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Taller RD EDITADO2
Taller RD EDITADO2
Grupo 1: Alejandro Jiménez, Nathalia González, Daniela Pinzón, David Sánchez, María
Nieto Rozo.
1. Tomar 2 fotografías de los cuadros y obras expuestas en el Museo. Colocar los datos que
da el museo sobre ellas: autor, fecha, etc. y responder: ¿Qué imágenes tiene? Describir
detalladamente la obra
Obras seleccionadas:
El infierno
1620
El infierno
Descripción:
Por otra parte, se podría decir que según la pintura la propia condición humana desemboca
en una vida de miseria y sufrimiento, pues todos los pecados retratados en la pintura son
parte esencial del ser humano como unidad; pues se ve plasmado la avaricia, la lujuria, la
mujer bonita, los injustos entre otros. Como seres creados a imagen y semejanza de Dios,
pero con libre albedrío somos una mezcla tanto de pecados y vicios como de virtudes. Esta
pintura no deja de ser un reflejo y una clara muestra del miedo que ha intentado imponer la
religión sobre la sociedad.
Ahora bien, los pecados expuestos están basados en imaginarios sociales y culturales
impuestos por la religión de la época (1620) como, por ejemplo: confesión, condena o
penitencia, moralidad, misas y todo encaminado a la idea de vida eterna. Y en
consecuencia, es posible identificar que esta pintura tiene un fin evangelizador con un
trasfondo moral. Por otro lado, los dos pecados que más se logran visualizar son el
alcoholismo, la injusticia y el murmullo. Pues, se dice que en dicha época eran los “pecados”
que más se evidenciaban y se castigaban dentro de la sociedad.
Ahora bien, dando un análisis desde otra perspectiva tenemos una pintura
manufacturada de un artista patrocinado por la orden jesuítica. Esta orden no
escatimaba recursos e ideas para propagar un contundente mensaje evangelizador, no solo
en los púlpitos sino a través de las artes como la pintura y música, y por otra parte la
academia desde las universidades y colegios fundados por ellos mismos. Pero para el
pueblo, para la gente del común, su estrategia fue todavía más sencilla, puesto que el
asunto era instruir a una población en su mayoría analfabeta. Así que el tema del infierno
era el condimento ideal para mentes ignorantes y supersticiosas. Y así tenerlos
subordinados desde el miedo al castigo y la muerte eternas.
Volviendo nuevamente a la pintura, tenemos así un lienzo cuya composición está repartida
en tres planos. Uno principal en donde una figura humana sujeta un cuerpo femenino
mientras una especie de serpiente le muerde el costado. En este segmento se encuentran
los condenados por algunos de los diferentes pecados, no los capitales como tales, se
podrían catalogar de acuerdo a un orden concreto como el de la divina comedia o similares,
de acuerdo a la teología católica. Parecen más títulos alegóricos que sectores
propiamente definidos como una región. Si se toma como fórmula este apartado se
puede ver replicado en las demás una secuencia narrativa en la cual se privilegian
determinados castigos con aparatos de tortura, quizá haciendo referencia a la institución
del Santo Oficio. El horizonte, el tercer plano, como detalle curioso, se pierde en un espacio
extenso y aterrador.
A concepto de quienes analizan, se debe apreciar la composición más que un todo como
una especie de novela gráfica, en la cual se cuentan parte por parte el destino de los eternos
condenados al suplicio del infierno. El autor trabaja por dar una fluidez en cuanto un
triángulo trazado desde el demonio mayor llamado lucifer, luego la narratividad apunta a la
izquierda en donde se presenta un dragón, seguramente en alusión a la bestia descrita en
el apocalipsis. Después, hacia la derecha para ver por último al hombre, cuyo pecado fue
incentivado por la mujer, la cual a su vez fue tentada por la serpiente. Y la misma se
encuentra enroscada y magullando el cuerpo del desesperado varón. Esta es la alegoría
de la humanidad como tal y principal punto focal.
Por último, un elemento a analizar es que no todos los pecados tenían el mismo grave de
gravedad, unos eran más “castigados” que otros. Por ejemplo, el incesto, la fornicación
simple, estupro etc… En la parte derecha se muestra un hombre maltratando a un grupo
de mujeres haciendo referencia a que estas eran castigadas por el demonio, bajo este,
encontramos al murmurador el cual sería el chismoso, el que genera caos y hace daño, en
la parte izquierda se puede evidenciar un diablo “obligando” a un hombre a tomar de una
jarra asociando esto con las borracheras que eran un vicio que en los indios propiciaban a
otros pecados, en la parte superior derecha podemos evidenciar una figura negra encima
de un dragón con alas, lucifer (Satanás), quien es reconocido como una criatura demoníaca
por la religión cristiana.
