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Oremos Juntos…
“Padre celestial, perdónanos por no entender Tu corazón cuando lo has
expuesto tan simple y claro en Tu Palabra. Conforme leemos las Escrituras,
es muy evidente que Tu corazón está plenamente interesado en mí. Tú deseas
impartirnos Sabiduría. Ahora, en el nombre de Jesús, nosotros recibimos Tu
verdad que nos hace libres para siempre. Muéstranos dónde está nuestra
Asignación, porque ese es el único lugar donde está garantizada la provisión
para nosotros. Conéctanos con las personas que nos pueden ministrar y
bendecir financieramente. Ellos son los conductos elegidos que Tú has
ungido para nuestra vida. Llévanos de nuevo al lugar de la provisión, al lugar
de la obediencia. En el nombre de Jesús, Amen”.
Tú comenzarás a prosperar cuando empieces a creer que ese es el deseo
y la voluntad de Dios para tu vida.
Muchas Personas Nunca Sueñan Lo
Suficientemente En Grande Para Necesitar
Un Milagro Financiero
Oremos Juntos…
“Padre, perdónanos por nuestra ingratitud, por nuestra falta de
agradecimiento y por cualquier ceguera hacia Las Cosechas que Tú has
provisto. Es verdad que nuestro espíritu de queja nos ha robado milagros y ha
abortado muchos más que Tú tenías programados para nosotros. En el
nombre de Jesús, yo me entrego a Ti. Me doy todo a Ti, sabiendo que Tú me
revelarás cosas gloriosas y maravillosas. Gracias por mi salud, mi vista y mi
habilidad de caminar hoy. Gracias por la mente que Tú me has dado y por las
puertas de favor que has abierto para mi vida. Tú eres un Dios maravilloso,
poderoso y dador. Estoy agradecido. Te lo agradezco. No olvidaré Tu
bendición en mi vida. Muéstrame qué hacer. Te obedeceré. Escucharé Tu voz
y seré pronto en darte a Ti la gloria y la alabanza por cada cosa buena que
haces por mí. Tú recibirás el diez por ciento de todo con lo que Tú me
bendigas, y aún más cuando me proveas. Te doy gracias por cada bendición.
En el Nombre de Jesús. Amen”.
Algunas Personas Sólo Dan Cuando Se
Sienten Movidos A Dar En Vez de Dar
Cuando Un Hombre de Dios Los Inspira
Oremos Juntos…
“Oh, Padre, perdónanos por estar en el ámbito de la justicia propia, de la
lógica y de la capacidad humana. Cuando Tú traigas a Tu siervo a nuestra
vida es para bendecirnos y para darnos poder. Tú eres un Dios bueno, un
Dios maravilloso. Un Dios dador. Una de las cosas más grandiosas que haces
es inspirarnos a soltar algo de nuestra mano para que Tú sueltes lo que está en
Tu mano para nosotros. En el nombre de Jesús. Amén”.
Muchas Personas No Están Trabajando En
El Lugar de Su Asignación
Oremos Juntos…
“Padre, Tú diste a Jesús –Tu mejor Semilla– una Asignación. Tú querías una
Familia. Ahora, millones son nacidos de nuevo—cambiados por siempre. Tú
estás produciendo la Cosecha deseada. Enséñanos el Principio de la
Asignación—darle a toda Semilla que sembremos una Asignación específica.
Recuérdanos de regar y nutrir esta Semilla con expectación y no dudando. En
el nombre de Jesús. Amén”.
Eclesiastés 5:4-5
“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él
no se complace en los insensatos. Mejor es que no prometas, y no
que prometas y no cumplas. Cumple lo que prometes”.
Muchas Personas Olvidan O Se Rehúsan
Pagar Sus Votos Ofrecidos A Dios
Oremos Juntos…
“Padre, perdóname por cualquier voto hecho no pagado. Tú serás lo primero
de hoy en adelante. Yo guardaré mi pacto contigo porque necesito la Cosecha
más de lo que necesito la Semilla. Provéeme y haz que sea posible para mí el
tener las finanzas necesarias para guardar mi palabra. Tú conoces mi corazón
de fe y no me defraudarás. Creo en Tu Palabra hoy. En el nombre de Jesús.
