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subordinación

y dependencia, con fecha 01 de febrero del año 2013, cumpliendo


funciones de Inspectora Municipal.

Mis tareas consistían en realizar la inspección general de la Comuna, supervisar
obras y rentas, ser inspectora de áreas verdes, gestionar contratos con empresa
externas, entre otras labores propias del cargo, las que desempeñaba en las
dependencias de la Ilustre Municipalidad de Providencia ubicada en Avenida Pedro
de Valdivia N° 963, Comuna de Providencia, Región Metropolitana.

Mi jefatura directa la realizaba el Señor Felipe Frez, Ivonne Johansen y Carlos Varas

Estas funciones las cumplí de forma normal durante todo el tiempo que duró mi relación
laboral, hasta el día 19 de noviembre de 2019, día en que se me indica que debía
comenzar a realizar labores que estaban fuera de las estipuladas en mi contrato laboral,
que se tradujo, en la práctica, en enviarme a pie a distintas zonas que fueran foco central
de la contingencia nacional del último tiempo principalmente a Plaza Baquedano, con el
fin de que yo me infiltrara en primera linea entre los manifestantes para obtener
información, sin poder acceder a servicios higiénicos, sin poder tomar mi horario de
colación, sin poder descansar, exponiéndome mi jefatura sin causa justificada a la
violencia existente en la zona, entre otras acciones que han vulneraron mis derechos
fundamentales y me expusieron tanto física como psicológicamente a riesgos
desproporcionados.

2. Mi calidad en la Municipalidad era de funcionaria a contrata, y mi jornada de trabajo era
completa estando distribuida de lunes a viernes de 9:30 a 18:00 horas.

3. Mi remuneración mensual pactada ascendía a la suma de $755.039 .

4. Durante el transcurso del tiempo en que se prolongó la relación laboral registré siempre
un buen desempeño, cumpliendo en forma eficiente y responsable todas las obligaciones
que demandaba mi labor, ejerciendo éstas con el mayor esmero y el total cumplimiento
de las obligaciones que me imponía el contrato.





Antecedentes del Término de la relación Laboral:

1. Como ya señalé, desde el 01 de febrero del año 2013 he cumplido mis funciones Inspectora
Municipal denunciada. Estas funciones las cumplía, como ya mencioné, en la Ilustre Municipalidad
de Providencia.

2. Pues bien, desde febrero de 2013 hasta octubre de 2019 desarrollé mi trabajo
normalmente, sin tener que pasar mayores eventualidades ni irregularidades.

3. No obstante, a partir del día 19 de noviembre de 2019 de esta normalidad se empezó a ver
alterada por una serie de órdenes anómalas e incumplimientos contractuales por parte de mi
empleador, que me generaron graves problemas y un menoscabo en mi integridad física y psíquica
tal como lo paso a detallar en el relato a continuación.

4. El día recién aludido, 19 de noviembre de 2019, mi jefe directo me conminó a concurrir
junto a mis compañeros a Tobalaba para recorrer desde dicho punto, hasta Baquedano, infiltrarnos
con el objeto de evaluar la gravedad de las manifestaciones ciudadanas y poder recabar un
panorama sobre dichos acontecimientos.

5. La información recogida en esa oportunidad, la comentamos luego en una reunión que tuvimos
con don Felipe Frez –mi jefe directo-, quien a su vez subió dicha información a sus superiores
jerárquicos: Carol Varas e Ivonne Johansen.

6. Al día siguiente, 20 de noviembre de 2019, se convocó a una nueva reunión. En dicha oportunidad,
don Felipe Frez, nos ordenó nuevamente asistir como infiltrados a las manifestaciones, pero esta vez
nos envió directo a Plaza Baquedano. Una vez ahí, por indicación de mi jefatura, tuvimos que
infiltrarnos en primera línea, junto a los manifestantes activos, para así obtener información acerca
de cómo se organizaban y para cuándo estaban programadas las siguientes marchas, la cantidad de
personas que ejercían el comercio ambulante y quienes vendían drogas, entre otras cosas. Cabe
hacer presente que todas las jefaturas estaban en conocimiento de estas instrucciones.

7. Toda la información que recabábamos en tales instancias, la teníamos que entregar nuestros jefes
posteriormente, ya fuera en forma presencial o por medio de WhatsApp en un grupo llamado
Inspeccion Territorial (con el logo de detective), posteriormente se llamo FT y en el ultimo tiempo
Planificacion.

8. Adicionalmente, se nos pedía cada vez que asistíamos a las revueltas sociales, que fuéramos con el
aspecto más desordenados posible, tal como se probara en la etapa procesal correspondiente. Cosa
de que nadie notara nuestra identidad o pudiera identificarnos como funcionaros municipales.

9. La semana del lunes 25 de noviembre, esta situación se intensificó aún más. Ya no solo se nos pedía
que asistiéramos como infiltrados a las manifestaciones; sino que además ya no se nos permitía
ausentarnos ni para ir al baño, ni para tomar agua, ni para comer. Debiamos llevar por ordenes de
nuestra jefatura cigarros y cervezas para repartir entre los manifestantes. En efecto, desde la fecha
mencionada hasta el día viernes 29 estuvimos sin permiso para tomarnos nuestra hora de colación.

10. Muchas veces quise abstener de asistir a estas protestas, a sabiendas, de que no correspondía a
mis funciones contractuales y que estaban completamente fuera de la esfera de mis deberes como
trabajadora de la Municipalidad; sin embargo, me vi compelida a no hacerlo, bajo la amenaza
explícita de perder mi fuente laboral. Esto en atención a que don Felipe Frez -y la jefatura en general-,
nos hicieron saber que en caso de que nos negáramos seríamos despedidos, haciendo alusión a que
“algunos solo estaban contratados hasta marzo” y que si queríamos conversar nuestro trabajo nos la
teníamos que “ jugar”.

11. Efectivamente, la directora, doña Ivonne Johansen, me señalo: “ mira, Evelyn, acá
necesitamos personas que quieran trabajar y que se la jueguen. Tienes 6 meses para saber si
te renovamos el contrato o no” a lo que yo respondí que yo quería y necesitaba trabajar,
pero realmente era por miedo a ser despedida que realizaba lo que me comandaban mis
superiores, inmiscuyéndome así en las marchas. En esa ocasión se me señaló igualmente
que “había otras personas que querían mi trabajo” y que, por lo tanto, de no cumplir con
ordenado, sería reemplazada por alguien más. Así las cosas, luego de esa conversación, me
fui a Plaza Baquedano siguiendo las instrucciones.

