un cambio en el organis-
grupos de actividades. Disposición inteligente a situaciones especí-
mo. La consciencia de una actitud se tiene a partir de que vembs los
ficas coherentes.
.de nuestras actitudes (Mead)· Disposiciones dinámicas del cuerpo que especifican los ámbitos de
acciones en los que opera el ser en cada instante.
Consciencia primaria La emoción define el ámbito en que se produce una acción (un
Integración de percepciones, acciones e intenciones que ayud.anta movimiento o una posición interna del cuerpo).
. lejos en el amb1en e
abstraer organizar y evidenciar cambiOS comp . «Cualquier encuentro se valora como agradable, desagradable,
. dicad;s por señales paralelas múltiples. Permite regular la Jmp~r indiferente... Esta valoración es inseparable del modo en el cual el
Jn . 1 • de estímulos en los ter-
tancia de las diversas partes de un comp eJO . acontecimiento del acoplamiento encuentra una unidad perceptiva-
. del propio deseo adaptativo individual y, sobre todo, gUJ~r sus motriz funcionando y da lugar a una intención, deseo, cualidad única
:~::nes y sus comportamientos para alcanzar LJn objetivo particular. del conocimiento viviente» (Varela, Un know-how per l'etica, lezione
Consciencia de·orden superior cunstancia y en directa dependencia del sistema del sujeto cognos-
. oyectos que constru-
d cente.
p roce So de. reorganización de recuer os y pr .
modelo
identidad personal. Permite desarro 11 ar un
.ye un mo delo de
interno de presente, pasado y futuro. . 1 Espacio existencial
. dios para liberar e
Ambos tipos de consciencia proporcionan me Peculiar forma de acoplamiento con el entorno.
comportamiento animal de la esclavitud de los acontecimientos en Orientación general del ser humano en su ámbito.
curso. (G. Edelman, op. cit.) «Imagen interna del ambiente que hace emerger el esquema
corporal junto con arquetipos, esquemas sociales e historias perso-
nales» (Francisco Varela)
Conocer
Computar lo computado (por las neuronas). Sistema estable de relaciones tridimensionales entre objetos sig-
· t · la computación que
La información no es lo importan e, sJno nificativos.
extrae información del universo. Sistema de imágenes internas que contiene organizaciones de
direcciones, nodos o lugares, regiones y desplazamientos.
Dialógico
, • una unión compleja Y
Complementariedad y antagonismo 1ogJco. Estructura sensoriomotriz
. oponen. pero que no se
simple entre dos lógicas que, a su vez, se ' Modo en el cual el sistema nervioso relaciona las superficies senso-
anulan y conservan sus antagonismos. riales y motrices actuando en un mundo que depende del percep-
tor.
GLOSARIO 183
in-fan-cia
182
Estructura cognitiva Investigar
Pensamiento complejo
Gesto
Aquel que rechaza las consecuencias mutilantes, reduccionistas,
Para Roland Barthes (1992, pág. 164) es: «la suma indeterminada e
unidimensionales y cegadoras de una simplificación que se toma por
inagotable de las razones, las pulsiones, las perezas que rodean al
reflejo de aquello que hubiere de real en la realidad.
acto de una atmósfera».
En general se · define como una simple expresión motriz de la Percepción (acción perceptiva)
mano o del brazo apoyado por una actividad difusa de todo o parte
Acción guiada perceptivamente, «en-corpada» en procesos sanso-
del cuerpo, sin buscar de qué forma existe en esta actividad la nece-
motores, posibilitada por esquemas sensoriomotrices que han confi-
sidad primordial de comunicarse simbólicamente, sin embargo para gurado estructuras cognitivas.
nuestro estudio lo simbólico y lo gestual son dos extremos de un
mismo-fenómeno, y el paso de uno a otro no es excluyente de ningu- Representación mental
no de ellos; al contrario, se interpenetran de manera compleja.
La construcción de cada imagen mental supone una serie de proce-
sos que hacen posible sucesivos y nuevos nacimientos, un emerger
Huella
que sea efectivo para cada circunstancia. «La cognición deja de ser
Permanencia de un gesto sobre una materia capaz de recibirlo.
un dispositivo que resuelve problemas mediante representaciones,
Permite categorizar la presencia de un umbral comunicante en el cual
para hacer emerger un mundo donde el único requisito es que la
ambos extremos, acciones y materia exteri?r modificada, están pre-
acción sea efectiva ... » (Varela, 1990, pág. 108).
sentes en diferentes proporciones y relaciones de jerarquía, según
las prioridades y necesidades de expresión de cada circunstancia,
individuo y marco cultural.
GLOSARIO
184 in-fan-cia 185
Ritmos infantiles Tiempo
En esta obra se definen como redes abiertas de sucesos tempora- P~riodo durante el que tiene lugar una acción o acontecimiento. o
les: variaciones internas de un gesto o de un movimiento corporal, :~~e~sión que repr~~enta una sucesión de dichas acciones o ac~n-
sin necesidad de que vengan marcadas con precisión: la velocidad, eclmlentos ... Suceslon de múltiples sentidos tejidos en la percepción
la densidad, o del fluir espacial de un movimiento, ni las líneas, direc- de la realidad.
ciones, modulaciones, contrastes de intensidad, cambios de veloci-
dad, tono o duración. Se asumen desde este concepto de ritmo los
juegos de impulsos e inercias, expansiones y repliegues que le dan
a las acciones carácter de figuras sujetas a medidas temporales o
espaciales más o menos difusas; o de ondas que discurren sin un
especial carácter métrico, líneas, direcciones, modulaciones, con-
trastes de intensidad, cambios de velocidad, tono o duración.
1
Sentidos •
Consciencia de la dinámica de acoplamientos con el ámbito.
