EXTRADICIÓN

El proceso judicial es el conjunto de actos jurídicos que se realizan para aplicar

ley en la resolución de un caso; una de ellas la extradición.

La extradición es un acto formal entre estados que se encarga del

procedimiento y entrega de un sujeto para ser juzgado o cumpla una sanción impuesta.

Este proceso requiere de modalidades para su desarrollo, estas son:

extradición activa en la cual un Estado solicita a otro la entrega de un procesado.
Asimismo, el acto pasivo donde se evalúan las condiciones de legalidad. De igual
importancia, la modalidad voluntaria en la cual el sujeto requerido acepta de forma libre
el proceso; también, la modalidad diferida o temporal, en ambos casos existen dos
circunstancias, primero el pronunciamiento de entrega y, segundo, el sujeto se
encuentra siendo juzgado o cumpliendo una pena en el Estado requerido.

Por otra parte este proceso requiere de principios que permitan orientar y guiar
en la tramitación de la extradición. Dichos principios son los siguientes: legalidad
abarca las condiciones, causas y procedimientos que deben estar previamente
establecidos en la normativa nacional; por otro lado, la doble incriminación y mínima
gravedad de la pena son tributarios del principio de legalidad, puesto que traen consigo
los sistemas de lista cerrada; además del principio de especialidad el cual el Estado
requirente no podrá procesar ni condenar al sujeto entregado por hechos anteriores y
distintos que fueron materia de autorización a la extradición.

En los sistemas de extradición se encuentran tres: el judicialista el cual asume

un rol decisorio sobre la petición formulada; por otra parte, el administrativo que es la
autoridad administrativa quien tiene un protagonismo decisorio respecto a la petición;
de igual importancia, el sistema mixto que es el procedimiento para decidir la entrega.

Por lo tanto; la extradición es importante para que un sujeto que ha delinquido

sea procesado y pueda cumplir con los requerimientos de justicia.