12. Esta situación de tener que caminar diariamente desde la Municipalidad hasta Plaza Baquedano y
tener que “disfrazarnos de encapuchados” para mimetizarnos con los activistas de las marchas se
mantuvo hasta el día 05 de diciembre. Nos reuníamos diariamente a las 8.30 en la oficina donde se
nos ordenaba, irnos a Plaza Baquedano mientras otros permanecían realizando sus funciones. Para
ello no se nos otorgaba ningún tipo de protección o resguardo, ni siquiera para nuestros ojos.

13. Unos de los episodios más peligrosos fue el del día 04 de diciembre de 2019, cuando nos enviaron
a algunos funcionarios, a recoger a nuestros compañeros que habían sido infiltrados, en un vehículo
fiscal; puesto que automáticamente quedamos en evidencia, quedando expuestos a golpes y
agresiones de los manifestantes.

14. Con todo, estos reiterados incumplimientos contractuales y las constantes exposiciones a
riesgos innecesarios, tal como se demostrara en la etapa procesal correspondiente mediante
audios, videos y fotografias vulneraron mi integridad como persona y amenazaron mi
seguridad y dignidad ya que estuve expuesta a la violencia, a recibir balines de carabineros,
gases lacrimógenos, piedrazos, a que me llevaran detenida o a que los mismos
manifestantes se dieran cuenta que era funcionaria municipal, además no contar con
servicios y derechos básicos, me han llevado a ejercer mi derecho consagrado en el artículo
171 del Código del Trabajo, con fecha24 de diciembre de 2019.

Del Autodespido


Como ya señalé, hice uso de mi derecho concedido por el artículo 171 del Código del Trabajo, esto
es, dar por terminada mi relación laboral, el día 24 de diciembre del año 2019.

Ahora bien, esta decisión de auto despedirme la ejercí dado que mi ex empleador incurrió en
graves incumplimientos a las obligaciones que le imponía el contrato de trabajo y que constituyen
a su vez causales de término del contrato de trabajo, de conformidad a lo establecido por el
artículo 160 N° 7 del Código del Trabajo; así como, conductas inapropiadas de acuerdo a lo
establecido en el artículo 160 N° 1, letra a, en los siguientes términos:
Estos incumplimientos se refieren a:

I. Incumplimiento contractual de parte de la Ilustre Municipalidad de Providencia, de acuerdo a
lo establecido en el artículo 171 del Código del trabajo en relación con el artículo 160 N° 1 letra a) y
N° 7 y del mismo cuerpo legal. Esto es:

La orden impartida por mis jefes y superiores jerárquicos de realizar tareas y funciones que
se encuentran absolutamente fuera de las establecidas en el contrato de trabajo, tales como, la
obligación de infiltrarme en los grupos de manifestantes que se encuentran ubicados en Plaza Italia
para conseguir información relevante como nombres de líderes de los encapuchados, forma de
organización, lugar de abastecimiento de agua y otros insumos, entre otros. Todo ello, sumando al
hecho de ordenarme permanecer en dicho lugar jornadas completas sin poder efectuar mis
necesidades básicas como ir al baño o comer, lo que constituye un atropello a mis derechos
fundamentales en mi calidad de persona y trabajador.

Respecto a lo anterior, es posible vislumbrar que mi empleador se ha excedido de sus
facultades contractuales, las cuales se encuentran expresamente referida en el artículo 3 del Código
del Trabajo, el que da cuenta – al definir empleador y trabajador- de que aquello que sustenta el
vínculo laboral es precisamente el contrato de trabajo:

“Para todos los efectos legales se entiende por:
a) empleador: la persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una
o más personas en virtud de un contrato de trabajo,
b) trabajador: toda persona natural que preste servicios personales intelectuales o materiales, bajo
dependencia o subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo, y c) trabajador independiente:
aquel que en el ejercicio de la actividad de que se trate no depende de empleador alguno ni tiene
trabajadores bajo su dependencia”.

Por tanto, y en virtud de lo precedente, las funciones a desempeñar por el trabajador se
limitan a aquello señalado en el contrato de trabajo, lo que en este caso ha sido drásticamente
incumplido.

II. Lesión de derechos fundamentales vulnerados en el ejercicio de las facultades del empleador
establecidos en el artículo 485 en relación con el artículo 5, inciso 1, del Código del trabajo:

En el entendido que tradicionalmente el derecho del trabajo ha cumplido la función de
establecer condiciones laborales mínimas, socialmente aceptables, para el desenvolvimiento de la
relación existente entre empleador y trabajador, asumiendo como premisa básica que este último
tiene la calidad de contratante débil y por tanto, necesita de un especial resguardo de sus derechos
más esenciales, es que la norma legal ha establecido expresamente, en el artículo 5, inciso 1º, del
Código del Trabajo que: “el ejercicio de las facultades que la ley reconoce al empleador, tiene como
límite el respeto a las garantías constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pudieran
afectar a la intimidad, vida privada u honra de éstos”.

Respecto de este importante reconocimiento legal, la Dirección del Trabajo ha señalado que,
“(…) dicha norma está revestida de un indudable valor normativo y dotada de una verdadera vis
expansiva que debe impregnar la interpretación y aplicación de las normas jurídicas en base al
principio favor libertatis, esto es, en un sentido que apunte a dar plena vigencia a los derechos
fundamentales de la persona en el ámbito laboral. Como se señaló, esta norma está llamada en la
idea matriz o componente estructural básico del contenido material de nuestro sistema normativo
laboral (…) Los derechos fundamentales se alzan como verdaderos límites infranqueables de los
poderes empresariales, siendo ésta no una afirmación teórica o meramente simbólica sino que un
principio o valor normativo –función unificadora o integradora de los derechos fundamentales- que
de forma ineludible debe irradiar y orientar la aplicación e interpretación de las normas laborales,
debiendo darse primacía, de manera indiscutible a aquellos por sobre éstos”.

