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El evento tipo flujo de detritos del 31 de marzo en Mocoa se generó en una región tectónicamente

activa, caracterizada por cambios bruscos en la geología y geomorfología de sus formaciones. El


contexto geológico-geomorfológico es por lo tanto importante para entender mejor los
mecanismos que produjeron el evento que destruyo parte de la ciudad de Mocoa, la cual se
encuentra ubicada en el piedemonte entre las planicies amazónicas y el macizo colombiano.

El rasgo estructural más importante del área de estudio es la presencia de la falla de Mocoa-La
Tebaida, esta marca el límite de la cuenca sedimentaria petrolífera del putumayo y pone en
contacto rocas ígneas Monzogranito (Batolito de Mocoa) con las rocas sedimentarias (formaciones
de Orito, Pepino y Rumiyaco). Sin embargo, la falla Cantayaco tiene una gran influencia en la
geología de la región, ya que delimita la zona de rocas sedimentarias y los depósitos aluviales en
los cuales se incluye la formación Villeta y parte de Rumiyaco.

Se destaca la relación entre la sismicidad del área y la formación de espesos suelos residuales, en
el sentido que la actividad tectónica crea discontinuidades en la roca que, junto con las
condiciones climáticas de la región favorecen la formación y eventualmente el colapso de estos
suelos residuales, creando de esta forma flujos de detritos (suelos y roca), que se depositan en las
partes bajas de las quebradas Taruca y Taruquita.

Las visitas de campo han confirmado la presencia de un gran número de eventos fluvio-
torrenciales ocurridos en el pasado que depositaron grandes bloques (hasta 12 m de diámetro),
producto de las fuertes precipitaciones y altas pendientes de las zonas montañosas. Además, la
amenaza antrópica principal es la ampliación de la frontera agrícola y deforestación, en los últimos
30 años, que aumenta los procesos de escorrentía y erosión del suelo, disminuyendo la protección
de las fuentes de agua.

Las unidades geomorfológicas se presentan en la figura. Se destacan 3 grandes grupos: las


unidades con tonalidades café suelen asociarse a procesos erosivos, los tonos rosado a elementos
estructurales y las que están en el rango de los azules a geoformas deposicionales. En el mapa se
observa que el área urbana de Mocoa está ubicada sobre un abanico fluvio-torrencial compuesto,
es decir formado por diferentes eventos torrenciales históricos.

Las fuertes lluvias y el clima tropical facilitan la meteorización de las rocas granitoides aflorantes
en las montañas y la generación de suelos residuales que son movilizados durante eventos
extremos de precipitación y depositadas aguas abajo, incrementando de esta forma la deposición
a lo largo de las quebradas. Además, los procesos erosivos en el frente montañosos activo
(batolito de Mocoa) y los cambios de pendiente en las cuencas de drenaje han generado valles
angostos y porofundos en forma de “V”.

Se evidenciaron procesos geológicos y geomorfológicos mediante el análisis de los depósitos


aluviales en los cuales se ubica una gran parte de zona urbana, el registro de eventos previos esta
proporcionado mediante fotografías aéreas del instituto geográfico colombiano. En este periodo
de 70 años se registraron cerca de 12 grandes flujos de masa con un tiempo promedio de
ocurrencia de cerca de 6 años.

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