Está en la página 1de 7

2.

EL INVESTIGADOR CRIMINAL

El investigador criminal es un profesional que aplica las técnicas para el manejo adecuado del
lugar donde se ha cometido un hecho punible; acoge los conocimientos del criminalista que
conoce los métodos técnicos-científicos para el procesamiento acertado de elementos materiales
de prueba; sabe de las implicaciones que tiene la presentación oportuna y eficaz de los medios de
prueba a los funcionarios competentes en la toma de decisiones judiciales; aplica los diferentes
procesos investigativos acordes con el tipo penal presentado; establece el discernimiento sobre la
naturaleza humana según el perfil delincuencial y, en fin, respeta la dignidad y derechos
fundamentales que tiene un criminal, por más peligroso que sea.

Cualidades del investigador criminal


 Suspicacia: Sospecha de cualquier factor, y nada debe dar por sentado. Tal ventaja le
permite descubrir pruebas que en apariencia son íntegramente ajenas al caso.
 Curiosidad: Implica en el investigador el hábito de andar haciendo preguntas y el afán de
enterarse de lo que aparentemente no le concierne.
 Observación: Es un atributo de quienes tienen responsabilidades investigativas exitosas;
atañe a la relación de datos, los cuales se obtienen cuando se reconocen o se observan en
hechos o sucesos. El uso de los cinco sentidos es la base de toda observación.
 Memoria: La capacidad para retener datos es de suma importancia.
 Imparcialidad o prejuicio: Es deber de los miembros de los funcionarios de los organismos
de Policía Judicial y demás funcionarios encargados de administrar justicia, defender la ley
y no su punto de vista personal. Por eso y puesto que debe considerar todas las cosas
imparcialmente, no debe formar juicios sin tener bases o motivos sólidos o contar con
suficientes conocimientos.
 Paciencia: La paciencia en el trabajo de la investigación criminal denota un guante sereno o
dominio de sí mismo perseverancia al vencer obstáculos y dilaciones.
 Interés: Para lograr resultados y éxito en cualquier trabajo investigativo, debe interesarse en
él y hacerlo con gusto y, además, aplicar todos sus esfuerzos a dicha labor.
 Dinamismo: El hacer observar la ley requiere energía. Un investigador debe sacar el mejor
partido de su tiempo y dinamizar los procesos para lograr buenos resultados.
 Mística: Es identificarse, gustarle lo que hace, vivir su trabajo, sentirlo como propio,
pertinente e importante dentro del contexto investigativo que le corresponde asumir,
logrando en todo momento “el crecimiento y desarrollo personal”.
 Ética: Este valor es uno de los principios que debe poseer un buen investigador criminal,
puesto que sus conceptos, hipótesis y conclusiones repercuten en forma directa sobre una
decisión tomada por la autoridad competente, la cual, como es lógico, confía en este
profesional.

Código de ética que debe cumplir el investigador criminal:


- siempre “prima el derecho a la vida sobre todas las cosas materiales”.
- siempre debe tener presente los principios y libertades de los ciudadanos, y respetar los
derechos de las personas y de sus familiares, salvaguardando la confiabilidad de la información.
- por su experiencia y persistencia, debe reconocer la responsabilidad que tiene y respetar la
ley en la búsqueda del bienestar del ser humano.
- siempre en su actuar debe existir un trato justo y humano con el imputado, sindicado o
sospechoso aprehendido.
- por su función e imagen que el investigador o criminalista tiene frente a la sociedad; no debe
abusar de su autoridad, posición o jerarquía.
- por el profesionalismo que lo caracteriza, siempre debe tener una actitud de dignidad,
respeto y compasión con las víctimas y familiares.
- el resultado de sus investigaciones o análisis técnico-científico, debe estar ceñido en todo
momento a la imparcialidad.
- estos profesionales deben sobresalir y abanderar, en todo momento, la verticalidad en su
actuar o proceder.
- el resultado de sus investigaciones o de sus análisis tècnico-cientìficos, no debe utilizar los
medios de que dispone como arma de intimidación.
- preocuparse permanentemente por aplicar los avances científicos y técnicos, consultando
con otros profesionales (extranjeros o nacionales e institucionales), aprovechando el talento y la
experiencia que en determinado caso pueden tener.
- ser de mentalidad “abierta”, que le permita analizar o discutir las opiniones de otros
profesionales.
- reconocer, en todo momento, su responsabilidad en la participaciòn de actividades de
servicio comunitario, “si el caso lo amerita”.
- tener objetividad en cada procedimiento, investigación, análisis de pruebas y demás
diligencias que práctica.
- ser veraz en el cumplimiento de las funciones que le ha otorgado la ley.
- cuando le corresponda asumir la crítica de otro investigador o criminalista, esta debe ser
siempre de carácter constructivo.
- por su función, dedicación e importancia que representa para la comunidad, en general, el
conocer la verdad de los hechos, siempre debe evitar ser protagonista.
- el investigador no debe involucrar en su actuar intereses personales.
- por las repercusiones e importancia de la función que cumple, debe evitar el sensacionalismo
innecesario.
- siempre debe preservar y proteger las fuentes de información. el profesional debe ser
decidido y competente en el servicio que le corresponde cumplir dentro de la sociedad.
- en su actuar profesional y social, debe primar la honestidad con las personas y colegas.
- por el gran número de personas, casos y estrato social y otros factores que directa o
indirectamente inciden en el investigador, no debe involucrarse sentimentalmente con alguna
persona relacionada con la investigación.