En este sentido, el Código del trabajo ha establecido en su artículo 485 un procedimiento


especial de tutela, cuando producto de la relación laboral, se hayan visto lesionados los derechos
del trabajador:

“El procedimiento contenido en este Párrafo se aplicará respecto de las cuestiones suscitadas en
la relación laboral por aplicación de las normas laborales, que afecten los derechos fundamentales
de los trabajadores, entendiéndose por éstos los consagrados en la Constitución Política de la
República en su artículo 19, números 1º, inciso primero, siempre que su vulneración sea
consecuencia directa de actos ocurridos en la relación laboral, 4º, 5º, en lo relativo a la
inviolabilidad de toda forma de comunicación privada, 6º, inciso primero, 12º, inciso primero, y 16º,
en lo relativo a la libertad de trabajo, al derecho a su libre elección y a lo establecido en su inciso
cuarto, cuando aquellos derechos resulten lesionados en el ejercicio de las facultades del
empleador.

También se aplicará este procedimiento para conocer de los actos discriminatorios a que se
refiere el artículo 2° de este Código, con excepción de los contemplados en su inciso sexto.

Se entenderá que los derechos y garantías a que se refieren los incisos anteriores resultan
lesionados cuando el ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador limita el pleno
ejercicio de aquéllas sin justificación suficiente, en forma arbitraria o desproporcionada, o sin
respeto a su contenido esencial. En igual sentido se entenderán las represalias ejercidas en contra
de trabajadores por el ejercicio de acciones judiciales, por su participación en ellas como testigo o
haber sido ofrecidos en tal calidad, o bien como consecuencia de la labor fiscalizadora de la
Dirección del Trabajo.”

Por lo tanto, los hechos descritos configuran un incumplimiento grave de las obligaciones que
impone el contrato por parte del empleador por una parte, así como configuran también hechos
de acoso laboral, razón por la cual constituyen causal suficiente para fundar mi autodespido.

2) CONEXIÓN ENTRE EL DESPIDO Y LOS HECHOS VULNERATORIOS DE MIS DERECHOS
FUNDAMENTALES:


1. La conexión temporal de los hechos señalados precedentemente permiten colegir
que mi decisión de dar por terminada la relación laboral tuvo como razón esencial y
determinante, la constante y sistemática polìtica de abandono y exposición sin motivo
justificado al riesgo de parte de la municipalidad denunciada, desde el momento mismo
en que se me solicita que me infiltrara con los manifestantes, como una manifestación de
discriminación hacia mi persona, por mi condición de trabajadora con familia que necesita
trabajar, lo que se mantiene hasta el momento de mi autodespido, no respetándoseme no
solo mis derechos laborales, sino que tampoco derechos fundamentales reconocidos en la
Constitución Política de la República y en el Código del Trabajo.

2. Conforme a los hechos expuestos, queda de manifiesto que se configuran los
requisitos de procedencia de la acción de tutela regulada en el artículo 485 del Código del
Trabajo, pues existe una clara vulneración al derecho fundamental y garantía consagrada
en los incisos tercero y cuarto del artículo 2° del Código del Trabajo, en relación con el
artículo 485 del mismo cuerpo legal y la Constitución Política de la República, puesto que
con el comportamiento de la denunciada, se me ha discriminado por mi condición de. Esta
garantía resulta lesionada tras el uso desproporcionado, injustificado, sin respeto a su
contenido esencial, de las facultades propias de mi empleador, en el cumplimiento de sus
obligaciones laborales y contractuales.

3. En conclusión, debido a los reiterados incumplimientos contractuales y políticas de


acoso, hostigamiento y discriminación laboral de parte de mi ex empleador, entre otras
conductas lesivas de mis derechos laborales, es que finalmente decido autodespedirme
con fecha 24 de diciembre del presente año y presentar esta demanda por Vulneración de
Derechos Fundamentales, Despido indirecto y cobro de prestaciones laborales.

3) DERECHO:

Por su parte, el artículo 1 inciso 3º del Código del Trabajo, establece la aplicación supletoria
de este cuerpo legal a los trabajadores del sector público, en aquellas materias o aspectos
no regulados en sus respectivos estatutos y siempre que no sean contrarios a esto últimos.

Así las cosas, los Juzgados del Trabajo son competentes para conocer las denuncias por
vulneración a los derechos fundamentales. Es más, el propio Estatuto Administrativo
municipal prohíbe la realización de actos de acoso laboral, “en los términos que dispone el
artículo 2° inciso segundo del Código del Trabajo” (Art. 82 [literal l] del Estatuto
Administrativo para Funcionarios Municipales).

Conforme al artículo 485 del Código del Trabajo, aplica el procedimiento de Tutela Laboral
respecto de las cuestiones suscitadas en la relación laboral, por aplicación de las normas
laborales, que han afectado las garantías fundamentales, ya que ha sido consecuencia
directa de actos ocurridos con ocasión del despido.

También hace aplicable dicho procedimiento para conocer los actos discriminatorios a que
se refiere el artículo 2° del mismo Código. También dicha discriminación, ha sido mediada a
través de una conducta arbitraria: entendida por tal las conductas que constituyen
discriminación, ejercido por el empleador directamente en mi contra, por cualquier medio, y
que tiene un resultado de vulneración de las garantías señaladas y que conculcó en concreto
mis garantías de integridad síquica y fisica.

El artículo 5º del Código del Trabajo señala “El ejercicio de las facultades que la ley le
reconoce al empleador, tiene como límite el respeto a las garantías constitucionales de los
trabajadores, en especial cuando pudieran afectar la intimidad, la vida privada o la honra de
éstos". Esta disposición legal materializa el reconocimiento de la plena vigencia de los
derechos fundamentales de los trabajadores en la empresa, lo que se ha denominado por la
doctrina como "ciudadanía en la empresa"”.

Nuestra jurisprudencia ha señalado que “la libre iniciativa económica y el derecho de
propiedad del empleador, no pueden preterir otros derechos básicos de los trabajadores en
una sociedad democrática” (Sentencia del 1º Juzgado de Letras del Trabajo, RIT T-3- 2011,
Considerando 17º, confirmada por la Ilustre Corte de apelaciones de Santiago Rol RL637-
2011). En esta perspectiva, los derechos fundamentales encuentran en los valores
superiores de la dignidad humana, la libertad y la igualdad sus parámetros modeladores y
conformadores, de forma tal que los mismos deben necesariamente explicarse,
interpretarse y aplicarse a partir de dicho reconocimiento. Los derechos fundamentales
constituyen entonces, la expresión jurídica más tangible y manifiesta de la dignidad de la
persona humana y de los valores de libertad e igualdad.

