Está en la página 1de 2

Despertar, uno de los momentos más terribles al darte cuenta que vuelves a tu

realidad, esa realidad en la que ya no estás tú, sentir ese vacío en tu pecho que te
consume día a día, o por el contrario sentir esa presión en el pecho como si hubiese
una llaga en medio que se clava cada vez más, quitándote la tranquilidad, esa que
algún día tuviste pero que se fue con tu partida. La verdad no sé si esta sea la peor
parte, pues al dormir estas en cada sueño diciéndome una y otra vez que estás
conmigo, que me amas demasiado como para dejarme ir, que todo está bien y
tendremos un mañana juntos y es entonces cuando me pregunto si es mejor seguir
durmiendo para sentir una y otra vez tu presencia y tu amor en mi vida o despertar
y querer salir corriendo para hacerlo realidad.
No hay un solo minuto que no deje de pensar en ti, que no quiera expresarte cuanto
te amo, que te quiero a mi lado cada día de mi vida, no hay un solo minuto que no
quiera mandarte un mensaje o llamarte para ver si logro por primera vez que
reacciones, que no me dejes ir como lo han hecho otras personas que entraron a
mi vida, me destruyeron y se fueron dejando todo roto, para ver si por primera y
única vez luchas por mi como lo hice durante 4 años seguidos, sin importar cuanto
dolor, cuanto sufrimiento o cuantas lagrimas causabas en mí, te quise y te amé cada
segundo aunque no lo merecieras.
Llega la noche y me muero por escuchar una vez más tu voz, por saber cómo estuvo
tu día, si quizás me he pasado por tus pensamientos, si has tenido que luchar en
contra de tu sentir y en contra de tu corazón para no llamarme o no querer saber de
mi tanto como yo lo hago, supongo que será una lucha constante, pero si la tienes
solo significa que sientes tanto como yo, eso me da algunas esperanzas, pero por
otro lado quizás son falsas pues llega un punto en el que por ley uno de los dos
debe ceder y he cedido una y otra vez, dejo mi orgullo a un lado mil veces por ti y
te busco porque he considerado siempre que el amor está por encima de todo,
siempre y cuando haya algo que rescatar claro está, lo hay. Quizás ya estés
cansado de mí, créeme yo también lo estoy, no es fácil cargar con mi forma de ser,
mi forma de pensar, de actuar, pero primordialmente de amar y entregarme tanto,
porque es en ese punto en el cual se aprovechan de aquella nobleza que hay en tu
corazón y te maltratan tantas veces sea posible, es triste lo sé, porque soy
consciente de ello, pero la verdad es que quisiera abandonar la persona que he sido
para siempre, solo quisiera ser diferente a lo que soy hoy, que no me ha traído nada
más que dolor y sufrimiento jamás merecido.
Son las 10:36 pm, abarcas mi mente por completo, anhelo el pasar rápido de los
días para verte una vez más, es un encuentro pactado previamente pero con una
advertencia muy dura de cumplir, no pedir volver, ¡carajo! y ¿Cómo no querer luchar
por quien tanto amas?, ¿Cómo quedarse de manos cruzadas viendo que el tiempo
pasa y NADA pase?, ¿Tiene eso algún sentido? digo, no valorar hoy en día está
muy de moda y dejar ir personas valiosas también, ¿Qué le pasa a este mundo, a
esta sociedad llena de sentimientos y emociones efímeras?, y es en ese punto
donde me cuestiono una y otra vez si realmente vale la pena luchar por una persona
que no mueve un solo dedo por ti, ¿Por qué ser tan irracional para esperar darle un
verdadero valor a algo cuando ya no está, cuando ya se fue o desapareció?, ¿Cuál
es la razón de ese actuar?, pues hasta donde se todo tiene causa y efecto y creo
que la evolución humana a estas alturas ya nos da para evaluar qué pasará en un
futuro si no valoramos lo que tenemos en nuestras manos en el presente, ¿Acaso
somos tan estúpidos para no comprender las consecuencias de ese actuar poco
coherente?, quizás lo haremos, claro que sí, cuando sea ya demasiado tarde, como
siempre y como cada historia.

También podría gustarte