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“ANALISIS JURÍDICO LEY 1564 DE 2012, SISTEMA GENERAL DEL

PROCESO (S.G.P.) Y SU INCIDENCIA DIRECTA CON LA ORALIDAD EL


RÉGIMEN PROBATORIO Y EL PRINCIPIO DE CELERIDAD PROCESAL”

NAFEL PALACIOS LOZANO

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA – CALI


FACULTAD DE DERECHO
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES EN DERECHO
PROGRAMA DERECHO NOCTURNO
SANTIAGO DE CALI
2012
“ANALISIS JURÍDICO LEY 1564 DE 2012, SISTEMA GENERAL DEL
PROCESO (S.G.P.) Y SU INCIDENCIA DIRECTA CON LA ORALIDAD EL
RÉGIMEN PROBATORIO Y EL PRINCIPIO DE CELERIDAD PROCESAL”

NAFEL PALACIOS LOZANO

Trabajo de grado presentado para optar por el título de Abogado

Director:
CARLOS ALBERTO PAZ RUSSI
Abogado Especialista en Derecho Comercial y Seguros

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA – CALI


FACULTAD DE DERECHO
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES EN DERECHO
PROGRAMA DERECHO NOCTURNO
SANTIAGO DE CALI
2012
NOTA DE ACEPTACIÓN:
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Firma del presidente del jurado.

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Firma del jurado.

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Firma del jurado.

Santiago de Cali, Novienbre de 2012.


DEDICATORIA

Agradecimientos a Dios, Padre Nuestro, a Jesucristo Hijo, y al Espíritu


Santo de Dios. Por darme, la Fe, la Confianza y la Esperanza en el Reino de
Dios, el esfuerzo, la valentía y la Sabiduría, para sortear las vicisitudes que se
me presentaron en el transcurso del tiempo de estudio con lo que pude
derrumbar los muros, superaran do todos los obstáculos, para hoy poder
levantar mis manos y una mirada al Cielo en señal de gratitud y victoria.

A mi Padre Espiritual o Pastor, Joseph Albert Cardona Gómez, que se


convirtió en un Guía de Luz y de apoyo incondicional, para que yo no
desfalleciera en mi propósito, después de sufrir un divorcio. Enseñándome de
Jesucristo, IESHUA, todos los días de mi vida, convirtiéndome en un guerrero
del Cielo.

A mi Padre, Manuel Eustaquio Palacios, Hombre esforzado y valiente quien


me enseñó desde muy niño esos mismos valores y a mi Madre, María
Isormina Lozano, Una mujer Maravillosa, sabia, que se esmeró porque sus
hijos estudiaran, ella, se gozaba en las clausuras con mis primeros lugares
(que en paz descanse), porque ellos me dieron la vida, amor puro y,
formación integral con valores humanos que hicieron de mi un hombre de
corazón grande y muy valiente, para enfrentar la vida con valores integrales y
cultivar conocimiento y ciencia que han permitido primero, graduarme como
Contador Público en el año 1993 y ahora como abogado, en el año 2013, en
esta misma Universidad de San Buenaventura Cali.

A mi hijo menor, Manuel Esteban, que a pesar de sus cinco años de edad,
cuando apenas yo cursaba quinto semestre de derecho, se la jugó por mi, en
un momento muy difícil, como fue la terminación de nuestro hogar (mi
matrimonio), demostrándome su gran amor de hijo y un valor sin límite,
convirtiéndose para mi, en un motivo especial para vencer al gigante que se
nos opuso. Hoy, tiene 12 años.

A mi hijo mayor, Gustavo Adolfo, que con su distanciamiento en ese momento


especial, aprendí como Padre, muchas cosas que desconocía de la vida, y
también a amarlo en la adversidad. Hoy, tiene 19 años de vida.

A mis Hermanos, por el amor, el respeto y el valor moral de la institución


familiar, que significa cada uno de ellos para mí.

A mis Profesores, Directivos, y en especial, a mis Maestros. Carlos Alberto


Paz Russi de Procesal Civil y María Fernanda Penilla Quintero de derecho
Público, quienes me hicieron enamorar de la ciencia jurídica.

Y, a quien no podía faltar, al benemérito contador público Germán Escobar


Silva, quién con su inmenso amor al prójimo asumió una responsabilidad de
padre putativo, con el impulso emocional y económico desde su firma de
contadores “G. ESCOBAR & CIA. LTDA.”, para iniciar mis estudios superiores,
unos meses después de haber terminado el bachillerato. Dios, lo Bendiga
siempre.
Resumen

El desarrollo de este trabajo de grado, se inició con la presentación de un


proyecto que pretende responder a la pregunta “¿Cuál será el alcance de la
implementación y aplicación de la Oralidad en el Proceso Civil colombiano en
cuanto a la garantía y oportunidad de aplicación del régimen probatorio?”; y a
su vez, confirmar o desvirtuar la hipótesis que consiste en “La implementación
y aplicación de la oralidad en el proceso civil colombiano, pretende solucionar
el problema de congestión de los juzgados civiles garantizando la oportunidad
a las partes de hacer usos del derecho probatorio, y aplicar la justicia judicial de
manera sustancial y formal con eficiencia y prontitud”.

Para responder a la pregunta y a la hipótesis planteada en el párrafo


anterior, se partió de la aplicación del método lógico científico, el cual
comprende análisis-síntesis, deducción-inducción, por tratarse de un proyecto
de investigación básica, con un enfoque cualitativo, bajo un nivel de
profundidad de investigación explicativo.

La obtención de la información requerida se realizó mediante la técnica de


fuentes primarias y secundarias.

Las fuentes primarias, se obtuvieron mediante la revisión de la literatura más


actual posible existente en Colombia, relacionada con la aplicabilidad de la
Oralidad en el proceso Civil colombiano a través de libros, códigos,
monografías, jurisprudencias, consulta con expertos e internet.

Las fuentes secundarias la constituyeron las visitas a los despachos


judiciales de Familia (11) Once de Oralidad, Piloto de Descongestión de
Oralidad, Cuarto y Décimo de Familia.
Se planeó investigar 10 casos en cada juzgado, pero debido a las
limitaciones de acceso a los expedientes, por el tiempo que debe dedicar el
funcionario asignado, así como dificultad de acceso a los archivos, se tuvo que
reducir el número de casos a los posibles; de tal modo que sólo se pudieron
investigar veintiún casos en total, de los cuales doce casos fueron de juzgados
que están aplicando Oralidad en los procesos verbales y verbal sumario, y los
nueve casos restantes se investigaron en los Juzgados de Familia que están
aplicando el proceso verbal, bajo el criterio teórico de escritura que termina
siendo mixto, pero sin la celeridad de los tramitados por la oralidad.

De los veintiún procesos investigados, se tuvieron en cuenta para este


análisis los siguientes: seis (6) procesos de Privación de patria potestad, cinco
(5) procesos de Divorcio contencioso, tres (3) procesos de declaración de
unión marital de hecho y tres (3) procesos de fijación de cuota alimentaria. No
se tuvieron en cuenta dos procesos de ejecutivo de alimento, uno de filiación
natural otro de licencia para vender bien de menor, éstos por considerarse de
poca transcendencia para el objetivo de la investigación.

El proyecto fue aprobado por departamento de investigación de la


Universidad de San Buenaventura-Cali el tres (3) de marzo de 2012. Se
planearon cuatro meses para desarrollar el presente trabajo, plazo que venció
el tres de julio de 2012, pero se presentaron demoras, por la actividad laboral
como contador público independiente del presentador, así como por las
exigencias formales del Estado a los contribuyentes durante el primer semestre
del año 2012 y el retraso que se tuvo para obtener los datos de la investigación
de los juzgados.

A continuación se procedió a analizar lo obtenido, para hacer las


conclusiones y presentación del informe final.
Introducción

En la época del nacimiento del derecho civil en la cuna del Imperio Romano,
se caracterizó por ser eminentemente oral; donde el juicio comenzaba con la
citación del demandado hecha por el actor directamente. Éste, en asamblea
contestaba la demanda, con palabras sacramentales formalizándose así el
debate oral y público. Inmediatamente se dictaba una sentencia interlocutoria,
que se limitaba a declarar el derecho e indicar la prueba.

El demandado ofrecía probar que el demandante no tenía la razón, la prueba


entonces, no se dirigía al tribunal sino al adversario, y no suponía una carga
sino un beneficio.

Actualmente, la legislación colombiana pretende regresar a estos


conocimientos antiquísimos, en la búsqueda permanente de un mecanismo
eficaz que ofrezca una mejor aplicación del sistema judicial, que arroje como
resultado final beneficios tales como: descongestionamiento judicial, que
facilite a las partes llegar a una solución pronta, oportuna y eficaz en el litigio.

Por todo lo mencionado antes, el derecho probatorio, adquiere una especial


relevancia, pues, porque se espera que del excelente manejo que el juez, como
jefe del despacho judicial en el debate probatorio en la audiencia de pruebas,
se pueda obtener éxito en el Sistema de Procedimiento Civil Oral.
Al lograrse un resultado positivo con la aplicación del Sistema de
Procedimiento Civil Oral, que redunde en la descongestión del sistema de
justicia judicial, el modelo de aplicación se vuelve replicable a todos regímenes
del derecho. En consecuencia, se le entrega a la sociedad colombiana una
herramienta importante para el propósito de lograr la tan anhelada paz. Pues,
la lenta aplicación de justicia, deja la sensación de corrupta y engendradora de
violencia.
TABLA DE CONTENIDO

Pág.

1. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN 1

1.1. Planteamiento Del Problema 1

1.1.1. Antecedentes 1

1.1.2. Situación Actual 2

1.1.3. Formulación Del Problema 5

2. OBJETIVOS 6

2.1. Objetivo General 6

2.2. Objetivos Específicos 6

3. JUSTIFICACIÓN 7

4. MARCO REFERENCIAL TEMATICA 9

4.1. MARCO TEÓRICO 9

4.1.1. Problemática Estructural De La Administración De Justicia en 9

Colombia

4.2. Proceso Histórico Consolidación Y Materialización Del Sistema

Procesal como Modelo Unificado Del Sistema General del Proceso en 16

Colombia a través de ley 1564 de 2012

4.3. Aspectos Sobre Aplicación De La Oralidad En El Proceso Civil En 25

Colombia

4.4. Principales Ventajas De La Oralidad Dentro De Los Procesos 27

4.5. Estructura Constitucional De La Actividad Procesal En La 29

Administración De Justicia Colombina

4.6. Principios Ideológicos Constitucionales de la Ley 1564 Del 2012 33


Código General Del Proceso

4.7. La Mora Judicial Y El Derecho Al Debido Proceso En La 36

Administración Judicial

4.8. Planteamiento Estructuralista Que Propone El Sistema Unificado

Ley 1564 de 2012 Código General Del Proceso 42

4.9. Estructura Procesal En El Marco De La Eficiencia Administrativa 58

4.9.1. Principios Procesales 59

4.9.2. Principio de Oralidad en el debate probatorio 61

4.10. La Prueba del Juramento Estimatorio 63

4.10.1. Proceso Escrito 64

4.10.2. Trámite y efectos del juramento estimatorio 66

4.10.3. En el Proceso Oral 68

4.11. La Experticia aportada por las partes o la prueba pericial 70

4.12. Número de dictámenes periciales admisibles en un proceso 75

4.12.1. Impedimentos y recusaciones 76

4.13. Petición, El Decreto De La Prueba Y Posesión De Los Peritos 78

4.14. Los gastos de la pericia y los honorarios de los peritos 81

4.15. La contradicción del dictamen pericial 84

4.16. Honorarios del perito. 86

4.17. La prueba por informes de entidades privadas. 89

4.18. En el Proceso Oral. 89

4.19. La prueba de interrogatorio o declaración de parte 92

4.19.1. En el Proceso Escrito 92

4.20. En el Proceso Oral 100


4.21. Pruebas Extraprocesales 103

4.21.1. Inspección Judicial (En el Proceso Escrito). 103

4.21.2. En el Proceso Oral 107

5. ASPECTOS METODOLÓGICOS 111

5.1. Tipo de investigación 111

5.2. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN 112

5.2.1. RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN 112

5.3. CRITERIOS DE SELECCIÓN 114

5.4. Muestreo Aplicable 114

5.5. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA LA RECOLECCIÓN DE LOS 115

DATOS

5.5.1. Métodos Y Procedimientos 115

5.6. Consideraciones Éticas 116

5.7. ANÁLISIS DE RESULTADOS 117

5.8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 118

5.8. CONCLUSIONES DEL TRABAJO DE CAMPO 125

5.9. PANEL DE EXPERTOS 127

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 131

6.1. CONCLUSIONES 131

6.2. RECOMENDACIONES 134

7. BIBLIOGRAFIA 136

7.1. WEDGRAFIA 139

7.2. ARTÍCULOS ESPECIALIZADOS 140

7.3. REFERENCIAS DE INVESTIGACIONES INSTITUCIONALES 141


“ANALISIS LEY 1564 DE 2012, SISTEMA GENERAL DEL PROCESO
(S.G.P.) INCIDENCIA CON LA ORALIDAD y RÉGIMEN PROBATORIO EN
EL PRINCIPIO DE CELERIDAD PROCESAL”

1. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

1.1. Planteamiento Del Problema

1.1.1. Antecedentes: Nuestro país ha sido tradicionalmente jurídico y la


justicia colombiana, institucionalmente procura por las plenas garantías
procesales, donde el derecho y la ley, han sido participe de las decisiones más
trascendentales de la vida del común de los Colombianos, pero la justicia es
demorada en su aplicación, esto en relación con los principios de celeridad y
eficacia procesal, esta realidad se debe que los despachos judiciales han
estado históricamente congestionados por los múltiples procesos que se
adelantan, además de la falta de adaptaciones locativas, infraestructura y el
escaso presupuesto que se ha destinado a la rama judicial, para su
funcionamiento, siendo estas algunas de las falencias que han estado
manifiestas en el normal desarrollo del ejercicio constitucional de impartir
justicia de manera célere.

Lo anterior implica que a la congestión judicial, se le endose el alto


volumen de procesos, entre otros, desconociendo las finalidades del Estado
Social de Derecho, que se resume en la garantía de la convivencia pacífica y el
derecho a un proceso justo y sin dilaciones, contrario sensu, las dilaciones en
el trámite procesal, ha generado el desprestigio del sistema judicial vigente y
como resultado, que cada asociado intente dirimir sus conflictos a través de

1
mecanismos adversos al procedimiento judicial; se ha dicho que: como
resultado del escaso presupuesto destinado a la rama judicial, es la cenicienta
de las ramas del poder público; no obstante todo lo anterior no hay que olvidar
que el papel que desempeña el juez dentro del proceso, resulta protagónico y
requiere que éste, se sumerja en los diferentes métodos de interpretación
existentes, al momento de emitir sus fallos, los cuales deben en gran medida
cumplir fielmente con los principios generales del debido proceso de aquí la
importancia de establecer un sistema de justicia eficiente, pero sobre todo
eficaz.

1.1.2. Situación Actual: En la actualidad el aparato judicial del Estado


colombiano, tiene una profunda morosidad judicial ya que opera con una serie
de vulneración a los principios de celeridad y eficacia que rigen el proceso,
estos elementos son una causal de la congestión judicial en los diversos
despachos, pues a pesar de las múltiples reformas que ha tenido el
procedimiento a través del tiempo, las cuales fueron inspiradas en la búsqueda
de una justicia más eficiente, esta eficiencia no ha sido el resultado obtenido,
por el contrario, nos encontramos con una justicia cada vez más lenta y
ritualista, una de las causas al problema de congestión judicial que existe.

En consecuencia no se ha establecido si la causa de tal lentitud tiene su


origen en la aplicación o interpretación de la ley en el desarrollo del proceso o
si se trata del desconocimiento de principios procesales y de los métodos de
interpretación jurídica existentes y a la falta de aplicación y de uso de
normatividades existentes que permiten dotar al ordenamiento jurídico de
medios para realizar el proceso de notificaciones y contestación a las
diferentes actuaciones judiciales, sin necesidad de la utilización de
documentos escritos en papel, herramientas todas ellas, que deben ser
utilizadas por los jueces al momento de dar inicio a procesos puesto bajo su
conocimiento.

2
De aquí el planteamiento de incorporar la oralidad en la Justicia
Colombiana se ha convertido en una necesidad como alternativa de solución
en el trámite de los procesos judiciales en forma escrita adelantados por los
jueces civiles en nuestro país. El legislador, en la búsqueda de lograr una
aplicación de justicia más rápida se ha interesado en expedir varias leyes, las
más recientes son: La ley estatutaria 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010, y la
nueva estatuto unificado de unidad de procedimental procesal Código General
del Proceso ley 1564 de 2012, la cual se materializa como el sistema único de
descongestión judicial, que contiene un procedimiento aplicable tendiente a
resolver el problema, de los procesos judiciales implican demasiado tiempo,
para resolver una situación jurídica, que demuestra la realidad social de
aplicación de justicia judicial existente, para superar las demoras en los
trámites de los procesos, es el sistema de procedimiento escrito del culto a la
liturgia, de esta manera el sistema General del Proceso ley 1564 de 2012 se
propone establecer una relación lo más clara posible entre el sistema de
procedimiento civil escrito en Colombia y el sistema de procedimiento civil oral
establecido finalmente en la ley de descongestión.

En consecuencia se fundamenta la importancia de reconocer, la


importancia de dinamizar el derecho colombiano mediante una estructura del
Código General del Proceso ley 1564 de 2012, la cual se fundamenta como
una herramienta que busca principalmente la adopción de un estatuto procesal
integral ajustado a las necesidades del contexto social del país, así como la
regulación en forma sistemática y coherente, de los procedimientos para el
tratamiento judicial, ya que esta fue la respuesta del estado por la morosidad
judicial, es la respuesta un lacónico estado de la morosidad judicial en
Colombia, su fundamento estandarizar procedimientos que son aplicables a la
actividad procesal tanto en asuntos civiles, comerciales de derecho de familia
y agrarios, en consecuencia se aplica, a asuntos de cualquier jurisdicción o
especialidad, el nuevo sistema procesal colombiano parte de la oralidad en la
Justicia Colombiana se ha convertido en una necesidad como alternativa de
solución en el trámite de los procesos judiciales en forma escrita adelantados

3
por los jueces civiles en nuestro país, el legislador, en la búsqueda de lograr
una aplicación de justicia más rápida, esta situación es posible mediante la
incorporación de una estructura temática unificada y estructural mediante todo
un sistema de leyes, estatutarias manifiestan en concreto en las normas 1285
de 2009 y la ley 1395 de 2010, denominada ley de descongestión judicial y la
actual ley 1564 de 2012, en donde se unifica el bloque normativo
estructurando el del sistema único General del Proceso colombiano para hacer
frente a la morosidad judicial.

Ya que en cuanto al acceso a la justicia, este se orienta desde el


contexto de la dignidad humana, haciendo emancipación el reconocimiento
expreso de los elementos centrales, que son la matriz de la estructura del
código general del proceso colombiano, el primero es la igualdad de armas
procesales de los sujetos procesales, y el segundo elemento es la subversión a
la diligencia al debido proceso, estas la respuesta a la morosidad judicial,
destacándose innegablemente unos procedimientos adecuados, que desde la
dogmática positiva pretenderse rápidos eficaces y oportuno, pero sin duda
alguna lo más trascendente , en cuanto procedimiento se manifiesta en el
Artículo 3°, el cual expresa que el procedimiento general judicial en Colombia ,
será un proceso oral que además se surtirá mediante audiencias, en
consecuencia las actuaciones se cumplirán en forma oral, pública y en
audiencias, lo cual marca un hito en el derecho colombiano y trasciende en el
ámbito procesal.

Lo anterior es un imperativo racional y se hace necesario la


modernización del aparato estatal para administrar justicia, comenzando por las
acciones encaminadas a alcanzar una justicia de avanzada, que permita,
terminar con la excesiva ritualidad diaria en la labor judicial, la cual se
sobrepone al derecho sustancial y hasta a los mismo principios procesales, no
es exagerado decir que la mencionada ritualidad va en contravía del proyecto
de unificar un estatuto único procesal a todas las especialidades del derecho,
por lo anterior, se torna en una lucha colosal cambiar la cultura de la
utilización de documentos escritos en papel por la utilización la oralidad, para

4
que el avance del proceso se dé en forma ágil y rápida, teniendo un nuevo
marco de actuación judicial, que dé paso al uso de recursos tecnológicos, para
hacer de los mensajes de datos y del documento electrónico un mecanismo de
útil de gran aporte para una descongestión Judicial real.

Ya de esta manera el interés supremo de todas las personas de acceder


a la administración de justicia se relaciona directamente con el deber estatal de
comprometerse con los fines propios del Estado social de derecho y, en
especial, con la prevalencia de la convivencia pacífica, la vigencia de un orden
justo, el respeto a la dignidad humana

1.1.3. Formulación Del Problema

La presente investigación pretende responder a los siguientes


interrogantes:

¿Existe una nueva perspectiva jurídica, mediante la incorporación


del sistema general del proceso, materializado, ley 1564 de 2012, en
cuanto a la incidencia directa de la oralidad en el régimen probatorio y la
celeridad procesal?

5
2. OBJETIVOS

2.1. Objetivo General

Establecer las diferencias de aplicación del régimen probatorio entre el sistema


de Procedimiento civil escrito y la aplicación del régimen probatorio con el
sistema de Procedimiento civil Oral.

2.2. Objetivos Específicos

Determinar las diferencias de aplicación en la utilización del mecanismo


probatorio denominado Juramento Estimatorio.

Comprender la forma de aplicación del medio de prueba, experticia


aportada por las partes en el nuevo sistema de Procedimiento Civil
oral.

Indagar sobre la utilidad del Interrogatorio de Parte y el careo en los


sistemas de Procedimiento Civil.

Precisar sobre la forma de aplicación de las Pruebas Extraprocesales en


el nuevo procedimiento Civil.

6
3. JUSTIFICACIÓN

La administración de justicia como fin máximo del Estado de derecho,


históricamente ha sido objeto de profundos análisis, el derecho, considerado
como ordenamiento jurídico puesto al servicio de la colectividad para regular
las distintas relaciones dentro del grupo, no puede ser ajeno al afán de una
acertada administración de justicia, dado que ésta constituye, de por sí, la
buena imagen y razón de ser de aquel, o por, el contrario, su sinrazón e
ineficacia. De allí que la noble actividad de administrar justicia en primer lugar,
sea relegada por el Derecho.

En un momento de crisis como el actual, la morosidad resulta una


ineludible preocupación para los gestores de la administración de justicia. Las
consecuencias sociales económicas y políticas desembocan en un “caos”
producto de la deficiencia de la devaluación administrativa judicial. No existe en
Colombia estimaciones econométricas que permitan evaluar la significación
estadística de las variables independientes sobre el índice de morosidad, de
aquí se justifica la realización de esta investigación porque beneficia tanto a la
sociedad como a la administración de justicia, desde un punto de vista
bibliográfico, ya que abordará el análisis jurídico ley 1564 de 2012, sistema
general del proceso (S.G.P.) y su incidencia directa con la oralidad el régimen
probatorio y el principio de celeridad procesal, partiendo de la comprensión de
la morosidad de la justicia colombiana desde la identificación de sus posibles
causas hasta sus consecuencias y posibles soluciones, proyectadas al
mejoramiento de la sociedad.

En cuanto al valor teórico, puede decirse que esta información sirve para
fomentar y desarrollar teorías antes expuestas, ya que se puede conocer a
mayor medida, es por ello que en el desarrollo de este proyecto, se pretende
encontrar la utilidad práctica en la aplicación del Sistema de Procedimiento Civil
oral frente al Sistema de procedimiento Civil, partiendo la importancia de
reconocer de manera cuidadosa y detallada el análisis jurídico ley 1564 de
2012, sistema general del proceso (S.G.P.) y su incidencia directa con la
oralidad el régimen probatorio y el principio de celeridad procesal el cual es sin

7
duda un tema de especial interés aprender cómo proteger el derecho de las
partes en el desarrollo del proceso, conservando siempre la garantía al debido
proceso establecido en la constitución nacional.

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4. MARCO REFERENCIAL TEMATICA

4.1. MARCO TEÓRICO

4.1.1. Problemática Estructural De La Administración De Justicia en


Colombia

La justicia Colombiana ha sido institucionalmente, respetoso de las


plenas garantías procesales, tradicionalmente nuestro país ha sido
tradicionalmente jurídico, donde el derecho y la ley, han sido participe de las
decisiones más trascendentales de la vida del común de los Colombianos, pero
la justicia es demorada en su aplicación, esto en relación a los de los principios
de celeridad y eficacia procesal, esta realidad se debe a que los despachos
judiciales han estado históricamente congestionados por los múltiples los
procesos, además de la falta de adaptaciones locativas, infraestructura y la
falta de presupuesto, para funcionar normalmente, siendo estas algunas de las
falencias que han estado manifiestas en el normal desarrollo del ejercicio
constitucional de impartir justicia.

Lo anterior implica que la congestión judicial, se debe al alto volumen de


procesos, entre otros, desconociendo la finalidad del Estado Social de
Derecho, que se resume en la garantía de la convivencia pacífica y el derecho
a un proceso justo y sin dilaciones, terminan generando en el desprestigio del
sistema judicial vigente y en que cada asociado, intente dirimir sus conflictos a
través de mecanismos adversos al procedimiento judicial, se ha ducho en
consecuencia que la rama judicial es la cenicienta de las ramas del poder
público, el papel desempeñado por el juez, dentro del proceso de tal manera
que resulta protagónico y requiere que éste, se sumerja en los diferentes
métodos de interpretación existentes, al momento de emitir sus fallos se deben
en gran medida a cumplir fielmente con los principios generales del debido
proceso y concretamente en referencia al derecho a la publicidad como
elemento esencial del debido proceso, este elemento de orden procesal, en
consecuencia se ve afectada considerablemente, debido a que se establece un
culto a la liturgia y a los esquemas tradicionales de justicia, de tal manera es

9
importante establecer un sistema de justicia eficiente, pero sobre todo eficaz,
situación que dista de la realidad jurídica que se observa en los distintos
despachos judiciales de Colombia, es aquí donde cobra relevancia la
importancia de unifica todo un bloque normativo estructurando el del sistema
único General del Proceso colombiano para hacer frente a la morosidad
judicial.

Ya que en la actualidad está operando en el aparato judicial del Estado


Colombiano una serie de vulneración de los principios de celeridad y eficacia
que rigen el proceso estos elementos son una causal de la congestión judicial
en los diversos despachos judiciales, ya que a pesar de las múltiples reformas
que ha sufrido el procedimiento, que fueron inspiradas en la búsqueda de una
justicia más eficiente, este no ha sido el resultado obtenido y por el contrario
nos encontramos con una justicia cada vez más lenta y ritualista y dado a que
existe un problema de congestión judicial y no se ha establecido si la causa
tiene origen en la aplicación o interpretación de la ley en el desarrollo del
proceso o si se trata del desconocimiento de principios procesales y de los
métodos de interpretación jurídica existentes y los cuales deben ser utilizados
por los jueces al momento de impartir justicia.

De aquí la necesidad de actualizar las instituciones jurídicas, ampliar el


bloque normativo estructurando un sistema único General del Proceso
colombiano, para mejorar la infraestructura existente, sin que se entienda como
un mal funcionamiento de las mismas, más bien con el propósito de acoger
dichos avances y hacer más eficientes las instituciones, además de dotar de
eficiencia jurídica a ciertos actos dentro del proceso judicial y hacer un servicio
público de calidad a fin, de no caer en la obsolescencia y por ende en una
ineficacia en la función Judicial lo que atentaría flagrantemente contra el
principio de celeridad, eficacia y economía procesal.

Como plantea el profesor Miguel Enrique Rojas Gómez,( 2006):

“La situación de la justicia en Colombia muestra un inocultable estado de


cosas inconstitucional. La tutela judicial efectiva y la garantía de un proceso de

10
duración razonable y sin dilaciones injustificadas contempladas en los
instrumentos internacionales de derechos humanos que integran el bloque de
constitucionalidad (CP, art. 93) no han pasado de ser un discurso estéril”.

“La población colombiana cuenta con un aparato judicial incapaz de ofrecer


respuesta oportuna y eficaz a las demandas de justicia, con una única
excepción: La “acción de tutela” (CP, art. 86). Con razón el ciudadano de a pie
no siente la presencia de un sistema judicial presto a protegerle sus derechos,
sino la de un mecanismo burocrático que actúa para privarle de ellos o para
limitárselos. El sistema de justicia es percibido más como un instrumento de
dominación instituido por el poder político contra el ciudadano, que como un
mecanismo de tutela de derechos”.

De aquí la célula básica de la organización judicial es el Juzgado,


cualquiera que sea su categoría y especialidad, de aquí que, uno de los
órganos que con mayor responsabilidad debe cumplir su deber de prestar una
administración de justicia pronta, seria, diligente y eficaz es precisamente el
juzgado. Por ello se utiliza la expresión o el término “célula básica de la
organización judicial” para resaltar la importancia y la trascendencia que tiene
el aparato judicial del estado colombiano.

En esa medida, es al titular de ese despacho judicial y a través de él a


los demás funcionarios a quien le corresponde velar por el debido
funcionamiento de su dependencia, por el cumplimiento estricto de los términos
procesales y lo que es más importante, por el respeto permanente de los
derechos fundamentales de los ciudadanos, a través de una cabal impartición
de justicia.

Partiendo de entender la desconcentración y división del territorio para


efectos judiciales, se desarrolla con el objeto de desconcentrar el
funcionamiento de la administración de justicia.

11
Ya que sin duda la justicia es uno de los pilares básicos de cualquier
sistema político y con ella se edifican los más caros principios de una sociedad;
por ello el órgano que la representa debe prescribirse independiente y
democrático, es decir, sin influencias extrañas y con configuración autónoma y
participativa.

Por otro lado la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia de


nuestro país considera que, “la justicia es un valor superior consagrado en la
Constitución Política que debe guiar la acción del Estado y está llamada a
garantizar la efectividad de los derechos fundamentales, dentro del marco del
Estado Social y Democrático de Derecho, y a lograr la convivencia pacífica
entre los colombianos, y que dada la trascendencia de su misión debe generar
responsabilidad de quienes están encargados de ejercerla.