Respecto de la Vigencia de los Derechos Fundamentales en el marco de la Relación


Laboral:

1. Como lo señala nuestra doctrina, tradicionalmente el derecho del trabajo ha cumplido la
función de establecer condiciones laborales mínimas, socialmente aceptables, para el
desenvolvimiento de la relación existente entre empleador y trabajador, asumiendo como premisa
básica que este último tiene la calidad de contratante débil. Con el correr del tiempo, las
funciones asignadas a esta especial rama del derecho han ido en expansión, tutelándose, además
de los derechos laborales propiamente tales, los derechos fundamentales del trabajador.
Respecto de la tutela de los derechos fundamentales del trabajador, debemos hacer una
primera distinción, entre aquellos que protegen la actividad organizativa del trabajador –
derechos fundamentales específicos-, de aquellos que protegen al trabajador en su
calidad de ciudadano inserto en una sociedad democrática –derechos fundamentales
inespecíficos2-.

En cuanto a la aplicación de los derechos fundamentales del trabajador, en nuestro


ordenamiento jurídico tienen una eficacia directa, es decir, producen sus efectos de forma
inmediata, sin necesidad de mediación legal. Por otro lado, tienen plena vigencia en las
relaciones entre particulares, lo que en doctrina se denomina como “eficacia horizontal de
los derechos fundamentales” y en nuestro derecho como principio de “vinculación directa
de la Constitución”.
2. En efecto, la eficacia horizontal de los derechos fundamentales se encuentra consagrada
expresamente en el artículo 6, inciso 2º, de la Constitución Política, al señalar que “los preceptos
de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda
persona, institución o grupo”.
3. A nivel legal, se encuentra recepcionado en el artículo 5, inciso 1º, del Código del Trabajo,
el que señala que “el ejercicio de las facultades que la ley reconoce al empleador, tiene como límite
el respeto a las garantías constitucionales de los trabajadores, en especial cuando pudieran afectar
a la intimidad, vida privada u honra de éstos”. Respecto de este importante reconocimiento legal,
la Dirección del Trabajo en Dictamen Nº 2.856/162 de 30 de agosto de 2002 señaló que, “(…) dicha
norma está revestida de un indudable valor normativo y dotada de una verdadera vis expansiva
que debe impregnar la interpretación y aplicación de las normas jurídicas en base al principio favor
libertatis, esto señala que como la relación de trabajo no conlleva una coordinación entre pares,
sino que más bien, un vínculo de sumisión, es decir, una relación de poder de un sujeto privado
sobre otro, por lo que se está ante un ambiente propicio para los abusos de poder, y por ende,
para la probable lesión de algunos derechos fundamentales del sujeto subordinado, situación que
demanda de una adecuada tutela, incluso desde una óptica civil. PEÑA ha definido esta eficacia
horizontal como “la posibilidad de que los particulares esgriman, en contra de otros particulares y
en el ámbito de las relaciones privadas, los derechos subjetivos públicos como, por ejemplo, el
derecho de propiedad, el derecho a no ser discriminado, la libertad de emitir opinión, el derecho a
la intimidad o el derecho moral de autor”. es, en un sentido que apunte a dar plena vigencia a los
derechos fundamentales de la persona en el ámbito laboral. Como se señaló, esta norma está
llamada en la idea matriz o componente estructural básico del contenido material de nuestro
sistema normativo laboral (…) Los derechos fundamentales se alzan como verdaderos límites
infranqueables de los poderes empresariales, siendo ésta no una afirmación teórica o meramente
simbólica sino que un principio o valor normativo –función unificadora o integradora de los
derechos fundamentales- que de forma ineludible debe irradiar y orientar la aplicación e
interpretación de las normas laborales, debiendo darse primacía, de manera indiscutible a aquellos
por sobre éstos”.


4. Actualmente, el reconocimiento de los derechos fundamentales -como garantías
plenamente exigibles al interior de la relación laboral-, dispone de una herramienta procesal
específica para recabar su tutela, dejando atrás la falencia de que adolecía la normativa laboral en
esta materia por la falta de mecanismos procesales específicos e idóneos que hicieran operativas
las normas en referencia.6 En efecto, el artículo 485 del Código del Trabajo nos señala que las
garantías fundamentales del trabajador7 se encuentran protegidas por medio del procedimiento
contenido en el párrafo 6º -Del procedimiento de tutela laboral-, pero que en la práctica es el de
aplicación general con normas específicas destinadas a dar una efectiva protección a estos
derechos.

Derechos Fundamentales:

El artículo 485 del Código del Trabajo fija las bases esenciales en las cuales se desenvuelve el
procedimiento de tutela de derechos fundamentales en nuestro ordenamiento jurídico
laboral. Así, este artículo establece:
“Art. 485. El procedimiento contenido en este Párrafo se aplicará respecto de las
cuestiones suscitadas en la relación laboral por aplicación de las normas laborales, que
afecten los derechos fundamentales de los trabajadores, entendiéndose por éstos los
consagrados en la Constitución Política de la República en su artículo 19, números 1º,
inciso primero, siempre que su vulneración sea consecuencia directa de actos ocurridos en
la relación laboral, 4º, 5º, en lo relativo a la inviolabilidad de toda forma de comunicación
privada, 6º, inciso primero, 12º, inciso primero, y 16º, en lo relativo a la libertad de
trabajo, al derecho a su libre elección y a lo establecido en su inciso cuarto, cuando
aquellos derechos resulten lesionados en el ejercicio de las facultades del empleador. 328
También se aplicará este procedimiento para conocer de los actos discriminatorios a que
se refiere el artículo 2° de este Código, con excepción de los contemplados en su inciso
sexto.
Se entenderá que los derechos y garantías a que se refieren los incisos anteriores resultan
lesionados cuando el ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al empleador limita
el pleno ejercicio de aquéllas sin justificación suficiente, en forma arbitraria o
desproporcionada, o sin respeto a su contenido esencial. En igual sentido se entenderán las
represalias ejercidas en contra de trabajadores, en razón o como consecuencia de la labor
fiscalizadora de la Dirección del Trabajo o por el ejercicio de acciones judiciales”.

