Está en la página 1de 9

Teoría de Grafos

Autor:

JEEFERSON ESTEBAN CRISTIAN MOSQUERA

INVESTIGACION DE OPERACIONES

CORPORACIÓN UNIFICADA NACIONAL DE EDUACIÓN SUPERIOR – CUN

FACULTAD DE INGENIERIA

INGENIERIA DE SISTEMAS

BOGOTA

I
Tabla de Contenidos

Introducción .................................................................................................................................. III


Historia y desarrollo de la teoría de grafos. ................................................................................... V
Historia de los puentes de königsberg .......................................................................................... VI
Densidad de Grafos .................................................................................................................... VIII

II
Introducción

El nacimiento del concepto GRAFOS se puede situar, por el año 1730, cuando Euler
(matemático) se convirtió en el padre de la Teoría de Grafos al modelar un famoso problema no
resuelto, llamado el "problema de los puentes de Königsberg". Un río con dos islas atraviesa la
ciudad. Las islas estan unidas, entre si y con las orillas, a través de siete puentes. El problema
consistía en establecer un recorrido que pasara una y solo una vez por cada uno de los siete
puentes, partiendo de cualquier punto y regresando al mismo lugar. Para probar que no era
posible, Euler sustituyó cada zona de partida por un punto y cada puente por un arco, creando así
un grafo, el primer grafo, diseñado para resolver un problema. Mostrar que el problema no tiene
solución equivale a mostrar que el grafo no puede ser recorrido según criterios determinados.

Problema genérico: dado un grafo (con múltiples líneas entre pares de puntos) encontrar un
camino que recorra el grafo pasando por cada arista exactamente una vez. Solución: El grafo
debe se conexo, y en cada punto deben incidir un número par de líneas. Esta condición es
suficiente para definir lo que se llama un ciclo euleriano. A partir de Euler el modelado mediante
grafos fue desarrollando esta metodología hasta convertirse en la actualidad, en una herrramienta
de trabajo para ciencias tan diferentes como la Física, la Química, la Sicosociología, la
Economía, la Lingüística, etc.

La teoría de grafos está íntimamente relacionada con varias ramas de la Matemáticas como por
ejemplo la Teoría de Conjuntos, el Análisis Numérico, Probabilidad, Topología, etc. y es la base
conceptual en el tratamiento de problemas combinatorios.

La eficacia de los grafos se basa en su gran poderío de abstracción y la muy clara representación
de cualquier relación (de orden, precendencia, etc) lo que facilita enormemente tanto la fase de
modelado como de resolución del problema. Gracias a la Teoría de Grafos se han desarrollado
una gran variedad de algoritmos y métodos de resolución eficaces que nos permiten tomar una
mejor decisión . No se debe confundir el grafo con el sistema real al que está asociado. El grafo
es una estructura que admitimos adecuada en lo concerniente a las propiedades que nos A B D C
Introducción a la Investigación de Operaciones 56 interesan, donde luego aplicamos las
deducciones y reglas matemáticas para obtener datos y poder decidir. Una aplicación frecuente
de la teoría de grafos es la del método de camino hamiltoniano óptimo para decidir el camino a
seguir por un cobrador, de tal modo de economizar sus energías, las suelas de sus zapatos y su
bolsillo. El objetivo es hallar un camino que pase por todos las casas una y solo una vez y que
nos de el costo menor en distancia. Dicho de otro modo, se deben buscar las permutaciones de
las casas de forma tal que la distancia recorrida total sea mínima. Se conoce la distancia entre
cada par de casas, según si las calles son flechadas o no se orientarán o no las conexiones entre
pares de casas. Obsérvese que si se hicieran todas las permutaciones, suponiendo un caso muy
reducido de diez casas, se tendrían más de 3 millones de permutaciones (10!). Si cada casa es
representada por un vértice y cada camino entre par de casas por una arista ponderada por la
distancia mínima entre pares de casas, tendremos un grafo completo y simétrico (cuando no hay

