Está en la página 1de 5

La edición genética muestra su

primer éxito en pacientes de


cáncer NOMBRE DEL ARTICULO (TITULO)

Un estudio con CRISPR en personas con tumores intratables


revela que la terapia es factible y segura
7 FEB 2020 - 06:41 COT

MARCAS MAYORES

El médico e investigador estadounidense Carl June, de la Universidad de


Pensilvania. UPENN

El sistema de edición genética inspirado en un descubrimiento que el español


Francis Mojica hizo estudiando microbios en las salinas de Santa Pola acaba de
demostrar por primera vez que puede ser una herramienta útil contra el cáncer. Un
estudio publicado hoy en Science muestra que la técnica de edición genética
CRISPR permite editar el genoma de células del propio paciente y que esta
metodología es viable y segura.

“Estos son los primeros resultados del uso de CRISPR en cáncer que se publican
con todas las garantías regulatorias”, explica a EL PAÍS Carl June, profesor de
inmunoterapia de la Universidad de Pensilvania (EE UU) y autor principal del
trabajo. “Nuestros resultados indican que hay posibilidades de que esta técnica de
edición genética mejore las terapias contra el cáncer, tanto para tumores de la sangre
como para los de otros tejidos”, resalta. En especial existe la esperanza de que esta
intervención pueda actuar en los casos de tumores sólidos que no responden a
la inmunoterapia. . BREVE INTRUDUCCION

En 2003, Francis Mojica descubrió que microbios de las salinas de Santa Pola
guardaban en su genoma el retrato robot de ciertos virus que les permitían identificar
a los patógenos y combatirlos. Una década después, Jennifer Doudna y Emmanuelle
Charpentier se inspiraron en ese descubrimiento para desarrollar CRISPR, una
herramienta molecular que permite editar fragmentos de ADN en el genoma de
cualquier ser vivo con una facilidad sin precedentes. La técnica supuso toda una
revolución en investigación, pues permitía no solo entender mucho mejor el
funcionamiento genético de cualquier ser vivo, sino también modificarlo para
diseñar microbios y otros seres vivos con funciones que hasta ese momento no
existían en la naturaleza. CONTEXTO HISTORICO

Desde entonces la gran pregunta ha sido si esa técnica puede también servir para
editar el genoma humano y combatir enfermedades que hasta ahora tienen mal
pronóstico.

El estudio publicado hoy es solo un paso tímido, pues se basa solo en los resultados
de tres pacientes que sufrían mieloma —un cáncer sanguíneo— y sarcoma con
metástasis —un tumor de los vasos sanguíneos— que no respondían a los
tratamientos convencionales. Se trata de un ensayo clínico de fase 1, es decir, su
objetivo es solo probar si el tratamiento es viable y seguro para la salud de los
pacientes. El estudio demuestra que es ambas cosas, pues no ha detectado reacciones
adversas en los pacientes y sobre todo demuestra que la edición genética de células
humanas parece haber funcionado, aunque por supuesto habrá que hacer más
investigaciones para demostrar que actúa contra el cáncer.

El equipo de June extrajo linfocitos T, un tipo de célula inmune, de la sangre de los


pacientes y usó CRISPR para introducir en ellas tres cambios genéticos que
potencian su capacidad de reconocer a las células tumorales y atacarlas. El nombre
que han dado a estas células humanas modificadas es NYCE, unas siglas casi
idénticas a la palabra amable en inglés. Estas células hacen honor a su nombre. En
primer lugar han sido modificadas con CRISPR, que usa una guía de ARN —la
molécula encargada de leer el ADN y traducirlo a proteína— para encontrar y
modificar tres genes —PDCD1, TRAC y TRBC— que en condiciones normales
podrían impedir a las células del sistema inmune atacar a las células tumorales.
Además, en un segundo paso se introduce en las células un vector viral que permite
la expresión de una proteína que facilita que los linfocitos identifiquen un rasgo
característico de las células tumorales. En definitiva, se trata de una versión
mejorada de inmunoterapia mediada en parte por la técnica de edición genética
CRISPR.

