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La Biografía de la Vida 15. Multicelularidad


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En la última entrada de esta serie sobre la Biograf ía de la Vida completamos


nuestros conocimientos sobre la genética y la herencia de los organismos que vivían durante el
Proterozoico, un periodo tan vasto que transcurrió desde hace 2.500 hasta 542 millones de años. Lo
sorprendente es que las mismas estrategias de entonces son las que utilizan los seres vivos de hoy en
día. Hoy vamos a avanzar en el camino de estos individuos con una inmersión en una nueva habilidad: la
célula eucariota se busca socios para crear complejidad vía la multicelularidad. Adelanto que no hay una
especie de “LUCA”, un ancestro común, de los organismos pluricelulares, siendo esta particularidad
resultado de la evolución a partir de diversas y dif erentes eucariotas.

Multicelularidad

Si por organismo multicelular entendemos simplemente el f ormado por varias células, entonces la
multicelularidad es tan antigua como los más antiguos f ósiles. Sin embargo la mayoría de los biólogos
distinguen entre organismos coloniales y los verdaderamente multicelulares, aunque sea dif ícil precisar
COMENT ARIOS el matiz que los distingue. Los auténticos multicelulares presentan una cierta relación de
interdependencia entre sus células y además las tienen de varios tipos, cada una de ellas especializada
RECIENT ES
en funciones diferentes. Las células se mantienen unidas dentro de una especie de membrana y tienen la
Macluskey en El cuento de
capacidad de inf luir sobre el desarrollo de sus vecinas. Además, los espacios intercelulares suelen estar
la neuro na I rellenos de moléculas estructurales, como pueden ser la proteína colágeno o la molécula inorgánica
jlese en Explo rando el hidroxiapatita, responsable de la dureza de los huesos.
álgebra geo métrica 12 – El
Si se admite el anterior criterio, la multicelularidad se ha producido en varias ocasiones tanto en tiempos
álgebra geo métrica del
de procariotas como con las eucariotas. Incluso las colonias bacterianas podrían ser multicelulares, ya
plano euclídeo que en ellas las células individuales se comunican y f orman subgrupos con comportamientos
Ro ger Balsach en especializados.
Explo rando el álgebra
¿Por qué ha aparecido la multicelularidad tantas veces a lo largo de la historia? Posiblemente porque es
geo métrica 12 – El álgebra
el resultado de la adaptación al medio. Quizás un entorno hostil llevó a un pequeño ser unicelular a
geo métrica del plano
tener que protegerse asociándose y creando un entorno interno controlado. O bien, quizás f ue su
euclídeo respuesta def ensiva f rente a la amenaza de los depredadores incrementando su tamaño para
Manuelll en Histo ria de un protegerse, cosa que conseguía metido en un grupo; o puede que constituyera una asociación que
igno rante… ma no n mejoraba la capacidad de movimiento de sus individuos y por ello podían acercarse al alimento o
tro ppo . La So nata escapar del depredador más f ácilmente.
Waldstein de Beetho ven Sea como f uere parece ser que la multicelularidad es un proceso prácticamente ineludible como así lo
Teo ría de xo go s (XX): Os
sugiere las conclusiones de un trabajo de laboratorio [1] en el que a unas levaduras les bastó solamente
tenistas (II) – Cienció n de 100 generaciones en un tubo de ensayo para agruparse en una especie de copos. Y no sólo esto, sino
Breo gán en Teo ría de que crecían de tamaño, se reproducían e incluso se producía una dif erenciación entre sus células.
juego s Características todas ellas propias de un organismo multicelular.

