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Shock
Existen muchos tipos de shocks: El shock hipovolémico que se da cuando la
persona pierde mucha sangre o líquidos y causa sangrado interno o externo,
deshidratación, quemaduras y diarrea y vómitos severos. El shock séptico que es
causado por infecciones en el torrente sanguíneo. El shock anafiláctico, causado
por una reacción alérgica grave y puede ser causado, por ejemplo, por una picadura
de insecto en una persona que es alérgica a él. El shock cardiogénico, causado por
la incapacidad del corazón de bombear sangre de manera eficiente y puede causar
un ataque al corazón. El shock neurogénico que es causado por daño al sistema
nervioso.
Manifestaciones clínicas
Todas las formas de shock causan signos de insuficiencia de la perfusión y de la
oxigenación tisulares (aumento de la frecuencia cardíaca, anomalías de la presión
arterial, alteración de los pulsos periféricos). La etiología del shock puede alterar la
presentación inicial de estos signos y síntomas.
TRATAMIENTO GENERAL
En primer lugar se asegura la permeabilidad de la vía aérea, con una adecuada
ventilación y oxigenación y se intentará optimizar la circulación, mediante la
administración de fluidos y fármacos vasoactivos
Cuidados de enfermería
Las medidas preventivas incluyen identificación de los pacientes de riesgo y la
valoración constante del equilibrio hídrico.
Shock cardiaco
Manifestaciones clínicas
Presión arterial asistólica menor de 90 mmHg.
Frecuencia cardiaca mayor de 100 pulsaciones por minuto pulso débil y filiforme.
Disminución de los ruidos cardiacos.
Alteraciones sensoriales.
Piel fría, pálida, húmeda.
VU menor de 30 ml/h.
Dolor torácico.
Arritmias.
Taquipnea.
Crepitaciones.
Disminución del GC.
IC menor de 1,81/m/m2.
Aumento de PAPE.
PVD aumentada.
RVS aumentada.
Cuidados de enfermería
Las medidas preventivas incluyen la identificación de los pacientes de riesgo y la
valoración cardiopulmonar continua. Los pacientes con shock cardiogénico
pueden presentar los siguientes diagnósticos de enfermería:
Limitar el consumo de oxígeno miocárdico mediante la administración de
medicamentos analgésicos y sedantes, colocar al paciente en una posición cómoda
y limitar sus actividades, favorecer la disminución de ansiedad, contribuir a un
ambiente tranquilo y silencioso e instruir a los pacientes acerca de su situación.
Shock anafiláctico
Manifestaciones clínicas
Cardiovasculares: Hipotensión y taquicardia.
Respiratoria: Nudo faríngeo, disfagia, ronquidos, estridor, sibilancias, estertores.
Cutáneas: Prurito, eritema, urticaria, angioedema.
Neurológicas: Somnolencias, inquietud, miedo, ansiedad, disminución del nivel de
conciencia.
Gastrointestinales: Náuseas, vómitos y diarrea.
Genitourinarias: Incontinencia, metrorragias.
Cuidados de enfermería
Las medidas preventivas incluyen la identificación de pacientes de riesgo y la
cuidadosa valoración de las respuestas de los enfermos a la administración de
fármacos, sangre y productos sanguíneos.
Shock neurogénico
El shock neurogénico es de tipo distributivo, es el resultado de la pérdida o
supresión del tono simpático.
Manifestaciones clínicas
Los pacientes con shock neurogénico suelen presentar inicialmente los siguientes
síntomas:
Hipotensión.
Bradicardia.
Hipotermia.
Piel caliente y seca.
Cuidados de enfermería
Entre las diversas medidas preventivas se incluyen la identificación de los
pacientes de riesgo y la valoración continua del estado neurológico.
Las prioridades del cuidado de enfermería son:
Tratar la hipovolemia.
Mantener la normotermia.
Prevenir la hipoxia.
Vigilar las posibles arritmias.
Monitorizar.
Shock séptico
A veces, pueden presentarse otros signos y síntomas antes de que ocurra el paro
cardíaco repentino. Estos podrían ser:
Molestias en el pecho
Falta de aliento
Debilidad
Palpitaciones
Causas
Un problema de la frecuencia cardíaca (arritmia), el resultado de un problema con
el sistema eléctrico del corazón, es la causa habitual de un paro cardíaco repentino.
El sistema eléctrico del corazón controla la frecuencia y el ritmo de los latidos del
corazón. Si algo sale mal, el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento
o de forma irregular (arritmia). A menudo, estas arritmias son breves e inofensivas,
pero algunos tipos pueden provocar un paro cardíaco repentino.
La frecuencia cardíaca más común en el momento del paro cardíaco es una arritmia
en la cámara inferior del corazón (ventrículo). Los impulsos eléctricos rápidos y
erráticos hacen que los ventrículos vibren inútilmente en lugar de bombear sangre
(fibrilación del ventrículo).
Diagnóstico
Si sobrevives a un paro cardíaco repentino, el médico tratará de saber qué lo causó
para ayudar a prevenir futuros episodios. Algunas de las pruebas que el médico
puede recomendarte incluyen:
Electrocardiograma (ECG)
Durante un ECG, los sensores (electrodos) que pueden detectar la actividad
eléctrica del corazón se encuentran pegados a tu pecho y, algunas veces, a tus
extremidades. Un ECG puede revelar alteraciones de la frecuencia cardíaca o
detectar patrones eléctricos anormales, tales como el intervalo QT prolongado, que
aumentan el riesgo de sufrir una muerte súbita.
Análisis de sangre.
