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LAS CIENCIAS SOCIALES

EN VENEZUELA:
RACIONALIDADES DEL
TERCER MILENIO

Hebert L. Tovar
(Compilador)

Ediciones
El Correo de Rio Turbio
LAS CIENCIAS SOCIALES EN VENEZUELA:
RACIONALIDADES DEL TERCER MILENIO
Hebert L. Tovar.

© Copyrigth 2016 Hebert L. Tovar ©


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autorización escrita del autor, la reproducción total o parcial de esta obra
por cualquier medio o procedimiento.

Publicado por Hebert L. Tovar

ISBN: 978-980-12-8880-0

Primera edición: Caracas, 08 de agosto de 2016.

Edición:
El Correo de Turbio
www.correoderioturbio.com.ve

Impreso en Venezuela – Printed in Venezuela


AGRADECIMIENTOS

La presente edición que recoge parte de la discusión venezolana con-


temporánea sobre la relación entre ciencia y sociedad, ha sido posible gra-
cias al financiamiento de las siguientes personas e instituciones, que de
manera oportuna y eficaz, han suministrado los recursos suficientes para
que fuese posible. Para ellos el más expresivo agradecimiento y deuda
eterna: Heberto Tovar, Flor Román, Diana Patiño, Ayuramy Gómez, Anto-
nio Román, Ana Tovar, Guillermina Willet, Tamy Tarantino, Johana Pérez,
Grupo de Defensa Psicológica, Promociones Síntesis S.R.L y especialmente
al diario “El Correo de Rio Turbio” que se responsabilizó por la edición.

Hebert L. Tovar
INDICE

Agradecimientos .................................................................................... 2
Presentación ............................................................................................ 6
Escuela Sintética Convergente: ¿Pertinencia o
Impertinencia? ........................................................................................ 8
Paul Bidé
¿Qué pasaría en Caracas si no existiera la Televisión? ........18
Juan Adalberto Fechner
En la Ciudad de Cal: Culos Divinos. ..............................................46
Juan Adalberto Fechner
Politica y Supervivencia: una relacion inviable ......................74
George Lapingalla
Los Parareales y sus Mitos: encuentro con una tribu
urbana. .....................................................................................................86
Ricardo Estrella
La Comunicación Sintética............................................................ 134
George Lapingalla
La Estimulación Magnética Transcraneal: descubriendo
el agua tibia. ........................................................................................ 248
Tito Todd
La Guerra Atómica como un conflictico chirriquitico. ...... 264
Jaime Gaffotte
Síntesis Convergente y Análisis Divergente en la prensa.268
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PRESENTACIÓN

El siglo XXI venezolano, ya muy adentrados en los años tres mil, se ha


caracterizado por una intensa actividad intelectual orientada hacia la
crítica de las ideas dominantes en diversos ámbitos del pensamiento que
abarcan desde las doctrinas políticas y económicas heredadas del siglo
XVIII, hasta los paradigmas firmemente establecidos en el quehacer cientí-
fico y tecnológico, cuyo origen se remonta al siglo V A.C.
Esta actitud, que si bien no puede considerarse exclusiva de nuestro
país, sino que aparece como una cualidad epocal, se ve acrecentada por
nuestras particulares condiciones culturales que brindan la ocasión propi-
cia para el ensayo de diversas transgresiones bajo la forma de interpela-
ciones incisivas tanto a racionalidades excluyentes como a aquellas com-
plementarias.
Luce natural que, en un clima cultural como este, se generen posturas
contrastantes que a través del debate - no siempre riguroso, ni pertinente -
exploren las condiciones, los límites y los alcances de la actividad científica.
Esta es la labor que han asumido diversos investigadores, en su mayoría
provenientes de las ciencias sociales, que han venido organizándose alre-
dedor de diversas escuelas de pensamiento, en pleno proceso emergente.
La finalidad del presente volumen, es presentar de la manera más orga-
nizada posible, trabajos iniciáticos que describen los elementos fundamen-
tales de dos de esas escuelas de pensamiento, confrontadas en sus visiones
sobre la relación entre ciencia y sociedad: por una parte, el enfoque prime-
rizo del Análisis Divergente, fuertemente influenciado por el positivismo
lógico recalcitrante, del cual, sin embargo, terminan distanciándose y, por
otra parte, su consecuencia político epistémica, la tendencia Sintética Con-
vergente, inscrita en el “negativismo ilógico vacilante” construcción ad hoc
de sus proponentes, que ya anuncia el tono de su propuesta.
La recopilación que aquí se presenta, es pues, un esfuerzo por reseñar
las incidencias de tal debate que aborda, sin rodeos, la problemática de la
generación de conocimiento válido y la pertinencia del quehacer de las
ciencias sociales. Esperamos haber cumplido con tal cometido.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

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Hebert L. Tovar

ESCUELA SINTÉTICA CONVERGENTE:


¿PERTINENCIA O IMPERTINENCIA?
Paul Bidé
Racionalidades del Tercer Milenio. Revista La Hoja. Año 2013, Vol. 15, N° 56,
pp. 350-358.
A mediados del segundo semestre de 2012, apareció publicada en la
prensa digital una reseña sobre un cultor de las tradiciones populares ve-
nezolanas llamado Tito Todd, que se denominaba a sí mismo como “Brujo
de Birongo”. La nota periodística estaba redactada en forma ligera, más
cercana a la crónica que a cualquier otro estilo.
Sin embargo, a pesar del carácter ingenuo de la reseña, dedicada en su
mayoría al tratamiento del tema de las creencias populares sobre “traba-
jos”, “mal de ojos” y otras brujerías, un extracto específico de las declara-
ciones del Sr. Todd, ameritaron una respuesta categórica de mi parte que
inicialmente pareció fuera de lugar y desproporcionada, sobre todo consi-
derando que la actividad científica a la cual he dedicado la mayor parte de
mi vida y la brujería, pertenecen a ámbitos excluyentes. En su relato, el Sr.
Todd rememoraba con cierta nostalgia un periodo específico de su vida es-
tudiantil:
“’No vas a aprender nada con esos carajos. Tienes que leerte a
Vico’, consejo de oro que me dio Chuchito Gallo, Ingeniero
Químico de la Soborna, tras el cual abandoné mis estudios de
Lógica Simbólica con Manuel Garrido, el Chino, Cabachúa, la
Chupaíta y Julito; los de Epistemología con el Filósofo Guaro y la
mamá de Monteávila; los de Ética con el Filósofo del Mambo y
Margarita Manos Largas; los de Todología con Frege y ‘Viejo mi
querido viejo’ y los de Visual Basic con el Chileno. Mis detractores
políticos difunden la especie de que en realidad abandoné mi
formación filosófica por frecuentar cierto local llamado ’El
Caballo’, versión producto de la venenosa imaginación de la
canalla. En efecto, no aprendí nada, lo que sabía se me olvidó,
tampoco me leí a Vico, pero a cambio me acompañan imágenes
imborrables. Hemos tenido una buena vida”. Mp3 Nº 1.
Estas pequeñas remembranzas presentadas en un tono ligero y no ca-
rente de cierta ocurrencia, al ser expresadas por quien así lo hace, en reali-
dad, el fundador de la Nueva Escuela Sintética Convergente (NESC), encie-
rran un ataque velado a uno de los pilares fundamentales de la actividad
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

científica, al pretender descalificar la función docente y el proceso educa-


tivo en sí, como forma privilegiada de generación, preservación y socializa-
ción del conocimiento.
De manera perentoria, desde mi posición en la Escuela Analítica Diver-
gente de Caracas, propuse lo indispensable de realizar un pronunciamiento
público ante las opiniones del Sr. Todd, cometido en el cual me acompaña-
ron mis estimados colegas, el Dr. George Lapingalla y el Dr. Ricardo Estre-
lla. Nos vimos en la necesidad de publicar un remitido de prensa en el cual
tomamos partido por la defensa de la actividad docente de cuarto nivel,
como una de las bases indispensables de la producción científica en el país.
Ello, sin dejar de reconocer, la necesidad de un análisis cuidadoso de la
consistencia interna de los postulados teóricos de las ciencias sociales,
ámbito específico de nuestra actividad, desde una perspectiva crítica que
permita repensar lo pensado, a menudo siguiendo rutas divergentes de los
esquemas habituales. Pero, por ningún respecto, la complejidad y dificultad
implicada en la labor de la producción teórica y su divulgación, justifican el
cese de tales actividades.
Para el momento de nuestro pronunciamiento público, la actitud de la
escuela lució absurda, por cuanto implícitamente estábamos realizando
exigencias que, si bien habitualmente se consideran válidas para la investi-
gación científica, jamás se han considerado válidas para una tradición po-
pular como la brujería. Desde el sector académico, la escuela fue objeto de
cuestionamientos por pretender acotar dentro de los exigentes límites de
la ciencia, racionalidades tan disímiles como la brujería y la literatura, ya
no abordadas como objetos de estudio disciplinar, lo cual, de suyo, parece
pertinente, sino como sistemas interpretativos epistemológicamente váli-
dos, lo cual, ciertamente, parece descabellado.
Sirvan estos breves antecedentes para comprender la motivación de la
exposición que de seguido realizaré, sobre la pertinencia de considerar las
tradiciones populares como sistemas explicativos en sí, más que como ob-
jetos de estudio codificables en otros sistemas de referencia, y de allí, en-
tender en su justa dimensión, los peligros y desvíos innecesarios que plan-
teamientos como los del Sr. Todd y su tendencia hacia los procesos sinté-
tico – convergentes, representan para el equilibrio de la vida en sociedad.
El primer criterio que me permito proponer, supone que es la relevancia
social de los sistemas interpretativos - conformados no solo por cuerpos
teóricos con fundamento empírico sólido, sino por sistemas de creencias y
tradiciones de diverso tipo - la que determina sus méritos para ser defini-
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Hebert L. Tovar

dos o no, como paradigmas del conocimiento válido.


Según este curso de pensamiento, un conjunto de ideas irracionales
pueden tener mayor relevancia social que una ley empírica. En esto no pa-
rece haber mayor desacuerdo entre la postura habitual de las ciencias so-
ciales y la aquí expuesta.
El carácter divergente del enfoque que propongo, consiste en plantear la
necesidad de hacer exigible cierto grado de coherencia formal a aquellos
sistemas irracionales con impacto en la vida social, habida cuenta de que la
irracionalidad de un sistema de ideas, no es condición necesaria de su in-
coherencia. Puede advertirse, a priori, la necesidad concomitante del análi-
sis de la coherencia interna del discurso de los sistemas irracionales, para
aproximarse con mayor certeza a sus posibles implicaciones para la vida
social.
Observemos más de cerca un caso particular identificado como resul-
tado de mis investigaciones sobre la Economía del Deseo, que puede arro-
jar luz sobre este asunto. El caso en cuestión, lo constituye el análisis del
carácter irracional de una creencia fuertemente arraigada en el cuerpo so-
cial, pero que sin embargo opera como el sustrato psíquico de la economía
mundial y de la supervivencia misma de la especie humana - entre otros
procesos macrosociales - y que podemos denominar: “la dilación de la
muerte”.
“La dilación de la muerte”, puede describirse como una creencia pre-
sente en la mayoría de las personas, que las hace suponer que no morirán
de manera súbita durante el día que están viviendo, ni en los próximos, es
decir, las hace suponer que la ocurrencia de “su muerte”, en particular, es
un evento distante en el tiempo, un evento que se dilata en ocurrir. La irra-
cionalidad de tal creencia se verifica en la imposibilidad de probarla. No
existe ninguna relación necesaria entre el estar vivo en un momento dado y
continuar estándolo en el próximo. Los decesos naturales o por causas for-
tuitas, que en la praxis ocurren en cualquier segmento de una línea tempo-
ral definida para un sujeto, no prueban que la muerte sea un evento reser-
vado exclusivamente a los periodos más distantes del cero, en la serie tem-
poral. En todo caso, su ocurrencia dilatada, es probabilística.
Sin embargo, esta creencia, de cualidad subconsciente, posee una rele-
vancia incuestionable para la vida social. Ella es la que permite a la ma-
yoría de las personas desarrollar planes de vida a largo plazo, que incluyen,
entre muchos otros y diversos aspectos, uno que merece ser objeto de es-
pecial atención: la planificación de la venta de la fuerza de trabajo y el in-
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

tercambio de bienes y servicios, para extensos periodos de tiempo. Tal


previsión temporal, de hecho, evidencia las implicaciones económicas de la
asumida “dilación de la muerte”.
A modo de ejemplo del tipo de implicaciones a las que hago referencia,
puedo describir el estudio y aprobación de los créditos que habitualmente
otorgan las empresas bancarias a sus clientes y que constituye la fuente
primordial del beneficio económico de la banca comercial e hipotecaria. El
análisis crediticio, afeites lexicales y aritméticos aparte, es un proceso que
se fundamenta, primordialmente, en la estimación de la cuantía de la dila-
ción de la muerte del cliente para estimar a su vez, la probabilidad que
tiene el banco para recuperar el crédito y los intereses que, evidentemente,
requieren que el pagador, esté vivo.
Para tales estimaciones, los analistas de crédito evalúan diversas varia-
bles como el estado de salud, la edad, el estado civil, el ingreso económico y
un sinfín de factores adicionales del solicitante. Todo ello con la finalidad
de asegurarse de que el futuro pagador estará vivo el suficiente tiempo,
para que pueda cancelarle al banco la deuda contraída y los intereses. Tal
como para el cliente, su muerte es un evento ciertamente dilatado, para el
banco la muerte de los pagadores de sus cuentas por cobrar, es un evento
probabilístico, pero deseablemente dilatado. Con toda certeza, un analista
de crédito, no verá mayor impedimento para que un hombre joven, saluda-
ble física y mentalmente, y con solvencia económica, disfrute del crédito
que requiere, ya que es esperable que viva lo suficiente para honrar sus
compromisos.

No luce como un exabrupto, por tanto, proponer que un proceso econó-


mico básico como la reproducción de capital a través de la generación y re-
cuperación de deuda mediante el crédito, se fundamente en una irraciona-
lidad de carácter subconsciente. De nuevo, asumir que prestamista y pres-
tatario, no morirán súbitamente durante el día que están viviendo. Un ejer-
cicio analítico más profuso y variado sobre otros procesos económicos,
podría evidenciar el apoyo argumental para sostener, con mayor certeza,
que los procesos económicos, en general, son irracionales y de origen in-
consciente o, como ya he sostenido en otra oportunidad a modo de hipóte-
sis no reprobada, que el capital deviene del inconsciente.
Sirva este breve ejemplo para ilustrar el tipo de análisis divergente que
propongo como un curso a seguir para la evaluación de sistemas de refe-
rencia e interpretación, por cuanto nos permite identificar relaciones de
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Hebert L. Tovar

otro modo no evidentes y aproximarnos así, con mayor certeza, a la gene-


ración de conocimiento válido.
Ahora, una vez establecida la relevancia social como criterio de evalua-
ción de la validez de un paradigma, especialmente si posee una cualidad
irracional, me encuentro en mejor condición de proponer el segundo crite-
rio para el abordaje de la pertinencia de tal objeto: la exigibilidad de co-
herencia interna de sus postulados.
Es precisamente la posibilidad de que un sistema de ideas irracionales
pueda generar un impacto social de relevancia económica, política, cultural
o de cualquier otro tipo, lo que justifica un examen detallado de la coheren-
cia interna de sus afirmaciones y la descripción de su organización en un
discurso estructurado.
En el caso particular que he descrito, la “dilación de la muerte” en su
carácter de creencia social, la misma aparece de forma natural en el seno
del colectivo, no es construida intencionalmente a través de ningún artilu-
gio verbal. Su carácter irracional queda establecido por su invalidez lógica,
como he expuesto más arriba, además de, por su falsación empírica, vale
decir, por su desmentida a través de los hechos.
Sin embargo, sostener que procesos económicos como el crédito, la
deuda y las cobranzas, devienen de tal creencia, no reviste invalidez dis-
cursiva, ni contradicción alguna. De hecho, es absolutamente coherente
sostener que si las personas mueren luego de extensos periodos de vida, se
les pueda otorgar préstamos a ser pagados durante extensos periodos de
tiempo, o al menos a plazos mayores que un día. Puede observarse, por
tanto, que la dilación de la muerte, como creencia irracional, es coherente
con la dilación de los pagos, como proceso económico. Esta coherencia es la
que permite la formalización de la irracionalidad de base a través de ope-
raciones aritméticas como las tablas de amortización y otros artilugios ma-
temáticos, que no por artificiosos dejan de incidir de manera fundamental
en la vida de las personas.
Espero no haber fracasado totalmente en mi intención de ilustrar me-
diante el caso particular ya descrito, el curso de pensamiento que orienta
mi actividad investigativa en el seno de la Escuela Analítica Divergente de
Caracas y que asumo como propuesta para la evaluación de la pertinencia o
impertinencia paradigmática de sistemas de ideas diversos.
Asumiendo que los criterios de relevancia social y exigibilidad de co-
herencia, como factores a evaluar en cualquier orden interpretativo, son
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

menos oscuros, creo poder exponer con más claridad las observaciones
críticas que desde la escuela, hemos realizado al curso de pensamiento
sintético convergente, asumido y defendido por el Sr. Tito Todd y por su
grupo.
La primera y fundamental cuestión a considerar, es que el conjunto de
creencias populares que se organizan en la actividad conocida por todos
como brujería, ciertamente constituye un sistema de interpretación y refe-
rencia de profundo impacto social. Los supuestos de la brujería, organiza-
dos algunos en relatos míticos o, en ritos variados, otros, revisten un carác-
ter irracional, que no obstante, operan como guías del comportamiento de
importantes sectores de la sociedad, incidiendo de manera importante en
su toma de decisiones y en su concepción misma del mundo y sus eventos.
La tesis nuclear de la brujería como praxis, es que a través de estos mi-
tos, ritos y prácticas diversas, es posible gobernar fuerzas no percibidas
habitualmente para colocarlas al servicio de quien las invoca y así poder
defenderse de un perjuicio o, causar, a su vez, daño a un tercero.
En la escuela analítica, nos interesamos por identificar y describir esos
relatos y esas prácticas, tal como ocurren en el seno de los grupos sociales
que las asumen. Nos interesa explorar como se insertan en la vida concreta
de esos mismos grupos y evaluar la coherencia interna de esos mismos re-
latos, con la finalidad última de comprender la incidencia que generan en el
comportamiento colectivo.
Es en este punto, donde comienzan nuestras divergencias con los pro-
ponentes del negativismo ilógico vacilante, como pretendido paradigma
para las ciencias sociales. Pareciera que para los miembros de la Nueva Es-
cuela Sintética Convergente, la brujería fuese un sistema interpretativo re-
ducible a un sistema ad hoc diseñado intencionalmente para redefinirla,
sirviéndose de una multiplicidad de conceptos provenientes de fuentes in-
compatibles, inconexas y hasta excluyentes.
De manera asistemática, e incluso, escasamente intuitiva, Todd y sus
colaboradores, toman al vuelo algunos conceptos indigestos de una sor-
prendente variedad de orígenes teóricos y los apelmazan en una propuesta
metodológica contradictoria, confusa, irreplicable y abiertamente especu-
lativa. Balbuceos de lógica, trigonometría, psicoanálisis, aritmética, análisis
funcional, informática, lingüística, se tropiezan dolorosamente en un caos
discursivo sin destino, cuyo resultado es la reducción de la brujería a men-
sajes, esencialmente audiovisuales, elaborados con un código absoluta-
mente dispensable de mencionar.
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Hebert L. Tovar

Sin embargo, se comprende el intento de integración conceptual en


quien asume la síntesis como paradigma epistémico, aun cuando tal sínte-
sis fracase. Menos comprensible es el desdén de los miembros de la NESC
por observar y recoger las prácticas de la brujería tal como ocurren en la
colectividad. En su lugar, dedican esfuerzos a la construcción de esa espe-
cie de modelo predictor de la actividad maléfica, que pretende explicar la
forma como se gobiernan las fuerzas oscuras. La intención velada pareciera
orientarse hacia una Metabrujería, construida no a partir de la compren-
sión de las prácticas del colectivo, sino a partir del autoconocimiento de
quien investiga. Tal método es, indiscutiblemente, inapropiado para cono-
cer lo que se pretende, toda vez que la subjetividad de quien investiga, no
es generalizable al grupo investigado.
Este desafuero pudiera gozar de alguna disculpa, si no fuese porque se
repite insistentemente. La pretensión de la NESC parece ir más allá del es-
tudio de caso, la introspección, el autoanálisis, la historia de vida, o incluso
el estudio longitudinal de un solo caso. La propuesta parece apuntar no
solo hacia la síntesis de sujeto que conoce y objeto que se conoce, en el
mismo investigador, sino también que el investigador se asuma como
herramienta, técnica e instrumento de investigación. Podría especular, ya
que sus proponentes así no lo dicen, la sugerencia de que el investigador se
asuma como método, o más claramente, que su experiencia vital, se consti-
tuya en el método para conocer. Considero innecesario ahondar en las defi-
ciencias de tal propuesta, por cuanto se ubica en un debate ya saldado por
la historia de la ciencia.
Estas deficiencias estrictamente epistemológicas, se agravan con otras
que atañen a la comunicabilidad de los postulados sintético convergentes.
Los miembros de la NESC, congruentes con su intención convergente, sue-
len presentar sus propuestas a través de un discurso que pretende sinteti-
zar modos coloquiales con la jerga científica, resultando en un “collage”, o
más propiamente, en un “fudge” que abusa de la polisemia, los barbarismos
y los aforismos, como recursos literarios primordiales. Nótese, a modo ilus-
trativo, la designación simultánea del término “inconsciente”, como “ele-
mento de la estructura de la personalidad” y como “persona que no sabe lo
que hace”. De ello se sigue, la extrema dificultad para aislar un significado
exclusivo para los términos que emplean, situación que imposibilita la ca-
bal comprensión de sus propuestas.
Siendo este el caso, ¿a qué viene reparar en tales desaciertos de la NESC?
¿Porqué su actividad es objeto de nuestra reflexión?

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

La respuesta es simple: las ideas de la NESC, a pesar de poseer una cua-


lidad incoherente, además de irracional, sin embargo están en proceso de
propagación, desde grupos reducidos al ámbito académico, hacia audien-
cias más amplias, sobre todo en el sector empresarial. No parece desacer-
tado suponer, que tales ideas pueden incidir, en un futuro cercano, en un
sector de la población que por diversas razones, acoja sus planteamientos.
He aquí el móvil de mi postura vehemente: alertar sobre las deficiencias
y peligros que el curso de pensamiento descrito, posee y la influencia de
carácter incierto que puede generar en el cuerpo social. Como ya he dicho,
la propuesta de Todd y de la NESC, rompe la consistencia interna de los mi-
tos y ritos de la cultura popular, intentando sustituirlos por divagaciones
que pretenden pasar por sistemas formales. Desde mi perspectiva, las cre-
encias populares deben ser abordadas tal cual aparecen en el imaginario
social y su análisis debe hacerse a través de un método, al menos ininteli-
gible y preferiblemente, replicable.
Espero haber arrojado un poco más de claridad sobre el origen de nues-
tra posición crítica, desde la Escuela Analítica Divergente de Caracas, hacia
la actividad y las propuestas de la NESC, en la esperanza de contribuir a la
problematización de su influencia.

BIBLIOGRAFÍA:

COMTE, Augusto (1965/1844) Discurso sobre espíritu positivo. Traduc-


ción de Consuelo Borges. Buenos Aires : Aguilar.
ESTRELLA, Ricardo. (1986) La brujería: ¿creencia popular o tecnología?
Revista La Hoja. Vol. III, No 15, pp. 45-90.
FALS-BORDA, Orlando. (1986) La Investigación Acción Participativa: polí-
tica y epistemología. En: Álvaro Camacho. La Colombia de hoy.
Bogotá: Cerec. pp. 21- 38.
FECHNER, J. A (2012) Libro. Caracas : Gráficas Narea.
FREUD, S. (1991) Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Obras
Completas. Volumen 15. Buenos Aires : Amorrortu Editores.
GLASS, G. y STANLEY, J. (1986) Métodos estadísticos aplicados a las cien-
cias sociales. México : Prentice - Hall.
HESSEN, J. (2005) Teoría del conocimiento. Bogotá : Editorial Cupido.

15
Hebert L. Tovar

KANTOR, J.R. (1929). An outline of social psychology. Chicago : Follet Publi-


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KUHN, Thomas S. (2007). La estructura de las revoluciones científicas.
México : Fondo de Cultura Económica.
MARTINEZ, M. (2010) Bases de la epistemología a comienzos del Siglo XXI.
Revista IIPSI, UNMSN. Vol. 13, No 1, pp. 173-196
POPPER, Adorno, Dahrendorf, Habermas. (2013) La lógica de las ciencias
sociales. México : Editorial Colofón.
WEBER, M. (1964) Economía y sociedad. México : Fondo de Cultura
Económica.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

17
Hebert L. Tovar

¿QUÉ PASARÍA EN CARACAS SI NO EXISTIERA LA


TELEVISIÓN?
Juan Adalberto Fechner

Libro. Gráficas Narea: Caracas, 2012. pp. 185 - 208

Gracias a dios llegó el puente de Carnavales para poder descansar un


pelo del ajetreo de las tres chambas que me sacan la chicha durante todo el
semestre. La idea que tenía era aprovechar para dejar de estar corrigiendo
toneladas de exámenes y trabajos chimbos copiados de Internet, para po-
der dormir hasta más tarde y flojear que jode en la cama. Hecho el pendejo,
también tenía pensado llegarme hasta Sabana Grande a ver qué tal. A veces
se arman unas pachangas sabrosonas con unas mulatotas en tangas mene-
ando el rabote en plena calle. ¡Dios!
¡Nojoda!, pero en cambio me la pasé todo carnavales inventando pen-
dejadas con el chinito que por fin vino a repararme el disco duro de la
máquina que se me jodió el otro día.
Resulta que Don Chucho se apareció el sábado de Carnaval a ver qué ca-
rajo le pasaba al piazo e perol ese que tengo y el chinito, que es un genio,
resolvió la vaina en tres minutos.
Me dijo Don Chucho que lo que tenía la máquina era que se le había jo-
dido el sector de arranque al disco duro. Yo le pregunté:

– ¿Y qué vaina es esa?


Y él me dijo:

– ¡Nada!, era el Master Boot Record, el MBR, que se había corrompido y


por eso el disco no arrancaba.
Yo no entendí un coño, pero, ¡any way! Entonces, se me ocurrió, como el
chinito es bien acucioso y tiene una paciencia del carajo, comentarle lo que
se me ocurrió el otro día con lo del cálculo gráfico. Le dije:

– ¡Coño, Chino!, tú sabes que el otro día, el Gocho me mandó una presenta-
ción que explicaba como hacían los griegos para calcular de una forma
gráfica. La vaina estaba bien de pinga y resulta que me puse a dale vuel-
tas a la idea y terminé elevando el cuatro a la tres, en forma gráfica y la
vaina me daba bien.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¿Cómo es eso, explícate?


– ¡Ya va, déjame abrite aquí la vaina pa que la veas!, si es que no se borró…
¡Aquí está! Fíjate: Si representamos el número cuatro con cuatro punti-
cos equidistantes, entonces elevarlo a la tercera potencia equivaldría a
reproducir los punticos en el espacio a través tres movimientos en tres
direcciones diferentes. Tres en dirección horizontal, tres en dirección
vertical y tres en dirección diagonal. Vacílate:
Primero, con tres Movimien-
tos Horizontales, se distribu-
yen los cuatro puntos de iz-
quierda a derecha, para for-
mar el grupo 4. Total: 4 pun-
tos.
Segundo, con tres Movimien-
Segundo movimiento

tos Verticales, el grupo 4 se


reproduce y se desplaza
vertical

hacia arriba tres veces para


crear la forma cuadrada. To-
tal 16 puntos.
Por último, con tres Movi-
Primer movimiento
horizontal
mientos Diagonales, la forma
cuadrada de 16 puntos, se
reproduce y se desplaza di-
agonalmente para crear cuadrados en perspectiva. En este caso, con un to-
tal de 4 cuadrados en perspectiva, de 16 puntos cada uno (cada cuadrito se
supone que tiene 16 puntos), se crea un cubo de 64 puntos en total. ¿Viste
la vaina?

– Je je. Está simpática esa forma de calcular.


– La vaina es que no sé si es así que se calcula gráficamente de verdad,
porque el archivo que me mandó el Gocho fue el que me jodió la
máquina y no pienso abrirlo más nunca.

– Bueno, yo tampoco sé. Tú sabes que esa no es mi área. Lo mío son las re-
des. Lo que sí está interesante es el tipo de resultados que se pueden
obtener operando en el espacio.

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Hebert L. Tovar

– ¿Viste?
– Pero fíjate una cosa. No es indispensable que los puntos sean equidistan-
tes para realizar el cálculo y que te dé correcto.

– ¿Cómo qué no? Si precisamente la gracia es conservar la forma cuadrada


a través de puntos equidistantes.

– ¡Nooo! Tú puedes crear una forma cuadrada sin que los puntos sean
equidistantes.

– ¡A verga Chino, tú si eres porfiao! ¿Cómo se va a hacer el cuadrado


entonces si los puntos no son equidistantes?

– ¡Muy fácil! Mátate por tus propios ojos.


Acto seguido el chinito coño e madre agarró un papelito y se puso a di-
bujar un poco de bolitas y terminó creando un cuadrado con puntos que no
eran equidistantes. Una vaina así:

– ¿Estás viendo? Si cada bolita de


éstas la representamos como d, 10 d2
tiene que darnos 100. Cuenta ahí.

– Si ya vi. Son cien d. ¡Pero esa vaina


no es un cuadrado!

– Ja ja ja. ¿Vas a resollá por la


herida?

– ¡Coño que cerebro tan retorcido!


Parece un tejido orgánico. Ahora si
me jodiste.

– Lo que sí sería interesante es ver


que pasa haciendo movimientos en el espacio, pero no con punticos o
bolitas que representen a los números, sino con los números mismos.

– ¿Cómo así?
– Si con los números, o sea, sería cuestión de ver qué pasa si tomamos un
número, como el 6 por ejemplo, y operamos con él en el espacio.

– ¡Chanfles! ¿Cómo es eso?


20
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¡No sé! Vamos a hacerle lo mismo al número seis que le hiciste a los cua-
tro punticos que me enseñaste.

– ¡Vamos a vé!
– Si agarramos el 6 y con un movimiento horizontal, lo reproducimos
hacia la derecha:

– ¡Coño! ¿Esa no es la marca del Diablo? ¡Guillo!


– ¡Oye, si! Pero, bueno también es un número, ¿no?
– Bueno… si... ¡Pero mosca, cuidao con una vaina!
– Je je je. ¡Aunque, ya va! Si lo elevamos al cuadrado claro que nos va a dar
lo mismo que con los puntos. Al final vamos a tener las mismas figuras
de las dimensiones que queramos pero en vez de dibujarlas con puntos,
las dibujaríamos con números.

– ¡Peroespérate Chino! ¿Y si rotamos el número mismo en dos o tres


dimensiones?

– ¡También puede ser! Okey, vamos a rotarlo 90° a la izquierda, para no re-
petir la derecha que ya la usamos. A ver:
6
6
6

– ¡Verga eso se parece al dibujito de la resistencia de los planos eléctricos!


– ¿Tú crees? Yo no lo veo.
– Pega un poco más los números pa que veas.
– ¡Okey! … Li rú li riii… li ru li ri… ¡Ah! Ahora si lo veo.
6
6
6

21
Hebert L. Tovar

– ¡Coño, está bien! Resulta que la marca de la bestia, viene siendo el


símbolo de la resistencia. La vaina es saber de cuál resistencia. ¿De una
eléctrica, de una plancha? ¿O, será de la resistencia francesa? Ja ja ja.

– ¡Ta buena la vaina! Sí, hay una cosa ahí como simbólica, pero hay que
acomodar los números hasta que se le consigue sentido. Habría que pro-
bar rotando todos los números en todas las direcciones bidimensionales
y después en las tridimensionales y así sucesivamente.

– Después habría que probar a hacer combinaciones de los números rota-


dos en cada posición para ver qué resultado simbólico se consigue.

– ¡Ahora si se puso buena la vaina! ¡Viste! que uno consigue cosas intere-
santes operando en el espacio.

– Si… bueno… la cosa es qué utilidad tiene esto.


– Por ahora no sabemos, pero quien sabe a lo mejor terminamos forrándo-
nos en real con nuestros descubrimientos. Ja ja ja.

– ¡Ojalá! Así no tendría que partirme el lomo configurando clusters y


calándome a los usuarios, y dedicaría mi valioso tiempo a cosas más
interesantes. Ja ja ja ja.

– ¡Si claro!, cosas interesantes y útiles como ésta ¿no? Mira Chino, pero en-
tonces habría que hacer una matriz para representar todas las posicio-
nes posibles de los números en el espacio ¿no?

– ¡Ummm! A ver… Sí, claro. Una matriz de trescientas sesenta columnas,


una para cada posición del número y diez filas, una para cada número.
Pero eso lo va a hacer la mamá de Tarzán.

– ¡Coño, si! Pero, vamos a hacer por lo menos una de 8 columnas, rotando
los números 45°, a ver cómo sale.

– Puede ser, puede ser.


Mientras el Chino se daba duro con una matriz de posiciones bidimen-
sionales para los números arábigos, yo aproveché para poner una musi-
quita y meteme un taquito. Porque lo que es este chino pendejo, que no
toma ni refresco, es una pérdida de tiempo ofrecerle cerveza.

22
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Me fui a preparar un sanduche de queso amarillo con chorizo español y


cuando regresé, el chinito el carajo ya tenía la matriz hecha.
“¿Por qué te empeñas en destruir mi felicidad? Pa ra ra ra ta ran tan tan taa-
aaa, ta ta ran tan tan ta taaaaa. Busca lo tuyo, y déjame en paz. Turururiii
piiiiii. Cuando te quise no me querías y me decías cuentos na má. ¡Oye! y
ahora mi vida, sé que todito ha cambiado. Tun tun, tun tun… Ya no te quiero y
solo siento el tiempo perdido, por ti, nené…”

– ¿Qué pasó Don Chucho? ¡Vaya, un taquito ahí!


– Okey, gracias.
– Ahí tengo colita, si quieres.
– No gracias, tu sabes que yo no tomo refresco. Agua, por favor.
– ¡Nojoda!, te vas a morir santo. San Chucho.
– Ja ja ja. Nada de eso. Agua.
– Okey, ahorita te la traigo. ¿Qué pasó ahí?
– Ya está listo. Fíjate:
Si tomamos cada uno de los números arábigos y los vamos rotando 45°
hacia la derecha, tendríamos una tabla de 80 posiciones posibles para los
números del 0 al 9. La tabla tendría 8 columnas y 10 filas.

23
Hebert L. Tovar

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales TablaBidimensionales
1
de la Base Numérica
MOVIMIENTOS Arábiga
ESPACIALES
de la
BIDIMENSIONALES
Base Numérica Arábiga – Tipo de Letra: Calibrí
Ta
DE LA BASE NUMÉRICA ARABIGA
Tipo de Letra: Calibrí - TIPO DE LETRA: CALIBRÍ
Columnas Si tomamos cada uno de los números aráb
Giros vamos rotando 45 hacia la derecha, ten
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º
una tabla de 80 posiciones posibles
Tipo de números del 0 al 9. La tabla tendría 8 col
1 2 3 4 5 6 7 8 Forma
10 filas.
0
0 4F

0
1
Esta sería la primera tabla. Las demás tabl
1 para las letras y otros caracteres. De esta
1 1 8F

1
2 uno se puede referir a la forma de un car
particular cuando es rotado, indicando d
2 abreviada la tabla, columna y fila d
3 2 8F
2

2
encuentra. Por ejemplo, el número 6 sin ro
3 decir a 0 , estaría en la Tabla 1, columna 1
4 3 8F
3

3
sea: 01.01.07.
F 5 4 Además, se puede abreviar la cantidad d
4 8F
4

4
i que toma el caracter al ser rotado. Por eje
l número tres toma ocho formas diferente
5
6 5 8F
5

5
a rotado y algunas de esas formas equivalen
s letras o números. Así, el tres es un tres en 0
7 6 una doble v en 01.03.04, el símbolo gr
6 8F
6

Épsilon en 01.05.04 y la forma de un


7 01.07.04. Ocho formas diferentes que p
8
7 8F
7

abreviar como 8F.

9 8 De esta manera las formas posibles que


8 4F
8

caracter al ser rotado son cuatro: una for


9 dos formas (2F), cuatro formas (4F) y och
9 8F
9

10
(8F).

Esta sería la primera tabla. Las demás tablas serían para las letras y
otros caracteres. De esta manera uno se puede referir a la forma de un ca-
racter en particular cuando es rotado, indicando de forma abreviada la ta-
bla, columna y fila donde se encuentra. Por ejemplo, el número 6 sin ro-
tarlo, es decir a 0°, estaría en la Tabla 1, columna 1, fila 7, o sea: 01.01.07.
Además, se puede abreviar la cantidad de formas que toma el caracter al
ser rotado. Por ejemplo, el número tres toma ocho formas diferentes al ser
rotado y algunas de esas formas equivalen a otras letras o números. Así, el
tres es un tres en 01.01.04, una doble v en 01.03.04, el símbolo griego del
Épsilon en 01.05.04 y la forma de una M en 01.07.04. Ocho formas diferen-
tes que podemos abreviar como 8F.

24
Las Ciencias Sociales en Venezuela

De esta manera las formas posibles que toma un caracter al ser rotado
son cuatro: una forma (1F), dos formas (2F), cuatro formas (4F) y ocho
formas (8F).

– ¡Verga, Chino! ¡Y eso que no te he traído el agua todavía! ¡No te fumaste


una lumpia, sino un pollo agridulce completo! ¡A la vergación!

– ¡No hombre, si eso es facilito! Lo único que tienes que hacer es organizar
los caracteres en filas y columnas, más nada. ¿Tú no viste matrices?

– ¡Nojoda! la única matriz que yo he visto fue la película esa donde sale un
carajo más arrecho que Supermán que para balas y bombas en el aire y
que tira patadas voladoras en cámara lenta.

– Ja ja ja. Yo también la vi. ¡Bueno!… en esa película se supone que la


máquina que esclaviza a los seres humanos también opera con matrices.

– ¡Paso y gano! Pero, fíjate que esto si puede tener utilidad, porque, por
ejemplo, el dibujito que simboliza la resistencia eléctrica, que ya sabe-
mos que se construye con el número 666 rotando cada dígito a 270°, pa-
saría a ser 3 veces la posición 01.07.07, o sea 3x(01.07.07). El dibujo de
la resistencia se representaría entonces como: 03.21.21. ¡Ummm! Con
esta tabla se pueden representar numéricamente dibujos bidimensiona-
les hechos con números arábigos.

– Sí, pero acuérdate que rotar los números no es suficiente para hacer
dibujitos que tengan algún significado. Tienes que ajustarlos a pepa de
ojo para construir algo más o menos claro.

– ¡No, está bien! Pero ya el solo hecho de que se pueda representar


numéricamente un dibujo hecho con las figuras de los números, es una
vaina interesante. ¿no?

– Fíjateque uno podría también definir las propiedades de las tablas


según la cantidad de números que asumen 1, 2, 4 formas, y así… Uno
también puede especificar, cuantos números adquieren significados
múltiples según la posición en que uno los rote.

– ¡Replay, please!
– Fíjate: la Tabla 1 que es la única que tenemos ahorita, tiene dos números
que asumen cuatro formas, que son el cero y el ocho, eso sería 4F02, y

25
Hebert L. Tovar

tiene ocho números que toman ocho formas, eso sería 8F08. En defini-
tiva, las propiedades de la Tabla 1 se pueden representar como:
1F00.2F00.4F02.8F08.

– ¡Okey, okey! Ven acá, también podemos ubicar las posiciones cuyos
caracteres asumen múltiples significados, que en el caso de esta tabla,
sería el número tres nada más. O sea, que podemos identificar las
posiciones polisémicas, los números que refieren a otros números o a
otras letras, dependiendo como estén rotados. El tres sería polisémico
en las posiciones: 01.01.04, 01.03.04, 01.05.04, 01.07.04

– Okey, habría que hacer las tablas para las letras, por lo menos de un
mismo tipo de letra, y después probar a dibujar con ellas y a ver qué se
puede hacer con sus representaciones matriciales. Pero eso lo vas a
hacer tú que por lo visto tienes bastante tiempo para desperdiciarlo. Yo
prefiero dedicarme a otras cosas más pedestres.

– ¡Mama gallo, mama gallo, que el que mama gallo escupe sangre! ¡Ya vas a
ver, ya vas a ver!
Las ideas que se le ocurrieron al chinito me parecieron bien malandras.
Así que apenas se fue a hacer no sé qué güevonada con la Shell de Open
Suse, me puse a sacar el resto de las tablas. Cuando las terminé me queda-
ron bien cuchis.

26
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
TablaBidimensionales
2
de la Base Lingüística del Español
de la Base Lingüística del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Ta
Tipo de Letra: Calibrí
Anomalía Columnas En esta tabla que es la primera de las l
Giros segunda incluyendo los números, apareció

CH 0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de


Forma
interesante. Hay una letra que en realidad
letras, pero que en el español que yo apre
1 2 3 4 5 6 7 8 escuela, se tomaba como una sola. La
A Viendo que esta es la única letra en esta tab
A 8F

A
1

A
realidad son dos, podríamos considerarla c
anomalía. Igual pasaría con las otras l
B español que yo aprendí que se formaban
2 B B 8F

B
letras: la LL, que a mi me enseñaron que era
C con la RR, que se pronuncia ERRE a diferenc
3 C 8F
C

C
que se pronuncia ERE. Así que ademá
propiedades de la tabla y las posiciones po
habría que poner también las posicione
CH

CH

CH
4 CH 8F
anomalías.
F D
D 8F Propiedades de la tabla:
D

D
i 5
l 1F00.2F00.4F02.8F08
a
E
6 E 8F
E

s E Posiciones Polisémicas:
F 02.01.03, 02.03.03, 02.07.03,
7 F 8F 02.01.06, 02.03.06, 02.05.06, 02.07.0
F

G Posiciones de la anomalía:
G 8F
G

8
02.01.04, 02.02.04, 02.03.04, 02.04.0
H 02.05.04, 02.06.04, 02.07.04, 02.08.0
H 4F
H

I
10 I 4F
I

Propiedades Posiciones Posiciones


de la tabla: polisémicas: de la anomalía:
02.01.03, 02.03.03, 02.01.04, 02.02.04,
02.07.03, 02.01.06, 02.03.04, 02.04.04,
1F00.2F004F02.8F08
02.03.06, 02.05.06, 02.05.04, 02.06.04,
02.07.06 02.07.04, 02.08.04,

En esta tabla que es la primera de las letras y la segunda incluyendo los


números, apareció una vaina interesante. Hay una letra que en realidad son
dos letras, pero que en el español que yo aprendí en la escuela, se tomaba
como una sola. La letra CH. Viendo que esta es la única letra en esta tabla
que en realidad son dos, podríamos considerarla como una anomalía. Igual
pasaría con las otras letras del español que yo aprendí que se formaban
con dos letras: la LL, que a mí me enseñaron que era la ELLE y con la RR,
27
Hebert L. Tovar

que se pronuncia ERRE a diferencia de la R que se pronuncia ERE. Así que


además de las propiedades de la tabla y las posiciones polisémicas, habría
que poner también las posiciones de las anomalías.

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
TablaBidimensionales
3
de la Base Lingüística del Español T
de la Base
Tipo de Letra: Calibrí Lingüística del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Anomalía Columnas Propiedades de la tabla:
Giros 1F00.2F00.4F02.8F08
LL 0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de
Forma Posiciones Polisémicas:
1 2 3 4 5 6 7 8
J 03.01.02, 03.02.02, 03.03.02, 03.04.
1 J 8F
J

J
03.05.02, 03.06.02, 03.07.02, 03.08.
K 03.01.03, 03.05.03,
K 8F
K

K
03.01.04, 03.03.04,
L 03.01.05, 03.03.05, 03.05.05, 03.07.
3 L 8F 03.01.06, 03.03.06
L

L
LL Posiciones de la anomalía:
LL
LL

LL
4 8F
03.01.04, 03.02.04, 03.03.04, 03.04.
F M 03.05.04, 03.06.04, 03.07.04, 03.08.
M

M
M
5 8F
i
l
N
N
N

a
N

6 4F
s
Ñ
7 Ñ
Ñ

8F
Ñ

O
O
O

8 4F

9
P
P 8F
P

Q
Q
Q

10 8F

Propiedades de la tabla: Posiciones Posiciones de la


polisémicas: anomalía:
03.01.02, 03.02.02, 03.01.04, 03.02.04,
03.03.02, 03.04.02, 03.03.04, 03.04.04,
03.05.02, 03.06.02, 03.05.04, 03.06.04,
03.07.02, 03.08.02, 03.07.04, 03.08.04,
1F00.2F00.4F02.8F08 03.01.03, 03.05.03,
03.01.04, 03.03.04,
03.01.05, 03.03.05,
03.05.05, 03.07.05,
03.01.06, 03.03.06.

28
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
TablaBidimensionales
4
de la Base Lingüística del Español Ta
de la Base Lingüística del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Tipo de Letra: Calibrí
Anomalía Columnas Propiedades de la tabla:
Giros 1F00.2F00.4F03.8F07
RR 0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de
Forma Posiciones Polisémicas:
1 2 3 4 5 6 7 8
R 04.01.05, 04.03.05, 04.05.05, 04.07.0
1 R 8F

R
04.01.06, 04.03.06, 04.05.06, 04,07.0
04.01.07, 04.03.07, 04.05.07, 04.07.0
RR

RR

RR
2 RR 8F 04.01.10, 04.03.10
S Posiciones de la anomalía:
3 S 4F
S

S
04.01.02, 04.02.02, 04.03.02, 04.04.0
4 T
T
8F 04.05.02, 04.06.02, 04.07.02, 04.08.0
T

T
F U
U 8F
U

U
i 5
l
a
V
V 8F
V

V
s
W
W

7 W W 8F
X
8 X 4F
X

Y
9 Y 8F
Y

Z
10 Z 4F
Z

Propiedades Posiciones Posiciones de la


de la tabla: polisémicas: anomalía:
04.01.05, 04.03.05, 04.01.02, 04.02.02,
04.05.05, 04.07.05, 04.03.02, 04.04.02,
04.01.06, 04.03.06, 04.05.02, 04.06.02,
1F00.2F00.4F03.8F07 04.05.06, 04.07.06, 04.07.02, 04.08.02,
04.01.07, 04.03.07,
04.05.07, 04.07.07,
04.01.10, 04.03.10.

Lo interesante es que como existe un viaje de tipos de letra, se podrían


crear tantas tablas como tipos de letras existen o se inventen. Por ejemplo,
la Tabla 5 se crea con números que solo contienen líneas rectas, como en
los relojes digitales. Los números del 0 al 9, se crean usando siete líneas
rectas del mismo tamaño. ¡De cajón! en combinaciones diferentes. Al ope-
rar en el espacio con estos números, se consiguen, otra vez, posiciones po-
29
Hebert L. Tovar

lisémicas en algunos de ellos. Además, con la forma recta y la longitud


estándar de las partes que tienen, se pueden realizar dibujitos geométricos
con mayor facilidad. Incluso, se pueden hacer dibujitos combinando núme-
ros y letras, para tener más posibilidades.

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
de la Base Numérica de Siete partes
TablaBidimensionales
5 Ta
de laEstándar.
Base Numérica de Siete Partes Estándar
Columnas Lo interesante es que como existen un viaj
Giros de letra, se podrían crear tantas tablas com
letras existen o se inventen. Por ejemplo, es
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de crea con números que solo contienen líne
Forma
1 2 3 4 5 6 7 8 como en los relojes digitales. Los números
se crean usando siete líneas rectas d
1 2F tamaño. ¡De cajón! en combinaciones dife
operar en el espacio con estos núme
2 4F consiguen, otra vez, posiciones polisé
algunos de ellos. Además, con la forma
longitud estándar de las partes que tienen,
3 4F realizar dibujitos geométricos con mayor
Incluso, se pueden hacer dibujitos co
4 8F números y letras, para tener mas posibilidad

F Propiedades de la tabla:
i 5 8F 1F00.2F01.4F04.8F05
l
a 6 4F Posiciones Polisémicas:
s 05.01.04, 05.03.04, 05.05.04, 05.07.0
05.01.05, 05.05.05,
7 8F 05.01.07, 05.05.07,
05.01.08,05.05.08,
8 8F 05.01.10,05.05.10

9 4F

10 8F

Propiedades Posiciones Posiciones de la


de la tabla: polisémicas: anomalía:
05.01.04, 05.03.04,
05.05.04, 05.07.04,
05.01.05, 05.05.05, Ninguna
1F00.2F01.4F04.8F05
05.01.07, 05.05.07,
05.01.08, 05.05.08,
05.01.10, 05.05.10.

Ya a estas alturas estaba un poquito mamao. Así que le mandé las tablas
al Chino pa que viera la vaina y me puse a ver las ocho películas de Rocky,
30
Las Ciencias Sociales en Venezuela

que nunca me daba tiempo de verlas completas. Cuando iba por Rocky N,
una donde Rocky, ya casado con su novia de la primera película y con un
chamo como de 12 años, se pone a enseñar a boxear a un carajo que cono-
ció en la calle y que después lo traiciona, me quedé guindao hasta el día si-
guiente.
El domingo me levanté a la hora que me dio la gana y me puse a ordenar
un bojote de cajas de libros que tengo atravesadas en el pasillo del aparta-
mento. Supuestamente la idea era botar un poco de vainas, pero al final
terminé botando como tres papelitos nada más y me quedé con el mismo
bojote de cajas. ¡Qué vaina! Después que me eché un bañito y almorcé, me
puse a revisar el correo, a ver que le parecieron las tablas al Chino.
Pues, resulta que el chino pajúo se puso a mandarle las tablas a todo el
que se le pasó por la cabeza y me pajeó la vaina con los reales que me iba a
meter. Hasta un carajo que yo ni sé quién es, me mandó un correo con unas
tablas nuevas y unas pruebas.
El tipo era un tal Tito Todd, de no sé qué verga extraña de agrupación,
que me decía en el correo un poco de vainas locas. El tipo arranca el correo
con esto: “Sr. Fechner: Le agradezco que haya decidido hacer públicas las
Tablas de Hechizos y Maldiciones. Yo siempre consideré que esa informa-
ción no debía salir del culto. Pero ya que usted decidió asumir esa respon-
sabilidad, yo lo apoyo. Ya es hora de que todos manejemos la misma infor-
mación para que no se continúen cometiendo los abusos que se han come-
tido hasta ahora. Creo que debe incluir la tabla de los signos también.” Yo
no sé de qué carajo está hablando este tipo, ¡guillo!, pero por lo menos las
tablas que mandó, encajaban en lo que estábamos haciendo el Chino y yo.

31
Hebert L. Tovar

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
TablaBidimensionales
6
de los Símbolos Básicos del Español T
de los Símbolos
Tipo de Letra: Calibrí Básicos del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Columnas El tipo era un tal Tito Todd, de no sé q
Giros extraña de agrupación, que me dec
correo un poco de vainas locas. El tipo
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de correo con esto: “Sr. Fechner: Le agrad
1 2 3 4 5 6 7 8 Forma haya decidido hacer públicas las T
/ Hechizos y Maldiciones. Yo siempre
1 / 4F

/
que esa información no debía salir del c
ya que usted decidió asumir esa respon
*
2 * * 1F yo lo apoyo. Ya es hora de que todos m

*
la misma información para que no se
- cometiendo los abusos que se han
3 - 4F
-

-
hasta ahora. Creo que debe incluir la ta
signos también.” Yo no sé de que ca
+ hablando este tipo, ¡guillo!, pero por lo m
4 + 2F
+

+
tablas que mandó, encajaban en
F \ estábamos haciendo el Chino y yo.
5 \ 4F
\

\
i
l
Propiedades de la tabla:
a
| 1F01.2F01.4F06.8F02
6 | 4F
|

s |
Posiciones Polisémicas:
!
7 ! 8F Ninguna
!

“ Posiciones de la anomalía:
8 “ 8F

Ninguna
#
9 # 4F
#

$
10 $ 4F
$

Propiedades de la tabla: Posiciones Posiciones de la


Polisémicas: anomalía:
1F01.2F01.4F06.8F02 Ninguna Ninguna

32
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales
TablaBidimensionales
de los Símbolos Básicos del Español 7 Ta
de los Símbolos Básicos del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Tipo de Letra: Calibrí
Columnas Propiedades de la tabla:
Giros 1F00.2F00.4F02.8F08
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de Posiciones Polisémicas:
Forma
1 2 3 5 6 7 8 07.01.04, 07.02.04, 07.03.04, 07.04.0
1
% 07.05.04, 07.06.04, 07.07.04, 07.08.0
% 4F

%
07.01.05, 07.02.05, 07.03.05, 07.04.0
2 ¬
¬
8F 07.05.05, 07.06.05, 07.07.05, 07.08.0
¬

¬
07.01.10, 07.02.10, 07.03.10, 07.04.1
& 07.05.10, 07.06.10, 07.07.10, 07.08.1
3 & 8F
&

&
Posiciones de la anomalía:
4 (
(
8F Ninguna
(

(
F )
5 ) 8F
)

)
i
l
=
a 6 = 4F
=

=
s
7 ?
? 8F
?

8 ¿
¿ 8F
¿

9
¡
¡ 8F
¡

[
10 [ 8F
[

Propiedades Posiciones Posiciones


de la tabla: Polisémicas: de la anomalía:
07.01.04, 07.02.04,
07.03.04, 07.04.04,
07.05.04, 07.06.04,
07.07.04, 07.08.04,
07.01.05, 07.02.05,
07.03.05, 07.04.05, Ninguna
1F00.2F00.4F02.8F08
07.05.05, 07.06.05,
07.07.05, 07.08.05,
07.01.10, 07.02.10,
07.03.10, 07.04.10.
07.05.10, 07.06.10,
07.07.10, 07.08.10.

33
Hebert L. Tovar

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales Bidimensionales
de los Símbolos Básicos del Español Tabla 8 T
de los Símbolos Básicos del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Tipo de Letra: Calibrí
Columnas Propiedades de la tabla:
Giros 1F00.2F01.3F01.4F08
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de
1 2 3 4 5 6 7 8
Forma Posiciones Polisémicas:
1
^ 08.01.01, 08.03.01, 08.05.01, 08.07.0
^ 8F

^
08.01.02, 08.02.02, 08.03.02, 08.04.0
] 08.05.02, 08.06.02, 08.07.02, 08.08.0
2 ] 8F 08.01.04, 08.02.04, 08.03.04, 08.04.0
]

]
{ 08.05.04, 08.06.04, 08.07.04, 08.08.0
3 { 8F 08.01.06, 08.02.06, 08.03.06, 08.04.0
{

{
08.05.06, 08.06.06, 08.07.06, 08.08.0
4 4F 08.01.07, 08.02.07, 08.03.07, 08.04.0
08.05.07, 08.06.07, 08.07.07, 08.08.0
F } 08.01.10, 08.02.10, 08.03.10, 08.04.1
5 } 8F
}

}
i
08.05.10, 08.06.10, 08.07.10, 08.08.1
l
<
a 6 < 8F
<

<
Posiciones de la anomalía:
s
Ninguna
7 >
> 8F
>

>
8 ;
; 8F
;

9
,
, 8F
,

:
10 : 4F
:

Propiedades de la tabla: Posiciones Polisémicas:


08.01.01, 08.03.01, 08.03.06, 08.04.06,
08.05.01, 08.07.01, 08.05.06, 08.06.06,
08.01.02, 08.02.02, 08.07.06, 08.08.06,
1F00.2F01.3F01.4F08
08.03.02, 08.04.02, 08.01.07, 08.02.07,
08.05.02, 08.06.02, 08.03.07, 08.04.07,
08.07.02, 08.08.02, 08.05.07, 08.06.07,
Posiciones de la anomalía: 08.01.04, 08.02.04, 08.07.07, 08.08.07,
08.03.04, 08.04.04, 08.01.10, 08.02.10,
08.05.04, 08.06.04, 08.03.10, 08.04.10,
Ninguna
08.07.04, 08.08.04, 08.05.10, 08.06.10,
08.01.06, 08.02.06, 08.07.10, 08.08.10.

34
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Movimientos Espaciales Bidimensionales


Movimientos Espaciales Bidimensionales
de los Símbolos Básicos del Español Tabla 9 T
de los Símbolos Básicos del Español – Tipo de Letra: Calibrí
Tipo de Letra: Calibrí
Columnas Propiedades de la tabla:
Giros 1F01.2F00.4F01.8F00
0º 45º 90º 135º 180º 225º 270º 315º Tipo de
1 2 3 4 5 6 7 8 Forma Posiciones Polisémicas:
. Ninguna
F 1 . 1F

.
i
l _ Posiciones de la anomalía:
2 _ 4F Ninguna
_

_
a
s

Propiedades Posiciones Posiciones


de la tabla: Polisémicas: de la anomalía:
1F01.2F00.4F01.8F00 Ninguna Ninguna

La verdad es que las tablitas de los signos de puntuación no se nos habí-


an ocurrido. Pero tiene sentido que se incluyan como parte de los caracte-
res para dibujar. Ahora que lo pienso, habría que hacer las tablas para los
caracteres griegos, los cirílicos, los chinos, los árabes y de todos los idio-
mas. No solo eso, sino también tablas para caracteres en mayúscula, en
minúscula, acentuados, en negrilla, en cursiva, subrayados y cualquier otra
variación que aparezca. En definitiva, serían un coñazo de tablas cuyo
límite sería imposible de determinar, porque dependería de la imaginación
para crear caracteres.
El tipo también me mandó una prueba de formalización de dibujitos de
personas, que, ¡sin vaina!, también quedaron chéveres. Algo así:

O O <> O O
/-|\- /-|\- -|- /-|\-
-

-3

-/\- 4 4 -/-\-
-

- -
-

Forma sintética de Forma sintética de Forma sintética de Forma sintética de


un hombre de pie . un hombre de pie un hombre de pie una mujer de pie .
parado sobre su pie parado sobre su pie
izquierdo, con las izquierdo, con las
manos a los lados. manos tras la
cabeza.

35
Hebert L. Tovar

Esos dibujitos los formalizó de la siguiente manera:

Forma analítica de una persona parada.

Nivel Significante Significado

1
O Cabeza.

-
2 Cuello.
3
- - Hombro derecho e izquierdo.

4
/ | \ Brazo derecho, tronco y brazo
izquierdo.

5
/\ Pierna derecha e izquierda.

6
- - Pie derecho e izquierdo.

Identificación de posiciones.

Nivel Significante Caracter Posición


1
O Letra O 03.01.08
-

2 Signo menos. 06.03.03

3
- - Signo menos.

Signo división, barra


06.01.03
06.05.03
06.01.01
4
/ | \ vertical, barra
inversa
06.01.06
06.04.01

5
/\ Signo división, barra
inversa.
06.02.05
06.01.05

6 - - Signo menos.
06.01.03
06.05.03

La vaina más interesante fue como el tipo empezó a operar con las posi-
ciones de los caracteres en las tablas. Dividió los caracteres del dibujo por
niveles y luego sumó las posiciones de los caracteres que se encontraban
en un mismo nivel. El tipo dice que eso es porque cuando dos o más carac-
teres están en un mismo nivel, están juntos, unidos. Y que juntar las cosas,
es sumar.
36
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Operaciones con las posiciones


Suma
Nivel Significante Posición Resultado
Horizontal

1
O 03.01.08 Cabeza 03.01.08

-
2 06.03.03 Cuello 06.03.03

3
- - 06.01.03
06.05.03
06.01.01
Hombro derecho + hombro
izquierdo
12.06.06

4
/ | \ 06.01.06
06.04.01
Brazo derecho + tronco + brazo
izquierdo
18.06.08

5
/\ 06.02.05
06.01.05
Pierna derecha + pierna izquierda 12.03.10

6 - - 06.01.03
06.05.03
Pie derecho + pie izquierdo 12.06.06

Luego, tomó los resultados de las sumas y los dividió en forma consecu-
tiva desde arriba hasta abajo, conservando la posición relativa de las ta-
blas, las columnas y las filas. Eso porque, según el tipo, cada nivel del di-
bujo está uno sobre otro y cuando una cosa está sobre otra, se está divi-
diendo. Como cuando uno dice: “10 sobre 2”, se entiende que uno está di-
vidiendo 10 entre 2. Los resultados los presentó con 30 decimales, porque
eso es lo máximo que calcula Excel.

Operaciones con las posiciones

Con este procedimiento lo que el tipo hizo fue identificar un solo carac-
ter que representara al dibujo completo. Eso lo hizo en dos pasos:
1) sumó todos los resultados de las divisiones, lo cual le dio:

37
Hebert L. Tovar

4,119087577160490000000000000000
y
2) convirtió los tres primeros dígitos del resultado total en una
posición de las tablas, es decir:

04.01.01

A partir de 4,1190….. etc., escogió el 4 y no el 41, porque no hay 41 ta-


blas de caracteres para el español, sino nueve. Luego escogió el 1 y no el 11,
porque ninguna tabla tiene 11 columnas, sino 8. Igualmente para la fila es-
cogió el 1 y no el 19, porque ninguna tabla tiene 19 filas, sino 10. Eso para
las tablas que hicimos entre todos. Pero como se pueden crear, al menos en
teoría, infinitas tablas, los criterios de selección de los dígitos de la posición
matricial del caracter que representa al dibujo, pueden variar. En defini-
tiva, el caracter de la posición 04.01.01, es: R
Parece una pendejada, pero en realidad el fulano Tito está describiendo
una forma de Cálculo Grafolingüístico, que permitiría calcular con imáge-
nes, letras y palabras. En este caso específico del ejemplo, se puede decir
que:

O
/-|\- = R
-

-/\-
Además del caracter único que representa al dibujo, también halló un
número. Eso lo hizo sumando los resultados de las últimas divisiones co-
rrespondientes a las tablas, columnas y filas, de la formalización del dibujo.
En el caso de la persona de pie, serían:
0,000016075102880658400000000000
0,000514403292181070000000000000
0,000925925925925926000000000000

38
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Eso da:
0,001
Por lo tanto, se puede decir que:

O
-|-\

-
R= / = 0,001
-/\-
Y para no hacer la vaina más ladilla, también se puede decir de una:

O <>
-|-
-

Z= = 0,002
4
-

-
-

Y también:

O
--
-

RR= / |\ = 0,003
4
-

-
-

Y también:

O
--
-3

2
= / |\ = 0,003
-/-\-
Hasta aquí es más o menos hasta donde yo creía que podíamos llegar el
39
Hebert L. Tovar

Chino y yo. Encontrar una manera de formalizar figuras hasta encontrar su


representación numérica, para ver si tal vez tuviese alguna aplicación para
el dibujo automatizado por computadora. Eso era lo que me interesaba
desde el principio. Pero resulta que el tipo, que parece que le mete a la
brujería, a partir de aquí es que empieza a inventar vainas. Y lo más arre-
cho es que suenan lógicas. El tipo plantea varias cosas:
Primero, que los dibujos tienen letras implícitas, escondidas. Bueno, eso
creo que queda bastante claro con el uso de las tablas. Ahí tiene razón. A
estas letras escondidas el tipo las llama “inconscientes”, porque uno no se
da cuenta de que están ahí, a menos de que uno se ponga a formalizar el
dibujo.
Segundo, que si es cierto que los dibujos contienen “letras inconscien-
tes”, entonces no sólo los dibujos que se hacen con tablas diseñadas a
propósito, las contienen, sino que también las imágenes y, más arrecho to-
davía, todo lo que uno ve, tiene letras escondidas.
Tercero, que el proceso funciona también de manera inversa, es decir,
que las palabras, al ser formadas por letras, tienen figuras y formas implíci-
tas, conformadas por los dibujos a los que aluden las letras con las que se
forman las palabras. Esto está fumao, pero suena coherente.
Cuarto, y aquí viene lo más malandro, que se pueden emitir mensajes
completos a través de imágenes e imágenes completas a través de palabras.
Sin embargo, para poder hacer eso, hay que meterle al sentido común.
Igual que con los dibujitos que se forman con los números, como me dijo el
Chino, hay que ajustar las imágenes a pepa de ojo para poder encontrarles
sentido.
¡Mucho para mí! Además, a partir de aquí, la vaina se puso brujérica y
me dije ¡La pinga! vamos a dejar esto hasta aquí y me puse a hacer otras
cosas el resto del domingo.
Pero nada, ya estaba picao, así que el lunes seguí metiéndole coco a lo
que el carajo decía en el correo. El tipo puso unos ejemplos ahí, pero yo
quería probar la vaina por mi cuenta.
Ahí fue donde me di cuenta que no es tan fácil crear palabras gráficas.
Pero bueno, se me ocurrió esto:
40
Las Ciencias Sociales en Venezuela

O
<>
-|-

-
V
|
V
4

-
-

-
Eso es un tipo tranquilote, sentado con las piernas cruzadas y las manos
entrecruzadas tras la cabeza, o sea, un tipo que está cómodo. Y está con el
dibujo de una pluma fuente, bueno, en realidad de la punta de una pluma
fuente. Usando el criterio del Chino y de Tito, un tipo que se siente cómodo
con una pluma fuente, debe ser alguien que se siente cómodo escribiendo,
o sea, un escritor.
El caracter de un tipo cómodo, ya sabemos que es Z y el número, el
0,002. Para la pluma fuente, me dio el caracter 8, y el número 0,186. Es de-
cir, que “escritor” se puede decir como Z8 o como 0,188.
¡Claro!, eso para este dibujo. Para un dibujo más complejo, obviamente,
“escritor” no se escribiría de la misma forma. Según éste razonamiento, se
pueden decir mensajes ocultos con palabras, números e imágenes. Esto es
lo que Tito Todd llama “Hechizos y Maldiciones”, dependiendo de lo que se
diga.
¡Confieso que ya el tipo logró meterme en la vaina! Según dice, cual-
quiera que maneje la información de las tablas, puede transmitir hechizos y
maldiciones a sus interlocutores. O sea, que uno podría insultar o halagar,
dar una instrucción o revelar un secreto, a través de imágenes, números y
palabras, más allá de su significado evidente. Por ejemplo, se le podría de-
cir a la tipa que a uno le gusta: “Mi amorcito, que ojos tan lindos tienes”, de
una forma no evidente. O a un carajo que nos tiene arrechos en el trabajo:
“Me sigues jodiendo y te voy a reventá a coñazos”.
Los mensajes ocultos se diferencian de los mensajes evidentes, sola-
mente en que son ocultos, por lo demás el impacto que causan en el inter-
locutor funciona igual. Si a una tipa se le dice un piropo, a lo mejor nos para
bolas y cuadramos ahí. Pero si se le dice “puta”, segurito que nos clava un
coñazo. Y, por supuesto, si le ofrecemos unos coñazos a un carajo que nos
41
Hebert L. Tovar

tiene ladillaos, lo más seguro es que se arreche o se cague.


Por eso es que Tito dice que con tablas como estas, se pueden lanzar
hechizos o maldiciones, porque podemos hacer que otra persona sienta
placer, arrechera, miedo y cualquier vaina, a través de mensajes que ni si-
quiera saben que están recibiendo, hechizos y maldiciones. Por eso es que
a veces una persona nos cae mal de gratis o nos enamoramos a primera
vista. Puede ser que la otra persona nos esté hechizando o maldiciendo de
alguna manera oculta. Eso suena lógico. La vaina es saber si lo está
haciendo a propósito o sin darse cuenta. El tipo dice que de todas formas,
no nos damos cuenta de la mayoría de los mensajes, que somos inconscien-
tes de ellos, pero que sin embargo, los seguimos captando y que nos afec-
tan, no solo emocionalmente, sino físicamente también. ¡Verga!
O sea, que de repente podemos sentir un dolor en la barriga, una pi-
cazón, un dolor de cabeza o unas ganas de hacer cositas, todo por efecto de
los mensajes que recibimos indirectamente. Además, la vaina es que los
mensajes también se pueden asociar con lo que uno esté haciendo en el
momento en que los capta. Por ejemplo, si mientras uno está obrando en el
baño, le llega la palabra Z8, quedan asociadas la acción de “echar una” y la
palabra “escritor”. Sin echarle mucho coco a la cosa, el mensaje sería algo
así como que “el escritor pone la cagada” o “el escritor es una mierda”, o “el
escritor es un mojonero”, Ja ja ja. Por ahí va la vaina. A eso el tipo lo llama
“condicionamiento del inconsciente”. ¡Naaaa güevoná!
Ahí es donde la vaina asusta, porque según eso, cualquiera nos podría
echar una maldición y se nos destaparía, por ejemplo, una picazón arrechí-
sima, un dolor de bola o algo peor. Aunque, pensándolo bien, si nos hechi-
zan, podríamos andar livianitos y alborotaos. ¡Éjele!
Lo que pasa es que el planteamiento de este tipo es medio enrredao,
porque si los hechizos y las maldiciones dependen de tablas que hay que
crear y del idioma que habla el que las crea, ¿entonces como coño hacen
efecto los mensajes en las demás personas que no conocen las tablas ni sus
significados? Es más, ni siquiera saben que existen. Aunque Tito no lo dice,
los mensajes deberían hacer efecto solamente en aquel grupo de personas
que comparten la misma forma de hablar del que creó las tablas de su pro-
pio idioma.
42
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Además, si todos los dibujos, imágenes, palabras y números que vemos,


tienen mensajes ocultos de manera espontánea, ¿qué pasa con los ciegos
que no ven nada de eso? Lo lógico sería que el mismo esquema funcionara
para los sonidos de las palabras. Pero, ¡a verga!, ¿y los que son ciegos y
sordos que no ven, ni oyen nada? Pues les quedan las sensaciones de la
piel… y los olores… y los sabores. ¡Ummm! Necesariamente tendrían que
haber mensajes explícitos y ocultos en todas las sensaciones que percibi-
mos por todos los sentidos y por consiguiente, habría que crear tablas de
sonidos, tablas de olores, sabores y sensaciones. ¡Mieeeeerda!
Por si fuera poco, Tito realiza también una especie de reinterpretación
en espiral de las palabras y mensajes que identifica en los dibujos. Apli-
cando su forma de reinterpretación en espiral, al caso que se me ocurrió,
“escritor” que se escribe Z8, puede a su vez reinterpretarse de la siguiente
manera:

Z se escribe:

ZETA

y 8 se escribe:

OCHO

Pero a su vez ZETA se deletrea:

ZE – TA

y OCHO:

O – CHO.

La vaina sigue. Luego se define el nombre de las letras de cada sílaba:

Zeta – E – Te – A – O – Ce – Hache – O

43
Hebert L. Tovar

Y después se le da un sentido más o menos aproximado, dependiendo de


la forma de hablar particular del que está realizando la reinterpretación.
En este caso, como el que está realizando la reinterpretación soy yo, y yo
soy venezolano, un significado más o menos ahí, sería:

Zeta es tea o se hace O.

Luego se sigue afinando el sentido recurrentemente hasta que se consi-


gue algo más o menos claro:

Zeta es madera y fuego, o se hace O.

El hombre cómodo es madera y fuego, o se hace una cabeza.

El hombre pacífico debe ser fuerte como un árbol y apasionado como


el fuego, o se transforma en solo un pensador.

