Está en la página 1de 6

Rendimiento Bajo Presión

Manual del curso

escueladelamemoria.com
Semana 1.4
PRÁCTICAS SUGESTIVAS

Experimentos de sugestión
Ahora te planteamos unos sencillos ejercicios de sugestión que no requieren una inducción sugestiva previa
(un método de inducción). A través de estos ejercicios podrás experimentar algunas sugestiones que te
permitirán familiarizarte con las sensaciones de automatismo, y que por otro lado te ayudarán a
comprender mejor cómo funcionan las sugestiones y como repercuten en tus sensaciones y
comportamientos.

Como ya sabemos, a través del entrenamiento podemos mejorar nuestras capacidades para auto-
sugestionarnos y controlar nuestras sensaciones, conductas, pensamientos…. Por este motivo vamos a
plantear esta primera semana un simple entrenamiento que va a consistir en realizar tres procedimientos
de sugestión, que habitualmente se utilizan en la práctica clínica dentro de los protocolos de evaluación.

Es posible que no seamos capaces de realizar los tres ejercicios con el mismo grado de éxito. Es probable
que algunos ejercicios nos planteen sensaciones que conseguimos experimentar con una gran facilidad, y
por el contrario, quizás otros ejercicios nos planteen sugestiones que nos resulten más difíciles asumir. No
debemos preocuparnos por esto, es totalmente normal… simplemente os aconsejamos que os lo toméis
como un experimento, o como un juego con el que aprender algo nuevo sobre cómo nos sugestionamos.

El Péndulo de Chevreul
Para este ejercicio vas a necesitar un péndulo. Puedes utilizar un colgante, o un reloj de bolsillo, o cualquier
otro objeto que tenga las características de un péndulo simple. Si no tienes ningún objeto de este tipo, o no
sabes si el objeto que tienes te servirá, puedes utilizar un cordón fino (que no sea elástico), con un objeto
con cierto peso atado en uno de sus extremos, como puedes utilizar por ejemplo una llave. El péndulo
debe medir unos 20 o 25 centímetros.

Cuando tengas el péndulo preparado sigue los siguientes pasos:

1. Sujeta el péndulo con tu mano dominante, de manera que el dedo índice y el pulgar cojan el cor-
dón, y el resto del péndulo quede colgando.
2. Siéntate para hacer este ejercicio. Apoya el codo del brazo que sujeta el péndulo en una superficie,
como en una mesa, o en un reposabrazos…, de manera que el péndulo quede colgando y el brazo
este apoyado…
3. Centra tu atención en el objeto del extremo del péndulo durante unos segundos...

ESCUELADELAMEMORIA.COM
4. De forma natural el péndulo se moverá en algún momento. Una vez que el péndulo adquiera cierto
movimiento, presta atención a dicho movimiento. Puede que comience a moverse de izquierda a
derecha, o de derecha a izquierda, o que se mueva en círculos…. (Esta fase debe durar lo suficiente
como para que veas que puede moverse de manera natural de diferentes formas, pero no tiene por
qué durar más de 2 minutos).
5. Ahora concéntrate en un movimiento concreto, por ejemplo en un movimiento circular de izquier-
da a derecha (aunque el péndulo se mueva de otra forma). Visualiza el movimiento que el péndulo
debe hacer, y ordénale mentalmente que lo haga. Observa como el péndulo parece generar ese
movimiento por sí solo…
6. Mantente concentrado en este movimiento e intenta amplificarlo mentalmente, sin pensar en mo-
ver tu mano… Concéntrate en todo momento en el péndulo, y olvida que es tu mano la que lo sos-
tiene…. Observa como durante el experimento el péndulo parece mueve como si lo hiciera porque
tu mente se lo pide….
7. Una vez que el movimiento haya alcanzado una amplitud interesante, concéntrate en un movi-
miento diferente, y observa como el péndulo adquiere poco a poco ese nuevo movimiento sin
que tú intentes producirlo con tu cuerpo…. (Por ejemplo si se encontraba haciendo círculos, puedes
concentrarte en un movimiento de derecha a izquierda, y ver como el movimiento circular va trans-
formándose en un movimiento lineal).
8. Cuando quieras terminar con el experimento pídele mentalmente al péndulo que se detenga…. Y
observa como curiosamente comienza a frenarse… (Quizás se pare en seco, o puede que tarde unos
segundos).

Por supuesto este ejercicio muestra como sin ser conscientes generamos el movimiento en el péndulo a
través del movimiento de nuestro cuerpo, concretamente de nuestra mano. El movimiento generado pasa
desapercibido, o en todo caso es percibido como un movimiento involuntario o automático. Es
exactamente así como se perciben las respuestas a las sugestiones durante los procedimientos hipnóticos,
como respuestas automáticas que generan ciertos cambios en nuestro cuerpo, o en nuestra mente… Sin
que seamos conscientes realmente de cuáles son los mecanismos a través de los cuales se producen estos
cambios. Volviendo a un ejemplo anterior, esto quiere decir, que por ejemplo cuando hablamos de parásitos
y comienza a picarnos todo el cuerpo, no somos conscientes de cuáles son los mecanismos que hemos
puesto en marcha para generar estas sensaciones de picor, simplemente las sentimos al estar
sugestionados.