Se sabe que los seres unicelulares independientes disponen de las mismas herramientas, aunque más
SPAM BLOQUEADO
sencillas, que las que utilizan los pluricelulares para construir sus organismos. Disponen de las mismas
295.528 proteínas que sirven de unión, como un velcro, con las células de su entorno. Disponen de las mismas
s pam co mments proteínas que transmiten mensajes y generan reacciones en sus más próximas vecinas. Sobre sus
membranas exteriores también pueden encontrarse moléculas de colágeno. Las proteínas que regulan la
CAT EGORÍAS gastrulación embrionaria de los organismos pluricelulares las encontramos en los seres unicelulares,
posiblemente para dirigir sus ciclos vitales. Sólo bastó acomodar la f unción de los genes ya existentes
Elegir catego ría
en las células individuales de f orma que pasaron a coordinar f unciones dif erentes a las que
controlaban hasta entonces. Y esto no f ue una tarea ardua ya que se conocen diversos mecanismos
DOCUMENT ACIÓN evolutivos de los genes que pudieron f acilitar este cambio: o por su duplicación, o bien
Có mo usar Wo rdpress barajando exones con otros genes, o ejecutando modif icaciones en sus redes de relaciones o
simplemente acomodándose a la nueva f unción.
ARCHIVO
Las posibles estrategias de def ensa que f omentaron la multicelularidad y que hemos comentado más
Elegir mes
arriba, han sido comprobadas mediante diversos experimentos [2] con algas unicelulares a las que se les

2/9 Webpagepdf.com
ha dejado reproducir libremente. Tras unas mil generaciones se las ha mezclado con predadores
también unicelulares. Unas cien generaciones más tarde estas algas se habían asociado f ormando unas
bolas de dieciocho individuos, lo suf icientemente grandes como para que no f ueran engullidos por el
predador y lo suf icientemente pequeña como para que la luz solar llegara a todos sus miembros.

La conclusión que se extrae de lo anterior es que el salto a la multicelularidad en la naturaleza no f ue


tan especial, las habilidades estaban allí, sólo había que motivarlas. De lo demás se encargó la selección
natural. Aunque bien hay que reconocer que la tarea le tuvo ocupada casi dos mil millones de años.

(A partir de Wikimedia , CC BY-SA 3.0 Unported)

No todos los organismos multicelulares se crearon de la misma manera. Las opiniones más
contrastadas apuestan por hasta cuatro tipos de inicios: Un tipo surgiría con el f allo en la división
celular paterna por el que no llegan a producirse células hijas, sino que queda una gran masa
citoplasmática con muchos núcleos envuelta en una membrana, que más tarde se transf ormará en un
grupo de células independientes. O simplemente la división celular sí se produce y el f allo viene justo
después, tras el cual las células hijas son incapaces de separarse. Una tercera posibilidad apunta a lo
que parece más plausible, es decir, que el ser pluricelular sería el resultado de la unión de varias células
independientes que comienzan a colaborar a un mismo nivel de rol vivencial. Una última hipótesis
postula que el organismo multicelular se produjo como un organismo “quimérico” tras unas simbiosis, en
la que cada célula aporta su grano de arena a la asociación según sus habilidades.

Ya hablamos en la entrada número 12 de esta serie acerca de la eucariota Grypania spiralis, cuyas
evidencias f ósiles son muy antiguas (2.100 millones de años), y de la que se cree que era un organismo
que optó por la modalidad de no dividir su citoplasma. Forma unos f ósiles del tipo de “películas de
carbón”, unas improntas bidimensionales encontradas en las rocas del Proterozoico. Posiblemente
f ormaban tapetes bacterianos, aunque algunos tienen unos elementos como escamas y pedúnculos
que se asemejan a algas.