De aquí que es común el comentario de la población, sobre la morosidad


en la administración de la Justicia en nuestro Estado de Derecho, evento que
trae graves consecuencias para la solución de conflictos, al punto que son
innumerables las causas que no llegan a los estrados judiciales, precisamente
por la lentitud para la obtención de las decisiones esperadas, lo que nos
conduce a traer lo que acertadamente lo afirma nuestro tratadista Arturo
Valencia Zea: “No hay peor injusticia que una justicia lenta”.

Partiendo de la importancia de comprender las causas que producen la


congestión en el aparato de justicia en Colombia, su lentitud y morosidad para
la respectiva solución de conflictos, y al mismo tiempo brindará sus posibles
soluciones.

De esta manera la doctrina enseña que “la sociedad tiene que tener
como base primordial para su desarrollo una adecuada, eficaz e inmediata
solución a sus conflictos, pues ello trasciende en una garantía para la inversión
social, la generación de empleo y, por ende, en el progreso y real lucha contra
la pobreza, anteponiendo ante todo, la justicia como un valor supremo y la
máxima realización de un Estado social de derecho para la consecución de sus

12
fines”. (VALENCIA, Arturo. Derecho Civil. Parte general y personas, Temis, 15
Edición. Bogotá, 2002)

En discurso pronunciado durante la posesión como Miembro


Correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia el jurista
Gabriel Humberto Salamanca Roa al analizar los problemas que rodean a la
justicia colombiana resaltó que uno de los principales problemas que afecta a la
justicia colombiana es la congestión de los despachos judiciales.

Todo esto lleva a situaciones graves de congestión, morosidad e


impunidad que en la justicia colombiana. Así, en el campo civil, a mediados de
los ochenta el número de procesos acumulados era cercano a los dos millones
de expedientes y su número había crecido en las últimas décadas a una tasa
exponencial anual superior al 5%, esto es, bastante más elevado que el
crecimiento de la población. El resultado: mientras que en 1.950 esperaban
solución ante los jueces civiles unos quince procesos por cada millón de
habitantes, a mediados de los ochenta ese número era superior a cincuenta.

No resulta extraño escuchar críticas dirigidas a los jueces por la enorme


impunidad que aqueja al país, o por la morosidad en sus decisiones, o por la
imposición de penas bajas, o por la dificultad de acceso a la administración de
justicia, lo cual no obedece propiamente a la actitud o voluntad de sus
servidores, sino a las políticas que se trazan para combatir el delito, al exceso
de ritualismo de los procesos judiciales, al exceso de litigiosidad por la
permanente vulneración o desconocimiento de derechos, por los problemas de
violencia en determinadas zonas del país, entre otras situaciones.
Problemática toda que escapa al control del operador judicial, quien, en forma
proactiva y conforme a los postulados constitucionales y legales, se limita, lo
que es su oficio, a aplicar la norma jurídica dentro de un sistema articulado de
garantías.

13
La concepción de justicia está representada en el respeto a unos
principios, valores y derechos preestablecidos, convirtiéndose el órgano judicial
en garante de la convivencia pacífica y de la armonía social, pues la finalidad
es el bien común.

De aquí que el acceso a la administración de justicia implica, entonces, la


posibilidad de que cualquier persona solicite a los jueces competentes la
protección o el restablecimiento de los derechos que consagran la Constitución
y la ley. Sin embargo, la función en comento no se entiende concluida con la
simple solicitud o el planteamiento de las pretensiones procesales ante las
respectivas instancias judiciales; por el contrario, el acceso a la administración
de justicia debe ser efectivo, lo cual se logra cuando, dentro de determinadas
circunstancias y con arreglo a la ley, el juez garantiza una igualdad a las partes,
analiza las pruebas, llega a un libre convencimiento, aplica la Constitución y la
ley. (Leonardo Prieto-Castro y Ferrándiz “Tratado de Derecho Procesal Civil
1985)”.

Una de las fallas más comunes y de mayores efectos nocivos en la


administración de justicia es, precisamente, la mora en el trámite de los
procesos y en la adopción de las decisiones judiciales, la cual en su mayor
parte es imputable a los jueces.

La mora judicial no sólo lesiona gravemente los intereses de las


partes, en cuanto conlleva pérdida de tiempo, de dinero y las afecta
sicológicamente, en cuanto prolonga innecesariamente y más allá de lo
razonable la concreción de las aspiraciones, y los temores y angustias que
se derivan del trámite de un proceso judicial, sino que las coloca en una
situación de frustración y de desamparo, generadora de duda en cuanto a la
eficacia de las instituciones del Estado para la solución pacífica de los
conflictos, al no obtener la justicia pronta y oportuna que demanda.

14
La mora injustificada afecta de modo sensible el derecho de acceso a
la administración de justicia, porque éste se desconoce cuándo el proceso
no culmina dentro de los términos razonables que la ley procesal ha
establecido, pues una justicia tardía, es ni más ni menos, la negación de la
propia justicia. La mora judicial constituye una conducta violatoria del
derecho al debido proceso.

La autonomía del juez es, entonces, absoluta. Por ello la Carta Política
dispone en el artículo 228 que las decisiones de la administración de justicia
“son independientes”, principio que se reitera en el artículo 230 superior
cuando se establece que “Los jueces, en sus providencias, sólo están
sometidos al imperio de la ley”, donde el término “ley”, al entenderse en su
sentido general, comprende en primer lugar a la Constitución Política.

Por su parte, la imparcialidad se predica del derecho de igualdad de


todas las personas ante la ley (Art. 13 C.P.), garantía de la cual deben gozar
todos los ciudadanos frente a quien administra justicia. Se trata de un asunto
no sólo de índole moral y ética, en el que la honestidad y la honorabilidad del
juez son presupuestos necesarios para que la sociedad confíe en los
encargados de definir la responsabilidad de las personas y la vigencia de sus
derechos, sino también de responsabilidad judicial.

El logro de estos cometidos requiere que tanto los jueces como los
demás profesionales del derecho se comprometan en los ideales y el valor de
la justicia, para lo cual no basta el simple conocimiento de la ley y del
procedimiento, sino que es indispensable el demostrar en todas las
actuaciones judiciales los valores de la rectitud, la honestidad y la moralidad.
(Corte Constitucional. Sala Plena. Sentencia No. C-540 del 24 de noviembre de
1993. Magistrado Ponente: Antonio Barrera Carbonell).

15
En cuanto al tema de la justificación de la mora judicial, ésta sólo es
legítima frente a la presencia de situaciones procesales, sobrevinientes e
insuperables, no obstante una actuación diligente y razonable. La diligencia en
el ejercicio de la actividad judicial es un postulado constitucional y su omisión
sólo puede justificarse cuando median circunstancias de tal magnitud que, a
pesar de la diligente y razonable actividad del juez, no son posibles de superar,
de modo que a pesar de la actitud diligente y del deseo del juzgador los
términos legales para impulsar el proceso y decidir en oportunidad se
prolongan en el tiempo.

4.2. Proceso Histórico Consolidación Y Materialización Del Sistema


Procesal como Modelo Unificado Del Sistema General del Proceso en
Colombia a través de ley 1564 de 2012

El primer intento de descongestión judicial en Colombia se dio mediante


la Ley 4 de 1969, la cual inicia la colosal tarea de modificar el estatuto procesal
y para ello, encomienda a un grupo de destacados juristas, encabezado por el
Doctor Hernando Devis Echandia, entre otros, para dar inicio a la titánica labor,
ahora con los Decretos 1400 de agosto 6 de 1970 y 2019 de Octubre 26 del
mismo año, aquí se introdujo importantes y significativos avances: la oralidad
cobro relevancia, se disminuye el número de procesos especiales y trámites
innecesarios, modificaciones procesales que fueron el referente para las
legislaciones de Latinoamérica y numerosos códigos del continente se
inspiraron en el mismo para sustentar sus reformas para combatir
precisamente la morosidad judicial.

Bastaron aproximadamente 30 años, para comprender que los avances


normativos que hasta ese momento se habían logrado, contenían algunas
prácticas de difícil cumplimiento, por lo tanto no cumplían con los principios
generales del derecho y con el espíritu del legislador, el cual buscaba que la
situación de quienes esperaban la tutela de su bien jurídico vulnerado, no se
tornara gravosa e incierta con el correr del tiempo, tal pretensión se tornó
inverosímil, al presentar el sistema dilaciones inusuales para fallar los
procesos, por lo tanto, la aplicación de justicia seguía siendo tardía y no era tan

16
eficaz, como se pretendía y los atrasos en el trabajo de los despachos
continuaban, lo que acrecentó la falta de confianza en el Estado para
administrar justicia, por la evidente lentitud e ineficiencia ante la morosidad
judicial.

De aquí que el ánimo inicial del legislador se vio soslayado por la


inoperancia e ineficacia, surge entonces la imperiosa necesidad de realizar
una nueva reforma procedimental.

Es así como bajo la administración de VIRGILIO BARCO (1986) se


presenta al Congreso el proyecto de ley 208 de 1986, que solicitaba al
legislativo facultades extraordinarias para plantear un nuevo reto, el de
encauzar, los propósitos del legislador a la realidad jurídica de Colombia en el
mundo.

De esta manera el notable profesor, (Devis Echandía 1989), planteaba la


necesidad de una Reforma al Código de Procedimiento Civil. “Revista de la
Academia Colombiana de Jurisprudencia. No. 286-287, percibía la necesidad
que tenía el derecho de ir a la vanguardia de la tecnología y es por ello que
en la reforma al código Procesal Civil en los primeros párrafos de la
presentación general, hecha por él mismo, sosteniendo, “lo fundamental en la
reforma de cualquier estatuto procesal, es lograr la simplificación y aceleración
de los procesos judiciales.

Con procesos complicados y lentos no habrá jamás buena justicia


judicial. De poco sirven las teorías modernas del Derecho Procesal si en la
práctica la justicia judicial no se moderniza y se la ayuda con los medios
modernos de la informática y la cibernética, además de la simplificación de los
trámites y la obtención de una pronta y justa sentencia.” (p. 111-129).

Con ésta reforma al código Procesal, se pretendía clausurar la


inseguridad jurídica que irradiaba el código anterior y que amenazaba con un
sistema paquidérmico.

17
De allí que el Profesor (López Blanco, Reforma al Código de
Procedimiento Civil Colombiano, Editorial ABC., abril de 1990, pág. XXV),
propone de manera elocuente: “La Pérdida de confianza en el sistema judicial por
su lentitud, ineficiencia y evidente politización y, como consecuencia, su cobertura
cada vez menor, el auge de la justicia por mano propia, la crisis en la preparación de la
materia prima de ese poder de dispensar justicia, abogados y jueces, llevaron en
buena hora y como parte de una tarea que en su momento el país reconocerá, y que
no vacilo en calificar como el más integral y destacado esfuerzo del presente siglo en
la ímproba tarea de modernizar la administración de justicia en Colombia,[…]”

Es así, como mediante el Decreto 2282 de 1989, se modificó en más de


un 50% el código de procedimiento Civil existente, y se introdujo el uso de
herramientas informáticas tales como la utilización de “grabadora mecánica”,
entre otras.

Por otro lado fue el Decreto 2282 de octubre 7 de 1989, fue la mayor
reforma realizada que pretendía una verdadera descongestión y celeridad
judicial, pero el profundo trabajo, plasmado en el decreto 2282 de 1989, no
logró los objetivos buscados y algunos de sus decretos se hundieron por
exceder las funciones extraordinarias autorizadas por el Congreso.

Por otro lado le profesor (Benigno Cabrera 1992) por otro lado define el
“El derecho procesal como un factor indispensable para asegurar el orden
social, pues no basta ser titular de un derecho sino se puede lograr la
efectividad de él, ya que equivaldría a no tenerlo. Una de sus características
principales es la de ser un instrumento, pues sirve para hacer efectivo los
derechos consagrados en las normas. Además es de orden público porque
regula una función del estado y sus normas son de imperativo cumplimiento.”

Para (López Blanco 2002) por su parte este define; “El Derecho Procesal
se caracteriza por ser la herramienta mediante la cual se hace posible la
ejecución de los derechos consagrados en las demás normas de derecho
sustancial”.(p-63)

18
Por otro lado para el profesor (Parejo 2004); “La eficacia se debe
entender como un principio Jurídico que postula una determinada competencia
de la administración, para obrar en desempeño de sus fines y una exigencia
en la producción real de resultados”. (p-76)

Por otro lado para (Morales Molina 1965); “Los principios de eficacia y
eficiencia deben de garantizar, a los asociados una debida administración de
justicia y una real y pronta solución a las controversias en los términos
procesales.”(P112)

De lo anterior se colige que: indudablemente, existe conexidad entre los


principios de eficacia y eficiencia con los principios de economía y celeridad, la
aplicación de los principio de eficacia y eficiencia, no sólo dependen de la
norma creada (Derecho Procesal) sino que también, dependen del desarrollo
histórico, de los avances tecnológicos que coadyuvan al perfeccionamiento y
correcta aplicación del mismo, de lo contrario se estaría frente a un paralización
y una limitación que ostensiblemente repercute en la manera de administrar
justicia entre la comunidad.

En éste sentido se requiere asumir las exigencias sociales sin olvidar


que el derecho es dinámico y que las variables sociales y culturales inciden en
el sistema judicial, para dar un nuevo enfoque que se ajuste a las situaciones
actuales para tener un concepto de justicia más cercano a la realidad; en
donde se apliquen los principios de celeridad y eficacia despojados de los
ritualismos colosales que acompaña el derecho en su proceso y que son la
causa de su lentitud.

Esta realidad se define en el sentido práctico de una teoría formidable


pero a la hora de materializar estos en realidad la doctrina se contrapone con la
realidad, tanto así que pese de que es cierto que existe, normas pero para
descongestionar las justicia también se han crearon normas transitorias, para
descongestionar los despachos judiciales que continuaban atiborrados de
trabajo generando como consecuencia lógica morosidad judicial, de esta
manera se expide el Decreto 2651 de 1991, que al concluir su vigencia se

19
presenta al congreso un proyecto de ley permanente, basado en los excelentes
resultados del expirado decreto, es así como adquiere su génesis la Ley 446 de
1998, por la cual se dictan disposiciones sobre Descongestión, Eficiencia y
Acceso a la Justicia", que trató de agilizar los trámites, pero que en corto
tiempo se volvió ineficaz, por la tardanza en resolver el proceso; surge una
nueva reforma, la Ley 794 de 2003, que modifica el código de Procedimiento
Civil, sin olvidar la ley estatuaria 270 de 1996.

Implica lo anterior la mediación del Estado, tratando de mejorar el


ordenamiento social, propendiendo por la correcta administración de justicia,
buscando métodos para que la justicia sea más rápida y efectiva frente a las
controversias de los asociados y en esta búsqueda de celeridad, han nacido
figuras como la conciliación, los jueces de paz o el amigable componedor,
figuras que han demostrado una resuelta más pronta a los conflictos.

A pesar de haberse realizado modificaciones y avances en el tema


jurídico procesal, no se ha demostrado que dichas reformas sean la panacea
que conduzca hacia el cumplimiento de los presupuestos principales del Estado
social de derecho, cual es contar con una debida administración de
justicia;resultan entonces, fútiles las buenas intenciones y los grandes
esfuerzos del legislador, que se han quedo en simple letra muerta porque la
realidad viviente para todos, es que los formalismos que desde siempre han
revestido el sistema procesal, han hecho de la justicia un sistema
parsimonioso, que afecta injustificadamente los derechos e intereses de
quienes acuden a la protección jurídica del Estado, quien debe de asegurar la
integridad de un orden político, económico y social justo.
Al referente para el célebre doctrinante (López Blanco 2005), con
relación al derecho procesal, nos propone; “es posible confundir, las reglas
técnicas con los principios, porque se nos ha enseñado que determinados aspectos de
un sistema procesal son “principios”, cuando de tal nada tienen, y sigue taxativamente
…”para emplear la terminología mexicana: reglas técnicas del procedimiento, que se
implementan de acuerdo con las condiciones sociales, económicas y culturales y que
vienen a otorgar individualidad al respectivo sistema procesal, porque a diferencia de

20
los principios las reglas técnicas, que también se denominan subprincipios o principios
técnicos, se adoptan por conveniencia, empleando las que sean adecuadas en el
momento histórico para el logro de la buena justicia, e incluso elaborando normas
basadas en desarrollo de reglas que pueden ser contrarías, según lo requiera la
concreta necesidad que se pretende regular” (p- 84 y s.s.)

En consecuencia para el profesor (Parejo 2004); “La eficacia se debe


entender como un principio Jurídico que postula una determinada competencia de la
administración, para obrar en desempeño de sus fines y una exigencia en la
producción real de resultados”. (p-76)

Los principios de eficacia y eficiencia deben de garantizar, a los


asociados una debida administración de justicia y una real y pronta solución a
las controversias en los términos procesales. De lo anterior se colige que:
indudablemente, existe conexidad entre los principios de eficacia y eficiencia
con los principios de economía y celeridad

La aplicación de los principio de eficacia y eficiencia, no sólo dependen


de la norma creada (Derecho Procesal) sino que también, dependen del
desarrollo histórico, de los avances tecnológicos que coadyuvan al
perfeccionamiento y correcta aplicación del mismo, de lo contrario se estaría
frente a un paralización y una limitación que ostensiblemente repercute en la
manera de administrar justicia entre la comunidad.

Es por esta situación de morosidad judicial donde se dio el primer


precedente judicial real el cual se hizo manifiesto por medio de la Ley 270 de
1996 planteo inicialmente en Colombia la necesidad de establecer una forma
estatutaria de la Administración de Justicia, su interpretación desarrollo desde
el uso del test de razonabilidad, en la aplicación del artículo 9° en cual se
fundamenta en obtener la pronta y cumplida justicia en la medida en que
constituyen la forma más expedita de garantizar el acceso efectivo a la
administración de justicia, lo cual es fundamental para lograr una verdadera
descongestión del aparato jurisdiccional, pero no fue posible materializar en
hechos tangibles la situación de la morosidad judicial en Colombia, sino

21
mediante la incorporación de una estructura temática unificada y estructural
mediante todo un sistema de leyes
Estatutarias manifiestan en concreto en las normas 1285 de 2009 y la ley 1395
de 2010, denominada ley de descongestión judicial y la actual ley 1564 de
2012, en donde se unifica el bloque normativo estructurando el del sistema
único General del Proceso colombiano para hacer frente a la morosidad
judicial,

Decimos entonces que, que nuestro país, se define bajo la expresión


ideológica del Estado social de Derecho, caracterizado principalmente por la
división de sus poderes públicos: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder
Judicial, gozando cada uno de estos poderes de atribuciones y facultades
particulares de ejecución en su campo de acción, así por ejemplo, el
Legislativo ejerce control político y crea la ley, el Ejecutivo la ejecuta y el
Judicial resuelve la controversia y declara el derecho; así mismo, cada una de
estas instituciones tiene ámbitos de competencia que son independientes entre
sí, pero armonizan todas en la consecución del objetivo principal del Estado,
tal como lo expresa de manera elocuente la (Corte Constitucional Sentencia
No. C-037/96) M:P. Vladimiro Naranjo Mesa).” El cual se define como;

“[...] Uno de los presupuestos esenciales de todo Estado, y en especial


del Estado social de derecho, es el de contar con una debida administración de
justicia A través de ella, se protegen y se hacen efectivos los derechos, las
libertades y las garantías de la población entera, y se definen igualmente las
obligaciones y los deberes que le asisten a la administración y a los
asociados.[…]”

En consecuencia una de las normas fundamentales se estableció


mediante a ley estatutaria 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010,
específicamente en su artículo 9° ya que se adoptan medidas en materia de
descongestión judicial, ya que mediante dicha norma, se le adicionó al artículo
124 del Código de Procedimiento Civil, que regula lo relacionado con
los “términos para dictar las resoluciones judiciales”, un parágrafo fundamental

22
en la descongestiona de aparto judicial del Estado Colombiano, en el que
se fijan los plazos máximos para dictar sentencia en primera y segunda
instancia, y se además se establece el procedimiento a seguir en los casos en
que los plazos no se cumplan, en materia de descongestión judicial, ya que
este es trascendental en las reformas introducidas al Código de procedimiento
Civil, en la ley estatutaria 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010, en la cual,
reglamentó lo referente a la progresiva inclusión del sistema de oralidad como
regla general para los procesos que se rigen por dicho código, al tiempo que
adoptó medidas que buscan brindar celeridad a las actuaciones judiciales, de
aquí se aquí se fija respectivamente, un plazo máximo de un año y seis meses
a los jueces de primera y segunda instancia para dictar sentencia, sobre el
particular (corte constitucional ha expresado en la célebre Sentencia T-577-
98;)
“El juez es el sujeto principal de la relación jurídica procesal y del
proceso, y en tal virtud, a él le corresponde dirigirlo efectivamente e impulsarlo
de tal forma, que pase por sus distintas etapas con la mayor celeridad y sin
estancamientos. Y en ese sentido, debe controlar la conducta de las partes,
investigando y sancionando cualquier acto contrario a la dignidad de la justicia.
Así mismo, el juez cuenta con el poder de coerción, el cual incluye el poder
disciplinario, que le permite sancionar con multas a los particulares que sin
justa causa incumplan las órdenes que les imparta en el ejercicio de sus
funciones, o demoren su ejecución”.

Ley 962 de 2005, Ley Antitrámite, Título Primero, Capítulo I, Artículo 1.


Establece: “Disposiciones comunes a toda la administración pública. Objeto y
principios rectores. La presente ley tiene por objeto facilitar las relaciones de
los particulares con la Administración Pública, de tal forma que las actuaciones
que deban surtirse ante ella para el ejercicio de actividades, derechos o
cumplimiento de obligaciones se desarrollen de conformidad con los principios
establecidos en los artículos 83, 84, 209 y 333 de la Carta Política.

23
Las autoridades públicas no podrán establecer trámites, requisitos o
permisos para el ejercicio de actividades, derechos o cumplimiento de
obligaciones, salvo que se encuentren expresamente autorizados por la ley; ni
tampoco podrán solicitar la presentación de documentos de competencia de
otras autoridades”.

De igual manera los plazos fijados se unifico criterios para dictar


sentencia se apliquen a todos los procesos civiles dispositivos, declarativos y
ejecutivos es acorde con los principios de economía celeridad y eficiencia que
gobiernan la administración de justicia, y encuentra justificación en el artículo
124 del Código de Procedimiento Civil, los términos para proferir las distintas
providencias en el trámite de los procesos son iguales para todos, ya sean
estos dispositivos, declarativos o ejecutivos.

Ya que a través del artículo 9 se adicionó al artículo 124 del Código de


Procedimiento Civil, que regula lo relacionado con los “términos para dictar las
resoluciones judiciales”, un parágrafo en el que se (i) fijan los plazos máximos
para dictar sentencia en primera y segunda instancia, y se (ii) establece el
procedimiento aplicable en los casos en que los plazos no se cumplan. Al
respecto, a través de cuatro incisos, la norma acusada tiene el siguiente
contenido normativo:

En el inciso primero, señala que, salvo los caso de interrupción o


suspensión del proceso por causa legal, no podrá transcurrir un lapso superior
a un (1) año para dictar sentencia de primera instancia, contado a partir de la
notificación del auto admisorio de la demanda o mandamiento ejecutivo, ni un
plazo mayor de seis meses para dictar sentencia de segunda instancia, ahora
en el inciso segundo, establece que una vez vencido el respectivo término sin
haberse dictado sentencia, el funcionario perderá automáticamente la
competencia para conocer del proceso, razón por la cual, al día siguiente,
deberá informar tal hecho a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la
Judicatura y remitir el expediente al Juez que le sigue en turno, para que éste
profiera la sentencia dentro del término máximo de dos (2) meses.

24
El sistema único procesal se desarrolla partiendo de la garantía del
debido proceso, plasmada en la Constitución colombiana como derecho
fundamental de aplicación inmediata (artículo 85) y consignada, entre otras, en
la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 (artículos 10 y 11), en
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre proclamada
el mismo año (artículo XXVI) y en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica, 1969, Artículos 8 y 9), no
consiste solamente en las posibilidades de defensa o en la oportunidad para
interponer recursos, sino que exige, además, como lo expresa el artículo 29 de
la Carta, el ajuste a las normas preexistentes al acto que se imputa; la
competencia de la autoridad judicial o administrativa que orienta el proceso; la
aplicación del principio de favorabilidad en materia penal; el derecho a una
resolución que defina las cuestiones jurídicas planteadas sin dilaciones
injustificadas; la ocasión de presentar pruebas y de controvertir las que se
alleguen en contra y, desde luego, la plena observancia de las formas propias
de cada proceso según sus características.

4.3. Aspectos Sobre Aplicación De La Oralidad En El Proceso Civil En


Colombia

Si bien, se puede pensar que se trata de algo completamente nuevo, porque se


ha puesto de moda hoy en Colombia hablar de este tema, de manera concreta
es apenas relativamente nueva su forma de aplicación, porque ha existido el
concepto de oralidad aplicable a través del proceso verbal de menor y mayor
cuantía y verbal sumario en el Sistema de Procedimiento Civil.

Entre los pasos importantes que el país ha dado hacia la adopción del
sistema de oral, mediante al cual se introdujeron modificaciones al régimen
procesal laboral encaminadas a facilitar la realización del proceso oral, a la
espera de la expedición de un nuevo código que regule íntegramente el
sistema y recoja los avances del derecho comparado en las últimas
décadas.

25
De acuerdo con las condiciones actuales que presentan los procesos
verbales, pensamos que sí es posible una verdadera implementación de la
oralidad en éstos y en su debate probatorio, si se logra que todo el trámite
se desarrolle en una sola audiencia, que se cuente con la presencia del juez
en todo su proceso y si se cuente con personal (del juzgado y abogados)
adecuadamente capacitados para dirigir la audiencia de manera eficiente.

De esta manera, nos planteamos como expectativa saber si ¿es posible


encontrar una forma para hacer funcional el principio de oralidad en los
procesos verbales y en su debate probatorio? y ¿cuáles serían los medios
para lograrlo?

Estas dos inquietudes surgen como problemas de investigación y como


consecuencia de haber vislumbrado diversos aspectos que hacen ver que
la aplicación del principio de oralidad está siendo ineficaz dentro del
trámite de estos procesos. Decimos ineficaz por que los procesos
verbales en la norma vigente han sido diseñados por el legislador de tal
manera que el principio de oralidad facilite la celeridad y eficacia al
proceso. (Vega y colaboradores (2008, pág. 4)

Todo lo expresado en la parte anterior de los aspectos preliminares, y la


necesidad del Estado de dar solución al problema de congestión de los
despachos judiciales lo llevó a proponer diferentes iniciativas o proyectos
legislativos tales como los que se concretaron en las leyes 1285 de 2009,
estatutaria de la administración de justicia, ley de descongestión Judicial 1395
de 2010, ley 1450 de junio de 2011. En especial, con la ley 1395 de 2010 se
pretende constituir el mecanismo idóneo para lograr una aplicación de justicia
más eficiente y eficaz, útil a la sociedad colombiana, dando cumplimiento a uno
de los fines del estado social de derecho consagrado en el artículo 2º. De la
Constitución Política (1991) para garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la constitución.

26
4.4. Principales Ventajas De La Oralidad Dentro De Los Procesos

La práctica nos enseña respecto a las principales ventajas y virtudes


de la oralidad, que son prácticamente la antítesis de los defectos y
deficiencias de la escrituralidad:

1. Plena vigencia del principio de inmediación. El proceso se realiza,


así, en forma de diálogo y conforme su naturaleza humana, pues se
encuentran presentes en la audiencia el juez, las partes procesales,
sus abogados, testigos, peritos, todos participando y dialogando en
un mismo acto procesal, para llegar a la verdad material.

2. El directo conocimiento del Juez de los aportes probatorios, con


la intervención directa de las partes.

3. Se elimina la dispersión de los actos procesales, y se verifica, por


el contrario, una concentración de los mismos en la audiencia, que
evita ciertos actos procesales como continuas notificaciones a las
partes.

4. La eficaz publicidad de la actuación judicial, puesto que las


audiencias son abiertas al público, salvo ciertas excepciones.

5. La corrupción, en caso de haberla, queda reducida a su mínima


expresión, puesto que la concentración de los actos procesales y el
inmediato pronunciamiento del fallo, imposibilitarían que se efectué.

6. Elimina solemnidades innecesarias y acarrea una economía


procesal apreciable.

7. El juez pasa a ser parte importante dentro del proceso, puesto


que tiene facultades de gran importancia, como por ejemplo, dirige,
impulsa e impide la paralización del proceso, puede sancionar el

27
dolo o fraude de los abogados, debe adaptar la demanda a la vía
procesal apropiada. (Vegas y colaboradores, 2008, pág. 21)

Ordenar diligencias probatorias de oficio u ordenar la comparecencia


personal de las partes, cuando lo creyere oportuno, puede expulsar de las
actuaciones a quienes alteren o perturben el desarrollo del proceso, inclusive
puede ordenar la detención, por un tiempo limitado, de las personas que se
resistan, sin justificación alguna, a cumplir sus mandatos.

Revisado lo anterior, se cree que resultaría beneficioso para Colombia que


efectivamente se hagan las reformas legales necesarias y las adecuaciones
físicas indispensables para implementar realmente la oralidad en el país.
Teniendo en cuenta que no se considera posible la existencia en Colombia de
un proceso netamente oral o netamente escrito, pensamos que los sistemas
mixtos posibilitan de una mejor manera el funcionamiento de un proceso,
aunque exista en ellos o una tendencia a la oralidad o una tendencia a la
escrituralidad, siendo nuestro propósito establecer la mejor manera de
institucionalizar la tendencia a la oralidad en los procesos verbales.

Principio de Concentración. Este principio significa que el Juez debe conocer el


mayor número de hechos que se relacionan entre sí, en una sola audiencia,
con lo que se procura una visión más completa de la litis.