Caída y levitación de brazo


Para este ejercicio solo necesitamos estar en un lugar tranquilo, y disponer de un asiento cómodo que nos
permita mantener la espalda recta pero relajada. Si quieres, también puedes hacer este ejercicio de pie. En
este caso debes memorizar bien los pasos del procedimiento para poder hacerlo después tú solo:

1. Extiende el brazo izquierdo y derecho hacia delante, coloca las palmas de tus manos hacia arri-
ba….
2. Cierra los ojos e imagina que sobre tu mano izquierda te colocan un libro pesado con cada expira-
ción, y por otro lado, imagina que en la muñeca de tu mano derecha te atan un globo con hincha-
do con helio, que tira hacia arriba, en cada inspiración….

ESCUELADELAMEMORIA.COM
3. Céntrate en las sensaciones de peso de tu brazo izquierdo con cada la expiración, y siente como
cada vez pesa más y más… y por otro lado siente como tu brazo derecho se vuelve ligero con cada
inspiración…
4. Déjate llevar por las sensaciones de peso y de ligereza…, y siente como cada vez te cuesta más
mantener en alto el brazo izquierdo, y como el brazo derecho cada vez sube más y más….
5. Finalmente cuando desees terminar el ejercicio (después de un par de minutos aproximadamente,
en los cuales repitas una y otra vez las sugestiones anteriores), abre los ojos y observa la diferencia
de altura de tus brazos.

En este ejercicio podemos evaluar tu capacidad para asumir las sugestiones de dos formas diferentes:

La primera puede ser en base a las sensaciones que hayas experimentado. Si las sensaciones de pesadez
y/o ligereza han sido intensas, podemos considerar que el ejercicio ha sido llevado a cabo con éxito.

Por otro lado también podemos evaluar la respuesta motora, o sea la diferencia de altura entre las dos
manos. Puede que las sensaciones durante el ejercicio no hayan sido muy intensas, pero que la respuesta
motora sí que haya sido significativa.

En cualquiera de los dos casos el ejercicio ha funcionado correctamente, y las sugestiones han tenido una
repercusión clara y han producido unas respuestas. Debes saber que es totalmente normal que en algunas
personas unas sensaciones predominasen sobre otras (aunque no necesariamente tiene que ser así), por
ejemplo puede ser que te haya resultado más fácil dejarte llevar por las sensaciones de pesadez que por las
de ligereza, o al revés…

Si este ejercicio nos resulta complicado la primera vez que lo intentamos, podemos hacerlo en otro
momento para ver si somos capaces de llevarlo a cabo con mejores resultados. Es aconsejable realizar este
ejercicio adecuadamente antes de pasar al siguiente, aunque no es algo imprescindible.

Zumbido en los oídos


Antes de comenzar con el ejercicio debemos buscar un lugar silencioso, en el que no vayamos a tener
distracciones sonoras, esto es muy importante y no podemos obviarlo. Este ejercicio lo podemos realizar
tumbados, sentados, o incluso de pié (aunque la posición más recomendable es tumbados).

Cuando estés listo para empezar sigue las siguientes instrucciones:

1. Centra tu atención en tu respiración…. Observa que ritmo tiene, y como de profundas son las inspi-
raciones y las expiraciones…
2. Relájate escuchando el sonido de tu respiración durante unos 30 segundos, abandonándote a las
sensaciones de relax y calma (pero sin llegar a perder la concentración)…
3. Poco a poco céntrate en el sonido residual que encuentres en tus oídos… antes o después lograrás
escuchar un pequeño zumbido, como un suave pitido… Una onda base, como la que se escucha
después de una fuerte explosión….
4. Quizás, gradualmente podrás escuchar con más claridad y fuerza este pitido…

ESCUELADELAMEMORIA.COM
5. Cuando lo oigas claramente, podrás intensificarlo… simplemente imaginando una palanca, o una
rueda, con la que puedes subir lentamente el volumen a este sonido…
6. En cuanto escuches este sonido, notarás como tu mente se activa, y al intensificarlo aumentando
su volumen, notarás como tu atención y concentración se intensifica, a la vez que tu cuerpo per-
manece relajado….
7. Cuando estés listo para terminar el ejercicio, imagina como bajas el volumen a este sonido, y ob-
serva como tu mente se relaja de nuevo… después abre los ojos y observa como tu activación cor-
poral va activándose de nuevo poco a poco… hasta volver a la normalidad….

Este ejercicio plantea sugestiones más complejas que las planteadas en los ejercicios anteriores, ya que
estamos trabajando una alucinación auditiva. Sin embargo, y aunque no es lo más común, para algunas
personas este ejercicio es más sencillo que los que plantear sugestiones relacionadas con la relajación.

Si en el primer intento no eres capaz de experimentar las respuestas y sensaciones que se te plantean en el
ejercicio, prueba a trabajarlo en más de una ocasión. De todos modos no te preocupes por el rendimiento
en este tipo de ejercicios, ya que las sugestiones que utilizaremos posteriormente no son iguales a las que
se plantean en estos ejercicios, además de que aún no tienes ninguna preparación ni práctica…, y a todo
esto hay que sumarle que no estás empleando un método de inducción con el que hayas podido entrenar
durante un tiempo la auto-sugestión…

ESCUELADELAMEMORIA.COM
escueladelamemoria.com

También podría gustarte