Pero como de lo que se está hablando es de un escritor, la vaina puede


quedar finalmente así:

El escritor debe ser fuerte como un árbol y apasionado como el fuego,


o se transforma en solo un pensador.

¡A la vaina, salió un verso sin mucho esfuerzo!

Ahora, la mayoría de esos mensajes andarían realengos en el mundo,


dependiendo de la forma como está constituido el mundo mismo. Algunos
de ellos serían enviados intencionalmente a grupos determinados de in-
terlocutores por parte de emisores que compartan su forma de hablar. Es-
tos carajos emisores serían una especie de magos que crearían las tablas
con las cuales redactar los mensajes ocultos.
Si así es la vaina, entonces habría en el mundo unos carajos con capaci-
dades diferenciales para hechizar y maldecir, dependiendo de su creativi-
dad para crear tablas en su idioma.

44
Las Ciencias Sociales en Venezuela

¡Ahhh!, por eso es que Tito dice que había que hacer pública esta vaina,
porque debe haber una bandita de jodedores que sabiendo estas vainas
andan echando vaina pareja. ¡Coño!, entonces yo vengo siendo una especie
de mago. ¡A la mierda! ¡No solamente eso! sino que en todo este cuento que
he estado echando de lo que hice en Carnavales, vaya usted a saber cuántos
hechizos y maldiciones debo haber echado sin darme cuenta. ¡Pinga, la
vaina se puso pichacosa!
¡Pero bueno, ya va! Si toda vaina que uno dice es un hechizo o una mal-
dición, ¿cuál es el peo? Si uno se pone a pararle bolas a estas vainas termi-
naría por no decir un coño. Ahora, si la vaina funciona así de verdad, con lo
que habría que tener cuidado es con los mensajes con una intención defi-
nida y preestablecida intencionalmente.
Por si acaso, todo el martes lo pasé redactando hechizos y unas cuantas
maldiciones, ¡de bola! para empezar a hechizar gente y volverme rico, fa-
moso y exitoso con las mujeres y quitarme de encima a unos cuantos pa-
júos que me están ladillando. Ja ja ja.
Y como las brujas no existen pero de que vuelan vuelan, no le voy a con-
tar estas vainas a nadie. La cosa es que ya el chinito sabe la vaina, aunque
no le pare mucho, y otro es el fulano Tito y los carajos con los que él anda.
Le voy a preguntar al Chino si conoce a un analista de sistemas bueno, para
que me haga un programa que calcule automáticamente los mensajes de
las imágenes complejas y que me permita enviar imágenes ocultas en las
palabras que diga o escriba.
¡Hay que ver lo que se inventa en cuatro días sin ver televisión, nojoda!
¿Qué pasaría en Caracas si no existiera la televisión?

45
Hebert L. Tovar

Escritura de lo real
EN LA CIUDAD DE CAL: CULOS DIVINOS.
Juan Adalberto Fechner
Cuadernos de la Oficina. Vadell Hermanos : Caracas. 2013.

I
Cal Él Chacón era un carajo que vivía en Caracas, la ciudad de los culos
más requetesabrosos y divinos del mundo. Cal Él era un quesúo que quería
andar singando todo el tiempo y se las quería coger a todas. Pero Cal Él
sabía que para cogerse a las carajitas más divinas, tenía que tener una
verga bien grande para poder zampársela por ese culo a las mamacitas que
le pararan bolas y que luego se lo contaran a todo el valle de la ciudad. De
esta forma, segurito que le saldrían más chances.
Una noche, mientras estaba tirando con Marilyn, una estudiante de an-
tropología, casada, de la UCV, le dijo:

– Mami, te puedo preguntar una vaina.


– Umjú.
– Pero no te vayas a reír.
– ¿Qué? Dime.
– ¿Tú crees que yo tengo el güevo grande?
– ¿Qué queeee? Ja ja ja ja. ¡Tú estás loco chico! ¿Qué pregunta es esa?
– ¡Coño vale, te dije que no te fueras a reír!
– Ja ja ja jaaaa. ¡Tú si eres pasao!
– Anda, dime.

46
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– No sé… que se yo… a mí me parece que está bien. El tamaño no es lo más


importante, ¡Necio!

– Además, porqué uno lo llama güevo, si no se parece a un huevo. Las bo-


las si, mira. Pero el güevo, no. ¡Esa vaina es rara! ¿no? Pareciera que el
nombre está mal puesto.

– ¡Ja ja ja!. ¡Tú sí estás loquito vale! Pero hay que ver que a ti se te ocurren
unas vainas…

– Pero mi cosita preciosa, no seas tan remolona. Anda, mira como lo tengo
parao, dime…
Marilyn le agarra el güevo a Cal Él y le empieza a hacer la paja, mientras
le dice:

– Tú si eres loco. Me hiciste recordar de un tipo que llevó el profesor


Fausto al encuentro de este año y que para que tuviéramos una idea de
sus métodos de antropología urbana.

– ¿Uh?
– Un tipo que le mete a la brujería y planteaba que en el nombre de las co-
sas y en el lenguaje en general, hay mensajes ocultos que impactan a la
gente sin que se dé cuenta.

– ¡Así, mami, apriétame la cabecita! ¡Qué rico!


– Dice que en la forma de hablar de la gente hay un conocimiento ances-
tral y oculto que va pasando de generación en generación y que es lo que
le da la unidad natural a las naciones.

– ¡Ajá! Dale más duro, mami.


– ¿Quieres que te lo chupe, papi?
– Sí, mi amor.
Marilyn empieza a mamarle el güevo a Cal Él, dándole con la lengüita en
la cabecita. Después se lo mete todo hasta la garganta como queriéndoselo
47
Hebert L. Tovar

tragar. Linda Lovelace se quedaba pendeja delante de Marilyn. De repente


Cal Él le dice a Marilyn:

– Voltéate mi amor.
Marilyn se voltea y para el culo para que Cal Él se lo meta. Cal le agarra
las nalgas y se las abre y comienza a mamarle el güequito, metiéndole la
lengua lo más que puede. Marilyn gime, mientras se hace la paja. A diferen-
cia de la mayoría de las mujeres, le encanta que se la cojan por el culo y por
eso Cal está empepao con ella. Cuando está bien birrionda, Cal comienza a
metérselo suavecito, empujándole la cabeza primero. Marilyn hace un
gesto para detenerlo, porque siempre le duele un poquito. A Cal le encanta
que le duela, eso hace que se le pare más el güevo y entonces se lo empuja
completo hasta las metras. Empieza a clavársela sin misericordia. Se toma
todo su tiempo, primero la toma por la cintura para jalarla mejor al metér-
selo y así poder salir casi completo y volverla a emburrar. Le empieza a dar
cada vez más duro, hasta que siente como el culito se le va aflojando y se
abre más. Cal se pone frenético y la embiste cada vez con más fuerza. Des-
pués cuando ya va a acabar, la agarra por los hombros para entrar más
profundo. Comienza a darle nalgadas que lo excitan más, hasta que le
suelta el taco e leche y cae temblando a su lado.

– ¡Qué rico, mi amor!


– Eres un sádico.
– Y tú una zorra.
– ¿Cómo me dijiste?
– ¡Zorra!
– ¡Ijjjjjjjj! Grosero.
– Grosero es el burro que anda sin interiores.
– Ja ja ja. ¡Ay chico!

48
Las Ciencias Sociales en Venezuela

II
La vaina de porqué el güevo se llama güevo, se convirtió en una duda
metódica para Cal. De la habladera de paja con Marilyn, se le despertó la
vena investigativa y se fue interesando cada vez más en este tipo de cosas
extrañas en el lenguaje, como por ejemplo, por qué después de “cuatrocien-
tos” viene “quinientos” y no “cinco cientos”, como manda la lógica. Tanto
jodió a la pobre Marilyn con estas pendejadas, que ésta terminó por decirle
que si estaba tan interesado, que hablara con el propio Prof. Fausto a ver si
éste lo podía orientar.
El martes se jubiló del Taller, diciendo que tenía gripe y se fue a la Cen-
tral. Se perdió para llegar a la Escuela de Antropología. Si de vaina terminó
el bachillerato y un curso de Mecánica Automotriz en el INCE, se entiende
que no tuviera ni puta idea de donde quedaba la escuela. Dando coñazos
fue a parar al Reloj de la Plaza del Rectorado y allí le preguntó a unos mu-
chachos que estaban tomando chicha, donde quedaba la Escuela de Antro-
pología. De pura casualidad, una catirita bien linda de nombre Colette,
tenía que ir también por la Escuela de Antropología. Colette se le quedó
mirando la paloma y le dijo:

– Yo voy para allá. Si quieres te acompaño.


Cal, se dijo a sí mismo:

– ¡Ay papá! ¡Salió mi número! Esta pollinita está buscando pelea.


Pero, nada. La carajita estaba bien sabrosa, pero lo que hablaba eran pu-
ras pendejadas y no tenía nada en la bola. Cada vez que Cal, le insinuaba
algo, cómo donde poder hacer contacto con ella o si se podían ver de
nuevo, se hacia la pendeja. ¡Qué va! Nada de feeling. Cal pensó: “Pero
bueno, esta gafa se me queda viendo el güevo y después no sale pa lante.
¡Qué pajúa!”

– Mira es por aquí. Ese es el edificio de Economía, pregunta que ahí te di-
cen.

– Ok, gracias nené.

49
Hebert L. Tovar

– Okis. Chaíto.
Cuando Colette se dio la vuelta después de despedirse, Cal aprovecho
para morboseársela por última vez.

– ¡Coño, ese culo si está rico! ¿Por qué a uno le gustará tanto un culo?
Al llegar al mostrador de la recepción, le preguntó al güevón que estaba
allí:

– Disculpapana, ¿tú sabes dónde puedo encontrar al Profesor Fausto


Gamboa, de Antropología?

– ¿Fausto? ¡Coño si, acaba de salir ahorita! De vainita no te lo tropezaste.


Es aquel que va allá, mira, aquel carajo altote de bigotes.

– Okey. Gracias pana.

– ¿Disculpe, usted es el Prof. Fausto?


– Si, como no.
– Que tal, yo soy Cal Él Chacón, soy amigo de una alumna suya, Marilyn
Zon.

– ¿Qué tal, cómo le va?. ¿Zon?


– Si, Marilyn Zon Risso.
– ¡Ahhh! Si claro, La Chupaíta. Dígame en que le soy útil.
A Cal Él no le gustó la vaina y se dijo para sí mismo: “Este si es marico,
que se cree este viejo güevón ¿será que se la está cogiendo también?” Pero
como el que estaba jalando bolas era él, se tuvo que meter la lengua en el
culo y empezó a caerle a mojones, repitiendo tres o cuatro vainas que le
pescó a Marilyn:
50
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Bueno mire, yo formo parte de un grupo cultural de Santa Teresa que es-
tamos investigando sobre las tradiciones del lenguaje popular y su rela-
ción con el conocimiento que forma parte del patrimonio cultural de las
naciones.
“¡Tuqui, güevón, chúpate esa! Acaso te crees que soy un ignorante. Roli-
vario de mamagüevo”. Pensó Cal Él, que todavía estaba arrecho por la gro-
sería del viejo, de andar insinuando vainas con Marilyn.

– Ya veo. ¿Santa Teresa del Tuy?, yo tengo amigos allá. Dígame para que
soy bueno.

– No, del Tuy no, de la parroquia de Santa Teresa, aquí mismo. ¿Usted
sabe por dónde está Imgeve?

– No.
– ¡Bueno! Por esa calle bajando, hasta donde está La Plaza Concordia, por
ahí es Santa Teresa.

– ¡Ajá!
– Nosotros nos reunimos todos los sábados en la Plaza Candelaria para or-
ganizar eventos culturales y otro tipo de actividades.

– ¡Ujú!
– Y bueno, queríamos ver si usted nos puede poner en contacto con algu-
nas fuentes autorizadas. Ya Marilyn nos ha introducido a Le Bistró, pero
en realidad nosotros…

– ¿Levi – Strauss? ¡Vaya! ¿Y entonces…


– Si, le decía, que en realidad nosotros estamos interesados en conocer el
porqué de la forma de hablar de la gente y su relación con su vida
misma, con …

– Toda aproximación medianamente seria a la forma como el lenguaje se


inscribe en la constitución del sujeto, debe pasar por una revisión rigu-
51
Hebert L. Tovar

rosa de los textos de Lacan. Yo creo que tengo a la mano un CD que les
puedo facilitar.

– No mire, en realidad lo que nosotros queremos es el celular del Sr. Tito


Todd que Marilyn nos dijo que usted conocía. Lo que pasa es que el área
de investigación de él nos interesa sobremanera.

– ¿Área de investigación? … ¡Qué bien!… ¿Ya Tito tiene línea de investiga-


ción? No sabía. Déjeme ver… por aquí debo tener sus datos… a ver… a
ver... Muy bien, anote ahí el correo que es lo que tengo, aunque creo que
ya él no está allí, de todas maneras anote:
ne.sintetica.convergente@gmail.com

– Okey, perfecto. Muchísimas gracias doctor y no le quito más su tiempo.


Hasta luego, que le vaya bien.

– ¡Por favor! Estoy a la orden. Me saluda a Marilyn.


– Okey.
III
Apenas Belkis se descuidó, Cal Él se metió en la oficina de administra-
ción del Taller y le agarró la máquina, para mandarle un correo a Tito
Todd. Cal era tan pela bola, que no tenía Blackberry, ni Iphone, ni ninguna
de esas vainas. Lo que tenía era un corroncho e teléfono todo escarapelao
que no tenía Internet: “Estimado Sr. Tito: mi nombre es Cal Él Chacón. Su co-
rreo me lo dio el Dr. Fausto Gamboa de la UCV. Pertenezco a un grupo de in-
vestigación que está interesado en sus trabajos, específicamente en develar el
conocimiento oculto en el lenguaje popular. Por favor, si puede, me gustaría
tener una entrevista con usted. Atentamente, Cal Él”

– ¡Mira, muchacho el carajo! ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me


agarres la máquina? No ves que al señor Gutiérrez no le gusta que uste-
des se metan aquí. ¡Sal pa fuera!

– Pero Sra. Belkis, deje el aguaje. Nada más estaba enviando un mensajito.

52
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¡Que no, chico! Un día de estos te van a encontrar aquí metío y nos van a
armar tremendo peo. ¡Deja ya la vaina! ¡Anda, fuera, fuera!

– Okey, okey, pero si me va a pegá no me regañe.


– Una pescozá es que te voy a dar un día de estos, que te voy a volá los
dientes. ¡Sale, sale!

– ¡Cónchale, que violencia! Chao, viejita linda.


– ¡Umjú, deja la salamería! ¡Sale, sale!

IV
“Y a este pendejo no se le pudo ocurrir un lugar mejor que éste para que
habláramos” -pensó Cal mientras se sentaba en una mesita del “Delia”, una
pizzería-botiquín de la Calle de los Hoteles, como yendo hacia Bello Monte,
full de estudiantes y borrachitos.
“Tema de una flor, tema de una flor, que dio su perfume y se marchitó”, se
zumbaba el cantante del grupito que estaba tocando, un tal Guaramato que
también tocaba el bajo, y sin vaina, le daba bien. Cal, le escuchó a unos
chamitos sentados al lado de él, que la noche anterior habían tocado Ta-
baco y sus Metales y que un timbalero que se trajo, llamado Chucho Man-
zanares, y que se la comió. Cal se dijo: “Coño y ese carajo todavía está vivo.
Voy a ver si vengo a escucharlo. No lo oigo desde carajito”.

– ¿Qué vas a querer, pana?


– Dame una pizza con jamón, salchichón y champiñones.
– ¿Y de tomar?
– ¿Qué cervezas tienes ahí?
– Tengo Polar Tercio, Brahma y Regional.
– ¿Regional?, ¡Pinga! esa vaina la hacen con arroz y después amanezco con
diarrea. ¿Polar media jarra?
53
Hebert L. Tovar

– No hay.
– ¿Solera verde tienes?
– Si hay.
– Ok, tráeme la que ya se te vaya a congelar. ¿Tarda mucho la pizza?
– ¡No hombre! Como quince minuticos na más.
– Okey.
Al sitio llegaba cada vez más gente. Casi no podían caminar ni moverse
en el local. Llegaban carajitas bellísimas, de la Central, la Católica y hasta de
la Simón. ¡Buen dato! Resulta que la dueña del botiquín era una morenaza
bien buenas tardes, de nombre Delia. El sitio se llamaba así por ella. Delia
danzaba entre las mesas como una bailarina, distante e inalcanzable. ¡Pro-
vocaba echarle los perros apenas uno la veía! ¡Pero coño, había demasiada
gente! y Cal estaba haciendo trabajo de campo.

– Vaya chamo, pizza cuatro sabores.


– Okey, gracias vale.
“Aquel debe ser” – pensó Cal cuando vio a un carajo gordito, morenito y
con una cachuchita a lo Rolando La Serie, como buscando a alguien. Parecía
el conguero del grupito que estaba tocando. Cal le hizo señas con la mano y
Tito se le acercó.

– ¿Tú eres Cal?


– Sí, como no. ¿Tú eres Tito, no? ¿Qué más?
– ¿Qué más, chamo? Mucho gusto. ¿Hace mucho que llegaste?
– No. No tanto, hace como dos cervezas.
– ¡Coño esta vaina esta full hoy! ¡Mira, agüeboneao, tráeme una rubia! ¿Y
qué más, tú estudias antropología también?

54
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¡No, qué va! Yo soy latonero.


– ¡Verga, chamo, tú estás bien desubicao!
– Ja ja. Eso me dice todo el mundo.
– ¡Coño, Latonería Antropológica, vaya pal carajo!
– Ja ja. Yo lo más cerca que he estado de la antropología es con una jevita
con la que estoy saliendo que estudia en la Central. Ella fue la que me
habló de ti.

– ¿Y cómo fuiste a parar donde el pajúo de Fausto?


– ¡Bueno, a través de ella misma, que es alumna de él! Así fue como di con
tus datos.

– Ummm. Bueno, dime ¿en qué andas?


– Okey. Bueno, esto a lo mejor te va a sonar raro. Pero a mí lo que me
interesa es entender los nombres de las cosas. Sobre todo, los nombres
que nosotros los venezolanos le ponemos a las vainas. Tengo entendido
que esa es una de las cosas que tú haces ¿no? Marilyn me contó que tú
crees que hay un conocimiento oculto en la forma como uno habla. ¿Es
así?

– ¡Mira afeminao! ¿qué pasó con la rubia que te pedí? Apúrate chamo, que
estoy seco. ¡Ahhh! a ti te interesa es el contenido latente del lenguaje, lo
que los psicólogos llaman los contenidos inconscientes.

– ¡Bueno! yo no sé si así es como se llama. Pero sí, creo que por ahí va la
vaina.

– Te estás metiendo en un peo. Más de uno ha quedao loco e bola por me-
terse a averiguar esas vainas.

– Pero tú te metes con esas vainas ¿no? y no estás loco.


– ¿A ti te consta?
55
Hebert L. Tovar

– ¡Bueno!, por lo menos no pareces un loco.


– ¡Ahhh, esa es otra vaina! Mira chamo, si de verdad te interesan estas co-
sas y tienes las bolas suficientes para investigar por tu cuenta, que es la
única forma de aprender verdaderamente, mejor es que te pongas a …

– ¡Vaya Cabeza e Colchón, una catira…


– ¡Coño Abele, contigo se puede mandar a buscar la muerte! ¡Verga, si te
das postín!

– ¡Ah, nojoda! anda a que te zurzan.


– Je je je je.

– Te voy a mandar por correo un material que te puede servir. De ahí pa


llá, usted le dá solo compadre.

– Okey.
– Mira eso que está entrando ahí.
Cal voltea y ve entrando por la puerta a un hembrón con cara de bicha.
Sendo tren delantero, buenas pailas y con pinta de andar buscando pelea.

– Se llama Anahí y estudia Periodismo. ¡Lo que está es podrida de buena!


– Umjú. Tiene unas manos bien bonitas.
– Y el mediecito que lleva en el bolsillo de atrás del pantalón, se ve clarito
que es sello. ¡Abele, otra ronda!

– Oye Tito, yo me tengo que ir.


– Tranquilo que esta va por mi cuenta. ¡Abele, tráete dos más y la de la
casa!

56
Las Ciencias Sociales en Venezuela

En eso comienza a sonar Aguanilé. Las miradas de Anahí y Cal se cruzan.


“Aguanilé, aguaníle mai mai. Aguanilé, aguaníle mai mai. Que bombonchele...
ahh que bombonchacha… yo traigo Aguanilé pa' rocear a las muchachas”.

V
Cal ya se había bajado el coñazo e vainas que le mandó Tito. Estaba en-
fiebrao y le dio por andar analizando cuanta vaina se le pasara por el
frente.
“Lo pongo pa'rriba. Lo pongo pa'bajo. Lo pongo de lao. Lo dejo enrredao.
Cabeza pa'rriba. Cabeza pa'bajo. Lo pongo de lao. Lo dejo amarrao”. Defini-
tivamente, Billo estaba metido en la vaina, pensó Cal. El estribillo de esa
canción, recitado por Víctor Morillo, no podía estar hablando de otra cosa
que no fuera de las revoluciones de los caracteres que describía Tito en las
Tablas de Hechizos y Maldiciones. “Lo pongo pa'rriba”, evidentemente es la
posición del caractér a 0°, “Lo pongo pa'bajo”, es la posición a 180°, “Lo
pongo de lao”, debe referirse entonces a las posiciones a 90° y 270°. Lo que
ha estado recitando Morillo y cantando Cheo García, no es más que el pro-
ceso de dibujar con caracteres, para hacer brujerías.
Está muy bien. En eso andaba Cal. Se fajó como una semana, a tratar de
encontrar la respuesta a la pregunta de por qué el güevo se llama güevo,
rotando los caracteres de su nombre. Pero nada. No conseguía nada que
tuviese sentido. Decidió probar entonces con el método de Reinterpreta-
ción en Espiral, que es más impreciso y por lo mismo más pelúo. Pero, ¡Na-
ranjas! No pegaba una.
Hasta que en eso un rayo luminoso le cayó en el cogote y se dio cuenta
de que los venezolanos también llamamos a la verga, PIPI. Ahí sí, la vaina
comenzó a cambiar. De lo que se acordaba del bachillerato, Cal sabía que Pi
era una constante para los cálculos geométricos. Se acordaba porque a él le
gustaba como Barragán explicaba la vaina. Se le entendía todo, sobre todo,
la parte de la trigonometría. Incluso se acordaba de la forma como explicó
la relación PI, una vez en clase y todo el mundo lo entendió: si uno agarra
una cuerda con la que tiene hecha una circunferencia y la pica por un ex-
tremo, el largo de la cuerda es tres veces y pico, el diámetro de esa misma
57
Hebert L. Tovar

cuerda cuando era circunferencia.


“Por aquí si como que va la vaina” – se dijo Cal. El PIPI, serían 2PI, es de-
cir dos veces la relación PI. Eso sí parece tener sentido. Si se trabaja con la
representación gráfica de la relación PI, el PIPI podría ser la verga.
Como Cal era intenso, se dijo: “Nojoda, yo voy a probar esa vaina por mi
cuenta”. Como Cal tampoco tenía una máquina donde trabajar y la Sra. Bel-
kis lo estaba cazando para joderlo, y tenía que sacarle un coñazo a un Fiat
Mirafiori que lo venían a recoger al día siguiente, entonces agarró una tapa
de PUMIX, una vaina para pulir los dientes y le midió el diámetro con una
regla de metal. Eso le dio 8,6 cm. Después agarró una hoja de papel Bond
tamaño carta y se la colocó a la tapa por el borde, como haciendo el perí-
metro de la tapa. Marcó con un bolígrafo el punto donde la hoja rodeaba
completamente la tapa y después la desenrolló. Midió desde el borde de la
hoja hasta la marca y eso le dio 27,00 cm. O sea, que 27,00 cm, debería ser
tres coma catorce dieciséis veces la longitud del diámetro de la tapa.
Cal dejó la vaina hasta ahí y se puso a trabajar en el Fiita. Pero cuando
salió del Taller, se fue a un Cyber en San Martín, para hacer los cálculos y
los gráficos que necesitaba. Agarró una máquina con Linux y se metió en
Calc. En menos de lo que dura un peo en un chinchorro, hizo el cálculo teó-
rico del perímetro de la tapa de PUMIX: 8,6 cm que es el diámetro, por
3,1416, que es la relación Pi, le dio 27,02 cm.

– ¡Mieeeerda! Me pelé por 0,02 cm. Eso debe ser por las variables extra-
ñas, el grosor del bolígrafo, la presión del papel sobre la tapa y vaya usté
a saber que otra pila de güevonadas. Pero, ¡coño, voy bien!
Luego se metió en Impress y dibujó la relación PI de esta manera:
Una circunferencia, con tres líneas
inferiores que representan tres veces
su diámetro y una pequeña línea azul,
que representa la proporción indefinida
de la relación Pi. De esta manera, la
figura que se obtiene es una P acostada.

58
Las Ciencias Sociales en Venezuela

El PIPI sería entonces, 2P acostadas. Una


sobre otra.
Pero, como a Cal Él lo que le interesaba
era tener el güevo parao pa andá
singando todo el tiempo, decidió parar
ese pipi, rotándolo 90º a la izquierda.
¡Albricias! Ahora si se parece más a un güevo, por lo
menos la sección izquierda. Pero todavía la línea
vertical de la derecha, le quitaba la apariencia de un
pipi parao a la figura. Entonces otro rayo luminoso le
cayó en el cogote a Cal Él: “Ven acá. El güevo es un
órgano de los seres humanos y los seres humanos no
son letras que pertenecen al espacio bidimensional,
sino seres que pertenecen al espacio tridimensional.
Por lo tanto, si volteamos el Pi de la derecha hacia la
izquierda, se va a montar sobre el otro y ahora si se
parecería a un pipi de verdad”
Acto seguido, volvió a dibujar el Pi derecho, pero al inverso y por fin
logró la figura:

– ¡Naaaaaaa güevoná! ¡Ahí está el pipi! Lo más arrecho es que no sola-


mente se ven con claridad las bolas y la verga, sino que incluso se ve la
cabecita del güevo, que vendría siendo la porción 0,1416 de la relación
59
Hebert L. Tovar

PI. ¡Con razón que durante toda la historia ha habido tanto peo con esa
fracción!

– ¡Verga, ese Tito si es arrecho! El coño e madre tenía razón. En la forma


de hablar de uno se encuentra escondido un conocimiento matemático,
trigonométrico y vaya usté a saber de que otros tipos. Por lo menos ya
sé que el pipi se llama pipi, porque su forma abstracta y esquemática,
tiene la apariencia de la representación grafica de dos veces la relación
PI. O también, según las Tablas de Hechizos y Maldiciones de Tito, se
puede decir que el pipi es igual a: 359&-359, es decir, el caracter P ro-
tado 180º, que se ubica en la Tabla: 3, Columna: 5, Fila: 9, concatenado
con su inverso, o lo que es lo mismo, con su imagen especular.

– ¡Aunque, aspeta! Ese sería el cálculo del pipi parao. O más bien,
sostenido para que se pueda ver su extensión. Pero, vamos a está claros,
nadie puede tener el güevo parao o sostenido, todo el tiempo. Por lo
tanto, lo correcto es representar al pipi en estado de reposo también. En
estado de reposo, no habría que rotar el caracter P, siendo su posición a
0º, 309. En reposo, entonces, el PIPI sería igual a -309&309.
Al pensar en lo adecuado de representar al pipi en estado de reposo, Cal
cayó en cuenta de que la extensión de la verga varía dependiendo de si está
tiesa o blanda. Por lo tanto, la relación PI, también debería variar, ya que la
extensión de la verga no siempre sería tres veces coma catorce diez y seis,
el diámetro de las bolas. O sea que, habría que determinar si en estado de
reposo se cumple la relación PI, para que tenga sentido que el güevo se
llame pipi.
Acto seguido, Cal Él se metió en el baño del Cyber y procedió a exami-
narse su propia paloma en estado de reposo, para verificar en cuanto se
ajustaba su forma al esquema de 2PI. Cómo Cal, por pendejo, dejó la regla
en el taller, le era bastante difícil medirse la paloma para comparar sus
proporciones con las de la relación 2PI.

– ¡Qué joder! Si por lo menos le pudiera tomar una foto, pero éste perol ni
pa esa vaina sirve. Y pedirle el celular prestado a alguien pa sacame una
foto del güevo… ¡Nojoda, ahí si me sacan a coñazos de esta vaina! Verga,
¿cómo hago?
60
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Después de darle vueltas a la cabeza, se le ocurrió una vaina bastante


arriesgada y peligrosa, pero ni modo, estaba en pleno trance creativo y si
no agarraba las ideas en ese momento, después la vaina pasaba y no era lo
mismo. Así que, todo cagao y hecho el güevete, se sacó la paloma disimula-
damente mientras estaba sentado frente a la máquina. Así se quedó un
buen rato, con las piernas bien apretadas para que no se le fuera a ver. Cal
se decía: “¡Verga, a mí se me ocurren unas vainas! Un día de estos me van a
joder por loco”
Luego agarró la cámara web, que afortunadamente
tenía el cable bastante largo, haciendo como que si la
estuviera chequeando y esperó el momento oportuno
en que todo el mundo estuviese concentrado haciendo
sus vainas. Así estuvo hasta que en el momento
preciso, en un celaje, ¡Juas! se sacó una foto de la
paloma y se subió el cierre corriendo no vaya a ser que
lo cacharan y se armara el peo y terminara linchado
por pervertido. A pesar de la cagazón, la foto salió bas-
tante bien. También porque los bombillitos de la
cámara hicieron las veces de flash.
La tembladera y el taqui ti taqui del corazón de Cal no lo dejaron traba-
jar por un rato. Cerró los ojos y se puso a pensar en Marilyn, en lo que opi-
naría Marilyn de sus investigaciones. Le daba pena compartir esas vainas
con Tito, ¡la pinga! Pero con Marilyn sí. Cuando se le pasó la cagalera, Cal
continuó.
Como era lógico suponer, la forma real del güevo de
Cal en reposo, no era exactamente como su
representación esquemática derivada de 2PI. Cal se
dijo: “Ummm, déjame montarle el güevo teórico a la
foto a ver qué tanto es la diferencia” Entonces,
haciendo la superposición de la representación gráfica
de 2PI en reposo sobre la imagen de su pipi en reposo,
Cal pudo verificar que la forma general del güevo se
adaptaba bastante a su forma abstracta. Más o menos
así:

61
Hebert L. Tovar

Viendo la superposición, Cal se dijo: “¡Bueno! la figura abstracta del pipi,


no calza exactamente con la imagen real del pipi, primero porque las bolas
no son circulares sino ovoidales y por lo general están espichadas dentro
del escroto. Segundo, la cabeza del güevo real, se lleva un buen tajo mucho
más allá de lo previsto para la constante PI. Pero, la distribución y las
proporciones generales, coinciden bastante. Para que la vaina sea exacta,
una de dos: o llamamos al güevo de otra manera que no sea pipi o el pipi al
que se refiere la relación 2PI, no es de humanos. O puede ser otra vaina:
que el que no se adapta a las proporciones de la relación PI es el güevo mío.
Tarea para mañana.”
Ahora, como Cal no era tan cuadrado y obtuso,
incluso pudo identificar una relación no prevista
teóricamente: el diámetro de una bola abstracta es
aproximadamente el diámetro de la verga real. Algo
así:

– ¡Coño qué bien! El grueso de la verga viene siendo


más o menos el diámetro de una bola. Ésta no me la
esperaba. ¡Ahhhhh! Por eso es que a la verga tam-
bién le decimos güevo, porque si la miramos erecta
y de frente, parece una bola más, es decir, un huevo.
¡Ja ja ja, según eso, todos los hombres tenemos tres huevos: las dos bolas
y el güevo! Por eso debe ser que los colombianos y los peruanos le dicen
al pipi, “los huevos”. Je je je. Además, pensando en lo arriesgado,
decidido y arrecho que hay que ser para sacarse las bolas en público
exponiéndose a que lo jodan a uno, tiene sentido que uno llame “echarle
bolas” a hacer algo difícil que requiere decisión, constancia y valor.
Ahora, una vaina: ¿esta proporción entre las bolas y el güevo (definidas
por la relación 2PI), que es el órgano a través del cual gozamos divino,
será lo que otra gente ha llamado la divina proporción?

– ¡Definitivamente, si hay un conocimiento oculto en las tradiciones del


lenguaje popular venezolano! Si eso es así, y el güevo es 2PI - ¡Bueno! en
realidad, 1PI concatenado con su inverso - entonces la función trigo-
nométrica del Seno debe tener algo que ver con la teta de una mujer, al

62
Las Ciencias Sociales en Venezuela

igual que el símbolo griego Theta (θ). Cuando tenga un chance voy a cal-
cular esa vaina.

– ¡Con razón que parece que Tito tiene culebra con el pajúo de Fausto!,
que ahora entiendo que no me cayó mal de gratis. Así como hay un co-
nocimiento oculto, también deben haber los mensajes ocultos de los que
habla Tito. Alguna vaina desagradable debe haberme dicho ocultamente
el marico de Fausto, además de meterse con Marilyn. Lo que me pre-
gunto ahora es: ¿por qué uno le dirá verga, paloma o pájaro, al güevo o
pipi? Tarea para la casa.
Mientras Cal pagaba en la caja diez bolívares por el uso de la máquina,
arribaba a las conclusiones de su jornada de campo:

– ¡La vaina está malandrísima! pero por hoy, basta de ciencia. Prefiero
dedicarme a conseguir un culo divino para cogérmelo. ¿Por qué no me
responderá la llamada la caraja de los traje baños que tiene unas tetas
bien sabrosas? ¡Esa Movilnet es una mierda! Siempre que necesito lla-
mar para vainas importantes, la mierda esa no me comunica. La voy a
llamar otra vez. Ahora entiendo por qué me gusta tanto un culo: porque
la palabra culo está incompleta sin mi nombre, Cal. Cuando me pego un
culo, formamos la palabra Calculo y a mí me gusta el calculo, sobre todo,
cálculos divinos y requetesabrosos.

VI
Resulta que el día siguiente cayó viernes 19 de abril y no se trabajaba y
la caraja de los traje baños seguía sin responderle la llamada a Cal, por lo
que pensó que sería buena idea llamar a Marilyn para pasar todo el día ti-
rando y de paso tomarle unas fotos para probar la relación entre una teta y
la función seno.

– Hola mi amor, ¿cómo amaneciste?


– Hola papi, te llamo ahorita que no puedo hablar mucho.
– ¡No, ya va, no me cuelgues! ¿nos podemos ver hoy?
63
Hebert L. Tovar

– Hoy no Cal, Carlos me pidió que lo acompañara para una marcha. Se está
bañando.

– ¿Cómo es la vaina? ¡Ese hombre si es güevón!


– ¡No vayas a empezar, por favor! Yo te llamo ahorita.
– ¡No! ¿Pa qué? Anda pa tu vaina, después de todo, él es el que te está
manteniendo.

– ¡Ay… no seas tú tan marico, chico! ¡Te me vas bien largo al carajo!
– ¡Nojoda! ¡Vete tú pa la mierda, piazo e puta!
– ¡Clic!
Los compromisos alternos de Marilyn, obligaron a Cal a hacer un pe-
queño ajuste de su agenda: “19 de abril, no se trabaja, toda vaina cerrada,
sin cable, sin internet, con televisor 13 pulgadas en blanco y negro, dos
montones de las Aventuras del Santo y de Sandokan, ya leídos, un suple-
mento de La Zorra y el Cuervo que se baja en 5 minutos, el sometío del
Gordo seguro se llevó los carajitos pal Parque del Este, la pajúa de Yelena,
segurito en Sabas Nieves… ¡Nada! A cogé la calle a ver que hay.
Cal se fue echándole pata para despejar su mente, desde la Pensión Ana,
por ahí por la avenida Panteón, y se fue bajando por la Fuerzas Armadas,
diciéndose que esta vez sí se iba a reconciliar con Yadira, a pesar de que se
siguiera metiendo chirrinche, para no tener que seguir calándose a Marilyn
y sus güebonadas. Cuando se devuelve para empalmar con la Avenida Ur-
daneta, de repente se vio en plena Plaza España. Le llamó la atención en-
contrarse allí a un viejito, vendedor de libros usados, que siempre veía en
uno de los pasillos de las Torres del Silencio. “¡Coño! ¿Y qué hace éste por
aquí?” – se dijo.

– ¡Épale! ¿Qué más? Coño ¿y tú como que tienes un “trust”?


– Je je. Usté sabe cómo es. Se hace lo que se puede.
– ¿Y eso que estás trabajando hoy también? Ya debes estar millonario.
64
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Hay que aprovechar, jefe. Hoy hay gente en la calle.


– ¿Sí? No me había dado de cuenta.
– Je je.
– “Critica de la Razón Pura”, ¿a cómo tienes éste?
– Ese es muy bueno. Aquí tengo otro, mira, “Tratado lógico filosófico”.
– ¡Ummm! Si, ¿pero en cuánto me sale éste?
– Tranquilo que no le voy a cobrar por ver. Éste también es bueno “Tus
zonas erróneas”.

– Ya te tenías que meter con mi barriga. ¿Tú no te has visto en un espejo?


Todo tú eres una gran zona errónea.

– Je je je. Mira éste, “Como hacer cosas con palabras”.


– ¡Ummm! ¿de qué trata?
– Es muy bueno. ¿Cuáles quieres?
– ¿Cuánto me sale este azulito?
– Dame 20 bolos por los dos.
– ¿Cuáles dos?
– Ese y ese otro.
– ¿Éste?
– ¡Ujú!
– ¡Coño si, como es día de fiesta me quieres atracar! Yo te quiero comprar
es un libro, no el negocio.

65
Hebert L. Tovar

– Está barato, en una librería del Sambil no se bajan de 500 o 600 bolos,
cada uno.

– Si pero ellos pagan luz y tú no. Además, los libros de ellos no están
subrayados y tienen las páginas completas.

– Sí, bueno, unos detallitos. La competencia es dura.


– ¿Y esto qué es?
– Ese es muy bueno. Mejor que el DRAE.
– “Diccionario Espasa Calque”. ¿Seguro que es mejor que el DRAE?
– Nadie se ha quejado.
– Te doy 15 por el diccionario y por éste.
– 20 los dos. Está barato.
– Yo siempre salgo jodío contigo. Prácticamente trabajo pa mantenete a ti.
20 bolos y me das esa Venezuela Gráfica que tienes ahí.

– ¡Si va!
Cal siguió bajando por La Urdaneta con la intención de llegarse hasta La
Candelaria a ver si la pegaba y estaba trabajando el Apolo, por el día y la
hora lo más seguro es que no, pero siempre pasaban películas buenas.
“Que se meta su vaina, es lo de menos, con esperar a que se le pase la
trona, basta. Lo que me saca la piedra de Yadira es que me quiera tené
amarrao, oliéndole los peos todo el tiempo. ¡Coño!, no me respeta mi
tiempo y vive echándole mierda a las vainas que quiero hacer” – meditaba
Cal, mientras dejaba llena de moco la vidriera oscura donde se exhibía un
Safari HRH, beige, que luciría muy bien para llevar a Marilyn a Sabor La-
tino.

– No sé pa qué carajo gasto los reales comprando vainas que nunca me


voy a leer. Estoy igualito al Gordo, que vive comprando Mecánica Popu-
66
Las Ciencias Sociales en Venezuela

lar y nunca se las lee, pero que hay que tenerlas pa cuando se tenga
tiempo.
Las meditaciones de Cal le hicieron ligero el camino y sin darse cuenta,
ya estaba frente a la Santa María del Apolo. Cerrado. En la marquesina
anunciaban “Cuerno de Cabra”. Menos mal que el cine estaba cerrado, esa
ya la había visto.
“Esta tipa es igualita a La Pelúa, pero no creo, ¿qué va a hacer La Pelúa
empatada con semejante mamagüevo como Julián Zerpa?” – pensó Cal,
mientras hojeaba el ejemplar de Venezuela Gráfica, ya sentado en uno de
los banquitos de la plaza, haciéndose el pendejo de que no se daba cuenta
de la mirada de arrechera que le dirigía una vieja que quería su puesto.
“Lo que más arrechera me da es que yo quería sacarle una foto a una
teta de Marilyn y calcular la función seno. Quería salir de esa vaina hoy
aprovechando que no hay trabajo.” – pensaba mientras hojeaba el librito
azul que acababa de comprar.
“¡Ahhh, pero ya va! En esta vaina tiene que salir algo. Déjame ver…
Sandía… Sandalia… Sandokan… ¡No! Selenio… Sello… Serendipity… Serru-
cho… ¡Me pasé! Sempiterno… Sémola… Semilla… ¡Esta vaina como que no
está en orden! Senil… Septentrional… ¡Seno! ¡Here is it!” – encontró Cal la
definición del seno en su flamante diccionario Espasa Calque.
La entrada del diccionario rezaba:
“Seno: Geometría. En un triángulo rectángulo, es la relación
entre el cateto opuesto al ángulo y la hipotenusa”.

“El seno del ángulo B es la razón entre el cateto opuesto al


ángulo (b) y la hipotenusa (a)”.

67
Hebert L. Tovar

Se expresa:

– Okey. El seno viene siendo entonces el resultado de dividir el cateto


opuesto a un ángulo, entre la hipotenusa, siendo ambos, cateto e hipote-
nusa, lados de un triangulo rectángulo. Parece un trabalenguas esta
vaina. Está bien, pero, ¿donde está la teta que no la veo? A ver que dice
más abajo…
“Seno. Matemática. Función matemática periódica que
generaliza el concepto del seno, a cualquier valor del ángulo. En
una circunferencia goniométrica el seno de un ángulo es igual a
la ordenada”.

“La representación grafica de la función seno es:


f(x) = sen x ”

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¿Qué te dije? ¡Ahí están las tetas, nojoda! ¡Esta vaina no se pela! Está cla-
rito, a medida que crece el ángulo, crece también el cateto opuesto y por
lo tanto varía la razón seno. La forma de la teta de una mujer va apare-
ciendo a medida que se dibuja una curva con punticos que representan
la intersección de los sucesivos tamaños del cateto, en el eje y, con los
sucesivos períodos, en el eje x. La forma curva típica de la teta de una
mujer, aparece porque desde los 0° hasta los 90° del ángulo, se dibuja la
parte ascendente de la curva de la teta y desde los 91° hasta los 180°, se
dibuja la parte descendente de la curva de la teta. De ahí pa llá, se dibuja
una teta inversa. Por eso debe ser que esta función se denomina ‘seno’ y
no ’senos’, ya que aplica para una sola teta positiva.

– Si agarramos la primera parte de la representación gráfica de la función


seno y la rotamos, se ve mejor la forma de la teta. Lo que no se puede
saber en el papel, es si esa es la forma vista de perfil o desde arriba:

– Igual que con el güevo y la relación 2PI, media representación grafica de


la función seno, es la forma abstracta de la teta de una mujer. Habría que
comparar la teta teórica con una teta real, para ver la diferencia. ¡El coño
e su madre Marilyn! ¡Me acuerdo y me vuelvo a arrechar! ¡Grandísima
malparía!, no solo me deja embarcao y arrecho, sino que además retrasa
mi trabajo. ¡Lo juro, que esta vez sí le doy una patada por el culo!

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Hebert L. Tovar

– En la forma abstracta de la teta de repente encajarían Sofía Loren, Gina


Lollobrigida… ¡No sé!, de repente Liz Taylor, Lila Morillo, Marina Baura,
Hilda Abraham… Pero, de las tipas que yo conozco en persona, casi nin-
guna entra en la forma abstracta: Adriana, esa si entra completica; Julia,
cuidao si no revienta el esquema. Más ninguna. ¡Ahhh no!, Marian, defi-
nitivamente.

– ¡Aaaaaaaajuummm! Ya son las doce. Tengo hambre. ¿Estará el perrero


allá abajo? Me provoca una Polaca.

– ¡Oiga Doñita!, ¿no se quiere sentar aquí que está más fresco?
– ¡Ay si, gracias mijo, muy amable! ¡Qué dios te lo pague! No tenias que de-
jar de estudiar por mí.

– No se preocupe doña, ya yo me voy…


– ¡Ve con Dios, mijo y ten cuidao, que por allí hay mucho peligro!
– Okey, gracias doñita.
– A cualquier hora están atracando ahora. El lunes pasao mataron a un
muchacho más o menos así como tú. Estudiante también. ¡Ten mucho
cuidao mijo!

– No se preocupe doña. Hasta luego.


– ¡Qué Dios y la Virgen te acompañen!
– ¡Amén, doñita!
“Vieja perversa. Anda a afeitarte los bigotes. Cancelado y transmutado”-
pensó Cal, mientras se alejaba buscando en el bolsillo el celular para llamar
a Maribel, que lo único malo es que vivía en Guatire y era una ladilla em-
pujarse para allá a esa hora y en ese día. Mientras repicaba la llamada, em-
pezó a tararear: “Todo tiene su final. Nada dura para siempre. Tenemos que
70
Las Ciencias Sociales en Venezuela

recordar, que no existe eternidad”.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

73
Hebert L. Tovar

POLITICA Y SUPERVIVENCIA: UNA RELACION


INVIABLE
George Lapingalla
Ponencia presentada en la I Convención de Positivismo Lógico Recalcitrante, realizada el
10 junio de 2011, en la sede de la Escuela Analítica Divergente de Caracas.

Buenas noches estimados colegas, invitados especiales y amigos que nos


honran con su presencia en esta ocasión. Para mi representa un honor muy
grato poder compartir con todos ustedes algunas consideraciones sobre la
relación entre el comportamiento político humano y nuestras posibilidades
de supervivencia como especie, en el marco de esta Primera Convención de
Positivismo Lógico Recalcitrante. Con estas modestas palabras, espero con-
tribuir en algo al abordaje del tema que nos ha convocado hoy, el análisis
polilógico y polistético del concepto ‘arrogante’ y su relación con el estado
de derecho. La exposición que de seguido haré, es pues, un esfuerzo analí-
tico que se ubica en la dimensión polilógica para identificar algunos ele-
mentos preliminares que nos permitan, posteriormente, ahondar en la re-
lación “arrogancia – estado de derecho”.
Comenzaré planteando una creencia recurrente en las consideraciones
habituales sobre el comportamiento político que sostiene que, en un mo-
mento particular del desarrollo de la humanidad emergió la actividad polí-
tica como una forma de interacción entre los seres humanos destinada a
establecer relaciones de poder, en las cuales unos hombres asumían la
toma de decisiones sobre los asuntos colectivos, mientras otros quedaban
excluidos de tales decisiones. Entendida así la política, tal forma de com-
portamiento colectivo vendría a sustituir, al menos en parte, al ejercicio
permanente de la fuerza física como la forma predominante para imponer
las decisiones.
Con independencia de las características particulares que asumieron las
diversas formas de toma de decisiones, o si se prefiere, las diversas doctri-
nas políticas, a través de la historia, un rasgo común a todas ellas es el
carácter no remunerado de la acción política. Cuando examinamos la acti-
vidad política, como un comportamiento colectivo orientado hacia el ac-
74
Las Ciencias Sociales en Venezuela

ceso al poder, podemos comprender, por una parte, su conformación como


trabajo humano, en el sentido de que el activista político requiere la inver-
sión de su tiempo y producción intelectual, fundamentalmente para la ge-
neración de sistemas de ideas y argumentos persuasivos que permitan la
captación de adeptos que les transfieran su potestad para decidir. Por otra
parte, comprendemos también, la necesaria confrontación del poder emer-
gente, con las instancias de poder ya existentes, las cuales incluyen a las es-
tructuras económicas dominantes, que evidentemente, no pueden remune-
rar un trabajo que amenaza su propia supervivencia.
Esta cualidad del trabajo político para acceder al poder, exige, por tanto,
el financiamiento de tal actividad con recursos que no provienen directa-
mente del mismo trabajo. El zapatero obtiene recursos de la venta de los
zapatos que produce, es decir, del valor de los bienes que produce. El ofici-
nista obtiene recursos de las tareas que realiza para la producción de un
bien o la prestación de un servicio. Pero el activista político no genera
ningún bien con valor de uso, ni presta ningún servicio que atienda una ne-
cesidad legítima. De allí que los costos de su actividad, deban ser sufraga-
dos con un trabajo remunerado concurrente, por lo cual su dedicación a la
política es a tiempo parcial. Para una dedicación a tiempo completo, el acti-
vista debe ser costeado por financistas que se dediquen a actividades pro-
ductivas y que por razones diversas apoyen un cambio en las estructuras
de poder ya existentes.
Un aspecto importante en el cual se debe insistir, es en el carácter no
remunerado del trabajo político emergente. El activista es financiado para
realizar su actividad, mas no es remunerado como contraprestación de su
trabajo. El financista subvenciona la actividad política, pero sus recursos
no provienen de ella, sino de otra actividad. El financiamiento opera como
una inversión de capital de riesgo, el cual pudiera incrementarse si los fi-
nanciados acceden al poder y retribuyen los recursos que se han invertido
en ellos, o disminuir, si los financiados no acceden al poder, representando
los recursos invertidos en ellos, una pérdida.
Este carácter no remunerado del trabajo político emergente, se opone a
las necesidades constantes de subsistencia del actor político ya que sus ne-
cesidades materiales, requieren ser satisfechas, pero esto no es posible a

75
Hebert L. Tovar

través de su trabajo. Este es un factor fundamental, como se verá más ade-


lante, por cuanto la demanda por satisfacción de las necesidades de subsis-
tencia del activista, conforman una condición constante, mientras que el
acceso al poder, así como su ejercicio, son condiciones variables y sujetas a
incertidumbre. Sólo aquellos activistas que eventualmente acceden al po-
der a través de elecciones para desempeñar cargos públicos, finalmente
son remunerados por su trabajo, el cual, por cierto, implica la toma de de-
cisiones sobre asuntos colectivos, que incluyen a aquellas de tipo gerencial
y a otras que atañen específicamente al ejercicio y preservación del poder.
Sin embargo, el carácter transitorio y alternativo de los cargos públicos
remunerados, en aquellos sistemas que implican elección periódica de re-
presentantes, coloca al activista político en situación de incertidumbre so-
bre la satisfacción futura de sus necesidades vitales. El representante
electo, no tiene garantía de conservar su trabajo a largo plazo, como pu-
diese tenerla un oficinista o un obrero de la construcción, por cuanto su es-
tabilidad laboral no depende de su esfuerzo, ni de la calidad de su desem-
peño laboral, sino de un complejo sistema de variables que incluyen las
normas sobre los plazos para el ejercicio de sus funciones y la condición
misma de alternabilidad en el poder, además de los complejos factores que
determinan la satisfacción de las expectativas de sus electores.
Esta incertidumbre e inestabilidad laboral del activista político que se
traduce en incertidumbre sobre sus condiciones de subsistencia, es un fac-
tor importante, aunque no exclusivo, que interviene en la génesis y perma-
nencia de la corrupción como cualidad definitoria de la gerencia pública.
De tal forma, la enorme incertidumbre ante la propia subsistencia futura, el
desempeño de funciones de gerencia pública que implica la toma de deci-
siones sobre la disposición de recursos, así como la necesidad de retribuir
la inversión que los financistas han realizado en él, son condiciones estruc-
turales que influyen, casi de manera determinante, en la apropiación inde-
bida, cuantiosa y acelerada de bienes públicos, por parte del representante
electo. La remuneración que percibe el electo por el desempeño de sus fun-
ciones, es necesariamente insuficiente para satisfacer sus requerimientos
de subsistencia presentes; cancelar las deudas acumuladas por períodos de
desempleo o subempleo previos (las cuales incluyen aquellas contraídas
con los financistas); y además afrontar varios años de posible desempleo
76
Las Ciencias Sociales en Venezuela

futuro.
Se impone, por tanto, la apropiación de recursos cuantiosos en el menor
tiempo posible, con ocasión del desempeño del cargo de elección popular.
Este cometido solo es posible mediante actos de corrupción administrativa.
De allí que no parezca excesivo sostener que todo ejercicio político es ne-
cesariamente corrupto, puesto que el carácter improductivo de su natura-
leza, requiere de la apropiación no contraprestacional de los recursos, an-
tes o después de acceder al poder. En este sentido, la corrupción adminis-
trativa es una condición estructural propia del quehacer político, ya que la
misma es indispensable para la supervivencia física de los activistas y para
la supervivencia ideológica de la propuesta de ejercicio del poder que estos
promueven. Es, por tanto, además, una condición necesaria del ejercicio
proselitista para el crecimiento de la organización que aspira tomar deci-
siones en nombre de la mayoría.
Ahora bien, tal corrupción administrativa, constituida por el conjunto de
acciones realizadas por los electos y sus equipos técnicos, que vulneran las
normas y procedimientos formalmente establecidos con la finalidad de
apropiarse de los recursos públicos, requiere de una condición concu-
rrente que la haga posible y le proporcione sostenimiento en el tiempo,
vale decir: la corrupción cognitiva. No es posible la apropiación indebida de
bienes a través de la violación de las normas y procedimientos de la gestión
pública, sin que se promueva de manera simultánea un estado de corrup-
ción del pensamiento, es decir, un estado de degradación de los procesos
de razonamiento lógico, atención, percepción y memoria. Tal degradación
es la que facilita la violación de las normas para poder distraer los recur-
sos, garantizando la impunidad.
La vida cotidiana de las organizaciones públicas, es abundante en ejem-
plos que permiten ilustrar esta relación necesaria entre corrupción cogni-
tiva y corrupción administrativa. La revisión de algunos casos en Vene-
zuela, puede ser útil para mostrar con algo de detalle, esta relación. Vea-
mos el primero. En el Estado Venezolano, está expresamente prohibida por
ley, la contratación de personal a tiempo determinado, para realizar fun-
ciones públicas, siendo la figura obligatoria, la contratación a tiempo inde-
terminado a través de concursos. Sin embargo, para el año 2013, todas las

77
Hebert L. Tovar

organizaciones que constituían la Administración Pública Nacional de Ve-


nezuela, contaban con trabajadores contratados a tiempo determinado sin
concurso desempeñando funciones públicas, que podían representar el 20,
30 o 40 % y en algunos casos extremos, hasta el 90%, de la nómina. La
magnitud de la violación a la norma, elimina la posibilidad de que la misma
sea implementada clandestinamente ¿Cómo puede ocurrir tal cosa? Al de-
tallar un poco mas este caso, se evidencian los mecanismos a través de los
cuales se hace posible.
Lo primero que se observa, es que tal violación normativa, reviste un
carácter sistemático, es decir, obedece a una línea estratégica de alcance
general implementada por el alto gobierno, por los representantes electos
de más alto nivel, lo cual permite comprender su ocurrencia generalizada y
la inacción de los órganos contralores. Y en segundo lugar, que es lo que in-
teresa resaltar, semejante desviación se hace posible a través de un pro-
ceso, también sistemático y de alcance general, de degradación cognitiva: el
bloqueo y la detención del pensamiento.
Los profesionales de diversos campos del saber que laboran para el Es-
tado Venezolano, responsables de la implementación operativa de este tipo
de contrataciones y que son quienes poseen el conocimiento técnico y legal
adecuado, simplemente no piensan en la inconsistencia del trámite con lo
que establece la ley, bloquean la emergencia de cualquier pensamiento que
señale lo incorrecto de una medida de alcance general o los detienen, tri-
vializando el hecho, si su emergencia ha sido inevitable.
Este “desvío” del curso y contenido del pensamiento, principalmente
está motivado por la necesidad de evadir las sanciones inmediatas que aca-
rrea percibir la inconsistencia e intentar realizar acciones para cumplir la
ley. Las amenazas, descalificaciones y acoso de todo tipo, el traslado de
ubicación, desmejoras en el puesto de trabajo e incluso el despido, son las
consecuencias habituales de señalar lo obvio.
Debido a tales consecuencias, los profesionales que deciden conservar
su puesto, aprenden a guardar un silencio autoprotector ante la contrata-
ción indebida y posteriormente, no piensan en ello, bloquean o desvían su
pensamiento, hasta que eventualmente, se “olvidan” de la norma. Este pro-
ceso culmina con el despliegue de un comportamiento contradictorio por
78
Las Ciencias Sociales en Venezuela

parte del profesional, quien se encuentra en situación de cumplir y no


cumplir con la ley, es decir, se enfrenta a una circunstancia en la cual la
descripción de las funciones de su cargo y su formación disciplinar, les
exige la observancia de la ley y al mismo tiempo, el ejercicio de ese mismo
cargo, les exige su violación. No interesa resaltar aquí, la resolución moral
de tal dilema, sino la descripción del proceso de perversión cognitiva como
política de gestión pública.
En el caso descrito, se ilustra un proceso de corrupción cognitiva indu-
cida por acoso laboral, necesaria para poder realizar, de manera impune,
diversos actos de corrupción administrativa en las contrataciones a tiempo
determinado tales como: el ejercicio de funciones públicas por personas
que no son funcionarios públicos, la contratación de personal no calificado,
el pago sin contraprestación (nóminas fantasmas) generalmente dirigido a
militantes del partido en el poder, el pago sobreestimado y la malversación
de fondos a través del traspaso de partidas destinadas al funcionariado
hacia las contrataciones irregulares. Este tipo de actos ilegales son una ne-
cesidad política ya que conforman la base procedimental del clientelismo
partidista, que permite la colocación de los activistas y allegados con ma-
yor facilidad, garantizando la supervivencia física de los mismos, así como
la de su proyecto ideológico. El desarrollo progresivo de este proceso,
transforma a los activistas políticos emergentes, en organizaciones políti-
cas consolidadas.
La aplicación sistemática de procesos de corrupción cognitiva como el
descrito, cuando son implementados durante largos períodos de tiempo,
terminan generando en los funcionarios al servicio del estado, el hábito de
no evaluar los procedimientos dados para identificar, ya no su ilegalidad,
sino su propia coherencia.
El segundo caso que ilustra esta relación, lo constituye la disposición ar-
bitraria por parte de la administración, del lugar donde el trabajador debe
resguardar su dinero. En efecto, el dinero que el funcionario recibe por su
trabajo y que, por tanto, es de su propiedad exclusiva, es depositado en la
empresa bancaria que decide la administración y no en la que ha escogido
el trabajador, como legítimo dueño de tales recursos. Esta situación, apa-
rece trivial, es decir, el trabajador percibe como un hecho totalmente natu-

79
Hebert L. Tovar

ral, el que deba abrir una cuenta de banco en la empresa que decida su em-
pleador para depositar allí su dinero y no en la que él ha escogido. La rele-
vancia de este hecho aparentemente intrascendente, radica en que oculta
una incongruencia básica: que la disposición de los bienes propios sea de-
cidida por un tercero. Esta grave incongruencia presentada como triviali-
dad, en realidad es la base argumental para la realización de hechos ilícitos
de importancia, constituidos por el cobro de cuantiosas comisiones clan-
destinas que las empresas bancarias pagan a los gerentes públicos que de-
ciden depositar las nóminas en sus bóvedas, especialmente cuando la sol-
vencia financiera del banco no es muy saludable.
No atender, no percibir, no pensar, no recordar, excepto lo permitido,
son los objetivos a lograr por la clase política, en las mentes de los funcio-
narios públicos. Sin faltar a la honestidad, no parece necesario insistir en
detallar casos ilustrativos de la cotidianidad que evidencien inconsisten-
cias lógicas, situaciones desapercibidas u olvidos escandalosos, cuya natu-
ralidad prueban la existencia de un cierto estado de corrupción cognitiva
en el sector público. Baste mencionar de pasada casos como el pago de
trámites gratuitos (habilitación) o el incremento salarial fraccionado y de-
morado.
Podría argumentarse, que la situación detallada se solventa con el finan-
ciamiento de los activistas políticos de forma suficiente, por parte del Es-
tado, bajo el supuesto de que para estos, no sea necesaria la corrupción
administrativa para subsistir. Tal argumentación presenta la debilidad de
que el financiamiento estatal, necesariamente aplica sobre aquellas organi-
zaciones del poder político ya consolidado, únicas que pueden justificar la
medida, es decir, partidos políticos que hayan obtenido alguna representa-
ción a través de comicios y que por tanto legitimen su financiamiento me-
diante su representatividad. El argumento excluye, por tanto, a los activis-
tas emergentes que, indefectiblemente, deben recurrir a financiamiento no
estatal con las consecuencias ya mencionadas. De hecho, al observar las ex-
periencias de financiamiento estatal de las organizaciones del poder polí-
tico consolidado, se constata que la misma no elimina ni disminuye la co-
rrupción administrativa, sino que por el contrario, la hace más sofisticada y
permite el desarrollo de un aparato clientelar más especializado y extenso.
Para la lógica clientelar, nunca existen recursos suficientes, puesto que a
80
Las Ciencias Sociales en Venezuela

mayor cantidad de recursos disponibles, mayor cantidad de clientes por


captar y mantener.
Por otra parte, la necesaria implicación entre corrupción administrativa
y actividad política, descrita para sistemas que contemplan la alternabili-
dad, es válida también para aquellos sistemas que contemplan el ejercicio
indefinido del poder por los mismos actores, ya sea que este carácter inde-
finido tenga su origen en la usurpación o en la herencia. Cuando el poder es
ejercido por actores que lo asaltan por la fuerza, la incertidumbre sobre la
duración de su ejercicio, está siempre presente, independientemente del
tiempo efectivo de la usurpación. La posibilidad de ser asaltados a su vez,
por otro más fuerte, es factible e imprevisible. Los usurpadores se ven pre-
sionados mucho más que los electos, a acumular recursos inconmensura-
bles en poco tiempo, por cuanto una vez fuera del poder, es muy probable
que los actores deban abandonar no solo los cargos públicos, sino incluso
el territorio que han ocupado, lo cual requiere un esfuerzo financiero ma-
yor para costear la emigración. Esto explica que tal comportamiento voraz
ante la incertidumbre, se mantenga durante todo el período de la usurpa-
ción.
Tal vez aquellos sistemas con actores que detentan un poder heredado y
añejo, sean los que presenten menor incertidumbre sobre su permanencia,
pero no por ello menor necesidad de corromper. La estabilidad y perma-
nencia de los mismos actores, requiere el bloqueo permanente y sistemá-
tico de la emergencia de cualquier alternativa diferente y en esta tarea es
de utilidad irrenunciable, la distribución de recursos adicionales entre el
aparato burocrático que mantiene el sistema vitalicio y hereditario. La co-
rrupción administrativa y cognitiva, son pues, naturales e inseparables del
ejercicio del poder por parte de una élite siempre voraz e inflexible en sus
pretensiones.
Este estado de cosas ha sido propio del ejercicio político de las socieda-
des humanas, hasta la primera mitad del siglo XX, caracterizado por formas
de corrupción cognitiva en el funcionariado al servicio del estado y cierto
grado de corrupción cognitiva en la población en general, necesaria para la
legitimación de las incongruencias del accionar de los partidos y el soste-
nimiento en el poder de sus actores. A modo de ejemplo, nótense los si-

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Hebert L. Tovar

guientes casos: la minuciosa e insistente negación, por parte del gobierno,


de la existencia de un mercado negro de divisas en Venezuela desde 2010;
el éxito gubernamental en lograr que un sector de la población perciba la
obediencia al partido como participación popular; la masificación de la in-
congruencia que sostiene que una revolución armada es pacífica; todos
ejemplos de intentos de alteración de la percepción de la población.
Pero un proceso reciente ha venido a transformar de manera impor-
tante, la relación entre la élite política corruptora y el resto de la sociedad.
Tal es, el desarrollo vertiginoso de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC), el cual ha propiciado formas de resistencia ante la co-
rrupción cognitiva, al favorecer el libre flujo de la información y por tanto,
el acceso alterno a formas de razonamiento coherente, a datos que favore-
cen el rescate de la memoria y por tanto, a percepciones alternativas al dis-
curso del poder. Las nuevas tecnologías han favorecido también la comuni-
cación entre múltiples sujetos sin necesidad de contacto presencial, con-
formando redes sociales virtuales generadoras de contenidos, a menudo
divergentes de los discursos oficiales. Redes virtuales que han demostrado,
además, capacidad para ejecutar acciones coordinadas en el mundo real.
La irrupción de las TIC´s como vías de acceso alterno a formas de pre-
servación cognitiva, representa una amenaza a la acción de degradación
del pensamiento que necesitan los actores políticos para tomar y ejercer el
poder. Tal amenaza ha generado una reacción desenfrenada desde las éli-
tes prepotentes, que las ha impulsado, por una parte, a desplegar medidas
de control y censura, limitando o supervisando el acceso y los contenidos,
y, por otra parte, el intento de ocupar el territorio virtual, con la sobrecarga
de contenidos que pretenden la globalización de la corrupción cognitiva. La
difusión masiva por todos los medios disponibles de mensajes estandari-
zados, parciales, irrelevantes, contradictorios e infantilizantes, pretende
contrarrestar e invisibilizar la información de calidad que promueva un
pensamiento coherente y por tanto, resistente a la acción perniciosa del
poder.
Existen al menos dos escenarios posibles, para la evolución de esta si-
tuación dilemática. En un escenario que podría denominarse de Extinción,
el estamento político resultaría victorioso en su pretensión de controlar el

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

acceso, censurar los contenidos, identificar y neutralizar a los disidentes, e


imponer discursos incoherentes y contradictorios, de forma tal que la per-
versión de los procesos cognitivos pueda hacerse pandémica alcanzando a
toda la población mundial, pero reservando las funciones de análisis com-
plejo, a una élite poderosa especialmente formada para tal fin. La reserva
del pensamiento complejo a una élite poderosa, facilitaría, por una parte, la
imposición del hábito de tomar el poder político de quien enuncia como un
criterio de validez del enunciado, es decir, el hábito de tomar el poder
como criterio de verdad, y por otra, disminuiría la variabilidad y diversidad
del pensamiento mismo, y por tanto incrementaría la posibilidad de error e
invalidez, en las consideraciones generadas por esta minoría.
En un escenario tal, la degradación progresiva de las funciones superio-
res desembocaría en una menor capacidad de la especie humana para la
generación de soluciones a problemas complejos y la toma de decisiones
creativas para situaciones críticas. La persistencia de esta tendencia a lo
largo de un período por ahora indeterminable, terminaría por afectar la
capacidad del hombre para establecer un equilibrio, en principio, con su
medio físico y luego, consigo mismo, en tanto que ser social.
Desde esta perspectiva, el comportamiento político se ha vuelto inadap-
tativo, al desviarse de su función reguladora de la violencia y, por tanto,
preservadora de la especie humana, y se ha convertido en una amenaza
para la supervivencia, al promover la incapacitación cognitiva global,
fuente de decisiones generadoras de graves desajustes en la relación del
hombre con su ambiente, tanto físico como social.
En otro escenario posible, que podríamos llamar de Supervivencia, la
clase política global fracasaría en su pretensión de controlar y pervertir los
procesos cognitivos de la población, ante la imposibilidad material de in-
terceptar y procesar todo el flujo informativo generado por el cuerpo so-
cial, aún teniendo el control de la infraestructura de la información. En tal
situación, es factible que los discursos alternativos pervivan y que con el
transcurrir del tiempo, pueda generarse una proliferación del pensamiento
complejo que haga posible la transformación de la información en conoci-
miento y la mejora de la capacidad humana para habitar el planeta y pre-
servarse a sí misma.

83
Hebert L. Tovar

El acceso de la población al conocimiento, incluido aquel relativo a la


tecnología de la manipulación política, así como el intercambio de visiones
múltiples en el seno de los colectivos virtuales y reales, eventualmente de-
rivará en un ciudadano más resistente a los intentos de los partidos por
pervertir su pensamiento y expropiarle su capacidad decisoria. Un sujeto
que ha accedido a un estado de libertad cognitiva, será cada vez más difícil
de coaccionar para que se comporte de forma contradictoria, para que ol-
vide su propia historia y para que no se atreva a pensar en lo que está
prohibido. En términos concretos, será más difícil de someter.
Con una población menos manipulable, con mayor capacidad para re-
cordar y con mayor capacidad para identificar inconsistencias en los dis-
cursos y las acciones, la clase política verá disminuida su fuente de soste-
nimiento, lo cual implicaría su eventual desaparición y sustitución por una
forma nueva de toma de decisiones colectivas. En conclusión, la acción
política como se conoce hasta las primeras dos décadas del Siglo XXI, es un
tipo de comportamiento desadaptativo que requiere ser superado.
He allí el dilema que parece emerger como problema de la contempora-
neidad: ¿política o supervivencia?
Espero que la identificación del carácter desadaptativo del comporta-
miento político, pueda estimular otras consideraciones sobre el estado de
derecho y sobre el rol de la “arrogancia” en su sostenimiento.

Muchas Gracias.

84
Las Ciencias Sociales en Venezuela

85
Hebert L. Tovar

LOS PARAREALES Y SUS MITOS: ENCUENTRO CON


UNA TRIBU URBANA.
Ricardo Estrella.
Revista Antropológica Divergente.
Año 1, Vol. 1, No. 1, Julio, 2013. pp. 25 – 62.
Resumen
Durante décadas se presumió la existencia de la Tribu Parareal, como un grupo humano de
cualidades especiales con asentamiento en Venezuela. Sin embargo, esta presunción nunca
adquirió un estatus diferente al del rumor. En el contexto de esta investigación, pudo pro-
barse la existencia de la tribu, con un carácter esencialmente urbano, a través de la imple-
mentación de una metodología emergente. La Tribu Parareal tiene su asentamiento en la
ciudad de Caracas, con una dimensión poblacional desconocida, culturalmente híbrida, epis-
temológicamente convergente, de creencias Negativistas Ilógicas Vacilantes y con tradicio-
nes lúdicas y heréticas.
Palabras clave: Negativismo Ilógico Vacilante, Pararealidad, Paradigma Sintético – Con-
vergente, Mitología Generativa.

