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UNIVERSIDAD SAN LORENZO

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES, ARTES Y


TECNOLÓGICAS

CARRERA: LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ENSAYO DE INVESTIGACIÓN
TEMA: LA DOCENCIA EN LA ACTUALIDAD
TÍTULO: DESAFIO DE LA EDUCACIÓN EN LOS ADOLESCENTES DE
HOY

ALUMNOS:
YENI MARLENE MARTINEZ DE VELÁZQUEZ
FATIMA MARÍA ORUÉ CENTURIÓN
ANDRÉS RAMÓN VELÁZQUEZ COLMAN

CURSO: 4°
CAAGUAZÚ – PARAGUAY
AÑO 2019
Introducción

Vivimos en una época de cambio de paradigmas. La “modernidad líquida” (Zygmunt

Bauman), una forma de llamar a esta época, trajo aparejado nuevos modos de relación, cambios

en las organizaciones, nuevos modelos de familia, la irrupción de internet y el mundo virtual,

todo lo cual hace que las sociedades en las que vivimos ya no sean como antes. Esto afecta sin

lugar a dudas a la educación y por ende a la escuela como institución.

Con el paso del milenio y, por ende los cambios culturales, está marcado, entre otras

cosas, por lo que se da en llamar ‘innovación’. Esta palabra funciona como un verdadero cajón

de sastre que se utiliza para tratar de dar respuestas a muchas cuestiones muy diversas.

Innovación es una palabra mágica. Suele ir unida a otras, como emprendedor,

evaluación, coaching, nuevas tecnologías, etc. En el caso de la educación hay una presión que

empuja en la dirección de la innovación y la tecnología.

Se dan paradojas muy interesantes. Hace pocos años en nuestro país se acometió un

intento de “modernizar” la escuela a través de la entrega de ordenadores a los docentes y

alumnos. Se asociaba el ordenador a la modernidad. Sin pensar en su uso, sin pensar en el

contexto, en los programas, en la formación de los profesores, en las dinámicas de clase. Otro

ejemplo es que se sigue hablando de “nuevas” tecnologías, cuando forman parte de nuestra vida

desde hace años.

Muchas de estas paradojas muestran una escuela que cambia su ropaje, cambia por

fuera, sin embargo, no hay un verdadero replanteo acerca de su función en la sociedad actual.

Pensamos esto, especialmente, cuando hablamos de la educación de los adolescentes.


En este ensayo quisiéramos presentar los desafíos de la educación en los adolescentes

ya que como hablamos anteriormente estamos viviendo en un mundo de cambios.

Esperando que sea del agrado del lector y le sirva de algo lo invitamos a leer el

desarrollo del tema.

Cajón de sastre: es la expresión que se utiliza para un conjunto de cosas diversas,

desordenadas y confusas.
El adolescente y su educación en la sociedad actual

“La educación, en la actualidad, se debate entre, por un lado, una “falsa”

modernidad, y por otro la nostalgia. Esta última, en los debates de los maestros, se

manifiesta con frases como: “los chicos no se esfuerzan”, “no les interesa nada”, “pasan de

todo”. Lo que pone de manifiesto un discurso de la impotencia que tanto malestar genera

en el profesorado.

A pesar de los intentos de reformar, estos cambios suelen ser más bien cosméticos.

Por ejemplo, los notables esfuerzos por copiar el sistema finlandés en algunas escuelas

(cantidad de niños en el grupo clase, dimensiones del aula, formas de trabajar). Sin

embargo, lo central de este sistema y su gran éxito, pasa por los modos de selección del

profesorado y la formación que reciben y esto no se replica.”

Existente escuelas que viven todavía en el siglo XX, la formación de los docentes

mismos es del siglo pasado todo esto demuestra la distancia que se vive entre el adolescente .Por

supuesto que hay excepciones, hay profesores de esta nueva generación, por ejemplo, que se

sienten cómodos trabajando con sus alumnos bajo nuevas modalidades.