La muerte de José
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La muerte de José:
Descripción:
La pintura es una pintura bastante emotiva, pues muestra el momento o, mejor, representa
a la muerte en su mejor expresión. Jesús tiene un gesto hacia José en el que lo bendice,
demostrando la importancia y necesidad de poder ascender al cielo y tener esa vida
eterna plena que siempre trata el catolicismo.
Los dos querubines, mencionados con anterioridad, simbolizan esas figuras que
acompañan al alma a ese plano celestial, aunque, también da la impresión de ser los
mensajeros de Dios. Al igual que, la paloma que se encuentra en la parte superior. Aquí, ya
se encuentra representada la divinidad trinidad: Padre, hijo y Espíritu Santo. Ahora bien,
la figura de la mujer también toma un papel bastante importante en la imagen, pues se
evidencia como es ella la que cuida pero también la que sufre y la que debe llevar la
concepción social de duelo y sufrimiento. Pero, también de ser la figura de debe tener esa
esperanza de que estará en ese plano deseado Y, así mismo no olvidar a ese cuerpo que
acaba de partir.
Por último, aquel hombre que está en la cama (San José) tiene una bata blanca que
simboliza pureza, su rostro representa cansancio y debilidad al igual que sus brazos caídos,
y el hombre a su derecha (Cristo), tiene una tela roja que representa la sangre y la fuerza
del espíritu santo.
2. Según las obras y pinturas seleccionadas, ¿qué se pretende mostrar sobre la cultura
española? Analizar argumentar
Las imágenes que analizamos dan testimonio de un cuerpo moral amedrentando por
castigos y penas en reflejo de sus pecados en vida. O por lo menos la tradición mantiene
con el eco atronador pregonado por curas y pastores hasta el día de hoy. Sin embargo falta
contrastarlo con la imagen del purgatorio y el paraíso, puesto que se podrían pagar misas
por un difunto y así apagar las llamas del llamado purgatorio (un espacio entre cielo e
infierno), y así para poder ascender a los cielos empíreos.
La función didáctica es evidente, pero no del modo cansino como nos ubicamos al observar
una clase de catequesis o de religión de un típico colegio bogotano del siglo XXI. Este
infierno pintado es toda una película épica con un final más que triste, si consideramos el
concepto de eternidad donde los más pobres serían arrastrados al tormento de los
demonios por los siglos de los siglos. Su propósito a semejanza del antiguo teatro griego,
es provocar una suerte de catarsis en el espectador, y de todas las pinturas y esculturas en
la muestra, no dejaba de ser en extremo llamativa para nuestros ojos modernos. Es una
pieza realmente compleja por el efecto causado más que por la técnica usada, la cual
titubea con los conceptos de profundidad y perspectiva.
En otras palabras, La manera en cómo estas pinturas pretende mostrar la cultura española
es a través de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola. Dichos ejercicios
proporcionan un método que ayudaba a los fieles a vincularse con lo divino mediante la
experiencia religiosa individual a partir de la imaginación y la lectura en voz alta, para luego,
acudir a la memoria fortaleciéndose a través de imágenes pintadas, esculturas y retablos
para componer lugares como el cielo o el infierno con el fin de deleitar y conmover a los
espectadores y desarrollar tal afecto hacia las imágenes religiosas que se veían impulsados
a un cambio de vida.
3. ¿Cómo entender “Lo sagrado y profano” en ellas? Establecer relaciones con los
conceptos planteados por Eliade en su texto
En segunda instancia, “La muerte de San José” nos muestra el momento anterior para
cruzar el umbral, en el infierno ya se traspasó. Se trata de ascender y realizar esa transición
a esa otra dimensión o mundo del que se trata en la religión católica. La cortina negra en
el propio museo es muy diciente en su mensaje. En el cuadro el propio Lucifer está apartado
por una especie de séquito donde una nube lo circunda, revelando una jerarquía. Así
mismo hay un lago enorme de fuego y al fondo se ven las puertas de una ciudad. Aquí la
necesidad de ser se extingue bajo la perdición obtenida. Ya no hay necesidad de lo
sagrado. Todo está echado a perder. Sin embargo los espacios están precedidos de una
significación y esto a su vez determinados por umbrales locales.
En tercera instancia, el concepto de lo místico como una conexión profunda se puede hacer
notorio en las dos pinturas como una relación entre la doctrina y el catolicismo. Y, aquí
también está relacionado con lo que Eliade trata como “…necesidad del hombre con
elementos sagrados” (E, Mircea. 1981) puesto que se manifiesta la Divina Trinidad y está
explícita en el cuadro. También, “centro del mundo” en donde por medio de una hierofanía
hay una ruptura de niveles. En los cuadros: tres niveles cósmicos, tierra, cielo (el mundo
divino), o el infierno (las regiones infernales o el mundo de los muertos).
Referencias: