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5 pasos para contener la ira y guardar la calma

José Forteza

La vida no es como en algunas películas en las que todo funciona y se soluciona.


Hay que admitir que, con más frecuencia de la que queremos, algo nos dispara,
perdemos el control y en ocasiones no podemos contener el enojo. La ira es cosa de
todos, aunque a algunos nos muerde más fácilmente y con mayor frecuencia. Por
ejemplo, en Miami, Ciudad de México y muchas capitales latinoamericanas el tema de
los episodios de ira en la carretera se está convirtiendo en noticia diaria. Aquel
que te cortó el paso con el coche, el otro que casi te choca, el que decidió parar
de pronto para recoger o dejar a alguien... Pero eso no es todo. Cuando empezamos
mal el día puede que nos molesten cosas mínimas, por ejemplo, por cómo huele la
persona que tenemos al lado, lo alto que hablan en aquella mesa, el equipo que no
jugó bien o el político que ya no aguantas. Nada, que cualquier razón es buena.

Ante esa realidad vale la pena repasar algunas medidas que pueden hacerte contener
los peores instintos y mantenerte en sintonía con tu lado más reflexivo y
tolerante. Acéptalo nadie tiene que aguantar tu enojo, por lo que tenemos algunas
recomendaciones para lograr contener la ira.

1. Regálate un momento de calma


Respira hondo a solas y, luego, vuelve a la realidad. Lo puedes hacer caminando,
mientras haces cardio en el gimnasio o nada más mirando por la ventana cinco
minutos. Mientras lo ejecutas, apela a un momento agradable y pégatelo en la mente.
Pareciera que no, pero funciona.

2. Mira hacia adentro


Lo que debes hacer es analizar si tú puedes hacer algo para que las cosas no se
descontrolen. Tal vez quien está metiendo la pata eres tú y no el prójimo. Si
concluyes que no eres el culpable, busca la manera más tranquila de resolverlo en
vez de explotar como petardo de feria.

3. Olvídate de las malas energías


Hay un montón de gente tóxica por ahí, pero si les ignoras no pueden dañarte. Tú a
lo tuyo, y escoge bien con quiénes compartes tu tiempo y tu espacio. Si es
inevitable coexistir con uno de esos en el trabajo o la escuela, solo concéntrate
en hacer bien lo tuyo y nunca tomes de manera personal las agresiones. A fin de
cuentas no son contra ti, sino contra ellos mismos.

4. No saques las cosas de quicio


Los momentos de ofuscación siempre pasan y tienen una salida, a menos que te
empeñes en verlos más grandes de lo que son. Cuando te sientas más molesto, habla
en voz baja y no ofendas a nadie. Siempre gana el más estratégico y calculador, no
quien más chilla y manotea.

5. Sé amable
Eso te va a separar de los que necesitan ofender para ocultar sus incapacidades.
Ahí está el gran diferenciador. Además, existen ciertas cosas que al ejecutarlas
hacen que luzcan y seas una mejor persona.

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