Amén”.
Proverbios 11:14
“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud
de consejeros hay seguridad”.
Muchas Personas No Tienen La Voluntad
de Sentarse Pacientemente A Los Pies de Un
Mentor Financiero
Buscar es un requisito.
Buscar Sabiduría Financiera y ayuda, no es un signo de debilidad. Sólo
un tonto ignora un chaleco salvavidas cuando se está ahogando. Quienes
derrotan a la devastación financiera nunca lo hacen solos. Ellos conquistan su
orgullo. Rechazan la trampa del aislamiento. Ellos conocen la recompensa
inevitable que hay en buscar.
Ellos persiguen.
Ellos piden.
Tú debes voltear hacia Dios en primer lugar. Sé agradecido por lo que
Él te ha dado ya en tu vida.
Primero, agradece la provisión anterior y por suplirte
sobrenaturalmente.
Expresa gratitud por aquellos que te han ayudado para alcanzar tu
sueño, que te han dado oportunidades de trabajo y que te han animado.
Tu Padre celestial se interesa en tus dificultades financieras ahora.
Realmente le importas. Jesús lo dijo claramente: “Porque los gentiles buscan
todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de
todas estas cosas”, (Mateo 6:32).
Él está esperando que lo busques. En el Lugar Secreto de oración. En
los servicios de la iglesia a la que asistes. En tu investigación diligente de las
Escrituras. “Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas,
si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres Su voz; porque
Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se
olvidará del pacto que les juró a tus padres”, (Deuteronomio 4:30-31).
Nadie más puede hacerlo por ti. Nadie más siente tu dolor. Nadie más
está viendo la pila de facturas a las que enfrentas cada noche.
Busca el consejo valioso y probado. Alguien sabe algo que necesitas
saber. Alguien sabe algo que te puede ayudar a sobrevivir y aun triunfar en
medio del capítulo más doloroso de tu vida. La ignorancia es demasiado
costosa. Es mortal.
Sólo los tontos se arriesgan a padecer las consecuencias de la
ignorancia.
Tu pastor o tu jefe o alguien a quien amas podrían recomendarte un
asesor financiero certificado o a otros en tu área. Cualquier cosa que hagas
hoy, toma el tiempo para escuchar el sabio consejo. Los verdaderos
campeones lo hacen. Como lo enseñan los escritos antiguos: “Donde no hay
dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay
seguridad”, (Proverbios 11:14).
Dios espera que clames a Él por ayuda en tiempos difíciles. “Este pobre
clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias”, (Salmos 34:6).
Tu humildad y desesperación atraerá a Dios. Especialmente tu fe. Tú
debes confiar en Dios para detener el ataque financiero en tu contra. Tú sirves
a un Dios sumamente capaz y cuidadoso. Él puede inclinar los corazones de
reyes a favor tuyo.
Tú estás en Su mente en este momento. Tus lágrimas, tu dolor, y tus
temores le afectan e influyen en Sus respuestas para ti. Él se está alistando
para moverse a tu favor. Confía en Él. Independientemente de las tormentas a
tu alrededor, recuerda la gran promesa: “Que hace cesar las guerras”, (Salmos
46:9).
Reconoce a los mensajeros que llevan el mensaje de soluciones
financieras. Estas podrían estar envueltas como Juan el Bautista en pieles de
pelo de camello o en las túnicas de seda del rey Salomón. No permitas que la
envoltura te distraiga del mensaje. Ellos podrían parecer arrogantes,
engreídos y autosuficientes. O quizá podrían parecer humildes, tímidos e
incluso renuentes a compartir su conocimiento sobre las finanzas. Es tu
responsabilidad discernir a los mensajeros que Dios envía a tu vida. Echa el
balde en su pozo.
Tu respuesta a un hombre de Dios es cuidadosamente documentada por
Dios.
Cuando Dios te habla, es con frecuencia a través de los líderes
espirituales en tu vida. No los ignores. Recuerda: “El que recibe a un profeta
por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un
justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá”, (Mateo 10.41).