La Concentración se logra a través de:

a) Acortamiento de los plazos y términos.


b) La preparación del juicio en la etapa procesal de saneamiento del
proceso.
c) La oralidad, así los actos procesales deben desarrollarse en una
sola audiencia o audiencias próximas con el fin de que los
celebrados no desaparezcan de la memoria del juez.

28
Cuanto más próximas a la decisión del juez son las actividades
procesales, tanto menor es el peligro de que la impresión adquirida
directa y frontalmente por éste se borre y de que la memoria le falle.
La concentración se convierte así en la consecuencia principal de la
oralidad, alzándose en el factor que más influye en la aspirada
mayor brevedad de los juicios civiles. Con contundencia, y en
palabras de Chiovenda: “Decir oralidad es lo mismo que decir
concentración. (Vegas y colaboradores, 2008, pág. 22)

4.5. Estructura Constitucional De La Actividad Procesal En La


Administración De Justicia Colombina

Uno de los presupuestos esenciales de todo Estado, y en especial del


Estado social de derecho, es el de contar con una debida administración de
justicia. A través de ella, se protegen y se hacen efectivos los derechos, las
libertades y las garantías de la población entera, y se definen igualmente las
obligaciones y los deberes que le asisten a la administración y a los asociados.

Se trata, como bien lo anota la disposición que se revisa, del


compromiso general en alcanzar la convivencia social y pacífica, de mantener
la concordia nacional y de asegurar la integridad de un orden político,
económico y social justo. Para el logro de esos cometidos, no sobra aclararlo,
resulta indispensable la colaboración y la confianza de los particulares en sus
instituciones y, por lo mismo, la demostración de parte de éstas de que pueden
estar a la altura de su grave compromiso con la sociedad.

Así, en lo que atañe a la administración de justicia, cada vez se reclama


con mayor ahínco una justicia seria, eficiente y eficaz en la que el juez
abandone su papel estático, como simple observador y mediador dentro del
tráfico jurídico, y se convierta en un partícipe más de las relaciones diarias de
forma tal que sus fallos no sólo sean debidamente sustentados desde una
perspectiva jurídica, sino que, además, respondan a un conocimiento real de
las situaciones que le corresponde resolver. (Caleidoscopio de las justicias en

29
Colombia, 2008, Centro de Investigaciones Socio-jurídicas Cijus de la
Universidad de los Andes).

Las consideraciones precedentes implican, en últimas, una tarea que


requiere, como consecuencia de haber sido nuestro país consagrado en la
Carta Política como un Estado social de derecho, un mayor dinamismo judicial,
pues sin lugar a dudas es el juez el primer llamado a hacer valer el imperio de
la Constitución y de la ley en beneficio de quienes, con razones justificadas,
reclaman su protección. Así, entonces, la justicia ha pasado de ser un servicio
público más, a convertirse en una verdadera función pública, como bien la
define el artículo 228 del Estatuto Fundamental.

Significa lo anterior que tanto en cabeza de los más altos tribunales como
en la de cada uno de los juzgados de la República, en todas las instancias,
radica una responsabilidad similar, cual es la de hacer realidad los propósitos
que inspiran la Constitución en materia de justicia, y que se resumen en que el
Estado debe asegurar su pronta y cumplida administración a todos los
asociados; en otras palabras, que ésta no sea simple letra muerta sino una
realidad viviente para todos.

De aquí el tema de la administración de justicia podría interpretarse a


partir la actividad procesal está planeada para cumplirse en momentos
determinados y preclusivos con el fin de asegurar su continuidad ordenada,
desde este punto de vista, este se compone como un proceso es un
sistema de ordenación del tiempo dentro del cual los diferentes sujetos
procesales deben cumplir las actividades requeridas por la ley, las cuales
constituyen actos preparatorios.

De esta manera radica la importancia de una oportuna observancia de


los términos judiciales, en cuanto garantiza la celeridad, la eficacia y la
eficiencia de la administración de justicia, y hace operante y materializa el
acceso a la justicia, al hacer efectivo el derecho a obtener la pronta

30
resolución judicial, se integra al núcleo esencial del derecho al debido
proceso.

El propósito fundamental de la función judicial dentro de un Estado de


derecho, es el de impartir justicia a través de diferentes medios, como son la
resolución de los conflictos que se susciten entre particulares, o entre éstos y
el Estado, para ello, la administración de justicia debe descansar siempre
sobre dos principios básicos que, a su vez, se tornan esenciales: la
independencia y la imparcialidad de los jueces.

Partiendo de la independencia, como su nombre lo indica, hace alusión


a que los funcionarios encargados de administrar justicia no se vean sometidos
a presiones o, como lo indica la norma bajo estudio, a insinuaciones,
recomendaciones, exigencias, determinaciones o consejos por parte de otros
órganos del poder, inclusive de la misma rama judicial, sin perjuicio del
ejercicio legítimo por parte de otras autoridades judiciales de sus competencias
constitucionales y legales.

De aquí el derecho de todas las personas de acceder a la


administración de justicia se relaciona directamente con el deber estatal de
comprometerse con los fines propios del Estado social de derecho y, en
especial, con la prevalencia de la convivencia pacífica, la vigencia de un orden
justo, el respeto a la dignidad humana y la protección a los asociados en su
vida, honra, bienes, creencias, derechos y libertades (Art. 1o y 2o C.P).

Ya que en cuanto al primer aspecto, el Título VIII de la Carta Política


enumera y regula las funciones de las jurisdicciones y los órganos
pertenecientes a la rama judicial, esto es, la jurisdicción constitucional (Arts.
239 a 245), la jurisdicción contencioso-administrativa (Arts. 236 a 238), la
jurisdicción ordinaria (Arts. 234 y 235), la Fiscalía General de la Nación (Arts.
249 a 253), las jurisdicciones especiales (Arts. 246 y 247) y el Consejo

31
Superior de la Judicatura (Arts. 254 a 257). Como puede apreciarse, el artículo
116 faculta a otras instituciones del Estado (Congreso, Tribunales Militares) o a
otras personas (autoridades administrativas, particulares) para administrar
justicia, sin que ellas hagan parte de la rama judicial. Respecto al segundo
argumento, se tiene que la Constitución misma permite a ciertas autoridades,
instituciones o personas administrar justicia, las cuales no hacen parte del
listado contenido en el 116 superior.

De aquí la eficacia procesal y la celeridad procesal guarda estrecha


relación con los fines del estado obligaciones de estirpe constitucional, de
aquí que los encargados de administrar justicia deber de tener conciencia de
adaptarse a las nuevas circunstancias, al respecto, conviene recordar que el
artículo 116 de la Carta hace una enunciación de los órganos y personas
encargados de administrar justicia, sin que ello signifique, de una parte, que
todos ellos integren la rama judicial ni, de la otra, que cualquier otra autoridad
o particular, con base en las atribuciones respectivas, no pueda dirimir o
componer determinados conflictos de orden jurídico, según los postulados que
fijen la Carta Política y la ley.

De aquí que no se puede negar la Utilidad en la aplicación del proceso


civil oral en Colombia, ya que un proceso verbal, y verbal sumario, que se
presume de mayor rapidez para solucionar un problema, por tratarse un
proceso que se desarrolla dentro de una mixtura de lo oral y lo escrito no
resulta al final tan ágil como se espera. Por lo tanto se requiere de un gran
esfuerzo del estado, para que siquiera este mismo trámite pueda transcender,
al proceso civil en general, incluyendo los procesos declarativos y abreviados
con Eficacia en la aplicación real de la norma. Ya que; “en Colombia la
duración de un proceso judicial, supera con creces la concepción de un tiempo
razonable. De ahí la enorme preocupación que ha embargado a la comunidad
jurídica y que periódicamente, la mueve a participar en iniciativas encaminadas
a acelerar los trámites procesales”. (Rojas, 2011, pág. 16).

32
4.6. Principios Ideológicos Constitucionales de la Ley 1564 Del 2012 Código
General Del Proceso

La administración de justicia es una de las funciones esenciales de los


estados modernos; a través de ella se regulan las conductas de los ciudadanos
y se garantiza el respeto de sus derechos individuales y colectivos. En
Colombia, esta función es ejercida por la rama judicial, la cual está integrada
por la jurisdicción ordinaria (que comprende las áreas civil, familia, laboral y
penal), y para lo contencioso administrativo.

La Constitución Política garantiza el acceso de todos los ciudadanos a la


justicia, en los últimos años la capacidad del sistema judicial para atender al
gran volumen de procesos radicados se ha visto copada, generando
congestión de los despachos judiciales y atraso en el trámite. La baja eficacia
de la administración de justicia se ve reflejada en los altos niveles de impunidad
judicial y en el deterioro de la credibilidad de la población en la capacidad del
sistema para solucionar sus controversias, ya que una de las principales
razones de las demoras en los trámites de los procesos, es el sistema de
procedimiento escrito. A través de este sistema se encuentra una gran
debilidad que consiste en darle oportunidad a la parte que quiera dilatar el
proceso de acuerdo a diversos intereses,

Dentro del marco ideológico colombiano del Estado Social y


Constitucional de Derecho art.1 CP; y un desarrollo de los fines esenciales del
Estado, tales como garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución, tales como los establecidos en la
matriz constitucional manifiestos en los artículos; 2; de la jerarquía superior de
la Constitución, art.4; del mandato de sujeción consagrado expresamente en
los artículos 6º, 121 y 123 CP; del debido proceso y principio de legalidad,
art.29 CP; del derecho a la igualdad, art.13 CP; del postulado de ceñimiento a
la buena fé de las autoridades públicas, art.83 CP; de los principios de la
función administrativa, art. 209 CP; de la fuerza vinculante del precedente

33
judicial contenida en el artículo 230 superior; así como de la fuerza vinculante
del precedente constitucional contenido en el artículo 241 de la Carta Política.

Los fundamentos ideológicos se establecen en las normas superiores


disponen:

Artículo 1º Superior ya que este consagra a Colombia como un Estado


Social de Derecho, lo que presupone el sometimiento de todas las autoridades
públicas, incluyendo a las autoridades administrativas y judiciales, a la
Constitución y la ley, así como el respeto del debido proceso y del principio de
legalidad en todas las actuaciones y decisiones adoptadas por las autoridades
administrativas, en cumplimiento de la necesaria adecuación de la actividad
estatal al derecho, a los preceptos jurídicos superiores, a la ley y a la fijación
del contenido y alcance que de éstos preceptos realicen las máximas
autoridades judiciales.

Artículo 2 de la Carta Política establece que serán fines esenciales del


Estado garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes
consagrados en la Constitución, así como que las autoridades de la República
están instituidas para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del
Estado, finalidades superiores que se materializa en primera línea a través del
cumplimiento de la obligación de las autoridades administrativas de obedecer y
aplicar la Constitución y la ley, además de fijar el contenido y alcance de las
normas tanto sustantivas como procesales.

Artículo 6º constitucional de la matriz constitucional el cual dispone


que los servidores públicos serán responsables no solo por infringir la
Constitución y las leyes sino también por la omisión o extralimitación en el
ejercicio de sus funciones. Esta norma superior consagra una vinculación
positiva de los servidores públicos a la Constitución y la ley, por tanto, es un
mandato categórico el que todos los servidores públicos sin excepción actúen
de conformidad con la Constitución y la ley. Es decir bajo la suspensión del
“imperio de la ley”.

34
Artículo 13 superior, de la matriz constitucional en cual consagra el
derecho a la igualdad en su modalidad de trato ante la ley y de trato por parte
de las autoridades públicas, de manera que determina que todas las personas
son iguales ante la ley y recibirán la misma protección y trato dentro del marco
de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna
discriminación. De esta garantía hace parte el trato igualitario en la aplicación
de la Constitución y la ley.

Artículo 29 Carta Política, aquí consagra el derecho fundamental al


debido proceso y el principio de legalidad cuyo texto establece que el debido
proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, y
que nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se
le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de las forma
propias de cada juicio. La obligación de las autoridades administrativas de
aplicar la Constitución y la ley para todas sus actuaciones y decisiones se
deriva de forma directa de este mandato superior que garantiza el debido
proceso y el principio de legalidad.

Artículo 209 de la Carta Política prescribe que la función administrativa


se encuentra al servicio de los intereses generales y se desarrolla con
fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad, principios que cuyo desarrollo resulta
imperativo la aplicación de la Constitución y la ley en concordancia con la
interpretación que de ellas hagan las máximos tribunales judiciales encargados
de fijar su contenido y alcance normativo.

Artículo 230 constitucional, en relación con el sistema de fuentes


colombiano, establece que las autoridades judiciales, están sometidas al
“imperio de la ley”, respecto de cuyo concepto la jurisprudencia constitucional
ha esclarecido que a partir de una interpretación armónica con la integridad de
la Constitución, desde la interpretación de la sana doctrina y las reglas de la
sana critica de los operadores jurídicos.

35
De aquí que es fundamental ya que una interpretación adecuada del
imperio de la ley a que se refiere el artículo 230 constitucional, significa la
sujeción de la actividad judicial al imperio de la ley, no puede entenderse en
términos reducidos como referida a la aplicación de la legislación en sentido
formal, sino que debe entenderse referida a la aplicación del conjunto de
normas constitucionales y legales, valores y objetivos, incluida la interpretación
jurisprudencial de los máximos órganos judiciales, la cual informa la totalidad
del ordenamiento jurídico.

4.7. La Mora Judicial Y El Derecho Al Debido Proceso En La


Administración Judicial

Una de las fallas más comunes y de mayores efectos nocivos en la


administración de justicia es, precisamente, la mora en el trámite de los
procesos y en la adopción de las decisiones judiciales, la cual en su mayor
parte es imputable a los jueces. Por supuesto que en esta situación inciden
factores de distinto orden, algunos de los cuales justifican a veces las
falencias judiciales, pero frecuentemente responden más bien al desinterés
del juez y de sus colaboradores, desconociendo el hecho de que en el
proceso el tiempo no es oro sino justicia.

Ya que a te todo la mora judicial no sólo lesiona gravemente los


intereses de las partes, en cuanto conlleva pérdida de tiempo, de dinero y
las afecta sicológicamente, en cuanto prolonga innecesariamente y más allá
de lo razonable la concreción de las aspiraciones, y los temores y angustias
que se derivan del trámite de un proceso judicial, sino que las coloca en una
situación de frustración y de desamparo, generadora de duda en cuanto a la
eficacia de las instituciones del Estado para la solución pacífica de los
conflictos, al no obtener la justicia pronta y oportuna que demanda.

De aquí la mora injustificada afecta de modo sensible el derecho de


acceso a la administración de justicia, porque éste se desconoce cuándo el
proceso no culmina dentro de los términos razonables que la ley procesal ha

36
establecido, pues una justicia tardía, es ni más ni menos, la negación de la
propia justicia.

Debido a que históricamente ha sido recurrente el fenómeno de la


mora judicial y tan perniciosos sus efectos en nuestro medio, el
Constituyente instituyó un mecanismo de reacción al optar por la norma,
según la cual, "los términos procesales se observarán con diligencia y su
incumplimiento será sancionado" (Art. 228).

Sobre esta problemática la mora judicial constituye una conducta


violatoria del derecho al debido proceso. Así lo señaló en sentencia del 27
de Agosto de 1993 cuando expresó:

"Las dilaciones injustificadas y el desconocimiento de términos


establecidos para llevar a cabo actuaciones procesales que corresponde
legalmente surtirlas al juez como conductor del proceso, constituyen violaciones
flagrantes del derecho al debido proceso. Los derechos a que se resuelvan los
recursos interpuestos, a que lo que se decida en una providencia se haga
conforme a las normas procesales, y a que no se incurra en omisiones o
dilaciones injustificadas en las actuaciones que corresponden al juez como
autoridad pública, hacen parte integral y fundamental del derecho al debido
proceso y al acceso efectivo a la administración de justicia"

Y en cuanto al tema de la justificación de la mora judicial, la Corte


también se ha pronunciado señalando que ésta sólo es legítima frente a la
presencia de situaciones procesales, sobrevinientes e insuperables, no
obstante una actuación diligente y razonable. Dijo la (Corte sentencia. T-162
de 26 de Abril de 1993, Sala Cuarta de Revisión, Tomo 4, p. 502)

"En armonía con lo establecido anteriormente, el artículo 228 de la


Constitución Política determinó que los términos procesales deben observarse
con diligencia, a tal punto que su incumplimiento puede ser sancionado.

37
Pero es cierto que, tanto las normas constitucionales como los preceptos
legales consagran el derecho a un proceso público sin injustificadas dilaciones,
se abre camino a la posibilidad de que se presenten acontecimientos
específicos y por demás justificados que impidan al funcionario mantenerse bajo
los términos procesales que le señala la ley.

Tal conducta omisiva sólo puede ser aceptable en aquellos casos en los
que el Estado, a través de sus funcionarios, actúa de manera diligente y
razonable y no obstante enfrentado a eventos que le sobrepasan en el control
de los términos a los que está sujeto, implicando no un quebrantamiento del
núcleo esencial del derecho, sino más bien una prolongación del mismo, en
procura precisamente de que se profiera una decisión acorde con la finalidad
que exige el concienzudo conocimiento, análisis e imparcialidad de la
administración de justicia.

Reiterándose, claro está, de manera vehemente que estas excepcionales


situaciones no pueden desdibujar el postulado general de pronta y recta
administración de justicia, sino que, previa su comprobación, deben valorarse en
su justo alcance".

Se puede concluir, que la diligencia en el ejercicio de la actividad


judicial es un postulado constitucional y su omisión sólo puede justificarse
cuando median circunstancias de tal magnitud que, a pesar de la diligente y
razonable actividad del juez, no son posibles de superar, de modo que a
pesar de la actitud diligente y del deseo del juzgador los términos legales
para impulsar el proceso y decidir en oportunidad se prolongan en el tiempo.

La Corte, en Sentencia C-083 de 1995 (M.P. Carlos Gaviria Díaz), al


referirse a la aplicación de los criterios auxiliares y entre ellos a la equidad
por parte de los jueces, abordó la relación entre derecho y equidad, de la
siguiente manera:

“No hay duda de que la situación descrita, por vía de hipótesis, es una situación
límite, nada frecuente, pero demandante de una previsión del propio ordenamiento. El

38
nuestro, lo autoriza a recurrir a contenidos extra sistemáticos, a los que el propio
sistema refiere formalmente V.gr.: el derecho natural, la equidad, los "principios
generales del derecho", expresiones todas que claman por una concreción
material que sólo el juez puede y debe llevar a término. Se trata entonces de
principios que no satisfacen las condiciones de la regla de reconocimiento y,
por ende, no hacen parte del ordenamiento pues no son materialmente
reductibles a la Constitución.

En consecuencia cuando se trata no de integrar el ordenamiento sino de


optar por una entre varias interpretaciones posibles de una norma que se juzga
aplicable, entran a jugar un importante rol las fuentes jurídicas permisivas (en el
sentido de que no es obligatorio para el juez observar las pautas que de ellas
se desprenden) tales como las enunciadas por el artículo 230 Superior como
"criterios auxiliares de la actividad judicial".

En tal medida, como resultado de la actividad judicial, no son opciones


materialmente excluyentes y, por lo tanto, una decisión en equidad, sin dejar de
serlo, puede ser también una decisión jurídicamente aceptable.

Hacer una aplicación estricta de la ley, sin vulnerar el principio de equidad


que gobierna también la actuación judicial (C.P., art. 230). De acuerdo con este
principio, cuando el juez está en la tarea de aplicar la norma legal al caso
concreto debe tener en cuenta las circunstancias propias del mismo, de
manera que la voluntad del legislador se adecue a los distintos matices que se
presentan dentro del ámbito probatorio del procedimiento judicial.

De aquí la tarea del legislador y la del juez son complementarias, porque


el Congreso dicta normas de carácter general y abstracto, orientadas hacia la
consecución de ciertos fines, es de esta manera donde se desarrolló el
contenido de la ley estatutaria 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010, y la nueva
estatuto unificado de unidad de procedimental procesal Código General del
Proceso ley 1564 de 2012, la cual se materializa como el sistema único de

39
descongestión judicial, que contiene un procedimiento aplicable tendiente a
resolver el problema, de los procesos judicial.

Estas normas, por bien elaboradas que sean, no pueden en ningún


momento incorporar en su texto los más distintos elementos que se conjugan
en la vida práctica, para configurar los litigios concretos. Así, ellas no pueden
establecer o comprender las diferenciaciones que deben introducirse en el
momento de solucionar los conflictos concretos, con el objeto de que la
resolución de los mismos tenga en cuenta las particularidades de los hechos y
de las personas que intervienen en ellos.

Esa función le corresponde precisamente al juez, quien es el que puede


conocer de cerca el conflicto y la situación de las partes involucradas, de aquí
es necesario concluir que el hecho de que los operadores jurídicos y, en
particular los jueces, tengan en cuenta la equidad y atribuyan a las partes los
efectos de sus decisiones de acuerdo con un conjunto más completo de
circunstancias de la realidad social no resulta contrario a nuestro ordenamiento
constitucional. Por el contrario, contribuye a desarrollar el artículo 13 de la
Carta, en la medida en que dicha norma establece que “el Estado promoverá
las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva (…)”.

Lo cual se da dentro del proceso de construcción social del derecho, los


jueces, como receptores habituales de las particularidades de la realidad social
y jurídica de la nación y en su función de administrar justicia de manera
permanente, tienen un papel legitimador que resulta fundamental dentro del
contexto de un Estado social de derecho.

De aquí que el aumento de la complejidad fáctica y jurídica en el Estado


contemporáneo ha traído como consecuencia un agotamiento de la capacidad
reguladora de los postulados generales y abstractos. En estas circunstancias la
ley pierde su tradicional posición predominante y los principios y las decisiones
judiciales.

40
Esta redistribución se explica ante todo por razones funcionales: no
pudiendo el derecho, prever todas las soluciones posibles a través de los
textos legales, necesita de criterios finalistas (principios) y de instrumentos de
solución concreta (juez) para obtener una mejor comunicación con la sociedad.

Pero también se explica por razones sustanciales: el nuevo papel del juez
en el Estado social de derecho es la consecuencia directa de la enérgica
pretensión de validez y efectividad de los contenidos materiales de la
Constitución, claramente señalada en su artículo 228 y desarrollada
jurisprudencialmente en lo que es una de las sentencia más bellas de la historia
de la jurisprudencia colombiana Sentencia T-406 de 1992 (M.P. Ciro Angarita
Barón)

“La dispersión de intereses en la sociedad capitalista actual, ha diezmado


la importancia del concepto de interés general, repercutiendo así en la
legitimidad del órgano legislativo y de la ley misma. Esta deficiencia de la
legitimidad tradicional ha sido compensada con el fortalecimiento de la
capacidad estatal para crear consenso y para encontrar soluciones producto no
solo del imperio de la ley sino también de la negociación y de la adecuación a
las circunstancias específicas del conflicto. En estas condiciones, la idea de
control judicial aparece como la clave funcional para evitar un desbordamiento
de poder y para lograr una adaptación del derecho a la realidad social.
Depositario de las ventajas propias del sabio alejado de la sociedad, que
piensa en la objetividad de los valores y dotado de las ventajas de quien tiene
el compromiso de tomar cotidianamente en consideración "la realidad viviente
de los litigios", el juez está en plena capacidad, como ningún otro órgano de
régimen político, de desempeñar ese papel. En síntesis, el control ejercido por
jueces y tribunales en el Estado constitucional contemporáneo resulta siendo la
fórmula para la mejor relación seguridad jurídica-justicia.”

De aquí la importancia del estatuto unificado de unidad de procedimental


procesal Código General del Proceso ley 1564 de 2012, la cual se materializa
como el sistema único de descongestión judicial, partiendo por la comprensión
del derecho fundamental de acceder a la administración de justicia implica

41
necesariamente que el juez resuelva en forma imparcial, efectiva y prudente las
diversas situaciones que las personas someten a su conocimiento.

Para lograr lo anterior, es requisito indispensable que el juez propugne la


vigencia del principio de la seguridad jurídica, es decir, que asuma el
compromiso de resolver en forma diligente y oportuna los conflictos a él
sometidos dentro de los plazos que define el legislador que establece el nuevo
y dinámico sistema General del Proceso ley 1564 de 2012, la cual se
materializa como el sistema único de descongestión judicial.

4.8. Planteamiento Estructuralista Que Propone El Sistema Unificado


Ley 1564 de 2012 Código General Del Proceso

Ante la morosidad judicial Estado Colombiano, desarrollo la promoción


de mecanismos alternativos de resolución de conflictos partiendo de una
adecuación de la estructura de la rama judicial, generando esfuerzos se han
materializado en normas como la Ley 1285 de 2009, que desarrollo medidas
como la creación del Plan Nacional de Descongestión para la justicia al día, la
adopción de la oralidad en la mayoría de los procesos, el cobro de un arancel
para financiar los proyectos de descongestión judicial y la instauración de los
juzgados de pequeñas causas y competencia múltiple, para combatir la
morosidad judicial, pero la problemática es estructural, las realidad es que los
procesos judiciales implican demasiado tiempo, para resolver una situación
jurídica, que demuestra la realidad social de aplicación de justicia judicial
existente.

La realidad es incuestionable ya que todos los días los juzgados reciben


demandas a través de las cuales las personas pretenden dar solución a un
problema jurídico, en consecuencia el estado actual de la justicia judicial en
Colombia es deficiente, porque la respuesta que espera el ciudadano del
común a las distintas solicitudes de aplicación de justicia judicial, es de por sí
demasiado lenta, al punto que se ha convertido en uno de los grandes
problemas de la sociedad, como un factor de violencia más, en razón de que el
individuo ha perdido la credibilidad en el sistema judicial.

42
Con el fin de propiciar una mayor eficiencia y efectividad de la
administración de justicia, desarrollo todo un andamiaje normativo de diversas
normas que pretender hacer frente al a morosidad judicial, de estas normas
trasciende sin duda la Ley 1285 de 2009, en la cual se instaura la oralidad para
todas las actuaciones procesales, con algunas excepciones, reconociendo que
la oralidad procesal en Colombia se ha venido implementando,
sistemáticamente en áreas especializadas del derecho tal como registran
algunos desarrollos legislativos, en el campo laboral: en el artículo 42 del
Código Procesal laboral, modificado por el artículo 21 de la Ley 712 del 2001 y
Ley 1149 de 2007, y en material penal por Ley 906 de 2004 y la Ley 270 de
1996, todo esto, se materializo a través de la implementación del
reconocimiento de la política de estado denominado como "Plan Nacional de
Descongestión Judicial desarrolla los objetivos, indicadores y estrategias de
descongestión, las cuales estarán dirigidas a la redistribución de procesos
entre tribunales y juzgados de acuerdo con la carga laboral, respetando la
especificidad funcional y la jerarquía; la creación de cargos de jueces y
magistrados de apoyo itinerante para cada jurisdicción; la autorización a los
jueces de conocimiento para conformar comisiones o trasladarse fuera para la
aplicación efectiva de este principio, se adoptarán nuevos estatutos procesales
en los que se unifiquen los procedimientos judiciales y se regulen las
diligencias y audiencia orales.

Para contribuir al financiamiento de las acciones de descongestión y el


correcto desarrollo de la administración de justicia, se cobrará un arancel a los
usuarios del sistema judicial, para preservar el acceso equitativo de los
ciudadanos a la administración de justicia, este arancel no se cobrará cuando
se trate de procedimientos penales, laborales, contencioso-laborales, de
familia, de menores, de control constitucional o relativos a la tutela, ni en
aquellos casos en los que se decrete el amparo de pobreza.

Una medida adicional para propiciar la descongestión judicial es facultar a


los jueces para imponer multas de dos a cinco salarios mínimos mensuales a

43
las partes del proceso o sus representantes cuando adopten conductas
procesales tendientes a la dilación u obstrucción injustificada del proceso.

La reformas a la estructura de la rama judicial por la Ley, la cual consistió


en la creación de los juzgados de pequeñas causas y de competencia múltiple,
los cuales tendrán competencia para conocer de conflictos correspondientes a
la jurisdicción ordinaria que sean definidos como menores. Estos juzgados se
establecieron de acuerdo con la demanda de justicia de cada municipio,
también se dispuso la supresión de los juzgados agrarios y la inclusión de
juzgados penales para adolescentes y de ejecución de penas, pero lo que
significativamente fue importante es la modificaciones de la creación de los
juzgados de pequeñas causas y de competencia múltiple, los cuales tendrán
competencia para conocer de conflictos correspondientes a la jurisdicción
ordinaria que sean definidos como menores.

Estos juzgados se establecerán de acuerdo con la demanda de justicia de


cada municipio, su localización será descentralizada y su actuación será oral,
sumaria y en única audiencia.

En cuanto a la jurisdicción civil y en especial lo contencioso


administrativo, presentan uno de los mayores niveles de congestión del sistema
judicial, se introducen en la ley tres reformas sustanciales: en primer lugar, se
modifica la composición del Consejo de Estado al aumentar de 27 a 31 el
número de magistrados que lo integran y especializa las funciones de las
subsecciones que componen la sala de lo contencioso administrativo; en
segundo lugar, con el objetivo de unificar jurisprudencia, se autoriza al Consejo
de Estado para que seleccione y revise providencias que determinen la
finalización o archivo de acciones populares o de grupo en tercer lugar, se
establece la conciliación extrajudicial como requisito de procedibilidad de las
acciones de nulidad, reparación directa, restablecimiento del derecho y
controversias contractuales.

44
Se faculta a la Corte Suprema de Justicia para que se pronuncie acerca
de las sentencias que seleccione, con el objetivo de proteger derechos
constitucionales, unificar jurisprudencia y ejercer el control sobre la legalidad de
los fallos.

En el mismo sentido, se autoriza a las salas especializadas y secciones de


las altas cortes y el CSJ para que determinen el trámite y fallo prioritario de
procesos, en aquellos casos en los que se vea afectada la seguridad nacional,
se trate de crímenes de lesa humanidad o de especial trascendencia social, así
como en casos en los que no existan antecedentes jurisprudenciales y cuya
solución sea de interés público.