Otras cualidades profesionales que identifican al especialista en investigación criminal son:-


confiabilidad, iniciativa, creatividad, prudencia, viveza, exactitud, capacidad de análisis, entre
otras.
LINEA DE TIEMPO ACERCA DE LA EVOLUCION DE LA POLICIA CIENTIFICA EN
VENEZUELA (desde el Cuerpo Técnico de Policia Judicial, hasta el CICPC).
En vista de que al finalizar la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez el país no contaba con
un cuerpo investigativo con carácter científico para los delitos y los crímenes . Esta situación se
trató de resolver a principios del gobierno provisional cuando asumió el control del Estado, el 23
de enero de 1958, presidido por el Contralmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, quien ordenó
mediante el Decreto número 3 de fecha 24 de enero de 1958, la disolución de la Seguridad
Nacional del Organigrama del Ministerio de Relaciones Interiores.

Con la promulgación del decreto, el país quedó totalmente desprovisto de un cuerpo de policía
para la investigación criminal, Este vacío se resolvió con la creación de un cuerpo de policía que
iba a tener funcionamiento transitorio. Es decir, emergencia del momento, se creó una policía
temporal denominada Criminológica para que actuara en la parte delictiva; esta policía transitoria
no contaba con ningún ordenamiento técnico ni jurídico como respaldo y tenía muchas
limitaciones para enfrentar la delincuencia, entre otras razones porque no manejaba las técnicas
de investigación moderna aplicables al campo policial a lo cual se sumaba que muchas de sus
actuaciones no contaban con ningún respaldo de acuerdo a las normas legales establecidas. Por
tal razón, fue sustituida, el 20 de febrero de 1958, mediante el Decreto Nº 48, estructurado en
catorce artículos, refiriéndose los tres primeros entre otros aspectos, a la forma operativa de cómo
debía funcionar la nueva policía, designada con el nombre de Cuerpo Técnico de Policía Judicial,
estableciendo que sería dependiente orgánicamente del Ministerio de Justicia y auxiliar del Poder
Judicial.

El Ministro de Justicia Dr. René de Solá, estuvo encargado de nombrar al Director para la nueva
policía investigativa, se consideraba que debía ser un abogado que ejerciera el cargo, por el
conocimiento de las leyes y la aplicación de las mismas con exactitud.

Por disposición de la Junta de Gobierno y de conformidad con el decreto Nº 48 de fecha 20 de


febrero de 1958, se nombra al ciudadano Doctor Rodolfo Plaza Márquez Director del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial”, juramentado el 11 de marzo de 1958, por el Dr. René de Sola, en el
edificio Universidad sede del Ministerio de Justicia en la Dirección de Administración
siendo publicado en Gaceta Oficial Nº 25.607. Ese mismo día por orden del Ministro, el Dr. Plaza
inició actividades.