Reconstrucción virtual de la morfología externa


(izquierda) e interna (derecha) de uno de los fósiles de
Gabón datados en 2.100 millones de años (Abderrazak El
Albani et al, 2010, Nature, ver nota a pie de página
número 3., fair use)

También hemos hablado de los controvertidos f ósiles del Gabón, datados hace unos 2.100 millones de
años. Por la época serían bacterias, y se han conservado gracias a que su materia orgánica se había
piritizado entre sedimentos. Al estudiarlos mediante técnicas de microtomograf ía y de espectrometría de
masas se ha visto que tanto sus estructuras como sus propiedades químicas correspondían a restos
de seres vivos multicelulares.[3]

Pero realmente la eucariota multicelular más antigua puede que sea el metazoo Horodyskia. Sus f ósiles
se han encontrado en rocas [4] que datan de hace unos 1.500 a 900 millones de años. Se les describe
como una cadena de perlas conectadas por sus pies mediante una especie de zarcillo. Al comparar
estos f ósiles situados en un entorno muy próximo se ha visto que se reorganizaban a medida que el
sedimento donde se encontraban crecía de espesor, reagrupándose los especímenes más pequeños
f ormando unos más grandes.

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Fósiles de Horodyskia y representación artística de sus colonias (Fedonkin y Yochelson,
2002, ver nota a pie de página 4., fair use)

De la misma época, 1.560 millones de años, serían los f ósiles de lo que parecen unos organismos
multicelulares macroscópicos -de hasta 30 centímeros- encontrados en el yacimiento chino conocido
como Gaoyuzhuang Formation.[5]La comparación con plantas del tipo taloide, es decir, las que no tienen
tallos, hojas ni raíces -como las más primitivas colonizadoras del medio terrestre-, sugiere que debían
ser organismos f otosintéticos y que, por tanto, habrían sido actores importantes en el aumento del
oxígeno libre en nuestro planeta.

También se han encontrado impresiones y surcos en rocas australianas y de la India, de hace 1.200
millones de años, que semejan las huellas producidas por organismos móviles.

En cualquier caso, tanto los antiguos acritarcos como los ya evolucionados organismos multicelulares
eucariotas, se dirigían hacia una f ase de mayor diversif icación y complejidad, cuyo prólogo se dio hace
más de 1.000 millones de años. Sería posible, aunque de f orma especulativa, que esta expansión
estuviera correlacionada con el f inal de un periodo de estabilidad global. Aunque sí podemos conjeturar
una consecuencia de la multicelularidad. Como podemos ver en la curva que ya mostramos en la entrada
inicial del Proterozoico, la número 10, y que repetimos aquí, la época del inicio de la escalada de la
multicelularidad se adelanta a la del segundo despegue de la concentración de O2 en la atmósf era
terrestre.

Evolución del contenido atmosférico de oxígeno a lo largo de


los últimos 3.800 millones de años (Wikimedia , CC BY-SA
3.0)

El O2 es esencial para la síntesis a gran escala del colágeno, que como ya se ha comentado es a su vez
un elemento esencial en la estabilidad estructural de los organismos pluricelulares. No sabemos muy
bien el porqué, pero sí es cierto que lo que estaba pasando inf luyó y mucho. La existencia de un único
supercontinente (Rodinia), la f ragmentación de los habitats al disgregarse paulatinamente por las
f uerzas geológicas, los pequeños cambios climáticos durante un prolongado periodo de estabilidad,
etc, dibujan un escenario en el que había apareciendo un conjunto de nuevos vectores que cambiaron
los niveles de presión selectiva. Bien pudo ser que el incremento del O2 impulsara el inicio de la radiación
de las eucariotas hacia los organismos vivos actuales.

Fuera lo que f uera, no consideremos a la multicelularidad propiamente como un “avance” sino como una
alternativa más de supervivencia, en unos momentos en que se pudieron estar abriendo nuevos nichos
ecológicos dispuestos a ser colonizados por organismos con capacidades no vistas hasta entonces.
Sin menospreciar el hecho de que estas capacidades novedosas f ueran el f actor selectivo preciso para
medrar, al usar nuevos procedimientos, en los hábitats de siempre. Sin lugar a dudas la multicelularidad,
por sí misma, f ue un hito en el devenir f ilogenético que hizo posible a ciertos organismos la conquista
de nuevas habilidades biológicas, como pudo ser la especialización de las células por f unciones vitales
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o la propagación por células con capacidad de reproducción, que a f in de cuentas son las que llevaron a
las espectaculares f ormas de vida actuales, que tanto nos asombran a los humanos.

