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Persona

ISSN: 1560-6139
rbraun@ulima.edu.pe
Universidad de Lima
Perú

Herrera, Dora I.; Gargurevich, Rafael; Morales, Hugo


¿Iguales o diferentes? El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de
adolescentes institucionalizados por encontrarse en conflicto con la ley penal en el Perú
Persona, núm. 20, enero-diciembre, 2017, pp. 55-67
Universidad de Lima
Lima, Perú

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¿Iguales o diferentes? El perfil de valores
de estudiantes de secundaria y el de adolescentes
institucionalizados por encontrarse en conflicto
con la ley penal en el Perú
Dora I. Herrera
Rafael Gargurevich
Pontificia Universidad Católica del Perú
Hugo Morales
Universidad de Oporto, Portugal

Recibido: 20 de mayo del 2017 / Aceptado: 8 de junio del 2017


doi: https://doi.org/10.26439/persona2017.n20.1739

En este artículo se estudia si los valores de los jóvenes que en algún momento fueron
infractores de la ley penal eran distintos de los valores de adolescentes y jóvenes de
colegios públicos y privados. Se evaluaron 887 participantes (678 hombres y 209 mujeres).
Del grupo total, 539 eran estudiantes de colegios públicos y privados, y 348 de centros
juveniles que albergan, bajo diferentes modalidades, adolescentes infractores. Se aplicó el
Cuestionario Retrato de Valores (PVQ, por sus siglas en inglés) de Schwartz et al. (2001).
Los resultados mostraron que los valores de ambos grupos eran muy semejantes
(r(887) = .84, p < .01). Se concluye que probablemente no sean los valores los que
diferencian a estos grupos, sino que podrían ser otras variables.

perfil / valores / adolescentes / adolescentes infractores

Similar or Different? Value Profile of Secondary Students and Inmate


Adolescent Offenders in Peru
In this study, we analyze if the values profiles between institutionalized youngsters (juvenile
offenders) and regular school students are distant. A sample of 887 adolescents and
youngsters (678 males and 209 females) were assessed. 539 participants were school students
from private and public schools and 348 were institutionalized adolescents. The values
variable was measured by the Portrait Values Questionnaire (PVQ), created by Schwartz,
Melech, Lehmann, Burgess, Harris, & Queens (2001). Results show that both groups had
very similar values. The correlation among them was high and positive (r(887) = .84, p < .01).
It is concluded that probably values are not the main difference for these two groups. Then,
for future preventive interventions, other socio-psychological variables could be prioritized.