Reconoce a Mentores de Fe extraordinarios y fuera de lo común. Como
ves, tu fe determina el fluir de los milagros hacia ti. “Sin fe es imposible
agradar a Dios”, (Hebreos 11:6 RVC). “Porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar a quienes Lo
buscan”, (Hebreos 11:6 RVC).
Moisés dio mentoría a Josué.
Pablo dio mentoría a Timoteo.
Elías dio mentoría a Eliseo.
Noemí dio mentoría a Rut.
Mardoqueo dio mentoría a Ester.
Los campeones fuera de lo común tienen Mentores fuera de lo común.
Observa minuciosamente la vida de quienes han triunfado a tu alrededor. Sus
secretos comenzarán a aflorar. La razón de su éxito inusual se verá muy
claramente. Estudia las biografías de los campeones financieros. Gente
extraordinaria ha hecho conexión con la fuente de su fe. Conforme vayas
leyendo su jornada del pozo al palacio, serás animado y fortalecido. “Por
tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante”, (Hebreos 12:1).
Aliméntate constantemente con nutrimento de fe. Lo que lees afectará lo
que crees.
Lo que lees influye las conversaciones en las que participas.
Cuando alimentas a tu hombre espiritual con la Palabra de Dios, tu fe
(confianza en Dios) cobra vida y se convierte en una fuerza viva dentro de ti.
Aparta un tiempo específico durante el día para leer tres capítulos en la
Biblia. Nutre y alimenta las Semillas explosivas de fe dentro de ti. Las
bellotas se convierten en robles. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios”, (Romanos 10:17).
Elige un mentor probado. Aquellos a quienes admiras afectarán tu
futuro eternamente. Elige mentores financieros que aumenten tu fe en la
Fuente verdadera que es Dios. Aprende de sus cicatrices así como de sus
sermones. “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre
vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en
mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros”, (1
Tesalonicenses 5:12-13).
Los Mentores Financieros son diferentes de los Libertadores
Financieros. Los mentores imparten su experiencia. Los libertadores crean
experiencias. Tú necesitas de ambos.
Tu mentor te lleva en un viaje continuo del lugar donde estás al lugar
donde puedes estar. Esto involucra una colección de instrucciones, una serie
de crisis y una revisión constante de tu situación financiera.
Un libertador financiero lleva un manto y una unción que rompe el
espíritu de pobreza sobre tu vida y desata una fe para las finanzas como
nunca antes la has experimentado.
Oremos Juntos…
“Padre, enséñanos las maravillas de la Expectación. Muéstranos cómo Te
complace que se Te crea. Apresura la Cosecha en la medida que dependamos
de tu increíble integridad. En el nombre de Jesús. Amén”.
Muchas Personas No Buscan Una Cosecha
Porque Aún No Han Probado El Dolor de
La Pobreza
La Pobreza Es Atormentadora.
La pobreza es angustiadora, atormentadora, devastadora y parte el
corazón.
La pobreza es el clima donde las Semillas de suicidio crecen y florecen.
Despoja al hombre de su confianza en sí mismo y de su sentido de valor.
Empaña las visiones de sus sueños y metas. Rompe el enfoque.
La pobreza es donde la hierba mala del enojo y del cinismo crece más
rápido. No puedo pensar en nada bueno sobre la pobreza.
Sin embargo, muchos no han aprendido a despreciar las cadenas de la
bancarrota y la pobreza.
La pobreza no es un amigo con quien negociar.
La pobreza es un enemigo que debe ser destruido.
La pobreza es cautividad. Es esclavitud. Tú debes reconocer que la
cautividad financiera es antinatural. Debes desarrollar un odio que destroce
las cadenas que han detenido la posibilidad de la abundancia financiera.
Quizá nunca pruebes el éxito financiero que mereces hasta que veas la
tragedia de la pérdida, la bancarrota y la pobreza. Yo he caminado las calles
de Calcuta, en la India, y he mirado niños con sus dedos adentro de latas de
comida tratando de encontrar la humedad de una sopa o el residuo de comida
en una lata que les permita sobrevivir. He mirado carretones rodar en las
calles de Calcuta recogiendo cuerpos de personas que murieron durante la
noche a lo largo de las banquetas. Sí, los he visto quemar esos cuerpos y
gente que llora y se lamenta…a causa de la pobreza.