I. Introducción
Como parte de nuestro interés desde la Escuela Analítica Divergente de
Caracas, por recopilar las creencias populares de la bujería tal y como apa-
recen en el imaginario social, me interesé por hacer el seguimiento de un
rumor que, a principios de la década de los años 10, circulaba en los bares
del Callejón de la Puñalada, en el Boulevard de Sabana Grande. Según
corría de boca en boca, entre trago y trago, en algún lugar de las Torres del
Silencio solían reunirse los miembros de una secta denominada “Los Para-
reales”, que según la conseja, tenían acceso a un mundo paralelo y a cono-
cimiento oculto.
Luego de varios años visitando los bares del boulevard, pude finalmente
establecer contacto con Chacho Cabrera, quien poseía información clasifi-
cada gracias a su labor investigativa en la Dirección de Literatura del
CONAC. A través de él, pude tener acceso a un dato recopilado por Fran-
cisco Massiani y que reposaba en los archivos del CONAC: la secta de “Los
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

Parareales” se reunía en el Bar “El Caballo” en los sótanos de las Torres del
Silencio.
Una vez conocido el lugar de concentración de la Tribu Parareal, todavía
me tomó varios meses poder identificar a alguno de sus miembros. Los re-
gentes del lugar no reparaban en lo más mínimo en el deambular de los pa-
rroquianos que visitaban el botiquín, por lo cual sus referencias no me re-
sultaron de ninguna ayuda.
El contacto con Noé, fue absolutamente casual. La primera vez que lo vi,
estaba discutiendo con un borrachito muy conocido en el lugar, de nombre
Carlos Noguera, que no lograba comprender el concepto de Permutación
Políglota Polisémica del Nombre, como un procedimiento para la definición
de la identidad inconsciente del sujeto.
Noé le explicaba al borrachito, que cambiando de posición las letras del
nombre de uno, se definían todos los nombres posibles que se le podían
atribuir a uno, así como los rasgos de carácter a los que aludían tales nom-
bres. Le explicaba Noé a Carlos, que por ejemplo, al rotar de posición las le-
tras de “N O E”, su propio nombre y también su nombre propio, se obtenían
los nombres de: OEN, ENO, EON, ONE y NEO. Como a todos estos nombres
es posible identificarles uno o varios significados en uno o varios idiomas,
se trata de un procedimiento polisémico y políglota. OEN significa “cor-
dero” en galés, ENO es la marca de una sal de fruta para el malestar esto-
macal, EON es “eternidad” en inglés, ONE es “uno” en inglés y NEO es un
elemento compositivo que significa “reciente”, “nuevo”, pero también sig-
nifica “gas neón”.
La dificultad del borrachito consistía en su incapacidad para compren-
der cómo de esos nombres se derivaban los rasgos de carácter “manso”,
“preocupado”, “parsimonioso”, “líder”, “juvenil” y “brillante”, a pesar de lo
obvio que resultaba la asociación. Mucho menos lograba concebir, cómo al-
guien pudiese ser “manso” y “parsimonioso”, al mismo tiempo que “líder” y
que tales rasgos fuesen generados desde el inconsciente, por determina-
ción lingüística del nombre. Para Carlos, además, tanto en el caso del nom-
bre propio de una persona, como para todas las demás palabras, el proce-
dimiento correcto a ser aplicado para determinar el total de ideas posibles
en esa palabra, debía ser el de la combinación de sus caracteres ya pro-
87
Hebert L. Tovar

puesto por Borges, en la Biblioteca de Babel, y no la permutación de sus ca-


racteres, como sostenía Noé.
Mientras más se esforzaba Noé por explicar y justificar el procedi-
miento, más se ofuscaba Carlos por no comprender. El punto más alto de la
discusión ocurrió cuando Noé empezó a describir la fórmula de la permu-
tación para las letras de su nombre como una forma de demostrar que el
total de palabras posibles eran seis. Cuando Noé comenzó a decir: “Coño,
güevón, si mi nombre tiene tres letras que pueden ocupar cada una tres
posiciones posibles, entonces tienes: n=3 Pr=3. Eso significa que tienes tres
letras (n) a ser ubicadas en tres posiciones posibles cada una (r). Eso es
una permutación (P), que se resuelve calculando el factorial de n y divi-
diéndolo entre el factorial de la diferencia de n menos r, o sea: n!/(n-r)!
Eso te da seis, que es el número de palabras posibles de tres letras que te
acabo de enseñar que se arman con mi nombre. Por eso fue que al pajúo de
Borges nunca le dieron el Nobel. La vaina no era utilizando las combinacio-
nes sino las permutaciones. ¿Qué coño es lo que no entiendes, tú no sabes
diferenciar una combinación de una permutación, o me vas a salir con la
pendejada de porqué el cero factorial es igual a uno?”
Entonces Carlos perdió los estribos y soltó: “¡Insolente de mierda! ¡Esa
es una aberración reduccionista grosera, de las más procaces que he escu-
chado!”, a lo cual Noé respondió con un certero jab en el espejuelo del ojo
derecho de su interlocutor. A partir de ese instante, todo fue una confusión
de sillas voladoras, botellas rotas, también voladoras y gritos desgañitados
de las mesoneras: “¡Quítaselo, quítaselo!”, “¡Se van a matar!”.

II. Objetivos
Ya llegando a la Estación del Metro de Capitolio, jadeando por la carrera,
me detuve un rato para tomar aire y reponerme. En ese instante, al
hacerme consciente de la experiencia recién vivida, supe que al fin estaba
en el camino correcto para penetrar en los laberintos de la ciencia clandes-
tina, del conocimiento escamoteado al escrutinio público, del ocultismo
sectario y las rencillas subterráneas.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

III. Metodología
Al día siguiente, el 11/11/11, acudí de nuevo al bar en la seguridad de
encontrar allí otra vez a Noé, aproximadamente a las 11:11 de la noche y,
en efecto, allí estaba Noé, sumergido en un ejemplar de las obras completas
de César Vallejo, ausente de lo que ocurría a su alrededor y flanqueado por
7/3 vacíos de Polar.
Considerando los hechos de la noche anterior, me atreví a interrumpirlo
tratando de congraciarme con él para poder entablar conversación y co-
menzar a realizar la recopilación y sistematización de sus creencias.

– Disculpe maestro, veo que le agrada Vallejo. A mí también: “Hay golpes


en la vida, tan fuertes… Yo no sé”. Los Heraldos Negros, ese es uno de
mis favoritos.

– Vallejo es una mierda. Es un poetucho, como cualquier otro que escribe


desde la intuición y le salen vainas extraordinarias de pura casualidad. A
mí no me gusta. Lo estoy leyendo porque lo estoy estudiando, no disfru-
tando. A mí no me gusta la poesía, casi toda es una ladilla, fastidiosísima,
incomprensible, arrogante e inútil.

– ¡Bueno! Coincido con eso, si se lo aplicamos a Neruda, uno de los idiotas


sobrevalorados más lamentables de la historia. Esa sarta de florecitas,
pajaritos y riachuelos, son un asco. Si no fuese porque era un comunista
bien conectado, las estupideces que escribió no le hubiesen infectado los
oídos a nadie, nunca. Pero Vallejo es un tipo serio, es mucho más
honesto.

– Lo honesto no le quita lo pajúo. A pesar de que parece que está inten-


tando describir con palabras algo de lo que le pasa por dentro y resigni-
ficar algo de lo que le pasa por fuera, lo sigue haciendo de forma asis-
temática e inconsciente. Dime una cosa: ¿tú trabajas en el departamento
de nómina de un ministerio?

– No, ¿por qué? Yo me dedico a investigaciones en general.


– Es que eres igualito a un carajo que yo conocí en los años ochenta, que
hacía la nómina del Banap. El tipo no entendía un carajo de poesía.
89
Hebert L. Tovar

– No, yo no sé nada de administración. Nunca he tenido la suficiente inteli-


gencia para eso. Por eso me dediqué a las investigaciones en general.

– El único carajo que yo soporto, es un venezolano, Cadenas. A pesar de


que no lo dice abiertamente, pareciera que escribe conscientemente,
desde la razón. Esa fue la impresión que me dio en un taller del CONAC
que hizo conmigo.

– Cadenas es un tipo serio.


– Si… y serio murió cagando…
– Je, je, je…
Esa noche, logré establecer empatía con el sujeto. A Noé le encantaba
opinar sobre todo, sobre todo, expresar sus opiniones destructoras y orga-
nizantes del cosmos. Ese hábito suyo, me facilitó elaborar su perfil psico-
biográfico e ir perfeccionando mis estrategias de contacto intersubjetivo.
Me volví asiduo del bar y poco a poco me fui ganando su confianza. Comi-
mos arepas en El Tropezón, nos cogimos unas putas en El Cazador, le aga-
rramos el culo a las lesbianas en La Hoguera donde casi nos matan a coña-
zos de no haber sido salvados por Tony, la portera. Comimos paella en La
Caleta y jamás fuimos, ni vimos, un estúpido partido de beisból.

IV. Recolección y Construcción de Datos.


Una noche que andábamos buscando a Pancho en el Gibus, sin poder en-
contrarlo, me dijo: “Uno nunca consigue a la gente necesaria en el mo-
mento necesario”. Eso pareció ponerlo triste y pesimista, y empezó a
hablar de la muerte y de que ya estaba viejo y de lo que todavía no había
hecho. Entonces me dijo: “Vamos a echarnos una ahí en el Gran Sol, te
quiero mostrar una vaina”. Como pudimos nos abrimos paso entre una
nube de carajitos de la Central que estaban celebrando su último intento de
derrocar a Chávez, a punta de pitos y matracas. Como Abele ya nos conocía,
nos habilitó una mesita casi al fondo, frente a las cajas de cerveza. Noé sacó
una libretica de su bolsillo y me dijo: “Léete esta vaina”

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Universo: Gata, coma gatoga, heredé.


Yo leí el texto y me quedé nulo. No sabía si era un verso, algún tipo de
clave o el título de un libro, pero, por la actitud de Noé, sabía que era algo
importante para él. Así que no supe que decir.

– Tienes exactamente la misma cara de güevón que me imaginé que ibas a


poner. Tu cabeza de funcionario público no te da para ver lo que está
ahí, ¿cierto, galán?

– Cierto, ¡Oh Gran Sabio del Inmaculado Botiquín! Yo soy inteligente pero
no adivino. ¿Qué güebonada es ésta?

– Ese es un poema sintético, un poema de un solo verso, un verso de una


sola línea, un universo, escrito conscientemente que me llevó como una
semana poder escribirlo.
Me volví a quedar nulo. ¡Una semana! ¡Qué estupidez! Me resultaba in-
compatible que un tipo tan exigente y tan arrogante como Noé, con ínfulas
de crítico literario, pudiese escribir algo tan insignificante y creer que
había hecho algo importante. Que eso le tomara una semana, era además,
indicativo de que algo no funcionaba adecuadamente en Noé, más allá de
su violencia y de su afición al alcohol. Hasta ahora la idea que me había
hecho del sujeto es que era un borracho fracasado e intolerante, pero cier-
tamente informado y con algún secreto trascendente que me había mante-
nido motivado. Pero el drama y el suspenso que intentaba crear alrededor
de esa tontería en la libretica, me hizo empezar a sospechar sobre la con-
servación de sus funciones cognitivas.

– Ahora pusiste la cara igualita a un comemierda que me dio clases de Psi-


cología Ambiental en la universidad, cuando pretendió descalificar una
de mis impertinencias. A ese marico lo mandé pa la mierda de ipso facto,
pero como tú eres un jala bolas que me paga los tragos, te voy a hacer el
favor de mostrarte como escribimos los verdaderos poetas.

– Me siento honrado. Mi corazón está colmado. Sobre todo considerando


que no te gusta la poesía, por ladilla y arrogante.

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Hebert L. Tovar

– ¡Este muchacho si es marico! ¡Párame bolas, que todavía no estoy curdo


y esta vaina nos ha costado que jode!
Acto seguido, Noé tomó la libretica y empezó a explicarme como escribe
un verdadero poeta describiéndome el proceso de su última creación.
Sentía la cercanía de la muerte y esa sensación lo impulsaba a combatirla a
través de la trascendencia de su visión del mundo, de su universo, de su
poema de una sola línea. A medida que Noé hablaba, fui cambiando nue-
vamente mi impresión de su estado mental, parecía encontrarse en el
mismo borde entre la locura y la cordura, entre la realidad y el delirio. En-
tonces, confirmé que en efecto era un miembro de la tribu Parareal. Por la
forma en que se refería constantemente a “nosotros”, entendí que el proce-
dimiento que me detallaba era una creación colectiva, una creación de los
Parareales y sabía que de esto no volveríamos a hablar jamás. Necesitaba
recopilar los datos, pero ya no podía encender el Grabador de Notas de Voz
de mi celular, para capturar fácilmente el reporte verbal del sujeto. Tuve
que hacer uso de mi entrenamiento hermenéutico y mnemotécnico para
organizar la información.
El procedimiento para la escritura de un poema que Noé me mostró esa
noche, entre los gritos de la chiquillería universitaria insurrecta del Gran
Sol, es, con bastante exactitud, el siguiente:
Primero se captura la forma sintética del poema, el universo, tal como
emerge a la conciencia, directamente desde el inconsciente
Gata coma gatoga, heredé.
Según Noé, los universos emergidos del inconsciente son enunciados
sintéticos que fusionan un poema completo que solo puede ser revelado a
través de un método derivado de la ingeniería inversa y que los Parareales
denominan “Ingeniosidades Inversas”. En dicho método, juegan un papel
primordial como herramientas de construcción y deconstrucción de signi-
ficados, el lenguaje coloquial y el habla infantil propios del contexto cultu-
ral del creador del universo. Me explicó Noé que siendo él mismo un crea-
dor de universos caraqueño, sus ingeniosidades inversas incorporan el
habla de la ciudad, pero también el vocabulario de sus propios universos
de sentido como miembro de la cultura occidental y latinoamericana, así

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

como aquel que se deriva de su extracción de clase y su propia formación


individual.
Las ingeniosidades inversas de Noé comienzan con un Primer Movi-
miento Analítico, que consiste en la descomposición de cada una de las
palabras del universo, en los equivalentes de los caracteres que las compo-
nen. De tal forma, se tiene:
PALABRAS DEL EQUIVALENTES DE CARACTERES DE
UNIVERSO LAS PALABRAS DEL UNIVERSO.
Gata Ge A Te A
Coma ,
Gatoga Ge A Te O Ge A
, Coma
Heredé Hache E Ere E De E

En un Segundo Movimiento Sintético, se fusionan los nombres de ca-


racteres en palabras significativas, siempre de acuerdo al universo de sen-
tido del creador.
EQUIVALENTES DE CARACTERES DE PALABRAS SIGNIFICATIVAS
LAS PALABRAS DEL UNIVERSO. FUNDIDAS
Ge A Te A Gea Tea
, ,
Ge A Te O Ge A Gea Te Ogea
Coma ,
Hache E Ere E De E Ache E Ere E De E

Luego, en un Tercer Movimiento de Significación, se explicitan los


significados de las palabras fundidas asignados por el creador. Esta es una
atribución amplia de significados que incluye no solamente aquellos deri-
vados de la definición formal de los términos en la lengua materna, sino
también su definición en otras lenguas. Incluye además todas las jergas y
modos coloquiales a los cuales tenga acceso el creador, tales como: el len-
guaje telegráfico infantil propio de su cultura, sistemas de códigos policia-
les, aeronáuticos y de cualquier tipo, así como significados provenientes de
formas de atribución emergentes.
En este movimiento, el creador hace uso de todo su espacio semántico
sin limitación. La única condición para los Parareales, es que los significa-
93
Hebert L. Tovar

dos seleccionados no sean arbitrarios, es decir, carentes de acuerdo inter-


subjetivo en una comunidad de hablantes.
Para su universo, Noé seleccionó:

TÉRMINOS SIGNIFICADOS
Gea “La tierra” según la mitología griega.
“Fuerte como el árbol y apasionado como el fuego”, según el método de Re-
Tea
interpretación en Espiral, de Juan Adalberto Fechner.
, ,
“Te observa” derivado de “te hojea” según método de Reinterpretación en
Te Ojea
Espiral, de Juan Adalberto Fechner.
Coma ,
“Un revolucionario”, derivado de A=Un por traducción del inglés y
AChe
Ché=revolucionario, por hábito cultural latinoamericano.
E “Es”, derivado de É=es por traducción del italiano.
“Un hombre de pie”, según método del Cálculo Grafolingúístico de Juan
Ere
Adalberto Fechner y Tito Todd.
E “Es”, derivado de É=es por traducción del italiano.
De “Delta” según Alfabeto Radiofónico.
E “Eco” según Alfabeto Radiofónico.

Luego, en un Cuarto Movimiento Sintético y de Significación, se unen


nuevamente las palabras y se atribuyen los significados pertinentes para
aproximarse a un resultado con sentido. Aquí Noé encontró:
La tierra fuerte como el árbol y apasionado como el fuego,
te observa,
un revolucionario es un hombre de pie es delta eco.

En un Quinto Movimiento de Reinterpretación en Espiral, se realizan


las sustituciones y adiciones pertinentes, para que el resultado adquiera
sentido pleno y mejore sus cualidades estéticas. Noé escogió dos proble-
mas a resolver para el poema de su universo, lo cual le consumió bastante
tiempo en su proceso de elaboración. El primero consistió en la inconcor-
dancia de género de “la tierra” que no puede ser “apasionado”. Una primera
solución que identificó fue corregir el género para construir el verso: “la
tierra, fuerte como el árbol y apasionada como el fuego”. Pero, en una se-
gunda y definitiva solución, prefirió agregar un pronombre para que reci-
94
Las Ciencias Sociales en Venezuela

biera los calificativos y el verso adquiriera mayor fuerza literaria:


“La tierra, tú, fuerte como el árbol y apasionado como el fuego”.
El segundo problema lo representó la expresión “delta eco”, que carecía
de sentido como sinónimo, definición o metáfora de un “revolucionario”.
Siendo que un “delta” es un accidente geográfico que se forma por los se-
dimentos de tierra de un rio en su encuentro con el mar, formando una fi-
gura parecida al triangulo que representa a la letra griega delta, a Noé le
pareció más aceptable como significado de “delta eco”:
“El eco del mar contra la tierra del rio”
Finalmente, en un Sexto Movimiento de Ensamble Gurrufío, el crea-
dor procede a organizar todas las piezas del poema, según Noé: “como si se
estuviesen atando con el guaral de un gurrufío” para crear una estructura
que pueda “girar hacia adelante y hacia atrás, como una chapita aplastada,
atravesada por el mismo guaral”. Con este criterio final, terminó sus ver-
sos:
La tierra, tú, fuerte como el árbol y apasionado como el fuego,
la tierra te observa.
Un revolucionario es un hombre de pie,
es el eco del mar contra la tierra del rio.
A pesar de que el texto final del pequeño poema tampoco me pareció
gran cosa, lo que si se constituyó en un hallazgo relevante para mí, fue la
inclusión de los métodos de Cálculo Grafolingüístico y de Reinterpreta-
ción en Espiral de Tito Todd y Juan Adalberto Fechner, en las ingeniosida-
des inversas de Noé. Eso confirmó una antigua hipótesis que habíamos es-
tado considerando en la Escuela Analítica Divergente desde que supimos
de la existencia de la tribu parareal: que el brujo de Birongo y el seguidor
del paradigma del Negativismo Ilógico, formaban parte de los Parareales o
al menos estaban relacionados.
Ahora mi interés estaba puesto en la exploración del tipo de estructuras
mentales que podían generar tales procedimientos, implementados tanto
en la brujería como en la poesía. Volví a sentir que el tiempo y el dinero in-

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Hebert L. Tovar

vertido en el estudio de los Parareales, no era un derroche, aunque todavía


no vislumbraba totalmente la manera como éstos se conectaban con la Es-
cuela Sintética Convergente. Me pareció indispensable, mantener y profun-
dizar la empatía con el sujeto, así que intenté mascullar algo que sonara a
elogio o agradecimiento para Noé, por haberme permitido acceder a un
código que el suponía que era nuevo para mí:

– ¡Después de todo, como que si eres un verdadero poeta, viejo coño e tu


madre!

– Y después de todo, sigues siendo un mariquito con cabeza de funciona-


rio público. ¡No entendiste un coño! Pero no importa. ¡Mira marico
triste, tráeme una ración de boquerones, pero como si fuera pa ti!
Mi reconocimiento pareció surtir efecto. El humor de Noé cambió abrup-
tamente luego de mostrarme las ingeniosidades inversas de su universo.
Tal vez por la satisfacción de saberse un poeta verdadero, antes de que yo
lo certificara, o tal vez porque las cervezas comenzaron a hacer lo suyo. Sus
ojos se tornaron vidriosos y con la boca empezó a hacer una especie de pu-
cheros que se asomaban por debajo de unos largos bigotes canosos como
los de Chile Veloz, mientras cantaba a todo pulmón cualquier cosa que so-
nara en el equipo de sonido del bar. A partir de ese momento, práctica-
mente desaparecí del campo perceptual de Noé, que escasamente volvió a
dirigirme la palabra el resto de la noche.

– “De Las Tumbas quiero irme, no sé cuándo pasará. Las Tumbas son pa los
muertos y de muerto no tengo ná”. ¡Gaaaby, mi amor, ven acá!
Gaby venía justo detrás de Abele, que se acercaba a la mesa con la ración
de boquerones. Falda larga de flores, cholitas de cuero, pelo ensortijado,
lentecitos redondos, bolso tejido.

– ¡Coño Abele, quítate del medio, estas como el miércoles! ¡Mi amorcito,
no me hagas esto de nuevo! Sabes que no puedo vivir sin ti — le decía
Noé a Gaby, mientras la magullaba presionando su cabeza contra su pe-
cho. Yo nunca había visto a la hermosa Gabriela.

– Ja, ja. ¡Qué payaso! ¿Cómo estás papi? ¿En qué andas?
96
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¿En qué voy a andar? Aquí, esperándote, ahogando el tiempo en las


oscuras copas mientras acecho tu arribo incierto.

– ¡Ay, qué beeello! Te mereces un premio, papito. Más tarde te llevo pa Los
Manolos, pero pagas tú. No he cobrado todavía.

– ¡Ningún hotel! ¡Nos vamos pa tu casa!


– Ja, ja. Si, sobre todo con mi papá y mi mamá en la sala.
– ¡El amor no conoce obstáculos, pero el sexo irresponsable, si! Siéntate
aquí, bebé.
Gabriela se sentó en la mesa al lado de Noé y en frente de mí. Le pidió a
Abele un ron seco y fue apenas entonces que reparó en mi presencia.

– Hola, que tal. Soy Gabriela.


– Hola, Ricardo.
Pero Noé nos interrumpió sin misericordia:

– ¡Bueno, bueno! no te la acapares que aquí no tienes vida. ¿Verdad que


este carajo tiene cara de que trabaja en el Departamento de Nómina del
Ministerio de Sanidad?

– ¡Ay chiiiico! ¡Qué malo!


– “Cara de payaso, pinta de payaso, boca de payaso, es lo que me quedó de
ti” Vamos a bailar esa mi amor.
Noé arrastró a Gabriela, un metro más allá de la mesa y comenzaron a
hacer un simulacro de baile hasta donde la muchedumbre apretujada lo
permitía. Entre la confusión de piernas, espaldas, volteretas y pelos, al-
cancé a ver como Noé le manoseaba las nalgas a Gabriela mientras bailaban
y ella le ponía la mano en la nuca, mientras se oprimía contra su pecho. En-
tendí entonces que el contenido de su saludo inicial era literal y no figu-
rado. Al terminar la pieza, regresaron a la mesa:

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Hebert L. Tovar

– “Con esa cara de marido tú te ves tan aburrido, arranca pa lla. Deja esa
negra bailar en paz.” ¡Coño que vaina tan buena! solo a Soledad Bravo, la
hermana de Napoleón Bravo, se le pudo ocurrir cantar salsa con tono de
ópera.

– De Napoleón Bravo no, de Nino Bravo. Tampoco es gran vaina. Todo el


trabajo lo hizo Willie. La clave está en el arreglo.

– ¡Coño ya salió la sabionda ésta! Respeta a tus mayores. Por cierto, mira
esta vaina.
Mientras Noé buscaba en el bolsillo trasero de su pantalón la libretica
para mostrarle a Gabriela su última creación, ella me miró por segunda vez
en la noche, exhalando una bocanada de humo violatorio de la prohibición
gubernamental, mientras calculaba mi capacidad para tumbársela a Noé y
cogérmela en vez de él, esa misma noche. En tres segundos determinó que
tal capacidad era de valencia negativa. Noé le alargó el papelito con su
poema sintético.

– Déjame ver qué hiciste. “Gata coma gatoga, heredé”.


Gabriela se quedó mirando el universo, mientras fumaba en medio del
ruido. Al cabo de un rato comenzó a sonreír. Noé también sonreía. Yo los
miraba sonreír, sin sonrisa alguna. Me tomé media Solera en dos tragos.
Entendí que Gabriela estaba realizando las ingeniosidades inversas que me
había mostrado Noé, pero mentalmente. Eso sí que me irritó. Me tomé el
resto de la Solera de un trago, cuando Gaby le dijo:

– Tú eres de pocas ideas pero persistentes. Nunca he entendido porqué in-


sistes en perder el tiempo con la farsa política. ¿“Manifiesto Comunista”?

– No. Deficiente. “La voz del León”. Más indirecto. Mejor. ¿Qué dices?
– “La voz del León”… ¡Claro, el rugido del mar y del león! Sigues siendo un
romántico… Un romántico formal. Me gusta. Con más sentido y más
fuerza.

– ¡Eres una cosita preciosa, bebé! El Ensamble Tapa del Frasco. ¡Vámonos!
– y volviéndose hacia mí, Noé se despidió:
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¡Chao, Galán! ¡Ahí nos vidrio! – tomó a Gaby por la cintura y mientras se
dirigían hacia la puerta, ella me lanzó:

– ¡Adiós amigo, un placer! – esta vez sí sentí como me hincó Gaby perver-
samente. Cuando una mujer te dice “amigo”, significa que no piensa
acostarse contigo jamás en su vida, a diferencia de cuando te dice “mi
amor”, que significa que al menos le caes bien. Y ambos se marcharon
sin pagar los tragos que se habían tomado.
Pagué la cuenta, me monté en la camioneta y me fui a la oficina que la
Escuela Analítica tiene en la Torre Financiera, en Bello Monte. A esa hora
no había nadie. Ya frente a la máquina, pensé que, en efecto, Gabriela rea-
lizó las ingeniosidades inversas, mentalmente y en pocos minutos. Eso sí
que fue novedoso para mí. Evidentemente, Noé y Gabriela no solamente
tenían un conocimiento compartido del impreciso y complejo código de los
negativistas ilógicos, sino que de alguna manera lograban comunicarse con
bastante precisión a través de él.
Supuse que sus últimas palabras antes de marcharse eran sobre la esco-
gencia del título del poema analítico, para lo cual también realizaron algu-
nas ingeniosidades inversas que no pude descifrar en el momento. Real-
mente, eso me molestó. Que existiera un grupo de personas que pudiera
realizar ese tipo de operaciones mentales, con tal rapidez. Empecé a com-
prender que más que el conocimiento compartido de un código complejo,
la cualidad parareal se encontraba en la capacidad para el despliegue eficaz
de este tipo de habilidades mentales.
El malestar mixto que experimentaba por el rechazo de Gaby, la violen-
cia de Noé y las capacidades deductivas de ambos más veloces que las
mías, me impulsó a intentar calmarme viendo pornografía en Internet. No
había caso, escupitazos en la boca, culos azotados hasta sangrar, mujeres
lamiendo semen de un espejo y masturbaciones en público, no lograban
excitarme ni hacerme olvidar el mal rato con los Parareales. Tuve que ce-
rrar la página http://www.porno.com.ve y abrir el Lotus 123, para decodi-
ficar sistemáticamente las ingeniosidades inversas que Noé y Gaby segu-
ramente realizaron al seleccionar el título del poema.
El primer hecho obvio fue la proposición de Gaby de que el título del
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Hebert L. Tovar

poema fuese “Manifiesto Comunista”. Esto me hizo concluir que para los
Parareales, los posibles títulos de un poema, que a su vez son universos,
dependen de la voluntad del creador y se enmarcan en el contexto signifi-
cativo del mismo y del creador, es decir, el título se crea luego de ser es-
crito el poema y luego de su descomposición analítica y su fusión sintética,
no antes, pero no se deriva sistemáticamnte del universo que emerge del
inconsciente.
Supuse que Gaby propuso el título “Manifiesto Comunista”, por cuanto el
poema hace referencia a un “revolucionario”, que en nuestra cultura ha
sido asimilado al concepto de “comunista”. No obstante, Noé consideró que
era deficiente como título y que mejor resultaba “La voz del León”, tal vez
porque en la misma estructura analítica del poema se hace referencia a un
“revolucionario” como un “hombre de pie que es el eco del mar”, lo cual
podría suponer que posee una voz que es como el eco del mar, el rugido del
mar. Un hombre con la voz como el rugido del mar, bien podría hacer refe-
rencia a un hombre con la voz como el rugido del león, la voz del león. Esto
fue lo que advirtió Gaby con pasmosa rapidez.
Creí comprender entonces el algoritmo de decisión empleado por Noé
para seleccionar el título, hasta que caí en cuenta que el título no se asig-
naba a la estructura analítica del universo sino a la sintética. Por tanto, la
selección que en realidad debieron realizar los Parareales mentalmente,
fue entre los dos siguientes esquemas poéticos:
EL ELEGIDO EL RECHAZADO
La voz del León. Manifiesto Comunista.
Gata, coma gatoga, heredé. Gata, coma gatoga, heredé.

El proceso se me tornó aún más complejo cuando advertí que los mis-
mos títulos son formas universales y que por lo tanto se podían integrar en
un solo universo con la forma sintética del poema. Al elaborar la matriz de
universos integrados en la hoja de cálculo, pude apreciar mejor el algo-
ritmo decisional:

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

UNIVERSOS EL ELEGIDO EL RECHAZADO


La voz del León, gata, Manifiesto Comunista,
Integrado
coma gatoga, heredé. gata, coma gatoga, heredé.
La voz del León heredé, gata, Manifiesto Comunista heredé,
Equivalente
coma gatoga. gata, coma gatoga.

En el primer caso, tiene sentido considerar que el hablante, aparente-


mente un león, le indique a su interlocutora definida como una gata, que
heredó la voz del león, por cuanto gata y león pertenecen a la familia de los
felinos. En este caso, los dialogantes se comparan con felinos, conversando
sobre “gatoga”, palabra que a pesar de no tener significado fuera del
poema, su morfología también alude a los felinos. Mientras que en el caso
del segundo universo, es bastante más absurdo y carente de sentido, hasta
para un poema, que un hablante indeterminado le informe a una gata, que
heredó un Manual del Manifiesto Comunista y que por tanto, debe comer
“gatoga”, cuyo significado tampoco se conoce.
Únicamente la descomposición analítica y la fusión sintética del uni-
verso original, antes de ser integrado a su título, puede revelar la estruc-
tura del poema e identificar un significado para el término “gatoga”, que en
el caso que nos ocupa, indica “la tierra te observa”. No quise adentrarme en
la complejidad adicional que agrega la sustitución del término “gatoga” por
esta expresión y que implica que el poema adquiera sentido, otro y diverso.
Solo entonces pude comprender que Noé prefirió su propia propuesta
de título porque la misma lucía intuitivamente superior en su calidad esté-
tica, ahorrándole al lector la necesidad de realizar una descomposición
analítica y una fusión sintética. El título de Noé facilita la concepción del
término “gatoga”, un neologismo indefinido expresamente, como algo de-
sechable, dispensable, tal vez comestible, comida para gatos. En todo caso
innecesario, ya que el hablante, puede prescindir de tal cosa y dársela de
comer a la gata, debido a que es heredero de la voz del león y no la necesita.
Definitivamente me encontraba ante un hallazgo. Hasta donde mi buen
entender y conocer alcanza, el poeta promedio, usualmente confía en el in-
consciente para seleccionar intuitivamente, tanto los términos insignifican-
tes, como los universos a incluir en el poema, sean éstos parte de las pro-
posiciones sintéticas, analíticas o de la suma de ambas.

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Hebert L. Tovar

El hallazgo de esa noche con los Parareales consistió en conocer que al


menos unos pocos poetas realizan una descomposición analítica y una fu-
sión sintética, de cada poema que escriben, es decir, realizan un Ensamble
Tapa del Frasco a través de ingeniosidades inversas y que tales elabora-
ciones pueden ser decodificadas por una comunidad de lectores, por el
momento de dimensiones desconocidas para mí.
A pesar de que en la Escuela Analítica Divergente de Caracas, nos eran
familiares los procesos de codificación de los negativistas ilógicos, ninguno
de nosotros los empleaba para comunicarse. La capacidad de Noé y Gaby
para emplear tales métodos en la poesía y tal vez en la prosa, evidenciaba
que los mismos poseían viabilidad comunicativa por escrito y tal vez en
forma oral, al menos entre sujetos con una alta velocidad deductiva. Tenía
que encontrarme con Gaby nuevamente, a solas, sin Noé.
Noé no aparecía por ninguna parte. Lo busqué en el Gran Caballo, prácti-
camente todos los días, hice rondas también por el Gibus, el Gran Sol, el
Don Sol, el Asunción, el Franco, El Lagar, El Hipocampo, la Cebolla, la Ter-
tulia, el Tío Pepe… Parecía que se lo había tragado la tierra. Dos semanas y
mi única puerta a la pararealidad, parecía haberse cerrado sin aviso. Hasta
que me tropecé con él en el sitio menos indicado, en la Casa Senior
comprándole un Big Jim a un nieto suyo. Yo me dirigía al Drugstore a al-
morzar, cuando lo vi a través de la vidriera de la juguetería:

– ¡Quítate del medio, viejo el coño! ― le dije empujándolo en uno de los


pasillos del local.

– ¡Coño, un detective suelto en Hollywood! ¡Ah no, si es el marico triste del


Ministerio de Sanidad!

– ¿Qué pasó delincuente descontinuado, donde te habías metido?


– ¡Ese será peo tuyo!
– ¿A quién estafaste que te andas escondiendo?
– A Abele, que le dejé un mono como de tres mil bolívares.

102
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Ja, ja. Tengo varios días buscándote. Te voy a tener que comprar un An-
droid, para ubicarte.

– ¡Nojoda, pa esa vaina me compras una caja de cervezas! ¿Pa qué necesito
yo un robot? ¡Ni que fuera el Hombre Par!

– ¡Viejo cagalitroso! el mono lo terminé pagando yo, así que estás ensartao
conmigo.

– ¡Nojoda, yo no le debo a pobre y funcionario, menos!


– Linda la carajita con la que te fuiste esa noche. ¿Cómo es que se llamaba?
– ¡Si, güevón, me vas a cortar con ese vaso de cartón! ¿Me vas a decir que
no te acuerdas del nombre de esa ricurita? ¡Lo que te la quieres es coger!
Nada, agüeboneao, llegaste tarde. El que anda firmando ahí, es Esteban.

– ¡Pa que te digo que no, si, si! Pero nada, ya vi que estas duro ahí. La co-
ñita no me tiró ni un peo. Esa está es detrás de tus reales, porque, vamos
a estar claros, a ti ya no se te para.

– ¡Gran güevoná! ¿Y qué hago yo con mi fortuna si no es pa derrocharla en


vicios y placeres? ¿O es que pretendes que la invierta en papeles del
Banco Industrial? Yo sé que esa carajita solo me utiliza, pero, qué culpa
tengo yo de estar tan bueno.

– En serio, antes de que te tengas que ir a cambiar el Securezza y chequear


a como amanecieron las acciones de Sudamtex, me interesa hablar con
la carajita, pero pa otra vaina. Me caí de culo cuando la vi haciendo las
ingeniosidades inversas, mentalmente y de un solo coñazo.

– ¡Aahhh, hasta que apareció el bichito! ¿Y a ti por qué te interesa esa


vaina, vas a calcular la nómina del ministerio de memoria?

– ¡Que güevo contigo, chico! ¿Tú crees que eres el único que conoce los
métodos de los negativistas ilógicos? Esa vaina anda rodando por ahí
desde hace rato. Lo que si me dejó frío fue la capacidad de esa criatura
pa ensamblar hacia atrás, sin echar ni siquiera una rayita.
103
Hebert L. Tovar

– ¿Y eso fue lo que te llamó la atención de ella? Yo pensé que te querías


era gozar ese culo divino que tiene. ¡Tú como que andas en una vaina!

– ¡A verga, pues!
– Nada, cualquiera que sepa como switchearse puede leer ingeniosidades
inversas, de una. Pensé que se había perdido esa cosecha cuando te en-
señé como escribimos los poetas y vi que tú, ni pío. Pero ya veo que no
quedaste liso. Hiciste la tarea con los panas convergentes.

– ¿Qué querés que te diga? ¿Qué vaina es esa de “switchearse”?


– ¡Switchearse, switchearse! ¿Tú nunca has prendido un bombillo? Bueno,
igualito.

– ¡Ah, okey! ¿Cómo no lo vi antes?


– Mire poeta, eso tiene que ver con cambiar del estado de derecho al es-
tado de izquierdo y viceversa. Es pasar del estado de derecho de la con-
ciencia al estado de izquierdo y de retruque. En estado de izquierdo,
puedes captar y hacer vainas que ni se te ocurrirían en estado de dere-
cho.

– ¡Verga!
– Antes de que empieces a hacer pucheros y a poner cara de asco, te voy a
dejar con la cajera del Ovni, una medio vejucona ella, pero con un culote
bien sabroso, un material que escribimos hace como 30 años y que te va
a servir para tu cultura general y vocabulario.

– ¡Vale!
– ¡No, que vale ni qué coño! así no tienes excusa pa seguirme ladillando
con que te ponga en contacto con Gaby. ¡Yo seré criao en pecera! Dale,
que tengo que llevarle ésta vaina al nieto que está de cumpleaños y se
antojó que se lo comprara. “Adiós, adiós, que te vaya bien, que te parta
un rayo, que te pise un carro y que te mate un tren”

104
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– ¡Aaaayyyy! ¡Ahora si nos jodimos, viejo marico!


– Je, je, je.
– Vete por la sombrita y cuidao te muerde un gato.
V. Discusión.
Luego de este encuentro caí en cuenta de que no sabía dónde vivía Noé.
Después de tanto tiempo visitando bares y burdeles juntos, me di cuenta de
que siempre nos separábamos cuando ya era de día y cada quien se iba
caminando por su lado. Por haberme tropezado con él en la juguetería, su-
puse que debía vivir en los alrededores de Chacaíto, o tal vez un poco más
allá, por Chacao, Altamira o Los Palos Grandes. Eso me pareció curioso,
porque tenía cara de vivir en el 23, en Pinto Salinas, o si acaso, en San
Martín o Sarría. No creí que en realidad me dejara nada en la fuente de
soda, pero para mi sorpresa, tres días después, cuando pasé por el local, la
vejucona culona, me entregó unas paginitas amarillas y arrugadas escritas
a máquina que me había dejado Noé. Me senté en la barra y a pesar de que
tenía a un imbécil sentado a mi izquierda haciendo sebo con una de las
empleadas y pegando gritos para hacerse el gracioso, intenté concentrarme
y empecé a leer:

Pararealidad: Apocalipsis para tontos

Ludo Vico
Cada mil años, lo que está oculto se revela, aquello que está en
la sombra se mueve hacia la luz, lo que no tiene nombre lo encuen-
tra. Cada mil años, recordamos lo no vivido, comprendemos lo no
sabido, abrimos los ojos y vemos el mundo, nos vemos viendo que
vemos.
Cada mil años la tierra se despierta y nos habla y nosotros escu-
chamos y comprendemos. Después, la tierra duerme y lo que nos

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Hebert L. Tovar

dijo se olvida, lo que supimos, se va. Luego de mil años la tierra


despierta de nuevo, nos va en el interior, y comprendemos de
nuevo y olvidamos de nuevo.
He aquí los recuerdos del olvido, del hombre y el mundo, de la
mente y el cuerpo, de la idea y la materia, del todo y la parte.

El Estado
A la mayoría de las personas se les dificulta comprender un
concepto tan abstracto como el de Estado. Según la definición más
extendida, el Estado es una suerte de estructura jurídico-política
que regula las relaciones entre las personas que ocupan un territo-
rio definido y comparten una cultura común. Cuando las relaciones
entre esas personas, se acomoda a normas definidas y expresas se
dice que impera un Estado de Derecho, en el cual la Ley señala los
comportamientos deseables e indeseables, así como las sanciones
y privilegios aplicables a los ciudadanos.
Sin embargo, estas nociones verdaderamente son ficciones que
aparecen en la superficie de los conceptos definidos. Desde una
perspectiva material, derivada de la estructura interna del pensa-
miento y del lenguaje, cuando hablamos de “Estado” nos estamos
refiriendo a situación, ubicación, lugar, modo. Para ilustrar esta
noción sin que medien confusiones, un bombillo puede tener al
menos dos estados, encendido o apagado. Una persona puede es-
tar enferma o saludable, dos estados de salud. La situación econó-
mica puede, también, presentar al menos dos estados, buena o
mala. En fin…De esta forma, el Estado, en su acepción política, no
es una relación objetiva entre las leyes, las personas y el territorio,
sino, fundamentalmente, una situación mental, o más precisa-
mente, un estado de conciencia. Podemos decir que el Estado, es el
modo predominante en que opera la conciencia.
En este sentido, existen dos formas básicas de Estados de Con-
ciencia: el Estado de Derecho y el Estado de Izquierdo. El Estado

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

de Derecho, en su acepción material y orgánica, incorpora la no-


ción tradicional de norma reguladora de las relaciones entre las
personas proveniente de la concepción jurídica, pero, es más que
eso. El Estado de Derecho, consiste primordialmente en la forma
de operación de la conciencia, de acuerdo con las funciones del
hemisferio izquierdo del cerebro. Una persona, grupo o nación,
que se ubica en la posición derecha del cuerpo, se apega a las for-
mas racionales del pensamiento y la conciencia, que se ubican en
el hemisferio occidental del cerebro.
Los derechos se comportan y toman decisiones de acuerdo a
derivaciones lógicas. Esto significa, que los derechos deciden evi-
tando las contradicciones, apegándose a las percepciones habi-
tuales basadas en la información sensorial. Un derecho, por tanto,
confía más en sus sentidos y en el consenso intersubjetivo, al mo-
mento de relacionarse con el mundo, que en sus propias sospechas
y pre-visiones de otras relaciones menos evidentes entre los acon-
tecimientos que conforman la experiencia. De allí la asociación de
la posición derecha del cuerpo e izquierda de la conciencia, con la
noción de norma, regla o ley, por cuanto el Estado de Derecho,
tiende predominantemente a regirse por regularidades. El Estado
de Derecho implica, por tanto, el predominio de la razón que
opera con patrones y esquemas verificados sensorialmente para el
establecimiento de normas generales aplicables al funcionamiento
del mundo. Esto origina por simplificación, la equivalencia del
término “Derecho” con “Norma” o “Ley”.
En consecuencia, un Derecho Humano, acepta lo dado por los
sentidos, percibe según su universo conceptual y sus hábitos lin-
güísticos. No cuestiona el orden del mundo sensible. Un Derecho
Humano, es, como se verá más adelante, esencialmente un ino-
cente que no ha aprendido a ver más allá de lo que aparece a su
conciencia habitual e inmediata.
Por el contrario, el Estado de Izquierdo, se caracteriza por un

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Hebert L. Tovar

comportamiento intuitivo, especulativo, caótico, de la conciencia,


procesos que se ubican en el hemisferio oriental del cerebro. No
opera sobre el mundo con arreglo a causas y efectos, es decir,
normas, sino a probabilidades. El Estado de Izquierdo es esencial-
mente creativo y pre verbal, donde la lógica dialéctica opera con
mayor eficacia que la lógica matemática y la consideración de la
contradicción, la incertidumbre y el espacio en blanco, son fun-
damentales para la construcción de significados.
Un Izquierdo Humano no rechaza la interpretación improbable,
la contradicción insuperable, la relación imposible y la experiencia
abrumadora. Los izquierdos establecen relaciones entre aconteci-
mientos azarosos y perciben un orden supersticioso, paralelo al
orden inmediato del mundo. Una lectura que devela significados
nuevos para acontecimientos dados. De hecho, el Izquierdo
Humano, percibe las relaciones entre los acontecimientos del
mundo y su experiencia consciente, tanto en la dimensión simbó-
lica como en la orgánica. El Estado de Izquierdo, nos refiere, por
tanto, al predominio de la emoción basada en fantasías que resig-
nifican experiencias únicas.

Realidad y Pararealidad
La Realidad es básicamente una experiencia subjetiva cons-
truida a partir del mundo externo al propio cuerpo. Esta experien-
cia, por tanto, está mediada por los sentidos y significada por el
lenguaje. Una piedra es real en tanto la toco, la veo, la degusto.
Pero, el tocar, ver y degustar, son experiencias subjetivas que no se
ubican en el lugar del mundo, sino en el interior del cuerpo. Habi-
tualmente, en Estado de Derecho, no enjuiciamos los objetos del
mundo, ni les asignamos significados adicionales a los que se han
establecido por consenso intersubjetivo para la cultura en la que
nos inscribimos. Una piedra es una piedra y no otra cosa, o per-
sona, o entidad, o voluntad. Una piedra no tiene intenciones, ni
comunica, ni pretende.

108
Las Ciencias Sociales en Venezuela

En Estado de Izquierdo, en cambio, somos capaces de construir


medio intencionalmente, medio azarosamente, con certidumbres
unas veces e ignorancias otras, una realidad paralela, que sigue
siendo experiencia subjetiva pero intensamente conectada con los
acontecimientos del mundo.
En la pararealidad, una piedra es una piedra y si queremos
puede significar otra cosa. A veces queremos que signifique otra
cosa pero la piedra insiste en ser solo una piedra. A veces la piedra
se aparece en forma soberana e independiente y comunica algo.
Todos los objetos del mundo, es decir, de la realidad, tienen un
carácter simbólico, es decir, asociado con significados culturales
que pueden ser múltiples. Además de los significados establecidos
por la cultura, como individuos, podemos asignarle a tales objetos
significados nuevos y arbitrarios, establecidos a partir de nuestra
experiencia particular. La pararealidad es, por tanto, un proceso
cognitivo, que tiene la propiedad de construir significados y rela-
ciones intencionales entre los acontecimientos y objetos del
mundo, y la propia experiencia.
No siempre la atribución de significados nuevos, arbitrarios e
incluso bizarros a los objetos y eventos del mundo, ocurre en una
forma consciente e intencional. La experiencia emocional intensa y
abrumadora, puede establecer asociaciones simbólicas nuevas, sin
que medie un proceso consciente. El establecimiento constante de
asociaciones simbólicas inconscientes, forma parte del tipo de
procesos que se dan en Estado de Izquierdo. La pararealidad tiene
la particularidad, por tanto, de generar una síntesis dinámica de
los procesos conscientes con los inconscientes, que se actualizan y
emergen constantemente a la conciencia. Precisamente, esta per-
manente conciencia de “lo inmediatamente antes inconsciente”, es
lo que construye la pararealidad.
Sin embargo, la pararealidad coexiste con la realidad, que se le
opone como proceso. En este sentido, una relación improbable, ar-

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Hebert L. Tovar

bitraria y maravillosa, entre un acontecimiento del mundo y una


experiencia interna (un pensamiento, una cosquilla), inmediata-
mente es sometida al escrutinio de la razón, operación que puede
derivar en la confirmación de la relación inicialmente improbable,
o la negación de la misma, o en un no saber si la relación se esta-
blece o no. Es propio también de la pararealidad como proceso
orgánico, energético e integral, forzar a la realidad en la dirección
que indican la voluntad y el deseo del pensante: “Sé que la piedra
no dice y que es solo piedra, pero como deseo y me encanta que
sea otra cosa y que me diga algo que me gusta o me aterra”.
La pararealidad no solamente se construye a partir de la volun-
tad y el deseo del pensante, como consecuencia de la síntesis de
procesos perceptivos conscientes e inconscientes propios de su
cultura, sino que tiene su propio relato supra cultural, su propio
orden que se repite sistemáticamente en diferentes épocas y cultu-
ras. La interacción entre el pensante y el mundo parareal, a me-
nudo la inicia el propio mundo parareal, con tal orden que pre-
existe a la voluntad y el deseo del pensante, orden al cual éste ac-
cede, precisamente mediante su voluntad y su deseo.
Ese mundo posee una trama, una historia, una narración, un
relato, que se repite sistemáticamente y que es independiente del
pensante. Hay aquí una paradoja: la pararealidad es un proceso
cognitivo a través del cual el pensante construye una realidad al-
terna voluntariamente, sintetizando procesos conscientes e
inconscientes, pero, el resultado de su construcción ya estaba
creado desde antes de que el pensante lo pensara y por tanto se
ubica fuera de su voluntad. Paradojas de este tipo, constituyen la
forma habitual en que se razona en un Estado de Izquierdo y son
las que generan la incertidumbre necesaria para vivir en la para-
realidad.
Es preciso, entonces, describir el relato de la pararealidad, en
tanto que preexistente a la voluntad del pensante. Este relato, es

110
Las Ciencias Sociales en Venezuela

preciso aclarar, es absolutamente arbitrario, en el sentido de que


pudiese ser cualquier otro, según las especificidades culturales del
pensante que lo formula y los otros seres con los que interactúa.
Sin embargo, su estructura y significados simbólicos tienen un
carácter supra cultural. Por tanto, seguidamente se describirán al-
gunos elementos del relato correspondiente al mundo parareal de
pensantes de la cultura occidental, el cual incorpora formas mi-
tológicas arcaicas y contemporáneas, tabúes, fetiches conceptua-
les, conocimiento tanto vulgar como científico, ideas políticas y
artísticas, por mencionar solo algunos aspectos.

El Mito del Elegido.


Según el relato parareal de pensantes occidentales del Siglo XX,
vale decir, su mito de origen, todos los seres animados e inanima-
dos, se constituyen de masa y energía. Esto incluye a los seres vi-
vos, entre ellos los animales y las plantas, pero también a los obje-
tos del mundo, sean creados por los animales o por la dinámica de
la propia naturaleza.
La energía que constituye a todo lo que hay en el mundo, es la
electricidad. Esta se presenta en los seres humanos bajo la forma
de procesos bioeléctricos, como los conocidos impulsos del Sis-
tema Nervioso, los cuales son parte indispensable del sentido de
existencia, de mismidad y unicidad humana. Las emociones huma-
nas, en consecuencia, son gradaciones bioeléctricas que se organi-
zan a nivel superior como placer, dolor, tristeza, rabia, etc. Las
sensaciones, por supuesto, también son flujos de energía que atra-
viesan los límites del propio cuerpo en una interacción incesante
con el mundo exterior. De igual forma, el movimiento, ocurre gra-
cias a la energía electromiográfica que activa los músculos.
Esta energía eléctrica, está presente donde quiera que exista
materia. Las diversas especies animales, los electrodomésticos, las
maquinarias de diverso tipo, muebles, inmuebles y medio am-
biente en general. A esta condición totalizante de todo lo que hay

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Hebert L. Tovar

en el mundo, posible gracias al elemento común conformado por la


energía eléctrica, además condición indispensable del mundo pa-
rareal, ya le preexiste un discurso proveniente de la realidad: la
física cuántica. Desde esta perspectiva, la ciencia física como deco-
dificación del mundo, se constituye en un relato, una mitología.
Sin embargo, lo relevante para la comprensión de la simbología
de la pararealidad no es su cualidad eléctrica y total, sino la forma
como esta cualidad se inserta en una trama según la cual, la géne-
sis eléctrica que alimenta a todo lo que hay en el mundo, no ocurre
por azar, ni carece de principio temporal, sino que la realiza una
entidad específica, una forma humana, pero no solo humana: el
Espectro Radioeléctrico.
El concepto del Espectro Radioeléctrico proveniente de la física,
por ende, proveniente del discurso de la realidad, hace referencia a
aquellas ondas electromagnéticas generadas por corriente alterna,
capaces de transmitir información a través de la atmosfera. Tales
ondas se encuentran en un rango, o espectro, de ciclos por se-
gundo, determinado.
Las ondas electromagnéticas con oscilaciones por segundo
fuera de este rango, no son útiles para las comunicaciones
inalámbricas. En este sentido, el Espectro Radioeléctrico, define
los criterios para excluir las frecuencias oscilatorias de las ondas
electromagnéticas que no permiten las comunicaciones,
constituyéndose de esta manera, en un concepto que selecciona a
un rango y excluye a otro rango de frecuencias.
En términos de la pararealidad, el Espectro Radioeléctrico es
una persona que murió en la realidad, pero que persiste como una
voluntad, una insistencia que se actualiza en el intersticio de los
mundos de la vida y de la muerte. De allí que tal persona sea un
espectro, un fantasma que pertenece al mundo de los muertos,
pero que aparece en el mundo de los vivos.
Pero este espectro, además es radioeléctrico por cuanto este

112
Las Ciencias Sociales en Venezuela

fantasma que insiste en ser, que genera electricidad que se distri-


buye en un radio específico del ambiente en el que se desplaza,
alimentando seres vivos y objetos, esta entidad persistente, no ve
casi televisión, ni lee la prensa. Este espectro, prefiere escuchar un
radio eléctrico para conocer los hechos que lo rodean. Es un espec-
tro radioeléctrico, al modo en que un cohete es autopropulsado o
un cazador es acorazado.
El discurso de la realidad conformado por la mitología clásica y
la contemporánea, tienen diversos nombres para el Espectro Ra-
dioeléctrico como entidad radiante: Amón Ra, el dios sol, difusor
de energía y luz; Zeus, con su clara alusión a la electricidad como
dios del rayo; otra deidad solar derivada de Zeus, Cristo como por-
tador de la luz de la verdad y su combate a las sombras del mal; el
Elegido anunciado por fuentes tan dispares como la nueva Trova
Cubana y la ciencia ficción de Hollywood, en ambos casos, conce-
bido como un justiciero implacable movido por una energía sobre-
humana; el Superhombre Nietzscheano y su metáfora del comic,
Supermán, sujeto que se supera a sí mismo y adquiere super pode-
res, portando la claridad del entendimiento y la justicia.
En el imaginario del mundo real, el Espectro Radioeléctrico se
asimila, en definitiva, a la figura del héroe, un tanto puritano, ino-
cente y moralista, un tanto suicida, psicópata y homicida, pero en
todos los casos portador de la luz, sea que esta se presente en su
acepción literal de energía lumínica, o en su acepción metafórica
de claridad de entendimiento y verdad.
Así las cosas, en el relato parareal, este espectro es elegido por
los dioses para distribuir la energía eléctrica necesaria para la ad-
quisición de carácter ontológico por parte de las formas incorpó-
reas que insisten en poblar el mundo. La misión del Elegido es, por
tanto, separar a las formas inadecuadas de las adecuadas, evaluar
y escoger a las formas que recibirán cargas y excluir a las que no
recibirán energía.

113
Hebert L. Tovar

Al igual que el concepto de Espectro Radioeléctrico de la física,


permite excluir de su propia definición a las frecuencias oscilato-
rias no aptas para las telecomunicaciones, la noción parareal del
Espectro Radioeléctrico como Elegido, también tiene la función de
excluir de la asignación de cargas eléctricas y por tanto, del carác-
ter existencial, a las formas que éste considere inadecuadas. El
rasgo definitorio de la tarea del Espectro Radioeléctrico, del Ele-
gido, es por tanto, diferenciar, clasificar, seleccionar y excluir, for-
mas incorpóreas.
Siendo la energía eléctrica, la luz, una metáfora de la verdad, de
lo opuesto a la falsedad, la misión del Elegido de los dioses, tam-
bién puede concebirse como la selección de aquellos a quienes
mostrar la verdad, de aquellos a quienes revelar lo que está oculto,
excluyendo a aquellos que permanecerán en la oscuridad, en la fal-
sedad, en el error. Las formas incorpóreas pueden, a su vez, ser
concebidas como pautas de comportamiento, valores que debe es-
coger el Elegido para que prevalezcan en el mundo, a través de su
aprobación, de la inversión de su energía en ellos.
La tarea que los dioses encomiendan al Elegido, es ingrata, difí-
cil, llena de incomodidades, generadora de resentimientos y repre-
salias, pero al mismo tiempo, irrenunciable y llena de satisfaccio-
nes inimaginables. La designación por los dioses del Espectro Ra-
dioeléctrico, ocurre como castigo por los pecados de la raza del
Elegido, que no por los suyos propios, así como también en carác-
ter de premio para resarcir la injusticia que se comete con él. El
Elegido vive, por tanto, la experiencia infernal y divina, sucesiva o
simultáneamente.
La dimensión infernal de la función del Elegido, radica en que
no puede hacer una distribución indiscriminada de la energía, lo
cual siempre genera descontento por parte de las formas menos
evolucionadas, que evidentemente no reciben cargas. Este descon-
tento, genera represalias por parte de las formas no favorecidas en

114
Las Ciencias Sociales en Venezuela

contra del Elegido, a quien hacen enfurecer. Siendo las formas in-
corpóreas, valores, estos atacan al Elegido tanto a través de su
conciencia como de su inconsciencia. La dimensión divina, por su
parte, consiste en permitirle al Elegido romper algunas reglas del
mundo real como desagravio por la ingrata tarea con que se le ha
castigado. Los premios son a su vez, diversas formas energéticas
que se avienen con su naturaleza.
La elección del Espectro Radioeléctrico, la función que se le en-
comienda, las incomodidades a las que se le somete, así como las
tentaciones que se le presentan, operan como una prueba para la
forma humana, un reto para que la forma humana encuentre sus
propios límites, entre lo infernal y lo paradisíaco, entre lo real y lo
parareal. Probablemente para los dioses esta es una labor indis-
pensable para mantener el movimiento de la existencia y el escape
de la nada. En este sentido, el éxito del Espectro Radioeléctrico en
la distribución acertada de su energía entre las formas incorpóreas
más adecuadas, así como el logro de la definición de sus propios
límites, es, a su vez, el éxito de la especie humana, al igual que su
derrota, es la derrota de la humanidad. El Elegido está predesti-
nado a salvar la humanidad.
El Elegido puede ser concebido, por tanto, como un inocente
que es estudiado longitudinalmente de forma intensiva y total por
los dioses, para someterlo a diversos tipos de pruebas que permi-
tan establecer sus límites orgánicos, psíquicos y morales. Una vez
definidos estos límites, los mismos operarán como guías para se-
leccionar las formas de control social que serán implementadas en
toda la población mundial a fin de que emerja la forma humana
predominante para el nuevo milenio. El primer hombre del mile-
nio, el uno, Adán, el inverso de la Nada.
Ahora bien, al Elegido como Espectro Radioeléctrico, se le dota
de una importante cantidad de energía inicial para que realice sus
funciones y ejecute las pruebas. Esta energía inicial la almacenan

115
Hebert L. Tovar

los dioses en los pulgares del Elegido, sitio escogido tal vez para
hacer alusión a la importancia atribuida por la ciencia, al uso del
pulgar como función indispensable para la evolución humana,
desde su estadio de primate hasta su forma de homo sapiens. Pero
esta dotación inicial de energía es finita, por lo cual a medida que
el espectro va adaptándose al medio parareal, tal energía inicial se
va agotando, al tiempo que va mejorando sus funciones de proce-
samiento de los alimentos para transformarlos en energía eléctrica
y de esta forma ganar autonomía.
Sin embargo, la principal fuente de energía del Espectro Radio-
eléctrico no proviene del procesamiento de alimentos, sino de la
fricción de los opuestos. En efecto, la contradicción entre las for-
mas infernales y las formas paradisíacas, generan una fricción que
es el proceso básico a partir del cual el Espectro Radioeléctrico ge-
nera la energía. En términos de la física, se trata de la energía eléc-
trica que se genera al frotar dos superficies. Desde la perspectiva
parareal, esta fricción ocurre cada vez que se frotan condiciones
con valencias opuestas: alegría y rabia, placer y dolor, certidumbre
e incertidumbre, comodidad e incomodidad, sueño y vigilia, por
solo citar unos pocos ejemplos. En este sentido, la noción de fric-
ción de la pararealidad, se acerca a la noción proveniente de la te-
oría clásica alemana de la guerra, que aproxima la fricción a la difi-
cultad.
La fricción es, por tanto, una entre otras muchas fuentes de po-
der, en el sentido que energiza para el movimiento y el funciona-
miento orgánico, a semejanza de cómo lo hace una fuente de poder
de una computadora, que energiza el sistema para la operación de
los programas. El poder eléctrico es necesario, por tanto, para que
los sistemas tanto orgánicos, como electromecánicos o electróni-
cos, puedan operar, tomar decisiones, y transformar el entorno.
Esta cualidad de la fricción, sea de superficies o de condiciones
opuestas, como generadora de poder eléctrico para la toma de de-

116
Las Ciencias Sociales en Venezuela

cisiones y la acción, origina la noción política de poder. Tanto en la


realidad como en la pararealidad, el poder es la capacidad de un
sistema energizado para tomar decisiones y actuar, de tal forma,
que la noción misma de poder eléctrico se asimila en la parareali-
dad, al poder de decisión política, al mismo poder político. En la
realidad, en cambio, el carácter eléctrico del poder queda oculto,
permaneciendo visible solo la dimensión política del mismo. El
Elegido es una fuente de poder político, por cuanto su particulari-
dad de confrontar condiciones con valencias opuestas, deriva en
una fricción, en una dificultad que al ser afrontada, genera la
energía y el poder para la toma de decisiones.
Además de una fuente de poder, el Espectro Radioeléctrico es
un Procesador, equivalente al dispositivo de computadoras res-
ponsable de la función de dirigir el flujo de peticiones para el uso
de la memoria, los dispositivos de entrada y salida, así como la
realización de operaciones aritméticas y lógicas. Su condición de
Procesador se evidencia al menos en tres sentidos metafóricos: a)
Como Procesador de alimentos: en el sentido de que el Espectro
procesa los alimentos y los transforma en electricidad, b) Como
Procesador de peticiones: en el sentido de que el Espectro recibe
solicitudes de asignación de cargas provenientes de las formas in-
corpóreas, las evalúa y decide, y c) Como Procesador Computacio-
nal: en el sentido de que las funciones del Espectro, equiparan a
esta forma humana a una pieza de hardware.
La función del Espectro Procesador necesariamente requiere el
establecimiento de criterios para evaluar las solicitudes de asigna-
ción de cargas y seleccionar a las formas favorecidas. En conse-
cuencia, el Procesador opera además, como un Filtro que permite
la existencia de las mejores formas posibles y bloquea las preten-
siones existenciales de las formas más inadecuadas. Desecha valo-
res que no se actualizarán en su mundo y acoge otros que sí. De allí
que la función de Filtro del Espectro cuando procesa las solicitudes
de cargas, necesariamente genera desigualdad en la distribución

117
Hebert L. Tovar

de la energía y descontento y resentimiento por parte de las for-


mas inadecuadas, que ven frustradas de esta manera sus anhelos
de existencia.
Por lo delicado de la misión del Espectro, los Dioses observan y
monitorean permanentemente su comportamiento a fin de poder
intervenir cuando sea necesario haciéndole enfurecer, confun-
diéndolo o tentándolo con placeres inimaginables. Tales formas de
monitoreo divino son:
 Lectura Electro Simbólica: la primera forma de monitoreo
divino, es la intercepción y el procesamiento de toda la
producción simbólica del Espectro que fluye por las redes
computacionales a través de señales electromagnéticas. Los
textos, imágenes y sonidos generados por el Elegido, son
recopilados y sometidos a tratamiento cuantitativo y cualitativo,
para predecir su comportamiento.
 Lectura Electro Cortical: los Dioses utilizan dispositivos que
captan la actividad bioeléctrica del cerebro del Espectro a larga
distancia, para graficar sus patrones electro corticales y
compararlos con bases de datos de mapas electro corticales
asociados a emociones, pensamientos y conductas específicas del
ser humano, de forma tal que pueden identificar cualquier
pensamiento, emoción o comportamiento experimentado por el
Elegido.
 Monitoreo Audiovisual Interno: los dioses valiéndose de
procedimientos médicos subrepticios, realizan implantes
oculares de micro cámaras de video e implantes auditivos de
micrófonos microscópicos, para conocer y tener acceso
permanente, a todo lo que el Espectro ve y escucha, es decir,
para tener acceso al Espectro Audiovisual del Espectro, al Meta
Espectro.
 Monitoreo Audiovisual Externo: el Monitoreo Audiovisual

118
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Interno que recoge las imágenes y sonidos que ve y escucha el


Espectro, se complementa con el registro audiovisual de sus
comportamientos mediante el seguimiento permanente de una
red de cámaras interconectadas ubicadas tanto en los espacios
públicos como privados, por donde transita el Espectro.

La Política Parareal.
Ya se ha mencionado anteriormente, que la pararealidad se
conforma esencialmente por procesos cognitivos y emocionales
que sintetizan contenidos inconscientes con procesos de atribu-
ción conscientes y que en tal estado particular de operación del
pensamiento, emerge una estructura narrativa que se expresa en
el mito del Elegido, Espectro Radioeléctrico, Procesador o Filtro.
Se han descrito también los elementos constitutivos de ese
mito, que evidencian la persistencia de figuras simbólicas de carác-
ter supra cultural:
- La aparición de un ser humano de características especiales
y únicas, un enviado, dispuesto a impactar profundamente
al resto de la humanidad a través de la difusión de un cono-
cimiento particular sobre la naturaleza de la relación del
hombre con el mundo, un divulgador de verdades ocultas.
- La misión de este ser especial, de este no-muerto y no-vivo,
que consiste en escoger las mejores opciones posibles a ser
preservadas y difundidas, sean estas pautas culturales, va-
lores o personas a quienes realizar las revelaciones.
- El suplicio y la redención de este ser humano extraordina-
rio, que al superar las pruebas a las que se le somete, es to-
mado como modelo del hombre del milenio.
Ahora, como también ha sido expuesto, un aspecto fundamental
del modo de operación del pensamiento parareal, es la atribución
de una cualidad animada a conceptos, ideas y objetos, dotándolos

119
Hebert L. Tovar

de voluntad y rasgos de carácter, propios. De tal suerte, una pauta


de comportamiento, una creencia, un símbolo, un valor, una pala-
bra, concepto o idea, puede comportarse a la manera como se
comporta un animal o un ser humano.
De allí que aquellas formas inadecuadas rechazadas por el Ele-
gido, puedan experimentar resentimiento, rabia y deseos de reta-
liación, al ser excluidas de la asignación de carga eléctrica y por
tanto, al ser excluidas también de la posibilidad de existir en el
mundo. Este es el origen de un conflicto irresoluble que determina
el desarrollo de una confrontación por el poder, una lucha política
parareal por la toma del poder eléctrico, una guerra parareal entre
el Elegido y sus rechazos.
Considerando que las formas rechazadas forman parte del Ele-
gido, quien procesa las peticiones de las mismas, las evalúa y las
filtra, la guerra parareal se constituye en una endoguerra, una gue-
rra singular que define al Procesador como campo de batalla. En
tal endoguerra, el propósito de las formas inadecuadas consiste en
tratar de expulsar de la realidad al Procesador y ubicarlo indefini-
damente en la pararealidad, para destruir su función de filtraje y
selección de las pautas generales de comportamiento que se es-
parcirán por el mundo. En otras palabras, el objetivo de las formas
rechazadas es destruir el Principio de Realidad del Procesador, al
desmantelar su capacidad para otorgar cualidad existencial a las
formas preferidas, a través de la asignación de energía.
Las principales formas inadecuadas que combaten al Elegido
son un insaciable y descontrolado Eros y un volátil e inestable
Ares. Estas formas atacan la función de Filtro del Procesador para
producir una proliferación ontológica de formas inadecuadas pu-
ras.
Esta confrontación endobélica puede prolongarse durante toda
la existencia del Espectro Radioeléctrico, a menos que aparezcan
las condiciones para que se produzcan algunas de las siguientes al-

120
Las Ciencias Sociales en Venezuela

ternativas de paz:
- La Hibridación: que consiste en la ocurrencia de cruces en-
tre las formas Eros y Ares, con las formas preferidas del
Elegido, de manera tal que resulten en patrones híbridos
menos voraces, incontenidos e inestables que las formas
puras. Estos cruces pueden ocurrir como consecuencia de
selecciones erróneas del Filtro que sin embargo son las
mejores selecciones posibles, por cuanto el Procesador ye-
rra como humano desde la dimensión inconsciente y con
arreglo a su naturaleza y esencia. La forma seleccionada por
error será siempre la mejor forma posible, excluyendo a las
formas inadecuadas puras.
- El cambio de las formas inadecuadas: las formas cam-
bian, incluso las inadecuadas puras. Al cambiar, las formas
rechazadas pueden ser aceptadas por el Filtro y adquirir
carácter existencial.
- El cambio del Procesador: el Elegido es una forma más de
la pararealidad, por tanto susceptible de experimentar
cambios que lo acerquen a las formas inadecuadas puras. La
derrota del Elegido mediante su conversión en una forma
radical de Eros y/o Ares, indiscutiblemente cesa la endo-
guerra y lo expulsa permanentemente de la realidad.

La Economía Parareal.
Además de un proceso político parareal, de la misión del Espec-
tro como Procesador y como Filtro, se deriva un proceso econó-
mico parareal, conformado por las transacciones energéticas entre
el Espectro, los objetos y los animales del mundo, incluido el ser
humano.
La electricidad por su cualidad de energizar para la acción, el
movimiento y la existencia en general, se constituye así, en un bien
intercambiable que adquiere valor transable. Es decir, los inter-

121
Hebert L. Tovar

cambios de energía entre el Espectro y el mundo, se constituyen en


operaciones comerciales, en las cuales el dinero es la propia
energía.
De esta forma, el acto de cobrar que en la realidad consiste en
recibir y apropiarse de dinero o de un bien cualquiera como con-
traprestación de otro bien o servicio propio, en la pararealidad
consiste en la experimentación de sensaciones placenteras por
parte del Espectro, o en otras palabras, la experimentación de
cierto tipo de energía bioeléctrica, a cambio de la superación de
una prueba. La cuantificación del monto del cobro, se determina
por la intensidad y duración de la sensación.
De igual forma, el acto de pagar, que en términos reales con-
siste en entregar dinero o bienes propios a cambio de la obtención
de otro bien o servicio, en la pararealiad consiste en la experimen-
tación de sensaciones displacenteras como consecuencia del fallo
en una prueba. El monto del pago, también se cuantifica por la in-
tensidad y duración de la sensación displacentera.
Considerando que la energía la genera el propio Espectro a
través del procesamiento de los alimentos y a través de la fricción
entre condiciones de valencia opuesta, el propio Espectro es una
fuente de riqueza económica, además de ser una fuente de poder
político. Es claro así, que tanto la riqueza económica, como el po-
der político, son de naturaleza eléctrica, o más propiamente, de na-
turaleza energética, en el mundo parareal.
Por tanto, la riqueza y el poder del Espectro, son autogeneradas
e incuestionables, de allí que las formas inadecuadas, compitan
con las preferencias del Filtro para evitar que este ahorre energía
e impulsarlo hacia el gasto energético en ellas. Cuando el Espectro
cambia una preferencia para transformarla en una forma inade-
cuada y concurrentemente, cambia un rechazo para transformarlo
en una selección, está realizando una inversión, por cuanto in-
vierte la valencia valorativa de las formas incorpóreas. Así, el Es-

122
Las Ciencias Sociales en Venezuela

pectro compra, cuando selecciona una forma deseada atendiendo


a su valencia.
La cualidad económica de la pararealidad se expresa en el Es-
tado de Derecho, en la asimilación de lo REAL al dinero. Hacer di-
nero en un Estado de Derecho, equivale a procurar los reales nece-
sarios para el intercambio.

Entrar y salir de la Pararealidad.