Ahora la estructura del Código General del Proceso ley 1564 de 2012, se
fundamenta como una herramienta que busca principalmente la adopción de
un estatuto procesal integral ajustado a las necesidades del contexto social del
país, así como la regulación en forma sistemática y coherente, de los
procedimientos para el tratamiento judicial, ya que esta fue la respuesta del
estado por la morosidad judicial, es la respuesta un lacónico estado de la
morosidad judicial en Colombia, su fundamento estandarizar procedimientos
que son aplicables a la actividad procesal tanto en asuntos civiles, comerciales
de derecho de familia y agrarios, en consecuencia se aplica, a asuntos de
cualquier jurisdicción o especialidad, el nuevo sistema procesal colombiano
parte de la oralidad en la Justicia Colombiana se ha convertido en una
necesidad como alternativa de solución en el trámite de los procesos judiciales
en forma escrita adelantados por los jueces civiles en nuestro país, el
legislador, en la búsqueda de lograr una aplicación de justicia más rápida, esta
situación es posible mediante la incorporación de una estructura temática
unificada y estructural mediante todo un sistema de leyes, estatutarias
manifiestan en concreto en las normas 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010,
denominada ley de descongestión judicial y la actual ley 1564 de 2012, en
donde se unifica el bloque normativo estructurando el del sistema único
General del Proceso colombiano para hacer frente a la morosidad judicial.

45
Ya que en cuanto al acceso a la justicia, este se orienta desde el
contexto de la dignidad humana, haciendo emancipación el reconocimiento
expreso de los elementos centrales, que son la matriz de la estructura del
código general del proceso colombiano, el primero es la igualdad de armas
procesales de los sujetos procesales, y el segundo elemento es la subversión a
la diligencia al debido proceso, estas la respuesta a la morosidad judicial,
destacándose innegablemente unos procedimientos adecuados, que desde la
dogmática positiva pretenderse rápidos eficaces y oportuno, pero sin duda
alguna lo más trascendente , en cuanto procedimiento se manifiesta en el
Artículo 3°, el cual expresa que el procedimiento general judicial en Colombia ,
será un proceso oral que además se surtirá mediante audiencias, en
consecuencia las actuaciones se cumplirán en forma oral, pública y en
audiencias, lo cual marca un hito en el derecho colombiano y trasciende en el
ámbito procesal.

Ahora las normas procesales, que desarrolla el sistema general del


proceso colombiano son imperativas de orden público y de obligatorio
cumplimiento, ante eventuales vacíos y deficiencias que eventualmente tenga
el código general del proceso se llenará con las normas que regulen casos
análogos. A falta de estas, la forma de realizar los actos procesales será
mediante la analogía observancia de los principios constitucionales y los
generales del derecho procesal, procurando hacer efectivo el derecho
sustancial, esta forma de sana crítica, parte de la Interpretación de las normas
procesales, en el cual el juez deberá tener en cuenta que el objeto de los pro-
cedimientos es la efectividad de los derechos reconocidos por la ley sustancial,
de aquí la importancia del nuevo Código General del Proceso el cual establece
la oralidad y el sistema de audiencias concentradas para que las demandas en
los asuntos civiles, comerciales, de familia y agrarios, sean resueltas al menor
tiempo posible, es decir, la duración de un proceso no puede superar el año en
la primera instancia, ni los seis meses en la segunda instancia. Si un juez o un
tribunal no cumplen estos términos, perderá la competencia para fallar y deberá
rendir cuentas ante el Consejo Superior de la Judicatura.

46
De aquí que la estructura del Código General del Proceso ley 1564 de
2012,no solo prevé la oralidad sino también el uso adecuado de las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones con lo que se espera tener
muy pronto litigios en línea, expedientes digitales y permitirle a las partes y a
sus apoderados enterarse de las decisiones judiciales y remitir memoriales sin
necesidad de realizar desplazamientos hasta los juzgados, de aquí que el
código general del proceso comenzará a regir de manera gradual a partir del
primero de enero del año 2014 y con un plazo máximo de tres años para que
esté vigente en todos los distritos judiciales del país, en consecuencia la Ley
1564 del 2012 le da un paso a la oralidad en la justicia colombiana, y establece
un sistema de audiencias concentradas donde primaría la inmediación.

Ahora a partir de la promulgación de la ley 1564 código general del


proceso quedan derogados: artículos 126, 128, la expresión “y a recibir
declaración a los testigos indicados por los solicitantes” del 129, 130, 133, la
expresión “practicadas las diligencias indicadas en el artículo 130” del 134, las
expresiones “y no hubiere por este tiempo de practicar las diligencias de que
habla el artículo 130” y “sin tales formalidades” del 136 y 202 del Código Civil;
artículos 9° y 21 del Decreto 2651 de 1991; los artículos 8° inciso 2° parte final,
209 A y 209 B de la Ley 270 de 1996; el artículo 148 de la Ley 446 de 1998;
211 y 544 del Código de Procedimiento Civil; el numeral 1 del artículo 19 y la
expresión “por sorteo público” del artículo 67 inciso 1° de la Ley 1116 de 2006;
el inciso 2° del artículo 40 de la Ley 1258 de 2008; la expresión “que requerirá
presentación personal” del artículo 71, el inciso 1° del artículo 215 y el inciso 2°
del artículo 309 de la Ley 1437 de 2011; la expresión “No se requerirá actuar
por intermedio de abogado” del artículo 58 numeral 4, el literal e) del numeral 5
del artículo 58 y el numeral 8 del artículo 58 de la Ley 1480 de 2011.

También a partir de la entrada en vigencia de esta ley, en los términos del


numeral 4 del artículo 627, queda derogado el Código de Procedimiento Civil
expedido mediante los Decretos 1400 y 2019 de 1970 y las disposiciones que

47
lo reforman; el Decreto 508 de 1974; artículos 151, 157 a 159, las expresiones
“mediante prueba científica” y “en atención a lo consagrado en la Ley 721 de
2001” del 214, la expresión “En el respectivo proceso el juez establecerá el
valor probatorio de la prueba científica u otras si así lo considera” del 217, 225
al 230, 402, 404, 405, 409, 410, la expresión “mientras no preceda” y los
numerales 1 y 2 del artículo 757, el 766 inciso final, y 1434 del Código Civil;
artículos 6°, 8°, 9°, 68 a 74, 804 inciso 1°, 805 a 816, 1006, las expresiones
“según las condiciones de la correspondiente póliza” y “de manera seria y
fundada” del numeral 3 del artículo 1053, y artículos 2027 al 2032 del Código
de Comercio; artículo 88 del Decreto 1778 de 1954; artículos 11, 14 y 16 a 18
de la Ley 75 de 1968; artículo 69 del Decreto 2820 de 1974; el Decreto 206 de
1975; artículo 25 de la Ley 9 de 1989; artículo 36 del Decreto 919 de 1989; el
Decreto 2272 de 1989; el Decreto 2273 de 1989; el Decreto 2303 de 1989;
artículos 139 al 147 y 320 a 325 del Decreto-ley 2737 de 1989; la expresión
“Los procesos de disolución y liquidación de sociedad patrimonial entre
compañeros permanentes, se tramitará por el procedimiento establecido en el
Título XXX del Código de Procedimiento Civil.

Además plantea el conocimiento de los jueces de familia, en primera


instancia.” el artículo 7° y 8º parágrafo de la Ley 54 de 1990; artículos 10, 11,
21, 23, 24, 41, 46 al 48, 50, 51, 56 y 58 del Decreto 2651 de 1991; artículos 7°
y 8° de la Ley 25 de 1992; artículos 24 al 30, y 32 de la Ley 256 de 1996;
artículo 54 inciso 4° de la Ley 270 de 1996; el artículo 62 y 94 de la Ley 388 de
1997; artículos 2° a 6°, 9°, 10 al 15, 17, 19, 20, 22, 23, 25 a 29, 103, 137, y 148
salvo los parágrafos 1° y 2° de la Ley 446 de 1998; artículos 43 a 45 de la Ley
640 de 2001; artículo 49 inciso 2°, el parágrafo 3° del artículo 58, y la expresión
“Será aplicable para efectos del presente artículo, el procedimiento consagrado
en el artículo 194 del Código de Comercio o en las normas que lo modifiquen,
adicionen o complementen” del artículo 62 inciso 2° de la Ley 675 de 2001;
artículos 7° y 8° de la Ley 721 de 2001; la Ley 794 de 2003; artículos 35 a 40
de la Ley 820 de 2003; el artículo 5° de la Ley 861 de 2003; artículo 111
numeral 5 Ley 1098 de 2006; artículo 25 de la Ley 1285 de 2009; artículos 40 a

48
45 y 108 de la Ley 1306 de 2009; artículos 1° a 39, 41, 42, 44, 113, 116, 117,
120 y 121 de la Ley 1395 de 2010; el artículo 80 de la Ley 1480 de 2011; y las
demás disposiciones que le sean contrarias.

En cuanto a las providencias del juez, su notificación, sus efectos y


medios de impugnación en la Ley 1564 de 2012 Código General del Proceso,
es fundamental entender que no solo, regula la actividad procesal en los
asuntos civiles, comerciales, de familia y agrarios de cualquier jurisdicción o
especialidad y a las actuaciones de particulares y autoridades administrativas,
cuando ejerzan funciones jurisdiccionales, en cuanto no estén regulados
expresamente en otras leyes.

Sino que la Ley 1564 de 2012, establece que las actuaciones, en este
tipo de procesos, se cumplirán en forma oral, pública y en audiencias, de aquí
que las intervenciones orales no podrán ser sustituidas por escritos. Las partes
y demás intervinientes podrán participar en la audiencia a través de
videoconferencia, teleconferencia o por cualquier otro medio técnico, siempre
que por causa justificada el juez lo autorice.

Oralidad, escritura y nuevas tecnologías en el marco de Ley 1564 de 2012,


constará de 3 etapas:

1.) Una etapa inicial de demanda y contestación esencialmente escrita;


2.) Una etapa oral intermedia, de audiencia de conciliación, saneamiento,
interrogatorios de partes, fijación de hechos y decreto de pruebas.
3.) Una etapa oral final de práctica de pruebas, alegaciones y sentencia.

Contenido del acta: nombre de los intervinientes partes, apoderados,


testigos y auxiliares de la justicia, la relación de los documentos que se hayan
presentado y, en su caso, la parte resolutiva de la sentencia. Cuando se trate
de audiencias o diligencias que deban practicarse por fuera del despacho
judicial o cuando se presenten fallas en los medios de grabación, el juez podrá

49
ordenar que las diligencias consten en actas que sustituyan el sistema de
registro.

Providencias Ampliación De Posibilidades Para Proferir Sentencias

Artículo 278: Sentencias: las que deciden sobre las pretensiones de la


demanda, las excepciones de mérito, cualquiera que fuere la instancia en que
se pronuncien, las que deciden el incidente de liquidación de perjuicios, y las
que resuelven los recursos de casación y revisión.

Algunas excepciones previas se resuelven por sentencia.

Por otro lado al ley 1564 del 12 de julio de 2012, el nuevo Código
General del Proceso, establece que las actuaciones, en este tipo de procesos,
se cumplirán en forma oral, pública y en audiencias, salvo las que
expresamente se autorice realizar por escrito o estén amparadas por reserva.
Las intervenciones orales no podrán ser sustituidas por escritos. Las partes y
demás intervinientes podrán participar en la audiencia a través de
videoconferencia, teleconferencia o por cualquier otro medio técnico, siempre
que por causa justificada el juez lo autorice.

Se indica también que la representación de las sociedades extranjeras


con negocios permanentes en Colombia se regirá por las normas del Código de
Comercio. Las demás personas jurídicas de derecho privado y las
organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro con domicilio en el
exterior que establezcan negocios o deseen desarrollar su objeto social en
Colombia, constituirán apoderados con capacidad para representarlas
judicialmente. Para tal efecto protocolizarán en una notaría del respectivo
circuito la prueba idónea de la existencia y representación de dichas personas
jurídicas y del poder correspondiente. Además, un extracto de los documentos
protocolizados se inscribirá en la oficina pública correspondiente.

50
Las personas jurídicas extranjeras que no tengan negocios permanentes
en Colombia estarán representadas en los procesos por el apoderado que
constituyan con las formalidades previstas en este código. Mientras no lo
constituyan, llevarán su representación quienes les administren sus negocios
en el país.

“Artículo 103. Uso de las tecnologías de la información y de las comu-


nicaciones. En todas las actuaciones judiciales deberá procurarse el uso de las
tecnologías de la información y las comunicaciones en la gestión y trámite de
los procesos judiciales, con el fin de facilitar y agilizar el acceso a la justicia, así
como ampliar su cobertura. Las actuaciones judiciales se podrán realizar a
través de mensajes de datos. La autoridad judicial deberá contar con
mecanismos que permitan generar, archivar y comunicar mensajes de datos.

En cuanto sean compatibles con las disposiciones de este código se aplicará lo


dispuesto en la Ley 527 de 1999, las que lo sustituyan o modifiquen, y sus
reglamentos.

Indicándose además que no obstante lo dispuesto en la Ley 527 de 1999,


se presumen auténticos los memoriales y demás comunicaciones cruzadas
entre las autoridades judiciales y las partes o sus abogados, cuando sean
originadas desde el correo electrónico suministrado en la demanda o en
cualquier otro acto del proceso. Sin embargo, desde el punto de vista
probatorio, los mensajes de datos serán valorados solo los documentos que
hayan sido aportados en el mismo formato en que fueron generados, enviados,
o recibidos, o en algún otro formato que lo reproduzca con exactitud.

La simple impresión en papel de un mensaje de datos será valorada de


conformidad con las reglas generales de los documentos. El nuevo Código
General del Proceso indica que las partes en un pleito, responderá por los
perjuicios que con sus actuaciones procesales temerarias o de mala fe cause a
la otra o a terceros intervinientes.

51
Cuando en el proceso o incidente aparezca la prueba de tal conducta, el
juez, sin perjuicio de las costas a que haya lugar, impondrá la correspondiente
condena en la sentencia o en el auto que los decida. Si no le fuere posible fijar
allí su monto, ordenará que se liquide por incidente.

A la misma responsabilidad y consiguiente condena están sujetos los


terceros intervinientes en el proceso o incidente. Siendo varios los litigantes
responsables de los perjuicios, se les condenará en proporción a su interés en
el proceso o incidente.

De la misma forma, al apoderado que actúe con temeridad o mala fe se


le impondrá la condena de que trata el artículo anterior, la de pagar las costas
del proceso, incidente o recurso y multa de diez (10) a cincuenta (50) salarios
mínimos mensuales. Dicha condena será solidaria si el poderdante también
obró con temeridad o mala fe.

Se establece la inversión de la carga de la prueba en ciertos casos, en


los que el juez podrá, de oficio o a petición de parte, podrá distribuir, la carga al
decretar las pruebas, durante su práctica o en cualquier momento del proceso
antes de fallar, exigiendo probar determinado hecho a la parte que se
encuentre en una situación más favorable para aportar las evidencias o
esclarecer los hechos controvertidos.

La parte se considerará en mejor posición para probar en virtud de su


cercanía con el material probatorio, por tener en su poder el objeto de prueba,
por circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido directamente en
los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de
incapacidad en la cual se encuentre la contraparte, entre otras circunstancias
similares.

52
Se establece la figura del desistimiento de las pretensiones por parte del
demandante, mientras no se haya pronunciado sentencia que ponga fin al
proceso. Cuando el desistimiento se presente ante el superior por haberse
interpuesto por el demandante apelación de la sentencia o casación, se
entenderá que comprende el del recurso.

Ya que el desistimiento implica la renuncia de las pretensiones de la


demanda en todos aquellos casos en que la firmeza de la sentencia absolutoria
habría producido efectos de cosa juzgada. El auto que acepte el desistimiento
producirá los mismos efectos de aquella sentencia.

El nuevo Código General del Proceso, es novísimo ya que se crea un


proceso llamado monitorio, para quien pretenda el pago de una obligación en
dinero, de naturaleza contractual, determinada y exigible que sea de mínima
cuantía, podrá promover proceso monitorio con sujeción a las disposiciones del
nuevo código, pero sin duda lo más novísimo es el marco donde se establece
un trámite para la insolvencia de las personas naturales no comerciantes (Arts.
531 y ss).

“TITULO IV, INSOLVENCIA DE LA PERSONA NATURAL NO


COMERCIANTE, CAPÍTULO I. Artículo 531. Procedencia. A través de los
procedimientos previstos en el presente título, la persona natural no
comerciante podrá:

Negociar sus deudas a través de un acuerdo con sus acreedores para obtener
la normalización de sus relaciones crediticias.

Convalidar los acuerdos privados a los que llegue con sus acreedores.

Liquidar su patrimonio.

Artículo 532. Ámbito de aplicación. Los procedimientos contemplados en el


presente título sólo serán aplicables a las personas naturales no comerciantes.

53
Las reglas aquí dispuestas no se aplicarán a las personas naturales no
comerciantes que tengan la condición de controlantes de sociedades
mercantiles o que formen parte de un grupo de empresas, cuya insolvencia se
sujetará al régimen previsto en la Ley 1116 de 2006.

Ahora el Código General del Proceso, modifica el artículo 40 de la Ley 153


de 1887, el cual quedará así:

“Artículo 40. Las leyes concernientes a la sustanciación y ritualidad de los


juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deben
empezar a regir. Sin embargo, los recursos interpuestos, la práctica de pruebas
decretadas, las audiencias convocadas, las diligencias iniciadas, los términos
que hubieren comenzado a correr, los incidentes en curso y las notificaciones
que se estén surtiendo, se regirán por las leyes vigentes cuando se
interpusieron los recursos, se decretaron las pruebas, se iniciaron las
audiencias o diligencias, empezaron a correr los términos, se promovieron los
incidentes o comenzaron a surtirse las notificaciones. La competencia para
tramitar el proceso se regirá por la legislación vigente en el momento de
formulación de la demanda con que se promueva, salvo que la ley elimine
dicha autoridad”.

Los procesos en curso al entrar a regir este nuevo código, se someterán a


las siguientes reglas de tránsito de legislación:

1. Para los procesos ordinarios y abreviados:

A-Si no se hubiese proferido el auto que decreta pruebas, el proceso se


seguirá tramitando conforme a la legislación anterior hasta que el juez las
decrete, inclusive.

En el auto en que las ordene, también convocará a la audiencia de


instrucción y juzgamiento de que trata el presente código. A partir del auto que
decrete pruebas se tramitará con base en la nueva legislación.

54
B) Si ya se hubiese proferido el auto que decrete pruebas, estas se
practicarán conforme a la legislación anterior. Concluida la etapa probatoria, se
convocará a la audiencia de instrucción y juzgamiento de que trata el código,
únicamente para efectos de alegatos y sentencia. A partir del auto que convoca
la audiencia, el proceso se tramitará con base en la nueva legislación.

C) Si en el proceso se hubiere surtido la etapa de alegatos y estuviere


pendiente de fallo, el juez lo dictará con fundamento en la legislación anterior.
Proferida la sentencia, el proceso se tramitará conforme a la nueva legislación.

2. Para los procesos verbales de mayor y menor cuantía:

a) Una vez agotado el trámite que precede a la audiencia de que trata el


artículo 432 del Código de Procedimiento Civil, se citará a la audiencia inicial
prevista en el artículo 372 del Código General del Proceso, y continuará de
conformidad con este.

b) Si la audiencia del artículo 432 del Código de Procedimiento Civil ya se


hubiere convocado, el proceso se adelantará conforme a la legislación anterior.
Proferida la sentencia, el proceso se tramitará conforme a la nueva legislación.

3. Para los procesos verbales sumarios:

a) Una vez agotado el trámite que precede a la audiencia de que trata el


artículo 439 del Código de Procedimiento Civil, se citará a la audiencia inicial
prevista en el artículo 392 del Código General del Proceso, y continuará de
conformidad con este.

b) Si la audiencia del artículo 439 del Código de Procedimiento Civil ya se


hubiere convocado, el proceso se adelantará conforme a la legislación anterior.
Proferida la sentencia, el proceso se tramitará conforme a la nueva legislación.

55
Para los procesos ejecutivos:

Los procesos ejecutivos en curso, se tramitarán hasta el vencimiento del


término para proponer excepciones con base en la legislación anterior. Vencido
dicho término el proceso continuará su trámite conforme a las reglas
establecidas en el Código General del Proceso.

a) En aquellos procesos ejecutivos en curso en los que, a la entrada en


vigencia de este código, hubiese precluido el traslado para proponer
excepciones, el trámite se adelantará con base en la legislación anterior hasta
proferir la sentencia o auto que ordene seguir adelante la ejecución.

Dictada alguna de estas providencias, el proceso se seguirá conforme a las


reglas establecidas en el Código General del Proceso.

b) Si no se ha iniciado el trámite de las excepciones de mérito o estuviere


en curso, el juez citará a la audiencia prevista en este código para los procesos
ejecutivos.

c) Si el proceso estuviere a despacho para proferir fallo, el juez lo dictará


por escrito dentro del término que estuviere corriendo.

No obstante lo previsto en los numerales anteriores, los recursos


interpuestos, la práctica de pruebas decretadas, las audiencias convocadas, las
diligencias iniciadas, los términos que hubieren comenzado a correr, los
incidentes en curso y las notificaciones que se estén surtiendo, se regirán por
las leyes vigentes cuando se interpusieron los recursos, se decretaron las
pruebas, se iniciaron las audiencias o diligencias, empezaron a correr los
términos, se promovieron los incidentes o comenzaron a surtirse las
notificaciones.

56
En los demás procesos, se aplicará la regla general prevista en el
numeral anterior, desde el desistimiento tácito previsto en el artículo 317 será
aplicable a los procesos en curso, pero los plazos previstos en sus dos
numerales se contarán a partir de la promulgación de esta ley.

Las reglas sobre competencia previstas en el nuevo código, no alteran la


competencia de los jueces para conocer de los asuntos respecto de los cuales
ya se hubiere presentado la demanda. Por tanto, el régimen de cuantías no
cambia la competencia que ya se hubiere fijado por ese factor. Sin embargo,
los procesos de responsabilidad médica que actualmente tramitan los jueces
laborales, serán remitidos a los jueces civiles competentes, en el estado en que
se encuentren.

Las prórroga del plazo de duración del proceso prevista en el artículo 121
del nuevo Código, será aplicable, por decisión del juez o magistrado, a los
procesos en curso al momento de promulgarse el código.

“Artículo 121. Duración del proceso. Salvo interrupción o suspensión del


proceso por causa legal, no podrá transcurrir un lapso superior a un (1) año
para dictar sentencia de primera o única instancia, contado a partir de la
notificación del auto admisorio de la demanda o mandamiento ejecutivo a la
parte demandada o ejecutada. Del mismo modo, el plazo para resolver la
segunda instancia, no podrá ser superior a seis (6) meses, contados a partir de
la recepción del expediente en la secretaría del juzgado o tribunal”.

“Vencido el respectivo término previsto en el inciso anterior sin haberse dictado


la providencia correspondiente, el funcionario perderá automáticamente
competencia para conocer del proceso, por lo cual, al día siguiente, deberá
informarlo a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y
remitir el expediente al juez o magistrado que le sigue en turno, quien asumirá
competencia y proferirá la providencia dentro del término máximo de seis (6)
meses. La remisión del expediente se hará directamente, sin necesidad de
reparto ni participación de las oficinas de apoyo judicial. El juez o magistrado

57
que recibe el proceso deberá informar a la Sala Administrativa del Consejo
Superior de la Judicatura sobre la recepción del expediente y la emisión de la
sentencia”.

“La Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, por razones de


congestión, podrá previamente indicar a los jueces de determinados municipios
o circuitos judiciales que la remisión de expedientes deba efectuarse al propio
Consejo Superior de la Judicatura, o a un juez determinado”.

“Cuando en el lugar no haya otro juez de la misma categoría y especialidad, el


proceso pasará al juez que designe la sala de gobierno del tribunal superior
respectivo”.

“Excepcionalmente el juez o magistrado podrá prorrogar por una sola vez el


término para resolver la instancia respectiva, hasta por seis (6) meses más,
con explicación de la necesidad de hacerlo, mediante auto que no admite
recurso”.

“Será nula de pleno derecho la actuación posterior que realice el juez que haya
perdido competencia para emitir la respectiva providencia”.

“Para la observancia de los términos señalados en el presente artículo, el juez


o magistrado ejercerá los poderes de ordenación e instrucción, disciplinarios y
correccionales establecidos en la ley”.

“El vencimiento de los términos a que se refiere este artículo, deberá ser tenido
en cuenta como criterio obligatorio de calificación de desempeño de los
distintos funcionarios judiciales”. Parágrafo. Lo previsto en este artículo
también se aplicará a las autoridades administrativas cuando ejerzan funciones
jurisdiccionales. Cuando la autoridad administrativa pierda competencia,
deberá remitirlo inmediatamente a la autoridad judicial desplazada.

4.9. Estructura Procesal En El Marco De La Eficiencia Administrativa

58
A continuación se presentan los contenidos de las dos normas
existentes tanto en el proceso civil escrito como en el proceso civil oral de
forma comparativa, en relación con el derecho probatorio. Con el propósito de
confirmar o desvirtuar la siguiente hipótesis. “La implementación y aplicación de
la oralidad en el proceso civil colombiano, pretende solucionar el problema de
congestión de los juzgados civiles garantizando la oportunidad a las partes de
hacer usos del derecho probatorio, y aplicar la justicia judicial de manera
sustancial y formal con eficiencia y prontitud”. (Rojas G., M.E., 2011, pág. xx)

4.9.1. Principios Procesales

Los principios procesales constituyen el primer aspecto que se debe estudiar


cuando se pretende implementar cualquier reforma procesal, ya que éstos
constituyen las directrices bajo las cuales se deben ir desarrollando las
instituciones de cualquier proceso. El proceso es considerado por varios
autores como un fenómeno social, e instrumento para poder asegurar la
efectividad de los derechos que la ley reconoce a los ciudadanos, por lo que si
el proceso se prolonga, incide directamente en la vulneración o no de un
derecho reconocido por la ley sustancial a cada uno de éstos. Los principios
procesales están actualmente dirigidos a la obtención de resultados de manera
económica en tiempo y dinero. Los mejores principios son los que lleven a
permitir un diálogo entre el juez y las partes, con la finalidad de discutir sobre el
conflicto que las ha llevado a recurrir a la administración de justicia. Es decir,
los principios de inmediación, concentración, oralidad, publicidad, entre otros,
que combinados constituirían el mejor sistema, garantizando que el proceso
será ágil, práctico y de gran utilidad para todos.

59
Principio de Inmediación. Según Newman, en cuanto al principio de
inmediación dice: “La inmediación supone que el Juez que ha de resolver el
litigio, se entienda con las partes a fin de averiguar la verdad material e
intervenga directamente en la presentación de los alegatos y la evacuación de
las pruebas”. (Newman citado por Vega y colaboradores, 2008, pág. 18)

Hernán Fabio López Blanco, que en vez de principio lo denomina regla técnica
de la inmediación plantea;“La inmediación pretende que en todo proceso exista una
comunicación directa entre las partes y el juez pero, básica y fundamentalmente,
entre el juez y la producción de la prueba, dado que esa percepción directa del fallador
le permite formarse un mejor concepto sobre el poder demostrativo de aquella”. (López
B., M., 2008, pág. 44)

Según Chiovenda por su parte manifiesta; “El principio de inmediación quiere


que el Juez que deba pronunciar la sentencia haya asistido al desarrollo de las
pruebas de las cuales deberá derivar su convencimiento, esto es, que haya entrado en
relación directa con las partes, con los testigos, con los peritos y con los objetos del
juicio, de modo que pueda apreciar las declaraciones de tales personas y la condición
de los lugares, etc., a base de la inmediata impresión recibida de ellos, y no a base de
relación ajena”. (Chiovenda citado por Vega y colaboradores, 2008, pág. 19)

Según De la Rúa por su parte afirma; “La inmediación consiste en el contacto


inmediato entre el juez y las partes y de éstos a su vez con la prueba”. (De la Rúa
citado por Vega y colaboradores, 2008, pág. 19)

“Partiendo de la base de que “la prueba tiene como finalidad llevar certeza
al funcionario judicial acerca de los hechos base de las solicitudes
pertinentes, llámense pretensiones, excepciones perentorias o cualquier
otra; es decir, se persigue con ella convencerlo de la ocurrencia de
determinadas circunstancias de hecho que se supone son verdaderas”, se
puede establecer que la práctica de las pruebas es el momento de mayor
relevancia dentro del proceso, puesto que son precisamente éstas las que
pueden demostrar o no la certeza de los hechos presentados en la
demanda y que constituyen el eje central del proceso. Como consecuencia

60
de lo anterior, es importante que la práctica de pruebas sea realizada de
manera tal que el juez tenga un verdadero contacto con éstas, que pueda
valorarlas a medida que se van practicando y que en este proceso vaya
obteniendo un verdadero concepto de los hechos y del sentido en que
debe proferir la sentencia. Lamentablemente, como ya lo hemos
mencionado, la inmediación del juez durante la práctica de pruebas en los
procesos verbales no es efectiva por las razones que expondremos en su
momento”.

“Se tienen entonces las siguientes ventajas de la oralidad e inmediación


en el descubrimiento de la verdad material:

a) La posibilidad de realizar preguntas o pedir explicaciones por parte del


Juez a las partes.
b) La apreciación de signos externos tales como ofuscaciones, gestos y
manifestaciones espontáneas de los intervinientes en el proceso.
c) La discusión del juez con las partes y testigos.
d) Proporcionan una seguridad razonable de la veracidad de lo declarado
por las partes. Vega y colaboradores”, (2008, pág. 19)

4.9.2. Principio de Oralidad en el debate probatorio

Según Cappelletti al estudiar la oralidad en el proceso civil italiano, haciendo


referencia a la compensación social del proceso, basada en la igualdad, en el
deber de solidaridad y colaboración recíproca de las partes afirma que:
“……….pueden hacerse efectivas solamente en un proceso oral, es decir, en un
proceso que ponga al Juez en una relación personal, inmediata, con las partes, con los
hechos, con las pruebas“.