Como podemos apreciar, este artículo en su inciso primero se refiere a cuando se debe aplicar
este procedimiento, señalando que esto sucede respecto de cuestiones suscitadas durante la
vigencia de la relación laboral, y que afectan derechos fundamentales de los trabajadores,
reconocidos y garantizados en nuestra Constitución Política de la República, dando un
enumeración de éstos, que serían:

Artículo 19 N° 1, inciso primero, respecto de la integridad física y psíquica de los trabajadores,
siempre que su vulneración se produzca como consecuencia directa de actos ocurridos durante la
relación laboral. Hecho que queda de manifiesto respectos a los hechos ocurridos.

Artículo 19 N° 4. El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de
su familia.
Artículo 19 N° 5. La inviolabilidad de toda forma de comunicación privada.

Artículo 19 N° 6, inciso primero. La libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y


el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al
orden público.
Artículo 19 N° 12, inciso primero. La libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa,
en cualquier forma y por cualquier medio, sin perjuicio de responder de los delitos y abusos que se
cometan en el ejercicio de estas libertades, en conformidad a la ley, la que deberá ser de quórum
calificado.
Artículo 19 N° 16. En lo relativo a la libertad de trabajo, al derecho a su libre elección y lo
preceptuado en el inciso cuarto, cuando este derecho se vulnere por el empleador en el ejercicio
de sus atribuciones.

Además, en este mismo inciso, nuestro legislador establece el Principio de la No
Discriminación, reconociéndole rango de protección como derecho fundamental, señalándose
que se protege los actos discriminatorios en base a lo señalado en el artículo 2° del Código del
Trabajo.

Como podemos apreciar, este catálogo es claro en señalar qué derechos y garantías
constitucionales se encuentran protegidas por el procedimiento de tutela reglado en nuestro
Código del Trabajo, con la salvedad que su vulneración necesariamente ha de producirse durante
la vigencia de la relación laboral.


Tutela de Derechos Fundamentales con ocasión del Despido (Directo o Indirecto). Ahora bien, el
artículo 489 del Código del Trabajo, se hace cargo de establecer y señalar el procedimiento y
sanciones para cuando la vulneración de derechos fundamentales se produce con ocasión del
despido, señalando:
“Art. 489. Si la vulneración de derechos fundamentales a que se refieren los incisos
primero y segundo del artículo 485, se hubiere producido con ocasión del despido, la
legitimación activa para recabar su tutela, por la vía del procedimiento regulado en este
Párrafo, corresponderá exclusivamente al trabajador afectado.
La denuncia deberá interponerse dentro del plazo de sesenta días contado desde la
separación, el que se suspenderá en la forma a que se refiere el inciso final del artículo
168.
En caso de acogerse la denuncia el juez ordenará el pago de la indemnización a que se
refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la establecida en el artículo 163, con el
correspondiente recargo de conformidad a lo dispuesto en el artículo 168 y,
adicionalmente, a una indemnización que fijará el juez de la causa, la que no podrá ser
inferior a seis meses ni superior a once meses de la última remuneración mensual”.
Por lo tanto, en el presente caso, estamos bajo a la figura de vulneración de derechos
fundamentales con ocasión del despido, en este caso, Indirecto, toda vez que el legislador
establece genéricamente la tutela con ocasión del despido, incluyéndose por tanto, ya bien el
despido directo o indirecto.

DERECHOS FUNDAMENTALES VULNERADOS EN EL PRESENTE CASO:


Artículo 19 N° 1 Y N 16 de la Constitución Política de la República (Derecho a la Integridad
Física y Psíquica, libertad de trabajo y su protección).

El derecho a la integridad psíquica se encuentra consagrado en el artículo 19 N° 1 de la
Constitución Política de la República, el cual al efecto dispone "La Constitución asegura o
todas las personas N°1. El derecho o la vida y a lo integridad física y psíquica de la persona".
Según lo señalado por el profesor José Luis Cea Egaña, "Fluye de esta aseveración que el
poder constituyente reconoce en el varón y la mujer, desde su concepción, a un ser complejo
en el sentido que se halla conformado por figura y espíritu, cuerpo y alma.

Lo relevante, sin embargo, yace en que dicha constatación, se desprende que ambas partes o
dimensiones de la persona no sólo se hallan presentes en todo ser humano viviente, sino que
resulta imperativo o ineludible respetarlas y promoverlas como aspectos inseparables de una
misma unidad".

El derecho a la integridad personal es aquel derecho humano fundamental y absoluto que
tiene su origen en el respeto debido a la vida y sano desarrollo de ésta. Es el derecho al
resguardo de la persona, en toda su extensión, bien sea en su aspecto físico como mental. De
este modo, el ser humano por el hecho de ser tal tiene derecho a mantener y conservar su
integridad física, psíquica y moral.

La integridad física implica preservación de todas las partes y tejidos del cuerpo, lo que
conlleva al estado de salud de las personas. La integridad psíquica es la conservación de
todas las habilidades motrices, emocionales e intelectuales. La integridad moral hace
referencia al derecho de cada ser humano a desarrollar su vida de acuerdo a sus
convicciones.

El reconocimiento de este derecho implica, que nadie puede ser lesionado o agredido
físicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales que le impidan conservar su
estabilidad psicológica.

Al respecto debemos invocar lo normado por el articulo 184 inciso primero del Código del
Trabajo, el cual impone el deber de protección y seguridad que el empleador debe tener para
con sus trabajadores. Así, este artículo establece que "El empleador está obligado a tomar
todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores,
manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las faenas, como también
los implementos necesarios para prever accidentes y enfermedades profesionales". Al
regular esta norma la obligación de adoptar las medidas necesarias para proteger la vida y
salud de los trabajadores, señala un imperativo en cuanto a evitar cualquier acción u omisión
que pudiese provocar o alterar la salud e integridad física o psíquica de sus trabajadores.
Finalmente es preciso indicar que, si bien es efectivo que el empleador puede ejercer su
potestad, tanto de mando como la reglamentaria y disciplinaria, tampoco debemos
desconocer que dicha facultad debe ser ejercida dentro de los parámetros que la
legislación laboral y constitucional establece, con respeto a los derechos y garantías
establecidas en nuestro ordenamiento jurídico. Es aquí donde encontramos un concepto
acuñado por la doctrina y jurisprudencia actual, el de la proporcionalidad. Al respecto el
profesor Gamonal señala "En nuestra opinión las condiciones puestas por el legislador en el
articulo 485 del Código, plasman en plenitud el principio de proporcionalidad ya citado, con
sus tres subprincipios, el de adecuación, relativo al control de idoneidad de la medida, el de
necesidad, que determina la prescindibilidad o no intervención, estableciendo el peligro y
considerando la necesidad de producir el menor daño y el de la proporcionalidad en sentido
estricto, que determina la racionalidad de la intervención según su objeto y los efectos que
produce".