values / adolescents / juvenile offenders


Correo electrónico: diherrer@pucp.pe

Persona 20, enero-diciembre del 2017, ISSN 1560-6139, pp. 55-67


Dora I. Herrera, Rafael Gargurevich, Hugo Morales

El desarrollo humano […] es un proceso de ellos reconoce que uno de los prin-
de ampliación de opciones, libertades y cipales problemas que enfrentan como
capacidades de las personas con el fin grupo poblacional es el de la delincuen-
de que puedan gozar de salud y bienes-
cia y el pandillaje (58,6 %); esta dificultad
tar, tener acceso a los conocimientos y
se reporta como más intensa que la de
a los recursos necesarios para vivir una
vida digna. (PNUD, 2013, p. 3) falta de oportunidades para acceder al
trabajo (43,2 %) (Senaju, 2012). Ante la
En el Perú, el 27,30 % de la población constatación de esta preocupación juvenil
nacional corresponde a un grupo cuyas y conociendo que muchos de los jóvenes
edades oscilan entre quince y veintinueve infractores de la ley penal han sido parte
años; en otras palabras, 8 227 879 perua- de las pandillas juveniles, se consideró
nos son adolescentes y jóvenes. De modo conveniente evaluar, a partir de una
similar a lo que ocurre en otros países de aproximación psicológica, si los perfiles
la región, la mayoría de ellos (76,11 %) valorativos de ambos grupos difieren o
habita en el área urbana; generalmente, son semejantes.
esto se debe a que las condiciones de vida
en el ámbito rural no son muy favorables
y se migra a favor de mejores oportuni-
Valores y variables psicológicas
asociadas: perspectiva de tiempo
dades educativas y laborales (INEI, 2012;
OIT, 2012; Cepal, 2008). Es importante futuro e inserción social
mencionar que si bien el 44 % de estos adolescente
jóvenes se dedica exclusivamente a traba- Las características educativas de la po-
jar (aunque mayoritariamente en empleos blación adolescente y juvenil en el Perú
precarios) y el 22 % solo estudia (en mu- han concitado gran interés científico en-
chos casos carreras que no son de elevada tre psicólogos y educadores. Diversos
demanda laboral), existe, entre otras ci- estudios realizados a partir del año 1998,
fras, un 17 % de ellos que “no estudia ni tanto en centros educativos escolares
trabaja” (Senaju, 2012; OIT, 2012). Este como en universidades (Herrera, 2002;
último porcentaje representa a 1 398 739 Herrera, Lagrou y Lens, 2002; Herrera
adolescentes y jóvenes que no están in- y Lens, 2003), han permitido evaluar
sertos en un espacio educativo o laboral. las particularidades de las variables psi-
Este grupo se convierte en un sector alta- cosociales asociadas al éxito vocacional
mente vulnerable, que, al orientarse hacia y educacional en adolescentes perua-
la búsqueda de una particular identidad, nos; destacan entre ellas la perspectiva
puede aproximarse a grupos que desarro- de tiempo futuro y los valores. Durante
llan actividades poco convencionales y, el periodo 1998-2002, se observó la tra-
en muchos casos, acciones violentas. yectoria de un grupo conformado por
Es importante destacar que, al pre- 163 estudiantes de colegios públicos que
guntarles a los jóvenes sobre cuáles son aspiraban a continuar su educación en la
sus problemas más sentidos, la mayoría universidad, y se comprobó que solo 9 de

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El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de adolescentes institucionalizados

ellos (5,5 %) logró hacerlo en un lapso de tener la intención de ir a la universidad no


dos años, mientras que el 87 % del gru- era un plan realista. De acuerdo con la teo-
po total no rindió el examen de admisión ría del establecimiento de metas de Locke,
(Herrera, 2002; Herrera, Lagrou y Lens, las metas motivacionales deben ser espe-
2002). Entre otros resultados, estas inves- cíficas, difíciles (pero no muy difíciles),
tigaciones detectaron la existencia de una autoestablecidas o al menos aceptadas por
brecha entre los planes y las acciones de los individuos como metas (Locke, 2000).
adolescentes peruanos. Estos hallazgos Los hallazgos obtenidos orientan a
indican que la perspectiva de tiempo fu- los investigadores a reflexionar acerca de
turo o, dicho de otro modo, los planes de las condiciones socioeconómicas de los
los estudiantes, eran irrealistas. Al ana- jóvenes de los colegios estatales, pues se
lizar detalladamente el contenido de sus podría considerar que estas se convierten
planes, se pudo detectar que ellos aspira- en uno de los principales obstáculos para
ban en primera instancia a un desarrollo la elaboración de planes realistas. No obs-
personal pleno y, en segundo lugar, a tante, es importante preguntarse, a la vez,
culminar sus estudios universitarios para por qué los jóvenes que no tienen posibili-
convertirse en profesionales de éxito. dades de realizar aquello que está dentro
Ninguna de estas aspiraciones se cumplió de sus planes no los reorientan a fin de
para la mayoría de ellos. darles un contenido más realista e inser-
Los resultados de la investigación tarse con ello de manera más favorable en
ponen de relieve un problema teórico de el entorno educativo y laboral. Muchos de
alta relevancia para la psicología de la los jóvenes que fueron visitados en el estu-
motivación. Las necesidades y motivos, dio previamente descrito no habían ido a
tales como la necesidad de logro, afilia- la universidad, pero tampoco llevaban a
ción o autorrealización, deben traducirse cabo ninguna actividad que les permitiera
primero en metas específicas, realistas, posteriormente tener mejores condiciones
y alcanzarse a través de planes de acción socioeconómicas y autonomía.
específicos. De otro modo es muy difícil En este contexto, y con la intención
ejecutar una conducta motivada. En el de profundizar en el conocimiento de la
caso de los estudiantes de secundaria de realidad psicológica de los adolescentes
las escuelas públicas analizadas, presen- peruanos, se consideró conveniente hacer
tarse al examen de admisión es un paso una evaluación de su perfil de valores.
inmediato y específico si se considera Al estudiar las variables psicológicas
que es importante ir a la universidad. Sin asociadas al éxito vocacional y educacio-
embargo, al observar el bajo porcentaje nal, no solo es relevante examinar, desde
de éxito en este examen por parte de los una perspectiva motivacional sustenta-
alumnos que participaron en el estudio da en aportes empíricos, la perspectiva
y que planearon ir a la universidad, es de tiempo futuro. Existen otros factores
posible afirmar actualmente que para la o variables que también pueden ejer-
mayoría de estos estudiantes el planear o cer influencia en el proceso educativo y