Por su parte (Vegas y colaboradores, 2008, pág. 20) plantean que;


“La Oralidad ofrece ventajas, facilita los Principios de Investigación,
Inmediación, Concentración y Publicidad; además de ofrecer una gran
ayuda al juez en la búsqueda de la verdad material, así como dice la frase
"El papel engaña sin ruborizarse, mientras el entendimiento oral del Juez y

61
las partes ayuda a descubrir el asunto de hecho, además de las preguntas
In Continenti que de forma directa y espontáneamente practican los
sujetos procesales". La Oralidad requiere la inmediación del Órgano
Jurisdiccional, quien no podría delegar funciones importantes como la
práctica de la prueba, ya que el Juez con su presencia garantiza la
realización de los medios probatorios ofreciendo unos convencimientos de
los mismos”.

“En todo proceso hay elementos escritos y elementos orales. Incluso un


documento escrito puede contener manifestaciones orales. Un testimonio
que se reciba en el proceso escrito, no es otra cosa que un acta en la cual
se contiene el elemento oral. Lo que el testigo dijo de viva voz ante el
escribiente, pocas veces lo repite ante el juez. Por otro lado, no puede
prescindirse en el juicio oral de la escritura. Todo proceso oral tendrá parte
escrita, y todo proceso escrito contiene manifestaciones orales. Un
proceso oral que no contenga nada escrito es inconcebible en los tiempos
actuales. La distinción entre proceso oral y proceso escrito, se refiere más
bien al predominio de uno de los elementos, y como consecuencia de ese
predominio la aplicación de principios fundamentales, como son la libre
apreciación de la prueba, concentración en una o varias audiencias
continuas, inmediación, o sea el dictado del fallo por el mismo juez que
examinó la prueba, y a la publicidad del juicio”.

De aquí las características identificadoras que reconoce Chiovenda a


propósito del que denomina principio de la oralidad las resume en cinco
puntos: “a) Predominio de la palabra hablada; b) Inmediación entre el
juzgador y personas cuyas declaraciones debe valorar; c) Identidad de
las personas físicas que constituyen el Tribunal durante la duración del
juicio; d) Concentración de la sustanciación del juicio en un periodo único,
que se desenvuelva en una audiencia única o en el menor número
posible de audiencias próximas; y e) Resoluciones interlocutorias
inapelables. (Vegas y colaboradores, 2008, pág. 20)

62
4.10. La Prueba del Juramento Estimatorio

4.10.1. Proceso Escrito

Uso del medio de prueba, juramento estimatorio en el proceso civil escrito.

El Sistema de Procedimiento Civil escrito, en sus artículos 211 y 212


consagra el juramento como medio de prueba autónomo, y los clasifica en dos
especies a saber: a) el estimatorio y el deferido por la ley. Sin más
explicaciones que precisar el significado del concepto de este medio de prueba.

El maestro López Blanco explica lo siguiente: “De acuerdo con el diccionario de


la Real Academia Española de la lengua dentro de las varias acepciones que asigna a
la palabra y, a no dudarlo, la que más se acomoda al concepto utilizado en el estatuto
procesal se entiende por juramento. La afirmación o negación de una cosa, poniendo
como testigo a Dios, o en sí mismos o en sus criaturas”. (2008, pág. 171)

De manera que dejando de lado todo carácter religioso al juramento, pues ya


se dijo que trata de un acto netamente civil, el juramento no es nada diverso a
la afirmación de que lo que él contiene corresponde con la verdad, de modo
que siempre que se jura para efectos procesales se sobreentiende que quien lo
realiza no hace nada diverso a señalar que lo que dirá está ceñido a la verdad.

Continúa diciendo el Dr. López Blanco; “No existe prueba autónoma de


juramento y así el estatuto procesal le asigne ese carácter no pasa de ser una
modalidad de declaración de parte, Es por eso que no hay diferencia alguna en
prometer que ser va a decir la verdad respecto de lo que se preguntare en un
interrogatorio, a jurar que los perjuicios valen determinada cantidad de dinero, pues en
este evento estoy aseverando que es verdad esa estimación o, lo que es lo mismo,
que ella corresponde con la realidad”. (2008, pág. 172)

63
Es controvertida la doctrina a cerca de la naturaleza jurídica de este medio
de prueba que genera varias reacciones si se puede así decir, u opiniones tal
como lo expresa el profesor Devis Echandia (citado por López, (2008). Se ha
sostenido por algunos que se trata de una especie de transacción, para advertir
otros que en un acto dispositivo del derecho controvertido, mientras que la
tesis más aceptada señala que se trata de un medio de prueba de naturaleza
testimonial, “ es decir, como una declaración de ciencia similar a la confesión”,
adicionando el citado autor que;

“Adoptamos sin vacilación esta última tesis, porque la circunstancia de que


un acto jurídico tenga valor formal de prueba tasada, esto es, que
produzca la fijación formal de hechos, no excluye su naturaleza de medio
de prueba, como sucede con la confesión en los sistemas procesales que
le asignan el valor de plena prueba (….) para nosotros el juramento,
decisorio, supletorio o estimatorio, es un medio de prueba de igual
naturaleza a la confesión, es decir, una declaración de ciencia de la parte
que lo presta; por esto lo declarado puede corresponder o no a la realidad
de los hechos”. (López B., M., 2008, pág. 172)

Por su parte el célebre tratadista Azula Camacho (1998) dice: “Sólo que en
el contexto del juramento implica que la manifestación surge sin necesidad de
que se dé la pregunta, lo que podría ser una base para justificar su tratamiento
como medio de prueba autónomo”. (Citado por López, 2008, pág. 174)

Para demostrar la real naturaleza del medio, basta advertir que si,
por ejemplo en un interrogatorio de parte al responder determinada
pregunta “quien declara, manifiesta que los perjuicios que se le ocasionaron
valen cien millones de pesos, idéntico es el contexto jurídico cuando jura en un
proceso de ejecución que ese es el monto de los perjuicios, pues en los dos
casos, está realizando una afirmación que puede ser o no cierta”. (López B.,
M., 2008, pág. 174)

64
De aquí la aseveración o sea, la autoafirmación a cerca del monto de los
perjuicios, que siempre, como se verá, debe tener bases en determinadas
circunstancias de hecho, no el juramento como tal, que aquí también se
muestra como una formalidad idéntica a la que se cumple cuando se le toma
antes de recibir una declaración, es decir, como un compromiso de estar
diciendo la verdad”.

Por todo lo dicho a cerca del juramento es necesario ampliar los conceptos
del “juramento estimatorio” y “juramento deferido por la ley”.

Conforme al artículo 211 del CPC, en la cual expresa;

“El juramento de una parte cuando la ley la autoriza para estimar en dinero
el derecho demandado, hará parte de dicho valor mientras su cuantía no
sea objetada por la parte contraria”, con lo cual surgen como requisitos
esenciales para que pueda darse este juramento en primer lugar, el que
una norma expresamente lo permita, de manera que siempre se deberá
analizar la conducencia del medio de prueba sobre le obligado supuesto
de que una disposición lo contemple y, en segundo término, que verse la
aseveración sobre una suma de dinero, pues no se le admite respecto de
otra clase de prestaciones”. (López B., M., 2008, págs. 174-175)

Con el propósito de concretar todo lo referente a la utilización práctica del


juramento estimatorio en el proceso civil escrito, se mencionan las principales
normas donde se encuentra previsto. A) Proceso de rendición provocada de
cuentas, articulo 418 del CPC. B) las ejecuciones de dar o hacer se extienden a
perjuicios moratorios para determinar su valor mensual, articulo 493 ib. C) El
articulo 495 ib. Permite al acreedor de obligaciones de dar diversas a dinero,
hacer o no hacer prescindir de solicitar la prestación en su forma original y
demandar desde un principio los perjuicios estimándolos y especificándolos
bajo juramento si no figuran en el título ejecutivo, en una cantidad como
principal y en otra como tasa de interés mensual, para que se siga la ejecución
por suma líquida de dinero. D) La nulidad del matrimonio civil en el artículo 115

65
del C.C. donde indica que si hubo mala fe en alguno de los dos contrayentes,
tendrá éste obligación de indemnizar al otro todos los perjuicios que le haya
ocasionado. E) En la acción civil del proceso penal, está tipificado este medio
de prueba para determinar la cuantía de la indemnización de los perjuicios.

4.10.2. Trámite y efectos del juramento estimatorio

Como la finalidad de la estimación en sentar una base para que, si es el


caso, se inicie el debate en torno a la suficiencia de la cantidad señalada el
artículo 211 dispone que se debe dar traslado a la contraparte por el término de
cinco días o aquel que una norma especial señale.

Si vencido el plazo nada se manifiesta, se tendrá como probada la suma


indicada, pero el juez conserva la facultad de ordenar de oficio la regulación
“cuando considere que la estimación es notoriamente injusta o sospeche fraude o
colusión” (López B., M., 2008, pág. 176).

La cuantificación debe guardar razonabilidad con el objeto de la litis, de


modo que aun cuando no se presente objeción, el juez debe garantía de
justicia y para tal fin puede disponer la regulación de oficio. Como
consecuencia se determina la inversión automática de la carga de la prueba.

En efecto, La ley estima que la suma jurada será tenida como probatoria
establecida en la hipótesis de no objeción expresada por la parte contraria si,
además el juez no hace uso del poder advertido por estimar que la cuantía
muestra visos de razonabilidad atendido el proceso. Si la parte contraria objeta
es ya carga del que hizo el juramento demostrar que el mismo es acertado,
aseveración que basó en el mismo artículo 211 que permite tener como
probado el hecho sobre el supuesto de que “su cuantía no sea objetada por la
parte contraria”, de modo que si así sucede ya no se podrá tener como probada
las suma estimada y debe quien realizo el juramento probarla por los medios
idóneos.

66
Reafirma lo anterior el artículo 506 del C. de P.C. al señalar que si existió
objeción a los perjuicios estimados en un proceso de ejecución “si no se
acredita la cuantía de los perjuicios el juez declarará extinguida la obligación,
terminada la ejecución en lo referente a aquellos, y continuará por las demás
prestaciones, si fuere el caso”. (López B., M., 2008, pág. 177)

Para prevenir los juramentos estimatorios irresponsables, el articulo 211


adiciona que “Si la cantidad estimada excediere del doble de la que resulte de la
regulación, se condenará a quien la hizo a pagar a la otra parte, a título de multa, una
suma equivalente al diez por ciento de la diferencia” (López B., M., 2008, pág. 177),
con lo que queda claro que tampoco se exige una adecuación al centavo en el
valor estimado sino, tal como lo hemos venido reiterando, razonabilidad en el
mismo para cada evento.

El juramento deferido por la ley. “El artículo 212, prescribe “cuando la ley
autoriza al juez, para pedir el juramento a una de las partes, ésta deberá prestarlo
dentro de la oportunidad para practicar pruebas, en la fecha y hora que se le señale. El
juramento deferido tendrá el valor probatorio que la misma ley le asigne”. (López B.,
M., 2008, pág. 177)

De aquí se emplea esta modalidad de juramento para tener como


probados, pues ese alcance se da a la aseveración pertinente, una serie
de circunstancias que la ley erige como requisito para adelantar
determinadas actuaciones, de manera que bien puede decirse que; “salvo
los casos donde el juramento se toma como requisito para la práctica de otra
prueba (declaración, pericial), y de los eventos donde se establece el juramento
estimatorio, los restantes son casos de juramento deferido por la ley”. (López
B., M., 2008, págs. 177-178)

67
Es decir, todo lo referente a estimar cuantías que es una de las bases
esenciales del estimatorio.

4.10.3. En el Proceso Oral

Con la ley 1395 de 2010 el artículo 211, fue modificado así: “quien
pretenda el reconocimiento de una indemnización, compensación o el pago de
frutos o mejoras, deberá estimarlo razonablemente bajo juramento en la
demanda o petición correspondiente. Dicho juramento hará prueba de su monto
mientras su cuantía no sea objetada por la parte contraria dentro del traslado
respectivo. El juez, de oficio, podrá ordenar la regulación cuando considere que
la estimación es notoriamente injusta o sospeche fraude o colusión. Si la
cantidad estimada excediere del treinta por ciento (30%) de la que resulte en la
regulación, se condenará a quien la hizo a pagar a la otra parte una suma
equivalente al diez por ciento (10%) de la diferencia.

La ley de descongestión 1395 de 2010, alteró la regulación del


juramento estimatorio de dos maneras: exigiendo que las partes lo hagan
en toda demanda o solicitud de reconocimiento de tales derechos,
obligando a que sea serio y razonable conforme al artículo 211 de CPC.”
Haciendo las explicaciones necesarias de los cálculos utilizados que
arrojen la cifra reclamada.

En igual forma, que en el proceso escrito se excluye el juramento


estimatorio como medio para probar perjuicios morales. Cuya
determinación está reservada al arbitrio del juez.

La ley 1395 también, establece límites más estrechos que evitan la


impunidad de quienes hacen cálculos alegres. Ya no quedará impune el
que haga cálculos muy superiores al valor real de lo reclamado. En
cuanto la estimación supere en un treinta por ciento o más el valor real de
los perjuicios, el interesado se expone a perder el diez por ciento (10%)

68
de la diferencia. Ahora la sanción no se aplica a partir del doble, sino con
sólo exceder un treinta (30%) por ciento del valor real que se llegue a
establecer.

La ley 1564 de julio de 2012, modificó la ley 1395 de 2010, en cuanto a la


aplicación de la sanción que pasó de 30% al cincuenta por ciento 50% del
exceso.

La ley 1564, adicionó lo siguiente; Sólo se considerará la objeción que


especifique razonadamente la inexactitud que se le atribuya a la
estimación.

En consecuencia de lo anterior, la estimación razonada del monto


perseguido, se erige como un requisito adicional para la presentación y
admisión de la demanda cuando se reclama indemnización de perjuicios
o el pago de frutos, tal como lo contempla el artículo 75 del CPC.

De no hacerlo, el juez debe inadmitirla, para que corrija, modifique


adicione, Dentro de los cinco (5) días de término. De igual manera la
misma solución se le debe aplicar en la contestación de la demanda en la
que el demandado reclame indemnizaciones o frutos que de no ser
corregido oportunamente el juez debe rechazar la contestación o la
demanda en el caso del demandante.

Una vez presentado el juramento estimatorio con la estimación


razonada exigida, se hace traslado a la parte interesada para que lo
objete, haciendo uso de su derecho de defensa. La objeción, se debe
hacer con seriedad y claridad de tal modo que el juez observe de manera
contundente, en que consiste la inconformidad del objetante.
Si el objetante no logra explicar y/o justificar la estimación que pretende,
el juez deberá tener por no formulada la objeción, y seguir adelante con
la estimación más razonable que se haya aportado al proceso. “El juez,

69
conserva la prerrogativa de evitar el abuso, la colusión o el fraude que pueda
pretenderse por medio de estimaciones excesivas”. (Rojas, 2011, pág. 78,79,
80)

Según la apreciación del tratadista Miguel Enrique Rojas Gómez;

“Si la objeción se formula adecuadamente corresponde a quien hizo la


estimación demostrar el monto estimado, lo que hace aconsejable aportar
la prueba supletoria simultáneamente con el juramento estimatorio para
evitar que la contraparte objete con la esperanza de que no pueda
demostrarse el monto. Aportar la prueba del monto estimado junto con el
juramento estimatorio puede disuadir al potencial objetante, pues de
antemano sabe que la objeción destruye el mérito del juramento pero
deja incólume la prueba supletoria”.

“Conviene destacar que la ausencia de la objeción equivale a aceptar que


el monto estimado es correcto, pero no a reconocer el derecho reclamado
por el adversario. De modo que si el demandado no objeta la estimación
de los perjuicios que alega el demandante es porque acepta que está
correcta, pero eso no quiere decir que acepte su responsabilidad, y por lo
tanto al demandante corresponde demostrar además los elementos
constitutivos de la responsabilidad (el daño, la conducta dañina y el
nexo de causalidad entre ésta y aquél). Así mismo, el hecho de que el
demandante no objete la estimación de las mejoras hechas por el
demandado equivale a aceptar que el valor es correcto, pero no a admitir
la obligación de pagarlas”.

“Por último, es bueno señalar que en tratándose de reclamación de


perjuicios, el juramento estimatorio sólo tiene aplicación respecto del daño
material, mientras la concreción del daño moral está deferida al prudente
juicio del juez”. (Rojas, 2011, pág. 80)

4.11. La Experticia aportada por las partes o la prueba pericial

70
En referencia a el Proceso Escrito

El maestro López Blanco, manifiesta que la prueba pericial es una de las


que presenta mayores problemas en los siguientes términos:

“… debido a la forma anacrónica como se contempla, aspectos que si bien


es cierto atemperaron los decretos 2282 de 1989, 2651 de 1991, ley 446
de 1998 y la ley 794 de 2003, normas que disminuyeron la notoria demora
que implicaba su práctica, no han sacado este destacado medio de prueba
de la situación de postración en que se halla, a la cual además contribuye
la evidente corrupción que existe en algunos de los peritos integrantes de
las listas oficiales, prestos a rendir su dictamen en el sentido que requiera
el mejor postor”. (López, 2008, pág. 239)

En consecuencia la prueba de experticia se encuentra regulada en los


artículos 233 a 243 del Código de Procedimiento Civil y prescribe el primero lo
siguiente “La peritación es procedente para verificar hechos que interesen al
proceso y requieran especiales conocimientos técnicos, científicos y artísticos”
(López, 2008, pág. 240), por tanto si los conocimientos requeridos no precisan
ninguna especialidad de alguno de los tres citados previamente, no es
necesario el auxilio de este medio de prueba con el fin de formar el
convencimiento del juez, en consecuencia, se pueden usar otros medios
probatorios.

Lo anterior está en concordancia con el art 405 de la ley 906 de 2004


que indica de manera similar que. “Procedencia. La prueba pericial es procedente
cuando sea necesario efectuar valoraciones que requieran conocimientos científicos,
técnicos artísticos o especializados”. (López, 2008, pág. 240).

En la búsqueda de la solución práctica, el maestro López Blanco, deja


entrever la necesidad de replantear las bases que fundamentan el desarrollo de
esta prueba.

71
“Pero, por sobre todo se debe resaltar la necesidad de limitar el alcance
de ella, pues el estatuto procesal en no pocas veces pareciera desestimar
el criterio de los jueces al no permitirles emplear sus conocimientos para
efectos de impedir numerosas actuaciones en las que deben acudir a la
prueba pericial, cuando es lo cierto que con exponer su opinión el juez,
cuando el dictamen es apenas un requisito para ciertos trámites, en
especial el del remate, puede impedir el largo y costoso trámite de la
práctica de la pericia, porque al fin y al cabo solo se trata de tener un valor
como referencia, aspecto que adelante se analiza con detalle”. (López,
2008, pág. 239-240)

Continúa diciendo el Dr. López Blanco, que surge un problema


particularmente delicado cuando el juez, es persona versada en alguno de los
campos mencionados debido a que a más de conocedor en el aspecto jurídico
es un experto en ciertos aspectos técnicos. De otro lado, el profesor Jairo Parra
Quijano, argumenta:

“Si se necesitara de un dictamen pericial sobre un tema en el cual el juez


se encontrare especialmente capacitado, de todas manera habría que
practicar la prueba, pues lo contrario, esto es, que el funcionario se
atuviese a sus propios conocimientos, por profundos que sean, sería tanto
como sin necesidad de testimonios, documentos etc., tuviera acreditados
determinados hechos; los conocimientos del juez le servirán para valorar
en mejor forma la prueba, al igual que cuando conoce personalmente los
hechos para evaluar el testimonio. (Parra Quijano. Jairo, Manual de
derecho Probatorio”, Ed. ABC, Bogotá, 8ª ed., pág. 401. Citado por
López, 2008, pág. 240)

En tal sentido es fundamental atemperar tan radical posición y abrir la


posibilidad para que en ciertos eventos donde el dictamen pericial más que
medio de prueba, es un requisito formal dentro de algunos procesos, se le
permita al juez, tal como ya existen antecedentes, aplicar su conocimiento

72
privado, obviamente, con la posibilidad de discusión de su opinión respecto de
las parte en el proceso.

El producto del dictamen pericial al que llega el experto, es plasmado en un


documento escrito o en acta (que también es escrita) donde se deja constancia
de la opinión del perito.

Por ese motivo sostiene el profesor Jairo Parra “…. Existen eventos,
numerosos por cierto, donde realmente la experticia no tiene la finalidad de ser medio
de prueba por no estar destinado a la valoración y análisis por parte del juez en orden
a formar su convencimiento y decidir en una providencia dado que se erige en un
requisito de procedibilidad de determinadas actuaciones, tal como acontece dentro de
las diligencias de remate en los diversos procesos donde se puede llevar a efecto el
mismo (ejecutivos, sucesiones, venta de bienes de menores, divisorios”. (Parra
Quijano. Jairo, Manual de derecho Probatorio, Ed. ABC, Bogotá, 8ª ed., pág.
401. Citado por López, 2008, pág. 240)

Al observar

“… el avalúo de los bienes a rematar, que se hace mediante dictamen


pericial, salvo casos exceptuados por la ley (bienes que cotizan en bolsa,
inmuebles y automotores), implica la producción de un dictamen que no
está destinado a ser apreciado por el juez, tanto así que ni siquiera puede
de oficio pronunciarse acerca del mismo dado que se deja al interés
exclusivo de las partes a realizar las objeciones que estimen pertinentes,
de manera que una vez surtida su contradicción, se impone como ley del
proceso, lo cual prueba que no se toma el mismo dictamen medio de
prueba, sino como se le ha denominado, dictamen requisito.

El proceso ejecutivo en cualquiera de sus modalidades, en donde para


poder llevar a efecto el remate es requisito que los bienes objeto del
mismo se hallen avaluados, de manera que se surte todo el protocolo
propio de la prueba pericial, para obtener, luego un lapso relativamente

73
largo y el pago de honorarios de consideración, un valor asignado al bien
a subastar. (López, 2008, pág. 241-242)

Ya que si las partes nada objetan o, si lo hacen y se decide la objeción,


queda establecida una suma que resulta imperativa para el juez; mal puede
este hacer el análisis de la prueba y determinar si acepta o no sus
fundamentos, debido a que no está dada esta modalidad de pericia para
efectos de formar su convencimiento, sino establecer un requisito de
procedibilidad del remate, dado que ese valor será la base para hacer postura y
determinará el porcentaje que debe depositar quien va a realizar la oferta.

Si se trae a colación, el artículo 838 del Estatuto Tributario, donde se


advierte que:

“El avalúo de los bienes embargados, lo hará la administración teniendo


en cuenta el valor comercial de estos y lo notificará personalmente o por
correo”, adicionando que “si el deudor no estuviere de acuerdo podrá
solicitar dentro de los diez días siguientes a la notificación, un nuevo
avalúo con la intervención de un perito particular designado por la
administración, caso en el cual le deberá cancelar los honorarios. Contra
este avalúo no procede recurso alguno”. (López, 2008, pág. 243)

Existe hipótesis diferente ;“donde el dictamen pericial realmente es un medio de


prueba, es decir, está destinado a servir como ayuda para el cabal convencimiento del
juez; en este evento es claro que así el juez sea un experto en la materia, no se
puede prescindir de la prueba porque sería permitir que el conocimiento privado y
especializado del juez fuera suficiente, lo que impediría la adecuada contradicción y
violaría la regla acerca de que las decisiones de fondo deben estar soportadas en
pruebas y éstas son por excelencia medios externos a quien toma la decisión”.
(López, 2008, pág. 243).

74
4.12. Número de dictámenes periciales admisibles en un proceso

El inciso segundo del artículo 233 del C.P.C es la disposición que se


ocupa del tema al señalar que La peritación es procedente para verificar
hechos que interesen al proceso y requieran especiales conocimientos
científicos, técnicos o artísticos.

“… sobre un mismo punto no se podrá decretar en el curso del proceso,


sino un dictamen pericial, salvo en el incidente de objeciones al mismo en
el que podrá decretarse otro. Tampoco de decretará el dictamen cuando
exista uno que verse sobre los mismos puntos, practicados fuera del
proceso con audiencia de las partes. Con todo, cuando el tribunal o el
juez, considere que el dictamen no es suficiente, ordenará de oficio la
práctica de otros con distintos peritos, si se trata de una prueba necesaria
para su decisión, norma que como se observa de su lectura
desapercibida, por el propósito de que tan sólo exista una experticia
respecto del mismo tema, pero que al ser desarrollada otorga a las partes
y al mismo juez las herramientas necesarias para dilatar por años un
proceso en procura de la práctica de la pericia”.

“Ciertamente, en principio, sólo una será las experticia respecto de unos


mismos puntos, pero como el mismo es susceptible de ser objetado, es lo
usual que dentro de las pruebas que se pidan para la objeción esté la de
un nuevo dictamen que se pidan sobre los mismos puntos, con lo cual ya
tenemos dos que fácilmente se convierten en tres si el juez considera que
de los ya practicados no surge la claridad requerida y decreta el tercero
que la ley ha previsto”.
“Si se tiene en cuenta que aún con la práctica de un único dictamen es
temporalmente imposible completar la prueba dentro de los términos
probatorios señalados para los distintos procesos, fácil es interferir la
paralización de la actuación que se genera cuando son dos o incluso tres
las experticias, pues siempre se deberá posesionar a los peritos,
otorgarles plazo para rendir su informe y surtirse la contradicción de la
prueba, de manera que no es exagerado señalar que uno de los
problemas centrales de la morosidad judicial en Colombia está en el

75
trámite de la prueba pericial, pues so pretexto de que se halla pendiente
es que se alude el perentorio mandato contenido en el artículo 184 del
C.P.C. que establece la preclusión objetiva de los términos probatorios”.
(López, 2008, pág. 244-245)

La ley 446 de 1998, prescribe que “cualquiera de las partes, en las


oportunidades procesales para solicitar pruebas, podrá presentar experticias
emitidas por instituciones profesionales o especializadas. De existir
contradicción entre varios de ellos el juez procederá a decretar el peritazgo
correspondiente, con lo que se evitan, dos experticias”. (López, 2008, pág.
245)

4.12.1. Impedimentos y recusaciones

Artículo 235. Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 108. Los
peritos están impedidos y son recusables por las mismas causales que los
jueces. El perito en quien concurra alguna causal de impedimento deberá
manifestarla antes de su posesión y el juez procederá a reemplazarlo.

Dentro de los tres días siguientes a la notificación del auto que designe los
peritos las partes podrán recusarlo por escrito en el que pedirán las pruebas
que para tal fin estimen procedentes. El escrito quedará en la secretaria a
disposición del perito y de la otra parte, hasta la fecha señalada para la
diligencia de posesión, término en el cual podrán solicitar pruebas
relacionadas con la recusación.

Si antes de tomar posesión el perito acepta la causal alegada por el


recusante o manifiesta otra prevista por la ley, se procederá a reemplazarlo y a
fijar nueva fecha y hora para la diligencia de posesión. En caso contrario se
decretarán las pruebas, que deberán practicarse dentro de los cinco días
siguientes. Si el término probatorio de la instancia o del incidente en el cual se
decretó la peritación hubiere vencido o fuere insuficiente, el juez concederá uno
adicional que no podrá exceder del indicado, y resolverá sobre la acusación.

76
En el auto que acepta la recusación se designará el nuevo perito y se fijará
fecha y hora para la diligencia de posesión, a la que deberá concurrir el otro
perito, si la peritación fuere plural.

Siempre que se declare probada la recusación se sancionará al perito con


una multa de dos a cinco salarios mínimos mensuales; en caso contrario, ésta
se impondrá al recusante.

El proceso arbitral presenta una posibilidad más clara, teniendo en cuenta


la facultad que tienen las partes de precisar algunas reglas del procedimiento a
seguir.

Aunque la costumbre había sido, que el perito era una persona natural, la
ley 446 de 1998 en su artículo 3 reafirma la posibilidad de que esta labor la
desempeñen personas jurídicas “bajo cuya responsabilidad corre encargar
personas naturales que a nombre de la entidad rindan la experticia”. (López, 2008,
pág. 246)

Tal como lo indica en su parágrafo:

“… en las cabeceras de distrito judicial y ciudades de más de doscientos


mil habitantes, solamente podrán designarse como auxiliares de la justicia
personas jurídicas o naturales que obtengan licencia expedida por la
autoridad competente, de conformidad con la reglamentación que sobre el
particular realice el consejo Superior de la Judicatura”. (López, 2008,
pág. 246-247)

En cuanto a la designación del perito, el parágrafo del artículo 2 de la ley


446 de 1998, establece un poder exclusivo al juez y lo limita a usar “las listas
de auxiliares de la justicia que serán obligatorias para los magistrados, jueces e
inspectores y en ningún caso pueden ser nombrados auxiliares que no figuren

77
en las mismas, so pena de incurrir en falta disciplinaria”, “de manera que,
infortunadamente, no se permite a las partes que presenten nombres de común
acuerdo” (López, 2008, pág. 247). Sin embargo; el artículo 162 de la misma ley,
autoriza a las partes para, por fuera del proceso,

“… designar de común acuerdo peritos y presentar la experticia al


despacho, que no es lo mismo que de consuno proponer al juez nombres
para que éste lo designe y se rinda la experticia dentro del proceso,
posibilidad a la cual no se ve obstáculo alguno, salvo la miopía legislativa,
para que se la consagre”. (López, 2008, pág. 247)

4.13. Petición, El Decreto De La Prueba Y Posesión De Los Peritos

El artículo 236. Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 109. Para
la petición, el decreto de la prueba y la posesión de los peritos, se observarán
las siguientes reglas:

1. La parte que solicite un dictamen pericial determinará concretamente las


cuestiones sobre las cuales debe versar, sin que sean admisibles puntos de
derecho.

2. El juez resolverá sobre la procedencia del dictamen, y si lo decreta


determinará los puntos que han de ser objeto del mismo, de acuerdo con el
cuestionario de las partes y el qué de oficio considere conveniente formular.
En el mismo auto hará designación de los peritos, y fijará día y hora, que no
podrá ser antes de la ejecutoria de aquél, para que tomen posesión. Si el
dictamen no fuere concurrente con una inspección judicial, en el auto de su
posesión los peritos convendrán fecha y hora para iniciar el examen de las
personas o cosas objeto de la prueba, y el juez les señalará término para
rendir el dictamen.