III
calles flechadas). El problema se reduce entonces, a obtener un camino hamiltoniano óptimo.
Todo algoritmo conocido para encontrar ciclos hamiltonianos requiere al menos un tiempo
exponencial de cálculo, o factorial en el peor de los casos. Otro ejemplo para el que grafos
provee un natural modelo matemático : Supongamos que el siguiente grafo representa una red de
líneas de teléfonos (o de comunicaciones). Estamos interesados en la vulnerabilidad respecto a
interrupciones accidentales. Problema 1: identificar esas líneas y centros de conecciones que
deben permanecer en servicio para evitar la desconección de la red. No existe ninguna línea que
eliminada desconecte el grafo (red), pero hay un vértice, el vértice d, cuya desaparición (ruptura)
desconecta el grafo. Problema 2: encontrar un conjunto minimal de aristas necesarias para
conectar los 6 vértices. Hay varios conjuntos mínimos posibles. Uno de ellos es el conjunto
minimal: {(a,b),(b,c),(c,d),(d,e),(d,f)}. Podemos enunciar el siguiente resultado general: dado un
grafo G de n vértices, el conjunto mínimo de conexión de G (si existe) siempre tiene n–1 aristas.

IV
Historia y desarrollo de la teoría de grafos.

El primer artículo sobre teoría de grafos fue escrito por el famoso matemático suizo Euler, y
apareció en 1736. Desde un punto de vista matemático, la teoría de grafos parecía, en sus
comienzos, bastante insignificante, puesto que se ocupaba principalmente de pasatiempos y
rompecabezas. Sin embargo, avances recientes en las matemáticas y, especialmente, en sus
aplicaciones han impulsado en gran medida la teoría de grafos. Si ya en el siglo XIX se usaban
los grafos en áreas como la teoría de circuitos eléctricos o los diagramas moleculares, hay en la
actualidad parcelas de las matemáticas – la teoría de relaciones matemáticas, por ejemplo – en
las que los grafos son una herramienta natural; además, han surgido muchas aplicaciones a
cuestiones de carácter práctico: emparejamientos, problemas de transporte, flujo en redes y lo
que, en general, se engloba bajo el nombre de “programación”. La teoría de grafos ha hecho acto
de presencia en campos tan dispares como la economía, la psicología o la biología, y todo ello
sin renunciar a los pasatiempos, en especial si incluimos entres ellos al famoso problema de los
cuatro colores, que intriga hoy a los matemáticos tanto como el primer día.

Dentro de las matemáticas, la teoría de grafos se considera una rama de la topología; no obstante,
también está muy relacionada con el álgebra y la teoría de matrices.

Los grafos de intervalos aparecen al tratar una amplia variedad de problemas.

Arqueología. Numerosos arqueólogos han utilizado grafos de intervalos al tratar de ordenar


ciertos acontecimientos de manera cronológica. En un experimento, un grupo de arqueólogos
investigó los objetos encontrados en un gran número de tumbas, con la intención de ordenarlas
cronológicamente. Partiendo de la base de que si dos utensilios diferentes aparecían juntos en
una misma tumba, entonces sus períodos de tiempo debían solaparse, los arqueólogos
construyeron un grafo en el que los vértices correspondían a los objetos, y las aristas a los pares
de objetos hallados juntos en una misma tumba. Representando este grafo como un grafo de
intervalos, e interpretando cada intervalo como un período de tiempo durante el cual se usó el
artefacto, pudieron finalmente ordenar las tumbas cronológicamente.