EN CUANTO A LOS INDICIOS SUFICIENTES DE LA VULNERACIÓN DE DERECHOS:
1. Producto de la dificultad probatoria que existe en los casos de vulneración de derechos
fundamentales, nuestro legislador consagró un sistema de prueba indiciaria, específicamente
en el artículo 493 del Código del Trabajo, que aliviana la posición probatoria del trabajador,
especialmente en lo que dice relación con la carga de la prueba material.
2. Desde esta perspectiva, y de acuerdo al propio texto de la norma del artículo 493, el
trabajador deberá acreditar indicios de que se ha producido una vulneración de derechos
fundamentales, en el caso específico, una vulneración a los derechos fundamentales de la
integridad física y psíquica, derechos de los cuales soy legitimario activo, y que permitan
generar al juez una duda razonable en torno a la existencia de la lesión de dichos derechos
fundamentales.
3. Por su parte el empleador, frente a los indicios aportados por el trabajador, deberá
explicar los fundamentos de la medida adoptada y su proporcionalidad, esto es, que su
conducta obedece a un motivo razonable.

EN CUANTO AL DESPIDO INDIRECTO:

1. El artículo 171 del Código del Trabajo señala lo siguiente: “Si quien incurriere en las
causales de los números 1, 5 ó 7 del artículo 160 fuere el empleador, el trabajador podrá
poner término al contrato y recurrir al juzgado respectivo, dentro del plazo de sesenta días
hábiles, contado desde la terminación, para que éste ordene el pago de las indemnizaciones
establecidas en el inciso cuarto del artículo 162, y en los incisos primero o segundo del
artículo 163, según corresponda, aumentada en un cincuenta por ciento en el caso de la
causal del número 7; en el caso de las causales de los números 1 y 5, la indemnización podrá
ser aumentada hasta en un ochenta por ciento”.

2. Ahora bien, en este caso he decidido poner término a mi contrato de trabajo haciendo uso
del derecho concedido por el artículo precedente, debido a que existe por parte de mi
empleador reiterados y constantes incumplimientos graves de las obligaciones que le impone
el contrato, causal que se contempla precisamente en el artículo 160 N º 7 del Código del
Trabajo.

3. En efecto, mi ex empleador, al momento de ejercer el derecho concedido por el artículo
171, había incumplido gravemente obligaciones esenciales del contrato de trabajo
ordenandome a hacer tareas que violan mi integridad física y siquica haciendo caso omiso al
principio de proporcionalidad

4. Por lo tanto, Respecto de la Causal del artículo 160 Nº 7 ◊ se ha dicho que la causal
señalada exige la concurrencia de dos elementos copulativos: a) El incumplimiento de una
obligación contractual por parte del empleador y, b) Que ésta sea grave. El incumplimiento
debe ser grave, es decir de una magnitud tal que determine necesariamente el quiebre de la
relación laboral, siendo fundamental para ello el carácter ocasional o permanente de la
infracción imputada. En el caso de autos, ha existido un hecho permanente que determina el
quiebre de la relación contractual. La jurisprudencia de nuestros Tribunales Superiores de
Justicia respecto de la gravedad del incumplimiento ha señalado lo siguiente: “la expresión
"incumplimiento grave, da a entender que no cualquier incumplimiento es configurativo de
esta causa, puesto que de conformidad al sentido gramatical de la palabra "grave, éste
significa entidad o importancia, es decir, se debe tener por falta grave aquella que reúna
estos requisitos, en cuyo caso el incumplimiento debe ser de mucha entidad, en lo que
constituye la esencia o forma de una cosa” .
5. Por lo tanto, en el caso de autos, se ha producido el llamado despido indirecto, al haber
hecho uso del derecho concedido por el artículo 171 del Código del ramo, y los hechos en los
cuales ha incurrido mi ex empleador constituyen a juicio de la doctrina y jurisprudencia un
incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato.


2. PRESTACIONES DEMANDADAS:

En virtud de los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho expuestos precedentemente,


solicito a S.S:

- En primer lugar, que la ilustre Municipalidad de Providencia, denunciada sea condenada
por haber vulnerado mi integridad física y psíquica del Código del Trabajo, en relación con
el artículo 485 del mismo cuerpo legal.
- En segundo lugar, y como consecuencia de la vulneración de derechos fundamentales, la
denunciada deberá ser condenada a pagarme las siguientes prestaciones:

1. Indemnización Especial contemplada en el artículo 489 inciso tercero segunda parte del
Código del Trabajo, en su máximo de 11 remuneraciones mensuales, equivalente a la suma de
$8.305.407.-
2. Indemnización Sustitutiva del aviso previo, por la suma de $755.037.-

3. Indemnización por 7 años de servicio, por la suma de $5.285.259.-

4. Incremento legal del 100% de la indemnización por años de servicio en base a lo


estipulado en el artículo 489 inciso tercero primera parte en relación con el artículo 168 del Código
del Trabajo, equivalente a la suma de $5.285.259.-

5. Remuneracion del mes de diciembre por 24 dias $578.861

6. Feriado legal proporcional por 15 dias por $377.518.




Todo lo anterior con reajustes e intereses de acuerdo a lo señalado en los artículos 63 y 173 del
Código del Trabajo; y las Costas de la causa.
O bien, las sumas que S.S., determine, conforme al mérito del proceso.


POR TANTO

Y en mérito de lo expuesto y de lo dispuesto por los artículos de la Constitución Política, artículos


2, 4, 12, 67, 71, 73, 161, 162, 163, 168, 172, 173, 243, 432, 446 y siguientes, 485,
489, 490, 491, 492, 493, 494 y 495 del Código del Trabajo, y demás normas legales y
reglamentarias pertinentes SOLICITO A US, tener por interpuesta denuncia de Tutela de Derechos
Fundamentales con Ocasión del Despido y cobro de prestaciones laborales en contra de mi ex
empleador ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE PROVIDENCIA, del giro de su denominación, Rut

Nº 69.070.300-9, representada legalmente por doña EVELYN ROSE MATTHEI FORNET, Rut
N° 7.342.646-4, ambos domiciliados para estos efectos en Avenida Pedro de Valdivia N°
963, Comuna de Providencia, Ciudad de Santiago ambos ya individualizados, acogerla a
tramitación en todas sus partes, declarar que se ha vulnerado mi integridad física y siquica , en
relación con el artículo 485 del mismo cuerpo legal y la Constitución Política de la República y en
definitiva condenarlo al pago de todas las prestaciones demandadas de la presente denuncia, con
los reajustes, intereses y costas correspondientes.