Hoy, gracias a internet, un joven puede acceder a información que en otra época sería

imposible. De manera que el saber ya no está más físicamente y necesariamente en la escuela. Ni

el profesor sabe de todo. En cambio, el modelo que se propone es el de un adolescente que pase

horas sentado escuchando a un profesor hablar de cosas que no le interesan o que cree no

interesarle.

Evidentemente hay saberes necesarios y hay otros por descubrir, también otros que

claramente son innecesarios o repetitivos. La función de la escuela puede ser la de ayudar a que
se pueda amar lo que se aprende, a que cada uno pueda querer lo que se desea y buscarlo.

Ayudar al adolescente a que canalice sus preguntas. Ayudarlo a que encuentre su camino.

La adolescencia es un momento de mucha fragilidad y confusión. Es un momento de

inquietud. No es tiempo de quietud, ni de silencio. No es tiempo para la uniformidad.

Se ha de ayudar al adolescente a despertar su interés, su curiosidad, a que haga y se

haga preguntas, acerca de su vida, de su entorno (cercano y más alejado). Que pueda conversar

con otros, que aprenda a pensar y no a repetir. Que el error sea utilizado como una oportunidad y

no como algo que se ha de penalizar.

En las escuelas muchas veces se dan encuentros positivos, son aquellos en los que se

genera la transferencia al educador, consecuencia del respeto que despierta, que no es otro que el

que sabe y ama lo que enseña y que sabe cómo transmitirlo.

La escuela debería promover más la conversación. Para eso es necesario crear espacios

y tiempos para que se desarrolle. El tiempo de la escuela se debería utilizar de otra manera.

En definitiva, vemos que en el fondo se trata de volver a lo sencillo. El hecho educativo

se juega en la relación entre el alumno y el profesor.

Implicaciones para los profesores y la enseñanza

 Los profesores son quienes en definitiva reforman la escuela. Los intentos por cambiar

la escuela tendrán poco o ningún impacto sobre los estudiantes, a menos que afecten a la

manera de enseñar de los profesores y a la forma de aprender de los jóvenes.

 Al igual que los estudiantes, los profesores se ven influidos en su aprendizaje por sus

propios enfoques con respecto al pensamiento, su base de conocimientos, sus modelos


de inteligencia, su proceso de aprendizaje, su ambiente social y su voluntad y

posibilidad de participar activamente en cualquier tipo de aprendizaje nuevo.

 Si tienen que “enseñar para estimular la comprensión”, los profesores tienen que aceptar

que sus estudiantes, adolescentes, son pensadores reflexivos y dignos de tener en

cuenta, capaces de trabajar activamente y de utilizar su inteligencia para ampliar e

intensificar su comprensión.

 Los profesores no sólo tienen que aprender una nueva forma de enseñar, sino también

“olvidar lo aprendido” y dejar de lado buena parte de lo que sabían y que con tanta

seguridad exponían en el aula hasta ese momento, el desafío para los profesores, es que

ahora tienen que aprender a enseñar mediante formas que nadie les había enseñado.

Cambiar la mentalidad de los profesores y sus modelos de enseñanza no es como

para practicar un trasplante de cerebro. La utilización de un repertorio amplio y flexible es

más efectivo que depende de una sola estrategia y es posible incluso la insistencia

excesiva en que los profesores recios adopten sin condiciones las nuevas estrategias,

inclusive muchos entre los experimentados se muestran lógicamente reacios a abdicar

una vez más y cambiar por completo su enfoque de enseñanza. Si atendemos aquellas

estrategias es probablemente que resulten más efectivas y a las realidades vividas por

los profesores durante su trayectoria profesional algunos estudios aseguran aconsejable

animarlos e insistir en que plenamente empleen distintas enseñanzas y sean profesores

diferentes.

Pero ¿qué pasa con los cambios o supuestas innovaciones? La velocidad mata:

¿porque mencionamos esto?; pues el nuevo modelo de enseñanza no debería ser puesto en

práctica con demasiada rapidez. Cambiar a los profesores supone cambiar a la gente en ese
trabajo lento. Las nuevas enseñanzas de aprendizaje deben cambiar en práctica de ritmo

determinado y con la flexibilidad suficiente como para qué los profesores puedan

adoptarse y adaptase a ellas cómodamente . Así la educación en los jóvenes y en especial en los

adolescentes sería mejor ya que cuando se acostumbran a pensar juntos, a cuestionar las

suposiciones del otro y a elaborar nuevas comprensiones se cimentan no solo en ser una persona

cargada de cocimientos si no que se llena de valores y capacidades para la vida real.