El ensayo ha demostrado que las células modificadas entran en el flujo sanguíneo y


se mantienen en él hasta nueve meses, mucho más que lo que duran las células
inmunes del propio paciente sin editar. Además los autores informan de que no hubo
reacciones negativas en ninguno de los tres enfermos. El equipo de June concluye
que su trabajo, aunque preliminar y limitado por el reducido número de casos
tratados, demuestra que “es factible usar la edición genética con CRISPR para la
inmunoterapia del cáncer”.
El estudio no es solo pionero desde el punto de vista científico, sino también
estratégico. En 2016, poco después de que EE UU anunciase el comienzo inminente
de este ensayo(FECHA EN EL QUE SE HIZO EL ENSAYO), China comenzó otro
muy similar. En teoría le llevaba ventaja a su rival en este uso pionero de la edición
genética, aunque el país asiático aún no ha publicado resultados de ese ensayo. Se
esperan de forma inminente. CUERPO DE LA NOTICIA

Otros grupos han demostrado que CRISPR puede editar con éxito células humanas
para tratar algunas formas de anemia y hay en marcha varios ensayos clínicos para
su uso en cáncer. “Estos resultados representan un avance importante en la
aplicación terapéutica de la edición genética y muestran el potencial de las terapias
celulares”, opina en un artículo en Science Jennifer Doudna, investigadora de la
Universidad de California en Berkeley y codescubridora del CRISPR. El siguiente
paso, advierte, es demostrar que estas células editadas no solo son seguras, sino que
también son efectivas(COMENTARIO). Doudna, su colega Emmanuelle
Charpentier y el propio Mojica son firmes candidatos a ganar el premio Nobel por
sus descubrimientos

Esta técnica también se presta a usos muy controvertidos, pues fue la utilizada por el
chino He Jiankui para modificar embriones humanos y crear dos bebés teóricamente
inmunes al virus del sida, creando así una nueva estirpe de seres humanos. En
diciembre He Jiankui fue condenado a tres años de cárcel y fue inhabilitado de por
vida.

El ensayo estadounidense ha obtenido en este sentido una victoria pírrica. Uno de


los pacientes del estudio murió durante el ensayo —hay que recordar que se trata de
pacientes desahuciados— y los otros dos estaban recibiendo tratamientos
adicionales, con lo cual es difícil conocer hasta qué punto les ayudaron las células
inmunes editadas. Aunque este trabajo estaba solo diseñado para probar la seguridad
del tratamiento, June señala que han encontrado signos prometedores. “El tumor se
redujo en un 50% en uno de los pacientes y los linfocitos editados mantuvieron su
capacidad antitumoral y redujeron el tamaño de los tumores en la médula ósea”,
explica.

June es uno de los investigadores líderes en el mundo de la terapia celular. Entre sus
mayores éxitos estuvo el tratamiento de Emily Whitehead (PACIENTE DEL
DESARROLLO DE LA INVESTIGACION), una niña de nueve años que tenía una
leucemia incurable y que, gracias a la modificación de sus propias células inmunes
con una terapia génica diseñada por June, consiguió superar la enfermedad. El
investigador también es uno de los padres de la terapia CAR-T, una forma de
inmunoterapia muy efectiva, pero también polémica por su elevado coste: unos
300.000 euros(COSTO DEL TRATAMIENTO(CIFRA)). En este sentido, Doudna
escribe que es un "imperativo" que se abaraten y mejoren los métodos para producir
estos tratamientos personalizados de forma que todo el que lo necesite pueda
acceder a ellos.

“Son datos muy preliminares de seguridad y eficacia, pero muy prometedores”,


opina Ignacio Melero, inmunólogo de la Clínica Universitaria de Navarra y
el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de Pamplona. “Es la primera
vez que se reporta algo así en humanos y lo más importante que nos muestra es que
la técnica parece factible”, resalta.(OPINION)

Puede escribirnos a nuno@esmateria.com o seguir a Materia DATOS DEL


CONTACTO

en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirse aquí a nuestra newsletter.(FUENTES


DE CONTACTO)

TOMADO DE: (Dominguez, 2020)

SEBASTIAN BERNAL

MANUEL RUBIO

(LUNES Y JUEVES 10:00-12:00)

También podría gustarte