La pobreza nos impide construir mejores iglesias, ministerios de
televisivos fuera de lo común, y evangelismo por radio. Impide que un
misionero tenga lo suficiente para empezar otras diez mil iglesias para Dios.
La pobreza es un espíritu. Se dá dentro de ti antes de que suceda
alrededor. El hombre se deteriora internamente antes de que su negocio se
deteriore.
Jesús sabía que existía un enemigo. “El ladrón no viene sino para hurtar
y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan
en abundancia”, (Juan 10:10).
La pobreza produce temor. Temor al fracaso. Temor a que otros no nos
respetarán ni nos tratarán apropiadamente.
La pobreza produce inseguridad y suspicacia hacia casi toda la gente
que te rodea.
¿Cómo sé que la pobreza es un “espíritu”? Porque humilla y destruye el
espíritu del hombre que debería estar vivo, vibrante y victorioso. La pobreza
te hace querer desistir en vez de triunfar.
El espíritu de pobreza te hará crítico de aquellos que están tratando de
liberarte de ella.
Nunca olvidaré el servicio en Houston, Texas, mientras viva. Cuando
terminé de enseñar, compartí por algunos momentos acerca de apuntar tu
Semilla como si fuera una flecha. Una unción vino sobre mí de una manera
poderosa e inusual. Le pedí a la gente que preparara una Semilla especial para
sembrar en la obra de Dios.
De repente, como un volcán, un hombre que estaba sentado en la
segunda fila se levantó gritando. Él se apresuró al pasillo y corrió hacia atrás
de la iglesia gritando. Tan pronto llegó a la puerta principal de la iglesia para
salir, le hablé pidiéndole que se detuviera. Le pedí que expresara claramente
qué le estaba molestando.
Él estaba casi llorando con una mezcla de ira, vergüenza y duda. “¿Qué
le dices a tu hija de 13 años cuando te pide un dólar y no tienes lo suficiente
para darle?”, él gritó. “No he tenido trabajo en dos años. No tengo dinero.
Cuando mi hija adolescente me pidió para dar una ofrenda hace unos
momentos, ¡no tenía nada!”.
“Ésa es la razón por la que te estoy enseñando estos principios, mi
precioso hermano”. Le expliqué gentilmente. Mi corazón estaba con él.
Oh, la pobreza es capataz cruel.
La pobreza te hará dudar de todo lo bueno que hay en ti.
La pobreza te hará cuestionar la verdad acerca de Dios, tu verdadera
Fuente y Proveedor. Hará que odies a cada ministro que enseña prosperidad.
Esto pone en evidencia que la pobreza es un espíritu—y este reacciona más
fuertemente a la persona que lo puede echar fuera.
La pobreza no es meramente una circunstancia financiera en tu vida. La
pobreza es una condición de tu corazón y alma.
La pobreza destruye la normalidad. Sacas conclusiones ridículas e
insensatas. Tomas decisiones erróneas. La pobreza generalmente multiplica a
quienes viven en pobreza. Se requiere de un asombroso impacto y revelación
para destruir el espíritu de pobreza en tu vida.
Permíteme explicarme. Mi enseñanza sobre la provisión sobrenatural de
Dios debió haber emocionado a este hermano. ¡Él debió haber saltado y
brincado con gozo! Él debió haber gritado: “¡Sí! Yo desprecio la pobreza.
Gracias por venir y liberarme”.
Esto no sucedió. Él estaba enojado. Él estaba avergonzado. El mensaje
fue intimidatorio para él. ¿Por qué? El espíritu de pobreza tenía sus garras
tan profundamente clavadas en él, que necesitó una experiencia sobrenatural
con un Libertador Divino, El Espíritu Santo.
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová;
me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los
quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel”, (Isaías 61:1).
Jesús es nuestro Libertador. “Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres”, (Juan 8:36).
Miré con gran compasión a mi pobre hermano quebrantado.
“Vuelve acá, mi hermano”. Él no quería realmente regresar a su asiento,
pero la unción estaba tan fuerte sobre mí, que tuvo que obedecer.