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Dora I. Herrera, Rafael Gargurevich, Hugo Morales

que deberían ser tomados en cuenta en orientaciones abstractas que guían el com-
la labor diaria por los educadores, tuto- portamiento y permiten justificar o explicar
res, maestros y padres. Destacan en este las opiniones, actitudes y acciones emitidas
contexto los valores, cuya importancia (Rokeach, 1973). En la presente investiga-
creciente ha sido claramente reconocida ción, los valores se definen, de acuerdo
por diferentes científicos sociales y psi- con la propuesta de Schwartz et al. (2001),
cólogos (Ros y Gouveia, 2001). como metas deseables y transituacionales
Los valores, en el contexto psicológi- que varían en términos de su importancia
co, representan orientaciones abstractas y sirven de principios guía en la vida de las
o metas que guían el comportamiento personas o de entidades sociales.
y permiten justificar o explicar las opi-
Implícita en esta definición de valores
niones, actitudes y acciones emitidas
como metas está que (1) sirven a los
(Rokeach, 1973; Schwartz et al., 2001). intereses de alguna entidad social; (2)
Su importancia es innegable en el mar- que pueden motivar la acción, dándole
co de la integración económica mundial dirección e intensidad emocional; (3)
contemporánea o globalización, pues funcionan como criterios para juzgar y
este fenómeno pone de relieve múltiples justificar la acción, y (4) que se adquieren
requerimientos económicos y tecnológi- tanto a través de la socialización en
cos que deben ser atendidos por recursos los valores del grupo dominante como
a través de la experiencia personal de
humanos competentes, los cuales, muchas
aprendizaje. (Ros y Gouveia, 2001, p. 55)
veces, se encuentran formados por ciuda-
danos jóvenes y adolescentes. La rapidez El concepto de valores ha sido consi-
y profundidad de los cambios abren ine- derado también relevante para la presente
vitablemente espacios nuevos y distintos investigación por ser un constructo rela-
para el mercado laboral internacional, cionado con metas motivacionales a las
pero también hacen posible constatar la cuales se ha hecho referencia previamente.
presencia de enormes desigualdades en Según la propuesta teórica de Schwartz et
términos de desarrollo humano entre los al. (2001), los valores representan metas
países. A través de indicadores tales como conscientes y respuestas que los seres
los niveles de escolaridad, alfabetización, humanos elaboran de acuerdo con sus
condiciones de existencia y expectativa de necesidades como organismos biológicos
vida de las personas, el Programa de las y con los requerimientos de la interacción
Naciones Unidas para el Desarrollo ha social coordinada para funcionar correc-
precisado que se pueden observar dife- tamente y supervivir como grupo.
rencias en torno a las oportunidades de
La teoría de valores de Schwartz
acceso a una vida plenamente humana
(1996) considera dos componentes: con-
(PNUD, 2002, 2003, 2005, 2006).
tenido y estructura. El primero se refiere a
Los valores de las personas o, en diez constructos motivacionales distintos
este caso particular, de los estudiantes e que también han sido denominados tipos
infractores de la ley penal representan motivacionales; estos se derivan de un