Primera Escuela de Formación Policial

Con tan solo seis meses de creado el Cuerpo Técnico de Policía Judicial, empezó a funcionar la escuela el 15
de agosto de 1958, el presidente de la Junta de Gobierno quien dirigía los destinos del país, en compañía del
segundo Ministro de Justicia de esta etapa democrática Dr. Andrés Aguilar Mawsdley y el Director del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial Dr. Rodolfo Plaza Márquez, y demás directivos de esta institución, inauguraron el
primer centro de estudios de este cuerpo, el cual se bautizó con el nombre “Instituto de Formación Integral” cuyo
nombre se mantuvo hasta el año 1961, cuando adoptó el nombre de “Escuela de Policía Judicial”.

El fundador y director del instituto policial fue el Dr. Carlos Urbaneja. Allí se formaron y graduaron los primeros
detectives iniciando clases el 06 de septiembre de 1958 con el rango de Sub Inspectores de Segunda
Clase, culminando el 28 de junio del año 1959, egresando cincuenta y seis alumnos. Seguidamente comenzó
celebró el segundo curso el 24 de agosto de 1959, donde se graduaron treinta y nueve policías.

En 1966 pasó a ser la Academia de la Policía Judicial. En agosto de 1968, la Casona situada en entre las
esquinas de Principal y Santa Capilla, después de permanecer diez años en aquella sede colonial, fue
trasladada provisionalmente a la sede de Centro de Instrucción Policial El Junquito, luego en el año 1969, surgió
nuevamente la necesidad de reubicar la escuela en la urbanización de la Alta Florida donde funcionó hasta
1970, cuando fue cambiada a la urbanización Los Cedros.

En 1971 se convirtió en la Escuela Nacional de Policía Judicial, en 1975 se eleva al rango de Escuela Superior
de Policía Judicial, ubicada en la Calle Neverí, cruce con Montesacro Colinas de Bello Monte. En 1980, se creó
la Escuela Básica de Policía Judicial la cual funcionó en las Minas de Baruta, Estado Miranda, allí se dictaron
cursos de formación de Detectives, Perito Policial, Sumariadores y Agentes.

Reseña Histórica

El Cuerpo Técnico de Policía Judicial comenzó a funcionar en un pequeño local en el Pasaje La


Bolsa, ubicado en el Centro de Caracas, siendo una zona importante por encontrarse adyacente al Ministerio de
Justicia y a los Tribunales Penales. Al incrementarse los servicios y personal, ya el espacio era muy reducido y
se tuvo que conseguir otro local conveniente para el trabajo policial.

Fue arrendado entonces parte de un edificio residencial en la zona de Parque Carabobo, entre las esquinas de
Ño Pastor y Puente Victoria, esta edificación se conformó en dos torres, una con entrada principal hacia la
avenida Bolívar y otra hacia la avenida Universidad .

El 17 de mayo de 1958, se fundaron las tres primeras delegaciones: Chacao, La Guaira y Los Teques,
cada una supervisada por los siguientes jefes:

Carlos Eduardo Guerrero Galavís (Chacao), Carlos Olivares Bosque (La Guaira) y Carlos Sucre (Los Teques).
Fue el inicio para comenzar a estructurar operativamente la nueva organización detectivesca.

El 01 de Diciembre de 1983, según Gaceta oficial Nº 32.865, Decreto Nº 2.344, emanada por el Presidente de
la República Dr. Luís Herrera Campins, se crea el Instituto Universitario de Policía Científica, con el fin de
brindar a los futuros hombres y mujeres con ánimos de pertenecer a las filas del Cuerpo Técnico de Policía
Judicial, la oportunidad de prepararse profesionalmente y de recibir una orientación institucional previa a los
trabajos que han de realizar en el Área Policial y de la Investigación Criminal. Egresando Técnicos Superior
Universitario en Criminalística y en Ciencias Policiales.

En 1988, se graduó la primera promoción de Licenciados en Ciencias Policiales, iniciando la formación de


Licenciatura en Criminalística, Postgrados, Especialidades y Maestrías en Criminalística y Gerencia Policial.
En julio del año 1989, la escuela comienza su
mudanza a un edificio ubicado en Filas de Mariche Estado Miranda. Luego en el año 1994, la escuela de
formación pasa a llamarse Academia de Policía Científica y la sede de Mariche recibe la denominación de
“Espíritu de Santa Capilla”.
En el año 1995, se comienza a dictar los estudios de postgrados en Criminalística y en Gerencia y
Administración de Policía. De esta manera se integra el proceso de formación del profesional policial para la
transformación de una nueva policía encargada de practicar las diligencias conducentes a la comprobación de
los delitos, aprehensión de los delincuentes y acopio de los elementos de prueba, la constitución de un cuerpo
de policía auxiliar del Poder Judicial en el área penal. Logrando la creación de una institución educativa,
que contribuye en el proceso de formación y perfeccionamiento del capital humano de la organización policial.

