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En esta oportunidad vengo a ustedes con el propósito de hacerles saber que cuentan con
cada una de las llaves, poderes y conocimientos que requieren para lograr librarse
completamente no solo de los sufrimientos físicos, sino también de cualquier otra cosa
que los atormente durante su estancia terrenal. Igualmente, tienen que ser conscientes
de que poseen poderosas herramientas que les permiten sanar tanto a quienes se
encuentran a su alrededor como a ustedes mismos; y que dichas herramientas están
actuando con el fin de brindarles un “milagro”.
Con este quieren decir que todo funciona “hacia atrás”, lo cual se debe a que desde la
antigüedad el ser humano ha cambiado los valores divinos, y en consecuencia, los polos
magnéticos se han invertido. Y desde ese momento, el interés individual ha tenido
prevalencia sobre la divinidad; el mundo material se apoderó del mundo espiritual
causando que las vibraciones energéticas del Amor Universal desaparecieran, y junto a
ellas, la posibilidad de los Grandes Seres para manifestarse en una densidad tan
extrema como la de su planeta. Según este principio, amados seres de luz, hoy siguen
pensando al revés y es por ello que se encuentran convencidos, de padecer
enfermedades que afectan sus órganos, ya que están alimentando un proceso que resulta
ser reversible.
Cada uno de ustedes posee el poder para actuar concretamente sobre su cuerpo físico,
de forma palpable y visible. Empieza a través de determinante y real una conciencia de
que cada uno de ustedes es custodio divino de la Llama de Vida Eterna, esa de la cual
las distintas religiones que crearon les han hablado sin permitirles que entiendan
realmente su gran significado. Ustedes son la encarnación de Dios dentro de este
mundo, y como tal, manifiestan el Amor y la Luz, ya que de eso se trata su objetivo
final en la Tierra después de sus numerosas encarnaciones; su propósito consiste en
alcanzar finalmente el estado que supone la Divinidad del Hombre.
Todos ustedes se caracterizan por ser seres que encarnan la Luz Divina, y aquellos que
han logrado abrir sus corazones para conocer la verdad, manifiestan dicha Luz dentro
del mundo que los rodea; sin embargo, para que la mente obtenga la victoria sobre la
materia es preciso que sean totalmente conscientes de los inmensos poderes que poseen,
al mismo tiempo que los aceptan y reciben como una parte fundamental para su
existencia en la Tierra.
Frente a ustedes se encuentra un antiguo pueblo, es “el pueblo de los Siddhas”, el cual
conquistó la vejez, la enfermedad y como resultado de ello, también la muerte.
Actualmente estas personas habitan un plano dimensional distinto y los ayudan a
despertarse de la dualidad que los mantiene cegados para que encuentren su verdadera
naturaleza divina. Este pueblo controlaba completamente su Ser y tenían la
capacidad de tragar toda clase de virus y/o microbios sin llegar a enfermarse; cada uno
de los secretos que poseían se les revelaron luego a quienes se convertirían en Maestros
de la Hermandad Blanca, los cuales en la actualidad tratan de revelárselos a ustedes de
manera gradual.
Deben comprender que nada de esto es ficción, sino que se trata de la más pura realizad:
los demás seres que habitaron en otros mundos pasaron por este proceso y ahora es su
turno de darse cuenta que son seres con un gran poder de cambio; es su deber como
habitantes de este mundo.
Numerosos métodos les enseñarán de qué manera abordar sus cuerpos físicos, órganos,
células e incluso sus células primordiales. En múltiples sentidos, serán capaces de
penetrar en los más profundos de los secretos que poseen sus cuerpos encarnados;
aprenderán a escuchar sus males, a utilizar distintas llamas y rayos de energía, distintos
métodos de oraciones y meditación trascendental para poder sanar primero a sus
cuerpos sutiles y luego a sus cuerpos físicos. Existe una técnica para cada una de estas
acciones, una especie de familiaridad con uno u otro método; no obstante, es de la base
de cada técnica y/o método que estamos hablando en esta ocasión, es decir: el entender
que los males que afectan el cuerpo físico son los resultados y no las causas.
Cada uno de ustedes posee el poder para actuar
concretamente sobre su cuerpo físico
Recuerden ¡Todo aquello que ha sido hecho, puede deshacerse! Es posible solucionar
todo aquello que ustedes han permitido que se creara, en términos de disfunción física,
al revertir el proceso de creación. No obstante, es preciso que identifique qué se
encuentra tras dicho proceso, y para lograrlo es necesario que se sumerjan dentro de su
memoria celular con el fin de entender de qué forma se produjo una u otra
manifestación física (accidente, enfermedad, entre otros). Solo entonces bastará para
que logren alejarse de los antiguos eventos y acepten que esos padecimientos que los
afectan es consecuencia de alguna acción y no se ha desarrollado por casualidad.
De igual forma, tendrán que perdonarse a sí mismos, por todo ello; después deberán
dirigir conscientemente hacia sus manos todo el poder que posee la energía divina en su
interior, con el fin de sanarse, calmarse y fortalecerse. Así es amados hermanos, en su
interior se encuentra el poder que requieren para generar verdaderos cambios en su
cuerpo físico, no lo duden; confíen en ello y lograrán desarrollarlo en mayor medida y
en menos tiempo.
¡De esto se trata la medicina del futuro! Es la auténtica medicina para el alma y el
corazón. ¡Sumérjanse dentro de la inmensa energía del Amor y acepten el gran poder
Divino del Rayo Verde, que los acompaña en cada una de las etapas de su vida!