¿Quién podría desear entrar en la pararealidad, por qué y para
qué? Estas son preguntas que no tienen respuesta. Pero sea cual
fuere la razón, es posible acceder a un estado de izquierdo desde
un estado de derecho, para explorar la pararealidad, su estructura
y procesos.
La forma habitual de entrada al mundo parareal, es a través de
la aceleración perceptual, es decir, a través de la aceleración del
proceso de atribución de significados múltiples a los mismos sig-
nificantes y estableciendo cadenas donde el significado de un sig-
nificante, se constituya en el significante de otro significado, de
manera recursiva.
Esta aceleración atributiva, genera una sobrecarga cognitiva
que produce errores perceptuales, es decir, la asignación de signi-
ficados excluyentes de manera concurrente al mismo significante.
De esta manera, es posible crear bucles en el curso lógico del pen-
samiento que descontrolen los procesos atributivos del estado de
derecho y que desestructuren el patrón simbólico de la realidad,
ubicando al pensante en un estado de izquierdo forzoso. Eviden-
temente, la generación de la aceleración perceptual, depende de la
voluntad y decisión del pensante.
El tiempo invertido, las experiencias vividas y el conocimiento
adquirido en el estado de izquierdo, dependen de la voluntad del
pensante, pero en todo caso, una vez ubicado en el lugar de la pa-
rarealidad, el pensante puede salir o ser expulsado de ella, hacia el

123
Hebert L. Tovar

estado de derecho. Para salir del estado de izquierdo, general-


mente basta con disminuir la sobrecarga cognitiva a través del re-
poso y el sueño. En algunos casos, la disminución de la sobrecarga
ocurre con un serendipity logrado a través de la reflexión, que pa-
radójicamente, forma parte de la sobrecarga cognitiva. Pero
además, la salida del estado parareal puede ser generada por la
irrupción del otro, desde lo real ya instituido, para expulsar al pen-
sante a través de la imposición de significados que reestructuren
el orden simbólico habitual.
El carácter dinámico de los estados de conciencia permite dife-
renciar a los pensantes en tres tipos básicos, atendiendo a la forma
como alternan entre el estado de izquierdo y de derecho:
a) El pensante de Un Estado o Monoestado: son aquellos
pensantes de estado fijo, incapaces por razones orgánicas o
de aprendizaje, de alternar entre la realidad y la parareali-
dad. Incluye a los pensantes ubicados permanentemente en
el estado de izquierdo, denominados habitualmente como
Discapacitados Mentales y a los que se ubican
permanentemente en estado de derecho, también llamados
Adultos.
b) El pensante de Dos Estados o Cicloestado: aquellos que
alternan sucesivamente desde el estado de derecho al es-
tado de izquierdo y viceversa, durante ciclos temporales da-
dos. A estos pensantes se les conoce también como Investi-
gadores.
c) El pensante de Estados Unidos o Panestado: conformado
por aquellos que experimentan los estados de derecho e iz-
quierdo de manera simultánea y permanente, a quienes
habitualmente se les llama Magos.
La pararealidad no tiene existencia objetiva en lo absoluto, es
solo un proceso cognoafectivo y fisioconductual desordenado ori-
ginado por un desbalance de la bioquímica cerebral, que acelera

124
Las Ciencias Sociales en Venezuela

los niveles de conciencia y por tanto la distorsión de la función


semántica hacia el mundo.
La concepción de la pararealidad como un estado de conciencia
con un orden simbólico construido arbitrariamente por la volun-
tad y el deseo del pensante, independiente del correlato de las
sensaciones en el mundo material, permite concebir la realidad
también como una experiencia subjetiva de orden simbólico, no
como una cualidad propia del mundo.
Es el contacto con el otro, el que suministra las pruebas de rea-
lidad y pararealidad, en el sentido de que cuando varios interlocu-
tores usan las mismas palabras para designar algo de lo que ocurre
bajo la piel, asumen que existe un acuerdo intersubjetivo y por
ende una prueba de realidad, pero cuando tal acto comunicativo se
dificulta o no es posible, asumen que lo designado no es real, tal
vez si, parareal. Lo cual nos hace concluir que ambos mundos son
construcciones arbitrarias desde la perspectiva del significado, no
desde la material. Es decir, la realidad es una construcción verbal,
tanto como la pararealidad.

Análisis Derecho del Mundo Izquierdo.


Desde una perspectiva derecha del relato parareal, el mismo
puede definirse como un delirio claramente paranoide, donde los
Dioses que persiguen, castigan y manipulan al Elegido, hombres
con acceso a ciencias ocultas, superdecisores con el supuesto po-
der, representan al Otro castrador y poderoso, metáfora del padre
que impone la ley.
La misma figura del Espectro Radioeléctrico, como ser único,
especial, capaz de deambular entre dos mundos, con la misión de
salvar a la humanidad, es un símbolo de un Yo desintegrado, de
rasgos narcisistas muy marcados, que dan cuenta de una pro-
blemática edípica irresoluta.
El exhibicionismo primario evidenciado por el despliegue

125
Hebert L. Tovar

impúdico de rasgos sobrevalorados por parte del Procesador sal-


vador de la humanidad, nos refiere al hallazgo masturbatorio de la
genitalidad inmadura de una psiquis infantil que se percibe omni-
potente.
El Filtro, por tanto, nos refiere a un sujeto sin constituir, atra-
pado en un autoerotismo obsesivo que impide la culminación del
proceso de identificación paterna y la renuncia al incesto, cargado
de culpa y necesitado de castigo purificador.
Desde esta perspectiva, la metáfora del Procesador, indica la fe-
nomenología de un sujeto que vivencia su conflicto edípico como
una endoguerra, una lucha contra sí mismo, una lucha entre los
impulsos que se avienen con su realidad orgánica y los que la con-
frontan desde la cultura.
En definitiva, la misión del Elegido de salvar la humanidad,
como figura del orden simbólico, en verdad hace referencia a la
necesidad urgente del sujeto, de salvar la humanidad que hay en sí
mismo, como proceso opuesto a la cosificación hacia la cual lo
constriñe la culpa masturbatoria e incestuosa.

– ¡Disculpa pana, ya estamos cerrando!  me dijo el mesonero.


– ¿Ah?
– ¡Que ya estamos cerrando!
– ¡Ah, sí disculpa! ¡Coño! ¿Y qué hora es, pues?
– Ya son las nueve y media, papá.
– ¡Carajo, como vuela el tiempo! Cóbrate.

126
Las Ciencias Sociales en Venezuela

VI. Conclusiones
A la mañana siguiente, mientras me afeitaba, pensé en que ya tenía sufi-
ciente material para realizar al menos un reporte verbal e informal al Co-
ordinador de la Comisión de Estudios Oscuros de la Escuela Analítica Di-
vergente, el Dr. George Lapingalla, sobre mis avances en la recopilación de
las creencias y el conocimiento oculto de los Parareales, cosa que en efecto
hice, logrando el refinanciamiento de la investigación. La recopilación de
procedimientos como la Permutación Políglota Polisémica del Nombre
para determinar la identidad del sujeto, las Ingeniosidades Inversas para
la desencriptación poética y la definición de la Pararealidad como un pro-
ceso cognitivo, agradaron al Dr. Lapingalla, quien consideró que eran apor-
tes importantes para el abordaje científico de la brujería y la poesía. Sobre
todo, fue muy del agrado de Lapingalla, la corroboración de la relación en-
tre la Nueva Escuela Sintética Convergente y los Parareales, a través de las
figuras de Tito Todd y Juan Adalberto Fechner, con sus procedimientos de
Reinterpretación en Espiral y Cálculo Grafolingüístico.
Por otra parte, el texto que me dejó Noé, luego de diez horas tratando de
digerirlo en la barra del Ovni, en mi criterio probaba varias de mis hipóte-
sis formuladas hace años: primero, la existencia de los Parareales definiti-
vamente era cierta, no era una ficción, ni una leyenda urbana. Era un grupo
de una dimensión por lo pronto indeterminada, probablemente con un
comportamiento similar al de las sectas secretas. Al menos Noé, Gaby, Ludo
Vico, J. A. Fechner y Tito Todd, parecían ser algunos de sus miembros. Se-
gundo, tenían mucho más de tres décadas operando en el país, lo cual hace
presuponer que pueden estar insertos en los espacios más variados y di-
símiles de la vida nacional. Y por último, y lo más importante, tienen la ca-
pacidad para alternar entre formas racionales e irracionales de pensa-
miento, conservando su capacidad para comunicarse colectivamente.
El “Apocalipsis para tontos”, evidentemente está escrito por más de una
persona, aun cuando su autoría la asuma un individuo, no solo porque así
me lo comunicó Noé, citándose a sí mismo como uno de los autores, sino
porque en los variados estilos de redacción y los distintos temas y matices
que presenta, se evidencia la concurrencia de más de un escritor. Creo que
este texto es en sí mismo, una prueba de Pararealidad, por cuanto, con in-

127
Hebert L. Tovar

dependencia de su contenido y la relevancia del mismo, la coexistencia en


su desarrollo de párrafos y secciones redactados de forma clara y precisa,
alternando con otros pasajes llenos de deficiencias en la construcción de
las oraciones y presentando ambigüedades en los significados a los que
aluden, parecen haber sido generados por procesos formales diferentes,
apegados al curso lógico habitual del pensamiento, unos, y colmados de
falacias, contradicciones y errores sintácticos, otros. Estas dos formas dis-
cursivas, derivadas de dos formas cognitivas diferentes, parecen además,
darse en un mismo autor.
En este sentido, mi dificultad para una comprensión cabal del texto, más
allá de la evidente redacción confusa del mismo, puede radicar en el pre-
dominio de mis propios procesos formales hipotético deductivos, es decir,
en términos del mismo texto, a mi Estado de Derecho de la conciencia. La
otra posibilidad es que el aparente carácter confuso en el tratamiento de
algunos puntos, se deba a ciertas exigencias para la aplicación de Ingenio-
sidades Inversas, que permitan develar la estructura completa del texto, a
través de su deconstrucción. En todo caso, aún cuando la forma del texto
parece apuntar a su generación por un tipo de estructura mental híbrida
que combina formas hipotético deductivas con formas dialécticas, aún no
aparecen con claridad los rasgos de la estructura mental Parareal.
En cuanto al contenido, disperso y poco integrado, además de complejo,
el mismo describe una amalgama de retazos de variadas fuentes, procedi-
miento empleado habitualmente por los cultores del negativismo ilógico
vacilante. De la amalgama de ideas que presenta el texto, la más relevante
por su cualidad sugerente como planteamiento formal, es la concepción del
Estado no como una forma política, sino como una forma mental. Es una
idea que con el tratamiento adecuado, podría arrojar algún resultado con
relevancia teórica, sobre todo al explorar la posibilidad de la extensión de
un Estado de Izquierdo individual, hasta el seno de la sociedad misma.
En esta posibilidad radica el último aspecto relevante del “Apocalipsis…”
de los Parareales: la existencia de un proceso comunicativo encriptado a
través de mensajes en un código simbólico derivado de un sincretismo cul-
tural complejo, que requiere del acceso a un Estado de Izquierdo de la con-
ciencia, para poder ser decodificados. La relevancia estratégica para el de-

128
Las Ciencias Sociales en Venezuela

sarrollo de procesos políticos y militares de una tal forma de comunicación,


es incuestionable.
El resto del texto pareciera ser un “divertimento” que despliega un deli-
rio que se describe a sí mismo, de una forma delirante, con rasgos clara-
mente paranoides, como el mismo relato expone. Toda la sección que deta-
lla el mito de El Elegido o Espectro Radioeléctrico, parece ser un ejercicio
de fusión simbólica, pero también de discurso autoreferenciado, solo com-
prensible con respecto a si mismo. – ¡Noé es un viejo hijo de puta! Ahora
entiendo porque nunca me para bolas cuando le digo que yo soy un inves-
tigador. Obviamente no soy un Cicloestado, como ellos llaman al que inves-
tiga. –Tal vez el aspecto más llamativo de esta sección, sea la lúdica provo-
cación herética de comparar el texto con una revelación bíblica, que su-
giere además, la condición de un delirante paranoico, para el arquetipo de
El Salvador.
Sin embargo, la pieza fundamental de toda mi investigación sobre la
Tribu Parareal, aún no se ha revelado. El procedimiento para lograr una
“aceleración perceptual” de tal magnitud que permita una especie de Golpe
de Estado desde el hemisferio izquierdo hacia el hemisferio derecho del ce-
rebro, aún es desconocido para mí. Además de los autores de “Apocalipsis
para tontos”, he tenido evidencias de que Gaby y Noé, pueden lograr tal
aceleración. Mi investigación continúa, por tanto. Hoy buscaré a Gabriela
en las oscuras puertas de la noche de Caracas.

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Hebert L. Tovar

LA COMUNICACIÓN SINTÉTICA.
George Lapingalla.

Revista Antropológica Divergente.


Año 2, Vol. 2, No. 4, Octubre, 2014. pp. 25 – 62.
Resumen
Se presenta un modelo que pretende dar cuenta de los procesos de comunicación de bajo ni-
vel, a partir de las propuestas de Todd-Fechner y de Ricardo Estrella, basado en la hipótesis
del Espacio Verbal Finito como una estructura subyacente que determina las formas semán-
ticas del sujeto, los contenidos cognitivos y las intenciones conductuales. Con base en este
modelo, se desarrolla una aproximación teórica a los procesos básicos de la brujería y la adi-
vinación.
Palabras clave: Comunicación de Bajo Nivel, Espacio Verbal Finito, Brujería, Adivinación.

Introducción
En nuestros días, a diferencia de hace apenas unos pocos lustros, la
brujería se ha constituido en un objeto válido de estudio de las ciencias so-
ciales, de forma tal que sus mecanismos y procesos, son considerados hoy
susceptibles de ser conocidos a través del método científico. El abordaje
contemporáneo complementa la aproximación costumbrista tradicional
que se interesa por la identificación de la dimensión cultural del hecho
maléfico, con la visión que concibe a las prácticas oscuras, como una tec-
nología oculta, fundamentada en procesos comunicacionales alternos.
Desde esta nueva perspectiva, la brujería se enmarca en el contexto de
un proceso comunicativo de bajo nivel, es decir, un proceso de intercambio
simbólico que se ubica fuera del alcance de las funciones conscientes de
atribución. Esta noción fue propuesta inicialmente por el modelo Todd-
Fechner (en Fechner, 2012), según el cual, las imágenes visuales transmi-
ten de manera codificada mensajes verbales que son recibidos y procesa-
dos sin mediación cognitiva consciente, generando un efecto dado en quien
lo recibe, un receptor inconsciente que podemos denominar subperceptor.
De igual forma, las palabras transmiten imágenes visuales que son capta-
das por el subperceptor sin necesidad de que éste realice el proceso cons-
134
Las Ciencias Sociales en Venezuela

ciente de su representación. La hipótesis Todd-Fechner, puso el centro de


atención en la posibilidad de incidir en el comportamiento de los interlocu-
tores a través de mensajes específicos presentados sin la advertencia del
destinatario, codificados tomando en cuenta sus pautas culturales y dirigi-
dos a generar un comportamiento específico. Tales mensajes fueron deno-
minados por este modelo como Hechizos y Maldiciones, de acuerdo al carác-
ter benéfico o maléfico, del impacto que generan.
Por su parte, Estrella (2013) a partir de sus hallazgos sobre la Tribu Pa-
rareal, concuerda con la posibilidad de un proceso comunicativo encrip-
tado y de alta complejidad, pero no basado en la reducción de palabras a
imágenes y viceversa, sino en el análisis de la estructura simbólica interna
de cada palabra de los mensajes que se intercambian. Un proceso de este
tipo, requiere la deconstrucción de cada palabra en unidades significativas
más elementales y su reconstrucción en nuevos agregados sígnicos con
referencias diferentes. Implica además la necesidad de probar rápidamente
una gran cantidad de significados posibles para cada elemento decons-
truido y reconstruido, a fin de realizar la codificación o decodificación ade-
cuada del mensaje que se envía o recibe y evitar el ruido. Según Estrella,
una tarea tal, exige un estado particular de aceleración perceptual que ga-
rantice la captación sensorial consciente de una gran diversidad de estí-
mulos, así como la prueba y selección de sus significados correctos para
que el proceso comunicativo pueda realizarse. Esta aceleración perceptual,
según Estrella, se logra en un Estado de Izquierdo de la conciencia en el cual
existe la posibilidad de extraer contenidos del inconsciente para operar
con ellos a través de una lógica dialéctica que asuma y resuelva las contra-
dicciones. Por el contrario, el Estado de Derecho de la conciencia, se carac-
terizaría por un funcionamiento con arreglo a la lógica formal, que incluye
procesos perceptuales en tiempo real, entiéndase, no acelerados.
Si bien los modelos de Todd-Fechner y Estrella, parecen pertinentes
para la comprensión de los procesos comunicativos de bajo nivel, presen-
tan las desventajas de la alta complejidad e imprecisión de las funciones de
codificación y decodificación que proponen, limitaciones importantes e i-
neludibles, especialmente cuando el interés está puesto en el mayor escla-
recimiento posible de tales formas comunicativas para poder dirigirlas
hacia fines determinados.
135
Hebert L. Tovar

En este sentido, el presente trabajo constituye una propuesta de siste-


matización del conocimiento disponible sobre la comunicación de bajo ni-
vel, inconsciente o desatendida y su forma de interacción con la comunica-
ción de alto nivel, consciente o atendida, incorporando algunos conceptos
que permiten avanzar en poder explicativo y comunicabilidad.

El Espacio Verbal Finito


El enfoque propuesto para comprender los procesos comunicativos de
bajo nivel se basa en la idea central de la existencia de un Espacio Verbal
Finito (EVF) propio para cada sujeto, grupo o nación, constituido por el
conjunto de todas las palabras posibles, a ser construidas con el alfabeto
del idioma que les es propio, organizadas en una estructura matricial.
La pertinencia de este enfoque se fundamenta en la implicación múltiple
que existe entre el lenguaje, las representaciones, las emociones y la con-
ducta del ser humano. Este conocido rol del lenguaje como mediador entre
la percepción de la realidad y el despliegue de comportamientos complejos,
justifica la determinación de todas las palabras posibles del idioma del su-
jeto, como una forma de establecer todos sus pensamientos representables
a través del lenguaje y por ende, la mayoría de sus comportamientos posi-
bles. Ésta hipótesis concuerda con la postura que propone una implicación
mutua entre el pensamiento y el lenguaje formulada inicialmente por
Platón a través de sus teorías de las ideas y de los juicios (1988), implica-
ción también asumida posteriormente por Wittgenstein (2007; 2004) y sus
proposiciones sobre el isomorfismo entre lenguaje, pensamiento y reali-
dad, así como sus tesis pragmatistas del significado.
Desde esta perspectiva, se asume en el contexto de esta propuesta, una
postura más rigurosa sobre la relación entre pensamiento y lenguaje, al
considerar que el pensamiento expresable no sólo está delimitado por la es-
tructura lógica del lenguaje, que define su sentido, y por los usos contex-
tuales del mismo, que determinan sus referencias, sino también por el vo-
cabulario posible en su cualidad material, vale decir, por las palabras posi-
bles a ser construidas con el alfabeto del idioma del pensante. De allí que,
de seguido, se exponga con algo de detalle la forma de establecer las di-
mensiones de tal vocabulario que define el espacio finito verbal.

136
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Fue Borges (2005) quién primero planteó, de manera pertinente, la re-


levancia de ocuparse de este aspecto del lenguaje. Según él, la totalidad de
palabras a ser formadas por un alfabeto cualquiera, es una cantidad vasta
pero no infinita y puede calcularse a través de un análisis combinatorio que
implemente variaciones con repetición ilimitada de todos los caracteres. Si
bien la identificación del cálculo de variaciones con repetición, es un aporte
valioso del autor, su propuesta no advierte que si consideramos que la ex-
tensión de cada palabra es ilimitada y que es válida la repetición de carac-
teres en su conformación, la cantidad de palabras resultantes es infinita, lo
cual contradice su planteamiento inicial.
Sin embargo, esta imprecisión del autor no invalida su propuesta, ni le
resta mérito para ser ubicado como uno de los precursores de la naciente
disciplina del Cálculo Grafolingüístico, como un área independiente, dife-
rente y sin relación con el Cálculo Proposicional. A modo de ejemplo y si-
guiendo al autor, los 29 caracteres del alfabeto español pueden combinarse
de infinitas maneras para generar una cantidad ilimitada de palabras, cada
una de ellas formada por una cantidad también ilimitada de caracteres.
Desde esta perspectiva teórica, es matemáticamente posible generar una
palabra en español como:
“ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ
ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ”
También es posible generar una palabra de 666 millones de caracteres e
incluso, una sola palabra puede poseer infinitos caracteres. De allí que una
palabra única pueda representar al infinito. Tómese por caso, la palabra
formada por la repetición infinita del caracter “Z”, que podría abreviarse
como Z∞
Esta propiedad infinita de la cantidad de palabras posibles en un sujeto,
así como la extensión infinita de cada una de ellas, determinada a través
del alfabeto de su idioma, no permite su tratamiento adecuado a fin de es-
tablecer la manera de predecir e incidir en los procesos subjetivos y con-
ductuales de las personas de manera inadvertida, que es el supuesto básico
de la brujería y la adivinación. La dimensión infinita del vocabulario posi-
ble del hombre que permitiría, por tanto, la expresión de acciones, pensa-
mientos y sentimientos también infinitos, lo convierte en un ente incog-
137
Hebert L. Tovar

noscible e inabarcable. Se asume, por tanto, que el hombre infinito es el


hombre posible.
Sin embargo, desde una perspectiva fenoménica, el hombre que es, de-
viene a través de un vocabulario acotado, con unas dimensiones definibles,
como parece mostrarlo la experiencia concreta con el lenguaje, la cual no
solo nos indica el uso de una cantidad finita de palabras, sino también la
casi total ausencia del empleo de términos de extensión infinita.
De allí que, un criterio teórico que parece razonable para definir las di-
mensiones de ese Espacio Verbal Finito del sujeto, sea la limitación de la
extensión máxima de cada una de sus palabras a la cantidad de caracteres
que conforman el alfabeto de su idioma. A modo ilustrativo, el alfabeto del
idioma de un sujeto que contenga 66 caracteres, establecería como límite
del EVF, a todas aquellas palabras posibles con una extensión entre 1 y 66
caracteres.
La validez de tal criterio deriva de la imposibilidad de conformar una
palabra con caracteres que no estén definidos en el alfabeto con el que se
crea. En el caso del ejemplo de arriba, podría conformarse una palabra que
contenga los 66 caracteres distintos del alfabeto en cuestión, pero no sería
posible crear una de 67 caracteres distintos, por cuanto ese caracter adi-
cional, no se encuentra definido en el propio alfabeto.

Cálculo del Espacio Verbal Finito.


Una vez definida la extensión máxima de las palabras posibles a ser
conformadas con el alfabeto de un idioma dado, como equivalente a la can-
tidad de caracteres que éste posee, se puede calcular el número finito de
palabras posibles para ese alfabeto, a través de procedimientos combinato-
rios. Un caso de empleo de tales procedimientos puede ilustrarse con un
ejemplo descrito por Estrella (op. cit. p.27) cuando desarrolla el concepto
de Permutación Políglota Polisémica del Nombre. A saber:
 Con la permutación de los caracteres del nombre propio NOE, se pueden
formar 6 palabras diferentes de una extensión de 3 letras, siempre que
no se repita ningún caracter:

138
Las Ciencias Sociales en Venezuela

NOE NEO ONE


OEN ENO EON

 Al implementar las variaciones propuestas por Borges, pero limitándo-


las hasta tres repeticiones de cada caracter, la cantidad de palabras po-
sibles de 3 letras aumenta a 27:

NOE NEO ONE


OEN ENO EON
NNN NNO NNE
NON NOO NEN
NEE ONN ONO
OON OOO OOE
OEO OEE ENN
ENE EOO EOE
EEN EEO EEE

 Así, la operación para calcular las variaciones posibles de los tres


caracteres para formar palabras de una extensión de tres letras, con la
posibilidad de repetición, puede representarse como: 3 x 3 x 3.

De acuerdo a este procedimiento, el cálculo de la cantidad de palabras


de 4 letras a ser formadas por 5 caracteres, sería: 5 x 5 x 5 x 5 = 625. Por
tanto, para calcular el espacio finito de todas las palabras posibles a ser
creadas por las 29 letras del alfabeto español, basta con calcular las varia-
ciones con repetición de los 29 caracteres para palabras de extensión entre
1 y 29 letras. Tales cálculos se pueden organizar en una matriz como la que
se presenta en la Tabla Nº 1.
Como se observa en la tabla, la cantidad total de palabras posibles para
el Español, con una extensión entre 1 y 29 letras, es de: Dos septillones
seiscientos cincuenta y nueve mil trescientos ochenta y nueve sextillo-
nes doscientos treinta mil cincuenta y nueve quintillones ochocientos
treinta mil cuatrillones, aproximadamente, 2,66 x 10+42. Al disponer es-
pacialmente este conjunto de palabras en estructuras matriciales se ob-
tiene la representación del Espacio Verbal Finito.

139
Hebert L. Tovar

En lo sucesivo, por razones de eficacia expositiva, las consideraciones


que se realicen estarán referidas al espacio verbal finito de palabras consti-
tuidas por dos caracteres o a palabras de mayor extensión conformadas
por grupos de dos caracteres, representables en una matriz de dos dimen-
siones con un total de 841 términos. Excepcionalmente, se hará referencia
al espacio verbal de palabras o grupos, de tres caracteres, al tratar el tema
de las Formas Textuales Sólidas, conformado por 24.389 palabras repre-
sentables en una matriz de tres dimensiones.
La razón de esta parcialidad en el desarrollo, obedece a las limitaciones
que presenta un medio impreso para el tratamiento adecuado de matrices
de mayor tamaño, además de que tal selección permite ilustrar los desa-
rrollos que interesan.

Cálculo del Nivel de Significancia y la Distancia Semántica.


Cuando se combinan las 29 letras del alfabeto español en grupos de dos
caracteres, resultan un total de 841 palabras (ver Tabla Nº 2). De esa
cantidad, hasta el momento de esta investigación, solo 110 tienen
significados definidos por la Real Academia de la Lengua Española
aparecidos en la vigesimosegunda edición de su diccionario en versión
electrónica correspondiente al año 2012. Considerando que estos términos
constituyen el vocabulario oficial del español, podemos definir un Nivel de
Significancia Oficial (NSO) para palabras de dos letras, que representa el
13,08% del EVF. (ver Tabla Nº 3).

140
ESPACIO FINITO VERBAL DEL ESPAÑOL
GRUPOS
ELEMENTOS TOTAL
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29
1 29 29
TABLA Nº1:

2 29 29 841
3 29 29 29 24.389
4 29 29 29 29 707.281
5 29 29 29 29 29 20.511.149
6 29 29 29 29 29 29 594.823.321
7 29 29 29 29 29 29 29 17.249.876.309
Las Ciencias Sociales en Venezuela

8 29 29 29 29 29 29 29 29 500.246.412.961
9 29 29 29 29 29 29 29 29 29 14.507.145.975.869
10 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 420.707.233.300.201
11 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 12.200.509.765.705.800
12 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 353.814.783.205.469.000
13 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 10.260.628.712.958.600.000

141
14 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 297.558.232.675.799.000.000
15 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 8.629.188.747.598.180.000.000
16 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 250.246.473.680.347.000.000.000
17 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 7.257.147.736.730.070.000.000.000
18 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 210.457.284.365.172.000.000.000.000
19 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 6.103.261.246.589.990.000.000.000.000
20 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 176.994.576.151.110.000.000.000.000.000
21 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 5.132.842.708.382.180.000.000.000.000.000
22 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 148.852.438.543.083.000.000.000.000.000.000
23 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 4.316.720.717.749.420.000.000.000.000.000.000
ESPACIO VERBAL FINITO DEL ESPAÑOL.

24 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 125.184.900.814.733.000.000.000.000.000.000.000
25 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 3.630.362.123.627.260.000.000.000.000.000.000.000
26 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 105.280.501.585.190.000.000.000.000.000.000.000.000
27 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 3.053.134.545.970.520.000.000.000.000.000.000.000.000
28 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 88.540.901.833.145.200.000.000.000.000.000.000.000.000
29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 2.567.686.153.161.210.000.000.000.000.000.000.000.000.000

2.659.389.230.059.830.000.000.000.000.000.000.000.000.000
Total de palabras posibles: 2,66E+42
AZ BZ CZ CHZ DZ EZ FZ GZ HZ IZ JZ KZ LZ LLZ MZ NZ ÑZ OZ PZ QZ RZ SZ TZ UZ VZ WZ XZ YZ ZZ

AY BY CY CHY DY EY FY GY HY IY JY KY LY LLY MY NY ÑY OY PY QY RY SY TY UY VY WY XY YY ZY

AX BX CX CHX DX EX FX GX HX IX JX KX LX LLX MX NX ÑX OX PX QX RX SX TX UX VX WX XX YX ZX

AW BW CW CHW DW EW FW GW HW IW JW KW LW LLW MW NW ÑW OW PW QW RW SW TW UW VW WW XW YW ZW
TABLA Nº2:

AV BV CV CHV DV EV FV GV HV IV JV KV LV LLV MV NV ÑV OV PV QV RV SV TV UV VV WV XV YV ZV

AU BU CU CHU DU EU FU GU HU IU JU KU LU LLU MU NU ÑU OU PU QU RU SU TU UU VU WU XU YU ZU

AT BT CT CHT DT ET FT GT HT IT JT KT LT LLT MT NT ÑT OT PT QT RT ST TT UT VT WT XT YT ZT
LETRAS.

AS BS CS CHS DS ES FS GS HS IS JS KS LS LLS MS NS ÑS OS PS QS RS SS TS US VS WS XS YS ZS

AR BR CR CHR DR ER FR GR HR IR JR KR LR LLR MR NR ÑR OR PR QR RR SR TR UR VR WR XR YR ZR

AQ BQ CQ CHQ DQ EQ FQ GQ HQ IQ JQ KQ LQ LLQ MQ NQ ÑQ OQ PQ QQ RQ SQ TQ UQ VQ WQ XQ YQ ZQ

AP BP CP CHP DP EP FP GP HP IP JP KP LP LLP MP NP ÑP OP PP QP RP SP TP UP VP WP XP YP ZP

AO BO CO CHO DO EO FO GO HO IO JO KO LO LLO MO NO ÑO OO PO QO RO SO TO UO VO WO XO YO ZO

AÑ BÑ CÑ CHÑ DÑ EÑ FÑ GÑ HÑ IÑ JÑ KÑ LÑ LLÑ MÑ NÑ ÑÑ OÑ PÑ QÑ RÑ SÑ TÑ UÑ VÑ WÑ XÑ YÑ ZÑ

AN BN CN CHN DN EN FN GN HN IN JN KN LN LLN MN NN ÑN ON PN QN RN SN TN UN VN WN XN YN ZN

AM BM CM CHM DM EM FM GM HM IM JM KM LM LLM MM NM ÑM OM PM QM RM SM TM UM VM WM XM YM ZM

142
ALL BLL CLL CHLL DLL ELL FLL GLL HLL ILL JLL KLL LLL LLLL MLL NLL ÑLL OLL PLL QLL RLL SLL TLL ULL VLL WLL XLL YLL ZLL

AL BL CL CHL DL EL FL GL HL IL JL KL LL LLL ML NL ÑL OL PL QL RL SL TL UL VL WL XL YL ZL

AK BK CK CHK DK EK FK GK HK IK JK KK LK LLK MK NK ÑK OK PK QK RK SK TK UK VK WK XK YK ZK

AJ BJ CJ CHJ DJ EJ FJ GJ HJ IJ JJ KJ LJ LLJ MJ NJ ÑJ OJ PJ QJ RJ SJ TJ UJ VJ WJ XJ YJ ZJ

AI BI CI CHI DI EI FI GI HI II JI KI LI LLI MI NI ÑI OI PI QI RI SI TI UI VI WI XI YI ZI

AH BH CH CHH DH EH FH GH HH IH JH KH LH LLH MH NH ÑH OH PH QH RH SH TH UH VH WH XH YH ZH

AG BG CG CHG DG EG FG GG HG IG JG KG LG LLG MG NG ÑG OG PG QG RG SG TG UG VG WG XG YG ZG

AF BF CF CHF DF EF FF GF HF IF JF KF LF LLF MF NF ÑF OF PF QF RF SF TF UF VF WF XF YF ZF

AE BE CE CHE DE EE FE GE HE IE JE KE LE LLE ME NE ÑE OE PE QE RE SE TE UE VE WE XE YE ZE

AD BD CD CHD DD ED FD GD HD ID JD KD LD LLD MD ND ÑD OD PD QD RD SD TD UD VD WD XD YD ZD

ACH BCH CCH CHCH DCH ECH FCH GCH HCH ICH JCH KCH LCH LLCH MCH NCH ÑCH OCH PCH QCH RCH SCH TCH UCH VCH WCH XCH YCH ZCH

AC BC CC CHC DC EC FC GC HC IC JC KC LC LLC MC NC ÑC OC PC QC RC SC TC UC VC WC XC YC ZC

AB BB CB CHB DB EB FB GB HB IB JB KB LB LLB MB NB ÑB OB PB QB RB SB TB UB VB WB XB YB ZB

AA BA CA CHA DA EA FA GA HA IA JA KA LA LLA MA NA ÑA OA PA QA RA SA TA UA VA WA XA YA ZA
ESPACIO VERBAL FINITO DEL ESPAÑOL PARA PALABRAS DE DOS
Hebert L. Tovar
Las Ciencias Sociales en Venezuela

TABLA Nº 3: PALABRAS DE DOS LETRAS DEL IDIOMA ESPAÑOL OFICIALMENTE


SIGNIFICATIVAS.

Nº Grupo Significado

Prefijo que indica dirección, tendencia, proximidad, contacto, encarecimiento.


1 AD
Adjunto, adverbio, adyacente, admirar.

Interjección usada para denotar pena, admiración, sorpresa o sentimientos


2 AH
similares.

3 AJ Achaque

4 AL Contracción A él.

5 AM Siglas del inglés Amplitude Modulation. En español 'modulación de amplitud'.

6 AN Prefijo que denota privación o negación. Anestesia. Anorexia.

Interjección militar usada para ordenar la ejecución inmediata de un


7 AR
movimiento.

8 AS Persona que sobresale de manera notable en un ejercicio o profesión.

9 AX Interjección en desuso para expresar dolor.

Interjección usada para expresar muchos y muy diversos movimientos del


10 AY
ánimo, y más ordinariamente aflicción o dolor.

Onomatopeya utilizada para imitar el balido del carnero, de la oveja y de la


11 BE
cabra.

12 BI Elemento compositivo que significa 'dos' o 'dos veces’. Bimensual.

Interjección coloquial usada para a asustar a los niños aludiendo a un fantasma


13 BU
o ser imaginario.

14 CA Interjección coloquial usada para denotar incredulidad o negación.

15 CD Siglas del inglés por Compact Disc, Disco Compacto en español.

Interjección en desuso que era utilizada para llamar, hacer detener o pedir
16 CE
atención a alguien.

143
Hebert L. Tovar

Nº Grupo Significado

Dígrafo que, por representar un solo sonido consonántico de articulación


17 CH africada, palatal y sorda, como en mucho o noche, es considerado desde 1803
cuarta letra del abecedario español. Su nombre es che.

18 CHA Del portugués cha, té.

Interjección usada para llamar, detener o pedir atención a alguien, o para


19 CHE
denotar asombro o sorpresa.

20 CHO Interjección usada para indicar extrañeza.

Prefijo que significa 'reunión', 'cooperación' o 'agregación'. Coetáneo, cooperar,


21 CO
coacusado.

22 CU Nombre de la letra q

23 DA Presente indicativo de la tercera persona del singular del verbo dar.

Prefijo que denota privación o inversión del significado simple. Decolorar,


24 DE
demente, defoliación, deformar.

25 DI Elemento compositivo que significa 'dos'. Dimorfo, disílabo, dítono, diteísmo.

26 DO Primera nota de la escala musical.

Interjección usada para denotar alguna resolución de la voluntad, o para


27 EA
animar, estimular o excitar.

28 EL Articulo determinado del singular masculino.

Prefijo que forma verbos y adjetivos parasintéticos. Empalizar, embrutecer.


29 EM
Significa 'dentro de' o 'sobre'. Embotellar, empapelar, empastar.

Preposición que denota en qué lugar, tiempo o modo se realiza lo expresado por
30 EN el verbo a que se refiere. Pedro está en Madrid. Esto sucedió en Pascua. Tener en
depósito.

Sufijo que en adjetivos, suele significar 'perteneciente o relativo a' o 'de la


31 EO
naturaleza de'. Argénteo, lácteo, arbóreo, marmóreo, irídeo.

32 ES Presente indicativo de la tercera persona del verbo ser.

144
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nº Grupo Significado

Conjunción copulativa en desuso proveniente del latín usada para unir palabras
33 ET
o cláusulas en concepto afirmativo.

Prefijo que significa 'fuera' o 'más allá', con relación al espacio o al tiempo.
34 EX
Extender, extraer, exhumar, excéntrico.

Sufijo que en sustantivos abstractos femeninos, designa la cualidad expresada


35 EZ
por el adjetivo del que deriva. Altivez, brillantez, lucidez.

36 FA Cuarta nota de la escala musical.

37 FE Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.

Vigésima primera letra del alfabeto griego (Φ, φ), que corresponde a ph del
38 FI
latino, y a ese mismo dígrafo o a f en las lenguas neolatinas.

39 FO Interjección usada para expresar asco.

40 FU Interjección usada para expresar desprecio.

41 GE Nombre de la letra g

Interjección usada para denotar pena, admiración, sorpresa o sentimientos


42 HA
similares.

43 HE Presente indicativo de la primera persona del singular del verbo haber.

Vocablo en desuso que indica hijo en expresiones injuriosas o ponderativas. Hi


44 HI
de puta. Hi de perro.

Sufijo que aparece en sustantivos femeninos, generalmente abstractos, en su


45 IA
mayoría heredados del latín. Vigilia, eficacia, ignominia.

46 ID Imperativo de la segunda persona del plural del verbo ir.

Sufijo que forma adjetivos, que suelen indicar relación o pertenencia. Varonil,
47 IL
estudiantil, pastoril.

Conversión del prefijo in ante b o p, que suele significar 'adentro' o 'al interior'
48 IM
como en Importar. También indica negación o privación, como en Impaciencia.

145
Hebert L. Tovar

Nº Grupo Significado

Prefijo que indica negación o privación. Inacabable, incomunicar, inacción,


49 IN
impaciencia, ilegal, irreal.

50 IO Sufijo usado en química, para designar elementos. Bario, calcio, sodio, silicio.

51 IR Caminar de acá para allá.

52 JA Interjección usada para indicar la risa, la burla o la incredulidad.

53 JE Interjección usada para indicar la risa, la burla o la incredulidad.

Vigésima segunda letra del alfabeto griego (Χ, χ), que corresponde a ch del
54 JI latino, y a ese mismo dígrafo o a c o qu en las lenguas neolatinas; p. ej., caos,
Aquiles.

55 JO Interjección usada para indicar la risa, la burla o la incredulidad.

56 JU Interjección usada para expresar la risa, la burla o la incredulidad.

57 KA Nombre de la letra k.

58 LA Articulo determinado del singular femenino.

59 LE Forma de dativo de tercera persona singular en masculino y femenino. Le dije.

Dígrafo que, por representar un solo fonema consonántico de articulación


tradicionalmente lateral y palatal, es considerado desde 1803 decimocuarta
60 LL letra del abecedario español. Su nombre es elle. En gran parte de los países y re-
giones hispánicas se pronuncia como y, con salida central del aire, y con sus
mismas variaciones de articulación.

Pronombre personal en desuso para indicar la forma de dativo de tercera


61 LLE
persona del singular en masculino y femenino le.

Pronombre personal en forma de acusativo de tercera persona en masculino


62 LO
singular y en neutro.

Siglas de Long Play, en español Larga Duración. Disco fonográfico de vinilo de


63 LP
larga duración y 30 cm de diámetro.

146
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nº Grupo Significado

Sufijo que forma sustantivos emparentados con verbos griegos, que solían
64 MA indicar el resultado de la acción significada por el verbo correspondiente.
Drama, sofisma, eccema, enfisema.

Forma de dativo o acusativo de la primera persona del singular en masculino y


65 ME femenino. No admite preposición y se puede usar como enclítico. Me oyó.
Óyeme.

66 MI Tercera nota de la escala musical.

67 MU Onomatopeya usada para representar la voz del toro y de la vaca.

68 NA Contracción en desuso. En la.

Conjunción copulativa en desuso, usada para coordinar de manera aditiva


69 NE vocablos o frases que denotan negación, precedida o seguida de otra u otras
igualmente negativas.

Conjunción copulativa usada para coordinar de manera aditiva vocablos o frases


70 NI que denotan negación, precedida o seguida de otra u otras igualmente
negativas.

71 NO Adverbio utilizado para negar, principalmente respondiendo a una pregunta.

Forma reducida de señora, como tratamiento que se antepone al nombre de una


72 ÑA
mujer.

73 ÑO Tratamiento que se antepone al nombre de un hombre.

Antílope propio del África del Sur, que parece un caballo pequeño con cabeza de
74 ÑU
toro.

Juego de niños que consiste en decir con rapidez un texto y hacer lo que le
75 OA
indica otro niño, mientras la pelota permanece en el aire.

76 OC Del provenzal, sí.

Interjección usada para manifestar muchos y muy diversos movimientos del


77 OH
ánimo, y más ordinariamente asombro, pena o alegría

78 OI Pretérito indicativo de la primera persona del verbo oír.

147
Hebert L. Tovar

Nº Grupo Significado

En química orgánica, forma nombres de compuestos que contienen hidroxilo,


79 OL
especialmente alcoholes y fenoles. Colesterol, benzol.

Sufijo que forma adjetivos y sustantivos verbales, significa 'agente'. Aparece en


80 OR palabras heredadas del latín. Censor, defensor, lector, cantor. Y en otras creadas
en español. Revisor, reflector.

Pronombre personal en forma de dativo y acusativo de segunda persona plural


81 OS
en masculino y femenino. Os amé, yo os perdono.

82 OX Interjección usada para espantar la caza y las aves domésticas.

83 PE Nombre de la letra p.

Índice que expresa el grado de acidez o alcalinidad de una disolución. Entre 0 y


84 PH
7 la disolución es ácida, y de 7 a 14, básica.

85 PI Símbolo de la razón de la circunferencia a la del diámetro.

Interjección usada para denotar molestia o repugnancia causada por malos


86 PU
olores o cosas nauseabundas.

87 RE Segunda nota de la escala musical.

Abreviación de Rhesus, especie de primates en cuya sangre se descubrió el


88 RH
factor Rh, antígeno de los hematíes.

89 RO Interjección usada repetida para arrullar a los niños.

Pronombre personal en forma de dativo y acusativo de tercera persona singular


90 SE
o plural y masculino o femenino. Se cae. Cáese.

91 SI Séptima nota de la escala musical.

92 SO Interjección usada para hacer que se paren o detengan las caballerías.

93 SU Adjetivo posesivo que indica suyo.

Interjección que usada repetidamente significa los golpes que se dan en la


94 TA
puerta para llamar.

148
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nº Grupo Significado

95 TE Nombre de la letra t.

Pronombre personal en forma de segunda persona del singular en masculino o


96 TI femenino, común a los casos genitivo, dativo, acusativo y ablativo. Hoy por ti y
mañana por mí.

97 TO Interjección poco usada para llamar al perro.

98 TU Adjetivo posesivo que indica tuyo.

99 UF Interjección usada para denotar cansancio, fastidio o sofocación.

100 UH Interjección usada para denotar desilusión o desdén.

101 UN Articulo indeterminado en forma de singular en masculino.

102 UY Interjección usada para denotar dolor físico agudo, melindre o asombro.

103 VA Presente indicativo de la tercera persona del verbo ir.

104 VE Presente indicativo de la tercera persona del verbo ver

105 VI Elemento compositivo que significa 'en vez de' o 'que hace las veces de’. Virrey.

106 XI Decimocuarta letra del alfabeto griego

107 YA Adverbio de tiempo que indica inmediatamente, ahora mismo.

108 YE Nombre de la letra y.

109 YO Pronombre personal de primera persona del singular en masculino y femenino.

110 ZA Interjección usada para ahuyentar a los perros y a otros animales.

Total Palabras Significativas 110

Total Palabras Posibles 841

Nivel de Significancia Oficial 13,08%

149
Hebert L. Tovar

El mismo procedimiento aplica para la representación del EVF de pala-


bras de 3 a 29 letras y el cálculo de sus correspondientes niveles de signifi-
cancia. Por otra parte, la selección de las dimensiones a emplear para la re-
presentación del EVF, dependerá de las necesidades del tipo de análisis
que se desee y de las posibilidades técnicas. Para la representación de las
24.389 palabras posibles de tres letras del español, por ejemplo, puede
emplearse una matriz de dos dimensiones de 29 columnas por 841 filas o
un gráfico de tres dimensiones con 29 valores para cada eje.
Ahora bien, la cantidad de palabras que posean significado para un su-
jeto dado depende de una serie de criterios que trascienden las definicio-
nes institucionales e incorporan una multiplicidad de variables que deter-
minan su Nivel de Significancia Individual (NSI). Dependiendo de las pautas
de su cultura y de sus aprendizajes individuales, el nivel de significancia de
un sujeto puede ajustarse o diferenciarse del nivel oficial. El sujeto puede
realizar sus procesos de atribución con base a otros idiomas oficiales o de
acuerdo a las jergas de los espacios culturales con los que interactúa. De
igual forma, una palabra aparentemente sin sentido, puede representar
para el sujeto un nombre propio, una onomatopeya, un acrónimo o cual-
quier otro tipo de función semántica.
A modo ilustrativo, un sujeto que emplee los 110 significados oficiales
del español para palabras de dos letras, puede incrementar su nivel de sig-
nificancia individual a 18,31% al incorporar las siguientes 44 definiciones
(Tabla Nº 4):

TABLA Nº 4 : PALABRAS DE DOS LETRAS DEL IDIOMA ESPAÑOL CON


SIGNIFICADO INDIVIDUAL POSIBLE PARA UN SUJETO DADO.

Nº Grupo Significado

1 AA Nivel de las ligas menores del béisbol.

2 AC Siglas de Antes de Cristo.

3 AG Símbolo químico de la plata.

4 AU Símbolo químico del oro.

150
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nº Grupo Significado

5 BD Acrónimo de Base de Datos.

6 BS Abreviatura del Bolívar, moneda oficial de Venezuela.

7 CC Siglas de Copia al Carbón, en los mensajes electrónicos.

Acrónimo de Cylinders, Head and Sectors, de un Disco Duro, en inglés. Cilindros,


8 CHS
Cabezas y Sectores en español.

9 CI Acrónimo de Coeficiente Intelectual.

10 CL Símbolo químico del cloro.

11 CV Acrónimo de Curriculum Vitae.

12 DJ Acrónimo de Disc Jockey, en inglés.

13 DLL Acrónimo de Dinamic Library Link, un tipo de archivos digitales en programación.

14 DR Abreviatura de Doctor.

15 EU Interjección usada para saludar.

16 FM Acrónimo de Frecuencia Modulada.

17 FP Acrónimo de Forma de Personal, usado en la APN de Venezuela.

Acrónimo de High Density, en inglés. Alta Densidad en español, para indicar la


18 HD
capacidad de almacenamiento de disquetes.

19 HG Símbolo químico del mercurio.

Siglas de Horse Power, en inglés. “Caballo de Fuerza”, en español. Indica unidad de


20 HP
medida de potencia.

21 IF Palabra reservada en programación para indicar la función condicional.

22 II Ordinal segundo en numeración romana.

23 ILL Enfermo, en inglés.

151
Hebert L. Tovar

Nº Grupo Significado

24 IP Acrónimo de Internet Protocol, en ingles. Protocolo de Internet, en español.

25 IX Ordinal noveno en numeración romana.

26 JR Abreviación de Junior.

Acrónimo de Landing Zone, en inglés. Zona Oculta, en español, para indicar un


27 LZ
parámetro del BIOS de una PC.

28 OK En inglés acrónimo de 0 Killed. “Cero muertos”, en español

29 ON Encendido, en inglés.

30 OZ Personaje del cuento El Mago de Oz.

31 PM Acrónimo de Post Meridiem.

32 RA Dios Sol de los Egipcios.

33 RR Abreviatura de Reglamento de Repitientes de la UCV.

34 SA Acrónimo de Sociedad Anónima.

Siglas de Schutz Staffel: cuerpo de infantería del Ejército Nacional Socialista Alemán
35 SS
con funciones de tropas de asalto y fuerzas especiales.

36 TM Siglas de Trade Mark, en inglés. “Marca Registrada” en español.

37 TV Siglas de Tele Visión.

38 UD Abreviatura de Usted.

39 UV Siglas de Ultra Violeta.

40 VS Abreviatura de Versus.

41 VW Siglas de Volks Wagen.

42 XL Siglas de Extra Large, en inglés. “Extra Larga”, en español.

152
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nº Grupo Significado

43 ZU Maestro chino de la guerra.

44 ZZ Onomatopeya del sueño.

El Nivel de Significancia Individual con respecto al EVF de un sujeto, de-


pende, por tanto, de la forma como ese sujeto se inscribe en la cultura. De
hecho, es viable el cálculo del nivel de significancia para una cultura, nación
o grupo, siempre que se determinen de forma empírica, sus términos sig-
nificativos. De esta forma, puede calcularse el desvío del Nivel de Signifi-
cancia Individual con respecto al Oficial, como la diferencia porcentual en-
tre ambos indicadores. Para el caso del ejemplo desarrollado, el Desvío del
Nivel de Significancia Individual es: DSI= NSI-NSO, es decir, DSI= 18,31 –
13,08 = 5,23%. Esta medida permite cuantificar la Distancia Semántica en-
tre los sujetos y su cultura, así como clasificarlos en un orden jerárquico. Es
además un indicador de las dimensiones del EVF del sujeto, que presupone
una estimación de la complejidad de su lenguaje y su pensamiento. Se es-
pera, por ejemplo, que una DS=0, implique una adaptación cultural y unos
procesos de pensamiento más complejos que una DS= -5.

Fundamentos del EVF: el carácter de los caracteres


Hasta aquí se ha mostrado cómo a través de la combinación con repeti-
ción de las letras del alfabeto español, se pueden determinar todas las pa-
labras posibles, significativas o no, y la manera como algunas de tales pala-
bras se instituyen en vocabularios, individuales o colectivos. De allí, que
aparezca pertinente la revisión del origen histórico de tales caracteres para
comprender la evolución de su capacidad para representar cosas, hechos e
ideas, como base del pensamiento y de la comunicación humana, tanto
atendida, como desatendida.
Al respecto, de acuerdo a diversas teorías que pretenden dar cuenta de
tal evolución de los sistemas de escritura (Moorhouse, 1961), la misma se
derivó de los intentos del hombre primitivo por imitar aquellos elementos
que le resultaran relevantes de la realidad que los circundaba, a través del
dibujo y la pintura. Según este curso de pensamiento, las culturas más anti-
153
Hebert L. Tovar

guas, fijaban algún aspecto de la realidad a través de figuras que referían a


objetos o hechos: la cacería de un animal, la realización de algún rito o la
salida del sol. Tales representaciones pictóricas, de hecho, se constituían en
pequeñas narraciones de aquellos eventos de importancia para el hombre
primitivo y que por tanto ameritaban ser registrados, recordados y comu-
nicados. Esta peculiaridad cultural es conocida como “escritura pictórica”
Para Moorhouse, la característica fundamental de la escritura pictórica,
es que las pinturas o dibujos, construyen una narración a partir de la inter-
relación de sus figuras componentes y que la semejanza con lo represen-
tado, facilita la comprensión del mensaje. La escena conformada por la fi-
gura del hechicero de la tribu, con cinco canoas, sobre un rio, podría hacer
referencia a un viaje fluvial realizado por el miembro de la aldea, para los
antiguos indígenas norteamericanos. El acontecimiento que representa la
pintura y que constituye, en gran parte, una imitación de la naturaleza, se
ve como un todo.
La siguiente fase en la evolución de la escritura, desde una perspectiva
cualitativa mas no histórica, implica un proceso de análisis y abstracción
que separa los componentes de las escenas pictóricas para dotar de signifi-
cado a cada elemento por separado. Ahora, cada uno de estos elementos
constituye un “pictograma” que hace referencia a las personas, animales y
objetos naturales de uso común. Por tanto, la construcción de un mensaje,
requiere de la combinación de varios pictogramas en forma secuencial
para poder comunicar el acontecimiento relevante que interesa. Desapa-
rece la escena pictórica, para dar paso a la secuencia de pictogramas, esen-
cia del proceso de escritura. Así, la narración del acontecimiento de un
hombre pescando puede representarse mediante la figura de un hombre,
seguida de la figura de una flecha y luego de la de un pez.
La consecuencia natural de tal evolución, la constituyó un proceso de
síntesis, en el cual los pictogramas quedaron asociados también con la ac-
ción o el evento en los cuales se ven involucrados los objetos a los que
hacen referencia, para eventualmente quedar asociados con las ideas en las
que participan los objetos. De tal forma, el círculo, pictograma del “sol”
para los sumerio-acadios, adquiere el significado de la unidad temporal
“día”, transformándose ahora en el signo de una idea, es decir, en un “ideo-

154
Las Ciencias Sociales en Venezuela

grama”. La figura de una “pierna”, por ejemplo, no solo hace referencia al


miembro en cuestión, sino que representa la idea de “estar de pie”. Para los
egipcios, la figura de un ojo del cual salen líneas rectas que representan las
lagrimas, conforman la idea de “llanto”. El pictograma de una abeja, por su
parte, refiere a la idea de “rey”.
La necesidad de elaboración de los pictogramas-ideogramas con mayor
facilidad para su uso universal, es decir, comunicativo, fue generando un
proceso de abstracción de sus formas, haciéndose cada vez más simples,
pero también más alejadas de su semejanza con lo representado, de su
cualidad figurativa. Esto requirió de un consenso entre los escritores tanto
para seleccionar las formas estereotipadas a ser empleadas, como los sig-
nificados a los que harían referencia. La cualidad convencional de los sig-
nos, fue haciéndose cada vez más determinante para la posibilidad comu-
nicativa de la incipiente escritura, hasta que emergieron formas abstractas
puramente convencionales sin ninguna semejanza con lo representado. El
sol de los sumerio-acadios, por ejemplo, de ser representado por un
círculo, paso a ser significado por un cuadrado. El número diez, probable-
mente de ser representado por la figura de diez elementos diversos, pasó a
significarse por una línea quebrada en ángulo recto. Esto facilitó la cons-
trucción de la idea de “mes”, a través del diseño de un cuadrado con tres
líneas quebradas en su interior, “un mes” expresado como “treinta soles”.
De la asociación de las figuras pictográficas-ideográficas con personas,
animales, objetos e ideas, que permitieron la construcción de mensajes vi-
suales significativos, el siguiente paso cualitativamente relevante, consistió
en la asociación de tales figuras con los sonidos que conforman las pala-
bras de la expresión oral.
Al estar asociados los pictogramas-ideogramas con objetos, personas,
animales e ideas, se posibilitó su asociación también con el nombre de tales
elementos, vale decir, con el sonido de la palabra asignada a tales elemen-
tos. Los signos pasan de representar referencias materiales e ideas abstrac-
tas, a representar sonidos del habla, es decir, fonogramas.
A través de un largo y complejo proceso evolutivo, ciertamente no se-
cuencial, ni progresivo, sino lleno de retrocesos y superposiciones de “fa-
ses”, los pictogramas-ideogramas, fueron asociándose con diversas partes
155
Hebert L. Tovar

del sonido de las palabras. Inicialmente, se asociaba con toda una palabra,
es decir, con todas sus sílabas. Posteriormente, la asociación se establecía
con algunas sílabas, luego con una sola, hasta que finalmente, la asociación
se estableció con un sonido único para cada pictograma-ideograma.
El desarrollo de los pictogramas-ideogramas y los fonogramas, se dio de
forma paralela, hasta que cada figura se transformó en un caracter total-
mente abstracto, con una expresión sonora específica. La construcción de
ideas y mensajes, pasó por tanto, de la combinación de figuras que imita-
ban la realidad, a la combinación de figuras abstractas que representaban
los sonidos de las palabras asociadas a su vez, con los hechos y las cosas.
De la combinación de pictogramas-ideogramas para un relato visual, se
pasó a la combinación de fonogramas para un relato audiovisual.
Al momento de la realización de este trabajo, no estaba resuelta la con-
troversia sobre el curso preciso de la evolución del alfabeto romano, base
del alfabeto español, a partir de un remoto origen egipcio o sinaítico. Sin
embargo, la consideración de analogías gráficas, en algunos casos, fonéticas
en otros y la consideración de hechos históricos, finalmente, brindan apoyo
a la suposición de tal evolución, al menos para algunos caracteres.
La forma de la letra A latina, por ejemplo, sería el resultado de la simpli-
ficación del antiguo pictograma egipcio que representaba la cabeza de un
buey, el cual se habría ido tornando cada vez más abstracto en sus líneas
hasta tomar la forma del caracter romano. Igualmente, la letra M, sería la
abstracción latina del antiguo jeroglífico que representaba la ondulación
del agua. La letra N, se fundamentaría en el cuerpo ondulado de la ser-
piente; la letra O, en la forma circular del ojo; la letra S, en la forma ondu-
lada de los riscos de las montañas; así como la letra T, sería una simplifica-
ción de la imagen de una cruz. (Ver Tabla Nº 5)
La incertidumbre sobre los significados remotos ciertos de los caracte-
res radica en que no existe acuerdo entre los investigadores, sobre los
mismos, ni sobre el trayecto de su evolución, ya que tales significados se
ven influidos tanto por los cambios de su figura, como por el significado de
los sonidos asociados con ellas.

156
Las Ciencias Sociales en Venezuela

TABLA 5 : POSIBLE EVOLUCIÓN DE ALGUNOS CARACTERES DEL ALFABETO


ROMANO, BASE DEL ALFABETO ESPAÑOL

semítico

románico
nombre

nombre
fenicio

griego

griego
orden
’aleph 1 Α alpha A
bēth 2 Β beta B
gimel 3 Γ gamma C/G
dāleth 4 Δ delta D
hē 5 Ε Ei, épsilon E
wau 6 Υ úpsilon V,U,W /F/Y

zayin 7 Ζ zèta Z
chēth 8 Η èta H
tēth 9 Θ thèta

yōd 10 Ι iota I,J


kaph 11 Κ kappa K
lāmed 12 Λ lambda L
mēm 13 Μ mú M
nūn 14 Ν nú N
samekh 15 Ξ ksi

’ayin 16 Ο Ou, omicron O


pē 17 Π pi

sādē 18

qōph 19 Q
rēsh 20 Ρ rho R
shin 21 Σ sigma S
tau 22 Τ tau T
Adaptación de las tablas originales de Moorhouse (1961).

Sin embargo, el posible curso de desarrollo que está planteado comienza


con el Alfabeto Protosinaítico usado por los pueblos semitas de la Penín-
sula del Sinaí, que parece adaptar algunos jeroglíficos egipcios de uso ex-
tendido. Con algunas modificaciones, pasa luego al Protocananeo de los
semitas de Palestina, para finalmente derivar en el fenicio a partir del cual
la evolución aparece más clara. Existe mucho mayor acuerdo en que del
157
Hebert L. Tovar

Fenicio provienen por una parte, el Arameo y por la otra, el Griego. A su


vez, del arameo se desarrollan el árabe y el hebreo, mientras que del
griego, se deriva el etrusco. Tanto el alfabeto griego como el etrusco, son la
fuente del romano. El Alfabeto Español consiste fundamentalmente en las
21 letras originales del Romano, complementado por la incorporación pro-
gresiva de ocho caracteres adicionales: ch, g, j, ll, ñ, u, w, y
Es claro que tales suposiciones implican la discusión sobre diversos
orígenes figurativos para algunos caracteres. La séptima letra del orden
semítico, por ejemplo, puede haberse derivado de la representación visual
de una “rastra” como la figura de un implemento agrícola, pero su signifi-
cado también puede haber evolucionado del sonido de la palabra zayin que
en hebreo antiguo hacía referencia a una “espada” u otro tipo de arma. Sin
embargo parece claro que la Z griega se derivó del caracter correspon-
diente del alfabeto fenicio, para culminar con la forma de la Z romana. Por
su parte, la vigésimo primera letra que corresponde al caracter S, común-
mente es considerada como “risco montañoso” pero también como “dien-
tes”.
A pesar de las discrepancias sobre el origen remoto de los caracteres
españoles como pictogramas, ideogramas o fonogramas, lo cual implica
una mayor o menor incidencia de sus cualidades figurativas o convencio-
nales, sobre lo que sí parece existir acuerdo es en que cada caracter remitió
originalmente a un concepto ya sea por su forma o por su nombre.
En este sentido, cada caracter ha quedado asociado también a rasgos de
carácter. La letra A, por ejemplo, que es el caracter del buey, representa no
solamente a la imagen visual abstracta del animal, sino también a sus mo-
dos de comportamiento y rasgos habituales, tal vez, la mansedumbre de un
toro castrado. Este carácter de la letra A asociado a la docilidad es muy di-
ferente de las connotaciones contemporáneas que se le atribuyen a esta le-
tra para indicar liderazgo, fuerza, determinación, primeros lugares y alta
calificación, derivadas posiblemente, de su primer lugar en el orden del al-
fabeto.
La M, siguiendo este curso de pensamiento, a partir de su asociación con
las ondas del agua, puede representar a lo líquido, lo móvil y escurridizo,
tal vez concretable en la idea de “lábil”. La Z, por su parte, tanto en su ori-
158
Las Ciencias Sociales en Venezuela

gen como pictograma de una rastra que penetra la tierra, o como fono-
grama de una espada que penetra el cuerpo del enemigo, resume clara-
mente un carácter “penetrante” e “hiriente”.
Esto indica, que desde su remoto origen, cada una de las letras de los
alfabetos ha referido a un concepto, a una idea más o menos simple, que se
sintetizaba en su figura o en su nombre. Al combinar los pictogramas-ideo-
gramas, se combinaban también las ideas que estos representaban, gene-
rando ideas más complejas y diferentes a las ideas componentes. De igual
forma, la combinación de fonogramas, permitió la expresión tanto verbal
como visual de ideas simples y complejas. Esta combinación de unidades
con sentido para generar nuevos significados, derivó en la lecto escritura
como se la conoce en la actualidad.1
Vemos así como el origen de los caracteres del alfabeto español, estuvo
primero en la representación gráfica a través de la pintura y el dibujo de fi-
guras que referían a objetos concretos y a ideas, y solo después estuvieron
referidos a sonidos del habla. Parece existir una primacía de la propiedad
visual y figurativa del alfabeto, sobre su cualidad sonora y convencional,
como la base de su capacidad representacional y por tanto comunicativa.
He aquí el origen de la cualidad audiovisual del texto escrito que posibi-
lita la codificación-decodificación de información y que descansa sobre los
mismos procesos secuenciales que han generado la función comunicativa
de otras formas audiovisuales como el cine o el video digital. Desde esta
perspectiva, un texto escrito tiene en común con una cinta de cine o un ar-
chivo de video, la cualidad secuencial de los elementos significativos que
construyen el mensaje y la cualidad audiovisual de cada uno de esos ele-
1 Aristóteles (1991), Jhon Locke (1690/2005), David Hume (1739/1911), James Mill
(1829) y Sigmund Freud (1991) han notado este rasgo combinatorio de los procesos
cognitivos, pero no a partir de los caracteres de los alfabetos, sino a partir de la asociación
y combinación de ideas en la vida cotidiana como un proceso mental típico de la
conciencia para generar ideas complejas a partir de otras más simples (Aristóteles, Locke,
Hume y Mill) con su correspondiente carga emocional inconsciente (Freud), en lo que
podría considerarse como uno de los primeros modelos de operación del pensamiento
que persisten hasta nuestros días en propuestas como la de Redes Semánticas de la
Memoria de Collins y Quillian (1969), que actualiza la noción asociativa, en el
encadenamiento de conceptos de acuerdo a su significado.

159
Hebert L. Tovar

mentos. El texto escrito es una secuencia de caracteres, cada uno de los


cuales es una imagen que originalmente imitaba a la realidad. Un texto al-
fabético, en realidad guarda los restos de su origen como secuencia de pic-
togramas.
Por su parte, una cinta de cine o un video digital, también se constituye
de una secuencia de fotogramas, sean estos conformados por configuracio-
nes de pixeles o fotografías, ordenadas en secuencia, cada una de ellas con
significado pleno. Una cinta de video es por tanto, también una secuencia
de imágenes, cada una de ellas, realistoide.
Además de conformarse de imágenes visuales derivadas de figuras rea-
listoides, cada caracter del texto escrito, se asocia con un sonido particular
adquiriendo una cualidad sonora. Cada letra del alfabeto, es una unidad
audiovisual en el sentido de que se compone de una figura y un sonido aso-
ciado. Para una cinta de video o cine, cada fotograma está sincronizado a su
vez con uno o varios sonidos.
Sin embargo, la dotación de significado a estos elementos para que se
constituyan en un mensaje propiamente dicho, posee algunas diferencias.
Generalmente, para que los caracteres escritos se constituyan en un men-
saje significativo, se requiere de más de uno de ellos. Un mensaje preciso
que transmita información relevante de una manera eficiente, por lo gene-
ral requiere de más de un caracter. La decodificación del grupo de todos
esos caracteres es lo que permite la construcción del mensaje, es decir, la
lectura.
En el caso del cine o el video, un mensaje completo puede constituirse
de un solo fotograma, netamente figurativo, es decir, sin texto, ni sonido
En este sentido, la decodificación de fotogramas exige la atribución de ma-
yor cantidad de significados por unidad, que la decodificación de caracte-
res. Evidentemente la cantidad de información por decodificar en una
cinta de video o cine, es mucho mayor que la cantidad de información por
decodificar en un texto. Además, la velocidad de atribución de significado
para un video es mucho mayor que para un texto, por cuanto en la capta-
ción sensorial del video, no se le atribuye significado a cada imagen por
separado, sino a un grupo relativamente grande de ellas. En la captación
sensorial del texto, en cambio, se requiere de la atribución de significado a
160
Las Ciencias Sociales en Venezuela

cada caracter o a cada palabra del mensaje, por lo cual la decodificación es


mucho más lenta.
Podemos decir, por tanto, que toda película o video es un texto, en el
sentido de que se compone de una secuencia de unidades visuales y sono-
ras que requieren ser decodificadas. Estos textos audiovisuales, por su
cualidad de semejanza con aquello que representan, están cargados de
multiplicidad de significados por unidad de representación (fotograma) lo
cual genera dos consecuencias paradojales: por una parte acelera de ma-
nera importante los procesos de atribución de significado, ya que la se-
mejanza entre la imagen y lo que representan es de tal magnitud que
prácticamente la imagen es ya el significado, lo cual minimiza el tiempo y
el esfuerzo de decodificación.
Pero, simultáneamente, la gran cantidad de información representada
en cada fotograma imposibilita que se le atribuya significado a cada uno de
ellos o por lo menos a la agregación de grupos importantes de imágenes.
Por lo tanto, en la recepción de mensajes audiovisuales tipo cine, una gran
cantidad de información es registrada sensorialmente de forma paralela,
pero no recibe atribución de significados, al menos no de forma cons-
ciente. Podría decirse que el rasgo característico de la recepción de men-
sajes audiovisuales tipo cine implica un proceso de percepción desprecia-
ble, por cuanto la mayor parte de los elementos significativos del mensaje,
no reciben atribución consciente.
Así como una pieza audiovisual puede denominarse con justeza como
un texto, un texto escrito puede denominarse con justeza como una pieza
audiovisual. En un texto escrito, la unidad de significado es el caracter que
se compone de una imagen y un sonido, pero para poder atribuirles signi-
ficados con finalidad comunicativa, es necesario decodificar grupos es-
pecíficos de ellos. El rasgo más importante de los mensajes audiovisuales
tipo texto, es que requieren de la decodificación de todos los caracteres
presentes en el mensaje ya sea que su decodificación se realice caracter
por caracter o por palabras.
En este sentido la recepción de mensajes audiovisuales tipo texto, im-
plica un proceso de atribución consciente de significados que derivan en
una percepción apreciable, en el sentido de que la comprensión del men-
161
Hebert L. Tovar

saje, requiere la decodificación de casi todos los caracteres que lo consti-


tuyen. Cuando un lector realiza una lectura en voz alta, transforma las se-
ñales visuales del texto escrito, en señales acústicas de la palabra dicha, en
un acto de comunicación audiovisual que integra los roles de emisor, re-
ceptor y medio, en la misma persona, el que lee.
Ahora bien, lo que interesa recalcar acá, es la característica figurativa y
secuencial primitiva de los textos escritos. La cualidad figurativa ha des-
aparecido casi en su totalidad, perviviendo en la forma de los caracteres
actuales, la abstracción de aquellas figuras arcaicas. Queda claro, por tanto,
la manera como un caracter ha llegado a ser la abstracción de un dibujo
con propiedades audiovisuales, cuya cualidad figurativa se mantiene aún
cuando no es percibida. El buey sigue estando en la letra A, aún cuando ya
no sea percibido conscientemente. Las ondas del agua siguen presentes en
la M y la serpiente en la N, pero de manera implícita. Perviven en los carac-
teres contemporáneos una suerte de restos figurativos ancestrales. 2
Finalmente, siendo el caso que los caracteres son esencialmente abs-
tracciones de figuras significativas, ¿pueden las figuras, significativas o no,
ser una abstracción de los caracteres? Es decir, ¿si los caracteres encierran
remotas figuras, encerrarán las figuras remotos caracteres, tal como espe-
culan Todd y Fechner? La hipótesis del EVF y su capacidad representacio-
nal, asume esta posibilidad. Más propiamente, apoya la idea de que una fi-
gura es la abstracción no de un caracter individual, sino de un grupo de
ellos, constituidos en un mensaje dado y eventualmente en un discurso
completo. En este sentido, tanto las figuras que refieren objetos y hechos
del mundo como aquellas no significativas, se derivarían de caracteres.

La Representación Gráfica del EVF


Para poder explorar la implicación mutua entre los caracteres y las figu-
2Fechner (2012; 2013b) señaló una idea similar al resto semántico oculto de los caracteres
descrita aquí, pero no haciendo referencia a los mismos como unidades de análisis, sino al
vocabulario en general, indicando además, la evolución cultural de tales significados no
evidentes y su capacidad para incidir sobre el comportamiento.

