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Resumen
Abstract
Urban climates are a principal component of climate change and differ from those in
rural areas. The presence of heat islands is a demonstration of this kind of climate,
which is caused by urbanization and is directly related with socioeconomic
composition of the different people living in the different neighborhoods of the city.
In the case of Chile, urban climates are a part of diverse landscape mosaics, which
represent deeper social inequalities. The districts of Santiago present different
thermal climatic zones that result from several land use and coverage, housing
densities and designs, and vegetation covers. Therefore, urban climates are a
representation of societal and natural integrated processes. The warmest areas are
found in neighborhoods with high-density social buildings lacking green areas that
are located in those areas of the city where lower income population predominates.
The coolest areas are located in those neighborhoods where the most affluent people
live; these zones are characterized by the presence of green spaces and lower
dwelling densities. Urban planning at neighborhood scale should implement explicit
mitigation and adaptation measures to confront climate changes.
Introducción
Las medidas que se adopten para mitigar y adaptarse a tales variaciones climáticas
deberían formar parte de la planificación urbana y ecológica de las ciudades, así como
del diseño de las construcciones y la infraestructura urbana. Dichos planes deberían,
por ejemplo, proponer acciones explícitas para controlar el aumento de las
temperaturas y combatir la reducción de la humedad atmosférica y de la ventilación,
especialmente cuando se espera un acoplamiento de estos cambios ambientales con
los que predicen los procesos de cambio climático a escala global. Como los usos y
coberturas de los suelos al interior de las ciudades se relacionan, especialmente en
Latinoamérica, con los procesos de segregación socioespacial de las poblaciones,
existen importantes diferencias entre los climas urbanos de las áreas ocupadas por
los diferentes grupos socioeconómicos. Los planes urbanos tendrían que indicar
localizaciones de nuevas áreas residenciales, densidades, usos y coberturas de
suelos, que consideraran específicamente el mejoramiento de las condiciones
climáticas al interior de la ciudad y la reducción de las desigualdades socio-
ambientales a escala local.
En los últimos años se han sucedido eventos de extremo calor en Europa, fenómeno
bautizado como "Olas de Calor". Estos se caracterizan por presentar temperaturas
sobre 4ºC por encima de las temperaturas máximas normales. La urbanización
constituye un factor agravante adicional ya que preserva temperaturas de noche en
niveles altos debido al almacenamiento de calor durante el día 21. Founda y
Giannakopoulos22 establecen que las temperaturas máximas registradas en la ciudad
de Atenas son semejantes a las temperaturas proyectadas para ocurrir durante la
última parte del siglo (2071-2100). Esto puede servir entonces de referente para
establecer los posibles efectos que tendrá el calentamiento global en la ciudad, como
por ejemplo una mayor vulnerabilidad ante incendios forestales, daños ecológicos de
diversa índole ligados a la aparición de vectores y desaparición de flora y fauna
nativa, y un incremento de enfermedades e incluso muertes humanas especialmente
de la población más vulnerable.
La temperatura del aire en las ciudades, respecto al entorno rural, puede elevarse en
2 a 8ºC25. La intensidad de la isla de calor aumenta en el transcurso del día, partiendo
desde la salida del sol hasta un máximo que se registra unas pocas horas después
de la puesta del sol y las horas previas a la madrugada. Generalmente durante las
primeras horas del día la intensidad del calor urbano es bastante débil, y a veces
negativa (una isla fría o áreas de hundimiento de calor) en algunas partes de la
ciudad, como consecuencia de que los edificios altos proveen de sombras extensas,
así como debido a los materiales de construcción 26. Según Roth et al 27 y Voogt et
al 28 la formación de islas de calor es favorecida por materiales de construcción
relativamente densos, que son lentos en calentarse y enfriarse, y almacenan una
cantidad importante de energía, así como por el reemplazo de las superficies
naturales por superficies impermeables, donde hay menos agua disponible para la
evaporación, la cual contrarresta el calentamiento del aire. Por último, las superficies
oscuras, tales como las carreteras de asfalto, absorben más radiación solar y
adquieren temperaturas mucho más altas que las superficies de color claro.
Las ciudades chilenas, al igual que otras ciudades latinoamericanas, presentan como
rasgo distintivo, profundos desniveles socioeconómicos y segregación social entre
sus habitantes, lo que se expresa también en condiciones ambientales diferentes y
consecuentemente, en diversas características climáticas. Las temperaturas urbanas
más altas en el suelo y la atmósfera durante las mañanas, son registradas en las
comunas del NW de Santiago (Quilicura, Colina, Pudahuel y Maipú), mientras en la
zona SW, las comunas de San Bernardo y Calera de Tango; comunas todas donde
residen grupos vulnerables socioeconomicamente, mantienen temperaturas menores
que son transferidas al centro de la ciudad a través de un corredor formado por el
cono de aproximación del Aeropuerto de Cerrillos. El resto de la ciudad y
particularmente el centro histórico permanecen más fríos durante las mañanas,
permitiendo, por comparación con los bordes del poniente, el desarrollo de islas de
calor no urbanas. Sin embargo, la situación comienza a cambiar al mediodía, cuando
las temperaturas del centro igualan primero, y luego superan, a las rurales. Las islas
de calor se ubican desde esta hora cerca del centro histórico y las áreas comerciales
que lo rodean. Finalmente, la forma típica de la isla de calor urbana se localiza sobre
el centro histórico y puede ser registrada en las noches de verano e invierno 34.
Es posible sostener entonces, que las amenazas ambientales, tales como los cambios
climáticos urbanos, son proporcionales a la vulnerabilidad de las comunidades y sus
territorios37, entendida como la propensión interna a sufrir daño ante la presencia de
determinada fuerza o energía potencialmente destructiva38.
Metodología
Resultados
Conclusiones
Los climas urbanos se corresponden, en general, con los rasgos del paisaje que
caracterizan una estructura social heterogénea y segregada. Los esfuerzos que se
puedan emprender para enfrentar los cambios climáticos en las ciudades implican
necesariamente intervenciones destinadas a mejorar la equidad social entre sus
habitantes, que no pueden seguir estando ausentes de los procesos de planificación
y adopción de decisiones bajo los conceptos de sustentabilidad ambiental que hoy
son reclamados con insistencia.
Notas
1
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socioambiental y escenarios de calidad de vida futura en la metrópolis de Santiago -
Valparaíso y en la ciudad intermedia de Chillán y 1100657: "Evidencias del Cambio
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