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La Moción de Censura en Colombia: un evento poco probable

Por: Nicolás Santamaría y Laura Wills-Otero "

Es otro mecanismo de control previsto en la Constitución que no se aplica. Su


reglamento, las coaliciones de gobierno y el poder de los presidentes se encargan de
que así sea – y así lo prueban las cifras-.

La moción de censura es el procedimiento por el cual la rama del poder legislativo puede
exigir la separación del cargo de funcionarios de la rama del poder ejecutivo. En
Colombia, la Constitución Política de 1991, así como el Reglamento del Congreso de la
República (Ley 5ª de 1992), definen el articulado que establece los mecanismos
mediante los cuales este procedimiento de control político tiene lugar. A pesar de existir
la posibilidad de destituir de sus cargos a ministros, directores administrativos y
superintendentes por incumplimiento de sus funciones, la moción de censura no ha sido
aprobada en ninguno de los casos en los que ha sido propuesta por diferentes
congresistas. La pregunta que intentaremos responder en este artículo gira en torno a
las razones que explican este fenómeno: ¿Por qué la moción de censura no ha
prosperado, a pesar de ser un mecanismo de rendición de cuentas contemplado en la
legislación colombiana? ¿Cuáles son los factores que explican que esta medida no
prospere? El argumento que proponemos a continuación plantea que la moción de
censura no ha prosperado por razones procedimentales, y sobre todo por una
configuración del poder político que ha sido favorable al ejecutivo. Adicionalmente, el
poder de nombramiento de ministros y otros funcionarios de la rama por parte del
Presidente de la República y la posibilidad que éste tiene de renovarlos a su
consideración, explica la ineficiencia de tal procedimiento. Sustentaremos esta idea
apoyándonos en evidencia empírica que nos provee el sistema de información de
Congreso Visible, y nos concentraremos en lo corrido del cuatrienio de la presidencia de
Juan Manuel Santos (2010-2014). A continuación expondremos tres factores que
explican por qué en el Congreso colombiano las mociones de censura no han sido
exitosas:

Aspectos procedimentales y configuración partidista del Congreso

La moción de censura es uno de los procedimientos que los congresistas pueden seguir
para desarrollar y cumplir con la labor de control político que les exige la carta política y
la ley 5ª de 1992. El numeral 9º del artículo 135 de la Constitución de 1991 establece
que la separación del cargo de quienes son objeto de esta medida puede resultar “por
asuntos relacionados con funciones propias del cargo, o por desatención a los
requerimientos y citaciones del Congreso de la República” [1].

El mismo artículo establece que su aprobación requiere “el voto afirmativo de la mitad
más uno de los integrantes de la Cámara que la haya propuesto”. Como queda claro, es
requisito obtener la mayoría absoluta en la votación que tenga lugar para decidir la
moción de censura, lo cual hace que de entrada sea difícil la aprobación de la medida.

En sistemas presidenciales como el colombiano, en los cuáles el poder político del


ejecutivo lo determina en gran medida la configuración del poder en el legislativo, la
obtención de la mayoría absoluta para obtener la moción de censura de los ministros
del gabinete está mediada por el balance de fuerzas existente. Un presidente que cuente
con el apoyo de un partido mayoritario o en su defecto de una coalición mayoritaria en
el Congreso, difícilmente verá amenazada la estabilidad de sus ministros como
consecuencia de una decisión que les exija la separación del cargo. Incluso, en
situaciones en las que tal coalición no existe y al interior de la institución hay una
fragmentación inter-partidaria, la aplicación de la medida es improbable. La
probabilidad de aplicar la medida aumenta cuando el tamaño de la oposición es alto y
sobre todo, cuando esta supera a la mitad de los legisladores. En tal caso, la mayoría
absoluta requerida es factible. Este último escenario no se ha presentado en ninguna de
las legislaturas que se han formado después de aprobada la Constitución de 1991. En
todos los casos, el Presidente de la República ha contado con composiciones políticas
en el Congreso que le han sido favorables. En la administración Santos, gracias a la
conformación de la Unidad Nacional, el ejecutivo ha gozado a lo largo de su mandato de
una súper mayoría en el legislativo, haciendo que la oposición no cuente con el número
de votos requeridos para hacer efectiva una moción de censura. Actualmente, el único
partido de oposición, el Polo Democrático Alternativo (PDA) no alcanza a tener, en
ninguna de las cámaras, más del 10% de las curules.

Sin embargo, a pesar de su reducido tamaño, la oposición apela a otro tipo de


estrategias para manifestarse en contra del gobierno. El llamado a debates de control
político a los ministros del despacho, es un mecanismo común que aplican los
congresistas, sobre todo los que no hacen parte de la coalición del gobierno. La gráfica
1 resume la cantidad de debates que han tenido lugar a lo largo del gobierno de Santos,
y el cuadro 2 revela que el PDA es el partido más activo en la programación de los
mismos [2]. Si bien los integrantes de la coalición también realizan debates de control
político, muchas veces lo hacen con la intención de proveer un espacio para que los
ministros presenten sus logros y no para juzgar su labor como funcionarios.

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