162
Las Ciencias Sociales en Venezuela

ras, vale decir, la derivación de caracteres a partir de una figura y la deriva-


ción de figuras a partir de caracteres, así como sus implicaciones para la
comprensión del pensamiento y de la comunicación humana de bajo nivel,
es útil valerse de una cualidad común a ambos tipos de nociones: su con-
cepción como un conjunto de elementos ordenados en secuencia.
Esta ordenación secuencial, ha estado presente en el desarrollo mismo
del alfabeto, desde el momento en que los elementos de la escena pictórica
se separaron y se colocaron uno al lado del otro como pictogramas que
ampliaron su capacidad representacional y comunicativa. La secuencia de
los pictogramas, derivó en la condición también secuencial tanto de su
producción (escritura), como de su comprensión (lectura).
Por otra parte, de acuerdo a una de las hipótesis más aceptadas de la era
moderna propuesta por Descartes (1637/1983) sobre la mejor manera de
conocer el mundo, una figura puede ser concebida como un conjunto de
puntos en posiciones secuenciales con respecto a ejes en un plano. Cada
punto de esa figura, ocupa un lugar en el plano que se corresponde con una
ubicación espacial en un orden vertical y una ubicación en un orden hori-
zontal. De acuerdo a esta propuesta, cualquier figura puede entenderse
como una secuencia u orden de posiciones.
Vemos por tanto, que tal como la escena pictórica pasó por un proceso
de descomposición en pictogramas ordenados, así cualquier figura puede
descomponerse en puntos ordenados. Los antecesores del caracter, los pic-
togramas, son el resultado de un proceso de análisis al igual que las posi-
ciones de los puntos de una figura, como nos muestra la propuesta carte-
siana. Punto y caracter comparten un proceso analítico común, ambos son
el resultado de una ubicación espacial.
La cualidad secuencial común tanto de la manera como se ha desarro-
llado el alfabeto y la lecto-escritura, así como de la forma de representar
figuras, descansa en el hecho de que los procesos secuenciales forman
parte del comportamiento de la naturaleza y también de como el ser
humano interactúa con ella. La idea de espacio-tiempo, por ejemplo, al con-
trario de la tesis sostenida por Kant (2013), es construida por el hombre a
través de la percepción del desplazamiento de los objetos ya que tal per-
cepción desarrolla la noción de una posición previa y una posición poste-
163
Hebert L. Tovar

rior, es decir, una noción de relación espacial entre los objetos y concurren-
temente, de secuencia temporal de sus movimientos. El espacio-tiempo, por
tanto, se fundamenta en la percepción de secuencias de movimientos y re-
laciones entre objetos. Estos principios han sido descritos con bastante de-
talle por Piaget (1937/1970) para explicar algunos de los procesos de
construcción de lo real por parte del niño, a saber, el desarrollo de las no-
ciones de objeto, espacio, tiempo y causalidad. Todos estos de índole pre-
verbal.
La capacidad para percibir secuencias, depende de la experiencia
humana, pero la ocurrencia misma de las secuencias con independencia de
su percepción, es incognoscible. En la naturaleza los eventos simplemente
ocurren, probablemente como un continuo y es solo la percepción humana
la que los categoriza en eventos simultáneos o secuenciales, particulares o
globales, que se separan en el tiempo y en el espacio. De hecho, aquellos
eventos que se sincronizan para constituir eventos globales, dependiendo
del nivel de análisis que se asuma, pueden concebirse como particularida-
des en una secuencia de globalidades.
De allí que la lecto escritura se desarrolle también con arreglo a secuen-
cias espaciotemporales. Leer implica la percepción de secuencias de carac-
teres, al principio uno a uno y posteriormente, en grupos que pueden
constituir una sílaba, una palabra, una frase u oración, o incluso una línea.
Escribir, por su parte, implica elaborar en espacios contiguos y momentos
sucesivos, cada uno de los caracteres que se constituyen en el mensaje. Por
tanto, la lecto-escritura descansa en la codificación y decodificación se-
cuencial de los caracteres.
La relevancia de este proceso radica en que así como interactuamos con
el mundo, leemos y escribimos en forma secuencial, los caracteres del al-
fabeto mismo han requerido de un orden, cualquiera que haya sido, para
poder ser aprendidos, usados y comunicados. Si bien es cierto, que los ca-
racteres mismos pueden presentarse de manera simultánea y espacial-
mente dispersa en un soporte cualquiera, sin embargo, para ser dotados
de significado individual han requerido de su igualación a una posición en
una secuencia.
Esta particularidad se constata en el hecho de que históricamente la
164
Las Ciencias Sociales en Venezuela

transliteración de los caracteres de un alfabeto a otro, ha requerido para


su adecuada equivalencia, de la identificación de sus lugares en una se-
cuencia, además de la evaluación de las formas de sus figuras y de los so-
nidos de sus nombres. Por ejemplo, la octava letra del orden semítico,
podría haber tenido su origen en un jeroglífico con la forma de una “ma-
deja”, para luego transitar hacia la idea de una “cerca” o “muro” que culmi-
naría en la H romana. Para salvar las discrepancias entre el aspecto gráfico
del caracter, su nombre y la idea a la que refiere, al evaluarse en distintos
alfabetos comparados, la identificación del lugar que ocupa en los diversos
órdenes, ha funcionado como una guía orientadora para aclarar su signifi-
cado. La ordenación de los caracteres, por tanto, ha posibilitado su evolu-
ción, comunicación y aprendizaje, gracias a la capacidad humana para pro-
cesar secuencias.
Es precisamente el modo ordenado de los alfabetos de origen semítico,
probablemente una propiedad heredada de los jeroglíficos egipcios o su-
merios, como una forma de expresión de la cualidad constitutiva del ser
humano para operar con secuencias, lo que permite proponer el Espacio
Verbal Finito como el conjunto de todas las palabras posibles del español,
generadas a partir de la combinación con reemplazo de los 29 caracteres
ordenados del Alfabeto Español.
Este modo ordenado y secuencial del alfabeto, determina una estructura
también ordenada y secuencial del EVF, como una condición que preexiste
al individuo, en tanto capacidad humana de origen biológico. Por tanto, el
orden secuencial, es una condición preverbal que se impone a la estruc-
tura misma del lenguaje estableciendo sus límites y por tanto, los límites
del pensamiento cognoscible, no así del posible.
Tal condición nos permite la simulación del EVF como un conjunto de
matrices de dos o más dimensiones construidas a partir de ejes conforma-
dos por los caracteres ordenados del alfabeto. Estas matrices hacen posible
contar con una representación gráfica no solo del EVF propiamente dicho,
sino de cualquier tipo de vocabulario sea este oficial y de uso general o co-
loquial y de uso particular, en tanto que tales vocabularios, son subconjun-
tos del EVF.
Solo a modo ilustrativo, en la Tabla Nº 6 se presenta una matriz para la
165
Hebert L. Tovar

ordenación de las palabras de dos letras del español oficialmente significa-


tivas. En ella, cada palabra ocupa una posición conformada por una co-
lumna y una fila de la matriz a partir de las cuales es posible su graficación.
En esta matriz, la palabra AS, por ejemplo, ocupa la columna 1 y la fila
22, la palabra TU, la columna 23, fila 24. Por lo tanto, sus posiciones son
1;22 y 23;24, respectivamente. Mediante la sustitución de las palabras por
puntos matriciales que indican sus posiciones, se puede obtener un gráfico
de nube que represente la distribución espacial del vocabulario oficial de
dos letras del español (ver Gráfico Nº 1):

A partir de este gráfico de puntos, se puede obtener un gráfico de línea,


que represente el perfil del vocabulario oficial, respetando la secuencia de
los términos según su ordenación en la matriz. Considerando que este per-
fil se elabora con base a palabras significativas, puede ser denominado
Perfil Semántico, para hacer referencia a la forma que toma la proporción
significativa del EVF. (ver Gráfico Nº 2):

De esta manera, la representación gráfica de palabras significativas, es-


tablece la posibilidad de graficar también cualquier texto, sea este signifi-
cativo o no, siempre que sus caracteres se encuentren definidos en la ma-
triz del EVF. Esta representabilidad gráfica del texto, establece la posibili-
dad de codificar mensajes verbales a través de formas visuales.

166
ESPACIO FINITO VERBAL DEL ESPAÑOL PARA PALABRAS DE DOS LETRAS
VARIACION DE 29 LETRAS EN GRUPOS DE DOS CON REPETICION
ELEM GRUPOS TOTAL
29 Z .Z AZ BZ CZ CHZ DZ EZ FZ GZ HZ IZ JZ KZ LZ LLZ MZ NZ ÑZ OZ PZ QZ RZ SZ TZ UZ VZ WZ XZ YZ ZZ 29
28 Y .Y AY BY CY CHY DY EY FY GY HY IY JY KY LY LLY MY NY ÑY OY PY QY RY SY TY UY VY WY XY YY ZY 29
27 X .X AX BX CX CHX DX EX FX GX HX IX JX KX LX LLX MX NX ÑX OX PX QX RX SX TX UX VX WX XX YX ZX 29
26 W .W AW BW CW CHW DW EW FW GW HW IW JW KW LW LLW MW NW ÑW OW PW QW RW SW TW UW VW WW XW YW ZW 29
25 V .V AV BV CV CHV DV EV FV GV HV IV JV KV LV LLV MV NV ÑV OV PV QV RV SV TV UV VV WV XV YV ZV 29
24 U .U AU BU CU CHU DU EU FU GU HU IU JU KU LU LLU MU NU ÑU OU PU QU RU SU TU UU VU WU XU YU ZU 29
Las Ciencias Sociales en Venezuela

23 T .T AT BT CT CHT DT ET FT GT HT IT JT KT LT LLT MT NT ÑT OT PT QT RT ST TT UT VT WT XT YT ZT 29
22 S .S AS BS CS CHS DS ES FS GS HS IS JS KS LS LLS MS NS ÑS OS PS QS RS SS TS US VS WS XS YS ZS 29
21 R .R AR BR CR CHR DR ER FR GR HR IR JR KR LR LLR MR NR ÑR OR PR QR RR SR TR UR VR WR XR YR ZR 29
20 Q .Q AQ BQ CQ CHQ DQ EQ FQ GQ HQ IQ JQ KQ LQ LLQ MQ NQ ÑQ OQ PQ QQ RQ SQ TQ UQ VQ WQ XQ YQ ZQ 29
19 P .P AP BP CP CHP DP EP FP GP HP IP JP KP LP LLP MP NP ÑP OP PP QP RP SP TP UP VP WP XP YP ZP 29
18 O .O AO BO CO CHO DO EO FO GO HO IO JO KO LO LLO MO NO ÑO OO PO QO RO SO TO UO VO WO XO YO ZO 29
17 Ñ .Ñ AÑ BÑ CÑ CHÑ DÑ EÑ FÑ GÑ HÑ IÑ JÑ KÑ LÑ LLÑ MÑ NÑ ÑÑ OÑ PÑ QÑ RÑ SÑ TÑ UÑ VÑ WÑ XÑ YÑ ZÑ 29

167
16 N .N AN BN CN CHN DN EN FN GN HN IN JN KN LN LLN MN NN ÑN ON PN QN RN SN TN UN VN WN XN YN ZN 29
15 M .M AM BM CM CHM DM EM FM GM HM IM JM KM LM LLM MM NM ÑM OM PM QM RM SM TM UM VM WM XM YM ZM 29
14 LL .LL ALL BLL CLL CHLL DLL ELL FLL GLL HLL ILL JLL KLL LLL LLLL MLL NLL ÑLL OLL PLL QLL RLL SLL TLL ULL VLL WLL XLL YLL ZLL 29
13 L .L AL BL CL CHL DL EL FL GL HL IL JL KL LL LLL ML NL ÑL OL PL QL RL SL TL UL VL WL XL YL ZL 29
12 K .K AK BK CK CHK DK EK FK GK HK IK JK KK LK LLK MK NK ÑK OK PK QK RK SK TK UK VK WK XK YK ZK 29
11 J .J AJ BJ CJ CHJ DJ EJ FJ GJ HJ IJ JJ KJ LJ LLJ MJ NJ ÑJ OJ PJ QJ RJ SJ TJ UJ VJ WJ XJ YJ ZJ 29
10 I .I AI BI CI CHI DI EI FI GI HI II JI KI LI LLI MI NI ÑI OI PI QI RI SI TI UI VI WI XI YI ZI 29
9H .H AH BH CH CHH DH EH FH GH HH IH JH KH LH LLH MH NH ÑH OH PH QH RH SH TH UH VH WH XH YH ZH 29
SIGNIFICATIVAS DE DOS LETRAS EN ESPAÑOL

8G .G AG BG CG CHG DG EG FG GG HG IG JG KG LG LLG MG NG ÑG OG PG QG RG SG TG UG VG WG XG YG ZG 29
7F .F AF BF CF CHF DF EF FF GF HF IF JF KF LF LLF MF NF ÑF OF PF QF RF SF TF UF VF WF XF YF ZF 29
6E .E AE BE CE CHE DE EE FE GE HE IE JE KE LE LLE ME NE ÑE OE PE QE RE SE TE UE VE WE XE YE ZE 29
5D .D AD BD CD CHD DD ED FD GD HD ID JD KD LD LLD MD ND ÑD OD PD QD RD SD TD UD VD WD XD YD ZD 29
4 CH .CH ACH BCH CCH CHCH DCH ECH FCH GCH HCH ICH JCH KCH LCH LLCH MCH NCH ÑCH OCH PCH QCH RCH SCH TCH UCH VCH WCH XCH YCH ZCH 29
3C .C AC BC CC CHC DC EC FC GC HC IC JC KC LC LLC MC NC ÑC OC PC QC RC SC TC UC VC WC XC YC ZC 29
2B .B AB BB CB CHB DB EB FB GB HB IB JB KB LB LLB MB NB ÑB OB PB QB RB SB TB UB VB WB XB YB ZB 29
1A .A AA BA CA CHA DA EA FA GA HA IA JA KA LA LLA MA NA ÑA OA PA QA RA SA TA UA VA WA XA YA ZA 29
0 . .. A. B. C. CH. D. E. F. G. H. I. J. K. L. LL. M. N. Ñ. O. P. Q. R. S. T. U. V. W. X. Y. Z. 0
. A B C CH D E F G H I J K L LL M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z
TABLA Nº 6: ORDENACIÓN MATRICIAL DE PALABRAS OFICIALMENTE

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29
841
Hebert L. Tovar

GRÁFICO 1: NUBE DE PUNTOS DE LAS PALABRAS OFICIALMENTE SIGNIFICATIVAS


DE DOS LETRAS EN ESPAÑOL

30
29
28
27
26
25
24
23
22
21
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

GRÁFICO 2: PERFIL SEMÁNTICO OFICIAL PARA PALABRAS DE DOS LETRAS EN


ESPAÑOL.

30
29
28
27
26
25
24
23
22
21
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

168
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Las limitaciones comunicativas de los Textos Puntuales


Como se ha visto, las primeras formas visuales a través de las cuales se
pueden representar textos son las nubes de puntos, creadas a partir de las
posiciones de los caracteres en el EVF, susceptibles de ser graficadas en
dos dimensiones. De allí que aparezca como el procedimiento más expedito
para la codificación visual de mensajes. Sin embargo, estos textos puntua-
les, presentan una dificultad importante en cuanto a su decodificación una
vez que han sido transformados en nube, que se deriva de sus limitadas
posibilidades para indicar la secuencia de lectura. Un texto como el si-
guiente universo de Tovar (2005), nos permitirá ilustrar esta situación:
“Cocho, mono Soto cacha daga, hala llama para Sata. ¡Vaya!”

De este universo se derivan los grupos:

CO CHO MO NO SO TO CA CHA DA GA

HA LA LLA MA PA RA SA TA VA YA

Que se corresponden con las posiciones:

3;18 / 4;18 / 15;18 / 16;18 / 22;18 / 3;18 / 3;1 / 4;1 / 5;1 / 8;1 /
9;1 / 13;1 14;1 / 15;1 / 19;1 / 21;1 / 22;1 / 23;1 / 25;1 / 28;1

Y dibuja el texto puntual:

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0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

En este caso, los puntos de la nube se disponen en dos líneas que


pueden ser decodificadas leyendo sus puntos de izquierda a derecha para
construir las palabras que dan sentido al mensaje. Pero cuando el texto se
corresponde con posiciones que no dibujan puntos alineados, sino una
nube dispersa, es considerablemente difícil determinar la secuencia en que
deben ser leídos. El siguiente pasaje de Dante Allighieri (2000) nos
muestra esta limitación:

A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba


porque mi ruta había extraviado.

Los grupos en que se descompone el texto son:

A. MI TA D. DE L. CA MI NO DE LA VI DA EN UN A.

SE LV A. OS CU RA ME EN CO NT RA BA PO RQ UE MI

RU TA HA BI A. EX TR AV IA DO

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

Con las posiciones:

1;0 15;10 23;1 5;0 5;6 13;0 3;1 15;10 16;18 5;6 13;1 25;10

5;1 6;16 24;16 1;0 22;6 13;25 1;0 18;22 3;24 21;1 15;6 6;16

3;18 16;23 21;1 2;1 19;18 21;20 24;6 15;10 21;24 23;1 9;1 2;10

1;0 6;27 23;21 1;25 10;1 5;18

Las cuales dibujan la nube de puntos:

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0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

Evidentemente, al decodificar la nube por líneas desde arriba hacia


abajo y cada línea de izquierda a derecha, se obtienen palabras de dos le-
tras del EVF que al concatenarse, construyen un mensaje diferente al que
fue codificado con intención comunicativa. Las primeras cuatro líneas, por
ejemplo, expresarían el siguiente texto, diferente al inicio del mensaje ori-
ginal: “Ex av lv cu ru”

171
Hebert L. Tovar

Lo mismo ocurre al intentar la lectura de abajo hacia arriba y de dere-


cha a izquierda o cualquier variación de estas direcciones. Al carecer de
una secuencia de lectura específica de las posiciones, las posibles combi-
naciones de los grupos de caracteres decodificados son muy numerosas
para poder realizar un análisis útil del mensaje.
Esta particularidad que se evidencia en los textos puntuales, señala la
necesidad de identificar un orden de lectura para los caracteres de un
mensaje visual cualquiera, de forma tal que se pueda inferir su sentido
original.

Alcances y limitaciones de las Formas Textuales Onduladas.


La dificultad que supone la lectura de las formas textuales puntuales, se
supera cuando se identifica un punto de inicio de la decodificación y se es-
pecifica el punto siguiente en la secuencia del mensaje a través de su unión
con el anterior mediante una línea. La dirección y la secuencia de la lectura,
son determinadas por la línea que une los puntos del mensaje. Si tomamos
como base de cada uno de estos puntos a un caracter único, se pueden co-
dificar y decodificar mensajes compuestos por cadenas de caracteres que
preservan su sentido al ser transmitidos a los destinatarios. Se puede cons-
truir, por tanto, un grafico de líneas que represente tales cadenas.
En dicho gráfico, las posiciones de los caracteres del mensaje en el orden
del alfabeto, se representan en el eje de las ordenadas y las posiciones de
los caracteres en la secuencia del mensaje, se ubican en el eje de las absci-
sas. La primera posición del eje de las ordenadas (0) corresponde al punto,
usado como signo separador de las palabras. Un mensaje cualquiera, por
tanto, dibuja una onda con un perfil único para ese mensaje: una forma tex-
tual ondulada. Veamos el siguiente caso:

Mensaje
“Duermo, como, es decir, no creo en el diablo”
(Fechner, 2013a)

172
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Posiciones de los caracteres

Eje X Eje Y Eje X Eje Y


Caracteres Posición en el Posición en el Caracteres Posición en el Posición en el
mensaje alfabeto mensaje alfabeto
D 1 5 N 22 16
U 2 24 O 23 18
E 3 6 . 24 0
R 4 21 C 25 3
M 5 15 R 26 21
O 6 18 E 27 6
. 7 0 O 28 18
C 8 3 . 29 0
O 9 18 E 30 6
M 10 15 N 31 16
O 11 18 . 32 0
. 12 0 E 33 6
E 13 6 L 34 13
S 14 22 . 35 0
. 15 0 D 36 5
D 16 5 I 37 10
E 17 6 A 38 1
C 18 3 B 39 2
I 19 10 L 40 13
R 20 21 O 41 18
. 21 0

Al ubicar los puntos en el gráfico y unirlos con líneas, se dibujan las on-
das que corresponden al mensaje.

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0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50

En esta forma textual ondulada, evidentemente, no se incluyen los sig-


nos de puntuación habituales del español, excepto el punto, como separa-
dor de las palabras. La onda representa de manera inequívoca, tanto a los
caracteres específicos del alfabeto a los que corresponde cada punto del
gráfico, como la secuencia en que deben ser leídos tales puntos para deco-
dificar con precisión el mensaje.
Una forma textual ondulada, puede expresar cualquier mensaje de
texto, incluidos aquellos que expresan la variante escrita de las notas mu-
sicales. Una onda textual, por tanto, es especialmente adecuada para la
graficación de sonidos. La conocida canción infantil venezolana de “Los
Pollitos”, por ejemplo, quedaría representada de la siguiente manera:

Notas
Do re mi fa sol sol
La la la si sol sol
Fa fa fa sol mi mi
Re re re mi do do
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Las Ciencias Sociales en Venezuela

Forma Textual Ondulada de “Los Pollitos”

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0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80

De allí que esta manera de representación es particularmente adecuada


para la expresión gráfica de textos que refieren a sonidos, incluidas caco-
fonías y onomatopeyas, además de notas musicales.
Sin embargo, estas ondas como líneas abiertas que son, desde una pers-
pectiva visual, no parecen las más adecuadas para la identificación de las
figuras implícitas en un texto dado. Una figura no solo se compone de
líneas abiertas, sino que muy frecuentemente, incorpora líneas cerradas. La
forma de un buey, un triángulo o una letra, no pueden expresarse como
una onda. Se requiere por tanto, una manera de graficar el EVF que permita
la representación tanto de líneas abiertas como de formas poligonales,
cuya capacidad figurativa es mucho mayor.

La potencia comunicativa de las Formas Textuales Planas.


Además de textos puntuales y ondas textuales, la posibilidad gráfica del
EVF, permite la codificación de mensajes verbales a través de figuras, man-
teniendo la exigencia de identificar un punto de inicio del mensaje y una
secuencia explícita de los caracteres, a fin de asegurar el potencial comuni-
175
Hebert L. Tovar

cativo de la forma visual.


Al igual que con los textos puntuales, para codificar mensajes verbales
en formas visuales, se requiere dividir el texto a codificar en grupos de ca-
racteres del tamaño de los grupos de la matriz que se esté empleando. Para
una matriz de dos letras, las palabras del mensaje deben dividirse en gru-
pos de dos caracteres, coincidan o no con sus sílabas componentes.
Así, el mensaje conformado por el término: “Gurrufío” debe separarse en
los siguientes grupos:
GU-RR-UF-IO
Luego, se definen las posiciones de estos cuatro grupos de caracteres en
la matriz del EVF para palabras de dos letras (ver Tabla Nº 6), las cuales
son:

Grupo Columna Fila


GU 8 24
RR 21 21
UF 24 7
IO 10 18

Al ubicar los puntos en el grafico y unirlos con líneas en la secuencia que


indica el texto, se obtiene la siguiente figura:

176
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Podemos notar como del texto emerge una figura abierta que representa
a la unión de los puntos matriciales correspondientes a cada grupo de ca-
racteres del mensaje. El punto de inicio de la figura lo determina el grupo
de caracteres iniciales de la palabra, a saber, el grupo “GU” que se corres-
ponde con la posición 8;24. A partir de esta posición, la secuencia de los ca-
racteres en el texto dado, se mantiene en la secuencia de los puntos del
grafico que determina la línea que los une.
En ocasiones, la figura que emerge del texto dado, es una línea poligonal
cerrada que puede transformarse en una silueta. Un ejemplo de ello es el
término “Monísimo”, que al ser seccionado como MO NI SI MO, con las
posiciones 15;18 - 16;10 - 22;10 y 15;18 se representa por la siguiente
forma:

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Hebert L. Tovar

Nótese que en este caso, la figura se cierra debido a que comienza y ter-
mina con el mismo grupo de caracteres: MO. Esto indica que para cerrar fi-
guras basta con repetir el grupo inicial al final de la cadena de caracteres
del mensaje. Con base en esta propiedad, se puede establecer la primera
condición para la codificación visual de textos poligonales:

Cuando la figura que emerge del texto sea abierta, se puede forzar su cie-
rre, repitiendo el grupo inicial del mensaje.

Esta operación es una exigencia para la construcción de una buena


forma, es decir, es una exigencia formal, que incorpora un grupo que no es
parte constituyente del mensaje original. La razón para cerrar líneas abier-
tas, obedece a la necesidad de facilitar la construcción de la figura misma.
Al aplicar este criterio al mensaje: “Gurrufío”, se finaliza la secuencia con
la repetición del grupo GU y se obtiene la siguiente figura cerrada:

178
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Evidentemente, esta figura se corresponde estrictamente con el men-


saje: GU-RR-UF-IO-GU, por lo cual, la repetición del grupo inicial debe en-
tenderse como una necesidad formal y no como parte del mensaje, al mo-
mento de la decodificación.
En otros casos, la figura que emerge es una línea recta por lo cual no
admite cierre, como en el nombre del personaje bíblico Eber, tataranieto de
Sem, un hijo de Noé, según el Génesis. Este nombre se divide en los grupos:
EB ER, posiciones 6;2 - 6;21 que al ser graficados, definen dos puntos ma-
triciales que dibujan una línea recta vertical. A saber:

179
Hebert L. Tovar

En este caso, la repetición del grupo EB al final de la cadena de texto, di-


buja la misma línea recta pero en sentido inverso, sin alterar la forma de la
figura.
Igual ocurre en la palabra Joropo, conformada por más de dos posiciones
(11;18 - 21;18 - 19;18 - 11;18) lo cual haría presuponer la aparición de una
figura poligonal abierta o cerrada, pero que sin embargo, dibuja una línea
recta, ya que todos sus puntos son posiciones que pertenecen a la fila 18,
correspondiente a las variaciones de la letra O. Así, la cadena JO-RO-PO-JO,
asume la forma:

180
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Esta situación nos permite establecer la segunda condición para la codi-


ficación visual de figuras:

Cuando la figura que emerge del texto sea una línea recta, no se puede for-
zar su cierre repitiendo el grupo inicial del mensaje y se asume la línea,
como forma definitiva.

Ahora bien, cuando la división de las palabras del mensaje arroje sec-
ciones con un solo caracter, éstas deben representarse con los grupos de la
fila “cero” de la matriz, los cuales están constituidos por caracteres únicos
seguidos de un punto, para indicar el final de las palabras en la conforma-
ción de los mensajes.
Así, en la adaptación del nombre bíblico Eber a Heber, la cadena de texto
debe dividirse en las siguientes secciones:

HE- BE- R

181
Hebert L. Tovar

Nótese que la palabra termina en un solo caracter, por lo cual no sería


representable en una matriz de dos caracteres. Por esta razón, la fila “cero”
incluye grupos con cada una de las 29 letras del alfabeto seguida por un
punto, para indicar el fin de la cadena de texto cuando culmine en un grupo
de un solo caracter, sin cambiar el sentido del texto. De esta forma, el nom-
bre se conformaría por las siguientes posiciones:

HE 9;6
BE 2;6
R . 21;0
HE 9;6

En esta secuencia se observa la culminación de la palabra con el caracter


puntuado y el cierre forzado de la figura mediante la repetición del grupo
inicial, al final de la cadena, lo cual arroja la siguiente figura poligonal:

182
Las Ciencias Sociales en Venezuela

La tercera condición para la codificación visual, es, por tanto:

Cuando una palabra termine en un grupo de un solo caracter, debe emple-


arse el caracter seguido de un punto para indicar el fin de la palabra en
cuestión.

Existen otros casos en los cuales la forma emergente es una figura


abierta conformada por líneas rectas que no pueden ser cerradas, ni aún
repitiendo el grupo inicial de la cadena, como en: Caracas.

Grupo Posición
CA 3;1
RA 21;1
CA 3;1
S. 22;0
CA 3;1

Caracas no puede ser cerrada. En estos casos, se asume la figura abierta


como forma definitiva.
183
Hebert L. Tovar

Con el procedimiento descrito, quedan entonces codificados mensajes


de texto en formas visuales específicas, es decir, se formalizan los mensajes
en imágenes visuales que son su representación matricial, sentando las ba-
ses para un análisis formal del lenguaje. En este sentido, estas figuras pue-
den denominarse con justicia, Formas Textuales Planas.
Algunos ejemplos de formas textuales planas, pueden ilustrar la viabili-
dad de un lenguaje formal y sus posibilidades comunicativas. De seguido se
presentan palabras, oraciones, frases y mensajes, con sus respectivas for-
mas textuales, indicando la primera o las dos primeras posiciones de la ca-
dena.

Textos Significativos

La representación de textos significativos para el español, puede derivar,


a su vez, en figuras significativas o no significativas, es decir, la forma visual
generada a partir del texto, puede ser identificable con precisión como una
forma geométrica triangular, cúbica o cualquier otra. Pero también, y con
mayor frecuencia, a partir de textos con significados ampliamente compar-
tidos, se generan formas no significativas o al menos no convencional-
mente significativas, como un polígono irregular o un simple conjunto de
trazos que no refieren a una imagen reconocible.
Sin embargo, tales formas imprecisas, probablemente posean o puedan
poseer, significados individuales para algún sujeto, en tanto son posibles
dentro del EVF del español para palabras de dos letras.
 Textos de forma abierta: figuras compuestas por puntos, líneas o am-
bas, que no se cierran en un polígono.

Yo28;18 Fe7;6

184
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Paz 19;1 - 29;0 Amor 1;15 - 18;21

Dios 5;10 - 18;22 Bien2;10 - 6;16

Mal15;1 - 13;0 Odio18;5 - 10;18

Perú19;06-21;24 Cuba3;24 - 2;1

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Hebert L. Tovar

Libertad13;10 - 2;6 Caracas3;1 - 21;1

 Textos poligonales: figuras compuestas por líneas cerradas.

Felicidad7;6 - 13;10 Sufrimiento22;24 - 7;21

Dolor5;18 - 13;18 Placer 19;13 - 1;3

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

Paz y amor19;1 - 0;29 Placer y dolor19;13 - 1;3

Justicia11;24 - 22;23 Guerra8;24 - 6;21

Democracia5;6 - 15;18 Dictadura5;10 - 3;23

Tokyo23;18 - 12;28 Japón11;1 – 19;18

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Hebert L. Tovar

Venezuela25;6 - 16;6 China4;10-16;1

Román21;18-15;1 Razón21;1-29;18

 Siluetas derivadas: figuras conformadas por los polígonos de las silue-


tas a partir de formas de múltiples trazos.

El poema de Juan A. Fechner (2013a): Duermo, como.


5;24 - 6;21
Es decir: no creo en el diablo.

188
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Otro poema de Juan A. Fechner (2013a): Mi furia, tan difícilmente construida, tan
costosamente macerada,
se detiene, a secas,
15;10 - 7;24
ante ti, ojitos de mar.

Fragmento de Francisco Massiani (1998): Lo único que pertenece al pasado, es el


instante en que Carolina y yo estábamos
en la arena y yo quise hablar y no pude.
13;18 - 24;16

Cinco notas musicales aparecidas en la 22;18 - 0;13


Sol La Mi Do Mi
película “Encuentros cercanos del tercer
tipo”(1977):

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Hebert L. Tovar

 Formas libres: figuras conformadas por variaciones libres de silueta y


color a partir de los polígonos conformados por el texto.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

191
Hebert L. Tovar

Textos No Significativos
La representación de textos no significativos para el español, facilita no
obstante, la construcción de formas geométricas precisas en el EVF. Por
ejemplo:
Ñoña ma mgkg, kaia ioko. Kjlll rj riok ol rll kjmj moñoña.
Maña ochorño monrorño. Mom ll lll lr jr ioia kalch lg. 17;18 -17;1
Cuando este texto sin sentido, se grafica en el EVF, se dibuja una letra H
con estructura de alambre que simula tridimensionalidad:

Estos textos, que no refieren a un significado amplio en español, sin em-


bargo, pueden resemantizarse a través de métodos ya recopilados por Es-
trella (2013) provenientes de los negativistas ilógicos, tales como la Des-
composición Analítica y la Fusión Sintética que implican la implementación
de Ingeniosidades Inversas y Ensambles tipo Gurrufío y Tapa del Frasco,
para desencriptar significados ocultos en los textos poéticos.
Por tanto, en muchos casos, aunque no en todos, es posible identificar
significados aceptables para textos inicialmente no significativos, que sin
embargo generan formas claramente distinguibles, a través de una versión
simplificada de las ingeniosidades inversas, como en los siguientes casos:
192
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Texto dado 1:

Hola ño geo eho 9;18-13;1

Forma textual plana:

Desencriptación:

Resignificación Ensamble

Hola: Hola “Hola, señor hijo del


Ño: Señor. mundo”.
Geo: Mundo.
Eho: Hijo.

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Hebert L. Tovar

Texto dado 2:

Gana gago. Nona lleeega. Goetee llena. Nolltet, go nolltlle8;1 -16;1

Forma textual plana:

Desencriptación:

Resignificación Ensamble

Gana: Gana.
Gago: Gago. Gana gago. La abuela llega.
Nona: Abuela. Goethe llena. Norte, dirígete al
Lleeega: Llega. norte.
Goetee: Goethe.
Llena: Llena.
Nolltet: Norte.
Go: Dirígete.
Nolltlle: Norte.
194
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Texto dado 3:

Ño Pixi, tu piño, tu Pixi.17;18-19;10

Forma textual plana:

Desencriptación:

Resignificación Ensamble

Ño: Señor. “Señor ratón, usted


Pixi: Ratón. es un piño, usted es
Tu: Usted un ratón”.
Piño: Piño
Tu: Usted.
Pixi: Ratón

195
Hebert L. Tovar

Los caracteres como Formas Textuales Planas.


Considerando que cada caracter es también una forma visual, es posible
determinar el texto que emerge de su figura. Cada letra se construye en el
EVF por una cadena de texto que puede o no ser significativo, estable-
ciendo la posibilidad de que un único caracter se constituya en un mensaje.
Es claro que la cadena de caracteres que emerja de cada letra, dependerá
de su forma, es decir, un caracter dado arrojará textos diferentes según la
manera en que sea dibujado. Por ejemplo:

Cadena de
Caracter Forma textual plana
texto

Pomo ñoña
T 19;18-15;18

Rapiño la
A mini pira
21;1-19;10

Mami,
mono omni
R mima mi
niña.
15;1-15;10

196
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Cadena de
Caracter Forma textual plana
texto

Codo cede
Z 3;18-5;18

Gago Lalo
N 8;1-8;18

¡Iuju,Loli!
D Jehe. Hujú.
10;24-11;24

Lula, llama
L Panamá
13;24-13;1

197
Hebert L. Tovar

Cadena de
Caracter Forma textual plana
texto

¡Fó! Goio ini-


cia gafa,
O dado. ¡Fó! 7;18
- 8;18

Tapara
para Tati,
S si Pipo Toro
posó.
23;1 - 19;1

Raro olmo
M mamo
21;1-21;18

Sosa ñoña
N 22;18-22;1

198
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Cadena de
Caracter Forma textual plana
texto

Va tasa,
si Soto votó.
E
Toso, si vi.
25;1 – 23;1

Se observa, por tanto, que todo texto en realidad son dos textos: el texto
superficial dado y el texto profundo anidado en cada caracter del mensaje,
que se hace evidente a través de la descomposición analítica de su forma
textual plana.
Describamos el siguiente caso, un universo de Tovar (2005), para ilus-
trar el proceso de identificación del texto profundo a partir de un texto su-
perficial:
“Tarzan de los monos, ensarta los tronos”
El primer paso para determinar el texto profundo de este universo, es la
identificación de la cadena de texto que emerge de la forma textual plana
de cada caracter del mensaje.

Caracter Cadena de Texto Caracter Cadena de Texto


T Pomo ñoña D ¡Iuju,Loli! Jehe. Hujú.
A Rapiño la mini pira Va tasa, si Soto votó.
E Toso, si vi.
Mami, mono omni mima
R mi niña. Lula, llama Panamá
L
Z Codo cede ¡Fó! Goio inicia gafa,
O dado. ¡Fó!
A Rapiño la mini pira
Tapara para Tati, si Pipo
N Gago Lalo S Toro posó.

199
Hebert L. Tovar

Caracter Cadena de Texto Caracter Cadena de Texto


M Raro olmo mamo L Lula, llama Panamá
¡Fó! Goio inicia gafa, ¡Fó! Goio inicia gafa,
O dado. ¡Fó! O dado. ¡Fó!
N Gago Lalo Tapara para Tati, si Pipo
S Toro posó.
¡Fó! Goio inicia gafa,
O dado. ¡Fó! Pomo ñoña
T
Tapara para Tati, si Pipo Mami, mono omni mima
S Toro posó. R mi niña.
Va tasa, si Soto votó. ¡Fó! Goio inicia gafa,
E Toso, si vi. O dado. ¡Fó!
N Gago Lalo N Gago Lalo
Tapara para Tati, si Pipo ¡Fó! Goio inicia gafa,
S Toro posó. O dado. ¡Fó!
A Rapiño la mini pira Tapara para Tati, si Pipo
S Toro posó.
Mami, mono omni mima
R mi niña.
T Pomo ñoña
A Rapiño la mini pira

Luego, con la simple concatenación de las cadenas de texto así obteni-


das, se construye el texto profundo anidado en el texto superficial:
Pomo ñoña, rapiño la mini pira. Lula, llama Panamá.
Mami, mono omni mima mi niña.
¡Fó! Goio inicia gafa, dado. ¡Fó!
Codo cede.
Tapara para Tati, si Pipo Toro
Rapiño la mini pira, gago Lalo. posó.
¡Iuju,Loli! Raro olmo mamo.
Je he. ¡Fó! Goio inicia gafa, dado. ¡Fó!
¡Hujú!. Gago Lalo, ¡Fó! Goio inicia gafa,
Va tasa, si Soto votó. dado. ¡Fó!
Toso, si vi. Tapara para Tati, si Pipo Toro

200
Las Ciencias Sociales en Venezuela

posó. ¡Fó! Goio inicia gafa, dado. ¡Fó!


Va tasa, si Soto votó. Tapara para Tati, si Pipo Toro
Toso, si vi. posó.
Pomo ñoña, mami.
Gago Lalo, Tapara para Tati, si Mono omni mima mi niña.
Pipo Toro posó.
¡Fó! Goio inicia gafa, dado. ¡Fó!
Rapiño la mini pira, mami.
Mono omni mima mi niña, Pomo Gago Lalo, ¡Fó! Goio inicia gafa,
ñoña. dado. ¡Fó!
Rapiño la mini pira, Lula, llama
Panamá. Tapara para Tati, si Pipo Toro
posó.

Como se observa, el texto profundo del universo de Tovar, asume la es-


tructura de un texto poético cuyos términos son perfectamente decodifica-
bles, pero difícil de comprender cabalmente, como todo texto poético.
Las formas textuales planas al poseer una mayor capacidad figurativa
que las puntuales y las onduladas, al tiempo que cumplen con la exigencia
de una secuenciación explícita que facilita su decodificación, se constituyen
en un método muy valioso para la exploración de la capacidad comunica-
tiva visual tanto de alto como de bajo nivel.

Las posibilidades creadoras de las Formas Textuales Sólidas.


La equivalencia de grupos de caracteres del EVF a posiciones matricia-
les, posibilita además la construcción de Formas Textuales Sólidas, conce-
bidas como aquellas figuras tridimensionales que emergen mediante la
unión de las posiciones de los términos de un mensaje, ubicados en un
grafico de tres dimensiones.
En una forma textual sólida, en consecuencia, a cada uno de sus puntos
le corresponde un caracter en el eje x, otro en el eje y y otro en el eje z. No
debe confundirse una forma textual plana, representada en un grafico de
dos ejes, pero con apariencia tridimensional, con una forma textual sólida,
representada en un grafico de tres dimensiones. Independientemente de
su apariencia, las formas planas tienen dos letras por punto, mientras que
las sólidas tienen tres. Al igual que las planas, la construcción de formas
textuales sólidas a partir de textos sin sentido directo en español, usual-
mente arroja sólidos simétricos, mientras que los textos significativos,
construyen, en la mayoría de los casos, sólidos asimétricos. Por ejemplo, el
201
Hebert L. Tovar

texto:
Len pen per ler
len lon pon pen
per por pon lon
lor por per ler
lor
excepto por las palabras pon y por, no refiere a significados directos en es-
pañol, pero a partir de él, se pueden identificar las siguientes posiciones en
un grafico de tres ejes:

Ejes
Puntos
Car Pos. X Car Pos. Y Car Pos. Z
1 L 13 E 6 N 16
2 P 19 E 6 N 16
3 P 19 E 6 R 21
4 L 13 E 6 R 21
5 L 13 O 18 N 16
6 P 19 O 18 N 16
7 P 19 O 18 R 21
8 L 13 O 18 R 21

Cuando estos puntos se ubican en el espacio del gráfico y se unen con


líneas rectas siguiendo la secuencia del texto, se dibuja la forma sólida de
un paralelepípedo (ver Gráfico N° 3).

202
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Gráfico N° 3: Representación Gráfica del texto “Len pen per ler, len lon pon pen,
per por pon lon, lor por per ler, lor ” dibujando una Forma Textual
Sólida.

Vemos así como un texto sin sentido convencional, posee sin embargo
un significado formal, que en este caso refiere a la figura de un paralelepí-
pedo.
También los textos con sentido pueden poseer un significado formal
simétrico, como el siguiente verso de Cortázar (1985):

Cantar mascan,
con Tor moscón.
Cantar, Tor moscón.
Cantar más, moscón.

que genera un sólido en forma de cuña (ver Gráfico N° 4).

203
Hebert L. Tovar

Gráfico N° 4: Representación Gráfica del mensaje “Cantar mascan, con Tor


moscón. Cantar, Tor moscón. Cantar más, moscón.” dibujando
una Forma Textual Sólida.

Ejes
Puntos
Car Pos. X Car Pos. Y Car Pos. Z
1 C 3 A 1 N 16
2 T 23 A 1 R 21
3 M 15 A 1 S 22
4 C 3 O 18 N 16
5 T 23 O 18 R 21
6 M 15 O 18 S 22

Sin embargo, es más probable que los textos con sentido generen sólidos
asimétricos e incluso amorfos, mientras que los sólidos identificables con
formas definidas, son más probables de constituir a partir de textos sin
sentido. La simetría de los textos sin sentido y la asimetría de los textos
204
Las Ciencias Sociales en Venezuela

significativos, aparece un hallazgo contraintuitivo o al menos que se opone


a la costumbre habitual: los discursos sin sentido pueden tener una aparien-
cia simétricamente sólida, mientras que los discursos significativos, pueden
presentarse de manera plana y amorfa.
Las propiedades bidimensionales y tridimensionales del EVF, tienen
otra consecuencia de suma relevancia para el desarrollo teórico sobre la
comunicación de bajo nivel, que consiste en la posibilidad de desarrollar un
método de cálculo grafolingüístico apegado a la tradición y por tanto con
alta capacidad heurística en el seno de la comunidad científica. Un método
tal parece más apropiado que aquel que ha sido propuesto por Todd y
Fechner.
En efecto, al servirnos de los planos cartesianos en dos y tres dimensio-
nes para representar las formas planas y sólidas implícitas en los textos,
podemos apegarnos a las tradiciones de la Geometría Analítica y de la
Geometría Descriptiva, para potenciar el poder explicativo y predictivo del
EVF. Esto se hace posible por cuanto con una cadena de texto se pueden
dibujar curvas, rectas, polígonos y sólidos que tienen implícita una ecua-
ción que los define. El caso de la recta que dibuja el sustantivo: “PESO”, nos
puede ilustrar esta potencialidad:

Caracter Pos. X Caracter Pos. Y


P 19 E 6
S 22 O 18

205
Hebert L. Tovar

Al conocer que la figura es una recta y contar con dos de sus puntos, es
posible determinar la ecuación que la define, es decir su expresión alge-
braica o función, a partir de la cual, se puede encontrar también la expre-
sión de todos los segmentos que la componen. Así, podemos determinar el
grado en que esta recta en particular satisface las diversas formas de la
recta ya conocidas por la Geometría Analítica, mediante el siguiente proce-
dimiento:
 Denominamos A al punto constituido en la posición 19;6 y B al punto en
22;18: A=(19,6) B=(22,18), los cuales dibujan el segmento AB .
 Considerando que los puntos de la recta indican cuatro posiciones del
plano, dos en las abscisas y dos en las ordenadas, podemos denominar
tales posiciones como:
x1=19 y1=6 x2=22 y2=18
 Luego, conociendo que la ecuación de la recta es:
y – y1= m (x – x1)
podemos realizar las sustituciones pertinentes para resolverla. Pero an-
tes es preciso calcular m que corresponde a la pendiente o inclinación
de la recta en el plano, cuya ecuación es:
m = (y2 – y1) /( x2– x1)
de donde:
m= (18 – 6) / (22 – 19) m= 12/3 m= 4
 Una vez obtenida la pendiente, podemos sustituir los valores en la ecua-
ción de la recta:
y– 6 = 4 (x – 19)
para determinar su Forma General:
y– 6 = 4x – 76 0 = 4x – 76 – y +6 0 = 4x – y – 70

4x – y=70
 La ecuación así obtenida es válida para los valores de los puntos de la
recta que dibuja el sustantivo “PESO”:
Punto A: x1=19 y1=6 4(19) – 6 =70 76 – 6 = 70
Punto B: x2=22 y2=18 4(22) – 18 =70 88 – 18=70
206
Las Ciencias Sociales en Venezuela

 Pero también es válida para cualquier par de puntos de la recta. Así, los
puntos C=(20,10) y D=(21,14) contenidos en la misma y que conforman
la palabra sin sentido “QIRLL”, se validan de la siguiente manera:
Punto C: x1=20 y1=10 4(20) – 10 =70 80 – 10 = 70
Punto D: x2=21 y2=14 4(21) – 14 =70 84 – 14 = 70

 Podemos también determinar la Forma Ordinaria de la recta, despe-


jando la ordenada de la ecuación para el segmento AB :
y– 6 = 4x – 76 y = 4x – 76 + 6
y = 4x – 70
que se valida:
y = 4x – 70 y= 4(19) – 70 y= 76 – 70
y=6

y donde 4x es la pendiente y –70 es la ordenada en el origen.

30

20

10
m=4

0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

-10

-20

-30

-40

-50

-60

-70
b= -70 Ordenada en el origen

-80

 La proyección de la ordenada en el origen nos indica la posibilidad de


una zona negativa del EVF, en función de la pendiente, compuesta por
posiciones de caracteres definidos en el alfabeto, con los cuales es posi-
ble estructurar discursos negativos. Nos indica también posiciones de

207
Hebert L. Tovar

caracteres no definidos en el alfabeto, que constituirían por tanto, zonas


de silencio.
 La Forma Simétrica de la recta, por su parte, puede determinarse a par-
tir de la Forma General. Conociendo que la ecuación de la forma simé-
trica es: x/a + y/b = 1, tenemos:

4x – y=70 4x/70 – y/70 = 70/70 x/17,5 – y / 70= 1

por tanto:
x/17,5 + y /- 70= 1

de donde se tiene que


a = 17,5 y b= -70
 Estos son los puntos a partir de los cuales es viable proyectar el seg-
mento AB que dibuja la palabra PESO:

30

20

10
m=4
a= 17,5
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

-10

-20

-30

-40

-50

-60

-70
b= -70

-80

 En conclusión, en una matriz del EVF para palabras de dos letras en


español:
PESO 4x – y=70 y QIRLL 4x – y=70
 O de otra forma:
PESO o QIRLL, son sinónimos algebraicos de 4x – y=70.
208
Las Ciencias Sociales en Venezuela

 También:
QIRLL PESO por cuanto los puntos que la definen son un subconjunto
del conjunto PESO.
 O de manera sintética:
4x – y=70 es un discurso posible del EVF.

De igual modo, a partir de las propiedades gráficas, verbales y matricia-


les del EVF, es viable realizar operaciones aritméticas y algebraicas de ma-
nera visual, con una mínima intervención de la capacidad de cómputo, más
allá del simple conteo en una progresión. Solo a modo ilustrativo, al esta-
blecer que dos tríos de caracteres, definen dos puntos entre los cuales se
puede trazar una recta de una magnitud definida, es posible calcular vi-
sualmente potencias para obtener un resultado verbal, sin ninguna otra
operación matemática que contar. Veamos:
 Teniendo el texto SAL XAL, por ejemplo, se pueden calcular los puntos
de la recta base a partir de la cual dibujar un cuadrado.
 El primer punto se ubica en el eje x a la altura de la S, a una distancia de
22 letras del eje de las ordenadas; en el eje y a la altura de la A a una le-
tra de distancia del eje de las abscisas y en el eje z, a la profundidad de la
letra L, con una distancia de 13 letras al origen.
 El segundo punto se ubica a la misma altura y profundidad que el primer
punto, mientras que su posición horizontal se ubica a la altura de la X, a
27 letras de distancia del eje de las ordenadas.
 Una vez determinadas las posiciones de los dos puntos, se traza la recta
que los une la cual posee una magnitud de 5 letras, que son las que sepa-
ran a la S de la X. Se define así la recta SAL XAL.
 Con la longitud de la recta base, se puede conformar el cuadrado de-
seado, ya que tal figura se compone de cuatro lados iguales y cuatro
ángulos rectos. Por tanto, a partir del punto XAL, se eleva una perpendi-
cular con una longitud de 5 letras para encontrar el punto XEL; a partir
de este se traza una paralela a la recta SAL XAL, de una longitud de 5 le-
tras para hallar el punto SEL, el cual al unirse con el punto SAL, cons-
truye el cuadrado.

209
Hebert L. Tovar

Gráfico N° 5: Representación Gráfica del mensaje “Sal xal” elevado al cuadrado.

Y
Z

L
4 SEL 3 XEL
I Z
1 SAL 2 XAL

CH

. .
CH F I L N P S V Z X

Ejes
Puntos
Car Pos. X Car Pos. Y Car Pos. Z
1 S 22 A 1 L 13
2 X 27 A 1 L 13
3 X 27 E 6 L 13
4 S 22 E 6 L 13

En términos de cálculo grafolingüístico, esta operación de potenciación


cuadrática puede expresarse como:

(Sal Xal) 2 = Sal xal xel sel sal

De igual forma, a partir de la recta SAL XAL, puede dibujarse un cubo


con los siguientes puntos:

210
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Gráfico N° 6: Representación Gráfica del mensaje “Sal xal” elevado al cubo.

Y
Z

N 8 7

L
5 6
4 3
I Z
1 2
F

CH

. .
CH F I L N P S V Z X

Con las consiguientes posiciones de puntos:

Pun- Ejes
tos Car Pos. X Car Pos. Y Car Pos. Z
1 S 22 A 1 L 13
2 X 27 A 1 L 13
3 X 27 A 1 O 18
4 S 22 A 1 O 18
5 S 22 E 6 L 13
6 X 27 E 6 L 13
7 X 27 E 6 O 18
8 S 22 E 6 O 18

Que se expresan grafolingüísticamente como:

(Sal xal)3= Sal Xal Xao Sao Sel Xel Xeo Seo

El EVF tiende así un puente entre la geometría analítica, la descriptiva y


el cálculo grafolingüístico, derivando en algunas consecuencias importan-

211
Hebert L. Tovar

tes. En primer lugar, las capacidades tridimensionales descritas del EVF,


hacen posible la identificación de textos en las formas sólidas, es decir, to-
dos los objetos que constituyen el mundo real y que poseen una cualidad
tridimensional, son susceptibles de ser expresados en forma de textos. Tal
posibilidad permitiría literalmente, “leer la realidad”, al menos en su di-
mensión material, al tiempo que los discursos permitirían “construir cosas”
en sentido estricto y no metafórico. “Hacer cosas con palabras” no sería ya
una frase ingeniosa, sino un procedimiento de diseño industrial.
De igual forma, podría sostenerse que: “el mundo tiene un discurso” en
tanto que todo lo que es el mundo en su materialidad sensible, poseería un
texto. En una forma más indirecta y estilizada, podría afirmarse que: “la
tierra nos habla”. Sin embargo, vista la complejidad de los procedimientos
de resemantización de los textos sin sentido, puede advertirse desde ya la
dificultad que entrañaría poder comprender lo que nos dice la tierra o, si se
prefiere, el mundo.
Plantear que “una piedra dice o pretende”, sería interpretado entonces
en su sentido literal. Tal sentencia no sería ya una referencia velada a pie-
dras escritas con jeroglíficos o a tablillas de arcilla escritas con cuñas.
Tampoco sería una figura literaria de humanización, sino la referencia a un
procedimiento de decodificación del texto oculto en la forma de la piedra,
ya sea en su silueta o en su volumen.
La otra consecuencia de tal punto de vista, con relevancia para el abor-
daje de la brujería, radica en la viabilidad de identificar la materialidad del
discurso. Una palabra, un nombre, una frase o un relato, poseen ahora un
correlato material muy concreto, una extensión y una sustancia propia. En
definitiva, es posible ahora encontrar la base material del pensamiento, en
el sentido de que la expresión lingüística del pensamiento adquiere una
cualidad tridimensional. La tradicional separación del mundo sensible de
los objetos y sus imágenes mentales, del mundo suprasensible de las for-
mas, queda así, disuelta para adentrarnos en un mundo de ideas sensibles
y materiales. Esto requiere, por supuesto, retornar al sentido original del
término “forma” como figura geométrica abstraída de los objetos, ya no
como “forma lógica” que en realidad nunca refirió a figuras, sino a la abs-
tracción de reglas de ordenación de premisas y conclusiones, a partir de los
juicios.

212
Las Ciencias Sociales en Venezuela

La Pseudobrujería y su distancia del EVF.


La derrota del adversario en la lucha por el poder, sin combate físico en
absoluto, es un ideal que ha estado presente en las aspiraciones de los más
variados grupos políticos desde la remota antigüedad. De hecho, tal pre-
tensión ya formaba parte de la más antigua teoría de la guerra desarrollada
por Sun Zi (2005) y aún pervive en el enfoque contemporáneo del uso de la
información como un arma invisible (Thomas, 2004; US Joint Chiefs of
Staff, 2006). Desde esta perspectiva, estrictamente político-militar, los ob-
jetivos bélicos incluyen confundir al adversario, atemorizarlo y degradar
sus procesos cognitivos para inmovilizarlo y derrotarlo, con el menor costo
material posible.
Es claro el beneficio que puede reportar el conocimiento e implementa-
ción de los procesos básicos de la brujería conformados por la lectura del
pensamiento, el control de la voluntad y la adivinación del destino, en la
contienda incruenta por el poder. Anticipar las decisiones y movimientos
del enemigo o del adversario, así como controlar su comportamiento, dis-
minuiría radicalmente el costo de la confrontación y de la consolidación del
nuevo estado de cosas luego de la contienda.
De allí que el conocimiento de la brujería como un proceso comunicativo
de bajo nivel, sea altamente codiciado por quienes pretenden el acceso efi-
ciente a la conducción de la vida colectiva, al tiempo que pretenden el man-
tenimiento de su caracter secreto como clave de la preservación del poder.
Habitualmente, quienes ambicionan este conocimiento para colocarlo a su
servicio, alcanzan un manejo parcial de sus técnicas y procedimientos, por
cuanto el abordaje mismo de la brujería, implica el conocimiento previo de
sus prácticas. No siendo los políticos, brujos, su comprensión de tales mis-
terios es necesariamente limitada.
Esta es la razón por la cual desde una perspectiva que podría denomi-
narse pseudobrujería, se realiza una implementación incompleta de los
procesos comunicativos de bajo nivel. En ausencia de hipótesis como la del
Espacio Verbal Finito, el desarrollo tecnológico más sencillo que la pseudo-
brujería suele realizar para atacar la cognición de los adversarios, es la co-
municación encriptada. En este tipo de intercambios, a través de un código
artificial de conocimiento compartido por parte del grupo inserto en la
contienda por el poder, se realizan actos comunicativos que simulan la
predicción o lectura del pensamiento, las sincronías y los mensajes estruc-
turales, con el objetivo fundamental de atacar los esquemas epistemológi-
cos de los adversarios.
213
Hebert L. Tovar

Orientados por esta finalidad simuladora, el grupo atacante suele apro-


piarse de información relevante de sus blancos, mediante típicas labores
de inteligencia tales como, la intercepción de la correspondencia en línea y
fuera de línea, la grabación de conversaciones telefónicas y cara a cara, el
seguimiento en el terreno, la clasificación de datos demográficos y otros
procedimientos de naturaleza policial. Con esta información, luego proce-
den a desplegar operaciones que imitan los procesos de la brujería, a saber:
a) El robo de pensamiento: procedimiento que consiste en difundir las
verbalizaciones y contenidos específicos de los blancos, por parte de
terceros. El objetivo de este procedimiento es que el blanco desarrolle la
creencia de que sus pensamientos están siendo “leídos” o “robados” de
una manera mágica o sobrenatural, al recibirlos de emisiones hechas
por terceros en las más variadas situaciones. Cuando tales emisiones se
realizan cara a cara y de manera coordinada a través de un proceso co-
municativo encriptado, se pretende que la creencia se establezca con
mayor fuerza.
b) Las casualidades improbables: la recopilación de las agendas y listas
de tareas pendientes de los blancos con la planificación de sus activida-
des para un período específico, permite la coordinación de contingen-
cias de otra manera improbables. El objetivo de este tipo de operaciones
es el desarrollo de la creencia del blanco en que está siendo víctima del
destino y que no puede rebelarse ante él.
c) Las balas curvas: una bala curva es un mensaje amenazante que se en-
vía al blanco de manera indirecta, usualmente a través de contenidos re-
copilados por las operaciones de inteligencia y difundidos a través de
comunicación encriptada. En este tipo de procedimiento, se logra el do-
ble propósito de inducir en el blanco la creencia de que su pensamiento
está siendo “leído” y de que su integridad física está en riesgo.
Todos estos procedimientos pretenden generar en el blanco un estado
de pánico y el desarrollo de la creencia de estar siendo objeto de fuerzas
sobrenaturales que lo controlan de forma total, vale decir, estados de para-
noia inducida. De esta manera, en la contienda político-militar se logra de-
gradar el sistema epistemológico de adversarios claves, conformados
usualmente, por aquellos cuya degradación cognitiva supone mejores be-
neficios que su desaparición física.
Como se puede observar, este tipo de operaciones de inteligencia con
propósitos bélicos, simulan los procedimientos de la adivinación, la lectura
del pensamiento y el control de la voluntad, propios de la brujería como
214
Las Ciencias Sociales en Venezuela

proceso de comunicación inconsciente o de bajo nivel. La pseudobrujería en


términos propiamente comunicacionales, apenas hace uso de códigos en-
criptados como una forma de difusión de mensajes. El resto de la eficacia
que logra en la incidencia sobre el comportamiento del otro, descansa en el
desconocimiento por parte de los blancos de tales procedimientos, así
como en su percepción consciente de los mensajes y en la atribución de
una cualidad sobrenatural a los mismos, lo cual incide, de manera impor-
tante, en la desorganización de su pensamiento.
Vemos como este enfoque se encuentra muy alejado de las prácticas de
la brujería, la cual consiste básicamente en un proceso comunicativo des-
atendido e inconsciente, posibilitado por el caracter secuencial de las es-
tructuras corticales y subcorticales, análogo a la estructura secuencial del
EVF. Para la brujería rigurosa, la adivinación y lectura del pensamiento, así
como la instigación conductual desatendida -el control de la voluntad- son
procesos que se basan en la decodificación del EVF y en la difusión de for-
mas visuales con estructuras semánticas subyacentes, que son registradas
y percibidas por el sujeto, sin acceso a la conciencia. La brujería realmente
existente se basa, pues, en procesos perceptivos inconscientes, mientras
que la pseudobrujería, apela a la percepción consciente del sujeto para pro-
ducir efectos desorganizantes de su pensamiento.
He aquí la razón por la cual los procedimientos pseudobrujéricos gene-
ralmente producen un éxito inicial en cuanto a impactar el pensamiento
organizado de los blancos, que luego es seguido por un notorio fracaso en
mantener tal desorganización. La carencia de hipótesis, como la del EVF,
agravada por labores de inteligencia deficientes y poco cuidadosas que no
proporcionan información de calidad, termina generando efectos paradóji-
cos e impredecibles que tornan a los objetivos más resistentes al control.

El Espacio Verbal Finito, la Adivinación y los Hechizos: un estudio de


caso.
Para la Brujería Realmente Existente, más allá de las simulaciones de
diferentes grupos con motivaciones políticas o de otro tipo, la adivinación
puede concebirse como un sistema de ecuaciones que predicen cadenas de
caracteres en el EVF de un sujeto, a partir de una figura relevante para el
mismo, y de allí, poder anticipar su comportamiento. Todo ello derivado
del aprendizaje inconsciente del patrón ordenado de los caracteres del al-
fabeto, que se da mediante la interacción con las palabras construidas con
él. Este patrón ordenado que genera la estructura del EVF, necesariamente

215
Hebert L. Tovar

debe generar de forma concurrente una estructura cognitiva semántica. En


este sentido, a partir de una palabra que refiere a un concepto fuerza para
el sujeto y que por tanto motiva su comportamiento, debe poderse obtener
la figura que corresponde a esa palabra, para así identificar las ecuaciones
de dicha figura y los caracteres ubicados dentro de sus límites.
Una vez obtenidos los caracteres implícitos en la estructura algebraica
del concepto fuerza, es factible predecir el espacio verbal posible para ese
sujeto y esa palabra, vale decir, se puede adivinar la estructura de sus pen-
samientos posibles. Las palabras formadas por tales caracteres implícitos,
serían por tanto, sinónimos algebraicos del concepto fuerza, que deberían,
por una parte, activar el mismo espacio verbal que dicho concepto y por
otra, generar las mismas reacciones fisiológicas, cognitivas y conductua-
les.3
Para probar este modelo adivinatorio, se procedió a implementar sus
supuestos a través de un Experimento de Caso, el cual consistió en una in-
tervención de campo en el flujo conductual de un sujeto estudiado longitu-
dinalmente, el Sr. Z. La primera y fundamental cuestión del experimento,
radicó en la determinación empírica y precisa del concepto fuerza que mo-
tivaba su comportamiento en un período dado de tiempo, lo cual fue relati-
vamente sencillo debido al abordaje longitudinal del estudio del caso. A
través de técnicas etnográficas, pudo determinarse, para una ventana tem-
poral de catorce (14) horas, en situaciones de interacción laboral, de es-
parcimiento y de consumo, el concepto fuerza del sujeto identificado con la
palabra “CASA”.
En los contextos descritos y para la ventana temporal mencionada, la
palabra “CASA” hacía referencia a la necesidad del sujeto de regresar al
hogar luego de un día agobiante en su trabajo, motivo muy poderoso que
organizaba su comportamiento. Es oportuno indicar que los errores posi-
bles de esta fase de la adivinación, incluyen el diagnóstico apresurado y
superficial de los motivos de los sujetos así como la subestimación o sobre-
estimación de las ventanas temporales. Un adecuado manejo de las técni-
cas y procedimientos de la etnografía, la psicología de la comunicación, la
criptografía, el teatro invisible y el cálculo binario, así como la lectura cor-
3 Es importante precisar que un sinónimo algebraico no equivale a un sinónimo
semántico. Los últimos se refieren a términos diferentes con el mismo significado,
mientras que los primeros se refieren a términos válidos para la misma ecuación, posean
o no el mismo significado.

216
Las Ciencias Sociales en Venezuela

poral, es fundamental para minimizar los errores de estimación.


Una vez identificado el motivo o concepto fuerza y su correlato verbal,
se procedió a hallar su figura. En este caso, la palabra “CASA” dibujó la si-
guiente recta:

Esta recta se construyó a partir de los puntos 3;1 y 22;1 que satisfacen la
ecuación: 0 = - y + 1, de donde y=1. Por lo tanto, los caracteres predichos se
encontraron entre las posiciones 3 y 22 de las abscisas que interceptan la
posición 1 de las ordenadas en la matriz del EVF para palabras de dos le-
tras. Las cadenas así predichas se ordenaron en la siguiente secuencia:
CA CHA DA EA FA GA HA IA JA KA
LA LLA MA NA ÑA OA PA QA RA SA
Luego, mediante procedimientos combinatorios se hallaron todas las
expresiones y términos posibles de esta zona, así como sus figuras y sus
probabilidades de ocurrencia. Esta vasta cantidad de información se some-
tió a un proceso de Análisis de Contenido para Categorías Emergentes y
Análisis Pragmático Coloquial, con base a la cultura del sujeto y a través de
un protocolo que, por razones obvias, permanecerá inédito.
Esta fase arrojó como resultado las siguientes expresiones con mayor
índice de correlación positiva con los comportamientos y significados
compartidos, dentro de los cuales el sujeto se inscribe:
Cacha la daga para mañana. Mala llama cala.
Calla la dama. Falla la pala.
La faja hala, sácala. La cama daña la fama.

217
Hebert L. Tovar

Todas estas expresiones son, por tanto, subconjuntos del término


“CASA” y guardan una relación de sinonimia estructural con el mismo, es
decir, cada una de ellas dibuja una recta que en ningún caso rebasa los lími-
tes de la primera ordenada con la tercera y veintidosava abscisa. A saber:

Cacha la daga para mañana.

3;1 - 4;1 - 13;1 - 5;1 - 8;1 - 19;1


21;1 - 15;1 - 17;1 - 16;1

La faja hala, sácala.

13;1 - 7;1 - 11;1 - 9;1 - 13;1


22;1 - 3;1 - 13;1

Falla la pala

7;1 - 14;1 - 13;1 - 19;1 - 13;1

Calla la dama.

3;1 - 14;1 - 13;1 - 5;1 - 15;1

Cala la mala llama.

3;1 - 13;1 - 13;1 - 15;1


13;1 - 14;1 - 15;1

218
Las Ciencias Sociales en Venezuela

La cama daña la fama.

13;1 – 3; 1 – 15;1 – 5;1


17;1 - 13;1 – 7;1 - 15;1

Como se observa, las proposiciones y los términos predichos por el con-


cepto fuerza no guardan una relación connotativa, ni denotativa con el
mismo. Sin embargo, su identidad estructural permitió el enlazamiento de
las expresiones y los términos en una cierta secuencia.
Esto hizo posible adivinar las categorías de los pensamientos del sujeto
motivado por volver a “CASA”, abstrayendo las ideas fundamentales a par-
tir de las expresiones predichas. A saber:

Cat Expresión Abstracción


1 Cacha la daga para mañana. La agresividad se posterga.
La mujer es cómplice en las
2 Calla la dama.
transgresiones.
3 La faja hala, sácala. La incomodidad se elimina.
Las bajas pasiones toman el
4 Mala llama cala.
ánimo.
5 Falla la pala. Las herramientas fallan.
La pereza impide el reconoci-
6 La cama daña la fama.
miento público.

Posteriormente se introdujeron en el flujo conductual del sujeto, men-


sajes correspondientes a cada categoría, presentados por los experimenta-
dores mediante procedimientos del Teatro Invisible. Ante cada uno de es-
tos mensajes, el Sr. Z experimentó un fuerte deseo de irse a casa, según lo
evidenciaron los resultados de las lecturas corporales. Los mensajes reac-
tivos fueron:

Cat Mensaje
1 “Yo no quiero pelear contigo vale“
2 “La esposa tiene que estar involucrada en ese peo“

219
Hebert L. Tovar

Cat Mensaje
3 “Era una piedrita en el zapato. La saqué y listo“
4 “Ese carajo se arrecha de nada“
5 “La impresora no imprimió el logotipo“
6 “Si no estudias, ¿qué van a decir de ti? “

La intención de dirigirse al hogar, emergió con fuerza también ante la


presentación de cualquiera de las rectas que representaban los sinónimos
estructurales del concepto fuerza, independientemente de la actividad es-
pecífica que estuviese realizando el sujeto.
Finalmente, con los mensajes descritos y sus figuras, los investigadores
lograron que el Sr. Z se retirara del restaurante donde se tomaba un café en
compañía de algunos compañeros de trabajo. Posteriormente, mientras se
dirigía a su casa, con dos de sus colegas, todas sus verbalizaciones podían
ser clasificadas en alguna de las categorías predichas por el concepto
fuerza. Entre los ejemplos de tales verbalizaciones ocurridas durante la in-
teracción comunicativa con sus pares, tenemos: “Este teléfono del coño, no
sirve pa un carajo” (Cat 5). “No le quise decir nada a ese pajúo porque está
apoyado por el gobierno, pero eso no va a ser eterno” (Cat 1). “Las mujeres
son mas sinvergüenzas que el carajo, se dejan agarrar el culo en el metro y
no dicen nada” (Cat 2) “Yo no me voy a matar trabajando de gratis pa que
esos curas del coño se hagan millonarios. Acaso que yo estoy concursando pa
un premio” (Cat 6)
La sinonimia estructural de las expresiones del EVF activadas por el
concepto fuerza, permitieron comprender también el curso aparentemente
azaroso del pensamiento del sujeto que no discurría con base a relaciones
de identidad de sentido entre las ideas, sino que parecía “dar saltos” de un
tema a otro sin ninguna relación. La sinonimia estructural permitió dar
cuenta de tal caos aparente del curso del pensamiento y reubicarlo como
una expresión del orden matricial del EVF.
Lo que interesa recalcar aquí, de acuerdo a los resultados del caso, es
que los sinónimos estructurales activan las mismas zonas verbales que el
concepto fuerza y por tanto determinan la experiencia integral del sujeto.
Cuando al Sr. Z se le presentaron las figuras y los sinónimos algebraicos del
concepto fuerza, luego de un cierto número de ensayos, inició el trayecto a
su casa aún cuando las expresiones presentadas no guardaran ninguna re-
220
Las Ciencias Sociales en Venezuela

lación con dicho concepto.


Nótese que este proceso difiere de la influencia en el comportamiento
producida a través de sinónimos semánticos. Por ejemplo, cuando una per-
sona siente temor consciente ante la proposición “Te voy a matar”, es alta-
mente probable que también lo sienta ente la proposición “Te voy a asesi-
nar”, ya que los términos “matar” y “asesinar”, son sinónimos cuya identi-
dad de significado se ha establecido por asociación. Sin embargo, la presen-
tación de sinónimos estructurales o algebraicos, en vez de semánticos, ge-
neraron los mismos efectos que el concepto fuerza, sin que el sujeto fuese
consciente de ello. Estos procedimientos de control subrepticio del com-
portamiento redefinen los Hechizos, para la brujería rigurosa.
Un hechizo, por tanto, en el contexto de la hipótesis del EVF, se define
como un mensaje registrado corticalmente pero no percibido consciente-
mente por el sujeto (subperceptor), que genera una experiencia sensoper-
ceptual y cognoafectiva específica, a partir de las palabras activadas por los
sinónimos algebraicos de un concepto fuerza identificado y acotado espa-
ciotemporalmente. Los efectos deseados sobre el comportamiento del su-
jeto, pueden generarse a través de la presentación de las figuras de los
sinónimos algebraicos del concepto fuerza o a través de la presentación de
las expresiones y términos del espacio del EVF activado por dicho con-
cepto. Es importante resaltar, que tales mensajes activadores pueden con-
formarse también por un solo caracter, considerando que una letra posee
un texto anidado e implícito que la conforma. En este sentido, un hechizo
real contempla mensajes visuales, auditivos y audiovisuales que generan
percepciones desatendidas, es decir, una lectura inconsciente de imágenes
y sonidos que son básicamente posiciones de puntos que se conectan a ni-
vel cortical con posiciones de palabras en la estructura del EVF.
Para la hipótesis del EVF, la percepción consciente de una forma visual
implica, por tanto, la percepción inconsciente de la secuencia de caracteres
que componen esa figura. Lo que se comunica visualmente a través de figu-
ras, no son directamente las palabras contenidas en sus líneas, sino la es-
tructura de posiciones de puntos de la imagen que se conecta con la estruc-
tura de palabras ordenadas del EVF del subperceptor. Este tipo de percep-
ciones inconscientes de patrones ya ha sido descrito para procesos de
aprendizaje inconsciente por Jiménez, Vaquero y Lupiañez, (2006); y To-
miczek y Burke (2008).
Es dable sostener que las formas visuales son percibidas inconsciente-
mente como estructuras semánticas que activan las mismas áreas de la
221
Hebert L. Tovar

corteza involucradas en la generación de pensamientos, emociones y ac-


ciones explícitas, a través de mensajes verbales significativos. La activación
cortical a través del registro sensorial sin conciencia de la estimulación, ha
sido descrita para estímulos significativos, tanto verbales como figurativos
(Dehaene y Naccache, 2006), pero los procesos de activación cortical a
través de las estructuras semánticas implícitas en las figuras, aún deben
ser establecidos. Igualmente, los mapas corticales del EVF, tanto estructu-
rales, como funcionales, especialmente los que describen la actividad bio-
magnética asociada, aún no han sido descritos. Baste mencionar que tales
mapas se fundamentan en las disposiciones neuronales en forma de matri-
ces tridimensionales.
Podemos decir finalmente que, la percepción inconsciente de la estruc-
tura semántica de una forma visual, es un proceso preverbal, por cuanto no
requiere de la atribución consciente de significados a los códigos del men-
saje, cuya efectividad radica en su analogía con el referente cortical del
EVF. Consecuentemente, los hechizos también operan con arreglo a la ex-
presión verbal de los sinónimos algebraicos del concepto fuerza.