PRIMER OTROSÍ: Que de conformidad a lo dispuesto en el artículo 489 inciso 7º del Código del
Trabajo, y en subsidio de lo principal de esta presentación, vengo en interponer demanda por
Despido Indirecto y Cobro de Prestaciones Laborales en contra de mi ex empleador ILUSTRE

MUNICIPALIDAD DE PROVIDENCIA, del giro de su denominación, Rut Nº 69.070.300-9,


representada legalmente por doña EVELYN ROSE MATTHEI FORNET, Rut N° 7.342.646-4,
ambos domiciliados para estos efectos en Avenida Pedro de Valdivia N° 963, Comuna de
Providencia, Ciudad de Santiago; a fin de que se acoja el despido indirecto y, con todo, se
condene a la empresa denunciada al pago de las prestaciones que señalaremos, en atención a las
consideraciones de hecho reproducidos en la relación circunstanciada de los hechos, en los
antecedentes del término de la relación laboral y la relación de los trámites posteriores al despido,
contenidos en lo principal del presente acto, para lo cual solicitamos a S.S. se tengan por
íntegramente reproducidos en este otrosí y los fundamentos de derecho que a continuación paso
a exponer:

I. DERECHO:


A. En cuanto al despido indirecto

1. El artículo 171 del Código del Trabajo señala lo siguiente: “Si quien incurriere en las
causales de los números 1, 5 ó 7 del artículo 160 fuere el empleador, el trabajador podrá poner
término al contrato y recurrir al juzgado respectivo, dentro del plazo de sesenta días hábiles,
contado desde la terminación, para que éste ordene el pago de las indemnizaciones establecidas
en el inciso cuarto del artículo 162, y en los incisos primero o segundo del artículo 163, según
corresponda, aumentada en un cincuenta por ciento en el caso de la causal del número 7; en el
caso de las causales de los números 1 y 5, la indemnización podrá ser aumentada hasta en un
ochenta por ciento”.

2. Ahora bien, en este caso he decidido poner término a mi contrato de trabajo haciendo uso
del derecho concedido por el artículo precedente, debido a que existe por parte de mi empleador
reiterados y constantes incumplimientos graves de las obligaciones que le impone el contrato,
causal que se contempla precisamente en el artículo 160 N º 7 del Código del Trabajo; así como
configuran también hechos de acoso, hostigamiento, menoscabo laboral y discriminación por mi
condición de mujer embarazada y con fuero laboral maternal, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 160 n° 1 letra f), razón por la cual constituyen causal suficiente para fundar mi auto
despido.

3. Ahora bien, Respecto de la Causal del artículo 160 Nº 7 à se ha dicho que la causal
señalada exige la concurrencia de dos elementos copulativos: a) El incumplimiento de una
obligación contractual por parte del empleador y, b) Que ésta sea grave. El incumplimiento debe
ser grave, es decir de una magnitud tal que determine necesariamente el quiebre de la relación
laboral, siendo fundamental para ello el carácter ocasional o permanente de la infracción
imputada. En el caso de autos, ha existido un hecho permanente y reiterativa en la relación
laboral, que determina el quiebre de la relación contractual, como es el hecho de los constantes
incumplimientos laborales y contractuales de mi ex empleador, lo cual ha sido detallado en la
presente demanda.

4. Asimismo, ha incurrido mi empleador en conductas de acoso, hostigamiento y
discriminación laboral hacia mi persona, por mi condición de mujer embarazada y con fuero
laboral maternal, de forma tal que ha hecho intolerable el ambiente laboral y me ha resultado
imposible continuar ejerciendo mis labores, incurriendo así en conductas de acoso y
hostigamiento laboral, con actos contrarios a mi dignidad como trabajador, constituyendo formas
de agresión y hostigamiento reiterados por parte de mis superiores jerárquicos sin mediar razón ni
provocación alguna.

5. La jurisprudencia de nuestros Tribunales Superiores de Justicia respecto de la gravedad del
incumplimiento ha señalado lo siguiente: “la expresión "incumplimiento grave, da a entender que
no cualquier incumplimiento es configurativo de esta causa, puesto que de conformidad al sentido
gramatical de la palabra "grave, éste significa entidad o importancia, es decir, se debe tener
por falta grave aquella que reúna estosrequisitos, en cuyo caso el incumplimiento debe ser de
mucha entidad, en lo que constituye la esencia o forma de una cosa” .18

6. Por lo tanto, en el caso de autos, se ha producido el llamado despido indirecto, al haber


hecho uso del derecho concedido por el artículo 171 del Código del ramo, y los hechos en los
cuales ha incurrido mi ex empleador constituyen a juicio de la doctrina y jurisprudencia un
incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato.

7. En efecto, la interpretación que ha realizado la Dirección del Trabajo sobre la gravedad de
las conductas de acoso laboral ha señalado lo siguiente: “Ahora bien, con el objeto de precisar el
sentido y alcance del concepto de acoso laboral introducido por la ley en comento, resulta
necesario, primeramente, desentrañar el significado de los términos “agresión” y “hostigamiento”,
“menoscabo”, “maltrato” y “humillación”, utilizados por el legislador para determinar la
verificación de las conductas asociadas a la acción que pretende sancionar. Para ello cabe recurrir
a las normas de interpretación previstas en el Código Civil, específicamente, aquella contenida en
el primer párrafo del inciso 1º de su artículo 20, según el cual, “Las palabras de la ley se entenderán
en su sentido natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras”. Al respecto, la
reiterada y uniforme jurisprudencia de este Servicio ha sostenido que el sentido natural y obvio de
las palabras es aquel que les otorga el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia
Española, según el cual la expresión “agresión” es el “Acto de acometer a alguien para matarlo,
herirlo o hacerle daño”, definida también como “acto contrario al derecho de otra persona”. A su
turno, la expresión “hostigamiento” es la “Acción y efecto de hostigar” y entre las acepciones de su
infinitivo “hostigar”, se cuentan las siguientes: “Molestar a alguien o burlarse de él
insistentemente” e “Incitar con insistencia a alguien para que haga algo”. El mismo repertorio
léxico define la palabra “menoscabo” como “efecto de menoscabar” y, a su vez, respecto de
“menoscabar” contempla, entre otras acepciones “Causar mengua o descrédito en la honra o en la
fama”. A su turno, el concepto “maltrato” como “Acción y efecto de maltratar”, en tanto que su
infinitivo “maltratar” está definido

