Está en la página 1de 3

Ayudando a conocer y regular comportamiento y emociones

Es importante fijarnos como responde el niño/a, por ejemplo, cuando


quiere algo que no se le puede dar, cuando le quitamos algo reforzante
porque no toca, cuando le decimos no.... por un lado, es importante darnos
cuenta de cómo reacciona, para conocer si hay algo que se nos está
escapando (como p.e. que tenga dificultades de comprensión en algunos
aspectos), y por otro lado, cual es nuestra, como adultos, en estas
situaciones.

Una herramienta muy útil para ayudarnos, simplemente dedicarnos a


observar y conocer el comportamiento en su desarrollo, ¿cómo?,
haciendo las preguntas más sencillas. Muchas veces cuando preguntamos
“POR QUÉ” podemos darnos cuenta de que no obtenemos la respuesta que
nos puede ayudar a que el niño resuelva o le ayudemos a, de alguna
manera, conocer lo que le pasa (evitar usar el “por qué” de manera
aislada), por tanto, vamos a ayudar al niño a descubrir necesidades o
preocupaciones y, finalmente, maneras de resolver. Como vemos es un
proceso que conlleva ir avanzando en complejidad, de una habilidad a otra,
por pasos, y asegurando pequeños éxitos sin exigirle al niño algo que
sabemos que aún no ha alcanzado, al inicio va a necesitar nuestro
acompañamiento y guía, y a medida que el niño se desarrolle podremos ir
retirando estas ayudas. En todo aprendizaje, puede haber momentos en los
que tengamos que volver a atrás, y que parezca que no estamos avanzando,
pero ¿no nos sucede esto a diario en nuestra vida? Recordemos que cada
niño, cada situación y cada uno de nosotros somos distintos:

Fijarnos en las situaciones disruptivas/conflictivas analizando:

- que pasa antes/en qué situación ocurre (que estamos haciendo


nosotros, que está haciendo el niño, qué está pasando alrededor) +
usar la pregunta “¿QUE PASO?” o derivadas de ella, con el objetivo
de contextualizar el comportamiento.
- como responde y como respondemos nosotros (emociones, acciones,
pensamientos, sensaciones) o personas del entorno + “¿QUE
HICISTE?” siempre acompañado de “¿COMO TE SENTISTE?”,
“¿QUE PENSASTE?” (si no tiene aún la habilidad de describir,
haremos preguntas ¿estabas enfadado? O incluso, una herramientas
es usar metáforas ¿te sentías como…p.e. si fueras un volcán a punto
de explotar?)
- y que ocurre después/consecuencia (que hace después el niño, que
hacemos nosotros a consecuencia de su comportamiento) + “¿QUE
PASO DESPUES?” “¿QUE NECESITABAS/QUE QUERIAS
CONSEGUIR?” “¿QUÉ OTRA COSA PODRÍAS HABER
HECHO?”

El siguiente paso sería darnos cuenta y valorar: ¿nos está funcionando, o


tenemos que cambiar la estrategia?, ¿nos funciona durante un momento o
un día sí y otro no, pero a largo plazo no nos funciona y nos está
acarreando más problemas? muchas veces necesitamos observar esto
detenidamente, para ajustar que estrategia es más adecuada tanto para cómo
se encuentra el niño y sus necesidades, como para nosotros, se trata de
encontrar un equilibrio teniendo en cuenta que probar cosas
nuevas/diferentes puede tener dificultades iniciales/resistencia tanto para el
niño como para nosotros, pero es relevante que comprobemos mediante la
experiencia que cuanto más observemos, y por tanto conozcamos,
acciones/emociones/pensamientos más nos podremos ajustar nosotros y
también el niño, a lo que cada situación requiere (no es tarea fácil).

Es importante no juzgar las emociones, todas las emociones son válidas y


nos hablan de lo que estamos viviendo/pasando en cada momento,
aunque las etiquetemos como agradables/positivas o
desagradables/negativas, todas forman parte de nosotros y de la vida, y el
objetivo puede ser conocerlas y expresarlas para lograr que puedan estar
ahí mientras hacemos lo que tenemos que hacer o lo que toca en ese
momento, es decir, nos comportamos según la situación en la que estamos.

Es recomendable, abordar en un contexto tranquilo y agradable del día, y


como forma de conocernos, compartir y mejorar el vínculo familiar,
diferentes situaciones de componente emocional e interacción social a
través de material indirecto y lúdico favorece el bienestar emocional, y
por tanto, el desarrollo y aprendizaje. Ejemplos de recursos son:

- Libros educativos relacionados con situaciones en las que el niño/a


se pueda sentir identificado. En las tiendas “Todo Psicología
Tenerife” o “Librería Ifara” podemos encontrar este tipo de recursos.
- Web educaixa.com, seleccionando la pestaña “recursos”, y el “área
de conocimiento”: buscar “educación emocional”,
https://www.educaixa.com/es/listado-recursos?filter_area_=[6904]
Encontraremos muchísimo material que se puede trabajar en
ordenador (como cuentos interactivos) o incluso imprimir para
trabajar en papel como fichas. Hay material para empezar desde lo
más básico: identificar las distintas emociones y sentimientos con
dibujos, hasta cuentos interactivos o audios/sesiones de tipo vamos a
notar nuestras sensaciones a través de ejercicios que llaman de
relajación.
- Web aulapt.org, buscar: cortos emociones.
https://www.aulapt.org/2018/03/08/nueva-coleccion-de-videos-con-
los-que-nos-encanta-trabajar/. A través de cortos que escenifican
situaciones sobre las que podemos iniciar conversaciones con el
niño/a, a través de ellas, abordar situaciones en las que se puede
sentir identificado/a, ya que las emociones son universales, por lo
que en su experiencia le ha sucedido (“¿tu te has sentido alguna vez
igual que le pasa al protagonista de esta historia?”) o nos ha sucedido
a nosotros mismos/as (una vez, cuando yo era pequeña/o me paso
que….. y me sentí……, y lo que hice para arreglar la situación
fue….), y así acompañarlo en la identificación y gestión,
afrontamiento y resolución de conflictos.

También podría gustarte