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El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de adolescentes institucionalizados

análisis de los requerimientos universales El componente estructural de la teo-


que deben enfrentar todos los individuos ría de valores considera los contenidos
y sociedades. Cada uno de los tipos valo- previamente descritos, pero explica, ade-
rativos ha sido definido de acuerdo con su más, el dinamismo de las relaciones que
meta central y son listados con su respec- se establecen entre los diez tipos moti-
tivo contenido a continuación: vacionales o valores. Esto quiere decir
que el orientarse o priorizar determina-
1. Poder: estatus social sobre las personas
do valor tiene consecuencias que pueden
y los recursos.
estar en conflicto o congruencia con otro
2. Logro: éxito personal mediante la u otros valores. Por ejemplo, orientarse
demostración de competencia según hacia el cambio y a lo nuevo (valor de
criterios sociales. estimulación) probablemente debilite la
3. Hedonismo: placer y gratificación aceptación de las costumbres e ideas que
sensual para uno mismo. proporciona la cultura tradicional o la
religión (valor de tradición). Asimismo,
4. Estimulación: entusiasmo, novedad y orientarse hacia valores de tradición es
reto en la vida. congruente con la preferencia de valo-
5. Autodirección: pensamiento indepen- res de conformidad, mediante los cuales
diente y elección de la acción, se restringen acciones, inclinaciones e
creatividad, exploración. impulsos que pudiesen molestar o herir
a otros y violar expectativas o normas
6. Universalismo: comprensión, aprecio,
sociales; en este caso, ambos tipos moti-
tolerancia y protección del bienestar de
vacionales (tradición y conformidad)
todas las personas y de la naturaleza.
instigan o estimulan acciones de sumi-
7. Benevolencia: preservación e inten- sión a expectativas externas (Schwartz
sificación del bienestar de las personas et al., 2001).
con las que uno está en contacto Los valores se organizan en una
personal frecuente. estructura circular que presenta el
8. Tradición: respeto, compromiso y patrón de conflicto y congruencia entre
aceptación de las costumbres e ideas valores o tipos motivacionales que pro-
que proporciona la cultura tradicional pone la teoría (véase la figura 1). La
o la religión. organización circular de los valores
representa un continuo motivacional;
9. Conformidad: restricción de las accio-
cuanto más cerca se encuentren dos
nes, inclinaciones e impulsos que pu-
valores, sus motivaciones subyacentes
diesen molestar o herir a otros y violar
son similares; y cuanto más distantes
expectativas o normas sociales. se ubiquen dos valores, más antagónica
10. Seguridad: seguridad, armonía y esta- será la motivación implicada.
bilidad de la sociedad, de las relacio-
nes y de sí mismo.

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Dora I. Herrera, Rafael Gargurevich, Hugo Morales

Apertura al cambio Autotrascendencia

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Hedonismo Conform
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Tradición

o Se
gr gu
Lo rid

Poder
ad

Conservadurismo

Promoción personal
(Self-enhancement)

Figura 1. Estructura circular de valores

Método oscilaban entre 15 y 19 años (M = 16,13).