La Vida se hace definitivamente compleja

Los organismos que vivían en aquella época se encontraron con una amenaza adicional que debieron
sortear: La ya comentada glaciación “bola de nieve” de hace 700 millones de años.

En esta época, como ya sabemos, la biosf era estaba constituida básicamente por microorganismos
acuáticos. Muchos de ellos se extinguieron como consecuencia del f río y la vida estuvo a punto de
desaparecer por completo del planeta. La pregunta es ¿cómo pudo subsistir durante los largos años de
“snow ball”?

Se cree que algunos organismos pudieron sobrevivir porque al congelarse lentamente el agua a lo largo
del pausado transcurrir de los millones de años, se transf ormó en un hielo muy transparente. La escasa
luz que lograba atravesar la enorme capa de hielo sobre el mar bastaba para mantener el primer eslabón
de la cadena alimenticia. Otros organismos seguían manteniéndose en los ecosistemas de las dorsales
oceánicas que no habían dependido nunca de la luz del sol y que seguramente no f ueron perturbados
por la glaciación. En los f ondos marinos existían las conocidas f umarolas (recordemos que son
emanaciones calientes de gases e iones que surgen por las grietas de la corteza submarina) que, al
igual que sucede en las actuales, pudieron albergar importantes comunidades de organismos
extremóf ilos, con unos metabolismos totalmente independientes del sol. La Vida bien pudo resistir la
glaciación global en tales ecosistemas.

En depósitos glaciares de sitios tan alejados geográf icamente como el norte de Namibia o Mongolia se
han descubierto f ósiles de criaturas microscópicas muy simples, que debieron ser las primeras en
aparecer después de que terminara el periodo de glaciación inicial, hace 710 millones de años. Se
cubrían con una concha mineral de f orma redondeada o tubular, presentando la mayoría de ellos un
cuello al f inal de la misma a través del cual saldría un pie del microorganismo. Esas conchas están
hechas de partículas de compuestos de silicio, aluminio y magnesio, que estas criaturas recolectaban en
su entorno y que luego unían unas a otras acumulándolas sobre su superf icie para así f ormar una
protección mineral que les ayudaría a sobrevivir en las condiciones heladas de su habitat.

Fósiles de hace 710 millones de años, protegidos por una


capa de arena (Fuente: Tanja Bosak, reproducido con el
permiso de MIT News, ver nota a pied de página 6., fair
use)

En la imagen anterior, tomada con un microscopio electrónico, podemos ver la f orma de estos
pequeños f ósiles de hasta 10 micras de grosor.[6 ]

La realidad es que, a pesar de que haya evidencias de la existencia de microf auna, esta tremenda
glaciación dejó la vida esquilmada, lo que supuso una oportunidad para los supervivientes, que
aprovecharon los espacios abandonados para experimentar nuevas f ormas. Fue el momento dif uso
durante el que se debió producir el triunf o del trascendental salto evolutivo hacia los primeros
organismos con tejidos diferenciados y cavidades internas.

No hacía mucho que las células que se habían asociado en colonias habían también empezado a
especializarse, encargándose de determinadas f unciones y abandonando otras. La decisión no
comportaba grandes riesgos para cada uno de sus individuos, ya que la colaboración del grupo les
mantenía las espaldas cubiertas: las f unciones que abandonaban las desarrollaban otras células de su
comunidad. Todo ello suponía una ventaja competitiva enorme, pues la especialización suponía un
menor gasto de energía en sus metabolismos, ya que todas y cada una de las células no debían
desarrollar todas y cada una de las f unciones necesarias para subsistir. Y sabemos que no malgastar
los recursos energéticos es clave en el competitivo mundo de la naturaleza.