Modo particular de entender una cosa.
Significados
Acotamiento social de1 modo de entender una cosa o una determina-
da dinámica. Comparece en el reconocimiento de la propia acción en ·
su relación probable con las réplicas que suscitará en los otros.
Símbolo
Un lugar límite, de frontera, entre señales sensibles y los significados
(ideas; conceptos) que de las acciones y de las señales trascienden.
Surge de acciones simbolizantes para evocar una realidad que no
está presente.
Temporalidad
Duración de una vivencia interior, subjetiva, que está estrechamente
ligada a la memoria de nuestra personal relación con el tiempo. La
temporalidad del hombre de épocas pasadas en las que las velocida-
des de desplazamiento y Jos medios de comunicación eran muy len-
tos era de un fluir simple, más o menos homogéneo. La temporalidad
del hombre de hoy es una temporalidad troceada, laminada, como si
estuviera distribuida en mil capas, más o menos herméticas entre las
cuales cada uno salta según las técnicas disponibles hoy en día.
189
Juan José Eslava Cabanellas (Gijón, 1970) Y práctica del Proyecto)>, ·del departamento de proyectos arquitectó-·
Se formó como compositor en: Conservatorio Superior de Zaragoza, nicos de la ETSAM (Madrid).
Conservatorio Nacional Superior de París, Instituto de Investigación de Autora de diversos artículos en Revistas especializadas de
Música Contemporánea «IRCAM» (Cursos de composición e informáti- Educación Infantil y en Revistas Universitarias sobre el tema de espa-
ca musical). Completa su formación musical en: Szombathely, Veruela, cios infantiles y su documentación vídeográfica.
«Centre-Acanthes» y «Foundation Royaumont-Voix-Nouvelles». Es coautora con Isabel Cabanellas del libro Territorios de la
Paralelamente desarrolla su labor investigadora como miembro del Infancia: Diálogos entre Arquitectura y Pedagogía.
Equipo de Investigación En torno al hecho creativo de la Universidad Actualmente tiene su propio estudio de arquitectura en Madrid
Pública de Navarra donde obtiene la Suficiencia Investigadora. Ha parti- desarrollando diversos proyectos de espacios públicos, espacios d~
cipado como investigador en un estudio que profundiza en los aspectos juego infantiles y centros educativos.
rítmico-musicales en torno a procesos creativos en la primera infancia.
Como compositor ha escrito para varias entidades españolas: Raquel Polonio Rubio (Pamplona, 1978)
Fundación Pablo Sarasate, Quincena Musical de San Sebastián. Diploma de Estudios Avanzados en el Programa de Doctorado:
Participa en varios festivales: Aix-en-Provence, Résonnances, Sinkro, Comprender la Cultura Artística visual y musical en la Universidad
SICMF-2007 en Seul, Corea, México. Trabaja con las orquestas Pablo Pública de Navarra en los temas: Vídeo Investigación. Recorriendo el
Sarasate, Orchestre du Capitole de Toulouse, el Ensemble Court- espacio. Deambulando por las posibilidades.
Circuit, lo~ dire.ctores Valade e Izquierdo, los solistas Estellés, David, Licenciada en Sociología por la Universidad Pública de Navarra.
. Silguero, Jodelet, Watanabe, Weiping y otros. Durante tres años realizó un Postgrado en el Centro Superior de
Ha compuesto la música del vídeo «Momentos. Cantos entre bal- Innovación Educativa, desarrollando actividades en el área de audio-
buceos» y del CD «Ritmos infantiles». visuales y de apoyo al profesorado en el tema de «elearning».
Actualmente, realiza un proyecto para percusión, electrónica y Miembro del Equipo de Investigación «En torno al hecho creativo»
vídeo (desarrollado en el IRCAM y en el «Kunitachi-College-of-Music», participando en Proyectos patrocinados por el Ministerio de Cienci~
Japón), escribe una pieza encargo de la «Orquesta de la Comunidad Y Tecnología, I+D, y por el Gobierno de Navarra sobre: Procesos rit-
de Madrid» y una pieza para Koto solo. micotemporales en torno al hecho creativo. Contenidos del diseño
Eslava vive actualmente en Japón, Tokyo. curricular base en educación infantil. Estudio de actitudes y estrate-
gias del conocer en el campo de la Expresión plástica.
Ma Clara Eslava Cabanellas (Pamplona, 1972) Coautora del libro: Territorios de la infancia. Acercamientos en
Estudios universitarios en la Facultad de Arquitectura (ETSAUN), de la torno a la experiencia del espacio. Colaboradora en la creación de un
Universidad de Navarra. Simultáneamente cursa materias de Historia CD interactivo; Ritmos Infantiles, y en diversos artículos sobre temas
de infancia.
del Arte en el Departamento de Humanidades de la misma Universidad
y en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. Amplía sus estudios de Ha realizado vídeos de diversas temáticas tanto de empresa,
Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de ~ESA, Ecole Spéciale como de arte y de educación. Cabe destacar el Vídeo titulado: EN EL
d'Architecture de París, bajo la Dirección pedagógica de Paul Virilio. TALLER. Encargado y realizado conjuntamente con Antonio Eslava e
Isabel Cabanellas en enero de 2007.
Realizó los estudios de doctorado en el programa «Comprender
la cultura artística», del Departamento de Psicología y Pedagogía Actualmente continúa desarrollando su labor profesional en dos
de la Universidad Pública de Navarra. En esta Universidad ha sido vertientes: Una empresarial y otra de carácter de investigación sobre
colaboradora en proyectos de investigación sobre procesos rítmicos temas de Arte, realizando un proyecto audiovisual en equipo con J.J.
Eslava y A. Eslava.
infantiles. Obtiene la Suficiencia Investigadora en el programa «Teoría