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Llega el nuevo examen práctico

En este nuevo formato de examen práctico, el alumno será recibido por el funcionario examinador,
que empleará los 5 primeros minutos del examen en comprobar si es conocedor del vehículo que va a
utilizar para la prueba. El alumno, además de identificar y poder proporcionar los documentos que el
examinador pueda solicitarle, relativos a la documentación del vehículo (ficha técnica, permiso de
circulación…) tiene que ser capaz de abrir el capó e indicar dónde se encuentran algunos de los elementos
en él albergados, tales como el depósito del líquido del lava-parabrisas, ser capaz de comprobar los
diferentes niveles de los distintos fluidos (aceite, refrigerante, líquido de frenos…) así como saber verificar
el estado de los neumáticos del vehículo o ser capaz de localizar la rueda de repuesto y las herramientas
para su cambio. Tal y como informó Dª Raquel Casado (Jefa Provincial de Tráfico de Asturias) en la reunión
que mantuvo con todos los directores de formación vial de las diferentes autoescuelas de Asturias, no se
pedirá al alumno que realice ninguna labor de mantenimiento, como podría ser completar los niveles en
caso de ser estos inadecuados, ni realizar operaciones tales como el cambio de la rueda. El alumno se
limitará a indicar donde se encuentran los diferentes elementos.

Posteriormente, el aspirante comenzará a circular una vez se haya instalado convenientemente en el


puesto de conducción, colocándose de manera satisfactoria y segura para la conducción (asiento, cinturón
de seguridad, reposacabezas, espejos…).

Durante los primeros 10 minutos de los 25 que durará la prueba como mínimo, se practicará la
llamada “conducción autónoma”. Es decir, el alumno no será guiado mediante indicaciones del
examinador, sino que circulará libremente en dirección a un lugar que previamente se le haya indicado o
bien hacia donde el propio alumno considere oportuno. Para esta primera parte de la prueba de
circulación, podrá valerse de un navegador GPS, que, eso sí, tendrá que ser programado por el propio
aspirante una vez el examinador le indique la dirección a la que ir, y ser utilizado de manera conveniente y
segura durante la realización de esta parte de la prueba. Posteriormente, y hasta completar el resto de los
25 minutos, conducirá siguiendo las indicaciones que le vaya dando el examinador, tal y como se venía
haciendo en el pasado.

Con el nuevo modelo de examen, y salvo que el alumno comprometa la seguridad propia y/o la de
otros usuarios de la vía, la prueba durará los 25 minutos en su totalidad aunque el alumno hubiese
cometido una falta eliminatoria en el transcurso de la misma. Se trata de que el aspirante sea examinado
de las diferentes circunstancias de la conducción, para ser informado al final de la prueba, no solo del
motivo de la falta que hubiese provocado el suspenso, sino de toda su conducción en conjunto. Asimismo, y
durante la realización de toda la prueba, el examinador comprobará si el aspirante ha realizado una
conducción eficiente.

Una vez terminada la prueba, el examinando, en presencia del profesor que le acompañó durante el
examen, será informado individualmente por el examinador (sin la presencia de ningún otro alumno) de la
calificación que obtuvo, así como de las circunstancias que la hubiesen provocado. Tanto si el alumno
examinado no realiza de manera satisfactoria las comprobaciones previas, como si no practica una
conducción acorde con los estándares de conducción eficiente, le será aplicada la correspondiente falta
leve por cada uno de estos dos requerimientos.

Según palabras de la propia Dª Raquel Casado, este nuevo formato de examen no tiene por qué
suponer una mayor dificultad en los exámenes de conducción, si bien, y también según sus propias
palabras, influirá positivamente en la seguridad vial y en la formación de los alumnos en la autoescuela.

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