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RINOPLASTIA

Que la rinoplastia es una cirugía dolorosa, que su despertar es traumático, que deja
moretones e inflamación en el rostro, en fin.
Son muchos los mitos y temores que la mayoría de las personas tienen frente a la rinoplastia,
todos seguramente argumentados en experiencias propias o cercanas, debido a las técnicas
antiguas de este procedimiento quirúrgico.
Pero las cosas han cambiado. “La rinoplastia es la cirugía a través de la cual se hace la
escultura o moldeamiento de la nariz; se puede realizar con finalidad estética (cambiar
tamaño, forma, localización de los cartílagos) o funcional (corregir fracturas antiguas
(secuelas como deformación o lateralización nasal). Hace varios años era una cirugía
bastante traumática, pero la evolución de la medicina ha permitido que hoy sea un
procedimiento ambulatorio que no produce dolor”, afirma Alfredo Mendoza,
otorrinolaringólogo, especializado en Cirugía Plástica Facial.
Según profesional de la salud, aunque anteriormente se trataba de una cirugía muy
dolorosa, los avances han dado un giro total que beneficia a aquellos pacientes que
buscan corregir defectos de su nariz.
“Anteriormente al paciente se le inflamaba el rostro, le quedaban moretones, se le debían
poner tapones o mechas nasales que le impedían respirar, haciendo que su despertar fuera
traumático porque sentían que se ahogaban, se agitaban y aumentaba su frecuencia
cardíaca, haciendo que tuviera bastante sangrado”, dice Mendoza.
“Actualmente las técnicas son menos invasivas, entonces no se lesionan otros tejidos, se
realiza con material de instrumentación de microcirugía, el cual es muy fino, pequeño y de
titanio, lo cual permite tener exactitud al momento de fisurar, no se hacen incisiones
externas, se mantienen los tejidos intactos, no se rasgan músculos ni piel, los puntos se
hacen internos y los medicamentos en el postoperatorio han avanzado; todo esto hace que
actualmente en la rinoplastia no duela absolutamente nada”, agrega.
Dice que la máxima incomodidad que se tiene en una rinoplastia, es un poco de secreción
como especie de congestión, pero sin dolor.
Luego de la cirugía el paciente respira inmediatamente por la nariz y sólo necesita de ciertos
cuidados básicos.
Elija bien su nariz
La misma importancia que tiene el bienestar del paciente luego de la cirugía, la tiene la
satisfacción del mismo con el resultado final de la cirugía.
Por esta razón, es importante que se tengan en cuenta ciertos aspectos a la hora de
someterse a una rinoplastia, para saber elegir bien el tipo de nariz y de esta manera
obtener un resultado exitoso.
“Es importante que entre el médico y el paciente se elija el tipo de nariz que más le
convenga a quien se somete a la cirugía; para ello hay varios aspectos que el cirujano debe
explicarle al paciente, porque éste último llega con unas expectativas que se deben llenar”,
señala el Otorrinolaringólogo.
El paciente debe ser consiente de los aspectos que se deben tener en cuenta para que elija
bien.
“Cuando el paciente va a consulta se le debe hacer un estudio de toda su fisionomía no sólo
a nivel facial sino con respecto a todo el componente del paciente, por ejemplo, su estatura,
contextura, raza, estructuras óseas del rostro como, pómulos prominentes o reducidos,
mentón corto o pronunciado, la distancia entre los ojos y la boca, es decir, se debe mirar
todo el contorno de la persona, de los pies a la cabeza, porque en mi concepto las narices se
deben ver totalmente naturales y ninguna nariz se debe parecer a otra, entonces se le hace
un estudio fotográfico digital al paciente, en el que se le muestre cómo quedarán con la
nariz que se les sugiere”, indica el Especialista.
“Esto es porque a veces el paciente llega con expectativas diferentes a las que le convienen
e incluso con fotografías de cómo quiere que le quede su nariz, entonces se le muestran las
dos opciones y él elige con cuál se queda; para todo eso es importante saber que no se
manejan medidas absolutas sino proporciones, que dependen del rostro del paciente y su
fisionomía”, añande.
Otras diferencias
Existen otras diferencias importantes entre la rinoplastia convencional y la actual, según
Alfredo Mendoza:
* Anteriormente el paciente debía quedarse hospitalizado, hoy la cirugía es ambulatoria.
* La cirugía duraba entre 4 y 5 horas, mientras en la actualidad se gasta unos 90 minutos.
* Ya no se usan tampones ni mechas, el paciente sale respirando normalmente por la nariz.
* El sangrado de la cirugía actual es mínimo.
* No hay moretones
* La incapacidad es mínima, si el paciente no realiza trabajo de fuerza, puede estar 5 días
después retornando a sus labores diarias.
* Los cuidados bastan con no exponerse al sol, usar vendas frías, aplicar antibióticos y
desinflamatorios, además de usar unas gotas para hacer lavados nasales y no hacer ejercicio
por un mes.

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