En el caso de los 348 integrantes de los
centros juveniles, 310 eran hombres y 38
Participantes
mujeres. Sus edades variaban entre 13
Se trabajó con dos grupos de adolescentes y 20 años (M = 16,76). La selección de
y jóvenes. Uno de ellos pertenecía a centros los participantes fue no probabilística y
educativos escolares (públicos y privados) colaboraron aquellos que voluntariamente
y el otro a centros juveniles que albergan accedieron a responder a la ficha general
a adolescentes institucionalizados por de datos y a la prueba de valores. Todos
encontrarse en conflicto con la ley penal. firmaron un consentimiento que fue
Los 539 escolares cursaban el último año leído en voz alta por los evaluadores. La
de educación secundaria; 368 de ellos distribución de la muestra en las diferentes
eran hombres y 171 mujeres; sus edades instituciones se presenta en la tabla 1.

Tabla 1
Distribución de los participantes según el tipo de institución

Institución N
Cuatro centros educativos nacionales 242
Cuatro centros educativos privados 297
Centros juveniles (adolescentes en conflicto con la ley) 348
Total de participantes 887

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El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de adolescentes institucionalizados

Medición entre los valores que eran similares al


prototipo teórico (Schwartz et al., 2001).
Los participantes registraron sus datos,
En una muestra de estudiantes israelíes,
en primera instancia, en una ficha de da-
los valores mostraron validez convergen-
tos. A través de este formato impreso,
te y discriminante (Schwartz et al., 2001).
se obtuvo información general, especí-
En el Perú, se ha validado el instrumento
ficamente edad, sexo, nombre y tipo de
con datos de estudiantes universitarios
institución. También se solicitó que indi-
(Lau y Braun, 2002). De acuerdo con los
quen el nivel educativo de sus padres.
datos reportados al realizar el análisis
Todos los colaboradores respondieron de la información a nivel nacional, las
el Cuestionario Retrato de Valores (PVQ, regiones valorativas se organizaron de
por sus siglas en inglés) elaborado por manera tal que permitieron su ajuste a la
Schwartz et al. (2001). Este fue propues- propuesta teórica original. Conforme a lo
to como un método menos abstracto que reportado por Schwartz (comunicación
las pruebas originales y se orienta cen- personal, 2002), es posible utilizar los
tralmente a medir valores. Incluye breves estándares valorativos en el análisis de
retratos verbales de 29 personas dife- los datos peruanos. Durante los últimos
rentes. Cada uno describe las metas, años, el autor de la prueba ha corrobora-
aspiraciones o deseos de una persona do la estructura circular de los valores en
que implícitamente indica la importancia todos los grupos analizados a través de
de un valor. Por ejemplo: “Tener nuevas las investigaciones apoyadas por el Ins-
ideas y ser creativo es importante para él. tituto de Investigación Científica de la
Le gusta realizar actividades desde una Universidad de Lima.
perspectiva original”; etcétera. Para cada
retrato, los participantes responden a la
Procedimiento de análisis de datos
pregunta: “¿Cuánto se parece a Ud. esta
persona?”. La respuesta debe ubicarse Los datos fueron registrados aplican-
en una de las seis casillas que le permi- do las pruebas de manera colectiva en
ten precisar que esa persona: se parece los centros educativos; en cambio, en el
mucho a mí; se parece a mí; se parece un caso de los adolescentes que pertene-
poco a mí; se parece ligeramente a mí; no cían a instituciones que los albergaban
se parece a mí; no se parece a mí en nada. por encontrarse en conflicto con la ley
Los valores de los participantes se infie- penal, muchas veces la aplicación tuvo
ren considerando la semejanza existente que ser individual. Se generó un clima
entre su autorreporte y el perfil de las de confianza con los adolescentes y se
personas descritas, que implícitamente aplicó la prueba de valores solicitando
refleja ciertos valores. permanentemente que sus respuestas
sean sinceras. Se garantizó el anonimato
Los análisis de datos en muestras
de los colaboradores. Para poder anali-
representativas de Sudáfrica, Italia y
zar los datos obtenidos sobre valores en
Uganda revelaron estructuras de relación