5/9 Webpagepdf.com
Para encontrar la primera evidencia f ósil que tenemos de organismos multicelulares complejos, es
decir, con tejidos dif erenciados, hay que desplazarse atrás en el tiempo hasta hace 600 millones de
años, aunque los análisis moleculares dan una f echa anterior, cerca de 750 millones de años, cuando
se inició este camino en el árbol de la Vida. Recientes descubrimientos [7] en f ormaciones rocosas
sedimentarias de Omán apuntan a la existencia de esponjas hace ya 635 millones de
años. Contemporáneos de ellas, entre 630 y 550 millones de años, serían los f ósiles de la conocida
como f ormación de Doushantuo en China. Incluyen embriones de metazoos, larvas y microf ósiles
desconocidos, posiblemente de ancestros del f ilo Cnidaria -medusas y pólipos-. Se especula con la idea
de que pudieron ser los promotores de la expansión biota Ediacara. La radiación de esta biota se
produjo a lo largo de un periodo de 25 millones de años (565-540 millones de años) para luego
desaparecer.

Cría de rangeomorfos de hace 580 millones de años (Jack Matthews, universidad de Oxford) y fósil de
Coronacollina acula (crédito de la imagen: Droser lab, UC Riverside, ver nota a pie de página 8., fair use)

Los más antiguos de estos organismos complejos se han encontrado en Mistaken Point Ecological
Reserve, uno de los yacimientos clásicos de la f auna ediacarense. Parecen ser crías de este tipo de
animales, en concreto de rangeomorf os, organismos con f orma de f ronde u hoja de helecho, que
superf icialmente se parecen a algunos tipos de corales pero que en realidad no tienen paralelismo con
ninguna criatura de la actualidad. Se cree que quedaron sepultados en cenizas volcánicas hace 579
millones de años.

Un poco más recientes son los f ósiles de un animal encontrados en Australia con una estructura
próxima a un esqueleto. Están datados entre 560 y 550 millones de años, lo que los sitúa dentro del
Ediacarense, antes de la explosión del Cámbrico. Se le ha llamado Coronacollina acula (ver imagen
anterior) y vivía en el f ondo oceánico. Muestra un cuerpo principal con f orma de cono truncado del que
partían unas espículas que medían de 20 a 40 centímetros de longitud. La construcción de este ser es
similar a las esponjas cámbricas, por lo que se le supone un estilo de vida semejante.[8 ]

Las primeras evidencias de la fauna Ediacara se obtuvieron en Australia, huellas delicadas de


pequeños organismos de f ormas diversas, normalmente discos, cintas o plumas. Con posterioridad se
han encontrado abundantes f ósiles similares por todo el mundo.

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Fauna Ediacara: Arriba Tateana inflata y Charnia. Abajo
Dickinsonia costata, que muestran la apariencia «acolchada»
típica de muchos organismos de esta biota (Wikimedia ,
wikimedia y wikimedia , GNU FDL 1.2)

Los animales ediacáricos son los organismos multicelulares complejos más antiguos conocidos,
ancestrales f ormas de vida con cuerpos blandos que no presentaban boca, ni ano, ni órganos internos
reconocibles. Podían llegar a medir más de un metro en algunas ocasiones, por sólo unos cinco
milímetros de espesor. La solución de “cuerpo plano” sería la que eligieron para equilibrar el incremento
de tamaño corporal, es decir volumen, con el necesario incremento de superf icie a través de la cual
llevar a cabo las imprescindibles interrelaciones con el medio ambiente. Muchos presentan simetría radial
o espiral de tres o cinco radios, siendo minoría los organismos de simetría bilateral. La mayoría vivirían
inmóviles sobre el sustrato y los más móviles no eran más complejos que una medusa. Los f ósiles de
Ediacara se encuentran en rocas sedimentarias areniscas, lo que sugiere que vivían pref erentemente en
aguas poco prof undas. Sus estructuras planas no debían ser muy consistentes y resulta dif ícil imaginar
cómo se las arreglarían en el centro de f uertes corrientes y oleajes.