Conclusión

Como aspectos concluyentes del trabajo quisiéramos mostrarles la necesidad de

reflexión sobre algunos puntos que si bien se conocen muchas veces se ignoran:

¿De quién es el problema de que un adolescente no muestre haber adquirido los

conocimientos necesarios durante un curso educativo? Es fácil decir que un adolescente no

aprende porque no presta atención al curso, porque no tiene ganas de aprender, etc; pero es

mucho menos fácil aceptar algo que debiera ser formulado casi en la totalidad de los casos, que

es el hecho que el adolescente en cuestión no logre adquirir los requisitos de aprobación mínimos

porque no se dio un proceso correcto de comunicación. De esta manera el adolescente permanece

ajeno al conocimiento por error de quien lo emite, que se equivoca en la manera de manifestarlo

o no interpreta las variables que entran en juego en ese proceso educativo y las estrategias

comunicacionales que debería emplear para llegar al adolescente.

¿Existe coherencia en nuestro accionar? En esta etapa de la adolescencia los

adolescentes pueden constituirse en referentes para el joven que no solo los escucha en la clase,

sino que de algún modo los interpreta y los evalúa tanto fuera como dentro del ámbito escolar. Es

por esto sumamente importante que el docente mantenga una coherencia en su conducta y en su

accionar en sus distintas actividades humanas. Además en lo referente a lo comunicacional, es

preciso que el docente guarde coherencia en los modelos que aplica en todas las oportunidades

que se interrelaciona con los adolescentes mostrando transparencia en su criterio de modelo

comunicacional a adoptar. También es necesario un cierto compromiso del docente hacia el

grupo de jóvenes, mostrándose fuera de una supuesta neutralidad en cuanto a su ideología y

permitiendo y aceptando disensos por parte de estos; porque esta actitud le permitirá al
adolescente comprender el accionar de quien lo educa y parcializar lo que de esta persona

provenga como manifestación de su ideología.

También queremos destacar que hay muchos aspectos del adolescente que podrían ser

mejor explotados, por ejemplo tienen entre sus particularidades la de manifestar fuertes pasiones

y prevalecer los sentimientos como prioridades, por lo que perfectamente se podrían utilizar estas

características para tratar temas transversales que ellos sientan como propios y utilizar esto como

un punto desde donde se pueden acoplar muchos otros conocimientos según el perfil que le dé

cada área. Por lo que es gran parte de la cuestión se encuentra en esforzarse por lograr una

comunicación adecuada y sumarle a esto el ingenio necesario para que se cumplan todos los

objetivos fijados de la manera más llevadera posible.


Fuentes consultadas

Andy Hargreavez, Lorna Earl, Jim Ryan; Una educación para el cambio. Reinventar la educación

de los adolescentes

Casullo,M.M. (1991) Psicología para docentes. Bs. As. Ed. Guadalupe. Cap. 1: La clase como

encuentro social.

Gonzalez y Urquijos, (1997) Documento base N°2 UNMP. El vínculo en educación. Estilos de

comunicación y construcción de vínculos en los adolescentes. El fenómeno grupal.

Kaplun, Mario. Modelos de Educación y Modelos de Comunicación. El Comunicador Popular.

Cambio Rural, SAGYP e INTA.

Obiols, G. "Adolescencia, Posmodernidad y Escuela Secundaria"

Rodríguez, Mary. (2000) Modulo 2 de Perspectiva Pedagógica-Didáctica, Post-título de

Formación Docente Para Técnicos y Profesionales. Instituto Superior de Formación

Docente N°16, Saladillo.

Autores: Andy Hargreaves, Lona Earl y Jim Ryan.Editorial: Octaedro País: España Ciudad:

Barcelona Año: 1998

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