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Dora I. Herrera, Rafael Gargurevich, Hugo Morales

los estudiantes de secundaria y los ado- te distinta. El orden de los valores, en


lescentes de los centros juveniles, se han el caso de los centros educativos, es el
recorrido dos caminos. Por un lado, se ha siguiente: autodirección, benevolencia,
precisado el promedio de cada una de las universalismo, estimulación, logro, hedo-
dimensiones valorativas en ambos gru- nismo, seguridad, conformidad, tradición
pos y, por otro, se ha aplicado un análisis y poder. En los centros juveniles, hay una
de varianza múltiple (MANOVA, por sus ligera variación: autodirección desciende
siglas en inglés) para comparar todas las al tercer lugar; probablemente esta di-
dimensiones de modo conjunto. Ambos mensión valorativa ha sido influida por la
resultados serán presentados en el pre- condición de reclusión; luego siguen los
sente documento. valores de estimulación, seguridad, he-
donismo, conformidad, tradición, logro y
poder. Cabe destacar que en ambas insti-
Resultados
tuciones la dimensión de poder se ubica
Si se observa la secuencia jerárquica de en el último lugar de la jerarquía, pero es
las medias de cada una de las dimensiones relevante también señalar la desviación
valorativas en las diferentes institucio- que presentan los datos de ambos grupos
nes, se puede notar que la jerarquía de con relación a su distribución respecto de
los valores registrada no es notablemen- la media (véase la tabla 2).

Tabla 2
Valores en centros educativos públicos y privados, y en centros juveniles

Valores Centros educativos Centros juveniles


N = 539 N = 348
M DE M DE
Autodirección 4,94 0,68 4,46 1,01
Benevolencia 4,80 0,74 4,48 1,01
Universalismo 4,79 0,71 4,48 0,98
Estimulación 4,63 0,96 4,41 1,05
Logro 4,48 0,94 3,77 0,99
Hedonismo 4,46 1 4,34 1,13
Seguridad 4,39 0,81 4,34 1,04
Conformidad 4,94 0,68 4,22 1
Tradición 4,80 0,74 4,05 0,96
Poder 4,79 0,71 3,21 1,19

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El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de adolescentes institucionalizados

Si se correlacionan los valores de análisis de la información, pero apli-


ambas instituciones, se obtiene una corre- cando en esta ocasión un análisis de
lación de .84 (p < .01), la cual indicaría varianza múltiple (MANOVA). Se contó
que ambos perfiles son muy próximos para ello con la asesoría y colaboración
entre sí. Tal como se puede observar en de Schwartz (comunicación personal,
la tabla 2, los puntajes correspondientes 2005). Utilizando la traza de Pillai, se
a los valores son muy cercanos. La corre- evidenció un efecto global de sexo sobre
lación de .84 es significativa, positiva e las variables estudiadas: valor = .049,
intensa. Ello indicaría que hay semejan- F(10, 695) = 3,62, p < .001, Ƞ = .049. Es
za en cuanto a la jerarquía valorativa de altamente probable que, al ser analizada
ambos grupos; por tanto, sería posible la muestra total con relación al género,
afirmar que los adolescentes que cursan esas diferencias sean observables, ya que
el nivel educativo secundario y aquellos las pautas de socialización orientadas
que se encuentran institucionalizados por a la formación de valores en hombres y
infringir la ley penal no son iguales, pero mujeres pueden ser distintas y favorecer
sí semejantes en cuanto a su jerarquía esta variación. Sin embargo, al realizar
valorativa; no obstante, se puede señalar el análisis por grupo, no ocurre lo mismo
también que ambos grupos no son suma- porque el número de mujeres en los cen-
mente diferentes. tros juveniles es muy pequeño (N = 38).
Muchas veces se ha calificado nega- Ante esta circunstancia, se procedió
tivamente al grupo de adolescentes que a un análisis univariado (ANOVA) para
infringen la norma y se ha considerado toda la muestra, sin separarla por sexo.
que sus valores son fundamentalmente Los resultados de los análisis revelaron
disímiles. Lo que se observa a partir de que existen diferencias significativas
este análisis inicial es muy distinto. Es entre ambos grupos (centros educativos y
digno de resaltar el hecho de que ambos centros juveniles) en cuanto a los valores
grupos prioricen, entre los primeros valo- de seguridad, F(1, 704) = 4,56, p < .033,
res, a la benevolencia; es decir, se busca Ƞ = .006; tradición, F(1, 704) = 11,46,
preservar y realzar el desarrollo de las p < .001, Ƞ = .016; universalismo,
personas con las cuales se está en contac- F(1, 704) = 9,04, p < .003, Ƞ = .013; autodi-
to frecuente. Este contenido valorativo rección, F(1, 704)= 7,06, p < .008, Ƞ = .01;
puede sorprender a muchas personas que y logro, F(1, 704) = 10,87, p < .001, Ƞ = .015.
han emitido un juicio negativo respecto a Ninguno de los otros valores reporta
las opciones valorativas de los adolescen- diferencias significativas. En el caso de
tes institucionalizados. seguridad, la inferencia no es compleja,
Debido a que es posible distorsionar pues la media más alta favorece a los ado-
los resultados al realizar el análisis valo- lescentes de centros educativos (M = 4,39
rativo de los adolescentes considerando vs. M = 4,34). Resulta más complejo
las dimensiones valorativas de modo explicar las diferencias en torno a uni-
independiente, se procedió a un nuevo versalismo, autodirección, tradición y