“Mi hermano, esta es la razón misma por la que estamos sembrando una
Semilla hoy—para romper el espíritu de pobreza del cuerpo de Cristo y de la
gente que ha estado quebrantada y herida”.
Normalmente, yo habría llevado la ofrenda a nuestras oficinas en Dallas
donde se depositaría en la cuenta del ministerio. Luego, compraríamos
tiempo aire de radio y televisión, pagaríamos a nuestros empleados, y
compraríamos libros y demás con esos recursos financieros. Pero, una unción
sobrenatural me cubrió como un manto majestuoso. Yo anuncié ante toda la
iglesia una nueva instrucción.
“Yo quiero Sembrar toda esta ofrenda en mi hermano y su familia que
ha estado sin trabajo por dos años. Esta Semilla crecerá para cada persona
que la siembre. Porque la Biblia dice: “A Jehová presta el que da al pobre, y
el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”, (Proverbios 19:17). La gente
aplaudió con gozo. El hombre se avergonzó en un principio. Le aseguré que
era bajo la guía del Espíritu Santo. Dios estaba usando esta ofrenda para
recordarle de Su profundo amor y compromiso con él y su familia.
Su pobreza había dado nacimiento al temor. El Temor Te Hace
Acaparar. El Acaparar Imposibilita El Fluir Del Aumento.
Consecuentemente, aquellos que son pobres generalmente entran en un ciclo
de deudas que nunca se rompe.
La pobreza trae temor. El temor les hace acaparar y detiene el fluir de
recursos financieros. Acaparar es lo contrario de dar. De esta manera el
acaparar corta cualquier conexión con la provisión. El ciclo de muerte del
pobre parece que nunca se detiene.
Se requiere una unción, una unción fuera de lo común para bendición
financiera. “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu
hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción”,
(Isaías 10:27).
La unción sobre un siervo de Dios puede romperle la columna vertebral
a la pobreza en la vida de una persona. Dado que Dios es el Proveedor, el
Multiplicador y la Fuente de provisión, Él quiere que Su gente sea próspera
financieramente. Quizá, ésta sea una de las razones por la que Él nos alerta a
quitar las manos de Sus líderes. “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis
mal a mis profetas”, (Salmos 105:15).
Un hombre de negocios deseaba entrar en un pequeño debate sobre el
asunto. Yo estaba de visita en su casa. Él era anti-prosperidad, anti-
predicadores y anti-todo.
Lo interrogué levemente. Su padre le había dado de su dinero para su
negocio. Su padre era dueño de su casa. Él era el hijo de un padre rico. Él
tenía poco aprecio por el trabajo arduo, por los trabajadores y el tiempo que
se requiere para generar una vida financiera de éxito.
Él era un parásito que nunca había enfrentado a la pobreza como un
enemigo. Por esa razón él no buscaba una Cosecha. Él estaba viviendo de los
demás en vez de buscar una Cosecha.
Hace muchos años, miles de hippies por todas nuestras universidades se
burlaban del dinero, el logro y la productividad. ¿Dónde encontraron el
tiempo y la energía para criticar? Sus padres les estuvieron pagando las
colegiaturas de su universidad, enviándoles cheques para que tuvieran dinero
que gastar y pagando las mensualidades de sus automóviles. Ellos no estaban
probando el dolor de la pobreza.
Cuando te quedes como de una pieza mirando un altero de facturas que
es imposible de pagar, solamente entonces la gratitud y el agradecimiento
empezarán a fluir en tu vida por la Cosecha sobrenatural.
Cuando tus hijos están enfermos y las deficientes finanzas te impiden
pagar el cuidado médico adecuado, probarás el dolor de la pobreza.
Cuando veas que llegan a sacar los muebles de tu casa y los suben al
camión que los devolverá a la tienda donde los compraste, probarás el dolor
de la pobreza.
Cuando te encuentres amenazado por un una demanda legal y no tengas
en centavo en tu cuenta para defenderte, comprenderás el dolor de la
pobreza.
Cuando busques por todo el cajón de tu cómoda tratando de encontrar
monedas que compren una pieza de pan porque ya llevas tres meses sin
trabajo, entenderás el dolor de la pobreza.