A f inales de esta época se detecta una f uerte y corta anomalía en el carbono ambiental, un descenso
del δ 13C -un indicador geoquímico que relaciona los isótopos 12 y 13 del carbono- que es a menudo
asociado a extinciones en masa en periodos posteriores al ediacárico, como ocurrió durante el
Cámbrico. Lo que a muchos hace pensar en un f enómeno breve, a escala geológica, y catastróf ico que
pudo eliminar a la f auna ediacara, ya que ef ectivamente se ha comprobado que desapareció de f orma
abrupta.

Curva del δ13C durante el Cámbrico desde finales del periodo Ediacara (a partir de Babcock et
al., 2005[9])

Las causas de esta rápida extinción no están muy claras y se prestan a las más diversas teorías.
Quizás coexistieron a la par de otra f auna que les modif icó el hábitat, o bien pudiera ser que
desaparecieran como consecuencia de la presión de depredadores mejor adaptados, aquellos que
luego pervivieron con posterioridad. Todo ello unido a posibles cambios de las condiciones ambientales
en los lugares donde habitaban, o por alteraciones causadas por la deriva y disgregación de los
continentes, por la variación del nivel o de la química de las aguas oceánicas, por una crisis de
nutrientes o por alteraciones en la composición de gases y temperaturas de la atmósf era. Se considera
por tanto que estos organismos f ormarían parte de una especie de “experimento f allido” de la vida
multicelular, en un momento en el que aparecieron gran cantidad de f enotipos novedosos que a la
postre no f uncionaron. Si en su momento f ue ésta la única vía de la Vida, su extinción supuso que ésta
tuviera que reinventarse y evolucionar con posterioridad a partir de organismos unicelulares no
relacionados con los ediacaros.

En la siguiente entrada toca ya hacer historia cronológica. Al amparo del genial biólogo Richard Dawkins,
seguiremos el árbol f ilogenético de los seres que iniciaron su camino durante el Precámbrico para
acabar presentando a los que se prepararon a atravesar la f rontera con el nuevo eón, el Fanerozoico.

1. Trab ajo p ub lic ad o e n la re vis ta PNAS d e e ne ro d e 20 13 y q ue p o d é is e nlaz ar aq uí . [↩]


2. Aq uí te né is un e nlac e a la re vis ta Evo lutio nary Ec o lo g y d e fe b re ro d e 19 9 8 e n d o nd e s e amp lía e l te ma. [↩]
3. El d e s c ub rimie nto s e ha re p o rtad o p o r Ab d e rraz ak El Alb ani e t al, 20 10 , e n la re vis ta Nature . Po d é is c o ns e g uirlo e n e s te
e nlac e . [↩]
4. Re p o rtad o e n e s te artíc ulo d e Smiths o nian Co ntrib utio ns to Pale o b io lo g y, núme r 9 4 (20 0 2), Mikhail A. Fe d o nkin y Ellis L.
Yo c he ls o n. [↩]
5. El info rme ap are c ió e n la re vis ta Nature e n mayo d e 20 16 . Po d é is e nlaz arlo aq uí . [↩]
6 . El info rme re p o rtand o e l d e s c ub rimie nto lo p o d é is o b te ne r e n e s ta we b d e l MIT. [↩]
7. El e s tud io e s d e l e q uip o d e G o rd o n D. Lo ve e t al. p ub lic ad o p o r la re vis ta Nature e n fe b re ro d e 20 0 9 y lo p o d é is
e nc o ntrar aq uí . [↩]
8 . El d e s c ub rimie nto d e Coronacollina acula s e ha re p o rtad o p o r la Unive rs id ad d e Califo rnia, Rive rs id e , e n marz o d e 20 12. Lo
p o d é is e nlaz ar aq uí . [↩]

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