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Dora I. Herrera, Rafael Gargurevich, Hugo Morales

logro, aunque la condición privativa de ser considerados como variables de gran


libertad en los adolescentes de los cen- importancia en la predicción del comporta-
tros juveniles podría ayudar a explicar miento, no siempre lo explican plenamente.
estas variaciones. No obstante, es posi- Los adolescentes de ocho centros edu-
ble nuevamente constatar que no todos
cativos de Lima (cuatro públicos y cuatro
los valores son distintos y que no exis-
privados) y los adolescentes de los centros
ten diferencias significativas en torno a
juveniles, que se encuentran en conflicto
benevolencia, estimulación, hedonismo,
con la ley penal, tienen perfiles valorativos
conformidad y poder. Por tanto, sería
que no son absolutamente disímiles entre
posible nuevamente señalar que ambos
sí; por tanto, sería conveniente reorientar
grupos evaluados no son notablemente
a quienes se encuentran institucionaliza-
diferentes, tampoco totalmente iguales,
dos por infringir la norma, a partir de un
pero hay más proximidad entre ellos que
conocimiento más profundo de su reali-
la esperada.
dad psicológica. Es importante replantear
De acuerdo con la información obteni- y reformular las estrategias actuales para
da tanto en la evaluación de la perspectiva atender y prevenir el comportamiento
de tiempo futuro, en el caso de los ado- antisocial durante la adolescencia, a la luz
lescentes de centros educativos, como en de las evidencias provenientes de la inves-
términos de valores, se podría finalmente tigación científica.
indicar que el primer grupo no posee
planes realistas que los orienten a acciones Una de las propuestas contemporáneas,
educativas o de inserción social concretas. que en los últimos años ha sido contun-
Asimismo, poseen una estructura valora- dente, indica, a manera de hipótesis, que
tiva que, al ser comparada con la de los los adolescentes antisociales tardíos (limi-
adolescentes de los centros juveniles, no tados a la adolescencia) se involucran en
es notablemente distinta. A partir de esta actividades delincuenciales por satisfacer
constatación, es posible concluir que los necesidades comunes a los adolescen-
adolescentes de ambos centros no son tes de la población general: aceptación
sumamente diferentes, tampoco iguales, del grupo, estatus, independencia, diver-
pero más cercanos de lo que se podría sión, entre otras necesidades normativas
imaginar en cuanto a sus perfiles. de la edad (Moffitt, 1993a, 1993b, 1996;
Moffitt, Lynam y Silva, 1994). Desafortu-
nadamente, en muchos países de América
Discusión
Latina, particularmente en el Perú, la jor-
Los valores han sido analizados desde di- nada escolar en la escuela pública es corta;
versas ópticas teóricas en el ámbito de muchos adolescentes carecen de opciones
la psicología social. A nivel individual de desarrollo en función de sus propios
representan, según algunos autores, orienta- intereses y de supervisión en el periodo
ciones que guían la acción (Ros y Gouveia, que se extiende desde la hora de salida
2001; Schwartz, 1996). Si bien pueden de la escuela y la llegada de los padres