Análisis literario. También se han usado grafos de intervalos a la hora de investigar la posible
autoría de obras literarias discutidas, tales como ciertas obras de Platón. Se estudia la aparición
de diversos rasgos del estilo de un autor (como el uso del ritmo) en varias obras literarias.
Dibujando un grafo en el que los vértices corresponden a dichos rasgos literarios, y las aristas a
los pares de rasgos que aparecen juntos en una misma obra, llegamos a una situación muy similar
a la de nuestro ejemplo arqueológico. Como antes, podemos entonces investigar si el grafo
resultante puede representarse como un grafo de intervalos, lo que abre la posibilidad de ordenar
las obras cronológicamente. Esta forma de proceder ha permitido, en ocasiones, relacionar el
estilo de la obra literaria en disputa con el estilo del autor en cuestión, determinando así la
probable autoría.

V
Genética. Los grafos de intervalos aparecieron originalmente al estudiar un problema de genética
más concretamente, el de determinar si la fina estructura en el interior del gen está dispuesta o no
de manera lineal. Al analizar la estructura genética de un virus en concreto, el genetista Seymour
Benzer consideró las mutaciones cuyos segmentos extraviados se solapan, por lo que dibujó un
grafo en el que los vértices correspondían a las mutaciones, y las aristas a los pares de
mutaciones cuyos segmentos perdidos se solapaban. Representando este grafo como grafo de
intervalos, pudo mostrar que (para ese virus) la evidencia en favor de una disposición lineal
dentro del gen era aplastante.

La teoría de gráfico, nació en Königsberg de Prusia antigua, hoy llamada Kaliningrado en Rusia
actual.
Había siete puentes que conectan partes de la ciudad que fue cortada por el río Pregel filamentos
formando una isla en la parte central.
El reto fue hacer un paseo a través de los siete puentes, pero una vez en cada puente.
El matemático suizo Leonhard Euler en 1736, logrado no sólo para aclarar el problema resultó
para crear una teoría que se aplica a varios problemas de este tipo.
Utiliza un modelo simplificado de los enlaces entre las regiones y estableció un teorema que dice
en qué condiciones es posible recorrer cada fila exactamente una vez y regresar al punto de
partida. Y este fue el primer teorema de teoría de grafos.
Euler demostró que no había ninguna solución para el reto.

En 1962 Ford Fulkerson desarrolló la teoría de flujos en redes, uno de los resultados más
importantes de la teoría de grafos y muchas otras aplicaciones de la teoría de grafos y se ha
desarrollado en el área de investigación de operaciones.

Se utilizan los gráficos de la TI en la creación de diagramas de flujo, redes modelos de flujo de


datos (redes Lan y WLan), programación de algoritmos, diseño de circuito, búsqueda y
clasificación algoritmos y modelos de máquinas de estado.

Historia de los puentes de königsberg

El problema de los puentes de Königsberg, también llamado más específicamente problema de


los siete puentes de Königsberg, es un célebre problema matemático, resuelto por Leonhard
Euler en 1736 y cuya resolución dio origen a la teoría de grafos.1 Su nombre se debe a
Königsberg, la ciudad de Prusia Oriental y luego de Alemania que desde 1945 se convertiría en
la ciudad rusa de Kaliningrado.

Esta ciudad es atravesada por el río Pregel, en ruso «Pregolya», el cual se bifurca para rodear con
sus brazos a la isla Kneiphof, dividiendo el terreno en cuatro regiones distintas, las que entonces
estaban unidas mediante siete puentes llamados Puente del herrero, Puente conector, Puente
verde, Puente del mercado, Puente de madera, Puente alto y Puente de la miel. El problema fue
formulado en el siglo XVIII y consistía en encontrar un recorrido para cruzar a pie toda la

VI
ciudad, pasando sólo una vez por cada uno de los puentes, y regresando al mismo punto de
inicio.

Leonhard Euler llegó a Prusia en 1741, a la edad de 34 años, donde vivió hasta 1766 para luego
regresar a San Petersburgo. Durante esos años trabajó en la Academia Prusiana de las Ciencias,
donde desarrolló una prolífica carrera como investigador. Euler fue contemporáneo de varios
otros famosos matemáticos y pensadores procedentes de aquella ciudad, tales como Immanuel
Kant, Johann Georg Hamann y Christian Goldbach, por lo que Königsberg fue en ese tiempo un
importante epicentro científico.