El Espacio Verbal Finito y las Sincronías.


Se entiende por sincronía la emisión simultánea de comportamientos
similares por parte de dos o más sujetos, o la ocurrencia simultánea de un
evento y su representación mental, sin relación causal aparente entre ellos.
Habitualmente a estas coexistencias se las denomina casualidades o eventos
azarosos.
Tal simultaneidad, de acuerdo a los hallazgos del EVF, en realidad se de-
riva de procesos cognoafectivos y fisioconductuales también similares, que
se generan a partir de las mismas zonas de vocabulario activas en los suje-
tos. Dos personas de una misma cultura con el mismo Nivel de Significancia
Individual, con acceso a la misma zona del EVF, ocupantes de una misma
zona geográfica, ciertamente tendrán pensamientos similares y emitirán
comportamientos similares, en un incesante flujo conductual que even-
tualmente coincidirá espaciotemporalmente.
La llegada simultánea a una fiesta de dos caballeros que no se conocen,
que arriban ambos en taxi, vestidos con camisa verde y pantalón blanco,
acompañados cada uno de una pareja de tez morena, con un peinado a base
de laca, es un caso de sincronía. Un sujeto que se cruza en la calle con una
persona desconocida que lleva escrito en su franela “John Coltrane”, justo
en el momento en que va reproduciendo mentalmente los sonidos del cla-
222
Las Ciencias Sociales en Venezuela

rinete de la versión del músico del tema “My Favorite Things”, es otro caso
de sincronía. En ambas ocasiones la coexistencia en el mismo lugar y al
mismo tiempo de condiciones idénticas, similares o relacionadas, se deri-
van de una larga cadena de acciones y reacciones, emitidas por sujetos con
el mismo universo verbal.
En este sentido, el destino puede ser definido como una sincronía entre
sujetos con el mismo Nivel de Significancia Individual. Se puede sostener,
que del EVF de cada sujeto, se deriva un Espacio Conductual vasto, pero
también finito, dentro de cuyos límites ocurren las coincidencias temporo
espaciales, con otros sujetos que acceden a la misma zona verbo conduc-
tual. Se entiende que existe una cierta probabilidad de emisión conductual
en un cierto momento y lugar, derivada del flujo de pensamientos que a su
vez son determinados por el EVF de los sujetos.
Esto implica que, así como se dan sincronías en el espacio y el tiempo, se
dan sincronías de la experiencia subjetiva de individuos diversos. Esto su-
pone la experimentación de procesos que, a pesar de ser inobservables,
son similares en sujetos independientes, con lo cual queda claro que cada
individuo posee al menos un doble fenoménico, otro sujeto con acceso a la
misma experiencia y que despliega el mismo flujo conductual que si mismo.
En este sentido, cada sujeto, en realidad son al menos dos, en tanto que más
de un individuo experimenta los mismos fenómenos. Por tanto, cada sujeto
es, necesariamente, un hombre par, noción que disuelve la creencia popular
de que el ser humano es único e irrepetible.
El EVF nos permite de esta manera, redefinir la noción de la naturaleza
humana, del destino y del mundo. Asumiendo la organización secuencial
como válida, al menos desde una postura heurística, desaparece el azar del
pensamiento y por tanto de la acción y los eventos, como una creencia sos-
tenible, redefiniéndose el mismo, como una propiedad combinatoria de zo-
nas verbales activas del espacio finito verbal. Desde esta perspectiva las es-
tructuras y procesos semánticos al modo de las redes propuestas por Co-
llins y Quillian (1969), se ubican como subestructuras del orden matricial
del EVF y no como estructuras fundamentales del pensamiento y el len-
guaje.

Niveles de Significado
Las implicaciones y derivaciones del EVF descritas hasta aquí permiten
identificar niveles diferentes de significado para las interacciones comuni-
cativas del ser humano con sus congéneres y con el mundo. Es posible dis-
223
Hebert L. Tovar

criminar al menos cinco (5) niveles para los términos y expresiones cons-
titutivas del idioma del hablante:
Nivel 1: Significado Verbal: es la definición derivada de la relación sígnica
o simbólica de los términos implicados en el mensaje. Tómese por caso, el
término “libélula”.

Término Significado
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, esta palabra proviene del latín científico libellula,
diminutivo de libella 'libélula', que significa 'nivel', 'balanza', porque
se mantiene en equilibrio en el aire. Define a un insecto del orden de
Libélula
los odonatos, de cuerpo largo, esbelto y de colores llamativos, con
ojos muy grandes, antenas cortas y dos pares de alas reticulares, que
mantiene horizontales cuando se posa, y que vive en las orillas de
estanques y ríos.

Nivel 2: Significado Formal: aquel referido a la forma textual plana o


sólida que aparece al superponer la palabra en una matriz del Espacio
Verbal Finito, en este ejemplo específico, del español para palabras de dos
letras.

Forma textual plana de: “Libélula”

Nivel 3: Significados Polisémicos Formales: conformados por las ideas a


las que refiere la figura de la forma textual plana o sólida emergida del
mensaje. En este caso, la figura plana puede ser interpretada como el
número cuatro (4), o como la silueta de un banderín, por identificar solo
224
Las Ciencias Sociales en Venezuela

dos referencias.
Nivel 4: Significados Polisémicos Verbales: referidos a las ideas que
surgen de los significados polisémicos formales. En este caso, la idea del
número cuatro asociada con la figura de un banderín, puede combinarse
en la expresión: “Cuatro banderines”.
Nivel 5: Significado Sintético: referido a la síntesis de todos los niveles
anteriores para generar una idea más compleja diferente a sus ideas com-
ponentes. En este caso, la idea de un insecto esbelto de alas horizontales y
la idea de cuatro banderines, puede entenderse como: “El esbelto insecto
de cuatro banderines”, expresión cuyo sentido exacto dependería del con-
texto. Pero, generando otro nivel de síntesis, “la libélula” puede entenderse
como un símbolo de “el equilibrio” atendiendo a su origen etimológico y
“los cuatro banderines”, como cuatro banderas, símbolo de cuatro nacio-
nes. En su forma sintética final, el mensaje puede ser: “El equilibrio de cua-
tro naciones”.
Es evidente, que los dos primeros niveles posibilitan el establecimiento
de significados precisos y unívocos para el mensaje, pero que los demás
niveles refieren a procesos de significación imprecisos que dependen de la
proporción de Significancia Individual y del Perfil Semántico de quien está
realizando la interpretación del mensaje. Sin embargo, la posibilidad de un
lenguaje formal que permita una comunicación sintética, aparece viable
aunque no exenta de complejidad.
Es posible la identificación de un sexto nivel semántico, conformado por
las cadenas de textos a las que refieren las formas de cada uno de los ca-
racteres de los términos implicados en el mensaje, como ya se ha descrito
en la sección Los caracteres como Formas Textuales Planas, en lo que
podría describirse como un nivel de Significado Implícito. Sin embargo,
considerando que las formas de los caracteres refieren a cadenas que se
estructuran como un texto poético, un relato o un discurso, es imprecisa su
categorización como un nivel semántico propiamente dicho o como una
forma expresiva propia del lenguaje mismo, es decir, a la cualidad expre-
siva del texto en tanto que objeto material.
Ahora bien, como ya se ha dicho, estos diferentes niveles semánticos de-
terminan a su vez diferentes niveles comunicativos atendiendo al tipo de
significados implicados en la decodificación de los mensajes que se inter-
cambian. Se asume aquí, la ocurrencia de una comunicación de alto nivel
que se da cuando la decodificación se realiza en el primer nivel de signifi-
cado de los términos constitutivos de los mensajes, lo cual requiere, pre-
225
Hebert L. Tovar

dominantemente, de un proceso atendido de atribución consciente. Mien-


tras que la comunicación de bajo nivel se da a través de procesos de per-
cepción, atribución y decodificación inconsciente de los significados del
resto de los niveles. Podemos designar a este nivel como comunicación in-
consciente.
Es necesario hacer una precisión acá. Si bien el primer nivel semántico
opera predominantemente de acuerdo a procesos conscientes de atribu-
ción en la interacción comunicativa, los significados verbales, también ope-
ran de manera inconsciente, incidiendo de manera eficaz sobre el compor-
tamiento. Esta condición es especialmente clara en los casos de polisemia.
Ilustremos esta particularidad con el término “margarita”, al cual se le atri-
buye el significado convencional de “flor” en el mensaje: “Eres tan bella
como una margarita”. Pero ese mismo término posee al menos dos signifi-
cados adicionales “bebida alcohólica” y “región del Estado Nueva Esparta”.
Esos significados no atribuidos conscientemente en el contexto del men-
saje, sin embargo forman parte de los significados verbales posibles para
ese término. Esos significados no atribuidos conscientemente, emergen
desde el espacio semántico inconsciente del sujeto e inciden de una forma
desatendida en sus representaciones, intenciones y acciones.
Ahora bien, podemos hacer referencia a una comunicación sintética
cuando en la interacción entre los dialogantes, se dan procesos de atribu-
ción de quinto nivel, habitualmente desatendidos, pero que gracias a un es-
tado de aceleración perceptual, pasan al control consciente. En términos
precisos, la comunicación sintética implica la codificación y decodificación
de los significados verbales, formales y polisémicos de los mensajes inter-
cambiados en los actos comunicativos, cuya exigencia cognitiva, especial-
mente la identificación de los significados formales de una gran cantidad
de palabras durante el flujo de un diálogo, puede alcanzarse mediante el
entrenamiento.
Por ejemplo: para obtener las palabras que contiene una imagen, du-
rante una conversación de bajo nivel, el sujeto debe superponer mental-
mente dicha imagen sobre la matriz del EVF e identificar las cadenas de ca-
racteres correspondientes a cada punto de la imagen. Pero para ello, re-
quiere conocer los siguientes datos:
a) El tamaño de la palabra base, necesario para la reconstrucción de
los segmentos del mensaje. A lo largo de este trabajo, por razones
didácticas, ha sido expuesta una matriz de palabra base de dos ca-
racteres, pero este tamaño puede variar libremente.
226
Las Ciencias Sociales en Venezuela

b) Las dimensiones de la matriz con que fue creada la imagen plana o


sólida.
c) El punto de inicio del polígono, la silueta o el sólido.
d) La escala de la imagen con respecto a la matriz.
Si no cuenta con esta información, es necesario que el sujeto haga prue-
bas de significancia en matrices de diferentes dimensiones, probando cada
punto de la imagen como punto de inicio, en cada punto de la matriz.
En definitiva, en un proceso de comunicación sintética, que implica la
codificación y decodificación de imágenes, dado el texto, se obtiene la ima-
gen y dada la imagen, se obtiene el texto, proceso cognitivamente exigente
solo posible bajo un entrenamiento en aceleración perceptual.

El Espacio Verbal Finito y el Código Genético.


Al observar la representación matricial de los cálculos y las cantidades
de palabras posibles del EVF (ver Tabla Nº 1), se advierte que los datos se
distribuyen dibujando una figura triangular definida con los valores de
cada punto de la matriz. Este hecho en apariencia sin importancia, en
realidad posee una relevancia considerable que nos permite aproximarnos
a la propiedad genética del EVF y al tratamiento especial de las formas
triangulares por diversas culturas, desde tiempos inmemoriales.
Siguiendo otra de las hipótesis Todd – Fechner (en Fechner, 2013, p. 5-
10) que propone la existencia de una suerte de “restos” semánticos arcai-
cos en los términos de uso actual, puede proponerse una interpretación al-
ternativa al origen del doble significado de la palabra “matriz” que, según el
DRAE, refiere tanto a una tabla de doble entrada de datos, como al órgano
reproductor femenino, entre otras referencias. La concepción habitual ex-
plica la asociación del útero femenino con una tabla de datos de doble en-
trada, a partir de su cualidad genética: el útero engendra un nuevo ser,
mientras la tabla de datos, genera perfiles, estructuras de posiciones, ten-
dencias y configuraciones variables.
Es posible una interpretación alternativa de esta asociación, conside-
rando la común forma triangular que caracteriza tanto al útero y a la vulva
femenina, como a la forma que toman los cálculos y resultados del EVF. De
hecho, las variaciones para cada grupo de caracteres de un alfabeto dado,
necesariamente disponen los datos de manera que se represente en cada
fila un valor adicional a la fila anterior. Los resultados también se disponen
de manera tal que cada fila posee dígitos adicionales a la fila anterior. Este
227
Hebert L. Tovar

comportamiento inherente a tales funciones matemáticas, necesariamente


genera una forma triangular para los cálculos, otra para los resultados y
otra para el espacio que separa ambos tipos de datos. La tabla del EVF de
cualquier alfabeto, con su apariencia triangular, posee así una similitud
formal con el aparato reproductor femenino, especialmente con la vulva.
Desde este punto de vista, el triángulo simbolizaría tanto a la matriz del
EVF, generadora de todas las palabras posibles de un alfabeto dado, como a
la matriz femenina, generadora de un nuevo ser, cualidad genética que
concuerda con la interpretación habitual.
Pero, la cualidad genética del EVF, es más profunda. Considerando que
la existencia efectiva de las personas se desarrolla a través de sus pensa-
mientos, sentimientos y acciones en el mundo, todos ellos procesos regula-
dos por el lenguaje, el cual a su vez opera con base a las palabras, puede
afirmarse que el EVF es una fuente generadora de experiencia humana, una
matriz que engendra humanidad, no en su connotación orgánica, sino fe-
noménica. El triangulo, como la forma de los datos que generan todas las
palabras posibles y por tanto toda la experiencia posible de un grupo
humano, vendría a representar, en efecto, una forma que da origen a seres
humanos. Fertilidad y creatividad son los significados más inmediatos para
tal figura. Desde esta perspectiva, los datos y los cálculos contenidos en la
matriz del EVF, constituyen un código genético humano.
Considerando que la estructura triangular del EVF es válida para matri-
ces de cualquier alfabeto, (siempre que se empleen las variaciones con re-
petición limitada), así como también, su función genética, se comprende la
relevancia que diferentes culturas le han otorgado a esta forma geométrica,
a través de la historia. El probable conocimiento del EVF, puede ser el ori-
gen del tratamiento simbólico especial que egipcios, hindúes y cristianos,
por citar solo algunos ejemplos, le han atribuido, así como la multiplicidad
de referencias con las que ha sido asociada.
Tal vez las mismas prácticas de la alquimia en algún punto de su evolu-
ción pudieron agregar a la combinación y experimentación con sustancias
diversas para la síntesis artificial del oro, la investigación de la estructura
subyacente a toda sustancia, la cual necesariamente implica una construc-
ción simbólica y por tanto verbal. Ya se ha mostrado como las posibilidades
tridimensionales del EVF, sugieren una estructura verbal para la materia.
Por tanto, la sospecha de un conocimiento ancestral del EVF, parece plau-
sible.
Goethe (1864) parece suministrar veladamente indicios que reafirman
228
Las Ciencias Sociales en Venezuela

esta sospecha cuando pone en boca de Fausto, unos versos muy sugeren-
tes:
“Si, conoceré el curso de las estrellas; y, si la Naturaleza quiere
instruirme, sentiré desarrollar y engrandecer mi alma, lograré
saber de qué manera un espíritu habla con otro espíritu! En
vano trataría de adivinar los caracteres sagrados con la ayuda
de un árido sentido común. Vosotros que revoloteáis alrededor
de mi, vosotros espíritus, si comprendéis mis palabras, satisfa-
ced mis deseos! (Abre el libro y repara en el signo del mucrós-
como).
Al ver este signo, mi cuerpo se ha conmovido profundamente.
Siento hervir en mis venas el fuego de la juventud y los más pu-
ros deleites. Serán acaso obra de un Dios estos signos que apa-
ciguan la tempestad de mi alma, llenan de alegría mi corazón, y
que, de un modo estraño y misterioso, desenvuelven a mi alre-
dedor los elementos de la naturaleza? Soy un dios tal vez? Todo
se presenta claro a mis ojos: con estos sencillos caracteres, des-
cubro a la perfección el secreto de la actividad de la naturaleza”

Tras la fachada de estar haciendo referencia a los signos propios de la


alquimia, cuando Goethe refiere los caracteres sagrados que develan los
misterios de la naturaleza ante sus ojos al punto de hacerle dudar si es un
Dios o no, bien pudiera estarse refiriendo a la capacidad de representación
de la materia y de predicción de los eventos, que posee la estructura orde-
nada de los sencillos caracteres del alfabeto.

Variación de los caracteres y su impacto en el EVF


Es evidente que toda la estructura del EVF, sus capacidades y limitacio-
nes, dependen de la cualidad y cantidad de sus caracteres componentes.
Así, las variaciones en la forma de un caracter, afectan al sonido que repre-
senta, a las posibles combinaciones que se pueden realizar con él, y por lo
tanto, a las palabras y significados posibles en los cuales puede intervenir.
De igual forma, la supresión o incorporación de un caracter al alfabeto, im-
pacta directamente las dimensiones del espacio verbal que de él se deriva.
Tales variaciones de los alfabetos, es indispensable insistir, se dan en el de-
venir histórico y cultural de las naciones que lo usan.
Estas consideraciones revisten especial importancia por cuanto cual-
quier modificación al alfabeto de un idioma dado, implica también la modi-
229
Hebert L. Tovar

ficación del espacio semántico de ese idioma y por tanto, de la experiencia


posible de los hablantes de ese idioma, de la representación material del
pensamiento posible de esos hablantes, así como del discurso posible del
mundo material que los rodea.
En este sentido, la eliminación de las letras ch (che) y ll (elle) del alfa-
beto oficial del español por decisión del X Congreso de la Asociación de
Academias de la Lengua Española, celebrado en Madrid, en 1994, bajo el pre-
tendido argumento de adaptarse a la tendencia de la mayoría de los alfabetos
latinos hacia la eliminación de los dígrafos (letras de dos caracteres), genera la
consecuencia práctica de la reducción del EVF. Al disminuir la cantidad de le-
tras de 29 a 27, tenemos:

EVF 29 2.659.389.230.059.830.000.000.000.000.000.000.000.000.000,00
EVF 27 460.481.353.175.462.000.000.000.000.000.000.000.000,00
Diferencia 2.658.928.748.706.650.000.000.000.000.000.000.000.000.000,00

Es decir, el EVF se reduce en: Dos septillones seiscientos cincuenta y ocho


mil novecientos veintiocho sextillones setecientos cuarenta y ocho mil sete-
cientos seis quintillones seiscientos cincuenta mil cuatrillones de palabras
posibles menos. Esto implica una disminución del espacio semántico posible
y por tanto de la experiencia humana posible, cuyas consecuencias ontoló-
gicas y políticas, pueden entreverse.
Una medida más plausible, en ausencia de intereses aviesos y orientada
hacia la optimización del alfabeto, hubiese sido la modificación de la forma
gráfica de los dos caracteres de cada letra de manera que se fundieran en
uno solo conservando su sonido, tal como ocurrió, en el devenir del tiempo,
con las dos uves (v) que se fundieron en la uve doble (w) como una letra
diferente de sus caracteres componentes.
Si nos acogemos a la línea de razonamiento que pretende justificar la
eliminación de los dígrafos, se podría argumentar que existiendo la uve en
el alfabeto, podemos eliminar la uve doble, ya que su función puede ser
asumida por la repetición del caracter único, desconociendo la continuidad
cultural de su origen histórico. De tal forma, escribiríamos VVashington,
vvhisky o VVanda. Lo mismo aplicaría para la ñ, que representa una doble n,
como en el término original en latín annus, que derivó en la palabra caste-
llana año. Al eliminar la ñ, su función retornaría a la doble n original, de
forma que escribiríamos maranna, pennasco, punno, para satisfacer un su-
puesto criterio de economía de caracteres.

230
Las Ciencias Sociales en Venezuela

En todo caso, las supresiones de caracteres del alfabeto cualquiera sea la


razón que pretenda justificarla, implica una reducción de las dimensiones
del EVF, disminuyendo concurrentemente, sus capacidades de representa-
ción y sus posibilidades semánticas. Un EVF más pequeño impuesto como
pauta cultural, solo puede estar en el interés de quienes pretenden la pre-
dicción del pensamiento y del comportamiento de manera más eficaz para
satisfacer oscuros fines.
Una muestra del carácter instrumental de tal pretensión reductora del
EVF la encontramos en Simón Rodríguez (1828), quien llegó a formular la
idea de eliminar letras del alfabeto español que él consideraba innecesa-
rias, para aumentar la eficacia comunicativa del lenguaje escrito, el cual a
su vez, debía fundamentarse en reproducir la expresión oral. En la intro-
ducción de su obra Sociedades americanas conocida como Pródromo ex-
pone:
4La Lengua y el Gobierno de los Españoles están en el mismo
estado…. Necesitando reforma y pudiendo admitirla, por una
parte, y por otra, los Reformadores tentando de varios mo-
dos, sin dar con el verdadero.

(…)

El dogma de cualquier lenguaje es Hablar para entenderse y


el de una lengua nacional es que...todos los nativos la articu-
len, la canten, la construyan y la escriban, del mismo modo.

(…)

Parece que la Lengua no necesita de letras —que como se


forma puede conservarse— por tanto, que la economía de la
palabra está en la boca.

4 El texto original posee una distribución espacial, tipografía, diseño y puntuación que ha
sido omitida en esta mención. Por cuanto tal distribución implica una puntuación
implícita, se remite al lector a la fuente original para conocer la forma visual y expositiva
del autor. Existe una edición que conserva la forma original del autor: Simón Rodríguez.
(1990) Sociedades americanas. Prólogo de Juan David García Bacca. Biblioteca Ayacucho :
Caracas.

231
Hebert L. Tovar

Piénsese en las funciones de la Escritura, y se conocerá la


importancia de la Ortografía. Todo lo que se confía a la tradi-
ción oral, se arriesga.

(…)

La Ignorancia del arte de escribir, sobre todo entre las muje-


res, hizo que en España se perdiesen las dobles letras del
latín: tanto mejor. La Academia Española ha publicado varias
veces su Ortografía Castellana y siempre alterando.

(…)

Limpia, fija, y da esplendor, es el mote de la Academia; pero


no se limpia de signos inútiles el alfabeto, pero no se limpian
las cajas de la imprenta de todas las letras viejas, para que no
haya especies y variedades de líneas y formas.

Un signo para cada articulación... , y siempre el mismo ....


sería preferible a la profusión de caracteres que lucen en la
portada de un libro. Letras cuadradas y redondas, con cola,
con pelos y con dientes, unas acostadas y otras de pie, son
buenas para ejercitar el buril, no los ojos. Si se limpiase el
alfabeto, podría fijarse, y ya fijo, se conservaría invariable:
entonces tendría el esplendor de la claridad.

Si los Españoles no pronuncian ni v... ni h... deberían supri-


mirlas. Si tienen un signo de guturación fuerte en la k....,
harían bien en desterrar la c... y la qu...

Si tienen otro signo para la guturación suave en la g... sola


¿para qué la acompañan con la u....? La z.... con todas las vo-
cales ahorraría la etiqueta que guarda con la c....

Tal propósito, lo enmarcó en el contexto de la propagación del ideario


republicano apenas finalizada la guerra de independencia americana. Se
entiende que la limpieza del alfabeto de caracteres innecesarios y su uso
para transcribir la forma de hablar y pronunciar de los castellanos, simpli-
ficaría la ortografía para facilitar la expresión y comunicación de las ideas
políticas de las nacientes repúblicas.

232
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Es generalmente admitido, por declaración de la Academia


Española, el dar tres principios al arte de pintar las palabras.

l.° El origen, para conservar su significación primitiva.


2.° El uso constante, para sujetarse a la práctica de la gente
culta.
3.° La pronunciación, para conformarse con la boca, cuando
ni el origen ni el uso deciden.

Resúmanse los tres principios en uno, y escríbase como se


habla, puesto que, en su origen, los sonidos representaron
las cosas, y las letras la boca.

(…)

De escribir como se pronuncia en Castilla, resultarían ven-


tajas.... de poner tropiezos al que escribe… ningunas.

Pero, que pronunciación pintaremos (se preguntarán las


gentes) si en América no hay ni región ni lugar donde se arti-
cule con pureza el castellano?.... Para que Genio establece-
remos Gobierno, si en América hay tantos Genios como ra-
zas?

La pregunta pide que se declare el proyecto de esta obra.

SE DEDICA a los que conocen ya la sociedad— a los que tie-


nen costumbres formadas para vivir bien bajo el Gobierno
Monárquico en que nacieron.... pero

SE DIRIGE a los que entran en una sociedad que no conocen


—a los que necesitan formar costumbres de otra especie,
para vivir bajo un Gobierno diferente del que tuvieron sus
padres.

La generación que pasa debe leer esta obra para criticarla.


La que empieza su carrera, debe hacerse cargo del plan para
ejecutarlo en calidad de ensayo.

233
Hebert L. Tovar

Hagan los Padres de familia con los proyectos de Reforma lo


que hacen con el alimento que dan a sus hijos.... Exami-
narlo.... probarlo.... y decir (como dice cada uno en más de un
caso).

«Si yo comiera esto.... me moría pero.... para muchachos es


bueno come hijo!... ¡quién tuviera tu estómago! cuando yo
era de tu edad.... comía cosas más pesadas y no me enfer-
maba...»

En efecto (podrá decir el que los oiga) ¡quien se tragó la


pragmática sanción de Carlos 3º sobre matrimonios?...... y
........ ¡quien se tragaba, algunos años antes, todo un tribunal
de la Inquisición.......... sin reventar ............. podría muy bien
haberse tragado este proyecto sin hacer gestos.

Enséñese a hablar la lengua de los Castellanos. Enséñese a vi-


vir según los preceptos de la filosofía social y fácil será pintar
la boca con las letras y la moral con las obras.

El énfasis de Rodríguez en disminuir la extensión del alfabeto, podría


indicar un conocimiento de las propiedades combinatorias del EVF, por
cuanto, la eliminación de tales caracteres disminuiría no solo el espacio
semántico, procesos como la polisemia y los errores de pronunciación, sino
que alteraría también la propia experiencia humana.
Otro indicio de su posible conocimiento de las propiedades gráficas del
EVF, se observa en su planteamiento de que a través de las letras se pintan
los pensamientos. Aún cuando nunca dio a conocer públicamente una fi-
gura elaborada con caracteres, su referencia a la cualidad plástica de la es-
critura podría estar indicando alguna forma de mensaje codificado para
que el lector iniciado pudiera identificarlo como un conocedor.
Aún cuando Rodríguez nunca llegó a realizar una implementación
práctica de su idea de reducir el alfabeto, es clara la perfecta comprensión
que demostraba de la relación entre el lenguaje como forma de expresión y
propagación del pensamiento político y el rol fundamental del alfabeto
como base material del mismo.
Al igual que Goethe, Rodríguez daba indicios de tener acceso al conoci-
miento del EVF. Siendo que ambos conocían a Francisco de Miranda y al
Barón von Humboldt, en el contexto de la guerra y la posguerra de inde-
234
Las Ciencias Sociales en Venezuela

pendencia venezolana, no luce demasiado aventurado arriesgar una posi-


ble colaboración entre el alemán y el caraqueño, en este aspecto. En todo
caso, la tentación inicial del autor de subordinar el lenguaje y el alfabeto al
servicio del nuevo poder republicano, emerge con claridad, pero tal vez,
desistió de ella por cuanto el mayor poder para la causa implicaba también
una menor variabilidad en el ser del nuevo ciudadano, una mayor predicti-
bilidad y menor libertad, condiciones todas contradictorias con el resto de
su discurso libertario. La hipótesis del alfabeto como generador de expe-
riencia humana y por tanto como fuente de poder, cuenta por tanto, con un
apoyo histórico relativamente reciente.

Conclusiones.
La primera consecuencia de sostener la existencia de un Espacio Verbal
Finito como una estructura subyacente del lenguaje y la materia, implica
asumir que el pensamiento, en su naturaleza simbólica, está delimitado no
por las reglas lógicas del lenguaje, como enseña la tradición platónica y
aristotélica, y como llegó a sostener el primer Wittgenstein (2007), ni por
su función cultural, como sostuvo el segundo (Wittgenstein, 2004), sino
por la base material del mismo, el orden alfabético, del cual se desprenden
las palabras representables y pensables. Es importante recalcar, que tal
delimitación no implica causalidad, por cuanto pensamiento y lenguaje se
asumen como dimensiones de la misma realidad, no como determinantes
el uno del otro. Lo que se delimita es el pensamiento expresable y comuni-
cable, no el proceso mismo de pensar, que de hecho posee además, cuali-
dades enactivas e icónicas independientes del verbo.
La expresión del pensamiento, por tanto, estaría delimitada de manera
presemántica y preacústica, por cuanto la derivación y el flujo del mismo
no dependerían del desarrollo de cadenas significantes de origen conven-
cional y acústico, a partir de las interacciones con el medio, sino que estaría
preestablecida icónicamente en formas geométricas implícitas en las pala-
bras aprendidas y usadas para expresarse. Estas formas predefinirían en-
tonces, las palabras usables en contextos particulares, independientemente
de su significado. Esto aplica para la palabra hablada que se adquiere antes
de la lectoescritura y por tanto antes del conocimiento consciente del or-
den del alfabeto. Si bien el habla aparece antes que la lectura, los sonidos
del habla y sus combinaciones son posibles gracias a la secuencia ordenada
del alfabeto. En este sentido el ser humano aprende primero a usar el or-
den alfabético y luego se hace consciente de él. Este fundamento es el que
hace posible que incluso las personas invidentes puedan aprender a leer
235
Hebert L. Tovar

sobre la base de la combinación de secuencias de caracteres percibidos por


el tacto.
La segunda implicación de tal noción isomórfica entre el verbo y la ma-
teria exige asumir la ordenación de ésta última en el espacio como una cua-
lidad existente y no sólo como el resultado de un proceso cognitivo, a me-
nos que se asuma como válida, la postura de que toda la materia ocupa un
punto único del espacio. Exige, por tanto, considerar que la capacidad
humana para percibir relaciones entre los objetos, que denominamos
tiempo y espacio, se deriva de la real existencia de elementos separados y
en relación, no unificados e indistintos. Si esto es así, aún cuando la reali-
dad posea otras características imposibles de conocer para el hombre,
puede sostenerse que la materia es al menos, pero no exclusivamente, un
conjunto ordenado en el espacio y el tiempo. Es clara la posición monista
asumida aquí.
De allí, que la noción isomórfica se extienda hasta la base orgánica del
pensamiento, el cerebro, que en tanto materia, puede entenderse ahora
como una organización de neuronas distribuidas espacialmente en una ma-
triz tridimensional. Así, las 86 a 100 mil millones de neuronas que confor-
man un cerebro humano, pueden representarse en un gráfico de tres ejes,
en el cual se identifiquen aquellas que se activen, en un patrón dado, con la
percepción de figuras o de palabras en forma de texto o de sonidos.
Este principio del EVF concuerda con el enfoque de las Neurociencias
que se ha estado desarrollando durante los últimos 30 años el cual se vale
de técnicas de Neuroimagen, especialmente la Magnetoencefalografía Fun-
cional, para identificar las zonas corticales responsables de los procesos
cognitivos básicos: sensación, percepción, memoria, pensamiento y len-
guaje. (Hernando, 2007; Maestu, 2005). Las neuroimágenes no solamente
pretenden la identificación de mapas corticales para la localización espacial
de los procesos cognitivos, la mayoría de ellos inéditos por razones obvias,
si no que, con mayor relevancia desde la perspectiva de la hipótesis del
EVF, pretenden, no sin dificultades importantes, identificar la base tridi-
mensional del pensamiento, por cuanto el grupo neuronal activado cuando
se genera un pensamiento, se dispone en forma de una red poligonal de
neuronas, una estructura de alambre o un sólido.
Mediante estos procedimientos, las neurociencias han podido identificar
regiones de proyección sensitiva y de proyección motora, con bastante
precisión, pero tropieza con dificultades importantes para identificar las
funciones cognitivas de las áreas de asociación. Tales dificultades se rela-
236
Las Ciencias Sociales en Venezuela

cionan con una multiplicidad de variables que inciden en los patrones re-
gionales de activación, tales como: el tipo de material estímulo (significa-
tivo, no significativo, visual, sonoro, audiovisual, bidimensional, tridimen-
sional), el tipo de estrategia cognitiva para el procesamiento del material,
la edad de los sujetos experimentales e incluso la misma plasticidad cere-
bral que posibilita que una región asuma la función normalmente locali-
zada en otra. Pero tal vez la mayor dificultad para la investigación de la
base material del pensamiento, la constituya el hecho de que una misma
modalidad estimulativa, un único proceso cognitivo, un único tipo de pro-
cesamiento del material estímulo, activa múltiples regiones discontinuas
de la corteza en una secuencia temporal en serie o paralela.
A pesar de la complejidad descrita, se sabe que la activación neuronal se
lateraliza en el hemisferio izquierdo para procesos lingüísticos de sujetos
diestros, especialmente castellanoparlantes (Papanicolaou y otros, 1999).
Se sabe además que este proceso de lateralización se ve influido por la len-
gua materna de los sujetos y por su sistema de escritura. Valaki y otros
(2003) encontraron en un estudio con participantes japoneses con domi-
nio en los tres sistemas de escritura existentes en ese idioma, que el Kanji y
el Hiragana estaban más lateralizados sobre el hemisferio izquierdo, mien-
tras que el Katakana estaba representado de forma más bilateral. Estos
hallazgos concuerdan con los principios del CGL y el EVF, que establecen
una correlación entre el sistema de escritura y los procesos cognitivos, así
como la mediación cultural de los mismos.
En todo caso, con independencia de las imprecisiones de la investigación
de las redes neuronales, la distribución espacial de los patrones de activa-
ción electromagnética cortical asociados a procesos cognitivos dados, defi-
nen figuras tridimensionales que son la base material del pensamiento. Las
neurociencias suministran, por tanto, evidencias de la cualidad tridimen-
sional y material de los procesos cognitivos, tanto como el CGL, define un
método de representación tridimensional del pensamiento en tanto len-
guaje. Evidentemente, las figuras resultantes de uno y otro enfoque, no son
equivalentes, ni idénticas. Lo que es común a ambos es la fundamentación
en un orden espacial y temporal de elementos (estructura) y la concepción
de la cognición como generación de figuras (función).
La conclusión que emerge claramente de tales supuestos es la definición
del pensamiento y el lenguaje como estados de la materia. Es decir, el pen-
samiento verbal o visual, puede asumirse como un cambio de estado mate-
rial que va de no energizado a energizado. En términos estrictos, podemos

237
Hebert L. Tovar

decir que pensar es generar electricidad. O también, que un pensador es


una fuente de energía, con lo cual las expresiones “pensamientos brillantes”,
o “ideas oscuras” dejan de ser metáforas para constituirse en expresiones
descriptivas de procesos biofísicos.
Sin embargo, las neurociencias aún no alcanzan el grado de desarrollo
de la brujería rigurosa, ya que si bien es cierto que han generado avances
en la lectura del pensamiento a través de la correlación entre neuroimáge-
nes y cogniciones, así como también han podido generar movimientos cor-
porales sencillos a través de la estimulación de zonas motoras específicas
del cerebro, los modelos matemáticos que han desarrollado para predecir
los patrones de activación de redes neuronales, todavía no pueden simular
satisfactoriamente los procesos cognitivos, ni emotivos, ni conductuales
con finalidad adivinatoria. Esto es válido tanto para los modelos desarro-
llados a partir de técnicas electro encefalográficas, como magneto encefa-
lográficas, basados en métodos numéricos, en teorías cualitativas de ecua-
ciones diferenciales, teorías de las bifurcaciones, métodos de pequeño
parámetro y los más recientes procedimientos de análisis de la vía (path
analyses) que intentan explicar las relaciones entre diferentes estructuras
cerebrales a través de correlaciones de actividad (Mc Culloch y Pitts, 1943;
Wilson y Cowan, 1973; Amari y Takeuchi, 1978; Troy, 1978; Hoppensteadt,
1986; Cronin, 1987; Buchholtz y otros, 1992; Chauvet, 1993; Sánchez y
Maini, 1997; Gold y Buckner, 2002; Friston, 2002). Las neurociencias per-
manecen lejos de la generación de pensamientos y comportamientos com-
plejos y específicos mediante estimulación bioelectromagnética.
En cambio, la hipótesis del EVF en el contexto del CGL, ha demostrado,
como ha quedado suficientemente expuesto a lo largo de este trabajo, que
los principios, métodos, técnicas y procedimientos de la brujería, pueden
ser reducidos a procesos de comunicación de bajo nivel, donde una instan-
cia de control predice la experiencia de un sujeto definido como objetivo. Es
claro también, que la recolección integrada y contextualizada de los datos
referidos a la cognición, emoción y comportamiento de los sujetos, tratados
mediante una representación geométrica plana y espacial, permiten el
grado de predicción que las neurociencias anhelan y que pareciera que
permanecerá lejos de su alcance por un largo tiempo. La investigación fu-
tura probablemente optimice los procedimientos incipientes de las Neu-
roimágenes de Campo hasta superar las actuales Neuroimágenes de Labo-
ratorio. En tanto, el paradigma comunicacional, sigue siendo superior en
poder explicativo y posibilidades tecnológicas a la aproximación neurofi-
siológica.
238
Las Ciencias Sociales en Venezuela

La tercera conclusión que emerge con fuerza de esta investigación con-


siste en la verificación de la pararealidad como un proceso cognitivo. Los
trabajos de Estrella (2013) ya han identificado a la pararealidad como un
estado mental de izquierdo, mediante el cual el sujeto puede acceder a los
contenidos inconscientes presentes en su interacción con el medio. En el
contexto de este trabajo podemos sostener con mayor precisión, la noción
parareal como lenguaje comunicativo que se hace efectivo en un continuum
consciente-inconsciente.
En efecto, la derivación de formas bidimensionales o tridimensionales a
partir de textos y viceversa, implica un proceso de comunicación de bajo
nivel en el cual se intercambian figuras implícitas en las palabras que se
comunican y palabras implícitas en las figuras, con sus correspondientes
significados, tanto semánticos como algebraicos. Este intercambio es in-
consciente y desatendido pero incide en la cognición y el comportamiento
de los interlocutores. El conjunto de todas las interacciones comunicativas
de bajo nivel de un grupo humano dado, puede entenderse como un tipo de
relaciones sociales, por tanto, de realidad social, fuera del alcance de la
conciencia. Una suerte de sub-realidad, realidad alterna o pararealidad,
a la cual solo es posible acceder a través de métodos analíticos como los
descritos en este trabajo o a través de un estado acelerado de la conciencia
que posibilite la comprensión atendida y la producción deliberada de men-
sajes de bajo nivel, en las interacciones cara a cara, como sostiene Estrella.
Tal percepción tanto de mensajes verbales de bajo nivel, como de es-
tructuras semánticas implícitas en formas visuales, así como la incidencia
eficaz de los mismos en el comportamiento, permite sostener la existencia
de un proceso comunicativo inconsciente que se da de manera permanente.
En este flujo comunicativo, el sujeto no solo percibe desatendidamente
mensajes de otras personas, sino que percibe también estructuras semán-
ticas implícitas en las formas de los objetos. Por tanto, el sujeto no solo se
comunica con otras personas, sino también con el mundo material estable-
ciendo así una integración ecológica con la materia.
Los planteamientos aquí expuestos parecen indicar que la comunicación
humana ocurre de dos formas fundamentales: la comunicación analítica y
la comunicación sintética. Los procesos analíticos son aquellos en los cuales
se privilegia una modalidad de comunicación sobre las demás: la verbal
sobre la gestual, la consciente sobre la inconsciente, la visual sobre la acús-
tica. Mientras que en los procesos de comunicación sintética, ocurren si-
multáneamente todas las modalidades: el sujeto atiende al verbo, a los ges-

239
Hebert L. Tovar

tos, las imágenes y los sonidos, así como se hace consciente de los conteni-
dos implícitos en la interacción. Un sujeto que se comunica de modo sinté-
tico, accede a un estado de aceleración perceptual, en términos de Estrella,
que le posibilita la atribución de significados a la diversidad de unidades de
información que recibe, lo cual le permite así mismo, tomar conciencia de
lo inmediatamente antes inconsciente. Tal capacidad, lo faculta para acce-
der a contenidos habitualmente desatendidos e inalcanzables.
La última conclusión a la que podemos arribar, es que la significación
lingüística de las cosas, ya no puede concebirse como totalmente arbitraria
(simbólica), sino que emerge de la propia forma de los objetos y de sus es-
tados. En efecto, la identificación de la forma plana o sólida de una cadena
de texto, genera la consecuencia inmediata de poder identificar formas
únicas y específicas para sustantivos dados. El nombre de los objetos, no se
establece ya por convención arbitraria de la comunidad de hablantes del
idioma que los designa, sino que está contenido ya en su forma. Por ejem-
plo: la figura de una llave en una posición dada del espacio:

contiene su nombre: Or puru ropo oriri uire reu. Mientras que un sustan-
tivo como Tuyuyo totu hace referencia a un cuadrado específico, con una
ubicación espacial específica:

240
Las Ciencias Sociales en Venezuela

por lo cual, las cosas cuadradas del mundo de esas dimensiones especificas
y en esa ubicación espacial específica, pueden denominarse de esa manera.
Estas condiciones dan cuenta de un cierto lenguaje material, en tanto
contenido en la disposición espacial de los objetos. El lenguaje material de-
fine, por tanto, una cualidad ontológica para la comunicación sintética.
Como se ha podido observar, la hipótesis del EVF reviste una concepción
holística, que identifica elementos útiles para superar la dualidad entre el
mundo sensible y el mundo suprasensible que tanto ha ocupado el interés
del pensamiento humano desde las delimitaciones establecidas por Platón
y Aristóteles que definieron las bases de todas las dualidades posteriores,
entre ellas, idealismo-materialismo, racionalismo-empirismo, inducción-
deducción y las derivaciones menores contemporáneas como cuantitativo-
cualitativo.
La hipótesis del EVF emerge como una propuesta metafísica de rasgos
monistas. Si bien es claro que las categorías de orden, secuencia, tiempo y
espacio, sustento de la propuesta del EVF, son ideas que preexisten a la ma-
teria misma y que no parecen ser sus únicas cualidades, la concepción
misma de la materia como verbo, fundamentada en su necesaria condición
de elementos, cualesquiera que ellos sean, ordenados en el espacio, identi-
fica una dimensión sensible del mundo suprasensible del lenguaje. Es decir,
“lo” ordenado no se da ni dentro, ni fuera del sujeto, de ninguna otra ma-
nera que no sea en relación a los objetos, sean ellos materiales o inmate-
riales. La idea parece estar en la cosa, tanto como la cosa parece ser una
instancia de la idea.
Finalmente, y en ausencia de una denominación más adecuada, la pro-
241
Hebert L. Tovar

puesta del EVF se adapta a la noción de un cierto “sincretismo epistémico”,


que puede contribuir a superar las añejas oposiciones ya mencionadas.

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Las Ciencias Sociales en Venezuela

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Hebert L. Tovar

LA ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL:


DESCUBRIENDO EL AGUA TIBIA.
Tito Todd

Clase inaugural del Módulo: Control de la Conducta Económica del Diplomado en Eco-
nomía Sintética para Embusteros, organizado por la Nueva Escuela Sintética Conver-
gente de Caracas (NESC), 23 de Enero de 2014.

Buenos días estimados compañeros y bienvenidos una vez más a este


Diplomado de Economía Sintética. Mi nombre es Tito Todd y voy a ser su
profesor en el módulo de Control de la Conducta Económica. Soy un cultor
popular y durante muchos años, treinta y cinco, o tal vez más, me he dedi-
cado a las ciencias alternativas. Mi intención es compartir con ustedes dos
o tres cosas en las cuales creo que tengo bastante experiencia. Sin em-
bargo, no me considero dueño de la verdad ni con la autoridad para decirle
a nadie como vivir su vida. Así que siéntanse en la libertad de expresar sus
ideas, dudas e inquietudes, con toda libertad. Una cosa si les pido: por favor
háganme sus comentarios al final para no perder la ilación del tema.
Hoy no vamos a entrar de lleno en materia, solamente voy a presentar
algunas ideas fundamentales sobre el control de la conducta desde los en-
foques de la ciencia alternativa y la ciencia tradicional, como base para po-
der abordar más adelante, todo lo que tiene que ver con el control de la
conducta económica.
Muy bien. Lo primero que habría que decir sobre el control de la con-
ducta…. ¡Ah, perdón! No les he hablado sobre la evaluación, disculpen…
Fíjense… Este módulo consta de dos evaluaciones presenciales, una, de
10%, que consiste en un breve ensayo de no más de una o dos páginas, con
un análisis crítico sobre la aplicación de la Estadística Inferencial en la pre-
dicción del comportamiento animal y otra, de 90%, que consiste en la for-
mulación de un modelo para el control de la voluntad, sin límite de páginas.
Ambos trabajos en tamaño carta, a doble espacio, con tres centímetros de
margen y en Arial doce, entregados en físico. Bajo ningún concepto recibo
trabajos por correo, con los cortes de luz, los virus y otras cosas, nunca se
sabe. De todas formas, yo les mando el plan de evaluación por correo a más
tardar en el transcurso de esta noche.

248
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Francisco Faraco: Disculpe profesor, ¿y cómo hacemos los que no tene-


mos correo?

– Tito Todd: Bueno, en ese caso, creo que la escuela les hará llegar el
material en físico, probablemente con un Mototaxista. Yo prefiero que
eso lo consulten en administración. ¿Ok?

– Francisco Faraco: ¡Excelente!


Ok. Como les decía, lo primero que hay que decir sobre el control de la
conducta es que es mucho más fácil de lo que se cree normalmente. Esta-
mos muy acostumbrados a pensar que el ser humano es un ente muy com-
plejo y diverso, y que, por lo mismo, no hay dos personas iguales, que todos
somos únicos e irrepetibles, y lo más importante, altamente impredecibles.
Pues bien, eso no es tan así. En realidad, desde que el mundo es mundo y
el hombre está sobre él, es mucha la información que se ha acumulado so-
bre las fuerzas que gobiernan su comportamiento. Por ejemplo, no hay que
ser brujo, o mago, o clarividente, para predecir que cualquiera de ustedes
emitirá el comportamiento de retirar su mano, si yo se las puyo con un al-
filer. Ahí la cosa parece bastante clara y obvia, porque está involucrado el
hecho de que el ser humano, por muy complejo que sea, es un animal, con
un cuerpo más o menos con las mismas estructuras en cada miembro de la
especie, que responde al ambiente, más o menos de la misma manera. Digo
más o menos, porque la cultura hace lo suyo incluso en casos como este,
pero la cultura también tiene sus límites como reguladora del cuerpo.
Otro ejemplo, si yo poseyera el poder suficiente para tomar decisiones
que deterioraran al máximo la capacidad de producción de alimentos en el
país, tampoco hay que ser adivino para predecir que la gente sentirá más
hambre que antes y que en la medida en que aumente su hambre, la gente
hará cualquier cosa para saciarla: desde acciones violentas, como el saqueo
o el robo, hasta acciones varias como rogar y ser sumiso, intentar el chan-
taje o el engaño. Aquellos más creativos, comerán cosas que nunca antes
habían comido e incluso, cosas que no se comen. Aquí el asunto también
parece bastante obvio, porque, en efecto, lo es.

– Tito Todd: Perdón. Si, dígame.


– Jorge Giordani: Con mucho respeto, profesor, no concuerdo con ese
planteamiento, ya que dependiendo de lo fuerte de la convicción de una
persona para incorporarse a la lucha por mejoras en su país a muy largo

249
Hebert L. Tovar

plazo, podría incluso soportar estoicamente un hambre circunstancial,


digamos, coyuntural.

– Tito Todd: ¡Ummm! Vamos a hacer una cosa… como les decía al princi-
pio, me gustaría completar las ideas primero para abrir el debate más
adelante. Para poderle responder a su planteamiento, primero necesi-
tamos manejar entre todos, conceptos básicos sin los cuales no se va a
entender nada. Le pido un poquito de paciencia.

– Jorge Giordani: Muy bien, no pretendo constituirme en un obstáculo


para el avance del curso. Esperemos entonces.
Perfecto. Fíjense, incluso, comportamientos un poco más complejos que
los que están muy pegados a lo biológico, tampoco son tan impredecibles.
Si yo se que un sujeto es mujeriego y borracho, porque lo conozco desde
hace 15 años, puedo predecir con facilidad que se acostará con Diosa Ca-
nales, si ésta, con cualquier excusa, lo invita a bailar a la Reflections o a to-
marse unos tragos en el Juan Sebastián Bar. Hasta aquí, solamente un in-
sensato se empecinaría en refutar la facilidad de predicción del comporta-
miento humano.
Las complicaciones parecen aparecer para la ciencia tradicional, cuando
se intenta predecir el comportamiento encubierto, lo que los filósofos mo-
dernos llamaban, el pensamiento. Aquí una vez más, lo que opera es un
cierto prurito que obstaculiza admitir que incluso hasta lo que uno está
pensando puede ser conocido por alguien más que nosotros mismos. Mu-
chos de los errores de precisión en este tipo de vaticinios se deben a una
resistencia en este sentido y no a una dificultad verdadera. Pero en reali-
dad, el esquema general del proceso de estimación es el mismo. Si yo co-
nozco que un sujeto es un obsesivo de la limpieza y que se le dañó la lava-
dora en septiembre, puedo predecir, o mejor dicho, adivinar, que uno de
sus pensamientos actuales seguramente es: “Me voy a comprar una lava-
dora con los aguinaldos”, con independencia de que en efecto se la compre
o no tres meses después. Y no solo eso, yo puedo hacer que ese pensa-
miento se produzca en su mente simplemente presentándole una foto de
una morocha.
Ya ustedes se deben haber dado cuenta de que la clave de la adivinación
y predicción del comportamiento humano que es una cosa del futuro, está
en el conocimiento de grandes cantidades de información sobre su com-
portamiento pasado. Es decir, conocer bajo cuáles condiciones, que fue lo
que hizo un sujeto. Obviamente, también hay que conocer muy bien, cuáles
250
Las Ciencias Sociales en Venezuela

son sus condiciones actuales y que es lo que hace, para poder determinar la
posibilidad de que haga lo que nos interesa. Como ya dije, esto es lo que la
ciencia tradicional denomina predicción y la ciencia alternativa, adivina-
ción.

– Pedro Palma: Una pequeña observación. Hasta ahora usted está


haciendo referencia a procesos similares a los que aborda la econo-
metría, claro, siempre que el asunto que nos interese estimar este en-
marcado en la dimensión económica del quehacer humano.

– Tito Todd: ¡Ummm! Vamos a hacer una cosa… como les decía al princi-
pio, me gustaría completar las ideas primero para abrir el debate más
adelante. Para poderle responder a su planteamiento, primero necesi-
tamos manejar entre todos, conceptos básicos sin los cuales no se va a
entender nada. Le pido un poquito de paciencia.

– Pedro Palma: Perdone de nuevo, pero, ¿eso no lo dijo antes?


– Tito Todd: No, si lo dije antes. Ya vamos a llegar a lo que le interesa.
Bien…... Hasta ahora hemos dicho que predecir, es relativamente senci-
llo. Otra cosa muy diferente pero que se suele confundir con la adivinación,
es el control del comportamiento o el control de la voluntad, como se dice
en la jerga de la brujería rigurosa. Es bien sabido en la ciencia tradicional,
que la capacidad de predicción del comportamiento no determina la capa-
cidad de control sobre el mismo. El que yo sepa que un grupo humano par-
ticular es capaz de saquear automercados cuando no se consiguen los ali-
mentos para saciar su hambre, no implica que yo tenga la capacidad de
hacer desaparecer los alimentos para, en consecuencia, producir saqueos a
mi voluntad. En la ciencia tradicional, existe un divorcio entre la capacidad
de predecir y la capacidad de producir el comportamiento.
Yo puedo vaticinar con absoluta certeza que el borracho mujeriego se
acostará con Diosa Canales si esta lo invita a beber. Pero si pretendo anti-
cipar ese evento en un día, hora y lugar específico, desde la perspectiva
tradicional, ya no puedo hacerlo con precisión, sino con un cierto margen
de error ya que la predicción involucra el conocimiento pero no la mani-
pulación de las condiciones necesarias para la producción del comporta-
miento. Por lo tanto, no puedo estar seguro del momento preciso en que
ocurrirá el hecho. Solo puedo anticiparlo con una cierta probabilidad de
ocurrencia en un rango horario dentro del cual sienta más confianza que se
dará el evento. Eso es lo que apoya gente como Gauss o Glass.
251
Hebert L. Tovar

– José Guerra: Ya sé que ha dicho varias veces que no lo interrumpamos,


pero es que si no aclaro mi inquietud en este momento, no creo que
pueda comprender bien de qué está hablando. A ver… ¿Cuándo usted
habla de ciencia alternativa se está refiriendo a la misma brujería rigu-
rosa?

– TitoTodd: En el contexto de este curso, hablemos mejor de conoci-


miento inédito.

– José Guerra: Ok. ¿Entonces, eso es lo que llaman, ciencias ocultas?


– Tito Todd: Bueno, un conocimiento inédito significa que aún no es del
dominio público, pero eso no significa que alguien lo esté ocultando.

– José Guerra: Ahora sí. Disculpe la interrupción.


Bien….. Como les decía, conocer las causas del comportamiento pasado
permite adivinar el comportamiento futuro, dada la ocurrencia presente de
tales causas. El problema está en el grado de control sobre las causas para
producir el comportamiento a voluntad.

– Francisco Faraco: No entiendo.


– Paul Bidé: Y se va a poner peor, estimado colega.
– Tito Todd: ¿Cómo le va Doctor Bidé? Un placer tenerlo aquí. Espero que
pueda compartir sus hallazgos con nosotros e ilustrarnos con su saber.
Más adelante nos explica su tesis de la Economía del Deseo que estoy
seguro que todos comprenderemos con suma claridad.

– Paul Bidé: Con mucho gusto. Si cuento con las condiciones necesarias, no
tengo problema en exponer mis planteamientos.

– Jorge Giordani: ¿No habíamos quedado en hacer las observaciones al fi-


nal?

– Tito Todd: Así es. Continuamos y así le damos tiempo al Dr. Bidé de que
organice sus ideas para más tarde.

– Paul Bidé: Puede usted contar con eso.


¡Perfecto¡ Ahora bien, en un intento por superar la dificultad que supone
controlar las causas ambientales del comportamiento, la psicobiología ha
252
Las Ciencias Sociales en Venezuela

estado estudiando formas de manejar la conducta a partir de su base neu-


ronal en vez de hacerlo a través de la manipulación de las condiciones del
entorno. Esto quiere decir, producir la conducta mediante la estimulación
del Sistema Nervioso en vez de anticiparla a partir del conocimiento del
ambiente en modo natural o de producirla mediante la alteración del
mismo. El esfuerzo más conocido en esta dirección, es el uso de señales
electromagnéticas dirigidas a zonas específicas de la corteza cerebral, para
generar o impedir la realización de movimientos, procesos mentales e in-
cluso alterar los niveles de vigilia. Estos procedimientos se conocen como
Estimulación Magnética Transcraneal, EMT en siglas, y son particularmente
eficaces para la interrupción del pensamiento.

– José Guerra: ¿Aquí vamos a aprender a hacer eso?


– Tito Todd: Absolutamente. Pero de una forma más eficaz que la EMT. En
realidad, las neurociencias están tratando de descubrir el agua tibia, lo
que la ciencia alternativa conoce desde tiempos inmemoriales: el control
de la voluntad.

– Alberto Acosta: ¿Pero, por qué habría que controlar el comportamiento


económico de la gente, para qué, qué sentido puede tener eso? Es como
si quisiéramos abolir las leyes de la oferta y la demanda y controlar la
generación de la riqueza.

– Tito Todd: Disculpe, usted es….


– Alberto Acosta: Alberto Acosta, soy economista.
– Tito Todd: Y viene de….
– Alberto Acosta: Yo soy de la Central, pero estuve en la UCAB y en el IESA.
También trabajé en PDVSA.

– Tito Todd: ¡Que extraño! ¡Rarísimo!


– Alberto Acosta: ¿Qué es lo que le parece extraño?
– Tito Todd: Aunque, pensándolo bien…. ¡Claro! Lo que pasa es que aún
ustedes no tienen el programa del módulo con los objetivos definidos
claramente. Yo le pido Sr. Acosta, que revise con cuidado el programa de
este curso esta noche cuando se lo mande por correo. Allí usted podrá

253
Hebert L. Tovar

ver si este módulo está orientado hacia lo que a usted le interesa o no.
Así que yo prefiero que usted haga eso primero.

– Alberto Acosta: Yo me inscribí en este diplomado porque tenía enten-


dido que aplicaban un enfoque interdisciplinario al estudio de los proce-
sos económicos.

– Tito Todd: Y así es. Le reitero lo mismo que a los que le antecedieron en
la palabra. Vamos a esperar a que ustedes revisen el programa y la bi-
bliografía, para que se les vaya aclarando más el panorama. ¿Qué le pa-
rece?

– Alberto Acosta: De todas formas, me parece que la pretensión de dirigir


los procesos económicos a partir del control biológico del comporta-
miento, es un poco exagerada.

– Tito Todd: Bueno Alberto, yo lo invito a que mantenga abierta su mente


a otras formas de explicar los procesos económicos. Lo que pasa es que
apenas vamos por los rudimentos del comportamiento en general. Usted
se ha adelantado un poco.

– Marian Martínez: Buenos días. Yo soy Marian Martínez, también econo-


mista de la UCAB y quisiera hacer una observación. El modelo….

– Tito Todd: ¡Vaya qué bien! Otra economista de la UCAB... ¿Se conocen
ustedes?

– Marian Martínez: En realidad la que es de la UCAB soy yo, Alberto es de


la Central. Sus estudios de cuarto nivel son de la UCAB, los míos los hice
afuera. Y si, si nos conocemos pero desde el liceo. Ahora, lo que quería
señalar es que yo si conozco al menos a un autor de los que se estudian
en este centro, a Lapingalla, que tiene un modelo que explica el compor-
tamiento a partir de la geometría y….

– Tito Todd: Disculpe Marian, ¿dónde consiguió ese material?


– Marian Martínez: Me lo facilitó un gran amigo mío que nos conocemos
también desde el liceo. Pero…

– Tito Todd: A pesar de los años, veo que mantiene mucho contacto con
sus compañeros del liceo. ¿Algún romance juvenil? ¿Ah, Alberto?

254
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Alberto Acosta: En realidad no. Siempre fuimos amigos. Y discutíamos


mucho, por cierto.

– Marian Martínez: Ja ja. ¡Gafo! En todo caso. Lo que quería señalar es que
el modelo de Lapingalla me parece que es muy débil y que presenta mu-
chas fallas no solo en su base matemática, sino también conceptual y
metodológica.

– Tito Todd: Muy bien. Gracias Marian. Concuerdo contigo. En efecto, les
puedo decir, asumiendo la responsabilidad plena por mis opiniones, que
Lapingalla es un farsante. Lo hemos incluido en la bibliografía para mos-
trar hasta qué punto se puede llegar en el falseamiento del conocimiento
a través de un discurso de apariencia científica.

– David Paravisini: ¿Cómo se escribe Lapingala?


– Tito Todd: Es como si escribieran: ¡La pinga, ya! Pero cambiando la ye
por la elle que se pronuncia como la ele.

– David Paravisini: ¿Es de la Central o de la UCAB?


– Paul Bidé: Es de la Escuela Analítica Divergente. Yo conozco al Dr. Geo-
rge Lapingalla. Es mi colega y compañero de trabajo.

– Tito Todd: Creo que ustedes son compañeros no solo de trabajo, sino
que han estado juntos en otro tipo de actividades, menos académicas e
incluso éticas, diría yo.

– Paul Bidé: Es su forma de verlo.


– Hebert Tovar: Disculpen, pero no entiendo de que están hablando, aun-
que evidentemente, ustedes sí. Yo no conozco al Sr. Lapingalla y me dis-
culpan, no quiero ser impertinente, pero, Sr. Todd, de todo lo que ha di-
cho me llama muchísimo la atención eso de que a través de la actividad
magnética cerebral se puede controlar el comportamiento. Hasta donde
yo conozco, el magnetismo craneal solo sirve de base para la elabora-
ción de neuroimágenes como una técnica diagnóstica.

– Tito Todd: ¡Muy bien! Me dijo que su nombre es……


– Hebert Tovar: Hebert Tovar.
– Tito Todd: ¿Y cómo se escribe?
255
Hebert L. Tovar

– Hebert Tovar: Ache, e, be grande, e, ere, te.


– Tito Todd: ¿De dónde viene?
– Hebert Tovar: Yo soy maestro.
– Tito Todd: ¿De escuela?
– Hebert Tovar: Bueno, sí. Es una escuela…..
– Tito Todd: ¿Y me dice que no conoce al Dr. Lapingalla?
– Hebert Tovar: No.
– Tito Todd: Creo que hay mucho mas que no conoce, Sr. Tovar.
– Hebert Tovar: No entiendo.
– Marian Martínez: Creo que el Sr. Todd se refiere a que su nombre fue
mencionado varias veces en un artículo publicado por Lapingalla
cuando estaba desarrollando su modelo.

– Hebert Tovar: Bueno, debe ser una coincidencia, mi nombre es muy


común, aunque, por otro lado, hay gente que me conoce como editor.
Pero, en todo caso, me gustaría saber cómo es que este señor dice que se
puede producir la conducta a través de la estimulación magnética de la
corteza.

– Tito Todd: Vamos por parte. Yo no he dicho eso. Yo lo que dije es que las
neurociencias, no Lapingalla, han estado investigando sobre formas de
control conductual a partir de la estimulación magnética de las neuro-
nas.

– Pedro Palma: Algo está ocurriendo, pues yo también había entendido


que eso lo decía Lapingalla.

– Francisco Faraco: Yo también.


– Jorge Giordani: Y yo.
– Paul Bidé: Y se va a poner peor, colegas.
– Tito Todd: Ok. Aclaremos de nuevo. Ni las neurociencias, ni el estafador
de Lapingalla y sus secuaces, han podido, ni podrán, producir conductas
256
Las Ciencias Sociales en Venezuela

complejas a voluntad, simplemente porque no tienen ni la más pere-


grina idea de cómo hacerlo. Excepto piches reflejos y la interrupción de
las sinapsis de una zona particular, las neurociencias están años luz de
lograrlo, y del otro payaso, ni se diga. Me perdonan, por allá Guerra, Sr.
Giordani y el Sr. Alberto, que están alzando la mano, pero déjenme re-
dondear y les cedo la palabra. ¡Perdón! Si, dime Marian.

– Marian Martínez: Me extraña muchísimo que siendo sus propios


desarrollos teóricos los que sirven de base para el modelo del Dr. Lapin-
galla, usted lo trate de payaso y estafador. Sobre todo considerando que
él lo que hizo fue mejorar su propuesta de control de la voluntad me-
diante imágenes y palabras, a pesar de que, como ya dije, el de Lapinga-
lla sigue siendo muy deficiente.

– Tito Todd: Si, mi amor….


– Marian Martínez: Doctora, si no le importa. Tengo un Phd de la Universi-
dad de Kansas.

– Tito Todd: Ok. Lo que pasa es que tú te leíste el material y estás en ven-
taja con respecto a los demás que apenas se están iniciando hoy.

– Francisco Faraco: O sea, si entendí bien, este Lapingalla que no conoce-


mos, excepto el colega aquí presente, al cual tampoco conocíamos hasta
hoy, y me disculpa, ¿eh?, nada personal... ¡Ah! y la señorita aquí presente
también, a la cual lamentablemente tampoco conocía hasta hoy, ¿este
Lapingalla entonces, dice una sarta de boberías fundamentándose en
algo que usted mismo dijo antes y por eso lo llama estafador y saltim-
banqui?

– Tito Todd: ¿Y eso que tiene de raro? ¿O es que a usted no le ha pasado


algo parecido?

– Francisco Faraco: Es cierto y con gente que tengo muy cerquita en este
preciso instante. Retiro lo dicho, amigo. Continúe.

– Pedro Palma: Oigan, ¿y ese “tiqui tiqui” que será? ¿Será el aire acondicio-
nado?
No sé, yo no oigo nada. Un breve comentario antes de continuar. Me
agrada y me complace mucho el entusiasmo y el interés que están mos-
trando en este módulo, creo que a partir de hoy se están sentando las bases

257
Hebert L. Tovar

para algunos desarrollos muy interesantes que están por venir. Les pido
disculpas si en algún momento me expresé de manera inadecuada para un
recinto académico pero ustedes comprenderán que uno tampoco es de hie-
rro y ¡por el amorcito de Dios Santo, por lo que más quieran! …… ¡déjenme
terminar las ideas! ¿Si? Ok….. ¡Chévere cambur pintón!
Bien, se los digo de una vez: la única forma de producir la conducta y el
pensamiento a voluntad, es conociendo ingentes cantidades de relaciones
causa – efecto válidas para todos los sujetos, establecidas en el devenir del
tiempo y que se traducen en mandos verbales que eventualmente pueden
derivarse en imágenes y otros códigos diversos. Es decir, yo puedo hacer
que un sujeto haga algo que yo quiero o tenga un pensamiento específico
que yo defino, solo porque ya sé que decirle, sin que se dé cuenta, para que
eso pase. Aquí no valen correlaciones, ni covarianzas, ni regresiones, ni
líneas rectas, ni curvas, ni quebradas, que lo único que nos pueden indicar
es un “a lo mejor” en un “intervalo de confianza”, ya que tales métodos se
aplican apenas, en el mejor de los casos, sobre unos miles de datos recopi-
lados durante 10, 30 o 60 años a lo sumo. Solo la acumulación de datos du-
rante miles de años de experiencia humana, puede establecer relaciones
causales entre el verbo y la conducta.

– Paul Bidé: ¿Tendría usted la gentileza, si no es mucho pedir, de indicar-


nos quién, cómo y cuándo recopilaría esos datos?

– Tito Todd: ¡Esa es la actitud! La actitud que mantiene a mucha gente ale-
jada de la comprensión de la evolución del conocimiento trascendente.
Los datos no los recopilaría nadie, en ningún momento y de ninguna
manera, simplemente porque ya han sido registrados, siglo por siglo,
milenio por milenio.

– José Guerra: ¿Lo que usted está intentando decir, es que tiene acceso a
datos sobre el comportamiento humano desde los tiempos de la Grecia
Clásica?

– Jorge Giordani: Pues, así parece.


– Tito Todd: Y se va a poner mejor. No, Sr. Guerra. No del período de la
Grecia de los fundadores de Occidente. De mucho más atrás.

– Pedro Palma: ¿Del período de los escribas egipcios?


– Tito Todd: Más atrás.
258
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– Alberto Acosta: No me lo creo. Entonces tiene que ser desde los semitas
de Mesopotamia.

– Tito Todd: En efecto, los datos vienen desde Mesopotamia, pero más
atrás que el período de aparición de los sumerios de Uruk y del Obeid.

– Alberto Acosta: ¿Serán de cuando Hassuna y Samarra?


– Tito Todd: Más atrás.
– Marian Martínez: ¿Usted habla de Jarmo?
– Tito Todd: De sus antepasados, unos 1.500 años antes.
– Marian Martínez: Pero eso es… a ver …. como más de 9.000 años, tal vez
11.000 o más.

– Tito Todd: Así es.


– Paul Bidé: ¿Y si no es mucha impertinencia de mi parte, podría por favor
explicarnos como se recopilaron datos sobre el comportamiento
humano antes de que se inventara la escritura, la rueda y el número Pi,
casi a finales de la última glaciación?

– Tito Todd: Diluvio, más bien que glaciación. ¿Y quien dijo que la escri-
tura tiene menos de 10.000 años?

– Paul Bidé: Habitualmente se considera que apareció, ciertamente en Me-


sopotamia, pero alrededor del 3.500 antes de nuestra era. Olvidemos
entonces ese pequeño detalle, ya que veo que usted maneja unas fuentes
que solo usted conoce. Sin embargo, yo estaría dispuesto a convenir en
una base lingüística y comunicativa de los procesos económicos, ya que
es bien sabido que la escritura surge para satisfacer la necesidad de con-
trolar y administrar la riqueza de los templos de las ciudades estado.
Ahora, solo para aplacar mi curiosidad: ¿en qué idioma o idiomas están
escritos esos doce mil y tantos años de datos y cuantas páginas, o lo que
sea, ocupan?

– Tito Todd: Estimado Dr. Bidé, no espero que comprenda mi respuesta en


esta primera clase, pero considerando que usted decidió sentarse en ese
puesto mientras yo estoy en éste, mi deber es decirle que están escritos
en Lenguaje Corporal.

259
Hebert L. Tovar

– Francisco Faraco: ¡Coño!


– David Paravisini: Ja, ja, ja.
– José Guerra: ¿Los datos están contenidos en los propios esquemas refle-
jos, entonces?

– Tito Todd: No precisamente. La expresión simbólica de vastas cantida-


des de relaciones causales no puede codificarse con reflejos, ni siquiera
con lenguaje de señas. Recuerden que estamos hablando no de funcio-
nes matemáticas, de ecuaciones que representen un proceso sistemático
de manera resumida, sino de multitud de relaciones específicas, no re-
ducibles a una función. Estoy hablando de un verdadero lenguaje, con
sus estructuras sintácticas y semánticas completas, de naturaleza corpo-
ral, biológica, que contiene todos los pares causa-efecto del comporta-
miento del hombre.

– David Paravisini: Pero me imagino que eso no lo vamos a ver hoy


¿cierto?

– Tito Todd: Lo único que puedo decirles por hoy, es que la lectura de los
datos inconmensurables, así como la emisión de los mandos verbales, se
hace a través del cuerpo.

– Hebert Tovar: Sigo sin entender entonces por qué no se trata de un sis-
tema de reflejos, ni de un sistema de señas. ¿De qué otra forma puede
involucrarse al cuerpo en un proceso lingüístico que no sea a través de
la asociación de movimientos y significados?

– Tito Todd: Por eso está aquí, Sr. Hebert, para aprenderlo.
– Jorge Giordani: Y, si entiendo claramente, quien pueda tener acceso a los
datos sobre los pares causa-efecto, porque conoce esa forma corporal de
descubrirlos, puede controlar la conducta del otro, como la de consumo
o cualquier otra.

– Tito Todd: Así es, el control de la voluntad.


– Francisco Faraco: Y controlar la economía, en dos platos.
– Tito Todd: De eso se trata. Y también, por supuesto, los procesos políti-
cos.

260
Las Ciencias Sociales en Venezuela

– David Paravisini: Obviamente. Ahora, ¿cómo obtuvo usted ese conoci-


miento?

– Tito Todd: Si. Veamos… Yo provengo de una estirpe más antigua que la
de BAAL y la de su padre, EL. Yo y los míos, somos herederos de una
tradición ancestral que protege el conocimiento sobre los motivos de la
especie humana. Mis antepasados se rastrean desde Mesopotamia del
Norte hasta Birongo Abajo.

