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D.G.E.M. Y RECTORÍA U.D.F.E.F.A.

ESC. SUP. GRRA. 88/a. PROMOOCIÓN


EL CAMBIO CLIMÁTICO.

I. ANÁLISIS.

El clima es lo que esperas, el estado del tiempo es lo que recibes. Para entender lo que es el
fenómeno del cambio climático global, primero hay que entender lo que es el clima. El clima
terrestre es producto de la constante y compleja interacción entre la atmósfera, los océanos, las
capas de hielo y nieve, los continentes y, muy importante, la vida en el planeta (plantas y
animales en los bosques y selvas, en océanos y en la atmósfera). (Conde, 2006)
Por lo tanto, es preciso mencionar que el clima o estado del tiempo, dependiendo del enfoque
que queramos darle, no solo es resultado de la región geográfica o la época del año, de tal
forma que, primeramente, es necesario que toda persona tenga en mente que se llegan a
presentar situaciones anormales o extraordinarias que lleguen a alterar los mencionados
factores o elementos, dando como resultado cambio o alteraciones en el clima.
Se ha llegado a un amplio consenso científico de que las actividades humanas alteran de
manera directa o indirecta la composición de la atmósfera que, agregada a la variabilidad
climática natural, han provocado que el clima global se vea alterado significativamente desde el
siglo pasado. (José Antonio Santiago Lastra, 2008)
El aumento en la concentración de los gases de efecto invernadero son los que causan
cambios regionales y globales en la temperatura, precipitación y otras variables climáticas, lo
cual conlleva a cambios globales en la humedad del suelo, derretimiento de glaciares,
incrementos en el nivel del mar y la ocurrencia más frecuente y severa de eventos extremos
como huracanes, frentes fríos, inundaciones y sequías.
En buena parte del planeta y, en particular en nuestro país México, esperamos frío en invierno
y calor en verano. Asimismo, “esperamos que en primavera inicien las lluvias y que éstas sean
más intensas y regulares en verano. Esto que esperamos se llama clima” (Conde, 2006).
Sin embargo, puede ser que alguna vez un día invernal sea sumamente caluroso, que se
retrasen mucho las lluvias en primavera, o que tengamos intensos aguaceros un día de invierno.
Estos sucesos no nos indican que ha cambiado el clima, sino que son parte de una variación
posible dentro del clima que esperamos.
Pero, como ya se menciono anteriormente, el clima es resultado de múltiples conceptos; de
tal forma que los cambios en el sistema climático global han ocurrido durante toda la historia del
planeta a partir de los primeros miles de millones de años de formación, dichas modificaciones
se han presentado por causas naturales que incluyen: cambios en la órbita terrestre,
alteraciones en la excentricidad del planeta, actividad volcánica intensa e impactos de
meteoritos. (José Antonio Santiago Lastra, 2008)
Durante varios años se ha especulado si realmente existe un cambio climático global a corto
plazo en el planeta Tierra que, entre otras cosas, provocará una elevación significativa en la
temperatura ambiental del mundo, encargada de desencadenar una serie de efectos en la
elevación del nivel medio del mar, el incremento en la evaporación en suelos y superficies de
agua, cambio en los patrones de lluvia, alteración de los ecosistemas, etc. (Dimento et al., 2007).
Esta controversia se terminó al publicarse el 4° Reporte del Panel Intergubernamental sobre
Cambio Climático (IPCC) en 2007, en donde se afirmó categóricamente que las actividades
humanas son las responsables del incremento en el contenido atmosférico de los gases de
efecto invernadero (GEI) y, por consiguiente, del cambio climático global que está en desarrollo.
(Villaseñor, 2011)
El efecto invernadero toma su nombre al compararlo con el efecto del proceso térmico, el
cual se produce precisamente en un invernadero, a escala atmosférica, ha existido en la Tierra
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desde la aparición en el planeta del agua en forma líquida, el principal el vapor de agua. “Los
gases de invernadero (vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso
(NO) y los cloro–fluoro–carbonos (CFCs), actúan como los cristales en un invernadero” (José
Antonio Santiago Lastra, 2008).
Los niveles de CO2, principal causante del efecto invernadero global actual, han estado
aumentando en forma alarmante desde la revolución industrial, iniciándose un ascenso
vertiginoso desde finales de los años cincuenta hasta la fecha. (Villaseñor, 2011)

II. OPINIÓN.

En relación a la información propuesta y a los conocimientos generales relacionados con el tema


en discusión, se considera que el hombre es el principal agente que ha motivado la alteración
en las interacciones que dan como resultado el clima.
Muchas veces se ha escuchado lo referente a los gases de efecto invernadero como la
principal causa que desencadena las variaciones en el clima o el estado del clima, que es la
forma en que se percibe. Constantemente somos objeto de comentarios, al ver las noticias, leer
diversos artículos en las redes sociales, sobre lo catastrófico que esta llegando a ser la
mencionada alteración al clima, y de inmediato lo relacionamos con el efecto invernadero como
consecuencia de la emisión de los gases que provocan este fenómeno.
Bien sabemos que, a nivel mundial, las grandes industrias contaminan el medio ambiente,
ya sea por la emisión de gases, vertimientos de desechos líquidos a los ríos, lagos, etc; lo que
a su vez desencadena que se presenten malas condiciones en el aire que respiramos, la muerte
de los animales, secado de las corrientes fluviales, entre muchas malas consecuencias.
Sin embargo, estas acciones no están en nuestras manos poder cambiarlas, pero lo que si
es un hecho, es que desde nuestros hogares podemos contribuir a mejorar las condiciones
ambientales; partiendo de nosotros mismos, poniendo el ejemplo, educando a los hijos, ya sea
a separar la basura orgánica de la inorgánica, no tirar basura en las calles, en los bosques, en
las playas; de esta forma, al hacer conciencia de las enormes repercusiones que está
provocando el cambio climático en el medio ambiente, lograremos sembrar en nuestras
conciencias la idea de mantener el entorno donde vivimos limpio; si estas acciones se llevaran
a cabo en cada uno de los hogares, los resultados serán muy positivos y lograremos aportar lo
que esta en nuestras manos hacer, para evitar que la temperatura del planeta siga en aumento.

III. REFERENCIAS.

Conde, C. (2006). México y el cambio climático global. Distrito Federal: Dirección general del
divulgación de la ciencia.
José Antonio Santiago Lastra, M. L. (2008). Tendencias del cambio climático global y los
eventos extremos asociados. Revista de Sociedad, Cultura y Desarrollo Sustentable,
10.
Villaseñor, J. A. (2011). Cambio climático global: una realidad inequívoca. Ingeniería,
investigación y tecnología, 24.

Redactó:
El Myr. I.C.

Angel Chávez Vargas.


(C-6940800)

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