Fue así como surge la formulación del problema de los puentes de Königsberg, propagándose a
modo de juego y de trivia matemática entre los intelectuales de la época.

El problema, formulado originalmente de manera informal, consistía en responder a la siguiente


pregunta:

La respuesta es negativa, es decir, no existe una ruta con estas características. El problema puede
resolverse aplicando un método de fuerza bruta, lo que implica probar todos los posibles
recorridos existentes. Sin embargo, Euler en 1736 en su publicación «Solutio problematis ad
geometriam situs pertinentis» demuestra una solución generalizada del problema, que puede
aplicarse a cualquier territorio en que ciertos accesos estén restringidos a ciertas conexiones,
tales como los puentes de Königsberg.

Para dicha demostración, Euler recurre a una abstracción del mapa, enfocándose exclusivamente
en las regiones terrestres y las conexiones entre ellas. Cada puente lo representó mediante una
línea que unía a dos puntos, cada uno de los cuales representaba una región diferente. Así el
problema se reduce a decidir si existe o no un camino que comience por uno de los puntos
azules, transite por todas las líneas una única vez, y regrese al mismo punto de partida.

Euler determinó, en el contexto del problema, que los puntos intermedios de un recorrido posible
necesariamente han de estar conectados a un número par de líneas. En efecto, si llegamos a un

VII
punto desde alguna línea, entonces el único modo de salir de ese punto es por una línea diferente.
Esto significa que tanto el punto inicial como el final serían los únicos que podrían estar
conectados con un número impar de líneas. Sin embargo, el requisito adicional del problema dice
que el punto inicial debe ser igual al final, por lo que no podría existir ningún punto conectado
con un número impar de líneas.

En particular, como en este diagrama los cuatro puntos poseen un número impar de líneas
incidentes (tres de ellos inciden en tres líneas, y el restante incide en cinco), entonces se concluye
que es imposible definir un camino con las características buscadas que son los 7 puentes de
Königsberg.

Densidad de Grafos

Un grafo denso, en matemáticas, es un grafo en el que el número de aristas está cercano al


número de máximo de aristas. Lo opuesto, un grafo con solo algunas aristas, es un grafo
disperso.

La distinción entre grafos dispersos y densos es relativamente vaga. Una posibilidad es escoger
un número k con 1<k<2 y definir grafo disperso un grafo con |E| = O(|V|k), donde |E| denote el
número de aristas, |V| el número de vértices, y la letra O se refiera a la Cota superior asintótica

Para grafos simples no dirigidos se define la densidad de grafo de la siguiente forma:

El número máximo de aristas es ½ |V| |V−1|, de tal manera que la densidad máxima es 1 (para un
grafo completo) y la densidad mínima es de 0.

Ejemplo:

VIII
Lo que se hace es definir una lista enlazada para cada nodo, que contendrá los nodos a los cuales
es posible acceder. Es decir, un vértice i tendrá una lista enlazada asociada en la que aparecerá
un elemento con una referencia al vértice j si i y j tienen una arista que los une. Obviamente, si el
grafo es no dirigido, en la lista enlazada de j aparecerá la correspondiente referencia al vértice i.
En este caso el espacio ocupado es nm, muy distinto del necesario en la matriz de adyacencia,
que era de n2. La representación por listas de adyacencia, por tanto, será más adecuada para
grafos dispersos.

Un aspecto importante es que la implementación con listas de adyacencias determina


fuertemente el tratamiento del grafo posterior. Una consecuencia de esto es que si un problema
tiene varias soluciones la primera que se encuentre dependerá de la entrada dada. Podría
presentarse el caso de tener varias soluciones y tener que mostrarlas siguiendo un determinado
orden. Ante una situación así podría ser conveniente modificar la forma de meter los nodos en la
lista de manera que el algoritmo mismo diera las soluciones ya ordenadas.

IX

También podría gustarte