El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Comandante en Jefe Hugo Rafael Chávez Frías en
un acto celebrado en el teatro Teresa Carreño en el 2007, en ocasión del Día del Estudiante, anunció al país la
creación de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), en el marco de la Misión Alma Mater,
con la finalidad de formar a los profesionales requeridos para cada uno de los organismos de Seguridad
Ciudadana que llevan a cabo esta gestión en el país.

La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad fue creada mediante Decreto Presidencial Nº 6.616 de
fecha 13 de febrero de 2009, estableciendo un Consejo Superior para el inicio de actividades en el cuarto
trimestre del mismo año. El decreto contempló la integración del Instituto Universitario de la Policía Científica
(IUPOLC), conjuntamente con otras instituciones que forman profesionales para la Seguridad Ciudadana. La
creación de la UNES, se corresponde con lo establecido en los artículos 22,58, y 59 del Decreto con Rango
Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional. De esta manera dicho
decreto establece la conformación de un Consejo Superior que establecerá las bases para la formación de
profesionales en el ámbito de la seguridad.

Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (2001-2013)


A finales del siglo XX, el país se ve inmerso en un proceso de revolución democrática, participativa y protagónica
orientada en el principio de corresponsabilidad de los ciudadanos, liderado por el Comandante en Jefe Hugo
Rafael Chávez Frías, quien alcanzó la Presidencia en las elecciones celebradas el 06 de diciembre de 1998 y
toma el poder el 25 de abril de 1999.

El 16 de diciembre de 1999, es promulgada la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, quedando


establecido en el Titulo VII de la Seguridad de la Nación Capitulo IV, de los Órganos de Seguridad Ciudadana,
articulo 332 – ordinal 2, lo siguiente:

“El Ejecutivo Nacional, para mantener y restablecer el orden público, proteger a los ciudadanos y ciudadanas,
hogares y familias, apoyar las decisiones de las autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las
garantías y derechos constitucionales de conformidad con la ley, organizará un Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas.”

El 9 de mayo de 2001, fue publicado en Gaceta Oficial Nº 37.193, resolución mediante el cual se dispone que
la actual Dirección General del Cuerpo Técnico de Policía Judicial se denomine: Dirección Nacional de
Investigaciones Penales (Cuerpo Técnico de Policía Judicial). Cuya denominación duró pocos meses.

Dando cumplimiento en lo establecido en la Carta Magna, el Ejecutivo Nacional en fecha 09 de noviembre de


2001 se promulga el decreto Nº 1.511, de “Ley de los Órganos de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas”. Consolidándose la ley como marco de fortalecimiento en materia de investigación criminal.
Entró en vigencia el 24 de noviembre de 2001. Asumiéndose a partir de esa fecha formalmente el nombre
de Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

El 28 de marzo del 2003, se aprueba la estructura organizativa del Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas, mediante Resolución Nº 239, oficio emitido por el Ministerio de Planificación y
Desarrollo, recibido para los fines legales por el Ministerio de Interior y Justicia. Este cambio
organizacional comprendió la creación de una nueva estructura con seis importantes Coordinaciones
Nacionales tales como:

Coordinación Nacional de Recursos Humanos, Coordinación Nacional de Apoyo Administrativo, Coordinación


Nacional de Dependencias Especiales,
Coordinación Nacional de Criminalísticas, Coordinación Nacional de Investigaciones Penales y Coordinación
Nacional de Ciencias Forenses.

El 23 de abril de 2004, fue publicado en Gaceta Oficial Nº 37.923 el Estatuto Especial del Personal emanado de
la resolución Nº 176 del Ministerio de Interior y Justicia. Considerándose entre otros aspectos que el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas fue excluido de la ley que rige la Función Pública.

El 05 de enero de 2007, entra en vigencia la Ley del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas para regular la organización, funcionamiento y competencia del Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas, así como la actuación de los Órganos de competencia especial y de apoyo
en materia de investigaciones penales.

También podría gustarte