78
3. Los peritos al posesionarse deberán expresar bajo juramento que no se
encuentran impedidos; prometerán desempeñar bien y fielmente los deberes
de su cargo, y manifestarán que tienen los conocimientos necesarios para
rendir el dictamen. El juez podrá disponer que la diligencia de posesión
tenga lugar ante el comisionado.

4. Desde la notificación del auto que decrete el peritaje, hasta la diligencia


de posesión de los peritos y durante ésta, las partes podrán pedir que le
dictamen se extienda a otros puntos relacionados con las cuestiones sobre
las cuales se decretó; y el juez lo ordenará de plano si lo considera si lo
considera procedente, por auto que no tendrá recurso alguno.

5. En la diligencia de posesión podrán los peritos solicitar que se amplíe el


término para rendir el dictamen, y que se le suministre lo necesario para
viáticos y gastos de la pericia. Las anteriores solicitudes serán resueltas allí
mismo; contra la providencia que las decida no habrá recurso alguno.

6. Si dentro del término señalado no se consignare la suma fijada, se


considerará que quien pidió la prueba desiste de ella, a menos que la otra
parte provea lo necesario. Sin embargo, podrá el juez ordenar a los peritos
que rindan el dictamen si lo estima indispensable, aplicando lo dispuesto en
los artículos 388 y 389 para el pago de los gastos.

7. El juez del conocimiento o el comisionado dispondrá lo que considere


conducente para facilitar a los peritos el cumplimiento de su cometido.

79
La ley 446 de 1998 realizó una profunda modificación que nuestros
jueces, al cabo de casi diez años de vigencia de la norma, apenas
empiezan a asimilar. En efecto, el artículo 236 del C.P.C. estaba montado
sobre la base de que en tratándose de los auxiliares de la justicia
denominados peritos era necesario en el auto donde se les designaba
fijar “día y hora, que no podrá ser antes de la ejecutoria de aquél, para
que tomen posesión, formalidad innecesaria que se convirtió en una de
las fuentes generadoras de la demora notable en el desarrollo de la
prueba, pues si llegado el día no concurrían los peritos o tan solo lo hacía
uno de ellos, el cumplido no se podía posesionar pues se interpretaba
que la posesión debía ser conjunta por lo que era menester que de otra
vez se surtiera la formalidad de la fijación de día y hora para la posesión,
de manera que señalaba en otra providencia nueva fecha, con los riesgos
que en esa ocasión sucediera algo similar, lo que paralizaba en esta
etapa, por meses, incluso años, los procesos.

“Las leyes 446 de 1998 y 994 de 2003, reforman el alcance del penúltimo
inciso del artículo 235 del C.P.C., “norma donde se consigna que en caso
de que el perito sea recusado y se acepte la misma, en el auto que se
acepta la recusación se designará el nuevo perito y se fijará fecha y hora
para la diligencia de posesión, a la que deberá concurrir el otro perito, si la
peritación fuere plural. Debe entenderse que en el evento de la recusación
admitida, el juez designa un nuevo perito y se le comunicará en
nombramiento parta que venga a posesionarse en la forma antes
explicada”. (López, 2008, pág. 251-253)

80
4.14. Los gastos de la pericia y los honorarios de los peritos

Existen dos rubros: El primero, se denomina gastos de la pericia. Este


consiste en la “suma de todos los costos necesarios y razonables para poder
cumplir con el encargo que se les ha solicitado”, considerando que existen
eventos en los cuales no se incurren en ellos, por tratarse de la directa labor
del experto sin ayuda alguna.

La cantidad de los gastos la señala el juez, a petición de los perito, Por


medio de auto que no admite ningún recurso y en él deberá indicar un plazo
dentro del cual la parte que solicitó la prueba debe entregar la suma respectiva
al experto, so pena de que si incumple con esa carga se entiende desistida la
prueba “a menos que la otra parte provea lo necesario” de no ocurrir lo anterior,
en los términos previstos por la ley se considera desistida la prueba. “Los
peritos tienen el deber de rendir cuenta detallada y soportada de los gastos que
efectuaron”, oportunamente y conforme a la ley.

El segundo, se refiere a los honorarios de los peritos los cuales son la


retribución o pago por la labor profesional desarrollada. Tal como lo regulan el
artículo 239 del C.P.C en la nueva redacción de la ley 794 de 2003, en
concordancia con el 389 del mismo estatuto. También expresa que el auto de
traslado del dictamen se señalara los honorarios del perito de acuerdo con la
tarifa oficial y lo que cada parte deba pagar. En caso de que requieran expertos
de casos muy especializados, el juez podrá señalarles los honorarios sin
limitación alguna, teniendo en cuenta su prestancia y las demás circunstancias
del caso.

Hoy, el honorario del perito, es obligatorio hacerlo mediante consignación


en el banco agrario, o la entidad que haga sus veces.

El perito, solo puede recibir las sumas consignadas por sus honorarios,
cuando el plazo para las aclaraciones o complementaciones haya vencido y no

81
existan objeciones por error grave. Si existieren aclaraciones o
complementaciones, Tan solo una vez presentadas las mismas por los
expertos es cuando se produce el pago. Lo anterior, se convierte en una
motivación al experto, para hacer su labor con celeridad y no dilación, o se
cumplan o se dejen de cumplir porque ya se han recibido los honorarios como
efectivamente sucede en algunos casos actualmente. Cuando existiere
objeción por error grave. Sólo se le consigna al perito cuanto este se resuelva.
En tal caso se pierde la motivación pues se congela el pago hasta que se
produzca la sentencia, que puede tardar años.

“Si la parte deudora no cancela, reembolsa o consigna los honorarios en la


oportunidad indicada en el artículo 388, el acreedor podrá formular demanda
ejecutiva ante el juez de primera instancia, la cual se terminará en la forma
regulada por el artículo 508”. (López, 2008, pág. 262)

“La objeción realizada por cualquiera de las partes sin consignar los honorarios
de los peritos no da lugar a que se deje de tramitar la misma tal como lo ordena
la ley”. (López, 2008, pág. 262)

Ahora, el pago se hace mediante consignación a la cuenta del juzgado, sin


necesidad de auto que lo disponga.

La práctica de la prueba pericial. Artículo 237. En la práctica de peritación


se procederá a si:

1. Cuando la peritación concurra con inspección judicial, ambas se iniciarán


simultáneamente.

2. Los peritos examinarán conjuntamente las personas o cosas objeto del dictamen
y realizarán personalmente los experimentos e investigaciones que consideren
necesarios, sin perjuicio de que puedan utilizar auxiliares o solicitar por su cuenta el
concurso de otros técnicos, bajo su dirección y responsabilidad; en todo caso
expondrán su concepto sobre los puntos materia del dictamen.

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3. Cuando en el artículo de su investigación los peritos reciban información de
terceros que consideren útiles para el dictamen, lo harán constar en éste, y si el
juez estima necesario recibir los testimonios de aquellos, lo dispondrá así en las
oportunidades señaladas en el artículo 180.

4. El juez, las partes y los apoderados podrán hacer a los peritos las observaciones
que estimen convenientes y presenciar los exámenes y experimentos, pero no
intervenir en ellos ni en las deliberaciones.

5. Los peritos podrán por una sola vez, pedir prórroga del término para rendir el
dictamen. El que se rinda fuera del término valdrá siempre que no se hubiere
proferido el auto que reemplace al perito. Los peritos principales deliberarán entre sí
y rendirán el dictamen dentro del término señalado. El perito tercero emitirá su
concepto, en la oportunidad que el juez le fije sobre los puntos en que discrepen los
principales.

6. El dictamen debe ser claro, preciso y detallado; en él se explicarán los


exámenes, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de las conclusiones.

La labor del perito es principal, aunque utilice ayuda. A pesar de que las
normas contemplan la posibilidad que el juez y las partes hagan las
observaciones que estimen conveniente durante el examen, en la práctica,
solo lo pueden hacer a través de la contradicción de la experticia. Quiere decir,
cuando ya se ha terminado el trabajo.

Lo dicho antes exige el rigor profesional, porque los fundamentos y


explicaciones deben ser soportados adecuadamente, “por ser ellas las bases que
tienen las partes y el juez para evaluar la prueba y son tales aspectos, más que las
conclusiones, guías centrales para solicitar complementaciones, aclaraciones u objetar
por error grave el dictamen”. (López, 2008, pág. 266).

83
Si durante el desarrollo de la investigación el perito recibe información de
terceros que considere útiles para su dictamen, lo hace constar en éste y
queda a criterio del juez recibir testimonios de aquéllos, de acuerdo con las
oportunidades que otorga el artículo 180.

Por tal razón el perito no puede citar nombres de personas que puedan
declarar dentro del proceso, sino personas que les han suministrado
información importante para su experticia.

4.15. La contradicción del dictamen pericial

Artículo 238. Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 110. Para la
contradicción de la pericia se procederá así:

1. Del dictamen se correrá traslado a las partes por tres días, durante los
cuales podrán pedir que se complemente o aclare, u objetarlo por error
grave.

2. Si lo considera procedente, el accederá a la solicitud de aclaración o


adición del dictamen, y fijará a los peritos un término prudencial para ello,
que no podrá exceder de diez días.

3. Si durante el traslado se pide complementación o aclaración del dictamen,


y además se le objeta, no se dará curso a la objeción sino después de
producidas aquéllas, si fueren ordenadas.

4. De la aclaración o complementación se dará traslado a las partes por tres


días, durante los cuales podrá objetar el dictamen, por error grave que haya
sido determinante de las conclusiones a que hubieren llegado los peritos o
porque el error se haya originado en éstas.

84
5. En el escrito de objeción se precisará el error y se pedirán las pruebas
para demostrarlo.

De aquél se dará traslado a las demás partes en la forma indicada en el


artículo 108, por tres días, dentro de los cuales podrán éstas pedir pruebas.
El juez decretará las que considere necesarias para resolver sobre la
existencia del error, y concederá el término de diez para practicarlas. El
dictamen rendido como prueba dela objeciones no es objetable, pero dentro
del término del traslado las partes podrán pedir que se complemente o
aclare.

6. La objeción se decidirá en la sentencia o en el auto que resuelva el


incidente dentro del cual se practicó el dictamen, salvo que la ley disponga
otra cosa; el juez podrá acoger como definitivo el practicado para probar la
objeción o decretar de oficio uno nuevo con distintos peritos, que será
inobjetable, pero del cual se dará traslado para que las partes puedan pedir
que se complemente o aclare.

7. Las partes podrán asesorarse de expertos, cuyos informes serán tenidos


en cuenta por el juez, como alegaciones de ellas.

Un ejemplo de la “situación caótica que presenta la actual regulación de la


prueba pericial”, lo podemos ver si “se trata de lograr la prueba dentro de un
proceso ordinario donde el plazo para practicarlas es de cuarenta días
ampliable hasta en otro tanto, es decir, el máximo legal de ochenta días”.
“abierto el proceso a pruebas se decreta la pericia lo que implica que no antes
de ejecutoriado el auto, o sea tres días hábiles, no se remite la comunicación al
perito quien tiene cinco para posesionarse a partir del recibo de la
comunicación que le informa de su designación. Entonces, “el más sencillo de
los experticios y sobre el supuesto de riguroso cumplimiento de los términos
puede completar por lo menos 53 días hábiles.

85
La objeción por error grave. Artículos 238 y 241del C.P.C

“No puede existir error grave si no se acompaña de pruebas y también,


que si éstas se piden, necesariamente sea menester otro dictamen
pericial, pues por otros medios probatorios, o incluso, reitero,
exclusivamente con argumentaciones es posible lograr la finalidad
perseguida”. Puede decretarse la producción de un nuevo dictamen por
error grave, pero no es objetable, “de ahí que la ley previó el traslado pero
sólo con fines de aclaración y complementación. Las partes pueden
referirse al contenido del segundo dictamen, pero solo para que el juez las
considere al decidir sobre la objeción por error grave respecto del primer
dictamen”. Cuando prospera la objeción por error grave el segundo
dictamen puede sustituir el primero. Al concordar los dos dictámenes en lo
esencial, “el juez puede apoyarse en los dos para efectos de tomar la
decisión pertinente y, se sobreentiende, en esta hipótesis se requiere,
además, declarar no probada la objeción por error grave”.

“Se advierte que siempre la prueba pericial tiene como finalidad ayudar a
formar el criterio del juez respecto de ciertos puntos que se controvierten
dentro de un debate judicial, pero que no tiene carácter imperativo para la
decisión a tomar, que bien pueden apartarse de las del perito, sin que esa
circunstancia conlleve que aquel haya incurrido en error grave, pues no se
puede perder de vista que la decisión final, basada en el análisis de los
elementos probatorios y critica de ellos, corresponde exclusivamente al
juez”. (López, 2008, pág. 273-274)

4.16. Honorarios del perito.

Artículo 239. Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 111.
Modificado ley 794 de 2003 art. 25. En el auto de traslado del dictamen se
señalarán los honorarios del perito de acuerdo con la tarifa oficial y lo que
de ellos deba pagar cada parte. En el caso de que se requieran expertos de

86
conocimientos muy especializados, el juez podrá señalarles los honorarios
sin limitación alguna, teniendo en cuenta su prestancia y las demás
circunstancias del caso.

Antes del vencimiento del traslado de objeciones, el objetante el objetante


deberá presentar al juzgado los títulos de los depósitos judiciales, los
cuales se le entregarán al perito sin necesidad de auto que lo ordene, una
vez cumplida la aclaración o complementación ordenada y siempre y
cuando no prospere alguna objeción que deje sin mérito el dictamen.

Aclaración, adición y ampliación del dictamen por iniciativa del juez. Artículo
240, del CPC. El juez podrá ordenar a los peritos que aclaren, completen o
amplíen el dictamen, en las oportunidades señaladas en el artículo 180 para lo
cual le fijará un término no mayor de diez días.

Apreciación del dictamen. Artículo 241, del CPC. Al apreciar el dictamen se


tendrá en cuenta la firmeza, precisión y calidad de sus fundamentos, la
competencia de los peritos y los demás elementos probatorios que obren en el
proceso.

Si se hubiere practicado un segundo dictamen, éste no sustituirá al primero,


pero se estimará conjuntamente con el él, excepto cuando prospere objeción
por error grave.

Deber de colaboración de las partes

Artículo 242, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 112. Las
partes tienen el deber de colaborar con los peritos, de facilitarles los datos, las
cosas y el acceso a los lugares que ellos consideren necesarios para el
desempeño de su cargo; si alguno no lo hiciere se hará constar así en el

87
dictamen y el juez apreciará tal conducta como indicio en su contra, sin
perjuicio de lo dispuesto en el numeral 1º del artículo 39.

Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, los peritos lo


informarán al juez, quien le ordenará facilitar la peritación; si no lo hiciere, la
condenará a pagar honorarios a los peritos y multa de cinco a diez salarios
mínimos mensuales. Tal conducta se apreciará como indicio en su contra.

Los informes técnicos y las peritaciones de entidades y dependencias


oficiales. El artículo 243 del C.P.C Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º,
mod. 113 señala

“Los jueces podrán solicitar, de oficio o a petición de parte, informes


técnicos o científicos sobre avalúos y otros hechos de interés para el
proceso, a los médicos legistas, a la Policía Judicial, al Instituto Geográfico
“Agustín Codazzi” y en general a las dependencias oficiales que
dispongan de personal especializado, y a las que tengan el carácter de
consultoras del gobierno” adiciona el inciso segundo que: “Tales informes
deberán ser motivados y rendirse bajo juramento, que se entenderá
prestado por el solo hecho de la firma, y se pondrán en conocimiento de
las partes por el término de tres días para que puedan pedir que se
complementen o aclaren”.

“El articulo 243 delimitó en forma precisa el campo de esos dos medios
probatorios, “con lo cual cobra fuerza nuestra tesis reiterada en el sentido
de que los informes no pueden confundirse con la prueba pericial, porque
no reúnen los requisitos mínimos esenciales de ésta”. (Suárez,
Hernández Daniel, Reformas al Régimen probatorio según el
decreto 2282 de 1989, articulo publicado en el Código de
Procedimiento Civil, Ed. U. Externado de Colombia, Bogotá, 1991,
4ª. Edición, páginas 560 a 562. Citado por López, 2008, pág. 282-
283)

88
4.17. La prueba por informes de entidades privadas.

El artículo 278 del C.P.C. dispone:

“Informes de bancos e instituciones de crédito. Los informes de bancos e


instituciones de crédito establecidos en el país, sobre operaciones
comprendidas dentro el género de negocios para los cuales estén
legalmente autorizados y que aparezcan registradas en sus libros o
consten en sus archivos, se considerarán expedidos bajo juramento y se
apreciarán por el juez de acuerdo con las reglas de la sana critica”.
(López, 2008, pág. 287)

La prueba pericial a cargo de las entidades oficiales. El artículo 243 inciso 3


señala que

“También podrá el juez utilizar los servicios de dichas entidades y


dependencias oficiales para peritaciones que versen sobre materias
propias de la actividad de aquéllas, con tal fin las decretará y ordenará
librar el oficio respectivo para que el director de las mismas designe el
funcionario o los funcionarios que deben rendir el dictamen, de lo cual se
dejará constancia escrita”. (López, 2008, pág. 287)

Adicionalmente también dispone

“… antes de que el dictamen sea rendido, el director de la entidad o


dependencia oficial podrá solicitar al juez que se suministre a aquélla el
dinero necesario para los viáticos, transporte y demás costos de la pericia,
si fuere el caso”, suma que una vez transcurridos tres días de estar en
firme el auto que la señala, debe ser consignada a órdenes de la entidad
respectiva por la parte o partes obligadas a hacerlo y si así no sucede “se
prescindirá de la prueba”. (López, 2008, pág. 287)

4.18. En el Proceso Oral.

89
La ley 1395 de 2010, modificó de manera importante el procedimiento de
aplicación de este medio de prueba contenido en el decreto 2651 de 1991, y
las leyes 446 de 1998 y 794 de 2003, pretendiendo hacer mucho más sencillo,
rápido y práctico la aplicación de este recurso. “A dicho propósito lo que hace la
ley 1395 de descongestión no es otra cosa que garantizar la eficacia de la experticia
aportado por cada una de las partes”. (Rojas, 2011, 75)

Esta ley, “introduce una regulación que envuelve un mecanismo serio para
controvertirlo, y de esa manera asegura su utilidad como elemento de prueba en el
proceso” (Rojas, 2011, 75).

También prevé la ley de descongestión:

“… que si una de las partes aporta una experticia en el traslado respectivo


el adversario puede pedir que se cite al perito a la audiencia para
interrogarlo allí, iniciativa que también corresponde al juez, si lo considera
necesario. Sólo si el adversario de quien aporta la experticia guarda
silencio dentro del respectivo traslado y el juez no ve necesario someter al
perito a interrogatorio, se omite la audiencia y se entiende debidamente
controvertido la experticia, lo que significa que tendrá la eficacia probatoria
que corresponda a su contenido, pues superado el escrutinio de la
contradicción de la prueba debe ser valorada por el juez a la hora de
decidir el litigio”. (Rojas, 2011, pág. 75)

Adicionalmente, la ley de descongestión, en la búsqueda de garantía


efectiva y elevar la confianza sobre la experticia como medio de prueba y
facilitar su contradicción, hace algunas exigencias formales tales como: “La
experticia debe ser emitido por perito idóneo, acompañado de documentos que
acrediten su formación académica y su experiencia, suministrar información suficiente
donde se pueda localizar, y facilitar el conocimiento a las partes de su “solvencia
profesional y moral”. (Rojas, 2011, pág. 75-76)

90
Un importante cambio, de este medio de prueba realizado por la ley 1395, es
la obligatoria presencia del perito en la eventual audiencia, para que la
experticia tenga eficacia probatoria. Por lo tanto,

“… de ser convocada la audiencia, para interrogar al perito la parte que


aportó la experticia tiene la carga de lograr que aquél asista, pues aunque
el juzgado tiene el deber de citarlo, la inasistencia del perito dejaría sin
valor la experticia, en perjuicio de quien lo aportó. (Rojas, 2011, pág. 76)

Desaparecen pues toda una serie de mecanismos que hacían dilatar el


proceso inútilmente, tanto para el sistema de justicia como para las partes y en
general para la sociedad, tales como: solicitud de aclaración o de
complementación, mucho menos objeción por error grave. Pues todas esta
preguntas se pueden formular al experto en audiencia. La nueva versión del
artículo 432 del C.P.C “no solo incorpora los experticios regulados en el artículo 116
de la ley de descongestión, sino que además modifica la contradicción del dictamen
ordenado por el juez en el proceso verbal. El juez y las partes oyen el dictamen del
perito y lo interrogan al perito bajo juramento “acerca de su idoneidad y de los
fundamentos de su dictamen.” Art. 432 C.P.C núm. 2 lit. a).

91
4.19. La prueba de interrogatorio o declaración de parte

4.19.1. En el Proceso Escrito

El artículo 194 del C.P.C, prescribe el mecanismo de La Confesión judicial


como herramienta jurídica fundamental en la declaración de parte y la define
así: Confesión judicial es la que se hace a un juez, en ejercicio de sus
funciones; las demás son extrajudiciales.

La confesión judicial puede ser provocada o espontánea. Es provocada la


que hace una parte en virtud del interrogatorio de otra parte o del juez, con las
formalidades establecidas en l ley, y espontánea la que se hace en la demanda
y su contestación o en cualquier otro acto del proceso sin previo interrogatorio.

En el artículo 195, se encuentran los requisitos de la confesión los cuales de


describen a continuación:

1. Que el confesante tenga capacidad para hacerla y poder


dispositivo sobre el derecho que resulte de lo confesado.
2. Que versen sobre hechos que produzcan consecuencias jurídicas
adversas al confesante o que favorezcan la parte contraria.
3. Que recaiga sobre hechos respecto de los cuales la ley no exija
otro medio de prueba.
4. Que sea expresa consciente y libre.
5. Que verse sobre hechos personales del confesante o de que
tenga conocimiento.
6. Que se encuentre debidamente probada, si fuere extrajudicial o
judicial trasladada.

92
El artículo 196 habla de la confesión de litisconsorte y expresa que la
confesión que no provenga de todos los litisconsortes necesarios tendrá el
valor de testimonio de tercero; igual valor tendrá la que haga un litisconsorte
facultativo, respecto de los demás.

El articulo 197 modificado. Decr. 2282 de 1989, art 1º, mod. 94, en su
contenido expresa que la Confesión por apoderado judicial valdrá cuando
para hacerla haya recibido autorización de su poderdante, la cual se presume
para la cual se presume para la demanda y las excepciones, las
correspondientes contestaciones y audiencia de que trata el artículo 101.

El artículo 198, habla de la Confesión por representante legal, el gerente


administrador o cualquier otro mandatario de una persona, mientras esté en el
ejercicio de sus funciones, en lo relativo a actos y contratos comprendidos
dentro de sus facultades para obligar al representante o mandante. La
confesión por representante podrá extenderse a los hechos o actos anteriores
a su representación.

El artículo 199, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art 1º, mod. 95. Contiene
la norma sobre Declaraciones e informes de representantes de la Nación y
otras entidades públicas.

Ya que No vale la confesión espontánea de los representantes


judiciales de la nación, departamentos, las intendencias, las comisarias,
los distritos especiales, los municipios y los establecimientos públicos.

Tampoco podrá provocarse confesión mediante interrogatorio de


dichos representantes, ni de las personas que lleven la representación
administrativa de dichas entidades.

93
Sin embargo, podrá pedirse que el representante administrativo de la
entidad rinda informe escrito bajo juramento, sobre los hechos debatidos
que a ella conciernan, determinados en la solicitud. El juez ordenará
rendir el informe dentro del término que señale, con la advertencia de que
si no se remite en oportunidad sin motivo justificado o no se rinde en
forma explícita, se impondrá al responsable una multa de cinco a diez
salarios mínimos mensuales.

El artículo 200, habla de la indivisibilidad de la confesión y la divisibilidad


de la declaración de parte. La confesión deberá aceptarse con las
modificaciones, aclaraciones y explicaciones concernientes al hecho
confesado, excepto cuando exista prueba que la desvirtúe.

Cuando la declaración de parte comprenda hechos distintos que no guarden


intima confesión con el confesado, aquellos se apreciarán separadamente.

El artículo 201, Trata de la Información de la confesión. Toda confesión


admite prueba en contrario.

El artículo 202, Trata del Interrogatorio y careos de las partes por


decreto oficioso. El juez o magistrado podrá citar las partes, en las
oportunidades que se indican en el artículo 180, para que concurran
personalmente a observar bajo juramento, el interrogatorio que estime
procedente formular en relación con hechos que interesen al proceso.

La citación se hará en la forma establecida en el artículo 205; la renuncia a


concurrir, el negarse a responder y la respuesta evasiva, serán apreciados por
el juez como indicios en contra del renuente.

94
Podrán también decretarse de oficio en las mismas oportunidades, careos
de las partes entre sí.

El artículo 203, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art.1º, mod. 96.


Interrogatorio a instancia de parte. Dentro de la oportunidad para solicitar
pruebas en la primera instancia, cualquiera de las partes podrá pedir la citación
de la contraria, a fin de interrogarla sobre hechos relacionados con el proceso.
En la segunda instancia el interrogatorio sólo podrá pedirse en los casos
señalados en el artículo 361 del C.P.C.

Cuando una persona jurídica tenga varios representantes o mandatarios


generales podrá citarse a todos para el interrogatorio, y cualquiera de ellos
deberá concurrir a absolverlo, aunque no esté facultado para obrar
separadamente.

Cuando se trata de incidentes y diligencias de entrega o secuestro de


bienes, podrá decretarse de oficio o a solicitud del interesado el interrogatorio
de las partes y de los opositores que se encuentren presentes, en relación con
los hechos objeto del incidente o de la diligencia, aun cuando hayan absuelto
otro en el proceso.

Si se trata de terceros que no estuvieron presentes en la diligencia y se


opusieron por intermedio de apoderado, el auto que lo decrete quedará
notificado en estrados, no tendrá recurso alguno, y en él se ordenará que las
personas que deben absolverlo comparezcan al juzgado en el día y la hora que
se señalen; la diligencia sólo se suspenderá una vez se hayan practicado las
demás pruebas que fueren procedentes.

Practicado el interrogatorio o frustrado éste por la no comparecencia del


citado, se reanudará la diligencia; en el segundo caso se tendrá por cierto que
el opositor no es poseedor.

95
El artículo 204, contiene el Decreto de interrogatorio. En el auto que
decreta el interrogatorio se señalará la fecha y hora para la audiencia pública,
quien deberá concurrir a ella personalmente.

Cuando se trate de personas que por enfermedad no pueda comparecer al


despacho judicial, se le prevendrá para que permanezca en su habitación el día
y hora señalados. Si se trata de personas de las mencionadas en el artículo
222, la audiencia se realizará en su despacho.

Se procurará practicar el interrogatorio de todas las partes en la misma


audiencia.

El artículo 205, Modificado. Decr. 2282 de 1989. Art. 1º, mod. 97. Prescribe
Citación de parte y de terceros a interrogatorio. El auto que decrete el
interrogatorio anticipado de parte se notificará a ésta personalmente; el de
interrogatorio en el curso del proceso se notificará por estado.

El artículo 206, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º. Mod. 98. Traslado
de la parte a la sede del juzgado. Cuando la parte citada reside en lugar
distinto a la sede del juzgado, tanto ella como la otra podrán solicitar en el
mismo escrito en que se pida la prueba o dentro de la ejecutoria de la
providencia que se decrete, que se practique ante el juez que conoce el
proceso y así se dispondrá siempre que quien formule esta solicitud consigne,
dentro de dicha ejecutoria, el valor que el juez señale para gastos de transporte
y permanencia. Contra tal decisión no habrá recurso alguno.

Artículo 207, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º. Mod. 99. Modificado.
Ley 794 de 2003, art. 20.

“Requisitos del interrogatorio de parte. El interrogatorio será oral, si la


parte que lo solicita concurre a la audiencia; en caso contrario, el
peticionario deberá formularlo por escrito en pliego abierto o cerrado, que
podrá acompañar al memorial en que pida la prueba o presentarlo antes

96
de la fecha señalada para interrogatorio. Si el pliego está cerrado, el juez
lo abrirá al iniciarse la diligencia. Previamente a la práctica del
interrogatorio el juez calificará las preguntas formuladas en el pliego, de
conformidad con los requisitos que señala el artículo 195 de este código,
dejando constancia de ello en el acta”.

De la misma forma, cuando ésta deba practicarse por comisionado, el


comitente lo abrirá, calificará las preguntas y volverá a cerrarlo antes de su
remisión.

La parte que solicita la prueba podrá exceder de veinte preguntas; sin


embargo, el juez el juez podrá adicionarlo con las que estime
convenientes para aclarar la exposición del interrogatorio anterior cuya
copia obre en el expediente, las manifestaciones superfluas y las que no
cumplen con los requisitos del artículo 195 de este código. Estas
decisiones no tendrán recurso alguno.

Las preguntas relativas a hechos que impliquen responsabilidad penal, se


formularan por el juez sin juramento, con la prevención al interrogado de
que no está en el deber de responderlas.

Cada pregunta deberá referirse a un solo hecho; si contiene varios, el


juez, la dividirá de modo que la respuesta se dé por separado en relación
con cada una de ellos y la división se tendrá en cuenta para los efectos del
límite señalado en el inciso tercero. Las preguntas podrán ser o no
asertivas”.

El artículo 208, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º. Mod. 100
modificado. Ley 794 de 2003, art. 21.

“Práctica del interrogatorio. A la audiencia podrán concurrir los


apoderados; en ella no se admitirán alegaciones ni debates.

El juez, de oficio o a petición de una de las partes, podrá interrogar a las


demás que se encuentren presentes, si lo considera conveniente.

97
Antes de iniciarse el interrogatorio, se recibirá al interrogado juramento de
no faltar a la verdad.

Si el interrogado manifestare que no entiende la pregunta, el juez le dará


las explicaciones a que hubiere lugar.