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El perfil de valores de estudiantes de secundaria y el de adolescentes institucionalizados

del trabajo. En este espacio de tiempo, las escolaridad y empleo; el balance es muy
oportunidades para involucrarse en pro- favorable en términos de costo-beneficio
blemas con la ley están siempre presentes (Karoly et al., 1998); pese a ello, no ha
(Herrera y Morales, 2005; Morales, 2004, sido implementado a gran escala.
2005a, 2005b). Adicionalmente a lo men- Es importante destacar que para el
cionado, la ausencia de planes claros y grupo de adolescentes en riesgo, aquellos
aspiraciones realistas en los adolescentes, que no estudian ni trabajan, se piensa que
en general, no permite una óptima inser- los programas de prevención deberían
ción social; por el contrario, favorece la crear y mantener, permanentemente, acti-
desorientación extendida respecto a las vidades con supervisión adulta en donde
metas futuras. los adolescentes tengan oportunidad de
Resulta indispensable destacar que observar e interactuar con personas que
la prevención del comportamiento anti- les sirvan de ejemplo o modelamiento
social adolescente no debería orientarse, positivo. En este sentido, no parecen estar
de modo exclusivo, hacia la atención y mal encaminados aquellos programas
rehabilitación del daño una vez aconteci- como las casas o clubes juveniles, grupos
do; es decir, no es conveniente destinar de teatro y organizaciones deportivas. La
los esfuerzos de intervención, inclusive experiencia de la Casa de la Juventud, en
aquellos sumamente especializados y el distrito de Surquillo, en la ciudad de
científicamente demostrados como efi- Lima, así como los programas de desa-
caces, hacia situaciones en las cuales la rrollo juvenil del Centro de Información
conducta antisocial o el problema de con- y Educación para la Prevención del Abu-
ducta (su precursor) se han originado ya y so de Drogas (CEDRO) y los de algunos
se manifiestan o mantienen bajo múltiples municipios, representan extraordinarios
formas de funcionamiento personal y en esfuerzos locales que deberían ser replica-
diversos entornos de desarrollo (Herrera dos en el interior del país. Finalmente, si
y Morales, 2005). Existen propuestas bien el conocimiento de trayectorias pare-
de trabajo socioeducativo aplicables en ce complicar el control del problema de la
medio abierto (Schmitz, 2007). violencia adolescente y juvenil, también
También hay programas de pre- amplía sustancialmente las posibilidades
vención de la violencia juvenil, de de su prevención oportuna y eficaz.
éxito científicamente comprobado; por
ejemplo, el programa reportado por Referencias
Berrueta-Clement, Schweinhart, Barnett
y Weikart (1987) brindó cuidados y una Berrueta-Clement, J. R., Schweinhart,
educación preescolar de alta calidad; con L. J., Barnett, W. S., y Weikart, D.
ello redujo la incidencia de delincuen- P. (1987). The Effects of Early Edu-
cia juvenil a la cuarta parte y también cational Intervention on Crime and
la criminalidad adulta a la cuarta parte; Delinquency in Adolescence and Early
además, alcanzó logros muy positivos en Adulthood. En J. D. Burchard, y S. N.

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