– David Paravisini: Discúlpeme Tito, usted me cae bien. Me parece un tipo


simpático. No me lo tome a mal. Pero, si usted puede controlar la volun-
tad de los demás y adivinar lo que están pensando, ¿no es usted el hom-
bre más poderoso del mundo?, ¿porqué renuncia a ese poder para pasar
como uno de a pie?

– Tito Todd: Le parecerá extraña mi respuesta también, pero es todo lo


contrario, yo no renuncio a mi poder, me hago responsable de EL. Por
eso estoy aquí con ustedes. Tal vez lo que le parece raro es por qué no
aprovecho este conocimiento para procurarme riquezas y placeres. Lo
único que puedo decirle, es que no estoy dispuesto a asumir las conse-
cuencias de la riqueza, pero si las de los placeres.

– Paul Bidé: Y supongo que en el curso de este módulo usted nos enseñará
todo lo que sabe.

– Tito Todd: En efecto, esa es mi obligación. Yo les enseñaré todo lo que sé


pero ustedes aprenderán solamente aquello que están preparados para
aprender. Con interés se llega muy lejos. En una ocasión le mostré el
método Rosa Púrpura del Cairo, a un muchacho que trabajaba como la-
tonero y el resultado de sus investigaciones fue extraordinario. Me sir-
vieron de mucho.

– Pedro Palma: No estoy familiarizado con ese método.


– Tito Todd: ¡Perdón! Es que al verme entre contemporáneos, se me ol-
vida definir las categorías. El método Rosa Púrpura del Cairo consiste en
generar conocimiento a partir de la toma o invasión de la realidad por la
ficción. En la NESC lo denominamos de esa forma basándonos en la pelí-
cula del mismo nombre de Woody Allen, donde personajes de la ficción
cinematográfica invaden la realidad saliéndose de la pantalla y modifi-
cando la vida de los espectadores y hasta de los propios actores que los

261
Hebert L. Tovar

representan. Los cultores populares usamos mucho esta forma de inves-


tigar para organizar nuestro conocimiento.

– Paul Bidé: ¿Y qué le hace suponer que ninguno de nosotros utilizará ese
conocimiento suyo en provecho propio y perjuicio ajeno?

– Tito Todd: Nada me hace suponer eso. De hecho, cuento con que algunos
de ustedes hagan un uso maligno de mis enseñanzas y otros sean un
poco menos incontenidos. Esa es una de mis responsabilidades, intentar
el equilibrio entre la voracidad y la inapetencia, procurando el logro del
goce de la degustación.

– Alberto Acosta: Profesor, ya es la hora.


– Tito Todd: Ok. Lo dejamos hasta aquí entonces. Les mando la biblio-
grafía en PDF. Para este jueves comenzamos con el texto de Gauss Theo-
ria Motus Corporum Coelestum y el articulito de Calvo-Merino y Haggard
Estimulación magnética transcraneal. Aplicaciones en neurociencia cogni-
tiva. Por favor lean, no permitan que se les acumulen los materiales.
Vamos saliendo.

– Paul Bidé: Finalmente no pude exponer mis planteamientos sobre la


Economía del Deseo.

– Tito Todd: No se preocupe, me lo dijo todo con su cuerpo. Por cierto,


tiene un error Tipo I en la prueba de hipótesis.

– Paul Bidé: ¿Qué dijo? ¿Cómo supo eso?


– Tito Todd: Vamos saliendo, Dr. Bidé, que viene entrando el otro grupo.

262
Las Ciencias Sociales en Venezuela

263
Hebert L. Tovar

LA GUERRA ATÓMICA COMO UN CONFLICTICO


CHIRRIQUITICO.
Jaime Gaffotte.

Ponencia presentada en el II Congreso de Negativismo Ilógico Vacilante,


realizado en Caracas, el 28 enero 2012.

Buenas noches. Antes que nada, quiero informarles que me voy a limitar
a leer mi ponencia en aras del tiempo y considerando lo escaso del mismo,
(que no entiendo porqué apenas cinco minutos) para tener la mayor preci-
sión posible y no dejar sueltos algunos cabos importantes.
Comienzo:
El proceso de desmilitarización de los conflictos que se ha venido de-
sarrollando en las confrontaciones interestatales desde los años ochenta,
con la aparición, primero, de los llamados conflictos de baja intensidad y
luego, con las llamadas guerras de cuarta generación, que son la conse-
cuencia de los antiguos esquemas de la propaganda y la guerra psicológica,
cada vez hacen menos relevante la aplicación de la fuerza bruta, entién-
dase, armada, para el desarrollo y resolución de la contienda.
La mayoría de los conflictos en esta primera década del siglo, se inician y
resuelven, sin que siquiera llegue a estar planteada una acción bélica tradi-
cional. La contienda contemporánea es fundamentalmente propagandística
durante la cual, los ataques y contra ataques son básicamente mensajes
masivos dirigidos a lograr que el adversario haga o deje de hacer algo, que
le conviene al atacante.
La característica fundamental de tales confrontaciones, es que ya los
contendientes no son los gobernantes de países enemigos, enfrentados y
compitiendo por la apropiación o defensa de los recursos de cada uno. El
nuevo orden político y económico internacional se caracteriza por un es-
tado de colaboración entre las élites gobernantes de cada nación, bajo el
supuesto de conservar el poder y los privilegios en el ámbito doméstico. De
esta forma, ha operado una redefinición del adversario, el cual ya no está
constituido por los gobernantes de un país hostil, por cuanto tal hostilidad
no existe entre quienes detentan el poder, habituados a compartir benefi-
cios entre sí, sino que el nuevo enemigo es la población civil de todas las
naciones.
264
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Son los ciudadanos con su sumisión o rebeldía ante las decisiones de las
élites del poder que se apropian de su fuerza de trabajo, su conocimiento y
su tiempo, es decir, de su vida, quienes ahora conforman el enemigo a ven-
cer o el aliado a conservar. Pero este nuevo enemigo presenta una situa-
ción paradojal: Por una parte se requiere que cese en su acción de resisten-
cia ante los objetivos y la conveniencia de la clase gobernante tanto local
como foránea, lo cual, hasta la primera mitad del Siglo XX, se lograba con su
desaparición física o reclusión. Pero, por otra parte, estos enemigos son la
fuerza de trabajo que requieren las élites poderosas para generar los be-
neficios y privilegios de que disfrutan y que se distribuyen con sus pares
foráneos. Por tanto, la desaparición física y la reclusión, no son viables.
La solución consiste, por tanto, en lograr modificar las ideas y el pensa-
miento de toda la población civil, de manera que no sea capaz de percibir
las formas en que es sometida y no pueda rebelarse ni resistirse a las mis-
mas, sino que por el contrario, colabore con los objetivos de su enemigo.
Tal cometido se pretende a través de dos vías: la ley y la propaganda.
La minoría omnipotente se vale de su capacidad para definir e imponer
normas que van en contra de los intereses del ciudadano, en tanto se insti-
tuyen en supuestas convenciones colectivas ante las cuales no es posible
una negativa individual. Estas normas despojan a la población civil de su
capacidad de autodeterminación y disfrute del producto de su trabajo.
La propaganda, es la otra forma como la clase en el poder ejerce y con-
solida el estado de opresión, al imponer un menú de temas, un inventario
de ideas sobre las cuales pensar y discurrir, excluyendo cualquier otra. La
difusión masiva de verdades y mentiras, que eliciten emociones y decisio-
nes en la población, en tanto audiencia, orientadas en su propio perjuicio,
se posibilita por cuanto la dictadura del mensaje impone la “realidad” defi-
nida desde el poder como la realidad “real” en tanto pública, y por tanto,
supuestamente compartida y supuestamente colectiva.
Esto nos lleva a un punto esencial: las guerras del Siglo XXI son prefe-
rentemente cognitivas más que armadas y se dan entre los gobiernos y la
población, más que entre naciones. En este sentido, el campo de batalla es
la cognición del ciudadano, el pensamiento del hombre común, sus formas
de representarse el mundo. El objetivo bélico ahora es crear o reforzar un
cierto cúmulo de ideas que orienten las decisiones de la población en la di-
rección favorable a sus opresores.
Sin embargo, precisamente por el carácter simbólico de la contienda y
gracias a la capacidad de propagación de las nuevas tecnologías de la in-
265
Hebert L. Tovar

formación, cualquier idea por minoritaria que sea, puede diseminarse


rápidamente y constituirse en una forma de pensamiento mayoritaria que
eventualmente derive en un comportamiento colectivo. Este hecho se ins-
trumenta a través de la acción de personas específicas que por las carac-
terísticas intrínsecas de su pensamiento, pueden llegar a incidir en las
ideas y el comportamiento de las masas. Estas personas cumplen una fun-
ción similar a la de los antiguos líderes de opinión pero sin la notoriedad
pública de éstos que requerían fundamentarse en su imagen para impactar
en las masas, sino que es el propio mensaje de estos nuevos “interventores
de la realidad”, el que determina el grado de su influencia.
Por estas razones, el enemigo a vencer en la guerra simbólica contem-
poránea no es ni siquiera un sector de la población, ni menos aún una or-
ganización con un cuerpo de ideas ensambladas en una doctrina, sino indi-
viduos, sujetos particulares cuyo discurso de confrontación con el poder
sea susceptible de constituirse en una pauta cultural.
Por eso, podemos decir que la confrontación por el sometimiento colec-
tivo paradójicamente se desarrolla entre muy pocos individuos, unos cuan-
tos dedicados a desarrollar los argumentos y las estrategias de difusión de
las versiones de “lo real” que requiere el poder, contra otros tantos ocupa-
dos en demoler tales versiones y construir otra visión de la realidad.
Esta es una guerra entre individuos, por lo tanto, muy pequeña en
términos poblacionales, donde cada uno de estos combatientes específicos
puede concebirse como un átomo del cuerpo social. Al ser una confronta-
ción casi que interpersonal pero de consecuencias masivas, es un conflicto
muy pequeño, minúsculo, prácticamente atómico. La guerra atómica de
hoy es, por lo tanto, un conflictico chirriquitico.
Termino:
Al igual que la bomba nuclear de ayer cuyo principio básico es la divi-
sión del átomo en partículas que a su vez impactan y dividen otros átomos
que al ser descompuestos en partículas repiten el proceso infinidad de ve-
ces liberando una energía descomunal, es inminente en la guerra atómica
de hoy, el comienzo de una reacción en cadena de alcance global que arrase
todas las estructuras simbólicas de sometimiento, a partir de la división de
los núcleos teóricos que justifican el orden vigente. El primer golpe, sobre
el primer núcleo puede provenir de cualquier parte, en cualquier mo-
mento, de hecho, es posible que ya formemos parte de tal reacción en ca-
dena. Bienvenidos pues al comienzo de la pos historia. Gracias y pido dis-
culpas por haberme pasado del tiempo.
266
Las Ciencias Sociales en Venezuela

267
Hebert L. Tovar

SÍNTESIS CONVERGENTE Y
ANÁLISIS DIVERGENTE EN LA PRENSA.

268
Las Ciencias Sociales en Venezuela

269
Hebert L. Tovar

Nacionales

VLADIMIR ACOSTA: "EL MOVIMIENTO OCHENTA


ES LA PEOR DESGRACIA QUE LE HA
PODIDO OCURRIR AL PAIS"
Por: Elias Pino Iturrieta.

Caracas Occidental, 13 de Enero 2014. La Academia Nacional de la Historia,


fiel a su función de preservación de la memoria histórica del país como una
forma de comprender la determinación del presente por los hechos del pasado y
sus contingencias, lanzará al mercado el próximo viernes dos de abril de dos
mil veintitrés, una serie de diez encartados en los Suplementos de Aniceto, pro-
ducidos por Editorial Novaro, que recogen la historia jamás contada del Movi-
miento Ochenta. Esta serie es el resultado de un convenio suscrito por la edito-
rial mexicana y la venezolana El Sapo Salta y Se Ensarta Ediciones (ESSSEE).
Esta iniciativa de la academia de la historia obedece a la necesidad de combatir
la deformación interesada de los hechos que dieron origen al Movimiento
Ochenta, uno de los acontecimientos políticos más importantes del siglo veinte
venezolano cuyas repercusiones se pueden observar aún en nuestros días y que
es la fuente de encendidas polémicas entre los académicos.
El Movimiento Ochenta, fue un proceso que produjo profundos cambios en el
pensamiento político de los estudiantes universitarios de la década de los años
ochenta, quienes al convertirse en adultos, pasaron a constituirse en la élite del
poder en Venezuela.
Por la relevancia de la iniciativa de la Academia Nacional de la Historia y del
convenio con Editorial Novaro y ESSSEE, este diario quiso conocer la opinión

270
Las Ciencias Sociales en Venezuela

de Vladimir Acosta, profundo conocedor de cualquier cosa, hombre de pensa-


miento amplio y liberal, y miembro de la élite del poder en nuestro país.
EPI: ¿Qué fue el Movimiento Ochenta y porqué entre nosotros los historiado-
res, reviste una importancia cardinal?
VA: El Movimiento Ochenta fue el bagazo de otro movimiento realmente im-
portante que se conoció como el Movimiento Comeflor, de clara influencia hip-
pie que nació en la Facultad de Humanidades de la UCV, liderado por destaca-
dos revolucionarios como la gorda Miriam Di Santo, Sandra Bálsamo, José
Antonio Alzola y el mimo Ralf, que lograron desplazar de las estructuras de co-
gobierno estudiantil a las rémoras del Comité de Luchas Populares (CLP) al
mando de Armando Sánchez, al Partido Socialista de los Trabajadores (PST)
bajo la batuta de José Félix Sánchez, al Movimiento de Izquierda Revoluciona-
ria (MIR) a cargo del Negro Bravo y al Movimiento al Socialismo (MAS) con-
ducido tras bastidores por Igor Colina, que por decenios habían estado lambu-
siándose la representación del estudiantado universitario.
EPI: ¿En su opinión el Movimiento Comeflor proponía la plataforma progra-
mática hippie de Paz, Amor y Marihuana, para el movimiento estudiantil?
VA: Ciertamente que sí, solo que sustituyendo la marihuana por el Triple Fil-
trado Floridita, que se conseguía legalmente y cumplía la misma función de ob-
nubilación de la conciencia.
EPI: Disculpe usted, pero ¿qué es el Triple Filtrado Floridita?
VA: Ese era un ron muy sabroso y barato que se producía por aquellos años,
que desplazó del poder al Cacique, al Gran Reserva y al Ron Pasita.
EPI: Con razón que no sabía que era. A mí sólo me gustan las menores de edad.
VA: Bueno, si ese es su gusto, yo no se lo critico, pero tenga cuidado…
EPI: Me refiero a las botellas de wisky 12 años. ¿Usted como que no es muy
buen tomador, no es cierto?
VA: Un verdadero revolucionario, no tiene vicios y siempre está en control.
EPI: Muy bien. Ahora, por favor, ¿puede argumentar su planteamiento de que
el Movimiento Ochenta fue un bagazo político?
VA: Claro que sí. Yo no tengo ningún problema con defender esa tesis. Ya lo
he hecho en las Mesas Técnicas de Historia Correcta del PSUV y en los grupos
focales del Diario Vea con lo que queda de la clase obrera, dirigidos por Emilio
Castro. El hecho es que mientras el Movimiento Comeflor se iba expandiendo
por el resto de las facultades de la UCV y luego a la Universidad de Carabobo,
la USB y el resto de universidades nacionales, con su mensaje de paz y amor,
271
Hebert L. Tovar

ningún partido de izquierda los consideraba peligrosos, más bien como unos
compañeritos bastante pajúos. Los partidos de derecha no tenían vida. Los ade-
cos estaban arrinconados en las Escuelas de Derecho y Estudios Internaciona-
les, con el gordo Uribe como cabecilla. Eran minoría. De los copeyanos, no me
acuerdo, creo que no existían.
Pero cuando estos compañeritos, al asumir los Centros de Estudiantes, las De-
legaturas a Consejos de Escuela, Facultad y Consejo Universitario, en vez de
ocurrírseles organizar clases de yoga, jornadas de comida vegetariana o festi-
vales de rock en Tierra de Nadie, que era lo esperado, en su lugar y presionados
por las bases, pretendían revisar el cabalgamiento de horarios de los profesores,
redefinir los perfiles de salida de los pensum de las carreras, modificar las es-
tructuras de cogobierno e involucrarse en la distribución del presupuesto que se
dedicaba mas a pagarle a la AEA que a la investigación, se convirtieron de
forma instantánea en enemigos de la sociedad sin clases.
EPI: ¿Cómo se relacionan esos acontecimientos con el Movimiento Ochenta?
VA: A eso iba antes de que me interrumpiera. Las pretensiones de los comeflo-
res resultaron inaceptables para la izquierda universitaria que vivía jalando caña
pareja, viajando, tirando, metiéndose perico, rumbeando, en fin, gozando una
bola a costa de los recursos de la derecha, sin trabajar. Entonces, fundamental-
mente la Liga Socialista, el MAS, el PRV, el PST y el MIR, infiltraron el Mo-
vimiento Comeflor e intentaron manipularlo, con mayor o menor éxito, pero sin
lograrlo totalmente.
EPI: ¿Pero, cómo se relacionan esos acontecimientos con el Movimiento
Ochenta?
VA: ¿El entrevistado aquí es usted o soy yo?
EPI: Yo soy historiador.
VA: ¿Y eso le da derecho a no dejarme hablar?
EPI: Diga usted lo que tenga que decir, entonces.
VA: Parece que éste es el estilo de su diario. Hablan ustedes en vez de uno. Ya
lo he visto en varias entrevistas suyas.
EPI: Con todo respeto, le ruego me disculpe si lo he incomodado con algunas
de mis intervenciones. Por favor, prosiga usted.
VA: ¡Carajo! ¡Ustedes no aprenden!
EPI: Muy bien. Prosiga, por favor.

272
Las Ciencias Sociales en Venezuela

VA: Decía, que ante la perspectiva de quitarle la teta de la derecha a la iz-


quierda, los comeflores fueron traicionados y fueron entrampados en la cosa
aquella que se llamó la Masacre de Tazón, que todo el mundo recuerda, que
consistió en una emboscada que la Guardia Nacional le tendió en la Bajada de
Tazón a estudiantes que venían del interior hacia Caracas, gracias a la petición
que Edmundo Chirinos, rector de la izquierda de la UCV, le realizara a Octavio
Lepage, Ministro del Interior de Jaime Lusinchi. En la emboscada resultaron
muertos y heridos.
A partir de ese momento, murió la revisión de horarios, asistencias, dedicacio-
nes, currículos y presupuestos, y nacieron las interminables, agotadoras y des-
gastantes marchas, paros y concentraciones de protesta ante la violencia guber-
namental. De la noche a la mañana, aparecieron las huestes de la Liga Socialista
nariceando al estudiantado, con Juan Barreto a la cabeza, quien venía de que-
brar el Diario Letras y el Feriado, junto con Kiko Bautista.
EPI: Me permite interrumpirlo de nuevo, Profesor Acosta, pero creo que de un
relato histórico se está usted desviando hacia un chisme tendencioso. Disculpe,
pero comprenderá usted mi posición como historiador y como entrevistador.
Me siento en la obligación metodológica de hacerle la observación.
VA: Desde ese momento en adelante, es que nace el Movimiento Ochenta. El
gordo Barreto, que no lo quería ni su mamá, usurpó la dirigencia del movi-
miento estudiantil, financiado por la Liga Socialista, que a su vez se financiaba
compartiendo la cochina de los secuestros y atracos de Ruptura. En tal desma-
dre lo acompañaron varios sigüises como William Castillo, Carietón, Anahi
Arismendi, Supermán, la Flaca Aleida y Yorluis Silva. Todo lo que servía de
esa generación, abandonó el ahora llamado Movimiento Ochenta, que pasó a
ser un cascarón vacío. Incluso después de tanto joder el parque, con paros, mar-
chas y quema de cauchos, andaban de pipi agarrao con Edmundo Chirinos que
se supone que era su enemigo de clase, por haber traicionado el pacto inicial
con ellos y echarles la guardia encima.
EPI: Disculpe Profesor, pero creo que está usted fuera del control que me men-
cionó al principio que lo caracteriza a usted. Por favor, modérese.
VA: El Movimiento Ochenta es la peor desgracia que le ha podido ocurrir al
país. La Liga Socialista, el PRV, el PST, el MAS y el MIR, no solamente se en-
cargaron de acabar con el proceso revolucionario que se estaba gestando en la
base del movimiento estudiantil, sino que convirtieron a las estructuras de co-
gobierno, en verdaderas escuelas de hampones, en las cuales se formaron los
actuales alcaldes, ministros, diputados, viceministros, directores y cuanto bicho
de uña sea posible imaginar dentro del PSUV.

273
Hebert L. Tovar

EPI: En eso no lo voy a cuestionar.


VA: Por eso es que yo sostengo y no me cansaré de sostener, que el Movi-
miento Ochenta es el bagazo político del Movimiento Comeflor, luego de que
todo el jugo vital de lo mejor de esa generación, abandonara la política.
EPI: Está muy claro su planteamiento: el Movimiento Ochenta fue un proceso
reaccionario ante la avanzada revolucionaria que pretendía el Movimiento Co-
meflor, el cual amenazaba la comodidad y sinvergüenzura de la izquierda. Creo
que presenta un contexto analítico muy interesante para que nuestros lectores
puedan asimilar los encartados en las historietas de Aniceto y probablemente,
en los suplementos de Hermelinda Linda. Una última observación si me lo
permite.
VA: ¡Por favor! Adelante.
EPI: Le confieso que con la gran cantidad de múltiples ocupaciones en que se
vive hoy en día, no me había sido posible reparar en su incorporación a la Mesa
de la Unidad Democrática. ¿A cuál partido democrático pertenece usted ahora?
VA: A ninguno. Sigo estando en el PSUV.
EPI: Disculpe, pero no comprendo. Todo el discurso que ha desarrollado en esta
entrevista es contradictorio con su pertenencia al PSUV.
VA: ¿Y cuál es el problema? La contradicción es nuestra forma de gobierno en
el PSUV. Nosotros los comunistas siempre nos hemos caracterizado por nuestra
habilidad para resolver las contradicciones a través de la síntesis de la tesis y la
antítesis, por lo tanto, todo lo que he dicho a pesar de parecer una incongruencia
con mi militancia, en realidad es una síntesis que supera una contradicción.
EPI: No me trate como un ignaro. Para mi es familiar el proceso dialéctico. Sin
embargo, yo no observo que se supere ninguna contradicción en su discurso.
¿En qué consiste la superación que afirma?
VA: En la mía. La superación es un proceso materialista histórico de profunda
raigambre popular, participativa y protagónica, que se da cuando un miembro
de la clase obrera o un intelectual orgánico, como yo, a través de su trabajo
político y esfuerzo partidista, se supera y pasa a ser miembro de la clase alta.
EPI: ¡Ah! Ahora si la veo con más claridad y he podido resolver mi contradic-
ción con respecto a usted.
VA: Yo soy un verdadero hombre de izquierda y comunista, pero no soy un re-
volucionario, ni un demócrata.

274
Las Ciencias Sociales en Venezuela

EPI: Su posición me recuerda a una profecía que leí en estos días y que plantea
que en Venezuela se está produciendo un proceso ya descrito en el Don Quijote
de Cervantes, que detalla la Sanchización de Don Quijote, que lo vuelve más
cuerdo y práctico y la Quijotización de Sancho Panza, que lo troca más soñador
y creativo. De acuerdo con la profecía, lo mismo ocurriría con los partidos ve-
nezolanos: una derechización de la izquierda y una izquierdización de la dere-
cha. Pareciese estarse cumpliendo el vaticinio. Por lo pronto, ya William Dávila
ha declarado antiimperialistas a los accióndemocratistas y Nicolás Maduro, está
acariciando los ofrecimientos emergidos de los diálogos con la derecha.
VA: ¿Y eso es bueno o es malo?
EPI: Es rentable. Muchas gracias por su tiempo.
VA: ¡Faltaba más!

VENEZUELA DECLARA LA GUERRA


A COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS
Por: Marilyn Zon Risso.

Venpress. Caracas Occidental. 2 de octubre 2013. La noche de este martes,


el Gobierno Nacional declaró la guerra al Gobierno de Estados Unidos y al
de Colombia, luego de que Washington expulsara al Encargado de Negocios
de la Embajada venezolana en ese país, Calixto Ortega Ríos; así como a la
Segunda Secretaria de la Embajada, Mónica Sánchez y a la Cónsul en Hous-
ton, Marisol Gutiérrez, como represalia por la expulsión previa de los fun-
cionarios norteamericanos Kelly Keiderling, Elizabeth Hunderland y David
Mutt, por estar implicados en actividades de saboteo contra el gobierno
venezolano.
Así lo dio a conocer un Comunicado Oficial del Ministerio del Poder
Popular para las Relaciones Exteriores (www.mre.gov.ve) de Venezuela, el
cual expone que el gobierno venezolano ha sido tolerante con las acciones
hostiles del gobierno de Estados Unidos, pero que ya esa tolerancia llegó a
su fin y no existe ninguna otra posibilidad de detener las agresiones
neocoloniales de Washington, distinta de la respuesta armada y
contundente. Así mismo, el comunicado exhorta al pueblo venezolano a

275
Hebert L. Tovar

centrar su atención en las informaciones que se vayan sucediendo sobre


las acciones bélicas que comenzarán en cualquier momento.
Ante la gravedad de la situación, este diario intentó conocer la opinión del
Canciller de la República, Elías Jaua Milano, pero las gestiones fueron
infructuosas, como también lo fueron los intentos por contactar a los
demás miembros del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder
Judicial. Finalmente, pudimos contactar al Dr. José Vicente Rangel, persona
allegada al gobierno y por tanto informada de los acontecimientos, quien
cordialmente accedió a aclararnos la situación.
Marilyn Zon Risso: Doctor, ¿puede darnos detalles de esta grave situación
que se ha suscitado entre nuestro gobierno y los gobiernos de Estados Uni-
dos y Colombia? ¿Qué puede hacer el ciudadano común? ¿Cómo protegerse
de las bombas? ¿Cómo salvar nuestros bienes?
José V. Rangel: Lo primero que habría que aclarar, es que por ahora la
situación está excesivamente normal. Esta declaración de guerra de
nuestro gobierno, forma parte del juego político característico de las
relaciones internacionales. No hay de qué preocuparse.
M.Z.R: ¿Usted cree que una guerra no es para que nos preocupemos?
J.V.R: Desde luego que sí. Precisamente la preocupación que se genera en
el ánimo de la gente, es el objetivo de declararle la guerra a Estados Unidos.
Te voy a dar una información que va a ser un tubazo para tu periódico. El
domingo pasado nos reunimos en el Ministerio de Salas Situacionales y
Mesas Técnicas, Nelson Merentes, Jorge Giordani, Aristóbulo Istúriz, Pedro
Carreño, el Gral. Bgda. Luccino Visconti y mi persona. En esa sala
situacional, analizamos el fuerte efecto desestabilizador de la inflación y de
la vertiginosa subida del precio del dólar, que al producir un impacto
negativo en la economía, afecta también la permanencia del gobierno.
Allí decidimos que había que distraer la atención de la gente del tema eco-
nómico hacia otro tema mucho más atractivo e interesante. Evaluamos va-
rias alternativas para titulares de la primera página de la prensa oficial,
que causaran un gran impacto en la gente, entre los cuales figuraban:

EL COJE VIEJA ATACA DE NUEVO, PÁNICO EN LA TERCERA EDAD


LA MACHACA PICÓ A FELIPE MUJICA EN UNA BOLA
Y SE LE SALIO UNA MENTADA DE MADRE
CHÁVEZ LLAMA POR CELULAR DESDE EL MAS ALLÁ

276
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Le presentamos estas alternativas al MINCI, pero no logramos llegar a un


acuerdo, así que se nos ocurrió insistir con el tema de la guerra que así sea
repetido, siempre asusta muchísimo y hace que la gente se olvide de lo de-
más y el MINCI estuvo de acuerdo.
M.Z.R: No sé qué decir. Disculpe, me voy a fumar un cigarro.
J.V.R: Como quiera. Recuerde que yo también soy periodista. Mientras
usted se repone, voy a formular la pregunta que yo me haría si me
estuviese entrevistando: ¿no es peligroso este juego ya que Estados Unidos
podría creer que nuestra intención bélica es seria y desatar las hostilidades
en realidad? Permítame decirle que de ninguna manera. El presidente
Obama es un gobernante experimentado en el juego político.
M.Z.R: Permítame usted un segundo... A ver... Eh... ¡Qué barbaridad! ...
Okey... a ver si puedo alcanzar a formularle una pregunta... Colombia, ¿por
qué Colombia?
J.V.R: ¿Por qué no?
M.Z.R: No sé. Usted dígame.
J.V.R: Tenemos más de cuarenta años construyendo a Colombia como
nuestro enemigo natural. Por eso es perfectamente creíble que le
declaremos la guerra al mismo tiempo que a Estados Unidos. Por otra
parte, al estar más cerca de nuestro territorio, la ansiedad es mayor.
M.Z.R: A ver... ¡Dios mío! ... ¿Usted no cree que con estas declaraciones que
está dando y una vez que el público sepa cómo funciona el juego de
distraer su atención de los temas realmente importantes, ya no sea posible
seguir manipulando a la gente?
J.V.R: Disculpa, ¿qué edad tienes?
M.Z.R: ¿Y eso qué tiene que ver?
J.V.R: ...
M.Z.R: ¿De qué se está sonriendo?
J.V.R: ...
M.Z.R: Bueno... mire... en todo caso, usted dice que toda esta situación
forma parte del juego político, ¿no cree que sería más conveniente jugar
con moco o hacer bombitas de saliva, que puede ser más divertido que
jugar con el miedo de la gente?
J.V.R: Esa es tu opinión.
277
Hebert L. Tovar

M.Z.R: Usted me va a disculpar, Doctor, por lo que le voy a decir, pero


usted está completamente loco.
J.V.R: Bueno, esa es tu percepción y yo la respeto, pero desde luego, que no
la comparto.
M.Z.R: ¡Ooo...key! Bueno, muchas gracias por su tiempo. ¡Noo! ¡No se
levante, por lo que más quiera! Yo sé dónde está la puerta. Hasta lueguito
pues...
J.V.R: ...

DESDE HOY, ESCALA SALARIAL MAS JUSTA PARA


LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS.
Por: Carmen Luisa Villegas

Venpress. Caracas, 1 de septiembre 2013. En la madrugada de hoy a la


01:00 am, hora local, Manlio Quesada, Jefe Encargado del Servicio de
Inteligencia del Ministerio del Poder Popular del Trabajo, los Trabajadores,
las Trabajadoras y la Seguridad Social, en nombre de la ministra de esa
cartera, María Cristina Iglesias, anunció la entrada en vigencia de las
nuevas escalas salariales para la Administración Pública Nacional (APN).
Anunció Quesada que los nuevos tabuladores salariales representan un
incremento sustancial en la remuneración de casi todos los trabajadores,
quienes pasaran a devengar un sueldo básico mensual con un incremento
entre 220 y 270,69 %. Al calcular la incidencia de los nuevos sueldos
básicos en los otros conceptos que conforman el salario integral de los
trabajadores, el monto a devengar es mucho mayor.

278
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Nuevo Tabulador Salarial para la APN


Esta nueva escala, según el funcionario del trabajo, viene a consolidar un
viejo anhelo de la administración de sueldos y salarios en la administración
pública, al hacer realidad la remuneración igualitaria para todos los
trabajadores.
“Con la escala que entra en vigencia en el día de hoy, hemos logrado
finalmente que todos los trabajadores ganen lo mismo. Esto lo veníamos
haciendo paulatinamente, aumentando el salario mínimo sin aumentar los
demás, hasta que todo el mundo ganara salario mínimo. Pero era un
proceso muy lento.”-indicó Quesada.
Igualmente informó que ya el ejecutivo cuenta con los recursos para
costear la implantación de las nuevas escalas y que en caso de ser
necesario, ya están adelantados los trámites para la importación de papel
moneda adicional a fin de imprimir los billetes que se requieran.
El corresponsal de Zeta Consultores, William Bishito, le señaló al
funcionario del trabajo, si este incremento no generaría más presión
inflacionaria en el mercado paralelo de divisas, a lo cual éste respondió:
“De ninguna manera, ya que en nuestro país no existe un mercado paralelo
de divisas”.
Cornelia Biensalida, Ejecutiva de Negocios de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) señaló por su parte, que no es posible que todos los
trabajadores ganen lo mismo, ya que las escalas deben representar,
precisamente, la ordenación de trabajos de dificultad creciente, para
cumplir con el precepto constitucional que establece que a trabajo igual,
salario igual.

279
Hebert L. Tovar

Quesada, argumentó que es exactamente para cumplir con el citado


precepto constitucional, que todos ganarán lo mismo. Explicó que
considerando que la medida correcta del trabajo es la cantidad de horas
invertidas en él y no su dificultad, todos los funcionarios públicos ganarán
lo mismo, ya que todos trabajan ocho horas diarias.
Aquellos que trabajen más, su esfuerzo adicional se considerará como una
retribución a la sociedad que les dotó de conocimiento; y a aquellos que
trabajen menos, se les pagará completo, ya que su menor esfuerzo no
influye en el alcance de los objetivos, al ser compensado por los que de
manera solidaria, trabajan más. Esta es una forma de eliminar la
competencia egoísta y promover la solidaridad colectiva.
Junior Cortázar corresponsal del Gallo Pelón, indicó que la escala
presentada por el funcionario, no se corresponde con la que salió publicada
en la Gaceta Oficial.
“Gracias por la acotación. En efecto, por error material, salió publicada otra
escala que no es la que corresponde, pero ese es un pequeño incidente que
corregiremos prontamente en pocos años” – concluyó el titular de
inteligencia de la cartera del trabajo.

280
Las Ciencias Sociales en Venezuela

281
Hebert L. Tovar

Internacionales

OMS DEFINE NUEVO INDICADOR INFLACIONARIO


Reuters. Berlín Occidental. 03 de septiembre 2013. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) ha definido un nuevo indicador inflacionario
con el propósito de que el mismo refleje, con mayor precisión, el verdadero
significado de este proceso económico que afecta la salud mental de un
importante sector de la población mundial. Así lo informó Paul Bidé,
economista del deseo Director de la Comisión Interamericana para la Salud
Mental de la OMS, con sede en Berlín.
La definición de este nuevo indicador es parte de una iniciativa de la OMS
para dar respuesta a las reiteradas solicitudes de algunas organizaciones
no gubernamentales, como “Matemática y Vida”, “Develadores sin
Fronteras” y “Advenedizos en Acción”, en el sentido de promover la
transparencia económica en beneficio de la salud mental.
"En realidad, no se trata de un nuevo indicador inflacionario, en el sentido
de que hallamos definido una nueva forma de cálculo de variación de
precios u otras variables. Lo que hemos hecho en la comisión es definir
como indicador relevante, a la inflación acumulada de la gestión, es decir, a
la variación inflacionaria acumulada durante todo el período de ejercicio
de una gestión gubernamental específica" indicó Bidé.
Según el economista del deseo, la difusión a través de los medios de
comunicación social de los porcentajes de inflación mensual o anual, no
reflejan el verdadero proceso de empobrecimiento colectivo, como
consecuencia de la distorsión generada por la política monetaria. La
inflación acumulada de la gestión, en cambio, es una medida mucho más
real de los aciertos o desaciertos de la política económica de un período de
gobierno en particular. En el caso de Venezuela - explica el economista- con

282
Las Ciencias Sociales en Venezuela

la inflación más alta del continente americano y la quinta del mundo para
el año 2012, la publicación de índices mensuales de un dígito o anuales de
dos dígitos, carece de sentido, por cuanto tales magnitudes no se
corresponden con la experiencia subjetiva de desmejora de la calidad de
vida por parte de los venezolanos, en una perspectiva histórica.
Bidé ilustra su planteamiento con datos consolidados
por el Instituto Nacional de Estadísticas y el Banco
Central de Venezuela, (www.ine.gov.ve), en los cuales
resalta que, para el período 2001-2012, ninguno de
los índices inflacionarios supera el 32% anual. Sin
embargo, al considerar la inflación acumulada para
ese mismo período en Venezuela, la variación es del
978%, de acuerdo a cifras de la publicación
especializada Reporte Diario de la Economía
(04/02/11). Este dato está más próximo a la representación de la vivencia
subjetiva de la inflación experimentada por los venezolanos, más aún, al
compararlo con los índices de otros países para el mismo período: 86% en
México, 114% en Brasil y 147% en Uruguay. Al incluir las estimaciones del
año 2013, la inflación acumulada de la gestión en Venezuela, asciende a
1.101,5%. De acuerdo a estos cálculos, un venezolano debe esforzarse casi
9 o 10 veces más que un mexicano, un brasileño o un uruguayo, para
obtener los mismos bienes.
"Esto significa para un sujeto concreto, que mientras su hijo pasaba de la
cuna al 5º grado de primaria, todo lo que ha necesitado para su educación y
manutención, se ha encarecido más de 10 veces su precio original. Esta in-
formación es mucho más relevante, sobre todo considerando que su
salario, muy probablemente, no se ha incrementado en la misma
proporción para el mismo período” – apuntó Bidé.
Para el funcionario de la OMS, insistir en la divulgación de índices
mensuales y anuales, en lugar de los índices acumulados de la gestión, al
mes en curso, es una práctica que invisibiliza el verdadero proceso de
empeoramiento de las condiciones de vida del ciudadano, además de que
promueve la supresión de la memoria histórica del propio devenir
individual.
La definición del índice inflacionario acumulado, como indicador relevante
a ser difundido públicamente, contribuiría a la promoción de la salud
mental del ciudadano quien podría experimentar un sentimiento de
fortalecimiento de su autoestima y estados de consonancia cognitiva, al
283
Hebert L. Tovar

comprender que sus dificultades económicas no dependen exclusivamente


de su esfuerzo y capacidades, sino que ellas también dependen de las
decisiones de dos o tres personas, en funciones de gobierno.

284
Las Ciencias Sociales en Venezuela

285
Hebert L. Tovar

Política

HABLA EL BRUJO DE BIRONGO:


"EL PREDESTINADO ES UN PIPI"
Por: María Eugenia Pontebuena

Tito Todd: "Yo nunca dije que el elegido fuera el flaquito"


Venpress. Caracas Occidental, 21 de Diciembre 2013. Recientemente se ha
desatado una polémica en el mundillo político, por la filtración a la prensa
de una correspondencia donde Ramón Guillermo Aveledo le atribuía la
razón de su insistencia en apoyar a Henrique Capriles, a la profecía de un
poderoso brujo de Birongo, pueblo del Municipio Brión del Estado
Miranda, según la cual el predestinado a gobernar los destinos del país
durante los próximos cuarenta años, es una persona cuyo primer nombre
empieza por H y su primer apellido empieza por C, iniciales que coinciden
con el nombre y apellido del ex parlamentario copeyano.

286
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Esta profecía explicaría por qué la MUD mantiene a Capriles como


candidato presidencial y supuesto líder de la oposición, a pesar de sus
reiteradas derrotas electorales y sus escasas cualidades como gobernante,
estadista, ex presidiario y actor.
El Correo de Rio Turbio pudo conocer la identidad del mencionado brujo
del cumbe mirandino. Se trata de Tito Todd, conocido talabartero y
amolador de tijeras de Birongo Abajo, también dedicado a desmontar las
causas ocultas de las enfermedades y "daños" que sufre la gente del pueblo,
mediante las artes de la grafovidencia. Tito es un sujeto bajito, gordito,
morenito y con una cachuchita parecida a la de Rolando La Serie, que ya
estuvo involucrado en otra polémica, hace algunos años, con críticos de la
brujería que él practica. Accede a conversar con este diario para aclarar las
confusiones que se han generado por su profecía.
MEP: Tito, usted como grafovidente, ¿puede explicarnos en qué consiste la
profecía que usted profesa y porqué ha generado tanto escándalo en el
mundo político?
π: ¡Hola mi amor!. ¿Cómo estás? Tenía tiempo que no sabía de ti. Antes de
entrar en materia, lo primero que te quiero decir, es que a mí no me gusta
la prensa y menos el diario en el que tú estás trabajando ahorita. Allí hay
gente que se ha metido mucho conmigo en el pasado. Accedí a darte la
entrevista porque te conozco de atrás y a pesar de las diferencias que
hemos tenido, eres una tipa seria.
MEP: Cosa que te agradezco Tito, los roces entre tú y yo, nunca han sido
por razones personales. Pero, cuéntame una cosa, ¿en qué consiste la
fulana profecía que estás difundiendo desde hace rato?
π: ¡Claro, mi amor! Tú sabes que aquí en el pueblo nosotros tenemos nues-
tras creencias y bueno, desde pequeño yo me fui metiendo en eso de
desandar bojotes y reparar los "daños" causados por otros que están
metidos en la vaina. ¡Tú sabes cómo es!.
MEP: ¡Ajá!
π: Luego me fui metiendo en los rituales de la lectura y la escritura, con un
viejito que había sobrevivido al Porteñazo, manco de la pierna derecha, por
eso le decían el Manco de Marasmita. Él fue el que me enseñó los misterios
de la Grafovidencia, con los textos de Pedrito y Elenita. Para hacerte el
cuento corto...
MEP: Te lo agradezco...

287
Hebert L. Tovar

π: Si, te decía que, poco a poco fui aprendiendo a ver lo que estaba oculto
en las escrituras. Fui aprendiendo a predecir lo que va a pasar
descubriendo lo que anuncian los textos. En el principio, fue el verbo, lo
que me permitía predecir, pero después, fue el sujeto, luego, el predicado y
finalmente, la oración completa. Mira nené, desde hace años por todas
partes se anuncia la llegada de un elegido, que gobernará no solamente
este país, sino todo el hemisferio occidental.
Todas las escrituras así lo anuncian. En la Ilíada, la Divina Comedia, el Mío
Cid, el Amadís de Gaula, en los textos sobre Alonso Quijano, en los Cuentos
de Canterbury, en las escrituras de la Piedra de Mar y la Rayuela, en las
ancestrales escrituras siberianas de los reflejos, en el Decamerón, en la
Interpretación de los Sueños, en todo el grupo de libros, se anuncia la
llegada, luego de cien años de soledad a partir de la muerte del último
hombre a caballo, de un HC, una especie de Hércules Caballero, o sea, un
hombre indócil, justo, fuerte, noble y errante guiado por un código moral y
doce obligaciones.
MEP: ¡Eso es como repelucante! ¿Estás seguro de que es una persona? ¿Por
qué no un Hidro Carburo, que es más factible que gobierne todo un conti-
nente por varias décadas?
π: ¡No, muñeca!, porque las escrituras anuncian además que quien
gobernará el hemisferio, estará dedicado a dos oficios que empiezan por la
letra "pe", o más propiamente, por "pi", como la pronuncian los gringos. Es
decir, que será un ser humano, un "pipi" en cuanto a oficios. Por lo tanto,
no puede tratarse de un Hidro Carburo, sino de una persona. En esto
coincidimos con la Orden de las Hermanitas Adoratrices del Divino
Miembro, pero no coincidimos con ellas en cuanto a su creencia de que
será un "pepe", porque ellas confunden las iniciales de los oficios, en
español, con el nombre del predestinado.
MEP: Eso suena bastante confuso y medio loco, sin ánimo de ofender, no
estoy tratando de polemizar contigo otra vez. Pero debes admitir que lo
que estás anunciando no se parece a una profecía seria como las de Nostra-
damus, Adriana Azzi, el I Ching, Carlos Fraga, Datanálisis, Paulo Coelho o el
Arquitecto de Sueños.
π: No, claro, yo tampoco pretendo polemizar. Yo digo lo que veo. Otra gente
puede ver cosas diferentes porque el análisis de las escrituras, siempre
arroja diferentes tipos de errores. Pero la síntesis de las escrituras, que es
lo que nosotros hacemos, anuncia claramente la llegada del predestinado
de ésta era, con dos oficios que bien podrían ser: políglota y puericultor, o
288
Las Ciencias Sociales en Venezuela

psicólogo y periodista, o perifoneador y propagandista, o cualquier otro


par de oficios que empiecen por "pi". Eso depende también de cómo lea
uno la realidad.
MEP: Pero, según lo que estás diciendo, puede ser prácticamente
cualquiera.
π: ¡Bueno, recuerda que es una profecía, no un FP020!. En todo caso, las es-
crituras son muy claras y dejan por fuera a Henry Ramos, por su apellido, a
Henrique Capriles, por sus profesiones, a Antonio Ledezma, por su nombre
y apellido a pesar de ser Político y Pendejo, a Fidel Castro, Diosdado
Cabello y Pedro Carreño, por sus nombres a pesar de que todos son
Políticos y Pendencieros y sus apellidos empiezan por Ce, a Napoleón
Bravo, por su nombre y apellido, a pesar de ser Periodista y Productor, a
Henry Galué, por su apellido, a pesar de dedicarse a la Pantomima y la
Puerilidad, a Nicolás Maduro, por su nombre y apellido, a pesar de ser
Pavoso y Pazguato, y a otros más.
MEP: ¿Y Pazguato es una profesión? ¡No sé!, pero me sigue pareciendo que
esa forma tuya de hacer profecías es como inédita, hay algo que no me cua-
dra.
π: ¡No me extraña, tú siempre andas buscándole las cuatro patas al gato!
Pero, lo creas o no, los posibles elegidos están entre Hugo Carregal, Produc-
tor y Publicista, Hemmi Croes, Profesor y Proxeneta y Hermógenes
Castilllo, Proyectista y Parlamentario.
MEP: Bueno, coincido contigo en que Hugo Carregal es mejor estadista que
los que dejaste por fuera. Los otros no sé quiénes son. ¿Y si eso es así, de
dónde surgió entonces la especie de que el elegido era Henrique?
π: ¡Yo no sé de donde carajo sacó Ramón Guillermo Aveledo, que yo dije
que era el flaquito! ¡Zape! A lo mejor es por la cachuchita de Hugo en la ca-
beza. Él estuvo zamureando por aquí, yo le ofrecí una taza de malojillo y le
dije exactamente lo mismo que te estoy diciendo a ti. Lo demás lo tragi-
versó él. Tampoco dije nunca que era Hugo Cabezas, eso lo inventaron en
el PSUV. Yo soy un brujo pobre pero serio. Yo no me ando con vainas.
MEP: ¿A qué crees tú entonces que se debe la confusión?
π: ¡No sé, ni me interesa! Yo digo lo que veo. Eso me ha pasado otras veces.
Lo que pasa es que aquí hay una cuerda de gafos, que viven repitiendo y
transponiendo lo que yo digo, como el tarugo de Teterote, para tratar de in-
clinarme hacia alguna tendencia política. Parece un triángulo vicioso. Yo

289
Hebert L. Tovar

siempre he detestado a los adecos y ahora a los pesuvecos. A mí no me


compra nadie con sus pendejadas.
MEP: ¡Bueno, está bien!, pero no te enojes y no empieces a decir groserías
en plena entrevista, que por eso es que yo me molesto contigo.
π: ¡Okey, mi amorcito, pero entiende tú también mi posición! Uno tratando
de hacer brujería con seriedad y responsabilidad social y esta sarta de
precarios ontológicos, de incontenidos pulsionales, saperoqueando la cosa.
MEP: ¡Te dije que dejaras las groserías! Mira Tito, yo creo que es mejor que
dejemos esto hasta aquí y evitemos oscurecer la cosa.
π: Si, es mejor. Yo también lo creo. Gracias, mi amor, por la entrevista de to-
das formas. Espero que podamos vernos otra vez, sin el perol ese que
tienes en la mano. Por eso es que a mí no me gusta la prensa. Ya te lo he
dicho.
MEP: ¡Está bien! Gracias a ti también por la amabilidad de recibirme en tu
casa. Nos estamos hablando.

DEVELADO EL MISTERIO DE LA
IMPOSICION DE HENRIQUE CAPRILES
COMO CANDIDATO DE LA OPOSICION.
Por: Chúo Torrealba Villegas

Caracas Oriental, 26 de octubre 2013. Desde hace varios años, un


importante sector de la población venezolana que aspira el retorno de la
cordura nacional y la salida de los Atolondrados del Siglo XXI del poder, ha
estado intentando comprender las razones por las cuales la Mesa de la
Unidad Democrática insiste en imponer a Henrique Capriles como líder
único de la oposición y salvador de la patria, siendo el caso que no reúne
requisitos mínimos ni para ser el líder de una partida de chapitas.
Pareciese que el verdadero objetivo de la MUD, fuese perder
reiteradamente las elecciones presidenciales y contribuir al
atornillamiento del Politburó de Sabaneta, durante los próximos sesenta
años. Para este hastiado sector de la población, escoger entre Nicolás

290
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Maduro y Henrique Capriles, es como escoger entre ser estrangulado en la


horca o ser quemado en la hoguera. El discurso del producto, compuesto de
cuatro “slogans” y un “jingle” muestra que posee la profundidad política de
una chayota, sin considerar su irritante empecinamiento en disfrazarse de
menor transgresor, probablemente para captar el voto joven.
Pues bien, este incomprensible misterio ha quedado aclarado con la
entrega a la redacción de este diario, de un correo electrónico que Ramón
Guillermo Aveledo le envió a Maria Corina Machado, interceptado por el
Ingº Bruno D’Adezzio, ex empleado de la Cantv que laboraba en el Edificio
Equipos II, de Los Cortijos de Lourdes, espiando todo el tráfico del
servidor:
10ibl20ser02.datacenter.cha.cantv.net.
Luego de la entrega de la información a este medio, el Ingº D’Adezzio, huyó
del país con destino desconocido para escapar de las represalias, por haber
hecho pública la labor de espionaje y violación de la privacidad de la
correspondencia por parte de la Cantv. El Correo de Rio Turbio,
considerando que todo el mundo hace públicas conversaciones y
correspondencias privadas, sin que pase nada, procederá a hacer lo mismo.
En el documento, Aveledo le explica a una muy molesta Corina Machado,
que Capriles debe ser el candidato de la oposición ya que según las
profecías de un poderoso brujo de Birongo, está predestinado a gobernar
el país por largas décadas. Según el grafovidente, cuyo nombre no se
menciona en la misiva, el gobierno de Venezuela durante los próximos 40
años, estará en manos de una persona cuyo primer nombre empieza por H
y su primer apellido empieza por C.
Aveledo explica en el mensaje, que el propio Hugo Chávez creía en la
profecía y se consideraba a sí mismo como el elegido, de lo cual logró
convencer a una gran cantidad de ateos de la izquierda venezolana y de
creyentes de la gendarmería vernácula. Como ha quedado demostrado por
los hechos el desaparecido ex presidente no era el elegido. Al parecer hubo
un error ya que su primer apellido no comenzaba por C, sino por Ch, lo cual
constituye una anomalía.
El Coordinador de la MUD explica además, que la pugna interna que divide
al PSUV, justo antes de las elecciones de diciembre, se debe a que los
creyentes en la grafovidencia consideran que el verdadero elegido es Hugo
Cabezas y que Maduro es un usurpador, por ello existe un plan en marcha
para desplazar al actual presidente y promover la figura de Cabezas.
291
Hebert L. Tovar

El Coordinador de la MUD sostiene que él personalmente ha viajado hasta


Birongo y se ha entrevistado con el brujo grafovidente y ha quedado
convencido de la exactitud y certeza de la profecía, solo que él
personalmente no cree que el elegido sea Hugo Cabezas, sino Henrique
Capriles. Por ello, continuará haciendo todos los esfuerzos que sean
necesarios hasta lograr que asuma el poder.
Aveledo culmina su correo, diciendo que la profecía ya ha generado
víctimas inocentes que ni siquiera estuvieron al tanto de su existencia. Es el
caso del desaparecido analista, periodista, humorista y hombre de
izquierda, Henry Crespo Fonseca, quien debió soportar toda la saña y
persecución del ex gobernador de Guárico, Eduardo Manuit, quien logró
confinarlo a su residencia para pagar una sentencia de Difamación
Agravada en su contra. Al parecer, Manuit estaba convencido de que el
verdadero elegido era el periodista al tener las mismas iniciales que el
presidente, H C F, pero sin la anomalía de la Ch, por lo que aprovechó sus
investigaciones y reportajes para perseguirlo, acusarlo ysentenciarlo,
guiado por la obsesión de impedir su acceso al poder.
Estas insólitas revelaciones, demuestran que es muy poco lo que ha
cambiado durante los últimos cincuenta años, en cuanto a la injerencia de
la brujería en la política venezolana, desde los tiempos de las pipas
ensalmadas de Rómulo Betancourt y los brujos personales de Blanca
Ibáñez, pero también nos permiten comprender, el hecho todavía más
insólito, de la imposición de Henrique Capriles como símbolo de la
esperanza nacional.

292
Las Ciencias Sociales en Venezuela

293
Hebert L. Tovar

Culturales

20/04/2015
Diálogo con un misógino.
El diccionario de la Real Academia Española define a un misógino o misó-
gina, como a aquella persona "que odia a las mujeres, manifiesta aversión
hacia ellas o rehúye su trato". Sin embargo, el diccionario no aclara, y es
lógico que no lo haga puesto que es un diccionario, las razones por las
cuales alguien pudiese desarrollar tan particular postura ante el género
femenino. De hecho, no suele repararse habitualmente en la existencia de
personas con esta tendencia. A pesar de ello, el impacto de los misóginos
en la historia del pensamiento, la política, la cultura y una gran diversidad
de áreas del quehacer humano, justifica escarbar un poco en su naturaleza,
tal vez para redimensionar el alcance de sus obras y sus actos.
La costumbre ha señalado tradicionalmente a personas de indiscutible in-
fluencia pública en sus respectivas épocas, como misóginos: Aristóteles, a
quien se le atribuye haber definido a la mujer como un "hombre inferior";
Confucio, quien encontraba la causa de la obediencia de la mujer al marido,
en su estupidez de carácter; Pitágoras, quien ubica a la mujer en el mismo
lado en que se encuentran el caos y la oscuridad; Martin Lutero, para quien
la mujer era como un hierbajo, muy lejos de un buen cultivo; León Tolstoi,
que le atribuía el origen de muchos desastres al carácter disoluto de las
mujeres; Arthur Schopenhauer, quien con una visión un tanto evolucio-
nista sostuvo que "la mujer es un animal de cabellos largos e ideas cortas";
Friedrich Nietzche, a quien no se le conoce un segundo intento amoroso
294
Las Ciencias Sociales en Venezuela

luego de su infructuoso lance sobre Lou Andreas Salomé; Adolf Hitler, for-
mulador de la moral de las tres "k" que establecía el rol femenino en tres
lugares precisos, "kinder, kuche, kircher", con los niños, en la cocina y en la
iglesia; Pablo Picasso, cuyas conocidas tendencias sádicas hacían blanco en
sus parejas; Juan Vicente Gómez, quien no dormía con mujeres porque se le
pegaban malas mañas; Simón Bolívar, quien después de viudo, nunca se
casó, ni tuvo descendencia, ni siquiera con la esposa de otro, así fuera doc-
tor.
No obstante la relevancia del síndrome a lo largo del tiempo, existe una pa-
radoja con respecto a su visibilidad pública. La historia, como se ha visto,
es pródiga en la reseña de casos de esta peculiar actitud ante la vida, casos
muy notorios. Pero, el hecho concreto e inmediatamente disponible en la
experiencia, es que ninguna persona se autodenomina de esa forma, a dife-
rencia de quien se asume demócrata o anarquista, cristiano o budista, ve-
getariano o carnívoro. La práctica que en efecto se recoge de la realidad, es
que la clasificación en esta categoría, parece ser realizada exclusivamente
por terceros, sean éstos personas jurídicas o naturales. Tal eventualidad
dificultó sobremanera la ubicación de al menos un misógino para poder
conocer un poco más las motivaciones de este grupo humano, hasta que la
gentil colaboración del Centro de Estudios de la Mujer (CEM), le suministró
a este diario las señas particulares de uno de los sujetos registrados en sus
bases de datos, aclarando que no nos proporcionaría ninguna información
adicional. Como corresponde al periodismo de investigación, la data reci-
bida del CEM, fue confirmada con otra fuente igualmente autorizada, el Ins-
tituto Nacional de la Mujer (INAMUJER), el cual luego de reticencias y com-
plejas negociaciones con este diario, procedió a validar la información.
El trabajo minucioso rindió sus frutos y finalmente pudimos concertar una
entrevista con Carlos Azpúrua, quien muy sorprendido accedió a conversar
con nosotros, principalmente para saber quién y por qué, lo clasificó de esa
manera. Carlos es una persona de expresión hosca y un tanto huraña, de
unos sesentitantos años, se ve muy bien para su edad. No tantas canas en
un pelo indio, otrora lustroso, de mirada incisiva que devela un carácter
fuerte y unas ideas firmemente establecidas. Con una barba meticulosa-
mente descuidada, probablemente para reafirmar su cualidad combativa e
inconforme. De complexión atlética y estatura un poco sobre el promedio,
exhala energía y firmeza en todos sus movimientos.
Junior Cortázar: Quiero darle las gracias por acceder a conversar con noso-
tros y así poder acercarnos un poco más a la comprensión de la misoginia.

295
Hebert L. Tovar

Carlos Azpúrua: Ya te lo dije por teléfono. ¿De dónde sacaste tú que yo le


tengo rabia a las mujeres?
JC: En otra época me hubiese acogido a mi derecho como periodista de no
revelar la fuente de una información de interés público, pero, tal y como
están las cosas, se lo digo. La información me la suministró el Centro de Es-
tudios de la Mujer.
CA: ¿Ese es el de la Universidad Central?
JC: Si, precisamente.
CA: ¡Con razón! Cristina no me perdona, después de tantos años.
JC: Si me disculpa Carlos, no me gustaría particularizar los eventos que va-
mos a analizar. Estoy más interesado en poder identificar patrones o es-
quemas generales que permitan generar conocimiento cualitativo sobre el
tema que nos interesa. En verdad me gustaría que los detalles personales
de sus contingencias vitales quedasen al margen de la conversación.
CA: ¡Coño! Una mujer resentida es más tenaz e implacable que un Guardia
Nacional golpeando estudiantes.
JC: Eso es interesante, ¿la violencia es un rasgo femenino, en su opinión?
¿Son atemorizantes las féminas?
CA: No, no, en realidad no. Al menos no físicamente. Contradictorias, si.
JC: ¿Tienen vaginas dentadas, como ha sugerido alguien alguna vez?
CA: ¡Ja, ja! No, mira, ya que estamos aquí, déjame decirte lo que yo pienso,
parte de las cosas por las que discutía con Cristina hasta que nos separa-
mos. Yo no les tengo ni rabia, ni miedo a las mujeres, es solo que no me
dejo joder por ellas. Bueno, ni por las mujeres, ni por nadie, ¿tú me entien-
des? Lo que yo no me calo es el doble discurso que criminaliza en el hom-
bre lo que justifica en la mujer.
JC: ¿Como por ejemplo?
CA: ¡Bueno vale, como la maternidad irresponsable! Resulta que en este
país las mujeres tienen la costumbre de preñarlo a uno sin su consenti-
miento con la intención de amarrarlo. Te hacen unos cariñitos por aquí,
unos cariñitos por allá, y como uno no es de hierro, cae, y sin el sombrerito,
a rin pelao ¿tú me entiendes? O te dicen que están tomando la pastilla y es
mentira. Y después, el boleto premiado, una barriga que tú nunca quisiste y
que solo la quiso ella por las razones que sean: para asegurarse la papa de
un marido a juro, porque se les está pasando la hora, por la trascendencia,
296
Las Ciencias Sociales en Venezuela

o que se yo que peo mental. El hecho es que irrespetan nuestra decisión de


querer escoger cuándo y con quién deseamos tener chamos, o no tenerlos
nunca. Entonces, irresponsablemente, en un acto autoritario y vanidoso,
deciden traer al mundo a esa criatura que evidentemente no deseó su pa-
dre forzoso. Algunos pendejos se someten a semejante abuso. Y los que no
se dejan joder por completo, después de usados y violentados, se convier-
ten por arte de magia, en padres irresponsables, ocultando la verdadera
irresponsabilidad materna.
JC: Veamos… ¿Lo que usted está diciendo es que la maternidad es un acto
motivado por una vocación autoritaria? Si eso es así, ¿Cuál sería una alter-
nativa menos despótica a la procreación? ¿O acaso nos extinguimos como
especie entonces, para respetar la inmadurez masculina que no le permite
asumir la responsabilidad de hacerse cargo de otro, más que de sí mismo?
¿No es ese planteamiento una apología narcisista?
CA: No entendí la mitad de lo que dijiste, pero lo que sí creo es que la
humanidad no se va a extinguir porque las mujeres dejen de procrear pa-
dres irresponsables. Lo que tienen que hacer es comportarse como unas
mujercitas grandes y parirle solo a quien esté de acuerdo en hacerlo. ¡Mas
nada, chico! ¡Respeta para que te respeten! Ahora, en la mayoría de los ca-
sos, quien impone la procreación del chamo es la mujer y el hombre no
pinta nada en esa decisión. Por eso la maternidad y el autoritarismo van
juntos, no solo por la forma en que se da, sino porque ese nuevo ser se con-
vierte en el receptor de toda la vocación de poder de la madre, y en casos
más desdichados, también del padre.
JC: ¿Puede ampliar un poco ese planteamiento, por favor?
CA: Mira chico, no creo que yo sea ni el primero, ni el único que se ha dado
cuenta de que las mujeres le dan salida a toda su necesidad de mandar y de
controlar a los demás a través de los hijos. ¡Eso es una maravilla! Con la ex-
cusa de que los carajitos tienen que aprender a caminar, a vestirse, a no
hablar con la boca llena, amarrarse los zapatos, leer y muchas otras vainas
para que no sean unos extraterrestres en la vida, las tipas gozan una bola
sintiéndose poderosas al ver como hay unos seres en el mundo totalmente
sometidos a su voluntad. Los hijos para las mujeres, son como el pueblo
para un dictador, gente que tiene que obedecer por su propio bien.
JC: Hay una conclusión algo insólita que se desprende de lo que usted está
diciendo: las dictaduras son femeninas. ¿Es así?

297
Hebert L. Tovar

CA: ¡Pues, será! Fue solo un ejemplo. Pero viéndola desde allí desde donde
tú la ves, tiene sentido. El déspota trata al ciudadano como si fueran sus
bebés de pecho, dependientes y absolutamente incapaces de dirigir su
propio comportamiento. O también podría ser que uno el hombre, como no
experimenta el poder filial tan intensamente como la mujer, es decir, uno
no da teta, ni es uno el que pare, entonces, uno el hombre, tiene que darle
salida a su vocación autoritaria mandando sobre los demás y no sobre los
hijos. A lo mejor es por eso que la mayoría de los dictadores son hombres y
no mujeres.
JC: ¿O tal vez sea que todo dictador se somete a una hembra poderosa?
CA: ¡Coño chico, no me extrañaría!
JC: Ahora, ¿además de la obvia preservación de la especie, ve usted algo
bueno en la maternidad?
CA: En la maternidad irresponsable, no. La otra cosa para la que sirve,
además de producir hijos abandonados, es para la expropiación legítima, o
sea, los vástagos se convierten en la justificación perfecta para dejar al
hombre sin casa, sin carro y sin dinero, cuando decide que quiere recupe-
rar la dirección de su vida. Esto les suele pasar a los pendejos que no solo
se dejan montar un muchacho contra su voluntad, sino que además se ca-
san con su perpetradora. Luego, cuando ya no se la calan más y dejan el
pelero, entonces son despellejados sin misericordia, con la excusa de que
sus bienes son necesarios para la crianza de sus hijos que nunca quiso y
que, sobreentendidamente, quedan bajo la responsabilidad de la abusa-
dora. Ahora, hay que estar claros, de alguna manera existen mujeres que
por un desarrollo muy particular de su vida, por su educación o simple-
mente por su condición moral, no ejercen la maternidad irresponsable sino
que prefieren ser madres solteras autoadministradas. Pero, lamentable-
mente, esa es una minoría, casi una rareza.
JC: Veo que centra mucho su análisis en la condición autoritaria de la ma-
ternidad ¿Y qué pasa con las mujeres que no tienen hijos, son también dic-
tadoras?
CA: ¡Depende! Si la mujer no tiene hijos porque decidió no tenerlos, puede
que esa decisión obedezca a un altísimo grado de conciencia sobre sus
condiciones de vida, sobre ciertas tuercas desajustadas en la cultura y
cierto compromiso profundo consigo misma. No creo que haya cabida allí
para una actitud aprovechadora hacia el prójimo. Ahora, si la falta de hijos
es porque se le han presentado limitaciones de cualquier tipo en contra de
298
Las Ciencias Sociales en Venezuela

su voluntad, entonces la realización de su ansia de poder, presenta un défi-


cit. Esas son las más déspotas y mandonas. Al no tener un pueblo cautivo a
quien gobernar, viven mandando sobre todos y sobre todo, especialmente
sobre uno el hombre.
JC: Entonces, ¿no existen parejas armoniosas y respetuosas el uno del otro,
que procreen de mutuo acuerdo?
CA: En lo que llevo de vida conozco un solo caso. El de mi tío Fernando que
lleva como siete en fila, todos buscados y acordados.
JC: Tal como está planteando la situación pareciera que existe una especie
de hombre maltratado, víctima de esa práctica que usted describe.
CA: ¿Hombre maltratado?
JC: Si claro, una persona que es violentada en sus decisiones y expropiada
del producto de su trabajo, que además es estigmatizada socialmente como
irresponsable, tal como usted lo plantea, evidentemente está siendo
víctima de maltrato.
CA: Por supuesto, sí, eso está clarísimo para mí. Lo que pasa es que me
sonó raro que lo plantearas precisamente con esos términos. Estoy tan
acostumbrado a escuchar a Cristina hablando de las mujeres maltratadas,
que el marido les cayó a coñazos, que las insultó y otra serie de cosas vio-
lentas, que volví a asociar maltrato con violencia física y como algo que le
hacen los hombres a las mujeres, no al revés. De hecho, uno de los peos que
tuve con ella, fue precisamente porque quería que yo la ayudara con un mi-
cro denunciando el maltrato psicológico hacia la mujer. Yo le decía que no
me iba a prestar para seguir haciendo ver que los únicos que maltratamos
somos nosotros y que los abusos de ellas siguieran ocultos. ¡Para qué fue
eso, compadre! ¡Ardió Troya! Eso fue que me comió y me vomitó. Lo más
bonito que me dijo fue “tarifado” y “mercenario”.
JC: Entiendo que Cristina fue su pareja y que trabaja en el CEM, pero le
agradecería que no continuara haciendo referencia a su persona ya que pa-
reciera que sus planteamientos están sesgados.
CA: ¡Disculpa vale, pero tú comprenderás! ¿no? De hecho, mientras hemos
estado hablando, creo haber recordado que ella ya no está en el CEM, sino
en otro sitio, pero es allí, en el Centro Comercial Los Chaguaramos, de eso
si estoy seguro.
JC: Carlos ¿usted se considera víctima de maltrato?

299
Hebert L. Tovar

CA: ¿Perdón?
JC: ¿Qué si usted considera que ha sido maltratado alguna vez por una mu-
jer?
CA: ¡Bola baja! ¡De vainita no me dejaste ponchao! Mira, por mi carácter yo
no acostumbro a guardarme las cosas, ni a aguantar pendejadas. Te con-
fieso que si he discutido con mis parejas, nos hemos dicho vainas fuertes,
pero nunca le he puesto la mano encima a ninguna mujer, ni ellas me la han
puesto encima a mí. Ahora, violencia psicológica… ¿Qué te digo? Ha habido
casos…
JC: ¿Como por ejemplo?
CA: ¡Bueno! En una de mis relaciones después de Cristina, estuve con una
psicoanalista lacaniana, ella solía aplicarme una que llaman “agresión pa-
siva” que ella misma me la explicó. La tipa cuando estaba arrecha, simple-
mente hacía como que si yo no existiera, no me hablaba, no me miraba y si
yo le preguntaba si le pasaba algo y si estaba molesta conmigo, lo negaba y
me hablaba con una supuesta naturalidad, como si ella no estuviera sin-
tiendo la rabia que en realidad tenía. Después, cuando le daba la gana, me
volvía a hablar como si nada.
JC: Pero Carlos, eso no parece maltrato, más bien parece una situación
típica de una relación de pareja.
CA: ¿Ah no? Pero duele como si fuera un coñazo.
JC: Pero no lo es y un golpe de verdad duele más. Probablemente usted sea
un poco hipersensible.
CA: Bueno, te confieso que cuando hacía esas vainas y además me hacia
quedar mal con sus amigos y con su familia, me provocaba estrangularla.
Yo no sabía cómo defenderme de sus truquitos, lo que hacía era ponerme
como un diablo y pegarle gritos.
JC: ¿Cuáles truquitos?
CA: Mira, yo no soy un pico e’ plata, pero tampoco soy bruto. La tipa con su
verborrea y con su supuesto dominio de la verdad absoluta, vivía insi-
nuando, en dos platos, que yo era un flojo, inculto, inmaduro y en una oca-
sión, frente a sus amigas, hasta llegó a dejar entrever que era poco hombre
¿tú sabes? o sea, que ya no le servía ni pa’ el arranque. En otro período que
estuve corto de dinero, mientas esperaba que se concretara un proyecto
con Bolívar Films, se dedicó a aparentar ante todo el mundo que yo era un

300
Las Ciencias Sociales en Venezuela

chulo y que ella me mantenía por lástima. Ella lo hacía todo nebuloso, di-
fuso, con la suficiente claridad para que todo el mundo entendiera, pero lo
suficientemente ambiguo para que yo no pudiera demostrar que me estaba
jodiendo. Una sonrisita, una miradita, un tonito de voz, un chistecito. Des-
pués, cuando yo le reclamaba y empezábamos a discutir, nunca admitía lo
que había hecho y me hacia quedar como loco a mí. Decía que yo estaba ca-
yendo en “imaginarios” y que estaba “proyectando”. Yo agarraba unas ma-
dres arrecheras, que me empezaba a doler la cabeza y después no podía
dormir. Ahora que lo pienso, de repente ese tipo de vainas son las que,
cuando hay una gota que derrama el vaso, hacen que a algunos tipos se les
vuelen las chapas y como último recurso para detener la jodiendita, le
arrecuesten una pescozada a la agresora.
JC: ¿Está usted justificando la violencia doméstica?
CA: ¡Hummm! Creo que no. Lo que estoy es comprendiéndola, por primera
vez después de tanto tiempo. Pareciera que hay dos tipos de coñazos en las
parejas: los visibles que dejan magullado el cuerpo y los invisibles que de-
jan magullada el alma. ¡Mira, vale! La tipa era tan hija de puta, que a pesar
de que yo siempre le decía que detestaba a los adecos, por ladrones, menti-
rosos, manipuladores y por ser los culpables del descrédito de la democra-
cia y de estos quince años de dictadura light que hemos estado viviendo,
¿tú sabes lo que hizo la tipa?
JC: No me lo imagino.
CA: ¡Pues me llevó engañado a dictarle una conferencia a la Juventud de
Acción Democrática! ¡Coño, si eso no es un irrespeto y una agresión, dime
tú qué carajo es entonces!
JC: ¡Bueno, no es para tanto! Tampoco es un hecho grave. ¿No le parece que
está siendo un poco intolerante?
CA: Exactamente lo mismo me dijo ella y por eso no la toleré más y la
mandé pal coño. Además, ya me tenía harto del sexo instrumental.
JC: Primera vez que oigo esa expresión. ¿Qué es el sexo instrumental?
CA: Seguro que si sabes que es. Te debe haber pasado. Es cuando ellas usan
el sexo, no como un fin en sí mismo, para el placer, sino como un medio
para alcanzar un objetivo.
JC: ¡Ah!