La parte podrá presentar documentos relacionados con los hechos sobre


los cuales declara, los que se agregarán el expediente y se darán el
traslado común por tres días, sin necesidad de auto que lo ordene.

Cuando la pregunta fuere asertiva, la contestación deberá darse diciendo


si es o no cierto el hecho preguntado, pero el interrogado podrá
adicionarla con expresiones atinentes a aquel hecho. La pregunta no
asertiva deberá responderse concretamente y sin evasivas. El juez podrá
pedir explicaciones sobre le sentido y los alcances de las respuestas.

Si el interrogado se negare a contestar o diere respuestas evasivas o


inconducentes, el juez lo amonestará para que responda o para que lo
haga explícitamente con prevención sobre los efectos de su renuencia.

De todo lo ocurrido en la audiencia se dejará testimonio en el acta, que


será firmada por el juez, los apoderados y las partes que hubieren
intervenido; si aquellos y éstas no pudieren o no quisieran firmar, se dejará
constancia del hecho.

En el acta se copiarán las preguntas que no consten por escrito y todas


las respuestas, con las palabras textuales que pronuncien las parte y el
juez”.

Artículo 209, Posposición de la audiencia. Si el citado probare siquiera


sumariamente, dentro de los tres días siguientes a aquél en que debía
comparecer, que no pudo concurrir a la diligencia por motivos que el juez
encontrare justificados, se fijará nueva fecha y hora para que aquella tenga
lugar, sin que sea necesaria nueva notificación personal. De este derecho no

98
se podrá hacer uso sino por una sola vez. La resolución que acepte el
aplazamiento no tendrá recurso alguno. (Colombia, C.P.C., Art. 209)

Artículo 210, Modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º. Mod. 101. Modificado.
Ley 794 de 2003, Art 22.

“Confesión ficta o presunta. La no comparecencia del citado a la


audiencia, la renuencia a responder y las respuestas evasivas, se hará
constar en el acta y hará presumir ciertos los hechos susceptibles, de
prueba de confesión sobre los cuales versen las preguntas asertivas
admisibles, contenidas en el interrogatorio escrito.

La misma presunción se deducirá, respecto de los hechos de la demanda


y de las excepciones de mérito, o de sus contestaciones, cuando no
habiendo interrogatorio escrito el citado no comparezca.

En ambos casos, el juez hará constar en el acta cuales son los hechos
susceptibles de confesión contenidos en el interrogatorio escrito, en la
demanda, las excepciones de mérito, o sus contestaciones, que se
presumen ciertos.

Si las preguntas no fueren asertivas o el hecho no admitiere prueba de


confesión, la no comparecencia, la respuesta evasiva o la negativa a
responder, se apreciarán como indicio grave en contra de la parte citada.

Sin embargo, todo lo dicho en la parte anterior sobre el interrogatorio de


parte y/o declaración de terceros que prescriben las normas del Sistema
de Procedimiento Civil Escrito sufre un cambio muy significativo en la
aplicación de la nueva ley.

99
4.20. En el Proceso Oral

La ley 1395 De 2010, que cambia la aplicación del Sistema de


Procedimiento Civil Oral, haciendo modificaciones sustanciales a las leyes
existentes, en aras de encontrar una respuesta en la aplicación del sistema
judicial pronta, eficiente y eficaz que resuelva el problema de congestión que
sufre el sistema hasta hoy, y, esperamos que con la puesta en marcha de esta
nueva ley, se pueda lograr este objetivo.

En constancia de lo dicho en el párrafo anterior, El artículo 432 del Código


de Procedimiento Civil fue modificado tal como lo prescribe el artículo 25 de la
ley 1395 la cual indica las nuevas reglas que se aplicarán en la actividad
procesal del instrumento jurídico interrogatorio de parte:

1. El juez intentará la conciliación, hará el saneamiento del proceso,


fijará los hechos del litigio, practicara los interrogatorios de parte en la
forma establecida en el artículo 101, (“prescribir…..”) y dará aplicación al
artículo 25 de la ley 1285 de 2009. “describirlo……..”.

2. A continuación decretará las demás pruebas y lo hará de la siguiente


manera: a) Oirá el dictamen del perito designado y lo interrogará bajo
juramento a cerca de su idoneidad y de los fundamentos de su dictamen.
De la misma manera podrán las partes controvertirlo. Si el perito no
concurre, el juez designará inmediatamente su reemplazo para que rinda
dictamen en la fecha de la continuación de la audiencia. En ningún caso
habrá lugar a objeción del dictamen. b) Interrogará a quienes hayan
rendido experticios por las partes y hayan sido citados a la audiencia de
oficio o a solicitud de parte. c) Recibirá las declaraciones de los testigos
que se encuentren presentes y prescindirá de, los demás. d) Decretará la
práctica de inspección judicial cuando la parte que la solicite no pueda
demostrar por medio de una videograbación los hechos sobre los cuales
ha de versar aquélla.

100
3. Concluida la práctica de pruebas el juez oirá hasta por veinte minutos a
cada parte, primero al demandante y luego al demandado.

4. La sentencia se emitirá en la misma audiencia, aunque las partes o sus


apoderados no hayan asistido o se hubieren retirado. Si fuere necesario,
podrá decretarse un receso hasta por dos horas para el pronunciamiento
de la sentencia. En la misma audiencia se resolverá sobre la concesión de
la apelación.
5. La audiencia se registrará mediante un sistema de grabación
electrónica o magnetofónica. En el acta escrita se consignará el nombre
de las personas que intervinieron como partes, apoderados, testigos y
auxiliares de la justicia, los documentos que se hayan presentado, el auto
que suspenda la audiencia y la parte resolutiva de la sentencia. En ningún
caso se hará transcripción del contenido de las grabaciones. Cualquier
interesado podrá pedir la reproducción magnética de las grabaciones,
proporcionando los medios necesarios. En todo caso, de las grabaciones
se dejará duplicado que formará parte del archivo del juzgado.

6. La inasistencia de alguna de las partes hará presumir ciertos los


hechos susceptibles de confesión en que se fundan las pretensiones o las
excepciones, según el caso.

Parágrafo. El juez proferirá sentencia por escrito, sin realizar la audiencia,


cuando por disposición legal la falta de oposición del demandado
determine la emisión inmediata de la sentencia.

Miguel Enrique Rojas Gómez (2011), en su libro Apuntes sobre la ley de


descongestión, conceptúa lo siguiente: “

“Quizás una de las mayores falencias en la práctica de la audiencia


regulada en el artículo 101 del C.P.C, haya sido la de reducir su objeto al
intento de la conciliación, dejando de la lado la práctica del interrogatorio
de parte para una etapa posterior. A ello se suma la posibilidad de que la
inasistencia a la audiencia programada y la subsiguiente excusa hagan
necesario programar otra audiencia.

101
A partir de la ley de descongestión esa práctica tiene que variar, porque a
sabiendas de que solo cuenta con un año para tramitar la instancia, el juez
no puede desperdiciar la oportunidad valiosa que le ofrece la audiencia
para interrogar a las partes y evitar la pérdida de tiempo en la
programación y realización de otra audiencia y los inconvenientes y los
inconvenientes que se presentan para lograr la concurrencia de las partes.
En esa dirección apunta la nueva versión del artículo 432, del C.P.C. (pág.
77)
La trascendencia de esa alteración es evidente. Ahora la ley no deja al
antojo del operador judicial la práctica del interrogatorio en la audiencia
preliminar, sino que se la hace imperativa; y no le ordena simplemente
hacerlo, sino hacerlo en forma exhaustiva, lo que implica que el
interrogatorio sea minucioso y detallado con el propósito de facilitar la
fijación del litigio y descartar la práctica de múltiples testimonios que
pueden devenir superfluos en cuanto las partes se refieran a los hechos
sobre los que podían versar ellos”. (pág. 78)

102
4.21. Pruebas Extraprocesales

4.21.1. Inspección Judicial (En el Proceso Escrito).

Procedencia de la inspección. El artículo 244 del C.P.C., prescribe que para la


verificación o esclarecimiento de hechos materia del proceso podrá ordenarse,
de oficio o a petición de parte, el examen judicial de personas, lugares, cosas o
documentos.

Cuando exista en el proceso una inspección judicial practicada dentro de él o


como medida anticipada con audiencia de todas las partes, no podrá
decretarse otra nueva sobre los mismos puntos, a menos que el juez la
considere conveniente para aclararlos.

El juez podrá negarse a decretar la inspección si considera que para la


verificación de los hechos es suficiente el dictamen de peritos, o que es
innecesaria en virtud de otras pruebas que existen en el proceso; así mismo
podrá aplazar la decisión sobre tal prueba hasta cuando se hayan practicado
las demás que versen sobre los mismos hechos, y en te caso, si el término
probatorio está vencido, la practicará durante el indicado en el artículo 180.
Contra estas decisiones del juez no habrá recurso alguno.

Solicitud y decreto de la inspección. Artículo 245 del C.P.C. Quien pida la


inspección expresará con claridad y precisión los puntos sobre los cuales ha de
versar y pretende que se practique con intervención de peritos, caso en el cual,
formulará en el mismo acto el cuestionario que aquellos deben absolver.

En el auto que decrete la inspección el juez señalará fecha y hora para


iniciarla, designará los peritos si los solicitó el interesado o lo considera
conveniente por la naturaleza científica, técnica o artística de los hechos que

103
deban examinarse, y dispondrá cuanto estime necesario para que la prueba se
cumpla con la mayor eficacia.
Práctica de la inspección. Artículo 246, modificado. Decr. 2282 de 1989, art. 1º,
mod. 114. Que reza así, En la práctica de la inspección se observarán las
siguientes reglas:

1. La diligencia se iniciará en el despacho del juez y se practicará con las


partes que concurran y los peritos, si hubiere ordenado su intervención,
caso en el cual se aplicará lo dispuesto sobre este medio de prueba;
cuando la parte que la pidió no comparece, el juez podrá practicarla si le
fuere posible y lo considera conveniente.

2. En la diligencia el juez procederá al examen y reconocimiento de que


se trate, y si fuere el caso oirá a los peritos, sobre las cuestiones materia
del dictamen, las que podrá ampliar de oficio o a petición de parte. Si
alguna de las partes impide u obstaculiza la práctica de inspección, el
juez dejará testimonio en el acta y le impondrá multa de cinco a diez
salarios mínimos mensuales, y apreciará tal conducta como indicio en
contra de aquélla.

3. Durante la inspección podrá el juez, de oficio o a petición de parte,


recibir documentos y declaraciones de testigos, siempre que unos y otros
se refieran a los hechos objeto de la misma.

4. El juez podrá ordenar que se hagan planos, calcos, reproducciones,


experimentos, grabaciones mecánicas, copias fotográficas,
cinematográficas o de otra índole, si dispone de medios para ello, y que
durante la diligencia se proceda a la reconstrucción de hechos o sucesos,
para verificar el modo como se realizaron, y tomar cualquiera otra medida
que considere útil para el establecimiento de los hechos.

5. Cuando se trate de inspección de personas, podrá el juez ordenar


exámenes radiológicos, bacteriológicos o de otra naturaleza, respetando la
dignidad e integridad de aquéllas. La renuencia de las partes a permitir
estos exámenes será apreciada como indicio en su contra.

104
6. Podrá igualmente el juez decretar el dictamen judicial de uno o dos
especialistas, si los peritos que lo acompañan no fueren expertos en la
respectiva materia, o si la inspección se practica sin peritos y considera su
dictamen sobre hechos científicos, técnicos o artísticos que durante ella
hayan sido examinados.

7. Concluida o suspendida la inspección, se redactará y firmará el acta


como lo dispone el artículo 109, en la cual se especificaran las personas,
cosas o hechos examinados, los resultados de lo percibido por el juez, las
constancias que las partes quieran dejar y que el juez estime pertinentes,
el dictamen de los peritos si fuere el caso, y los demás pormenores de su
realización. El acta será firmada por quienes hayan intervenido en la
diligencia. Las declaraciones de testigos se suscribirán a medida que se
reciban, si es posible.

8. Igualmente el juez, de oficio o solicitud del interesado, podrá interrogar


a las partes presentes en la diligencia, sobre hechos relacionados con
ésta.

Inspección de cosas muebles o documentos. Artículo 247. Cuando la


inspección deba versar sobre cosas muebles o documentos que se hallen en
poder de la parte contraria o de terceros, se observarán previamente las
disposiciones sobre exhibición.

En cuanto a la competencia de las pruebas extraprocesales. Artículo 18 del


C.P.C. Modificado Decr. 2282 de 1989, art. 1º, mod. 7ª.Modificado ley 794 de
2003, expresa, es privativa de los jueces municipales y promiscuos
municipales.

105
Allanamiento en diligencias judiciales. El Artículo 113. El juez podrá practicar el
allanamiento de habitaciones, establecimientos, oficinas e inmuebles en
general, naves y aeronaves mercantes, y entrar en ellos aún en contra de la
voluntad de quienes lo habiten u ocupen el en los siguientes casos:

1. Cuando en su interior se encuentren bienes que deban


secuestrarse, entregarse o ser objeto de inspección, exhibición
judicial o examen de peritos.

2. Cuando deban secuestrarse o entregarse a determinada persona,


o sobre ellos haya de practicarse inspección judicial o examen de
peritos. El auto que decrete cualquiera de tales diligencias contiene
implícitamente la orden de allanar, si fuere necesario. El
allanamiento pude ser decretado por el juez que conoce del proceso
como por el comisionado. No podrán ser allanadas las oficinas ni las
habitaciones de los agentes diplomáticos, acreditados ante el
gobierno de Colombia.

El Artículo 301, Modificado. Decr. 2282 de 1989 art. 1º, mod. 132
Procedimiento para pruebas y exhibición anticipadas. Contiene que las pruebas
y la exhibición anticipadas de que trata este capítulo, se sujetarán las reglas
establecidas para la práctica de cada una de ellas en el curso del proceso.

Las objeciones al dictamen pericial y la oposición a exhibir se tramitarán


como incidente. La citación para interrogatorio de parte y exhibición de
documentos o de otro bien mueble, deberá hacerse mediante notificación
personal, sin que sea admisible el emplazamiento del citado. Cuando se trate
de reconocimiento de documentos podrá emplazarse a la parte citada, en los
casos previstos en los artículos 318 y 320, para los efectos del inciso final del
artículo 489.

106
4.21.2. En el Proceso Oral

Todo lo dicho sobre las pruebas anticipadas en el Sistema de Procedimiento


Civil Escrito, fue modificado por la ley 1395 de 2010, y, sobre la cual el Doctor
Miguel Enrique Rojas Gómez, en su libro apuntes sobre la ley de
descongestión. Este ilustre jurista, argumenta que las pruebas extraprocesales
que “sin duda una de las principales medidas de descongestión introducidas en la ley,
en la mayoría de los casos no serán practicadas por un juez, sino por un notario”.
(pág. 64).

Y prosigue afirmando:
“Que hasta ahora las pruebas extraprocesales no hayan sido una práctica
común es imputable a cuatro razones principales: Las restricciones
legales, las dificultades prácticas para realizarlas, la demora en su
realización y la escasa utilidad de las que se pueden recaudar.

Por un lado, antes de la ley 1395 las pruebas extraprocesales


contemporáneas al proceso sólo podían practicarse de dos formas: de
común acuerdo por las partes o de manera unilateral. La primera
modalidad, establecida desde el decreto 2651 de 1991, es inusual por ser
infrecuente que las partes se pongan de acuerdo para practicar pruebas
sin la presencia del juez; por lo regular una parte está interesada en
hacerlo y la otra prefiere esperar a su práctica en el juzgado, lo cual
obedece a que ordinariamente sólo una parte quiere agilizar el proceso,
mientras la otra prefiere dilatarlo”. (Rojas, 2011, pág. 64)

La práctica unilateral de pruebas ha sido poco usual, porque sólo sirven


como prueba sumaria.

107
Recuérdese que los testimonios anticipados con audiencia de la
contraparte sólo podían practicarse en caso de que el testigo estuviera
gravemente enfermo (CPC, art. 298).

La demora en la práctica estaba determinada por el hecho de que sólo los


jueces municipales podían practicar pruebas anticipadas con audiencia de
la parte contraria. (Rojas, 2011, pág. 65)

La ley 1395 pretendió remover los obstáculos para la práctica de pruebas


extraprocesales y estimular el recurso a ellas. Por un lado eliminó la
restricción para la práctica de testimonios extraprocesales con audiencia
de la parte contraria (art. 12) de modo que ahora el interesado puede
provocar la práctica del testimonio sin necesidad de aducir que el testigo
se encuentra gravemente enfermo.

En segundo lugar, incluyó en la regulación de las pruebas


contemporáneas al proceso al cambiar la expresión “pruebas
anticipadas” por la de “pruebas extraprocesales”. De modo que ahora
no sólo pueden practicarse pruebas extraprocesales con destino a
procesos futuros sino también con destino a procesos en curso (art. 113).
(Rojas, 2011, pág. 66-67)

Por último, extendió a los notarios la función de practicar pruebas


extraprocesales y los faculta sólo para recibir declaraciones
extraprocesales, lo que induce a pensar que realmente los notarios sólo
pueden recibir testimonios y declaraciones de parte, plantea Rojas, 2011,
pág. 66;

“Sin embargo, si se tiene en cuenta que el propósito de la ley es la


descongestión judicial, y que la práctica de pruebas extraprocesales
redunda notablemente en beneficio de dicho propósito, ha de concluirse
que la disposición debe ser interpretada en la forma que produzca mayor
efecto, lo que induce a pensar que la facultad de los notarios se refiere a
todos los medios de prueba y no sólo a las declaraciones. Adiciona… el
nuevo régimen de las pruebas extraprocesales no sólo luce favorable a

108
los fines de la descongestión judicial. También contribuye eficazmente a
asegurar la realización del debido proceso de duración razonable y sin
dilaciones injustificadas, a mejorar la percepción social de la justicia y a
facilitar la convivencia pacífica. (Rojas, 2011, pág. 66-67)

“Por un lado, es bueno recordar que las pruebas anticipadas cumplen diversos
propósitos específicos: aseguran la prueba, ofrecen oportunidades de
acercamiento entre las partes, y eventualmente pueden desestimular la litigiosidad”
(Corte Constitucional, Sentencia 798 de 2003 citado por Rojas, 2011, pág.
67)

Continúa diciendo el Dr. Rojas, “la audiencia de práctica de pruebas se convierte en


un encuentro entre las partes en torno al tema del litigio, que facilita un acercamiento
en el que puede obtenerse una concertación que evite el pleito judicial”. (Rojas, 2011,
pág. 67)

También dice el Dr. Rojas lo siguiente

“A partir de la ley de descongestión las pruebas extraprocesales gozan de


amplia autorización legal y con dos opciones para su realización. De
común acuerdo entre las partes y la otra por que el interesado puede
conminar a su futura contraparte a concurrir ante una autoridad o ante un
notario para la práctica de cualquier tipo de prueba con la debida
contradicción que permite realmente asegurar su eficacia. Siempre que se
traten de diligencias que no impliquen intervención en los derechos de las
personas.

Se promueve el respeto, la integridad de los derechos de cada una de las


partes, principalmente en lo que hace a la defensa, evita la manifestación
del contenido de la prueba y asegura su confiabilidad, favorece la
participación simultánea de los dos interesados en condiciones de
igualdad durante la producción del medio probatorio”. (Rojas, 2011, pág.
68-69)

109
Ahora, según la ley 1395 de 2010, se puede acudir a realizar la práctica de
prueba extraprocesal ante el juez municipal completamente gratuito pero que
puede implicar tardanza en su realización o ante el notario, lo cual implica un
costo que se traduce en beneficio del interesado por la prontitud de obtener la
prueba.

La notificación depende ante quien se realice la prueba, si es ante el juez, se


rige por lo dispuesto en el artículo 301 del CPC, (notificación personal) en
cambio si es ante notario se rige por lo dispuesto en el artículo 113 de la ley de
descongestión, (notificación por aviso con no menos de diez días de antelación
a la fecha de la diligencia).

El Jurista, Dr. Rojas, manifiesta que “sólo es indispensable la actividad


jurisdiccional si para producir o adquirir la prueba es necesario intervenir un
derecho”. (2011, pág. 69)

“La doctrina constitucional al momento de examinar la constitucionalidad


de una disposición incluida en la ley 1285 de 2009 (art. 18) que adicionó
un parágrafo al artículo 93 de la ley 270 de 1996 (estatuto de la justicia), y
autorizó a los magistrados auxiliares del Consejo de Estado, de corte
suprema de justicia y del Consejo de la Judicatura, para practicar pruebas
en los procesos a cargo de tales corporaciones judiciales, como
comisionados de los despachos respectivos. Con apoyo en el criterio
sustentado en las sentencias C- 396 de 1994 y C-037 de 1996, la Corte
concluyó que la autorización de comisionar a los magistrados auxiliares
para practica de pruebas es constitucionalmente válida “en la medida en
que el resultado auxiliar es sólo un receptor de la prueba que no dirige la
actividad probatoria en su conjunto ni toma decisiones que supongan
administrar justicia, igual aplica para los notarios.

En cambio puede sostenerse sin titubeos que la atribución de la práctica


de pruebas extraprocesales a los notarios es idónea para contribuir a
descongestionar los despachos judiciales, en tanto releva al juez de la

110
realización de algunas diligencias que ordinariamente debe practicar.
(Rojas, 2011, pág. 71-74)

5. ASPECTOS METODOLÓGICOS

5.1. Tipo de investigación

La presente investigación se desarrolló mediante un estudio del tipo


explorativo, haciendo la revisión literaria, consultas y comentarios de abogados
expertos en el proceso Civil, que me permitiera obtener claridad conceptual a
cerca de la problemática que se ha venido presentando en la aplicación del
proceso Civil escrito, que ha arrojado como resultado una gran congestión de
los juzgados Civiles en Colombia, y lenta aplicación de la justicia, en
detrimento de la convivencia pacífica tan anhelada. Frente a los albores del
nuevo concepto de aplicación de la Oralidad partiendo del análisis ley 1564 de
2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad y régimen
probatorio en el principio de celeridad procesal.

Mediante este tipo de investigación se permiten el análisis de los


métodos informativos e investigativos que permiten responder a los
interrogantes presentados durante la realización de este proyecto. Con este
método se analiza información necesaria para obtener una respuesta real y
verdadera a la pregunta que se realiza en la formulación del problema, es una
investigación con un diseño no experimental ya que no se manipulas las
variables, la investigación se realizó a través de un enfoque tipo hermenéutico,
de tal manera que la información investigativa responde a los interrogantes
planteados al principio de esta investigación, su orientación será mediante el
método hermenéutico el permite analizar la información necesaria para aportar
una soluciones concluyente al problema descrito al principio de la presente
investigación.

111
El nivel de profundidad que se realiza en la presente investigación
permite identificar los aspectos más relevantes objeto de la investigación, ya
que se quiso conocer la parte más crítica que se presenta en el análisis ley
1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad y
régimen probatorio,

5.2. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN

Es un diseño no experimental, ya que en este método se observa cómo


ha sido el desarrollo análisis ley 1564 de 2012, sistema general del proceso
(S.G.P.) incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de
celeridad procesal.

5.2.1. RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN

Fuentes de Información. Para la presente utilizaron fuentes primarias y


secundarias de información mediante revisión bibliográfica de revistas jurídicas,
artículos académicos, monografías de grado, jurisprudencias, ensayos,
Constitución Política, entre otros y la aplicación del instrumento tipo encuesta a
funcionarios jueces y magistrados de despachos judiciales.

Además el presente trabajo de investigación se presentó teniendo como


patrón el estricto y cuidadoso análisis descriptivo acompañado de citas de
expertos tratadistas, doctrinantes en la materia, además de la jurisprudencia, e
investigaciones publicadas en la Wed, respetando las citas y los derechos de
autor, con sus respectivas fuentes bibliográficas según la norma técnica APA
partiendo del análisis del desarrollo de la ley 1564 de 2012, sistema general del

112
proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio
de celeridad procesal.

La fase de investigación se desarrolló mediante las siguientes etapas:

Etapa I: Recopilación de información bibliográfica relacionado en el proyecto


de investigación y revisión de la misma.

Etapa II: Lectura y análisis de la información, y elaboración del proyecto.

Etapa III: Aprobación del proyecto por parte del departamento de


investigación de la universidad (asesor metodológico asignado).
Etapa IV: Análisis de los datos o información obtenidos y desarrollo del
proyecto de investigación que incluye el trabajo de campo en los juzgados
citados en el proyecto.
Etapa V: Resultados obtenidos en la etapa IV y las recomendaciones de la
misma.

Etapa VI: Conclusiones, recomendaciones, elaboración del cuerpo del


trabajo final y entrega del informe final. (Vega y colaboradores, 2008)

113
5.3. CRITERIOS DE SELECCIÓN

5.4. Muestreo Aplicable

Para la presente investigación se realizó un muestreo teniendo en cuenta los


diversos niveles de percepción esto se realizó mediante un instrumento tipo
encuesta, para esto se identifican los juzgados de familia en la ciudad de Cali,
de los cuales 10 Juzgados, desarrollan el proceso civil familia, de éstos sólo
existen dos de oralidad, el 11º. De Oralidad y 1º. Piloto adjunto de
descongestión. En consecuencia la investigación se concentro, en dos (2) de
Familia de escritura y dos (2) de Familia en oralidad. En aras de entender el
análisis e impacto de la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)
incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad
procesal.

Para esto se partió de la comparación, temática de cuántos procesos escritos


se atendieron en los juzgados cuatro (4) y décimo (10) de escritura en los
cuales se hizo seguimiento de los procesos esto se dio en un marco espacial
de tiempo del primer semestre de 2012, partiendo de los siguientes
presupuestos en consideración para esto:

- Se organizan los datos recogidos.

- Se clasifican los datos recogidos.

- Se analizan los datos.

- Se hacen conclusiones.

- Se analizan varios casos por cada uno de los tres (3) primeros medios de
prueba, cotejando por cada medio los fallos proferidos.

114
- Filiación de cuota alimentaria

- Ejecutivo de alimento

- Custodia y cuidado personal

- Filiación natural.
5.5. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA LA RECOLECCIÓN DE LOS
DATOS

5.5.1. Métodos Y Procedimientos

Para recoger información de la evaluación se utilizarán estos métodos;


observación. En relación con la observación participante, se realizarán visitas
a los diversos despachos judiciales en la ciudad de Santiago de Cali (Valle
del Cauca). Todo el proceso comenzará con un momento de acercamiento y
socialización, dirigida a los juzgados de familia en la ciudad de Cali, los cuales
de los 10 Juzgados, que desarrollan el proceso civil familia, sólo existen dos,
en oralidad, el 11º. De Oralidad y 1º. Piloto adjunto de descongestión. En
consecuencia la investigación se concentro, en dos (2) de Familia de escritura
y dos (2) de Familia en oralidad. En aras de entender análisis e impacto de ley
1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad y
régimen probatorio en el principio de celeridad procesal.

Para tan fin se elaboró un formato con parte de la ruta procesal de acuerdo
con la naturaleza de los procesos a investigar tal como se muestra a
continuación:

Formato de preguntas.

Clase de proceso:
Fecha de presentación de la demanda
Radicación de la demanda
Fecha de inadmisión de la demanda
Fecha del auto admisorio de la demanda

115
Tipo de notificación (personal, aviso, emplazamiento)
Contestación de la demanda (No, Oral, Escrita, Pruebas que solicitó y
decretaron, mecanismo de defensa)
Recursos presentados (Si, No, Tipo de recurso)
Fecha audiencia ( Fecha auto que la fija, si se realizó? Fechas
Suspensión y continuación, motivos)
Se concilia Si___No___
Fecha Inicio del debate probatorio
Fecha terminación del debate probatorio
Alegatos de conclusión Si___ fecha_____ No.
Forma de terminación del proceso (Conciliación, desistimiento,
sentencia)
Recurso interpuesto (Fecha de presentación, fecha de solución del
recurso). (Vega y colaboradores, 2008).

Este instrumento procura un marco de referencia a partir del cual se


plantean el tema pertinente al estudio, permite ir ponderando qué tanta más
información se necesita para profundizar un asunto y posibilita un proceso de
recolección más sistemático y por lo tanto un mejor manejo de la información.

5.6. Consideraciones Éticas

Para la realización de este estudio, se solicita el aval al comité de ética y


Bioética de la facultad de derecho de la universidad de San Buenaventura, con
el propósito de orientar esta investigación para que genere los resultados
esperados de acuerdo con los objetivos Específicos. Esta investigación se
clasifica como de riesgo mínimo ya que solo implican la realización de
procedimientos de valoración no invasivos con funcionarios jueces de la ciudad
de Cali. Para la realización de esta investigación se solicita el consentimiento
informado a cada sujeto susceptible de hacer parte de la muestra.

116
A manera de insumo, para la primera fase del trabajo, se pretende con
éste instrumento conocer la forma cómo fue diseñada la Investigación. Esta
entrevista será pública. La información y datos obtenidos serán de carácter
confidencial y estarán bajo custodia exclusiva del investigador y en ningún
momento los resultados harán referencia a datos particulares. Los resultados
que arroje servirán para generar recomendaciones al proceso de la
Investigación, es importante además reconocer que tienen un fin netamente
académico. De antemano, se agradece la disposición y el tiempo que puedan
otorgar al estudiante para realizar la entrevista que tiene como tiempo estimado
unos 8 minutos aproximadamente.

5.7. ANÁLISIS DE RESULTADOS

Una vez analizadas las entrevistas y los apuntes hechos al momento de


realizar las mismas, podemos empezar por concluir que nuestros operadores
jurídicos no están al tanto de los avances de la legislación en general, es decir
desconocen en contesto las implicaciones que trae la ley 1564 de 2012,definida
como un sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia

Basados en lo anterior nos remitimos a debatir cada uno de los


conceptos dados por los operadores y a plantear por último nuestras
impresiones respecto al ¿por qué? La rama judicial no conoce la aplicación de
la ley 1564 de 2012, en cumplimiento con lo preceptuado anteriormente en la
Ley 270 de 1996 Modificado por la Ley 1285 de 2009, en lo referente a la
incorporación de las nuevas tecnologías la utilización de las misma para dar
cumplimiento de sus funciones.

