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Primer Domingo: 1 de diciembre

La vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta


primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una
invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén
preparados, que no saben cuándo llegará el momento". Es
importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos
permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si
nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como
resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos
ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el
Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar.
Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás
grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente,
como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en
familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos
la primer vela de la Corona de Adviento, color morada, como
signo de vigilancia y deseos de conversión.

Segundo Domingo: 8 de diciembre

La conversión, nota predominante de la predicación de Juan


Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a
reflexionar con la exhortación del profeta Juan
Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor
manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con
Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas
que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a
acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos
devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el
pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de
Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos
viviendo.

Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos


que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para
que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado
interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la
Eucaristía.
Tercer Domingo: 15 de diciembre

El testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y


ayudando al prójimo. La liturgia de Adviento nos invita a recordar
la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y
que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita.
El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y
nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la
madre de mi Señor venga a verme?.

Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la


Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de
Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María
desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María,
rezando el Rosario en familia, uno de los elementos de las
tradicionales posadas. Encendemos como signo de espera
gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.

Cuarto Domingo: 22 de diciembre

El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las


lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la
disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de
su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo
que es la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la
Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros
hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta.
Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría
que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos
para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme
propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las
comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la
Corona de Adviento
Significado y oración de la vela morada de adviento
vela lila

La vela morada es la primera en encenderse, es decir, es la que encenderías


el primer domingo de diciembre.
Con esta vela morada estaríamos mostrando nuestro arrepentimiento y
solicitando el perdón.
Al encender la primera vela de adviento debemos realizar la siguiente oración:
Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en
la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte
preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque
tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven,
Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Significado de la vela amarilla de adviento (vela sustituta)
vela amarilla

La vela amarilla también se encendería el primer domingo y se suele hacer en


sustitución de la vela morada.
Con esta vela amarilla estaríamos confirmando nuestra fe en Cristo Nuestro
Señor.
La oración sería similar a la de la vela morada ya que la vela amarilla se puede
usar como sustituta, es decir, si no tenemos a mano una vela morada podríamos
llegar a usar una amarilla, en este caso.

Significado y oración de la vela verde de adviento


significado de las velas verdes

La vela verde se encendería el segundo domingo de Adviento y significa la


esperanza y al igual que las ramas que se utilizan para crear la corona
representan la vida eterna.
La vela verde puede ser sustituida por una vela de color azul celeste, con la que
estaríamos aceptando la justicia de Dios.
Al encender la segunda vela de adviento debemos realizar la siguiente oración:
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un
símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se
estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne…
Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que
florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la
esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!
Significado y oración de la vela rosa de adviento
vela rosa

La vela rosa será encendida el tercer domingo del mes y con ella estaríamos
simbolizando la alegría que sentimos por la llegada de Cristo.
Al encender la tercera vela de adviento debemos realizar la siguiente oración:
En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la
buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se
acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda.
¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha
tuya para que brilles, llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
Significado y oración de la vela roja de adviento
vela roja

La vela roja sería encendida en último lugar y con ella representamos y


confirmamos nuestro amor incondicional a Dios Nuestro Señor y él a nosotros.
Al encender la cuarta vela de adviento debemos llevar a cabo la siguiente
oración:
La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la
prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda
separar del amor de Cristo que nace.
Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que
aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe. Nos unimos
a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide
que Jesús nazca en nuestro corazón.
Significado de la vela blanca de la corona de aviento
vela blanca

La vela blanca se enciende el día 25 de diciembre y como hemos comentado se


colocaría en el centro de la corona.
Con esta vela, que simboliza la pureza, estaríamos representando la llegada y
presencia de Jesucristo, al que estaríamos dando la bienvenida

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