301
Hebert L. Tovar

CA: Cuando la tipa necesitaba algo de mí que sabía que yo no querría


hacerlo, me sometía a una singazón divina como por dos semanas. Accedía
a las vainas mas cochinas que se me ocurrieran y hasta inventaba algunas
ella misma. Te confieso que eso era lo más sabroso. Después cuando me
tenía bien blandito, me la lanzaba descuidadamente, viendo televisión un
domingo por la tarde: “Mi amor, ¿por fin pudiste hablar con Ixora Rojas
para el videíto de mi mamá? Ella está muy ilusionada” Y yo caía como un
pendejo. Me decía para mis adentros que después de habérsela metido por
todos los agujeros del cuerpo y de haber hecho marramucias en las escale-
ras del edificio, en el supermercado y en el baby shower de su jefa, no me le
podía negar.
JC: Eso no parece muy doloroso, ni humillante.
CA: Se nota que nunca has tenido que calarte a Ixora Rojas hablando de sí
misma y de las razones por las cuales debe ser presidenta del país, otra vez.
Es como si agarraras lo fea y pedante de Cilia Flores, lo mezclaras con lo
arrogante y aburrida de Sofía Ímber, y lo montaras todo sobre el copete de
Sonia Sgambatti, eso es como un Diazepam pasado con Emulsión de Scott.
Para un tipo como yo, que vengo de la vanguardia, es lo más cercano que
existe a la tortura por privación del sueño. Y después de acceder a sus ma-
nipulaciones, ¡aquel ratón moral! … Por eso fue que decidí pensar con la
cabeza de arriba y terminé con esa relación.
JC: ¿Hay algunos otros recuerdos gratos de sus relaciones de pareja que no
sean sexuales?
CA: No. Pero, mira, la otra cosa que quería mencionarte que hacen las tipas
y que es muy perjudicial e inadvertido, es el ejercicio del poder por control
ambiental. Antes de que me preguntes que es eso, te explico. Las tipas se
apoderan del medio ambiente en que tú habitas y controlan totalmente el
espacio y el tiempo. Lo llenan todo de adornitos y perolitos inútiles que no
te dejan espacio para poner tus libros, tus discos y tu colección de cámaras
Olympia. Se atribuyen la potestad de decidir dónde van tus interiores, tus
documentos personales, tu cepillo de dientes, tu minilaptop, tus lentes, tu
celular, tus llaves, ¡toda vaina queda a discreción de su voluntad!
JC: No entiendo a dónde quiere llegar. ¿Qué relevancia puede tener eso
para alguna cosa?
CA: Yo pensaba lo mismo y por eso no le prestaba atención a esas minucias.
“Vainas de mujeres”, decía yo, por su manía de andar acomodando todo.
Hasta que un día que necesitaba urgentemente unos guiones que tenía en
302
Las Ciencias Sociales en Venezuela

la minilaptop, el bendito aparato no aparecía por ninguna parte. No estaba


sobre el escritorio, donde se suponía que debía estar, ni en la biblioteca,
donde parecía razonable que estuviese. En ninguno de los sitios donde
cualquier ser normal pensaría que puede estar un aparato como ese, es-
taba. Cuando intenté comunicarme con Cristina para preguntarle donde
coño había escondido mi vaina, estaba desconectada, reunida quien sabe
donde carajo con un poco de viejas hablando paja de los hombres. Total
que no pude tener los papeles a tiempo, no pude reprogramar la reunión
con la gente de la Villa del Cine y perdí el chance de trabajar en mi primer
proyecto como Productor Nacional Independiente.
JC: Parece una eventualidad de la vida cotidiana que puede ocurrirle a
cualquiera.
CA: ¡Hasta ahí quería llegar yo! Precisamente a lo cotidiano. Esa manía de
decidir la ubicación de cuanto perol hay en una casa, incluidos los de uno,
así como los horarios para comer, para dormir, para tirar, etcétera, etcé-
tera, etcétera, termina controlándolo a uno de manera indirecta e inadver-
tida. Yo perdí una oportunidad de negocio por no tener el dominio sobre
una vaina tan sencilla como es el lugar donde yo necesito que estén mis
implementos de trabajo. ¿Tú sabes donde metió la laptop la tipa? En el ar-
mario donde van las medias, porque ahí estaba más segura que en el escri-
torio donde se podía caer y dañarse. ¡Hazme tú el favor! Cómo si ese apa-
rato tuviese voluntad propia y vocación suicida para lanzarse, él solo, al
piso. Total que a partir de ahí fue que empecé a comprender que el afán de
ordenar la casa como ellas quieren, es otra forma de ejercer su poder, o
sea, “esta vaina va aquí porque yo digo” o “porque aquí se ve más bonita” y
como eso a uno siempre le ha parecido una pendejada, uno no se mete en
ese peo y termina perdiendo el control de sus cosas y de su vida.
JC: Carlos, permítame decirle que su forma de ver las cosas me resulta un
tanto inusual y me da elementos para comprender por qué en el CEM y en
INAMUJER lo tienen en una base de datos de gente que odia a las mujeres.
Sin embargo, casi todo lo que me ha dicho no es sobre las mujeres en gene-
ral o sobre sus parejas, sino sobre una en particular. Le pido nuevamente
que, por favor, deje a Cristina a un lado y me diga: ¿en definitiva, se consi-
dera usted o no un misógino?
CA: ¡Chico, de verdad que yo creo que no! Que uno no se cale los maltratos
de dos o tres abusadoras o que rechace intensamente la violencia, desfa-
chatez, cinismo y corrupción de algunas figuras femeninas notorias como
María León, Lina Ron, Luisa Ortega Diaz, Luisa Estela Morales o Tibisay Lu-
303
Hebert L. Tovar

cena, no lo convierte a uno en un enemigo de género. Es comprensible que


cualquier persona más o menos normal y ajustada a la realidad, no esté
precisamente bailando en una pata de la felicidad por los atropellos de es-
tas damas. Así que, yo te diría honestamente que no.
JC: Si eso es así, ¿cómo cree usted entonces que podrían mejorar las rela-
ciones entre hombres y mujeres, vistos los, al parecer, descomunales esco-
llos con que se enfrentan?
CA: Mira, yo te voy a ser sincero. Eso no tiene solución. Las mujeres se-
guirán haciéndose las víctimas y las débiles, seguirán jodiendo a media
humanidad con sus truquitos y con el cuento de que son madres. El argu-
mento de que el bienestar de sus hijos justifica cualquier cosa, seguirá
siendo la coartada perfecta para ocultar su vocación de poder. Los hombres
seguiremos intentando no dejarnos joder por ellas, al mismo tiempo que
tratando de convivir con ellas. ¿Qué te puedo decir?
JC: Pero usted me dijo hace un momento que existen algunas mujeres con
un profundo compromiso consigo mismas y con una alta conciencia de las
pautas culturales contradictorias que regulan su inserción en la sociedad.
CA:¿Yo te dije eso?
JC: Bueno, palabras más, palabras menos, pero esa es la esencia de lo que le
entendí.
CA: Mira, tal vez si tomaran conciencia del uso instrumental de la materni-
dad y del sexo, podría abrirse un espacio nuevo e interesante a las relacio-
nes mutuas. A lo mejor, en la medida en que vaya desapareciendo del ima-
ginario colectivo la noción de los hijos como instrumentos de dominio, em-
pezamos a respetarnos más.
JC: Me tranquiliza escucharle eso. ¿Hay esperanza entonces?
CA: Tiene que haberla. ¿No te parece?
JC: Ciertamente que sí. Suerte con Cristina.
CA: ¿Cristina? Pero si hace años que terminé con ella y no la puedo ver ni
en pintura.
JC: Por eso. Mucha suerte.
CA: ¡Okey, vale! Gracias de todas formas.

304
Las Ciencias Sociales en Venezuela

27/08/14
Diálogo con un Asesino
Arturo Rojas es de esas personas que asumen sin ningún problema su con-
dición de asesino. Es un tipo alto, esbelto, bien vestido. En los pasillos lo
llaman “El Muñeco”. Muy pocas veces se le ha visto sin traje. Ya es habitual
ver su marcha erguida y enérgica embutido en un tres piezas beige, blanco
o verde. Nunca usa colores oscuros de día. Cuando no usa chaqueta, se le
puede ver una cadena de oro con una medalla de la Virgen del Valle aso-
mando por la camisa entreabierta.
A pesar de rondar la cuarentena, no usa anteojos. De tez morena reafir-
mada por un bronceado permanente, tiene una voz bien timbrada y pone
un especial cuidado en pronunciar las palabras de manera exacta al con-
versar, al modo de los locutores de antaño. Con modales sofisticados y
mundanos, logra disimular muy bien un remoto origen en algún pueblo del
interior, tal vez en Agua de Vaca o Laguna de Raya, que lo traiciona en un
casi imperceptible arrastre de la “ere” cuando más que hablar, declama.
Cuando entro me saluda apretando firmemente mi mano con las dos suyas,
mientras me mira directamente a los ojos como si quisiera venderme una
póliza de seguros. Mientras me invita a tomar asiento le pide a Rosalba, su
asistente, que nos traiga una tacita de café Gourmet Selection “Juan Valdés”
obsequio de una querida amiga de Bogotá, según se asegura en hacerme
saber.
Arturo Rojas: ¿Te fue difícil llegar hasta acá?
Junior Cortázar: En realidad no. Ya yo había venido antes.
A.R: A diferencia de la mayoría de mis colegas, yo siempre estoy en buena
disposición de conversar con la prensa. Creo que el trabajo de ustedes es
de suma utilidad para que el gran público pueda conocer con exactitud la
importante labor que realizamos.
J.C: En nombre del diario que represento y en el mío propio, le doy las gra-
cias por concedernos unos minutos de su tiempo para acercarnos un poco
más a las particularidades de su oficio.
A.R: Para mí es muy grato poder conversar con un excelente profesional
como tú. Soy un seguidor habitual de tu trabajo y creo que eres de los po-
cos que realizan una labor impecable, objetiva y trascendente.

305
Hebert L. Tovar

J.C: Muy agradecido por su amable observación que sin embargo no creo
merecer.
A.R: La modestia es la virtud de los fuertes y de los sabios.
J.C: Trataré de estar a la altura de esos conceptos, entonces.
A.R: Estoy seguro que sí.
J.C: Entre las muchas inquietudes que se despertaron en mí al preparar
esta entrevista, está la interrogante sobre el tipo de motivación que puede
impulsar a una persona a admitir que es un asesino, mucho más si no se
encuentra en prisión o fugitivo de la justicia. La creencia habitual es que los
asesinos se mantienen ocultos, clandestinos, para poder atacar a sus vícti-
mas y evadir la justicia. Esta reflexión me llevó incluso a considerar la po-
sibilidad de que quien así se asume, no conozca en realidad el significado
de ser un asesino o en su defecto, realice una declaración falsa, tal vez para
llamar la atención con segundos propósitos. Le pregunto directamente: ¿es
usted realmente un asesino?
A.R: Tu pregunta deja leer entre líneas el tradicional prejuicio y la natural
incomprensión de nuestra profesión, tal vez originados en una sobrevalo-
ración de la vida como si ésta estuviese predestinada a no tener fin, a ser
eterna, contraviniendo la naturaleza de los procesos biológicos. De soslayo
puede entreverse la habitual asimilación del asesinato con un hecho vio-
lento, inmoral e ilegal, su igualación con el delito que corroe los cimientos
de la sociedad. Pues, ciertamente, yo quito vidas, mato personas. No lo sos-
tengo como una forma de obtener una ganancia secundaria o como un ar-
did publicitario. Mi trabajo es matar gente, no como una forma de atacar el
tejido social, sino todo lo contrario, como una función que contribuye al
normal desenvolvimiento de la vida cotidiana.
J.C: ¿De qué forma violentar el respeto a la vida puede considerarse una
contribución a la preservación de la sociedad?
A.R: Mi abuelita, que en paz descanse, solía decir en su saber popular, sen-
cillo y contundente que lo único seguro en la vida es la muerte. Todos nos
vamos a morir algún día, de alguna manera. Lo que nosotros hacemos es
administrar la ocurrencia de un evento inevitable, ocupándonos de tomar
una decisión que las personas no pueden asumir por sí mismas. A excep-
ción de los perturbados mentales que se suicidan por su incapacidad para
acomodarse en el mundo, la gente normal no se mata, la matamos noso-
tros. En parte, asumir la responsabilidad de quitarle la vida a los demás, es
nuestra manera de contribuir con la sociedad. La gente normal puede se-
306
Las Ciencias Sociales en Venezuela

guir llevando su vida habitual libre de responsabilidad y de culpa por segar


la vida de otro. En realidad somos unos medios de expiación y redención.
Esa es nuestra responsabilidad social.
J.C: Me resulta difícil comprender, por qué usted asume que es su potestad
decidir hasta cuándo debe vivir alguien. Si la muerte es cierta e inevitable
para todos nosotros, ¿por qué usted se abroga el derecho de decidir cuándo
debe ocurrir? ¿No le parece que si todos asumimos que tenemos el mismo
derecho, terminaríamos matándonos los unos a los otros, hasta que quede
el último hombre vivo?
A.R: Estoy plenamente de acuerdo contigo. Ser un asesino no implica ser un
irracional y un loco. Lo que pasa es que sigues anclado a la imagen popular
que se tiene de nosotros. En las películas se nos muestra como unos mons-
truos que acechamos en la oscuridad con un cuchillo para abalanzarnos
sobre nuestra víctima inocente y sin motivo ninguno, atacarla violenta-
mente y seccionar algún órgano importante que cese sus signos vitales. Eso
no es tan así. En realidad nosotros no matamos indiscriminadamente, ni
andamos por ahí cegando vidas inmotivadamente. Tampoco matamos por
venganza o pasión. Te explico algo, mis víctimas las escojo luego de un cui-
dadoso y muy documentado proceso de selección que permita la optimiza-
ción de los recursos y la obtención del mejor beneficio posible.
J.C: Entonces, si tiene una motivación distinta del beneficio social para sus
crímenes, después de todo.
A.R: ¡Pero por supuesto! Nunca te he dicho que no.
J.C: Y si entiendo bien, esa motivación es económica. ¿Mata por dinero?
A.R: No suena elegante, pero, de hecho, sí.
J.C: Estoy tratando de establecer un patrón. ¿Podría decirse que sus asesi-
natos tienen el objetivo de despojar a las víctimas de sus pertenencias, al
modo de un asaltante de caminos?
A.R: Veo que te gusta mucho el cine. Es difícil apartarte de nuestra imagen
popular, de los personajes de la gran pantalla. Yo no me veo a mi mismo
como un asaltante de caminos. Definitivamente, entre un pirata de carrete-
ras como los personajes de Mad Max y yo, hay un universo de distancia.
J.C: Un universo de distancia. ¿Asesina como negocio, entonces?
A.R: Preferiría decir que mato con un criterio administrativo, más que de
negocio.

307
Hebert L. Tovar

J.C: ¿Un mercader de la muerte?


A.R: No, yo no participo en el proceso de comercialización, de eso se encar-
gan las funerarias. Mi participación más bien se ubica en el proceso pro-
ductivo. No sé si es mi fantasía, pero percibo cierta hostilidad en tu actitud.
J.C: Estoy tratando de establecer un patrón.
A.R: Ya. Tal vez si te explico mejor como selecciono a mis víctimas puedas
ampliar tus esquemas. El diagnóstico con el que vienen de alguna manera
ya establece una preselección, pero definitivamente la edad es el criterio
más importante. Nunca mato a nadie menor de 70 años, a menos que la pa-
tología sea muy severa. Luego está el tema del seguro, no tenerlo y necesi-
tarlo es un signo que anuncia la premura de la parca.
J.C: ¿Y luego?
A.R: Si el paciente tiene un seguro como Qualitas u Horizonte, lo persuado
de verse en mi consulta privada, donde hago todo lo posible por hospitali-
zarlo y hacer un uso adecuado de la cobertura. Si no lo posee, los ingreso
por emergencia aquí mismo.
J.C: Sin embargo, de la clínica regresan al hospital al acabarse el uso ade-
cuado de la cobertura. Aquí es donde mata a ambos tipos de víctima,
¿cierto? Creo entender el criterio administrativo de sus crímenes.
A.R: Ya vas captando. La mayoría son unos viejitos y de todas formas se van
a morir. Por otra parte, el dinero sale del seguro no de sus bolsillos, así que
no les estoy generando un perjuicio económico adicional. Los ingresos que
percibo de esta forma yo los considero como una compensación por tener
que asumir la responsabilidad de matar a alguien que de todas formas ya
vivió lo que tenía que vivir.
J.C: Es una labor humanitaria, por así decirlo.
A.R: No eres muy bueno con el sarcasmo. Totalmente previsible e inofen-
sivo. Si, por qué no, es una labor humanitaria. En el fondo, la gente sabe
que viene a morir a los hospitales.
J.C: ¿Es diferente morir a ser asesinado?
A.R: Esa es una pregunta metafísica. ¿Qué importancia puede tener esa di-
ferenciación?
J.C: Su pregunta es la respuesta que esperaba.
A.R: No te entiendo.
308
Las Ciencias Sociales en Venezuela

J.C: Eso también lo esperaba.


A.R: Accedí a darte esta entrevista como te dije al principio, porque respeto
tu trabajo y porque supuse una actitud abierta e imparcial de tu parte hacia
mi profesión. Sin embargo, te he sentido hostil, sarcástico y prejuiciado.
Esperaba un nivel diferente.
J.C: ¿Siente que necesita mi aprobación?
A.R: ¡En absoluto! Me siento un tanto decepcionado tal vez, aunque es
comprensible que una responsabilidad como la mía genere reticencias y en
cierto modo también envidias y recelos. Son circunstancias que se asumen.
Después de todo, ¿cuántos asesinos conoces tú que asuman su condición
con hidalguía?
J.C: Uno solo es demasiado para mí. Creo que tiene razón, me he dejado lle-
var por mis juicios de valor y me he descuidado como comunicador. Dis-
cúlpeme, por favor.
A.R: No te preocupes. Tu reacción es muy común. He aprendido a tener pa-
ciencia y a respetar esos sentimientos de la gente.
J.C: ¿Cómo ejecuta a sus víctimas?
A.R: Con todo respeto, es una labor casi imposible para alguien no familia-
rizado con la medicina, en el contexto de esta conversación, comprender
los complejos procedimientos que utilizamos para acabar con la vida de
nuestras víctimas. Si puedo decirte que la ejecución más que un único
evento en el pabellón, la mayoría de las veces es un proceso que implemen-
tamos con el tratamiento y que abarca entre uno y dos meses. Por otra
parte, por razones obvias, es indispensable resguardar el secreto profesio-
nal.
J.C: ¿Esas razones obvias se refieren a protegerse de la justicia?
A.R: ¡No, no! Los órganos competentes del estado conocen nuestra labor, la
comprenden y la comparten, siempre guiados por criterios de optimización
de los recursos destinados a la salud. No tiene sentido ocupar una cama del
hospital e invertir un costoso tratamiento en quien tiene una esperanza de
vida en el mejor de los casos de 4 o 7 años. Me refiero a mantener a los fa-
miliares de las víctimas alejados del conocimiento de nuestros métodos. Es
muy riesgoso que un pariente confirme sus sospechas sobre nuestra actua-
ción. Su emotividad podría llevarlos a cometer cualquier locura.
J.C: Usted no actúa solo ¿cierto?

309
Hebert L. Tovar

A.R: Si, yo actúo solo.


J.C: Es difícil de creerlo. Los demás colegas, el personal de enfermería, los
servicios que realizan los estudios ¿no advierten lo que hace?
A.R: Te puedo asegurar que no. La responsabilidad es exclusivamente mía.
J.C: ¿Me asegura que no existe una complicidad institucional con sus
crímenes?
A.R: Veamos. Existe un criterio ampliamente compartido de optimización
de los recursos. Ante cualquier rumor de mala praxis, se activa la solidari-
dad gremial de inmediato. Es posible que alguien advierta lo inadecuado de
un procedimiento, la presencia o ausencia de un medicamento, un su-
puesto error en el quirófano o en la administración de una dosis, pero la
indiferencia ante estos hechos no necesariamente es complicidad. No
existe manera en que alguien pueda atribuirse el resultado de mi trabajo.
J.C: Cuando le comentaba que sus asesinatos podrían concebirse como una
labor humanitaria, pretendí ser sarcástico, pero en realidad estaba para-
fraseando a un gran amigo mío, admirador de Maquiavelo, quien veía en
éste una cierta benevolencia y sentido humano al plantear que en una gue-
rra había que implementar los actos más crueles y la violencia más ex-
trema contra el enemigo, de manera de terminar la guerra lo más pronto
posible y poner fin al sufrimiento de forma perentoria, ¿qué opina de eso?
A.R: Que es una bolsería. Es lo mismo que decir que se hace el mal para
hacer el bien. En mi caso, yo no me planteo si está bien o está mal matar
gente. Yo tengo una visión más pragmática: yo mato gente que de todas
formas se va a morir y obtengo beneficio de ello. En todo caso, me hace
bien a mí. Interesante… Tus planteamientos me han llevado a la conclusión
de que en realidad soy un humanista... Muy interesante... nunca me había
visto de esa manera...
J.C: Para mí es … muy… in…teresante, también. Ahora, políticamente ¿cómo
se define?
A.R: Sobre el tema político prefiero no pronunciarme. Por mi ocupación
prefiero no arriesgarme a ser víctima de la guerra mediática.
J.C: ¿Se adhiere a la anti política entonces?
A.R: ¡No, no, no! Yo creo en los partidos, creo que son indispensables para
la transformación social y el desarrollo de todas las potencias del hombre.
Es solo que por mi condición, yo soy muy respetuoso de las posturas de

310
Las Ciencias Sociales en Venezuela

cada quien y no me gusta avasallar con poses triunfalistas a los demás. De


la anti política creo que es una tontería, una idea un tanto infantil. En toda
sociedad alguien tiene que mandar, tomar las decisiones. El mundo sin la
acción política es una entelequia.
J.C: El poder es el consuelo de la derrota vital, ¿qué me dice?
A.R: ¿Otra cita de Maquiavelo?
J.C: No. Se me acaba de ocurrir.
A.R: Ya. El poder en sí mismo en una evidencia de triunfo, de logro, de rea-
lización personal. No veo como pueda ser una señal de derrota. No estoy de
acuerdo contigo. En todo caso, sostener tal cosa parece un consuelo para
los derrotados.
J.C: Me rindo, entonces. No puedo con su velocidad mental. Rosalba me co-
mentó que aquí en el hospital le dicen “El Muñeco”, ¿lo sabía?
A.R: ¡Oh! Si, si, si. ¡Rosalba, Rosalba! Son cosas de las muchachas, tú sabes.
Es una forma de cariño. Tenemos un ambiente de trabajo muy cálido aquí
en el servicio.
J.C: Es alentador escucharlo. Por último, Doctor ¿me podría dar su tarjeta
privada?
A.R: ¡Vaya!, me sorprendes. No pensé que te interesara.
J.C: Si, es que quiero tener bien claro el nombre de la clínica donde trabaja
y saber dónde está usted. Es que nunca se sabe y quiero tomar mis previ-
siones.
A.R: Ya. Aquí la tienes. Pero, ¿cuántos años tienes tú?
J.C: No se preocupe. Mucho menos de 70. “Urología y Nefrología”. Perfecto.
A.R: Por el otro lado tienes los datos de aquí del hospital. Las hice así por-
que es más práctico.
J.C: “Hospital Domingo Luciani”. Okey, perfecto. Muchas gracias por aten-
derme. Ha sido una conversación que me costará olvidar.
A.R: Estoy para servirte. Gracias a ti.

311
Hebert L. Tovar

Ciencia y Tecnología

CONTRA LA NORMALIDAD INSURGENTE:


HACIA UNA CIENCIA DEL INCONSCIENTE.
Por: Jacques-Alain Miller

Paris del Oeste, 6 de Agosto, 2015. Desde que un judío pervertido y resen-
tido llamado Segismundo, se tropezara con el hallazgo de que la naturaleza
humana profunda es esencialmente destructiva y guiada por motivaciones
sexuales y agresivas de las cuales el ser humano no se da cuenta, ha exis-
tido un interés creciente por mantener tal destructividad potencial en ba-
jos niveles por el bien de la especie.
Otro de los hallazgos de Freud, que era el apellido de Segismundo, indi-
caba que la represión de tales impulsos indeseables lejos de contenerlos y
disminuirlos, los incrementaba y los hacía emerger irremediablemente,
tomando por asalto la vida de las personas, bajo la forma de diversos gra-
dos de enfermedad. La evidencia de tal aserto parece encontrarse en las
violentas convulsiones colectivas que han seguido a períodos de control fi-
lial y moral, muy acentuado. Las dos grandes guerras del siglo pasado no
pueden comprenderse en su justa dimensión, sin considerar estos aspec-
tos, como ya advirtieran en su oportunidad Adorno y Horkheimer. ¿Qué
hacer, desde una perspectiva cultural, con la destructividad e irracionali-
dad inherente del ser humano? Si se la reprime, se fortalece y estalla, pero
si no se la contiene, troca en barbarie y aniquilación.
312
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Una audaz propuesta de salida a tal situación dilemática, proviene de los


pensadores venezolanos Heinz Dietrich, Rafael Uzcátegui y David Nieves,
agrupados en el así conocido Círculo de Caracas, quienes sostienen que es
indispensable incorporar la irracionalidad y la vocación destructiva en el
seno mismo de la vida en sociedad bajo el supuesto de que su expresión li-
bre, tenderá hacia la homeostásis y hará innecesaria su represión.
El rechazo de la violencia, el exceso, el abuso, el delito, el fanatismo y bajas
pasiones en general, todas ellas formas constitutivas de la especie humana,
solo puede degenerar en guerra y odio aniquilante. Mientras que su reco-
nocimiento e incorporación a las pautas valoradas de la cultura, serían la
fuente de un hombre nuevo menos insatisfecho y obstaculizado en su desa-
rrollo natural.
Los teóricos venezolanos denominan a su propuesta de caos civilizante y
profiláctico, Socialismo del Siglo XXI, un modelo de sociedad irracional y
autodestructivo, pero en equilibrio y alejado de la organización mínima
que exige un esfuerzo colectivo como la guerra. De acuerdo a esta concep-
ción, Venezuela sería la prueba, en los hechos, de la viabilidad de tal desor-
den adaptativo y garante de la supervivencia. La irracionalidad y la incerti-
dumbre, generarían así la desorganización social necesaria para impedir el
comportamiento organizado que exige un esfuerzo bélico.
Se observa en esta propuesta venezolana, que no existe, por tanto, contra-
dicción alguna en la proposición que afirma que la autodestructividad es
garante de la vida. Tal vez habría que matizar ese postulado, reafirmando
que una nación que disuelve todas sus estructuras y por tanto se autodes-
truye, como nación, al mismo tiempo se preserva como colectivo humano
desde una perspectiva biológica. He aquí un proceso dinámico que da
cuenta de una cierta dialéctica de la destrucción.
Vemos como en el desconocimiento de esta base teórica del Socialismo del
Siglo XXI, firmemente asentada en los sólidos principios del psicoanálisis,
con toda certeza se fundamentan las críticas no pertinentes de las que es
víctima habitualmente esta doctrina. En realidad, la ilegalidad, la hiperin-
flación, la violencia y el fraude electoral, entre otros indicadores, forman
parte de una direccionalidad que rige las políticas públicas y las orienta
hacia el logro de una transformación cultural profunda que incorpore la
oscuridad del alma humana, como valor social predominante y como polí-
tica de Estado. La maldad del inconsciente, encuentra así su lugar en el de-
venir de la sociedad, no como práctica proscrita y negada, como zona
prohibida y aleccionadora, sino como ideal.
313
Hebert L. Tovar

Ciertamente, avances como el descrito, es natural que generen posturas re-


accionarias que intenten preservar el estado anterior de cosas. En Vene-
zuela es habitual asistir a llamados destemplados a la cordura, la razón y el
retorno de la ley, abogando por una normalidad que aparece con visos cla-
ros de insurgencia. La experiencia venezolana, constituida desde hace
algún tiempo en referencia mundial de la posibilidad efectiva de que la
maldad del inconsciente se estructure como ideal social, puede sucumbir
ante los sistemáticos intentos de tal normalidad insurgente.
En aras de dificultar esa “normalización” conservadora, aparece natural la
necesidad de estrechar los lazos de cooperación y producción teórica entre
los aparatos institucionales del Psicoanálisis y del Socialismo del Siglo XXI,
siempre orientados por la construcción definitiva de una ciencia del in-
consciente y del poder.

314
Las Ciencias Sociales en Venezuela

315
Hebert L. Tovar

Sexo y Salud

LLEGA AL PAÍS INNOVADORA TÉCNICA


PARA EL CONTROL DEL ESTRÉS.
Por: Mary Sol Caldera

Venpress. Caracas del Norte, 13 de septiembre, 2014. Con justa razón el es-
trés es conocido desde hace algún tiempo como el asesino silencioso, de-
bido a la forma inadvertida en que va afectando y alterando el funciona-
miento normal de los diversos sistemas del organismo. Según especialistas
del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (I.V.S.S.), el estrés es una
reacción fisiológica del organismo que coloca al sujeto en tensión ante la
anticipación de un perjuicio real o imaginado, proveniente del medio o de
la fantasía del individuo. Esta reacción natural que prepara al organismo
para el combate o la huida de la fuente de agresión, incluye diversos proce-
sos de activación del sistema nervioso, principalmente del sistema límbico,
así como del sistema cardiovascular que se expresan en una aceleración del
ritmo cardiaco, sudoración, activación de la secreción hormonal, temblor
corporal y otros signos, como la dilatación de las pupilas. En su forma
aguda, el estrés es una reacción natural de alerta del cuerpo que lo prepara
para la defensa ante el peligro.
Sin embargo, esta reacción natural ante situaciones amenazantes, cuando
las mismas se hacen crónicas y persistentes en el tiempo, constituyéndose
así en un modo de vida, pueden generar alteraciones al normal funciona-
miento del organismo tanto en sus aspectos fisiológicos como psicoemo-
cionales. Una amenaza constante cuya realización es incierta, produce un
estado de alerta permanente que puede transformarse en un cuadro de

316
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Trastorno de Ansiedad, con diversos tipos de afectación cognitiva como di-


ficultades de atención y memoria, afectación emocional como desgano, fa-
tiga y depresión, así como toda una serie de complicaciones asociadas que
pueden incluir dolores musculares, caída del cabello, acné, alergias, insom-
nio, desgano sexual, inapetencia o bulimia, obesidad, inmunodeficiencia,
úlceras, hipertensión arterial, e incluso diabetes o trombosis. De allí su bien
ganado nombre como "asesino silencioso".
De las diversas situaciones de la vida cotidiana, las más estresantes suelen
ubicarse en el ambiente laboral, por cuanto la condición de dependencia
del trabajador con respecto a la organización que determina sus posibili-
dades de subsistencia, opera como un importante amplificador del carácter
estresante de las amenazas habituales. En este contexto, el I.V.S.S. ha defi-
nido como una prioridad de política pública para la salud integral del ciu-
dadano, la prevención del estrés en los ambientes laborales. Este es el
propósito del Programa “Mantras Contra el Estrés” (MANCOES), que se
fundamenta en el poder psicológico y espiritual que posee el pronuncia-
miento de diversos sonidos, palabras o frases que favorecen la armonía de
la mente.
El Programa MANCOES, está bajo la dirección del Prof. Mario Isea, actual
Embajador de Venezuela en España, quien viene de una experiencia alta-
mente exitosa en materia de políticas de salud a través de la creación del
Servicio Autoadministrado de Salud del Banco Nacional de la Vivienda y
Hábitat, servicio que, mediante una gestión eficaz, eficiente y productiva,
podía incluso financiar los gastos de hospitalización, cirugía y maternidad
del Ministerio de la Vivienda, sin erogaciones adicionales para el ministerio
y con una muy baja siniestralidad.
Explica el embajador Isea, que el Programa MANCOES descansa sobre el
principio del control cognitivo del estrés a través de mandos verbales que
aprovechan el poder curativo y relajante del pronunciamiento de mantras,
como una estrategia metacognitiva para combatir la ansiedad y su impacto
pernicioso sobre la salud. La meta del programa es que para finales del año
2020, al menos 666 venezolanos hayan aprendido a combatir y disminuir
el estrés laboral a través del pronunciamiento de mantras para serenar la
mente, provenientes del antiguo budismo tibetano y de la menos longeva
grafovidencia venezolana, entre otros orígenes.
La implementación del Programa MANCOES, pretende por tanto, la promo-
ción del bienestar físico y psicológico a través de la iluminación de la mente
y del ánimo, que generan mantras como los siguientes:
317
Hebert L. Tovar

Om mani padme hum: oración budista que promueve la compasión y que


se traduce como ¡Oh, joya en el loto! Es especialmente útil para generar un
sentimiento de compasión hacia quien desempeña una función estresante.
Om namah shivaia: uno de los más tradicionales del hinduismo cuyo sig-
nificado es: Me inclino ante el ser divino que vive en ti. Es muy eficaz para
serenar el ego de quien genera ansiedad con sus órdenes.
Om tare tuttare ture soha: invoca la amorosa presencia de Tara, que re-
presenta la sabiduría y la liberación de los temores. Contribuye a amainar
la actividad suprarrenal generada por la sensación de peligro.
Aaqte Cubu: es un mantra de retorno de la agresión que es tradicional de
la grafovidencia venezolana. Acrónimo de Anda A Que Te Coja Un Burro. Es
muy eficaz cuando se pronuncia internamente ante peticiones irracionales
de quien se solaza en el mando.
Sime Lomec: representa el rescate de la capacidad para el establecimiento
de condiciones antes de acceder a una petición apremiante pero muy pro-
bablemente irrealizable. Se traduce como Si Me Lo Mamas En Cruz. Es uno
de los mantras grafovidentes más venerados por los hombres de bien.
Medy le davu: en la grafovidencia, supone la invocación del solaz del agre-
sor para que al encontrarse con éste, deponga su actitud hosca. Se traduce
como: Métete El Dedo Y Le Das Vueltas.
Medee Cytloh y Medee Cysloh: son los mantras grafovidentes más
poderosos. Hacen estallar la risa de forma inmediata al pronunciarlos in-
ternamente o leerlos, cuando se está en situación difícil. Son mantras de
desagravio para quien lo otorga y de autoconocimiento para quien lo re-
cibe. Su poder radica en el secreto del significado de sus acrónimos.
Según el embajador, estos y otros mantras de diversa procedencia, pueden
contribuir al cabal desempeño de ocupaciones en las cuales se presentan
situaciones de mucha angustia como aquella donde el abogado debe elabo-
rar argumentos para defender a un ladrón que ha abandonado el país, otra
en la cual un planificador debe maquillar un presupuesto para disimular el
extravío de fondos, casos en los que un arquitecto debe diseñar un desa-
rrollo habitacional de tercera con costos de primera o un ingeniero de sis-
temas debe levantar un servidor web en una noche luego de ser inhabili-
tado por espíritus muy sensibles a la crítica. A través del MANCOES, el
I.V.S.S conjuntamente con la Embajada en España, han logrado la integra-
ción del saber ancestral y popular con la ciencia médica, guiados por el

318
Las Ciencias Sociales en Venezuela

firme propósito de contribuir a la preservación de la salud del pueblo ve-


nezolano. Enhorabuena.

DE BETTY BOOP A DIOSA CANALES:


EL PLACER PERVERSO DE EXHIBIRSE.
Por: Rubén Monasterios.

Venezuela, como buen país subdesarrollado y dependiente, monoproduc-


tor y caribeño, siempre ha sido sexualmente mojigato en el espacio público
comunicacional. Apenas a Haydee Balza y a Mimí Lazo se les ocurrió salir
en pelotas en "El Pez que fuma", se armó un escándalo de padre y señor
nuestro, que causó sensación y puso birriondos a los hombres y en una sola
habladera de paja a las mujeres envidiosas que no estaban tan buenas
como ellas. A Chelo Rodríguez le pasó lo mismo cuando enseñó las tetas en
"Soy un delincuente" haciendo de pedófila que se raspa al protagonista,
Ramoncito, cuando tenía como unos ocho años.
Esta situación no ha cambiado para nada en el país, al contrario, bajo un
gobierno adeco como el chavista, pavoso, hipócrita y reprimido, la mojiga-
tería se ha profundizado y a excepción de la Diosa de los Canales, ya nadie
enseña nada ni en el cine, ni en la televisión, ni en el teatro. Baste observar
el berrinche que arman las esposas, amantes y queridas de los viceminis-
tros del gabinete, cuando la Diosa aparece haciendo cochinadas en público.
Lo más bonito que le sueltan es que es una puta y de allí en adelante, eso es
insulto parejo con la pobre mujer. Todo porque se atreve a gozar exhibién-
dose. Esta situación se agrava cuando supuestos expertos en el tema de la
sexualidad humana como Rómulo Aponte, Aminta Parra o el inconcebible
de Fernando Bianco, se dedican a repetir el pensamiento original de otros
creadores de teoría y terminan pontificando sobre lo normal y lo anormal
en el sexo. ¡Guácala!
Lo cierto es que la sabrosura y lo morbosa que es la Diosa Canales, sigue
generando críticas y recriminaciones de la pacatería nacional, como resul-
tado de una larga tradición represiva inconsciente que comenzó con Betty
Boop, un personaje de dibujos animados creado por Max Fleischer , en
1926, para la Paramount Pictures, que alcanzó fama mundial y a través del
cual la Agencia Central de Información norteamericana (CIA), logró masifi-
car la represión sexual inconsciente, como una forma de reprimir el pen-
319
Hebert L. Tovar

samiento creativo y por tanto la independencia política de los países ter-


cermundistas.
Betty Boop, comenzó siendo una perra, cantante de un restaurant, en su
primer episodio de 1930, "Dizzy Dishes", para luego transformarse en un
ser humano, pero conservando sus rasgos generales de cuando era una pe-
rra. Representaba a una mujer sensual, pero con rostro y con voz de niña.
Su atuendo principal, en los inicios, se componía de un vestido muy corto
que permitía que se le viesen las medias, pero sin mostrar las pantaletas
completamente, además, lucía unos zapatos de tacón alto que sostenían su
figura algo entradita en carnes. El personaje era la síntesis de una mujer
sensual y provocativa con una niña de ojos grandes y vocecita de bebé. En
los episodios sucesivos, ya no mostraba las medias solamente, sino las pan-
taletas completas y un liguero en la pierna izquierda, mientras que su apa-
riencia se estilizó de manera importante.
La sexualidad abierta de Betty Boop, se observa con toda claridad, durante
su interpretación del tema "I wanna be loved by you", cuyo texto es una
solicitud explícita de contacto sexual dirigida hacia una figura interpelada.
Mientras el personajillo solicita provocadoramente que la besen y la quie-
ran, se masturba rítmicamente frotando sus muslos, mientras muestra su
liguero, antesala de una supuesta vulva a punto de ser mostrada.
Estos elementos de claro contenido pedofílico y exhibicionista, están orien-
tados hacia la génesis de una contradicción orgánica en el observador: el
deseo de poseer a una mujer sensual que se ofrece, se masturba y se ex-
hibe, confrontado con la prohibición de tener contacto sexual con una niña
pícara. Una contradicción de tal tipo, solo incrementa la intensidad del de-
seo, probablemente en la misma magnitud que la severidad de la prohibi-
ción.
Sin embargo, la estimulación de impulsos pedófilos y voyeristas, en el es-
pectador, es solo un primer nivel de lectura simbólica, tal vez de código
amplio, es decir, válido para cualquier audiencia y cultura. Más relevante
resulta aún, la identificación de otros elementos en código restringido,
válidos solamente para el contexto cultural de quien hace la lectura. En
este sentido, para el contexto verbal y cultural del venezolano, se pueden
identificar otros mensajes ocultos en el propio texto de las representacio-
nes de Betty Boop.
El primero de tales elementos es la estimulación del miedo en el receptor
venezolano, a través de la onomatopeya "buu" (boo), implícita en el nom-
bre del personaje y que está asociada al grito de los fantasmas que aterro-
320
Las Ciencias Sociales en Venezuela

rizan desde el más allá. Quedan asociados así, en el inconsciente venezo-


lano, la pedofilia, el exhibicionismo y el miedo, a través de la síntesis que es
en sí misma, la caricatura y su nombre.
Pero, este tipo de lectura quedaría incompleta para el contexto cultural ve-
nezolano, si no se complementa con la aplicación del Método de Reinter-
pretación en Espiral, un tipo de brujería propuesta por Tito Todd y la Es-
cuela Sintética Convergente de Caracas, que permite develar contenidos
ocultos en los textos y predecir el porvenir. Según este método, el texto de
cualquier mensaje puede ser descompuesto analíticamente y reinterpre-
tado sintéticamente, de acuerdo a los códigos convencionales de la cultura
de quien está develando los contenidos ocultos. Según Todd, los mensajes
latentes son independientes de la voluntad del emisor y sus significados se
construyen en el ámbito del receptor, en consonancia con su lenguaje y vo-
cabulario. Es decir, el contenido oculto que los venezolanos estructuran en
el inconsciente, es independiente de la intención del emisor de los mensa-
jes, cualquiera sea su cultura de origen.
Aplicando la Reinterpretación en Espiral al caso que nos concierne, el
nombre de la caricatura animada puede reinterpretarse de la siguiente
manera:
Textos

Giros de la espiral Betty Boop


Descomposición analítica de palabras, en nombres de letras. Be e te te ye Be o o pe
Síntesis de caracteres por simplificación. Bee TT ye Be o2 pe
Segunda síntesis de términos por significatividad cultural Vi pi ye Vi o dos pe
Tercera síntesis de términos por significatividad cultural Vi, pillé Vio pp
Cuarta síntesis de términos por significatividad cultural Vi, pillé Vió pipi
Enunciado latente Vi, pillé. Vio pipi.

Gracias al brujo venezolano, se devela un nuevo enunciado no accesible de


otra manera, que nos permite complementar las lecturas previas, es decir,
Betty Boop, nos refiere a una niña - mujer, que muestra sus prendas ínti-
mas y se masturba, mientras le informa a un interlocutor, probablemente
masculino, que lo "sorprendió observando un pene", el pene de Betty
Boop.

321
Hebert L. Tovar

La reinterpretación para el contexto cultural venezolano, está ahora com-


pleta: Betty Boop es una niña-mujer, provocativa y exhibicionista que esti-
mula atemorizantes impulsos pedofílicos y que solicita contacto sexual
explícito con quien la observa, pero que en realidad es un travesti.
Estas referencias eróticas perturbadoras alrededor de la caricatura, le ga-
naron el éxito mundial durante los años 30 y 40 definiendo los rasgos de
carácter del dibujo, como un modelo sensual a ser imitado por las mujeres
de la vida real que pretendiesen generar un deseo erótico intenso en sus
interlocutores o simples observadores. Tal vez el caso más exitoso de apli-
cación de la fórmula Betty Boop, no solo en Venezuela, sino en todo el
mundo, sea el de Marilyn Monroe quien asumió el carácter público de mu-
jer sensual y aniñada, inocente, perdida y un tanto tonta, pero muy sexy. La
identificación de Marilyn con Betty Boop, se puede rastrear hasta versiones
específicas que realizara la actriz de actuaciones del dibujo animado, como
la interpretación de una adaptación del tema "I wanna be loved by you", in-
cluida en el filme "Una Eva y dos Adanes", del año 59, con Tony Curtis y
Jack Lemmon, que aborda abiertamente los temas de la homosexualidad
masculina y el travestismo.
En la interpretación de este tema, la apariencia, el tono de voz, los gestos
faciales y el lenguaje corporal de la actriz, son una apología a los rasgos de
carácter del dibujo animado: los ojos grandes de Marilyn, resaltados con
delineador para hacerlos más expresivos, su voz aguda y sus gestos besi-
formes hechos con la boca al pronunciar los versos de la canción, así como
sus brinquitos eufóricos, son elementos que aluden todos a la inocencia
infantil. Esta impresión se mezcla con un cuerpo sabroso y con unas tetas
espectaculares, que refuerzan en el espectador la contradicción orgánica
entre deseo y prohibición, ya estimulada por la identificación de la actriz
con el personaje animado, al interpretar uno de sus temas emblemáticos. El
travestismo implícito en la identificación de Marilyn con Betty Boop, se
refuerza con la hipótesis que el argumento de la película siembra en el in-
consciente del espectador: ¿si Jack Lemmon y Tony Curtis son hombres
disfrazados de mujeres, por qué no Marilyn?
Esta implementación directa de esquemas comportamentales perversos de
la caricatura, ya la había puesto en práctica la actriz en la "Comezón del
séptimo año", del año 55. En este film, Marilyn reproduce una de las tácti-
cas exhibicionistas de Betty Boop mostrada en "Ha! Ha! Ha!", en el año 34:
disfrutar de una ráfaga de aire que le penetra desde abajo y le acaricia las
piernas causándole placer, en una clara referencia a una práctica mastur-

322
Las Ciencias Sociales en Venezuela

batoria. Entendemos así, algunas de las claves del fuerte atractivo sexual de
Marilyn Monroe para las audiencias venezolanas: la contradicción entre
deseo y tabú, contenida en la referencia inconsciente a una niña onanista,
exhibicionista y perversa, que en realidad es un hombre vestido de mujer.
Otro de los casos de implementación exitosa de la fórmula Betty Boop, que
los venezolanos recuerdan con aprecio, lo representa la actriz, cantante y
comediante, Liza Minelli. En el caso de esta extraordinaria intérprete, las
referencias al personaje animado son un tanto más indirectas. Durante el
film "Cabaret" del año 72, en Liza, desaparecen la voz y la actitud de niña,
pero se acentúan los grandes ojos con pestañas gigantescas, marca de Betty
Boop, así como el énfasis en las medias y los ligueros a la vista de los espec-
tadores anunciando una vulva que no termina de mostrarse. El rasgo infan-
til del carácter de la caricatura, aparece en Liza como una conducta
sexualmente voraz e ingenua al tiempo. Aun cuando Sally Bowles no se
presenta explícitamente como un travesti, éstos están presentes a su alre-
dedor permanentemente en el cabaret. Una vez más la hipótesis inquie-
tante sobre el género de Sally, se inscribe como un contenido oculto y la
asociación entre comportamiento sexual intenso y travestismo, se esta-
blece con eficacia.
El esquema de exhibicionismo onanista travesti, enmascarado por estímu-
los pedofilógenos de Betty Boop, ha sido tan exitoso como afrodisíaco
simbólico, que incluso ha operado una especie de transferencia sucesiva de
rasgos que se evidencia en la identificación de Madonna con Marilyn, para
asumir así los modos de la caricatura. Cuando Madonna imita las formas de
Marilyn, está transitando una cadena identificatoria hasta Betty Boop, que
redunda una vez más sobre la voracidad sexual y el exhibicionismo mas-
turbatorio. La apropiación de los gestos, la indumentaria, la apariencia y
los contextos de Marilyn, constituyen una estrategia estética a través de la
cual Madonna blinda su oferta de deseo. Sin embargo, en Madonna desapa-
recen los rasgos infantiles originales, mientras que las referencias traves-
tis, son sustituidas por elementos de bisexualidad. Madonna enseña la cuca
abiertamente y da a luz un hijo, en un intento por establecer su cualidad
femenina, al tiempo que se besa con Britney Spears, para fijar su cualidad
bisexual. Como texto, Madonna representa un giro radical para el esquema
pedofílico travestista ideado por Fleischer y la CIA, reinstaurando la oferta
de sexo con una mujer adulta, con un género aparentemente cierto, enros-
trado por una vulva manifiesta. Desde esta perspectiva, Madonna aparece
menos perturbadora y más conservadora que Betty Boop.

323
Hebert L. Tovar

Diosa Canales, por su parte, criolliza la propuesta de Madonna, pero elimi-


nando, al menos hasta ahora, los elementos homosexuales o bisexuales de
su representación pública como objeto del deseo. En este sentido, la sabro-
sura vernácula se constituye en un texto todavía más conservador que el
de Madonna. No solamente desaparecen sin dejar rastro los rasgos infan-
tiles y travestis de la tradición iniciada por la Paramount, sino que la Diosa,
con su cualidad heterosexual, elimina el último elemento perturbador que
conservaba la Ciccone. De Betty Boop, pareciera que solo queda la herencia
exhibicionista y masturbatoria, hasta que el conocimiento del avance de la
medicina ataca desde las profundidades de lo reprimido con una hipótesis
familiar: ¿será Diosa Canales un transexual operado? ¿si es una mujer, la
muy probable promiscuidad de esa hembrota, contagiará sífilis, SIDA, go-
norrea o cualquier otra enfermedad mortal?
Desde Betty Boop hasta Diosa Canales, el proceso relevante desde una
perspectiva política, es la asociación de la oferta sexual femenina explícita,
con algún tipo de prohibición atemorizante para la realización del deseo: la
transgresión pedófila, el miedo a la homosexualidad o a la enfermedad. Es-
tos son temores sexuales complementarios al temor fundamental del in-
cesto. Ahora bien, con independencia de la decisión de las personas de aco-
gerse o no a las prohibiciones, lo relevante aquí es la existencia misma de la
prohibición del deseo, así como de su realización efectiva. Si una necesidad
orgánica tan apremiante como el orgasmo, puede ser pospuesta, reprimida
y eventualmente olvidada, ¿por qué no habrían de ser postergables necesi-
dades menos urgentes desde un punto de vista orgánico como el deseo de
vivienda propia, educación libremente escogida, participación en la toma
de decisiones o la libre expresión del pensamiento?
La creación de temores sexuales inconscientes mediante modelos difundi-
dos a través de los medios de la cultura de masas, ha sido una táctica muy
empleada por la CIA para convertir en un hecho natural, la renuncia de las
personas a la satisfacción de sus necesidades básicas, desde las sexuales y
alimenticias, hasta las expresivas y existenciales. Es innecesario abundar
sobre lo beneficioso que resulta para la minoría en el poder, no solo del
imperio capitalista, si no de cualquier otra forma de gobierno autoritario, la
renuncia masiva de la población a la satisfacción de las necesidades consti-
tutivas de su propia realidad orgánica.
La pacatería nacional y revolucionaria, se inscribe en esta finalidad cas-
trante ejerciendo una represión sexual tosca y balurda, machista, homofó-
bica e hipócrita, que luego es complementada por la amenazante sexuali-

324
Las Ciencias Sociales en Venezuela

dad agresiva y desbordada de Diosa Canales. La conclusión, por tanto, es


obvia, el Socialismo del Siglo XXI, es una forma de implementación de las
técnicas represivas de la CIA, para expropiar a los pueblos del mundo, de
su soberanía orgánica. Ante tal pretensión, la superación de los temores
sexuales, aparece como una vía evidente para la libertad política. Al menos
en la fantasía, atreverse a singar con Diosa Canales así sea un transexual
con Sida, está más cerca de la independencia, primero cognitiva, y luego
política, que simplemente hacerse la paja morboseándose el inmenso culo
que tiene.

325
Hebert L. Tovar

Economía

LA DIMENSIÓN SIMBÓLICA DE
LA ECONOMIA Y LA POLITICA.

Por: Hebert Tovar *

Caracas, 16 de Marzo, 2015. El origen simbólico del orden político y


económico de la mayoría de las sociedades, está suficientemente demos-
trado por disciplinas como la Antropología Económica o la Mitología Polí-
tica, que ponen el acento en la cualidad convencional y cultural de los pro-
cesos de intercambio y de ejercicio del poder, más que en sus propiedades
como procesos naturales cuyas leyes puedan formularse de manera obje-
tiva. Resaltar tales propiedades arbitrarias, genera implicaciones en nada
despreciables para definir la forma de relación de una entidad muy con-
creta, como el individuo, con una abstracción muy compleja, como el Es-
tado.
Tradicionalmente, la historia de la economía ha descrito la evolución de las
primeras formas de intercambio en las sociedades primitivas, a partir de
un valor no solo de uso, sino también simbólico, de diversos objetos y ac-
ciones, que por tanto devinieron en bienes. Tal vez el acontecimiento pro-
totípico de esta evolución histórica del valor simbólico al valor de inter-
cambio, lo constituya el uso y significado del oro, por cuanto, siendo el caso
que en las sociedades primitivas estaban disponibles metales y materiales
mucho más útiles para la vida que el oro, su conversión en unidad de me-
dida universal para el intercambio, no puede comprenderse únicamente a
partir de su valor de uso.
326
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Al considerar la evolución de la sal, su utilidad para la preservación de los


alimentos y por tanto de la vida, permitirían comprender su tránsito desde
un valor de uso evidente hacia su función como unidad de medida de los
intercambios. Pero en el caso del oro, su relevancia colectiva probable-
mente estuvo determinada más por sus cualidades estéticas que por su
utilidad práctica. El color y el brillo del oro, así como su maleabilidad, tal
vez fueron las propiedades que determinaron su asociación con el sol y con
la luz como elementos del ambiente de incuestionable importancia para la
vida colectiva.
De allí que el oro como representación del sol, es decir, como un símbolo
solar, adquiriese la misma relevancia colectiva que el astro. De un material
poco útil para la vida cotidiana, el oro se transforma en una convención
cultural ampliamente compartida que refiere a una deidad que, ella sí,
afecta directamente la vida colectiva. El oro deviene valioso, no por su uti-
lidad, sino por aquello que representa, por su valor simbólico. Una evolu-
ción similar ha sido descrita para metales como la plata y el cobre.
De tales tradiciones arcaicas, se desprenden las connotaciones mitológicas,
sagradas, divinas, de estos metales, desde el principio asociados con los
relatos religiosos de aquellos sectores de las sociedades que toman y ejer-
cen el poder político. De allí que las fábulas míticas, no solo cumplen la fun-
ción de explicar el orden natural y social, constituyéndose en discursos le-
gitimadores del poder, sino que también son la fuente del valor simbólico
de la base material de la riqueza económica.
El valor simbólico y ancestral del oro y la plata, a partir de su cualidad de
convención ampliamente compartida, permitió que estos metales transita-
ran de modo natural hacia su institución como materiales universalmente
intercambiables. El conocimiento compartido de sus propiedades físicas
estableció el código común que permitió las interacciones comunicativas
con finalidad económica, entiéndase, de intercambio de bienes.
A diferencia del trueque, que exige el intercambio de bienes con un valor
de uso comparable, el intercambio de un bien por una porción de metal, no
presupone equidad en el valor de uso de lo intercambiado. El único uso que
se le puede dar a una porción de metal, es cambiarlo por otra cosa. Aparece
así la posibilidad de acumular riqueza no a partir de la acumulación de bie-
nes con utilidad inmediata para la vida, sino a través de la acumulación de
materiales inútiles, pero valiosos por su cualidad de poder ser cambiados
por cualquier otro bien. Esta cualidad descansa en un acuerdo colectivo

327
Hebert L. Tovar

que asume, en parte por tradición y en parte por imposición, que tales me-
tales son válidos como intercambiables universales.
Aparece claramente, en consecuencia, no solamente la dimensión cultural
de la riqueza, en tanto que la misma descansa en pautas colectivas de com-
portamiento y universos de sentido compartido, sino fundamentalmente,
su dimensión mitológica que apunta a procesos de construcción de signifi-
cados mucho más complejos. El establecimiento del Patrón Oro, como es-
quema que ha regulado los intercambios contemporáneos, se remonta a un
origen mitológico, que en última instancia, deviene a su vez de elementos
estéticos. Tal vez en este tipo de procesos míticos, haya que explorar las
razones por las cuales no existe en la actualidad un Patrón Perla, un Patrón
Diamante o un Patrón Platino.
No pareciera lucir muy abrupto ahora, sostener que el valor simbólico de-
termina el valor de intercambio, lo cual reafirma la tesis de que el orden
económico se basa en convenciones culturales y no en leyes naturales, ni
siquiera en leyes de la naturaleza humana. Los mismos mitos que justifican
el orden político, justifican el orden económico. Únicamente a modo ilus-
trativo, según el relato bíblico, Moisés no solo formuló las reglas que orde-
narían la vida en sociedad del pueblo judío, recogidas en las tablas de pie-
dra con los mandamientos de Dios, sino que estableció que tales reglas va-
liosísimas, en tanto palabra del mismo Dios, debían ser preservadas en un
arca, esencialmente de oro. Según el relato, la evidencia física de la alianza
del hombre con el amo supremo del universo, quedaba resguardada así,
por el divino metal. El valor político de las normas recogidas en las tablas,
se transmuta así en la reafirmación del valor simbólico y de intercambio
del metal que las contiene.
Lo relevante de recalcar el carácter arbitrario y convencional de los proce-
sos políticos y económicos, asociados a su vez con mitos y fábulas irracio-
nales de origen remoto, es que el desplazamiento de tales estructuras no
parece lograrse a través de la violencia circunstancial y episódica, que en el
mejor de los casos solo permite la toma del poder de los órganos y entes
del Estado, pero no de las convenciones sociales y económicas. Tampoco la
invención caprichosa de nuevos mitos por parte de una élite esclarecida
que pretenda masificarlos rápidamente para establecer nuevas justifica-
ciones para su acceso y permanencia en el poder, parece invalidar con
éxito a las irracionalidades más antiguas insertas en lo profundo de la cul-
tura.

328
Las Ciencias Sociales en Venezuela

Una y otra vez, los hechos parecen señalar que las pautas culturales no se
inventan de improviso por voluntad de un comité ilustrado, sino que, por el
contrario, se desarrollan a través de largos períodos de tiempo, durante los
cuales los grupos humanos interactúan entre sí y con el ambiente, estable-
ciendo en el proceso, las convenciones que regulan la vida colectiva. El
carácter convencional de las pautas de comportamiento colectivo, cierta-
mente, no excluye las relaciones de poder. Evidentemente, quien detenta el
poder y la fuerza, está en mejores condiciones de imponer las reglas. Pero
existen límites lógicos al ejercicio del poder.
Un hipotético déspota que, como consecuencia de su capacidad de coac-
ción, pretenda establecer la obligatoriedad de que sus gobernados de-
sarrollen su vida sin usar la visión, aún en el caso de que tenga éxito en tal
pretensión, generaría un tipo de relaciones colectivas desconocidas, sin an-
tecedentes históricos, ni culturales, en las cuales, muy probablemente, su
propio ejercicio del poder carecería de sentido. Todo el orden simbólico
que posibilita la vida en común, desaparecería, desapareciendo también, la
propia vida en común. Para tal personaje, el ejercicio del poder impediría el
ejercicio del poder. He aquí el límite lógico conformado por tal contradic-
ción. Parece más probable que el uso de la visión se reafirme a través de
una convención explícita, a que su desuso logre transformarse en una
norma social, por mucha voluntad y fuerza que posea el déspota. Los lími-
tes lógicos del poder se relacionan, por tanto, con la propia cualidad de los
procesos orgánicos del hombre que establece a su vez, límites al carácter
arbitrario de las normas.
Además de los límites lógicos y orgánicos del poder, el drama del volunta-
rismo autoritario, radica en su pretensión de sustituir una irracionalidad
por otra a través de la imposición violenta, como justificación de un nuevo
orden político y económico. Los mitos y leyendas del cristianismo, fuentes
originarias del orden sociopolítico y socioeconómico de muchas naciones
de occidente, se fundamentan en irracionalidades muy burdas como la
concepción misma de Los Pobres Caballeros de Cristo, unos encarnizados
cruzados, combatientes pacíficos, que hacen votos de pobreza como condi-
ción para el acceso a la riqueza que suponen los territorios conquistados y
que aniquilan sarracenos por amor y bondad. No menos absurdas lucen al-
ternativas que pretenden desplazar tales incongruencias, proponiendo a su
vez justificaciones que se niegan a sí mismas, como las del Socialismo del
Siglo XXI que pretende construir una sociedad pacífica, libre, solidaria,
honesta, incluyente e igualitaria, obligando a los ciudadanos a obedecer las

329
Hebert L. Tovar

decisiones de quien ejerce el poder, mediante la violencia y la violación de


la ley formulada desde el mismo poder.
La consecuencia práctica del carácter arbitrario, pero irrefutablemente
convencional de las estructuras socioeconómicas, se visualiza en la contin-
gencia de que un grupo político puede desplazar del poder a otro grupo,
pero al carecer de un universo de sentido genuino, termina siendo absor-
bido por las fábulas míticas que le preceden, colocándose, por tanto, al ser-
vicio del orden simbólico, político y económico, que pretendía desplazar.
Un sistema simbólico propio no equivale a “diseñado ad hoc”, limpio de in-
congruencias y apropiado para ser propagado con miras a que se instituya
como la nueva justificación de un nuevo orden.
Se impone una reubicación del problema. Un estado de cosas menos ab-
surdo, opresivo y desigual, probablemente no se genere a través de la in-
vención de una mitología prêt-à-porter en una cabeza ilustrada. El sentido
del proceso parece ser inverso, es decir, a partir de una acción de perma-
nente confrontación con las expresiones concretas de la irracionalidad y el
sometimiento de la dimensión orgánica del hombre, van emergiendo y
constituyéndose los patrones simbólicos que acompañan tal confrontación.
Ninguna fábula que pretenda explicar y justificar, la violencia para la paz, la
obediencia para la autodeterminación, la privación para la felicidad, la ava-
ricia para la pobreza o la exclusión para la equidad, supera el estatus de
discurso del poder y, recordemos de nuevo, que existen unos límites lógi-
cos del poder.
Una posición de anti poder por parte del individuo, ya sea que éste se es-
tructure en forma de Estado o cualquier otra forma de expresión, ejercida
de manera permanente y sistemática, auxiliada por la tan vilipendiada
razón y con la mirada puesta en el desarrollo natural de los procesos orgá-
nicos del hombre como criterio de validación discursiva, podría ir decan-
tando algunas formas estéticas, simbólicas y de la praxis, que con el trans-
currir del tiempo se constituyan en pautas culturales.
Una integración mítica, parece estar planteada como problema de la con-
temporaneidad, donde posiblemente, hábitos colectivos como la economía
y la política, cambien de significado.

*Egresado de la Primera Promoción del Diplomado en Economía Sintética para Embuste-


ros, dictado por la Nueva Escuela Sintética Convergente de Caracas (NESC), bajo la con-
ducción de Tito Todd.

330
Las Ciencias Sociales en Venezuela

CAOS Y CONTROL:
LA OFENSIVA ECONOMICA

Por: Paul Bidé

Caracas del Norte. 04 de mayo, 2014. La naciente disciplina de la Economía


del Deseo, en pleno proceso de formulación y sistematización en Vene-
zuela, principalmente por los teóricos de la Escuela Analítica Divergente de
Caracas, le atribuye dos formas básicas al desarrollo de los procesos
económicos de una nación: el Despliegue Racional y el Despliegue Irracio-
nal. El Despliegue Racional, se implementa de acuerdo a algún sistema or-
denado de premisas que le permitan al Estado establecer los criterios para
la definición de la Política Económica. Estas premisas, cualesquiera que
ellas sean, orientan el establecimiento de metas y estrategias productivas,
comerciales, fiscales, monetarias y de gasto público, usualmente dirigidas a
promover el crecimiento y el bienestar general, con el consecuente mante-
nimiento de índices bajos de desempleo e inflación.
Aun cuando las políticas sectoriales que conforman a la política económica,
no siempre guarden coherencia, en un Despliegue Racional, siempre se
cuenta con un modelo que explica el comportamiento económico general,
con independencia de que tal modelo proponga un mayor o menor grado
de intervención estatal. Un Despliegue Racional de la economía implica,
por tanto, la promoción de un sector productivo fuerte, orientado hacia la
satisfacción de la demanda interna de bienes y servicios y la generación de
excedentes para la exportación y la generación de divisas. Un esquema tal
de actividad económica, requiere además de un marco jurídico que defina
con precisión las reglas que deben normar tanto los procesos productivos,
como los de comercialización y financiamiento. El Despliegue Racional, se
define, en consecuencia, como una forma ordenada de generar riqueza.
En Venezuela, luego de la caída de la dictadura del General Marcos Pérez Ji-
ménez en 1958, la clase política que toma el poder asume el Despliegue Ra-

331
Hebert L. Tovar

cional de los procesos económicos, como el paradigma que orientaría la


formulación de sus Políticas Económicas, con independencia de su mayor o
menor éxito en el alcance de los objetivos que se plantearon. Como conse-
cuencia de la selección de este enfoque paradigmático, emerge la necesidad
de diversificar el sector productivo para disminuir la dependencia con res-
pecto a la producción petrolera como principal fuente de ingresos, por lo
cual se realizan intentos de fortalecer otros sectores, como el minero no
petrolero y el petroquímico, así como los fallidos intentos por desarrollar
la producción agrícola, pecuaria y pesquera en un grado sustentable y sufi-
ciente. La adopción de un esquema de Despliegue Racional Económico, no
implicó, sin embargo, el alcance de las metas de desarrollo. En una pers-
pectiva histórica, el paradigma solo caracteriza la forma en que el Estado
dirigió la actividad económica a partir de 1958, luego de la caída de la dic-
tadura militar.
El paradigma del Despliegue Racional Económico es congruente con la
forma política democrática, por cuanto la pluralidad y diversidad de pen-
samiento implicadas en el ejercicio de la democracia, encuentra su corre-
lato económico en la diversidad de oportunidades de negocio, la variedad
de rubros en la producción y la actuación de múltiples actores, tanto en el
ámbito local como internacional, tanto en el sector público como privado.
De allí, la eficaz adaptación de la clase política venezolana en el poder
desde 1958 hasta 1998, al despliegue ordenado, normado y racional, de la
economía venezolana, que ha favorecido el enriquecimiento ilícito de los
actores políticos a través de alianzas con los actores económicos, para dis-
tribuirse la riqueza generada por la actividad productiva.
La posición privilegiada de los partidos, en cuanto a la definición de nor-
mas y la disposición de recursos públicos, les permitió la implementación
de formas de lucro que iban desde la instalación de empresas, tanto públi-
cas como privadas, bajo su control; la extorsión a la empresa privada inde-
pendiente bajo la forma de comisiones en contratos de provisión de bienes
o servicios al Estado; la impunidad a la evasión de impuestos y otros tipos
de obligaciones legales de las empresas de los partidos, con el Estado;
hasta la simple apropiación indebida de recursos públicos. El rasgo distin-
tivo de este período, es, por tanto, la contribución de un paradigma de Des-
pliegue Racional Económico, al enriquecimiento de una clase política insa-
ciable a través de diversos mecanismos racionales, tanto legales como pro-
cedimentales, de apropiación indebida tanto de los recursos públicos,
como de los beneficios de la actividad productiva privada. Diversidad, plu-
ralidad, libertad y productividad, han sido las ideas en las que se ha susten-
332
Las Ciencias Sociales en Venezuela

tado el enriquecimiento ilícito de la clase política del período democrático


venezolano.
Con la irrupción de un sistema político de pretensión totalitaria a partir de
1998, opera en Venezuela un cambio de paradigma hacia el Despliegue
Irracional Económico, para el cual no existe ningún sistema ordenado de
premisas que orienten la definición de políticas fiscales, monetarias o de
otro tipo, por cuanto la finalidad de la actividad económica desde este en-
foque, no es la promoción del crecimiento y el bienestar general, sino el
control político de la población. La pretensión de concentrar todas las deci-
siones en una reducida élite política con la finalidad de perpetuarse en el
poder, es incompatible con la libre iniciativa privada en el área económica
necesaria para la generación de la diversidad productiva, al tiempo que tal
diversidad, promueva la redistribución del poder entre múltiples actores.
Una vez desaparecido el propósito de la generación de crecimiento y bien-
estar, desaparece también la necesidad de que las políticas sectoriales sean
coherentes e integradas, estando las mismas gobernadas por las necesida-
des políticas coyunturales, con lo cual las decisiones en materia económica
adquieren un carácter absurdo y contradictorio. De tal suerte, ahora los
objetivos económicos hacia los cuales se orienta un esquema de Despliegue
Irracional, son dos: el control absoluto del principal sector productivo de la
nación y la destrucción de la capacidad productiva del resto de los sectores.
Así, con el desmantelamiento de la capacidad productiva nacional, excep-
tuando la explotación petrolera bajo control de los partidos, los recursos
pasan a ser escasos y a concentrarse en manos de la élite política que hace
uso de ellos para extorsionar a la población y someterla a la obediencia. La
consecuencia contraintuitiva más visible de tal Despliegue Irracional, es la
sustitución de la producción local por importaciones, ya que una secta de
importadores siempre será más reducida que un conglomerado industrial,
optimizando así la concentración de poder, el enriquecimiento ilícito y el
control de los partidarios.
La destrucción de la capacidad productiva del país, indispensable para la
generación de la pobreza, la docilidad y el apego de la población a las dádi-
vas de la clase política, se logra a través del caos normativo y decisional im-
puesto desde el Estado, que impide la planificación y gestión ordenada de
los procesos industriales y comerciales del sector privado. Inflación, des-
abastecimiento, escasez, desempleo, mercado negro, son algunos de los
nombres con los que se denomina al caos como forma de Despliegue Irra-
cional Económico.

333
Hebert L. Tovar

La élite con pretensiones totalitarias que actualmente usurpa el poder en


Venezuela, con la colaboración de los vestigios de la clase política sobrevi-
viente del bipartidismo, no requiere de la alianza con un sector productivo
independiente para enriquecerse a través de actos de corrupción adminis-
trativa. El método radical a través del cual la nueva clase política se enri-
quece, consiste fundamentalmente en la apropiación directa de la riqueza
petrolera, el asalto a los ingresos fiscales y la generación de dinero basura
mediante la especulación cambiaria y financiera, para luego ser convertido
en bienes tangibles. Participar en la distribución de los beneficios de la
actividad productiva nacional, es absolutamente dispensable para una dic-
tadura que ha asumido el enfoque de Despliegue Irracional Económico,
como el paradigma que guía la toma de sus decisiones. Producir el caos
económico para lograr el control político, conforma de esta manera, la
ofensiva con la que la élite Socialista del Siglo XXI, pretende someter a la
población venezolana y permanecer en el poder hasta su desaparición
física.
No obstante, al considerar la tesis sostenida por la Economía del Deseo que
propone que los procesos económicos se fundamentan en procesos libidi-
nales de carácter inconsciente que se constituyen en el motor del deseo de
bienes y servicios, la pretensión del control político del consumo a través
de la extorsión y el chantaje, supone el control de las pulsiones inconscien-
tes del venezolano. He aquí el elemento fundamental que permite predecir
el fracaso de la pretensión totalitaria: la imposibilidad de controlar los pro-
cesos inconscientes del venezolano. Pero, por otra parte, el retorno de las
formas democráticas una vez sellada la derrota del Socialismo del Siglo
XXI, tampoco garantiza un comportamiento menos voraz de los vestigios
del bipartidismo, como ha quedado evidenciado por su actuación durante
el período predictatorial y su vergonzoso colaboracionismo actual con la
ocupación foránea. Por tanto, parece claro que el problema a abordar para
el futuro inmediato de la nación, no es la escogencia entre democracia o
dictadura, sino la superación de la propia forma política como pauta civili-
zatoria.

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