Primero: muchos de los argumentos de los operadores jurídicos


esgrimen que por desconocimiento de la norma, por ser nueva y además no la
ven procedente por la falta de instalaciones locativas.

Segundo: no es de amplio conocimiento ya que se presenta otro


fenómeno que radica un factor cultural, ya que muchos jueces no son amigos

117
de la tecnología y la innovación del derecho, se avizora renuencia en la cultura
judicial por parte de algunos jueces de vieja data y tradición que todavía están
en el culto a la liturgia

Además no existe comprensión en cuanto al reconocimiento de la ley


1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad y
régimen probatorio puesto que en Colombia. En observancia de lo anterior, el
factor cultural que aducen los jueces no puede convertirse en una excusa, ya
que es obligación de éstos estar a la vanguardia del acontecer socio-cultural,
ya que en últimas, son estos factores los que crean nuevas situaciones o
generan controversias que serán conocidas por éstos para que sean resueltos.
Es por lo anterior que el juez está en la obligación de tener un amplio
conocimiento respecto a esta temática.

Tercero: que el contenido ley 1564 de 2012, como sistema general del
proceso (S.G.P.) incidencia con la oralidad no es suficiente elemento que
genere convicción; ante este planteamiento tocaría entrar a profundizar en qué
sentido no genera convicción y tratar de dar los elementos necesarios al juez
para que la nueva norma genere certeza y convicción que se requiere para su
plena validez. Esto se tratará más adelante en las conclusiones y
recomendaciones de este proyecto de investigación.

Como conclusión general logramos coincidir en que la dificultad del juez


para darle plena validez a un nuevo sistema procesal ley 1564 de 2012, de
incidencia de oralidad y régimen probatorio.

5.8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

Para poder entender la magnitud de las respuestas y posteriormente dar


una conclusión de la información recogida los operadores jurídicos algunos
jueces, se negaron a dar respuesta a la entrevista argumentando que todo
aquello que fuese escrito por ellos podría ser un elemento en su contra, ya que

118
no tenían muy presente la norma o el tema del cual se les iba a entrevistar,
algunos otros usando como escudo la primacía del tiempo arguyeron que no
era posible dar respuesta de todas maneras sí se tuvo en cuenta para efectos
de las conclusiones que desarrollamos a continuación.

Relación de los procesos obtenidos por cada juzgado, materia de


investigación fueron los siguientes:

Cuadro 1. Relación de los procesos por cada juzgado

CASOS:
PRIVACIÓ
N DECLARAC. FIJACIÓN
UNIÓN CIEN
PATRIA DIVORCIO MARITAL CUOTA POR
POTESTA CONTENCIOS ALIMENTARI
JUZGADO D O DE HECHO A CIENTO
CUARTO DE FAMILIA, CALI 0 1 1 1
DECIMO DE FAMILIA, CALI 1 0 0 1
DE DESCONGESTIÓN EN
ORALIDAD 1 4 0 0
ONCE DE ORALIDAD 4 0 2 1
TOTALES 6 5 3 3
POBLACIÓN TOTAL DE CASOS 17
% PARTICIPACIÓN POR CASOS 35% 29% 18,% 18,% 100,00%

Fuente la presente investigación

Cuadro 2. Duración promedio del proceso

DURACIÓN DEL PROCESO PROM.MES PROM. MES PROM.MES PROM.MES


CUARTO DE FAMILIA, CALI 0 30 12 7,5
DECIMO DE FAMILIA, CALI 14 0 0 8
JUZGADO DE DESCONGESTIÓN 12 9 0 0
ONCE DE ORALIDAD 11 0 8 5

Fuente la presente investigación

119
Los datos organizados y clasificados, arrojan la siguiente información
importante para el análisis tal como sigue:

A pesar de los pocos procesos obtenidos en cada uno de los juzgados, lo


más importante es haber logrado procesos adelantados por cada uno de los
sistemas de Procedimiento Civil, tanto escrito como oral que permita
comparar especialmente el tiempo de duración de un proceso de los
mencionados en cada Sistema, en las condiciones más comunes.

Al sacar un promedio de duración de cada proceso realizado entre los


juzgados escritos vs un promedio de duración de cada proceso entre los
juzgados orales condensados en las dos figuras 1 y 2, se obtuvieron los
siguientes resultados:

Cuadro 3. Promedio mes de duración de proceso por cada Sistema:

Escrito
Privación Divorcio Declaración Fijación
Patria Contencioso Unión Marital Cuota
Potestad de hecho Alimentaria
14 30 12 8
Oral
12 9 8 5
Diferencia
2 21 4 3
Fuente la presente investigación

Se puede concluir lo siguiente: Al observar el tiempo de duración de cada


uno de los procesos comparados entre los dos sistemas, es inferior el
tiempo de duración en el sistema Oral, en promedio 2, 21, 4 y 3 meses,
respectivamente tal como se muestra en la figura No. 3, que corresponde
al proceso escrito en comparación con el proceso oral según la figura No. 2.

120
En el estudio de estos procesos se observó que una de las variables muy
comunes de ocurrencia es la inadmisión de la demanda, que si bien se
corrige dentro del término indicado por el código del proceso, es una de las
causas de retraso de los procesos quizás innecesario, que en la mayoría de
los casos es superior a 15 días para ser admitida.

La notificación es otra variable determinante en el tiempo de duración del


proceso, pues ésta en muchos casos es impredecible a pesar de los
múltiples esfuerzos realizados por la parte actora y el Juez.

Hasta el momento de la notificación, que es propiamente cuando se integra


el litisconsorcio necesario, y se da paso a la audiencia del 101, tanto en el
proceso escrito como el oral, todo lo actuado de los dos procesos hasta allí
es de manera escrita de igual aplicación para ambos sistemas del proceso.

Contestada la demanda y notificado el demandado el juez fija fecha y hora


para la primer audiencia pública, en la cual se adelantan las siguientes
etapas del proceso: 1. Etapa de Conciliación 2. Medidas de Saneamiento 3.
Fijación de Hechos, Pretensiones y excepciones 4. Control de Legalidad 5.
Interrogatorios de Parte.

Realizado todo lo del literal anterior, se da por terminada la audiencia, para


proseguir con el trámite del proceso en forma escrita, en aplicación al
artículo 402 del CPC.

El Juez, da inicio a la etapa de pruebas mediante auto que decreta pruebas


y términos para practicarlas y señalará el término de cuarenta días, para
que se practiquen y las fechas de las audiencias y diligencias necesarias. El
juez, decreta, o niega las pruebas solicitadas por las partes, o se abstiene.
¿

121
Evacuada la etapa de pruebas de que trata el artículo 402 del CPC, en
audiencia, el Juez, invita a los apoderados a presentar los alegatos de
conclusión, de ser aceptada la invitación, y realizados los alegatos
correspondientes en audiencia, el Juez procede a dictar sentencia o fija
fecha y hora para dictarla de acuerdo con las circunstancias de tiempo,
modo y lugar. De no aceptar las los apoderados la invitación, el Juez
procede a suspender la audiencia, para que de manera escrita se corra el
respectivo traslado y una vez vencido éste se proceda a dictar sentencia. Al
terminar la diligencia el Juez, ordena seguir con el trámite de manera
escrita.

Que mediante auto de sustanciación o trámite conforme al artículo 403 del


CPC corre traslado para que se presenten sus alegaciones por el término
común de ocho días.

Falta de Conocimiento Y De Dominio Del Tema

Esta se refiere a que debido a que los operadores jurídicos en Colombia


no están debidamente capacitados y familiarizados con el manejo de medios
tecnológicos,(tales como Internet, fax, teleconferencias, mensajes de datos,
etc.), esto les genera una desconfianza natural en estos medios debido a ese
temor a lo nuevo, y a el arraigo por lo tradicional, subvalorando la oralidad Lo
anterior desencadena en otra problemática tal como la incredulidad, en cuanto
a el análisis ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia
con la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad procesal en el
ordenamiento jurídico colombiano.

122
Desconocimiento de la Normatividad Existente

Los jueces no tienen conocimiento pleno de la normatividad existente referente


es decir, análisis ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)
incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad
procesal, lo cual hace más gravosa la situación en cuanto a la presentación y
valoración de lo procesal como medio de prueba, esto sin hablar de aquellos
jueces que tienen algún conocimiento respecto de la normatividad, pero que
consideran que está solamente es dirigida para el campo civil.

Dificultad para La Valoración de los Medios De Prueba, Debido A La


Complejidad Para Su Conservación, Práctica Y Auditoría

En general a los operadores jurídicos respecto a su percepción sobre la validez


jurídica de un nuevo orden procesal como medios de prueba, sobre el uso
eficiente de la tecnología como cumplimiento de las disposiciones legales y
como herramienta eficaz de su labor, podemos deducir que los jueces con la
figura de desmaterialización del documento, han creado controversia sobre la
inequívoca eficacia y validez en las recientes formas del negocio jurídico y
frente a las nacientes formas de notificación, nuestros operadores judiciales
han citado el documento electrónico como un “nuevo medio de prueba”,
desconocido lo establecido desde hace más de 20 años, en el estatuto
Procesal Civil, cuando señala que son documentos en general, todo objeto
mueble que tenga carácter representativo o declarativo. De tal manera que se
corre con el riesgo que los operadores jurídicos hagan un rechazo in limine del
valor probatorio, es así como un gran número de personas, (jueces,

123
trabajadores de los despachos, abogados y demás usuarios) no están
familiarizados con la tecnología en información y comunicación y en especial
con le reconocimiento de la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso
(S.G.P.) incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de
celeridad procesal

Lo anterior aunado a la dificultad tecnológica con la que vienen


trabajando, los diferentes despachos, por lo que se hace Urgente trabajar
sobre todo en la modernización de los despachos judiciales, dadas las
precarias condiciones técnicas, se hace imperioso la dotación de una
apropiada infraestructura y tecnología. En este punto los jueces encuentran
como principales problemáticas el hecho de que es difícil la práctica de esta
prueba sin el apoyo de un peritazgo.

Dificultades Encontradas Para Llevar A Cabo El Trabajo De Campo

En primer lugar, la poca disponibilidad de tiempo con que cuentan los


funcionarios de los juzgados, para atender este tipo de consultas que no son de
obligatorio cumplimiento para ellos, anteponiendo siempre la necesidad de
adelantar trámites de los procesos que se encuentren a su cargo y atender al
público.

En segundo lugar, la connotación de privacidad que se le imprime al


proceso así se encuentre terminado completamente y ejecutoriada la
sentencia.

Por la costumbre, se presume que un proceso terminado sólo interesa a las


partes y al juzgado conocer de su contenido.

Por las razones expuestas arriba, se le dificulta a un estudiante acceder de


manera pronta, y efectiva a los procesos sujetos de investigación, porque
primero tiene que agotar una etapa de lobi, exposición de motivo y

124
convencimiento al juez, para que autorice a un funcionario a buscar en los
archivos, algunos procesos que en su mayoría no son los más representativos
de la investigación.

Adicionalmente, se queda sujeto a la disponibilidad que tenga dicho


funcionario designado para buscar en los archivos.

En consecuencia de lo anterior, se tuvo que replantear el criterio de


búsqueda de tal manera que se lograra obtener el resultado principal que
consiste en demostrar que los juzgados que están aplicando el proceso oral,
resuelven los casos en menor tiempo que los juzgados que están aplicando el
proceso escrito comparando los mismos tipos de casos. De esta manera dar
respuesta a la hipótesis planteada en el proyecto que consiste en demostrar de
manera práctica la “utilidad que ofrece el proceso civil oral frente al proceso
civil escrito”.

Considerando, que en principio se pensó en todo régimen civil, pero dadas


las circunstancias limitantes de aplicación del proceso, primero porque la ley
ha aplazado la entrada en vigencia, para los procesos declarativos y
abreviados, segundo, porque sólo existen dos juzgados de familia en Cali,
aplicando el proceso oral y tercero porque el proceso oral se está aplicando a
los procesos verbales, hubo que adecuar la investigación al tema familia
únicamente.

5.8. CONCLUSIONES DEL TRABAJO DE CAMPO

Una vez analizadas el instrumento y los apuntes hechos al momento de realizar


las mismas, podemos empezar por concluir que nuestros operadores jurídicos
no están al tanto de los avances de la legislación en general, del análisis ley
1564 de 2012, sistema general del proceso, en cuanto a los temas generales o
de común desarrollo en sus juzgados,

125
Esto se refiere a que debido a que los operadores jurídicos en Colombia no
están debidamente capacitados y familiarizados con el manejo de medios
tecnológicos,(tales como Internet, fax, teleconferencias, mensajes de datos,
etc.), esto les genera una desconfianza natural en estos medios debido a ese
temor a lo nuevo, y a el arraigo por lo tradicional, subvalorando el documento
electrónico como un medio de prueba eficaz para dar plena certeza respecto de
los hechos planteados en una litis. Lo anterior desencadena en otra
problemática tal como la incredulidad como elemento pleno de convicción de la
aplicación de la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)

En consecuencia la administración de justicia necesita ser adecuada a la


realidad de los tiempos que corren, signados por los cambios tecnológicos, sin
que dichos avances limiten una eficaz aplicación de justicia aplicando la
estructura normativa de la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso
(S.G.P.) incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de
celeridad procesal, de tal manera que se cumpla con los principios de eficacia
y celeridad que presiden la actuación jurídica, principios que se ven
seriamente torpedeados, porque el proceso se impregno de formalismos
constituyendo una causa de lentitud y obstáculo para lo que conlleva a la
denominada congestión Judicial o morosidad judicial, imputada al número de
procesos represados en los despachos judiciales, donde se termina haciendo
una tardía administración de justicia, encontrándonos en una realidad
procesal que no armoniza con el espíritu que tuvo el legislador al desarrollar la
norma; existe una marcada tendencia de reproche de la ciudadanía, frente al
sistema judicial; de manera urgente se requiere que evolucione la gestión
administrativa y en la orientación de la rama judicial.

Hecho un barrido por aéreas tan aparentemente disímiles como lo son la


tecnología y la justicia, se puede concluir que tal disimilitud no existe, lo que
existe es un desafío para, los operadores jurídicos, como se dijo, de entrar en
la era de la oralidad y capacitarse para enfrentar los retos que trae los nuevos
sistemas procesales,. No es cuestión de ver inconvenientes por todos lados,

126
para dar aplicación al principio de celeridad, se hace necesario hallar aplicar las
soluciones, que el mismo, legislador ha incorporado al derecho, mediante la
incorporación de la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)
incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad
procesal.

5.9. PANEL DE EXPERTOS

ABOGADO DR. JORGA DANIEL GIRALDO, CARRERA 13 Nº 10-49


EDIFICIO SOHO OFICINA 301, MÓVIL 315 840 54 32. T.P 182004 C.S.J.

¿Cómo ve usted la incorporación de un sistema unificado mediante la ley


1564 de 2012, sistema general del proceso en cuanto a su incidencia con
la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad procesal en
Colombia?

Es indiscutible reconocer que el problema de la congestión judicial, se


presenta volumen de procesos, lo cual sin duda alguna desconoce las
finalidades del Estado Social de Derecho, cierta realmente Colombia estaba en
deuda, para incorporar un sistema general que unifique el procedimiento, ya
que el útil código de procedimiento civil, ya de vieja data para la actualidad,
necesitaba ser automatizado con elementos actuales novísimos, de aquí la
importancia de la investigación del proponente estudiante, la cual guarda plena
coherencia con los postulados, además que será un material útil para
estudiantes y egresados de las facultades de derecho del valle del Cauca, se
destaca la investigación por la forma pública como desarrolla la temática, de
formular doctrinalmente y estructuralmente, cual es el verdadero aporte que
genera el sistema general del proceso en Colombia, ya que esta norma es
esencialmente garante y se propone atacar de plano la morosidad judicial que
históricamente ha tenido la administración de justicia, aunque la ley es nueva,
esta sin duda alguna plantea retos para los jueces de la República, los cuales
deben de adecuar el pensamiento jurídico a los retos de la globalización del

127
derecho, ya que la oralidad sin duda alguna es el único camino en el derecho
procesal general.

Ahora un elemento que cabe destacar es que el Código General del Proceso
ley 1564 de 2012,no solo prevé la oralidad sino también el uso adecuado de las
nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones con lo que se
espera tener muy pronto litigios en línea, expedientes digitales y permitirle a las
partes y a sus apoderados enterarse de las decisiones judiciales y remitir
memoriales sin necesidad de realizar desplazamientos hasta los juzgados, de
aquí que el código general del proceso generará un cambio radical en las
costumbres tanto de abogados como de jueces y auxiliares de justicia.

ABOGADO DR JUAN CARLOS DURAN GONZÁLEZ CARRERA 13 Nº 10-


49 EDIFICIO SOHO OFICINA 302, MÓVIL 3116364928. T.P 512004 C.S.J.

¿Cómo ve usted la incorporación de un sistema unificado mediante la ley


1564 de 2012, sistema general del proceso en cuanto a su incidencia con
la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad procesal en
Colombia?

Destaca la investigación del proponente estudiante por la lucidez de sus


argumentos además de que es un tema de importancia para los abogados y
jueces de la República, su pensamiento reflexivo desarrolla como ha sido el
proceso histórico, del acervo normativo que termina en la incorporación de un
sistema único procesal, entendiendo que colombiana insistió precedentes
judiciales que han intentado la descongestión judicial en los despachos de los
jueces, clara situación se ha presentado con la incorporación ley estatutaria
1285 de 2009 además de otras leyes trascendentes para el sistema judicial
colombiano como la ley 1395 de 2010, que intentó desarrollar estatuto
unificado, pero sin duda alguna lo más importante es el reconocimiento, y la
manera como se trata el sistema general o procedimental procesal Código
General del Proceso ley 1564 de 2012, la cual se materializa como el sistema
único de descongestión judicial, en aras a resolver el problema, de los
procesos judiciales, de aquí que es loable destacar la importancia de esta

128
investigación, fundamentada en la necesidad de tratar la estandarización de
procedimientos que son aplicables a la actividad procesal tanto en asuntos
civiles, comerciales de derecho de familia y agrarios, dentro del marco de
cualquier jurisdicción o especialidad, que es precisamente lo que abarca el
nuevo sistema procesal colombiano partiendo de incorporar la oralidad en la
Justicia Colombiana como forma real para ser eficaz a la hora de administrar
justicia ya que esta ciertamente se pregona como una solución al trámite de los
procesos judiciales en forma escrita adelantados por los jueces civiles en
nuestro país, el legislador, en la búsqueda de lograr una aplicación de justicia
más rápida.

Abogado DR EFRAIN DAZA TORREZT.P. 25432 C.S.J. Movil 316 3692277

¿Cómo ve usted la incorporación de un sistema unificado mediante la ley


1564 de 2012, sistema general del proceso en cuanto a su incidencia con
la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad procesal en
Colombia?

Históricamente el aparato judicial colombiano ha sido carente de


procedimientos adecuados para combatir la morosidad judicial, el cual ha sido
el gran problema del sistema judicial colombiano, de aquí que el aparato
judicial colombiano estaban deuda de establecer un sistema único procesal
planteándose como la necesidad o alternativa de solución en el trámite de los
procesos judiciales de aquí lo que se pretende es la consolidación de la
aplicación de justicia más rápida, aunque suene contradictorio, el concepto de
que Colombia es un país de leyes, y que existe un gran contenido de normas
orgánicas para casi todos los asuntos posibles, pues es precisamente desde la
misma norma donde se tienen que generar los cambios y las condiciones de
transformación al aparato judicial colombiano, esta situación es posible
mediante la incorporación de una estructura temática unificada y estructural
mediante todo un sistema de leyes, estatutarias manifiestan en concreto en
normas 1285 de 2009 y la ley 1395 de 2010, denominada ley de descongestión
judicial y la actual ley 1564 de 2012, en donde se unifica el bloque normativo
estructurando el del sistema único General del Proceso colombiano para hacer

129
frente a la morosidad judicial, de aquí que felicitó al estudiante y futuro abogado
Nafer palacios porque su comprensión es muy clara en cuanto a un tema de
impacto y trascendencia

130
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

6.1. CONCLUSIONES

Con seguridad la administración de justicia necesita ser adecuada a la


realidad de los tiempos que corren, signados por los cambios
tecnológicos y procesales, de tal manera que se cumpla con los
principios de eficacia y celeridad que presiden la actuación jurídica,
principios que se ven seriamente torpedeados, porque el proceso se
impregno de formalismos constituyendo una causa de lentitud
produciéndose la congestión Judicial, por los procesos represados en
los despachos judiciales, donde se termina haciendo una tardía
administración de justicia en Colombia de aquí la necesidad de aplicar,
un sistema general del proceso en este caso la ley 1564 de 2012.

En consecuencia la administración de justicia necesita ser adecuada a la


realidad de los tiempos de la tecnología, de aquí la necesidad de
implementar la ley 1564 de 2012, materializada como un sistema
general del proceso (s.g.p.) incidencia con la oralidad y régimen
probatorio en el principio de celeridad procesal, para el uso de la justicia.

Se presenta un desafío para, los operadores jurídicos, a la hora de


entrar a materializar la oralidad en el procedimiento colombiano, de aquí
la importancia de capacitarse para enfrentar los retos que traen los
sistemas procesales esta lógica implica de plano dar aplicación al
principio de celeridad, desarrollando soluciones, que el mismo, legislador
ha incorporado al derecho, teniendo en cuenta los avances que
promueva la ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)
incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de
celeridad procesal.

131
Es fundamental para la justicia, y la seguridad jurídica, incorporar un
sistema general del proceso que tenga como trascendencia la incidencia
con la oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad
procesal, ya que la tecnología no es el futuro, la tecnología es de ahora
y es por ello que su tratamiento tiene que darse de la mejor manera
posible, porque si esto no se hace así, se corre el gravísimo riesgo de,
ante el fracaso de ésta, ser estigmatizada y rechazada de plano y
continuar con procesos paquidérmicos que hasta ahora se aplican al
administrar justicia, de tal manera resulta imprescindible, que la
información digital, entendida como una expresión de cualquier tipo de
Información como la conocemos, está llamada a redefinir los aspectos
judiciales determinantes del futuro, y cada vez va a cobrar mayor
relevancia y validez, de esta manera es posible desarrollar una justicia
eficaz, pero sobre todo una Justicia real y justa.

La aplicación del sistema de procedimiento civil oral en Colombia, tiene


enemigos, entre los primeros se puede mencionar aspectos subjetivos
como la costumbre de hacer las cosas de una forma o manera tanto de
los operadores jurídicos como de los litigantes, para superar este
impase es necesario hacer cambios de paradigmas en sus formas de
pensar y hacer de la cosa denominada Sistema Judicial, un todo
funcional que ofrezca a la sociedad colombiana respuestas pronta,
eficiente y eficaz, como un elemento más, que contribuya a la
convivencia pacífica.

Desde tiempo atrás se ha venido hablando de la oralidad, se han hecho


tibios intentos, por parte de la comunidad jurídica, pero ha faltado un
actor determinante que es el Estado en su conjunto, trátese de los
poderes, Legislativo y Ejecutivo, el uno que necesita desprenderse de
su pensamiento mezquino de legislar lo menos posible en favor de las
mayorías expidiendo normas eficaces de fácil aplicación y de gran

132
utilidad social; y el otro, el Ejecutivo, cumpliendo la función
administrativa de manera integral.

El Proceso Civil Oral en Colombia, se está aplicando en los procesos


verbales y verbal sumario en los juzgados 11 de oralidad y piloto de
descongestión, con resultados positivos, pues reflejan una reducción
significativa del tiempo en cada uno de los casos resueltos, los cuales
duran en su mayoría en promedio menos de doce (12) meses.

Finalmente, de acuerdo con todo el material investigado y el análisis


realizado, la aplicación de la Oralidad requiere necesariamente de la
escrituralidad, por lo tanto, no es posible su aplicación pura sino de
forma mixta.

133
6.2. RECOMENDACIONES

Es fundamental además de necesario establecer un proceso de


capacitación a quienes les corresponde la administración de justicia y
modernización de la justicia, puesto que se hace urgente impulsar un
acuerdo social en materia de Justicia que incluya, la capacitación de en
la nueva ley 1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.)
incidencia con la oralidad y régimen probatorio en el principio de
celeridad procesal.

Es fundamental materializar un presupuesto, con una inversión concreta


destinada a capacitar y modernizar la justicia en Colombia, pues resulta
sorprendente, que en la era de las comunicaciones, existan juzgados en
donde no disponen siquiera de un fax, o un computador, como
paradójico resulta también, que algunos operadores judiciales entren a
en sistema procesal fundamentado en la oralidad cuando no existen
garantías para cumplir la norma.

Es fundamental establecer adecuaciones locativas para que el sistema


procesal ley 1564 de 2012, sistema general del proceso, este acorde
con la función judicial que permita una interconexión de sistemas entre
los distintos órganos judiciales, con el objetivo de agilizar procesos y
conseguir romper con el mecanismo de trabajo arraigado al papel, lo que
facilitar la oralidad en el marco del derecho procedimental.

Que el poder ejecutivo, haga uso del conocimiento administrativo para


planear la consecución de los recursos definiendo un presupuesto
suficiente para atender la ejecución de un verdadero sistema basado en

134
la oralidad, ya que en todo el aparato de justicia dotándolo
adecuadamente y capacitando sus funcionarios, para atender las
necesidades del sistema judicial, de manera real, sin vacilaciones ni
dilaciones. Sólo así es posible Aplicar el Sistema de Procedimiento Civil
Oral con resultados que sean de gran utilidad a la sociedad colombiana.

El principal problema del sistema procesal en Colombia, lo constituye la


congestión judicial, si, el Estado planea, dirige, organiza, ejecuta
retroalimenta, y adecua los recursos financieros, técnicos, tecnológicos
y humanos necesarios, para la implementación del nuevo sistema ley
1564 de 2012, sistema general del proceso (S.G.P.) incidencia con la
oralidad y régimen probatorio en el principio de celeridad procesal, ara
que los despachos judiciales puedan realizar su tarea de manera
eficiente, pronta y eficaz, la aplicación del Sistema de Procedimiento
Civil Oral, si puede brindar gran utilidad en cuanto a la rapidez para
tramitar los procesos y en consecuencia ayuda notablemente a la
descongestión de los despachos judiciales.

135
7. BIBLIOGRAFIA

BEJARANO GUZMÁN, Ramiro. Procesos declarativos, ejecutivos y


arbitrales. 5 ed., 2011.

COLOMBIA. (2012). Código de Procedimiento Civil (36 ed.). Bogotá: Leyer.

CÓDIGO DE PROCESAMIENTO CIVIL. Bogotá D.C., 1970. Art. 392, num.1.

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COLOMBIA. Leyes, Decretos. Ley estatutaria 1285 de 2009. por medio de la
cual se reforma la Ley 270 de 1996 Estatutaria de la Administración de
Justicia. Diario Oficial 47.240. Bogotá D.C., 2009.

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previa del proyecto de ley estatutaria No. 023/06 Senado y No. 286/07 Cámara
“Por medio de la cual se reforma la Ley 270 de 1996 Estatutaria de la
Administración de Justicia”. Bogotá D.C., 2008. M. P. Dra. Clara Inés Vargas
Hernández.

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Civil, Madrid, Edit. Aguilar, 1966.

GAMBOA Bernate Rafael Hernando, Validez procesal de la información

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Parte General, Tomo I, Novena Edición.

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7.1. WEDGRAFIA

Definición de Estado. Significado, historia y origen de la palabra. Disponible en


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DE RIZ, Lilliana. Formas de Estado. Biblioteca Católica Digital. Disponible en


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VILLENA SALGADO, Zulema. El origen del Estado. Monografías.Com.


Disponible en Línea: http://www.monografias.com/trabajos12/elorigest/elorigest.shtml

139
7.2. ARTÍCULOS ESPECIALIZADOS

Aspectos legales del comercio electrónico, la contratación y la

empresa electrónica, publicación de la Universidad de los Andes, 2006,

P 337 Este artículo comprende gran parte de los apuntes y notas del

autor que ha utilizado en sus clases como material de lectura así como

una versión que redactó para la Cámara de Comercio de Bogotá.

Trabajó con el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de

Comercio de Bogotá, también trabajó con el Consorcio Canales

Nacionales Privados de Televisión CARACOL Televisión y RCN

Televisión. En la ciudad de Chicago trabajó con el Latinamerican Legal

Initiatives Council del American Bar Association. Miembro del Instituto

Colombiano de Derecho Procesal, Miembro de ACIS y ACPI. Consultor

del Consejo Superior de la Judicatura para el uso de la Tecnología en la

Rama Judicial. Miembro del GECTI. Actualmente se desempeña como

Abogado de BERNATE & GAMBOA ABOGADOS. Puede ser contactado

en el siguiente correo electrónico: rhgb@bernateygamboa.com.

DÍAZ, García Alexander, “Acceso a la Administración de Justicia a

través de las Nuevas Tecnologías ”www.alfa-redi.org/rdi-

articulo.shtml?x=1059-Colombia - Revista de Derecho Informático: Alfa-

redí, septiembre 2004

140
7.3. REFERENCIAS DE INVESTIGACIONES INSTITUCIONALES

La Interpretación Lógico Subjetiva Y La Vulneración De Los

Principios De Celeridad Y Eficacia Como Causales De La Congestión

Judicial En El Proceso Civil En El Municipio De Palmira (Valle) Semillero

de Investigación Hernando Devis Echandía, Universidad Santiago de

Cali,

La Celeridad Y Eficacia En El Marco De La Principilistica Jurídica

Del Derecho Civil. Semillero de Investigación Hernando Devis Echandía,

Universidad Santiago de Cali,

Parejo Alfonso Luciano, Eficacia y Administración, citado por

Zárate Pérez Aníbal Rafael, Tesis de Grado No 26, La Incorporación

Constitucional de los Principios de eficacia y Eficiencia Administrativa,

Universidad Externado de Colombia.

141

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