18 Sentencia de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Chillán, de fecha veintinueve de

enero de dos mil tres, rol nº 1399. como “tratar mal a alguien de palabra u obra” y
también “Menoscabar, echar a perder”. Por último, la expresión humillación está definida
por el citado diccionario como “Acción y efecto de humillar o humillarse y el infinitivo
“humillar”, por su parte, como “herir el amor propio o la dignidad de alguien” y “Dicho de
una persona: pasar por una situación en la que su dignidad sufra algún menoscabo”.
Conforme a lo expuesto en párrafos anteriores, es posible inferir que el legislador ha
concebido las conductas constitutivas de acoso laboral en términos amplios, en forma tal
que permita considerar como tales todas aquellas conductas que impliquen una agresión
física hacia el o los trabajadores afectados o que sean contrarias al derecho que les asiste,
así como las molestias o burlas insistentes en su contra, además de la incitación a hacer
algo, siempre que todas dichas conductas se ejerzan en forma reiterada, cualquiera sea el
medio por el cual se someta a los afectados a tales agresiones u hostigamientos”19

8. Así, sobre la procedencia de invocación de las conductas de acoso laboral como causal de
despido indirecto, la doctrina ha señalado que “nada debiera obstar a que el trabajador […] pueda
ejercer la acción por despido indirecto conjunta o subsidiariamente con ella (la acción de tutela), a
la luz de lo dispuesto en el inciso final del artículo 489 del Código del Trabajo. Ello, porque uno de
los principales efectos de las conductas de acoso laboral es producir en la víctima una vulneración
de los más relevantes derechos fundamentales inespecíficos, como la honra, la dignidad y la
integridad psíquica”. 20

9. Por lo tanto, mi empleador ha incurrido en la causal del artículo 160 Números 1 y 7 del
Código del Trabajo, lo que me autoriza para poner término a mi contrato de trabajo e impetrar el
pago de las indemnizaciones establecidas en el inciso 4º del artículo 162 y en los incisos 1º o 2º
del artículo 163, según corresponda, aumentadas ambas en un 80%.
II. PRESTACIONES DEMANDADAS:


En virtud de los antecedentes de hecho que se entienden íntegramente reproducidos de la
principal y a los fundamentos de derecho expuestos precedentemente, S.S. deberá acoger la
demanda por despido indirecto, nulidad del despido y cobro de prestaciones demandadas,
debiendo la empresa denunciada pagarme las siguientes prestaciones:

Por Despido Indirecto:+

1. Indemnización Sustitutiva del aviso previo, por la suma de $755.037.-

2. Indemnización por 7 años de servicio, por la suma de $5.285.259.-

3. Incremento legal del 100% de la indemnización por años de servicio en base a lo estipulado
en el artículo 489 inciso tercero primera parte en relación con el artículo 168 del Código del
Trabajo, equivalente a la suma de $5.285.259.-

4. Remuneracion del mes de diciembre por 23 dias $578.861

5. Feriado legal proporcional por 15 dias por $377.518.


Todo lo anterior con reajustes e intereses de acuerdo a lo señalado en los artículos 63 y 173 del
Código del Trabajo; y
Costas de la causa.

O bien, las sumas que S.S., determine, conforme al mérito del proceso.


POR TANTO,

y en mérito de lo expuesto y de lo dispuesto en los artículos 4, 12, 63, 67, 71, 73, 160, d162, 163,
168, 171, 172, 173, 243, 432, 454 Nº 1 y 446 y siguientes del Código del Trabajo, y demás normas
legales y reglamentarias pertinentes, SOLICITO a S.S. tener por interpuesta, dentro de plazo legal, y
en subsidio de lo principal de esta presentación, demanda por Despido Indirecto y Cobro de
Prestaciones Laborales en contra de mi ex empleador ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE

PROVIDENCIA, del giro de su denominación, Rut Nº 69.070.300-9, representada legalmente


por doña EVELYN ROSE MATTHEI FORNET, Rut N° 7.342.646-4, ambos domiciliados para
estos efectos en Avenida Pedro de Valdivia N° 963, Comuna de Providencia, Ciudad de
Santiago ambos ya individualizados; admitirla a tramitación y en definitiva, acogerla declarando
que se hace lugar a la denuncia en todas sus partes, decretar el despido indirecto, condenando al
demandado al pago de todas y cada una de las prestaciones demandadas, solicitando las tenga por
completamente reproducidas para estos efectos y que la demandada deberá pagar la suma
determinada en cada caso, o la que S.S. estime en justicia, más los recargos, reajustes e intereses de
conformidad a la ley y las costas de esta causa.



SEGUNDO OTROSÍ: SOLICITO A S.S. que en virtud de lo dispuesto en los artículos 446 inciso 2º y
490 del Código del Trabajo, tenga por acompañados en este acto, sin perjuicio de su incorporación
en la audiencia respectiva, los siguientes documentos:

1. Carta de Aviso de Despido Indirecto por aplicación del artículo 171 del Código del
Trabajo, de fecha 24 de diciembre de 2019, junto con su Comprobante de envío mediante Correos
de Chile de Carta de Aviso de Auto despido.

TERCER OTROSÍ: SOLICITO a US. que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 442 del Código del
Trabajo, autorice que las notificaciones del presente proceso se efectúen al correo electrónico
mariano.hernandez.garcia@gmail.com



CUARTO OTROSÍ: SOLICITO a S.S. tener presente que designo como abogado patrocinante y
confiero poder a don MARIANO ALEJANDRO HERNANDEZ GARCIA, cédula de identidad número
17.310.882-6, abogado habilitado para el ejercicio de la profesión, domiciliado para estos efectos
en Calle Agustinas 681, oficina 607, comuna y ciudad de Santiago, quien firma este escrito en señal
de aceptación.

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