Cuando verdaderamente entiendas la aflicción de la pobreza y la
tragedia de la carencia, tu fe se empezará a enfocar en las leyes de la
provisión, en la Cosecha financiera que Dios garantizó.
Miles aún no han tocado fondo. Alguien continúa amortiguando su
caída. Una madre le pasa algo de dinero a su hijo flojo.
Un padre culpable por no pasar más tiempo con su hijo le compra un
automóvil nuevo. Consecuentemente, ellos nunca prueban realmente el vacío
de la pobreza.
Esta es una de las razones por la que algunos jamás caminarán en una
provisión sobrenatural. Sus necesidades nunca son los suficientemente
grandes para forzarlos a buscar una Cosecha.
Oremos Juntos…
“Padre, no permitas que tenga que probar el dolor de la pobreza antes de que
yo aprecie Tu bendición. Yo necesito Tu unción para romper el espíritu de
pobreza en mi vida. Tú eres mi Libertador y yo celebro la Promesa de
Abundancia que Me has hecho. En el nombre de Jesús. Amén”.
Levítico 27:30
“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del
fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”.
Millones de Personas Se Roban El Diezmo:
La Porción Santa Que Dios Reservó Para Sí
Mismo
Oremos Juntos…
“Padre, Tú haces todas las cosas bien. Tú entiendes las Estaciones. Yo no.
Dame la habilidad de esperar. Tu tiempo es perfecto. Tu itinerario es mejor
que el mío. Yo confiaré en Ti, y Tú me recompensarás abundantemente. En el
nombre de Jesús, Amén”.
Millones de Personas Se Rehúsan A
Obedecer Las Leyes de Dios Más Simples Y
Básicas
Oremos Juntos…
“Padre, muéstrame las Semillas que Tú me has dado. Yo tomaré la decisión
de Sembrar cualquier Semilla que Tú desees sin importar cuán pequeña
parezca. Tú la multiplicarás de regreso cuando más la necesite hoy. En el
nombre de Jesús. Amén”.
Marcos 4:3-8
“Oíd: He aquí, el sembrador salió a Sembrar; y al Sembrar,
aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves
del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no
tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de
tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la
ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio
fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento
por uno”.
Algunas Personas No Conocen La
Diferencia Entre Un Buen Suelo Y Un Mal
Suelo
Oremos Juntos…
“Padre, ¿dónde debería estar sembrando? Revela la tierra que producirá.
Muéstrame…Yo no desperdiciaré ninguna Semilla en tierra improductiva. En
el nombre de Jesús. Amén”.
Eclesiastés 11:6
“Por la mañana Siembra tu Semilla, y a la tarde no dejes reposar tu
mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo
uno y lo otro es igualmente bueno”.
Algunas Personas Se Rehúsan A Sembrar
Consistentemente
Oremos Juntos…
“Jesús, perdona mi ingratitud. Yo veo lo mortífera que puede ser la
ingratitud. Me hago el propósito de recordar Tu bondad, Tu gracia y Tus
milagros. Límpiame. Yo cantaré un nuevo canto de gratitud y los que se
acerquen a mí oirán acerca de Tu grandeza y de Tu bondad. Yo prosperaré y
experimentaré Tu Cosecha. En el nombre de Jesús. Amén”.
Proverbios 22:24-25
“No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre
de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu
alma”.
La Mayoría de La Gente No Es Capaz de
Reconocer A Los Enemigos de Su Cosecha
Y de Su Prosperidad
Oremos Juntos…
“Padre, llévate de mi vida a la gente improductiva, impía y malagradecida.
Desarraiga cualquier error que yo haya abrazado por ignorancia. Derrama
Tus Palabra de fe y victoria a través de mí. En el nombre de Jesús. Amén”.
Millones de Personas No Están
Experimentando Incremento Aún, Porque
Nadie Les Ha Enseñado El Principio de La
Semilla de Fe
¡Sí, Mike! Hoy tomé la decisión de aceptar a Cristo como mi Salvador personal. Por favor envíame
tu libro de obsequio: 31 Llaves Para Un Nuevo Comíenzo para ayudarme con mi nueva vida en Cristo.