Se podría analizar una muestra de sangre para verificar los niveles de potasio,
magnesio, hormonas y otros químicos que pueden afectar la capacidad de
funcionamiento del corazón. Otros análisis de sangre pueden detectar lesiones
cardíacas recientes y ataques cardíacos.
Radiografía de tórax. Permite al médico ver el tamaño y la forma del corazón, y los
vasos sanguíneos. También puede mostrar la presencia de la insuficiencia cardíaca.
Ecocardiograma. Un ecocardiograma usa ondas sonoras para producir una
imagen del corazón. Puede ayudar a identificar el área del corazón que se dañó a
causa de un ataque cardíaco y que no bombea lo suficiente, o detecta problemas
en las válvulas cardíacas.
Tomografía nuclear.
Verificar la correcta recepción del mismo y regresar con el paciente para realizar
maniobras de SVB hasta que llegue ayuda.
Si solo está presente un profesional, dejará al paciente y solicitará ayuda (NE IV,
GR C)
Cuidados de Enfermería en la post resucitación de un paciente que
ha presentado parada cardiorrespiratoria.
El profesional en Enfermería deberá tener conocimientos, habilidades, destrezas,
motivación, responsabilidad, autocontrol, seguridad, liderazgo y principios éticos
que le permitan estar preparado, actuar en forma oportuna y precisa con el fin de
disminuir la mortalidad y establecer la supervivencia.
Conclusiones
Podemos decir que el proceso enfermero aplicado en la reanimación
cardiopulmonar avanzada y en el actuar diario de la Enfermería aumenta la calidad
de los cuidados porque está centrado en las respuestas humanas, aunado a su
sistematización y organización es menos probable que se produzcan omisiones o
duplicación de la atención, mejorando la continuidad de éstos.
El uso del proceso enfermero y de los planes de cuidados proporcionan la base para
una valoración y evaluación continua, ya que es un proceso dinámico y cambiante
en la medida de que se van modificando la necesidades del paciente. Con este fin
debemos de implementar en nuestro diario actuar con los pacientes el proceso
enfermero.
Trombosis venosa profunda.
La flebotrombosis profunda se produce cuando se forma un coágulo de sangre
(trombo) en una o más venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas.
La flebotrombosis profunda puede causar dolor o hinchazón en las piernas, pero
puede estar presente sin síntoma alguno.
Diagnóstico.
Para diagnosticar la trombosis venosa profunda, el médico te preguntará sobre tus
síntomas. También te hará una exploración física para comprobar si hay zonas de
hinchazón, sensibilidad o cambios de color en la piel. Según cuáles sean tus
probabilidades de tener un coágulo sanguíneo, el médico podría sugerir que te
hagas pruebas, como las siguientes:
Análisis de sangre. Casi todas las personas que padecen trombosis venosa
profunda grave tienen un nivel sanguíneo elevado de una sustancia denominada
«dímero D».
Flebografía. Se inyecta un tinte en una vena grande del pie o del tobillo. Un
procedimiento de rayos X crea una imagen de las venas de las piernas y los pies
para buscar coágulos. Sin embargo, por lo general, el diagnóstico se puede
confirmar mediante métodos menos invasivos de diagnóstico, tales como la
ecografía.
Causas.
Los coágulos de sangre de la trombosis venosa profunda se pueden producir como
consecuencia de cualquier cosa que impida que la sangre circule o se coagule
normalmente, como una lesión en una vena, una cirugía, ciertos medicamentos y la
limitación del movimiento.
Signos y síntomas.
Los síntomas frecuentes de la TVP son2:
Dolor de pierna y dolor a la palpación
Enrojecimiento
Edema (hinchazón)
Tratamiento.
Medias de compresión
El tratamiento de la trombosis venosa profunda tiene por objetivo evitar que el
coágulo aumente de tamaño y evitar que este se libere y provoque una embolia
pulmonar. Luego, el objetivo es reducir las probabilidades de que vuelvas a sufrir
una trombosis venosa profunda.
PREVENCIÓN.
Se pueden prescribir anticoagulantes como medida preventiva para las personas de
alto riesgo o personas que se someten a procedimientos quirúrgicos así como
aquellas en que existen inmovilizaciones de extremidades por largo tiempo, a
continuación vamos a detallar los métodos de la profilaxis de la TVP basados en
métodos físicos:
Hemorragia.
El sangrado o hemorragia es la pérdida de sangre. Puede ocurrir afuera o dentro
del cuerpo. Usted puede sangrar tras sufrir un corte u otra herida. El sangrado
puede ocurrir también por una lesión a un órgano interno.
Complicaciones.
Si no se detienen a tiempo o si evolucionan mal, las hemorragias pueden derivar en
ciertas situaciones más graves:
Anemia: se manifiesta con fatiga, palidez y puede darse tras una pérdida de sangre
prolongada.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA.
Cuidados inmediatos.
Realizar una valoración inicial rápida o Nivel de conciencia.
Siempre que sea posible, tranquilizar al paciente e informarle acerca de los cuidados
a realizar.
Monitorizar los signos vitales (PA, FC y saturación de oxígeno) hasta que el paciente
se estabilice.
Procurar una tramitación rápida de las pruebas cruzadas para acelerar la transfusión
en caso de necesidad.
Cuidados posteriores.
Monitorizar los signos vitales (PA, FC, temperatura y saturación de oxígeno) según
la situación hemodinámica del paciente, como mínimo una vez por turno, al menos
en las 24 horas siguientes.
Dejar al paciente en dieta absoluta por si precisa técnicas invasivas (cirugía, rayos
de vascular, escáner, endoscopia…)
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/deep-vein-thrombosis/diagnosis-
treatment/drc-20352563